Cómo aumentar las ventas de un sitio web

abril 27, 2021

Cómo aumentar las ventas de un sitio web

Por Gustavo Ibáñez Padilla.

Descubra cómo incrementar drásticamente los ingresos de su página web

ingresos on lineCrear una página web que vende es el primer paso de una buena Estrategia de Ingresos on line y es lo primero en lo que recomendamos a nuestros clientes.

Podemos contar con los mejores productos y servicios pero será inútil si no logramos venderlos.

Veamos tres simples pasos a seguir:

1 – Crear Servicios y Productos conforme a lo que necesitan y desean nuestros Clientes

curso de economía personalPara no caer en el error de perder tiempo elaborando productos y servicios para un nicho de mercado inexistente o muy pobre, es preciso indagar y consultar a nuestros prospectos y clientes. Realizar encuestas y sesiones de Debate en vivo son buenas formas de hacerlo.

2 – Usar Testimonios

Aprovechar los testimonios de nuestros Clientes satisfechos es la forma más segura de vender eficazmente servicios y productos. Para ello debemos solicitar sistemáticamente testimonios para usarlos en nuestro sitio web.

3 – Redactar Textos Vendedores

hombre con biromePara que un web site sea una máquina de vender debemos escribir en forma persuasiva, empleando bases científicas como la Programación Neuro Lingüística (PNL), de forma de motivar a nuestros visitantes a comprar.

Es muy recomendable apelar a los cinco sentidos, tanto en el uso de las palabras, en la redacción, en el empleo de metáforas y por supuesto en la presentación multimedia.

Es conveniente emplear:
• Imágenes: dibujos, iconos, fotografías.
• Audio: podcast, MP3.
• Video.

Estos simples pasos potenciarán nuestro sitio web e incrementarán nuestras ventas. Para que este proceso pueda realizarse en poco tiempo y con facilidad es ideal contar con una Plataforma Digital integrada que facilite los procesos y nos brinde todos los adelantos tecnológicos que hoy se encuentran en internet.

Fuente: Ediciones EP.

marketing digital

Michael Shellenberger desenmascara el Cambio climático

abril 12, 2021

Michael Shellenberger, el experto medioambiental que desmonta el alarmismo climático

LD habla con el gurú medioambiental, que denuncia las fake news de activistas como Greta Thunberg y no duda en defender la nuclear… y los toros.

Por Diego Sánchez de la Cruz.

Michael Shellenberger es un activista medioambiental estadounidense. Fundador del Centro para el Progreso del Medioambiente, una organización de investigación con sede en California, en los últimos años ha convertido en uno de los expertos más conocidos del mundo, merced a sus artículos en diarios como The New York Times, The Washington PostThe Wall Street Journal o Forbes. Su libro «No hay apocalipsis» (Deusto, 2021) acaba de publicarse en España y constituye un firme alegato contra el alarmismo en materia climática.

Hablar de estos temas debería ser cosa de ciencia, de economía… pero al final se convierte en una polémica moral, a menudo alentada por las élites.

Antes, los ricos querían ser admirados por ser ricos. Hoy en día buscan la aprobación de los demás por su supuesta superioridad moral, algo que en nuestras sociedades posmodernas se demuestra enarbolando el típico discurso políticamente correcto sobre la sostenibilidad. Es una nueva retórica de clases, que divide entre los que contaminan y los que conducen en un Tesla. Pero también da pie a nuevas desigualdades, por ejemplo en las ciudades en las que algunas zonas no son de libre acceso para ciertos coches.

Su crítica no se dirige tanto contra las advertencias sobre posibles daños al entorno natural como contra el tono apocalíptico con el que se estudia, informa y agita esta cuestión.

De ahí viene el título de mi libro. Básicamente hay tres grupos formando la opinión pública en materia medioambiental: científicos, periodistas y activistas. En esa cadena, los científicos suelen fijarse solamente en los problemas y no tanto en los casos de éxito o las cosas que van a mejor. Después están los periodistas, que se fijan solamente en los casos más graves y escandalosos. Y por último aparecen los activistas, que siempre se orientan hacia el discurso más radical. El resultado de esa dinámica es un debate histérico.

Y así no hay quien hable de cuestiones medioambientales, porque cualquier crítica a la línea oficial se considera casi herética.

El problema es que el resultado de todo esto es que la gente acaba asustada, en vez de informada. Por ejemplo, la mayoría de la gente no sabe que las emisiones de CO2 llegaron a su «pico» en el mundo desarrollado hace ya décadas. Tampoco saben que EEUU está reduciendo sus emisiones de forma reiterada y que, en esencia, la caída está ligada al vilipendiado fracking. De igual modo, se habla mucho de que los fenómenos naturales extremos van a más, pero no hay evidencia que lo respalde y lo que sí sabemos es que las víctimas mortales de estos desastres son hoy mucho más bajas que antaño.

Los incendios en California, Australia o la Amazonía brasileña, ¿son imputables al cambio climático, como sostienen algunos?

De entrada, no vilipendiemos los incendios. Algunos son «malos» y pueden ser devastadores, claro está, pero otros son «buenos» y, de hecho, necesarios para la conservación de los bosques. Hay que entender los ciclos del fuego y no pensar que cualquier incendio es necesariamente algo desastroso para el ecosistema. Es bueno que haya fuegos de baja intensidad, porque ayudan a limpiar los bosques y a mantenerlos a lago plazo.

Con respecto a estos incendios que mencionas, a menudo lo que se ha dicho al respecto han sido bulos. La deforestación se ha reducido dramáticamente en Brasil durante las últimas décadas y no tiene nada que ver con los niveles que se daban antaño. Y en California, como en Australia, la política forestal ha acabado con los fuegos de baja intensidad, pero a costa de aumentar los de alta intensidad, sin que ello tenga nada que ver con el cambio climático.

¿Podremos adaptarnos a los retos medioambientales del futuro?

El Premio Nobel de Economía, William Nordhaus, encuentra que el PIB global va a multiplicarse por tres o incluso por seis veces durante el siglo XXI. Frente a ese aumento, los costes de la adaptación a los retos medioambientales que están por venir son muy reducidos. Pero en los modelos de Nordhaus no hay forma de integrar los cambios tecnológicos que, de hecho, son la clave para que el futuro sea aún mejor, por ejemplo si consolidamos un mix energético más limpio, que debe girar en torno a la nuclear, por ser fiable y segura.

Su optimismo choca con el tono de activistas como Greta Thunberg, que dibujan un futuro negro.

En el corazón de todos estos movimientos siempre se encuentra una filosofía muy pesimista, que viene de atrás, de Thomas Malthus, quizá el pesimista más famoso e influyente de la historia. La idea, al final, es siempre la misma: el ser humano no puede seguir así, porque el Planeta no resistirá más este ritmo. Sin embargo, la evidencia ha desmontado esta visión siglo tras siglo, década tras década. Se habló de hambrunas, pero hoy vemos que el problema que va a más es el de la obesidad, mientras que la incidencia del hambre no para de bajar.

En España ha ido a más el debate sobre los toros. Desde el punto de vista medioambiental, cuantas menos corridas se dan, menos reses bravas hay en el campo.

Es interesante plantear estos debates. Todo lo relacionado con la carne o el sacrificio de animales puede abordarse desde distintos puntos de vista: medio ambiente, economía, alimentación… Pero quienes tienen un discurso más alarmista a menudo plantean estos temas como un dilema ético. Por eso también proponen el veganismo, que sería algo así como la salvación prometida por esa nueva iglesia.

Hay mucha «moralina» en torno a estas cuestiones. En Estados Unidos se admira la cultura taurina española, pero de repente vemos como en ese campo, como en tantos otros, se pretende imponer una mirada nihilista que quiere arrasar esa y otras culturas locales, sobre todo porque plantean una relación con la carne y con los animales contraria a la que plantean los animalistas. Sus ataques, pues, van contra el corazón mismo de esas civilizaciones. Desprecian las culturas y los valores locales.

Su libro pone de manifiesto que el giro al veganismo y al vegetarianismo no es eficiente desde el punto de vista medioambiental y, además, suele ser un camino de ida… y vuelta.

Dos tercios de los vegetarianos hacen trampas y, por ejemplo, comen pollo o carne algún día. Peor aún, el 80% abandona este tipo de dieta. E incluso si todo el mundo adoptase el vegetarianismo o el veganismo, el descenso de las emisiones sería escaso.

La pandemia del covid-19 ha puesto de manifiesto que «cerrar» y «parar» todo no es una solución razonable contra los retos medioambientales.

Quienes propugnan esto ignoran que España, como las demás economías avanzadas, lleva décadas reduciendo sus emisiones de CO2. ¿Por qué proponer menos crecimiento a cambio de menos emisiones si sabemos que podemos tener menos emisiones y más crecimiento? La evidencia lo demuestra. No tiene sentido oponerse a eso.

En Madrid, una parte del espectro político insiste en que tenemos un grave problema de contaminación

La polución es parte de la vida en la ciudad, pero se ha reducido significativamente desde los años 70, en Madrid y en todas las grandes capitales. Los coches cada vez producen menos humo contaminante, las fábricas y los negocios son más eficientes… Basta con viajar a un país pobre para comprobarlo. Es como una máquina del tiempo, que nos permite entender cómo la riqueza nos permite desarrollarnos. Incluso en las plantas de carbón, que son la fuente energética más contaminante de todas, vemos una clara mejoría en términos de emisiones. Creo que es bueno crear estándares y objetivos de emisiones, pero tienen que girar en torno a mejoras incrementales, progresivas, en vez de las reducciones radicales que a menudo se plantean, porque introducir de golpe recortes drásticos en las emisiones de un sector arruina industrias y causa paro y pobreza. Eso no es sostenibilidad.

Fuente: libremercado.com, 2021


La farsa de Greta Thumberg: la activista climática está patrocinada por empresas energéticas con intereses en renovables

El movimiento que lidera esta famosa activista sueca de 16 años no es tan inocente como aparenta, pese a las pellas climáticas y al viaje en yate sin carbono a EEUU.

Por Cristina Martín.

Greta Thunberg no lidera sólo un movimiento ecologista, también uno financiero… además de meter miedo para salvar al planeta del cambio climático

Hace ya un año desde que la adolescente sueca Greta Thunberg dejó el anonimato y se convirtió en una famosa activista contra el cambio climático, tras iniciar una huelga escolar por el clima (la primera de muchas, aficionándose a las pellas climáticas). Sin embargo, no es oro todo lo que reluce porque detrás tiene al lobby ecologista formado por empresas energéticas -con intereses en renovables, por supuestísimo-, por fondos de inversión y por fondos inmobiliarios, según el diario británico The Times.

Esta adolescente de 16 años no está sola en su cruzada y entre sus colaboradores está el activista Ingmar Rentzhog, quien trabajó en la organización ecologista de Al Gore. Junto a David Olsson y Christian Emmertz fundó la start up We Don’t Have Time para unir a personas que “quieren ser parte de la solución a la crisis climática”, aunque además, con Olsson le une el hecho de que en su trayectoria laboral hay vínculos con fondos inmobiliarios (Svenska Bostadsfonden, uno de los más grandes de Suecia) y con empresas de inversión (como Laika Consulting, y Rentzhog trabaja también para el banco de inversión sueco Naventus Corporate Finance, como se ve en su perfil de LinkedIn).

Entre los colaboradores de Greta está Ingmar Rentzhog, ligado a fondos inmobiliarios y de inversión y otros organismos ecologistas, como Global Challenge  

Y más sorpresas: We Don’t Have Time tiene entre los miembros de su Consejo asesor a Gustav Stenbeck, uno de los hombres más ricos de Suecia y cuya familia controla la empresa de inversión sueca Kinnevik. Actualmente, Rentzhog dirige el think thank Global Challenge (también llamado Global Utmaning), que creó la economista y exministra socialdemócrata sueca Kristina Persson en 2007, quien entre 2014 y 2016 dirigió la cartera de Cooperación nórdica y también la de Desarrollo Estratégico. En Global Challenge hay destacados miembros, como: Petter Skogar, presidente de KFO (la asociación de empleadores más grande de Suecia); y Catharina Nystedt Ringborg, asesora de la Agencia Internacional de Energía (AIE), exdirectora de la asociación Swedish Water y exvicepresidenta de la corporación multinacional suizo-sueca ABB que opera en áreas de robótica y energía, y miembro de la firma de capital riesgo de energía verde Sustainable Energy Angels.

Y por si esto fuera poco, no hay que perder de vista que la cruzada climática de Greta Thunberg se ha convertido también en un negocio familiar. Sus padres, el actor Svante Thunberg y la cantante de ópera Malena Ernman publicaron hace un año el libro Escenas del corazón, contando su recorrido por Europa gracias a la carrera de la madre, así como que Greta fue diagnosticada del síndrome de Asperger y su hermana pequeña, Beata, tiene trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y que “trabajar por el planeta les ayudó a salvar a su familia”. Y claro con el inicio de la huelga escolar de Greta, hasta la adolescente se ha convertido en la portada del libro, al que ha seguido otro con una colección de discursosNadie es demasiado pequeño para marcar la diferencia… y seguro que habrá más. Svante Thumberg ha cambiado el oficio de actor por el de manager de su hija, que además tiene como jefe de prensa a Daniel Donner, quien trabaja para el lobby European Climate Foundation, ONG financiada por distintas fundaciones, entre ellas: Rockefeller Brothers Fund.

Global Challenge fue creado por la exministra sueca Kristina Persson y tiene entre sus miembros a personas de importantes empresas como KFO o la multinacional ABB  

No podemos olvidar que Greta Thunberg y su padre están ahora surcando el océano Atlántico en un velero de competición (con paneles solares y turbinas submarinas) que dirigen Pierre Casiraghi y su compañero de regatas Boris Hermann, y cómo no, junto a un equipo de documentalistas para grabar su gesta. Una travesía de unas dos semanas con el objetivo de no contaminar en su viaje a la Conferencia sobre cambio climático de la ONU que se celebrará en Nueva York el 23 de septiembre. Pero no será un viaje tan limpio, según recoge Preferente.com: Hermann confesó al diario alemán TAZ que varios de los responsables del velero deberán volar a Nueva York para traer el barco de nuevo a Europa, dejando mucha más huella de COque si Greta Thunberg hubiera optado por comprar un billete de avión. Y aquí no acaba todo, porque esta adolescente ha sido nominada al Premio Nobel de la Paz 2019 y ha hecho un llamamiento a una huelga general por el clima el próximo 20 de septiembre. 

Fuente: hispanidad.com, 2019


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Encuesta Humor Social y Político

abril 12, 2021

Argentina, marzo 2021.

Ver encuesta:

Datos correspondientes a la medición realizada en forma online durante marzo de 2021.
Se incluyeron las respuestas de 1.187 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país.

  • Los argentinos se encuentran angustiados básicamente por dos temas: cuestionamiento a la situación económica actual y posiblemente a la futura, así como escepticismo sobre un plan en el Gobierno que logre revertirla positivamente y un clima de inseguridad.
  • Se mantiene la crítica a la gestión de Gobierno, en baja desde julio del año pasado, incluso entre quienes lo votaron.
  • Rodríguez Larreta se mantiene al frente del ranking de imagen, seguido por Vidal y Patricia Bullrich. El jefe de gobierno
  • porteño es valorado por todos los votantes: 84% Juntos por el Cambio, 55% por los de los otros partidos e incluso por el 26% de quienes adhirieron al partido gobernante.
  • El presidente Fernández y el gobernador Kicillof basan su imagen en los votantes al Frente de Todos superando en
  • algunos puntos en esta misma fuerza política a la valoración de la Vicepresidenta.
  • María Eugenia Vidal, junto con Rodríguez Larreta y Santilli son las únicas figuras con balance positivo en su imagen

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Las Bases del Éxito

abril 8, 2021

¿Qué es el éxito? Una de las mejores definiciones la dió Earl Nightingale en el año 1959 y está en perfecta armonía con las leyes naturales que rigen nuestra vida.

Artículo completo:

⇒ Las Bases del Éxito  

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Cuando la ambición no tiene límites

abril 6, 2021

Credit Suisse pierde 4.000 millones por el fiasco de Archegos

El banco suizo destituye a gran parte de su cúpula después de que el inversor Hwang arrastrara a siete bancos internacionales

Por Daniel Lara.

Logo de Credit Suisse en la fachada de sus oficinas en Zúrich, Suiza, el 24 de marzo.
Logo de Credit Suisse en la fachada de sus oficinas en Zúrich, Suiza, el 24 de marzo.

Una cara desconocida en Wall Street apareció el lunes de la semana pasada en las portadas de los principales diarios, que informaban de uno de los mayores fracasos bursátiles de los últimos años. Bill Hwang, surcoreano afincado en Nueva York que opera a través de la firma de inversiones Archegos, perdió en pocos días 10.000 millones de dólares tras fracasar sus inversiones en firmas estadounidenses y chinas. Con él, arrastró a al menos siete grandes bancos internacionales, que le prestaron miles de millones que invirtió a través de derivados financieros. Credit Suisse, el banco más expuesto a las pérdidas, ha anunciado este martes que el fiasco le ha costado nada menos que 4.400 millones de francos suizos (3.980 millones de euros).

El banco, con sede en Zúrich, ha anunciado el cese de más de media docena de ejecutivos, entre ellos dos consejeros que abandonarán la entidad: Brian Chin, director ejecutivo de banca de inversión y Lara Warner, directora de riesgo y cumplimiento. En sustitución de Chin entrará Christian Meissner, antes vicepresidente de banca de inversión en la firma suiza y antiguo ejecutivo de Bank of America Merrill Lynch y Lehman Brothers. El asiento de Warner lo ocupará Joachim Oechslin, hasta ahora alto cargo del departamento de riesgo.

Asimismo, según Bloomberg, el presidente del consejo de administración de Credit Suisse, Urs Rohner, se ha ofrecido a renunciar a su remuneración de 1,5 millones de francos (1,35 millones de euros) para 2020 y se han suprimido las primas del consejo para ese año. Rohner dejará el cargo a finales de este mes, cuando el consejero delegado de Lloyds Banking, el portugués Antonio Horta-Osorio, tomará el relevo, un cambio planificado desde diciembre.

Bill Hwang (derecha), administrador de Archegos Capital, en 2012.
Bill Hwang (derecha), administrador de Archegos Capital, en 2012.

Tras una semana de especulación sobre el tamaño del agujero que dejaron los negocios con Hwang, la firma suiza ha reconocido en un comunicado que las pérdidas “contrarrestarán los muy buenos resultados” que esperaba lograr en este primer trimestre de 2021, y asegura que trabajarán para que no vuelva a ocurrir, según las palabras de su director ejecutivo, Thomas Gottstein: “La importante pérdida en nuestro negocio relacionada con la quiebra de un fondo de cobertura en Estados Unidos es inaceptable. (…) Estamos plenamente comprometidos a abordar estas situaciones. Se aprenderán serias lecciones.”

Credit Suisse ha anunciado que el suceso arruinará las cuentas trimestrales de la entidad, que espera unas pérdidas antes de impuestos de 900 millones de francos (813 millones de euros). Hasta la pasada semana esperaba cerrar con fuertes ganancias por sus negocios de banca de inversión, gestión de patrimonios y gestión de activos, “con especial fuerza” en la división de Asia-Pacífico.

El hoyo en los resultados para este trimestre ha provocado que el banco suizo recorte un tercio su propuesta de dividendos para 2020 y anule su programa de recompra de acciones. Desde que trascendió la noticia, el viernes 26 de marzo, las acciones de la firma, que cotiza en Suiza, han caído un 18,9%.

Para analizar las repercusiones a largo plazo del asunto, el banco ha anunciado dos investigaciones externas supervisadas por la dirección. “Reconocemos que tanto el fondo de cobertura de EE UU como los fondos de financiación de la cadena de suministro [de la compañía] requieren una revisión y un escrutinio considerable”, detalla la entidad en la nota.

Credit Suisse no fue el único banco que sostuvo el apalancamiento de Bill Hwang. También participaron en la catástrofe gigantes como Goldman Sachs, Deutsche Bank, Morgan Stanley, Wells Fargo y UBS, pero gestionaron más rápidamente la crisis y se deshicieron rápidamente de sus posiciones en Archegos, lo que les permitió minimizar sus pérdidas. No fue el caso del banco japonés Nomura, que según JP Morgan habría perdido hasta 2.000 millones de dólares.

Fuente: elpais.com, 06/04/21

credit suisse

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invertir no es un juego de azar

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El potencial del Campo argentino

abril 5, 2021

La tercera revolución
de las pampas

EL CAMPO ESTÁ EMBARCADO EN UN PROCESO TECNOLÓGICO Y HUMANO QUE DA EMPLEO A LOS JÓVENES Y NUTRE LAS CIUDADES DEL INTERIOR. PARA CONSOLIDARSE NECESITA CONSENSO POLÍTICO Y MENOS IMPUESTOS.

Por Iván Ordóñez.

Es difícil proponer algo sin diagnóstico, y para los fenómenos sociales como la economía un diagnóstico se hace con buena investigación histórica. En la actualidad Roy Hora es a mi entender el mejor historiador contemporáneo del agro argentino, sobre todo de sus orígenes. Una de sus tesis centrales es que la pampa argentina de fines del siglo XIX era un mar de pequeños productores (muchos arrendatarios, algunos dueños y muy pocos colonos) con islas de grandes explotaciones autosuficientes, conocidas como las estancias. El trabajo de Hora desafía abiertamente la visión de buena parte del progresismo argentino sobre el pasado remoto y el presente del campo.

Otra de las tesis de Hora es que, contrariamente a lo que se cree, los productores ganaderos de principios de siglo eran empresarios innovadores en tecnologías blandas y duras. Ese ciclo expansivo se termina en la década del 30, cuando se combinan la colonización final del territorio agrícola y la creación de las juntas reguladoras de granos y carnes, que en un principio fueron una transferencia de recursos desde la aduana a los productores agropecuarios, pero en pocos años se transformaron en el eje de lo que se llamó “discriminación de las pampas”.

A las juntas le siguieron la agencia estatal que monopolizaba el comercio exterior (IAPI, sigla de Instituto Argentino de Promoción del Intercambio), los impuestos a las exportaciones y las cuotas de exportación. Durante largos períodos estos instrumentos actuaron de manera combinada, siempre con los mismos objetivos: reducir el precio de los alimentos que consumen los argentinos y elevar la recaudación del fisco. El primer objetivo casi nunca se cumplió, el segundo sólo en el corto plazo. Existe una diferencia fundamental entre los impuestos a las exportaciones y el resto de los instrumentos: juntas, IAPI y cupos dejan un lugar abierto a la discrecionalidad, que a su vez abre la puerta a la corrupción.

La “parálisis de las pampas” es un hecho verificable: durante medio siglo (entre 1936 y 1989) la producción de granos creció apenas de 19 millones a 26 millones de toneladas.

El “daño colateral” de esta estrategia, que de manera casi ininterrumpida es la regla en política agropecuaria argentina, es muy claro: ataca la facturación de los productores agropecuarios, sin discriminar entre sus ganancias. Así afecta en mayor medida a los productores que enfrentan mayor volatilidad climática o que se encuentran lejos de los centros de consumo. Además, desincentiva la inversión en tecnología.

La “parálisis de las pampas” es un hecho verificable: durante medio siglo (entre 1936 y 1989) la producción de granos creció apenas de 19 millones a 26 millones de toneladas. La nada misma. En el mismo período, por otra parte, la cantidad de cabezas de ganado cayó de 3 vacas a 1,6 vacas por habitante.

Es imposible entender la “parálisis de las pampas” sin entender la “discriminación de las pampas”. Es imposible entender la “segunda revolución de las pampas”, que introdujo los fertilizantes sintéticos y la siembra directa, sin entender el pasado lejano que relata Roy Hora y la revolución que implicaron los 90, cuando por primera vez en 60 años le dejaron al campo vender al mismo dólar al que pagaba sus insumos. El espíritu innovador del que habla Hora seguía ahí: ahora por fin tenía los recursos. En 1997 la producción de granos alcanzó las 52 millones toneladas, el doble que siete años antes.

Los agronegocios argentinos tienen a los agricultores más jóvenes del mundo productor de alimentos y el mayor índice de ingenieros agrónomos por hectárea.

De la misma manera, es imposible comprender la “tercera revolución de las pampas”, que estamos viviendo y que está basada en la digitalización de la producción, la introducción de nuevos materiales y el cuidado del medio ambiente, sin tomar en cuenta que los agronegocios argentinos tienen a los agricultores más jóvenes del mundo productor de alimentos y el mayor índice de ingenieros agrónomos por hectárea.

Hacer agricultura es más que sembrar una semilla. La compleja red de contratos que producen los agronegocios genera empleos de calidad para jóvenes hiperformados, de programadores a ingenieros agrónomos, para jóvenes que no lograron terminar el secundario (a fin de cuentas, la mitad de los adolescentes argentinos) y también para aquellos que tienen una tecnicatura.

UTOPÍA FARM-OSA

Es imposible pensar cualquier intervención pública sobre el paisaje rural sin abrir la conversación sobre la excesiva carga tributaria que enfrenta la actividad, particularmente la producción de granos. Como un negativo, es imposible hablar de política hortícola sin reconocer que casi la totalidad de sus productos se comercializa en negro.

Para crecer, los productores argentinos de commodities necesitan una reducción de la carga impositiva, particularmente de ese mal impuesto que son las retenciones. Ya sin esa brutal transferencia de ingresos de la ruralidad a la urbanidad los recursos se volcarán en dinamizar la ruralidad. Los ejemplos de que esto es real y no una quimera abundan en nuestro pasado, pero también en nuestros contemporáneos.

El pequeño productor pampeano de commodities para prosperar precisa de tres elementos: proteger su flujo de ingresos ante las fluctuaciones climáticas y de precios, mejorar su conectividad física y virtual y finalmente un entorno urbano atractivo para vivir. Lo primero se soluciona con seguros climáticos, mercados de futuros y rentabilidad plena sin tributos especiales. Lo segundo y lo tercero, facilitando que la riqueza que produce se transforme en infraestructura social en el lugar en el que reside. Un ejemplo de esto se encuentra en el excelente trabajo de Humberto Miranda que describe el proceso de urbanización en la frontera agrícola en el nordeste brasileño entre 1990 y 2010. El paisaje de las comunidades rurales cambió radicalmente: se multiplicaron las ciudades de hasta 20.000 habitantes y otras crecieron hasta los 50.000 habitantes. Un fenómeno similar se da en el estado de Goiás, con ciudades de menor porte como Quirinopolis o la capital del estado, Goiania, que entre 1990 y 2010 duplicó su población, hasta alcanzar el millón y medio de habitantes.

¿Por qué mientras Paraguay es una película excitante de progreso en Formosa la tasa la de actividad es de apenas el 30% y dos tercios de los empleos son estatales?

Desde 2000 en Paraguay, en la zona lindera a Ciudad del Este y gracias al impulso de los brasiguayos, la producción de soja y maíz se multiplicó casi por cuatro, arañando hoy los 5 millones de hectáreas. Eso no es todo: las pujantes colonias de menonitas que escaparon de la Unión Soviética al norte de Formosa (una zona que muchos no dudarían de calificar de monte desértico) se destacan por producir una parte sustantiva de los lácteos, carnes y hortalizas que consumen los paraguayos.

¿Por qué mientras Paraguay es una película excitante de progreso en Formosa la tasa la de actividad es de apenas el 30% y dos tercios de los empleos son estatales? Obviamente, con estos indicadores el 94% del presupuesto de la provincia se sostiene con aportes de la Nación, que en el fondo son aportes de la provincia y la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, no está predestinado que sea así. Surcada por dos ríos monumentales como el Bermejo y el Pilcomayo, más de 200 kilómetros de costa del Paraná frente a Asunción, una ciudad de 2,7 millones de habitantes, existe la posibilidad de Farm-osa: una provincia que si no alimenta al mundo, al menos lo hace con su región.

No tenemos que irnos de Argentina para encontrar comunidades rurales prósperas y exitosas: Tandil, Rafaela, Villa María y Río Cuarto son polos de atracción de población. ¿Qué hermana a esas ciudades rurales de tres provincias distintas? No son capitales provinciales, poseen una matriz productiva diversificada que pivotea en los agronegocios como eje y cuentan con al menos una sede universitaria. Ahí vive una Argentina posible.

El negocio orientado hacia el mercado interno es un negocio que se achica y empobrece; los agronegocios deben reorientarse a pensar un mercado global para recobrar dinamismo.

En el mundo de las especialidades –aquellos productos que no se estandarizan como los granos– es necesario crear mercados concentradores reales que blanqueen el negocio y eleven la transparencia en la formación de precio. La combinación de ambos factores elevará la calidad de los productos, desde la cebolla y la leche hasta el durazno y la carne vacuna. Ese salto de calidad permitirá a su vez un salto exportador; ese salto exportador traccionará con demanda un incremento en la producción, que se traducirá en mejoras en la productividad e inversión en el negocio hortícola y frutal, en las carnes tradicionales y “no tradicionales” y en los miles de alimentos que produce el ecosistema de agronegocios. El negocio orientado hacia el mercado interno es un negocio que se achica y empobrece; los agronegocios deben reorientarse a pensar un mercado global para recobrar dinamismo. El vino y la soja nos lo enseñan.

El blanqueo permitirá elevar la transparencia en la formación de precio de las especialidades y así lograr un múltiple objetivo en apariencia contrapuesto: que el productor gane más a la vez que el consumidor paga menos.

LA MALDICIÓN DE EXPORTAR ALIMENTOS

Tal maldición no existe. Los importadores chinos de carne roja que representan la mitad de nuestras exportaciones pagaron en promedio por el kilo de carne a los frigoríficos argentinos exportadores unos 320-350 pesos durante 2020, un número muy similar al que los porteños pagaron en la carnicería de su barrio por el mismo producto. La cuarentena estricta y larga destruyó más de 3 millones de empleos informales y golpeó el salario real de los trabajadores formales: el poder de compra de los argentinos se desmoronó. La carne no está cara; los argentinos somos más pobres.

El desafío para desarrollar el país en torno a la exportación de alimentos es la construcción de una coalición política que promueva la idea y esta solo es posible si hay incentivos claros para hacerlo. Estos incentivos son posibles si se construye un consenso social que da votos en pos de que esa coalición gobierne. Esos votos, a su vez, jamás estarán si existe la percepción de que la exportación compite con el consumo local. Esto no puede dirimirse solo en el plano discursivo. 

Los ministerios son importantes, pero todas estas iniciativas precisan agencias con poder de fuego. Los bancos estatales como el Nación, Provincia y BICE requieren de divisiones especializadas en agronegocios más robustas, que abandonen el paradigma “one size fits all” y se aboquen a crear soluciones acordes a los productores de commodities y especialidades. La AFIP de un país cuyo principal sector productivo son los agronegocios debe abandonar la postura autocomplaciente de que “es difícil cobrarle impuesto a las ganancias al campo”. La potencia tecnológica con la que hoy cuenta la agencia de recaudación es la clave para abandonar impuestos que agregan al sesgo anti exportador (como los derechos de exportación o los ingresos brutos) y focalizarse en impuestos “virtuosos” como el impuesto a las ganancias. Un SENASA plenamente alineado es la pieza que cierra ese circuito, porque permitiría acompañar la transparencia fiscal con la garantía de inocuidad.

¿Qué le diremos a nuestros a nietos? ¿Que tuvimos la oportunidad pero nos faltó el coraje?

Finalmente, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) tiene un rol privilegiado en esta estrategia. Su capilaridad supera la de cualquier otro organismo estatal del país: hay estaciones experimentales en cada rincón del territorio. Sin embargo, debe modernizarse: la visión productivista debe integrarse con un objetivo comercial, los productores agropecuarios (grandes y pequeños) buscan ganancias, el INTA debe asistirlos en el objetivo de ganar dinero de manera sustentable, no en “producir más”.

Nada de lo expuesto es extremadamente novedoso; es apenas un compendio de mejores prácticas tomadas de otros países. El éxito de estas políticas se juega en su diseño, pero sobre todo en la implementación. Deben conjugarse calidad profesional y voluntad política, humildad para escuchar al sector privado con sus aportes y dotes para la persuasión a la hora de seducirlo para sumarse a soluciones superadoras. Demandan una claridad de visión y una pasión por cambiar que no abunda. Muchas de estas iniciativas no requieren de recursos adicionales, solo de mejor coordinación en el uso de recursos públicos y privados, trabajando juntos.

Las grandes organizaciones siempre muestran falencias a la hora de administrar recursos para alcanzar múltiples objetivos. El mantra tiene que ser sencillo: exportar más. En un nuevo gobierno, todo el accionar debe pasar un test simple: ¿sirve para exportar más? Si la respuesta es afirmativa, ese es el camino correcto. Caso contrario, desechar.

¿Qué le diremos a nuestros a nietos? ¿Que tuvimos la oportunidad pero nos faltó el coraje? ¿Que teníamos las respuestas pero no la capacidad de generar acuerdos? ¿Que no nos animamos? El descenso al subdesarrollo está amenazando nuestra libertad, nuestra capacidad de elegir libremente qué queremos hacer, nuestro derecho a buscar la felicidad. El tiempo de desarrollar la Argentina, exportar y sacar millones de la pobreza es ahora.

No hay tiempo que perder: se nos va la vida.

Fuente: seul.ar, 2021


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