China impacta sobre el precio del acero

mayo 18, 2013

Ahora, China es como kriptonita para el acero
Por Chuin-Wei Yap

BEIJING — Un aumento importante en la producción de acero chino y un aluvión de exportaciones está presionando los precios de ese metal en todo el mundo, en lo que constituye el ejemplo más reciente del impacto global de la enorme sobrecapacidad industrial de China.

El incremento demuestra las dificultades que enfrentan los líderes chinos en su intento por reorganizar la segunda economía del mundo para que dependa más del consumo y los servicios y menos de las manufacturas y los grandes proyectos de infraestructura como carreteras y aeropuertos. China fabrica poco menos de la mitad del acero del mundo, pero en los últimos años el gobierno ha tratado de reducir el número de fundiciones que considera cada vez más contaminantes, de poco valor y desactualizadas.

Cifras divulgadas esta semana por el proveedor de datos respaldado por el Estado Custeel mostraron que la producción de acero chino creció 8,4% en abril, frente a igual mes del año previo, a 65,7 millones de toneladas, el segundo mayor nivel de la historia. La producción de acero chino alcanzó su máximo más reciente en marzo con 66,3 millones de toneladas, un aumento interanual de 7,7%.

El alza se produce a pesar de un crecimiento económico menor al previsto en China en el primer trimestre y otros indicadores débiles en los últimos meses.

Las fábricas chinas produjeron un promedio diario de 2,19 millones de toneladas de acero crudo en abril, superando los 2,14 millones de toneladas de marzo y quedando apenas por debajo del récord de 2,20 millones de toneladas registrado en febrero, informó Custeel.

La mayor producción está repercutiendo en el mercado global de acero y resucitando temores de una ola de exportaciones chinas. Las exportaciones netas de acero de China ascendieron a 4,29 millones de toneladas en abril, el nivel más alto desde septiembre de 2008. «Está generando un efecto tsunami sobre la siderurgia global que está presionando los precios en todos lados», sostuvo la analista Michelle Applebaum, desde Chicago. «Presumo que los chinos sólo están esperando que otras regiones entablen demandas comerciales y saben que simplemente tendrán que detenerse en ese momento, porque si Beijing está haciendo algo para controlar el exceso de producción, es invisible».

Los precios globales del acero han caído 3,5% desde febrero a un promedio de US$710 la tonelada, según la consultora MEPS. Aunque China no ha estado enviando mucho más acero directamente a EE.UU., gran parte de este material es destinado a la mayor economía mundial después de pasar por Japón, Corea del Sur, Singapur o Malasia, señaló Applebaum.

El gobierno chino ha intensificado la presión pública sobre las siderúrgicas. El viceprimer ministro Zhang Gaoli indicó en declaraciones publicadas por el gobierno central el miércoles que China no permitirá una mayor expansión de sectores industriales como el acero y el aluminio. «Debemos prohibir estrictamente una nueva expansión de la capacidad del acero, cemento, aluminio, vidrio plano, astilleros y otros sectores, (y) detener la construcción de proyectos ilegales, para promover el desarrollo medioambiental», dijo Zhang durante una visita a una acería.

Las industrias automotriz y de paneles solares también sufren de exceso de capacidad, según estimaciones de los sectores.

Los analistas calculan que el exceso de capacidad anual de Chila asciende a unas 160 millones de toneladas, alrededor de un sexto del tamaño de la industria. La Asociación China de Hierro y Acero reconoció en enero que los esfuerzos por limitar la expansión de capacidad no han surtido efecto y estimó que el exceso de oferta probablemente siga plagando al sector.

Las siderúrgicas chinas sostienen que están siguiendo las directrices del gobierno. La estatal Baosteel Group Corp., por ejemplo, ya no busca «metas de producción, sino que se concentra en un mayor valor e innovación», indicó Meng Haibiao, vocero de la empresa.

El enorme sector siderúrgico del país, que cuenta con poco más de 1.000 fundiciones, es un legado de la era maoísta, cuando China buscaba ser autosuficiente en la provisión de los materiales industriales más importantes. La fragmentada industria, no obstante, ha experimentado frecuentes ciclos de auge y caída.

Fuente: The Wall Street Journal, 16/05/13.

‘No Hecho in China’, la nueva realidad de la fábrica mundial

mayo 2, 2013

‘No Hecho in China’, la nueva realidad de la fábrica mundial
Por Kathy Chu

SHENZHEN, China—En un rincón de una inmensa fábrica aquí, las máquinas de coser que solían producir blusas y camisas para los clientes de Lever Style Inc. ahora acumulan polvo. En los últimos dos años, el número de empleados de Lever Style en China ha caído un tercio, a 5.000 trabajadores.

En abril, la empresa comenzó a trasladar su producción para la cadena minorista japonesa Uniqlo a Vietnam, donde los sueldos pueden ser la mitad de los de China. Lever Style también ha trasladado a India parte de su producción para el minorista de lujo estadounidense Nordstrom Inc. y evalúa más cambios para otros clientes.

Es un tema de supervivencia. Tras una década de aumentos anuales de casi 20% en los sueldos en China, Lever Style señala que ya no puede ser rentable aquí.

«Operar en el sur de China es, en el mejor de los casos, un negocio parejo», sin pérdidas pero tampoco ganancias, apunta Stanley Szeto, quien asumió el mando del negocio de su familia en 2000.

Otras empresas como la cadena de productos de cuero Coach Inc. COH -0.36% y el fabricante de calzado Crocs Inc. CROX -0.19% también están trasladando parte de su manufactura a otros países a medida que la otrora fábrica por excelencia del mundo se vuelve menos competitiva debido al marcado aumento de sus sueldos y una persistente escasez de mano de obra. Los cambios permiten a las compañías mantener los precios al consumidor bajo control, aunque la competencia por la mano de obra en lugares como Vietnam y Camboya está elevando los salarios también en esos países.

Crocs prevé que este año 65% de sus coloridos calzados se producirán en China a través de contratistas, 80% menos que en 2012. Coach reducirá su producción general en China a 50% para 2015, desde 80% en 2011, para disminuir su dependencia de un solo país, indica una vocera.

A medida que la economía del país madura, se prevé que parte de la manufactura de ropa que ocurre en China emigre, algo que el gobierno incluso fomenta.

Conforme otras naciones asiáticas se hacen más eficientes en la manufactura en masa, China debe adoptar la investigación y la producción de alta tecnología para transformar su economía como lo hicieron en su momento Corea del Sur y Japón. Pero el crecimiento económico saludable requiere que China expanda su sector de servicios y cree empleos manufactureros para personas altamente cualificadas a un ritmo veloz.

Este año, los empleos de servicios —como en los sectores minorista, de turismo y de entretenimiento— por primera vez serán responsables por una mayor parte del Producto Interno Bruto del país que los trabajos del sector industrial, pronostica J.P. Morgan JPM -0.05% .

«Si los costos siguen aumentando, pero China no es capaz de volverse más innovadora o desarrollar tecnologías internamente, entonces los empleos que emigren no serán reemplazados por nada», apunta Andrew Polk, un economista con sede en Beijing de la Conference Board, un grupo de investigación para grandes empresas europeas y estadounidenses.

China sigue siendo el mayor recipiente del mundo desarrollado de inversión extranjera directa, atrayendo US$112.000 millones el año pasado. Pero eso fue 3,7% menos que en 2011, pese a que las exportaciones siguen creciendo en más de 10%. La expansión se desacelera.

Las fábricas de Lever Style ofrecen un vistazo al futuro de la industria de la ropa en China.

La empresa, con sede en Hong Kong, solía fabricar prendas de sus clientes en tres fábricas en China. Pero el alza de los costos laborales ha obligado al fabricante de Hugo Boss a concentrarse en lo que mejor sabe hacer: ayudar a sus clientes a desarrollar prendas, mientras que ella terceriza una porción cada vez mayor de la producción.

En cinco años, Lever Style prevé que cerca de 80% de su producción se trasladará a fábricas que administra en toda Asia, y que producirá 50% fuera de China.

Conforme traslada su producción a Vietnam, Lever Style indica que es capaz de ofrecer a clientes un descuento de hasta 10% por prenda. Eso es un atractivo para minoristas en EE.UU., cuyos márgenes de ganancias están entre 1% y 2% en promedio, según la Federación Minorista Nacional de EE.UU.

Uniqlo, la mayor cadena de ropa en Asia, hace 70% de su prendas en China pero espera recortarla a dos tercios, principalmente para reducir costos. Nordstrom, que trabaja con 450 fábricas en casi 40 países, dice que el costo es importante, pero también la calidad y las condiciones laborales de la fábrica.

Pero muchos minoristas están menos preocupados sobre dónde se hacen sus productos que por el precio y la calidad, dice Szeto, de Lever Style. Agrega que mientras la transformación de China es positiva para el país, supone un «reto enorme» para la empresa.

Fuente: The Wall Street Journal, 01/05/13.

China, al frente de las grandes reservas de gas

julio 30, 2012

China, al frente de las grandes reservas de gas

Por Jorge Castro.

 

CNOOC es una de las cuatro principales empresas chinas de petróleo y gas. Acaba de comprar en U$S 18.200 millones a Nexen, la quinta mayor corporación canadiense en esa actividad, centrada en las reservas de shale gas en la provincia de Alberta (Long Lake/Oil Sands), que se estima son las cuartas en orden de importancia en el mundo, después de las de Neuquén (Vaca Muerta), Argentina . La de CNOOC es la mayor inversión de China en el exterior de los últimos 30 años.

La explotación de shale gas en Alberta la realizará la empresa china junto a otras grandes trasnacionales, como Exxon Mobil, Statoil y Chevron. CNOOC pagó una prima de 61% sobre el precio de las acciones de Nexen, según la cotización de esta semana en el NYSE (Wall Street), lo que representa más de la mitad del valor de los activos.

La compra de Nexen es parte de un extraordinario incremento de las inversiones chinas en el exterior realizado en los últimos 4 años . Desde enero de 2008, la inversión directa china (IED), ejecutada a través de compras y adquisiciones (M&A), asciende a U$S 235.000 millones (1.414 firmas adquiridas). Son 198 las corporaciones compradas este año, más de la mitad en Norteamérica (EE.UU. / Canadá / México) y Europa, por un total de U$S 40.600 millones.

Tras la adquisición de Nexen, CNOOC se transforma en empresa canadiense, con sede en Calgary (Alberta) y cotización en la Bolsa de Toronto. El Gobierno canadiense respalda activamente la compra. El primer ministro Stephen Harper (conservador) ha señalado en las últimas dos semanas que las prioridades estratégicas de Canadá no están más en EE.UU., sino en China/Asia.

La reorientación estratégica del gobierno de Ottawa se funda en que China importó 5,6 millones de barriles de petróleo por día en el primer semestre de 2012 (11% más que el año anterior) y en que la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que en 2035 comprará en el exterior 12 millones de barriles por día, con un aumento de 58% en las importaciones de gas natural (la mitad shale gas) y 61% en las de carbón.

Los yacimientos de Alberta son parte de las reservas comprobadas de petróleo y gas canadiense, que alcanzan a 180.000 millones de barriles, sólo por detrás de los de Arabia Saudita y Venezuela.

A diferencia de EE.UU., la política energética en Canadá la fijan las provincias, que son las que establecen la relación con las empresas trasnacionales. Y lo que han hecho -con Alberta a la cabeza- es disminuir el nivel de los royalties hasta que las firmas globales recuperen el capital invertido, para luego aumentarlo 25%. La agencia estadística canadiense sostiene que 1/3 del crecimiento provino directamente en 2010 / 2011 de la explotación de shale gas, sobre todo en Alberta.

Lo que sucede en Canadá con la inversión china ocurre también -en mayor escala- en EE.UU., donde casi todas las grandes empresas trasnacionales se han volcado a la explotación del shale gas/shale oil en la gran cuenca del Río Verde (Colorado/Utah/Wyoming). En los últimos dos años, la mitad de la inversión mundial en petróleo y gas, realizada sobre todo a través de M&A, se ha dirigido a EE.UU.

La atracción es el boom del shale. Por eso, la inversión global superó allí los U$S 300.000 millones en 2011 y este año sería U$S 100.000 superior, o más. El shale gas de Neuquén/Vaca Muerta es una categoría aparte en el negocio energético mundial.

Los yacimientos argentinos son los terceros del mundo, pero a diferencia de los estadounidenses y los chinos están concentrados en una zona desierta, con abundancia de agua, alejada de los centros urbanos. Esta es la razón por la que las compañías trasnacionales creen que la producción argentina puede emular el boom estadounidense, con menos inversión.

En la acumulación capitalista a escala global lo posible es usualmente un adelanto de lo real.
Fuente: Clarín, 29/07/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
Más información en: www.agendaestrategica.com.ar 

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Presentación del Libro

La visión Estratégica de Juán Domingo Perón

de Jorge Castro

 

Miercoles 1° de Agosto de 2012, 18:30 hs.

Instituto de Altos Estudios Juán Perón

Reconquista 46, 9° Piso, CABA

Tel: 4348-9601

[email protected]

 

Hablarán: Juán Licastro y Pascual Albanese.

Coordinan: Guillermo Piuma y Roberto Magliano.

 

Más información:
http://www.distalnet.com/l/la-vision-estrategica-de-juan-domingo-peron/247010
La Visión Estratégica de Juan Domingo Perón
Autor: Jorge Castro
Páginas:128
Editorial: Distal Editorial
Tipo de edición: Rústica
ISBN:978-987502293-5
Precio Neto:$ 79.00

La economía china se desacelera

mayo 27, 2012

La economía china profundiza su desaceleración

Por Jorge Castro

 

La economía china acentúa su desaceleración y los indicadores de abril son coincidentes en el sentido de un freno creciente del PBI en un país que solo, considerado individualmente, ha sido responsable de 56% de la expansión mundial en 2011.

El PBI industrial se expandió en abril 9,3% anual, el menor nivel en tres años, y dos puntos menos que el mes anterior (11,9%); y la tasa de inversión y las ventas minoristas se han estancado (20,2% vs. 20,9% y 14,1% vs. 15,2%).

Lo mismo sucede con el comercio exterior (exportaciones + importaciones), que creció 0,3% el mes pasado, mientras que la expansión mensual promedio en 2011 fue 25%. Esto sucede cuando la tasa de inflación cayó en abril a 3,4% anual y es ahora la mitad de los niveles récord de julio del año pasado (6,5%) .

El gobierno chino reconoce esta tendencia y ha disminuido por dos veces sus previsiones de crecimiento en 2012, llevándolas a 7,5% y 7% en el año (entre 2000 y 2008 fue 11% anual, con un pico de 13% en 2007).

El Banco Mundial prevé que en 20 años la tasa de crecimiento pasa de 10% anual a 5% por año.

Todo indica, en suma, que la forma de crecimiento de los últimos 30 años (exportaciones + aumento sistemático de la inversión) ha agotado su potencial y que la desaceleración actual no tiene un carácter cíclico, sino estructural .

El freno de la economía revelaría que ésta se encuentra en plena transición, entre una forma de crecimiento que ha agotado su vigor, y otra que recién comienza a desplegar su potencial, fundada en la expansión de la demanda doméstica y el consumo individual de sus 1.340 millones de habitantes.

La cuestión que presenta la transición china para el mundo no es si surgirá en algún momento una economía plenamente volcada al consumo y la demanda interna. Esto es un hecho y una certidumbre, y cuando suceda habrá un boom de la economía mundial , centrada en una carrera de las exportaciones -ante todo, bienes capital-intensivos de alta tecnología provenientes del mundo avanzado – para satisfacer las gigantescas importaciones que se avizoran de la República Popular.

El problema es el corto y mediano plazo, cargado de incertidumbre, sobre todo para los exportadores de materias primas, como son todos los países de América del Sur . El largo plazo, en cambio, es nítido; posee la fuerza contundente de la certidumbre y se asimila a la obvia comprobación de la realidad.

La desaceleración de la economía china implica que los grandes exportadores mineros (Australia, Brasil, Chile, Perú, entre otros) difícilmente reciban en los próximos 10 años los beneficios de un superciclo de los commodities tan intenso como el de la última década . Entre 2000 y 2010, las importaciones chinas de mineral de hierro aumentaron 42,5 veces; las de carbón, 248 veces; y las de cobre, 16,2 veces.

El índice de materias primas cayó 12% en abril con respecto al primer trimestre. Las que más se hundieron fueron mineral de hierro y carbón (12% en abril). Australia es el país más golpeado por la caída del precio del carbón, en su condición de primer exportador mundial; lo que ha llevado al cierre de varias de las principales explotaciones mineras, propiedad de las mayores trasnacionales del mundo (Río Tinto, BH Billiton, X-strata).

Lo que sucede en China es que mientras la economía se desacelera, el consumo individual aumenta, debido al crecimiento del ingreso per cápita y el alza de los salarios reales (20% anual en los últimos 4 años), en condiciones de pleno empleo urbano. Por eso crece más que proporcionalmente la demanda de alimentos, arrastrada por la aceleración de la “transición dietaria” (vuelco al consumo de proteínas cárnicas), sobre todo carnes rojas (cerdo); y el precio de la soja aumenta a niveles récord (U$S 550 / tonelada en la primera semana de mayo).

La Argentina es el primer exportador mundial de granos y pasta de soja.

Fuente: Clarín, 27/05/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
Más información en: www.agendaestrategica.com.ar

La situación inmobiliaria en China

marzo 6, 2012

Aleja China el temor a un estallido de su burbuja inmobiliaria

Por Natalia Tobón

 

PEKIN – «Al norte de la calle Bahe hay un conjunto de villas en medio de la maleza y los árboles. Parecen castillos de cuentos de hadas. Sorpresivamente, todas están abandonadas», escribió «Momowuyu», uno de los muchos usuarios de un foro de Internet en China.

El conjunto inmobiliario, en la provincia de Shaanxi, estaba pensado como centro recreativo con una cincuentena de villas de lujo de dos pisos, con pileta y amplias zonas verdes, dijo el forista. Las obras están hoy paralizadas y las hectáreas abandonadas quedaron al cuidado de apenas una familia.

Como «Momowuyu», decenas de personas rastrean construcciones abandonadas para postearlas en Internet preguntándose: ¿quién construyó esto? ¿Por qué nunca las terminaron? Ellos se encargan también de resaltar la existencia de «ciudades fantasma», como Ordos y Zhengzhou, donde hay barrios enteros construidos pero desocupados.

Cada vez se hace más común el abandono de grandes complejos de lujo en China, muchos de ellos sin terminar, desde condominios residenciales hasta edificios de departamentos y oficinas en grandes ciudades, como Shanghai, y pequeñas ciudades manufactureras y comerciales, como Wuxi.

Las estrictas medidas para contrarrestar la burbuja inmobiliaria en China han atacado fuertemente a los constructores, que hoy sufren un masivo endeudamiento y una disminución en sus ventas. La solución más fácil ha sido abandonar los proyectos mientras esperan una nueva negociación con los gobiernos locales o una nueva legislación del gobierno nacional.

Las políticas impuestas en 2010 se concentraron en restringir la financiación del sector inmobiliario, limitando el acceso a préstamos y aumentando las tasas de interés para constructores y particulares. De igual forma, se ajustó la compra de bienes, al reducir la cantidad de viviendas que puede comprar una sola persona, y en origen, al establecer que las viviendas sólo pueden ser compradas en la ciudad de residencia indicada en el permiso de residencia.

Después de dos años sin resultados, ahora comienza a verse el impacto: reducción de precios, menor dinamismo del sector y un alto nivel de endeudamiento de las grandes constructoras.

El negocio inmobiliario en China fue uno de los más rentables y explosivos de los últimos años y se convirtió en una de las bases de la economía nacional, con una participación del 10% en el PBI.

Inversiones millonarias

Después de la desaparición de la subvención de viviendas y la liberalización de la adquisición de bienes privados en los años noventa, el negocio de bienes raíces creció a una velocidad inimaginable, no sólo en las grandes ciudades sino también en las de segunda y tercera líneas. Ya para 2009 las acciones de las grandes constructoras chinas en la bolsa de Hong Kong habían crecido hasta un 50%, y en 2010 se hablaba de inversiones por 750.000 millones de dólares.

En el afán de urbanizar el país y renovar el nivel de viviendas, el gobierno jugó un factor determinante al permitir la financiación bancaria. También flexibilizó las licencias de construcción, apoyadas en una alta dosis de corrupción de las autoridades locales, que se vieron beneficiadas con la venta de las tierras como parte de sus ingresos.

El crecimiento económico chino dio pie a una modernización en la urbanización, lo que dio como resultado un incremento en las construcciones de lujo, que cotizaban a un precio de hasta 20.000 dólares el metro cuadrado. Cuando las zonas de desarrollo urbano se agotaron en las grandes ciudades, la construcción se volcó hacia las ciudades intermedias, donde se encontraban con gobiernos locales ávidos por desarrollar su ciudad, y con consumidores de alto poder adquisitivo, gracias al desarrollo de la industria.

Pero la extrema flexibilización del sector, unida a la corrupción de las autoridades y a la ausencia de regulación, dio pie a la especulación.

En 2010, ya había denuncias de hasta una triplicación de precios en las viviendas y se comenzaba a hablar de una burbuja inmobiliaria a punto de estallar, como ocurrió en Estados Unidos.

Después de dos años, comienzan a verse las consecuencias de las medidas oficiales. Los precios se recortaron en algunos casos hasta un 40%. A pesar de esto, los constructores se lamentan de la falta de compradores. Un vocero de la constructora Xi Shui Dong afirmó a The Wall Street Journal que sus ventas en 2011 cayeron un 25% comparadas con el año anterior. En Shanghai, el gobierno local informó que las ventas de departamentos nuevos cayeron hasta un 50%.

El panorama para este año tampoco resulta alentador. El gobierno anunció más planes para incentivar las viviendas sociales y atacó directamente el sector inmobiliario de lujo. El Banco Central anticipó que los principales bancos chinos retomarán los créditos para bienes inmuebles. Y la legislatura buscará aprobar proyectos que descuenten hasta el 30% de las hipotecas para quienes adquieren su primera vivienda.

En tanto, quienes compraron casas a precios «inflados» empiezan a lamentarse, solicitando la devolución del dinero para ajustarse al precio «real».
Fuente: La Nación, 06/03/12.

 

Ordos: La mas famosa Ciudad Fantasma de China.

 

Más información: http://www.funonthenet.in/articles/chinese-cities.html#ixzz1XTZ1sYfV

 

El éxodo de la élite china

febrero 25, 2012

El éxodo de la élite china

Por Jeremy Page

 

BEIJING — Hace un año, el escritor Shi Kang se consideraba un hombre feliz.

Gracias a 15 novelas exitosas, era millonario, dueño de un apartamento de lujo y un Mercedes plateado nuevo. Estaba tan contento con su vida libre de preocupaciones en Beijing que ni siquiera había viajado a otros países.

Hoy, un año más tarde, Shi considera emigrar a Estados Unidos. El autor forma parte de un creciente grupo de chinos ricos que planean abandonar su país o ya están haciendo los arreglos para hacerlo.

Shi Kang, un exitoso escritor de novelas, empezó a pensar en vivir en Estados Unidos luego de visitar ese país el año pasado.

.»Allá, las cosas son reales», afirma Shi, quien está aprendiendo inglés. «Aquí, uno no sabe qué creer», agrega. «Me gusta mucho China. Pero si tengo hijos, no necesariamente querría que vivieran acá».

Con una fortuna de al menos US$1,6 millones, Shi es parte de la adinerada élite china que más se benefició con la versión de capitalismo del Partido Comunista. El escritor ha sabido aprovechar lo que posiblemente sea la mayor expansión ecoómica de la historia.

Y sin embargo, aunque el partido hace alarde del éxito económico del «modelo chino», muchos de sus exponentes más exitosos están cerca de la puerta de salida. Este grupo busca cosas que el dinero no puede comprar en China: aire más limpio, alimentos más seguros y una mejor educación para sus hijos. Algunos también expresan preocupación sobre la corrupción gubernamental y la seguridad de sus activos.

El movimiento representa la disolución de un contrato social no escrito entre el Partido Comunista y los ciudadanos chinos que ha mantenido al país cohesionado a través de cambios radicales desde que Deng Xiaoping lanzó las reformas de mercado en 1978: los gobernantes brindan crecimiento económico y los gobernados hacen pocas exigencias políticas. El mensaje subyacente parece ser que luego de tres décadas de un alza en la prosperidad, los chinos más ricos están buscando algo más allá de sus ganancias económicas, o las dan por sentado, y ahora ansían mejoras en su calidad de vida.

El movimiento sucede justo cuando el gobernante Partido Comunista prepara para octubre o noviembre un cambio de liderazgo, algo que se produce una vez cada 10 años.

El éxodo de la élite es una situación potencialmente problemática para los líderes del partido, ya que muchos de sus familiares han elegido desde hace tiempo vivir o estudiar en el extranjero. El vicepresidente Xi Jinping, quien se prevé sucederá a Hu Jintao como presidente, tiene una hija que estudia en Harvard, una ex esposa en el Reino Unido y una hermana en Canadá.

¿Qué hizo que Shi considerara mudarse al extranjero? Hace un año viajó por primera vez fuera de China. Al principio, sólo planeaba visitar a su novia que estudiaba en Nueva Jersey, EE.UU., pero terminó comprando un BMW X3 deportivo y haciendo un viaje en auto de 64.000 kilómetros por todo el país.

Sus primeras impresiones no fueron buenas: perdió una maleta en el aeropuerto de Nueva York y pensó que la ciudad era caótica. Pero cuando visitó las zonas rurales, mientras escuchaba a Beethoven a todo volumen en el auto, tuvo una epifanía.

«Tan pronto se sale de las ciudades, EE.UU. es en realidad un gran jardín», sostuvo Shi. «Es como una sinfonía: cuando los chinos escuchan estas melodías pastorales idílicas, no lo puede imaginar, porque China simplemente no tiene ese paisaje».

Shi, de 43 años, es famoso en su país por novelas como Loafing Around, que documenta las vidas complacientes de jóvenes en Beijing en los años 80. Su libro Strive, de 2007, fue convertido en una serie de televisión muy popular.

Mientras viajaba por EE.UU., escribió en su microblog (una especie de Twitter) sobre su fascinación con el paisaje estadounidense, al punto de que algunos lectores lo acusaron de ser anti-chino. Pero el gusto por estilos de vida extranjeros son comunes entre los ricos de China, que ahora se estima que incluyen alrededor de un millón de millonarios (en términos de dólares), y entre 150 y 300 multimillonarios (con fortunas de más de US$1.000 millones), según distintos estudios.

Una encuesta publicada en noviembre descubrió que 60% de los alrededor de 960.000 chinos con activos de más de 10 millones de yuanes (US$1,6 millones) pensaba en emigrar o estaba dando pasos para hacerlo. Los destinos preferidos en orden fueron EE.UU., Canadá, Singapur y Europa, según la encuesta del estatal Banco de China y Hurun Report, que analiza tendencias entre los acaudalados de China.

La mayoría de los sondeados mencionó la educación de sus hijos como el motivo principal, seguido de temores por la calidad del aire, la seguridad de los alimentos y la estabilidad financiera. Otra encuesta realizada el año pasado por la firma de consultoría en gestión Bain & Co. y el estatal Banco de Comerciantes de China mostró resultados similares.

Estadísticas recientes muestran una creciente demanda china por visas de inmigración para inversionistas que quieren reubicarse en EE.UU., Canadá y otros países occidentales. El programa estadounidense EB5 puede otorgar hasta 10.000 visas al año a personas que inviertan US$1 millón y generen al menos 10 empleos en EE.UU., o inviertan US$500.000 en una zona rural o de alto desempleo.

En el año fiscal 2011, EE.UU. recibió 2.969 solicitudes (cada una puede incluir a varios miembros de una familia) de China para el programa de inmigración EB5, comparado con sólo 787 dos años antes, según la agencia de inmigración estadounidense. Las postulaciones chinas representaron 78% del total global en 2011.

También el año pasado, Canadá recibió 2.567 solicitudes chinas para un programa similar, un aumento frente a sólo 383 en 2009, según las autoridades de inmigración del país.

Los funcionarios chinos se han dado cuenta. «Sin dudas, los altísimos costos de vida, el empeoramiento del medio ambiente, la poca cobertura social y la creciente carga impositiva en China son responsables en parte por esta pérdida», escribió hace poco Zhang Monan, una investigadora económica del Centro de Información Estatal.

«Es natural que para vivir, la gente elija un lugar donde crean que disfrutarán la mejor calidad de vida», escribió. «Sólo haciendo que el país sea más atractivo, China podrá retener este talento y su riqueza».

Los líderes del partido prometieron concentrarse más en temas de calidad de vida. El año pasado, por ejemplo, dijeron que prestarían más atención a mejorar los servicios públicos y resolver temas medioambientales en el plan actual de cinco años, vigente hasta 2015.

Pero algunos millonarios no se quedarán a esperar. Este año, Su Bin enviará a su esposa e hijo a Vancouver, Canadá, y espera seguirlos poco después. A los 46 años, Su dirige su propia empresa de tecnología aeroespacial y estima que su patrimonio neto es de unos 80 millones de yuanes, o US$13 millones.

El principal motivo por el que parte, afirma, es el ambiente de negocios. «El gobierno tiene demasiado poder», sostiene. «Aquí las regulaciones significan que los empresarios deben hacer muchas cosas ilegales. Eso ofrece una sensación real de inseguridad».

El segundo motivo para emigrar es la educación de su hijo. Quiere que aprenda a hablar inglés y a pensar con más libertad.
Fuente: The Wall Street Journal, 24/02/12.

China necesita profundas reformas

febrero 23, 2012

Un influyente informe sugiere que China necesita profundas reformas

Por BOB DAVIS

 

BEIJING — A menos que implemente reformas profundas, China podría sufrir una crisis económica, según un informe del Banco Mundial y un influyente centro de estudios del gobierno chino, que insta a Beijing a reducir su enorme cantidad de empresas estatales y hacer que operen más como firmas comerciales.

La recomendación aparece en «China 2030», un informe programado para ser difundido el lunes 27 de febrero, según seis personas que participaron en su preparación y análisis.

El documento, que aborda algunos de los asuntos económicos políticamente más sensibles de China, está diseñado para influenciar a la próxima generación de líderes del gigante asiático que asumirán el poder a partir de este año, según esas personas. Asimismo, cuestiona la forma en que se ha desarrollado el modelo económico de China en los últimos diez años, bajo el mando del presidente Hu Jintao, cuando el papel del Estado en la segunda mayor economía del mundo se expandió de manera constante.

China 2030 advierte que el crecimiento del país asiático está en peligro de desacelerarse rápida e imprevisiblemente, como ha ocurrido con muchos países en desarrollo después de alcanzar un cierto nivel de ingresos, un fenómeno que los expertos conocen como la «trampa de los ingresos medios». Una desaceleración podría profundizar los problemas en la industria bancaria y en otros sectores, advierte el informe, y podría dar lugar a una crisis, según los participantes en el proyecto.

El documento recomienda que las empresas estatales sean supervisadas por empresas de gestión de activos, añaden. Además, insta a China a reformar las finanzas de los gobiernos locales y promover la competencia y el emprendimiento.

«El sector estatal de China se encuentra en una encrucijada», dijo Fred Hu, presidente ejecutivo de Primavera Capital Group, una firma de inversión de Beijing. El gobierno debe decidir «si quiere un capitalismo liderado por el Estado y dominado por gigantescas compañías estatales o un empresariado de libre mercado».

Incluso antes de su publicación oficial, el informe ha provocado una fuerte resistencia de los burócratas que administran las empresas estatales, según varias fuentes cercanas.

El aparente heredero político de China, Jinping Xi, ahora vicepresidente, ha dado pocas pistas acerca de sus políticas económicas. Los analistas esperan que el influyente informe aliente a Xi y sus aliados a discutir la posibilidad de realizar cambios a un modelo económico impulsado por el Estado, que ha alarmado al sector privado chino y se está convirtiendo en una fuente de creciente tensión entre el país y sus principales socios comerciales.

Los autores del informe sostienen que contar con el visto bueno del Banco Mundial y del Centro de Investigaciones para el Desarrollo chino (DRC por sus siglas en inglés) —subordinado al Consejo de Estado, el poder ejecutivo de China—, sumará peso político a las propuestas. El Banco Mundial es muy admirado en los círculos del gobierno chino, en particular por el asesoramiento que dio al país en la fase en que proyectó sus primeras reformas de mercado.

«El informe presenta recomendaciones para un camino de crecimiento y desarrollo en el mediano plazo, ayudando a China a hacer la transición para convertirse en una sociedad de altos ingresos», dijo el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, en un comunicado anunciando la difusión del estudio. Ni el Banco Mundial, ni el DRC hicieron comentarios específicos sobre los resultados de China 2030.

El viceprimer ministro chino, Li Kequiang, que muchos esperan sea nombrado primer ministro el año próximo, respaldó el proyecto del Banco Mundial y DRC, cuando Zoellick lo propuso durante un viaje a Beijing en septiembre de 2010. Sus autores también cuentan con el número dos del DRC, Liu He, que también es asesor del omnipotente Comité Permanente del Buró Político, para ayudar a garantizar que sus hallazgos sean considerados seriamente por los principales líderes. Liu declinó hacer comentarios.

Entre las áreas más polémicas del informe cabe destacar las sugerencias sobre métodos de gestión de las empresas estatales, que dominan los sectores de energía, recursos naturales, telecomunicaciones e infraestructura y tienen fácil acceso a préstamos de intereses bajos de parte de los bancos estatales.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, y otras autoridades occidentales, sostienen que las subvenciones a las empresas distorsionan la competencia internacional. Internamente, los detractores se quejan de que las empresas asfixian la competencia interna, utilizan los beneficios del monopolio para expandirse a otras áreas de negocios y pagan exiguos dividendos.

El Banco Mundial y el DRC argumentan que las firmas de gestión de activos deberían supervisar a las empresas públicas, según fuentes cercanas. Estos gestores tratarían de garantizar que las compañías operen de acuerdo con los parámetros de las firmas comerciales y no con fines políticos.

«China necesita restringir las funciones de las empresas estatales, acabar con los monopolios, diversificar la propiedad y reducir las barreras de entrada a las compañías privadas», recomendó Zoellick el mes pasado, en una conferencia para economistas en Chicago.

El informe también recomienda un aumento acentuado en los dividendos que pagan las empresas estatales, lo que aumentaría los ingresos del gobierno y podría financiar nuevos programas sociales, según una fuente cercana.

«Es una propuesta innovadora», señaló Yiping Huang, economista de Barclays Capital. Sin embargo, otros argumentan que las sugerencias no son lo suficientemente profundas. Ni el Banco Mundial ni el DRC propusieron la privatización de las empresas estatales, concluyendo que eso sería políticamente inaceptable.
—Kersten Zhang contribuyó a este artículo.
Fuente: The Wall Street Journal, 22/02/12.

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