La TV tradicional en crisis

marzo 3, 2020

El consumo de televisión se posiciona en España en mínimos históricos: no veíamos tan poca tele desde 1993. El 4,3% de la población ya no ve en absoluto la televisión: son los telefóbicos.

Febrero acaba de terminar y se ha convertido ya en la fuente de muy malas noticias para la televisión (tradicional) en España: el mes ha cerrado con datos de mínimos históricos en consumo de contenidos televisivos tradicionales, confirmando un cambio en el modelo de consumo y un asentamiento de los formatos bajo demanda. Las televisiones no pueden seguir asumiendo que el cambio es cosas de otros mercados y que todavía tienen un mercado constante de consumo, ya que sus datos se están resquebrajando.

Los datos de consumo de televisión (tradicional) en España se han hundido hasta registros mínimos. No se consumía de media tan poca televisión desde 1993, que es, no olvidemos, uno de esos años en los que las televisiones privadas estaban ya dinamizando el consumo de televisión en España.

Según señalan desde Barlovento Comunicación partiendo de datos de Kantar Media, en febrero los españoles vieron una media de 3 horas y 46 minutos diarios de televisión. La cantidad supone una pérdida de 16 minutos de consumo televisivo frente a los datos de febrero del año precedente, pero también el llegar a cantidades mínimas. Es el registro de consumo más bajo desde 1993.

Las cantidades varían, eso sí, según dónde se ponga el foco. Por géneros, las mujeres siguen viendo más televisión que la media (ven 4 horas y 2 minutos por día). Por demografías, los mayores de 64 años son quienes presentan los mejores registros, acercándose al doble de consumo de la media de la población. Los mayores de 64 años ven unas 6 horas y 11 minutos de televisión al día.

Cada vez más consumidores no ven la tele

Pero lo interesante de los datos del mes de febrero no es solo la caída de tiempos de consumo diario de televisión, que han ido acumulando retrocesos en los últimos años, sino que además está apareciendo un fenómeno cada vez más interesante sobre consumo de medios.

Si en Estados Unidos aparecieron y crecieron los llamados cortadores de cable, los consumidores que daban de baja sus suscripciones de cable para ver todo en VoD, en España existen ya los consumidores telefóbicos. Son quienes no ven nunca la televisión y son ya una cantidad destacable. Durante febrero, 1.957.000 personas en España no vieron ni un solo minuto de televisión lineal. Son ya el 4,3% de los potenciales espectadores de televisión en España.

A ese porcentaje hay que sumar que se está produciendo una caída en la cantidad de espectadores que ve la televisión de forma diaria. Durante febrero, el 70% de la población vio de forma diaria la televisión, un total de 31,7 millones de personas. Esa cantidad supone, sin embargo, una caída de 1,20 millones de personas frente a los datos del año precedente.

Un cambio de modelo

Por tanto, el mercado televisivo en España está, claramente, en un proceso de cambio de modelo. La televisión, que había reinado sin cuestión durante décadas, se está enfrentando a una migración de espectadores hacia nuevos soportes. El éxito de plataformas como Netflix, que los estudios han señalado como la plataforma de pago de streaming más popular en España, ha dinamitado el mercado.

El cambio no ha terminado y el mercado del streaming está lejos de haber alcanzado su plenitud. La llegada a finales de este mes de Disney+ a España aumentará, sin dudarlo, la competencia y dinamizará el mercado.

La lucha además no será entre plataformas de pago, sino que implicará más bien una competencia por el tiempo entre la tele y un mercado VoD más potente. Disney ha empezado ya a calentar motores y a atraer la atención de los consumidores, con campañas en redes sociales, publicidad y acciones de precios reducidos para quienes se den de alta antes de que se estrene.

Fuente: puromarketing.com, 03/03/20.


Vincúlese a nuestras Redes Sociales:  LinkedIn      Twitter


Cómo lograr su Libertad Financiera

.

.

Folha deja de publicar su contenido en Facebook

febrero 14, 2018

El mayor diario brasileño deja de publicar su contenido en Facebook

‘Folha de S. Paulo’ ha tomado esta decisión tras un cambio en el algoritmo de esta red social que ha disminuido «la visibilidad del periodismo profesional».

Por María Martín.

El logo de Facebook en un iPad. rn
.

Río de Janeiro — El mayor periódico de Brasil le da la espalda al poder distribuidor de Facebook. El diario Folha de S.Paulo ha anunciado este jueves que dejará de publicar sus noticias en la página que tiene en esa red social, lo que considera una “decisión inédita en el mundo”, y desde luego lo es para un periódico de su tamaño. Los lectores podrán continuar compartiendo los artículos del periódico en sus páginas personales, y el rotativo mantendrá su perfil en la red, pero dejará de actualizarlo con nuevo contenido. Folha, además de ser el periódico de mayor distribución en Brasil (279.642 ejemplares en su edición impresa), tiene casi seis millones de seguidores en Facebook, lo que le convierte en el más popular en la red.

brasil banderaLa dirección del periódico no niega los riesgos de la decisión. “El principal [de ellos] es la pérdida de audiencia”, reconoce el director, Sérgio Dávila. “Una buena audiencia tiene variedad de fuentes, no puede depender solo de una. Los medios que construyeron su modelo de audiencia sobre Facebook tendrán más dificultades para adaptarse a la nueva realidad. No es nuestro caso”, afirma el director de la publicación.

El periódico venía planteándose esa decisión desde 2016 y acabó decantándose cuando, hace unas semanas, Facebook anunció que daría prioridad a las publicaciones de familiares y amigos frente a los contenidos periodísticos. La alteración del algoritmo de la red social que decide qué materiales tendrán más visibilidad en los muros de cada uno de los usuarios disminuye la influencia de Facebook en la captación de lectores para las ediciones digitales de los diarios. “La importancia de Facebook como canal de distribución estaba disminuyendo significativamente incluso antes del cambio del mes pasado, una tendencia observada también en otros medios”, ha explicado Folha en un artículo, el último publicado en la red social.

Cuando Mark Zuckerberg anunció su cambio de estrategia afirmó que «las publicaciones de empresas, marcas y medios de comunicación» estaban «desplazando los momentos personales que nos llevan a conectar más con los otros”. El empresario aseguró pretendía fomentar las relaciones entre la comunidad de usuarios, pero acabó reconociendo después que los participantes en su red pasan 50 millones de horas diarias menos en sus muros que antes.

Folha de S. Paulo registró en su web más de 35 millones de visitantes únicos en enero y ha tenido en cuenta para su salida que las interacciones (comentarios, compartidos y me gusta) en la red social están cayendo en picado. Solo en enero, la actividad de los usuarios de Facebook en las páginas de los diez principales diarios brasileños disminuyó un 32% si se compara con el mismo mes de 2017. Otro estudio sobre audiencia digital de la consultora Parse.ly mostró que el tráfico de las webs de noticias brasileñas proveniente de Facebook ha caído del 39% al 24% en el último año.

El diario también ha criticado que la empresa de Zuckerberg no haya resuelto el problema de la difusión de noticias falsas. Estas fake news alcanzaron su mayor notoriedad en 2016, durante las elecciones de Estados Unidos que dieron la victoria a Donald Trump, y este año amenazan también con contaminar las elecciones presidenciales de Brasil, que se celebrarán en octubre. “Varios estudios están mostrando que el cambio de algoritmo ha aumentado el alcance de estos bulos, en detrimento del periodismo profesional. Tiene sentido: las noticias falsas son más sensacionalistas y tienden a ser más compartidas que las noticias verdaderas. Como la nueva fórmula favorece que se compartan contenidos personales, las fake news ganan”, lamenta Dávila.

Para la dirección del diario, la decisión también se fundamenta en la falta de reglas claras. “Los periódicos quieren estar donde está a audiencia. Si está en el duopolio Google y Facebook, allí estarán los periódicos. Pero las reglas del juego tienen que ser claras y no cambiarse cada rato, solo bajo el criterio de una de las partes. Es lo que ha ocurrido con Facebook, que prácticamente bloqueó el periodismo profesional en sus páginas”, explica Dávila.

Otro de los motivos mencionados para abandonar la plataforma es su política de divulgación de contenidos periodísticos sin pago previo. El diario ofrece la lectura gratuita de diez artículos al mes y cobra una suscripción de 7,45 euros mensuales para el acceso ilimitado a su página. “Facebook participó con las empresas de medios con su proyecto Instant Articles. Con él, los periódicos transfieren gratuitamente sus contenidos a la red social, sin derecho a cobrar por su acceso, a cambio de acelerar la descarga de las páginas. La única remuneración ofrecida por Facebook era referente a la venta de anuncios dentro de su plataforma”, explicó el periódico, que resalta que fue uno de los pocos grandes diarios que no aceptó esas condiciones “draconianas”.

La estrategia no está, admite el director, exenta de connotaciones. “Toda decisión editorial trae consigo una manifestación política. Folha cree que el contenido de calidad tiene que ser remunerado; que el usuario tiene que exponerse a opiniones contradictorias; que el noticiario debería seguir los parámetros del periodismo profesional antes de ser divulgado. Y Facebook no parece tener en cuenta nada de eso”

La red social se manifestó en un breve comunicado y afirmó su compromiso “con la construcción de una comunidad informada”. “Seguimos trabajando con las empresas de medios en América Latina para que puedan usar nuestra plataforma para crear conexiones significativas con sus audiencias. También estamos tomando una serie de medidas para garantizar que las noticias que las personas ven en Facebook sean informativas y de alta calidad”, decían.

Folha no es el primer periódico brasileño que desafía la influencia de Facebook. En 2013, el grupo Globo, que cuenta con la televisión más importante del país, varias revistas y webs y el influyente diario O Globo, con sede en Rio de Janeiro, decidió abandonar la red social. El grupo justificó su decisión por motivos editoriales (estaba dejando a Facebook el control de las noticias que llegaban a los muros de los usuarios) y comerciales (no quería entregar a la plataforma, a través de los anuncios pagados, el perfil de público que deseaba alcanzar para que no fuese facilitado a sus competidores). Menos de un año después, el periódico volvió a Facebook.

Fuente: elpais.com, 09/02/18.


Vincúlese a nuestras Redes Sociales:

Google+      LinkedIn      YouTube      Facebook      Twitter


Cómo Ganar con el e-commerce

.

.

La evolución de los medios de comunicación masivos

noviembre 26, 2017

«Los medios de comunicación masiva deben convertirse en multi-plataformas»

Diálogo a fondo con Jeff Jarvis, periodista, gurú del periodismo digital.

Por Miguel Wiñazki.
"Los medios de comunicación masiva deben convertirse en multi-plataformas"

Jeff Jarvis, periodista norteamericano. «Todos ya tienen información hoy. Los medios deben organizar esa información con rigor».
.

 

Jeff Jarvis es un gurú de la comunicación con reconocimiento mundial. Vive en New Jersey, en los Estados Unidos y es profesor en la New York University. En el Foro Económico de Davos fue considerado uno de los 100 líderes de medios mas influyentes del mundo.

periódicos y diarios en papelSu mirada es desafiante frente a los medios tradicionales. Cree que Internet es un mundo que aún ignoramos. Que todo aún está por ocurrir en la Web. Pasó por Buenos Aire vestido de negro y con el alivio de la victoria –hace un tiempo ya- sobre su cáncer de próstata. El tema con el cáncer es que Jeff lo hizo público. Contó en la Web su dolencia, y también explicó algunos detalles de su cura, que hubiera sido imposible según él sin la tecnología robótica que lo ayudó a vencer esa amenaza.

Jarvis no está demasiado preocupado por la ardua cuestión de la privacidad en éstos tiempos virtuales: “Me preocupa más lo público, la verdad. Me interesa muchísimo lo público. Es la posibilidad que tenemos ahora de conversar, de no ser una masa, sino de ser personas intercambiando información entre nosotros, eso es esencial. Es éticamente básico compartir aquello que puede ayudar a otros. Creo en el valor crucial de esa interrelación que facilita la tecnología. No somos más una masa indiferenciada, sino personas que manejamos información y que interactuamos con otras personas que manejan información. Se terminó la era de los medios facilitando un contenido a las masas. Los medios de comunicación de masas han muerto”.

¿Cómo que han muerto? Lo estoy entrevistando para un medio de comunicación masivo.

Los medios y las marcas tradicionales sí existen, pero son -o deben convertirse en- multiplataformas para brindar servicios segmentados, para diseñar de qué manera precisar la información que la gente ya tiene. Los medios son espacios de intercambio con las personas, son cruciales, pero lo que quiero decir es que el viejo modelo en el que el diario impreso tutelaba la información ya no existe. Todo el mundo está conectado hoy. Todos tienen información. Los medios organizan esa información. Deben buscar la rigurosidad. Claro, siempre es mejor tener más información que menos información. Pero ya todos tienen información. Hay nuevos modelos que debemos aplicar, tenemos que diversificar nuestros servicios. Las grandes compañías de medios resistieron en un principio los cambios que acontecieron. Pero esa resistencia no tenía sentido.

¿El concepto de masas ya no es relevante?

Fuimos los medios los que creamos el concepto de masa. Lo masivo era una abstracción. Somos seres individuales que vivimos en comunidades. Los medios organizan la información de la gente, eso es Facebook por ejemplo, facilitan los intercambios, son un servicio que no termina en la venta de contenidos, los contenidos son dinámicos, fluyen entre las personas que los enriquecen. Nuestro rol como periodistas consiste en ayudar a las comunidades a organizar mejor su conocimiento y a organizarse mejor a sí mismas. Nuestro negocio es el de los servicios. Debemos ser prácticos, detectar lo que las personas necesitan, organizar informaciones concretas, útiles. Insisto con esto, lo que Internet liquida es la idea de masa, eso lo habíamos inventado nosotros, los medios masivos precisamente. Internet nos da mayor valor a los individuos, mas relevancia en tanto tales. Nuestro negocio, el de los medios, es el de las relaciones entre las personas.

¿Usted no cree en el concepto de Copyright, no cree en los derechos de autor?

Si creo en los derechos de autor, pero los concibo en un sentido diferente al tradicional. En lugar del concepto de Copyright yo propongo el de Credit right. Es lo que sostuve en el Foro Económico en Davos. Le explico; el contenido que creamos tiene valor pero no solo es valioso ese contenido. A la información le agrega valor su publicación, su distribución online, e inclusive el remix, la conjunción de informaciones que se van enriqueciendo con diversos aportes. Lo que vale no es un contenido originario e inamovible sino ese flujo en el que tienen créditos muy diversos participantes. El diario The New York Times enfurecía cuando The Huffington Post reproducía sus artículos agregando opiniones y divergencias. Pero The Huffington Post agregaba audiencia al contenido proporcionado por The New York Times. Hay una nueva economía creativa donde el viejo concepto de Copyright es arcaico. El Credit right busca otorgar valor a todos los que participan en el proceso de la información. Estamos atravesando un cambio doloroso, complejo y volcánico. Hay nuevos puestos de trabajo que antes no existían, expertos en audiencia, en e.commerce… La economía mediática creativa requiere de múltiples plataformas , nuevas formas de promover la publicidad y ecosistemas en red.

Claro, pero el dinero sigue llegando a los diarios básicamente a través de lo que se recauda por publicidad impresa.

Pero todo se está transformando. Es un momento de cambio doloroso por momentos, pero volcánico. Tenemos que conocer a nuestros lectores, no son solamente un número. No los conocemos midiendo solo la cantidad de clics en nuestras notas. Tenemos que saber sus gustos, lo que prefieren, lo que quieren. La competencia es ilimitada. Y eso es un gran desafío.

Señas particulares

​Jeff Jarvis, 63 años, es profesor y director del Centro Tow-Knight para el Periodismo Empresarial en la Escuela de Graduados de Periodismo de la Universidad de Nueva York. Es autor de “El fin de los medios de comunicación de masas, ¿cómo serán las noticias del futuro?”; “Partes públicas: por qué compartir en la era digital mejora la forma en que trabajamos y vivimos” y el best-seller: “¿Y Google cómo lo haría?”, literatura imprescindible para entender el periodismo actual.

Fuente: Clarín, 26/11/17.


Vincúlese a nuestras Redes Sociales:

Google+      LinkedIn      YouTube      Facebook      Twitter


oportunidades on line

.

.