Un almacén operado por una división de Goldman Sachs en Detroit. Un conjunto de almacenes, la mayoría operados por Goldman, en esta ciudad había acumulado más de un millón de toneladas de aluminio. Reuters
WASHINGTON — Un informe del Senado de Estados Unidos sobre las actividades de los grandes bancos de Wall Street en los mercados de materias primas los acusa de ser tan poderosos que influyeron en los precios, obtuvieron ventajas de corretaje y pusieron en riesgo el sistema financiero ingresando a negocios volátiles como el comercio de uranio y la producción de carbón.
La pesquisa de dos años del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado es el informe más amplio sobre la forma en que firmas como Goldman Sachs Group Inc., J.P. Morgan Chase & Co. y Morgan Stanley acumularon grandes inventarios de aluminio, cobre y otros commodities. Afirma que los bancos con frecuencia excedieron los límites permitidos por los reguladores y que fueron mucho más allá de sus negocios tradicionales para incursionar en actividades lucrativas pero riesgosas que planteaban amenazas legales y financieras para las firmas.
Las conclusiones probablemente intensificarán la presión sobre la Reserva Federal en momentos en que considera si debe restringir o reducir el rol de los bancos de Wall Street en los mercados de materias primas físicas. La Fed prefirió no comentar al respecto.
Las conclusiones de la investigación son el punto de partida de una serie de audiencias del Subcomité de Investigaciones con los bancos identificados en el informe.
Estas entidades respondieron que manejan adecuadamente los riesgos de estas actividades y que no usan sus negocios de materias primas para obtener ventajas desleales. Las tres han tomado medidas para reducir sus tenencias de materias primas ante el escrutinio del Congreso y los reguladores.
El informe del Senado también dice que la Fed no puso freno a la acumulación de commodities, al permitir a firmas como J.P. Morgan mantener activos que excedían por mucho los límites permitidos. El banco central restringe la tenencia de materias primas a 5% del capital de mayor calidad de una firma financiera, pero los bancos usaron resquicios legales para mantener mucho más, según el informe. A veces, la Fed simplemente no estaba al tanto de cuánto petróleo, aluminio y cobre guardaban los bancos.
La Fed inició el jueves una amplia revisión de sus prácticas para supervisar a Wall Street luego de ser criticada por tener una relación demasiado estrecha con los bancos que supervisa.
Los investigadores hallaron que J.P. Morgan excedió las restricciones sobre las tenencias de cobre definiéndolas como un metal precioso pese a su amplio uso en aplicaciones industriales y sobrepasó los límites de aluminio contabilizándolo como un activo de una subsidiaria en vez de la empresa matriz. Los precios de los metales están exentos de la norma del gobierno estadounidense de que sólo 5% de las transacciones financieras de los bancos pueden concluir con la entrega física de una materia prima. Morgan Stanley tenía una capacidad de almacenamiento de 55 millones de barriles de petróleo, suficiente para cubrir casi tres días del consumo de EE.UU. Goldman realizaba transacciones con aluminio para su propio rédito financiero.
El informe no dio una estimación total de las ganancias que obtuvieron los bancos de sus tenencias físicas de commodities.
Legisladores demócratas y republicanos dicen que el informe demuestra que hacen falta más restricciones para controlar el papel de las firmas de Wall Street en los mercados de materias primas. El documento recomienda una serie de medidas que podrían reducir las operaciones de corretaje de los bancos y fortalecer la supervisión. Si bien ninguna de las actividades señaladas en el reporte parece ser ilegal, los funcionarios dijeron que no han decidido si remitir ciertos asuntos a las autoridades competentes.
A los funcionarios les preocupa que la tenencia de commodities volátiles por parte de los bancos plantee riesgos para las firmas y el sistema financiero en general, diciendo que un evento catastrófico como la explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon o el derrame del buque Exxon Valdez podría exponer a un banco a riesgos legales y de reputación. A medida que aumenta su responsabilidad, los bancos y los que realizan transacciones con ellos podrían retirar el crédito y rehusarse a hacer negocios con la firma, lo que amenazaría a todo el sistema financiero dados el tamaño y el alcance de los grandes bancos de Wall Street.
Según el informe, uno de los factores que llevaron a los bancos a ingresar en el mercado de materias primas fue que, “a partir de 2000, los precios de los commodities iniciaron un aumento marcado y sostenido, que se siguió acelerando durante años” y que algunos analistas “han atribuido una porción de eso a la mayor especulación en commodities impulsada por bancos y firmas de valores”.
Los investigadores del Senado apuntaron a la débil supervisión de la Fed, que según ellos permitió a las empresas mantener activos de materias primas muy por encima de los límites regulatorios. Las tenencias de commodities físicos de J.P. Morgan en septiembre de 2012 eran de al menos US$17.400 millones, equivalente a cerca de 12% del capital de alta calidad que mantenía para absorber pérdidas y no tener que recurrir a un rescate de los contribuyentes, según el informe.
J.P. Morgan eludió la regla “excluyendo y minimizando el valor de varios activos”, sentenció, añadiendo que las regulaciones están “plagadas de exclusiones, pobremente coordinadas, y actualmente inefectivas para proteger a los contribuyentes”.
El departamento legal de la Fed no ha objetado el cálculo de capital de J.P. Morgan, dijo el reporte. El banco aseguró que tiene una “robusta gestión de riesgo” en línea con las normas del banco central.
Fuente: The Wall Street Journal, 21/11/14.
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