En una era de películas a la carta y aplicaciones para pedir taxis, la terapia psicológica tradicional puede parecer como algo de 1985. Me crie en un ambiente de terapia —mi padre tenía un consultorio privado— y los terapeutas me han ayudado a sobrellevar un par de eventos grandes en mi vida. El problema es que no tengo un estilo de vida que me permita visitar el consultorio de un terapeuta. Con reuniones programadas en varias zonas horarias y una agenda de viajes ocupada, me queda imposible comprometerme con una cita semanal.
Pero al igual que muchas cosas en esta era moderna, existe una solución digital. Una nueva clase de servicios terapéuticos en línea ofrece paquetes con tarifas fijas que permiten charlar por texto de manera ilimitada con un terapeuta acreditado y con licencia en Estados Unidos. Se puede acceder a estos servicios a través de un navegador web en la computadora o smartphone, de la misma forma que se inicia una sesión de mensajería instantánea en Google o Facebook. Los mensajes son codifican para asegurar que los pensamientos más profundos se mantengan privados. Las conversaciones son, sin embargo, almacenadas, y todo el historial de los pacientes queda disponible en una sola página.
La industria de las terapias sicológicas ya ha intentado en el pasado adoptar tecnologías similares. A principios de la década de 2000, varios portales ofrecieron sesiones mediante video y texto. Sin embargo, en esa entonces, la mayoría de los clientes y terapeutas sintieron que la falta de comunicación cara a cara era un desafío. Además, estos servicios requerían que uno programara y esperara su cita.
Pero para los que se comunican con amigos y familiares principalmente utilizando correo electrónico, mensajes de texto o Facebook, la terapia con chats tiene mucha lógica. Recientemente, emprendí un cambio importante en mi vida —me mudé de Los Ángeles a Nueva York con mi esposa— lo cual fue estresante, caro y me dejó con ansiedad y mal humor. Me di cuenta que estos nuevos servicios terapéuticos por texto podrían ser justo el tipo de ayuda que necesitaba.
Después de todo, podía hacer consultas a cualquier hora y en cualquier lugar: desde mi computadora en la oficina, en mi teléfono a las 2 de la madrugada, o incluso a bordo de un avión con Wi-Fi en algún punto entre el aeropuerto de Nueva York y el de Los Ángeles.
Sigue siendo un mundo desafiante, pero encontré dos servicios que ofrecen sesiones de texto con terapeutas certificados que siguen las mismas metodologías que uno podría esperar recostado en un sillón en un consultorio.
BetterHelp
Por US$40 la semana, BetterHelp le permite comunicarse por texto con uno de los profesionales certificados de salud mental en su lista. Para registrarme, llené un cuestionario largo pero sencillo que tomó unos minutos completar. Dos horas más tarde, el sitio me asignó a un Terapeuta Profesional Certificado (LPC, por sus siglas en inglés) de Texas. Los LPC en ese estado deben tener una maestría y 3.000 horas de prácticas supervisadas. Me envió un mensaje preguntándome sobre lo que me estaba molestando y lo que esperaba lograr con nuestras sesiones.
Durante las semanas siguientes, intercambié textos con mi terapeuta de forma regular. Respondía al menos una vez al día, en ocasiones más, aunque rápidamente me di cuenta que no debía esperar respuestas inmediatas (estos servicios no están diseñados para funcionar como líneas directas de crisis). El sitio también ofrece sesiones telefónicas por una tarifa adicional (los precios varían), pero me quedé con el texto; me agradó poder compartir mis pensamientos y sentimientos a medida que ocurrían.
Mi terapeuta de BetterHelp formuló el mismo tipo de preguntas reflexivas que me hicieron los terapeutas tradicionales con los que había trabajado en el pasado. (¿Sobre qué aspecto de su futuro no está seguro? ¿Me puede hablar sobre su vida pasada y qué es distinto ahora?) Al mismo tiempo, debido a la naturaleza continua y abierta del chat, me ayudó a identificar detonantes de ansiedad y mecanismos para superarla más rápido de lo que habría tomado si nos hubiéramos reunido solo una vez a la semana. Además, me percaté que abrir el sitio BetterHelp en mi smartphone o laptop y escribir mis pensamientos ya era de por sí terapéutico.
Para ver si solo había tenido suerte con mi terapeuta, abrí otra cuenta en el servicio, y en esta ocasión solicité a un terapeuta varón. Tuve una experiencia similarmente positiva y profesional. Si por algún motivo no es compatible con su terapeuta, el sitio le permite solicitar otro. Con cerca de 300 profesionales certificados que participan activamente en el sitio, hay mucho de donde escoger.
Betterhelp.com
Talkspace
Al igual que BetterHelp, Talkspace ofrece intercambios de texto con un terapeuta certificado, pero cuesta solo US$25 a la semana y le da de alta más rápido. La página de inicio lo invita a “hacer una pregunta” y a ingresar su correo electrónico.
Mantuve mi pregunta sencilla: “¿Cómo puedo dejar de estresarme sobre el trabajo?” En cuestión de segundos, estaba hablando con un terapeuta general que, con base a mi solicitud de tener un profesional afín, era un Trabajador Social Clínico Certificado varón mayor de 40.
“Este es su propio chat privado”, me escribió mi nuevo terapeuta. “Puede escribir las 24 horas del días, siete días a la semana en cualquier momento. Solo responderé a su entrada una vez al día”. Terminé desahogándome en cualquier momento que me sentía inspirado; como lo prometió, respondía a diario (excluyendo los domingos), normalmente por la mañana.
Una gran ventaja de Talkspace es que tiene una aplicación de iOS para el iPhone y el iPad (la versión Android está en camino). Poder abrir Talkspace desde la pantalla de inicio de mi teléfono facilitó mucho la redacción impromptu de mensajes, cuando me encontraba en la calle o en la cama. La aplicación también me avisaba cuando mi terapeuta respondía.
Mi terapeuta de Talkspace escribió respuestas largas y reflexivas a mis mensajes, extrayendo los elementos y diseccionándolos como solo un terapeuta profesional lo puede hacer. Me pidió que explicara y reflexionará sobre mis entradas, siempre preguntando si sentía que estábamos logrando avances, y asegurándome que lo que estábamos haciendo a la larga tendría un fin positivo. El proceso fue idéntico a lo que había experimentado en la terapia tradicional, excepto que tenía acceso en cualquier momento que sacaba mi iPhone.
Como con BetterHelp, abrí una segunda cuenta en Talkspace para ver si mi experiencia era típica. Recibí un trato igualmente profesional con el segundo profesional. El sitio permite cambiar de terapeutas (actualmente hay más 200 registrados en el sitio) en cualquier momento. Si prefiere el método más tradicional de terapia con conversación, puede inscribirse para una sesión a través de video de 30 minutos, que cuesta US$29.
Fuente: The Wall Street Journal, 01/03/15.

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Virtualidad, colaboración y proyectos, en el trabajo del futuro
Por Marilina Esquivel.
Las estructuras de las compañías tenderán a ser más flexibles y a exigir más multitaskers en sus filas
El sueño de Sheldon Cooper, el nerd más popular de la serie The Big Bang Theory, se está haciendo realidad. En un capítulo de la cuarta temporada, Sheldon utiliza un robot con una pantalla que muestra su cara para interactuar con el mundo. Algo parecido hizo Sebastián Siseles, director para América latina de Freelancer.com, cuando semanas atrás sin moverse de Buenos Aires entró a una sala de la casa matriz de la compañía en Sydney. Siseles usó a Wally -así lo llaman en la firma-, un robot que se mueve comandado a distancia y tiene una iPad a la altura del rostro para mostrar la cara de quien lo conduce.
«La telepresencia ya se está usando en las empresas, pero ésta es una formas más innovadora y dinámica porque permite movimiento», explica Siseles. Freelancer es un mercado de trabajo independiente y crowdsourcing con más de 13,7 millones de usuarios registrados, entre proveedores y empresas. En la Argentina tiene cerca de 131.000 usuarios.
Aunque no son los únicos cambios que depara el mercado laboral del futuro, la telepresencia y el trabajo online y, en relación con ellos, el trabajo en colaboración y el surgimiento de los empleados supertaskers son formas de trabajo que aparecen hoy en las compañías.
En cuanto al impacto y la evolución del trabajo online, Siseles explica que si bien hoy dos tercios de los habitantes del mundo no tiene Internet, los ratios de crecimiento de la conectividad son astronómicos. «Entre 2010 y 2012 en China ingresó a Internet más del total de la población norteamericana. Los nuevos usuarios utilizarán las redes sociales, pero también buscarán trabajo para cambiar su realidad. El mundo de las relaciones laborales no necesariamente se dará en el sentido de empleado-empleador, sino de forma independiente», pronostica.

«Las nuevas formas de trabajo serán colaborativas, por proyectos y basadas en el conocimiento. Se acabaran las estructuras formales como las conocemos y las carreras corporativas, salvo para el núcleo político que lidera», dice Fernando Zerboni, profesor de la materia Imaginando el Futuro del EMBA del IAE.
Zerboni señala que el concepto de colaboración tiene que ver con un sistema en el que los aportes de los participantes es más parejo que en modelos tradicionales. «El valor se genera por el aporte de las partes -dice- y no tanto por la organización de los líderes. La inteligencia, el talento y los conocimientos que antes estaban concentrados en pocas manos estarán en muchas. Para generar valor para los clientes de la red se necesita que muchas voluntades se unan a partir de un sistema que permite intercambiar en confianza.»
Guillermo González Abad, ingeniero mecánico y presidente de Proyecto Mapear -una iniciativa para la creación de mapas para dispositivos de GPS en la que colaboran alrededor de 100 personas- también destaca la importancia de la credibilidad de los organizadores en un proyecto colaborativo. «No contratamos a nadie. Es gente que lo hace por hobby y ninguno de nosotros cobra un peso», señala González Abad y agrega que todos los participantes tienen, además, un empleo remunerado. «Por ello, se tiene que dar un clima de confianza. Si hace años cuando empezamos dijimos que íbamos a hacer tal cosa, hay que hacerlo», explica.
En el modelo de Mapear, los usuarios finales pueden descargar las cartas gratuitamente desde el sitio del proyecto, mientras que a los importadores de GPS se les cobra una licencia. La ganancia es suficiente para reinvertir en tecnología, capacitar dibujantes y costear un encuentro anual de los colaboradores.
Los no empleados
Estos cambios demandan repensar sobre la diferencia entre trabajar para una empresa y estar empleado por ella. Lorenzo Prevé, director del Centro de Investigación de Gestión del Riesgo del IAE, señala que muchas personas que trabajan para una organización no están necesariamente listadas en su payroll. «Hoy alguien hace un comentario en Facebook y puede tener mejor repercusión que la gente de Marketing a la que se le paga todos los meses», ejemplifica. Y dirigiéndose a un virtual empresario desafía: «Hay más gente inteligente fuera de tu empresa que adentro».
Fuera del payroll tradicional también quedan los emprendedores, freelancers, consultores y talentos no tradicionales que brindan sus servicios a diferentes empresas. Accenture los denomina «mano de obra extendida», y señala que es cada vez más móvil, global y sin fronteras.
Los beneficios que menciona para las empresas son manejarse con agilidad en entornos de negocios turbulentos y acceder a personal calificado. Además, probablemente ahorren costos en salarios y aportes.
«El foco de los empleadores en roles de trabajo estables y previsibles está dando lugar al trabajo por proyectos, lo que da la posibilidad de contratar más trabajadores, según los mismos. Cada vez más, los empleos pueden ser reemplazados por proyectos. Esto podría generar una fuerza de trabajo extremadamente móvil, cuyos miembros se ensamblen y desensamblen rápidamente en torno a los proyectos», anticipa un informe de Accenture realizado en Estados Unidos este año. El reclutamiento de estos perfiles -muchos de ellos basados en actividades de conocimiento- se da bajo la forma de cloud talent sourcing o búsqueda de talentos en la nube, del que plataformas como Freelancer, Nubelo y oDesk, entre otras, son canalizadoras.

Ante el nuevo panorama, los líderes enfrentan cambios en su rol. «Antes sabían quién era su equipo, pero ahora van a tener que ser capaces de liderar a gente que no saben siquiera que está en su equipo. En ese sentido impacta la reputación, la identidad digital y ser consciente de que todo lo que se hace está siendo visto por alguien. El liderazgo trascenderá a la empresa, pero lo que se haga tendrá impacto», dice Prevé.
Las muchas alabanzas que se leen y escuchan sobre la colaboración tienen un lado B. Hay actores que en este esquema pierden poder. Otro conflicto a anticipar es la pérdida de claridad sobre quiénes hacen aportes relevantes y quiénes reclaman méritos que no son propios.
El futuro está en otro lado
Muchos empleados creen que el futuro de una empresa no es una oficina. El 25% de las personas trabaja actualmente de manera flexible y el 45% del total prefiere que así sea, según la investigación Cisco Connected World Technology Report, que sondeó a principios de este año a 1800 estudiantes y jóvenes profesionales de entre 18 y 30 años en 15 países.
Las soluciones de videoconferencia y robótica no sólo implican un cambio en cuanto a la ubicuidad, sino que invitan a pensar sobre la demanda de intemporalidad para los empleados. De hecho, la mitad de los jóvenes consultados por la empresa de soluciones de redes tecnológicas se considera accesible todo el tiempo y dos tercios del total dice que estar disponible mediante un dispositivo móvil 24/7 le da una ventaja.
Para el 75% de los consultados, ser supertasker será lo más codiciado por las organizaciones. En la definición de Cisco se trata de quienes manejan cuatro dispositivos electrónicos, lo que les permite mejorar su productividad, y que pueden realizar más de dos tareas a la vez.
La mitad de los jóvenes X e Y cree que el supertasking hace a una persona más productiva y los profesionales de RR.HH. dicen que estos perfiles son los más adecuados para funciones directivas y ejecutivas.
Sin embargo, para David Strayer, el académico de la Universidad de Utah cuyas investigaciones dieron origen al concepto, sólo el 2% de la población tiene estas características. A partir de estudios de los multitaskers, personas que hacen más de una cosa a la vez, Strayer señaló que en la mayoría de los casos el desempeño sufre. Pero también descubrió una pequeña parte de la población cuya performance en esos casos hasta puede mejorar. Según señala una nota de la revista The New Yorker, en 2012 entre 700 personas analizadas se encontraron 19 supertaskers. Son individuos que cuando realizan varias tareas a la vez exhiben patrones de activación neuronal diferentes al del resto de las personas.
El artículo señala que un estudio de la Stanford University descubrió que los multitaskers pesados -que frecuentemente se involucran con varias tareas- tienen peores resultados al cambiar entre tareas que los multitaskers livianos. Estos hallazgos marcan que el mercado laboral del futuro aún es un trabajo en proceso.
Fuente: La Nación, 11/01/15.
Más información:

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Siete Razones de Por Qué Ahora es el Momento para Iniciar un Negocio en Línea.
Por Sebastián Saldarriaga.
El mundo está experimentando una época de constante y dramático cambio, tanto social como económicamente.
Estas tendencias en desarrollo pusieron a Internet en la mira, pues ha permitido no sólo la comunicación más fácilmente entre personas que están separadas por la geografía y el tiempo, sino también el comercio. De hecho, hay un montón de razones por las que tantas personas alrededor del mundo han renunciado a sus empleos tradicionales e incluso descartado ideas de negocio tradicionales y puesto en marcha un negocio en línea. Aquí hay siete de esas razones, razones por las que tu (sí tu) debes comenzar un negocio en línea.
Se tu propio jefe
La razón más obvia es la primera, puedes estar a cargo de tu propio destino. Al ejecutar tu propio negocio podrás decidir lo ocupado que quieres estar y la cantidad de ingresos que necesitas. Puedes cambiar de marcha y de velocidad en cualquier momento y elegir los proyectos en que deseas trabajar. Es una manera más plena y satisfactoria de ganarse la vida.
Pocas Barreras
El Internet está lleno de recursos y el lanzamiento de tu negocio en línea requiere tan poco conocimiento técnico y tan pocas dificultades para iniciar, que las barreras son casi inexistentes. En comparación con un negocio tradicional de ladrillo y cemento, el lanzamiento de un negocio en línea puede ser casi libre de costos y riesgos.
La gente compra allí
Se predice que el 40% de todo el comercio se llevará a cabo a través de Internet en la próxima década y no hará sino crecer a partir de ahí, a medida que más y más personas en todo el mundo son introducidos a estar conectados en Internet. Si fueras a entrar en un mercado, ¿por qué no hacerlo en el mercado que tiene el mayor potencial de crecimiento? ¿el mercado en línea?

La revolución móvil
84% de los conectados a Internet compra allí. Y la revolución de los teléfonos inteligentes significa que cada vez más gente está haciendo compras desde cualquier lugar en donde se encuentren. Si quieres vender cualquier cosa en un futuro próximo, tienes que tener al menos una presencia en línea.
Internet amplifica el nicho
Tradicionalmente, un negocio con una oferta de producto o servicio estrecho tendrá ganancias estrechas. Pero el Internet significa que su mercado y clientes se amplifican en grandes dimensiones. Puede haber un pequeño número de personas en tu área local que desea lo que estás vendiendo, pero en todo el mundo hay muchos, muchos más.
Delegar y automatizar
Para ejecutar las cosas en línea puedes encontrar mano de obra muy económica en cualquier lugar. Sitios web de freelancers pueden ponerte en contacto con todo tipo de mano de obra especializada que puedas necesitar a costos increíblemente bajos. Obtén tu sitio web construido y contrata asistentes para automatizar la mayoría de tus tareas, todo por unos centavos.
Todo el día y toda la noche
El Internet y por tanto tu negocio, está siempre abierto. No necesitas contratar a un gerente en la noche para que procese las ventas a las 3 a.m., tus ventas son automatizadas por el sistema de pago en tu sitio web. Que despiertes en la mañana a ver las fuertes ventas que se acumularon durante la noche, significa que tu negocio en línea es increíblemente eficiente.
El viejo dicho “el que no arriesga no gana ” se aplica aquí. Los riesgos son bajos y la oportunidad es enorme. El inicio de un negocio en línea puede ser incluso complementario para que puedas jugar a lo seguro, ¡así de fácil es!
Estés donde estés y hagas lo que hagas, este es el momento. El inicio de un negocio en línea es la decisión correcta.
Fuente: http://sebastiansaldarriaga.com, 07/07/14.
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