El futuro del Mercado de Capitales argentino

julio 1, 2018 · Imprimir este artículo

Mercado de capitales: terreno preparado para el despegue

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En 18 meses hubo cambios normativos y legales que plantaron las semillas para que el mercado de capitales argentino pueda transformarse en la vía que canalice el ahorro hacia la inversión.

argentinaLas buenas noticias que el mercado financiero esperaba con gran expectativa desde hace más de un año llegaron en mal momento. Por eso el optimismo que había hace poco más de dos meses, si las decisiones se concretaban, quedó opacado.

La sanción de la Ley de Financiamiento Productivo se perdió en el medio de una tormenta cambiaria que aún no se termina de despejar. Y la algarabía por la recalificación de Argentina de país “de frontera” a “emergente” por parte de Morgan Stanley Capital International (MSCI) duró poco, con un escenario mundial de alta inestabilidad que agrava los problemas locales.

Sin embargo, si se deja de lado la urgencia del momento y se mira lo importante y el mediano plazo, el proceso que llevó a que se concretaran ambas novedades deja sentadas las bases para que el mercado de capitales argentino, de una vez por todas, se convierta en una verdadera alternativa de financiamiento de la producción que complemente al sistema bancario.

El sector mueve hoy muy poco volumen, en su mayoría (más del 70 por ciento) es dinero que se canaliza al sector público por vía de títulos y de bonos nacionales, provinciales y municipales; son pocas las empresas que ven en el mercado un lugar donde buscar fondos para su actividad o sus proyectos; y los inversores locales conocen poco y siguen prefiriendo herramientas tradicionales para canalizar sus ahorros.

Por eso, más allá del pesimismo del momento actual, los referentes tienen buenas expectativas para adelante.

“Quizá la sanción de la ley y la recalificación llegan en momento en el que la liquidez global se retrajo un poco, pero son un requisito necesario para que, una vez normalizada la situación, los capitales fluyan y permitan el sano desempeño del mercado de capitales, donde el ahorro local financie la inversión”, dice Iván Petrini, de Petrini Valores.

Un camino consistente

La recategorización de MSCI es fruto de un proceso que comenzó con la asunción de la actual gestión, en diciembre de 2015, y que, además, sembró las semillas para que el mercado pueda despegar.

“Hay muchas, y muy importantes, cosas que se han hecho en estos dos años y medio. Se ha logrado fomentar la actividad del mercado no sólo con la última ley, sino con diversas resoluciones de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que corrigieron cosas que estaban mal, que no estaban reguladas o no existían”, opina Aníbal Casas Arregui, socio de S&C Inversiones.

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Tras el fin del cepo cambiario en diciembre de 2015, hubo medidas de distinta relevancia, desde el levantamiento de las restricciones al flujo de capitales internacional (remarcado especialmente por MSCI) y el arreglo con los holdouts hasta la nueva ley para el mercado de capitales, pasando por el desarrollo de incentivos de productos como el pagaré bursátil o la obligación negociable simple avalada por una sociedad de garantía recíproca (SGR).

Hubo también normas que simplificaron y agilizaron los trámites para operar y ordenar de los distintos mercados. Se concretó la puesta en marcha de Bolsas y Mercados Argentinos (ByMA) y el Mercado Argentino de Valores (MAV) y se avanza en la interrelación de los mercados de futuros (Rofex y Mercado Abierto Electrónico- MAE).

En lo inmediato, la clasificación de emergente “genera una demanda potencial de activos argentinos bastante grande”, subraya Gonzalo Becerra, titular de Becerra Bursátil. “En forma directa, en las 16 acciones que cotizan afuera (ADR); en forma indirecta, sobre las acciones locales, y eso generará más volumen en pesos. Además, esto puede impulsar a que haya más emisiones de empresas argentinas”, agrega.

Aunque el efecto inmediato no es sobre los títulos públicos, si se suma el dinero del Fondo Monetario Internacional, las perspectivas son buenas también para este sector de renta fija, tanto en volumen como en precios.

Por otra parte, para el sector productivo, la mayor disponibilidad de productos e instrumentos que se están desarrollando (pagarés, ON simple) permitirá dar más volumen, profundidad y opciones a quienes necesitan financiarse.

En la nueva ley sobresalen la nueva factura electrónica conformada, la posibilidad de securitizar letras hipotecarias y el impulso a los fondos comunes cerrados de inversión.

“La ley tiene aspectos clave de oferta pública que harán crecer el mercado y permitir que las empresas lo puedan utilizar para financiar sus proyectos”, considera John Walker, director de Dracma SA.

“Hoy el mercado de capitales argentino es ínfimo frente a vecinos como Chile, Brasil, Colombia o Perú. Todas estas medidas tienden a que haya más instrumentos, más oferta y más volumen”, acota.

Por su parte, Fernando Luciani, director ejecutivo del Mercado Argentino de Valores, remarca: “Los volúmenes de Argentina tienen que multiplicarse, mínimamente, por 10. Argentina tiene que crecer 10 veces y ningún país crece sin financiación. El país lo va a hacer de manera sustancial de la mano de las Pyme y de los emprendedores, y el mercado es clave para esto”.

Fuente: La Voz, 01/07/18.


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