Merkel pide cambios urgentes para solucionar la crisis de deuda

diciembre 3, 2011

Merkel pide cambios urgentes para solucionar la crisis de deuda

Por Mary M. Lane y Bernd Radowitz

 

BERLÍN (EFE Dow Jones) — Alemania y Francia están tomando medidas concretas para establecer una unión fiscal con una mayor vigilancia de los presupuestos individuales de los países, dijo el viernes la canciller alemana, Angela Merkel.

«Ya no sólo estamos hablando de unión fiscal, sino de dar pasos concretos para conseguirla», dijo Merkel.

Alemania y Francia han reiterado su apoyo a los cambios del Tratado de la Unión Europea para permitir que los países de la eurozona revisen todos los presupuestos nacionales e implementen sanciones contra los países que no los cumplan.

Merkel se reunirá con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en París el lunes para completar un plan que tienen previsto llevar a la cumbre de líderes de la UE del día 9 en Bruselas.

«Nosotros [Francia y Alemania] vamos a Bruselas con la intención de cambiar el Tratado de la UE», dijo Merkel.

«El objetivo es una unión fiscal que refuerce la disciplina fiscal de sus miembros y que tenga los instrumentos necesarios para gestionar la crisis de forma efectiva».

Los cambios del Tratado de la Unión Europea que contempla Alemania no deberían implicar la convocatoria de un referéndum, dijo Merkel.

Dichos cambios del Tratado sólo buscarían facilitar la supervisión automática del presupuesto para garantizar que las naciones cumplan las normas acordadas, dijo Merkel en una rueda de prensa tras reunirse con el canciller austriaco, Werner Faymann, en la que admitió la preocupación de los inversionistas sobre si la eurozona permanecerá unida.

Merkel señaló que una política presupuestaria colectiva común en Europa requeriría un referéndum sobre una nueva constitución, pero añadió que esto no ocurriría con las propuestas que tiene en mente.

Asimismo, Merkel calificó de «idea interesante» la propuesta de crear fondos nacionales para administrar el exceso de deuda de los países de la eurozona, dijo el viernes su portavoz.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, dijo esta semana que Alemania podría proponer la creación de dichos fondos para administrar toda la deuda que supere 60% del Producto Interior Bruto.

La propuesta «haría muy transparente el camino para reducir la deuda», señaló el portavoz de Merkel, Steffen Seibert. «Sin duda, es una medida que podría ser adecuada para restaurar la confianza en los mercados y entre los inversionistas».

El portavoz del Ministerio de Finanzas, Martin Kotthaus, dijo que los fondos serían creados por cada país que supere el límite de la eurozona de 60% en la relación deuda/PIB, en vez de un fondo colectivo para la eurozona como han propuesto otros.

«Queremos dejar claro que queremos reducir gradualmente la deuda por encima de 60%», señaló Kotthaus, y aunque los fondos no cambiarían los niveles generales de deuda en cada país, deberían contribuir a restaurar la confianza del mercado, añadió.
Fuente: The Wall Street Journal, 02/12/11.

¿Será la crisis de Europa peor que la de Estados Unidos?

diciembre 1, 2011

¿Será la crisis de Europa peor que la de EE.UU.?

Por David Wessel

 

¿Titubearán los líderes europeos, con torpes intentos, malinterpretando la realidad e ignorando el inminente peligro hasta que hayan hecho incluso más daño a la economía mundial que la que hizo Estados Unidos en 2008?

Ninguno pretende hacer eso. Pero ante sus ahora frecuentes cumbres —cada una de las cuales, según nos prometieron, los acercaría más que la anterior a una solución— hay una creciente preocupación sobre si Europa actuará a tiempo.

En los últimos días, las sirenas comenzaron a sonar más fuerte. El ministro de Relaciones Exteriores de Polonia declaró en Berlín: «Le tengo menos miedo al poder alemán que a la inactividad alemana».

La vicepresidenta de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) dijo que «los riesgos para el crecimiento global se han incrementado de manera significativa», en gran medida debido a «la intensificación de las tensiones en la banca y los mercados de deuda soberana de Europa». En tanto, un economista de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo afirmó: «Las autoridades políticas no ven la urgencia de tomar medidas decisivas».

En 2008, los bancos de EE.UU. se metieron en problemas y el gobierno los rescató. En Europa, son los gobiernos los que están en apuros, si bien los bancos tampoco están en gran forma, debido a que tienen demasiada deuda pública. Los actores con dinero —como Alemania y el Banco Central Europeo (BCE)— están poniendo obstáculos a los rescates, decididos a mantener la presión sobre los deudores. Un chiste popular estos días dice que hay un griego, un italiano y un español que entran en un bar y piden un trago. ¿Quién paga? El alemán.

Es difícil tener perspectiva sobre los acontecimientos cuando todavía están pasando. Las cosas parecían estar bastante mal cuando Lehman Brothers se fue a la quiebra en 2008. No sabíamos que la Fed rescataría a AIG, que el Congreso le daría (a regañadientes) al Tesoro US$700.000 millones para inyectar en los bancos, que el nuevo presidente aseguraría un enorme estímulo fiscal, que la Fed compraría cientos de miles de millones de dólares en bonos del Tesoro. No sabíamos entonces que a mediados de 2009, la economía podría estar creciendo, aunque lentamente.

Todo lo que sabemos de la Europa de hoy es que lo que se ha hecho hasta la fecha ha sido insuficiente, que la mayoría de los analistas dice que la zona ya está en recesión, y que hay una cumbre el 8 y 9 de diciembre.

El mundo no puede esperar a que los arquitectos tracen planes para una Europa nueva y mejorada. Mark Rutte, el primer ministro holandés, me dijo esta semana que Europa puede combatir el incendio y prevenir el siguiente al mismo tiempo. El economista David Mackie de J.P. Morgan desafía tal afirmación.

«Los políticos de la zona euro han estado tratando de encontrar la manera de salir de la crisis actual y crear una estructura institucional adecuada», opina. Pero desafortunadamente, añade, «el intento de cumplir con esos objetivos en simultáneo ha contribuido a empeorar la crisis».

La economía global está ahora en riesgo. A estas alturas, los bancos europeos ya comenzaron a deshacerse de activos y se retiran de los mercados emergentes. China y otros grandes mercados emergentes han comenzado a desacelerarse. La mitad de los países desarrollados tiene tanta deuda que no pueden costear más estímulos fiscales, dice la OCDE. El Fondo Monetario Internacional no tiene dinero suficiente para rescatar a Europa.

Ahora le toca a Europa actuar «con fuerza arrolladora» como lo hizo EE.UU. en 2008.
Fuente: The Wall Street Journal, 30/11/11.

Argentina: La fiesta populista se quedó sin dólares

diciembre 1, 2011

Convertibilidad

Por Enrique Szewach

 

Como se sabe, la libre convertibilidad del peso con el dólar, fue la característica principal de la política cambiaria de la Argentina, entre marzo de 1991 y octubre del 2011.

Para una economía bimonetaria como la Argentina, un ciclo de más de 20 años de libre convertibilidad permitió mantener los ahorros de los argentinos, (en dólares por razones obvias) “a disposición” del consumo y la inversión local.

Como se sabe, las modificaciones a la política cambiaria vividas desde finales del año 2001, si bien alteraron el valor del dólar respecto del peso, mantuvieron la libre conversión de la divisa y la regla (innecesaria desde el punto de vista de un régimen de flotación administrada, pero ineludible en un esquema de libre conversión) de que las reservas internacionales del Banco Central, deberían respaldar, en cada momento, a la base monetaria convertida en dólares al tipo de cambio promedio de cada día.

Como se sabe, sólo el excedente de las reservas, que superaran el respaldo de la Base Monetaria, las llamadas “reservas de libre disponibilidad”, podían ser utilizadas, a partir del 2005, para ser prestadas al Tesoro, para el pago de deuda pública, primero a organismos multilaterales, y luego extendido en 2010, a cualquier acreedor.

Como se sabe, el gobierno fue utilizando dichas reservas, violando letra y el espíritu de la actual Carta Orgánica del Banco Central, con la complicidad del “fantasma” de la UCR, siempre dispuesto a violar las instituciones mientras se haga “legalmente”,  dejando en su lugar “vales de caja” sin valor de mercado.

Como se sabe, en octubre de este año, se puso fin a la libre convertibilidad del peso contra el dólar, bajo el pretexto, también ilegal, de controlar el lavado de dinero (pasar fondos de negro a blanco) y, simultáneamente la evasión impositiva (pasar fondos de blanco a negro).

Como se sabe, con los datos oficiales –que incluyen alguna cosmética, con préstamos del BIS y encajes en dólares de los depósitos en los bancos- “las reservas de libre disponibilidad” ya son negativas. Han desaparecido.

Como se sabe, entonces, habrá que cambiar la ley, para seguir pagando con reservas deuda pública. Sólo un detalle. (O habrá que modificar sustancialmente el tipo de cambio, para que las reservas vuelvan a «sobrar». Sólo como ejemplo, si esa operación fuera hecha hoy, el tipo de cambio debería superar los 5,15 pesos por dólar, para que las reservas superaran a la Base Monetaria convertida a dólares, en la cantidad de dólares necesarios para pagar deuda con reservas el año próximo).

El tema más importante es que, al poner fin a la libre convertibilidad, se han separado los ahorros de los argentinos, de su consumo e inversión local.

Sin dudas, esto afecta nivel de actividad.

Paradójicamente, menor nivel de actividad, al reducir las importaciones, aumenta el saldo comercial, y los dólares de las reservas.

Finalmente, la “caja en dólares” ajusta por desaceleración de la economía.

La libre convertibilidad se ha terminado, porque ya no hay reservas para respaldar la base monetaria. Un extenso ciclo llega a su fin.

La fiesta populista se quedó sin dólares.
Fuente: Ámbito Financiero, 01/12/11.
Más información: www.szewachnomics.com.ar

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