¿Quién está quemando iglesias en Europa?

agosto 4, 2020

¿Por qué arden las catedrales?

Por Sertorio.

Catedral de Nantes

El incendio de la catedral de Nantes, que surgió en tres focos distintos y que fue, sin duda, provocado, es el más espectacular de los ataques contra iglesias católicas en Francia, pero sólo uno entre los muchos que no conocemos porque, por lo general, la prensa los calla. Cosa que no sucedería si se tratase de una pintada en la fachada de una mezquita o de la quema de una “bandera” arcoiris. No sabemos todavía quién ha sido el incendiario [1] y no es este caso particular de Nantes sobre el que nos queremos centrar. En Francia, sólo en el año 2018, se produjeron 877 profanaciones de iglesias (ABC, 15/04/2019). En España el número es mucho menor: 47 en el mismo año, frente a los 8 del 2014 (La Vanguardia, 08/06/2020). Ante estos ataques, la respuesta de los organismos del Estado en España es el silencio y el nulo interés por resolver los casos y castigar a los culpables. ¿Cómo va a mostrar la menor intención de hacer justicia un Gobierno que ha protagonizado la mayor profanación de un templo en nuestra época, como fue la del Valle de los Caídos?

Las iglesias y las catedrales arden y son profanadas a diario en toda Europa. Tan sorprendente fenómeno no es producto de una oleada de gamberrismo juvenil, de una moda. Las iglesias arden porque todo un sistema de propaganda y adoctrinamiento progresista ha inculcado en los jóvenes el odio a la Tradición cristiana, objeto hoy día de todo tipo de deconstrucciones por parte de las élites universitarias y políticas. El cristianismo, para la izquierda, es la religión del hombre blanco y el cimiento espiritual de dos instituciones que deben ser abolidas a toda costa: la familia y el matrimonio. [N. de EP: Apoyados por los que impulsan la Agenda Globalista] Además, en muchísimos casos, el cristianismo crea un fuerte sentido identitario que une a los pueblos con sus iglesias, especialmente intenso en Polonia y Lituania con el catolicismo o en Rusia y Serbia con la ortodoxia. De ahí la ferocidad con que la Unión “Europea” se opone a que se reconozcan las raíces cristianas de nuestro continente, que si se define por algo ante las otras civilizaciones es por ser la tierra de los cristianos o “francos”. Pero es precisamente esa genuina identidad europea, esa evidente, real e histórica Tradición, la única operativa durante un milenio, la que se quiere aniquilar desde Bruselas. El borrado de identidad es una condición básica del llamado proyecto “europeo”, cuyo fin es hacer de todo el continente un Hong Kong, un Singapur, un Gibraltar, un espacio que se vacía de todo aquello que no sea mercado.  

Si el lector tiene la paciencia de soportar algunas de las series de televisión más populares con las que se envenena a las masas en España, se dará cuenta de que los personajes religiosos, conservadores y tradicionales siempre son los malos. Es curioso que en estos tiempos, en los que tanto se reniega de los estereotipos, a los católicos y a la gente con valores tradicionales se les cargue con el sambenito de la maldad y sean objeto de una burla inmisericorde y hasta sacrílega, mientras que los progres (incluyendo los curas rojos, claro) son invariablemente buenos y luchan con las luces de la razón contra la barbarie de las tradiciones y costumbres patrias. El católico, el cazador, el taurino, el heterosexual, el padre, la madre, al ama de casa, el militar, el sacerdote, y toda aquella persona que no comparta los valores de los guionistas de extrema izquierda, puede ser estereotipado y escarnecido con tópicos que aplicados a la nueva aristocracia de las minorías protegidas resultarían intolerables. Fijémonos cómo se estigmatiza a la gente del campo, a los que viven de la tierra y sus criaturas, por los ecologistas, animalistas y demás endriagos del bestiario progre. No es sorprendente: el campesino, estamento a extinguir en los designios de los eurócratas, es el depositario de la religiosidad popular (la única verdadera), de las tradiciones de la estirpe y de un sentido comunitario de la existencia. Despoblar el campo y escarnecer a sus habitantes forma parte esencial del proyecto “europeo”, urbano por naturaleza.

Son ya cincuenta años de permanente desprestigio y de indisimulado odio contra la Tradición cristiana, favorecido por las incesantes capitulaciones de la Iglesia postconciliar, siempre callada, siempre cobarde, siempre sumisa, siempre dispuesta a aspirar el humo de Satán en vaharadas cada vez más amplias. Las profanaciones y la iconoclastia irán en aumento mientras no se levante una reacción de defensa de nuestra historia y de nuestra identidad frente a los ataques coordinados y muy bien estructurados de la plutocracia mundial. Las ofensivas realizadas por los mastines del Sistema en los últimos años en Chile o en Estados Unidos o en la propia Europa, han acabado con la destrucción de los símbolos de nuestra memoria, como las estatuas de Colón o las de los héroes de la América Confederada, pero también de Cervantes, de Isabel la Católica o de San Junípero Serra. Todo esto ante las protestas tímidas y con la boquita pequeña de gobiernos como el español, que en realidad apoyan toda esta barbarie. Bueno, pues tanto en Chile, como en Estados Unidos, como en Europa, también cruces e iglesias fueron el blanco de los ataques de los racistas eurófobos. Y con toda la razón del mundo, la misma que hace que todos los radicales negros se conviertan al Islam: el cristianismo, aunque universal por naturaleza, es históricamente europeo, está ligado a nuestras raíces, lo hemos hecho nosotros. No tardaremos en ver movimientos similares en la izquierda postmarxista y antiblanca: Roger Garaudy fue sólo un precursor. La islamización del continente forma parte del proyecto de aniquilación de nuestra identidad. Recordemos: uno de los factores de la formación de la Europa medieval fue la resistencia de sus pueblos a ser islamizados, algo que se demostró con una oposición activa y militante, incluso bélica, como se ve en las Cruzadas, pero también en aquellos mártires cordobeses del siglo IX, que se sacrificaron ante el todopoderoso emirato omeya para afirmar su identidad cristiana y para combatir la arabización de su pueblo: ¿Pero quién se acuerda de Eulogio, de Paulo Álvaro y de los Mártires de Córdoba? Bergoglio, sin duda, los excomulgaría hoy.

¿Por qué, pues, arden las catedrales? Porque es el resultado inevitable de nuestro sistema educativo y de los antivalores que se instilan en las masas por el poder. No tenemos tan corta memoria como para ignorar la devastación que causaron los rojos durante nuestra guerra del 36: las iglesias destruidas, las obras de arte quemadas y el martirio de miles de fieles. Ellos son los mismos, no ha cambiado en nada su odio a la Cruz. Y lo mismo pasa en toda Europa. Lo que Azaña y Giral toleraban en su tiempo, ahora lo permiten Sánchez y sus cómplices.

Todos los países europeos que defienden su identidad, el no acabar anegados en el amnésico y bestializante melting pot mundialista, acaban por luchar por los símbolos y la herencia inmaterial, algo mucho más importante que la economía y la política. Y algo, además, que se sabe por instinto, que no necesita de grandes discursos porque corre en nuestra sangre. Por ejemplo, en Rusia, un mes antes de las elecciones presidenciales de 2012, las gamberras del grupo Pussy Riot profanaron el templo de Cristo Salvador en Moscú. Todo el mundialismo salió en defensa de las delincuentes, de las profanaciones y de las blasfemias, pero a Putin no le tembló el pulso y las indeseables niñatas fueron procesadas con benévolo rigor por las autoridades. La estimación de voto para Putin estaba en un 59% antes de este suceso. En las urnas subió a un 63%. Es decir, un pueblo sano reacciona de forma sana. Por cierto, todos estos movimientos y grupúsculos antieuropeos tienen una nota común: cantan, escriben y hablan en inglés, la lengua de los apátridas. Trump ha afirmado que se aplicará la ley a los cafres que han destruido las propiedades públicas en los motines mundialistas de estas semanas. Seguro que tampoco baja en estimación de voto. Sólo los pueblos muy degenerados pueden sufrir estas ofensas sin chistar. El camino está marcado. O defendemos nosotros nuestros templos y nuestra memoria o todo arderá con la complicidad de las autoridades. No serán los gobiernos “europeos” ni las jerarquías religiosas los que hagan algo por defender el legado de la Tradición cristiana.

Fuente: prensarepublicana.com, 2020

Más información:

Un mundo que cambia. César Vidal

Manipulación mediática

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Sobre las Listas negras de Lavado de Dinero

mayo 18, 2020

La UE y las naciones del Caribe en desacuerdo sobre la lista negra de lavado de dinero

Por Anastasia Austin.

Las Bahamas, Barbados, Jamaica y Trinidad y Tobago son el blanco del último informe de lavado de dinero de la UE

La última lista negra de lavado de dinero de la Unión Europea incluyó a cuatro naciones caribeñas que han sido consideradas países de alto riesgo, que se enfrentaron con gritos de injusticia de los funcionarios. Pero, ¿por qué se agregaron estos países y qué pueden hacer para salir de la lista?

A principios de mayo, la UE publicó su lista de países que no han abordado adecuadamente las amenazas de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, incluidas Bahamas, Barbados, Jamaica y Trinidad y Tobago. Panamá fue el único otro país de América Latina en unirse a la lista.

La lista se basa en las recomendaciones formuladas por el Grupo de Acción Financiera (GAFI), el principal organismo de normalización en este campo. La lista negra de la UE utiliza la lista de monitoreo del GAFI como punto de partida y sirve como una forma de responsabilizar a los países incluidos, ya que el GAFI no tiene capacidad de aplicación propia.

Las consecuencias para los países incluidos en la lista negra podrían ser graves . Se prohíbe a las empresas de estos países recibir nuevos fondos de la UE, mientras que los bancos europeos y otras instituciones financieras deben llevar a cabo controles más exhaustivos de las transacciones realizadas en estas naciones incluidas en la lista negra o relacionadas con ellas.

Y aunque en teoría, los países solo tienen que mostrar un progreso positivo y tangible en las áreas recomendadas para salir de la lista negra de la UE, ningún país latinoamericano ha sido eliminado de él desde que comenzó en 2016.

Para complicar aún más el asunto, la lista negra de 2020 incluyó una metodología revisada para identificar terceros países de alto riesgo, lo que significa que los países no tienen ejemplos anteriores concretos para ver cómo ser eliminados de la lista.

La condena de los países incluidos fue casi universal, acusando a la UE de tomar decisiones arbitrarias, de no tener en cuenta los progresos ya realizados y de proporcionar poca o ninguna advertencia.

Aquí, InSight Crime analiza las razones por las que cada país se incluyó en la lista.

Las Bahamas

Bahamas bien puede sentir que fue injustamente incluido en la lista negra. En febrero, el GAFI determinó que el país había completado un plan de acción para abordar las vulnerabilidades de lavado de dinero. Una evaluación in situ  se planeó para eliminar las Bahamas de la lista de vigilancia del GAFI (a partir de la cual se extrae la lista de la UE), pero esto se retrasó debido a las restricciones de viaje coronavirus.

Cuando se realice la evaluación, las Bahamas serán juzgadas por mejoras específicas, incluido el fortalecimiento del sistema financiero contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo mediante la implementación de procedimientos para la supervisión basada en el riesgo, el intercambio de información con socios internacionales y la aplicación de la ley, la recopilación y la verificación de beneficios información de propiedad y un compromiso demostrado para resolver y enjuiciar casos de lavado de dinero, incluidos casos complejos en los que los ingresos pueden haberse originado en el extranjero.

En septiembre de 2019, el Fiscal General de Bahamas, Carl Bethel, declaró que el país ha hecho un gran progreso en la lucha contra el lavado de dinero, habiendo obtenido 40 condenas por lavado de dinero en cuatro años y demostrando  su disposición a investigar y enjuiciar todo tipo de lavado de dinero.

La UE declaró que, en espera de la evaluación del GAFI, no tenía suficiente información para confirmar que las «deficiencias estratégicas de las Bahamas se han abordado de manera efectiva».

Esta explicación no fue suficiente para Bethel, que criticó a la UE por su decisión, diciendo que fue «un acto hostil por parte de uno de los bloques económicos más grandes del mundo» tratar de lograr que las Bahamas implementen un «impuesto a las ganancias corporativas». Desestimó que la UE simplemente estaba siguiendo las recomendaciones del GAFI, ya que Trinidad y Tobago abandonó el monitoreo de delitos financieros del GAFI en febrero de 2020 y aún permanece en la lista negra de la UE.

Las Bahamas fueron eliminadas recientemente de otra lista de la UE. En febrero de 2020, la UE eliminó a las Bahamas de la Lista de jurisdicciones no cooperativas de la UE para fines fiscales, felicitando a la nación isleña por haber «implementado las reformas necesarias para cumplir con los criterios de la UE sobre gobernanza fiscal y cooperación en materia fiscal».

Barbados

La lista negra incluía cinco áreas específicas para mejorar en Barbados. El primer problema, y ​​quizás el más importante, es la falta de «supervisión basada en el riesgo» para los sectores y las empresas que probablemente se utilizarán para el lavado de dinero, incluidos bancos, casinos, corredores de bienes raíces y comerciantes de metales preciosos.

Los otros señalaron problemas generales en el sistema actual de Barbados para combatir el lavado de dinero, incluido el conocimiento de la propiedad total de las empresas con sede allí, así como los malos resultados de los enjuiciamientos y la confiscación de activos en casos de lavado de dinero. Y aunque Barbados tiene una Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el monitoreo del GAFI declaró que todavía tenía deficiencias para trabajar, incluida la mejora de «la calidad de su información financiera para ayudar mejor a las agencias de aplicación de la ley».

En enero de 2020, el ex ministro de industria y comercio de Barbados, Donville Inniss, fue declarado culpable de lavado de dinero en Nueva York, después de haber intentado lavar sobornos que recibió de una compañía de seguros en los Estados Unidos.

Pero Barbados no está contento con la falta de comunicación de la Unión Europea. El abogado de Barbados, Dale Marshall, condenó la acción de la UE y le dijo a Jamaica Observer que no era más que una condena sin un juicio. «No nos han dado detalles de esto, y de hecho la primera vez que nos enteramos es a través de la prensa extranjera», afirmó.

De ser cierto, esto va en contra de la afirmación de la Comisión de la UE de que «informó a terceros países de antemano de su intención de incluirlos en la lista y les proporcionó los resultados de su análisis».

Jamaica

Por su propia admisión, el lavado de dinero es un problema grave en Jamaica. En septiembre de 2019, el Ministerio de Seguridad Nacional de Jamaica estimó que el lavado de dinero representa alrededor del 2.8 por ciento del PIB nacional y lo calificó como un «peligro claro y presente para el país». En febrero de 2020, el Ministro de Hacienda y Servicios Públicos de Jamaica, Nigel Clarke, le dijo a Jamaica Gleaner que, aunque el país había avanzado, «queda una cantidad significativa de trabajo por hacer».

Al igual que Barbados, Jamaica ahora se encuentra tanto en la lista de monitoreo del GAFI como en la lista negra de la UE , con seis áreas principales de mejora que abordar para tener la oportunidad de ser eliminado de cualquiera de ellas. Para comenzar, Jamaica necesita desarrollar una comprensión más integral de su riesgo de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, incluso antes de que pueda comenzar a mejorar la supervisión basada en el riesgo.

Esta falta de información parece afectar las otras deficiencias de Jamaica, ya que, si está disponible, permitiría al país aumentar las investigaciones de lavado de dinero mediante el uso de información financiera para abordar los agujeros en su regulación de beneficiarios reales. También se le dijo  a Jamaica  que mejorara sus barreras al financiamiento del terrorismo, especialmente a través de organizaciones sin fines de lucro. Es el único país de América Latina y el Caribe en la lista con esta deficiencia.

Aún así, la decisión parece haber sido altamente politizada dentro de Jamaica, evocando la indignación hacia la UE por parte de la administración en funciones.

Según Clarke, la decisión fue arbitraria, basada en un cambio técnico en la medida del tamaño económico del GAFI, lo que significó que Jamaica excedió por primera vez el umbral de activos financieros del GAFI y «se incluyó en la lista de países en los que el GAFI se enfocaría y monitor ”, le dijo al Jamaica Observer. Sin embargo, la oposición de Jamaica, el Partido Nacional del Pueblo,  ha dicho que el gobierno debe aceptar la responsabilidad de ser agregado a la lista negra financiera de la UE y que estaba «poniendo en peligro a Jamaica».

Trinidad y Tobago

En febrero de 2020, el GAFI felicitó a Trinidad y Tobago por el progreso significativo en abordar las deficiencias en su estrategia de lavado de dinero y oficialmente sacó al país de su lista de monitoreo. Sin embargo, la nación insular permanece en la lista negra de la UE, ya que el bloque dijo que la información disponible no le permitió concluir si Trinidad y Tobago había  abordado sus deficiencias en este momento, especialmente en lo que respecta a la titularidad efectiva de los arreglos legales.

Esto demuestra que si bien la evaluación del GAFI puede influir en gran medida en la UE, el bloque no acepta ciegamente las decisiones del GAFI y se adhiere a su propia metodología.

La propiedad beneficiaria se refiere a cuando el propietario de un activo puede ocultar su control y su dinero invirtiéndolo en estructuras como fondos fiduciarios, cuentas en el extranjero y empresas, a menudo en nombre de un abogado o contador. Esto hace que sea prioritario para la UE y el GAFI que los países recopilen información sobre los propietarios beneficiosos y legales de todos los activos y estructuras.

Hasta 2019, Trinidad y Tobago no requería que las empresas reunieran, mantuvieran e informaran esta información vital. Sin embargo, una enmienda a la Ley de Sociedades cerró este vacío en el marco legal del país.

InSight Crime no encontró respuesta pública de Trinidad y Tobago, tal vez porque no hay cambios en su estado o porque la Comisión de la UE ha prometido priorizar su revisión de los esfuerzos contra el lavado de dinero del país.

Fuente: insightcrime.org, 18/05/20.


Más información:

De-Risking: Discriminación sectorial


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lavado de dinero y financiacion de terrorismo

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El impacto del coronavirus en la Geopolítica europea

marzo 29, 2020

El coronel Pedro Baños: «Los informes alertaban de una pandemia mundial y ha faltado reacción»

«La Unión Europea va a salir muy debilitada de esta crisis», advierte el coronel del Ejército de Tierra. Lamenta que «nuestros aliados nos den la espalda» pero lanza un mensaje de optimismo: «Los españoles sabremos salir adelante, ojalá tengamos líderes políticos que nos lleven por el buen camino»

El coronel Pedro Baños.
El coronel Pedro Baños

Por Gonzalo Araluce.

El coronavirus ha roto en dos la Historia reciente de España… y del mundo. Los equilibrios de poder han cambiado. También las inquietudes sociales. Las cifras de infectados, de muertos, asaltan los informativos y luchamos por doblegar la famosa curva de contagios. ¿Había alguna forma de prever esta situación? ¿Cómo vamos a quedar cuando superemos la crisis? Los informes ya alertaban de los riesgos de una pandemia mundial. Así lo advierte el coronel Pedro Baños, diplomado de Estado Mayor y durante años al frente de labores de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo en Estrasburgo. Ahora desgrana para Vozpópuli algunas de las claves de esta epidemia. Lamenta la falta de previsión de los Estados. También cree que la Unión Europea será la gran perdedora de esta crisis mundial, lastrada por su correosa burocracia y su incapacidad de una reacción rápida. Sobre el futuro de España, advierte: «Es el momento de replantearnos muchas cosas a nivel interno».

¿Estaba prevista una crisis sanitaria de esta envergadura? ¿Ha faltado reacción?

-Previsto estaba. En las estrategias de Seguridad Nacional de España se ha abordado varias veces el tema. En la de 2011 se hablaba de los riesgos de las pandemias. En la de 2013 se insistía en el tema. Y en 2017 se profundizaba más en ellas con especial detalle en el ébola. Aún más lo citaban en las estrategias de Reino Unido de 2008 y 2010, citando la palabra ‘pandemia’ una docena de veces y diciendo que es una de las grandes amenazas a la seguridad. Al mismo nivel que un ciberataque o un ataque terrorista.

Pero todo eso queda sólo en el papel, no se ha fortalecido el sistema. Es cierto que una pandemia como esta no hay un sistema sanitario que lo aguante, pero estábamos con la guardia muy baja. También en el ámbito económico: casi sin reservas o con deudas. Ha faltado reacción y la recuperación va a ser muy difícil.

Si algo estamos viendo estos días es que la pandemia del coronavirus está sacudiendo el tablero internacional.

-Lo primero que tenemos que entender es el concepto en que estábamos. Era de un enfrentamiento tecnológico que iba a más entre un Estados Unidos decreciente y una China con un auge impresionante. China ha gestionado la crisis y la ha convertido en oportunidad. Aún estamos a la espera de ver la reacción de Estados Unidos, que tiene que reformular el orden económico mundial para que le vuelva a ser favorable. Estamos en los primeros pasos, nos quedan por ver muchos movimientos.

En uno de sus libros –Así se domina el mundo y El dominio mundial [ambos en la editorial Ariel]– recoge la siguiente reflexión: “No hay aliados eternos, sino intereses permanentes”. ¿Lo estamos viendo estos días?

-Tenemos el caso bien claro de Italia, que ha pedido ayuda no a un país de la OTAN, no de la Unión Europea. Se la ha pedido a Rusia. Toda esta situación está fomentando el euroescepticismo. La Unión Europea no ha logrado materializar nada. Los países afectados abren los brazos de par en par a Rusia y China.

Militares italianos y rusos preparan un plan de choque contra el coronavirus.
Militares italianos y rusos preparan un plan de choque contra el coronavirus

Si hace dos meses nos enseñan imágenes como las de los militares italianos y rusos trabajando codo con codo nos hubiera costado creerlo.

-Más aún teniendo en cuenta que Rusia está sancionada económicamente por la Unión Europea. Evidentemente esto tiene sus tintes propagandísticos y su estrategia, pero la realidad esta ahí. Aquellos que pensábamos que eran nuestros amigos más íntimos, nuestros aliados, nos están dando sistemáticamente la espalda.

Dice que la Unión Europea no ha logrado materializar las ayudas a los países miembros…

-Va a salir muy debilitada de esta crisis, traslada a la ciudadanía una imagen de ineficacia. A eso hay que sumar el euroescepticismo que ya estábamos viviendo, con el Brexit como máximo exponente. Esto puede provocar una profunda desunión. La Unión Europea no está sabiendo aprovechar esta crisis para reconvertirla en una oportunidad de fortalecerse. La lentitud burocrática es un problema.

¿Y en España? ¿Puede cambiar la concepción del Estado tal y como la conocemos?

-Pueden cambiar muchas cosas en el plano socioeconómico interno. Nos enfrentamos a un debilitamiento enorme de la sociedad. También de las grandes empresas y de los Estados. Tenemos volúmenes de paro muy alto, jóvenes con trabajos mal pagados y poca calidad. La clase media está cada vez más empobrecida. Es el momento de replantearnos muchas cosas a nivel interno. Tenemos que tener siempre alguna previsión, una reserva en el plano gubernamental y también en el individual para hacer frente a una crisis.

Un policía local de Murcia ofrece gel desinfectante a una militar del Ejército de Tierra.
Un policía local de Murcia ofrece gel desinfectante a una militar del Ejército de Tierra

Las consecuencias de todo esto las tenemos que contemplar a largo plazo.

-Lo estamos viviendo ya en España. Todos tenemos personas en nuestro entorno que lo están sufriendo en ERTEs, autónomos sin proyectos, pequeños empresarios que se quedan sin trabajos… Si esto se prolonga 2 o 3 meses, muchos no abrirán la persiana. Hay economistas que dicen que vamos a salir en ‘V’ [teoría que apunta a que la economía y el consumo se revitalizarán a fuerte ritmo tras los meses de parón]. Yo creo que no, que más bien será una ‘U’. Que una vez que esto pase, las personas con pocos ahorros tendrán que pedir préstamos, que el consumo se va a retrotraer y que aquellos con disponibilidad económica van a estar muy pendientes de gastar poco.

Y una vez golpeados de pleno nos encontramos con el surgimiento de una cantidad ingente de fake news, que dificultan la gestión de la crisis.

-Lamentablemente también proceden de las instituciones, son oficiales y es muy difícil luchar contra ellas. Están proliferando agencias, departamentos o webs para detectar noticias falsas, pero sólo filtran aquellas que les interesan, por tintes ideológicos, económicos o el que sea. También hay quienes crean fake news por divertirse o por pura maldad. Hoy en día las notamos más porque nos entran a todos a través de la tecnología.

¿Saldremos de esta?

-El pueblo español es extraordinario. Somos más trabajadores de lo que nos pensamos: cuando salimos al extranjero damos el do de pecho. Somos creativos, flexibles, y todo eso nos va a permitir salir adelante. No significa que vaya a ser fácil ni en poco tiempo, pero seguro que lo conseguimos. Ojalá tengamos líderes políticos que nos lleven por el buen camino y dentro de la unidad.

Fuente: vozpopuli.com, 29/03/20.


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El impacto de los nacionalismos en Europa

mayo 28, 2019

Los nacionalismos y la guerra

Por Michel Wieviorka.

El análisis político suele proponer comparaciones históricas. Es verdad que suele valerse, incluso sin ser marxista, de una célebre observación de Karl Marx. Este en efecto inicia su análisis del 18 Brumario de Luis Bonaparte observando que “Hegel señala que todos los acontecimientos y personajes históricos se repiten por así decir dos veces. Olvidó añadir: la primera vez como tragedia, la segunda como farsa”.

Si la historia se repite, incluso a modo de farsa, en tal caso, efectivamente, son útiles las comparaciones históricas a las que es especialmente aficionada nuestra época. Una comparación apela a la reflexión en mayor medida que otras; es la que frecuentemente pone su atención en el auge contemporáneo de los nacionalismos y los populismos en Europa, en los años treinta, el apogeo de los fascismos y del nazismo con su trágico desenlace, la Segunda Guerra Mundial y el genocidio de los judíos, para no hablar del franquismo y de otras dictaduras. Cabe preguntarse: ¿anuncian los tiempos actuales horrores semejantes?

Tal hipótesis sugiere la existencia de una especie de sentido de la historia, como si algunos hechos comparables en ciertos aspectos debieran desembocar necesariamente en consecuencias asimismo comparables, incluso aunque una experiencia no sea idéntica a otra. ¿Resulta, entonces, pertinente deducir de ciertas semejanzas (por ejemplo, del éxito de los nacionalismos) que vamos hacia la guerra ? ¿Hay que admitir que comprendemos tanto mejor el presente en el sentido de que nos incita a pensar en lo peor, en las escaladas militares y la barbarie a escala europea, incluso mundial? Un argumento al menos aboga por no ir tan deprisa en este sentido: en conjunto, los nacionalismos en Europa no son muy belicosos, no se oye mucho ruido de botas, con excepción, que no hay que infravalorar pero tampoco decir que deba desembocar en una generalización de las tensiones, de lo que se halla en juego entre Rusia y Ucrania y no solamente en torno a la cuestión de la anexión de Crimea por parte de Vladimir Putin.

Por el momento, en efecto, las expresiones más radicales del auge de los nacionalismos dan incluso más bien la imagen inversa. Lejos de toda pulsión guerrera y de las reivindicaciones territoriales, apelan sobre todo al cierre de las naciones sobre sí mismas y al desmantelamiento de Europa como unión. Sueñan con barreras, con el repliegue sobre sí mismo y no con la expansión. Las alianzas que se esbozan o se preparan entre ellas así como con otras, la Rusia de Putin por ejemplo, no tienen dimensión militar si bien pueden tener implicaciones geopolíticas e intentar influir sobre los grandes equilibrios del mundo actual. Y cuando una región se caracteriza por fuertes inclinaciones independentistas, en Escocia y sobre todo en el caso de Catalunya, ello no conlleva contemplar la vía de la lucha armada, por el contrario más bien abandonada oficialmente por parte de ETA en el 2018, en lo concerniente al País Vasco español.

Los nacionalismos de entreguerras se desarrollaron, más bien, es verdad, sobre el fondo de una importante crisis económica y un poco como en la actualidad en la debacle de otras fuerzas políticas, sobre todo en la izquierda. Pero la fuente esencial de su exacerbamiento se encontraba en el fracaso de los agentes encargados de alentar los dispositivos que habrían debido asegurar una paz duradera después de la Primera Guerra Mundial. Y se ha manifestado constantemente por tentaciones belicosas y reivindicaciones territoriales o étnicas.

En la actualidad, los llamamientos identitarios se dirigen sobre todo al rechazo de los inmigrantes y a llamar al orden al islam; no quieren dedicarse a desplazar las fronteras en Europa. Afrontan más bien desafíos en primer lugar internos y se asocian a demandas sociales internas, impulsadas por ejemplo por personas en crisis o en dificultades, en un marco de sentimiento de inseguridad y de miedos en torno a la integridad cultural de la nación, con mayor razón en el sentido de que tales llamamientos no se conciben en términos de la identidad cultural de la nación ni tampoco en términos del peso e influencia del país en cuestión en el mundo o en Europa. Y cuando así se conciben, es de modo defensivo, para proteger a la comunidad nacional de lo que procede de fuera, y no de modo ofensivo o agresivo.

La historia nunca se escribe por anticipado. Pero recurrir a la experiencia de los años treinta para decir que vamos sin transición hacia una nueva conflagración mundial por el hecho de los nacionalismos y de los populismos europeos no descansa sobre ningún dato serio y es demasiado simplista. Lo que es verdad, por cierto, es que su éxito podría abocar a poner fin a la Unión Europea, nacida ella misma precisamente para preservar a Europa de la guerra e imposibilitar su retorno. No es pues, imposible, si las tentaciones nacionalistas prosperan y llegan a echar por tierra a Europa, que una vez destruida surjan conflictos armados en su seno. Pero tales perspectivas no son las de los protagonistas contemporáneos del nacionalismo y del populismo, que quieren más bien impulsar lógicas de retraimiento y repliegue, pasando por la fragmentación del espacio europeo. En todo caso, si la barbarie ha de desplegarse sobre el viejo continente, será bajo otras formas distintas de las conocidas en los años treinta y cuarenta.

Fuente: lavanguardia.com, 20/05/19.

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Geopolítica

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No pinta bien el futuro de Europa

mayo 27, 2019

El futuro de Europa

Ian Vásquez señala que ante el evidente descontento de los europeos con el statu quo Europa debería crear un mercado más competitivo liberalizando su economía y descentralizando el poder en torno al principio de la subsidiaridad.

Todo el mundo tiene puestos los ojos sobre el Reino Unido y el mal manejo del ‘brexit’ que supuestamente se dará a fin de mes. Tal como andan las cosas, no se sabe en qué forma o bajo qué condiciones se dará el divorcio con la Unión Europea, o si se pospondrá un par de años más. ¿Se llegará a un acuerdo con la UE? ¿Se retirarán los anglosajones sin antes acordar las reglas de la separación?

Quienes con razón critican la manera caótica en que los políticos británicos y los europeos han manejado el tema, apuntan a cómo la incertidumbre y el cambio brusco de reglas pueden perjudicar al Reino Unido. Cierto, pero no hay que ignorar que las cosas no van de maravilla al otro lado del Canal de la Mancha.

Italia está en recesión, Alemania casi lo está, y hay temor de que los problemas económicos afectarán a la anémica Francia y a otras partes de Europa, cuyos problemas estructurales siguen sin solución. Esos incluyen mercados laborales rígidos y altas tasas de desempleo –15% en España, 9,1% en Francia, 18% en Grecia, por ejemplo– que además tienden a ser de largo plazo. El desempleo juvenil es todavía más alto: 33% en España, 21% en Francia, 39% en Grecia. Ladeuda pública también ha aumentado. Es del 99% del PBI en Francia, 125% en Portugal y 182% en Grecia. Esto, además, no toma en cuenta la deuda implícita de los programas sociales estatales que llegan a ser varias veces el tamaño de las respectivas economías, por lo que no son sostenibles.

Hay un evidente descontento europeo con el statu quo y lo que los europeos llaman el “déficit democrático”, que ha surgido en la medida en que Bruselas acumula cada vez mayor poder. Explica en parte el auge de partidos nacionalistas antisistema. En las últimas elecciones nacionales estos recibieron 17,6% de los votos en Suecia, 21% en Dinamarca, 26% en Austria, 13% en Francia y 12,6% en Alemania, por ejemplo.

El ‘brexit’ también es una reacción a ese sistema europeo que buena parte de la población inglesa no considera representativo. Aun así, el ‘establishment’ europeo ha reaccionado de manera predecible. Ante el divorcio con el Reino Unido, urge una mayor centralización del poder en manos de los políticos y burócratas de la UE. Así se pronunció Guy Verhofstadt, ex primer ministro de Bélgica y miembro del Parlamento Europeo, este fin de semana.

El presidente francés, Emmanuel Macron, también piensa que la solución va por ese lado. Este mes propuso una agenda supuestamente para contrarrestar el populismo y dinamizar la economía europea. Consiste, sin embargo, en una agenda mercantilista: la creación de más agencias burocráticas regulatorias, un incremento del gasto público para fomentar la innovación tecnológica, la promoción de negocios supuestamente estratégicos a través del proteccionismo, un incremento de impuestos a ciertas empresas globales de tecnología y un salario mínimo para toda la región.

¡Qué decepción! En vez de crear un mercado más competitivo, pretende un mayor control estatal a nivel continental. No tiene sentido un salario mínimo para países tan dispares como Bulgaria u Holanda. Fijarlo a niveles de las naciones ricas solo crearía desempleo en los países menos prósperos del Este. En vez de abrir la Unión Europea, liberalizar su economía y descentralizar el poder basado en el principio de la subsidiaridad, Macron propone más de lo mismo. Su propuesta conseguirá más de lo mismo.

No pinta bien el futuro de Europa. Las elecciones para el Parlamento Europeo son en un par de meses. O se fortalecerán las fuerzas populistas nacionalistas, o se fortalecerá el ‘establishment’ centralizador europeo. Hace falta una visión liberal basada en la competencia y el respeto a la diversidad cultural y política con que hace décadas empezó el proyecto de integración europea.

Este artículo fue publicado originalmente en El Comercio (Perú) el 19 de marzo de 2019.

Fuente: elcato.org, 2019.

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Bulgaria destierra la ideología de género del país

noviembre 25, 2018

Bulgaria sigue el ejemplo de Hungría y Polonia y acaba con la ideología de género en el país

bulgaria banderaEl Principal tribunal búlgaro ha decidido que un documento de la Unión Europea firmado por Bulgaria en 2011 es inconstitucional por considerar que el “género” de las personas es “una construcción social”. Con esta decisión, Bulgaria sigue el ejemplo de Polonia y Hungría y dice no a las permanentes presiones de las instituciones de la Unión Europea (UE), que imponen la aceptación de la “ideología de género” como un hecho científico y prácticamente indiscutible, cuando solamente se trata de un posicionamiento ideológico de izquierdas.

Así lo ha entendido el Tribunal Constitucional búlgaro que ha rechazado por unanimidad la ideología de género. Tanto es así que todas las mujeres que forman parte del tribunal votaron en contra del documento de la UE. La demanda había sido presentada por la Iglesia Ortodoxa y congresistas que apoyan al actual presidente, el conservador Boyko Borisov.

Los magistrados apuntan un argumento rotundo en su sentencia: “Si en la sociedad ya no hay diferencia entre el hombre y la mujer, la lucha contra la violencia hacia las mujeres se vuelve imposible’’.

Fuente: alertadigital.com, 22/11/18.

Más información:

Ideología de género, Feminismo y Pedofilia

Los riesgos de la ideología de género y la transexualidad infantil

Castigan a un prestigioso físico por criticar la ideología de género

Siete claves sobre la ideología de género

Algunas verdades sobre la Ideología de Género

Absurdo: Prohíben el uso del género como factor de riesgo en los Seguros, en Europa


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Banco Sabadell quiere retirar su sede de Cataluña

octubre 5, 2017

Quinto banco español reúne a su consejo directivo para aprobar su salida de Cataluña

Se trata del Banco Sabadell. La entidad busca con el cambio de sede garantizar que la entidad siga estando bajo el paraguas del Banco Central Europeo.

Quinto banco español reúne a su consejo directivo para aprobar su salida de Cataluña

El Banco Sabadell, el quinto de España por activos, anunció hoy que decidirá a lo largo de la jornada si traslada su sede social a Madrid o Alicante (este), ante el clima creado por las pretensiones independentistas de las autoridades de la región de Cataluña.

Cataluña bandera independentistaEl pasado domingo tuvo lugar un referéndum soberanista en Cataluña que había sido suspendido por el Tribunal Constitucional, pero las autoridades regionales están decididas a aplicar los resultados, con la hipótesis de una declaración unilateral de independencia en los próximos días.

Varias empresas con sede en Cataluña empezaron a cambiar de sede social ante la hipótesis de una secesión de esa región y con la intención de proteger a sus clientes y accionistas.

Fuentes del Banco Sabadell aseguraron que el cambio de domicilio social garantizará que la entidad siga estando bajo el paraguas de supervisión del Banco Central Europeo, además de que el pago de impuestos de la sociedad se llevará a cabo en la ciudad que albergue la nueva sede del banco.

El pasado martes, dos días después de la consulta ilegal, el tercer banco español, CaixaBank, también con sede en Cataluña, remitió una nota interna a sus empleados en la que les comunicaba que la defensa de los intereses de clientes y empleados «guiará las decisiones futuras que, en caso de ser necesario, hayan de tomarse».

En estos días otras empresas optadron por cambiar la sede social y, así, la operadora de telecomunicaciones Eurona Wireless ha acordado trasladar su sede de Barcelona a Madrid, lo mismo que la biotecnológica Oryzon Genomics.

Para los bancos, permanecer en la zona euro haría posible seguir operando con normalidad y garantizar los intereses de sus accionistas, clientes y empleados dentro de cualquier escenario.

El Gobierno español y la Comisión Europea han reiterado públicamente que si una región se separa de un país miembro inmediatamente quedará fuera de la Unión Europea.

Fuente: cronista.com, 05/10/17.


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Octubre, clave para el Banco Central Europeo

septiembre 8, 2017

Octubre será crucial para el Banco Central Europeo

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El  máximo representante del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, consideró que todas las decisiones atinentes al descarte de estímulos monetarios “se tomarán en octubre”.

Anticipadamente el Consejo de Gobierno contuvo la tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0 % y estaría prevenido para subir más las compras mensuales de deuda pública y privada en la zona del euro, que son ahora de 60.000 millones de euros, “si el panorama empeora”.

Vale recordar que el BCE es el banco central de los 19 países de la Unión Europea que han adoptado el euro. Su función principal es mantener la estabilidad de precios en la zona del euro para preservar el poder adquisitivo de la moneda única.

Constituye además el núcleo del Eurosistema y del Mecanismo Único de Supervisión.  Su misión es servir a los europeos mediante la salvaguardia del valor del euro y el mantenimiento de la estabilidad de precios.

Define  y ejecuta la política monetaria de la zona del euro y lleva a cabo otras funciones, entre ellas la de supervisión bancaria. Trabaja para los europeos y rinde cuentas ante ellos a través del Parlamento Europeo. Los Tratados de la Unión Europea definen diversos canales para la rendición de cuentas, entre los que se incluye la publicación de un Informe Anual.

El titular del Eurobanco está preocupado por la fortaleza del tipo de cambio: al euro le ha faltado tiempo para volver a sobrepasar en apenas unos minutos, y con ese simple anuncio, la barrera de los 1,20 dólares por unidad.

Un euro fuerte perjudica a los exportadores. Dificulta que la inflación vuelva a niveles normales. Y sobre todo endurece las condiciones financieras, con Europa –y sus bancos– sufriendo aún el legado de la Gran Recesión a pesar de la recuperación económica.

El Banco Central Europeo decidió mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0%. También deja invariable la facilidad de depósito el -0,4% (es lo que los bancos que depositan dinero en el BCE deben pagar) y la de crédito en el 0,25%. Pero lo más importante: deja intacto el ritmo actual del programa de compra de activos, fijado en 60.000 millones al mes, el llamado quantitative easing (QE).

Draghi ha anunciado sus nuevas previsiones económicas, en un momento en el que la inflación aumenta lentamente en la zona euro (se situó en agosto en el 1,5%) y el crecimiento del bloque se apuntala y el PIB ha logrado una velocidad de crucero (creció el 0,6% en el segundo trimestre).

Básicamente, el BCE ha elevado sus previsiones de crecimiento, y ha empeorado las de inflación. El euro está en cotas muy elevadas con respecto al dólar: la divisa europea se intercambia cerca de 1,20 billetes verdes. Al arrancar 2017, el cambio estaba en 1,05 dólares.

Draghi se ha referido a esa apreciación del euro varias veces al arranque de su rueda de prensa. Porque es un elemento que dificulta el llamado tapering, la retirada gradual de estímulos. La fortaleza del euro amenaza la buena salud de las exportaciones y una subida adicional del tipo de cambio endurecería las condiciones financieras, con el recuerdo de la crisis bancaria extremadamente fresco en algunos países. La inflación, además, sigue muy lejos del objetivo.

Fuente: pedroluismartinolivares.com, 08/09/17.


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Turquía no será miembro de la Unión Europea

septiembre 6, 2017

Turquía ya puede ir olvidándose de ingresar en la UE

Por Michael J. Totten.Bandera de Turquía.

«La idea de que Turquía podría encajar en la UE ha estado siempre un poco fuera de lugar, y es especialmente ridícula desde el verano del año pasado, cuando una intentona golpista dio lugar a un espasmo stalinista en Ankara. En sólo un par de semanas, Erdogan despidió a más de 20.000 profesores de escuelas privadas y a casi 10.000 oficiales de policía. Suspendió a casi 3.000 jueces y arrestó a más de 10.000 soldados. Empuró a decenas de miles de funcionarios del Ministerio de Educación y fulminó a 1.500 decanos de universidad. Cerró más de 100 medios de comunicación y suspendió a más de 1.500 funcionarios del Ministerio de Finanzas«

Turquía nunca será miembro de la Unión Europea, y la canciller alemana, Angela Markel, por fin lo ha dicho en público. “Lo que está claro es que Turquía no debería ser miembro de la UE”, dijo en un debate electoral con su rival, Martin Schulz. “Hablaré con mis colegas para ver si podemos alcanzar una posición común y cerramos esas conversaciones de ingreso”.

La única sorpresa es que hayan durado tanto, pero al menos Merkel está dispuesta a, en efecto, llamar dictadura a la dictadura, ahora que Turquía está encarcelando a ciudadanos alemanes –periodistas y activistas por los derechos humanos incluidos– y acusándolos de pertenecer a organizaciones terroristas y de intentar derrocar el régimen de Erdogan. Los países occidentales suelen hablar de “presos políticos” en estas situaciones, y los Estados de la UE tienen enfáticamente prohibido tener presos políticos.

La idea de que Turquía podría encajar en la UE ha estado siempre un poco fuera de lugar, y es especialmente ridícula desde el verano del año pasado, cuando una intentona golpista dio lugar a un espasmo stalinista en AnkaraEn sólo un par de semanas, Erdogan despidió a más de 20.000 profesores de escuelas privadas y a casi 10.000 oficiales de policía. Suspendió a casi 3.000 jueces y arrestó a más de 10.000 soldados. Empuró a decenas de miles de funcionarios del Ministerio de Educación y fulminó a 1.500 decanos de universidad. Cerró más de 100 medios de comunicación y suspendió a más de 1.500 funcionarios del Ministerio de Finanzas.

Desde entonces, las cosas no han hecho sino empeorar. En abril, los votantes turcos decidieron por un escaso margen acabar con su régimen parlamentario y reemplazarlo con uno que da nuevos poderes al presidente, Recep Tayyip Erdogan, lo que hace de él un dictador electo en todo salvo en el nombre. Erdogan, “que tendría un poder no conferido a los líderes turcos desde los sultanes, es de hecho un neo-otomano”, ha escrito la turcóloga Claire Berlinski.

La Unión Europea aceptó oficialmente a Turquía como candidata al ingreso en 2004. Los europeos confiaron en que una nación de vasta mayoría musulmana pudiera occidentalizarse a sí misma por completo luego de la occidentalización parcial llevada a cabo por Mustafa Kemal Atatürk tras el colapso del Imperio Otomano, y que se convirtiera en un ejemplo para Oriente Medio. Un occidental tras otro se convencieron a sí mismos de que el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan era una formación capitalista socialconservadora de corte occidental, la versión islámica del partido democristiano alemán o del republicano de EEUU. (Muchos de entre ellos cometieron después el mismo error con la Hermandad Musulmana egipcia y su condenado presidente Mohamed Morsi). De nuevo Berlinski:

Tras el 11-S, en Occidente mucha gente se metió el islam y los islamistas en la cabeza y se olvidó de casi todo lo demás. De ahí que muchos consideraran que lo más relevante del AKP era su condición de ‘moderadamente islamista’. Muchos quizá estaban tan entusiasmados por que no empezaran a colgar homosexuales de las grúas que aceptaron acríticamente el resto del relato del AKP sobre sí mismo: estaba abriendo un sistema esclerotizado que era, en sus palabras, “radicalmente laicista”.

La parte restante de la ecuación fue durante un tiempo difícil de ver para algunos, pero ya no. Ciertamente, Erdogan no está siquiera en la misma zona horaria que el ISIS. Sin embargo, sí está en la misma que el difunto Hugo Chávez –salvo en lo del socialismo bolivariano–, el ruso Vladímir Putin y el bielorruso Alexander Lukashenko. Todos ellos son (Chávez fue) demagogos autoritarios con apenas un barniz de legitimidad democrática; son las clase de gobernantes que suelen producir países parcialmente influidos por pero que al mismo tiempo se mantienen al margen de Occidente.

Los funcionarios europeos saben con total seguridad que Turquía jamás podrá unirse a la UE tras lo que sucedió el año pasado. Su principal ciudad, Estambul, está en Europa, pero su capital está en Asia, como la mayoría de su población. Algunos barrios de las ciudades turcas parecen y se sienten europeos, sin duda, especialmente si se los compara con los de la gran mayoría de las ciudades árabes; pero Turquía es un híbrido cultural: como el Líbano, Armenia e incluso Rusia, es un lugar donde el Este se mezcla con el Oeste. Los occidentales pueden sentirse y se sienten allí como no lo harían en un país como Arabia Saudí o Pakistán, pero el solapamiento cultural es, como mucho, del 50%, y el solapamiento político turco se está marchitando con Erdogan.

Los occidentales se han estado embromando a sí mismos con Erdogan durante años. Pero se acabó. La novedad es que al menos un líder europeo está dispuesto a poner fin de una vez por todas a esta película que nos hemos montado. Casi con toda seguridad, otros líderes le secundarán.

Fuente: elmed.io, 06/09/17.


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Le Pen-Melenchon: El futuro de Francia y la Unión Europea

abril 13, 2017

Le Pen-Melenchon, el posible ballottage de extremistas que aterra a toda la Unión Europea

Inquieta el rápido ascenso del candidato de ultraizquierda; es eurofóbico, como la líder del Frente Nacional; Hollande intervino en la campaña para lanzar una señal de alerta.

Por Luisa Corradini.

FranciaPARÍS — ¿Y si terminara por suceder lo impensable? ¿Si el 23 de abril Francia abandonara el perímetro de la razón y escogiera para la segunda vuelta un duelo entre la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen , y el de extrema izquierda, Jean-Luc Melenchon? Entre otros absurdos, dos eurofóbicos en un país donde el 75% de la gente quiere conservar el euro y permanecer en la Unión Europea (UE).

Ése es el escenario que provoca escalofríos a políticos y analistas ante el vertiginoso avance registrado en los últimos días por Melenchon, líder de La Francia Insumisa (LFI). Según un sondeo publicado anteayer por el instituto Ifop, si bien Le Pen y el social-liberal Emmanuel Macron siguen liderando las intenciones de voto, Melenchon (19%) consiguió relegar al cuarto puesto al conservador François Fillon (18%).

Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional, en un acto cerca de Troyes
Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional, en un acto cerca de Troyes.
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Las encuestas también demuestran que la erosión continúa para los dos favoritos que perdieron medio punto en 48 horas: Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional (FN), conserva 23,5% de intenciones de voto y el líder de En Marcha, Emmanuel Macron, 22,5%. En las últimas semanas, ambos habían superado el 25%.

La situación parece lo suficientemente dramática como para que el presidente, François Hollande, haya decidido salir de su reserva para lanzar una señal de alarma: «Esta campaña huele mal. Ha despegado de la realidad», confiesa esta semana en una entrevista concedida al semanario Le Point.

El jefe de Estado deplora que «la emoción» y la dinámica electoral hayan reemplazado a «la razón» y los contenidos «de fondo»: frente a la «moda Melenchon» y al «populismo», «las simplificaciones que consiguen que uno mire el espectáculo del tribuno en vez del contenido de su texto representan un real peligro», precisó, en alusión a las remarcables dotes oratorias del líder de LFI. Y aunque se cuidó muy bien de llamar a los franceses a votar por Macron, en filigrana le otorgó sus preferencias: «Creo que la política necesita renovación», declaró.

A su juicio, también «puede existir en los electores la tentación de abatir al o a los favoritos», simplemente por frustración. Eso es lo que parece confirmar otro estudio publicado anteayer por el instituto Ipsos, en el cual 67% de los franceses reconocen que esta campaña les provoca frustración, repugnancia e indignación.

Una proporción apenas inferior (64%) afirma que la campaña electoral «no les aportó gran cosa sobre los programas y las personalidades» de los 11 candidatos.

Ese sentimiento generalizado de cólera permite comprender las razones de otro dato fundamental que agrega a la incógnita de la primera vuelta. A saber, el elevado abstencionismo previsto para el 23 de abril: sólo 66% de los franceses tienen intenciones de acudir a votar. Si se confirma esa tendencia, esa cifra pulverizaría el récord de 28% de ausentismo registrado en 2002.

Como siempre sucede, la franja más movilizada corresponde al electorado senior: 73% de los mayores de 65 años están decididos a votar. Los más abstencionistas, en cambio, son los jóvenes de 18-24 años. Solo 45% de ese grupo acudirá a las urnas.

Una encuesta diferente de Ipsos reveló otra tendencia inquietante. Los llamados «primo votantes», es decir, los jóvenes que acuden a las urnas por primera vez, parecen resueltos a votar en forma masiva por Marine Le Pen: 29% de esa franja, que representa 3,3 millones de electores, confiesa que votará por el FN para «patear la mesa» o «para ver si funcionan las ideas [de Le Pen] que nunca fueron aplicadas» en Francia.

Muchos de esos jóvenes reconocen que su actitud está inspirada en la exasperación y no les importa que Marine Le Pen represente un peligro para la democracia: «No me importa nada», declaró Rudy Le Blanc a la cadena de noticias BFM TV.

Melenchon convocó a una multitud ayer en Marsella
Melenchon convocó a una multitud ayer en Marsella.
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Más que en cualquiera de las elecciones anteriores, en las que siempre hubo un «candidato de la esperanza», esta vez «los electores parecen resignados a escoger el menos malo». Una gran parte de la población se considera «no representada» por la clase política y los candidatos a estas elecciones: «¿Votar? ¿Para qué? No creo en nada más […] Las cosas no cambian», es una de las respuestas más escuchadas por los encuestadores del Centro de la Vida Política Francesa (Cevipof).

En un país con 3 millones de desocupados, según las cifras oficiales, y otros 2 millones de desempleados de larga duración que salieron de las estadísticas, «existe una sensación generalizada de ser víctimas del abandono y el desprecio de la clase dirigente, que no hizo el menor esfuerzo para protegerlos de la crisis y de la erosión del nivel de vida», afirma el economista Michel Santi, autor del libro Miseria y opulencia.

De los 67,5 millones de habitantes de Francia, quinta potencia económica del planeta, 9,6 millones (14,3% de la población) viven bajo el umbral de pobreza, casi un millón de personas no tienen domicilio fijo, 3 millones carecen de vivienda digna y 4 millones pueden comer gracias a los alimentos distribuidos por las ONG y las asociaciones caritativas.

Ese dramático panorama permite comprender por qué razón, aunque la lógica y las encuestas confirmen las posibilidades de un duelo final entre Le Pen y Macron, es legítimo preguntarse si, esta vez, Francia no será capaz de abandonar el perímetro de la razón.

Fuente: La Nación, 13/04/17.


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