El euro cambia, ¿pero hacia qué?

enero 25, 2012 · Imprimir este artículo

El euro cambia, ¿pero hacia qué?

Por David Cottle

 

LONDRES (Dow Jones) — Entonces, ¿qué es el euro ahora?

¿Un activo de riesgo, una moneda de financiamiento de carry trade o sólo un fracaso anticuado?

Era mucho más fácil definirlo al final del año pasado. Las correlaciones en máximos récord entre la moneda única y los nerviosos mercados de acciones lo explicaban. El euro era un «activo de riesgo», como esas acciones, materias primas y las monedas de sus productores. Entonces, cuando los inversionistas se sentían optimistas sobre el crecimiento mundial se retiraban, cuando no (y generalmente no lo hacían) regresaban.

Ahora un nuevo año puede ser solo un concepto, una mera vuelta de hoja en el calendario, pero ya parece que algo ha cambiado. El euro está saliendo de la lista de activos riesgosos, dejando al resto. Las correlaciones entre los movimientos de las acciones y del euro respecto del dólar siguen siendo elevadas, pero son levemente inferiores a los niveles récord registrados en el último trimestre de 2011.

Ciertamente parece que el sentido común de los mercados se ha vuelto un poco más perspicaces. Los inversionistas no están más relajados sobre el futuro de la zona euro, pero sí parecen más dispuestos a creer que el resto del mundo puede crecer incluso mientras Europa languidece, lo cual ciertamente no era así a finales del año pasado cuando todos parecían estar en la misma bolsa.

Además, el informe más reciente del Mercado Monetario Internacional mostró un número récord de posiciones en descubierto netas en el euro frente al dólar en la semana al 17 de enero.

Por lo tanto, se podría argumentar con bastante certeza que el euro se está transformando en una moneda de financiamiento de carry trade, en la que se toman préstamos para financiar operaciones en activos de mayores rendimientos en otro lugar, lo cual ahora parecería tener sentido en este mundo económico más diferenciado. Tiene las dos credenciales claves del carry trade, tasas básicas bajas y descendiendo y, al menos según los especuladores, muy pocas posibilidades de recuperar el terreno perdido.

Lectura recomendada:  Informe ING IM: La Eurozona y su posible final

Los analistas de SchneiderFX parecen tener pocas dudas. «Dejemos una cosa en claro: el euro siempre ha sido una moneda de carry trade». Lo que ha cambiado desde los recortes de tasas del Banco Central Europeo y las provisiones de liquidez en el último trimestre de 2011 es que simplemente hay más euros en circulación, añadieron, lo que significa que habrá demanda de activos con mayores rendimientos, y que habrá «áreas» de crecimiento en lugares donde pueden desplegarse capitales occidentales.

No obstante, estas operaciones de carry trade financiadas con euros solo tienen sentido en tanto los inversionistas crean que puede haber una recuperación sustentable en todas partes, especialmente en Estados Unidos, que de la nada se ha transformado en un héroe en un espacio de tiempo muy corto. Demasiado corto para algunos.

«Gran parte de la debilidad del PIB de Estados Unidos en el tercer trimestre fue atribuida a una pausa en la acumulación de inventarios», dijo el economista jefe de Monument Securities, Stephen Lewis.

Una reanudación de la tendencia sería un beneficio extraordinario, dijo, pero a menos que las tenencias en inventarios no solo sigan creciendo sino que continúen acelerándose, no se repetiría. «Las posibilidades son, entonces, que los trimestres futuros decepcionen las expectativas de una recuperación sostenida del crecimiento del PIB de Estados Unidos».

Si está en lo cierto, también decepcionará a los inversionistas que creen que Estados Unidos puede crecer incluso si Europa no lo hace, incluidos los operadores de carry trade.
Fuente: The Wall Street Journal, 24/01/12.

 

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