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El voto sorprendente del Reino Unido para dejar la Unión Europea —que se ha denominado Brexit— ha hecho que la libra esterlina cayera a su nivel más bajo en 30 años frente al dólar y sembró la histeria en los índices bursátiles de todo el mundo. El fantasma resultante de la incertidumbre llevó a los inversores a buscar un lugar más seguro. La decisión de abandonar la Unión Europea también le costó el puesto al primer ministro, David Cameron.
El 24 de junio, el día después del referendum, el Industrial Dow Jones cayó un 3,4%, situándose en 17.400, el índice S&P 500 experimentó una caída similar, mientras que el Nasdaq cayó fuertemente y se situó en el 4,1%. El oro tuvo el mayor incremento en dos años, mientras que los futuros del petróleo cayeron. En Europa, el FTSE 100, de Londres, tuvo un retroceso del 3,2%, el francés CAC cayó un 8% y el índice alemán DAX terminó el día en un 6,8%. El mayor volumen de ventas lo registraron el FTSE MIB italiano y español IBEX, cada uno se dejó más de un 12%. En Asia, el índice Nikkei 225 cayó un 7,9% y el índice Hang Seng de Hong Kong retrocedió un 2,9%. El euro cayó un 2,5% frente al dólar. Los títulos del Gobierno de Estados Unidos se dispararon y el rendimiento del Tesoro a 10 años cayó a menos del 1,4%, un nivel casi histórico.
Jeremy Siegel, profesor de Finanzas de Wharton, dijo que los mercados respondieron como se esperaba en vista de lo que ocurrió en el Reino Unido, un resultado no previsto por la mayoría de los políticos y los brokers. Sin embargo, Siegel no tiene dudas en cuanto a la reacción de la Fed. Los acontecimientos están alejando “por completo cualquier expectativa de un aumento del índice este año”, dijo, añadiendo que “futuros de enero basados en los fondos de interés de los EE.UU. están siendo negociados exactamente a los valores de hoy en día”.
Joao Gomes, profesor de Finanzas de Wharton, está de acuerdo en que la Fed va a tomarse una pausa. “En el caso de Estados Unidos, la respuesta seguramente consistirá en retrasar los aumentos de las tasas de interés y quizás algunas declaraciones tranquilizadoras que dejen claro a los inversores que hay un refugio seguro y que cualquier riesgo de impacto negativo será limitado”.
Siegel cree realmente que la tragedia actual que vive el mercado va a ser fugaz. “Creo que habrá una gran cantidad de cambios a causa de lo que sucedió”, dijo durante el programa “Behind the Markets” [Detrás de los mercados], que se transmite desde Wharton Business Radio en el canal 111 de SiriusXM. Siegel señaló que el Ibex se mantuvo operando por encima del valor registrado hace una semana y el mercado, en dólares, disminuyó sólo un 3% en comparación con el 7% y el 9% de otros mercados regionales en Europa.
Por otra parte, “no hubo pánico. Había una gran cantidad de liquidez en estos mercados. Todos los principales mercados abrían con mucha efervescencia, pero sin mayores trastornos. Había liquidez”, dijo Siegel. “Esta imagen dice mucho acerca de un cambio importante de dirección en este escenario”. Siegel añadió que los futuros de acciones de Estados Unidos tuvieron una caída de 700 puntos, pero los mercados abrieron con normalidad y reaccionaron a la caída.
Gomes añadió que aunque “este es el tipo de incertidumbre y volatilidad que más puede mitigar las perspectivas de crecimiento a corto plazo” en el largo plazo, el impacto de Brexit debe ser contenido. “En el momento en que se tranquilicen las cosas, el efecto no será sustancial”, dice. “Europa no crece significativamente desde 2008 y no crecerá significativamente el próximo año. Ya estamos acostumbrados a este escenario y esta forma de crisis permanente”.
Impacto sobre EE.UU. y la UE
Scheherazade Rehman, directora del Centro de Investigación de la Unión Europea en la Universidad George Washington, dijo que el Brexit es lo que “nosotros llamamos un evento ‘cisne negro’ en Washington, D.C. Nadie lo esperaba”. ¿Cómo afectará a los EE.UU.? Además de la volatilidad del mercado, “hemos perdido efectivamente nuestro campeón del libre mercado, la globalización, nuestros ojos y oídos sobre el terreno en materia de seguridad y otros intereses hoy puestos sobre la mesa de la UE, puesto que ya el país no estará reunido junto a los demás a puertas cerradas”, dijo Rehman durante el programa de Knowledge@Wharton, canal 111 de SiriusXM.
En cuanto al Reino Unido, Rehman dijo que su economía se verá sacudida. “Será más caro negociar con la UE”, dijo. La UE le dirá el Reino Unido: “Todavía tienes acceso al mercado común, pero tendrás que pagar por ello. Tendrás que pagar más de lo que pagas hoy en día, pero ahora no tienes poder de decisión”. Sin embargo, Brian Klaas, investigador de la London School of Economics, dijo en “Behind the Markets” que la UE sólo puede castigar el Reino Unido en cierta medida. “Si el castigo es demasiado severo, la UE también se verá perjudicada”, ya que el Reino Unido representa el 6% de la economía europea. Sin embargo, si el castigo no es lo suficientemente grave, otros países querrán irse.
El Reino Unido tratará de preservar los acuerdos comerciales y de inversión existentes con la UE, pero el bloque no facilitará nada. “Al principio, veremos una posición, como mínimo, muy poco flexible de Bruselas en las negociaciones con el Reino Unido”, dijo Gomes. Olivier Chatain, profesor de HEC París e investigador principal en el Instituto Mack de Gestión de la Innovación de Wharton, considera que la UE —Francia y Alemania, en particular,— va a querer hacer del Reino Unido un ejemplo para evitar que otros países se marchen, dijo durante el programa de Knowledge@Wharton.
Todavía hay muchas dudas acerca de las condiciones de salida y cómo deben ser las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea. El viernes, el Financial Times se refirió a un artículo publicado en un periódico alemán según el cual tienen una copia de la “estrategia post-referéndum del Brexit”. El informe dice que el Reino Unido no debe ser tratado con indulgencia en las conversaciones sobre su partida, ya que podría alentar a otros países a seguirle. El Handelsblatt informó, según el Times, que no habría ”acceso automático al mercado único”, porque otros países, entre ellos Francia, Alemania, Austria, Finlandia, Hungría y los Países Bajos podrían buscar acuerdos similares”. ‘El alcance de dichos efectos de imitación dependería en gran medida de cómo se trata al Reino Unido’”.
Sin embargo, el temor de que pueda haber una carrera hacia la puerta de salida tal vez sea exagerada. Siegel dijo que los países de la UE que han adoptado el euro como moneda son menos propensos a dejar el bloque. “Nadie quiere renunciar al euro”, dijo. “Esa es la diferencia con respecto a lo que está ocurriendo en el Reino Unido”. Para un país de la UE, que utiliza el euro, cambiar de moneda “es algo de una magnitud muy compleja e impopular” en comparación con el Brexit. Tomemos el caso de Grecia. A pesar de sus dificultades financieras, los griegos no quieren abandonar el euro para volver al dracma y enfrentarse a la devaluación. Si Grecia quiere quedarse, es probable que otros también, dijo Siegel.
En el futuro, Gomes espera que haya un acuerdo entre el Reino Unido post Brexit y la UE. “Después de algunas recriminaciones mutuas, que pueden durar algún tiempo, todos en Bruselas y Londres van a trabajar a favor de un acercamiento porque ambos tienen un fuerte interés personal en que esta relación funcione”, dice. “Esto significa básicamente la elaboración de un nuevo tratado que preserve lo más posible los lazos económicos más importantes, tranquilizando, al mismo tiempo, a los británicos de que la inmigración puede ser controlada”.
Sería irónico, sin embargo, que la UE utilice su influencia en las negociaciones para obligar al Reino Unido a adoptar sus políticas de inmigración. “El referéndum fue utilizado como una plataforma para negociar las consecuencias de la crisis de inmigrantes en Europa”, dijo Rehman. “Será interesante ver si, en el caso de las negociaciones de la UE con el Reino Unido, la inmigración entra de nuevo en la agenda de discusión. En otras palabras, ‘estaremos de acuerdo con los términos comerciales si ustedes están de acuerdo —sea lo que sea— con la cuestión de la inmigración’. Eso sería algo irónico”.
Gomes añadió que el “gran factor imprevisible” será el papel de los movimientos nacionalistas y anti-europeos en países como Francia, Polonia y España. “Habrá tensión en las próximas semanas y meses entre dos pensamientos y visiones del mundo opuestas”, dijo Gomes. Por un lado, se espera que la corte central en Bruselas actúe rápidamente “para tranquilizar a las empresas de que no habrá ningún cambio fundamental”. Por otro lado, él dice que los políticos hacen hincapié en que Europa está “rota” y que algo tiene que cambiar. “Hay un deseo por parte de los defensores del Brexit, los partidos y los votantes anti-europeos en varios otros lugares, empezando con las elecciones celebradas recientemente en España, para explorar el asunto, para obtener concesiones especiales de la UE o, simplemente, para ganar las elecciones”.
¿El futuro de Escocia en juego?
Entre los muchos resultados políticos del Brexit, uno que da mucho que pensar es la posibilidad de que Escocia exija un segundo referéndum sobre su permanencia o no en el Reino Unido. En el primer referéndum, en 2014, los escoceses votaron para permanecer en el Reino Unido. “Escocia es pro-Europa, y si los escoceses sienten que están saliendo de Europa por el voto de los ingleses, que no les gustaban mucho, pueden pedir un segundo referéndum”, dijo Sebastián Mallaby, investigador principal de economía internacional del Consejo de Relaciones Exteriores, en un reciente artículo de Knowledge@Wharton.
Una vez concluido el Brexit, la primer ministro de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo que ahora es muy probable que haya un segundo referéndum. Ella también dijo que comenzaría a crear la legislación necesaria para una nueva votación sobre la independencia de Escocia. Irónicamente, algunos de los argumentos más sólidos utilizados en Inglaterra para convencer a los escoceses a permanecer en el Reino Unido en 2014 era que Escocia podría verse obligada a salir de la UE si se separaba del Reino Unido. Ahora es el voto del Brexit el que llevará a Escocia fuera de la UE a menos que, como algunos analistas creen que es posible, Escocia apruebe su independencia en un nuevo referéndum y decida permanecer donde está. El voto de los escoceses fue del 62% (frente al 38%) a favor de permanecer en la UE.
La respuesta de los escoceses también dependerá del próximo primer ministro del Reino Unido, de cómo se ejecuten las negociaciones y la creciente fuerza de la economía en los próximos años, dice Gomes. “En última instancia, la consulta es un reflejo de la conclusión a que han llegado muchas personas de que la economía estará mejor fuera de la UE”, dijo. “Escocia, en particular, tendrá que tomar su propia decisión, ¿qué es mejor, estar relacionado con el Reino Unido o la Unión Europea?”
Siguiente turno de la UE
El principal problema de la crisis europea es la falta de liderazgo a la hora de hacer frente a los problemas de la gente, dijo Gordon Brown, político del Partido Laborista británico, ex primer ministro y ex ministro del Tesoro del Reino Unido en la conferencia pronunciada en el Foro mundial de Wharton en Amsterdam. “El nivel de debate durante el referéndum en el Reino Unido era tan pobre que nadie trató de explicar los problemas de los cuales la gente se queja”. Inmigración y seguridad en el trabajo son las dos cuestiones clave.
Brown dijo que las personas son desplazadas por las “grandes fuerzas globales que cambian rápidamente, y no por la Unión Europea”. Mientras tanto, los ataques terroristas por parte de los radicales islámicos y grupos extremistas también generan prejuicios, intolerancia y odio. “Hay escepticismo en muchos países europeos donde la gente injustamente culpa a la Unión Europea de los problemas que surgen principalmente por el cambio global”, dijo. “A menos que haya líderes preparados para asumir esto y decirle a la gente: “Miren, estamos tratando de gestionar el cambio global. Vamos a trabajar juntos en esto”, aumentará el escepticismo.
Aunque algunos cuestionen si la UE sigue manteniendo su importancia, Brown dijo que Europa aún necesita esta estructura institucional única. “Europa tuvo que hacer frente en los últimos 30 años al hecho de que las identidades nacionales siguen siendo fuertes”, añadió. “Tenemos 28 naciones con tradiciones, culturas y lenguas propias y una forma particular de pensar sobre cómo se pueden integrar. Es necesario equilibrar este sentido de identidad con la necesidad de cooperación. No se puede suponer que es posible enterrar las identidades y avanzar hacia la formación de un superestado federal”.
Al final, los ciudadanos del Reino Unido decidieron que eran más británicos que europeos. “El voto a favor del Brexit era esencialmente un voto nacionalista sobre el control nacional y la reafirmación de orgullo sobre las decisiones que afectan a los ciudadanos británicos”, dijo Gomes. Chatain, sin embargo, cree que el Reino Unido es muy consciente de que las implicaciones de salir de la UE, “y el arrepentimiento del consumidor puede manifestarse antes de lo que pensamos”.
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