Uno de los temas clave de la política económica, y no sólo de la política económica, es poder distinguir entre cambios transitorios y cambios permanentes del contexto.
En efecto, el tipo de instrumentos o acciones que se deben realizar para enfrentar una situación, no es igual si estamos ante algo que vino “para quedarse” o ante un acontecimiento producto de una situación excepcional, que volverá a la normalidad rápidamente.
Un buen ejemplo, en ese sentido, es lo que ha ocurrido con los precios relativos de nuestros productos de exportación y con el valor de las monedas internacionales en los últimos años.
La Argentina es, en términos técnicos, “un país pequeño”, salvo en la soja. Ser técnicamente un país pequeño, no ofende nuestro patriotismo, ni a nuestro ser nacional, sólo implica que somos “tomadores de los precios internacionales” en el sentido que no podemos influir en la evolución de dichos precios, tenemos que aceptarlos, son un dato. (Salvo en la soja en dónde la producción argentina sí importa).
China, por ejemplo, es casi el 50% de la demanda mundial de casi todo, de manera que, cuando cae la demanda china de algún producto, el precio de ese producto, todo lo demás igual, cae. Lo mismo pasa, del lado de la oferta, cuando, por ejemplo, un fuerte exportador de petróleo, modifica su producción.
Siendo tomador de los precios internacionales, resulta clave, para el diseño de las políticas, comprender si los eventuales cambios en dichos precios, obedecen a causas transitorias o si, por el contrario, responden a modificaciones llamadas a durar mucho tiempo.
A partir del 2002, y más intensamente entre el 2003 y el 2011, con la excepción del momento más duro de la crisis financiera (2008-2009) los precios de los commodities no dejaron de subir y el valor del dólar no dejó de debilitarse. (En parte son las dos caras de la misma moneda).
Obviamente, algo que duró entre el 2003 y el 2011, mal puede interpretarse como algo transitorio.
Sin embargo, el gobierno K. en un grave error histórico, que nos costó mucho en materia de crecimiento y progreso (basta con compararnos con la evolución de los países vecinos en el período relevante), actuó como si esos cambios favorables fueran transitorios y decidió, “defender la mesa de los argentinos”, aislando los precios locales de alimentos y de energía, de los internacionales, con distintos instrumentos. (Retenciones, restricciones para exportar, etc. etc.).
Pero en economía, se puede remar contra la corriente un ratito, después, los músculos se cansan, y lo que se quiso evitar, vuelve con más fuerza todavía.
Así se destruyó la oferta de muchos productos, anulando los mencionados beneficios del cambio de precios relativos del mundo y, al caer la producción, la “mesa de los argentinos” terminó pagando más caro, lo que hubiera sido más barato por aumento de las cantidades. Y lo que se sigue pagando “barato”, se hace a costa de grandes subsidios públicos financiados con emisión y con el uso de las reservas del Banco Central. Terminamos, entonces, estancados, con alta inflación y sin reservas.
En otras palabras, aprovechamos muy parcialmente, solo con la soja, los beneficios del mundo, y en lugar de ser mucho más ricos, produciendo alimentos de alto valor agregado o petróleo, gas, o minería, y usar esa mayor riqueza para modernizar la infraestructura, e insertar globalmente, en serio, a la industria y a los servicios de alta calidad, terminamos vendiéndole al mundo muy poco, importando energía, sin infraestructura, y despilfarrando la mayor riqueza en gasto público improductivo y corrupción, salvo honrosas excepciones.
Y, encima, desde el 2012 y más intensamente en el último año, el escenario externo está cambiando, también de manera estructural, y los precios de los commodities bajan, el dólar se fortalece en el mundo y en la región y nosotros, por definición, somos más pobres, porque lo poco que le vendemos al mundo vale menos y nuestros costos internos no han dejado de subir, por esa mezcla de presión impositiva récord, gasto público récord y déficit récord.
Paradójicamente, el equipo económico reconoce esta realidad de los nuevos precios relativos del mundo, y sin embargo, sigue actuando como si la soja valiera 600 dólares y en el Banco Central hubiera reservas de sobra.
El mundo ha cambiado, pero nuestro cambio quedará para el próximo gobierno.
ALD Básico: Personas de la tercera edad son vulnerables para el crimen organizado
Una adorable señora que supera los 70 años, canas y un bastón, podrían significar signos inequívocos de debilidad que aleje a la anciana de inmediato de un perfil riesgoso y más aún criminal. Pero nada más alejado de la realidad.
Los oficiales de cumplimiento deben siempre tener en su guía de controles un paradigma en el cual hay que insistir: detrás de personas de la tercera edad, existe la vulnerabilidad y el riesgo de una operación de LD/FT o fraude financiero.
Sobran ejemplos en donde personas que incluso superan los 70 años de edad, han sido captados (en algunos casos de manera consciente o simplemente engañados) por bandas criminales que aprovechan estas víctimas que podrían- por definición- no levantar sospechas a los sujetos obligados.
Los grupos delictivos buscan ancianos de escasos recursos, casi en estado de desesperación en muchos casos y que, ante la promesa de una mejora en su situación prestan su nombre y firma para aparecer como dueños de autos, departamentos y hasta para figurar como presidentes de sociedades.
La vulnerabilidad queda demostrada cuando las autoridades desmantelan organizaciones criminales cuyos bienes se encuentran a nombre de personas mayores utilizadas como testaferros que, en muchas ocasiones, no hacen o han hecho aportes tributarios de ningún tipo en el transcurso de su vida.
Usualmente son personas que no tributan, lo cual los vuelve menos vulnerables a los controles de los distintos organismos, permitiéndoles a los delincuentes no levantar sospechas por los movimientos de dinero.
Se apunta lamentablemente a sujetos de la tercera edad muy pobres, que están invisibles para el sistema, lo que resuelve muchos problemas que tienen las organizaciones criminales cuando tienen que introducir el dinero en el sistema legal
Solo en Estados Unidos cada año se generan US$ 2.600 millones mediante estafas a ancianos. El estudio incluyó los casos de negligencia y de abuso sicológico, pero el mayor número de casos estuvo relacionado con lo que se describe como una explotación financiera seria: estafa, robo de identidad, robo, suplantación y falsificación.
Vías para evitar esta metodología de lavado
Con una adecuada política de “conozca a su cliente” por parte de las instituciones financieras e intermediarios de las operaciones inmobiliarias, por ejemplo, podría seguramente evitarse que personas desconocidas o con escasos antecedentes en operaciones similares, sean utilizadas por las bandas delictivas.
Una serie de procedimientos extraños deberían hacer sonar las alarmas del departamento de cumplimiento de las diferentes entidades en relación a clientes de la tercera edad:
– Si se nota que el anciano no está del todo enterado de los detalles de la operación.
– Un cliente conocido, con un comportamiento rutinario conocido por la entidad, que de pronto hace un cambio significativo en sus transacciones o efectúa operaciones erráticas e incongruentes. Por ejemplo un anciano con cuenta en determinado banco que solicita una tarjeta de crédito habiéndose mostrado reacio a ella anteriormente.
– Un anciano que nunca había tenido cuenta en la entidad bancaria aparece acompañado o incluso solo, solicitando abrir una cuenta con un monto de dinero importante.
– Una persona mayor que no figura ni ha figurado jamás como contribuyente al fisco, o sin actividad laboral pasada o actual comprobable, se presenta ante una oficina inmobiliaria con la intención de comprar una propiedad; o el mismo caso que se presente en una agencia de autos para adquirir un vehículo.
– Si en el pasado se pagaban adecuadamente las facturas por servicios y de un momento a otro dejan de ser pagadas.
– Si una tarjeta de cajero automático nunca fue solicitada y se hace el requerimiento repentino de una.
– Si la actividad que la tarjeta electrónica fue rutinariamente de US$ 50 por semana y aumentan los movimientos a US$ 3.000 semanales, entonces debe revisarse la situación del cliente, especialmente si tiene un nuevo apoderado.
Contradicción de los custodios y sospechas de Arroyo Salgado
Por Lucio Fernández Moores.
La diferencia en el relato de quienes debían cuidar a Nisman generó dudas en su ex mujer. También, el rol de Lagomarsino.
La voracidad de la información en torno a la por ahora «muerte dudosa» del fiscal Alberto Nisman hizo casi olvidar un dato bastante llamativo y que, de hecho, llevó a la primera reacción ejecutiva del Gobierno, al inicio del caso.
Los dos custodios de la Policía Federal que fueron a buscar a Nisman a su casa el domingo 18 de enero dieron dos versiones distintas sobre el horario en el que por primera vez subieron al departamento que éste ocupaba en una torre de Puerto Madero aquel día.
Tanto el sargento primero Luis Miño como el suboficial Armando Niz coincidieron en relatar que Nisman no respondió los llamados telefónicos ni los que hicieron a través del portero eléctrico del edificio al departamento 2 del piso 13.
Sin embargo, Miño dijo que subieron al departamento cerca de las 17.30, después de haber hablado por teléfono con una de las secretarias privadas del fiscal, Marina Pettis, y Niz sostuvo que lo hicieron antes de entablar contacto con ella, a las 14 horas. Son tres horas y media de diferencia. Demasiado para quienes recuerdan en declaración testimonial lo ocurrido apenas un par de días después del hecho por el que se les pregunta.
Una fuente vinculada a la causa AMIA sostuvo que la ex esposa de Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, pensó en algún tipo de «conspiración» entre uno de los custodios y el técnico en informática Diego Lagomarsino, quien admitió haberle entregado a Nisman el arma que, según las pericias, provocó la muerte del fiscal.
«Esto le servirá a Arroyo Salgado para un eventual juicio por daños y perjuicios que seguramente le haga en el futuro al Estado en nombre de sus hijas», dijo otra fuente también relacionada con la investigación del atentado que en 1994 provocó la muerte de 85 personas. Claro que primero deberá establecerse si se trató de un homicidio, como ella sostuvo públicamente la semana pasada, o si fue un suicidio, como ella misma dijo que es la hipótesis de la fiscal Fein.
El Gobierno reaccionó tras conocerse las declaraciones de los dos policías y los separó preventivamente de funciones al abrirles un sumario ocho días después del hallazgo del cadáver de fiscal de la causa AMIA.
Lo llamativo es que, por lo que se sabe, la fiscal Viviana Fein no los convocó todavía a un careo, una medida lógica en cualquier causa penal y más aún en ésta, en la que se investiga la muerte violenta de un colega que estaba a cargo de la investigación del atentado terrorista más grande ocurrido en la Argentina.
Lagomarsino quedó comprometido tras la difusión pública de las conclusiones de la pericia de la querella representada por Arroyo Salgado. Es que, de acuerdo con lo establecido por sus peritos, Nisman habría muerto en la noche del sábado. Y Lagomarsino se retiró de la casa de Nisman al anochecer de ese día. Las cámaras de seguridad de la autopista así lo confirmaron.
Más allá de la actuación de la custodia policial del fiscal muerto, Fein indagará en los próximos días sobre el papel de la Prefectura. Quiere saber por qué demoraron tanto tiempo en avisar a la Justicia sobre el hallazgo del cadáver de su colega. El llamado de la Prefectura al juzgado en turno fue a la medianoche, pero la muerte ya había sido verificada a las 22.30.
La era oscura de Internet: advierten que los bits no van a existir para siempre
Por Ariel Torres.
Vinton Cerf, inventor de Internet junto con Bob Kahn, tiene un punto cuando advierte sobre el cataclismo digital en ciernes. Documentos, correos, imágenes, videos, blogs y la Web en general van a perderse irremediablemente, sentenció hace unos días en la reunión anual de la Asociación Norteamericana para el Avance de las Ciencias. ¿La razón de esta Gran Extinción Digital? Que los programas que usamos para acceder a tales documentos van a volverse obsoletos muy pronto. Cerf llama a este proceso bit rot (putrefacción de los bits), y anticipa que por lo menos perderemos la información de una generación, si no de un siglo. «Los primeros pasos de la humanidad en el mundo virtual se perderán para los historiadores del futuro», asegura.
Esta preocupación no es nueva en el repertorio de Cerf. En el último párrafo de un artículo que publicó hace más de siete años en la revista del Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, imaginó a un individuo que, en el año 3000, trata de leer una presentación de PowerPoint 1997 usando la última versión de Windows. Cerf se pregunta entonces cómo lograr semejante prodigio. ¿Tendremos que preservar todos los programas usados para crear esa información? ¿Habrá que retener también los antiguos sistemas operativos? ¿Harán falta emuladores del hardware?
Mil años pueden parecer una enormidad. Lo son, de hecho. Pero hasta mediados del siglo XX, nuestros registros fueron preservados en sustratos capaces de tolerar esos abismos de tiempo, y más. La arcilla de los sumerios, el papiro egipcio, el pergamino de los romanos, el papel de vitela de la Edad Media, incluso nuestra cotidiana celulosa nos han permitido reconstruir la historia humana con lujo de detalles. Las fotos y el cine sumaron sus invaluables testimonios en el también confiable acetato.
A partir de la digitalización se vino a producir una paradoja, que tiene al menos dos facetas. Por un lado, se simplificó la producción de documentos. Pasamos del rollo con escasas 24 o 36 fotos a cámaras capaces de almacenar miles de imágenes. De la tosca y centenaria máquina de escribir nos mudamos al veloz, dúctil e incansable procesador de texto.
Por otro lado, sin embargo, para reproducir estos documentos digitales deben intervenir tecnologías complejas. Mientras la página impresa no necesita computadora ni Windows, un simple documento de Word, un MP3 y cualquiera de las fotos que sacamos a diario exigen cerebros electrónicos y software para revelarse. De otro modo, son simples cadenas numéricas sin sentido.
«Estamos tirando todos nuestros datos despreocupadamente a un agujero negro sin darnos cuenta», alerta el veterano matemático e ingeniero en sistemas. En el corazón del problema está que las máquinas y programas que usamos hoy serán en 20 años piezas de museo. ¿Cuántas computadoras nuevas pueden hoy leer un disquete? Ninguna. Fue abandonado en 2003. El CD y el DVD están transitando un lento pero inexorable eclipse.
Luego están los formatos de archivos. Los JPEG son hoy los reyes, pero el día menos pensado se convertirán en una rareza. Las bases de datos -estructuras fundamentales de nuestra época, pese a que nos resultan en general invisibles- también pueden envejecer, lo mismo que los sistemas operativos (Windows, Mac, Android, Linux y sigue la lista). Casi todos hemos experimentado el calvario de pasar los datos de una agenda digital a un smartphone. Fue sólo el comienzo.
Al ominoso escenario se añade el que muchas de las tecnologías usadas para producir y reproducir la documentación de nuestro tiempo son propietarias. Si la compañía detrás de estos protocolos desaparece o si esa tecnología es discontinuada, las posibilidades de acceder a los datos se reduce en consecuencia.
No obstante, hay una luz de esperanza. Aunque parece presuroso, el proceso de obsolescencia es paulatino y los formatos y medios más populares (los JPG, pongamos) quizá puedan actualizarse a tiempo, antes de caer en el olvido.
Fuente: La Nación, 09/03/15.
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La eterna paradoja de la duración de los datos
Por Eduardo Giordanino.
En el museo vemos algunos pedazos de arcilla cocida sumeria de 4000 años de antigüedad. Ahí están los inventarios de cereales, censos de población y el poema de Gilgamesh. Miramos las fotos de nuestros tatarabuelos, cuyos rostros y vestimenta aparecen con gran definición en tonos sepia sobre un duro cartón. Algo distinto ocurre cuando miramos nuestras primeras fotos digitales: contornos borrosos y colores quemados, muchas no pueden imprimirse ni mucho menos ampliarse. Si en el siglo pasado grabamos eventos en Súper 8 o en MiniDV, debemos recurrir a los servicios de migración a digital para poder ver nuestros recuerdos. Así, somos capaces de leer la partida de nacimiento de nuestros abuelos, pero cuando queremos abrir un documento digital que creamos hace 10 o 20 años podemos pasar horas buscando el decodificador adecuado. A veces logramos recuperar el texto, pero perdemos el diseño, las tabulaciones o las tildes; de cursivas y negritas ni hablemos. La pesadilla aumenta cuando se trata de otro tipo de archivos, por ejemplo planillas de cálculo o bases de datos. Es la eterna paradoja de la duración de los soportes de información.
Es probable que muchos recursos digitales no puedan ser usados en el futuro. La información electrónica puede ser alterada, puede volverse inutilizable por la degradación del soporte de almacenamiento, o por el cambio en las tecnologías del hardware o el software. La migración de formatos y la emulación de programas son algunas estrategias para evitar estos inconvenientes, junto con los metadatos, que aseguran su supervivencia para el futuro.
—El autor es profesor de Registro y Organización de Materiales Editoriales de la UBA.
Los impuestos con parámetros desactualizados son doblemente pesados
Por Guillermo LoCane.
Son muchos los tributos en la Argentina que se rigen por parámetros que quedaron totalmente desactualizados por el crecimiento continuo y sostenido de la inflación de los últimos años. Esto lleva a convertirlos en mucho más gravoso (pesados) que lo diseñado originalmente por los legisladores que los sancionaron, y genera obvias resistencias y quejas entre los contribuyentes.
Bienes Personales: La falta de actualización del mínimo exento hizo que cada vez más personas deban afrontar el peso del impuesto siendo dueños de un pequeño patrimonio.
El gravamen quedó totalmente desnaturalizado, si consideramos que el mismo fue creado en 1991 con la finalidad de establecer un impuesto a la riqueza para aquellos sujetos que poseían un patrimonio superior a u$s100.000. Algo parecido sucede con Ganancia Mínima Presunta, que deben afrontar las compañías por su patrimonio. El límite vigente proviene de la redacción original de la norma que regula el gravamen, que data del 1998 y que fue fijado en $200.000
Impuesto a la ganancias: Son múltiples los parámetros que la ley contiene y que no se han actualizado, empezando por los establecidos en el artículo 23° de deducciones y mínimo no imponible y la escala de liquidación del artículo 90°.
Impuesto al Valor Agregado: En el año se tomó la decisión de poner un freno a los abusos que hacían las compañías con los vehículos. Lo que sucedía era que los ejecutivos simulaban que la firma adquiría un automóvil para uso del directivo, cuando en realidad era uso particular. De esta manera, las empresas podían computar como créditos fiscales los que surgían de tal operación y, por lo tanto, reducían el monto que les correspondía pagar en el IVA. Por eso, se incluyó en la norma un tope de $20.000 anuales. A más de 10 años del último cambio, ese importe permanece vigente pese a que los valores de los automóviles crecieron potencialmente.
Monotributo: Ya se han atrasado los parámetros establecidos en el año 2013 y se mantiene el límite máximo de precio unitario de venta de bienes en $2.500 (si los monotributistas venden a un valor mayor, pierden la condición de tales).
Ley Penal Tributaria: Otra de las normas que posee parámetros estáticos es la Ley Penal Tributaria, que establece penas de prisión para aquellos que evadan un determinado importe por gravamen y por período. Lo preocupante es que, al no recibir un ajuste, aumenta las posibilidades de que los que no paguen puedan quedar tras las rejas. La Ley 24.769 (establecida en el año 1996) fue reformada por última vez en el 2011, elevándose en dicha oportunidad los montos objetivos.
Valor récord. Con Cook de CEO, Apple cotiza en US$750.000 millones, cuatro veces más que cuando estaba Jobs. Marca récords de venta y ganancias y no para de innovar.
Tim Cook, el nuevo rey de los negocios.
Acosado ya por su larga enfermedad, en agosto de 2011, Steve Jobs dejaba el timón de Apple a Tim Cook, hasta entonces, su mano derecha. Esa última decisión fue de lo más acertada. La cotización bursátil de Apple rozaba el viernes los US$750.000 millones, cuadriplando el valor que tenía cuando estaba Jobs. El coloso del Silicon Valley, además, marca récords de ventas y ganancias sobre todo con su producto estrella –el iPhone–, se apresta a lanzar su reloj inteligente (el Apple Watch) y desarrolla su propio auto eléctrico, entre otras iniciativas.
Los últimos informes de la compañía son asombrosos. Tras incursionar exitosamente en mercados asiáticos con productos de alta gama, Apple alcanzó una facturación de US$74.600 millones en el último trimestre, lo que le reportó ganancias por US$18.000 millones. Y todo gracias a los 74,4 millones vendidas de sus nuevos productos insignia: el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus. Frente a estas cifras, las ventas de iPad (21,4 millones) y las de la división de computadoras Mac (5,5 millones) parecen un relleno.
El valor de mercado de Apple, rondando tres cuartas pares del billón de dólares, más que duplica las de sus inmediatos perseguidores, según el índice Standar and Poor’s 500: la petrolera Exxon Mobil (US$377.974 millones), Google (US$365.957 millones), el fondo de inversión de Warren Buffet, Berkshire Hathaway (US$362.000 millones) y Microsoft (US$356.000 millones). Con respecto al notable despegue, Tim Cook consideró que todo el mayor logro es haber incursionado en algunos mercados asiáticos, sobre todo en China, con productos de alta gama.
En los últimos tres meses de 2014, Apple vendió más iPhones que cualquier otra marca. Todo mérito de Cook, porque él personalmente se encargó de trabar una alianza en septiembre pasado con China Mobile, la mayor operadora del país, que cuenta con 760 millones de clientes. “Esta asociación –dijo Cook– hace que por primera vez podamos posicionar el iPhone a un nivel diferente” en ese país. Apple facturó en el último trimestre en China, Hong Kong y Taiwán un total de US$38.000 millones.Y no sólo eso. Apple también amenaza el liderazgo de Samsung en su propia casa: Corea del Sur. Con sus últimos dos modelos de iPhone, la marca se posicionó en el segundo lugar en ese mercado, con un 33% del total, superando a LG (14%), otra de las marcas coreanas, egún datos de la consultora Counterpoint Research. Tom Kang, analista especializado de esa consultora, destacó que hasta este momento “ninguna marca extranjera había logrado superar el 20% del mercado” coreano. En Japón, incluso, Apple predomina claramente con el 51% del market share, por encima de Sony (12%).
Estos éxitos consagratorios, más los proyectos del Apple Watch y el coche eléctrico, proporcionan a la compañía nuevas oportunidades. La tenacidad innovadora, puesta en duda desde el alejamiento de Jobs, no decayó bajo la comandancia de Cook. Este ingeniero de 53 años, con más de 16 años en Apple (llegó en 1998), tiene largos y brillosos antecendentes en la industria: los memoriosos recuerdan que pasó por Compaq e IBM antes de ingresar a Apple, lugar que lo vio crecer a lo largo de los años hasta posicionarse como el heredero de su cofundador.Jobs, como ya se mencionó antes, dejó el cargo de CEO por el cáncer que finalmente lo mató. Apple valía US$153.000 millones en ese entonces. Rápidamente y a pesar de las dudas iniciales, Cook reafirmó sus condiciones de líder, sin contar con las habilidades comunicacionales ni el carisma de Jobs. En este sentido, su sucesor es mucho más reservado, conciliador y afable en el trato con el personal. En octubre de 2014, Cook sorprendió al hablar públicamente sobre su homosexualidad. “Aunque nunca negué mi sexualidad, no la reconocí públicamente hasta ahora. Así que permítanme ser claro: estoy orgulloso de ser gay, y considero ser gay entre los más grandes regalos que me dio Dios”, admitió en una columna de opinión en la revista Bloomberg BusinessWeek.
A los accionistas y al directorio le importan los números. Y los números que presenta Cook son más que auspiciosos. Por tal motivo, no debería sorprender que Cook haya percibido el año pasado una remuneración de US$9,2 millones, más del doble que el año anterior. Esto sin contar con el paquete accionario que Cook posee: Apple le entregará 1 millón de acciones de la compañía como recompensa por su rol de CEO, la mitad en 2016 y de la otra mitad, en 2021.Casi como un calco de lo que pasó con el iPad, Apple se esperanza en revitalizar una categoría que nunca logró despegar: los smartwatch. Las principales marcas de la industria, Samsung, LG, Lenovo y Motorola, lanzaron varios modelos de relojes inteligentes, sin el éxito esperado. Con las tabletas pasó algo similar. Antes del iPad, las tabletas digitales no despertaban el entusiasmo de los consumidores, hasta el lanzamiento producido por Jobs. Si bien ese segmento hoy aparece estancado, durante años le reportó ganancias a la empresa.
Las mismas reservas existían con la posibilidad de que Apple pudiera progresar en los mercados asiáticos con productos de alta gama. El mercado chino, el más auspicioso para el futuro inmediato del gigante tecnológico, parece derretirse por los iPhones, productos mucho más costosos que los que ofrecen las marcas tradicionales. Con respecto a este punto, Cook cree que el éxito allí se debe al crecimiento y al surgimiento de una amplia clase media. “Eso es una gran oportunidad para Apple”, dijo.
Los estadounidenses no ahorran lo suficiente para jubilarse, pero un cambio podría ayudar
Por Eduardo Porter | The New York Times
La mayoría de ellos no logran alcanzar la edad de retiro con fondos suficientes para poder mantenerse.
Wall Street, en el centro de los reclamos. Foto: NYT
NUEVA YORK – Hay algo que toda familia estadounidense que no sea rica debería saber: es probable que se queden sin dinero cuando se jubilen.
En promedio, la familia trabajadora típica en la antesala de la jubilación -encabezada por alguien de entre 55 y 64 años- sólo tiene alrededor de US$ 104.000 en su fondo de jubilación, según la encuesta de la reserva Federal de Finanzas de los Consumidores. Eso no está ni cerca de ser suficiente. Y la situación va a empeorar.
El Centro para estudios de la Jubilación del Boston College estima que más de la mitad de todos los hogares estadounidenses no tendrán suficientes ingresos jubilatorios para mantener el nivel de vida al que están acostumbrados antes del retiro, aunque los miembros del hogar trabajen hasta los 65 años, dos años más que la actual edad promedio de jubilación.
La prescripción habitual es que los estadounidenses debieran colocar más dinero en inversiones. La recomendación, sin embargo, no toma en cuenta un motor crítico de esta situación: Wall Street está desangrando a los ahorristas.
«Todo el mundo dice que tenemos que ahorrar más», dijo John C. Bogle, fundador y ex CEO de Vanguard, el coloso de administración de inversiones. «Una gran parte del problema es que los inversores no logran obtener lo que les correspondería de ganancias en el mercado.»
Su observación sugiere una prescripción diferente: apuntalar la jubilación de los estadounidenses requiere en primer lugar alinear los intereses de los asesores de inversiones y sus clientes.
Un trabajo de investigación de Bogle publicado en Financial Analysts Journals plantea el tema. Los fondos mutuos manejados activamente, en los que muchos trabajadores invierten sus ahorros para la jubilación, son enormemente costosos.
Primero está la tasa de gastos administrativos, de alrededor de 1,12 por ciento de los activos para los fondos de capitalización muy grandes. Luego están los costos de transacción y de distribución. Los fondos activos también son penalizados por mantener una parte de sus activos en efectivo que rinde poco.
En total los costos suman 2,27 por ciento al año, estima Bogle.En contraste, un fondo de índice pasivo, como el Fondo del Índice total de la Bolsa de Vanguard, cuesta apenas 0,06 por ciento al año en total.
Por supuesto que Bogle tiene un caballo en la carrera. Fundó el Vanguard Group. Inventó el primer fondo índice para el público. Pero sus argumentos son poderosos de todos modos.
Suponiendo una ganancia anual del mercado del 7 por ciento, dice, un trabajador de 30 años que gane US$ 30.000 al año y recibe un aumento anual del 3 por ciento podría retirarse a los 70 con US$ 927.000 ahorrando 10 por ciento de su salario cada año en un fondo de índice pasivo. Si lo colocara en un fondo administrado activamente típico terminaría con sólo US$ 561.000.
Podríamos haber visto esto hace décadas. Al eliminar gradualmente las compañías, las jubilaciones con beneficios establecidos que en un tiempo proveían a las familias trabajadoras su aporte principal a la Seguridad Social, los trabajadores se encontraron con que tenían que cargar con la responsabilidad y el riesgo de ahorrar e invertir para la jubilación en gran medida por su cuenta.
En 1979 casi dos de cada cinco trabajadores del sector privado tenían un sistema jubilatorio de beneficios definidos que les pagaría un cheque hasta su muerte. Hoy sólo el 14 por ciento lo tiene. En cambio, uno de cada tres solo cuenta con una cuenta de ahorro para jubilación para complementar el cheque de la Seguridad Social.
Si hay un sector lleno de conflictos de intereses es el de estos conglomerados financieros que asesoran a los estadounidenses en cuanto a la inversión de estos ahorros. Pero nadie estaba prestando atención a los resguardos que podrían necesitarse cuando los fondos de retiro corporativos administrados por profesionales sofisticados fueron reemplazados por el sistema individual conocido como 401(k) -una cuenta de jubilación con contribución fija – y las cuentas Individuales de Jubilación.
Sendhil Mullainathan de Harvard y colegas del MIT y la Universidad de Hamburgo enviaron «compradores misteriosos» a visitar a asesores financieros. Encontraron que los asesores mayormente recomiendan estrategias de inversión que se corresponden con sus propios intereses financieros. Reforzaron las inclinaciones equivocadas de su clientes, alentándolos a buscar mayores ganancias y les aconsejaron no elegir opciones de bajos costos como fondos índice de bajos aranceles.
El presidente Obama ha tratado de atacar un costado del problema, aplicando consejos de gerentes de Arreglos de Retiro Individuales (IRA, por sus siglas en inglés).
Por más fallas que tengan los planes 401(k) tienen la responsabilidad de actuar en interés de los participantes. En cambio muchos administradores de IRA no están obligados legalmente a defenderlos. Deben ofrecer productos «adecuados»: un estándar mucho más confuso.
Arroyo Salgado cree que al fiscal lo llevaron al baño y le dispararon
Por Cecilia Di Lodovico – 07/03/2015 – 15:49
Así lo sostienen los peritos en el escrito presentado ante la Justicia. Afirman que luego el asesino movió el cuerpo al escapar por la puerta.
Yo acuso. “Lo mataron”, aseveró Arroyo Salgado el jueves en una conferencia de prensa. | Foto: Sebastian Otondo
El informe de cien páginas elaborado por el equipo de peritos contratado por la jueza federal Sandra Arroyo describe cómo habrían matado a Alberto Nisman, el fiscal que días antes de su muerte apuntó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al canciller Héctor Timerman por el supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA.
La ex mujer de Nisman evitó durante la conferencia del jueves dar detalles de los resultados de su equipo. Pero fuentes de la causa indicaron a PERFIL que los peritos de Arroyo Salgado sostienen en el escrito que pudieron determinar, basado en “evidencias físicas”, que el crimen ocurrió en el baño del departamento 13 de las torres Le Parc, entre las 16 y la medianoche del sábado 17 de enero. Siempre según el escrito, el fiscal no estaba solo: lo acompañaba el homicida. Es decir que, para la querella, Nisman fue asesinado en el mismo lugar donde fue hallado el cuerpo, y el nuevo horario ubica a Diego Lagomarsino en la escena del crimen. Creen que pudo haber sido llevado al baño amenazado.
La hora de la muerte. Para Héctor Di Salvo, el médico que realizó la operación de autopsia, el fiscal murió entre las 10 y las 13 del domingo 18 de enero. Una situación que dejaba a Lagomarsino fuera de suspicacias. Para Sandra Arroyo Salgado, en cambio, el horario fue mal calculado. Raffo y el médico Julio Ravioli confirmaron el dato con el análisis del humor vítreo, un líquido transparente y gelatinoso, que se encuentra en el ojo.
Otra “certeza científica” a las que arribaron los forenses indica que no fue Nisman, sino su asesino quien apretó el gatillo de la Bersa calibre 22 largo, propiedad de Lagomarsino. La trayectoria del disparo fue de abajo hacia arriba y de atrás hacia delante. El proyectil ingresó por la zona temporoparietal derecha, a tres centímetros de la oreja y a una distancia de 1 centímetro.
Salida. Para esta línea de investigación, luego de disparar, el homicida movió el cuerpo antes de escapar por la puerta del baño. Aunque la cabeza de la víctima quedó apoyada sobre la puerta, no impidió que quedara abierta unos 15 centímetros. De hecho, fuentes cercanas a la fiscal Viviana Fein admitieron que la madrugada en la que fue hallado el cuerpo pudieron ingresar al baño por esa abertura.
No pudieron participar en la autopsia, pero con videos y fotografías del departamento de Nisman, los especialistas conducidos por Raffo y el criminólogo Daniel Salcedo, encontraron “evidencias físicas” que descartan de lleno el suicidio. En primer lugar –tal como lo adelantó PERFIL en su edición del 24 de enero– resultó clave el análisis de las manchas de sangre halladas en el espejo del baño y las paredes de la ahora “escena del crimen”. La Fiscalía no confirmó las manchas en el espejo. Pero testigos directos lo ratificaron a este diario.
En una inspección ocular, los forenses encontraron elementos que reforzaron sus sospechas. También resultaron esenciales las conclusiones de un examen exhaustivo de las livideces del cuerpo que confirmaron que el cuerpo fue movido.
Pero quizás el punto más importante del dictamen que realizó la querella sea el más evidente para un experto: “Es fisiológicamente imposible que haya espasmo cadavérico cuando hay agonía. Este punto no es opinable. El espasmo en la mano no existió”, revelaron fuentes cercanas a los peritos. “La única manera en que quede un espasmo cadavérico es si la muerte es súbita. Luego, de la agonía se instala la rigidez. El espasmo es un signo vital, la rigidez, es un signo post mórtem”, explicaron. Llama la atención que los peritos oficiales, que estuvieron frente al cuerpo, no repararon en este dato básico. La discusión generó un fuerte debate entre los peritos, que la fiscal Fein quiere terminar de dirimir a través de una junta médica.
Las cámaras de seguridad de las Torres Le Parc resultaron inservibles para la investigación debido a que no funcionaban y los custodios de Nisman no estaban en el lugar. Por esa razón, creen que el asesino pudo dejar el edificio sin que haya quedado registro de su salida.
La Justicia recordó la falta de ajustes en los haberes.
Con un infome de tres páginas elaborado por la titular de la Secretaría Judicial N° 2, Mónica Zito, la Corte Suprema le respondió a la presidenta Cristina Kirchner por sus dichos respecto del índice de movilidad previsional. En el discurso que dio en el Congreso el domingo pasado, la mandataria pretendió comparar -usando un tono desafiante- el índice fijado por la ley 26.417, de 2009, con un criterio de actualización que los jueces fijaron en 2007, pero no con ánimo de legislar, sino frente a la total falta de respuestas por parte del Gobierno para subsanar la pérdida de poder adquisitivo que habían sufrido miles de jubilados.
Durante varios años y pese a la inflación, sólo se recompuso el haber mínimo. Eso provocó que el alza de precios dejara una caída del valor real de los haberes que, en muchos casos, llegó al 40%.
El escrito del Poder Judicial recuerda que la sentencia conocida como «Badaro 1«, de 2006, consideró que, con esa política, no se cumplían garantías constitucionales; por eso, se ordenó aprobar un sistema de movilidad. Y agrega que «transcurrido un plazo razonable» (un año y medio), como esa ley no había llegado, la Corte dispuso, en la misma causa de Badaro, que los ingresos recibieran, por el período de 2002 a 2006, un ajuste según la variación que había tenido un índice oficial de salarios.
Ese fallo garantizó una suba, por los años mencionados, de 88,5%, mientras que a quienes cobraban más de $ 1000, el Gobierno sólo les había dado un 11 por ciento. «La Corte no eligió ese indicador porque fuera el que permitía un aumento mayor ni porque lo considerara más representativo (…) . Fue sólo la respuesta al reclamo planteado en la causa», dice el escrito judicial. Además, se marca un error en las cifras dadas, ya que entre 2009 y 2014 la movilidad fue de 368% y no de 454% como marcó el discurso (el índice Badaro dio 291%, según la Presidenta).
Pero la comparación no tiene sentido, porque la Corte no se propuso legislar, sino dar la respuesta que los jubilados afectados por aquella falta de ajustes, aún no tuvieron, al día de hoy, por parte del Gobierno (quienes quieren obtener los reajustes deben recurrir a la Justicia).
Fútbol: $ 5.906 millones en 5 años y casi ningún aviso
Por Pablo Fernández Blanco.
Se financió en un 99% con fondos públicos; Iveco, único anunciante, puso $ 57 millones, casi todo en canje.
Cristina Kirchner lucía una escolta deportiva de lujo. A su izquierda, Diego Maradona, director técnico de la selección nacional de fútbol; a su derecha, el presidente de la AFA, Julio Grondona. Con la sala repleta por un público compuesto por militantes, jefes provinciales y personajes del fútbol, la Presidenta lanzó una de sus frases para la antología: «¿Saben por qué? Porque no es posible que solamente el que pueda pagar pueda mirar un partido de fútbol, que además le secuestren los goles hasta el domingo, aunque pagues igual, como te secuestran la palabra o te secuestran las imágenes, como antes secuestraron y desaparecieron a 30.000 argentinos«.
Fue el 20 de agosto de 2009, durante la firma del convenio entre el Gobierno y la AFA que creó el Fútbol para Todos, que transmite gratis los partidos de primera división. Cinco años después, la mayor máquina de propaganda política que creó el kirchnerismo tiene menos brillo que las palabras inaugurales de la Presidenta.
Desde 2010 hasta el año pasado, el Gobierno gastó en las transmisiones del fútbol 5.906,31 millones de pesos. El número es 14 veces más que los $ 418,36 millones que se destinaron en 2013 a la construcción de 112 escuelas en todo el país y casi 12 veces más que los $ 495 millones que recibió en el mismo año Buenos Aires en el marco del programa Techo Digno, que contempla la construcción de viviendas sociales.
Aunque al principio el Gobierno intentó vender publicidad para financiar el gasto, dejó la idea de lado casi desde el principio. La decisión la tomó el ex presidente Néstor Kirchner, que se crispó cuando vio una propaganda de Daniel Scioli en el entretiempo de un Independiente-Racing de 2010. El enojo le sirvió para asumir que el Fútbol para Todos era mucho más redituable para la construcción política del Frente para la Victoria que en términos de utilidad económica para las cuentas nacionales. Años después, Hebe de Bonafini puso esa idea en palabras: «El Fútbol para Todos no está para hacer plata; está para hacer política», avisó.
La fabricante de camiones Iveco fue la única empresa que pudo sortear el cerco. Según números oficiales que pudo ver LA NACION, puso $ 57 millones para auspiciar los torneos entre 2010 y el año pasado, apenas 0,96% de todo lo que gastó el Gobierno en ese período.
Con los años, la cuenta se fue haciendo menos favorable para el Estado. Por ejemplo, pese a la inflación, entre 2013 y 2014 los aportes de Iveco aumentaron en apenas un millón de pesos. Para la empresa, fue una buena decisión. Dice que hace seis años casi nadie identificaba la marca y hoy la conocen casi todos.
Los pagos no se hicieron en efectivo, sino con vehículos. La mayoría fueron para la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y la Secretaría de Ambiente. Recién el convenio del año pasado contempló el pago en efectivo de $ 8 millones.
La legisladora porteña Graciela Ocaña presentó dos denuncias contra el manejo de Fútbol para Todos. En una de ellas lamenta que «el Estado no ha realizado ninguna gestión para explotar comercialmente la televisación y así recuperar parte del dinero. Sólo ha utilizado el programa como plataforma para promocionar la gestión». También criticó que «la valuación de los vehículos es escandalosa, porque no son los precios de fábrica, sino los de una concesionaria menos un descuento».
Fuentes cercanas a la empresa apoyaron la negociación. Sostuvieron que, por tratarse de un canje, no deben aplicarse descuentos, una costumbre en el mundo de la publicidad.
Las transmisiones encierran otras paradojas. Aunque tiene un enorme poder publicitario con la televisación, un informe de la Jefatura de Gabinete reconoce que hasta abril del año pasado habían salido de la cuenta 005328725 del el Banco Nación $ 16,32 millones entre 2010 y 2014 para el pago de la publicidad estática, a cargo de Publicidad Estática Internacional, una empresa ligada al ex presidente de San Lorenzo Carlos Abdo. Y casi $ 80 millones por distintos servicios a TyC, una firma socia de Clarín en TyC Sports, la «secuestradora de goles» a la que se le había quitado el negocio.
El Gobierno evalúa el programa en términos sociales que pueden resultar curiosos. En una de las presentaciones ante Diputados, el ex jefe de Gabinete Jorge Capitanich mencionó que luego de la publicidad que salió en Fútbol para Todos, el 0800 disponible para los interesados en donar sangre recibió 775 llamadas, 457% más que las 80 que había registrado antes.
Los ejemplos de ese tipo abundan, pero los informes del ex funcionario no suelen hablar del uso propagandístico del fútbol.
La mayor parte de los espacios de difusión se destinaron a publicitar las obras del Gobierno en múltiples ocasiones. También a criticar a quienes el kirchnerismo considera rivales políticos. En noviembre de 2012, por ejemplo, difundió un spot en el que acusó al Grupo Clarín de ser «una verdadera cadena nacional ilegal» que «se niega a todo» e «ignora a los tres poderes de la democracia», por el conflicto con respecto a la ley de medios.
En agosto del mismo año, había difundido un spot en el entretiempo de Estudiantes-River en el que criticaba al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, por «no querer hacerse cargo de los subtes», y el mismo mes, a través de un video, cuestionó a la gobernación de José Manuel de la Sota por su sistema previsional.
El último favor de Fútbol para Todos al relato kirchnerista ocurrió hace dos semanas. Según denunciaron los familiares de las víctimas de la tragedia de Once, el equipo de Independiente salió el domingo a la cancha a enfrentar a Sarmiento de Junín con una bandera que pedía justicia. Nada de eso se vio por la televisión oficial. Falta saber si el nuevo jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, hablará de ese tema si sus ex colegas del Congreso le hacen la pregunta la próxima vez que tenga que rendir cuentas.