China es una caja negra

agosto 26, 2015

China es todavía una caja negra para el resto del mundo

Por su influencia, la economía china hace palidecer al resto del mundo, excepto a Estados Unidos. Pero en cuanto a transparencia, China sigue siendo sin lugar a dudas un mercado emergente, con políticas turbias, datos poco confiables y un opaco proceso de toma de decisiones.

chinaEse velo oscurece el entendimiento de la economía china y es una razón importante por la que su reciente desaceleración ha producido tanta agitación.

En general, los economistas dudan que el país asiático haya crecido a un robusto ritmo de 7% en el segundo trimestre, como dicen las estadísticas oficiales. Citando otros datos, como los de generación de energía y tráfico de pasajeros, algunos dicen que la tasa de expansión podría ser la mitad de ese porcentaje.

Del mismo modo, cuando hace dos semanas el Banco Popular de China devaluó su moneda —una medida que causó mucha de la actual turbulencia del mercado—, los funcionarios presentaron la decisión como parte de un esfuerzo a largo plazo para alinear el valor del yuan más estrechamente con las fuerzas del mercado. Algunos analistas externos, que señalan la falta de independencia del banco central, vieron un motivo más político: impulsar las exportaciones y de paso reforzar la credibilidad del Partido Comunista de China (PCCh) y su control del poder.

En muchas formas, China es más transparente que hace una década y no es peor que otros países cuyos problemas han golpeado a los mercados globales, como México o Rusia.

La diferencia es el tamaño. México representaba 2% del Producto Interno Bruto del mundo en términos de dólar cuando una devaluación del peso en 1994 desató la “crisis del tequila”. Los cinco países en el centro de la crisis asiática de 1997 representaban 4% del PIB mundial. Cuando Rusia se declaró en cesación de pagos en 1998, aportaba 1% del producto global.

China representa 15% de la producción económica mundial. Es un mercado de exportación importante para países industrializados como Japón y Alemania y para productores de commodities como los países de América Latina y Australia. Su economía contribuye con una buena porción del crecimiento de las ganancias de muchas multinacionales occidentales.

Japón representaba una cuota comparable del PIB cuando sus burbujas bursátil e inmobiliaria estallaron a comienzos de los años 90. Pero Japón era miembro del grupo de las siete economías más avanzadas, que cuentan con instituciones democráticas estables y responsables. China es mucho más difícil de leer que cualquier miembro del G-7.

Soldados del Ejército Popular, ante una imagen del presidente Xi Jinping.
Soldados del Ejército Popular, ante una imagen del presidente Xi Jinping. Photo: Rolex dela Pena/European Pressphoto Agency

“Con mis contrapartes en el G-7 y muchos del G-20 se producían conversaciones francas y honestas, estaba en el teléfono con mucha frecuencia, a menudo semanalmente”, recuerda un ex funcionario del departamento del Tesoro de EE.UU. que aún trata mucho con China en representación de la industria financiera. “Con China, usted no sabe a quién llamar. Es difícil saber dónde se toman las decisiones o quién está a cargo”.

En parte, la transparencia introducida en los últimos tiempos ha sido para cumplir con las exigencias de otros países y de instituciones como la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario Internacional. Muchas de las reglas y regulaciones de China son publicadas en línea. La prensa extranjera tiene una presencia significativa y fue admitida a una conferencia de prensa del banco central luego del anuncio del yuan.

Nick Lardy, experto en China del Instituto Peterson para Economías Internacionales, dice que las sospechas sobre las estadísticas de ese país son exageradas. La Oficina de Estadística Nacional de China se ha esforzado por mejorar los datos desde 2008, dice, incluyendo la realización de dos censos gigantes con 10 millones de encuestadores. La agencia ha defendido la confiabilidad de sus datos.

“China mantendrá un crecimiento con una velocidad que va de mediana a alta” este año, dijo un vocero de la embajada china en Washington, añadiendo que el país mantiene “una política y entorno legal abierto y transparente”.

China también depende menos que antes de las estadísticas de los gobiernos locales cuando calcula el PIB y más en sus propios sondeos. Los funcionarios locales parecían estar bajo mayor presión para mostrar resultados positivos. Al añadir el PIB de las provincias en China, el resultado es una cifra mucho más alta que la reportada por la Oficina Nacional de Estadística.

De todas maneras, no hay estadísticas de un país avanzado que sean vistas con tanto escepticismo como las de China. En 2007, Li Keqiang, ahora el primer ministro chino, le dijo al embajador estadounidense, según un memorando filtrado por WikiLeaks, que la medición del PIB es hecha por humanos y por lo tanto poco confiable.

Li, que entonces era el jefe del PCCh en la provincia de Liaoning, dijo que miraba datos de electricidad, carga ferroviaria y préstamos para calcular mejor la actividad económica. Desde entonces, varios analistas han ideado índices basados en las estadísticas favoritas de Li.

En Londres, Capital Economics analizó la actividad de carga, electricidad, desarrollo de propiedades, transporte de pasajeros y envíos por mar, y concluyó que la economía china se expandió a un ritmo mucho más lento en el segundo trimestre que lo reportado por el gobierno. Lombard Street Research, otra firma de investigación de Londres, usa otro enfoque, incluyendo una medida diferente de inflación, y su resultado es una tasa de crecimiento de 3,7%.

Las estadísticas de China son “extrañamente estables de trimestre a trimestre”, dice Mark Williams, analista de Capital Economics. Por ejemplo, la tasa de desempleo es de 4,1% casi cada trimestre.

Los analistas han tratado de eludir fallas y agujeros en los datos. Los que están en el sector inmobiliario visitan proyectos de viviendas para contar los medidores de gas y así tener una idea de cuántos apartamentos están ocupados. Los comerciantes de acero intercambian historias con sus competidores sobre la cantidad de acero en los depósitos.

Pero la falta de información es más problemática cuando puede ocultar aspectos importantes de la economía. Por ejemplo, China publica los datos de sus reservas internacionales pero no revela si han sido prestadas y si, en consecuencia, son de disponibilidad inmediata. China ha prometido comenzar a dar esa información hacia finales de este año, señala Ted Truman, un ex funcionario del Tesoro de EE.UU. actualmente en el Instituto Peterson. China tampoco revela confidencialmente al FMI la composición de sus reservas, como lo hacen muchos países.

Los bancos centrales se han vuelto, en su mayoría, más independientes y transparentes, y publican detalladas minutas de sus reuniones, proyecciones y metas numéricas. El banco central chino se ha abierto un poco, pero sus decisiones más importantes deben ser aprobadas por la cúpula ya sea del gobierno o del PCCh. Si alguna de estas entidades “anula las decisiones del banco central, nunca obtendremos las minutas” de esa decisión, señala un ejecutivo de Wall Street.

Los líderes chinos son herederos de una tradición de secretos. En 1971, cuando el sucesor designado de Mao Zedong murió antes que éste, el público no fue informado durante dos meses. En el contexto de la actual campaña contra la corrupción, aún pueden pasar semanas o meses entre el momento en que algún alto dirigente desaparece de la escena y el momento en que se anuncia su detención.

Durante años, la opacidad china generó un efecto de Mago de Oz. “Los líderes chinos eran percibidos como grandes y omnipotentes gerentes que tenía un preciso enfoque de arriba abajo”, dijo Diana Choyleva, economista jefe de Lombard Street Research. Los funcionarios económicos de Beijing tenían muchas más palancas que sus contrapartes occidentales, como ordenar a los bancos estatales que prestaran a industrias específicas. La ausencia de democracia era vista como algo que les daba más libertad para actuar, como ocurrió en 2008 y 2009, cuando China puso en marcha un gigantesco plan de estímulo.

Esta opacidad parece haber sido contraproducente últimamente. Las intervenciones de los funcionarios en el mercado de acciones parecen inefectivas y en el caso de la tasa de cambio contradictorias. Esa preocupación sobre la estabilidad interna es un factor que el resto del mundo tendrá que sopesar a la hora de observar los actos de China.

Las opiniones sobre las habilidades chinas para diseñar sus políticas pueden haber girado en forma demasiado amplia desde omnipotente a impotente. El gobierno chino aún conserva influencia sobre su economía a través de su propiedad de los bancos y los límites a los flujos transfronterizos de capital.

El intento de estimular el crecimiento a través de mayores riesgos crediticios y de inversión agrava la peligrosa acumulación de deuda que siguió al primer programa de estímulo. Aun así, una desaceleración económica podría debilitar el apoyo al presidente Xi Jinping en una China de creciente clase media, y envalentonar a los críticos que toman distancia de la campaña contra la corrupción, dice Cheng Li, de la Institución Brookings, un centro de estudios de Washington.

Fuente: The Wall Street Journal, 26/08/15.

 

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Importante baja de la bolsa en China

julio 28, 2015

Un derrumbe de la bolsa en China desató pánico global

Shanghai sufrió su peor caída diaria en ocho años y arrastró a las principales plazas mundiales.

SHANGHAI – Temerosos por la posible ralentización de la economía del país, los mercados bursátiles de China sufrieron ayer uno de los peores desplomes de su historia -el mayor en los últimos ocho años- y arrastraron a las principales bolsas del mundo a la baja. La plaza de Shanghai se derrumbó 8,48% y la de Schenzhen, 7,59% .

China banderaEn las últimas dos semanas, las acciones chinas habían empezado a recuperarse, luego de dos meses negros en los que perdieron un tercio de su valor. Pero el rebote pareció terminar ayer con el demoledor resultado del cierre, en el que más de 1600 empresas, cerca de la mitad de las listadas, sufrieron pérdidas de hasta 10%, la variación máxima diaria permitida por la ley china. Las caídas finales fueron las mayores desde el 27 de febrero de 2007.

Enseguida, las principales bolsas del mundo se sumaron a las pérdidas. El índice Dow Jones, en Wall Street, retrocedió un 0,71%, hasta sus niveles más bajos en seis meses. En tanto, en Europa, la bolsa de Milán perdió 2,97%; la de París, 2,57%, y la de Fráncfort, 2,56%. La bolsa de Hong Kong, vinculada desde noviembre con Shanghai, cerró con una caída de 3,09%.

En la Argentina y Brasil, los mercados también fueron arrastrados por el desplome: el Merval perdió 2,89% y el Bovespa, 1,04%, en su séptimo día consecutivo en retroceso.

Según analistas, el motivo del colapso chino respondió a los temores ante la inminente suba de los tipos de interés en Estados Unidos y al anuncio de ayer de la Oficina Nacional de Estadísticas china, al constatar que los beneficios de las principales industrias cayeron un 0,3% interanual en junio, en contraste con el crecimiento de 0,6% en mayo. Esos nuevos datos apuntan a una mayor ralentización de la economía del gigante asiático.

Los mercados chinos son especialmente sensibles a los rumores y los ánimos de sus 90 millones de inversores individuales, en su mayoría personas alejadas del mundo financiero que vuelcan sus ahorros en acciones y otros activos, lo cual genera una enorme volatilidad.

La actitud de estos inversores, que representan el 80% del volumen de negocio diario en la bolsa china, fue clave en los siete meses de crecimiento que hubo desde 2014, pero también en el freno que la bolsa sufrió en junio y julio de este año.

Para intentar contener las pérdidas y estabilizar el mercado, la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) afirmó que las instituciones financieras del Estado continuarán comprando acciones, una medida que ya habían comenzado ante las bajas de los últimos dos meses.

La CRMV afirmó también que la comisión investiga sospechosas ventas masivas de acciones por parte de algunos individuos, calificadas de «maliciosas». Un anuncio similar se hizo cuando cayeron las bolsas de Shanghai y Schenzhen el 9 de julio pasado. Aquella vez los mercados se recuperaron apenas media hora después de que la Oficina de Delitos Bursátiles del Ministerio de Seguridad Pública y la CRMV revelaran las investigaciones en curso. Por esta razón, las autoridades chinas esperaban poder repetir el influjo de confianza en sus inversores.

Para frenar la caída en aquel momento, el Estado realizó inyecciones de financiación para el crédito marginal, con el objetivo de que firmas y particulares pudieran invertir en bolsa. Estas medidas ayudaron a frenar las bajas de hace dos semanas.

Ayer se especulaba con que Pekín abandonara sus intentos de salvar el mercado y dejara que las bolsas cayeran por su propio peso, y así evitar otra burbuja como la de 2014. Pero las acciones anunciadas por la CRMV parecen indicar que el Estado chino intentará devolver la confianza a sus inversores.

Día negro para los mercados

-8,48%

Shanghai

La bolsa más importante de China sufrió ayer un histórico desplome

-7,59%

Shenzhen

Lanzada en 1990, la segunda bolsa china, que se concentra en el Sudeste, también se derrumbó

Agencias EFE y Reuters.

Fuente: La Nación, 28/07/15.


 

Las Bolsas chinas vuelven a caer

Burbuja bursátil. Otra vez operaron en baja, aunque en forma más atenuada que el derrumbe de ayer. Shanghai cerró con una caída de 1,7% y Shenzhen con una baja de 1,4%.

Las Bolsas chinas vuelven a caer, tras el desplome el lunes del índice de Shangai./ AFP

Las Bolsas chinas vuelven a caer, tras el desplome el lunes del índice de Shangai./ AFP

Las Bolsas chinas volvieron a operar hoy en baja, aunque en forma más atenuada que el derrumbe de ayer, su peor día desde 2007 que ya es investigado por las autoridades de Beijing por «posibles irregularidades».

Shanghai cerró con una caída de 1,7 por ciento y Shenzhen con una baja de 1,4 por ciento, tras un inicio con pérdidas de alrededor de un 4 por ciento.

Por miedo a que las ayudas del gobierno para la estabilización de los mercados ya se hayan esfumado, el lunes se había desatado el pánico entre los inversores.

La Bolsa en Shanghai comenzó la semana con una caída del 8,48 por ciento, el mayor descenso desde febrero de 2007, lo que motivó al banco central chino a prometer nuevas ayudas.

Después de las fuertes caídas del lunes, el gobierno chino había desmentido informaciones que aseguraban que Beijing había abandonado los intentos de rescatar los mercados, que hace un mes encararon una franca caída, con la salida en masa de sus inversores en lo que se entiende como el estallido de una burbuja bursátil, acompañada de los malos indicadores de la segunda economía del planeta.

Lee también «La Bolsa china se hunde y arrastra a otros mercados»

El desplome de los índices bursátiles se había iniciado a mediados de junio y el principal indicador de la Bolsa de Shanghai perdió en sólo 18 jornadas de operaciones el 32 por ciento de su valor.

Para estabilizar los mercados, el Banco Central chino rebajó las tasas de interés hasta un mínimo histórico, postergó nuevas salidas a Bolsa y la comisión de control CSRC inició un gigantesco programa de compras de acciones.

Ahora las autoridades indicaron que «continuarán con los esfuerzos por estabilizar los mercados», según aseguró Zhang Xiaojun, portavoz de la CSRC.

Los expertos creen que una crisis financiera de gran envergadura es improbable en China. Sin embargo, temen que las turbulencias bursátiles puedan frenar el crecimiento económico  y esto a su vez puede tener consecuencias para toda la economía mundial.

«Si el gobierno no logra restablecer la confianza en los mercados, China difícilmente podrá alcanzar su objetivo de crecimiento de un siete por ciento a finales de año», advierte un análisis del banco australiano ANZ.

Fuente: clarin.com, 28/07/15 – 09:46 hs

La caída de la bolsa china

julio 8, 2015

Los motivos del descalabro de la bolsa china

Más de la mitad de las 2.800 empresas que cotizan en los índices chinos han suspendido la cotización de sus acciones desbordadas por el desplome de las tres últimas semanas.

Por Sergio Heredia (La Vanguardia).

Horizontes. Shangai. (AFP)

Horizontes. Shangai. (AFP)

China banderaMás de la mitad de las 2.800 empresas que en la actualidad cotizan en los grandes índices chinos, como el Shanghai y el Shenzen (con sus derivaciones), suspendieron anoche la cotización de sus acciones, desbordadas por el excepcional desplome de las tres últimas semanas. Desde mediados de junio, el Shanghai Composite se ha dejado el 31%, suficiente como para activar las alarmas en la Comisión Reguladora del Mercado de Valores chino y en el Banco Popular de China, que el pasado fin de semana iniciaba un plan extraordinario para inyectar liquidez en los parqués, reanimar a los inversores y reimpulsar a las pequeñas y medianas empresas chinas, muy maltrechas por la deriva del asunto.

Subidas desproporcionadas

El proceso se inició en enero del 2014, en un momento dulce para la mayoría de parqués mundiales. Los bancos centrales de Estados Unidos, Japón y China (pese a la ralentización de su economía) mantenían en pie sus programas de expansión monetaria, y los ojos de los inversores se habían vuelto hacia las plazas chinas, razonablemente baratas. Amparándose en ese último dato, los mercados emergentes volvían a ser interesantes. El ascenso fue inmediato, y más acentuado conforme avanzaban los meses. Entre enero del 2014 y el pasado 6 de junio, el Shanghai Composite llegó a elevarse un 142%.

Alerta de burbuja

En ese periodo de tiempo, y en particular en los últimos meses, expertos y responsables gubernamentales lanzaron las primeras alertas. Dijeron que en China se había hinchado una burbuja bursátil. Y advirtieron de profundas divergencias: mientras el crecimiento del país seguía ralentizándose (el año pasado, China marcó su crecimiento más bajo en los últimos 25 años), las bolsas corrían desbocadas. El aviso llegó tarde.

Inversores atrapados

Cerca de 90 millones pequeños inversores, la mayoría de ellos sin formación económica ninguna (en algunos casos apenas contaban con el graduado escolar), ya habían entrado en las bolsas, atraídos por el dinero fácil y la llamada de los asesores financieros. Algunos, de hecho, llegaron a endeudarse para comprar más acciones. Por supuesto, entraron mal. En enero las bolsas ya estaban arriba: quienes entraban entonces compraron caro. A partir de junio, las caídas les pillaron en falso. Asustados, vendieron tan pronto como pudieron. Su pánico ha acelerado el proceso bajista.

El gran pinchazo

Sucedió hace tres semanas, con los mercados completamente desindexados de la realidad económica del país. Desde el 6 de junio, el Shanghai Composite ha perdido el 31%, su peor serie en dos décadas. Es cierto: visto en perspectiva, aún acumula un ascenso del 111% en año y medio. Sin embargo, el pánico ha provocado que muchos pequeños inversores vendieran y perdieran muchísimo dinero, y el efecto contagio comienza a extenderse entre las plazas vecinas, como el Hang Seng de Hong Kong o el Nikkei japonés, que anoche también cedieron de forma notable, el 6% en el caso del primero y el 3,1% en el del segundo.

ESPECIAL: LA VANGUARDIA

Fuente: clarin.com, 08/07/15.

 

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El verdadero crecimiento de China es un misterio

abril 28, 2015

El verdadero crecimiento de China es un misterio: los economistas analizan las pistas

China banderaCuando a comienzos de este mes China presentó la tabulación de su crecimiento del primer trimestre del año, el número final 7% —el peor porcentaje en seis años— alimentó los temores de una profundización de la desaceleración económica.

También renovó las dudas sobre la confiabilidad de las estadísticas chinas.

“Crecimiento probablemente exagerado”, dijo un informe de Citibank, concluyendo que el crecimiento trimestral real podría estar por debajo de 6% interanual, dependiendo de los factores ponderados. Otras firmas de investigación dan números mucho más bajos: Capital Economics, 4,9%; The Conference Board China Center, 4%, y Lombard Street Research, 3,8%.

Durante años, el esfuerzo para discernir la verdadera tasa de crecimiento de China ha mantenido a muchos economistas clavados a sus calculadoras, y por buenas razones.

Una trabajadora de la fábrica del grupo textil Tanglong en la provincia de Hebei, China. Zhu Xudong/Xinhua/Zuma Press

En primer lugar, son mediciones sospechosamente estables y no revelan ninguna de las sacudidas observadas en EE.UU. u otras economías. La metodología a menudo parece incoherente o contradictoria. Además, nadie sabe cómo hace China para calcular la inflación cuando tabula su producto interno bruto.

En segundo lugar, las cifras del PIB chino parecen estar en conflicto con otros datos considerados más difíciles de manipular. Los economistas señalan, por ejemplo, la discrepancia entre el crecimiento del PIB y la producción industrial —a menudo vista como una indicación del crecimiento—, que aumentó 5,6% interanual en marzo, su nivel más bajo desde finales de 2008.

Además, las mediciones recientes arrojan valores débiles para el consumo de electricidad, inversión, ganancias industriales, producción manufacturera e inversión de bienes raíces, entre otros índices.

Esta disección de las cifras oficiales del crecimiento chino recibió el respaldo indirecto del ministro Li Keqiang. En 2007, como jefe del Partido Comunista de la provincia nororiental de Liaoning, Li criticó las cifras oficiales del PIB como “hechas por el hombre y por lo tanto poco fiables”, según un memo del embajador de Estados Unidos en ese momento, que luego fue difundido por WikiLeaks.

De acuerdo con el memo —que ha inspirado distintas versiones de instituciones financieras— el ministro dijo que la producción eléctrica, el transporte de carga ferroviarios y los préstamos bancarios le parecían datos más confiables.

China no es el único país emergente con estadísticas cuestionables. Pero Beijing ha estado bajo un escrutinio particular debido al tamaño y la importancia de su economía, y el hambre del resto del mundo por un crecimiento real.

También hay sospechas de que, a diferencia de los problemas de recolección de datos comunes en la India y otros países en desarrollo, las deficiencias de las estadísticas chinas supondrían una deliberada manipulación.

La mayoría de los economistas dicen que la Oficina Nacional de Estadísticas de China se ha vuelto más profesional en los últimos años, teniendo en cuenta su escaso peso burocrático y sus limitaciones de presupuesto.

A medida que la economía china se aleja de su foco tradicional en la industria pesada, la Oficina de Estadísticas ha tenido dificultades para reflejar correctamente la contribución de los servicios y el consumo al crecimiento por sobre la producción, dicen algunos economistas. También ha tratado de depender menos de datos proporcionados por funcionarios locales que tienen un interés por inflar las cifras del crecimiento para asegurarse un ascenso.

“La exageración local no es un problema tan grande como lo supo ser, aunque supongo que no está erradicada”, dijo Nicholas Lardy, investigador principal del Peterson Institute for International Economics.

La Oficina de Estadísticas tampoco facilita las cosas. No explica su metodología ni los supuestos de la inflación, y muchos de sus cálculos son difíciles de reproducir, según economistas.

Tanto dicha repartición como la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma —la principal agencia de planificación económica de China— se negaron a responder preguntas.

“Nadie sabe” cómo obtiene la agencia las cifras del PIB, dijo Carsten Holz, profesor de economía de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong y autor de un trabajo sobre la calidad de las estadísticas del PIB chino. Holz habla de una “atroz falta de transparencia”.

Las sospechas se centran en dos puntos principales: qué tan deliberada es la manipulación, y si los líderes chinos tiene un segundo juego de libros que les permita saber lo que está pasando “realmente”.

China tiene un incentivo en ambos sentidos. Debido a que es un régimen de partido único, el crecimiento económico tiene una relevancia enorme como medio de prevenir la inestabilidad social y garantizar la continuidad del partido en el poder. Al mismo tiempo, el gobierno necesita tener información precisa para planificar y canalizar subsidios a los grupos que podrían alimentar la disidencia.

No hay evidencia de que el Partido Comunista tenga un conjunto separado de libros, dijo Harry X. Wu, profesor de la Universidad Hitotsubashi de Japón y asesor especial del Conference Board.

La pregunta sobre la manipulación es más difícil de evaluar, dicen los economistas. En un estudio de 2013 que comparó las cifras del PIB chino con una serie de datos internos y de otros países, el Banco de la Reserva Federal de San Francisco llegó a la conclusión de que el crecimiento real se correspondía en líneas generales con las cifras oficiales.

En última instancia, dijo Holz, la agencia de estadísticas de China está en manos de cuadros del partido, que no tendrían problema en retocar las cifras de crecimiento para llegar al políticamente deseable 7%.

“Yo no tomaría muy en serio la cifra de 7%”, dijo Holz.

Otros creen que el número está mucho más lejos.

“Me dan risa las estimaciones oficiales de crecimiento del 7% del PIB en el primer trimestre. Creo que eso es completamente equivocado”, dijo Wu.

Fuente: The Wall Street Journal, 27/04/15.

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Misterio chino: por qué se van los capitales

abril 27, 2015

Misterio chino: por qué se van los capitales

No hay crisis en China, pero mucho dinero sale. Todo un cambio para un país habituado a ser un gigantesco imán de capitales.

Boom en la bolsa de Shanghai. Subió cerca del 90% en los últimos seis meses.

Boom en la bolsa de Shanghai. Subió cerca del 90% en los últimos seis meses.

Si ahora que no hay crisis sale dinero, ¿qué pasaría si la hubiera?

Una combinación de motivos está impulsando en China los flujos hacia el exterior. Desplome inmobiliario, caída de las ganancias empresarias y el fin de varios años de suba de la moneda dan a los inversores menos motivos para quedarse. Y también la campaña del presidente Xi Jinping contra la corrupción les da más razones a los ricos del país para llevarse parte de su plata afuera.

Todo esto sucede en momentos en que China avanza con iniciativas que facilitan los movimientos de dinero desde y hacia el país. Si bien a mucha distancia de los niveles vistos últimamente en países como Rusia, el goteo de dinero desde China plantea interrogantes sobre qué podría pasar en caso de una crisis financiera doméstica, ya que China está actuando para desapalancar su economía.

china-bandera-03“Tenemos al mismo tiempo una bolsa pujante y salida de capitales, lo cual es contraintuitivo”, dijo Jean-Charles Sambor, director para Asia Pacífico del Instituto de Finanzas Internacionales. “El escenario de riesgo sería tener flujos masivos si lo macro se deteriorara más o la bolsa se desplomara, lo cual crearía una crisis de confianza”.

El gobierno, al menos hasta ahora, descarta ese riesgo. Guan Tao, jefe de pagos internacionales de la Administración Estatal de Monedas (SAFE, en su sigla en inglés), dijo el jueves que los flujos no sorprenden y que las autoridades no están considerando nuevas medidas para restringir los egresos.

Un indicador divulgado por la SAFE el jueves mostró un egreso neto de US$23.800 millones en marzo, el mayor en por lo menos un año. Las reservas en moneda extranjera en el último trimestre mostraron el mayor declive del que se tenga registro, alentando versiones de que el banco central ha debido vender dólares para sostener el yuan. En el último trimestre de 2014, la cuenta de capital tuvo su mayor déficit desde 1998.

Algo que aceleraría el egreso sería una corrección fuerte de las bolsas, que indujera a los inversores a buscar seguridad en activos extranjeros. El Indice Compuesto de Shanghai subió cerca del 90% en los últimos seis meses, en los que el banco central redujo las tasas de interés y tomó medidas para reanimar el aumento del crédito.

Otro factor que impactaría sería una suba de tasas de interés de la Fed. Si los rendimientos de los bonos del Tesoro dieran un salto porque la Fed tensara –algo que ya ha ocurrido en ocasiones–, EE.UU. atraería dinero desde economías en desarrollo como China.

Y está el riesgo monetario. En el caso –por ahora improbable– de que se dejara caer mucho al yuan para alentar las exportaciones, eso podría detonar un carry trade estimado en US$1 billón.

Por cierto, no todo el capital que sale del país es “dinero caliente” especulativo. Una buena parte es, de hecho, un indicador del mayor desarrollo económico de China, por ejemplo inversiones en el exterior de empresas que se expanden fronteras afuera.

Fuente: Clarín, 26/04/15.

 

 

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Se acelera la transición en China

abril 27, 2015

Se acelera la transición en China

Por Jorge Castro.

La economía china profundiza su desaceleración. Creció 7% anual en los primeros tres meses de 2015, con una disminución significativa de la producción industrial, que se expandió 6,4%, 2 puntos menos que en igual período del año pasado.

Lo más relevante es lo ocurrido con la tasa de inversión (formación de capital), que cayó 6 puntos con respecto a 2014 (pasó de 17,6% a 13,9%), mientras que el sector que más se expandió fue el terciario, que aumentó 14,7% anual.

El resultado es que hoy el PBI chino es mayoritariamente una economía de servicios (51,6% del producto total frente a 48,2% en 2014); y su crecimiento ha excedido al PBI industrial en 8,7 puntos.

El ingreso per cápita crece por encima del producto en términos reales (9,4% anual), con una tasa de inflación de 1,2% por año (0% en marzo). El PBI/habitante es hoy US$9.800, en capacidad de compra doméstica (PPP).

En dólares constantes, el PBI alcanzó a US$10 billones en 2014. Implica que un crecimiento de 7% anual equivale a una expansión de US$2,29 billones, equiparable a una Italia por año.

Más de 65% del PBI es obra del capital privado y se expande arrastrado por el consumo individual (+10,6% anual), que significó un gasto de US$1,5 billones en el primer trimestre, liderado por las compras online (+ 40,6% anual).

Estos datos indican que se acelera la transición en China entre dos economías: una centrada en las grandes empresas estatales, con un nivel de ganancias prácticamente nulo (3%/4% por año), y dotadas de una capacidad instalada no utilizada de más de 30% del total; y otra constituida por un nuevo sistema de firmas privadas, principalmente del sector servicios, altamente competitivas y con elevadas tasas de retorno, que proliferan a partir de su virtual desregulación.

Las nuevas compañías registradas aumentaron 38,4% en el primer trimestre, encabezadas por las start-ups de alta tecnología que procesan su actividad en la “nube” (cloud computing) , que crecieron 50,6%. En 2014, surgieron en la República Popular 3,6 millones de nuevas empresas privadas.

Más de 30% del ahorro interno (US$5 billones) se encuentra hoy depositado en las redes virtuales de Alibaba y Tescent, que ofrecen tasas 2 y 3 veces superiores a los bancos estatales; y esto ocurre cuando la cuenta capital prácticamente se ha liberalizado, proceso que podría completarse en 3/5 años.

Los costos laborales por unidad de producto siguen aumentando debido al alza del salario real (+20% anual desde 2009), y la inflación prácticamente ha desaparecido. En tanto, los precios industriales experimentan una caída vertical, obra directa del exceso de capacidad, especialmente agudo en las industrias del acero, cemento, aluminio y vidrios planos. La industria del acero produjo 720 millones de toneladas en 2014 (46% del total mundial), con una capacidad instalada que tiene un potencial de 1.200 millones de toneladas por año.

La combinación caída de precios y nula rentabilidad, producto del exceso de capacidad de las grandes empresas estatales, es el factor fundamental que frena el crecimiento económico, mientras que los nuevos sectores no han desplegado aún plenamente su potencial.

El problema de la corrupción en China es inseparable de la transición de su economía. Centenares de miles de cuadros medios y altos del Partido, el Estado y el Ejército Rojo, han sido procesados por actos de corrupción, mientras se afirma un sistema de normas impersonales (“Estado de derecho”), que es lo que exige el desarrollo de las empresas privadas. Lo que impulsa a Xi Jinping no es el moralismo, sino la necesidad de acelerar la transición.

Fuente: Clarín, 26/04/15.

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CFK la personalidad más torpe del mundo

febrero 7, 2015

The New Yorker: «Cristina Kirchner se las arregló para insultar a un quinto de la humanidad en 140 caracteres»

Bajo el título «Las desventuras de Cristina Kirchner en China», la prestigiosa revista de EE.UU. criticó con dureza el polémico tuit de la presidenta y su actuación en China.

«Las desventuras de Cristina Kirchner en China». Así se tituló uno de los artículos principales en la última edición de la conocida revista estadounidense The New Yorker, acerca del viaje que protagonizó la presidenta argentina en tierras orientales.

El duro artículo escrito por el especialista en asuntos internacionales, Evan Osnos, hizo hincapié en las excentricidades de la mandataria argentina, especialmente cuando «estableció un nuevo récord de eficiencia de ofensividad racial con un tuit»: «Más de 1000 asistentes al evento. ¿Serán todos de ‘La Cámpola’ y vinieron sólo por el aloz y el petlóleo?» In other words, she replaced R’s with L’s in «el arroz y el petróleo».

Respecto a este tuit, que caricaturizaba la forma de hablar español de los chinos, el periodista lo resumió de una manera tajante: «Se las arregló para insultar a un quinto de la humanidad en menos de 140 caracteres».

CFK aloz y petloleo

«El comentario de Kirchner del ‘aloz y petlóleo’ llegó pronto a la conciencia de los 1400 millones de chinos», explica el artículo, que luego reseña varias reacciones de ciudadanos chinos que dudaban del «coeficiente intelectual» de nuestra presidenta.

Y enseguida recordó un episodio similar (pero de menores proporciones por la figura que lo expresó) ocurrido en 2008, cuando el periodista de CNN Jack Cafferty realizó un comentario ofensivo para la imagen nacional de China al afirmar que «son un grupo de matones que perdura después de medio siglo». Seis años después, los chinos recuerdan dicha ofensa.

Era post Gadaffi

cfk caricatura 01The New Yorker recordó las excentricidades del depuesto y asesinado líder libio Muhamad Gadaffi y enseguida se las ingenió para relacionarlo con Cristina. «En el mundo post Gadafi -esto es, en el que ningún jefe de Estado viaja con una carpa y demanda un lugar donde ponerla-, (Crisitna) Kirchner puede competir por un nuevo estándar como la VIP más torpe del mundo«, desliza el autor.

Comparó a la mandataria con el depuesto líder libio Muhamad Kadafi por lo que llama «una rigurosa campaña para convertirse en la jefa de Estado más excéntrica del hemisferio» y por la «torpeza» con la que se conduce en sus relaciones internacionales.

También menciona que los argentinos ya se han acostumbrado a sus rarezas tras casi tres períodos completos de kirchnerismo -al que define como «una mezcla de tragedia griega con ópera bufa», citando a Jon Lee Anderson- y habla de los distintos desaciertos de Cristina, como el acercamiento y evolución al chavismo, al considerar que prioriza el poder sobre los intereses del país, confunde teorías conspirativas con política, y se refiere a la economía y la diplomacia como un «inconveniente».

«Ella ya ha mostrado a sí misma que es capaz de tomar decisiones incalculablemente mediocres», afirma Osnos.

Fuente: La Nación, 07/02/15.

Más información: CFK: Aloz y Petlóleo

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CFK: Aloz y Petlóleo

febrero 5, 2015

El tuit de Cristina desató indignación y ofensa en las redes sociales chinas

Por Mariano Obarrio.

PEKIN – El imprudente e insólito mensaje por Twitter de anteayer de la presidenta Cristina Kirchner tuvo repercusiones en decenas de los más grandes medios de prensa del mundo. Pero ayer explotó en las redes sociales de China cuando la noticia se trasladó a Weibo, la red equivalente a Twitter en este país. Cientos de usuarios y cibernautas chinos se manifestaron indignados con la jefa de Estado que visitó tres días esta ciudad en busca de inversiones y negocios y que partió hace pocas horas de regreso a Buenos Aires, con escala en Marruecos.

Consideraron sus tuits «ofensivos» hacia los orientales que hablan español al ironizar sobre «la campola«, el «aloz» y el «petlóleo« (Cámpora, arroz y petróleo).

CFK aloz y petloleo

«Los de países pequeños no tienen cabeza», decía un usuario, según tradujo la agencia EFE en un despacho emitido esta mañana. O «para pedir dinero, sí que quieres venir (a China) hasta en silla de ruedas», comentaba otro usuario.

Los periodistas locales, a medida de que se enteraban, no salían de su asombro y comentaban a sus colegas argentinos: «Es una falta de respeto, una ofensa, se interpreta como una burla».

Muchos se enteraron sólo hoy. Es que los diarios chinos, controlados por el Estado y por el gobierno de Xi Jinping, no se hicieron eco del inexplicable error diplomático de la Presidenta, cometido justo después de firmar con Xi una en el Palacio del Pueblo una ratificación de la «alianza estratégica integral», negocios millonarios sin licitación para empresas chinas en la Argentina convalidados por un tratado aun sin aprobación legislativa, y 15 convenios de inversiones entre ellos en energía nuclear por 13.000 millones de dólares.

Pese a que los chinos tienen prohibido el acceso a Twitter, los mensajes de Cristina se viralizaron por Weibo rápidamente. Las redes sociales ya desbordan a los medios tradicionales.

Luego de clausurar anteayer un foro de empresarios en Pekín la Presidenta publicó en Twitter un polémico comentario que se propagó a todo el mundo: «Más de 1.000 asistentes al evento ¿Serán todos de «La Cámpola» y vinieron sólo por el «aloz» y el «petróleo»? (sic)».

Eso fue considerado por los tuiteros y periodistas chinos como una burla al acento de los orientales que hablan español y reemplazan la «r» por la «l».

Cancillería y Casa Rosada, en alerta

En papelón presidencial generó alarmas en la Cancillería y en la Casa Rosada por el impacto negativo que pudiera tener en la nueva «alianza estratégica integral». Tantos meses y años de diplomacia para empañarlos por un tuit no era lo que se esperaba.

Hubo cierto alivio cuando se comprobó que ningún diario chino, de los controlados por el régimen de Xi Jinping, se hizo eco de la noticia. Incluso el China Daily consignaba la visita de Cristina Kirchner, que obtuvo todos sus objetivos comerciales, pero omitió la mención al tuiter.

Solo citó el fallido tuit, críticamente, el South China Morning Post, un diario de Hong Kong, escrito en inglés y muy leído en toda china por ser tan independiente que su página web está también censurada por el gobierno de Xi Jinping.

En rigor este diario desencadenó la viralización en la red Weibo, que usan todos los chinos que no quieren pagar un servicio de VPN para sortear la censura oficial a Twitter, Facebook, Google y otras miles de páginas.

La Cancillería de la República Popular China y el gobierno de Xi Jinping pasaron por alto el exabrupto de la Presidenta y evitaron la confrontación. Sucede que el interés superior chino es invertir y cerrar la mayor cantidad de negocios en Argentina con un gobierno que saben que finaliza en diciembre próximo pero puede dejarle contratos y adjudicaciones a su sucesor, que quedaría condicionado por demandas futuras de incumplimientos de convenios.

La paciencia oriental, y la conveniencia económica, hizo mucho para pacificar los ánimos. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hong Lei, dijo en rueda de prensa, que «cada país tiene sus prácticas en la administración de internet. Eso queda dentro de la soberanía del país».

Un funcionario de la Cancillería china, que acompañaba a las delegaciones ayer, dijo a LA NACION: «No leí el Twitter». En cambio, a otros cronistas de su país les admitió «que ya sabíamos y no hay ningún problema».

Repercusiones

Las repercusiones por la red Weibo, en cambio, fueron la comidilla de los periodistas locales, de la prensa escrita y audiovisual, que no tienen posibilidades de informar más de lo que le permite el régimen comunista.

Uno de los usuarios chinos bajo pseudónimo aleccionó a la Presidenta con una reflexión sarcástica: «No debemos juzgar a los que tienen acento, porque eso supone que saben más de un idioma y tú no lo has demostrado. Así que no tienes derecho a reírte», dijo, según tradujo EFE.

CFK aloz y petloleo 02Otro internauta pidió enardecido: «Por una vez, tendrían que desbloquear Twitter para que podamos insultarle directamente». Pero por ahora deberá conformarse con pagar otros programas de VPN para disimular el IP de su computadora y sortear la censura.

Otra polémica desopilante se desató con el habla de otros vecinos de la región. «Cristina (Fernández) no ha visto a un japonés hablando en español», dijo un ciudadano. Un segundo le respondió: «¿Y los coreanos?».

La Presidenta no hizo ayer ninguna aclaración y sólo se abocó a terminar su visita de Estado con dos reuniones protocolares con el primer ministro chino, Li Keqiang, y con el presidente de la Asamblea Nacional Popular (Parlamento chino), Zhang Dejiang.

Sin embargo, ayer pretendió suavizar su controvertido tuit con otro: «Sorry (perdón). ¿Sabes qué? Es que es tanto el exceso del ridículo y el absurdo, que sólo se digiere con humor. Sino (sic, debió decir «si no», separado) son muy, pero muy tóxicos».

El South China Morning Post, de Hong Kong, muy leído en China por ser un diario independiente, tituló la noticia de manera risueña: «Lice and petloleum’: Argentina’s president mocks Chinese accent as she meets Xi Jinping. Traducido: «Aloz y petloleo»: la presidenta argentina se burla del acento chino luego de reunirse con Xi Jinping.

Fuente: lanacion.com – 05/02/15

 

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La gran cosecha de China amenza al mercado internacional de granos

agosto 28, 2014

La gran cosecha de China presiona el mercado internacional de granos.

Un campesino airea trigo recién cosechado cerca de la ciudad de Yuncheng. Xinhua/Zuma Press

China ha pasado de vivir períodos de escasez y hambrunas hace sólo unas décadas a una productividad agrícola que es celebrada como un éxito por el gigante asiático.

Este año, mientras los agricultores se preparan para comenzar sus cosechas, el país se encamina a su decimoprimer año consecutivo de abundancia de granos. Sin embargo, la producción es demasiado alta incluso para el país más poblado del mundo, lo que ha desbordado los depósitos y plantea un dilema para las autoridades.

Estimaciones de medios estatales indican que el gobierno tendrá una reserva de 150 millones de toneladas de granos que incluyen tres de los cultivos más importantes de China: arroz, trigo y maíz. La cifra duplica los 75 millones de toneladas del año pasado y aumenta la sobreabundancia de commodities agrícolas que está socavando los precios.

«Los funcionarios chinos siempre hablan de tener una gran cosecha», dice Fred Gale, economista del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). «Eso suena como algo bueno, ya que se han preocupado porque la oferta siga el ritmo de la demanda. Pero ahora, China parece estar teniendo problemas con excedentes de la mayoría de sus commodities».

La abundancia de granos es motivo de elogio en el país. Sin embargo, China está gastando mucho más de lo necesario para alimentar a sus habitantes y se verá obligada a vender sus excedentes en un mercado global que ya sufre de un exceso de oferta.

La situación ha dejado expuesto el ineficiente y costoso programa de subsidios del gobierno diseñado para mantener altos los ingresos de los agricultores. Beijing intenta encontrar la fórmula para proteger a sus residentes rurales al tiempo que reduce la producción de estas materias primas perecederas con el fin de ahorrar dinero y evitar que haya excedentes de suministros.

La sobreabundancia de China no podría haber llegado en un peor momento para los agricultores estadounidenses de maíz, que tendrían una cosecha récord de 14.000 millones de bushels (más de 355 millones de toneladas) según el USDA. Los futuros de maíz han caído 15% este año tras derrumbarse 40% el año pasado, y la negativa de China a comprar maíz estadounidense ejercerá una mayor presión sobre los precios, afirma Jason Britt, presidente de la corredora Central States Commodities Inc. «(La falta de compras de) China ha sido un factor que ha contribuido a los precios bajos», dice. «Ahora, la tarea del mercado es bajar a un nivel donde encontremos demanda».

El tamaño preciso y los costos del programa de subsidios son difíciles de determinar. Datos oficiales muestran que China compra un tercio de la producción de maíz, mientras que estimaciones de medios estatales señalan que el gobierno gastó US$36.000 millones en los últimos dos años para realizar adquisiciones cuando los precios del mercado tocaron fondo.

«Las reservas son absolutamente gigantescas, muy por encima de cualquier cosa que se pueda justificar con un fundamento comercial», dice Thomas Pugh, economista de Capital Economics en Londres. «Esos son bienes perecederos, así que empezarán a deteriorarse». Pugh calcula que China posee alrededor de 40% de las reservas de maíz del mundo. El país planea construir instalaciones de almacenamiento para guardar 50 millones de toneladas más de granos para 2015, según medios estatales.

Cerca de 70% del consumo de maíz de China se destina a la alimentación de ganado, conforme aumenta el apetito de los chinos por carne, y el resto es procesado en jarabe o almidón.

El problema es particularmente agudo este año, debido a un auge de la producción también en EE.UU. y un desplome de los precios allí a cerca de mínimos de cuatro años, mientras que las cotizaciones en China han permanecido elevadas debido a los subsidios. Eso crea un incentivo para que los operadores chinos importen maíz, lo que eleva aún más el inventario de China, apunta Jikun Huang, director del Centro de Política Agrícola China, una entidad estatal en Beijing.

El maíz en la Bolsa de Commodities de Dalian se negocia a casi el triple del precio de los futuros en la Chicago Board of Trade.

Este año, China ha tratado de limitar las importaciones de maíz estadounidense, atribuyendo su decisión a la presencia de organismos genéticamente modificados (OGM). No obstante, Huang señala que los operadores le han encontrado la vuelta al importar otros sustitutos de pienso como cebada y sorgo.

No es fácil para China deshacerse de estas enormes reservas y el gobierno ha indicado que está al tanto del problema de la falta de silos.

«En el pasado, nos hemos enfocado en aumentar la producción y la calidad del grano (…) ahora necesitamos reformas para comprar, vender y almacenar mejor, y así contribuir a la seguridad nacional», dijo el primer ministro, Li Keqiang, según el sitio web de la Administración Estatal de Granos.

«Es increíble que China pueda pasar por alto los OGM cuando las reservas son bajas, pero cuando tratan de proteger a sus agricultores o tienen un excedente, pueden encontrar cualquier excusa. Son barreras comerciales, simplemente llamémoslas por lo que son», dice Britt.

En enero, el gobierno indicó que empezaría programas de prueba para el algodón y la soja —dos cultivos con menor importancia estratégica— para acabar con la acumulación de reservas e implementaría un sistema de precios objetivo, para que estén más determinados por el mercado.

«El gobierno se mueve en la dirección correcta, paso por paso», afirma Cherry Zhang, analista de maíz de Shanghai JC Intelligence Co. «Pero mucho depende de cómo resulten en la práctica los cambios para el algodón y la soja«.

—Tony Dreibus contribuyó a este artículo.
Fuente: The Wall Street Journal, 28/08/14.

 

 

Los bancos chinos representan el mayor riesgo sistémico para el mundo

julio 29, 2014

El costo de apuntalar los bancos de China en caso de una crisis financiera casi se ha cuadruplicado en los últimos tres años y ya asciende a US$ 526.200 millones, el más alto de cualquier sistema bancario, según el último análisis del Laboratorio de Volatilidad de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.

El laboratorio utiliza datos de bancos cotizados para estimar cuánto capital adicional sería necesario para que mantuvieran la solvencia si sus acciones cayeran al menos un 40% en seis meses. La metodología para el cálculo es complicada, pero basta decir que utiliza los balances de los bancos y los precios de sus acciones para imitar el tipo de pruebas de solvencia que los bancos centrales utilizan para determinar si los bancos tienen el suficiente capital para resistir tormentas financieras de la misma envergadura que la crisis financiera mundial de 2008.

Los bancos chinos, según los cálculos del laboratorio, no lo tienen. Los esfuerzos de Pekín por reactivar el crecimiento desde marzo han logrado devolver al PIB al 7,5% en el segundo trimestre, desde el 7,4% de los primeros tres meses de 2014. La inversión pública aumentó un 25% en junio respecto a un año antes, según el Ministerio de Finanzas. Pero los llamados miniestímulos también han renovado el auge del crédito nacional, y los préstamos aumentaron en junio un 25% interanual a 1,08 billones de yuanes (US$ 174.200 millones).

El Laboratorio de Volatilidad no explica por qué están aumentando los costos, pero el incremento está en línea con la explosión del crédito bancario en los últimos años. Como la economía se está desacelerando y el riesgo de impagos está aumentando, los inversionistas han llevado los precios de las acciones de los bancos a niveles mínimos récord en relación con el valor en libros de los créditos de los bancos. Bank of China, por ejemplo, negocia por debajo de su valor en libros.

«Parece ser resultado del hecho de que el pasivo de los bancos chinos ha seguido creciendo rápidamente mientras las valoraciones de las acciones de las entidades parecen bastante vulnerables a una desaceleración», indicó James Hamilton, catedrático de Economía de la Universidad de California, en su blog Econbrowser.

El auge de los créditos ha contribuido a empeorar el ya creciente riesgo para el sistema financiero chino, según los cálculos del laboratorio. El siguiente país de mayor riesgo en la lista del Laboratorio de Volatilidad es Japón, donde un rescate costaría US$ 495.800 millones. Francia queda en tercer lugar, con US$347.600 millones. En Estados Unidos, un rescate rondaría los US$ 300.000 millones.

Puede que no sorprenda que los mayores bancos chinos encabecen la lista de los de mayor riesgo para el sistema: cuanto mayores se hacen, más dura es su caída y más dinero haría falta para apuntalarlos. Bank of China lidera la tabla, seguido por Agricultural Bank of China, China Construction Bank y el Industrial & Commercial Bank of China. (ICBC)

Sin embargo, las cifras del Laboratorio de Volatilidad no indican que sea probable una crisis, simplemente valoran el riesgo que supone cada banco para el sistema financiero del país. Además, como porcentaje del PIB, el costo de mantener a flote al sector bancario chino parece menos gravoso. En este ránking, China ocupa el décimo lugar y el podio lo ocupan Francia, Reino Unido y Japón.

Eso ha llevado a unos cuantos economistas a la conclusión de que China podría fácilmente neutralizar una crisis financiera con fondos del Estado para rescatar tanto a bancos como a administraciones locales muy endeudadas y evitar el tipo de recesión del balance de la que Estados Unidos y la UE aún están intentando recuperarse.

Pero tanto el FMI como el Banco Mundial han advertido que China debe controlar el crédito y promover las reformas o hacer frente al creciente riesgo que podría suponer poner a prueba esta hipótesis.

Fuente: The Wall Street Journal, 29/07/14.

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