LinkedIn para abogados: Descubre cómo sacarle el jugo a tu perfil
Por Jose Cabello.
Linkedin es sin duda un lugar excelente para hacer networking. Si eres abogado y aun no estás aprovechándote de Linkedin, estás literalmente perdiendo oportunidades de negocio.
Es posible que ya tengas un perfil en Linkedin, pero que no hayas invertido más de diez minutos en completarlo como toca.
O por el contrario, es posible que hayas escuchado hablar de Linkedin, pero que aun no te hayas decidido a probarlo por falta de tiempo o simple pereza.
Sea cual sea tu caso, te invito a que completes y actualices tu perfil lo antes posible si quieres ofrecer una buena imagen profesional.
Te recomiendo que sigas estos pasos a la hora de crear o actualizar tu perfil de Linkedin:
Incluye una foto en tu perfil. Si puedes hacerlo, te recomiendo una foto tomada por un profesional en la que se te vea de frente. La gente siempre quiere ponerle cara a los nombres que pueblan Linkedin y a la hora de buscar conexiones y realizar networking es algo imprescindible si quieres que te tomen en serio.
Completa tu perfil al máximo. Esto puede resultar algo largo y pesado, pero si eres capaz de invertir una hora repasando tu currículum y escribiendo toda la información relevante, habrás creado una página donde tus clientes potenciales pueden ver fácilmente cual es tu background, tu experiencia y tus capacidades. Si has logrado premios o reconocimientos a lo largo de tu carrera, no te olvides de añadirlos a tu perfil.
Conecta con gente de tu mismo campo. Puedes empezar conectando tu perfil con tu cuenta de correo para que Linkedin busque a las personas que tienes en tu agenda de contactos.
Una vez que ya hayas creado y optimizado tu perfil, es hora de empezar a sacarle todo el partido a esta estupenda red social.
Linkedin te ofrece un lugar donde compartir tus contenidos, demostrar tu experiencia, posicionarte como experto en el sector y lograr clientes potenciales para tu negocio.
De hecho, según un articulo publicado en la revista Forbes [ver más abajo], actualmente ya hay abogados utilizando Linkedin como un medio efectivo para lograr más clientes potenciales.
Seguramente te estarás preguntando cómo puedes hacerlo tu también. Aquí tienes mis recomendaciones:
Educa a tus clientes potenciales
Seguramente tendrás bastante información en tu página web o en tu despacho que puede resultar de interés para mucha gente. Por lo tanto, puedes utilizar esta información para educar a tu audiencia y atraer clientes potenciales.
Tu misión es crear contenidos de interés, que responda a las dudas comunes y publicarlo tanto en tu perfil como en grupos y comunidades de Linkedin relacionadas con la temática.
Aunque te dirijas a tu audiencia como dueño de un bufete, es importante que sigas siendo tu mismo y no seas demasiado serio. La idea es ser completamente profesional, pero cercano a la vez. Recuerda que tus clientes potenciales no son abogados y normalmente se van a perder entre la jerga jurídica.
No caigas en el error de querer ser demasiado “abogado” y que tus textos solo interesen a otros colegas de la profesión.
Conecta con tu audiencia
Ya hemos quedado en que deberías publicar contenidos, pero también recomiendo que no pierdas la oportunidad de aprender tu también. Revisa los artículos que otros abogados ya están publicando, realiza preguntas, dales tu opinión, participa de la conversación.
Los grupos de linkedin son un lugar perfecto para encontrar otros colegas y la gente normalmente está interesada por lo que tienes que decir.
La mejor forma de empezar con los grupos es buscar grupos de asociaciones en las que actualmente ya participas. Puede ser un grupo de ex alumnos de tu universidad, una asociación de abogados, etc.
Tu objetivo a la hora de buscar conexiones debería ser la calidad, no tanto la cantidad.
Posiciónate como experto
Si compartes información de interés, veraz, que ayude realmente a las personas a solucionar sus problemas y lo haces de forma continuada y habitual, empezarás a posicionarte como un referente en el sector, como un experto.
No hace falta que lo sepas absolutamente para convertirte en un referente, pero sí que tienes que ser veraz y útil.
No te limites únicamente a compartir tus propios contenidos, te recomiendo que también compartas contenidos de otros colegas. El objetivo de todo esto es convertirte en un canalizador de información de calidad.
Por lo tanto, es importante también que estés enterado acerca de los temas de actualidad, para poder dar tu visión y aportar tus opiniones.
Lo que sí que te recomiendo es que te centres mayormente en tu especialidad. Si te posiciones como un experto en tu área de trabajo, es posible que otros abogados te pasen contactos de clientes para temas que ellos normalmente no tocan.
This is the story of an old friend and new convert to social media marketing, a lawyer in Northern California named Mark D. Poniatowski who runs a small practice with just a handful of partners.
They suffer from the traditional business development issue most small professional services firms have:
When they are busy, they have no time to prospect for new business.
When the business eases up, they find themselves in a dry patch, and hustle to reconnect with past clients, business networks and other referral sources.
This cycle drives them crazy, but they have always considered it a cost of keeping the firm small (which they like quite a bit.)
Good marketing pal that I am, I begged to differ, and pressed them to make better use of social media tools to keep their referral sources warm while they worked long hours on cases.
With the advent of his latest “break” from a heavy work load, he agreed to dedicate the time to test a plan he felt he could manage within the demands of his day:
He chose one online networking tool to test, which was LinkedIn.
He spent one hour cleaning up his profile.
He spent about three hours reaching out to all the people he knew professionally, and connecting to those whom he found on LinkedIn.
He set a thirty-minute appointment for a late weekday evening each week to work on building up his network of contacts, and engaging that network via pings and content sharing.
If you want to build brand awareness, generate more leads and grow your business, social media can help.
Social media: It’s not a trend or a fad, but a collective of online communication channels that can help you get better marketing results. If you want to build brand awareness, generate more leads and grow your business, social media can help.
Social media has changed the way businesses are marketing today and they are integrating these online networks as a core element of their overall marketing efforts. Among financial advisors, it has become an important business tool and many firms using social media report it has increased their marketing effectiveness.
One of the most effective social media platforms for advisors is LinkedIn. It’s the most popular social network for professionals with over 347 million users. This platform can be a great source for building an online community, connecting with clients, prospects, and colleagues and researching businesses.
It can also help you generate leads. If you’re not doing much with your LinkedIn profile, you’re ignoring a productive marketing channel that could help you increase business.
Where do you start? Here is a five step action plan to get you started.
Keep your profile current:
LinkedIn is an entirely different site from your firm’s website. It’s a chance to establish rapport with your connections, potential clients, and prospects. Consider updating your profile every 60 – 90 days to freshen up your content. Add new skills you’ve developed or educational conferences or courses you’ve attended as well. LinkedIn rewards users that stay active. When you update your profile, you show up in your connections news feed as well as the weekly digest email. This keeps your name and company at the top of your connection’s minds.
Post updates:
Your followers are active on LinkedIn because they want to be successful professionals. If you have an informative blog or if you’re thinking of writing one, LinkedIn is a great place to push your content out to your connections and provide a status update. You can also post industry insights or company news as well as links to interesting financial or business articles. These updates are sent automatically to every connection in your network. Just make sure you run your content by your compliance department for approval. Remember, keep the content relevant, lighthearted and social. DO NOT give sales pitches, but be helpful and transparent when you share on LinkedIn.
Manage your time:
Posting updates and viewing your connections can eat up your day if you’re not managing your time. Be disciplined about using LinkedIn to ensure your social networking time is used effectively and efficiently. Manage your inbox for unread messages and invitations to connect on a daily basis. Invite new contacts to your LinkedIn community and browse through the group discussions and contribute your financial expertise on a weekly basis. Consider setting aside and hour or two a week to work on LinkedIn.
Join groups or create your own industry group:
LinkedIn is a terrific way to find and connect with professional groups. Therefore, you should consider joining a few groups. The trick is not to join the obvious groups in your industry, but to join groups outside your industry. For example, if you’re targeting attorneys as clients, you could join the American Bar Association or one of your local attorney groups. This will give you access to many attorneys.
Review the search function:
If you’re looking to expand your prospect list, LinkedIn’s search and advanced search function can help you jump-start the process. This search engine allows you to search for prospects by location, profession, company, or industry. However, the search limits you to 100 names unless you pay for the premium membership. But 100 leads should more than keep you busy.
How LinkedIn Helped a Rookie Advisor Land a $35 Million Account
By Matt Oechsli.
It takes attention to detail to fully capitalize on Linkedin’s branding power.
Years ago, the branding tool of choice for financial advisors was the brochure. This static piece of glossy collateral usually required a fairly substantial investment, but its branding value has been on a serious downward trend for well over a decade. Today’s affluent don’t like brochures. As brochures became less and less effective, many financial advisors, with the help of templates provided by their firm, created a personal website. But these are also static—changes are difficult to make—and many of them look the same.
Now, LinkedIn has not only entered the financial advisor branding game, it has all but made brochures obsolete and has become a dynamic and interactive complement to the traditional website. However, it takes attention to detail in order to fully capitalize on LinkedIn’s branding power.
Take Martin, a 29-year-old rookie advisor who’s been in the industry for 18 months. Like many young advisors, Martin knew that forging a career as a financial advisor hinged upon his ability to acquire assets. Although he was young, this was his second career. He was an attorney and had earned his CFP designation. He understood the power of LinkedIn, but his firm wasn’t nearly as up to speed.
Martin spent months debating with his firm’s compliance department over the keywords he wanted to use in his profile—keywords that directly impact a Google search. Specifically, he wanted to use “attorney” and “CFP” in his profile multiple times. His firm was opposed, but eventually Martin prevailed. In his words, “After all, I am an attorney and have earned my CFP designation.”
Meanwhile, shortly after his firm approved multiple usage of those keywords, an affluent investor did a Google search for “attorney and CFP.” Guess whose LinkedIn profile came up first? Martin’s—ahead of many more-seasoned financial advisors in his metropolitan area.
The prospect then made contact, and Martin immediately suggested they meet. He took it offline. To paraphrase Martin’s account of transitioning this affluent prospect into a client, “He put me through the wringer. I had no idea he had as much money as he did. We must have met at least eight times over the course of a couple of months.” Upon finally becoming a client, the prospect said, “Every financial advisor who knew me wanted my business. But I wanted someone who was knowledgeable and credentialed to be able to understand the complexities of my situation, not just give me cookie-cutter solutions—and most of all, someone I could trust.”
LinkedIn didn’t close the deal for Martin; it simply branded him appropriately as someone who might fit the profile of what this affluent investor was looking for. And he was looking for something very specific. Martin had to do the rest: build trust, develop a relationship, and sell himself and his professional abilities.
For those of you who aren’t attorneys or whose firms won’t allow you to use outside credentials as keywords in your profile, that’s OK. Not every affluent prospect will have the specific needs of Martin’s new client. But you can still do quite a lot if you take the time to brand yourself properly. The more you use LinkedIn, the better you’ll understand it, and the more positive an impact it will have on your brand.
Como Aprovechar Mejor Las Validaciones de Aptitudes en LinkedIn
LinkedIn tiene una característica excepcional: la posibilidad de dar y recibir crédito por nuestras habilidades, una forma de reconocer nuestra capacidad/es y expertise en determinadas áreas.
Pero uno de los problemas que se presentan habitualmente es el de recibir una validación en alguna área o capacidad que, o no es para nada relevante (nadie sabe lo que pasa por la cabeza de ciertas personas) o, por diversos motivos, no nos interesa promocionar pues no son importantes para nuestras metas profesionales o comerciales.
Es realmente muy frustrante recibir validaciones en áreas que no queremos, pues las validaciones son importantes porque cimentan la credibilidad y traen aparejadas oportunidades profesionales.
¿Has recibido validaciones en habilidades que no te interesan? ¿Quieres saber cómo solucionarlo?
Existen formas de “ayudar” a esa gente para que validen las habilidades y conocimientos por los que a TI te interesa ser conocida.
Como Hacer Para Que Validen las Aptitudes Que te Interesan
En este artículo te voy a mostrar tres maneras en las que puedes guiar a la gente para que validen las habilidades que a ti te interesan.
#1: Activa la sección Aptitudes y Validaciones
#2: Gestiona la validaciones
#3: Potencia tu Red
#1: Activa la sección Aptitudes y Validaciones
Si deseas controlar qué habilidades son más prominentes en tu perfil de LinkedIn, debes poner a punto la sección “Aptitudes y Validaciones” de tu perfil de LinkedIn. Esto te permite sutilmente animar a otros a utilizar esas habilidades cuando te apoyan.
Si no tienes la sección de habilidades en su perfil, ve a Editar perfil y mira la columna de la derecha. Verás una lista de las secciones recomendadas especialmente para tí. Haz clic en la opción de Habilidades para agregarla a tu perfil. En el gráfico de abajo no verás la sección “Aptitudes y Validaciones “ pues yo ya la tengo habilitada y por lo tanto ya no figura en la lista.
Puedes agregar hasta 50 habilidades a tu perfil, de esa maneras le informas a la gente por cuales de tus capacidades quieres ser reconocida. Esto es mucho mejor que dejar que los otros decidan por ti.
Al agregar habilidades a tu lista estas se mostrarán en el orden en que las ingreses, luego, a medida que la gente vaya validando esas habilidades, se mostrará primera la que tenga mas validaciones. A medida que vas escribiendo, LinkedIn te mostrará otras habilidades relaciones de las que puedes elegir (no es obligatorio), estas se basan en las búsquedas que otras personas han realizado (un buen dato para tener en cuenta y usar palabras claves).
LinkedIn te manda un email avisándote cuando alguien ha validado alguna de tus aptitudes, ahí tienes la oportunidad de aceptarlo o no, si la habilidad que la persona validó, no te conviene.
Es importante que periódicamente revises esa sección, limpiando las validaciones que no te convienen (hacer click en la X) y/o agregando aptitudes más específicas. Para hacer esto debes estar en modo EDITAR.
#2: Gestiona la validaciones
La idea es ubicar las habilidades que te interesa promocionar en las primeras posiciones de la lista.
Si todavía recibes demasiadas validaciones de las habilidades incorrectas, es el momento de disminuir su visibilidad enviándolas mas abajo en la lista. En Editar Perfil, desplázate hasta la sección de “Aptitudes y Validaciones”, haz clic en Editar y, a continuación, en Gestionar validaciones. Verás una lista de tus habilidades y todos los contactos que han votado cada una.
Haz click en la habilidad cuya importancia deseas cambiar y comprueba quienes la han validado, ahora puedes elegir mostrar u ocultar todas o algunas validaciones y así modificar el posicionamiento en la lista. Si bien significa disminuir (no las borra) el número de validaciones, este procedimiento te permite modificar el posicionamiento de cada una de tus habilidades.
#3: Potencia tu Red
La creación de redes de contactos (networking) es el objetivo principal de las personas que participamos en LinkedIn, así que no tengas miedo de conocer gente nueva, reunir a tu comunidad o validad las habilidades de los demás. Todo el mundo está en busca de validaciones pertinentes y relevantes.
Para ayudar a destacar tus 10 mejores habilidades, puedes escribir a tus contactos y pedirles que validen una habilidad específica tuya o dos. Asegúrate que tu mensaje sea claro y apunte específicamente a esa habilidad que quieres resaltar, así te evitarás recibir validaciones a habilidades a las que estás tratando de restar importancia. Es importante enviar ese pedido a gente que sabe que tienes esa habilidad (puede ser porque te conozca personalmente, porque haya trabajado contigo o porque pertenece a un grupo en l que participas activamente).
Por ejemplo:
“Carla, habrás notado que recientemente he validado tus aptitudes. En este momento me encuentro abocada a trabajar ese aspecto de mi perfil y me encantaría recibir una validación tuya en el área de “community manager” y “social media” o en el área que creas conveniente dado nuestra pasada experiencia de trabajo en común ”.
Puedes adaptar este mensaje según tus habilidades y tipo de relación con la otra persona.
Sólo las personas con quienes compartes una conexión de primer grado pueden validar habilidades, de ahí que sea tan importante tener un gran presencia en Linkedin: con cuanto más gente te contactes e interactúes, más extenderás tu red y más gente podrá validar tus habilidades.
¡No te olvides de la importancia de la reciprocidad! Cuando otra persona valiosa te apoya, pregúntale directamente qué habilidades está más interesada en que le valides.
Conclusiones
Cabe destacar que validar no es lo mismo que recomendar. Las recomendaciones son más personales y asumen un compromiso mayor y de ahí que sean mas importantes y valiosas (y difíciles de conseguir…).
Aún así, una buena cantidad de validaciones o pocas pero de gente muy bien posicionada (la importancia de quien te recomienda o valida) son muy útiles para incrementar la credibilidad y pueden impulsar a otra persona a escribirte una recomendación.
Para terminar, si recibes muchos correos notificándote de una nueva validación, debes saber que puedes remover la notificación por email dirigiéndote a la sección (columna derecha, debajo de tu foto): Privacidad y Configuración–> Comunicaciones–> Configura la notificaciones automáticas, y así puedes establecer la frecuencia de los emails.
Linkedin es la red más útil para encontrar trabajo, hacer negocios y mantener una red de contactos profesionales. El volumen de usuarios cualificados de todo tipo, más de 300 millones, y su facilidad para ser contactados, unidos a la credibilidad y la eficiencia que aporta esta plataforma, forman el cocktail perfecto para poder generar negocio. Eso sí, necesitamos para ello contar con un perfil optimizado, y aquí veremos las claves para hacerlo.
El mercado laboral en la era de las redes.
Por Neil Davies.
Reid Hoffman, fundador de LinkedIn, asegura que las empresas que no entiendan el mundo conectado perecerán
Para tratarse de una avenida que ha sido testigo de la creación de riqueza de miles de millones de dólares, Sand Hill Road, en Menlo Park, California, llama la atención por su sencillez. Unos cuantos ciclistas se dirigen hacia las colinas cubiertas de niebla, un Tesla adelanta a un Prius y los edificios no son muy altos a lo largo de este eje del capital de riesgo en Silicon Valley. Una de estas edificaciones alberga las oficinas de Greylock Partners, donde me reuní con el emprendedor Reid Hoffman, uno de los protagonistas de la era de creación de riqueza y quien ahora vaticina una era de destrucción de riqueza. «Si las empresas no han acogido el concepto de que operan en una era conectada», advierte, «probablemente se encaminan a perecer».
El empresario de 47 años sabe mucho de redes. Hoffman forjó su reputación al fundar la plataforma social para profesionales LinkedIn y se desempeñó como director general de operaciones del sitio de pagos electrónicos PayPal, dos potencias que facturan miles de millones de dólares. También fue uno de los primeros inversionistas en YouTube, Yelp, Flickr, Zynga y, no hay que olvidarlo, Facebook.
Hoffman tiene una teoría sobre lo que hace que los emprendimientos prosperen: comprender que la información ya no está aislada, sino que está conectada en forma instantánea a todo lo demás. Esto se puede considerar como el paso de la edad de la información a la edad de las redes. El inversionista opina que la transformación apenas se inicia y que eliminará a cualquiera que se interponga en su camino.
Pero, ¿qué es una red? Es una identidad, la cual interactúa con otros mediante comunicaciones y transacciones, explica. Y no es un fenómeno que se limite a Internet, a Facebook o a Twitter, sino que está en todas partes. Es la suma de esas comunicaciones, conversaciones e interacciones.
«Su identidad ahora se configura en la red», observa. «Usted es sus amigos, su tribu, las interacciones con sus colegas, sus clientes, incluso sus competidores. Todos estos aspectos llegan a conformar lo que es su reputación». En suma, usted no es el único que controla su currículum vitae.
Hoffman ha sido durante mucho tiempo una persona independiente a quien le gusta llevar la contraria. Estudió en la Universidad de Stanford, que en su opinión era la que mejor combinaba lo intelectual con lo práctico. Un asesor en Stanford le dijo que revisara los cursos que ofrecía la institución, viera lo que le gustaba, y sólo entonces eligiera una carrera. Optó por Sistemas Simbólicos, la misma carrera que estudió algunos años después Marissa Mayer, la presidenta ejecutiva de Yahoo. Los Sistemas Simbólicos, explica Hoffman, aluden básicamente a «cómo pensamos y hablamos, cómo nos comunicamos, cómo razonamos, en realidad a quiénes somos».
Cuando todavía estaba en la universidad, pasó un año haciendo una pasantía en Xerox PARC, una reconocida fábrica de ideas ligada a la empresa de tecnología. Después de graduarse de Stanford en 1990, estudió filosofía en la Universidad de Oxford, en Inglaterra. Hoy me cuenta que ambas experiencias influyeron en su forma de pensar sobre cómo se comunican las personas. Pero no le gustaba la estrechez del mundo académico y la falta de aplicaciones prácticas, de modo que renunció a una carrera como catedrático.
De todas maneras, quería entender a la gente e influir en la forma en que se comunica la sociedad, y pensó que la mejor manera de hacerlo era «crear objetos mediáticos con los que las personas interactuaran y se sintieran persuadidas a interactuar entre sí».
Era el momento indicado para esta clase de replanteamiento. A comienzos de los años 90, una tarea tan simple como guardar contactos y citas en forma electrónica era un proceso sumamente engorroso. La tecnología de punta del momento eran los administradores de información personal o PIM, por sus siglas en inglés, un tipo de organizador más parecido a una calculadora gráfica. Los PIM representaban una gran oportunidad para los interesados en almacenar datos y usarlos para interactuar con otros.
Hoffman desarrolló su propio concepto para un PIM, pero tuvo muchos inconvenientes para recaudar fondos. Fue su primera experiencia con los capitalistas de riesgo, quienes le recomendaron que tratara de lanzar software.
En 1994, Hoffman pasó a engrosar las filas de Apple, donde fue contratado como gerente de proyecto para trabajar en eWorld, una plataforma en línea que ofrecía correo electrónico, noticias y otros servicios. El navegador de Netscape ya era conocido a estas alturas y Hoffman pretendía que Apple se embarcara en otros proyectos de Internet abierta, es decir, herramientas para navegar por la web en lugar de sistemas cerrados como eWorld. No le hicieron caso y Hoffman dudó de que una empresa grande fuera capaz de «hacer proyectos osados».
Pero quedó convencido de que una era interconectada estaba por llegar y que sería impulsada por la siguiente pregunta: «¿cómo mejoramos nuestras vidas en el ‘mundo real’ con el ‘mundo electrónico’ actuando como una especie de revestimiento?».
Hoffman ya había empezado a trabajar en una respuesta. «Tenía algunas ideas sobre lo que se necesitaba para una era en red: perfil, funciones sincronizadas, capacidad de controlar con quién nos comunicamos», relata. Lo que necesitaba era la plataforma adecuada. En 1997 formó SocialNet, una idea que abarcaba todos los elementos clave salvo uno orientado al mercado de citas románticas, donde sobraban los competidores. «Aprendí que tenía que encontrar algo que fuera bastante fuera de lo común», señala.
El emprendimiento, sin embargo, no fue una pérdida total. «Durante la época de SocialNet», recuerda, «tenía largas caminatas con mi amigo y compañero de Stanford Peter Thiel. Nunca aprendí tanto». En junio de 1998, Thiel fue uno de los fundadores de PayPal y en enero de 2000 Hoffman se integró a la incipiente compañía de pagos electrónicos como brazo derecho de su amigo. En poco tiempo, se dio cuenta que PayPal era dinero conectado que operaba al margen de las redes patentadas de crédito.
PayPal siguió expandiéndose y fue adquirida en 2003 por eBay por más de US$1.000 millones. La participación de Hoffman le dio los recursos necesarios para construir su plataforma de ensueño. Se concentró en la reputación y la identidad y le añadió comunicación, permitiendo que el mundo digital funcionara como una especie de recubrimiento del mundo real.
Hasta ese momento, la gente guardaba su historial profesional en un currículum: educación, antecedentes, actividades y tal vez un par de referencias, que alguien en un departamento de recursos humanos podría darse la molestia de revisar. Hoffman quería digitalizar el currículum, pero era sólo el comienzo. Al igual que en la vida real, la verdadera reputación es lo que todo el mundo opina de uno.
En diciembre de 2002, fundó LinkedIn en la sala de estar de su casa con un par de colegas de SocialNet. Otros ejecutivos de PayPal aportaron capital semilla y la firma de capital de riesgo Greylock Partners a la larga también participó en el financiamiento. El sitio pronto se convirtió en el lugar obligatorio para guardar currículums. La era de la red ya estaba en marcha en otros lugares, conforme eBay y Facebook crecían, pero LinkedIn la llevó al mundo laboral. El sitió integró el conocimiento con el poder. Los caza talentos tenían un lugar donde acudir y los empleadores se podían conectar con profesionales que poseían las destrezas que estaban buscando.
Hoffman, en todo caso, cree que las empresas aún no le sacan el máximo provecho a LinkedIn y otras plataformas. «Todas las compañías son afectadas por la globalización. Todas las empresas son afectadas por la alteración tecnológica, lo que significa que los ciclos de innovación y adaptación se abrevian. ¿Cómo logra que una compañía se adapte mejor? La respuesta es que se necesitan personas que se sepan adaptar. Es mucho mejor para la empresa y para los empleados, logra un efecto de red».
Hoffman habla de un nuevo contrato, una alianza. «Alliance», a propósito, es el título de su nuevo libro. «En el caso de los individuos, se trata de intercambiar el empleo de por vida por la empleabilidad de por vida. La empresa debe invertir en los trabajadores para hacerlos empleables» al ofrecer en forma constante capacitación y ampliar sus responsabilidades, aunque nunca dejen la empresa. A cambio, los trabajadores «harán que la empresa sea más adaptable, valiosa y siga creciendo a largo plazo». Los empleados adaptables hacen que sus empresas sean vibrantes, pero lo más probables es que esos mismos trabajadores permanezcan en la empresa si saben que se seguirán adaptando, asumiendo más responsabilidades y obteniendo más conocimiento».
Pero la industria tecnológica está llena de fenómenos pasajeros. Basta recordar los casos de MySpace y Foursquare. Por el momento, LinkedIn parece tener la sartén por el mango. El sitio superó en abril los 300 millones de usuarios y sus ventas crecieron 46% en el primer trimestre frente a igual lapso del año previo y se acercan a los US$2.000 millones anuales.
La nueva dependencia en la transmisión de información en redes creará múltiples ganadores, pero también habrá perdedores, es decir, las empresas que no pueden o no quieren estar a la vanguardia. «Así opera todo: comunicaciones, empleo, transacciones, finanzas. En 20 años, si no está operando dentro de estos ámbitos… será una especie en extinción».
— Andy Kessler, un ex gestor de fondos de cobertura, es el autor ‘Eat People’, entre otros libros.
Fuente: The Wall Street Jornal, 27/07/14.