Tras la quita de aranceles, la venta de notebooks creció 55% y bajaron los precios
Por Pablo Fernández Blanco.
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Las cadenas de electrodomésticos y tecnología corroboraron con sus ventas del año pasado una de las verdades más indiscutibles de la economía: cuando un producto baja de precio, su demanda aumenta. Así lo muestran las estadísticas oficiales, según las cuales una estampida de consumidores entusiastas se volcaron a la compra de computadoras portátiles (notebooks), y muchos de ellos para llevarse los productos más costosos, algo que hasta ese momento no hacían.
El movimiento entre los consumidores de tecnología se originó en una decisión política. En abril del año pasado, la Secretaría de Comercio, que dirige Miguel Braun, eliminó los aranceles de importación de las computadoras para reducir el precio de los equipos en el mercado local. La medida tuvo tres efectos concretos: bajaron los valores, se dispararon las ventas y se desmoronó la fabricación local de esos productos.
Según los números que maneja el Ministerio de Producción, entre enero y diciembre de 2017 se vendieron más de 557.000 unidades, 198.000 más que el año anterior. Eso representa un aumento del 55%.
«La quita del arancel benefició de manera transversal a toda la economía al bajar el costo de un insumo básico y favorecer la creación de un mercado de más y mejores computadoras, beneficiando a los consumidores. Todas las pymes y los emprendedores del país las necesitan para trabajar y son quienes generan el 70% del empleo en la Argentina. Las computadoras son un insumo básico para las tareas productivas y también para la educación, la investigación y las familias», explicó Braun ante la consulta de LA NACION.
Hacia el final del año, además, la tendencia se profundizó. Por ejemplo, en diciembre pasado el incremento en las ventas fue del 72% con respecto al mismo mes de 2016.
La mayor explicación para el aumento de las ventas es la caída en los precios, que en dólares bajaron 18% en comparación con 2016, con un promedio por equipo de US$581.
El año pasado, además, las ventas de notebooks con procesadores más potentes (iCore) representaron el 47% del total, mientras que en 2016 ese nivel de tecnología se había llevado el 38%. En diciembre, una vez más, esa tendencia se profundizó y alcanzó al 61% de las unidades vendidas. También allí hay una coincidencia con los precios: las computadoras más caras bajaron 23% en promedio, por encima del total del mercado.
La quita de aranceles fue una de las jugadas arriesgadas del Gobierno el año pasado, dado que el mismo movimiento que logró una baja de precios sepultó las aspiraciones de consolidar una industria nacional de computadoras, que había comenzado a asomar con la ayuda del kirchnerismo.
Los números también confirman la afirmación anterior. Según las cifras de Afarte, la asociación que reúne a los productores de Tierra del Fuego, en 2015 se fabricaron en la isla 374.254 notebooks, mientras que se importaron 241.230.
En 2016, en tanto, las cifras se equipararon, pero el año pasado, con la eliminación del arancel, la producción local bajó hasta 705 unidades (apenas un 0,18% del número del último año de Cristina Kirchner en la Casa Rosada), mientras que las importadas llegaron hasta 1,46 millones. En otros términos: crecieron más del 500 por ciento.
«No se producen más computadoras en Tierra del Fuego desde la quita de aranceles a la importación», explicaron en Afarte.
Los productores fueguinos temieron el año pasado que el Gobierno tomara una medida similar con los teléfonos celulares, algo que no ocurrió. Mientras tanto, se pusieron a hacer algunos cambios en el negocio para subsistir, como bajar los costos, mejorar la competitividad y bajar los precios.
Según un trabajo de Afarte, un teléfono Samsung Galaxy J7 liberado costaba en enero del año pasado $7859, pero terminó en septiembre a $ 7013,29, según los datos que recolectó la cámara a través de las ofertas que hacen distintas cadenas de retail en la Web. Eso arroja una caída de un 11% en pesos, pese a la devaluación de la moneda local y, por lo tanto, el encarecimiento de los componentes importados (medidos en moneda local).
Pese a los esfuerzos, los comercios domésticos siguen teniendo el precio más caro, pero la brecha con sus competidores, al menos en esos productos, parece haberse achicado. Un Galaxy S8 costaba el 1º de septiembre pasado 1133 dólares (con un tipo de cambio de $17,5), US$38 más que en Chile y US$166 más que en Brasil. El valor más bajo, por mucho, lo sigue teniendo Estados Unidos, donde ese modelo costaba 657 dólares.
Para bajar los precios, los productores fueguinos redujeron plantillas de trabajadores, prestaron más atención a los gastos y se olvidaron de sus planes para incorporar componentes nacionales a la fabricación de productos para abrirles paso a los importados.
La salud y sus costos: el debate por las cuotas y los servicios de las prepagas
Los amparos y las nuevas tecnologías y medicamentos, entre otros factores, llevan a costos crecientes en una actividad en la que se advierte que, con las subas recurrentes de precios que afectan a los afiliados, no habrá solución; las medidas en danza.
Por Silvia Stang.
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Las cuotas de la medicina prepaga llegan este mes con una suba de 4%. Si ese incremento se suma a los que se acumularon desde 2012 -es decir, desde que se puso en vigencia el mecanismo de autorizaciones dadas por el Gobierno dispuesto por ley-, resulta que los planes se encarecieron un 382%.
Aun con el esfuerzo que eso significa para los bolsillos de los afiliados, los directivos del sector insisten -en encuentros que mantienen desde el mes pasado con funcionarios del Gobierno- con advertencias que son ya de largo plazo, respecto del impacto en el gasto que provocan factores como las nuevas tecnologías y medicamentos de alto costo, los amparos que ordenan dar coberturas muchas veces sin previsión, y la incorporación de obligaciones por la vía de leyes que no consideraron el financiamiento.
Existe, en rigor, una tendencia global a una inflación mayor en los servicios de salud que en la economía en general. «Hay varias transiciones que determinan la inflación en la salud; la primera es el propio éxito del sistema en hacer que la gente viva más y deje de enfermarse por causas fácilmente evitables -afirma Federico Tobar, sanitarista argentino, asesor regional del Fondo de Población de Naciones Unidas-. La segunda transición es poblacional, porque por factores demográficos y migratorios se incrementan las demandas de salud; la tercera es la tecnológica y se da porque cada vez hay más respuestas a síntomas y enfermedades con innovaciones que son caras, y la cuarta transición es cultural: se vincula a una reducción del umbral del dolor tolerable y a la mercantilización de los cuidados y a entenderlos como un bien de consumo».
En la Argentina, a esos aspectos se suman la elevada inflación general y el impacto de las devaluaciones (por insumos con costos dolarizados).
Según la crítica de no pocos referentes del sector, algo que agrava la situación local es que el tema no fue considerado en los últimos años como estratégico para la política. Los efectos de una medicina que se encarece no solo impactan en el sector privado, sino también en las obras sociales y en el sistema público. De hecho, se advierte que la respuesta a cómo se lograrán y se administrarán los recursos en un entorno de costos siempre crecientes debe darse desde una estrategia integrada, que abarque a toda la población y que tenga al Estado asumiéndose a sí mismo como garante principal de la atención.
El registro de amparos que abrió la Superintendencia de Servicios de Salud, revela que solo las obras sociales tuvieron 3200 reclamos en 2017 (no hay datos de las prepagas). Y la mayoría, según las autoridades, fue por prestaciones de alto costo no cubiertas (en las que pacientes y familiares ponen esperanzas). Un reciente caso en Córdoba es mirado con interés por las empresas: un fallo dispuso que se cubra una medicación muy costosa ($19 millones), pero ordenó al Estado pagar el 90% y a la prepaga, el 10%.
El debate de fondo sobre cómo hacer frente de manera inclusiva y equitativa a los costos de la salud, parece siempre postergado. Hay algunas cuestiones ahora volcadas sobre la mesa, como la revisión del Plan Médico Obligatorio (PMO), la habilitación de planes de cobertura parcial y la implementación de coseguros (pagos de bolsillo por consulta).
A eso se suma la creación de una agencia evaluadora de tecnologías, que se exprese respecto de si corresponden o no ciertas coberturas (como voz no vinculante). El Gobierno ya propuso crear esta agencia, pero incluyó el punto en la reforma laboral, y ahora está a las espera de una nueva definición política.Y hay quienes recomiendan políticas como la de un seguro para cubrir de manera universal las enfermedades de alto costo, mirando experiencias como la de Uruguay.
Según fuentes de la superintendencia del área, hay un grupo de trabajo integrado por ese organismo, el Ministerio de Salud y las prepagas, que hoy revisa aspectos de la ley 26.682, aprobada en 2011 bajo el rechazo de las entidades. De los encuentros podrían surgir medidas que apunten a las reglamentaciones de esa normativa, o bien algún cambio más de fondo, con impacto sobre un sector que tiene unos 6 millones de afiliados (se estima que 1,5 millones están por contratos directos y el resto, por triangulación de los aportes a las obras sociales).
Cuestión de precios
En cuanto a las cuotas de los planes de salud, las normas regulatorias establecieron un mecanismo por el cual las entidades deben pedir autorización y justificar la necesidad de aumentos, a autorizar por el Gobierno. «Se está hablando ahora de simplificar el proceso administrativo y burocrático, porque el decreto reglamentario de la ley lo complejizó», señala Hugo Magonza, presidente de la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (Acami), que nuclea a entidades sin fines de lucro.
En el Gobierno hay quienes barajan la idea de dar libertad para fijar precios, algo que no tendría mucha aceptación entre los actores del sistema y que, además, requeriría una reforma legal difícil de conseguir.
Por lo pronto, y en lo que se refiere a la suba de este mes, la resolución que la habilitó se refiere al alza de los costos generales. En el sector admiten que el pedido de autorización respondió a que, por la alta inflación de 2017, se activó la cláusula gatillo del convenio salarial firmado con el sindicato de la sanidad. Así, a partir de enero, el salario básico de una enfermera de piso, por ejemplo, pasa de $18.311 a $19.031 (el sector está entre los de remuneraciones bajas).
La situación de los costos despertó conflictos internos en la actividad, referidos a cómo se distribuye el dinero conseguido con las subas de cuotas: los prestadores (clínicas y centros de atención) que no son propiedad de las prepagas, se quejan porque las subas de aranceles que reciben de los financiadores (prepagas) son hoy inferiores a lo que dicen necesitar y al nivel de alza de cuotas de los planes de salud. Según Jorge Cherro, presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (Adecra), mientras que entre marzo de 2017 y el mes pasado los costos crecieron 26,4%, los ingresos subieron 17,8%. En Mendoza hubo en los últimos días una campaña de comunicación a los pacientes respecto de esta situación.
Las clínicas están desde hace más de una década y media al amparo de la emergencia sanitaria, prorrogada hasta 2019, que les permite no pagar impuestos sin generar reclamos de la AFIP. El problema, claro, vendrá una vez que termine esa protección y se calcule toda la deuda acumulada.
«Se ha compartido con los prestadores más de lo que se podía ofrecer; estamos todos navegando con poca agua», señala Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical, una de las firmas líderes del sector con doble rol: es financiadora y prestadora.
Lo más realista es esperar que se sigan pidiendo y autorizando alzas de cuotas que hagan que, este año, vuelvan a superar la inflación general, como en 2017. «Esto no se arregla con cuotas, porque hay un límite de mercado», admite Magonza.
El PMO y los amparos
Bajo la gestión de Luis Scervino al frente de la Superintendencia de Servicios de Salud (el antecesor de Sandro Taricco, actual funcionario), se llamó a una licitación, por la cual hoy dos empresas trabajan en una revisión de la canasta prestacional obligatoria de las obras sociales y las prepagas. «Tenemos un PMO desactualizado y la consigna para el nuevo es que sea financiable y que los jueces vean bien qué se cubre», apuntan desde el área de Salud del Gobierno. La propuesta estaría lista, agregan, hacia mediados de este año.
La preocupación por la judicialidad referida a la cobertura surge tanto entre funcionarios como entre actores del sistema. Para Jorge Piva, presidente de Medifé, la situación refleja el desentendimiento de larga data del Estado respecto de su rol de garantizar el cuidado de salud y de ocuparse, con alguna política concreta, de casos que pueden considerarse epidemias sociales.
Piva destaca la novedad que trajo días atrás un fallo en Córdoba, en la causa «Hermoza Vega, David y otro c/ Parque Salud» en la cual, por un costo de $19,8 millones, el juez federal Miguel Vaca Narvaja resolvió hacer cargo del pago del medicamento a la prepaga, pero solo en un 10%, mientras que el 90% del monto debe ser afrontado por el Estado nacional. «Es interesante que tanto en el fallo de primera como en el de segunda instancia se indique que el garante del sistema es el Estado», afirma el directivo, que señala como otro factor de preocupación a la suba de las tasas de uso de los servicios.
En el sector hay expectativas por los efectos que podría tener la proyectada Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías, que tendría por función (según la iniciativa oficial) analizar medicamentos y prácticas médicas para definir su incorporación o su exclusión del PMO, y determinar cuál sería el impacto económico y social (entre los temas sensibles del debate están la definición sobre lo que es costo efectivo, y la repercusión en lo colectivo de las decisiones sobre casos individuales). Frente a casos conflictivos «la agencia sería no vinculante; actuaría como un auxiliar de la Justicia», dice Piva.
Para Rubén Torres, exsuperintendente y actual rector de la Universidad Isalud, hay al menos tres condiciones para que una agencia de ese tipo sea útil: debe ser transparente, estar integrada por «5 Favaloros», que sean personas totalmente desprovistas de todo conflicto de interés, y que gane credibilidad con el tiempo.
Más allá de la discusión judicial sobre las coberturas, hay quienes recomiendan que se permita una oferta más amplia de contratos con los asociados. «Para moderar estructuralmente el gasto hay que ir a planes parciales», dice Jorge Colina, economista de Idesa especializado en temas de economía y salud. Hoy se exige la venta del PMO completo, «pero no todo el mundo lo necesita». La ley 26.682 autoriza contratos no integrales, pero de manera muy limitada.
Torres se muestra a favor de esa opción. Pero advierte que los planes parciales implicarían que, por las enfermedades no cubiertas en el contrato adquirido, habrá que ir al sistema público. Aquí se llega a un punto por el cual, se dice, debería comenzar una reformulación del sistema de salud: el de considerar una solución integral, en la que el Estado tome su rol y defina qué cobertura habrá para toda la población, más allá de la situación social y laboral de cada quien.
«Querer arreglar como algo aislado el tema de la medicina prepaga no sirve. El Estado tiene el rol de definir el plan nacional de salud y el modelo de atención; es el primer responsable, pero durante muchos años miró para otro lado», evalúa Magonza.
Las regulaciones
En la discusión por la ley de prepagas, uno de los puntos más controvertidos fue el del artículo 10, que obliga a no rechazar afiliados con enfermedades preexistentes, algo cuestionado por la imprevisibilidad que provoca en el gasto de un sistema alimentado solo con las cuotas de quienes se asocian. La normativa dispuso que el Gobierno debe aprobar, con cada pedido de afiliación, qué cuota pueden cobrar las prepagas.
Según Magonza, sobre ese punto hoy se analiza la posibilidad de establecer una tabla de valores según condiciones y edad del paciente, que haga que no sea necesario el pedido de autorización para cobrarle un extra a quien se afilia al momento de necesitar un tratamiento. Según el directivo, lo que ocurrió en los últimos años fue que, al tramitarse pedidos y al no haber respuesta de las autoridades, se ordenó afiliar con cuota plana hasta nuevo aviso. «El nuevo aviso nunca llega y los costos los pagan los demás afiliados», sostiene.
Otro factor regulatorio, agrega Belocopitt, es que debería determinarse cómo se pagan las nuevas prácticas, sobre todo luego de que se sumaron obligaciones con leyes que no previeron financiamiento. «Hay drogas que tienen valores exorbitantes, y así el sistema no es sostenible», señala.
Una medida aplicada en otros países para financiar tratamientos costosos es la constitución de fondos especiales que, a manera de seguros, se usan para enfermedades predeterminadas. Ocurre algo así en el sistema nacional de obras sociales, con un fondo al que se deriva una parte del aporte y la contribución del empleado y su empleador. En el segmento de las prepagas eso nunca se implementó. Pero pagar las nuevas tecnologías y medicamentos por la vía de cuotas, «se vuelve algo inalcanzable», sentencia Piva, que ve con buenos ojos el Fondo Nacional de Recursos que tiene Uruguay.
«Un seguro nacional de enfermedades catastróficas, que contemple la protección frente a las enfermedades más caras, debería definir cómo tratarlas, con protocolos únicos para todos», evalúa Tobar. Y agrega que debería ser función de este seguro contratar a los prestadores y comprar en forma centralizada los medicamentos y las tecnologías de alto costo.
Mario Blejer: «Hay más inversión productiva de lo que parece, pero menos de lo que se necesita»
El expresidente del Banco Central dice que en el exterior es muy buena la imagen de Macri y que va en la dirección correcta, pero preocupa el déficit de las cuentas externas.
Por Martín Kanenguiser.
Mario Blejer, expresidente del BCRA.
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Mario Blejer observa los problemas de la economía argentina con mucha tranquilidad: nada se compara con el infierno de 2002, cuando fue presidente del Banco Central. En una entrevista con LA NACION desarrollada en el despacho que ocupa como vicepresidente del Banco Hipotecario -donde se destaca un banderín de su querido club, Talleres de Córdoba-, Blejer dijo que «hay más inversión productiva que lo que parece, pero menos que la que se necesita», y que los inversores creen que Macri va en la dirección correcta. Doctorado en Economía de la Universidad de Chicago, Blejer, de 69 años, divide su tiempo entre la Argentina y numerosos viajes al exterior; el próximo será al Foro Económico Mundial en Davos, la semana próxima. En el último año se dedicó además a preparar tres discos con letras en hebreo y música foklórica argentina, entre otros géneros.
-¿Cuál es la visión de los inversores sobre la Argentina?
-Uno podría pensar que la imagen argentina había empeorado por los incidentes en el Congreso por los cambios en jubilaciones, pero la percepción de los inversores extranjeros es la contraria: creen que Macri ganó porque logró la aprobación de todas las leyes que quería y logró confinar a los cristinistas a una sociedad marginal con los trotskistas. Por lo tanto, creen que el país está encaminado a tener un liderazgo fuerte. La imagen de Macri está muy bien plantada. Se observa que la dirección es la correcta y que ya no es un país excepcional como lo era hasta hace dos años. Además, el Presidente tiene un punto a favor cuando se lo compara con otros de la región: tiene todo el potencial para ser la figura.
-Se observa que Macri está consiguiendo lo que los inversores esperaban para después de las elecciones legislativas…
-Sí, y que cuando hubo reacciones adversas no se «achicó». Y, a la vez, que pudo negociar aun estando en minoría en el Congreso.
-¿Y persiste alguna preocupación en particular?
-Bastante por el déficit de cuenta corriente y porque se nota una cierta preocupación porque no se sabe quién coordina la política económica.
-Por lo tanto, el anuncio sobre el cambio de la meta de inflación con el presidente del Banco Central no se vio mal.
-No, se vio bien. Porque es más consistente que antes. Hay más empatía que antes de las autoridades económicas con los inversores, pero sigue persistiendo la duda sobre quién coordina.
-¿Se esperan más reformas?
-No, lo que esperan es que se cumpla lo que ya se aprobó. Y parten de la idea de que lo que no se haga este año ya no se podrá hacer.
-¿Comparte la crítica de los señalan que solo está llegando inversión financiera? ¿O también hay capitales productivos?
-Está llegando inversión de mediano plazo y, en el caso de la financiera, va para los dos lados: los dólares entran por la tasa y salen por la salida de capitales. Hay más inversión que lo que parece, pero menos que la que se necesita.
-¿Es una cuestión de tiempo para que lleguen más?
-Un poco sí, y también que los inversores tengan más claridad, no sólo respecto de la Argentina; la inversión en todo el mundo está cayendo. Pero la Argentina se ve como una oportunidad, porque es competitiva en América Latina.
-¿Qué opina sobre la política de administración del tipo de cambio?
-El Banco Central no podría hacer otra cosa que la que hace; interviene a veces a través de los bancos públicos y acumula reservas prestadas. No tiene alternativa: no puede fijar la tasa de cambio; lo importante es empezar a corregir el déficit fiscal, para disminuir el ritmo del endeudamiento. Él sabe que necesita reducir el traslado a precios para que haya menor fluctuación.
-¿Y lo está logrando?
-Federico Sturzenegger dice que sí; a mí me falta evidencia para afirmarlo, aunque parece haber menos que antes.
-¿Qué opina sobre el nivel del tipo de cambio?
-Es difícil prever a cuánto debería estar el tipo de cambio. Este gobierno tiene la visión de que no solo debe corregir los desequilibrios previos, sino también buscar una mayor competitividad a través de otras medidas que no impliquen una devaluación. Y la medida de su éxito será si logra que haya más competitividad a través de la tecnología, la educación y por productividad. Si el Gobierno lo logra, el nivel del tipo de cambio nominal pasará a ser irrelevante.
-Un relajamiento de la política monetaria permitiría una mayor devaluación, aunque al costo de más inflación…
-De nuevo, dependerá del traslado a los precios. Si el pass through es bajo, lo logrará.
-¿Estuvo bien el Banco Central en bajar la tasa de interés de los pases?
-El Banco Central tiene un modelo con parámetros objetivos; una vez que se mueve la meta de inflación hacia arriba, la tasa baja de inmediato hasta un nivel, no por capricho. La otra clave es que hay que diferenciar entre la tasa nominal y la real; en este sentido, no podía bajarla mucho más de lo que la bajó, porque si no hubiera quedado en terreno negativo en términos reales.
-Usted fue presidente del BCRA; ¿son inevitables los choques con el ministro de Economía?
-No creo, depende de las personalidades. Lo importante, como dije antes, es la coordinación. Los economistas inventaron la figura de la independencia del Banco Central, pensando que el presidente del Banco debe ser un técnico y no un político, que se ocupe del mediano plazo y no del corto. Pero eso no tiene por qué resolverse con peleas personales. Es una cuestión de contrapesos dentro del poder. ¿O acaso alguien piensa que el presidente de la Reserva Federal y el secretario del Tesoro no se pelean nunca? ¡Se pelean todo el tiempo! Pero no por eso uno de los dos se va. Además, creo que esa idea de que alguien como el presidente del Banco Central solo debe ocuparse del largo plazo es un poco arrogante.
-¿Había margen para otra política económica si asumía otro presidente en 2015?
-No había lugar para ahondar los desequilibrios, se podrían haber corregido de una forma u otra, pero había que achicarlos. Una de las cosas fundamentales que la Argentina necesita es tener un sistema fiscal que permita financiar la infraestructura y la obra pública, sector que estuvo muy contaminado por la corrupción. Así que no sé si habría cambiado con la continuidad del gobierno anterior.
-¿Los inversores están observando si el peronismo que viene será más pragmático que el kirchnerismo?
-Los que apuestan a la Argentina juegan con la primera hipótesis, pero realmente el interés de los inversores ahora está colocado sobre lo que está haciendo este gobierno.
-¿Y usted cree que habrá un peronismo más focalizado en una política económica racional?
-Los gobernadores y legisladores con los que dialogo suenan muy preocupados para que se mantengan los equilibrios a corto plazo, pero, a la vez, de la necesidad de cambiar la estructura productiva del país sin apelar a salarios bajos, porque eso aumentaría la pobreza.
-Varios economistas, ortodoxos y kirchneristas, afirman que el país está cerca de una crisis similar a la de 2001-2002. Usted estuvo entonces en la conducción económica del país. ¿Hay alguna similitud?
-Esto es una jauja al lado de 2001-2002; en ese momento teníamos corralito, la devaluación que se necesitaba era muy alta, el país estaba quebrado, la tasa de interés era del 140%, hubo un inmenso aumento de la pobreza y el desempleo. Nada de eso es comparable con lo que pasa ahora: todas las variables están mejorando.
-¿Si tuviera un mano a mano con Macri, qué consejo le daría?
-Tiene que hacer la de Maradona: agarrar la pelota e ir para adelante sin mirar para los costados, porque si no va a decepcionar a propios y ajenos. Y tiene que clarificar la política de comunicación, porque es confusa. Fue un error no haber hablado más de la herencia, pero el tiempo para hacerlo ya pasó.
-¿Qué opina sobre el escenario internacional, que se balancea entre la fuerte liquidez actual y la gran incertidumbre por lo que puede pasar con la política económica en Estados Unidos?
-No creo que todo el programa de expansión cuantitativa vaya a terminar demasiado bien. En algún momento habrá una suba importante de la inflación y la tasa de interés va a subir. No creo que haya una gran crisis, pero sí de alta incertidumbre para los mercados. El problema es saber cuándo ocurrirá este cambio de ánimo. Mientras tanto, Trump está generando mucha incertidumbre de mediano plazo en Estados Unidos, pero a la vez les brinda muchos incentivos a los inversores para recuperar la economía en el corto plazo. El otro problema serio es si China se contagia.
-O sea que no espera una crisis como la de 2008-2009…
-No, por una razón sencilla: los bancos están mucho más supervisados.
-¿Y qué efecto tendrá este contexto sobre la Argentina?
-Cuanto más avance en términos de competitividad, menos negativo será el impacto de un episodio como éste. De todos modos, este año el mundo seguirá ayudando al país.
La recaudación subió fuerte en enero de la mano de una mayor actividad económica
Trepó 28,6% si se excluye el blanqueo; el IVA, el impuesto que mejor refleja el consumo, fue el motor del resultado.
Por Florencia Donovan.
Abad: «La actividad no es un problema» .
Era uno de los grandes miedos del Gobierno, sin embargo, a juzgar por los números de recaudación que maneja la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la actividad no parece haber perdido impulso en el primer mes del año. Todo lo contrario, la recaudación fiscal trepó en enero 28,6% a $261.961 millones (sin contar los ingresos por el blanqueo), esto es, casi cuatro puntos más que la inflación acumulada en los últimos 12 meses. En gran medida, el resultado fue gracias al impulso del impuesto al valor agregado (IVA), tal vez el que mejor refleja las fluctuaciones en el nivel de actividad.
El IVA saltó en enero 45,1%, a $84.972 millones: 36,8% subió el IVA impositivo (a $60.538 millones) y 63,1% el aduanero (a $26.185 millones). «La actividad, queda claro por los resultados de la recaudación de IVA y de seguridad social, que no es un problema», subrayó el titular de la AFIP, Alberto Abad.
«El crecimiento del IVA va bien por encima de la inflación, en línea con el dinamismo del consumo apalancado en el crédito -coincidió Federico Furiase, de la consultora EcoGo-. Y con gran impulso del IVA aduanero en un contexto de fuerte aumento de las importaciones», agregó.
Algo similar sucedió en la provincia de Buenos Aires, donde la recaudación creció en enero en un 33%, a $23.870 millones, también producto de «las mejoras en niveles de cobrabilidad y una mayor actividad económica», según dijo el responsable del ente recaudador provincial, Gastón Fossati.
A nivel nacional, todos los sectores mostraron un dinamismo superior al que habían tenido a comienzos del año pasado. La industria manufacturera le aportó a la AFIP en concepto de IVA un 48% más versus igual mes de 2017 (unos $8035 millones más); la construcción, un 53% más ($1595 millones); el comercio, un 37% ($5992 millones); la explotación de minas y canteras, 100% ($1838 millones, gracias a un aporte extraordinario de YPF); la intermediación financiera, un 41% ($2325 millones); información y comunicaciones, un 48% ($1569 millones), y el sector de servicios, 31% ($2413 millones).
Al fisco le ingresaron en enero $84.915 millones en concepto de impuestos a la seguridad social, un 29,1% más que en igual mes de 2017. Según Abad, el dato refleja además que los salarios le ganaron en el período a la inflación de precios. «El nivel de empleo aumentó 1% en enero pasado con respecto a enero de 2017. Con lo cual esta variación [de la recaudación por seguridad social] fue sobre todo por efecto precio. Contra la inflación acumulada, que fue de 24,8%, los salarios reales aumentaron varios puntos por arriba», dijo Abad.
Según explicó el recaudador, los ingresos por el impuesto a los débitos y créditos subieron levemente menos que la recaudación total, en un 23,7%, no por un problema de actividad, sino porque en este caso influyó que hubo en enero dos días hábiles menos que en igual mes de 2017. Mientras que por Ganancias se recaudó solo 12,5%, en parte por el impacto de las nuevas deducciones y el prorrateo de la recaudación en el aguinaldo.
Lo más flojo volvió a ser lo recaudado por exportaciones: le reportaron al fisco ingresos por $11.856 millones, apenas 5,3% más que en enero de 2017. Fue consecuencia de que los derechos de exportación cayeran 40,3% a $ 3645 millones, dado que los derechos de importación treparon 59,4%, a $8212 millones.
En la AFIP consideran que en la exportación sobre todo está pesando la retención de stocks de soja por parte de los productores. Los volúmenes por los cuales se pagaron derechos de hecho bajaron en un 56% interanual en el caso de los pellets de soja y en un 93% en el de los porotos de soja.
«La recaudación creciendo al 28% sin blanqueo muestra que la economía crece por el mercado interno», resumió Ramiro Castiñeira, de Econométrica.
En 2017, la industria y la construcción volvieron a crecer
En 2016 se habían contraído ambas. Pero se recuperaron el año pasado. La actividad fabril se expandió 1,8% y la construcción 12,7%.
El asfalto y la obra pública empujaron la actividad de la construcción. .
La actividad industrial creció 1,8% en 2017. En tanto, la construcción, uno de los sectores más dinámicos de la economía, avanzó el 12,7%, según informó -ayer- el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Con los resultados de diciembre, que mostró una suba de 0,3% en relación al mismo mes de 2016 en el caso de la industria y del 14,5% en la construcción, el organismo informó los guarismos de ambas actividades durante el año pasado.
En la industria, el promedio comenzó a mostrar signos positivos en la variación a partir de mayo, luego de 15 meses de caídas interanuales consecutivas.
La suba de 1,8% recortó en parte el retroceso de 4,6 % que se había registrado en 2016, pero con diferentes comportamientos, según los rubros.
Así, el sector de la industria de la alimentación bajó 1,4 % por la menor molienda de cereales y oleaginosas, y lácteos, pero con subas en el procesamiento de carnes.
El procesamiento de petróleo bajó 1,4% a pesar de un repunte del 2,3% interanual en diciembre, mientras que la industria textil -uno de los grandes perdedores entre los sectores industriales- cayó 6,7 %, y la producción de cigarrillos 4,7 %.
En tanto, el sector automotor comenzó a mitad de año una lenta recuperación, asociada a la mayor demanda de Brasil y otros mercados externos, por lo que cerró 2017 con una suba del 5,4 %, lo que impulsó una suba del 1,5 % en la producción de neumáticos.Por su parte, la producción de acero crudo avanzó 11,3 % debido a la mayor demanda del sector energético y de maquinaria agrícola.
Las actividades vinculadas a la construcción también tuvieron un impulso y por eso subió 6,2% la producción de minerales no metálicos, y 8,5% la metalmecánica, excluída la automotriz.
En este marco, según la encuesta cualitativa del INDEC, el 35,5 % de las empresas de las firmas consultadas espera un aumento respecto a la demanda interna hasta marzo inclusive, frente a un 12,7 % que prevé una baja, mientras que el restante 51,8 % anticipó un ritmo estable.
Pese a la recuperación del 2017, la industria todavía no logró recuperar sus niveles de 2015. «Considerando el retroceso de 2016 (-4,6% interanual), este sector se encuentra casi 3% por debajo de los niveles de 2015», según la consultora Ecolatina. «Peor aún, si consideramos el crecimiento poblacional, la contracción Industrial per cápita asciende a 5% en dos años», apuntó.
De acuerdo con los datos oficiales, en el sector de la construcción, la suba del 12,7% en el año estuvo impulsada primero por la obra pública, pero a esto se le agregó una mayor actividad del sector privado, asociada con la facilidad de acceso al crédito.
El 12% de las empresas dedicadas a la obra privada anticipa que esta seguirá en aumento hasta marzo inclusive contra 8% que ve una disminución, mientras que el 80% restante no prevé mayores cambios.
El panorama resulta más alentador entre los que se dedican a obra pública donde el 34,5% anticipa una suba en la actividad.
Según las estimaciones de la consultora LCG, en 2018 «la industria tendrá un crecimiento aproximado del 2% interanual. Dado que la construcción volverá a tener un buen año en 2018 y los sectores vinculados seguirán en alza».
«La recuperación de Brasil y el mayor crecimiento estimado para la región podrán traccionar al sector automotriz y las exportaciones de algunos sectores. El resto encontrará mayores dificultades para crecer, aunque el giro reciente de la política monetaria y su compromiso implícito con corregir el atraso cambiario, podrían implicar cierta recuperación», precisó en su último informe.
Taquilla: 4,5 millones de entradas vendidas para el mejor enero de los últimos 20 años
Por Diego Batlle.
Coco, la película animada de Pixar que es la favorita para llevarse el Oscar, fue la más vista, con más de un millón y medio de espectadores..
Los cines argentinos disfrutaron del mejor enero en por lo menos dos décadas En la Argentina existen cifras confiables desde 1997, hasta la fecha y los datos del último mes marcan que fue el mejor arranque de temporada en las dos últimas décadas, con 4.440.000 espectadores en las salas de todo el país.
Enero de 2018 superó por poco (entre 65.000 y 70.000 entradas de diferencia) a los registros de 2014 y 2015, que eran los mejores hasta ahora, así que el primer mes del año terminó con récord y las perspectivas para lo que resta de esta temporada son muy alentadoras.
Según las cifras de Ultracine analizadas por LA NACIÓN, la recaudación nacional superó en enero los 500 millones de pesos, con un ticket promedio de casi 113 pesos. Si se analizan en detalle los números de enero aparecen dos grandes éxitos que se quedaron con casi seis de cada diez entradas vendidas. La película más elegida fue Coco, la más reciente producción animada de Disney-Pixar, con 1.565.000 personas; seguida por Jumanji: En la selva, historia de aventuras con Dwight «The Rock» Johnson y Jack Black; con 1.040.000.
Muy lejos, con 335.000 tickets, quedó en tercer lugar otro film animado como Olé, el viaje de Ferdinand. La contracara de este fenómeno masivo fue el cine argentino, que no consiguió superar las 100.000 localidades con ninguno de sus estrenos más fuertes: No dormirás sumó 90.000; Las grietas de Jara, 50.000; 27: El club de los malditos, casi 30.000; y El último traje, casi 20.000.
Cuántas personas fueron al cine en enero, en la última década
Comienzan a instalar medidores que les permitirán a los hogares vender luz
Con aparatos inteligentes, quienes generen energía renovable podrán despachar a la red; Edesur pondrá 5000; se sumarán a los de Edenor.
Por Pablo Fernández Blanco.
La recomposición de tarifas de servicios públicos y la vuelta al marco normativo del sector parece haber sacado a las empresas eléctricas del letargo tecnológico en el que se mantuvieron en los años del kirchnerismo. Ese despertar traerá consigo cambios sustanciales para la vida de los usuarios. No sólo porque, según la promesa de las empresas, mejorará el funcionamiento general del sistema y se reducirá el tiempo de duración de los cortes de luz, sino también porque los hogares podrán vender a la red la energía que generen si es que deciden invertir algunos miles de pesos en la instalación de paneles solares, por ejemplo.
La intención del sector privado está en línea con los cambios legislativos que impulsa el oficialismo. De hecho, ayer la Cámara de Diputados le dio media sanción a un proyecto que propone habilitar a usuarios residenciales y del sector privado a producir su propia energía sobre la base de recursos renovables.
Edesur lanzará el plan más ambicioso conocido hasta ahora. El mes próximo iniciará la instalación de medidores inteligentes en clientes en distintos lugares de la ciudad y del conurbano bonaerense. El objetivo del plan piloto es tener para fin de año 5000 unidades de ese tipo en marcha, para avanzar con un plan masivo en los próximos dos o tres años.
«No es sólo el medidor, es un sistema. Permite mejorar la calidad técnica del servicio, la atención comercial a los clientes e introducir otros beneficios, también para la compañía. Hace 16 años que empezamos en Italia, con el despliegue masivo de la medición inteligente», explica Alessio Montone, jefe de Soluciones Inteligentes de Medición ( Smart Meter Solutions) de ENEL, la empresa dueña de Edesur.
Los medidores inteligentes son aparatos que no sólo pueden medir el consumo de energía de un hogar de manera digital, sino también la salida de electricidad a la red. Este último punto, que a nivel local suena casi quimérico, es una realidad consolidada en otros países. En Italia, país de origen de ENEL, la empresa reemplazó en tres años, a partir de 2001, unos 30 millones de medidores. Hoy hay 400.000 pequeños distribuidores conectados que, en el pico de generación, aportan 25.000 MW al sistema, la mitad de lo que necesita ese país. Y el equivalente, en términos aproximados, al pico de consumo de la Argentina. Esa onda tecnológica expansiva también llegó a países de la región como Colombia, Perú y Chile, donde también opera ENEL.
Edenor tiene planes similares. Desde mayo de este año hay 30 medidores inteligentes instalados en la zona de Vicente López y Olivos, para probar el sistema. La intención de la empresa es encarar un desarrollo masivo en los próximos años, algo que está contemplado en su plan de negocios.
Además del nuevo negocio que tendrán a mano, los usuarios residenciales de electricidad verán otros cambios. Cuando hay un corte de media tensión, las empresas lo advierten de inmediato, pero no ocurre lo mismo en el caso de la baja tensión, el tipo de cable que llega a los hogares. Tanto Edenor como Edesur sólo lo notan cuando el cliente hace el reclamo. Con los medidores inteligentes, en cambio, las empresas sabrán de inmediato qué zona tiene cortes de luz y podrán disponer más rápido los mecanismos para la reparación del problema.
Finalmente, ya no habrá una persona que pase periódicamente a revisar el consumo de cada hogar en los actuales medidores, sino que esa cuenta se hará de manera remota, algo que ayudará a evitar errores. Pese a eso, las empresas sostienen que no despedirán personal, sino que lo capacitarán para hacer otras tareas que, por ejemplo, sirvan para reducir la cantidad y la duración de los cortes de luz.
Pese a la sofisticación del aparato, el ejecutivo de Edesur sostiene que la empresa se hará cargo del costo adicional. No por altruismo, sino por su propia conveniencia. «La empresa lo otorga porque el aparato representa una serie de beneficios para la distribuidora. Nos hace mucho más eficientes. En otros países -entre otras cosas por la medición inteligente-, hemos bajado un 40% nuestros costos operativos en 15 años», explicó.
Los cambios en el sector eléctrico van más lejos. Es probable que en los próximos meses prospere un plan de etiquetado de hogares, algo similar a lo que ocurre hoy con los electrodomésticos, para identificar cuán eficiente es una casa en términos energéticos.
Santa Fe, pionera en esa clase de iniciativas, ya empezó. Meses atrás inició una prueba piloto en Rosario para el etiquetado, que comenzó con 440 viviendas. «La clave es que el mercado lo adapte como una herramienta de diferenciación por precio. Es decir, que alguien que va a comprar o alquilar una casa pida ver la etiqueta para saber cuál es el consumo», explicó a LA NACION Verónica Geese, secretaria de Energía de la provincia.
Pampa Energía invertirá 140 millones de dólares en la construcción de dos nuevos parques eólicos
Avanzan los trabajos de instalación de aerogeneradores en el Parque Corti, que Pampa Energía tiene previsto poner en funcionamiento en el próximo mes de mayo. .
Pampa Energía construirá dos nuevos parques eólicos en la provincia de Buenos Aires, que aportarán 50 MW de potencia instalada cada uno, con una inversión de alrededor de 140 millones de dólares, duplicando su capacidad de energía renovable para llegar a 200 MW de potencia, según un comunicado de la empresa.
Una vez habilitados todos los proyectos de expansión, la capacidad instalada que Pampa Energía aportará al sistema nacional ascenderá a un total de 4,4 GW.
El Parque Pampa se instalará en un predio vecino al del Parque Corti, de 100 MW, que se está construyendo a 20 kilómetros de la ciudad de Bahía Blanca, y que entrará en producción en el próximo mes de mayo.
El Parque De la Bahía, se levantará en la zona de Coronel Rosales, a 25 kilómetros de Bahía Blanca. En ambos casos está programada la instalación de quince aerogeneradores.
Ambos proyectos apuntan a capitalizar los potentes vientos de la región, que según la empresa, dotarán al Parque Pampa de un 54% de factor de capacidad, y un 58% en el caso de De la Bahía.
Cammesa otorgó a la empresa la prioridad de despacho de los proyectos denominados Parques Eólicos Pampa Energía y De la Bahía, cuya producción estará destinada a atender el segmento de Grandes Usuarios a través contratos entre privados, en el marco de la Resolución 281 del Mercado a Término de Energías Renovables (MAT ER)
Ante empresarios franceses, Macri dijo que la Argentina ha abandonado «el ciclo populista con el apoyo de la gente»
Por Luisa Corradini.
El Presidente comenzó su jornada-maratón en París con un desayuno con un centenar de representantes del MEDEF, la poderosa central de empresarios de Francia Crédito: Presidencia
PARÍS.- El presidente Mauricio Macri comenzó hoy su jornada-maratón en París a las 9 de la mañana, con un desayuno con un centenar de representantes del MEDEF, la poderosa central de empresarios de Francia, en el exclusivo círculo de L’Union Interallié de la capital francesa.
«Agradezco al mundo por habernos recibido, porque nos hemos reunido con todos y eso nos permite ser parte de este mundo globalizado», declaró en alusión a su paso por Moscú y Davos .
El Presidente, quien estuvo acompañado por su ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, trató una vez más de disipar dudas sobre la sustentabilidad de la economía argentina, y expuso en detalle las razones por las cuales el país merece ahora la confianza de la comunidad internacional.
«Los argentinos han madurado, aprendido de los errores» y en la elección de octubre pasado «ratificaron el rumbo» que tomó el Gobierno para alentar inversiones y terminar con el ciclo de pobreza, sostuvo. «Eso nos permitió llevar adelante la segunda etapa de nuestras reformas, con el respaldo de la oposición», agregó.
Como ya lo había hecho en su intervención en el Foro de Davos, Macri insistió en que la Argentina ha abandonado «el ciclo populista, sin crisis económica, dentro de las instituciones democráticas y con el apoyo de la gente».
«La respuesta fue excelente. Todos apoyaron los cambios. Y en septiembre una delegación de empresarios franceses viajarán a la Argentina», informó un miembro de la delegación.
El presidente de MEDEF Internacional, Frédéric Sanchez, felicitó a Macri «por los cambios realizados y las metas puestas en reducir la pobreza y bajar la inflación». Según el dirigente empresario, la asociación recibió tantas solicitudes de participación al desayuno que hubo que «rechazar pedidos».
Después de años de contratiempos, la expectativa era -en efecto- considerable. Los empresarios franceses, que siguen muy de cerca la trayectoria de la economía argentina, no dudan en afirmar que los cambios adoptados por el gobierno de Mauricio Macri van en buena dirección. «Hay, sobre todo, un cambio de prisma. Miramos a Argentina con optimismo. También creemos que los próximos meses serán decisivos», reconoció una fuente empresaria a LA NACION.
«Preocupan, es verdad, algunas tendencias. La balanza comercial es cada vez más deficitaria, la competitividad se degrada, la deuda pública aumenta y, si bien las agencias de calificación han aumentado la nota-país, Argentina sigue siendo el país con peor nota de los grandes emergentes y del G-20», analizó un economista de un banco privado francés.
«Pero también todos entienden por qué el presidente Macri no se decide a hacer los ajustes necesarios, que tendrían -sin duda- un elevado costo social y político», precisó.
Durante la reunión, Macri habló de la importancia de llegar a un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), tema central de la reunión bilateral con Emmanuel Macron , prevista a las 18.30 (hora de Francia) .
También aludió a la intención argentina de transformarse «en una potencia en energías renovables, con los vientos de la Patagonia y la solar en la zona norte del país». Explicó que se lanzaron licitaciones para líneas de transmisión. En cuanto a la agroindustria, señaló que el sector rural está produciendo alimentos para 400 millones de personas y que a partir del nuevo impulso brindado al sector se espera duplicar la producción. «El 60 por ciento de la tierra productiva se encuentra en los 20 países del G-20 y por eso apostamos a una producción responsable», dijo.
El presidente Mauricio Macri se reunio con empresarios en la sede del grupo Rothschild Fuente: Télam – Crédito: Presidencia
En su intervención, el jefe de Estado pasó revista a todos los polos de atracción del país para los inversores, como el turismo, los yacimientos de litio del norte argentino o los proyectos de infraestructura vial y portuaria.
Para disipar otra de las grandes inquietudes de los potenciales inversores, Macri afirmó que en la Argentina «se está dando una enorme batalla contra la corrupción, que lo único que hace es destruir empleos».
Por su parte, Dujovne detalló ante los empresarios el programa económico del Gobierno, enfocado en la lucha antiinflacionaria y la integración al mundo. «Tenemos una hoja de ruta muy clara. Queremos más integración comercial, una economía más abierta, más competitiva y bajar la inflación», puntualizó.
«Por eso nuestro esquema tiene una meta del 5% de inflación para dentro de tres años y queremos tener impuestos normales, no distorsivos, que permitan a quienes inviertan en la Argentina competir de igual a igual con el resto del mundo», concluyó.
Mientras el presidente desayunaba con los empresarios, un grupo de miembros de la Asamblea de Ciudadanos Argentinos en Francia (ACAF) se reunió en París para protestar «contra las graves violaciones a los derechos humanos cometidas desde que asumió el poder».
Después del desayuno con empresarios, Macri se reunió en París con Rodolfo Terragno Crédito: Presidencia
Desde marzo cualquier comercio y persona física podrán operar en el mercado de cambios
El Directorio del Banco Central sancionó un nuevo marco normativo para la actividad con divisas. Requisitos simples
Por Daniel Sticco.
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En la clásica reunión de los jueves de las máximas autoridades del del Banco Central se decidió «habilitar a comercios e individuos para operar en cambios», sin necesidad de depender de una entidad bancaria o casa o agencia de cambio habilitada.
Se trata de un nuevo marco normativo para la actividad cambiaria, «con el objeto de brindar mayor competencia y transparencia a ese mercado mediante la incorporación de nuevos y diversos oferentes, a la vez que simplificar toda la tramitación respectiva», destaca la entidad en un comunicado.
La medida se fundamenta en una de las propuestas detalladas en el mega decreto 27/18, que reglamenta por decisión unilateral del Poder Ejecutivo Nacional, la modernización del Estado y el incentivo a la transparencia y competencia. De ahí que el BCRA dispuso que «las empresas de cualquier sector que operen de manera habitual en el Mercado Libre de Cambios podrán funcionar como agencia de cambios con el único requisito de inscribirse en el Registro de Operadores de Cambio».
La autoridad monetaria no especificó si quienes quieran operar en el mercado libre y único de cambios deberán hacer algún curso que los certifique como idóneos para evitar adulteraciones en el movimiento de divisas en billetes, así como para prevenir transacciones vinculadas con el lavado de dinero.
El único requisito es que el comercio o persona física que quiera operar en el mercado de cambio con otras personas o comercio es que el primero se inscriba en el Registro de Operadores de Cambio y los segundos como sociedad anónima unipersonal, o sociedad por acciones simplificadas
«También podrán hacerlo las personas físicas que previamente hayan constituido una Sociedad Anónima Unipersonal (SAU) o una Sociedad por Acciones Simplificadas (SAS)», dispuso la autoridad monetaria.
De esta manera, un supermercado, una cadena de electrodomésticos, un hotel o cualquier otro comercio podrá adicionar la operación con monedas extranjeras a su actividad principal, del mismo modo que podrá hacerlo un individuo. Se facilita así el acceso al cambio, en particular para los turistas extranjeros.
El Registro de operadores de cambio funcionará online, será de libre acceso y estará disponible en la web del BCRA. Una vez cumplido el trámite de inscripción, las nuevas agencias de cambio quedarán habilitadas para comenzar a operar de inmediato, a partir del 1 de marzo próximo.
Más competencia para los bancos
Resalta el comunicado del Banco Central que «también podrán inscribirse casas de cambio, que tienen la operación cambiaria como objeto exclusivo de actividad y por requerir un capital mínimo de $5 millones de pesos».
Las casas de cambio, a su vez, incorporan la posibilidad de realizar operaciones de comercio exterior y transferencias internacionales, lo que les permitirá competir con entidades bancarias que ofrecen esos servicios a las empresas.
Además, se determinó que «las entidades cambiarias que operan en la actualidad serán incorporadas al Registro de manera automática».