Estados Unidos y el auge tecnológico que se avecina

febrero 13, 2012

El auge tecnológico que se avecina

Por Mark P. Mills y Julio M. Ottino

 

En enero de 1912, Estado Unidos salió de una recesión de dos años. Luego hubo 19 más, junto con un siglo de crecimiento económico fenomenal. Los estadounidenses, en términos reales, son 700% más ricos hoy.

En retrospectiva parece obvio que las tecnologías emergentes alrededor de 1912 —electrificación, telefonía, el nacimiento de la edad del automotor, la invención del acero inoxidable y el amplificador de radio— impulsarían ese crecimiento. Sin embargo incluso observadores educados de aquel momento no lograron entender su poder de transformación.

En febrero de 2012, otra vez estamos frente a tres grandes transformaciones tecnológicas que tienen el potencial de rivalizar con las del siglo pasado. Todas encuentran su epicentro en Estados Unidos: grandes datos, manufactura inteligente y la revolución inalámbrica.

La tecnología de la información ingresó en la era de los grandes datos. La capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos son virtualmente gratuitas. Un celular, el iPhone, tiene una capacidad informática que avergüenza a la computadora IBM de los años 70. Internet evoluciona hacia la «nube», una red de miles de centros de datos que individualmente hacen que una supercomputadora de 1990 parezca antediluviana. Desde los medios sociales hasta las revoluciones médicas basadas en análisis de metadatos, para lo cual proezas astronómicas de procesamiento de datos permiten hasta ahora servicios y negocios inimaginables, estamos en la cúspide de nuevos mercados inimaginables.

¿La segunda transformación? Manufactura inteligente. Este es el primer cambio estructural desde que Henry Ford lanzó el poder económico de la «producción en masa». Mientras ya vemos evidencia en sistemas de automatización e información aplicados a administración de cadena de suministro, recién ingresamos a una era donde la misma fabricación de cosas físicas es revolucionada por la ciencia de materiales emergentes. Pronto los ingenieros diseñarán y construirán a nivel molecular, optimizando funciones e incluso creando nuevos materiales, que mejorarán radicalmente la calidad y reducirán los desechos.

Ya están apareciendo aparatos y productos basados en materiales realizados con ingeniería informática que literalmente no existían hace unos años: nuevas aleaciones de metales, transistores de grafeno en lugar de siliconas (grafeno y carbono permiten una clase radicalmente nueva de materiales electrónicos y estructurales), y meta-materiales que poseen propiedades imposibles en la naturaleza; por ejemplo, hacer que un objeto se vuelva invisible, especulación sobre la cual hubo una entendible publicidad reciente.

Esta era de materiales nuevos será explosiva económicamente cuando sea combinada con la impresión en 3-D, también conocida como manufactura digital directa; literalmente partes «de impresión» y aparatos que funcionan con una computadora, lásers y metales en polvo y plásticos. Ya están apareciendo partes impresas de aplicaciones de alto valor como implantes específicos para los pacientes de reemplazo de de cadera o dientes, o partes de aviones más livianas y fuertes. Algún día, el Santo Grial: impresión «desde el escritorio» de productos finales enteros desde ruedas a incluso máquinas de lavar la ropa.

La era de diseño y producción computacional casi perfectos desatará un cambio tan grande en cómo hacemos las cosas como lo hizo la revolución agrícola en cómo cultivábamos cosas. Y será definido por gran talento, no trabajo barato.

Finalmente, está la revolución comunicacional en ciernes, donde pronto la mayoría de los humanos en el planeta estarán conectados de forma inalámbrica. Nunca antes mil millones de personas —pronto miles de millones más— pudieron comunicarse, socializar y comerciar en tiempo real.

Las implicaciones del colapso radical en el costo de la conectividad inalámbrica son tan grandes como las que siguieron al surgimiento de la telegrafía/telefonía. Junto con la nube, el mundo inalámbrico brinda conectividad barata, información y capacidad de procesamiento para casi todos, en todos lados. Esto presenta tanto un cambio rápido —por ejemplo, la primavera árabe— como grandes oportunidades. Nuevamente, tanto el lanzamiento como el epicentro de esta tecnología se encuentran en EE.UU.

Pocos niegan que la tecnología impulse el crecimiento económico y tanto el progreso social como de estilo de vida, este último observado principalmente en métricas de salud y medio ambiente. Pero considere tres características que definen mejor a EE.UU., y que son esenciales para liberar las promesas de cambio tecnológico: nuestra joven demografía, cultura dinámica y sistema de educación diverso.

Primero, la demografía. Para 2020, EE.UU. será más joven que tanto China como la zona euro, si este última aún existe. La juventud brinda más que una base de trabajadores y contribuyentes; brinda la energía inevitable que impulsa cualquier cosa. Amplificada y alivianada por la experiencia de sus mayores, la juventud y la escala económica (EE.UU. aún es la mayor economía del mundo) no deben ser subestimadas, en especial en el contexto de las otras dos grandes fuerzas: nuestra cultura y sistema educativo.

La cultura estadounidense se adapta particularmente a tiempos tumultuosos y desafío. La cultura no puede ser cambiada o copiada de la noche a la mañana; es una característica de un pueblo que tiene, para usar un término físico, alta inercia. La nuestra se distingue por características indiscutiblemente poderosas, como apertura mental, toma de riesgo, trabajo enérgico, capacidad lúdica, y, algo crítico para nuevas ideas nacientes, una dosis saludable de pensamiento anti-establishment. ¿En qué otro lugar podrían haber surgido Apple o Steve Jobs?

Luego está nuestro sistema educativo, a menudo criticado como inadecuado para los desafíos globales. Pero la educación superior estadounidense elude medidas estadísticas simples ya que sus características más salientes son la flexibilidad y la diversidad de filosofías educativas, currículum y cuerpo de profesores. Hay un vertiginoso rango de enfoques en las universidades estadounidenses. Bien. Una medida definitivamente no le cabe a todos los estudiantes o al futuro.

También deberíamos recordar que más de la mitad de las 100 mejores universidades del mundo siguen siendo estadounidenses, un dato puesto de manifiesto por la creciente cantidad de inscripciones de extranjeros. Sí, otros países tienen buenas universidades, y muchas más surgirán con el tiempo. Pero, nuevamente, el epicentro sigue estando aquí.

¿Qué deberían hacer nuestros políticos para ayudar a impulsar esta nueva era de crecimiento emprendedor? Mercados financieros líquidos, políticas impositivas y migratorias sensatas, y regulaciones balanceadas permitirán que florezca el próximo auge. Pero el combustible esencial es la innovación. La promesa reside en los cambios tecnológicos tectónicos que se están desarrollando.

El éxito de EE.UU. no está pre-decretado. Pero las innovaciones tecnológicas alrededor de 2012 son profundas. Engendrarán cambios revolucionarios para nuestra sociedad y nuestra economía. Todas las fuerzas están en su lugar. Es sólo cuestión de cuándo.
—Mills, físico y fundador del Digital Power Group, escribe la columna Inteligencia Energética de Forbes. Ottino es decano de la Escuela MacCormick de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Northwestern.
Fuente: The Wall Street Journal, 08/02/12.

Estados Unidos: el empleo en crecimiento sostenido

febrero 3, 2012

Datos de empleo en EE.UU. muestran un crecimiento sostenido

Por Josh Mitchell y Jeffrey Sparshott

 

WASHINGTON — El sector laboral de Estados Unidos creció en enero a su ritmo más robusto desde hace casi un año, una señal de que el impulso de la economía se extendió a 2012.

Las nóminas de empleo no agrícola crecieron en 243.000 puestos en enero, el mayor aumento desde abril, informó el viernes el Departamento de Trabajo de EE.UU.

La tasa de desempleo cayó dos décimas de punto porcentual a 8,3%, el menor nivel desde febrero de 2009.

Ambas cifras contradijeron las expectativas de una disminución en el crecimiento del empleo al inicio del año.

Los economistas consultados por Dow Jones Newswires habían proyectado, en promedio, que las nóminas aumentarían en 125.000 puestos en enero, y que la tasa de desempleo se mantendría en 8,5%.

El informe también indicó que el crecimiento del empleo fue mayor en los meses previos que lo informado previamente, ya que la economía generó 60.000 puestos más que lo estimado en las cifras preliminares del gobierno para noviembre y diciembre.

La última caída en la tasa de desempleo, que ha disminuido desde 9,1% en agosto, se debió en gran parte a un crecimiento real del empleo, más que a una reducción de la fuerza laboral, según el informe. El número de desempleados disminuyó a 12,8 millones, un mínimo de tres años.

Los recientes avances en el mercado laboral reflejan la creciente confianza de las empresas, que nuevamente impulsaron la creación de empleo. El sector privado agregó 257.000 trabajos, lo que compensó la eliminación de 14.000 puestos laborales en el sector fiscal.

Fuente: The Wall Street Journal, 03/02/12.

El mercado laboral de EE.UU. avanza hacia la recuperación

enero 21, 2012

El mercado laboral de EE.UU. avanza hacia la recuperación

Por Kathleen Madigan

 

NUEVA YORK (Dow Jones) — Es necesario gatear antes de poder caminar.

Desde el último verano boreal, los mercados laborales de Estados Unidos han estado mejorando. El país probablemente está ingresando a la necesaria etapa del círculo virtuoso de la recuperación: una mejor demanda está generando más empleos, los que aumentan los ingresos para financiar una mayor demanda.

La mejoría también sugiere que la recuperación de Estados Unidos se está desacoplando de la crisis de deuda de la zona euro.

Esta no es la señal de que «todo está arreglado». La economía estadounidense tiene 13 millones de trabajadores desempleados, muchos de ellos sin empleo por más de un año. Otros 10 millones están subempleados o demasiado desalentados para buscar trabajo. Los salarios aún están aumentando por debajo del incluso moderado ritmo de la inflación.

Pero los mercados laborales tienen que salir desde el profundo hoyo antes que las nóminas comiencen a expandirse.

El pequeño paso más reciente fue la noticia de que las nuevas solicitudes de beneficios por seguro de desempleo se redujeron en 50.000 la semana pasada, la mayor caída semanal desde septiembre de 2005.

Las solicitudes de beneficios por desempleo oscilaron fuertemente al final del año debido a las festividades y las tormentas invernales. Pero incluso si la volatilidad representó la mitad de la caída, las solicitudes rondarían las 375.000, bien por debajo del nivel de más de 425.000 registrado en septiembre.

Además, Jonathan Basile, director de economía de Credit Suisse, dijo que las solicitudes deberían caer aún más.

Analizó las solicitudes y el porcentaje de hogares que esperan más desempleo, una serie incluida en el sondeo sobre la percepción de los consumidores de Thomson-Reuters y la Universidad de Michigan. Basile encontró que las expectativas de desempleo son un indicador anticipado de las solicitudes de beneficios por desempleo.

Las expectativas de desempleo han caído al nivel más bajo desde mayo de 2011, «lo que es una señal de más buenas noticias sobre los despidos en los próximos informes», dijo Basile.

Además, la caída en las solicitudes de beneficios por desempleo no está sucediendo en forma aislada. Las mediciones sobre la producción también están mejorando. Aun cuando el clima cálido está ayudando a las cifras, más producción significa menores cartas de despido.

Aunque el volátil sector de apartamentos arrastró a la baja el total de los inicios de construcción de viviendas en diciembre, la importante categoría de las viviendas unifamiliares aumentó un 4,4%, a su nivel más alto desde abril de 2010, cuando las compras de viviendas fueron impulsadas por un crédito impositivo.

Además, los sondeos realizados por los bancos de la Reserva Federal de Nueva York y de Filadelfia muestran una aceleración de la actividad en las fábricas regionales en enero.

Lo que es más importante, cada sondeo muestra también que los planes de contratación están aumentando.

En una serie de preguntas especiales, la Fed de Nueva York encontró que el 50,5% de sus encuestados esperan aumentar su personal en los próximos seis a 12 meses. La Fed de Filadelfia dijo que el 40% de las empresas fabriles consultadas planean incrementar el empleo este año.
Fuente: The Wall Street Journal, 21/01/12.

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