La vida de los jubilados del futuro

diciembre 18, 2015

La tecnología transformará la vida de los jubilados

 Por Joseph F. Coughlin.

Para la próxima generación de jubilados, la pregunta más importante será una simple: ¿cómo le inyecta vida a una vida más larga?

A medida que la gente vive más años, y pasa más tiempo jubilada, el desafío es extraer más de esos días. ¿Cómo encuentra una segunda carrera que sea gratificante? ¿Cómo se mantiene cercano a amigos y familiares? ¿Cómo mantiene la independencia y la movilidad? ¿Cómo acoge nuevas experiencias?

La respuesta es igual de sencilla: tecnología. La próxima generación de retirados tendrá una variedad sin precedentes de tecnologías y servicios para inventar un futuro en el que trabajen a medio tiempo, sigan siendo sociales, se diviertan, vivan en sus hogares, tengan buena salud y organicen su propio cuidado.

jubilado-en-el-marMuchas de las soluciones serán guiadas por la llamada “Internet de las cosas”, con la cual los objetos del hogar pueden usar conexiones web para pensar, hablar y comunicarse entre ellos, lo que permitirá toda una nueva industria de servicios a la carta para los mayores. Los electrodomésticos en la cocina van a monitorear la dieta de una persona y enviar la información al doctor. Los ancianos podrán contratar servicios en línea para realizar tareas que se han vuelto muy difíciles, desde la limpieza de la casa hasta transporte en auto.

Este nuevo mundo para los jubilados vendrá con muchos desafíos, entre ellos el costo y la posible pérdida de privacidad. No obstante, si los retos pueden superarse, las innovaciones podrían transformar los años de retiro en un período de vida nuevo y vibrante que se enfoca tanto en vivir mejor como en hacerlo por más años.

Aquí, un vistazo a algunas de las innovaciones:

Seguir trabajando

La jubilación solía marcar una clara frontera entre trabajar y no trabajar. Hoy, una carrera puede terminar, pero el trabajo no se acaba. Aún existen prejuicios sobre los trabajadores de la tercera edad, pero nuevas tecnologías están ofreciendo opciones y flexibilidad.

El trabajo remoto no es una idea nueva, pero es clave para los jubilados que quieren la libertad de aceptar cualquier oportunidad que les sirva sin interrumpir su estilo de vida. Con los teléfonos inteligentes y las tabletas, pueden ser productivos desde la casa, la playa, o el parque donde juegan sus nietos.

Internet también facilita el aprendizaje de destrezas a través de cursos en línea que les ayuden a mantenerse competitivos o ingresar a un nuevo rubro. Instructores basados en inteligencia artificial y avatares los ayudarán a practicar sus técnicas de entrevistas de trabajo. Para los que no quieren volver a sentarse detrás de un escritorio, Internet también ofrece opciones y flexibilidad. Un ejemplo son los servicios entre pares como Uber y Airbnb. A menudo no se requiere una capacitación especial o mucha experiencia para ofrecer viajes en auto o alquilar de forma temporal una habitación en su casa.

oportunidades on line

Con amigos y la familia

A la mayoría de la gente le preocupa su salud en la tercera edad, pero este factor está fuertemente relacionado con la capacidad de mantener una vida social. Aplicaciones como Skype ya permiten tener cenas virtuales con nietos que viven lejos, pero las comunicaciones prometen salir de los confines de una computadora o un televisor. Imagínese toda una pared de su casa donde se proyectan imágenes de amigos, permitiendo que la gente comparta un café.

Los medios sociales, por otro lado, serán más especializados y empezarán a apuntar a adultos de mayor edad que quieran permanecer conectados. Un ejemplo es Connected Living Inc., que en Estados Unidos conecta entre sí y con sus familias a personas que viven en viviendas para la tercera edad. Facebook también es una opción.

Los aparatos de realidad aumentada, como las Google Glass, ayudarán con la memoria. Estas gafas podrían proyectar información cuando alguien se encuentre con un conocido como, por ejemplo, la última conversación que tuvieron o los nombres de sus hijos. Si el jubilado invita al amigo a cenar en casa, pueden proporcionar instrucciones paso a paso para preparar una cena.

Mantener la movilidad

La capacidad de desplazarse libremente es clave para la calidad de vida en la edad avanzada. El no poder hacerlo reduce el bienestar mental y físico.

En este caso, las tecnologías autónomas, como el estacionamiento automático, las advertencias sobre choques y la detección de puntos ciegos en los autos, permitirán que los jubilados conduzcan por más tiempo. Si se materializan los vehículos de conducción autónoma, lo único que el jubilado tendrá que hacer es enviar un texto a su auto para que lo recoja y lo lleve adonde desee. Para los que no quieren la carga de poseer un vehículo, están los servicios como Lyft y Uber.

Cuando la movilidad se vuelve un problema, la realidad aumentada de dispositivos Oculus Rift puede ofrecer la oportunidad de visitar un museo en París o hacer un safari por África, sin salir de la casa.

Una casa autónoma

Mantener una vivienda limpia y ordenada puede ser un reto para los jubilados. El Internet de las cosas puede ayudar a hacer estas tareas. Ya hay sistemas que facilitan el control de funciones básicas mediante smartphones, como un termostato inteligente.

Los electrodomésticos también pueden ayudar a realizar o hacer seguimiento de tareas simples. Un refrigerador puede mantener un inventario de los alimentos y hacer un pedido en línea cuando alguno se acabe. Otros como la aspiradora Roomba y el Echo de Amazon, una especie de asistente personal en la forma de un cilindro, pueden ayudar con los quehaceres.

Otros dispositivos pueden tener funciones terapéuticas. El robot Paro es una foca de peluche que ayuda a calmar a personas con condiciones como demencia.

Monitores de salud

A medida que la gente envejece, crece la posibilidad de contraer enfermedades crónicas. Con la Internet de las cosas, las máquinas podrán mantener detalles que para un jubilado pueden ser difíciles de recordar durante una cita médica. Un cepillo de dientes y una cafetera pueden determinar si la persona ha roto la rutina de sueño y alertar a un doctor, o un espejo puede detectar señales de problemas cardiovasculares al escanear el rostro.

Un inodoro inteligente podrá reportar el peso, el nivel de azúcar y otros datos vitales. Las prendas de vestir también podrían llegar a medir el nivel de actividad y el ritmo cardiaco. Una alfombra podría notar si el caminar de un jubilado se ha vuelto más arrastrado y alertar a médicos y familiares.

Estas transformaciones, sin embargo, plantean algunos interrogantes. El primero es el costo. Los servicios de la Internet de las cosas se convertirán en algo tan conveniente y tan vital que van a tener un costo significativo y necesario. Sin embargo, la mayoría de las personas no están ahorrando lo suficiente para su jubilación.

A nivel individual, ¿qué significa cuando las viviendas e incluso la ropa están registrando datos sobre la mayoría de los comportamientos personales? Las cuestiones de privacidad de datos no se limitan a las personas mayores, por supuesto, pero este segmento es el más vulnerable de la sociedad.

Por último, es vital recordar que la tecnología por sí sola no va a resolver nuestros problemas. Sin importar cuán poderosos se vuelvan los aparatos y electrodomésticos, nunca podrán sustituir por completo el contacto humano o eliminar totalmente los dolores y frustraciones de envejecer.

—Coughlin es director de AgeLab, del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Fuente: The Wall Street Journal, 13/12/15.

 

 

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Las pesas favorecen la salud del cerebro

diciembre 14, 2015

El Entrenamiento de Fuerza Podría Beneficiar su Memoria y Disminuir Su Riesgo de Demencia a Largo Plazo

cerebro

Por Joseph Mercola.

El miedo a perder la capacidad cognitiva tiende a restarle importancia al temor de la discapacidad física; 60 por ciento de los adultos en Estados Unidos dicen que están «bastantes preocupados» o «algo preocupados» por la pérdida de memoria.1

La probabilidad es que usted está entre la mayoría. La buena noticia es que el cerebro es un órgano dinámico, en constante adaptación y cambio, para bien o para mal.

Mientras que algunas actividades, como la falta de sueño, pueden tener un efecto perjudicial sobre la memoria y la función cerebral, un estilo de vida saludable apoyará su salud cerebral a largo plazo, e incluso puede hacer que su cerebro desarrolle nuevas neuronas–un proceso conocido como neurogénesis o neuroplasticidad.

Este fenómeno no se conocía cuando estaba en la escuela de medicina. En aquel entonces, se nos enseñó que la pérdida de células cerebrales era una condición irreversible y nada se podría hacer para cambiarlo.

Nunca Es Demasiado Tarde para que su Cerebro Regenere las Células Cerebrales

El hipocampo de su cerebro, es decir, su centro de memoria, es particularmente adaptable y capaz de desarrollar nuevas células durante toda su vida, incluso 4 sus 90 años, siempre y cuando le de las herramientas necesarias para hacerlo.

Por ejemplo, un estudio de un año de duración encontró que los adultos que hacen ejercicio en realidad estaban agrandando el centro de la memoria cerebral de uno a dos por ciento por año, cuando normalmente ese centro disminuye de tamaño con la edad.

Según John J. Ratey, un psiquiatra que escribió el libro Spark: The Revolutionary New Science of Exercise and the Brain (La Nueva Ciencia Revolucionaria del Ejercicio y el Cerebro), hay pruebas abrumadoras de que el ejercicio produce grandes ganancias cognitivas y ayuda a combatir la demencia. De hecho, la investigación ha demostrado que el ejercicio ayuda a proteger su cerebro por medio de:

  • Mejorar y aumentar el flujo sanguíneo en su cerebro
  • Aumentar la producción de compuestos protectores de los nervios
  • Mejorar el desarrollo y la supervivencia de las neuronas
  • Alterar la forma en que las proteínas perjudiciales residen dentro de su cerebro, que parece frenar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer

En estudios con animales, encontraron significativamente menos placas dañinas y menos péptidos beta-amiloides, asociadas con la enfermedad de Alzheimer, en ratones que hacían ejercicio.

La alimentación, el sueño y el ejercicio son tres factores de estilo de vida que pueden influir de manera significativa en su salud cerebral y memoria. Aquí, vamos a discutir la influencia del ejercicio, ya que la investigación reciente ha confirmado una vez más su capacidad para mejorar la memoria.

Una forma en la que el ejercicio beneficia la memoria es al provocar que las células nerviosas liberen las proteínas conocidas como factores neurotróficos. Estos factores de crecimiento le indican a las células madre del cerebro y a las células satélite del músculo, convertirse respectivamente en nuevas neuronas y nuevas células musculares.

Esto explica en parte cómo el ejercicio beneficia sus músculos y su cerebro al mismo tiempo. Uno de los factores de crecimiento, en particular, llamado factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), desencadena muchos otros productos químicos que promueven la salud de los nervios, y beneficia directamente a las funciones cognitivas, incluyendo el aprendizaje.

El ayuno también desencadena BDNF, y en combinación (es decir, ejercicio en ayunas) puede ser excelente para mantener biológicamente joven su cerebro, neuromotores y fibras musculares.

Un Estudio Muestra que el Levantamiento de Pesas Mejora la Memoria

Un estudio2 en el 2010 sobre los primates reveló que el ejercicio regular ayudó a los monos a aprenden nuevas tareas dos veces más rápido que los monos que no hicieron ejercicio. Este es un beneficio que los investigadores creían que también podría aplicarse en los humanos.

Más recientemente, investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia en Atlanta encontraron que una simple sesión de 20 minutos de entrenamiento con pesas podría mejorar la memoria a largo plazo en los participantes.

De acuerdo con el investigador principal, Lisa Weinberg:

«Nuestro estudio indica que las personas no tienen que dedicar grandes cantidades de tiempo para darle un impulso a su cerebro.«

En este experimento, 46 voluntarios fueron divididos aleatoriamente en dos grupos-uno activo y uno pasivo. Inicialmente, todos los participantes vieron una serie de 90 imágenes, clasificadas como positivo, neutral o negativo. Después, se les pidió que recordaran la mayor cantidad de imágenes que pudieron.

Después, al grupo activo se le pidió que hiciera 50 extensiones de pierna con el máximo esfuerzo con el uso de una máquina de ejercicios de resistencia. A los participantes pasivos se les pidió simplemente sentarse y dejar que la máquina les moviera las piernas.

Dos días más tarde, nuevamente se les mostró una serie de imágenes, incluyendo algunas que no habían visto antes. Curiosamente, a pesar de que se trataba de solo dos días de haber hecho las extensiones de pierna, los del grupo activo habían mejorado notablemente la habilidad de recordar las imágenes. Según lo informado por el Medical News Today:3

«Los investigadores encontraron que cerca del 50 por ciento de las imágenes originales fueron recordadas por el grupo pasivo, mientras que el grupo activo recordó alrededor del 60 por ciento de las imágenes.

Todos los participantes tuvieron mejores habilidades para recordar las imágenes positivas y negativas que las imágenes neutras, pero esto era aún más cierto para los participantes activos. Los investigadores sugieren que esto se debe a que las personas son más propensas a recordar las experiencias emocionales después del estrés a corto plazo.

El equipo cree que sus resultados son consistentes con estudios previos en un modelo roedor, en donde encontraron que las respuestas de estrés provocaron la liberación de norepinefrina – una hormona que puede mejorar la memoria…

El estudio de Georgia Tech se enfocó en los ejercicios con pesas, pero… otras formas de ejercicio de resistencia – como las sentadillas o flexiones de rodilla – probablemente producirían resultados similares.”

El Ejercicio Desarrolla Nuevas Células Cerebrales y Aumenta el Rendimiento Cerebral

El hipocampo pertenece a la parte más antigua del cerebro conocida como el sistema límbico, y juega un papel importante en la consolidación de información de su memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, así como la navegación espacial.

Previas investigaciones animales4 han encontrado que el ejercicio no solo activa las neuronas del hipocampo, en realidad promueve su crecimiento. En un estudio,5 los ratones que hicieron ejercicio desarrollaron en promedio 6,000 nuevas células cerebrales en cada milímetro cúbico del tejido analizado.

El crecimiento se produjo en el hipocampo, el centro de memoria del cerebro, y los ratones mostraron mejoras significativas en la capacidad de recordar los recuerdos sin ninguna confusión. Varios otros estudios han investigado el impacto del ejercicio sobre el rendimiento del cerebro y el coeficiente intelectual. Algunos de los aspectos más destacados en la investigación6 incluyen:

  • Entre los estudiantes de primaria, con solo 40 minutos de ejercicio diarios aumentaron su coeficiente intelectual en un promedio de casi cuatro puntos
  • Entre los de 6 º grado, los estudiantes más aptos tuvieron calificaciones 30 por ciento más altas que los estudiantes promedio, y los alumnos menos aptos obtuvieron 20 por ciento menos
  • Entre los estudiantes de mayor edad, los que practicaron deportes vigorosos tuvieron una mejora del 20 por ciento en matemáticas, ciencias, inglés y ciencias sociales
  • Los estudiantes que hicieron ejercicio antes de la clase mejoraron las calificaciones de las pruebas en un 17 por ciento, y los que hicieron ejercicio durante 40 minutos aumentaron sus calificaciones una letra mas
  • Los empleados que hacen ejercicio regularmente son 15 por ciento más eficientes que los que no hacen, lo que significa que un empleado activo físicamente sólo tiene que trabajar 42.5 horas a la semana para hacer el mismo trabajo que un empleado promedio hace en 50 horas

Hacer Ejercicio Después de Estudiar Aumenta Retención de Información

En un estudio danés,7 publicado en 2012, donde se les pidió a los hombres aprender una habilidad de rastreo en una computadora, lo que les obligaba a usar un joystick para rastrear una línea roja en forma de garabato en la pantalla. Algunos de los hombres hicieron ejercicio antes de aprender la nueva tarea, algunos no hicieron nada de ejercicio físico, y algunos hicieron ejercicio justo después de aprender la nueva habilidad. En la prueba de seguimiento una hora más tarde, el rendimiento de los hombres se mantuvo casi igual, pero a medida que el experimento continuó, los que hicieron ejercicio obtuvieron una clara ventaja. Los que obtuvieron las mejores calificaciones pertenecían al grupo que hizo ejercicio justo después de aprender la tarea.

En las sesiones de pruebas, un día y una semana más tarde, ellos trazaron la línea con mayor precisión y con mayor agilidad. El grupo que hizo ejercicio antes de aprender la nueva habilidad también obtuvo mejores resultados que los que no hicieron ejercicio (aunque no tan bien como el grupo que hizo ejercicio después). Entonces, parece que si desea ayudar a fortalecer su memoria, la nueva información que está recibiendo puede ser impresa con mayor éxito en su cerebro para recuperarla más tarde si hace ejercicio inmediatamente después de su sesión de estudio.

Cómo Obtener Mejores Beneficios de su Rutina de Entrenamiento de Fuerza

El tipo de programa de ejercicio que beneficiará a su cerebro es idéntico al que beneficiará al resto de su cuerpo. Lo ideal sería que luchara por una rutina completa que incluya el ejercicio en intervalos de alta intensidad (HIIT), entrenamiento de fuerza, ejercicios core, y movimiento intermitente regular para evitar los peligros asociados con estar demasiado tiempo sentado. Si usted ha estado sentado durante una hora, ese es demasiado tiempo. El estiramiento también es importante, especialmente si corre a velocidad.

Los ejercicios de alta intensidad son parte fundamente de mi programa Peak Fitness y se pueden hacer mediante el uso de una serie de máquinas diferentes, tales como una bicicleta reclinada o una elíptica, o puede correr a velocidad. HIIT maximiza su secreción de la hormona del crecimiento humano (HGH), optimiza el metabolismo y ayuda a regular la insulina y azúcar en la sangre. Y no hay nada mejor en términos de eficiencia. Puede completar toda una sesión de ejercicios de Peak Fitness en 20 minutos o menos. Para obtener instrucciones detalladas y una demostración, por favor vea mi artículo anterior,» El Ejercicio Científico de 7 Minutos» (Entrenamiento en Intervalos de Alta Intensidad).

También puede convertir su rutina de entrenamiento de fuerza en ejercicio de alta intensidad al disminuir la velocidad. Esta técnica ofrece los mismos beneficios que otros ejercicios de alta intensidad, y de hecho puede ser aún más beneficio en algunos aspectos. Es una forma particularmente bien adaptada de ejercicio de alta intensidad para las personas mayores. El entrenamiento con pesas súper-lento es más seguro que el levantamiento de pesas convencional, ya que previene que dañe accidentalmente sus articulaciones o que sufra lesiones de uso repetitivo.

Su Cerebro Necesita Actividad Regular

Si hace ejercicio religiosamente durante tres meses, y luego deja de hacer por un período prolongado, su tono muscular no será el único que sufrirá. Su cerebro también lo hará. Dos estudios presentados en la reunión anual del 2012 de la Sociedad para la Neurociencia revelaron lo rápidamente que se ve afectado su cerebro si detiene8 su programa de ejercicio.

En el primer estudio, las ratas activas que tenían una semana de inactividad se enfrentaron contra ratas completamente inactivas mientras les realizaban pruebas de memoria. Las ratas previamente activas completaron las pruebas mucho más rápido y tenían al menos el doble de nuevas neuronas en la región del hipocampo de sus cerebros. Pero recuerde, esto fue solo después de una semana de inactividad. A las tres semanas de inactividad, sus nuevas neuronas comenzaron a disminuir, al igual que su desempeño en la prueba de memoria. Después de seis semanas de inactividad, las neuronas disminuyeron aún más, al igual que sus resultados de las pruebas de memoria, lo que ocasiono que los autores del estudio sugirieran que los «beneficios inducidos por el ejercicio podrían ser transitorios.»

En el segundo estudio, las ratas que estuvieron activas durante 10 semanas, seguidas por tres semanas de inactividad, tuvieron cerebros que eran casi idénticos a los de las ratas que habían sido completamente inactivas. La conclusión es que su cerebro necesita, actividad física regular y continua, no sólo un periodo de ejercicios de vez en cuando. Lo mismo puede decirse de su cuerpo, ya que bastante investigación ahora muestra que episodios de ejercicio, incluso cuando se hacen con regularidad, no pueden contrarrestar los efectos nocivos de estar sentado durante muchas horas. Así que otra clave para la salud general es evitar sentarse lo más que sea posible. Como mínimo, esfuércese por pararse o moverse cada 5-10 minutos por cada hora que está sentado.

Fuente: espanol.mercola.com, 2015.

 

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Esperanza de Vida

octubre 22, 2015

Descubra las Claves para Vivir más y mejor:

Los países donde más se vive

Ranking. Un informe del Foro Económico Mundial hizo una lista de 140 naciones de acuerdo a su expectativa de vida.

Los 30 países donde más se vive. /Fuente: Foro Económico Mundial

Los 30 países donde más se vive. /Fuente: Foro Económico Mundial

Al parecer la clave de una larga vida queda lejos de América latina y tiene más que ver con el tai chi, la dieta equilibrada, comidas cocidas al vapor y té.

Así se desprende del ranking de países donde más se vive. Y el primer puesto es para Hong Kong con una esperanza de vida de 83,5 años, según el ínidice realizar por el Foro Económico Mundial.

ancianosLos latinoamericanos, en cambio, no viven lo suficiente para alcanzar el puesto 30 del mundo. Recién aparece Costa Rica en el puesto 31, como el más longevo de la región, con una esperanza de vida de 79,9 años, en una lista 140 países, donde el último lugar va para Sierra Leona. Allí la población en promedio no llega a cumplir 46 años.

Chile es el segundo país con mayor esperanza de vida de Latinoamérica. Se ha registrado un incremento de dos años desde el 2000, pero cerca de un año menos que el promedio de 80,2 en el resto de países de la OCDE. Su gasto en salud ha crecido mucho más rápidamente que la media. Desde 2010, se ha incrementado un 6% por año, aunque hay una ligera desaceleración durante 2013.

⇒ Vea esto: Antes de jubilarse

Bolivia es de los países de la región peor situados, en el puesto 108: sus habitantes mueren antes de cumplir 67 años.

Argentina aparece en el puesto 49, con una expectativa de vida de 76 años.

Hong Kong, seguido de Japón e Italia, celebra la mejor posición, que se atribuye a la practica del tai chi, un arte marcial no combativo que ayuda a las personas mayores a mantenerse activas y saludables. Al tai chi se agrega una dieta equilibrada, con abundancia de comidas preparadas al vapor y té.

Fuente: Clarín. 20/10/15.

Más información:

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La Jubilación ideal

 


En Argentina:

Tiene 100 años y fue a la Justicia para que lo dejen votar: lo daban por muerto

Por Jorge Sanchez.

Elecciones 2015. La insólita situación es de un vecino de Vicente López que desde la década de 1930 no faltó a ninguna elección. En las PASO no aparecía en el padrón y tuvo que presenter un certificado de supervivencia. Inició acciones legales y si este domingo se repite la situación, le hará «un juicio a la Junta Electoral». 

Carlos Canosa, en su casa de Vicente López. A los 100 años fue a la Justicia para que lo dejen votar. (Gerrardo Delloro)

Carlos Canosa, en su casa de Vicente López. A los 100 años fue a la Justicia para que lo dejen votar.

La experiencia, el espíritu jovial y sobre todo la ferviente impronta por defender sus ideales son características que describen perfectamente a Carlos Canosa, quien vive en Vicente López. Con sus 100 años, ya hace más de ocho décadas que cumple con su deber cívico cada vez que hay que definir a los políticos que gobiernan o legislan. «Fui a todas las votaciones, no me perdí ni una, porque no quiero que nadie elija por mí, quiero elegir yo», sostiene.

Remarca que siempre fue un hombre decidido y no deja que otros le digan qué hacer, o que intenten influir en contra de sus principios. Y marca que en este largo transitar por las urnas que arrancó allá por la década de 1930, tuvo «experiencias de las buenas y de las malas». Entre las últimas está la más reciente. «Quise votar este año en las PASO y no aparecía en el padrón. Me dieron por muerto y tuve que presentar un certificado de supervivencia», afirma indignado.

Su antiguo documento. Nació el 16 de enero de 1915.

No solamente inició acciones legales mediante un abogado para que lo vuelvan a incluir en el padrón, sino que también ya sabe lo que va a hacer en caso de que no lo dejen votar el domingo: «Si no aparezco, le voy a hacer un juicio a la Junta Electoral», advierte.

Y aclara, por si hiciera falta: «Yo pienso seguir votando hasta que el cuerpo y la mente me dejen. Y nadie más que yo decide eso».

No es la primera vez que Carlos pasa por una situación en la cual debe pelear por sus derechos. «Estuve más de cinco años yendo día tras día al Congreso para luchar por la jubilación mínima», cuenta orgulloso, ya que la consiguió luego de mucho esfuerzo. Y destaca con mucha emoción a Norma Alplas, quien lo acompañó y apoyó durante todo ese proceso: «Ella tenía cáncer y se escapaba del hospital para pelear por la jubilación junto a mí».

Pocos llegan a su edad y aún menos son los que llevan una vida con el ritmo de la suya: «Soy muy activo, solía ir a cantar a la calle Corrientes todos los domingos, pero me empiezo a despedir de todo eso, me cuesta caminar, necesito de un trípode para poder hacerlo», comenta.

En el barrio es muy conocido y quienes entablan una relación con él por primera vez, suelen sorprenderse por su gran lucidez y buena expresividad, teniendo en cuenta sus años. Mientras disfruta de su familia y sus amigos, admite que hay una cosa que le gustaría hacer: «Quiero tener un programa de televisión, para mostrar el diccionario desilustrado que tengo de Racing».

Tiene un amor inmenso hacia sus ocho bisnietos, al punto que a uno de ellos, Ana Laura (13), le escribió una poesía que llegó a recitarse en Radio Nacional.

Mientras se prepara para votar este domingo, su alma de poeta aflora para cerrar con un mensaje a pura rima: «Me está llamando San Pedro para que vaya a tocar el arpa con él, porque se enteró que ya pasé los 100, que espere un momento le ruego porque dejé la leche en el fuego».

Clarín Zonales

Fuente: Clarín. 22/10/15.

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Etiquetas: expectativa de vida, esperanza de vida, vida sana, visa saludable, calidad de vida

 

 

Alimentación y Salud en Argentina

septiembre 9, 2015

Malos hábitos: comemos mal, nos enfermamos más

El país lidera el consumo de pan, gaseosa y sodio en el mundo.

Por Fabiola Czubaj.

argentina-bandera-botonUn típico combo -hamburguesa, gaseosa y papas- equivale a un churrasco de 250 gramos, dos ensaladas medianas (de tomate y zanahoria una; de lechuga, repollo y remolacha la otra, ambas sazonadas con dos cucharaditas de aceite), dos fetas de queso, un pan, un vaso de leche descremada y dos frutas. ¿Atraería este menú a los comensales si tuviesen conciencia plena de lo que están comiendo? Probablemente, no.

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La incitación al consumo y la información nutricional confusa explican en parte por qué la mesa de los argentinos aún está lejos de alcanzar un equilibrio saludable.

Los expertos señalan que estos hábitos provocan el desarrollo de enfermedades no transmisibles, como la diabetes, la obesidad, la hipertensión y aun el hígado graso no alcohólico a edades cada vez más tempranas.

 
Foto: LA NACION 

En la Argentina se come menos de un tercio de las frutas y legumbres deseables en una dieta saludable y más del doble de carne. Y somos líderes en el consumo de pan, gaseosas y sodio. Son algunas de las conclusiones de la II Cumbre de Alimentos, que organizó el Ministerio de Salud bonaerense en la Universidad Católica Argentina (UCA).

«Ponemos en la mesa alimentos poco variados, concentramos mucho en una sola comida, el desayuno es incompleto o, directamente, lo suprimimos, y hacemos poca actividad física», resumió Claudia Guzmán, ingeniera en alimentos, máster en Nutrición y Dietética, y ex miembro de la Comisión Nacional de Alimentos (Conal) por el Ministerio de Producción de Santiago del Estero.

Según un trabajo, al mes pasado, del Centro de Estudios sobre Política y Economía de la Alimentación (Cepea) presentado en la cumbre, los argentinos comemos más del doble de carnes, harinas y dulces que lo recomendado; menos de un tercio de las frutas y las legumbres que necesita el organismo, y menos de la mitad de las verduras y los lácteos que aconsejan la Organización Mundial de la Salud y las Guías Alimentarias Argentinas (ver infografía).

Esta brecha es más pronunciada en los sectores bajos. «Allí, la obesidad pasa por el consumo de harinas y derivados (pan y fideos) que, junto con la papa, aportan calorías saciantes y económicas. Además se consume gran cantidad de grasas saturadas en panificados con grasa y cortes grasos de carne que son más económicos -precisó Guzmán-. En los sectores de mayor nivel socioeconómico se consumen cortes magros, lácteos descremados y más frutas y verduras, pero también más fiambres, snacks y comida rápida. Y la clase media vive en tensión permanente entre cuidarse y gratificarse.»

El país ostenta el consumo de pan, gaseosas y sodio más alto del mundo, según coincidieron Guzmán y Viviana Baranchuck, médica especialista en diabetes y obesidad, durante su presentación. Mientras, en la pantalla de una de las aulas de la UCA en Puerto Madero se proyectaban filminas con datos locales que disparaban el debate entre los asistentes. «Hay una crisis de la comida casera. Sólo en la ciudad de Buenos Aires hay 600 pizzerías, 120 locales de cadenas de comida rápida y 700 agencias de mensajería para delivery«, dijo Baranchuck, directora médica de la Fundación DAAT.

Factores como la pérdida de la mesa familiar, la costumbre de los chicos de comer mientras juegan con la consola o la computadora, la invitación constante al consumo, el uso de los locales de comida rápida como lugar de reunión de adolescentes, las dietas que se ponen de moda y la información alimentaria confusa combinada con etiquetas nutricionales difíciles de leer hasta con anteojos de aumento conspiran con la adquisición de mejores hábitos.

«Detectamos, por ejemplo, que el 66,5% de los adultos no puede ver el rotulado de los alimentos», indicó Baranchuck. «Tampoco existe la costumbre de hacerlo y nadie educa a los pacientes en cómo leer una etiqueta. Sería bueno que los médicos nos tomemos ese tiempo para explicarlo cuando atendemos. Sobre todo si se trata de pacientes con enfermedades de riesgo», dijo.

Defecto de origen

Para Guzmán, la formación de los consumidores llega con un defecto de fábrica. Con la frase «ya puede comer de todo», que se escucha en el consultorio cuando el niño cumple un año, se prendería una luz verde imaginaria que habilita a poner en el plato del más chico de la casa lo que come la familia. «En realidad, lo que el pediatra quiso decir es que un chico puede empezar a comer todos los grupos de alimentos, es decir, cereales, hortalizas, frutas, carnes, lácteos…», aclaró.

Baranchuck llamó la atención sobre la aparición de casos cada vez más jóvenes de hígado graso no alcohólico, que atribuyó al exceso de grasas e hidratos de carbono. Ayer, la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado presentó, justamente, un informe que alerta sobre esta complicación en los más chicos (ver aparte).

La médica también se refirió al jarabe de fructosa en postres infantiles, barritas de cereal y mermeladas de bajas calorías. «Es más barato que el azúcar y le da más estabilidad al producto, pero genera adicción y es uno de los responsables de la epidemia de obesidad en los Estados Unidos», concluyó.

Pantallas y comida chatarra

  • Uno de cada 10 chicos argentinos tiene hígado graso no alcohólico, una enfermedad metabólica que aparece por la acumulación de grasa en las células del tejido hepático. La Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (Aaeeh) presentó ayer un informe en el que advierte sobre el crecimiento de esta afección en esta década debido a los «hábitos de vida poco saludables», que combinan el sedentarismo durante horas por el uso excesivo de las pantallas y el consumo de comida «chatarra».
  • «Es el principal motivo de consulta en hepatología. Es entre tres y diez veces más frecuente que las hepatitis virales. Y esto aumenta entre un 70 y 90% en los chicos con obesidad y diabetes», dijo Gabriela Ruffillo durante las jornadas multidisciplinarias de la Aaeeh.
  • «Para prevenir la enfermedad son claves la educación alimentaria y la adopción de hábitos saludables, con una reducción de las horas frente al televisor o la computadora», explicó Javier Benavides, de la asociación.

Fuenet: La Nación, 09/09/15.


2016

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Un cerebro saludable favorece el rendimiento deportivo

agosto 29, 2015

Un cerebro saludable, esencial para rendir al máximo

Según un estudio de la Universidad de Padua, Italia, el rendimiento cognitivo podría predecir el rendimiento deportivo.

Los investigadores estudiaron a 30 corredores de ultra maratón.

Los investigadores estudiaron a 30 corredores de ultra maratón.

Parece lógico. La salud del cerebro es fundamental para conseguir un rendimiento deportivo óptimo. Después de todo, el cerebro es un músculo, y como todo músculo, necesita ejercitación. Por lo tanto, la puesta a punto de nuestro estado físico, irremediablemente debe incluir al cerebro.

Leé también: Entrenar el cerebro para cambiar nuestra vida

Y ahora la ciencia lo respalda, parece. Una investigación de la Universidad de Padua, en Italia, realizó un experimento para conocer la relación de la salud del cerebro y su incidencia o no en el rendimiento físico. Los resultados demostrarían, finalmente, que para ser un buen corredor hace falta tener un buen cerebro.

Para el estudio, que fue publicada en la revista científica PLOS ONE, los investigadores evaluaron a 30 corredores de ultra-maratón (carreras de longitud mayor de 42 kilómetros que en ocasiones incluyen obstáculos como pendientes o clima adverso).

Todos los corredores seleccionados eran varones y se les realizó una evaluación de sus capacidades cognitivas inmediatamente antes de participar en una ultramaratón de 80 kilómetros y con una elevación de 5500 metros. Una vez terminada la carrera se dividió al grupo en dos según su velocidad, los corredores más rápidos y los lentos.

cerebroLa evaluación cognitiva consistía en una serie de tareas en una computadora que incluyeron habilidades como el control inhibitorio o tareas duales (dos tareas simultáneas) con el objetivo de valorar las funciones ejecutivas y atención de los corredores.

Al comparar el rendimiento cognitivo entre ambos grupos de participantes se observó que el grupo de corredores más veloces se destacó en tres aspectos que predijeron el rendimiento en la maratón:
1- Rindieron mejor en tareas de control motor, mostrando más capacidad para inhibir respuestas.
2- Mostraron mayor capacidad para ignorar la información irrelevante de una de ellas para poder realizar la otra.
3 Fueron más rápidos en una tarea de memoria prospectiva cuando al presentarles un estímulo emocional (fotografía) debían recordar una instrucción para realizar una determinada actividad.

Según los investigadores, los resultados de este experimento demostrarían cómo el rendimiento cognitivo puede predecir el rendimiento deportivo. En el caso de los ultra-maratonianos, la inhibición motora, la atención selectiva y ser menos sensibles a los estímulos emocionales parecen ser elementos clave. “Los rasgos anteriores podrían ser características que nos permitan diferenciar a los mejores corredores”, sostuvo la líder del equipo de investigadores, Giorgia Cona, y agregó que “esto no sólo pasa con el running, sino también se ha observado en el fútbol y el bádminton, entre otros”.

Parece, entonces, que debemos reservar tiempo en nuestra rutina de entrenamiento para también ejercitar el cerebro. Parece lógico. Después de todo, el cerebro también es un músculo. ¡¡¡A trabajarlo!!!

Fuente: Clrín, 29/08/15.

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Más Vida pero más enfermedades

agosto 27, 2015

Vivimos más años, pero convivimos con más enfermedad

Un relevamiento global concluye que aumentó la expectativa de vida, pero con complicaciones; el caso de la Argentina.

Por Fabiola Czubaj.

Vivimos más años, pero no plenamente sanos. Un estudio internacional revela que la expectativa de vida al nacer creció 6,2 años en las dos últimas décadas, principalmente por los avances en el tratamiento de las enfermedades transmisibles y los cuidados maternos e infantiles. Sin embargo, la esperanza de vivir esos años de más sin complicaciones de salud o discapacidad no estaría a la misma altura, de acuerdo con los resultados que hoy aparecen en la revista The Lancet.

Las enfermedades asociadas con los hábitos cotidianos, como el tabaquismo y el sobrepeso, y la falta de promoción de la salud, son los principales factores que atentan contra una vida más larga y mejor, de acuerdo con los resultados del primer estudio global del impacto que tienen 306 enfermedades y lesiones en la expectativa de vida de la población de 188 países.

El relevamiento de registros epidemiológicos desde 1990 de los países estudiados demoró un año y medio. Lo hizo un consorcio internacional de investigadores que coordina el Instituto para la Medición y la Evaluación de la Salud (IHME, por su sigla en inglés) de la Universidad de Washington. Los resultados demuestran, por ejemplo, que las condiciones sociales y demográficas no influyen tanto en las enfermedades no transmisibles (como las cardiopatías o la diabetes) como en las transmisibles.

«Los análisis que incluyen a los ingresos y la educación demuestran que esos factores tienen un impacto importante en la salud, pero no dan un panorama completo. Observar la expectativa de vida sana y la pérdida de salud de cada país puede ayudar a orientar las políticas que garanticen que las personas de todos los lugares vivan vidas prolongadas y saludables, sin importar dónde residen», expresó a través de un comunicado el director del IHME, Christopher Murray.

De acuerdo con el estudio sobre la transición epidemiológica entre 1990 y 2013, el impacto del VIH/sida en la salud se redujo un 24% por los avances en su detección y tratamiento, sobre todo a partir de 2005. Pero la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que en la mayoría de los casos se debe a la exposición directa o pasiva al humo de tabaco, o la diabetes, por ejemplo, treparon para ubicarse entre las diez principales causas de pérdida de años de vida sana.

«El mundo hizo grandes avances en materia de salud, pero ahora el desafío es invertir en encontrar maneras más efectivas de prevenir o tratar las principales causas de enfermedad y discapacidad», sostuvo el profesor Theo Vos, investigador del IHME y autor principal del estudio llamado Carga mundial de morbilidad.

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La tendencia en el país

En la Argentina, en estas dos décadas, la expectativa de vida sana creció lentamente. Mientras que, desde 1990, los hombres y las mujeres sumaron algo más de tres años a su vida (3,3 y 3,4, respectivamente), ellas siguen viviendo más que ellos: 79,6 versus 72,3, en promedio. Pero ambos ganaron menos años de vida sin enfermedad ni discapacidad: 2,9 los hombres y 2,8 años las mujeres, con hallazgos distintivos que valdría la pena conocer mejor.

«La expectativa de vida aumentó para los argentinos, pero no nos podemos detener en eso. No sólo queremos tener una vida más larga, sino también más saludable. Para eso, tenemos que mirar las enfermedades que están contribuyendo a la pérdida de salud, como la diabetes y la depresión», sostuvo la investigadora argentina que participó del estudio, Alicia Lawrynowicz, jefa a cargo del Departamento de Investigación Epidemiológica del Instituto Nacional de Epidemiología Dr. Juan H. Jara.

La cardiopatía isquémica (enfermedad de las arterias coronarias), la EPOC, la enfermedad cerebrovascular, la lumbalgia y el dolor de cuello, y los hechos de tránsito fueron en 2013 las cinco causas más importantes de pérdida de salud en los hombres. En cambio, en las argentinas, a la cardiopatía isquémica le siguieron el dolor de espalda y de cuello, los trastornos depresivos, la EPOC y la enfermedad cerebrovascular.

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La diabetes, que no figuraba entre las diez causas más importantes en el país de disminución de la esperanza de vida sana en 1990, fue la que más creció entre los hombres en estas dos décadas. En las mujeres, la enfermedad que más se incrementó, en cambio, fue la EPOC, seguida de la lumbalgia y el dolor de cuello, y la ansiedad y la depresión.

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«Si nos comparamos con Japón, estamos muy alejados [de la esperanza de vida sana alcanzada], pero en la subregión, con Chile y Uruguay, estamos bien posicionados», agregó Lawrynowicz por vía telefónica desde Mar del Plata sobre el puesto 45° que ocupa el país. «Retrocedieron las enfermedades transmisibles, pero van ganando terreno las crónicas o no transmisibles, que en la mayoría de los casos se deben al estilo de vida -dijo-. En este sentido, es clave la prevención y la promoción de la salud desde muy temprana edad.»

Dos marcas en la línea de tiempo

6,2 años: Es lo que aumentó la expectativa de vida al nacer en la población mundial en el período 1990-2013, es decir, de 65,3 a 71,5 años, de acuerdo con un relevamiento internacional

5,4 años: Es lo que creció la expectativa de vida sana (libre de enfermedad y discapacidad) en el mismo período (de 56,9 a 62,3 años)

37,3 por ciento: Es lo que contribuyen los trastornos depresivos en la pérdida de la capacidad de las mujeres argentinas de tener una vida plena.

Fuente: La Nación, 27/08/15.

longevidad

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El secreto de la longevidad está en Cerdeña

junio 8, 2015

Los secretos de la longevidad están en las aldeas de Cerdeña

No es sólo una cuestión de alimentación, sino que también abarca factores sociales y culturales

Por Dan Buettner.

Un grupo de viejos amigos en Villagrande Strisaili, Cerdeña, en junio de 2013

En una serie de aldeas en las montañas de la isla italiana de Cerdeña, hay 21 centenarios en una población de 10.000 habitantes. En cambio, alrededor de cuatro de cada 10.000 estadounidenses llega a los 100 años. ¿Qué saben los sardos que los países obsesionado con la dieta y la salud desconocen?

Visité este epicentro de la longevidad en abril en compañía del demógrafo belga Michel Poulain, del genetista evolucionario italiano Paulo Francalacci y de Gianni Pes, un físico e investigador médico italiano. Durante los últimos 11 años, hemos estudiado lo que denominamos “zonas azules” alrededor del mundo, es decir lugares en que la gente vive más tiempo y con los menores índices de males crónicos.

Cuando empecé a escribir sobre el área hace una década, los científicos pensaban que los genes jugaban un papel en la extraordinaria longevidad de los sardos. Este enclave de 14 aldeas es el hogar de una de las poblaciones genéticamente más homogéneas del mundo, superada solamente por la de Islandia.

Desde entonces, la noción de una ventaja genética ha sido cuestionada. Según Pes, varios estudios han mostrado que los indicadores genéticos de las personas centenarias —como los asociados con la mortalidad cardiovascular, el cáncer y la inflamación— no difieren significativamente de los de la población general.

Basado en el trabajo que realizamos en Cerdeña y otras cuatro zonas azules, un equipo de investigadores en la Universidad de Minnesota nos ayudó a aplicar un proceso de ingeniería a la inversa a la dieta de las poblaciones más saludables del mundo. Agrupamos 155 encuestas sobre los hábitos de alimentación de las cinco zonas, cubriendo las dietas de los últimos cien años, y generamos un promedio global.

Más de 65% de lo que la gente come en las zonas azules viene de carbohidratos complejos: camotes en Okinawa, Japón; verduras silvestres en Icaria, Grecia; calabacín y maíz en la Península de Nicoya, en Costa Rica. Sus dietas consisten mayormente de vegetales, frutas, granos enteros, legumbres y otros carbohidratos. Comen carne, pero en cantidades pequeñas, alrededor de cinco veces al mes y usualmente en momentos de celebración.

El pilar de toda dieta de la longevidad en el mundo es el humilde frijol. Un estudio realizado en cinco países mostró que el frijol era el único alimento que predecía una vida más prolongada: por cada porción de 20 gramos consumida al día (unas dos cucharadas de té), la probabilidad de morir caía en 8%. Las habas en Cerdeña, los frijoles negros en Costa Rica, las lentejas en Icaria, y la soya en Okinawa. Los adventistas del séptimo día, la subcultura más longeva de Estados Unidos, comen todo tipo de frijoles, haciendo caso a la indicación de Dios, en Génesis, de comer “plantas que dan semilla”.

La mayoría de las legumbres ofrecen más proteína que la carne, en términos de dólares gastados. De mayor importancia es que su alto contenido de fibra sirve como una especie de abono para el estómago y permite el desarrollo de bacterias saludables.

Sin embargo, los centenarios y otras personas que conocimos en Cerdeña nos mostraron que incluso la dieta más saludable no es suficiente en sí misma para promover una larga vida. La verdadera longevidad trasciende los alimentos y abarca una red de factores sociales y culturales.

CerdeñaEn mi reciente visita a Cerdeña, pasé toda una tarde en la aldea de Villagrande con una especie de círculo de cocina: cinco mujeres, incluyendo abuela, hija y nieta, que se reúnen cada par de semanas para hornear pan tradicional de masa fermentada con culturas de lactobacilos y levadura.

Me sentí atraído por primera vez a ellos por el pan. Pes había publicado un estudio que mostraba que el pan sardo de masa fermentada reduce la carga glucémica de una comida. (La mayor parte del pan se metaboliza casi de inmediato en azúcar, lo que dispara los niveles de insulina).

Después de pasar un par de horas con estas mujeres, me percaté de que el pan era solamente un ingrediente de un conjunto de beneficios que la producción de pan ofrecía. Las mujeres tenían que cortar leña, atizar el horno y amasar durante 45 minutos (más ejercicio que ir al gimnasio).

La vida en estas aldeas es muy social. La gente se reúne en la calle a diario y disfruta de la compañía de los demás. Dependen de los demás. Si alguien se enferma, un vecino llega enseguida. Si un pastor pierde su rebaño, otros pastores se solidarizan y le regalan ovejas para reconstituir su rebaño.

En la aldea cercana de Mores conocí a Salvatore Pinna, de 94 años, y a tres de sus amigos, cuyas edades van desde los 88 a los 90 años. Se reúnen todas las mañanas para tomar café, en la tarde para jugar dominó y en la noche para tomar vino Cannonau hecho en casa. Dos de ellos vivían solos, pero como me contó uno, “nunca estamos solos”.

En lo referente a la longevidad, el apoyo de larga data de la comunidad juega un papel significativo. En EE.UU., la gente es más propensa a morir ocho años antes si está sola, comparado con personas que tienen redes sociales robustas. En Cerdeña, “una mano lava la otra, y ambas lavan el rostro”, me dijo Pinna, resumiendo la simbiosis social.

Él y sus amigos sirven de depositarios de la sabiduría agrícola, que comparten habitualmente al aconsejar a los viticultores locales sobre cómo hacer frente al clima inestable y varias pestes de insectos. Son pilares de la economía local y son, por lo tanto, valorados.

Un celo fanático por la familia también ha sobrevivido. Ni el trabajo, ni los pasatiempos, ni los amigos ni la suerte de un equipo deportivo distraerían la atención de un cónyuge o los hijos. Por ende, los padres y abuelos avanzan con serenidad a la tercera edad, con la certeza de que sus hijos se encargarán de cuidarlos. Los asilos de ancianos no existen.

Los hallazgos de Cerdeña son parecidos a los de otras zonas azules. Ninguno de los centenarios vivaces que he conocido a lo largo de los años se dijo al cumplir medio siglo de vida voy a empezar una dieta de longevidad y vivir otros 50 años. Ninguno compró una máquina para trotar, ni se inscribió para asistir a un gimnasio.

Más bien, vivieron en culturas que tomaron las decisiones acertadas para ellos. Residían en lugares en donde las verduras frescas eran baratas y accesibles. Sus cocinas estaban dispuestas para preparar alimentos saludables de manera fácil y expedita. Casi cualquier viaje a una tienda, a la casa de un amigo, el trabajo o la escuela ofrecía la oportunidad de caminar. Sus viviendas no tenían las herramientas mecanizadas para hacer las labores del hogar, la cocina o la jardinería; lo tenían que hacer a mano. Los residentes de las zonas azules eran impulsados a realizar alguna actividad física cada 20 minutos, estimó mi equipo. Esta actividad no sólo quemaba de 500 a 1.000 calorías diarias; también mantenía sus metabolismos operando a un nivel más alto.

Los estadounidenses gastan alrededor de US$110.000 millones al año en dietas, programas de ejercicio y suplementos, pero la autodisciplina es un músculo que se fatiga. Los estudios indican que estos esfuerzos de corto plazo fracasan para casi todos en menos de tres años. Las estrategias exitosas para prevenir las enfermedades y obtener longevidad requieren décadas de fidelidad, por no decir vidas enteras.

Para obtener avances duraderos en la salud en EE.UU., deberíamos distanciarnos de intentar cambiar conductas individuales y, en su lugar, tratar de optimizar nuestros entornos. Deberíamos hacer que las elecciones saludables no solamente sean fáciles, sino también a veces ineludibles.

—Buettner es académico invitado de National Geographic y autor de “The Blue Zones Solution: Eating and Living Like the World’s Healthiest People”, algo así como la solución de las zonas azules: comer y vivir como las personas más saludables del mundo.

Fuente: The Wall Street Journal, 01/06/15.

 

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El impacto del Trabajo en la vida de las personas

mayo 18, 2015

Julio César Neffa: «La centralidad del trabajo es tan grande que puede afectar a la salud»

Por Paula Urien.

El investigador del Conicet habla sobre su especialidad: el efecto del empleo en la vida de las personas

Con un currículum que impresiona, el doctor Julio César Neffa sigue la línea francesa, sobre todo de Christophe Dejours, famoso titular de la cátedra Psicoanálisis-Salud-Trabajo en el Conservatoire National des Arts et Métiers de Francia. Neffa vivió en Francia durante varios años, donde obtuvo su doctorado en Ciencias Sociales del Trabajo expedido por la Universidad de París.

Como Dejours, cree profundamente en la centralidad del trabajo sobre la vida de las personas y es autor de numerosos libros sobre este tema. También es director de la carrera de Especialización en Gestión de las Relaciones de Trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), y director de las carreras de Especialización en Gestión de las Relaciones Laborales y de la maestría en Relaciones Laborales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, entre muchas otras actividades profesionales.

-Después de escuchar dos veces a Christophe Dejours cuando vino de Francia para hablar sobre su tema, el trabajo, quedó claro lo central e importante que es para las personas.

-Ese es un debate muy grande. En la década del 70-80 hubo un rechazo de las personas a la división extrema del trabajo, al autoritarismo, a la forma de gestión de las empresas. Aparecían problemas de salud que no se tenían en cuenta y que ahora muchas veces tampoco. Me refiero a todo lo que tiene que ver con las actividades cognitivas psíquicas y mentales. Pero empezaron a aparecer en cantidad todos esos problemas. La solución era psicologizar, cuando el problema era la organización del trabajo.

-¿Qué se hizo entonces?

-Se empezó a estudiar, sobre todo quienes se dedican a la epidemiología, el impacto psíquico y mental del trabajo en la vida de las personas y cómo eso se somatiza. Hoy, los estudios más modernos muestran que la mayor parte de los infartos, accidentes cerebrovasculares, úlceras, trastornos gastrointestinales y depresión tienen su origen en un problema del tipo psíquico y mental. Hasta hace poco tiempo, cuando alguien tenía un infarto, se preguntaba sobre los padres, se buscaba una explicación genética, biológica y se dejaba de lado lo más importante del ser humano, que es la mente.

-¿Y ahora?

-Esto ha cambiado y el tema central es la pandemia que se origina en problemas psíquicos y mentales. Por supuesto que hay problemas que surgen de la vida doméstica o lo que fuera, pero la centralidad del trabajo es tan grande que el impacto que tiene sobre las personas afecta directamente a la salud a corto, mediano o largo plazo. Por ejemplo, si una persona tuvo un infarto, no se admitía que trabajó con tensión, o que estaba sobrecargado, o que había una relación tirante con su jefe o colegas. Estas cosas estaban ocultas.

– ¿Cuáles son los riesgos psicosociales en general?

trabajoHay que recordar que el trabajo no es patógeno. Son las malas condiciones lo que puede atentar contra la salud. La intensidad del trabajo, la carga horaria, el control de las emociones, los conflictos éticos y de valores, las relaciones sociales en el trabajo y las relaciones con la jerarquía, la autonomía y el control que tiene el trabajador entre otros factores pueden hacer que la competitividad de las empresas no sea sustentable.

-¿Qué papel cumplen las emociones en el trabajo?

-Los psicólogos durante mucho tiempo se dedicaron a las cuestiones cognitivas y las emociones parecían ser un rasgo de animalidad. Pero las emociones son muy importantes y en el trabajo nosotros podemos tener miedo quizá por el tipo de tarea que llevamos adelante (ser policía, por ejemplo), sin poder manifestarlo. En muchas profesiones hay que controlarse y hasta fingir (peajes, call centers), o mentir. Eso termina haciendo daño.

-¿Qué pasa después del retiro? En muchos casos las personas sufren enormemente.

miedo a perder el trabajoEs que el trabajo es tan central que cuando a alguien se le priva involuntariamente de la posibilidad de trabajar sufre. Si ha trabajado 20 o 30 años, y le falta el trabajo, pierde una parte de sí mismo, está privado de algo. El trabajo es un lugar donde la gente se realiza, donde puede ser creativa, donde siente que puede hacer cosas útiles para los demás. Quizá también hay una relación de solidaridad y cooperación con los colegas. Cuando esto se corta también hay un sufrimiento.

-¿Cómo puede evitarse?

Si las personas después de la jubilación no hacen cosas útiles o algo vinculado con su trabajo envejecen más rápidamente y eso termina mal.

-Quizá no sea fácil encontrar el camino.

-¡Hay tantas cosas para hacer en este mundo! En Francia, donde viví, la mayor parte de los jubilados que hicieron cosas y pasaron por buenos procesos de aprendizaje finalmente son los que arman las ONG, las dirigen, las sostienen y dedican buena parte de su tiempo libre a ocuparse de los demás. El problema es que hay gente que después de 30 años de trabajo termina gastada y pierde la aptitud para seguir haciendo cosas. Pero cuando se encuentra un sentido a la vida a través del trabajo se quiere seguir haciendo lo mismo.

-¿Qué se sufre más en la Argentina?

La incertidumbre con respecto a la continuidad del empleo. En este país hay un 7% de desempleados, 10% de subempleo, 33% de trabajo no registrado, y sumados los trabajadores precarios como monotributistas suman dos tercios de la Población Económicamente Activa (PEA). En Dinamarca hay un sistema interesante llamado flexiguridad: hay mucha libertad para contratar y despedir, pero la persona tiene un seguro de desempleo que cubre el 80% de lo que ganaba y un seguimiento personalizado para ayudarlo hasta que logra reinsertarse. Acá el seguro de desempleo son 400 pesos.

Fuente: La Nación, 17/05/15.

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¿El estrés nos hace olvidadizos?

marzo 29, 2015

¿El estrés nos hace olvidadizos?

estres-01El estrés puede ser el mejor amigo de la memoria. Sin embargo, cuando se le olvida dónde puso las llaves del auto, el estrés también puede hacerle sentir estúpido. Rajita Sinha, profesora de psiquiatría y neurobiología de la Universidad de Yale, desglosa los efectos del estrés sobre la memoria y su relación problemática con la demencia.

Lo básico

La gente usa el término “estrés” con mucha flexibilidad. Sinha lo define como el proceso por el cual reaccionamos a estímulos que son amenazantes, desafiantes o abrumadores. “Se trata de un complejo sistema de cortisol, adrenalina, péptidos y otras hormonas y sustancias químicas que ayudan al cuerpo a responder, adaptarse y retornar a un estado sin estrés”, dice la experta, quien dirige el Centro de Estrés de Yale.

Hay toda una gama de estrés, señala Sinha. En un extremo está el estrés controlable, aquel en el cual si uno toma la acción correcta puede recuperar rápidamente el control. “Imagínese que nota que la nevera está casi vacía, pero que si se da prisa puede llegar al supermercado antes de que llegue la tormenta de nieve pronosticada”, explica. En el otro extremo esté el estrés incontrolable; perder la casa o terminar una relación importante cabrían en esta categoría. Los dos tipos a menudo se superponen.

Deja su marca

El cerebro puede captar muy rápidamente una amenaza incontrolable y recuperar de manera inmediata la información relevante cuando se le vuelve a presentar el mismo estrés agudo, dice Sinha. Si está solo en una calle por la noche, su estrés podría ayudarlo a mantenerse alerta la próxima vez que esté solo y se sienta en peligro. “Esa experiencia agudiza la mente y codifica una impresión”, afirma la experta.

Las tensiones controlables, como no tener suficiente tiempo de estudio para un examen, también dejan su huella. “Su mente recordará esa experiencia y usted lo tendrá en cuenta para disponer de más tiempo para estudiar antes del próximo examen”, asevera Sinha.

El enlace de la memoria

Sin embargo, estudios sobre múltiples tensiones simultáneas —controlables o no— indican que éstas conducen a una mala recuperación de la memoria “ya que la capacidad del cerebro para pensar está fracturada”, dice la experta.

Normalmente, alguien que está estresado será capaz de concentrarse en la tarea que está haciendo, pero podría olvidar cosas que no están específicamente relacionadas con dicha tarea. Una persona que está llegando tarde a una reunión puede olvidar dónde puso las llaves, o un propietario que está por perder su casa por ejecución hipotecaria podría no recordar su propio número de teléfono. “Lo que nos hace humanos es la capacidad de pensar de forma creativa y emocional, lo cual nos permite ser racionales y prudentes”, dice Sinha. “Pero si uno está bajo múltiples presiones simultáneas, esa capacidad sale por la ventana, y se siente emocionalmente abrumado”.

Estudios recientes han demostrado que el riesgo de demencia y otras enfermedades relacionadas con la memoria aumenta de manera considerable cuanto más estrés incontrolable se sufre. Sinha indica que análisis con escáneres cerebrales muestran que la pérdida de un ser querido o el haber sido testigo de un hecho violencia tienen un enorme efecto sobre las neuronas. “La investigación ha demostrado que ramas enteras de células cerebrales pueden contraerse y comenzar a desaparecer”, señala. “Eso no quiere decir que si usted se divorcia terminará sufriendo demencia. Pero los riesgos están”.

La recuperación

La buena noticia es que el cerebro es dinámico y que el daño neuronal se puede revertir. Sinha recalca que la investigación del cerebro ha documentado la existencia de neurogénesis (crecimiento y desarrollo del tejido neuronal), aunque todavía no ha identificado qué tipo de pérdida memoria relacionada con el estrés puede ser revertida.

La experta aconseja establecer metas diarias de control del estrés: duerma lo suficiente, manténgase hidratado, coma con regularidad y en porciones pequeñas y saludables para evitar caídas de glucosa, y haga ejercicio para mantener en alto su energía. Sea consciente de los signos de estrés. “Si continúa notando olvidos cuando se enfrenta a tensiones comunes, hable con su médico”, aconseja Sinha.

Siempre que sea posible, evite realizar múltiples tareas. “Si hace diezcosas a la vez, está utilizando una décima parte de su cerebro para cada tarea, lo que hace más difícil que rinda al máximo nivel”, concluye la experta. “Eso puede aumentar los niveles de estrés”. Resultado: olvidar dónde puso esas malditas llaves.

Fuente: The Wall Street Journal, 27/03/15.

 

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Los problemas de la hiperconectividad

marzo 14, 2015

A empezar la dieta… digital

Por Débora Slotnisky.

La hiperconectividad como marca de época cambia de signo: ahora, la gente busca estrategias para limitar el uso de la tecnología en su vida cotidiana. 

Valentín Muro y Lucía Manasliski recuperan el contacto cara a cara en Florencio, un bar sin Wi-Fi. Foto: Martín Felipe / AFV

Desborde, angustia, ansiedad. Eso sentía Pablo Endler, director de Yeah! Toys (una marca de juguetes tecnológicos) cada vez que se ponía a trabajar. Quería ser más productivo, pero no sabía cómo organizarse; si entraba a las redes sociales para actualizar su estado, se quedaba demasiado tiempo mirando los perfiles de otras personas y al final las horas pasaban sin los resultados que esperaba. La solución llegó de mano de la aplicación gratuita para teléfonos Android Quality Time, destinada a restringir el acceso a determinadas funciones del celular. En la computadora, además, instaló la herramienta SelfControl, y la configuró para que no lo dejara entrar a Facebook, Twitter, Instagram o YouTube, los sitios que más lo distraían. «Desde entonces, las horas de trabajo me rinden mucho más porque no tengo estímulos externos que molesten ni notificaciones que distraigan», explica.

Casos como el de Pablo empiezan a escucharse cada vez con más frecuencia. Y es que el furor de estar online todo el tiempo para responder cada mensaje que llega al WhatsApp, leer los mails o actualizar las redes sociales está mutando hacia una nueva modalidad que tiene que ver con un uso más moderado de los dispositivos tecnológicos. En sintonía con este fenómeno, muchos bares eliminan a drede el Wi -Fi con carteles del tipo «Hablen entre ustedes» o «Disfruten el momento», y hasta las mismas empresas de tecnología, como Apple, Google o Facebook, señalan la necesidad de que los usuarios controlen la cantidad de tiempo que pasan conectados. Por caso, la firma de la manzana mordida presentó el lunes último su reloj inteligente Apple Watch, que, entre otras funciones, le informa a su dueño cuando hace mucho tiempo que está sentado para que tome conciencia sobre su nivel de sedentarismo. «Este dispositivo busca promover la vida sana, por eso lanza este aviso para que su portador dé un paseo», había anticipado en febrero el CEO de la tecnológica, Tim Cook.

A principios de marzo, se realizó en la Argentina el evento Digital Marketing Conference (DMC), en el cual disertó Daniel Sieberg, director de Estrategias de Difusión de Google y autor de The Digital Diet: The 4-step plan to break your tech addiction and regain balance in your life (La dieta digital: el plan de 4 pasos para romper con su adicción a la tecnología y recuperar el equilibrio en su vida). Tras contar su propia experiencia con un uso intenso de los dispositivos tecnológicos, Sieberg resumió los cuatro pasos que deberían seguir los interesados en ponerle fin a este hábito.

Primero, dice el especialista, hay que identificar cuántas horas se está conectado al día y evaluar qué se está dejando de lado por esta realidad. En segundo lugar, hay que esconder todos los dispositivos. Durante el inicio de la dieta, sólo se puede chequear el correo electrónico una vez al día. Tras esta separación entre el usuario y la tecnología, viene la fase tres, en donde vuelven a utilizarse los equipos, pero con un límite en la cantidad de tiempo. Por último, el autor propone que las personas se encuentren con sus seres queridos para fortalecer la comunicación cara a cara y disminuir el contacto mediatizado.

«La tecnología tiene ventajas, pero también genera muchos desafíos, ya que abarca todos los ámbitos de nuestra vida», afirmó Randi Zuckerberg, la hermana del fundador de Facebook -que trabajó como responsable de marketing de Facebook entre 2005 y 2011-, al compartir el escenario con Sieberg en el evento que se desarrolló en el Centro de Convenciones Arturo Frondizi de Vicente López, la semana pasada.

Para Zuckerberg, existe una gran cantidad de ejemplos que indican que es necesario desenchufarse. «El 90% de la gente tiene el celular a un brazo de distancia durante el día. Yo quiero que mis hijos tengan conciencia de cómo la tecnología puede mejorarles la vida en vez de hacerlos sentir abrumados. Los chicos necesitan sol y tiempo al aire libre, por eso mi consejo es que usen tecnología, pero no demasiado«, sentenció.

La hiperconectividad

«Hasta hace unos meses, yo tenía varios cargadores de batería: uno en casa, otro en la oficina y un tercero en la mochila para que mi teléfono nunca se apagara. Siempre atendía las llamadas y los fines de semana, si sonaba alguna notificación, necesitaba ver cuanto antes de qué se trataba», relata Benjamín Buzzi, un consultor de prensa de 41 años. Sin embargo, al observar con hastío a otras personas que tenían las mismas costumbres, tomó la decisión de empezar a desconectarse: este verano se fue de vacaciones a Bariloche y sólo encendió su celular por las noches, mientras que años anteriores lo tenía en la mano todo el día para sacar fotos y subirlas al instante a las redes sociales. «No utilizar el smartphone durante esos días me provocó un placer absoluto y me ayudó a cortar con la rutina que mantengo el resto del año», se confiesa.

fomo 01El perfil «hiperconectado» que lo identificaba en el pasado no es una excepción. De hecho, es frecuente que las personas acudan al médico por cuadros de ansiedad o estrés derivados del uso desmedido de la tecnología. Enrique Luis De Rosa, psiquiatra y psicoterapeuta cognitivo, especialista en adicciones comportamentales, comenta el caso de uno de sus pacientes: «Es un hombre de 45 años, que no puede evitar dejar de responder los mensajes que recibe. Sin embargo, no llegó a la consulta por esta cuestión, sino porque queda tapado por los rituales frente al teléfono de manera que chequea insistentemente todas las cuentas que tiene configuradas en su celular, y no puede priorizar cuál responder primero. Si por algún motivo no está conectado, experimenta la misma abstinencia hallada en cualquier cuadro de Trastorno Obsesivo Compulsivo [TOC]». De hecho, la patología puede definirse como el terror a quedarse fuera del mundo virtual y ya tiene un nombre concreto: FOMO (Fear of Missing Out).

De Rosa indica que la compulsión por estar conectado y pendiente de los mensajes es comparable con ciertas conductas que existían antes del advenimiento tecnológico: «En el pasado, las personas chequeaban el buzón de su casa para ver si les había llegado una carta o levantaban el tubo del teléfono fijo para ver si tenía tono», ejemplifica. En este sentido, lo novedoso tiene que ver con el nivel de expectativas: «Antes uno no estaba tan pendiente de la recepción de un correo postal porque se sabía que los tiempos de envío eran lentos. En cambio ahora, el flujo de intercambios es tal, que los mensajes van y vienen en cuestión de segundos», detalla el médico.

Daniel Chattás, que es director de la empresa de tecnología Mastesis, utiliza la función Modo de bloqueo que viene preinstalada en su teléfono con sistema operativo Android para no recibir ningún tipo de notificación o llamada fuera de su horario laboral. Sus colegas están de acuerdo con su decisión y muchos, incluso, decidieron imitarlo. «Yo configuré esta función para desconectarme automáticamente entre la medianoche y las 7 de la mañana, e incluso armé una lista de personas importantes, para que en caso de que una de ellas me llame, el teléfono suene y yo pueda atenderla -explica Daniel-. Esta herramienta me facilitó muchísimo la desconexión porque antes tenía que hacer este trámite manualmente y me pasaban dos cosas: por un lado, me olvidaba de desactivar alguna notificación y por eso el teléfono sonaba de noche. Por el otro, siempre me quedaba con el temor de que algún familiar me necesitara y no pudiese comunicarse conmigo.»

Existen muchas otras vías para controlar el tiempo que les dedicamos a los dispositivos tecnológicos. Por ejemplo, De Rosa sugiere establecer períodos de veda. «De esta manera, si el usuario experimenta ansiedad, podrá darse cuenta de que la situación lo está afectando, y éste es el primer paso para solucionar la situación.»

Valentín Muro, estudiante de filosofía que trabaja como director creativo en una empresa de animación digital, usa por su parte el método Pomodoro para organizar mejor sus horarios de conexión. Bajo este sistema, se usa un reloj físico o en forma de aplicación para dividir el tiempo (llamado «pomodoro») que se va a dedicar a la realización de una tarea sin interrupciones. «Como mis horas de trabajo son tan productivas, luego en casa no tengo necesidad de prender la computadora. Incluso el cuerpo me pide estar desconectado.» Muro también utiliza en su celular la app gratuita ClearFocus, que bloquea el acceso a Internet desde el celular. Según cuenta, la activa cuando tiene que estudiar o realizar alguna tarea que requiera concentración. «Gracias a ella, puedo organizarme mucho mejor, y luego disfrutar del tiempo libre sin remordimiento porque tengo el dato preciso de cuántos «pomodoros» productivos tengo a diario», reflexiona.

Cara a cara

Valentín señala que hay otro terreno donde la dieta digital es necesaria, casi indispensable: el terreno amoroso. Con su novia Lucía Manasliski, de 29 años, priorizan desde hace rato la conversación cara a cara y por eso no se intercambian mensajes a través de Facebook. «Si bien la tecnología sirve para comunicarse a la distancia, también puede provocar confusiones cuando sólo se utiliza el texto. Por ese motivo, nosotros nos tomamos el tiempo necesario para dialogar», explica junto con Lucía, en Florencio Bistro & Patisserie, que desde su apertura en Recoleta, hace ya 11 años, no cuenta con acceso a Wi-Fi por expresa decisión de su propietaria María Laura D’Aloisio.

«Aunque distintos proveedores vinieron muchísimas veces a ofrecer el servicio, yo estoy convencida de que las personas que vienen acá lo hacen para disfrutar del lugar, de una buena lectura o de una conversación. Por eso, aunque muchos se sorprenden al enterarse de que aquí no hay conexión a Internet, en general, expresan comentarios positivos, como que acá van a poder estar más tranquilos, sin interrupciones que llegan vía web».

Consultado por LA NACION, el norteamericano doctor John Grohol, que es investigador, experto en patologías mentales vinculadas al mundo online y autor del libro The Insider’s Guide to Mental Health Resources Online, menciona tres medidas que pueden implementar aquellas personas que desean poner un límite al nivel de conexión: «En primer lugar, se debe usar la regla de los tres segundos, o sea, que debemos tomar una decisión acerca de lo que haremos con cada mail en ese lapso de tiempo». Según el experto, hay personas que analizan cada mensaje pensando si lo responden o no, o qué escriben en él, y eso redunda en una situación estresante, ya que mientras transcurre ese lapso de tiempo la casilla de elementos recibidos sigue incrementando su volumen.

La segunda clave consiste en apagar las alarmas de notificación: «Las personas las activan para incrementar el flujo de comunicación y la productividad. Sin embargo, sucede lo contrario, ya que las alarmas distraen». En esta línea, Grohol explica: «Es importante avisar a amigos, colegas y familiares acerca de nuestro cambio de actitud frente a la comunicación, para que ellos no esperen una respuesta inmediata de nuestra parte».

Por último, aconseja a los usuarios desuscribirse de los mails de empresas, ya que, aunque sean eliminados sin ser leídos, estorban.

Las políticas de las compañías son cruciales en este sentido, ya que muchos empleados, al contar con teléfonos inteligentes y notebooks provistos por sus empleadores, experimentan larguísimas jornadas laborales, ya que siguen pendientes a toda hora de las comunicaciones que llegan a sus dispositivos. «En Mastesis, trabajamos siete personas y la configuración del correo electrónico en el teléfono es optativo. Además, consideramos que cuando uno se retira de la oficina no tiene por qué recibir ni responder cuestiones vinculadas al trabajo. Incluso tenemos un grupo en WhatsApp, pero lo usamos con mucha moderación. Por ejemplo, los fines de semana no lo utilizamos, excepto para saludar a alguien por su cumpleaños. Como somos pocos, cuando uno de nosotros está de vacaciones, no le enviamos ningún mail, a menos que ocurra un hecho excepcional», enfatiza Daniel Chattás, firme defensor de la libertad poslaboral.

Tal como sucede con aquellas personas que inician un régimen alimentario para combatir el sobrepeso y la obesidad, nunca es tarde para iniciar una dieta digital que permita estar más desenchufados de los dispositivos tecnológicos y más conectados con el entorno.

Fuente: La Nación, 14/03/15.

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