Señales de vida en la eurozona

abril 5, 2015

Señales de vida en la eurozona

Por Nouriel Roubini.

Nouriel RoubiniLos más recientes datos económicos de la eurozona sugieren que puede haber llegado la recuperación. ¿Qué la está motorizando? ¿Qué obstáculos enfrenta? ¿Y qué puede hacerse para sostenerla?

No son difíciles de discernir las causas inmediatas de la recuperación. El año pasado estaba al borde de la segunda caída en la recesión. Cuando recientemente cayó en la deflación técnica, el Banco Central Europeo (BCE) apretó el gatillo del relajamiento agresivo y lanzó una combinación de relajamiento cuantitativo, que incluyó la compra de bonos soberanos, y tasas políticas negativas.

El impacto financiero fue inmediato: en anticipación del relajamiento monetario y luego de que éste comenzara, el euro cayó fuertemente, los rindes de los bonos en el centro y la periferia de la eurozona cayeron a niveles muy bajos y las bolsas se recuperaron. Esto, junto con la fuerte caída del precio del petróleo, dio impulso al crecimiento económico.

Otros factores ayudaron también. El abaratamiento del crédito por el BCE está subsidiando el crédito bancario. El lastre fiscal de la austeridad será menor este año, al volverse más flexible la Comisión Europea. Y el inicio de una unión bancaria también ayuda; luego de las últimas pruebas de estrés y revisión de calidad de activos, los bancos tienen mayor liquidez y más capital para prestar al sector privado. Como resultado de estos factores, el crecimiento se ha retomado en la eurozona.

Pero una recuperación más robusta y sostenida aún enfrenta muchas vallas. Por empezar, los riesgos políticos podrían descarrilar los avances. Se espera que Grecia se mantenga en la eurozona. Pero las difíciles negociaciones entre el gobierno encabezado por Syriza y la «troika» (el BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional) podrían causar un accidente, si no se llega a un acuerdo sobre la financiación del país pronto.

Es más, Podemos, un partido de izquierda, podría llegar al poder en España. Partidos populistas antieuro de derecha e izquierda desafían al primer ministro italiano, Matteo Renzi. Y Marine Le Pen, del Frente Nacional, de extrema derecha, está bien ubicada para las elecciones presidenciales francesas de 2017.

La lentitud de la creación de empleo y de crecimiento del ingreso puede seguir alimentando la reacción populista contra la austeridad y la reforma. Incluso el BCE estima que la tasa de desempleo de la eurozona será aún del 9,9% en 2017, muy por encima del promedio del 7,2% previo a la crisis financiera global. Y la fatiga con la austeridad y la reforma en la periferia de la eurozona se une a la fatiga con el rescate en los países centrales, lo que alimenta el apoyo a una variedad de partidos antieuro en Alemania, Holanda y Finlandia.

Un segundo obstáculo para una recuperación sostenida es el mal vecindario de la eurozona. Rusia se está volviendo más agresiva en Ucrania, el Báltico e incluso los Balcanes. Y Medio Oriente arde en las proximidades.

Tercero, aunque las políticas del BCE mantienen bajo el costo del crédito, la deuda privada y pública en países de la periferia como porcentaje del PBI es alta y sigue aumentando.

Cuarto, la política fiscal sigue siendo contractiva, porque Alemania continúa rechazando el creciente coro que le aconseja emprender una política de estímulo de corto plazo. Así, el mayor gasto alemán no compensará el impacto de la austeridad adicional en la periferia ni lo hará tampoco el plan de inversión a tres años de US$ 325.000 millones presentado por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

Quinto, las reformas estructurales aún se dan a paso de caracol, trabando el crecimiento potencial. Y mientras las reformas estructurales son necesarias, algunas medidas pueden aumentar la tasa de ahorro de la eurozona, debilitando aún más la demanda agregada.

Finalmente, la unión monetaria europea sigue incompleta. Su viabilidad de largo plazo requiere el desarrollo de una unión bancaria, fiscal, económica y política. Pero el proceso de integración está trabado. Si la tasa de desempleo de la eurozona sigue muy elevada a fines de 2016, si la inflación anual sigue por debajo de la meta de 2% y las políticas fiscales y las reformas estructurales actúan como un lastre a corto plazo sobre el crecimiento económico, la única medida posible puede ser mantener el relajamiento cuantitativo. Pero la debilidad del euro está engrosando el superávit de cuenta corriente de la eurozona.

Al debilitarse el euro, las cuentas externas de los países de la periferia pasan de déficit a equilibrio y a superávit. Alemania y el centro de la eurozona ya tenían grandes superávits; en ausencia de políticas para dar impulso a la demanda interna, esos superávits aumentaron más. Así la política monetaria del BCE tendrá un sesgo creciente de descargar los problemas sobre el vecino, llevando a tensiones comerciales y del mercado de divisas con Estados Unidos y otros socios comerciales.

Para evitar eso, Alemania tiene que adoptar políticas que darían impulso al consumo y el gasto local y reducirían el superávit externo. Hasta que Alemania actúe en este sentido, nadie debiera apostar a una recuperación más robusta y sostenida en la eurozona.

-El autor es profesor de Economía de la Universidad de Nueva York.

Fuente: La Nación, 05/04/15.

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Tasas de interés cero, el dolor de cabeza de Europa

julio 12, 2012

Tasas de interés cero, el dolor de cabeza de Europa

Por Richard Barley

 

LONDRES (EFE Dow Jones) — A veces, se puede tener un exceso de algo bueno. Los bancos centrales están apostando por tipos de interés ultra bajos para reactivar las economías. Pero la decisión del Banco Central Europeo de la semana pasada de recortar los tipos de interés que paga por los depósitos a un día a cero ha provocado que Goldman Sachs Asset Management, J.P. Morgan Asset Management y BlackRock suspendan sus cuotas en los fondos del mercado de dinero europeos. Éste es un hecho preocupante que podría traer mayores consecuencias no intencionadas.

Con este recorte de los tipos de interés de los depósitos, el BCE pretende convencer a los bancos para que inviertan parte de los 791.000 millones de euros que tienen aparcados en el banco central en el mercado interbancario. Pero la medida ha llevado la rentabilidad de los bonos estatales alemanes, franceses y holandeses al territorio negativo. Esto es un problema para los fondos del mercado de dinero, al que suelen recurrir muchas compañías para almacenar su exceso de dinero, al ofrecer mayor liquidez, mayores rentabilidades y una alternativa más diversificada que una cuenta corriente en un banco. Los fondos del mercado de dinero europeos con calificación triple A bajo gestión ascendieron a 522.000 millones de euros en junio, frente a 302.000 millones de euros en junio de 2007, según la asociación institucional de fondos del mercado de dinero.

Pero los fondos del mercado de dinero tienen dificultades para encontrar activos refugio capaces de dar a los inversionistas la rentabilidad prometida después de descontar comisiones. Suspender las nuevas cuotas debería proteger a los inversionistas antiguos del descenso que sufre la rentabilidad cuando se invierte dinero nuevo. Pero poner barreras a la entrada de nuevo dinero no puede ser una solución permanente: los activos que vencen han de reinvertirse, y el vencimiento medio de los activos de los fondos europeos era de entre 29 a 36 días a finales de febrero, según Fitch. Algunas alternativas de activos con mayor rentabilidad, como el papel comercial emitido por los bancos, han perdido calidad crediticia, por lo que no cumplen los requisitos de los fondos monetarios. Si persisten las rentabilidades negativas, los fondos podrían tener que reducir o no aplicar comisiones.

En el pasado, las rentabilidades negativas han sido temporales y han estado asociadas a momentos de pánico, como cuando surgieron los primeros rumores de una salida de Grecia del euro. El recorte de tipos del BCE, junto a la ausencia de pánico, sugieren que las rentabilidades negativas podrían estar generalizándose. Pero también hablan de una gran preocupación por las perspectivas económicas y de un creciente deseo de los inversionistas de buscar valores refugio. Otro recorte de tipos de interés hasta el territorio negativo —algo que muchos consideran imposible— podría enviar una señal aún peor.

Esto es un terrible dolor de cabeza para los responsables de política monetaria. Los fondos del mercado monetario desempeñan un papel vital al canalizar la liquidez por todo el sistema. Unos tipos de interés persistentemente en cero o negativos podrían dejar a los fondos del mercado monetario sin negocio, advirtió Benoit Coeure, miembro del consejo del BCE, en febrero. Esto supondría un duro golpe para un sistema en el que el banco central ya ha sustituido al mercado interbancario; sin mercados de dinero, las compañías probablemente depositarían su dinero sólo en los bancos más sólidos. El BCE corre el riesgo de verse aún más involucrado en el sistema financiero. Esto podría terminar limitando su margen de maniobra.
Fuente: The Wall Street Journal, 12/07/12.

El Banco Central Europeo inyecta liquidez

marzo 1, 2012

El Banco Central Europeo inyecta otra gigantesca dosis de liquidez

Por David Enrich y Charles Forelle

 

LONDRES — El Banco Central Europeo otorgó 529.500 millones de euros (US$712.810 millones) en préstamos baratos a tres años a 800 bancos, el esfuerzo más reciente de la entidad por detener una crisis financiera que está entrando en su tercer año.

Los préstamos del miércoles se suman a los 489.200 millones de euros en créditos similares que el BCE repartió a 523 bancos a fines de diciembre. La meta de la entidad es ayudar a bancos con problemas a pagar deudas que vencen y persuadirlos para que presten a gobiernos y clientes con pocos recursos. La aceptación de los préstamos de esta semana fue más o menos consistente con lo que banqueros, inversionistas y analistas habían previsto.

Los préstamos de diciembre contribuyeron a un gran impulso de la deuda española e italiana, en particular entre bonos que vencen antes de que se venzan los préstamos del BCE. Esta vez, los títulos españoles e italianos a dos años registraron alzas moderadas, lo que redujo los rendimientos.

El precio del bono de Italia a 10 años, un indicador clave de la confianza de los inversionistas en la zona euro, también se fortaleció, lo que impulsó el retorno a 5,19%, comparado con 5,31% antes de que el BCE revelara la magnitud de sus créditos.

De todos modos, la reacción del mercado en general fue tibia, una señal de que el tamaño del programa no sorprendió. La gran disponibilidad de liquidez es suficiente para aliviar los temores de que los mercados de bonos podrían quedarse sin dinero, pero no tan grande como para sugerir que habrá grandes volúmenes de efectivo que inundarán los mercados.

El BCE no revela las identidades de los bancos que pidieron prestado, con la esperanza de evitar se que le asigne cualquier estigma al programa. Cerca de dos tercios de los créditos fueron a bancos de tres países de la zona euro: dos en la llamada «periferia», probablemente España e Italia, y uno en el «corazón», tal vez Francia o Alemania.

Una serie de bancos europeos informó que participó. En España, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, que pidió prestados 11.000 millones de euros en diciembre, afirmó que recibió una cantidad similar en esta ocasión. El banco británico Lloyds Banking Group PLC tomó 11.400 millones de libras (US$18.100 millones) luego de no participar en la ronda anterior. Intesa Sanpaolo SpA, de Italia, tomó prestados 24.000 millones de euros, duplicando los 12.000 millones que recibió dos meses antes.

«Nos está dando una póliza de seguros contra cualquier problema de liquidez», señaló en una entrevista el presidente de la junta directiva de Intesa, Andrea Beltratti.

La Operación de Refinanciación a Largo Plazo (LTRO, por sus siglas en inglés) del BCE ha emergido como quizás el arma más poderosa en el arsenal europeo para combatir la crisis.

Antes de que se anunciara el año pasado, los préstamos del BCE en general tenían que ser devueltos en un año como mucho. Ahora los bancos pueden pedir prestado virtualmente cantidades ilimitadas durante tres años a una tasa de interés de 1%, bien por debajo de lo que pagarían si tomaran un crédito en otro lado.

Un fenómeno similar de carry trade, o bicibleta financiera, ayudó a los bancos de EE.UU. a salir de la crisis de 2007-2008.

La primera entrega de liquidez del BCE en diciembre eliminó en gran medida el riesgo de que un banco se desplomara de repente por quedarse sin dinero.

También redujo las probabilidades de que los bancos tuvieran que deshacerse de grandes cantidades de préstamos y otros activos para reducir sus necesidades de financiación.

Algunos bancos, en particular en España e Italia, usaron partes de esos fondos para comprar bonos con mayores retornos emitidos por sus gobiernos en un momento en que muchos inversionistas seguían nerviosos, lo que ayudó a reducir los costos de financiación de los gobiernos.

Muchos bancos, en cambio, usaron los fondos principalmente para pagar deudas que vencían o simplemente depositaron el dinero en otros bancos o en el mismo BCE, aunque ofrecieran un retorno menor. La inyección no logró satisfacer la esperanza de algunos políticos de que estimulara los préstamos de los bancos a los consumidores en economías europeas con problemas.

La pregunta ahora es si los bancos usarán la segunda dosis de liquidez del BCE para financiar nuevos préstamos e inversiones, en especial a individuos y pequeñas empresas sedientas de crédito en medio de la crisis bancaria.

Beltratti, por ejemplo, indicó que Intesa usará una parte de los 24.000 millones de euros que tomó prestados esta semana para comprar bonos del gobierno italiano con vencimientos a tres años o menos.

«Aún hay margen para una estrategia de corretaje rentable», dijo, y agregó que el banco también destinará dinero a crétidos nuevos.
Fuente: The Wall Street Journal, 29/02/12.