Pasión, ocupación, compensación.

marzo 10, 2015 · Imprimir este artículo

Cómo trazar la pintura del éxito

Por Alejandro Melamed.

Todos aquellos que trabajamos, dedicamos la gran parte de nuestro tiempo útil a nuestra actividad laboral. La energía más productiva suele estar depositada en este espacio. Y como cada vez es más difícil encontrar los límites entre el trabajo y el «no trabajo», las horas dedicadas suelen extenderse e incluir momentos del fin de semana, feriados?

exito 18Una buena forma de empezar a abordar el tema es preguntarte qué te motiva. ¿Qué es lo que te mueve a actuar? ¿Por qué te levantás todos los días? ¿Por qué vas a trabajar? Cuando planteo estas preguntas, muchos me miran con asombro y me contestan: «¿Por qué voy a trabajar? ¡Porque tengo que llegar a fin de mes!» Y, obviamente, no está mal la respuesta. Pero?, ¿realmente trabajamos solamente por dinero? Muchas personas tienen más dinero del que podrían gastar en varias vidas y trabajan muchísimas horas. Desde ya, si trabajamos de lo que nos apasiona, y nos pagan una compensación acorde con nuestras expectativas, estamos en el mejor de los mundos. Sin embargo, en muchos casos no es la situación observada.

La motivación es clave para un trabajo feliz. Pero en la mayoría de las organizaciones hay muchos rostros que no reflejan felicidad. En general, esto se debe a un desajuste entre los anhelos del individuo y el puesto en que se desempeña. Por otro lado, nuestras pasiones pueden ser diversas y no estar enfocadas en una sola faceta. ¿Y qué son nuestras pasiones? Para conectarlo con las emociones: aquello por lo que cantamos, reímos o lloramos. Lo que genera una energía que supera cualquier límite. Esa sensación que nos permite quedarnos hasta cualquier hora sin sentirlo como algo negativo, más allá de los resultados y sin esperar nada a cambio.

Lectura recomendada:  No te detengas, un poema de Walt Whitman

En este sentido, hoy es más frecuente ver personas que invierten muchas horas de su tiempo en sus hobbies, en los que liberan todo su potencial creativo. Son espacios de crecimiento y expansión, en los que sienten plenitud. ¿Pero es contradictorio dedicarnos a algo que nos guste y que ello sea nuestra fuente de ingresos?

Con mayor frecuencia se visualiza que, con el paso del tiempo y a medida que se va madurando, hay un cambio de prioridades y de foco: lo que parecía ser sólo parte del tiempo libre pasa a ser la preocupación principal y se descubre que esa pasión puede convertirse, incluso, en fuente de ingresos y nueva actividad laboral. Pueden ser profesionales, ejecutivos, empresarios o cuentapropistas, pero hay un momento en que se produce ese clic y la reconversión llega para instalarse. Y de ser sólo un hobby se transforma en la ocupación. Ahí encontramos la amalgama perfecta: pasión, ocupación, compensación. Es la pintura del éxito para muchos, una aspiración que, por qué no, puede convertirse en realidad si nos lo proponemos.

—El autor es especialista en Recursos Humanos y autor de Historias y mitos de la oficina (Planeta).

Fuente: La Nación, 07/03/15.

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