Coronavirus: Cómo colaborar

marzo 13, 2020

Debemos frenar la curva del coronavirus, la vacuna somos todos

#Frenarlacurva es el objetivo. Te contamos por qué es importante la cuarentana y el distanciamiento social para frenar al coronavirus.

La OMS ha declarado que la enfermedad COVID19 ya es una pandemia. Recordemos que esta palabra quiere decir que existe una trasmisión sostenida, eficaz y continua de la enfermedad de forma simultánea en más de tres regiones geográficas distintas.

Esto no es sinónimo de muerte: no hace referencia a la letalidad de un virus sino a su transmisibilidad y extensión geográfica. No, no vamos a morir todos

Pero, ¿por qué ahora las autoridades sanitarias nos insisten tanto en esas medidas de contención y aislamiento y por qué son tan necesarias? En una epidemia por un agente infeccioso, el número de casos aumenta progresivamente conforme pasa el tiempo. Para entender cómo se propaga una epidemia en una población hay que tener en cuenta tres tipos de individuos: los que pueden contraer la infección, los que ya están infectados y los que se han recuperado y ya no son susceptibles de enfermar.

Curva de infecciones

Al principio, el número de susceptibles es alto y el número de infectados aumenta con rapidez. Conforme va pasando el tiempo, el número de susceptibles va disminuyendo (porque se han curado, se han inmunizado, los hemos vacunado o han muerto). Hay menos gente para infectar y llegamos al pico de la epidemiaEs lo que se denomina el límite de densidad: el número mínimo de individuos necesario para continuar la enfermedad. Una vez alcanzado el patógeno ya no puede transmitirse con tanta eficacia en la población y disminuye el número de casos. Así son las curvas epidémicas.

curva coronavirus

Lo rápido que vaya la epidemia y lo picuda que sea esa curva depende de muchos factores. Entre otros, la transmisibilidad del virus y si la población es más o menos susceptible de infectarse.

El problema con este coronavirus SARS-CoV-2 es que es muy transmisible y, al ser nuevo, la población no ha tenido contacto previo con él, no tienen inmunidad y, en principio, todos somos susceptibles de enfermarnos

Saber en qué momento de la curva epidémica estamos es muy difícil. Si la epidemia va muy rápido y la curva es muy aguda, uno de los problemas más graves es el colapso del sistema sanitario. No es lo mismo tener 10 casos en 10 días, que 100 en un solo día. Aunque el 80 % de los casos de infección por SARS-CoV-2 pueden ser asintomáticos o leves, en un 16 % puede causar neumonía y en un 4 % puede llegar a ser mortal (cifras provisionales).

Las neumonías no son catarros, pueden ser muy graves y en muchos casos requieren ir a un hospital e incluso ser ingresado. Ese es el gran problema: que se sobrepase el límite de capacidad del sistema sanitario y este se colapse. Lo que queda por encima del límite de capacidad pueden ser fallecimientos.

Por eso es tan importante frenar la curva, las medidas de intervención.

Frenar la curva: por qué es clave y cómo hacerlo

El objetivo no es que la gente no se infecte porque ésto probablemente ya sea inevitable, sino que se retrase y reduzca el pico de la epidemia. Para eso, hay medidas de contención que se aplican en los primeros días de la curva, que es cuando tenés pocos focos y muy localizados, sabés cómo se han infectado, podés diagnosticar y aislar al infectado y hacer un seguimiento a la gente que ha estado en contacto con esa persona y ponerlos en cuarentena.

Aislando los focos se podría frenar la curva. Pero a veces con eso no es suficiente y el número de contagiados aumenta. Como he dicho, saber en qué momento estamos de la curva epidémica es muy difícil. Es entonces cuando debes adoptar medidas más drásticas, cuarentenas sociales, que deben ser lo más eficaces y sostenibles en el tiempo y lo menos disruptivas posibles.

¿Cuáles son esas medidas? ¿Qué beneficio real tendrá cada una para frenar la curva y qué riesgo supone para la vida del ciudadano? Esa es una decisión muy difícil y compleja. Para eso están las autoridades sanitarias y los gobiernos, que son los primeros responsables.

coronavirus

Por lo tanto, ahora estamos en fase de frenar la curva. Quizá vos seas de ese 80% de personas sanas que se infectarán y lo pasarán de forma más o menos leve. Pero tus acciones pueden contribuir a frenar la curva o a que sobrepasemos la capacidad del sistema. Tenemos que blindar nuestros hospitales y proteger a nuestros sanitarios. Tenemos que proteger a los más débiles, a los más susceptibles de enfermar e incluso morir, no solo por el virus sino por el colapso sanitario. Las personas mayores con patologías previas son las más vulnerables.

Por eso, todas estas medidas que nos están anunciando son tan importantes. Son difíciles, incómodas, nos afectarán económicamente, pero son necesarias. Lo mejor para un virus es mucha gente, muy junta y moviéndose. Cuanto menos nos movamos y más separados estemos, mejor

10 consejos básicos para #FrenarLaCurva:

  • Que no cunda el pánico, estar alerta no es alarma.
  • Lávese las manos con frecuencia y ponga en práctica buenos usos al estornudar y toser.
  • Ejerza el distanciamiento social: no de besos, abrazos, saludos de mano. Busque alternativas.
  • No acuda a sitios con mucha gente: eventos culturales, deportivos y de entretenimiento.
  • Evite viajar si no es totalmente imprescindible. Reduzca sus viajes en transporte público.
  • Si puede, reduzca reuniones y trabaje desde casa.
  • Si tiene algún síntoma, quédese en casa y use los teléfonos indicados para ello.
  • No vaya al hospital si no es absolutamente imprescindible.
  • Cuide y proteja especialmente a las personas más vulnerables, con patologías previas y mayores de edad.
  • Sobre todo mantenga la calma, también hay buenas noticias sobre el coronavirus.

Esto pasará, pero tenemos que conseguir frenar el golpe. Recuerda: ¡la vacuna sos vos!

  • Fuente: Ignacio López-Goñi. Catedrático de Microbiología, Universidad de Navarra. La nota fue publicada originalmente en The Conversation.
  • Fuentes: WHO / OMS / Ministerio de Sanidad de España.

Fuente del artículo: buenavibra.es, 2020.


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Coronavirus: Prevenir salva vidas

marzo 12, 2020

Coronavirus: Tu “distanciamiento social” puede salvar vidas

Por Aberron.

Evitar contactos y viajes innecesarios es ahora prioritario para evitar la extensión del coronavirus. Este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó la enfermedad producida por el coronavirus SARS-Cov-2 –que afecta ya a más de 126.000 personas en todo el mundo– como pandemia. En esta nueva fase, eliminar el virus como se hizo con el SARS de 2002 parece poco probable. Ahora el objetivo es otro: frenar la curva de la epidemia, es decir, ralentizar la velocidad de transmisión, intentando así no colapsar los sistemas sanitarios.

El escenario de España, con 2.277 casos y 55 muertes, es el mismo. No sobrepasar la capacidad de nuestro Sistema Nacional de Salud pidiendo a la ciudadanía que siga a rajatabla las recomendaciones de los expertos. Para ello se está organizando con diversas campañas en redes sociales que apelan a #FrenarLaCurva quedarse en casa para evitar el colapso de los sistemas.

Todo el que circula por ahí de manera más o menos despreocupada se convierte en un posible sujeto que dentro de 10 días quizá enferme y pase a ser en uno de los que colapse el sistema sanitario.

— Antonio Martínez Ron (@aberron) March 11, 2020

Los contagios que se produzcan ahora en las zonas de riesgo saturarán el sistema de salud dentro de una semana o diez días, como ha pasado en Italia. Allí se puso en marcha el movimiento #iorestoacasa #restiamoacasa (Yo me quedo en casa) para concienciar sobre la importancia de seguir los consejos, hasta que el propio Gobierno ha tenido que impedir los movimientos por decreto.

#yoelijosalvarvidas #yoelijoserresponsable#COVID19
Una de mis hijas, que está en Milán, ha comenzado una campaña con otras españolas que viven en Italia, comparto el vídeo. pic.twitter.com/GZNv4HcjiN

— gallina clueca (@gallinaclueca54) March 10, 2020

Desde Italia, un grupo de españolas ha iniciado un movimiento para concienciar a los españoles de no caer en los mismos errores en que cayeron ellos. Marina, española residente en Milán, fue la primera en subir un vídeo con el lema #yoelijosalvarvidas #yoelijoserresponsable. Ella recuerda que los italianos han seguido haciendo vida normal en la calle a pesar de las alertas y ahora la situación en los sistemas de salud es dramática. “Se empezaron a tomar medidas, se tardó un poco o fueron demasiado vagas, pero había muy poca conciencia social, mucha gente no le daba importancia”, explica a Vozpópuli. “Aquí ha habido gente muy irresponsable y es una de las mayores razones por las que estamos en esta situación”.

“Aquí ha habido gente muy irresponsable y es una de las mayores razones por las que estamos en esta situación”, advierten desde Italia

Este grupo de españolas en Italia comenzó a organizarse el lunes antes las noticias que llegaban de España y han seguido subiendo vídeos en redes sociales que se han sumado a otros que se han convertido en muy virales en redes como Whastapp. En España, el ministerio de Sanidad es sumó al movimiento #FrenarLaCurva con un vídeo del propio Fernando Simón explicando los mecanismos epidemiológicos de estas medidas, pero se sigue sin poner el acento en la necesidad de que las personas sin síntomas también se aíslen socialmente. Para ello, el Gobierno debe poner todas las facilidades y garantizar que las empresas lo faciliten.

Evolución en el tiempo del número de casos

En redes también ha comenzado el movimiento Quédate En Tu Puta Casa”, en el que se expone un manifiesto sencillo con las medidas que debe tomar cada ciudadano. Y no solo en las zonas de contagio, como Madrid, sino en todas las provincias. La extensión de este tipo de medidas, explican los epidemiólogos a Vozpópuli, es clave para detener los efectos de la epidemia, con el inconveniente de que sus efectos solo se verán dentro de una semana. Ya vamos con el reloj en contra:

El Manifiesto de la Auto-Cuarentena

  1. No te alarmes, pero mantente alerta.
  2. Lávate las manos con frecuencia y pon en práctica buenos usos al estornudar y toser.
  3. Intenta tocarte la cara lo menos posible, y evita la boca, la nariz y ojos.
  4. Ejerce el distanciamiento social, no des besos y abrazos, no saludes dando la mano ni toques las manos de otros. Si es necesario, busca alternativas.
  5. No vayas a conciertos, obras de teatro, eventos deportivos, o cualquier evento de entretenimiento masivos.
  6. Evita visitar museos, exhibiciones, salas de cine, bares y centros nocturnos, y otros centros de entretenimiento.
  7. No asistas a reuniones sociales y eventos, como juntas de clubs, servicios religiosos, y fiestas privadas.
  8. Reduce tus viajes al mínimo. No viajes largas distancias a menos que sea absolutamente necesario.
  9. No utilices transporte público a menos que sea absolutamente necesario.
  10. Si puedes trabajar en casa, trabaja desde casa. Insiste a tu empleador que te permita trabajar de manera remota si es necesario.
  11. Reemplaza interacciones sociales con alternativas remotas, como llamadas o video chats.
  12. No salgas de casa a menos que sea absolutamente necesario.

Si difundes este mensaje, y te conciencias de que esto va en serio, tal vez estés ayudando a frenar el colapso sanitario y salvar muchas vidas.

* Con información de Agencia Sinc y fuentes propias.

aberron

Antonio Martínez Ron (Madrid, 1976) es periodista y divulgador científico. Trabaja como redactor jefe de Next, la sección de Ciencia de Vozpopuli.com, y es colaborador del programa Órbita Laika (TVE) y de medios como la revista Quo, Yahoo! y Onda Cero. También ha dirigido el documental “El mal del cerebro”, premio Boehringer 2013 al mejor trabajo de periodismo de Medicina. Desde 2003 recoge sus “asombros diarios” en Fogonazos.es. Twitter: @aberron

Fuente: naukas.com, 12/03/20.

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Cómo ataca el coronavirus

marzo 11, 2020

Un solo coronavirus puede generar 100.000 ‘hijos’ a partir de una sola célula humana

Equipos científicos avanzan en la comprensión del virus a nivel molecular, esencial para desarrollar vacunas

Por Artur Galochanuño Domínguez.

1. ¿Qué es un coronavirus?

Un coronavirus es una cadena de material genético (ARN) recubierto de una membrana de proteínas que la protegen y de la que sobresalen otras proteínas que le ayudan a unirse a las células humanas y entrar en ellas.

2. ¿Cómo infecta la célula humana?

El SARS-CoV-2 se une a las células humanas usando la proteína ACE2, situada en la superficie exterior de las mismas.El virus encaja su proteína S en la ACE2 como una llave en una puerta. Una vez dentro utiliza la maquinaria celular para producir entre 10.000 y 100.000 copias de sí mismo que se lanzan a infectar nuevas células.

3. ¿Cómo puede ser su vacuna?

Las vacunas y otros tratamientos intentan interferir en el proceso de infección. El objetivo es enseñar al sistema inmune a identificar al virus y destruirlo.

4. ¿Qué son las zoonosis?

Son enfermedades infecciosas transmitidas de animales a humanos. El 60% de las enfermedades infecciosas humanas tienen su origen en patógenos compartidos con animales salvajes y domésticos. Cada año este tipo de enfermedades infectan a unos 1.000 millones de personas y 2,7 millones de muertos.

Los virus son inquietantes porque no están vivos ni muertos. No están vivos porque no pueden reproducirse por sí mismos. No están muertos porque pueden entrar en nuestras células, secuestrar su maquinaria y replicarse. En eso son efectivos y sofisticados porque llevan millones de años desarrollando nuevas maneras de burlar a nuestro sistema inmune. Es una batalla que comenzó hace más de 3.500 millones de años con la aparición de las primeras formas de vida en la Tierra y que continúa ahora con la epidemia global de coronavirus.

Más del 60% de las enfermedades infecciosas en humanos vienen de patógenos compartidos con animales salvajes y domésticos. Cada año estas enfermedades infectan a unos 1.000 millones de personas y matan a 2,7 millones de ellas, la inmensa mayoría en países pobres. El coronavirus ha causado por ahora poco más que 3.300 defunciones. Un 0,1% del total.

La recombinación de los virus

La zoonósis, el paso del virus de los animales al ser humano, se puede dar después de un proceso de recombinación de diferentes virus.

En el caso de la gripe H1N1 de 2009 el paso se dio de aves a cerdos y de ahí al ser humano.

1. Un virus pasa de un animal salvaje a uno doméstico.

2. El ser humano también transmite sus virus a los animales domésticos.

3. Los dos virus contagian al animal doméstico, que contagia al ser humano.

Este ciclo se repite varias veces.

4. Tras varios ciclos de contagios, los virus se recombinan genéticamente y crean un virus totalmente nuevo.

5. El virus tiene la capacidad de transmitirse de humano a humano y se extiende entre nosotros.

Cuando se analiza este virus, en su ARN se identifican genes de animales salvajes, domésticos y humanos.

La evolución de una zoonósis

Algunos animales salvajes pueden ser reservorios de virus. Cuando estos patógenos saltan a animales domésticos o a humanos que no han desarrollado inmunidad pueden suceder epidemias si el virus tiene capacidad de transmisión.

La aparición de patógenos emergentes es cada vez más frecuente debido a las actividades humanas. Uno de los casos que mejor lo ilustra es la enfermedad desconocida de la que alertaron dos médicos —uno en Los Ángeles otro en Nueva York— el 5 de junio de 1981. Describían infecciones pulmonares y un cáncer agresivo que ya había matado a algunos de sus pacientes. Todos eran hombres jóvenes, sanos y homosexuales.

En aquel momento era imposible saber que todo había comenzado 60 años antes en un rincón de África —Kinsasa, en la entonces colonia belga de Congo— donde el virus de inmunodeficiencia de chimpancés había contagiado a un humano, convirtiéndose en el VIH.

El virus se expandió gracias a una tormenta perfecta amplificada por los humanos: un gran movimiento poblacional provocado por el colonialismo, transportado hacia la costa por el nuevo ferrocarril y acelerado por el tráfico de mujeres prostituidas —el VIH se transmite por vía sexual—. Después de los años sesenta, el virus salió de África hacia América y el resto del mundo para convertirse en una pandemia que ha infectado a 75 millones de personas y matado a 30 millones. Es asombroso que toda esta historia no se conociera hasta 2014, cuando se analizaron por primera vez secuencias genéticas de diferentes cepas virales de humanos y chimpancés de la zona de Congo. Cuanto más parecidas son dos cepas, más cercanas están en el tiempo y el espacio. Es lo mismo que ahora se está haciendo con el coronavirus.

Por ahora no se sabe qué animal originó el brote de SARS-CoV-2, pero todo apunta a que sucedió en China y que la especie en cuestión fue un murciélago. Los murciélagos son uno de los reservorios de virus más habituales, incluido el ébola, probablemente porque han desarrollado una inmunidad que les permite sobrevivir con cargas virales leves. Cuando estos patógenos saltan a otras especies, sus sistemas inmunes no saben luchar contra ellos y puede originarse una epidemia si el virus es evolutivamente apto para propagarse. Lo más parecido a la secuencia genética del nuevo SARS-CoV-2 es un virus de murciélago aislado en Yunnan (China) con el que comparte el 96% de su material genético.

El nuevo coronavirus y el SARS de 2003 —otro primo cercano con el que comparte más del 80% del genoma— usan la misma puerta de entrada: la proteína ACE2, que se forma en la superficie exterior de las células del pulmón y otros órganos y que siempre tiene que estar ahí, pues es esencial para mantener la presión sanguínea y evitar enfermedades cardiovasculares. Para el virus, la ACE2 es como una cerradura en la que introduce una llave: la proteína S. Cada tipo de coronavirus tiene una proteína S ligeramente diferente —es uno de los elementos que más mutaciones acumulan debido a su importancia para iniciar la infección— y conocerla en todo su detalle es esencial para poder desarrollar tratamientos.

El actual coronavirus es capaz de abrir cerraduras de células humanas y de muchos otros mamíferos, pero no de ratones o ratas, los animales más usados en investigación. Para sortear este problema hay que desarrollar ratones transgénicos que producen la versión humana de la ACE2. Uno de los primeros estudios realizados con estos animales, publicado por científicos chinos en Biorxiv, muestra que la virulencia del nuevo patógeno es “moderada”; menor que la del SARS de 2003. Esto puede explicar por qué el 80% de los infectados solo desarrolla síntomas leves, según la Organización Mundial de la Salud.

Cuando el virus entra en contacto con una célula humana empieza el proceso de infección.

El virus encaja sus proteínas S en los receptores ACE2 de la célula humana, como una llave en una cerradura.

El virus se acopla a la célula…

La célula entiende que el ARN del virus es propio y procede a usarlo como libro de instrucciones.

…e introduce en ella su ARN.

El ARN se encuentra con los ribosomas, que siguen sus instrucciones para fabricar proteínas virales.

Este ciclo se repite una y otra vez

La primera que crea es la replicasa, una proteína que se divide en 16 partes que forman un complejo de replicación y transcripción…

…que crea millones de copias iguales

del ARN viral…

…y ordena a la célula crear proteínas virales.

Todos estos componentes se ensamblan para crear nuevos virus completos (viriones).

Una vez creadas las réplicas del virus, salen de la célula y la destruyen. Comienzan a infectar otras células.

Cada virus puede llegar a crear de una sola vez entre 10.000 y 100.000 réplicas.

Una vez dentro de la primera célula humana, un coronavirus puede generar hasta 100.000 copias de sí mismo en menos de 24 horas, explica Isabel Sola, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). Cada vez que sucede este proceso la célula invadida es destruida y esto es lo que puede producir la neumonía y el resto de síntomas de la enfermedad Covid-19.

Cada vez que un virus infecta a una célula nueva se pueden producir erratas —mutaciones— en el copiado de su secuencia genética, compuesta por 30.000 unidades —en comparación un genoma humano contiene 3.000 millones—. Existe el miedo de que en una de las millones de veces que el virus se multiplica gane una mutación que le dé una nueva capacidad, por ejemplo más letalidad. Pero eso no es lo que suele suceder, explica Ester Lázaro, experta en evolución de virus del Centro de Astrobiología, en Madrid. “Normalmente, los virus suelen cambiar a mejor. Para ellos no tiene sentido volverse muy letales, pues pierden la posibilidad de que la gente infectada siga haciendo vida más o menos normal, se mueva e infecte a más personas; por eso el proceso de evolución, que es un proceso ciego, suele favorecer que los virus se hagan cada vez menos virulentos”, detalla.

Las vacunas y antivirales que se están desarrollando se basan en interferir en el proceso molecular de infección, que sucede a escalas de diezmilmillonésimas de metro. Para entender la forma exacta de las proteínas virales y humanas se usan criomicroscopios electrónicos que congelan las muestras a casi 200 grados bajo cero. Esto permite obtener una imagen fija y detallada de las proteínas virales.

Una de las vacunas más avanzadas se basa en introducir un ARN mensajero que produce la proteína S del virus, pero no el resto del patógeno. Esto permite que el sistema inmune la identifique y la recuerde, de forma que si un virus real entra en el cuerpo, los anticuerpos se unen a esa proteína y comienzan el proceso para destruir al virus. Esta vacuna desarrollada por la empresa estadounidense Moderna en colaboración con los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE UU va a comenzar a probarse en voluntarios sanos en abril. Pero se trata solo de la primera de las tres fases de pruebas en humanos necesarias para aprobarla. Según el NIH, ninguna vacuna estará lista para usarse antes de un año, con lo que solo podrá usarse si el patógeno resurge el próximo invierno o si se convierte en una enfermedad estacional, como lo es la gripe.

Una posible vacuna

Una vacuna consiste en introducir en el cuerpo humano un agente que se asemeje al virus para que el cuerpo genere anticuerpos y sea capaz de defenderse de él.

Para la posible vacuna del coronavirus se pueden usar dos caminos utilizando información del propio virus SARS-CoV-2.

Se identifican los genes de virulencia (los que hacen enfermar) y se genera una copia del virus completo sin esos genes infecciosos.

Se crea un ARN mensajero que ordena a la célula producir la proteína S y se introduce en las células humanas.

Las células comienzan a generar proteínas S.

Cuando el cuerpo percibe el virus, genera anticuerpos para identificar y atacar a todas sus proteínas.

El sistema inmunológico envía anticuerpos para identificar y atacar a esas proteínas.

Así, cuando el virus real entre en el organismo, los anticuerpos y el resto del sistema inmune lo eliminan.

Así, cuando el virus real entre en el organismo, los anticuerpos identifican la proteínas S y destruyen el virus.

Desarrollada por la empresa estadounidense Moderna, va a comenzar a probarse en voluntarios sanos en abril. Pero, según el NIH, ninguna vacuna estará lista para usarse antes de un año.

Este equipo ya ha desarrollado este tipo de vacuna para el SARS y el MERS y han empezado el proceso para reconstruir sintéticamente el SARS-CoV-2.

El laboratorio de Sola y Luis Enjuanes en el CSIC trabaja en una vacuna más compleja. Su equipo ha desarrollado un método de transcripción reversa para generar réplicas del coronavirus sin necesidad de manejar el patógeno real. Su idea es ir estudiando uno a uno sus genes, identificar cuáles son los que originan virulencia y retirarlos, de forma que crean una vacuna parecida al virus original, pero incapaz causar enfermedad.

“En este caso la respuesta inmune es más completa y duradera. Aquí hemos desarrollado vacunas como estas para el SARS y el MERS. Ahora estamos en el proceso de reconstruir el nuevo coronavirus”, explica la investigadora. Aquí también hay por delante un largo trabajo científico.

El equipo de Sola es uno de los ocho en España que acaban de ganar financiación de urgencia de la Unión Europea para investigaciones sobre el virus y recibirán 2,4 millones de euros. En este caso el equipo de la investigadora desarrollará anticuerpos monoclonales contra el SARS-CoV-2 cuyo efecto sería unirse a la proteína S e impedir la infección. Otro proyecto coordinado en el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología del CSIC desarrolla un método de diagnóstico en 30 minutos.

Fuente: elpais.com, 08/03/20.

Más información:

¿En qué me puede afectar el coronavirus?

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¿En qué me puede afectar el coronavirus?

marzo 9, 2020

Por Gustavo Ibáñez Padilla.

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¡Malas noticias! El Covid-19 puede afectarlo mucho y muy mal. El nuevo coronavirus es más contagioso que la gripe H1 N1 y además es mucho más letal. Ya la Organización Mundial de la Salud nos advierte que está próximo a convertirse en una pandemia.

Comparación de los ciclos de contagio de la gripe común y el Covid 19. Fuente de los gráficos: elpais.com

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Su mayor capacidad de contagio se evidencia al observar los gráficos de personas contagiadas en los primeros días:

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El coronavirus es mucho más mortífero que la gripe tradicional (entre 0,7 y 3,4%), esto es entre tres y veinte veces más que la de la gripe común (0,13%) y la gripe H1N1 (0,2%).

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Si tomamos un cálculo conservador y estimamos que de la población mundial (7.781 M) un 10% se contagia esto significa 778 millones de personas. Si la tasa de mortalidad se estabiliza en un 1% (hoy es muy superior) tendremos ocho millones de fallecidos en todo el planeta.

Por supuesto que el pronto descubrimiento de una vacuna efectiva podría frenar la pandemia, como también es posible que los números sean mucho perores.

¿Y entonces, cómo puede enfrentar usted esta amenaza?

Sobre la parte sanitaria no hablaremos ya que son públicas las medidas de prevención que hay que tomar. Ahora, ¿qué más puede usted hacer?

Como primera medida disminuir su exposición al riesgo:

  • Adoptar una estricta disciplina en cuanto a la higiene y normas de prevención (esto implica un cambio de sus hábitos de vida).
  • Limitar la asistencia a lugares con aglomeración pública.
  • No viajar a los lugares más afectados.

En los aspectos financieros, transferir el riesgo:

  • Contar con un excelente Seguro de Vida. La probabilidad de morir por coronavirus es menor que muchas otras situaciones cotidianas (enfermedades cardiovasculares, accidentes, etc.) pero saber que está protegido le asegurará paz mental para enfocarse en las cuestiones más importantes de su vida diaria.
  • Proteger su Patrimonio de las pérdidas de valor de la mayoría de los activos. Ya estamos viendo el impacto económico del coronavirus, caen los mercados financieros mundiales, cae el petróleo y otros commodities, se resiente la economía mundial. Disponer de un Plan de inversión con rendimientos garantizados le ayudará a sobrevellevar este verdadero tsunami financiero.

Ahora debe actuar y aplicar estas medidas preventivas. Adopte los nuevos hábitos de higiene y prevención sanitaria y llame a un Consultor Financiero independiente para analizar cómo transferir el riesgo financiero y proteger mejor su patrimonio.

Hay que saber vivir en los tiempos del coronavirus y es hora de entra en acción.

Fuente: Ediciones EP, 09/03/20.


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