Argentina: El Sistema Jubilatorio está en crisis

marzo 23, 2012 · Imprimir este artículo

Advierten que el régimen previsional va a una crisis

Por Silvia Stang

 

Más jubilaciones sin aportes El sistema previsional logró en los últimos años un incremento de su tasa de cobertura al permitir que más personas mayores cobren un beneficio, pero a un costo que sería elevado: su propia sustentabilidad.

Así, y al menos según advierte un informe de la Escuela de Economía de la Universidad Católica Argentina (UCA), una realidad en la que casi la mitad de las jubilaciones vigentes fueron obtenidas con planes de moratorias representa un desafío hacia el futuro, sobre todo porque antes de la inclusión de esas poco más de 2,6 millones de personas no se hicieron estimaciones de cuáles serían los costos por afrontar.

Muchos de esos beneficios se otorgaron sin ningún aporte previo -en cambio, algunos trabajadores sí los tenían pero eran insuficientes- y en ningún caso se observó la situación económica de quienes los pedían.

El trabajo menciona también como temas preocupantes hacia el futuro la persistencia de un elevado índice de trabajadores sin aportes y la alta judicialidad que, según se estima, continuará, por razones como la baja relación existente entre el último salario y el haber inicial al jubilarse.

Más allá de las observaciones sobre la sustentabilidad del esquema de jubilaciones por moratoria, el economista Jorge Colina -que presentó el informe junto a Patricio Millán, director de la Escuela de Economía- señaló que como medida de inclusión social tiene un efecto sólo temporal, sin dar solución de fondo a la problemática asociada a la informalidad

Un nuevo esquema

Por eso, en el capítulo de recomendaciones del informe, se incluyó fijar un nuevo sistema de prestaciones, en el que todas las personas obtengan un beneficio básico al cumplir cierta edad. Esa prestación sería del 82% del salario promedio de toda la vida laboral, pero usando un tope de dos o tres sueldos mínimos, que también regiría para el cálculo de aportes y contribuciones en la vida activa. Esos montos máximos del ingreso sujeto a aportes y del haber jubilatorio serían inferiores a los actuales, pero se propone también un esquema adicional de aportes a un sistema privado, al que cada persona podría adherir para mejorar su prestación.

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Con respecto a la instrumentación de cambios, el informe advierte que es «imprescindible» realizar cálculos de largo plazo, algo que, según se indica, hoy no es posible dada la falta de difusión de datos -que deberían ser públicos- por parte de la Anses. «Una rigurosa política de transparencia en la información» se considera un insumo básico.

Según Colina, la tasa de sustitución (porcentaje del salario de actividad del trabajador que representa su primer haber jubilatorio) es hoy superior al 70% para los que cobran el salario mínimo, de $ 2300. Por los topes, el porcentaje se reduce progresivamente a medida que se considera -como ingreso hipotético- una mayor cantidad de salarios mínimos. Así, quien gane el equivalente a 10 de esas unidades -$ 23.000 mensuales- tendrá una jubilación inferior a la mitad de su último ingreso activo.

En la práctica, las tasas de sustitución tienden a achatarse porque para calcular la jubilación inicial no se considera el último salario cobrado, sino el promedio de los ingresos de los últimos 120 meses trabajados, cuyos valores históricos se actualizan según un índice que no siempre resulta adecuado. Del promedio se estima el 1,5%, y el resultante se multiplica por la cantidad de años aportados, a lo que se suma una prestación básica móvil, desde este mes de 797,02 pesos.
Fuente: La Nación, 23/03/12.

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