El impacto del euro

noviembre 11, 2011

Tan lejos de Dios y tan cerca de la zona euro

Por Alistair Macdonald

 

Durante gran parte del año, el ejecutivo manufacturero británico Will Tyler ha examinado con atención los problemas de la zona euro y agradece que Gran Bretaña sea haya mantenido al margen. Ahora, cuando la crisis del bloque económico empieza a arrastrar a los países europeos que no comparten el euro, Tyler cuestiona el valor de la membrecía en este club.

Muchas empresas de las economías europeas que conservan sus monedas—como Suecia, Gran Bretaña y un buen número de países de Europa Oriental y que representan alrededor de un cuarto del PIB de la Unión Europea— albergan las mismas dudas.

La razón principal es simple. La zona euro absorbe alrededor de la mitad de sus exportaciones combinadas. Sin embargo, la volatilidad cambiaria extrema, una mayor incertidumbre política y económica y los signos de interrogación en torno de los países que aspiraban a unirse al bloque monetario también están pasando factura.

Incluso países como Gran Bretaña y Suecia han tenido que pagar una parte de la cuenta de los rescates de la zona euro mediante sus contribuciones al Fondo Monetario Internacional, préstamos bilaterales y uno de los principales fondos de rescate de la Unión Europea. En el caso de la atribulada Gran Bretaña, eso se traduce en una exposición crediticia del orden de los 13.570 millones de libras esterlinas, unos US$21.600 millones.

«Me complace que [Gran Bretaña] permaneciera al margen de la zona euro, porque no queríamos estar sujetos a los vaivenes de otras economías», señaló Tyler, presidente ejecutivo de Octink, fabricante de productos para eventos de marketing. «Pero lo que descubrimos es que eso no marca ninguna diferencia ahora», añade.

Muchos políticos británicos nunca han mirado con buenos ojos a la zona euro, pero las empresas no han tenido la misma precaución. Vodafone Group PLC, el mayor operador de telefonía móvil del mundo por ingresos, realiza más de dos tercios de sus negocios en el continente y anunció en mayo una rebaja contable por US$9.800 millones ligada al menor valor de sus operaciones en España, Italia, Irlanda, Grecia y Portugal para el año finalizado el 31 de marzo.

Desde las empresas que venden repuestos a la gigantesca industria automotriz de la zona euro, a los húngaros que venden caracoles a Francia, las empresas más pequeñas, que en general carecen de la diversificación de las más grandes, se han visto muy afectadas.

«En comparación con el volumen visto hace dos o tres años, ha habido una caída de entre 35% y 40% en las ventas de caracoles, y una disminución de los precios de venta de entre 20% y 22%», señala Istvan Pacs, presidente de una cámara húngara de criadores de caracoles.

Los países europeos que no son parte de la zona euro pueden controlar sus propias tasas de interés y naciones como Suecia, Dinamarca y Gran Bretaña han servido como refugio de los inversionistas. A pesar de contar con uno de los mayores déficits fiscales del mundo, los rendimientos de la deuda pública británica están entre los más bajos de la UE, mientras que los de Suecia son los más bajos.

Sin embargo, esto ha disparado algunas monedas. Desde marzo de 2009, la corona sueca ha subido alrededor de 23% frente al euro.

«La corona fuerte ha hecho que las ganancias que damos a conocer parezcan diferentes a lo que yo, como presidente ejecutivo, siento que estamos logrando desde el punto de vista de las operaciones», explicaba Lars Nyberg, presidente ejecutivo de la empresa de telecomunicaciones sueca TeliaSonera, en una reciente entrevista.

La volatilidad del euro se está transformando en un gran dolor de cabeza. La semana pasada, Peter Mathews, comerciante de chatarra, canceló acuerdos debido a que la moneda común se movía tan de prisa que su empresa, Black Country Metals Ltd., estaba en dificultades para ofrecer presupuestos oportunos a sus clientes.

Las dificultades del euro están avivando las preocupaciones en algunas naciones de Europa del Este que querían unirse al bloque monetario, en tanto que políticos de países como Polonia y Hungría se preguntan si su ingreso es algo conveniente. Esto es visto como una mala noticia, incluso en Gran Bretaña, un país tradicionalmente escéptico del euro.

James Robson, director de la empresa química británica Exwold Technology, quiere expandirse en Europa del Este y le preocupa que la región no adopte el euro. «Tenía grandes esperanzas de que la adopción del euro facilitara el comercio con ellos y el acceso al crédito a las empresas de allí», señala.

Las empresas tienen una preocupación mayor: que los problemas de la zona euro afecten la percepción de la región en su conjunto. Una reciente encuesta realizada por la organización German Marshall Fund en Estados Unidos halló que 51% de los estadounidenses creía que los países asiáticos eran más importantes para ellos que los de la UE, en un giro en relación con la encuesta anterior, cuando 54% de los entrevistados veían a los europeos como más importantes.

Mientras la crisis acapara los titulares de la prensa, la ya frágil confianza de los consumidores europeos se ha desplomado. A mediados de año, el indicador de la confianza del consumidor danés se ubicaba en 3, mientras que ahora se halla en -6,6, señaló Niels Roenholdt, economista en Jyske Bank.
Fuente: The Wall Street Journal, 10/11/11.

Italia es la mayor amenaza para el euro y la economía mundial

noviembre 10, 2011

Italia es la mayor amenaza para el euro y la economía mundial

Por Charles Forelle, Tom Lauricella y Neelabh Chaturved

 

Los rendimientos de los bonos italianos se dispararon el miércoles, llegando a los niveles más altos desde la creación del euro, en la última señal de que los inversionistas están perdiendo la fe en uno de los mayores mercados de bonos soberanos del mundo.

Los precios de la deuda se precipitaron luego de que la entidad financiera LCH Clearnet SA encareciera la transacción de los bonos del país, provocando un alza de 0,77% en el rendimiento del bono de referencia a 10 años, que ascendió a 7,45%. El aumento tuvo lugar a pesar de la promesa del martes del primer ministro Silvio Berlusconi de renunciar al cargo luego de que el Parlamento aprobara un paquete de austeridad.

El alza en los retornos de la deuda de menor plazo fue incluso más espectacular. El de los bonos a dos años trepó 1,19 puntos porcentuales para ubicarse en 7,29%, según la firma especializada Tradeweb. El bono a 10 años cerró a 7,21%, mientras que el de a dos años lo hizo a 7,053%.

Las tasas de interés italianas están subiendo a niveles que muchos analistas consideran insostenibles.

.La huída en masa de los bonos del gobierno italiano suscitó un derrumbe generalizado en los mercados globales, impulsado por el temor de que el cuarto mayor deudor del mundo pierda acceso al financiamiento.

El aumento en los rendimientos de los bonos italianos también marca una nueva etapa de la crisis de la deuda europea que se propagó de los países pequeños en la periferia de la zona euro a una de las grandes potencias económicas del mundo.

Los riesgos de un colapso italiano son grandes. Los sistemas financieros de Europa y Estados Unidos están estrechamente vinculados y Europa es un importante mercado para las exportaciones de EE.UU., América Latina, Asia y otras partes del mundo.

Sin duda, Italia se distingue de otros países de la zona euro que han tenido que solicitar un rescate, ya que sólo tiene que acudir al mercado para refinanciar sus vencimientos de deuda. No obstante, si el aumento en los rendimientos no detiene su marcha y se mantienen por encima de 7% durante un período prolongado, el costo del servicio de la deuda podría ser muy alto para Italia.

«La inestabilidad de la situación política de Italia podría acentuar los niveles de ansiedad del mercado antes de que las tasas siquiera se acerquen a los dos dígitos, y a 7% u 8% Italia podría ser incapaz de recaudar suficiente dinero en el mercado de capitales», sostuvo Laurence Boone, economista de Bank of America Merrill Lynch. «En definitiva, un problema de confianza podría convertirse en un problema de liquidez», añade.

Ante el aumento del costo del endeudamiento, el euro se precipitó frente al dólar y las bolsas se desplomaron en todo el mundo. El Promedio Industrial Dow Jones descendió 389,42 puntos, un 3,2%, para quedar en 11.780,94 puntos. El índice Standard & Poor’s 500 cayó 2,4%, a 1.247,35, mientras que el Nasdaq Composite bajó 2,3%, a 2663,99.

Los problemas de Italia también reanudaron las dudas del mercado acerca del futuro de la moneda común. «Italia desató (la ola de ventas), pero todo lo que vino después tiene que ver con la viabilidad de la zona euro», dijo Rick Bensignor, estratega jefe de mercado de la firma de valores Merlin Securities.

 

La próxima prueba tiene lugar el jueves, en lo que bajo condiciones normales no sería más que una subasta de rutina de papeles del Tesoro italiano. El lunes, asimismo, se realizará una subasta de bonos. «Estamos en una economía de guerra», dijo en una entrevista radial Giovanni de Censi, presidente de la junta directiva del banco Credito Valtellinese. «Nunca he visto nada como esto. La liquidez se ha evaporado».

La deuda de Italia ronda los 1,9 billones de euros (millones de millones), unos US$2,7 billones, y es la segunda mayor de Europa detrás de la de Alemania y la cuarta del planeta. Cerca de 300.000 millones de euros vencen el próximo año y el país acude a menudo al mercado para refinanciar esa deuda.

A los mercados les preocupa que Italia tenga una deuda pública tan alta y un sistema político caótico que no parece preparado para resolver los problemas. Las autoridades europeas, asimismo, han pasado varios meses analizando cómo blindar el continente de un problema como el de Italia y no tienen ninguna solución a mano.

Esto coloca una enorme presión sobre Italia, que tiene que mostrar que es capaz de generar un crecimiento de largo plazo suficiente para empezar a reducir un endeudamiento equivalente al 120% del Producto Interno Bruto (PIB). Por el momento, no está nada claro si las reformas propuestas serán suficientes para abordar la crisis.
Fuente: The Wall Street Journal, 09/11/11. 
 

Argentina: Empeora la Crisis cambiaria

noviembre 8, 2011

Además de demanda de dólares, hay ruidos nuevos en el mercado

Por Alcadio Oña

 

Los analistas mantienen el foco en la inflación, porque es un factor que provoca distorsiones en cadena sobre toda la economía. Pero, además, han empezado a poner el ojo sobre el impacto de algunos fenómenos bien recientes: uno, al que consideran de peso, es la caída de los depósitos en dólares.

Varios de ellos calculan que el proceso ha empezado a consumir entre 70 y 80 millones de dólares diarios y otros, de 80 a 100 millones. Por día, equivalen a cerca del 1 % de la masa total y proyectados, al 13 % mensual. Así de serio es el problema.

Nadie descarta que si la hemorragia continúa, sobrevengan medidas para detenerla. Porque además de pegarle a las reservas y al sistema financiero, puede derivar en un achicamiento de la liquidez y, de seguido, inducir a los bancos a recuperar préstamos.

Ultima escala, la actividad económica .

Está cantado que los dólares terminan en cualquier lugar menos en la economía. Y también, que la salida viene empujada por la desconfianza y la intención de prevenirse ante cualquier contingencia.

En cierto sentido, pariente del mismo fenómeno es la eventualidad de que se consagre el doble mercado cambiario. Ex funcionarios del Banco Central piensan que será inevitable, en el supuesto de que la caída de depósitos en divisas prosiga a este ritmo.

Otros, que también han pasado por la entidad y economistas que ocuparon despachos diferentes, opinan que la coexistencia del dólar oficial con el paralelo ya está instalada, y por un tiempo más prolongado que corto .

En realidad, tal convivencia existió siempre. Sólo que ahora la brecha entre un dólar y el otro alcanza al 10 %, cuando lo considerado razonable es que no sea mayor al 3 %.

Hasta que el Gobierno decidió intervenir con todo en el mercado cambiario, las empresas tenían un cupo de compras de US$ 2 millones mensuales sin controles demasiado rigurosos. En ciertos casos era posible exceder el límite, si el Central lo autorizada. Y recién iban al paralelo cuando el trámite se demoraba demasiado para sus necesidades: por eso el diferencial era mínimo.

Desde que la AFIP llenó la city de inspectores que vigilan cada movimiento, a muchas compañías les resulta imposible acceder a los US$ 2 millones y entonces cubren el faltante en el circuito marginal, que ya tiene poco de marginal. Sumado a la especulación pura, un motivo para que la brecha haya dejado de ser mínima.

Los controles pueden ser justificados, cuando el lavado de dinero abunda, aunque antes también abundaba. Pero cuesta hacer creer que ese sea el objetivo detrás del cerrojo, sino otro mucho más ostensible: la determinación de preservar reservas a todo trance.

Las medidas oficiales han amplificado el ruido. Y encima, dejan la impresión de que son tomadas de apuro y desordenamente. Ni hace falta señalar el riesgo que implicaría levantarlas, si la decisión no va acompañada de un plan integral.

Así, también pierden efecto las palabras. “Se está azuzando deliberadamente un proceso de dolarización que no tiene ningún asidero en las condiciones objetivas actuales de la economía nacional”, dice la jefa del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont. O: ”Nosotros sabíamos que iba a ocurrir un proceso de este tipo durante estos meses, que es un período donde entran menos dólares provenientes de las exportaciones”.

Entre ambas frases flota algo que luce poco claro e incluso contradictorio. Marcó del Pont afirma que hay quienes azuzan deliberadamente la dolarización y, a la vez, que en el Gobierno sabían que iba a ocurrir un proceso de este tipo por el bajón de las exportaciones.

En cualquier caso, el trasfondo es el mismo: las dudas sembradas por un tipo de cambio que evoluciona al 7 % anual, contra una inflación del 23 % y variables que corren a un ritmo parecido o mayor. Y el resultado, también: considerar que el dólar está barato o tomar posiciones antes de que sea tarde.

Sólo la impericia o el temor a los costos electorales puede explicar que el Gobierno haya reaccionado tan tarde, aunque la fuga de capitales era visible a mediados de enero. Pero pasa siempre: es más difícil resolver un problema cuando ya es grande y se ha ramificado.

Parecido al caso de esos globos fofos. Si uno los aprieta en el medio, se inflan a los costados.

Es de paso dudoso que la economía suene como un violín y tenga garantizado un crecimiento fuerte y sustentable, cuando hay piezas desajustadas o muy desajustadas. Entre ellas, el tipo de cambio, las cuentas externas y fiscales y desde luego, la inflación y el INDEC. Lo prueba que ahora mismo el Gobierno haya resuelto meter mano en la montaña de subsidios acumulada durante los años K.

Tampoco ayuda que se haya mantenido un ámbito de compartimentos estancos, en el que orbitan el Central, la AFIP, Economía y el secretario de Comercio. A menudo, pujando entre sí y hasta delante de la propia Presidenta.

Antes, con un escenario bastante menos complejo, las disonancias podían pasar inadvertidas. Pero ahora, cuando saltan desequilibrios que habían sido barridos debajo de la alfombra y crece el tembladeral internacional, la coordinación y la calidad de las decisiones tienen otro valor.

Surgen los costos y, al fin, nada sale gratis.

Fuente: Clarín, 08/11/11.

Mercedes Marcó del Pont, titular del BCRA.

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No cede la demanda de dólares: el Central vendió US$ 70 millones

Por Marcela Pagano

 

La demanda de dólares sigue firme pese a los controles de la AFIP, lo que obligó al Banco Central a sacrificar ayer nuevamente reservas para impedir que la divisa se disparara: vendió cerca de US$ 70 millones de contado y unos US$ 20 millones en futuros pero no alcanzaron para mantener a la moneda estadounidense planchada: el billete subió medio centavo a $4,28 en casas de cambio y ganó 4 milésimas en el mayorista a $4,26. En el la City, las compras de dólares se concentraron sobre todo en los bancos, donde se vieron largas colas y demoras de hasta una hora y media para concretar operaciones con divisas.

Sucede que ante la imposibilidad de hacerse de dólares en casas de cambio –donde las exigencias son mayores, porque ahora exigen demostrar el origen de los fondos además del DNI, siempre que la AFIP habilite la transacción– los ahorristas se dirigieron a los bancos donde tienen cuentas. “Cuando llegamos hoy nos encontramos con una cola de 20 personas esperando que abriéramos las puertas para comprar dólares”, explicaron desde el Citibank del microcentro. Lo mismo sucedió en el Santander Rió de Sarmiento al 600 donde había una cola de 330 personas para poder comprar billetes o retirar depósitos en dólares: “Desde que empezaron los controles cada día que pasa hay más gente que quiere comprar dólares o retirar los que ya tiene en su cuenta . Hoy cuando abrimos había 60 personas en la calle esperando para entrar”, dijo una empleada de esa sucursal, que intentaba contener las quejas de los clientes fastidiados por la espera (algunos hasta optaron por sentarse en el suelo y otros se iban protestando).

La imposibilidad de concretar transacciones de compra y venta de divisas online o por vía telefónica, profundizó el movimiento en los mostradores de los bancos. Según fuentes del mercado cambiario, hasta antes de la instrumentación de los nuevos controles, el 40% de las ventas dólares que los bancos concretaban se hacían a través de estos canales . Pero esas vías quedaron suspendidas. Desde las propias entidades admiten que las compras por esos medios están inhabilitadas “por tiempo indefinido”.

El Banco Francés optó por habilitar a sus clientes las compras de dólares únicamente en las sucursales donde éstos tienen radicada su cuenta.

También llovieron quejas al sistema de la AFIP: “No funciona la red desde temprano. El software es muy lento. Se demora más de una hora para concretar la compra”, explicó una representante de atención al público del Banco Galicia de Perón al 400, abrumada por las quejas de los clientes.

Fuente: Clarín, 08/11/11.

El rendimiento de la deuda soberana italiana se acerca al punto de no retorno

noviembre 8, 2011

El rendimiento de la deuda soberana italiana se acerca al punto de no retorno

Por Tom Lauricella, Matt Wirz y Stephen Bernard

 

Luego de que los rendimientos de los bonos italianos se dispararan el lunes, algunos analistas advirtieron que Italia está a punto de perder el acceso a los mercados de capital.

Menos de dos semanas después de que los líderes europeos dieran a conocer un acuerdo diseñado para apuntalar la confianza en la región, el rendimiento del bono a 10 años del gobierno italiano se acercó a 7%, una barrera que revista una importancia práctica y psicológica en el mercado.

En el plano psicológico, 7% se ha convertido en una referencia obligatoria. Grecia, Portugal e Irlanda solicitaron un paquete de rescate justo después de que el rendimiento de sus bonos soberanos alcanzara dicho nivel.

Aunque analistas dicen que es demasiado simplista decir que Italia se verá obligada a pedir ayuda sólo porque los inversionistas exigen un retorno de 7% por comprar sus bonos a 10 años, agregan que la reciente venta generalizada está acercando al país al límite.

 

«No sé si 7% es el techo máximo, o si es 6,9% o 7,25%, pero no me cabe duda de que Italia no puede seguir adelante por mucho tiempo con este tipo de rendimientos«, aseveró Gabriel Stein, director de Lombard Street Research en Londres.

En la práctica, rendimientos a este nivel podrían obligar a los operadores a colocar más garantías cuando piden prestado contra bonos italianos, debido a que son percibidos como más riesgosos. Esto hace que los valores italianos sean potencialmente menos atractivos para los bancos, que históricamente han sido los mayores compradores de la deuda soberana europea. Esto genera un círculo vicioso, en el que rendimientos más altos producen mayores ventas, lo que a su vez ahuyenta a los compradores. Y con 1,9 billones (millones de millones) de euros en deuda, de los cuales 200.000 millones de euros se vencen el próximo año, Italia no puede darse el lujo de mantener rendimientos a estos niveles.

Analistas indican que las autoridades europeas tendrán problemas para revertir la situación sin un plan concreto para ayudar a Italia. Un programa de esta naturaleza equivaldría a un compromiso ilimitado de recursos por parte del Banco Central Europeo para garantizar la deuda de los países miembros, sostienen.

Los rendimientos sobre la deuda italiana han venido subiendo en forma paulatina durante semanas, pero la venta generalizada del lunes fue particularmente pronunciada, según datos del operador en línea Tradeweb. El retorno sobre el bono a 10 años saltó el viernes de 6,31% a 6,56%. Dos semanas antes se ubicaba en 5,91% y a fines de septiembre en 5,5%.

El panorama es aún peor para Italia si se tiene en cuenta el bono que vence en 2022. El rendimiento de esa emisión llegó a 6,89% el lunes, frente al 5,29% de fines de agosto. «A 7%, estos son niveles extremadamente tensos», dijo Moyeen Islam, director de estrategia de renta fija de Barclays Capital en Londres.

Participantes del mercado dicen que la presión vendedora provino de los inversionistas de largo plazo, como fondos de pensiones, bancos y aseguradoras. También agregan que los inversionistas italianos, que tradicionalmente han sido grandes compradores de la deuda del gobierno, se han retirado del mercado, lo que ha contribuido a un vacío en el que los precios han caído. «La velocidad del movimiento indica que no hay compradores», manifestó Mark Schofield, director de estrategia de tasas de interés de Citigroup en Londres.

El problema más grande, dicen analistas, es el daño que se está haciendo a las finanzas italianas. La deuda del país es más alta que su Producto Interno Bruto y la economía apenas crece. A este ritmo, los analistas creen que sería casi imposible que Italia reduzca su deuda en forma significativa sin un plan de ayuda externa.

«La realidad de que las tasas estén cerca de 6,5% o 7% hacen que sea muy difícil que Italia pague su deuda a largo plazo», dijo Pavan Wadhwa, jefe de estrategia de tasas de interés globales de J.P. Morgan.
Fuente: The Wall Street Journal, 07/11/11.

YPF anuncia un descubrimiento clave en Argentina

noviembre 8, 2011

Repsol YPF anuncia un descubrimiento clave en Argentina

Por Ilan Brat y Matt Moffett

 

El descubrimiento de Repsol YPF SA de una enorme cantidad de petróleo de esquisto en el sur de Argentina podría impulsar las reservas de energía en 44% y marcaría un potencial beneficio imprevisto de grandes dimensiones para el país y la petrolera.

La filial argentina de la empresa española afirmó el lunes que identificó 927 millones de barriles de equivalente a petróleo en rocas subterráneas mientras exploraba 428 kilómetros cuadrados en la zona de Loma de la Lata. Eso representa alrededor de 3,5% de los aproximadamente 12.000 kilómetros cuadrados que posee en la región, que en su amplia mayoría aún no se ha explorado en busca de petróleo y gas de esquisto, indicó la compañía.

El hallazgo es de alrededor de tres cuartos de crudo y un cuarto de gas natural, informó la empresa. Hasta 2010, las reservas de Repsol ascendían a alrededor de 2.000 millones de barriles de equivalente de petróleo, y su división argentina posee 992 millones de barriles de esa cantidad.

El descubrimiento, en todo caso, presenta algunos desafíos potenciales.

Bombear agua y químicos a las profundidades para abrir rocas que contienen petróleo y gas puede ser un proceso mucho más intensivo y costoso que la perforación tradicional en tierra firme. Y preocupación creciente en EE.UU. y otros lugares de que el proceso podría contaminar acuíferos podría poner un freno a su desarrollo en Argentina, afirmó Jim Flanagan, analista que se especializa en América Latina para la consultora de energía IHS CERA.

Argentina, no obstante, tiene un amplio potencial en esquistos. El país se ubicó tercero en el mundo, detrás de China y EE.UU., en reservas potencialmente recuperables de gas de esquistos con 774 billones (millones de millones) de pies cúbicos, según un estudio divulgado este año por la Oficina de Información de Energía de EE.UU.

Sin embargo, Argentina ha tenido problemas para desarrollar reservas tanto de esquisto como convencionales debido a una fuerte intervención en el sector energético por parte del gobierno izquierdista. Luego de sufrir un colapso económico en 2001, Argentina impuso controles de precios sobre la energía para proteger a los consumidores. Pero los controles, junto con el tenor populista de los gobiernos de Cristina Kirchner y su fallecido esposo y predecesor Néstor, han desalentado nuevas inversiones a pesar del rápido crecimiento de la economía.

La combinación de baja inversión y consumo energético creciente, junto con precios más altos, está poniendo a Argentina cada vez más en aprietos. El balance general de comercio de energía de Argentina, incluida la electricidad, este año reportará un déficit de alrededor de US$3.500 millones frente a un superávit de alrededor de US$1.000 millones en 2010, según Daniel Montamat, un ex secretario de energía que también se desempeñó como presidente de YPF cuando era una empresa controlada por el Estado.

Desde que ganó la reelección por un enorme margen el mes pasado, Kirchner le ha enviado señales poco claras a la industria. Hace dos semanas, su gobierno creó más incertidumbre entre empresas de petróleo y gas, al decretar que ellas, junto a las mineras, debían repatriar todos sus ingresos por exportaciones.

La medida se produjo en momentos en que el gobierno intenta fortalecer sus reservas en moneda dura en medio de un reciente aumento de la fuga de capitales.

En una nota más positiva para la industria, el gobierno afirmó la semana pasada que comenzará a reducir algunas medidas que reducían los costos de los clientes corporativos de energía, gas y electricidad. Mientras los recortes anunciados eran muy pequeños como porcentaje de los subsidios totales, el cambio de dirección política fue alentador para las empresas energéticas.
Fuente: The Wall Street Journal, 07/11/11.

La deuda soberana no es el único problema de los bancos europeos

noviembre 7, 2011

La deuda soberana no es el único problema de los bancos europeos

Por David Enrich y Laura Stevens

 

Una deuda soberana de alto riesgo no es la única carga que soportan los bancos europeos: muchas entidades tienen en sus libros pilas de productos hipotecarios exóticos y otros activos de crédito adquiridos antes del estallido la crisis financiera en 2008.

Cuatro años después de que instrumentos como las obligaciones de deuda garantizada (CDO por sus siglas en inglés) y los préstamos apalancados se convirtieran en groserías debido a las pérdidas masivas en que incurrieron quienes los poseían, los bancos europeos aún tienen miles de millones de euros en dichos activos. También tienen carteras significativas de préstamos inmobiliarios comerciales e hipotecas de alto riesgo estadounidenses que podrían seguir bajo presión hasta que repunte la economía global.

Dieciséis de los principales bancos europeos tienen un total de 386.000 millones de euros, unos US$532.000 millones, en activos inmobiliarios y del mercado de crédito potencialmente sospechosos, según un reciente reporte de Credit Suisse. Esto es más que los 339.000 millones de euros de deuda gubernamental griega, irlandesa, portuguesa y española que esos mismos bancos tenían en sus libros a finales de 2010, según la información de las pruebas de solvencia europeas.

Las abultadas carteras de deuda desde antes de la crisis de 2008 agravan los desafíos que enfrentan los bancos del continente. Muchos mantienen miles de millones de euros en bonos emitidos por países con problemas financieros. A ello hay que sumar los cientos de miles de millones en préstamos a clientes en esos mismos países, los cuales tienen altas probabilidades de volverse incobrables a medida que se intensifican los problemas económicos de Europa. La situación ha intensificado los temores de que los bancos no cuentan con suficiente capital para absorber pérdidas potenciales y podrían necesitar apoyo del gobierno.

Puede que los activos en cuestión no resulten tan dañinos. Por ejemplo, si los mercados de bienes raíces se mantienen estables o se fortalecen, los instrumentos que están compuestos de créditos hipotecarios podrían ganar valor y generar una fuente estable de pagos en efectivo para los tenedores de dichos créditos.

Pero los bancos tienen en sus libros estos valores desde hace cuatros años, antes de que empezara la crisis, una época en la que los activos inmobiliarios en general tenían precios mucho más altos. Algunas instituciones no han hecho una rebaja contable del valor de estos activos para reflejar los precios actuales del mercado.

Los bancos europeos han demorado más en sanear sus balances comparado con los estadounidenses. Las instituciones financieras de Europa han reducido a la mitad su inventario de activos de este tipo desde 2007, concluyeron los analistas de Credit Suisse. Entre tanto, los tres principales bancos de EE.UU. —Bank of America Corp., Citigroup Inc. y J.P. Morgan Chase & Co.— han reducido esos activos en más de 80% durante un período similar.

Los ejecutivos bancarios en Europa le restan importancia a dichas preocupaciones. Insisten en que han reducido su exposición en activos de alto riesgo y tienen suficiente capital para absorber cualquier pérdida. Igualmente, añaden que los inversionistas parecen preocupados por el caos de la zona euro y no se han interesado últimamente por la persistente exposición de los bancos al mercado de crédito.

«No es para nada una preocupación», dijo un alto directivo de BNP Paribas SA de Francia, que tiene 12.500 millones de euros en valores garantizados por activos y obligaciones de deuda garantizada ligadas a los mercados de bienes raíces. Los activos son líquidos y con «precios muy conservadores», aseveró.

Sin embargo, estos activos podrían depreciarse debido a una ola de ventas por parte de los bancos. El mes pasado, los reguladores instruyeron a varios prestamistas europeos a que recaudaran un total de 106.000 millones de euros en capital nuevo para mediados de 2012. Banqueros, analistas y otros expertos dicen que subastar los activos de crédito que sobran es probablemente un método atractivo para levantar los fondos. Los bancos franceses, en particular, han identificado dichas ventas como un componente clave de su plan de cerrar una brecha de capital de 8.800 millones de euros.

El problema es que si los bancos venden esos activos a pérdida, socavan aún más sus bases de capital. Pero si no lo hacen, no les queda más remedio que quedarse con activos que consumen grandes cantidades de capital.

Los bancos en el Reino Unido, Francia y Alemania son los mayores tenedores de estos activos estructurados, incluso después de haber reducido su exposición en entre 30% y 50%.

Comparado con los bancos europeos, los prestamistas estadounidenses se han desprendido de esos activos de forma más rápida. «Es una diferencia muy cultural», dijo Kian Abouhossein, jefe de investigación de bancos europeos de J.P. Morgan.

«En EE.UU. se recibe el golpe, se recauda capital y se sigue adelante…». En Europa, los bancos suelen esperar a que los precios se normalicen para luego deshacerse de dichos activos.
Fuente: The Wall Street Journal, 06/11/11.

Grecia e Italia representan un riesgo inmediato para la cotización del euro

noviembre 6, 2011

Grecia e Italia representan un riesgo inmediato para la cotización del euro

Por Javier e. David

 

NUEVA YORK (Dow Jones) — El euro se prepara para otra semana en la que estará a merced de las noticias de Grecia, cuando han pasado apenas unos días desde que se firmara el acuerdo que busca reducir la amenaza que representan los problemas financieros del país.

El primer ministro griego, George Papandreou, estremeció al mundo esta semana al llamar a una votación nacional respecto al recién negociado acuerdo de rescate, lo que empujó al euro a un mínimo de cerca de tres semanas de US$1,3608. Aunque el plan fue abandonado rápidamente, la decisión generó días de agitación política y volatilidad en el mercado que hizo que los analistas se cuestionaran si el país se retiraría del bloque monetario de 17 naciones.

La moneda única se negociaba en US$1,3788 la tarde del viernes en Nueva York.

Salvo una gran sorpresa en el frente económico, el implacable flujo de noticias de Europa seguiría dominando la dirección del euro, especialmente dado que la próxima semana se darán a conocer pocos indicadores económicos importantes.

Las preocupaciones sobre la deuda soberana prácticamente relegaron a un segundo plano la sorpresiva rebaja de la tasa de interés del jueves por parte del Banco Central Europeo, así como la cifra de empleo mensual en Estados Unidos. Los analistas lamentaron el efecto que Grecia está teniendo a nivel mundial, que ven como desproporcionado en cuanto a su tamaño e importancia relativa para la economía mundial.

«Todo el mercado mundial está siendo subyugado por un país del tamaño de Delaware», señaló Thomas Molloy, operador jefe de FX Solutions. «El mundo está tratando de recordarse a si mismo que hay más que sólo Grecia, [pero] justo detrás de Grecia está Italia«.

La calma relativa de la moneda única ha desafiado el alza en el rendimiento de los bonos a 10 años de Italia, que esta semana se expandió a un récord de 450 puntos base sobre los instrumentos comparables de la deuda alemana. Los inversionistas siguen sin estar convencidos de si los esfuerzos de reforma que está adoptando Italia podrán reducir su creciente deuda pública, que en cerca de US$2 billones representa alrededor del 120% de su producto interno bruto.

Los problemas financieros de Italia han obligado al BCE a comprar su deuda en los mercados, en un intento por controlar las presiones de venta producto de la incertidumbre sobre Grecia. En tanto, una cumbre de los 20 mayores países industrializados y en desarrollo culminó el viernes sin un plan de acción concreto para los problemas de deuda de Europa.

La falta de resolución llevó a algunos analistas a predecir nuevos problemas para el euro.

«Esto parece un ambiente bajista para el cruce EUR/USD y los activos de riesgo y sugiere que el euro caerá probablemente bajo los US$1,36 la próxima semana», señaló el viernes Chris Turner, titular de estrategia cambiaria de ING Bank, quien en un informe dijo que la reunión del G-20 fue «una decepción».

Los analistas afirman que el nuevo presidente del BCE, Mario Dragi, emitió un mensaje importante al romper con el énfasis testarudo en la inflación adoptado por su predecesor, Jean-Claude Trichet. Aunque eso socavará la ventaja en cuanto a las tasas de interés que posee la moneda única ante el dólar y el yen, los mercados alabaron el esfuerzo para apoyar el crecimiento.

En tanto, los mercados también están atentos a más señales de que Japón podría vender yenes para mantener debilitada a su moneda. El lunes, el Banco de Japón intervino de forma masiva en los mercados cambiarios luego que el dólar cayera ante el yen a un nuevo mínimo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, cerca de Y75,31. Los observadores del mercado señalan que las tasas de interés ultra bajas en Estados Unidos y las preocupaciones sobre la economía hacen que sea más probable que el dólar vuelva a visitar sus mínimos récord. El viernes, el dólar se cotizaba a Y78,16.
Fuente: The Wall Street Journal, 05/11/11.

¿Esperaban los creadores del euro que fracasara?

noviembre 5, 2011

¿Esperaban los creadores del euro que fracasara?

Por Martin Essex

 

LONDRES (Dow Jones) — ¿Sería posible que los políticos y eurócratas que diseñaron las estructuras de la eurozona siempre hubieran sabido que estas eran defectuosas, pero concluyeran que un colapso estructural les permitiría introducir la política fiscal común que de otro modo habría sido políticamente imposible?

Por lo general, este escritor tiene poco tiempo para teorías de conspiración, pero Richard Jeffrey, director general de inversiones de Cazenove Capital Management, expone argumentos convincentes.

A lo largo de la actual crisis que involucra a los bancos de Europa y Grecia, ha reinado una suposición generalizada de que los problemas de la eurozona fueron ocasionados por la creencia equivocada de que si la voluntad política fuera lo suficientemente fuerte sería posible superar las claras deficiencias económicas en el diseño del sistema.

La idea de que sus creadores siempre supieron que el sistema colapsaría, pero concluyeron que este colapso les permitiría implementar la unión más profunda que muchos de ellos favorecían, sugiere algo más que ingenuidad.

«Algunos de los políticos que introdujeron el euro, que presionaron para que se implementara, se dieron cuenta de que llegaríamos a esta crisis en alguna etapa, pero también se dieron cuenta de que la crisis los acercaría más a su objetivo, que era además la unión fiscal y la creación de unos Estados Unidos de Europa», señaló Jeffrey el lunes a la audiencia del programa radial Wake Up to Money en BBC Radio 5.

«Entonces, en cierto sentido, la reacción de la eurozona de decir que lo que necesitamos ahora es una unión fiscal más estrecha, es exactamente lo que la gente quería», agregó. «Ellos conocían algunos de los riesgos que estaban asumiendo y sabían que habría una crisis en algún momento».

El argumento de Jeffrey nos lleva más allá de la idea de que los políticos pensaban que la voluntad política por sí sola podría mantener unida a la eurozona. Sugiere que ellos sabían que no sería así. Entonces le pregunté si lo decía en serio y esta fue su respuesta:

«El punto es que, desde el punto de vista lógico, una moneda común sería lo último que uno implementaría [después de política fiscal, sistemas legales, regulación de mercado, etc., comunes] si uno estuviera intentando unir a los países en una especie de federación política, ya que sería una política monetaria y moneda común las que expondrían todas las tensiones entre las economías», señaló.

«Sin embargo, los políticos trastocaron este argumento y vieron a la unión de la divisa como un primer paso obligatorio, ya que necesitarían un enfoque más federal en otras áreas, como la política fiscal, para que tuviera éxito».

Para respaldar su argumento, Jeffrey cita comentarios que hizo Romano Prodi a Financial Times en 2001, cuando era presidente de la Comisión Europea.

«Estoy seguro de que el euro nos obligará a introducir una nueva serie de instrumentos de política económica. Es políticamente imposible proponer eso ahora. Pero algún día habrá una crisis y se crearán nuevos instrumentos».

Por lo tanto, señala Jeffrey, una moneda común no era el final de juego, sino que un mero paso que requería más medidas de la eurozona; medidas que con el tiempo conducirían al fin deseado: una unión política y económica plena en unos Estados Unidos de Europa.

En este contexto, difícilmente sorprende que los inversionistas, desde los chinos hasta George Soros, estén manifestando sus reservas en cuanto a los últimos planes para solucionar la crisis de deuda de la eurozona.
Fuente: The Wall Street Journal, 03/11/11.

Diez decisiones financieras que puede tomar ya mismo

noviembre 5, 2011


Diez decisiones financieras que puede tomar ya mismo

Por Brett Arends

 

Los mercados están despertando ante lo inevitable.

En Europa, Grecia está quebrada: los bonos de corto plazo del país rinden más de 100%. En Estados Unidos, la economía se está desacelerando, Washington está paralizado, y la Reserva Federal se ha quedado sin balas.

¿Cuánto más empeorará? ¿Se desmoronarán los mercados como lo hicieron en 2008? ¿Se desplomará la economía y caerá en otra recesión?

A pesar de las decenas de pronosticadores que ofrecen su opinión, nadie realmente sabe. Las predicciones de los expertos tienen un historial muy deficiente.

Pero conocemos el presente. Y a continuación hay una lista de diez decisiones inteligentes en materia de dinero que usted puede tomar ahora mismo:

1. Refinanciar. Si aún no lo ha hecho, ahora es el momento. Las tasas hipotecarias están cayendo junto con los rendimientos de los bonos del Tesoro y están desplomándose a menos de 4%. Es un buen negocio.

2. Consiga crédito mientras puede. ¿Pensaba en conseguir una tarjeta de crédito? ¿Una línea de sobregiro? ¿Un crédito respaldado por capital hipotecario? Nada mejor que el presente. Existe una buena probabilidad de que las cosas serán más difíciles, no más fáciles, en el futuro.

3. Reduzca sus costos. Odio ser el portador de malas noticias, pero los mercados financieros indican que las cosas no van a mejorar a corto plazo. Ya estaban lo suficientemente mal: uno de cada cuatro hombres de mediana edad carece de un empleo pleno, una tasa no vista desde la Depresión. Washington está paralizado, la Fed se ha quedado sin remedios. Sea severo con los presupuestos de su familia. Puede necesitar esos dólares adicionales más adelante.

4. Venda algunos bonos protegidos contra la inflación. Los TIPS (bonos protegidos contra la inflación, por sus siglas en inglés) habitualmente han estado entre mis inversiones favoritas, especialmente para inversionistas mayores y más conservadores. Pero les ha ido tan bien que ya no son un buen negocio. Los TIPS de corto plazo garantizan ahora que uno perderá poder adquisitivo, incluso antes de impuestos, y aun si tomamos en cuenta la tasa de inflación oficial a valor nominal. Los TIPS de más largo plazo todavía ofrecen un retorno positivo en términos reales, pero es magro.

5. Venda algunos bonos del Tesoro. Sí, se han disparado ahora que los inversionistas han buscado refugio. Pero funcionan como una sierra: cuanto más sube el precio, menor es el rendimiento. El bono a diez años ahora rinde 2,01 por ciento, un monto penoso y muy por debajo de la inflación. Quizá los bonos suban incluso más, y los rendimientos bajen aun más. Podría ocurrir. Pero a estos niveles los riesgos son asimétricos.

6. Venda algunas acciones de baja capitalización. Sí, ya han caído mucho: el índice Russell 2000 ha bajado de 870 hace unos meses a 645. Y comúnmente compraría algo en vez de venderlo tras caer. Pero en este caso, la caída reciente es engañosa. Las acciones de compañías pequeñas aún no están baratas según patrones históricos. Y suelen ser las que más sufren en un bajón.

7. Compre acciones de grandes compañías industriales. ¿Busca alguna oferta? Fíjese al tope de la pila. Las acciones de empresas de alta capitalización son un buen negocio, sin importar lo que ocurra. En un bajón puede gozar de buenos dividendos. Si el mercado se recupera usted puede obtener también una ganancia de capital decente.

8. Eleve sus aportes al fondo de 401(k) e IRA. ¿Elevarlos? Sí. Si las acciones se abaratan mucho más, será una gran oportunidad de compra, y uno debería aprovecharla. Y si la economía empeora mucho más, tenga conciencia de que en el peor de los casos el dinero en un 401(k) y un IRA está protegido tanto de los acreedores como de los impuestos.

9. Aporte a planes 529 (fondo de ahorros para la universidad) para sus hijos. Se aplican los mismos argumentos a estas cuentas de ahorro para la universidad protegidas de impuestos que para el fondo 401(k), aun cuando bajo reglas federales la protección de los acreedores se agrega en el curso de dos años.

10. Compre oro. ¿Demasiado tarde? Quizá no. El oro ha caído casi US$200 en el pánico, conforme los inversionistas liquidan todo. Aun así, pocas personas tienen oro. Prácticamente nadie lo tiene, a pesar de todo el frenesí. Y es un seguro de portafolio para exactamente esta clase de estragos.
Fuente: The Wall Street Journal, 03/11/11.

La Fed mantiene el dedo en el gatillo

noviembre 5, 2011

La Fed mantiene el dedo en el gatillo

Por David Reilly

 

No se trata de si sucederá o no, sino de cuándo. Al menos, eso es lo que piensa el mercado respecto a las nuevas compras de bonos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos para impulsar la economía.

Pero aún queda una interrogante sin responder: Tras fracasar hasta ahora en reducir significativamente el desempleo a través de extraordinarias medidas previas, ¿puede o debe la Fed seguir intentándolo?

Ciertamente, las proyecciones económicas revisadas que la Fed publicó el miércoles tras su reunión de dos días, como también los comentarios de su titular, Ben Bernanke, parecieron preparar el terreno para más flexibilización. La Fed espera ahora que el desempleo se ubique entre un 7,8% y un 8,2% en el 2013, frente a la proyección de junio de entre un 7% y un 7,5%. También difundió proyecciones para el 2014, que muestran una tasa de desempleo de entre un 6,8% y un 7,7%. Por otra parte, el crecimiento económico en el 2012 probablemente se ubique entre un 2,5% y un 2,9%, lejos de la proyección de entre un 3,3% y un 3,7% emitida en junio.

Así que, si bien la inflación parece estar bajo control, las cosas no son muy satisfactorias «en términos de la tasa de crecimiento y el desempleo», dijo Bernanke. Señaló además que debido a que el moribundo sector de la vivienda es una gran razón por la cual la economía no se recupera con más rapidez, las compras de valores respaldados con hipotecas son una opción viable para el banco central.

Esto llevó a muchos a preguntarse porqué la Fed simplemente no presiona el gatillo ahora.

Por supuesto, hubo una disensión en el comunicado de la Fed: el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, conocido por su postura de relajamiento monetario, quien se opone a la falta de acción.

Pero hay buenas razones para que la Fed haga un alto al fuego. La economía crece, aunque no a la tasa que la Fed quisiera y la deflación no es un riesgo inminente.

Tan recientemente como agosto, la Fed tomó una medida sin precedentes al decir que mantendría las tasas de interés a corto plazo cercanas al cero hasta mediados de 2013. En septiembre el banco central dio pasos para reducir las tasas a largo plazo al cambiar sus títulos del Tesoro por valores a mayor plazo. Por lo que era hora para una pausa y ver el impacto que tuvieron estas medidas no convencionales.

La Fed también podría haber querido mantener su pólvora seca mientras observa cómo evoluciona la crisis de deuda soberana europea y se mantiene atento a la posibilidad de que las batallas por el déficit de Estados Unidos lleven a recortes de gasto que actúan como lastres sobre la economía.

Un mayor motivo de vacilación podría ser que la Fed no está muy segura sobre hasta qué punto una política monetaria extrema puede directamente afectar el desempleo. Es una realidad que las medidas previas de la Fed parecen haber evitado la amenaza de deflación además de contribuir a frenar el desplome del mercado de la vivienda.

Pero, aunque la Fed haya expandido su hoja de balance a cerca de US$2,8 billones mediante la compra de bonos respaldados por hipotecas y títulos del Tesoro, el desempleo se mantiene sobre el 9%. Y aunque la Fed ha ayudado, a través de sus decisiones más recientes, a reducir los tasas hipotecarias a cerca del 4%, esto aún no parece revitalizar el sector vivienda.

Así que, por ahora, es justifica la actitud de esperar y observar, si bien la Fed tiene el dedo listo en el gatillo, sobre todo si los mercados accionarios se vuelven volátiles de nuevo.
Fuente: The Wall Street Journal, 03/11/11.

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