La pauperización médica en Argentina
julio 5, 2024
Por Roberto Borrone.
Peligrosas consecuencias de la pauperización médica
¿Por qué debería preocupar a la sociedad que los profesionales de la medicina estén sometidos a un proceso de empobrecimiento?, porque se está gestando un problema de extrema gravedad en la atención.
En los últimos meses hemos leído y escuchado reiteradamente la expresión “abuso de posición dominante” referida a las controversias y consecuencias generadas por la desregulación de diferentes áreas, entre otras, la salud. Cabe rescatar el concepto de “posición dominante” como reflejo de una asimetría de poder al momento de establecer, por ejemplo, condiciones contractuales de trabajo. Los médicos, sea cual fuere el subsistema de salud (público, seguridad social –obras sociales– o medicina prepaga), invariablemente se enfrentan a una “posición dominante” que los ubica en condiciones laborales muchas veces inaceptables.
Paralelamente, existe un factor de trascendente importancia en el tema, que consiste en la culposa y contradictoria relación de los médicos con el dinero. Me refiero al “atavismo” cultural que se remonta al principio de los tiempos de la medicina, cuya traducción –aún vigente– es la figura sacerdotal del médico. Este simbolismo del ejercicio profesional de la medicina como un “apostolado” ha sido sumamente útil para quienes disponen de alguna “posición dominante” ante los médicos en sus diversos escenarios laborales. Los médicos, encandilados con la idea de una imaginaria profesión liberal (degradada desde hace mucho), han caído en esa trampa psicológica. Esto ha conspirado contra su derecho a desarrollar la profesión en condiciones acordes con la exigente preparación y la superlativa responsabilidad de su labor. Toda actividad médica que tuviera una pincelada de inquietud “gremial” fue durante décadas vista, por los propios médicos, como “vergonzante”, ubicada en las antípodas de la imagen profesional esperable. Este escenario configuró una “tormenta perfecta”: los médicos interactuando con quienes ejercen “posiciones dominantes” y al mismo tiempo enfrentando sus propias contradicciones e inhibiciones conductuales. La sociedad (los empleadores de los médicos, intermediarios y pacientes) siempre exigió a los médicos ajustarse a la figura del buen samaritano, tan presente en el inconsciente colectivo.
En un reciente editorial de La Nación (“Los costos ocultos de la salud privada”) se enumeran “los desafíos para financiar la salud de la población”. Se describe, en esa categoría: “El avance de las tecnologías médicas, fármacos, dispositivos, procedimientos para el diagnóstico, la rehabilitación y las prácticas defensivas por la amenaza legal”. Esa enumeración es absolutamente fiel a la realidad. Lo destacado es que el rubro honorarios profesionales es mencionado, con todo acierto, como la variable de ajuste ante cada crisis
¿Por qué debería preocupar a la sociedad que los médicos estén sometidos a un proceso de pauperización? Las consecuencias de la degradación de las condiciones laborales de los médicos ya son más que evidentes e incluso medibles. Con una finalidad didáctica las denomino “la crisis médica de la triple C”: crisis de cantidad, crisis de calidad y crisis de confiabilidad. La crisis de cantidad se evidencia en un hecho impensado hasta hace pocos años. En los concursos de residencias médicas no se cubren las vacantes disponibles en especialidades médicas críticas como pediatría, neonatología, clínica médica, medicina familiar, terapia intensiva, anatomía patológica, nefrología y psiquiatría infanto-juvenil. El principal motivo, incluso evaluado en encuestas, es la poca rentabilidad y la agobiante exigencia que implica el ejercicio de esas especialidades. La Sociedad Argentina de Pediatría y otras sociedades médicas científicas vienen advirtiendo sobre las consecuencias claramente previsibles de esta situación.
La crisis de cantidad tiene, en los últimos años, un nuevo condimento: los médicos extranjeros que se especializan en nuestras residencias (uno de cada tres médicos de los que se postularon en 2023) ya no se quedan a ejercer en nuestro país, debido a que en sus países de origen la remuneración es nítidamente mejor. A esto hay que sumar la creciente emigración de médicos especialistas argentinos en su búsqueda de mejores condiciones laborales. Muchas guardias ya no disponen de determinados especialistas durante las 24 horas. Veamos qué significa la crisis de calidad. Un porcentaje creciente de médicos recibidos en nuestras facultades de Medicina están optando por no incorporarse a una residencia médica (el mejor sistema de entrenamiento para formarse en una especialidad). Para las 4930 vacantes que se ofrecieron en 2023 en el examen único de ingreso a las residencias médicas hubo 4295 postulantes. Se estima que un 30% de los egresados de las facultades de Medicina finalmente no se incorporan a las residencias. La relación entre el número de postulantes que finalmente rindieron y el cupo ofrecido en el examen único en las especialidades críticas es la siguiente: pediatría y especialidades articuladas, 491/841; clínica médica, 433/683; medicina general y/o medicina de familia, 180/479; terapia intensiva, 123/280. Las especialidades clínicas en las que la única prestación es la consulta son las menos elegidas debido a los magros ingresos. (Fuente: Observatorio Federal de Talento Humano en Salud. Ministerio de Salud de la Nación).
¿Cuál es el motivo que lleva a nuestros jóvenes colegas a tomar esta preocupante decisión de no formarse en una residencia? Nuevamente el motivo fundamental es la baja remuneración, sumada a las condiciones hostiles de trabajo. La crisis de calidad también se verifica en médicos ya egresados de las residencias que al enfrentarse a un deterioro progresivo de sus remuneraciones (sueldos y honorarios) se ven obligados a incorporarse a la vorágine agotadora del pluriempleo. En ese contexto, no les queda margen de tiempo (ni energías) para la educación médica continua que exige nuestra profesión para mantenernos actualizados. Otra consecuencia es la sobrecarga de trabajo en los servicios hospitalarios en las especialidades críticas, al mermar el número de profesionales en ellas. Todo este panorama conspira claramente contra la calidad de la prestación.
Respecto de la crisis de confiabilidad, se trata de algo muy delicado, dado que erosiona los aspectos éticos de nuestra profesión. La honestidad intelectual al abordar este tema obliga a admitir que algunos profesionales, ante esta situación laboral tan adversa, apelan a estrategias y/o prácticas “compensatorias” claramente reprochables, como la sobreprestación y alianzas comerciales encubiertas, entre otras.
En síntesis, están muy claras las razones por las cuales la sociedad y sus líderes deberían preocuparse por este tema. Lo que ha ocurrido en las últimas décadas, con todas las administraciones, es que los médicos no figuramos en ninguna agenda política porque evidentemente no movemos “el amperímetro” del interés político. Tampoco podemos los médicos esperar demasiado de la sociedad, agobiada desde hace mucho por otras preocupaciones, pero también impregnada por aquella imagen cultural del buen samaritano a quien, a diferencia de otros profesionales, se le exige cumplir con su “apostolado” sin otras consideraciones.
¿Quiénes deberían liderar el cambio que requiere evitarle a la sociedad esa triple crisis de cantidad, calidad y confiabilidad de la medicina? La respuesta son las sociedades médicas científicas, que urgentemente deben involucrarse activamente en estos temas referidos al ejercicio profesional. Algunas de ellas ya lo están haciendo (pero aún en un plano discursivo). Un gran número de estas sociedades fueron fundadas hace 100 años, cuando el escenario del ejercicio profesional de la medicina era muy distinto y el acceso a la información científica no tenía la fluidez que permite la tecnología actual. Por eso sus estatutos solo estaban enfocados en temas científicos y académicos. Ha llegado el momento de aggiornarse para, además de lo científico, ocuparse de los nuevos desafíos laborales que implica el ejercicio de la medicina.
La pauperización de los médicos está gestando un problema de extrema gravedad en la atención de la salud en todos los subsistemas. A los gobiernos este tema no les interesa, la sociedad está angustiada por otras cuestiones y los médicos no encontramos aún una forma eficaz de canalizar esta preocupación. Todos los argentinos deberíamos preguntarnos: ¿quién cuidará nuestra salud en un futuro cercano?
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─El Dr. Roberto Borrone es Profesor consulto de la cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Hospital de Clínicas. Doctor en Medicina (UBA).
Fuente: La Nación, 21/05/24
Más información:
Cambios en el Sistema de Salud Argentino
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¿Qué es portabilidad numérica?
julio 3, 2024
La portabilidad numérica es el derecho que tienen los usuarios de telefonía celular de la Argentina de cambiar de compañía móvil sin perder su número de línea. Se trata de una medida implementada en 2012 y, desde entonces, fue creciente la decisión de cambiar de operador móvil cuando el usuario lo solicitaba.
¿Por qué? Porque la portabilidad es un factor de competencia. Se instauró para que las compañías del sector mejoren la calidad de sus servicios a precios convenientes para los usuarios.
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Cifras de portabilidad Argentina
En el primer año de puesta en marcha del sistema de portabilidad unos 200.000 usuarios decidieron optar por esta posibilidad. En ese año, 2012, ya se contabilizaban más de 67 líneas de telefonía móvil en el país, producto del boom de ofertas y promociones para ganar clientes que existía en esa época, cuando el mercado estaba en pleno desarrollo.
La portabilidad numérica permitió sincerar esas cifras y, así, a los dos años el mercado se acomodó en torno a los 60 millones de líneas, cifra que tuvo más altibajos en los años subsiguientes hasta ubicarse nuevamente en los 60 millones de líneas en 2022, según los datos del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom).
¿Qué pasó con la portabilidad numérica mientras el mercado móvil se acomodaba?
Más usuarios decidieron hacer uso de su derecho a la portabilidad numérica. Y si en 2012 la cantidad de traspasos era escasa frente a la cantidad de líneas vendidas, 67 millones contra 200.000 transferencias, estas cifras aumentaron con el tiempo.
Las portabilidades se ubicaron en 500.000 entre 2013 y 2015, y superaron los 2 millones entre 2016 y 2018, y desde 2019 se mantienen por encima de los 3 millones al año. Es decir, hay un 5% del total del mercado móvil de la Argentina en estado de portabilidad, es decir que hace uso de este derecho, por los beneficios que supone para su tipo de consumo y su bolsillo.
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¿Por qué es beneficiosa la portabilidad numérica?
Porque exige a las compañías móviles a pensar planes y servicios que se ajusten a las distintas necesidades de conectividad y comunicaciones de los usuarios. Y lo hacen también pensando en planes que se adaptan al bolsillo de los consumidores, especialmente en tiempos donde cada peso que se gasta, cuenta.
Las compañías suelen ofrecer diversos beneficios para atraer el interés de los usuarios móviles de la competencia, como descuento y precios fijos durante una cantidad determinada de meses.
Varias alternativas para una mejor elección
Para ejercer el derecho de la portabilidad los usuarios interesados tienen varios canales para iniciar el trámite. Una de las opciones es acercarse a una sucursal de la compañía elegida con DNI, porque quien debe hacer el trámite es el titular de la línea.
También se puede llamar a un 0800 que las operadoras móviles informan en su página web, o desde ese mismo espacio enviar los datos a través de un formulario creado especialmente para ello. Como se ve, se trata de un trámite rápido y sencillo.
Una vez que se cumplió con este paso, y de acuerdo a la modalidad elegida para hacer el cambio de compañía, se envía de manera gratuita por correo el nuevo chip o lo retiran en el centro de atención. Luego se envía un código de portabilidad de 4 dígitos por SMS que el usuario informa para validar el cambio de compañía.
¿En qué momento se produce la portabilidad? Hay que esperar el momento en que el celular se queda sin señal para cambiar el chip. Se trata de un proceso que suele concretarse en horas de la madrugada, para evitar dejar incomunicados a los usuarios.
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El trámite de portabilidad demora 48 hs hábiles si están todos los datos correctos. Es decir, desde que se solicita el cambio, tienen en su poder la SIM, recibe el PIN y luego informan este número para confirmar el traspaso.
La portabilidad es, sin duda, una alternativa que permite elegir al operador que responde a las necesidades de conectividad de los usuarios y al mejor precio posible.
Fuente: Ediciones EP.
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25 de Mayo de 1810
mayo 25, 2024
Breve reseña de los hechos sucedidos el 25 de Mayo de 1810.
Varios sucesos, nacionales é internacionales venían por aquel entonces preparando el terreno para la Revolución de Mayo de 1810. La Revolución Francesa y las nuevas ideas de igualdad, fraternidad y libertad ya había calado hondo en el cono sur, Fray Bartolomé de las Casas venía promulgando ya la idea de igualdad entre los criollos y los españoles.
La invasión Napoleónica de España y la caida del Rey Fernando VII. Las colonias se encontraban muy mal administradas y las recientes invasiones Inglesas repelidas por el mismo pueblo de Buenos Aires, dieron a estos conciencia de su propio poder en detrimento del del ejército español. Inglaterra propiciaba de manera soslayada los movimientos independentistas locales apoyando las iniciativas emancipadoras de los criollos, de la metrópoli. Definitivamente sin la cabeza visible del Rey las colonias se sintieron desvinculadas de España.
18 de Mayo de 1810 – El Virrey Cisneros anuncia la caida de Andalucía a manos de los franceses. Cornelio Saavedra líder del movimiento revolucionario empieza sus acciones, sentía que había llegado el momento.
19 de Mayo de 1910 – El Virrey Cisneros es convocado a un Cabildo abierto, para que el pueblo decida su destino.
20 de Mayo de 1810 – El Virrey monta en cólera pero termina aceptando la celebración de un Cabildo abierto.
21 de Mayo de 1810 – El Virrey extiende una autorización escrita, accediendo a convocar a la voluntad popular, pero reclamando que solo asista la parte más representativa y sana de la población.
22 de Mayo de 1810 – Se reunió el Cabildo abierto con aproximadamente 250 asistentes. Se expusieron las ideas patrióticas reclamando la soberanía para el pueblo de Buenos Aires y así tener un Gobierno Propio.
23 de Mayo de 1810 – Se realizan las votaciones del Cabildo. 155 votos a favor de destituir el Virrey – 89 votos para que continúe solo ó asistido por asesores locales y 27 personas se abstuvieron.
24 de Mayo de 1810 – El Cabildo Abierto dispone que se forme una Junta de Gobierno presidida por el mismo Cisneros y otros dos españoles y dos Criollos, y así se redactó el Reglamento. Al trascender la noticia, el pueblo congregado frente al Cabildo se siente traicionado, se empiezan en la plaza a repartir escarapelas con los colores nacionales y varios patriotas revolucionarios les hacen ver el tremendo error cometido. Esa noche los dos Criollos presentan su renuncia. Se vuelve a citar reunión para el día siguiente. Esa noche los patriotas deliberan sobre la lista a presentar, de los nuevos miembros que formarán de la nueva junta.
25 de Mayo de 1810 – El Virrey presenta su renuncia ante los Cabildantes ya que no tenía ningún apoyo. Se presenta la nueva junta revolucionaria, integrada solo por Criollos, avalada por los presentes y respaldada por el pueblo que estaba congregado en la Plaza quedando así conformada la Primer Junta de Gobierno
Presidente – Comandante Cornelio Saavedra
Secretarios – Juan José Paso y Mariano Moreno
Vocales – Manuel Alberti, Manuel Belgrano, Juan José Castelli. Miguel Azcuénaga y Domingo Matheu.
El 9 de Julio de 1816 en la ciudad de San miguel de Tucumán, se declararía la independencia definitiva de España de las provincias del Noroeste y Centro-este del País y la de Buenos Aires.
El nombre de Argentina para designar a la Nación como tal, recién se empezó a utilizar, en 1826, es decir 10 años después.
Fuente: Vicente López Perez. Argentina al Mundo.
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Video: La Revolucion de mayo de 1810
El ajuste en la Universidad de Buenos Aires
abril 17, 2024
‘Motosierra’ y ‘licuadora’ en la UBA, un grave error
Por Roberto Borrone.
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Nadie con honestidad intelectual puede negar la imperiosa necesidad que tiene nuestro país de emprender un cambio estructural profundo. El resultado de la segunda vuelta electoral de noviembre reflejó contundentemente esa voluntad expresada por gran parte de la ciudadanía. Paralelamente, la mejor forma de ayudar a un gobierno es advertirle a tiempo de sus errores. Es imprescindible que la actual administración genere un país desarrollado y previsible. Es un rasgo muy valorable aprender de los propios errores y una evidencia de humildad y de sabiduría hacerlo. Está muy claro que las dos herramientas básicas del Gobierno para lograr sus objetivos “de primera generación” son la ‘licuadora’ y la ‘motosierra’. Me permito la licencia de no emplear términos más “académicos” en virtud de su consolidada instalación en el vocabulario cotidiano de los argentinos. Los resultados y/o consecuencias del uso de todo instrumento o herramienta dependerán del criterio y/o la pericia de quien los aplique. Siguiendo con la imagen de la motosierra como instrumento para eliminar gastos no justificables en la búsqueda de eficiencia, lo esperable no es un revoleo de la herramienta (efectivo como imagen de campaña, pero inapropiado cuando se ejerce la gestión), sino un manejo efectuado con precisión quirúrgica luego de un minucioso análisis previo.
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Aquí llagamos al núcleo. ¿Es razonable someter a la Universidad de Buenos Aires (UBA) a un ahogo presupuestario? La UBA es una institución cuyo enorme prestigio excede claramente nuestras fronteras. Es motivo de genuino orgullo para los argentinos. Su ilustre pasado, su vital presente y lo que representa para un futuro basado en la “inteligencia como política de Estado” hacen incomprensible este grosero error. Nadie duda de que toda institución es perfectible, pero el camino para subsanar sus eventuales fallas son los controles objetivos de gestión y/o auditorías irreprochables.
¿Qué significa la UBA? ¿Cuál es su trascendencia en la educación universitaria y en el ámbito de la investigación e incluso en el ámbito de la salud? Un paneo sobre información oficial y con datos concretos nos permite tomar conciencia de la trascendental importancia que tiene la UBA para cualquier proyecto de gobierno que tenga como objetivo insertar a la Argentina en el mundo del desarrollo. Un mundo que prioriza la “riqueza del conocimiento”. Toda universidad debe ser evaluada en dos planos: el presupuesto universitario (cuánto gasta y en qué gasta) y sus resultados cuantificables en cuanto a la labor docente, la investigación y, en el caso de la UBA, su labor asistencial (hospitales universitarios). El presupuesto universitario en el caso de la UBA tiene tres destinos: salarios del personal (docentes y no docentes), gastos de funcionamiento y programas especiales.
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Respecto de los “gastos de funcionamiento”, consisten en los recursos que la universidad necesita para pagar los servicios y el mantenimiento que le permita tener en buenas condiciones sus aulas y laboratorios (limpieza, seguridad, conectividad, seguros, insumos). Los gastos de funcionamiento quedaron congelados al prorrogarse el presupuesto 2023 (elevado al Congreso nacional en septiembre de 2022). Esto representa un atraso –por la inflación acumulada– no inferior al 270 %. El aumento otorgado –y solamente para estos gastos– es del 70%.
Respecto de los salarios docentes y no docentes, la pérdida de su poder adquisitivo es notoria. La información institucional refiere una pérdida del 36,7% frente a la inflación del último trimestre. Los “programas especiales” están referidos a grandes obras de infraestructura y financiación de investigaciones, entre otros rubros. Es fundamental resaltar de qué estamos hablando cuando nos referimos a la UBA. A grandes rasgos, los aspectos más destacados son los siguientes: la UBA es la universidad más importante de la Argentina; está ubicada entre las cinco mejores universidades de América Latina según los principales rankings universitarios (el ranking QS Global, Shanghai Ranking y el Ranking Center for World University); se ubica entre las 100 mejores universidades del mundo de acuerdo con el prestigioso ranking QS.
Respecto de su “eficiencia” (tema tan enfocado en los tiempos que corren), la UBA ha logrado ubicarse en esos sitios de privilegio a pesar de contar con un presupuesto entre 7 y 13 veces menor que las universidades más importantes de la región. La Universidad de San Pablo (Brasil) dispone del mayor financiamiento por estudiante matriculado de la región. En 2023 fue de 15.000 dólares anuales por estudiante. La Universidad Autónoma de México tiene un financiamiento anual por estudiante de 7.968 dólares. La UBA dispone de 1.123 dólares anuales por estudiante. La UBA desarrolla el 20% de las investigaciones científicas que se realizan en la Argentina.
Un aspecto adicional de trascendental importancia respecto de la UBA es que en su red de hospitales escuela se atendieron, en 2023, más de medio millón de personas. En esos ámbitos asistenciales de la UBA se forman gran parte de los médicos de mayor prestigio de la Argentina. En el Hospital de Clínicas José de San Martín, de la UBA, además de su labor docente tanto en el grado como en el posgrado (residencias médicas) y de la intensa actividad de investigación, se debe destacar la tarea asistencial. Un dato de singular importancia es que en esta institución, orgullo de la medicina argentina, de las 365.000 consultas anuales totales que se realizan en su ámbito, el 60% carece de cobertura social, y de ese 60%, la mitad son pacientes del interior del país –y países de la región– y la otra mitad reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El Hospital de Clínicas de la UBA es el hospital universitario más importante de la Argentina, con un prestigio que trasciende largamente nuestras fronteras. En la UBA se formaron tres científicos argentinos galardonados con el Premio Nobel: César Milstein, Luis Federico Leloir y Bernardo Houssay. La UBA es la institución con más institutos de investigación del país (44 de sus 72 institutos están vinculados al Conicet), con una importante cantidad de patentes.
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Dentro de la red de centros asistenciales de la UBA se destacan el Hospital Odontológico Universitario (250.000 pacientes anuales), con un importante centro de diagnóstico por imágenes. Cuenta, además, con unidades móviles que atienden a más de 500 pacientes por día en forma gratuita. Otra institución a destacar es el Instituto de Oncología Ángel Roffo de la UBA, con su reciente incorporación del Centro de Radioterapia Protonterapia. Se trata del principal centro médico público de oncología de la Argentina (atiende a 110.000 pacientes por año). Una mención especial para el Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari de la UBA (48.000 consultas anuales). Es un centro de referencia para patologías de alta complejidad (trasplantes, enfermedades hematológicas, inmunológicas, reumatológicas y neuromusculares). Allí se realizan –además de la actividad asistencial y docente– desarrollos de líneas de investigación del más alto nivel. Otra institución asistencial destacada de la UBA es el Instituto de Tisioneumonología Prof. Dr. Raúl Vaccarezza (14.000 consultas anuales). Es un centro de referencia nacional e internacional especializado en patologías respiratorias, con destacada actuación durante la pandemia. En una órbita asistencial ajena al área médica humana, se destaca el Hospital Escuela de Ciencias Veterinarias.
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No sería completa esta breve descripción de la importancia de la UBA sin mencionar los programas de extensión, como UBA en Acción, con múltiples acciones solidarias enfocadas en poblaciones vulnerables, así como las permanentes campañas solidarias del Hospital de Clínicas para la detección de patologías de todas las especialidades, prevención y promoción de la salud.
Los argentinos tenemos enfocada nuestra ilusión en que la actual administración tome las medidas adecuadas para ubicar a nuestro país en el sendero del desarrollo. Comprometer presupuestariamente a la UBA es un grave error.
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─Roberto Borrone es Profesor consulto de la cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina (UBA). Hospital de Clínicas. Doctor en Medicina (UBA).
Fuente: lanacion.com.ar, 02/04/24
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En Argentina faltan salud y educación
marzo 27, 2024
Al Pacto de Mayo le faltan salud y educación
La verdadera riqueza sustentable de los países líderes del siglo XXI radica en el conocimiento; a su vez, no hay posibilidad de que los niños adquieran conocimientos sin los micronutrientes necesarios
Por Roberto Borrone.
En el último segmento del discurso presidencial de apertura de las sesiones ordinarias legislativas se convocó a los gobernadores, autoridades de los partidos políticos y ex primeros mandatarios a rubricar un pacto de 10 medidas económicas a las que se les asigna jerarquía de políticas de Estado. El denominado Pacto de Mayo. Es indudablemente una propuesta auspiciosa –más allá del análisis de la “letra chica” que merecerá cada punto–, dado que propicia retomar una atmósfera de consensos luego de “tempestades” de crispación. Mi sesgo profesional como médico y profesor universitario me hizo notar inmediatamente la ausencia de la salud y la educación entre los 10 puntos. En un pacto como lo sería el de Mayo, en un país organizado federalmente y en el cual salud y educación están en la órbita de cada jurisdicción, es ilógico que estos aspectos fundamentales no estén incluidos.
Ante mi inquietud, profesionales amigos del mundo del derecho y la economía esgrimieron como argumento que solo con una economía saneada sería posible poner el foco en una reestructuración virtuosa de los sistemas de salud y educativo. Lo prioritario, refieren, es “apagar el incendio”. La traducción sería que salud y educación (entre otros) son objetivos de “segunda generación” que requieren de la concreción previa de aquella batería de medidas económicas. Mi réplica es que esto colisiona con el concepto de que la verdadera riqueza sustentable de los países líderes del siglo XXI en realidad radica en el conocimiento. A su vez, no hay posibilidad de que los niños adquieran conocimientos sin un buen estado de salud en general y, fundamentalmente, sin los micronutrientes necesarios para una buena “salud cerebral”.
¿Alguien puede dudar del valor que tiene para la economía de un país del siglo XXI que su población tenga un excelente estado de salud y una educación de primer nivel accesible para todos? Es ocioso repetir la muy baja performance de los jóvenes de nuestro país en las pruebas internacionales que testean los conocimientos adquiridos. “Somos lo que la educación hace de nosotros” (Francisco Mora) es una impactante frase referida por Guillermo Jaim Etcheverry (exdecano de la Facultad de Medicina y exrector de la UBA), quien hace muchos años nos advirtió sobre la “tragedia educativa” que se desarrollaba en la Argentina.
Un artículo reciente se enfocó en un caso concreto: Corea del Sur. Su título y contenido fueron contundentes: “La revolución educativa, la clave del éxito económico de Corea del Sur” (Infobae, 19/01/2024). Ese país asiático pasó de un alto grado de pobreza y analfabetismo al momento de la firma del armisticio de la Guerra de Corea, en 1953, a lograr “uno de los mayores crecimientos económicos, educativos y de desarrollo del mundo”. La clave fue la inversión en un sistema educativo de calidad. “Generar capital humano fue un modo de obtener recursos valiosos”, es la reflexión de Byun Koo Cho, director del Centro Global de Intercambio de Conocimiento y Desarrollo de Corea del Sur. Evaluaciones internacionales como PISA (OCDE), Timss (matemáticas y ciencias) y Pirls (comprensión lectora) ubicaron a Corea del Sur en la cima del rendimiento educativo. Sus calificaciones en matemáticas, lengua y ciencias lo colocan entre los 10 países más destacados. Las claves fueron:
* Políticas públicas educativas a largo plazo que se sustentan más allá de cada administración. No se trata de estrategias estáticas, sino que cada 5 años los expertos reevalúan los programas de estudio para adaptarlos a los cambios tecnológicos y sociológicos. Los jóvenes egresan con las competencias que el mundo laboral les exige.
* Alta inversión en el sistema educativo (más del 10% del PBI).
* Una rigurosa formación de los docentes para que la instrucción de los alumnos responda a las exigencias actuales. Todo esto se complementó con una alta inversión en investigación y desarrollo en las empresas. En cuanto a estrategias educativas, la utilización de instrumentos de inteligencia artificial (IA) permite una enseñanza más personalizada y un monitoreo del progreso de cada alumno detectando dificultades y fortalezas.
En un reciente artículo en La Nación, Guillermina Tiramonti enfatizó: “Es necesario introducir cambios en las instituciones de formación de los docentes para mejorar el perfil de estos agentes que deben enseñar en la era digital”. La autora reclama “comenzar a diseñar una escuela que nos posibilite tener docentes bien pagos y alumnos que aprendan”. Hay que dejar atrás el modelo basado en el enciclopedismo, que tenía cierto sentido hasta la primera mitad del siglo pasado.
Por su parte, también en estas páginas, Alieto Guadagni y Francisco Boero expresaron que, mientras Alberdi decía que “gobernar es poblar”, la extrapolación al siglo XXI de su aserto podría expresar que “gobernar es educar”. Los autores remarcan algo contundente: “La pobreza afecta duramente a quienes tienen una escasa escolarización”, y reclaman quebrar “el círculo de reproducción intergeneracional de la pobreza”. Reclaman que en todo el país se cumpla el calendario anual mínimo de 180 días efectivos de clases (según ley 25.864/2003) y la jornada extendida en el nivel primario (ley 26.206), situación actualmente disponible solo para el 15% de los alumnos.
En materia de salud, el Pacto de Mayo sería una oportunidad óptima para definir el “trazo grueso” de una reorganización del sistema público de salud. Hasta ahora conocemos dos novedades en materia de salud: la desregulación de las cuotas de las empresas de medicina prepaga (subsistema que atiende al 13% de la población) y la equiparación de las prepagas con las obras sociales, con libre elección y sin intermediación para elegir la cobertura entre ambas opciones. Queda pendiente algo fundamental: comenzar a definir un proyecto para el subsistema público de financiación estatal (en él se atiende al menos el 36% de la población).
Cuando hablamos de salud, debemos considerar también sus determinantes, tales como la nutrición infantil. Asegurar una nutrición adecuada con los micronutrientes indispensables para el desarrollo del cerebro infantil y sus funciones cognitivas (memoria, atención) –en el marco de niveles de pobreza e indigencia inéditos– es un imperativo ético que una cosmovisión economicista debe focalizar.
Uno de los pioneros en este tema, el médico y biólogo Nevio Borrone, expresó el concepto de “la inteligencia como política de Estado”, refiriéndose a medidas para favorecer el desarrollo de la “inteligencia natural”.
El Gobierno debe dejarse ayudar por los expertos, muchos de ellos agrupados en organizaciones multidisciplinarias como los grupos PAIS y Medeos, ambos con propuestas concretas disponibles. Estos son solo dos ejemplos de fuentes de consulta de primer nivel. A todos los que nos interesa que el Gobierno tenga una buena gestión nos preocupa que una mirada economicista dogmática deje fuera del foco temas centrales para el desarrollo de nuestro país.
Lo urgente (economía y seguridad) y lo importante (salud y educación) deben ser abordados de forma tal de generar un circuito virtuoso, dado que lo importante le dará sustentabilidad en el tiempo a lo urgente.
Salud y educación pública de calidad comparten un objetivo: posibilitar realmente una igualdad de oportunidades. Solo sobre esa base será posible para cada argentino desarrollar sus potencialidades con verdadera libertad. El Pacto de Mayo debe incluir educación y salud, si es que realmente aspiramos a un desarrollo económico sustentable en el tiempo. Parafraseando a Jaim Etcheverry y a Mora, “somos lo que la educación y la salud hace de nosotros”.
─Roberto Borrone es Profesor consulto de la cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina (UBA). Hospital de Clínicas. Doctor en Medicina (UBA).
Fuente: lanacion.com.ar, 15/03/24
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Portabilidad de línea móvil: un cambio para mejor
marzo 18, 2024
La portabilidad de línea móvil hoy por hoy es una de las herramientas que tienen los usuarios de telefonía celular para exigirles a sus compañías una mejor calidad de servicio y a un precio razonable y conveniente.
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En tiempos donde hay que cuidar cada peso que se gasta, saber que hay un instrumento para hacer valer el esfuerzo cotidiano es una ventaja. La portabilidad es un derecho del usuario para cambiar de compañía de servicios móviles sin perder el numero.
Esto es muy importante porque hoy la línea de teléfono móvil es no sólo el contacto a través del cual se comunican empresas para ofrecer trabajo o los amigos y la familia, sino también la llave para autenticar los distintos servicios digitales que requieren de ese paso por cuestiones de seguridad.
La portabilidad de línea móvil se aprobó en la Argentina en 2010 y entró en vigencia en 2012. Demandó un gran trabajo poner en marcha el sistema para que el trámite fuera ágil, sencillo, y el traspaso de compañía se concretara en el menor tiempo posible. Lo que sucedió en nuestro país formó parte de un proceso que se dio en toda América Latina, luego que se desarrollara ampliamente al inicio del milenio en Europa y los países desarrollados.
Un derecho que vale por miles
Vale recordar, e insistir, que la portabilidad de línea móvil es un derecho del usuario a cambiar de compañía sin perder su número de teléfono. Esta garantía obliga a las operadoras de servicios de telecomunicaciones móviles a ofrecer sus prestaciones con calidad y a precios que se ajusten a la realidad económica de cada país. La portabilidad es, en definitiva, un factor de competencia a favor del usuario.
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En la actualidad, las tres compañías móviles que actúan en la Argentina acuden a la portabilidad como forma de ganar clientes de la competencia. En líneas generales, ofrecen servicios con descuento a quienes decidan dejar su empresa celular actual para pasarse a sus filas. Son beneficios que varían de mes a mes, por eso siempre resulta conveniente visitar la página institucional de cada compañía para saber qué ventaja se está ofreciendo en un momento puntual.
Hay operadoras que, por cambiarse, brindan rebajas en el servicio por períodos que pueden extenderse hasta los 12 meses. En el caso de quienes prefieren la modalidad pospaga para acceder a la telefonía móvil, suman la posibilidad de combinar planes con packs de servicios, que incluyen gigas, por supuesto.
Si, en cambio, quien decide hacer uso de la portabilidad prefiere seguir bajo la modalidad prepaga se brindan beneficios, como gigas libres, y acceso sin costo a redes sociales, juegos en línea y llamadas ilimitadas a celulares de la misma compañía.
Un trámite sencillo y rápido
Para ejercer el derecho de la portabilidad de línea móvil sólo hay que manifestar esa intención en la compañía elegida. Y se puede concretar de distintos modos: yendo de manera personal a una sucursal, llenando un formulario a través de la web, por medio de un 0800, o dejando un teléfono de contacto para recibir una llamada. El único requisito ser el titulae de la linea activa y presentar el DNI.
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Concretado este paso, la compañía tiene que cambiar el chip, que será enviado a la dirección informada por el usuario. Se informa por sms la fecha de cambio, la cual se realiza en la madrugada. Se recomienda cambiar la SIM una vez que se queda sin señal – Hasta que no se cumple ese paso, no aparece en la pantalla la SIM del nuevo operador.
La portabilidad de línea móvil no debe extenderse más allá de las 48 horas hábiles. Se trata de un trámite que debe ser ágil y que nunca debe ser entorpecido por ninguna compañía. Es un derecho del usuario que debe ser respetado.
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Argentina: La salud necesita urgentes definiciones del Gobierno
febrero 16, 2024
Por Roberto Borrone.
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La salud es en la actualidad un tema de “necesidad y urgencia”, como fue acertadamente definido en un artículo de Rubén Torres y Natalia Jorgensen. En esa misma línea un reciente editorial de La Nación expresaba: “Suenan sirenas en el área de salud”. A pesar de este contexto dramático, los artículos del DNU 70/2023 no abordaron el núcleo del problema. Solo se enfocaron en un subsistema que atiende al 13% de la población (medicina prepaga) desregulando sus cuotas. En un gobierno que tiene vocación de ser “refundacional” (y está en todo su derecho por el respaldo recibido en las urnas), se perdió esa gran primera oportunidad de definir el rumbo en cuanto a su política de salud.
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Es imprescindible que las autoridades incluyan este tema dentro de sus prioridades, y lo que la lógica indica es que, para abordarlo en forma sistémica, sería esencial convocar a una ronda de consultas con todas las partes involucradas (profesionales del equipo de salud, directivos de instituciones prestadoras privadas, directivos del ámbito académico y científico, directivos de las entidades de la seguridad social –obras sociales–, directivos de las instituciones públicas de salud, directivos de las instituciones formadoras del recurso humano –universidades– y entidades que nuclean a médicos sanitaristas y a economistas de la salud).
Es vital en temas técnicos consultar a los expertos y a quienes tienen una invalorable experiencia “de campo”. Hay que superar el eterno error de intentar resolver temas técnicos con una mirada exclusivamente política acorde con el color ideológico de la administración circunstancial.
Todos los expertos en temas de salud, ante esta falta de definiciones, se hacen varias preguntas básicas: ¿qué rol le asigna el Gobierno al Estado en el sistema de salud ? ¿Cuál será la columna vertebral de un hipotético nuevo sistema de salud? ¿Estará basado en un sistema de salud pública de calidad ? ¿Existirá un nuevo subsistema constituido por la confluencia de obras sociales sustentables y empresas de medicina prepaga compitiendo entre sí? ¿El sistema de salud será estructurado fundamentalmente con el subsistema privado dejando un subsistema estatal marginal? ¿Cómo se compensarán las inequidades que genera nuestra organización federal teniendo en cuenta las asimetrías entre las provincias?
Estas preguntas están íntimamente conectadas con la concepción que tenga el Gobierno respecto de la salud. ¿Es un bien transable pasible de ser manejado con las reglas del mercado o es un tema que deber ser manejado en el marco de un sistema basado en la solidaridad? Todos los expertos están de acuerdo en que, sea cual fuere el abordaje del tema salud, las dos objetivos básicos son la equidad y la eficiencia. El Gobierno tiene todo su derecho a elegir el camino. Pero lo que las circunstancias exigen es que este tema se defina y explicite urgentemente. “No hay viento favorable para el que no sabe adónde va” (Séneca).
La base debería ser un sistema público de calidad que garantice el cumplimiento del espíritu y la letra de la Constitución nacional al poner en cabeza del Estado garantizar el cuidado de la salud de toda la población. El concepto es que la salud es un derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás derechos. El destino de un paciente no puede estar condicionado por su área geográfica de residencia, su tipo de cobertura y/o su capacidad de pago. Actualmente el sistema público de salud, abrumado por la demanda y la falta de recursos humanos y de estructura, no está dando –salvo excepciones– una respuesta satisfactoria en términos de equidad y eficiencia, a pesar del heroísmo de muchos profesionales del equipo de salud.
Este sistema podría ampliar su base de sustentación con instituciones prestadoras más allá de las instituciones públicas. Una articulación público-privada sería una opción razonable si los pacientes pudieran acceder a un espectro ampliado al estar amparados por un seguro público con un nomenclador razonable que permita el uso de la capacidad instalada de instituciones prestadoras privadas. El subsistema de la seguridad social es muy heterogéneo en sus algo más de 300 obras sociales. Algunas dan un muy buen servicio a sus afiliados, pero un porcentaje importante no son viables por distintas razones.
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Nada se ha informado hasta ahora respecto del abordaje que harán las autoridades en relación con el PAMI. ¿Seguirá igual? ¿Se descentralizará en las diferentes jurisdicciones provinciales ? ¿Habrá libre elección del prestador, tanto en atención ambulatoria como en internación? ¿Podrán los jubilados continuar en su obra social si así lo desean ? ¿Sería posible la permanencia de los jubilados en su prepaga mediante algún aporte del Estado cuando el monto de la jubilación torne imposible la continuidad en un sistema al cual se aportó durante muchos años y con lo que implica interrumpir el vínculo con sus médicos de confianza en una edad de gran vulnerabilidad?
Hay dos aspectos centrales en el análisis de cualquier sistema de salud: cuál es su fuente de financiación y cuál es su estrategia de gestión. No alcanza con asegurar un presupuesto suficiente sino que, además, tan importante como eso es lograr un adecuado modelo de gestión. En esa línea el académico doctor Jorge Neira ha destacado la importancia de mejorar la calidad de las bases de datos del área salud, expresando que “sin datos confiables no hay gestión y sin gestión no hay calidad”. Es fundamental tener clara la estructura de costos, tema muchas veces ocultado. Todo el ecosistema de salud debe reconocer la importancia de “medir y evaluar la calidad de sus resultados y rendir cuentas de la inversión en recursos” (Amanda Rubilar). La transparencia es un “insumo” muy importante.
Un sistema de salud centrado en lo público no implica negar la importancia del sistema privado. La única diferencia es que si el sistema público es “competitivo” en el sentido de dar una respuesta equitativa y eficiente, la opción por un seguro privado de salud quedaría como una opción regida por un contrato entre privados, y no como una alternativa desesperada para “no caer” en el sistema público.
El “plan maestro” debería ser no modificar lo que funciona bien, corregir lo que no funciona y articular recursos para aprovechar la capacidad instalada disponible optimizando su eficiencia. Nuestro país –y más en las actuales circunstancias– es un escenario para poner el foco en lo posible (aunque no sea lo ideal).
Es prioritario reparar urgentemente la deuda económica y moral pendiente con los profesionales del equipo de salud. Sería ideal lograr que el trabajo full time en las instituciones públicas de salud fuera una opción atractiva para los profesionales del equipo de salud. Esa modalidad laboral es un pilar fundamental para un funcionamiento eficiente de esas instituciones. Debería ser un objetivo deseable para nuestras futuras generaciones de médicos y no una “estación” de paso más dentro de agotadoras jornadas de pluriempleo. La financiación de la capacitación, como lo destaca Carlos Vasallo, es otro eje fundamental.
Ante tantas necesidades y urgencias en materia de salud, hacen falta definiciones del Gobierno para que el barco encuentre vientos favorables para llegar a un puerto acogedor, tanto para los pacientes como para los profesionales del equipo de salud.
─Roberto Borrone es Profesor consulto de la cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la UBA; doctor en Medicina (UBA).
Fuente: La Nación, 16/02/24
Más información:
Cambios en el Sistema de Salud Argentino
Cambios en el Sistema de Salud Argentino
enero 8, 2024
En salud, la única forma de gozar de libertad es tener un sistema equitativo y eficiente
Por Roberto Borrone.
El Gobierno tiene que dejarse ayudar por expertos y entender que entre una posición “estatista” y una “mercantilista” existen otras opciones racionales
“Cambio” y “libertad” son las dos aspiraciones que, según la mayoría de los analistas, generaron el significativo caudal de votos que apoyó al nuevo gobierno, autodefinido como libertario. El voto mayoritario ha expresado un deseo de “cambio” y que ese cambio se traduzca en una “dosis” de Estado que sea profesional y eficiente en sus prestaciones mediante una desregulación (“libertad”) que simplifique la vida y estimule el desarrollo económico.
Dentro de ese marco conceptual y con los riesgos que implica el análisis de eventos aún en desarrollo y que no están definidos, es oportuno analizar las probables implicancias de los artículos referidos al área de la salud en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70 / 2023.
Una primera consideración es que en materia de atención de la salud la única forma que tiene el paciente de gozar de verdadera libertad es disponer de un sistema de salud que sea equitativo y eficiente. Sin estas condiciones su libertad de elección es una entelequia, una construcción teórica, porque estará limitada en la vida real por una segmentación con barreras infranqueables. En el mejor de los casos sólo podrá elegir dentro de un “menú” predeterminado.
Vale la pena plantear algunos interrogantes centrales que interpelan al lector y obviamente a las autoridades competentes. ¿La salud es un bien transable? ¿Estamos todos de acuerdo en que el acceso equitativo a servicios de salud de calidad es un derecho básico? Dicho en otros términos: ¿estamos de acuerdo en que es inaceptable que haya una salud de “primera”, otra de “segunda” y otra de “tercera”, según capacidad de pago, cobertura y área geográfica de residencia? El medicamento, ¿es un “bien social” o un “bien de mercado”? ¿Estamos de acuerdo en que la venta de medicamentos (aun los de venta libre, con sus posibles efectos secundarios) conlleva una responsabilidad profesional (propia e indelegable del farmacéutico) y que no puede ser equiparada a la venta de hilo dental ni estar en manos de un empleado no profesional?
¿Estamos de acuerdo en que la prescripción obligatoria de medicamentos por su nombre genérico (droga), como lo establece el DNU, es aceptable sólo en un ámbito en el que exista un mercado de genéricos con estricto control de bioequivalencia y biodisponibilidad (efectividad terapéutica del producto)? ¿Estamos de acuerdo en que el concepto de salud pública abarca a todos los subsistemas de salud ? (La diferencia reside en la fuente de financiación.) ¿Estamos de acuerdo en que las enfermedades “huérfanas” (relacionadas con la pobreza) y las enfermedades raras (infrecuentes) no pueden quedar desatendidas por una visión mercantilista de la salud?
¿Estamos de acuerdo en que la construcción de un sistema de salud racional y equitativo comienza por el fortalecimiento del subsistema de salud de financiación estatal ( lo que habitualmente se denomina “salud pública”) como ocurre en casi todos los países que admiramos desde este punto de vista? ¿Estamos de acuerdo en que la diferencia de origen entre el subsistema de la seguridad social (obras sociales) y el subsistema de la medicina prepaga es el espíritu solidario de las primeras y el espíritu empresarial de las segundas ?
Si estamos de acuerdo en estas premisas, hay motivos para preocuparnos con lo planteado en el DNU en materia de salud y así lo han expresado entidades como la Academia Nacional de Medicina, la Asociación Médica Argentina y diversas sociedades científicas (médicas y farmacéuticas).
Era legítimo el reclamo de las empresas de medicina prepaga en cuanto a establecer una actualización de sus cuotas. En definitiva, el usuario de ese sistema sabe que ha establecido un vínculo contractual con una empresa y no con una sociedad de beneficencia. El punto es si en los servicios de salud, catalogados como uno de los servicios “esenciales”, el usuario debe quedar expuesto, sin regulación alguna, a los aumentos que dispongan las empresas. ¿Esto podría generar la tentación de una “depuración del padrón” ? (Afiliados con alto requerimiento de servicios por su edad que se “caen” del sistema por la elevación de las cuotas). Seguramente surgirán “planes low cost”, para contener a quienes se “caigan” del sistema, pero obviamente cambia el nivel de cobertura. Esto está en evolución.
Lo que ha llamado poderosamente la atención en la comunidad médica es que en el centro del escenario de las nuevas disposiciones ha quedado un subsistema (prepagas) que sólo atiende al 13 % de la población (6.000.000 de afiliados). Nada se ha resuelto respecto a la salud pública de financiamiento estatal. El otro punto que merece un análisis profundo es la equiparación de la medicina prepaga con las obras sociales, con el objeto de generar una competencia entre ambos subsistemas. ¿Quedarán realmente en igualdad de condiciones para competir? Si las cuotas de la medicina prepaga aumentan notoriamente, habrá seguramente una migración selectiva de pacientes de altos sueldos desde las obras sociales hacia ellas. ¿Esto producirá más inequidad entre los dos subsistemas al desfinanciarse las obras sociales?
Paralelamente, está claro que es irracional la existencia de más de 300 obras sociales de las cuales se calcula que el 70 % no está en condiciones financieras de cubrir el Programa Médico Obligatorio (PMO), conjunto de prestaciones básicas que por ley deben ser cubiertas a los afiliados. En definitiva, lo que el DNU establece en cuanto al área de la salud, no puede ser considerado un proyecto de sistema de salud.
Al inicio del artículo se enfatizó que una mayoría de la sociedad se expresó electoralmente reclamando un “cambio”. Es una excelente oportunidad para el nuevo gobierno de generar ese cambio en salud con un objetivo en el que todos estamos de acuerdo: lograr un sistema de salud equitativo y eficiente. A todos los que estamos responsablemente (y desinteresadamente) preocupados por el tema salud, nos ha llamado la atención que no se haya efectuado una consulta previa con las instituciones del equipo profesional de salud.
Desde estas páginas hemos sugerido la necesidad de crear un Consejo Asesor del Ministerio de Salud constituido por representantes de todas las entidades del equipo de salud, que asesore y permita diseñar políticas públicas de salud sustentables en el tiempo independientemente del color político de la administración de turno. El Gobierno tiene que dejarse ayudar por expertos de todos los subsectores de la salud y entender que entre una posición “estatista” y una posición “mercantilista”, existen en materia de salud opciones racionales intermedias que pueden permitir lograr ese doble objetivo de equidad con eficiencia.
A todos nos interesa, y mucho, que al Gobierno le vaya bien. Para que eso ocurra debe tener una actitud abierta y no clausurar el debate con quienes emiten observaciones efectuadas con honestidad intelectual. De lo contrario caería en el sesgo cognitivo denominado “martillo de Maslow” (“si la única herramienta que tienes es un martillo todos los problemas parecen un clavo”). Encerrarse en un fundamentalismo centrado en las leyes del mercado, al menos en salud, no es una opción racional. No perdamos otra oportunidad.
─Roberto Borrone es Profesor consulto de la cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA); doctor en Medicina (UBA). Hospital de Clínicas “José de San Martín”.
Fuente: lanacion.com.ar, 08/01/24
Un ejemplo de abuso en el Sistema de Salud norteamericano
Venta corta y farmacéuticas
El tercer capítulo del documental DIRTY MONEY, emitido por Netflix, se denomina Venta corta y farmacéuticas. Se trata del caso de una farmacéutica llamada VALEANT, que mediante manejos financieros se convirtió en una de las más importantes, y ganó fortunas con sus acciones. Dichos empresarios compraban farmacéuticas pequeñas, con medicamentos muy específicos, y le subían el precio exageradamente, esto impactó gravemente en el sistema de seguro de salud. Operadores del mercado bursátil de compras y ventas de muy corto plazo empezaron a investigar la operatividad de la farmacéutica VALEANT, que compraba laboratorios medicinales con el lema “apostemos a la gerencia”, en particular la financiera, y no a la ciencia”, y aumentaban exponencialmente sus precios, en cientos o en ocasiones en miles de veces, damnificando a los usuarios de los medicamentos y a las aseguradoras de salud, con el gran encarecimiento de los servicios. Frente a la gran cantidad de personas que no podían pagar los medicamentos o eran llevados a la penuria, el caso llegó a dirigentes políticos como Hillary Clinton que los pusieron en evidencia y al Congreso norteamericano. Sobre esto último es muy interesante la parte de la interpelación que le hace un Subcomité del Senado presidido por la Senadora Collins, pero quien lleva adelante la interpelación a los principales accionistas y de esta empresa es la Senadora Claire McCaskill. Ella reconoce que es sorprendente que no hubiera nada ilegal, fuera de toda ética) y el estado norteamericano sea “impotente” para frenar ganancias exorbitantes o rentas extraordinarias de empresas en general, y en particular de aquellas que tienen que ver con la salud humana. El libre mercado, las ganancias de los inversores y la codicia prácticamente sin límites, están por encima de la salud humana y de las aspiraciones de la sociedad. Valeant se defendió de las acusaciones diciendo que «fija sus precios sobre la base de una serie de factores, incluidos los beneficios clínicos y el valor que llevan a pacientes, médicos, prepagas y la sociedad en su conjunto.» Dicen que los pacientes están protegidos de los aumentos por los seguros de salud y los programas de asistencia financiera que brinda la compañía, de manera que a nadie se le niega el medicamento que necesita.
Al relacionar el actuar de la empresa VALEANT, con el primer pilar del código de conducta Ética Empresarial: Conexión de la estrategia y las operaciones de la empresa con los valores éticos,podemos mencionar que NO se rigió bajos los valores morales y éticos que ellos mismos han implementado, los cuales podemos mencionar:
Resaltar el compromiso con el comportamiento ético y el cumplimiento a la ley. Establecer normas básicas de comportamiento ético y legal.
Aumentar la atención frente a problemas legales y éticos.
Describir situaciones en las que se necesita ser especialmente cuidadosos e indicar dónde y cómo obtener ayuda para abordar éstos y otros problemas éticos y legales.
Informarse respecto a los procedimientos para reportar violaciones conocidas o que se sospechen a las Normas o las leyes.
Prevenir y detectar las infracciones a las Normas y a la ley.
Así mismo podemos mencionar que han infringido sus propias leyes de competencia económica la cual dice: Se debe conocer y cumplir con las leyes de competencia económica, así como con cualesquiera otras leyes, reglas y reglamentos aplicables. Todas las leyes de competencia económica, sin importar de qué país provengan, son de extrema importancia. Estas leyes prohíben una amplia gama de transacciones o prácticas. Debemos entender que las leyes de competencia económica prohíben no sólo las acciones y conversaciones destinadas a fijar precios o repartir participaciones en el mercado, sino que también pueden prohibir las acciones concertadas por los competidores incluso con objetivos beneficiosos, como mejorar la seguridad o evaluar con mayor exactitud los productos. Este tipo de acciones pueden originar sanciones penales tanto para las personas involucradas como para Valeant.
Fuente: https://www.coursehero.com/file/103494071/ANALISIS-DEL-CAPITULO-3-DIRTY-MONEYdocx/
Valeant Pharmaceuticals
Esta empresa canadiense figura en los documentales de Dirty Money pues hizo millones de dólares a costa de gente que necesitaba medicamentos específicos para vivir.
A diferencia de otras empresas del sector, Valeant no invertía gran parte de su capital en investigación y desarrollo, de hecho solo el 3% de su cartera de inversión radicaba en la búsqueda de nuevos medicamentos. En lugar de ello, invertían en acciones de otras compañías hasta adquirirlas completamente, devoraban a la competencia financieramente aprovechando las licencias y patentes ya aprobadas de estas otras empresas, con lo cual ganaban tiempo y el esfuerzo lo hacían otros.
Una vez que habían adquirido una cuota casi monopólica de cualquier medicamento, procedían a incrementar su precio, radicalmente. Una sola pastilla podía quintuplicar su precio en un solo año, algunos medicamentos incrementaban más aún su valor, pero todos los productos por lo menos duplicaban anualmente. Con este mecanismo, y vendiendo drogas vitales para el público, sus indicadores y ratios financieros se disparaban de manera record en Wall Street.
Cuando tu producto es inelástico y controlas casi en su totalidad a la oferta, resulta demasiado sencillo incrementar los precios a voluntad, es algo que Mike Pearson (Ex CEO de Valeant) tenía muy en claro. Sin embargo no hubo nada ilegal en los movimientos de esta empresa, los inversionistas sí perdieron millones de dólares en el valor de sus acciones (pues cayeron aproximadamente en un 90% a 2015) pero a la fecha los precios de los medicamentos permanecen inflados, y con márgenes de más de 400% pueden sentirse tranquilos pues tienen garantizadas sus ganancias en un mediano plazo.
Fuente: https://letotabo.wordpress.com/2018/09/07/dirty-money-documentaries-review/
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Desentrañando el Conflicto de Agencia: Los aportes del Distributismo
El rol del Estado como garante de la legalidad y equidad en el mundo financiero
Distributismo: La búsqueda de una economía equitativa a lo largo de la historia
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El impacto devastador de la inflación en la economía: Lecciones de Argentina, Israel y Alemania
septiembre 13, 2023
Por Gustavo Ibáñez Padilla.
En el complejo escenario económico global, la inflación emerge como la Hidra de Lerna, un monstruo de múltiples cabezas, capaz de desencadenar estragos en cualquier país. Este insidioso fenómeno, si se le permite crecer de manera persistente, puede generar consecuencias nefastas que trascienden los balances financieros para adentrarse en el tejido social y político. Ejemplos como Argentina, Israel y Alemania ofrecen lecciones dolorosas sobre los riesgos de una inflación descontrolada.
El espejismo de la prosperidad efímera
La inflación, ese incremento generalizado y sostenido de los precios, puede inicialmente parecer un signo de prosperidad económica. Los salarios suben y el consumo parece florecer. No obstante, esta ilusión de riqueza es tan fugaz como una burbuja de jabón en un día ventoso. La realidad es que una inflación creciente erosiona el poder adquisitivo de la población, reduciendo la capacidad de ahorro y la inversión a largo plazo.
Argentina: Un paradigma de inflación persistente
Argentina, en los siglos XX y XXI, se ha convertido en un caso paradigmático de inflación crónica. A pesar de breves episodios de estabilidad económica, la sombra de la inflación siempre se cierne sobre la otrora próspera nación sudamericana. Economistas austríacos, como Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek, advirtieron sobre los peligros de una expansión descontrolada de la oferta monetaria, señalando que esta práctica conducía inevitablemente a una depreciación del valor de la moneda.
La falta de responsabilidad fiscal, combinada con políticas monetarias laxas, ha llevado a la emisión de moneda sin respaldo real, un síntoma claro de los abusos demagógicos de los políticos. Esto desencadena un círculo vicioso: el exceso de moneda en circulación genera una mayor demanda de bienes y servicios, lo que a su vez aumenta los precios. Los salarios, a pesar de los incrementos nominales, no logran mantener el paso, y la población se ve atrapada en una espiral inflacionaria. “Los salarios suben por la escalera, los precios por el ascensor.”
Israel: Lecciones de estabilidad y resiliencia
Por otro lado, Israel ofrece una lección valiosa sobre la importancia de políticas monetarias prudentes y una gestión fiscal responsable. En la década de 1980, el pequeño país de Medio Oriente enfrentó una inflación galopante que alcanzó cifras astronómicas. Sin embargo, la determinación del gobierno y la implementación de medidas drásticas, incluyendo la introducción de una nueva moneda y muy estrictas políticas monetarias, permitieron a Israel salir de la vorágine inflacionaria y establecer una economía más sólida.
Los economistas austríacos argumentan que esta experiencia valida su teoría sobre la necesidad de una moneda estable y una política monetaria enfocada en la preservación del valor del dinero. Además, resaltan la trascendental importancia de un marco institucional que limite el poder de los políticos para manipular la economía con propósitos cortoplacistas.
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Alemania: La espantosa sombra de la hiperinflación
Quizás el caso más dramático de inflación descontrolada sea el de la Alemania de la República de Weimar en la década de 1920. La hiperinflación que asoló el país tras la Primera Guerra Mundial llevó a una devaluación tan exorbitante que el dinero se volvió casi irrelevante. Los billetes perdieron su valor de manera tan rápida que las personas se veían obligadas a gastarlos casi de inmediato, antes de que se depreciasen aún más. De hecho los billetes comenzaron a imprimirse sin número de serie para evitar demoras.
Este episodio extremo de inflación no solo destruyó los ahorros de la población, sino que provocó una disolución social palpable. La confianza en las instituciones se desmoronó y la estabilidad política se vio gravemente comprometida. Este sombrío capítulo de la historia económica alemana subraya los peligros reales de permitir que la inflación se desboque, al provocar el caldo de cultivo para el surgimiento del régimen criminal nazi.
La urgencia de una política económica responsable
En tiempos de incertidumbre económica, las lecciones que nos ofrecen Argentina, Israel y Alemania son vitales. La inflación, lejos de ser una mera cifra en un gráfico, tiene el potencial de transformarse en una fuerza desestabilizadora que socava los cimientos de una sociedad. Los economistas austríacos, con su enfoque en la necesidad de una moneda respaldada por activos reales y políticas fiscales responsables, nos recuerdan la importancia de mantener la disciplina en tiempos de bonanza y crisis por igual.
En última instancia, la lucha contra la inflación no es solo una cuestión económica, sino una cuestión de preservación del orden social y político. Los riesgos de una inflación descontrolada son demasiado grandes como para ignorarlos. Es responsabilidad de los líderes políticos y económicos aprender de la historia y actuar con prudencia y determinación para evitar que el monstruo de la inflación desate su furia sobre la economía y la sociedad.
En las inmortales palabras de Milton Friedman, premio Nobel de Economía: «La inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario». Esta cita resume de manera elocuente la raíz del problema y la importancia de una gestión monetaria responsable. En un mundo donde la confianza en la estabilidad de la moneda es esencial, no podemos permitirnos ignorar las lecciones del pasado. La inflación, si se deja sin control, no solo amenaza los cimientos económicos, sino que socava la confianza y la cohesión de una sociedad. Es tiempo de actuar con sabiduría y visión a largo plazo para evitar que el espectro de la inflación destruya nuestro presente y nos aceche en el futuro.
Fuente: Ediciones EP, 13/09/23.
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¿Sirven los Controles de Precios?
La inflación en Argentina y la destrucción del valor del peso
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Las Fuerzas Armadas en la República Argentina
septiembre 5, 2023
La necesidad de proveer a la defensa común
Por José Manuel Ugarte.
Este título refleja una preocupación que se perpetúa y se acentúa en el tiempo. No es asunto útil para campaña electoral, simplemente porque todos los partidos que han ejercido el poder en Argentina han contribuido a que se haya llegado a la situación actual.
Se inició en 1985 cuando el poder político, que recibiera el poder con un insustentable presupuesto de Defensa de un 4% del PBI., lo redujo al histórico del país, un 2,4%, y encomendó a las Fuerzas Armadas que realizaran su propia reestructuración. Éstas se limitaron a reducir la incorporación de conscriptos y de alumnos y los gastos de funcionamiento (adiestramiento y mantenimiento del material).
Pero ese 2,4% -suficiente, si se reestructuraba- se fue reduciendo durante los gobiernos subsiguientes hasta el 1% del PBI al final de la década, mientras se liquidaba el sector de producción para la defensa que tenía el país.
La reducción presupuestaria se combinó con la falta de reestructuración. Para ejemplificar, recordemos que en 1983, la Fuerza Aérea tenía más de 40 aviones de combate y tenía 39 brigadieres (generales) y 211 comodoros (coroneles), mientras que hoy tiene 39 brigadieres, 463 comodoros y 6 aviones de combate. La existencia de un número desproporcionado de oficiales en algunos grados y Fuerzas se aúna con el bajo presupuesto para que el gasto en defensa comprenda entre 85% y 90% de gasto en personal.
La única incorporación importante de material de los ‘90s fue la compra de 36 antiguos aviones construidos en la década de los ‘70s, modernizados 32 con el radar APG-66 que equipara a las dos primeras versiones del F-16 y aviónica equivalente, los A-4AR Fightinghawk, pero vendidos sin armamento; sólo recibieron años más tarde misiles de corto alcance AIM9L para proteger al Presidente Bush en la IV Cumbre de las Américas (2005).
La importante cantidad y calidad de material bélico con que contaba Argentina en los 80s se fue degradando paulatinamente, con limitado mantenimiento y carencia de modernizaciones. Así, en setiembre de 2015, la Fuerza Aérea comunicó la desprogramación de los aviones Mirage y Dagger que restaban en su inventario, no contándose más con aviones de combate supersónicos. Y a principios de 2016 se comunicó que los últimos aviones de combate que quedaban, los A.4AR, no estaban operativos. Ante la falta de reemplazos, se logró poner en condiciones operativas 2/3 aviones, hasta que un exitoso programa de recuperación logró habilitar 6, esperándose lograr en el futuro contar con 12. No obstante, estos aviones carecen de misiles de alcance medio, bombas guiadas y misiles aire-tierra, capacidades que teóricamente podrían tener, haciendo la antigüedad de los aviones una prolongada permanencia en servicio.
Los 28 aviones IA63 Pampa de distintos tipos con que también se cuenta, son aviones de adiestramiento avanzado y no de combate.
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La Armada, con parte de sus buques no operativos, enfrenta desde hace años la imprescindible necesidad de modernizar sus unidades. Carece de submarinos en condiciones de operar, y la aviación naval, de aviones de combate operativos.El ejército tiene como blindado principal al TAM.
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Hace tres décadas eran los mejores de Sudamérica, pero hoy son obsoletos, sin que hayan recibido -salvo contados vehículos- alguna modernización. Su actualización con apoyo de Elbit Systems, iniciada en 2013 y suspendida entre 2015 y 2019, hasta hoy ha producido únicamente dos prototipos.
Una medida que despertó expectativas fue la creación por iniciativa del entonces diputado Agustín Rossi -apoyada por todos los sectores políticos- del FONDEF, un fondo de afectación específica destinado a financiar el reequipamiento de las Fuerzas Armadas.
Aunque no suficiente, dicho fondo representa una contribución importante a la solución, siempre que sea empleado para solucionar las carencias más importantes en materia de equipamiento.
Hasta el momento, el criterio de inversión ha sido el de priorizar equipamiento que también permita su empleo en apoyo a la comunidad, tales como camiones de tipo militar y civil, ambulancias, y otros automotores, material vial, aviones de transporte de pasajeros, aviones de enlace. Se ha invertido asimismo para la construcción de un buque polar y para construir bases para actividades antárticas. Durante la anterior administración, se priorizó equipamiento útil para la seguridad interior, invirtiéndose en patrulleros oceánicos para evitar la pesca ilegal y aviones de entrenamiento avanzado, cuando se contaba en el país con equipamiento que cumplía ambas funciones.
En cambio, las necesidades fundamentales en materia de equipamiento -submarinos, aviones de combate, tanques, blindados a rueda- permanecen sin atender. Ello implica pilotos y submarinistas con formación incompleta, severas limitaciones para la capacidad de defensa y crecientes riesgos para el país. Otras necesidades de material esperan también atención.
De las elecciones en curso habrá de surgir un nuevo gobierno. Cabe esperar que gobierno y oposición, con sentido de urgencia, adopten las medidas necesarias para la recuperación de la capacidad de defensa del país. Ha quedado demostrado que no es ésta una tarea de sector. Un consenso fundado en la necesidad de proveer a la defensa común debería dar a esta tarea el vigor y la agilidad imprescindibles.
─José Manuel Ugarte es Doctor en Derecho (UBA), Co-redactor de las leyes de Defensa Nacional y de Seguridad Interior.
Fuente: Clarín, 05/09/23
«¿Para qué sirven las Fuerzas Armadas?
Para nada, salvo cuando todo depende de ellas».
Charles de Gaulle
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