Ciudades europeas cortejan a quienes pueden irse del centro financiero de Londres

julio 7, 2016 · Imprimir este artículo

Ciudades europeas cortejan a quienes pueden irse del centro financiero de Londres

Por Max Colchester, en Londres, Sam Schechner, en París, y William Wilkes, en Fráncfort.

Vista del distrito financiero de Londres.
Vista del distrito financiero de Londres. 

BrexitVarias ciudades europeas se encuentran al acecho de Londres, aprovechando que su centro financiero está herido.

Luego de la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, la posición que ocupa Londres como el centro financiero por excelencia de la región se ha visto amenazada y las autoridades de ciudades como París, Fráncfort y Dublín no están perdiendo el tiempo para intentar arrebatarle ese sitial a la capital inglesa.

El día después de la votación, la agencia de inversión extranjera de Irlanda escribió a más de 1.000 inversionistas recordándoles que su país seguía siendo parte de la UE y ofreciendo ayuda en caso de que optaran por un cambio de domicilio. Las autoridades de Fráncfort establecieron un número telefónico al cual los bancos podían llamar si estaban pensando trasladar sus operaciones británicas a otros países, preparándose para miles de posibles desertores.

Un equipo de Paris Europlace, una entidad que promueve las finanzas francesas, planea viajar a Londres para cortejar a firmas y profesionales financieros. La agencia oficial Business France publicó panfletos que describen los placeres de trabajar, y vivir, en París.

“No es que estemos tratando de aprovecharnos del dolor ajeno”, dice Alain Pithon, secretario general de Paris Europlace. “Pero pensamos que tenemos una carta para jugar”.

La regulación financiera será un tema clave en las negociaciones de salida del Reino Unido con la Unión Europea. Para el Reino Unido, hay mucho en juego. El sector financiero representó 12% de su producción económica en 2014 y casi 2,2 millones de personas trabajan en servicios financieros o relaciones, más de 700.000 de ellos en Londres.

Mientras tanto, Mark Hemsley, presidente ejecutivo de Bats Europe, la mayor bolsa europea por valor de acciones transadas, indicó que era “altamente probable” que el mercado con sede en Londres establezca presencia en la zona euro, aparte de su sede en Londres.

Ante el repentino incremento de la competencia proveniente del continente, los representantes del motor financiero del Reino Unido intentan enderezar el barco con desesperación.

“Siempre ha existido una rivalidad amistosa entre nosotros”, reconoce Chris Cummings, presidente ejecutivo del grupo de lobby TheCityUK, luego de atender las llamadas de numerosos inversionistas preocupados.

Más de dos decenas de ejecutivos de la banca se reunieron recientemente en la sede de la Asociación de Banqueros Británicos para delinear un plan para presionar al gobierno para que permita que el Reino Unido siga vendiendo productos financieros en toda la UE, según una fuente cercana. Eso podría incentivar a los bancos a quedarse en Londres.

El permiso para que el Reino Unido pueda vender productos financieros en toda la UE, que se conoce técnicamente como pasaporte, es crucial, pero podría demorar años. Es poco probable que la negociación de la salida británica de la UE comience antes de septiembre, pero algunos clientes ya les están pidiendo a los bancos garantías de que sus servicios no sufrirán interrupciones, dice Simon Gleeson, socio del bufete Clifford Chance.

Pocos ejecutivos bancarios anticiparon que los británicos optarían por dejar la UE y aún menos elaboraron planes detallados para abordar la situación, dicen los banqueros. El banco de inversión estadounidense Morgan Stanley ha formado un grupo de trabajo para estudiar posibles ubicaciones en Europa, indicó una fuente cercana. Barclays PLC evalúa instalar sus operaciones en Dublín como una posible alternativa, según un ejecutivo del banco británico. Algunos de los mayores bancos del mundo, como Citigroup Inc., probablemente esperarán unos seis meses para ver si la renegociación de las normas de los pasaportes es factible antes de tomar una decisión sobre trasladar empleos a otros países, señalan fuentes cercanas.

Los bancos, en todo caso, no se marcharán de Londres por completo, dicen analistas, sino que mudarán sólo las operaciones que los reguladores de la UE exijan. “Muchos bancos están en Londres para acceder a los mercados internacionales de capitales, más que por los mercados de la UE”, manifiesta Michael McKee, socio de la firma de abogados DLA Piper.

Incluso antes del triunfo de la alternativa de abandonar la UE, conocida como brexit, el estatus de Londres como el principal centro financiero de Europa estaba bajo presión. El alto costo de la vida y de los alquileres de oficinas están golpeando a los bancos, los cuales buscan recortar costos. R3Location, una empresa londinense especializada en trasladar empleados que trabaja con varios bancos, experimentó una caída de 20% en la demanda en los últimos seis meses, señala su cofundador Marco Previero.

De todos modos, marcharse de Londres también tiene sus costos. Muy pocas ciudades europeas comparten el mismo huso horario, hablan inglés, se basan en el derecho consuetudinario (donde pesa más el precedente legal) y tienen un atractivo cosmopolita. Muchas de las alternativas son una fracción del tamaño de Londres, de modo que las empresas tienen una difícil decisión por delante: trasladarse rápidamente para conseguir un espacio de oficinas adecuado y lograr que los hijos de sus empleados se matriculen oportunamente en los colegios o esperar a ver qué ocurre con las negociaciones sobre la venta transfronteriza de productos financieros.

No son los únicos dolores de cabeza generados por el brexit. Varios bancos han realizado auditorías de los documentos migratorios de sus empleados ante el temor de que quienes no sean ciudadanos británicos pierdan el derecho a trabajar en el Reino Unido o de que los británicos no puedan hacerlo en la UE, dice Maarten Poels, director regional de Santa Fe Relocation Services, una empresa especializada en trasladar empleados de grandes bancos globales.

“Eso nos dará una idea de quién podría quedarse o tener que reubicarse”, dice Poels.

Ejecutivos y funcionarios franceses reconocen que tienen un camino cuesta arriba para captar a los londinenses, tomando en cuenta los altos impuestos corporativos y a la seguridad social del país. Las autoridades francesas, no obstante, subrayan los incentivos tributarios que ofrecen a quienes se mudan de otros países y los grupos del sector financiero señalan que han intensificado sus actividades de lobby a favor de recortes de impuestos más amplios que ayuden a atraer a los bancos.

Fráncfort alberga al Banco Central Europeo y tiene un costo de vida más bajo que Londres, pero se ha ganado la reputación de ser una ciudad aburrida.

“Buena suerte tratando de convencer a los banqueros de inversión estadounidenses de que se muden allí”, dice un consultor de Londres.

Frankfurt Main Finance niega que la gente encuentre la ciudad aburrida una vez que la conoce. “Dicen que Fráncfort te hace llorar dos veces. Lloras cuando te mandan allí y lloras cuando tienes que irte”, dice Hubertus Väth, director gerente del grupo que promociona la ciudad.

Fuente: The Wall Street Journal, 07/07/16.

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