Lo extraditan a Estados Unidos. Fue denunciado por varios delitos gravísimos, además de un desfalco de unos US$ 2 millones. Era buscado por la Justicia de EE.UU. Aquí daba clases a La Cámpora y lo protegía Cristina.
Hernán Arbizu
Hernán Arbizu, ex vicepresidente de la filial local de la banca JP Morgan, quedó hoy detenido a pedido de la justicia de los Estados Unidos, donde lo acusan de fraude bancario, robo de identidad agravado, fraude en ocho maniobras de transferencia electrónica de fondos por más de dos millones de dólares y desfalco.
La extradición está pedida desde 2008 por Estados Unidos, pero ahora Arbizu resolvió aceptar ser remitido al hemisferio norte para enfrentar las acusaciones en la justicia de ese país, indicaron fuentes judiciales.
Conocida la intención de aceptar la extradición, el juez federal Sebastián Ramos dispuso su arresto ante la certeza de que apenas pise suelo norteamericano quedará detenido, y por lo tanto el empresario podría fugarse antes.
La fecha de partida de Arbizu es el 22 de junio por América Airlines y va a ser acompañado por dos agentes del FBI, dijeron las fuentes judiciales.
Los portavoces indicaron a que el cambio de decisión de Arbizu estaría ligado directamente al cambio de Gobierno, y no se descarta que su defensa haya negociado algún acuerdo en la justicia norteamericana para cumplir con la pena.
Hernán Arbizu trabajó entre 2006 y 2008 para JP Morgan en las oficinas de esa entidad financiera en la ciudad de Nueva York y habría cometido delito contra esa entidad, que lo denunció y pidió su extradición.
Mientras el expediente lo instruía el juez Marcelo Martínez De Giorgi, y para evitar ser extraditado, Arbizu se presentó ante la justicia local alegando que sus actividades en Nueva York eran supuestamente ilícitas para el Estado argentino.
Con ello buscaba que se lo acusara criminalmente en la Argentina para evitar rendir cuentas ante la justicia del lugar en el que se habrían cometido los delitos que se le imputan.
Arbizu tiene en la justicia de Nueva York quince diferentes cargos por fraude y se estima que si resultara condenado podría recibir una pena de hasta treinta años de prisión, además de enfrentar una abultada multa.
El gobierno de Cristina Fernández nunca concedió la extradición de Arbizu porque lo consideró un arrepentido e incluso declaró ante la bicameral que investiga mecanismos de lavado de dinero y fuga de capitales para dar detalles sobre como los bancos de inversión abren cuentas afuera con dinero del país.
El «empresario» declaró en varias causas sobre presunto lavado de dinero y entregó listados originales sobre los casi 500 clientes de la banca JP Morgan de Nueva York que, según ese material, habrían sacado unos 400 millones de dólares del país -presuntamente por evasión impositiva- de 2006 a 2008.
“Hay que desarrollar una cultura antifraude integral en el sector asegurador, que involucre a la intermediación”
Por Paloma González Durán.
El segundo Congreso de COPADES, celebrado hace escasas fechas en México, generó entre los asistentes una reacción “aún más dinámica y profunda” que la primera convocatoria, que tuvo lugar en 2015 en Bogotá. Como explica en esta entrevista exclusiva Manrique Saborio, Gerente general de BCRA Internacional S.A., “el resultado de los Congresos nos ha mostrado que hay un genuino interés en conocer más de cerca la problemática, no solo desde la perspectiva teórica y filosófica, sino también práctica, es decir, cómo resolvemos o mitigamos el impacto que genera el fraude a las compañías de seguros”. Como avanza, la tercera edición se desarrollará en España, en abril de 2017.
Manrique Saborío Dorado
P.- ¿Cuál es su balance sobre el desarrollo del II COPADES?
Manrique Saborío.- En términos generales, estimo que el evento en México generó una reacción de parte de los participantes aún más dinámica y profunda que la que en origen se tuvo en Bogotá. El público, en definitiva, fue muy sensible a las distintas temáticas que fueron tratadas por los oradores, evidenciando un legítimo interés y preocupación por las problemáticas que enfrentan las aseguradoras. Es pertinente señalar que el balance mostrado en ambos eventos responde a una necesidad real del sector que muestra el creciente problema del fraude del cual son víctimas las compañías aseguradoras.
P.- ¿Ha cumplido el evento las expectativas iniciales (organización, asistencia, logística)?
Manrique Saborío.- El evento ha ido cumpliendo con las expectativas más allá de lo pensado inicialmente y ratifica nuestro criterio de que es en absoluto necesario continuar con el esfuerzo de desarrollar una cultura antifraude integral en el sector asegurador, que involucre al sector de intermediación que tiene un perfil de comportamiento similar en cualquier región.
P.- ¿Por qué se escogió México como escenario para el desarrollo del II COPADES? ¿Qué os ha aportado que se celebrase allí?
Manrique Saborío.- México es un país con una situación social complicada por temas de crimen organizado y un fraude creciente, del cual al sector asegurador no le es posible sustraerse y en consecuencia ha sido víctima, tal y como lo señalaron varios de los oradores mexicanos. En virtud de ello, estimamos que, al ser un mercado referente en Latinoamérica, es importante abrir un espacio mediante el cual se someta a discusión y análisis por parte de los actores del sector asegurador esta problemática que va más allá del fraude, pues tiene implicaciones que surgen de las actividades del crimen organizado.
La próxima edición, en España
P.- Se ha planteado que España acoja el III COPADES, previsto para abril de 2017. ¿Por qué este mercado y esta fecha? ¿Qué esperáis obtener del mismo?
Manrique Saborío.– España, en definitiva, es un absoluto referente en el mundo de los seguros y del cual Latinoamérica se ha nutrido; ahora, un valor agregado en el mercado español es que ha habido una experiencia destacada en los temas de prevención y combate del fraude. No obstante lo anterior, en virtud de las distintas idiosincrasias que manejamos entre España y Latinoamérica con el transcurso y desarrollo de nuestras historias, esta temática (El fraude a los Seguros) ha ido generando experiencias cuyas particularidades, en definitiva, se hace necesario intercambiar y compartir por los expertos y asistentes al evento a fin de enriquecer nuestras experiencias y fortalecer el conocimiento de metodologías y mejores prácticas para optimizar los esfuerzos de prevención y combate del fraude al sector asegurador.
P.- Existe la intención de crear una nueva website de COPADES e imagen gráfica, con un logo padre, además del logo local de cada lugar en el que se celebre, ¿hay esgrimida ya alguna idea de lo que se quiere para la edición de España?
Manrique Saborío.- Efectivamente, nuestra intención va dirigida en los siguientes ejes:
1.- Debe proyectar la idea de que Europa y América se están uniendo o dándose la mano como regiones.
2.- Proyectar como objetivo el estudio, análisis de la prevención y lucha contra el fraude a los seguros, así como la prevención del LA-FT.
3.- Debe ser un logo MADRE de proyección internacional, porque, a nivel local, habrá un logo específico (Colombia, México y España). Finalmente, la idea es que el Congreso Panamericano Sobre Delitos de Seguros (COPADES INTERNACIONAL) rote anualmente (mes de abril) de Sudamérica a Norteamérica y Europa.
P.- Desde su cargo como gerente general del Buró Coordinador de Riesgos Asegurados Internacionales S.A. ¿Qué objetivos persigue? ¿Qué metas ha impulsado hasta ahora y que retos tiene aún pendiente?
Manrique Saborío.- BCRA Internacional S.A. (www.bcrain.com) tiene entre sus objetivos principales ser un líder en los servicios auxiliares de seguros en Costa Rica y para la región Latinoamericana, especialmente en el desarrollo de la cultura antifraude, atendiendo sus necesidades específicas de investigación y desarrollando un centro de inteligencia de información que provea información oportuna para prevenir el fraude, cumpliendo un rol preventivo y reactivo ante la problemática. BCRA Internacional es una entidad joven, pero con un equipo de trayectoria y experiencia; estamos en el proceso de consolidación que nos permita marchar con fuerza y determinación en los objetivos de servicio que nos hemos trazado. Tenemos como reto primordial lograr que el sector asegurador internacional comprenda que las compañías deben competir en precios y servicios, pero en los temas de prevención y combate del fraude a los seguros, deben funcionar unidas como un equipo.
Necesaria cultura antifraude
P.- A su juicio, ¿cómo se podría desarrollar una cultura antifraude en las compañías de seguros?
Manrique Saborío.- Este es un tema amplio, que, en primera instancia, requiere de paciencia, tiempo y persistencia, pues se trata de un cambio cultural, lo cual implica que la estructura mental -a veces incluso de una generación- aprenda a ver las cosas de una forma diferente. El gremio asegurador es, en términos generales, un sector con características conservadoras; no obstante, la dinámica de la sociedad es de un movimiento vertiginoso que obliga a cambiar paradigmas, lo cual puede provocar una actitud de disposición de los altos jerarcas y directivos frente al fuerte y evidente problema del fraude. Debemos ver esta problemática de forma integrada en cuanto al tratamiento del problema, pero no solo eso, sino de que las compañías logren la confianza de compartir más la información sensible de aquellos clientes indeseables. Esto tan solo es una pequeña mención de lo que implica el desarrollo de cultura antifraude. El resultado de los congresos nos ha mostrado que hay un genuino interés en conocer más de cerca la problemática, no solo desde la perspectiva teórica y filosófica, sino también práctica, es decir, cómo resolvemos o mitigamos el impacto que genera el fraude a las compañías de seguros.
España es un absoluto referente en el mundo de los seguros del cual Latinoamérica se ha nutrido
Fraude Ocupacional: un enemigo interno que genera mucho dinero ilícito
Aproximadamente el 5% de la ganancia de las corporaciones de todo el mundo se pierde cada año debido a los fraudes cometidos por sus empleados. Si este porcentaje se aplica al Producto Grueso Mundial de 2011, la pérdida alcanza los US$ 3.5 billones. Esta astronómica suma es introducida y legitimada en la economía global.
La estimación anterior es parte del “Reporte de las Naciones sobre Fraude Ocupacional y Abuso 2012”, emitido recientemente por la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados (ACFE por sus iniciales en inglés). Esta organización explica el fraude ocupacional como «el uso de la ocupación u oficio para el enriquecimiento personal a través del mal manejo o uso indebido de los recursos o bienes de la organización empleadora». La amplitud de esta definición incluye una amplia gama de malas conductas de los ejecutivos, gerentes y empleados de las empresas, que van desde sofisticadas estafas de inversión hasta pequeños robos.
El estudio se basó en el análisis de casos y una encuesta realizada a miles de ejecutivos de 95 países del mundo. La pérdida promedio en los casos de fraude ocupacional evaluados fue de US$ 140.000. Más de un quinto de los casos superó el millón de dólares.
Otro dato relevante del estudio es que el promedio de tiempo necesario para detectar los casos analizados fue de 18 meses y, la mayoría de las veces, las empresas detectaron la estafa gracias a las alertas suministrada por otros empleados.
El fraude ocupacional es una amenaza importante para las pequeñas empresas. Las organizaciones más pequeñas del estudio sufrieron las mayores pérdidas en promedio. Estas organizaciones suelen emplear un menor número de controles antifraude que sus contrapartes más grandes, lo que aumenta su vulnerabilidad ante los empleados criminales.
Bancos y gobiernos en la mira
Al igual que en investigaciones anteriores de la ACFE, las industrias con más frecuencia víctimas del fraude ocupacional fueron los servicios bancarios y financieros, los fabricantes y el gobierno y la administración pública.
La presencia de controles antifraude está especialmente relacionada con una disminución significativa en el costo y la duración de los regímenes de fraude laboral. Empresas víctimas que habían implementado cualquiera de los 16 controles habituales contra el fraude sufrieron pérdidas considerablemente más bajas y redujeron el tiempo de detección, en comparación a las organizaciones que carecen de estos controles.
Casi la mitad de las organizaciones afectadas por el fraude ocupacional no recuperan las pérdidas que sufren. Cuando ACFE realizó la investigación, el 49% de las víctimas no había recuperado nada del dinero o los bienes robados.
Grandes jefes, grandes pérdidas
Los autores de fraude corporativo con mayores niveles de autoridad en las empresas tienden a causar pérdidas mucho más grandes. EL monto promedio en los casos de fraudes cometidos por el propietario / ejecutivos fue US$ 573.000; en el caso de las estafas causada por los administradores el promedio fue de US$ 180.000; mientras que la pérdida media causada por los empleados fue de US$ 60.000.
La mayoría (77%) de todos los fraudes estudiados fueron cometidos por personas que trabajan en uno de los seis departamentos: contabilidad, operaciones, ventas, gestión ejecutiva / superior, servicio al cliente y compras. Esta distribución es muy similar a los resultados del mismo estudio de 2010.
Un factor importante descubierto es que en la mayoría de los estafadores profesionales son infractores por primera vez con un historial de empleo limpio. Aproximadamente el 87% de los defraudadores nunca había sido acusado o condenado por un delito relacionado con fraude, y el 84% nunca había sido sancionado o denunciado por un empresario por fraude relacionado con su conducta profesional.
Señales de alerta
El estudio de ACFE afirma que en el 81% de los casos el estafador muestra uno o más indicadores de comportamiento que a menudo se asocian con la conducta fraudulenta:
-Estilo de vida superior a sus ingresos demostrados: 36% de los casos
-Atraviesan dificultades financieras: 27%
-Relación cercana con proveedores o clientes: 19%
-Problemas de exceso de control: 18%
Recomendaciones
La naturaleza y las amenazas de fraude ocupacional son verdaderamente universales. Aunque el estudio indica que hay algunas diferencias regionales en los métodos utilizados para cometer fraude -así como en los enfoques de las empresas para prevenirlo y detectarlo-, muchas tendencias y características son similares independientemente del lugar donde se produjo el fraude.
Proveer a los empleados un medio para informar sobre actividades sospechosas que perciban es una parte fundamental de un programa de lucha contra el fraude. Las organizaciones deben establecer mecanismos de fraude de información, tales como líneas de emergencia, para recibir consejos de fuentes internas /externas y permitir el anonimato y la confidencialidad.
En tal sentido, es importante que los directores y gerentes promuevan que los empleados reporten cualquier actividad sospechosa, así como promulgar y hacer hincapié en una política antirepresalias.
Otras de las recomendaciones del estudio es que las auditorías externas no deben asumirse como el método principal para detectar el fraude en una organización. Estas auditorías fueron el control antifraude que con mayor frecuencia aplicaron las empresas, sin embargo, sirvieron para detectar solo el 3% de los fraudes estudiados. Si bien las auditorías externas sirven a un propósito importante y puede tener un fuerte efecto preventivo sobre posibles fraudes, su utilidad como medio para descubrir el fraude es limitada.
La capacitación a empleados y directivos es un componente crítico de un programa completo para prevenir y detectar el fraude. La investigación demostró que las organizaciones que tienen programas de capacitación de lucha contra el fraude para empleados, gerentes y ejecutivos experimentaron menores pérdidas y fraudes que las organizaciones que no tienen programas de ese tipo.
Como mínimo, el personal debe ser educado sobre las acciones que constituyen el fraude, cómo el fraude perjudica a todos en la organización y la manera de informar sobre actividades cuestionables. Es importante también capacitar a los empleados sobre las señales de alerta.
Las pequeñas empresas son especialmente vulnerables al fraude. Estas organizaciones suelen tener menos recursos que sus contrapartes más grandes, que a menudo se traduce en menos y menos eficaz contra el fraude controles. Además, debido a que tienen menos recursos, las pérdidas sufridas por las pequeñas empresas tienden a tener un mayor impacto que lo harían en organizaciones más grandes.
Los gerentes y propietarios de pequeñas empresas deben centrar sus esfuerzos de lucha contra el fraude en los mecanismos de control más rentables, tales como líneas directas, la educación de los empleados y el establecimiento de un código de ética dentro de la organización. Además, la evaluación de los esquemas de fraude que pueden representar una mayor amenaza para el negocio puede ayudar a identificar aquellas áreas que ameritan una inversión adicional en controles antifraude.
El costo del fraude laboral -tanto financiero como reputacional- puede ser sumamente perjudicial. Por eso es importante realizar una lista de elementos preventivos del fraude. Fuente: www.LavadoDinero.com – 28/05/12.