El abuso de opiáceos en EEUU es tan grave que está reduciendo la esperanza de vida
Por Amanda Erickson.
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Por segundo año consecutivo, la esperanza de vida en Estados Unidos ha disminuido.
No es difícil entender por qué: en 2016 hubo un aumento del 21 por ciento en el número de muertes causadas por sobredosis de drogas, y los opiáceos causaron dos tercios de ellas. En 2016, la epidemia de opiáceos mató a 42,000 personas, más de las que murieron de Sida en cualquier año en el punto álgido de la crisis.
«Deberíamos tomar esto muy en serio», señala Bob Anderson, jefe de la Rama de Estadísticas de Mortalidad en el Centro Nacional de Estadísticas de Salud, a mis colegas Lenny Bernstein y Christopher Ingraham. «Si nos fijamos en los otros países desarrollados del mundo, no están viendo este tipo de cosas. La esperanza de vida está aumentando«, advierte.
En otras palabras: en ningún otro país desarrollado hay personas que mueren a causa de los opiáceos con las tasas registradas en Estados Unidos.
¿Qué explica la discrepancia?
El sistema médico de Estados Unidos.
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A los estadounidenses se les prescriben opiáceos significativamente más a menudo que en otros países.En Estados Unidos se toman 50,000 dosis de opiáceos al día por cada millón de residentes. Eso es casi un 40 por ciento más alto que la tasa de Alemania y Canadá, y el doble de la tasa de Austria y Dinamarca. Es cuatro veces más alta que en Gran Bretaña y seis veces más alta que en Francia y Portugal. Como lo expresó la BBC, «los médicos estadounidenses prescriben, mucho».
Eso es en gran parte resultado de nuestra estructura de seguro de salud. A diferencia de los países que brindan servicios de salud universales financiados con impuestos estatales, Estados Unidos tiene un sistema de atención principalmente privatizado. Y los expertos dicen que es mucho más probable que las aseguradoras paguen una píldora que la terapia física o la repetición de tratamientos.
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«La mayoría de los seguros, especialmente los de los pobres, no pagarán nada más que una píldora«, comenta a la BBC Judith Feinberg de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia Occidental. «Digamos que tienes un paciente que tiene 45 años. Tiene un dolor fuerte en la parte inferior de la espalda, lo examinas, y ves que tiene un espasmo muscular. Realmente lo mejor es la terapia física, pero nadie pagará por eso. Así que los médicos se preparan para tirar de la plataforma de recetas. Incluso si el seguro cubre la terapia física, probablemente necesite autorización previa, lo que implica mucho tiempo y papeleo».
Como resultado, a los estadounidenses se les receta opiáceos. A menudo, se les dan varias pastillas más de las que se podría esperar que usaran, para evitar más visitas.«Otros países lidian con el dolor de manera mucho más saludable», comenta Feinberg, profesora del Departamento de Medicina Conductual y Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la WVU.
El sistema de atención de salud de Estados Unidos también es diferente en comparación con los demás países. Hay presión para enfrentar el dolor y hay una actitud generalizada de que todo es reparable. Como resultado, los médicos en Estados Unidos son mucho más propensos a proporcionar analgésicos que los médicos de otros países. Un estudio comparativo encontró que los facultativos japoneses trataban el dolor agudo con opiáceos casi la mitad del tiempo. En Estados Unidos, el número fue del 97 por ciento.
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«Tengo 51 años«, comenta el profesor Keith Humphreys de la Universidad de Stanford a la BBC. «Si voy a un médico estadounidense y le digo: ‘Oye, corrí la maratón que solía correr cuando tenía 30 años, y ahora estoy adolorido’, mi médico intentará arreglar la situación. Si lo haces en Francia, el doctor dirá: ‘Es vida, toma una copa de vino ¿qué quieres de mí?'».
También hay otros culpables. Estados Unidos es uno de los dos únicos países que permite que las compañías de medicamentos con receta se publiciten en televisión (el otro es Nueva Zelanda). Las compañías hacen publicidad, y mucho. En 2016, las compañías farmacéuticas gastaron USD 6.4 mil millones en publicidad. Los expertos también dicen que las escuelas de medicina de Estados Unidos no han hecho lo suficiente para educar a los estudiantes sobre el manejo del dolor, la adicción, el uso y el abuso de los opiáceos.
Las compañías farmacéuticas también tratan de cortejar a los médicos con regalos. Algunas empresas organizan cenas lujosas y otras patrocinan conferencias. En 2016, por ejemplo, el fabricante de OxyContin Purdue Pharma gastó USD 7 millones en regalos para médicos y hospitales. De 1996 a 2001, la compañía patrocinó 40 «simposios nacionales de manejo del dolor» en distintos lugares. En el mismo período, la compañía duplicó su fuerza de ventas y distribuyó cupones para que los médicos pudieran ofrecer a los pacientes suministros de OxyContin por 30 días, además de otros medicamentos altamente adictivos. En esos seis años, las recetas de OxyContin aumentaron de más de 670,000 a más de 6 millones.
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Eso alarmó al menos a un grupo de salud pública, que publicó un boletín en 2009 titulado La promoción y comercialización de OxyContin: Triunfo comercial, tragedia de salud pública.
De cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad
“De cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad”: Esta es la historia de lo que pasó con la Empresa de Motores del Siglo XX – que puso en práctica ese eslógan -, contada por uno de los supervivientes. (Sección de La Rebelión de Atlas)
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Votamos por ese plan en una gran reunión, estando todos presentes, los seis mil que éramos, todos los que trabajábamos en la fábrica. Los herederos Starnes pronunciaron largos discursos, y nada estaba demasiado claro, pero nadie hizo preguntas. Ninguno de nosotros sabía exactamente cómo funcionaría el plan, pero cada uno pensaba que su vecino sí lo sabía. Y si alguien tenía dudas, pues se sentía culpable y mantenía la boca cerrada, porque ellos parecían decir que quien se opusiese al plan era un asesino de niños en su corazón, y menos que un ser humano. Nos dijeron que ese plan conseguiría un noble ideal. Y bueno, ¿cómo íbamos a pensar lo contrario? ¿No habíamos oído decir eso durante todas nuestras vidas, a nuestros padres y a nuestros maestros y a nuestros curas, y en cada periódico que leímos y en cada película y en cada discurso público? ¿No nos habían dicho siempre que eso era lo correcto y lo justo? Bueno, puede que hubiera alguna excusa por lo que hicimos en esa reunión. Aún así, votamos por el plan, y lo que nos trajo lo teníamos merecido. Sabe usted, señora, somos hombres marcados, en cierta forma, todos los que vivimos durante los cuatro años de ese plan en la Empresa de Motores del Siglo XX. ¿Qué se supone que es el infierno? Maldad. . . pura, desnuda y descarada maldad, ¿no? Pues bien, eso es lo que vimos y lo que ayudamos a construir; y creo que estamos condenados, cada uno de nosotros, y quizás nunca seamos perdonados.¿Sabe cómo funcionó aquel plan, y lo que le hizo a la gente? Intenta verter agua en un recipiente que tiene un tubo de desagüe abajo que lo vacía más deprisa que la viertes, y cada cubo que echas rompe el tubo y lo hace un centímetro más ancho, y cuanto más duro trabajas, más te exigen, y acabas lanzando cubos cuarenta horas semanales, luego cuarenta y ocho, luego cincuenta y seis… para la cena de tu vecino, para la operación de su mujer, para el sarampión de su hijo, para la silla de ruedas de su madre, para la camisa de su tío, para la escuela de su sobrino, para el bebé del vecino, para el bebé que va a nacer, para cualquiera en cualquier sitio a tu alrededor. . . y es suyo a recibir, desde pañales a dentaduras postizas, y tuyo a trabajar, desde el amanecer al anochecer, mes tras mes, año tras año, sin ningún resultado que puedas ver excepto tu propio sudor, sin nada que esperes ver excepto el placer de ellos, durante toda tu vida, sin descanso, sin esperanza, sin fin… De cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad…Somos todos una gran familia, nos dijeron, estamos todos juntos en esto. Pero no estáis todos de pie trabajando con una antorcha de acetileno diez horas diarias, “juntos”, y no tenéis todos un dolor de barriga, “juntos”. ¿Cuál es la capacidad de quién, y qué necesidad de quién va primero? Cuando está todo en una sola olla, no puedes dejar que cada hombre decida cuáles son sus propias necesidades, ¿a que no? Si lo hicieses, él podría clamar que necesita un yate, y si sus emociones son lo único que tienes para guiarte, él podría incluso demostrártelo. ¿Por qué no? Si no es justo que yo tenga un coche hasta haber acabado en el hospital, ganando un coche para cada gandul y cada salvaje en el mundo. . . ¿por qué no puede él exigir un yate de mí también, si aún tengo la capacidad de no haberme desplomado? ¿No? ¿No puede? Entonces, ¿por qué puede él exigir que prescinda de leche en mi café hasta que él haya pintado su sala de estar…? En fin… Pues, en cualquier caso, se decidió que nadie tenía derecho a juzgar su propia necesidad o capacidad. Votamos sobre ello. Sí, señora, votamos sobre ello en una reunión pública dos veces al año. ¿De qué otro modo podría hacerse? ¿Se imagina lo que pasaría en esa reunión? Bastó la primera para descubrir que nos habíamos convertido todos en mendigos, en podridos, gimientes y temblorosos mendigos, todos nosotros, porque ningún hombre podía exigir su paga como una ganancia válida, él no tenía derechos ni ganancias, su trabajo no le pertenecía, le pertenecía a ´la familia´, y ellos no le debían nada a cambio, y la única reivindicación que tenía sobre ellos era su propia ´necesidad´, así que tenía que suplicar en público para que aliviasen sus necesidades, como cualquier vago piojoso, haciendo una lista de sus problemas y miserias, desde sus calzoncillos remendados a los resfriados de su mujer, esperando que ´la familia´ le arrojara las limosnas. Tenía que citar miserias, porque eran miserias, no trabajo, lo que ahora era la moneda del reino; así que todo se volvió una pugna entre seis mil pordioseros, cada uno clamando que su necesidad era peor que la de su hermano. ¿Qué otra cosa se podría hacer? ¿Quiere adivinar lo que ocurrió, qué tipo de hombres se quedaron callados, sintiendo vergüenza, y qué tipo ganaron la lotería?Pero eso no fue todo. Hubo algo más que descubrimos en esa misma reunión. La producción de la fábrica había caído en un cuarenta por ciento en ese primer semestre, así que se llegó a la conclusión que alguien no había producido ´según su capacidad´. ¿Quién? ¿Cómo podrías saberlo? ´La familia´ votó sobre eso también. Votaron cuáles de los hombres eran los mejores, y esos hombre fueron sentenciados a trabajar horas extra cada noche durante los seis meses siguientes. Horas extra sin paga, porque no te pagaban por tu tiempo y no te pagaban por tu trabajo, sólo por tu necesidad.¿Tengo que contarle lo que sucedió después, y en qué tipo de criaturas empezamos a convertirnos todos, nosotros quienes una vez habíamos sido humanos? Empezamos a ocultar cualquier capacidad que tuviésemos, a trabajar más despacio, y a cuidarnos como halcones de nunca trabajar más deprisa o mejor que nuestro vecino. ¿Qué otra cosa podríamos hacer, sabiendo que si hiciésemos lo mejor para ´la familia´, no serían gracias o recompensas lo que recibiríamos, sino castigo? Sabíamos que por cada estúpido que echase a perder un grupo de motores y le costase dinero a la empresa – fuese por descuido o por pura incompetencia – seríamos nosotros quienes tendríamos que pagar con nuestras noches y nuestros domingos. Así que hacíamos lo posible para no ser buenos.Había un joven que empezó, lleno de ilusión ante el noble ideal, un muchacho brillante, sin estudios, pero con una estupenda cabeza sobre sus hombros. El primer año ideó un proceso de trabajo que nos ahorró miles de horas-hombre. Se lo dio a ´la familia´, sin pedir nada a cambio, aunque tampoco podría haberlo hecho, pero él estaba encantado con eso. Era por el ideal, dijo. Pero cuando se encontró votado como uno de los más capaces y sentenciado a trabajar de noche, porque no habíamos extraído lo suficiente de él, cerró su boca y su cerebro. Puede apostar que no se le ocurrió ninguna nueva idea, el segundo año.¿Qué es lo que siempre nos habían dicho sobre la malvada competencia del sistema del beneficio, en el que los hombres tenían que competir por quién haría un trabajo mejor que sus colegas? Malvada, ¿no era eso? Bueno, tendría que haber visto lo que pasó cuando todos tuvimos que competir entre nosotros para ver quién haría el peor trabajo posible. No hay forma más segura de destruir a un hombre que acorralarle en un sitio donde debe intentar no dar lo mejor de sí, donde tiene que esforzarse en hacer a mal trabajo, día tras día. Eso acabará con él mucho antes que la bebida o el ocio, o ganarse la vida asaltando a otros. Pero no podíamos hacer otra cosa más que fingir incapacidad. La única acusación que temíamos era que sospechasen que éramos capaces. La capacidad era como una hipoteca sobre ti, que nunca podías pagar. Y ¿para qué trabajar? Sabías que tu miseria básica te la darían en cualquier caso, trabajases o no – tu ´asignación para casa y comida´, la llamaban – y por encima de esa miseria podías olvidarte de conseguir algo, no importa cuánto lo intentases. No podías contar con comprarte un traje nuevo al año siguiente; tal vez te dieran una ´asignación para ropa´ o tal vez no, dependiendo de si alguien se rompía una pierna, necesitaba una operación, o daba a luz a más bebés. Y si no había suficiente dinero para trajes nuevos para todos, entonces tú tampoco podrías conseguir el tuyo.Había un hombre que había trabajado duro toda su vida, porque siempre había querido mandar a su hijo a la universidad. Bien, el chico se graduó en el instituto durante el segundo año del plan, pero ´la familia´ no le dio al padre ninguna ´asignación´ para la universidad. Dijeron que su hijo no podía ir a la universidad hasta que tuviésemos suficiente para mandar a los hijos de todos a la universidad, y que primero teníamos que mandar a los hijos de todos a la escuela secundaria, y ni siquiera teníamos suficiente para eso. El padre murió al año siguiente, en una pelea a navajazos con alguien en un bar, una pelea sobre nada en particular. . . ese tipo de peleas estaban empezando a ocurrir entre nosotros todo el tiempo.Luego había un señor mayor, un viudo sin familia, que tenía una única afición: discos de música. Imagino que era todo lo que consiguió sacarle a la vida. En otros tiempos solía escatimar comidas sólo para poder comprarse alguna nueva grabación de música clásica. Pues bien, no le dieron ninguna ´asignación´ para discos; ´lujo personal´, lo llamaron. Pero en esa misma reunión, a Millie Bush, la hija de alguien, un niña de ocho años mala y feucha, le votaron un par de brackets de oro para sus dientes torcidos: eso era ´necesidad médica´, porque el psicólogo de turno había dicho que la pobre niña tendría un complejo de inferioridad si sus dientes no se enderezaran. El viejo que amaba la música se dio a la bebida, en vez de eso. Llegó a tal punto que ya no lo veías nunca totalmente consciente. Pero parece que había una cosa que no podía olvidar. Una noche bajó tambaleándose por la calle, vio a Millie Bush, y de un puñetazo le saltó todos los dientes. No le quedó ni uno.Beber, claro, es a lo que todos nos dedicamos, unos más y otros menos. No pregunte de dónde sacábamos el dinero para eso. Cuando todos los placeres decentes están prohibidos, siempre hay forma de llegar a los podridos. No asaltas un supermercado cuando anochece ni haces de ratero en los bolsillos de tu prójimo para comprar sinfonías clásicas o aparejos de pesca, pero si es para emborracharte del todo y olvidar, entonces sí. ¿Aparejos de pesca? ¿Escopetas de caza? ¿Cámaras fotográficas? ¿Hobbies? No había ninguna ´asignación para diversión´ para nadie.´Diversión´ fue lo primero que eliminaron. ¿No debes siempre supuestamente avergonzarte de negarte cuando alguien te pide que le des algo, si es algo que te dio placer? Incluso nuestra ´asignación para tabaco´ quedó reducida a dos paquetes de cigarrillos por mes; y eso, nos dijeron, fue porque el dinero tenía que dedicarse al fondo de leche para bebés. Los bebés fueron el único artículo de producción que no se redujo, sino que aumentó y continuó aumentando, porque la gente no tenía otra cosa que hacer, supongo, y porque no les importaba, el bebé no era su carga, era la carga de ´la familia´. De hecho, la mayor posibilidad que tenías de conseguir un aumento y respirar más a fondo por un tiempo era una ´asignación infantil´. O eso, o una enfermedad grave.No tardamos mucho en darnos cuenta de cómo funcionó todo eso. Cualquier hombre que se cansase de jugar limpio tenía que privarse de todo. Perdía el gusto hacia cualquier placer, odiaba fumarse cinco céntimos de tabaco o mascar una bola de chicle, preocupándose por si alguien tenía más necesidad por esos cinco céntimos. Se sentía avergonzado con cada bocado de comida que tragaba, preguntándose de quién serían las tristes noches o las horas extra que lo habían pagado, sabiendo que su comida no era suya por derecho, miserablemente deseando ser engañado antes que engañar, ser una víctima desangrada pero no una sanguijuela. Él no se casaría, no les ayudaría a sus seres queridos lejanos, no pondría una carga adicional sobre ´la familia´. Además, si le quedase algún sentido de responsabilidad, no podría casarse o traer hijos al mundo, pues no podía planear nada, prometer nada, contar con nada. Pero los desvergonzados y los irresponsables estaban haciendo su agosto. Tenían bebés, causaban problemas a las chicas, llevaban arrastrando a todos los familiares inútiles que tenían por todo el país, a cada hermana soltera embarazada, para conseguir una ´asignación para discapacidad´ adicional, tenían más enfermedades que cualquier médico pudiese negar, destrozaron sus ropas, sus muebles, sus casas. . . ¡qué narices, ´la familia´ estaba pagando poe ello! Encontraron más formas de contraer ´necesidad´ de lo que el resto de nosotros jamás pudiese imaginar; desarrollaron una habilidad especial para eso, y fue la única capacidad que mostraron.¡Dios nos ayude, señora! ¿Ve usted lo que vimos nosotros? Vimos que nos habían dado una ley por la cual vivir, una ley moral, la llamaban, que castigaba a quienes la observaban, por observarla. Cuanto más tratabas de vivir de acuerdo con ella, más sufrías; cuanto más te la saltabas, mayores recompensas ganabas. La honestidad era como una herramienta puesta a merced de la deshonestidad del vecino. Los honrados pagaban, los deshonestos recogían. El honesto perdía, el deshonesto ganaba. ¿Cuánto tiempo pueden los hombres seguir siendo buenos bajo ese tipo de ley de bondad? Éramos un grupo de gente bastante decente cuando empezamos. No había muchos aprovechados entre nosotros. Conocíamos nuestros trabajos y estábamos orgullosos de ello, y trabajábamos para la mejor fábrica del país, donde el viejo Starnes sólo contrataba a los mejores trabajadores del país. Al cabo de un año de estar bajo el nuevo plan no quedaba ni un solo hombre honesto entre nosotros. Aquello era maldad, el tipo de horror infernal con el que los predicadores solían asustarte, pero que nunca pensaste que verías en vida. No es que el plan favoreciese a unos pocos cabrones, sino que convirtió a gente decente en cabrones, y no había otra cosa que pudiese hacer… ¡y le llamaban un ideal moral!¿Para qué, supuestamente, querríamos trabajar? ¿Para el amor de nuestros hermanos? ¿Qué hermanos? ¿Para los aprovechados, los sinvergüenzas y los holgazanes que veíamos a todo nuestro alrededor? Y si estaban engañándonos o eran simplemente incompetentes, si no querían o no podían. . . ¿qué más nos daba eso a nosotros? Si estábamos presos de por vida al nivel de su incapacidad, fingida o real, ¿cuánto más tiempo querríamos continuar? No teníamos cómo conocer su capacidad, no teníamos forma de controlar sus necesidades; lo único que sabíamos es que éramos bestias de carga luchando ciegamente en un sitio que era medio hospital, medio almacén. . . un sitio centrado sólo en la discapacidad, el desastre, la enfermedad . . . bestias puestas allí para aliviar lo que fuera que cualquiera decidiese decir que era la necesidad de alguien.¿Amor por nuestros hermanos? Ahí es cuando aprendimos a odiar a nuestros hermanos por primera vez en nuestras vidas. Empezamos a odiarlos por cada comida que tragaban, por cada pequeño placer que disfrutaban, por la camisa de un hombre, por el sombrero de la mujer de otro, por una excursión con su familia, por una mano de pintura en su casa. . . eso nos era quitado a nosotros, estaba pagado con nuestras privaciones, nuestras renuncias, nuestra hambre. Empezamos a espiarnos unos a otros, cada uno esperando pillar a los otros mintiendo sobre sus necesidades, y así poder reducir su ´asignación´en la próxima reunión. Empezamos a tener chivatos que informaban sobre la gente, que reportaban si alguien había contrabandeado un pavo para su familia algún domingo, pagado con el juego, muy probablemente. Empezamos a metemos en las vidas ajenas. Provocamos peleas familiares para conseguir que expulsaran a los parientes de alguien. Si alguna vez veíamos a alguien empezando a salir en serio con una chica, le hacíamos la vida imposible. Destruimos muchos noviazgos. No queríamos que nadie se casara, no queríamos más dependientes a los que alimentar.En los viejos tiempos, solíamos celebrar si alguien tenía un bebé, solíamos contribuir y ayudarle con los gastos de hospital, si estaba temporalmente apretado de dinero. Ahora, cuando nacía un bebé, pasábamos semanas enteras sin hablarles a los padres. Los bebés, para nosotros, se habían convertido en lo que las langostas son para los agricultores. En los viejos tiempos solíamos ayudarle a un hombre si tenía una enfermedad seria en su familia. Ahora. . . bueno, le contaré sólo un caso. Era la madre de un hombre que había estado con nosotros quince años. Era una anciana afable, alegre e inteligente, nos conocía a todos por nuestros nombres de pila y a todos nos caía bien. . . nos solía caer bien. Un día se resbaló en la escalera del sótano, se cayó y se rompió la cadera. Sabíamos lo que eso significaba, a su edad. El médico dijo que habría que internarla en una clínica en la ciudad, para someterla a tratamientos caros que llevarían bastante tiempo. La anciana murió la noche antes de ir a la ciudad. Nunca determinaron la causa del fallecimiento. No, no sé si fue asesinada. Nadie dijo eso. Nadie hablaría de eso en absoluto. Lo único que sé es que yo – ¡y esto es lo que no puedo olvidar! – yo también me pillé deseando que muriera. Esa – ¡que Dios nos perdone! – era la hermandad, la seguridad, la abundancia que el plan supuestamente iba a traernos.¿Había alguna razón para que ese tipo de horror fuese predicado por alguien? ¿Hubo alguien que sacó algún provecho de él? Lo hubo. Los herederos Starnes. Espero que no vaya a recordarme que ellos habían sacrificado una fortuna y nos habían entregado la fábrica a nosotros como regalo. Nos engañaron con eso, también. Sí, ellos entregaron la fábrica. Pero el beneficio, señora, depende de aquello que uno esté queriendo conseguir. Y lo que los Starnes querían, no hay dinero en la Tierra que pudiese comprarlo. El dinero es demasiado limpio e inocente para eso.Eric Starnes, el más joven, él era una medusa que no tenía agallas para buscar algo específico. Consiguió que le votasen Director del Departamento de Relaciones Públicas, lo cual no resultó en nada, excepto que tenía un equipo para ese no hacer nada, y así no tener que molestarse holgazaneando por la oficina. La paga que recibió – bueno, no debería llamarlo ´paga´, ninguno de nosotros era ´pagado´ – las limosnas que le votaron fueron relativamente modestas, unas diez veces más que a mí, pero eso no era riqueza. A Eric no le importaba el dinero: no habría sabido qué hacer con él. Se pasaba el tiempo pajareando entre nosotros, mostrándonos lo simpático que era, y lo democrático. Quería ser amado, por lo visto. Su forma de conseguirlo era recordarnos todo el tiempo que él nos había dado la fábrica a nosotros. No podíamos soportarlo.Gerald Starnes era nuestro Director de Producción. Nunca supimos exactamente cuál había sido el tamaño de sus mordidas: de sus limosnas. Habría sido necesario un equipo de contables para averiguar eso, y un equipo de ingenieros para seguirle la pista al modo en que todo ese dinero fue encauzado, directa o indirectamente, a su oficina. Nada de eso era supuestamente para él, eran todo gastos de empresa. Gerald tenía tres automóviles, cuatro secretarias, cinco teléfonos, y solía montar fiestas a base de champaña y caviar que ningún pez gordo de los negocios que pagara impuestos podría haberse permitido. Gastó más dinero en un año que los beneficios que su padre había generado en sus dos últimos años de vida. Vimos un montón de cincuenta kilos – cincuenta kilos, los pesamos – de revistas en la oficina de Gerald, llenas de historias sobre nuestra empresa y nuestro noble plan, con grandes fotos de Gerald Starnes, llamándole un gran cruzado social. A Gerald le gustaba llegar a los talleres por la noche, vestido con sus ropas más elegantes, luciendo gemelos de brillantes del tamaño de una moneda, y desparramando cenizas de su cigarro por todos lados. Cualquier vulgar presumido que no tiene otra cosa que exhibir más que su dinero ya es bastante desagradable; pero al menos él no se chulea de que el dinero sea suyo, y eres libre de mirarle o no, como quieras, y en general no lo haces. Pero cuando un cabrón como Gerald Starnes se exhibe de ese modo y no para de decir que a él no le importan las riquezas materiales, que sólo está sirviendo a ´la familia´, que todo ese lujo no es para él, sino para nosotros y para el bien común, porque es necesario mantener el prestigio de la compañía y del noble plan a los ojos del público. . . ahí es cuando aprendes a odiar a una criatura como jamás habías odiado a ningún humano.Pero su hermana Ivy era peor. A ella realmente no le importaba la riqueza material. Las limosnas que recibía no eran mucho mayores que las nuestras, y ella iba por ahí con zapatos planos y simples faldas y camisas, sólo para demostrar lo desapegada que era. Ella era nuestro Director de Distribución. Era la dama encargada de nuestras necesidades. Era la que nos tenía agarrados por la garganta. Por supuesto, la distribución supuestamente iba a ser decida por el voto, por la voz del pueblo. Pero cuando el pueblo son seis mil voces berreantes, tratando de decidir sin rasero ni medida, cuando no existen reglas de juego y cada uno puede exigir lo que se le ocurra, pero no tiene derecho a nada, cuando todo el mundo tiene poder sobre la vida de todo el mundo, excepto la suya propia. . . entonces resulta, como ocurrió, que la voz del pueblo es Ivy Starnes. Al finalizar el segundo año, abandonamos la farsa de ´reuniones de familia´ – en nombre de una ´eficiencia de producción y economía de tiempo´, una reunión solía durar diez días – y todas las solicitudes de necesidad eran simplemente enviadas a la oficina de la Sra. Starnes. No, enviadas no. Tenían que ser recitadas delante de ella personalmente por cada solicitante. Entonces ella hacía una lista de distribución, que nos leía para que votáramos nuestra aprobación en una reunión que duraba tres cuartos de hora. Siempre votábamos aprobación. Había un período de diez minutos en la agenda para discusiones y objeciones. No teníamos objeciones. Para entonces ya sabíamos que no valía la pena. Nadie puede dividir los ingresos de una fábrica entre miles de obreros, sin algún tipo de criterio o de norma para medir el valor de la gente. Su criterio era el de hacerle la pelotilla. ¿Desprendida? En los tiempos de su padre, todo el dinero de él no le habría excusado a dirigirse al peor de sus empleados como ella se dirigía a nuestros más hábiles trabajadores y a sus esposas. Ella tenía ojos pálidos que parecían sospechosos, fríos y muertos como los de un pez. Y si usted quiere ver la pura maldad, debería haber visto cómo brillaban sus ojos cuando veía a algún hombre respondiéndole, al oír su nombre en la lista de quienes no iban a recibir nada por encima de las migajas básicas. Y al verlos, veías el verdadero objetivo de cualquier persona que jamás haya predicado el slogan: ´De cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad´.Ese era todo su secreto. Al principio, yo no cesaba de preguntarme cómo era posible que los hombres del mundo educados, justos y famosos pudiesen cometer un error de ese tamaño, y predicar, como buena, tamaña abominación. . . cuando cinco minutos de eso les habría dicho qué pasaría si alguien intentase practicar lo que predicaban. Ahora sé que no obraron así por algún tipo de error. Errores de ese tamaño nunca se cometen inocentemente. Si los hombres caen en alguna forma de locura malvada, cuando no tienen cómo hacerla funcionar ni razón posible para su decisión, entonces es porque tienen una razón y no quieren decirla. Y nosotros no fuimos tan inocentes tampoco cuando votamos a favor del plan en aquella primera reunión. No lo hicimos sólo porque creyésemos que la asquerosa basura que vomitaban fuese buena. Teníamos otra razón, pero la basura nos ayudó a ocultarla de nuestros vecinos y de nosotros mismos. La basura nos dio la posibilidad de hacer pasar por virtud algo que estaríamos avergonzados de admitir. No había ningún hombre votando por ella que no pensase que bajo un montaje de ese tipo él se apoderaría de los beneficios de los hombre más capaces que él. No había ningún hombre lo suficientemente rico y listo que no pensase que había alguien más rico y más listo, y que ese plan le daría a él una parte de la riqueza y del cerebro de su mejor. Pero mientras pensaba en que él conseguiría beneficios inmerecidos de los hombres arriba, se olvidó de los hombres abajo que conseguirían beneficios inmerecidos también. Se olvidó de todos sus inferiores, que se apresurarían a explotarle igual que él pensaba explotar a sus superiores. El obrero a quien le gustaba la idea de que su necesidad le daba derecho a un limousine como el de su jefe, se olvidó de que todos los pordioseros y vagabundos de la Tierra aparecerían bramando que su necesidad les daba derecho a ellos a una nevera como la suya. Ese fue nuestro verdadero motivo cuando votamos – esa es la pura verdad – pero no nos gustaba pensarlo, así que cuanto menos nos gustaba, más fuerte gritábamos sobre nuestro amor por el bien común.Pues conseguimos lo que queríamos. Y cuando vimos qué era lo que queríamos, era demasiado tarde. Estábamos atrapados, sin ningún sitio donde ir. Los mejores hombres de entre nosotros se fueron de la fábrica la primera semana del plan. Perdimos nuestros mejores ingenieros, superintendentes, capataces y obreros especializados. Un hombre que se auto-respeta no se vuelve una vaca lechera para nadie. Algunos tipos capaces intentaron aguantar, pero no consiguieron hacerlo durante mucho tiempo. Seguimos perdiendo a nuestros hombres, seguían escapando de la fábrica como si fuese un núcleo de infección, hasta que los únicos que quedaron fueron los hombres de necesidad, pero ninguno de los hombres de capacidad.Y los pocos que aún teníamos algo de bueno, pero que nos quedamos, éramos sólo quienes habíamos estado allí demasiado tiempo. En los viejos tiempos, nadie se iba jamás de la Empresa de Motores del Siglo XX, y de alguna forma, no conseguimos hacernos a la idea de que había desaparecido. Después de un tiempo ya no pudimos irnos, porque ningún otro empresario nos admitiría, y no puedo criticarles por eso. Nadie quería tratar con nosotros de ninguna manera, ninguna persona o empresa que se apreciase. Todas las pequeñas empresas con las que hacíamos negocios empezaron a abandonar Starnesville a toda prisa, hasta que nos quedaron sólo bares, salas de juego, y sinvergüenzas que nos vendían bazofia a precios abusivos. Las limosnas que recibíamos fueron cayendo, pero nuestro coste de vida aumentó. La lista de los necesitados de la fábrica se fue alargando, pero la lista de sus clientes se encogió. Había cada vez menos ingresos a dividir entre más y más gente. En los viejos tiempos se solía decir que la marca registrada de la Motores del Siglo XX era tan buena como la marca de carates en oro. No sé qué pensarían los herederos Starnes, si es que pensaban algo; pero supongo que, como todos los planificadores sociales y como los salvajes, pensaban que esa marca registrada era un sello mágico que lo resolvería todo por medio de algún tipo de poder vudú, y que los mantendría ricos, igual que había mantenido a su padre. Pues bueno, cuando nuestros clientes empezaron a ver que nunca servíamos un pedido a tiempo y que nunca fabricábamos un motor que no tuviese algún fallo, ese sello mágico como emblema empezó a funcionar a la inversa: la gente no aceptaría un motor ni regalado, si llevaba la marca Motores del Siglo XX. Y llegó al punto de que nuestros únicos clientes eran los que nunca pagaban ni jamás tuvieron intención de pagar sus facturas. Pero Gerald Starnes, drogado por su propia publicidad, se enfadó y empezó a ir por ahí, con aire de superioridad moral, exigiendo que los empresarios nos pasaran pedidos, no porque nuestros motores fueran buenos, sino porque necesitábamos esos pedidos urgentemente.Para ese entonces, cualquier tonto del pueblo podía ver lo que generaciones de profesores fingieron no percibir. ¿Qué beneficio podría reportarle nuestra necesidad a una central eléctrica cuando sus generadores se detuvieran por causa de nuestros motores defectuosos? ¿Cómo se beneficiaría un hombre tendido en un quirófano cuando de pronto se fuera la luz? ¿Cómo se beneficiaría el pasajero de un avión cuando el motor fallara en pleno vuelo? Y si compraran nuestro producto, no por su mérito, sino por causa de nuestra necesidad, ¿sería eso lo bueno, lo correcto, la acción moral a tomar por el dueño de la central eléctrica, por el cirujano en ese hospital, por el fabricante de ese avión?Y, sin embargo, esa era la ley que profesores, líderes y pensadores habían querido imponer en todo el mundo. Si eso es lo que le hacía a una pequeña ciudad donde todos nos conocíamos, ¿te imaginas lo que haría a escala mundial? ¿Puedes imaginar lo que pasaría si tuvieras que vivir y trabajar estando conectado a todos los desastres y a todas las calamidades del globo? Trabajar, y cuando fallasen los hombres en cualquier lugar, ser tú quien tuviera que compensar por ello. Trabajar, sin posibilidad de progresar, con tus comidas y tus ropas y tu casa y tu placer dependiendo de cualquier estafa, de cualquier hambruna, de cualquier pestilencia en cualquier lugar del mundo. Trabajar, sin posibilidad de una ración extra, hasta que los camboyanos hayan sido alimentados y los patagónicos hayan sido mandados a la universidad. Trabajar, con un cheque en blanco en la mano de cada criatura nacida, de hombres que nunca verás, cuyas necesidades nunca conocerás, cuya capacidad, pereza, falta de rigor o mala fe no tienes forma de saber ni derecho a cuestionar, sólo trabajar, trabajar y trabajar, y dejar que sean las Ivys y los Geralds del mundo quienes decidan de quién serán los estómagos que consuman el esfuerzo, los sueños, y los días de tu vida. ¿Y esa es la ley moral que hay que aceptar? Eso, ¿un ideal moral?Bueno, lo probamos, y aprendimos. Nuestra agonía duró cuatro años, desde la primera reunión hasta la última, y todo terminó de la única forma que podía terminar: en bancarrota. En la última reunión, Ivy Starnes fue la que intentó oponerse. Pronunció un discursito corto, desagradable y agresivo en el que dijo que el plan había fracasado porque el resto del país no lo había aceptado, que una sola comunidad no podía tener éxito en medio de un mundo egoísta y codicioso; que el plan era un noble ideal, pero que la naturaleza humana no estaba a la altura. Un joven – el mismo que había sido castigado por darnos una idea útil durante el primer año – se levantó, mientras todos seguíamos sentados en silencio, y se fue andando directamente hacia Ivy Starnes en el estrado. No dijo nada. Le escupió en la cara. Y así acabó el noble plan de la Empresa de Motores del Siglo XX.
# # #<<< Traducción: Objetivismo.org >>># # #Fuentes:Sección de La Rebelión de Atlas, Parte II, capítulo 10 # # ## # #
Nuevas herramientas contra el Alzheimer llevan esperanza a los pacientes
Desde el marcapasos cerebral, hasta el posible diagnóstico por biomarcadores a través de un simple análisis de sangre. Neurólogos expertos explican los alcances de estos avances y los cuidados para prevenir esta terrible enfermedad.
Por Víctor Ingrassia.
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Coinciden los neurólogos expertos, que el gran problema con el Alzheimer es que la enfermedad neurodegenerativa, causada por la destrucción progresiva de las neuronas cerebrales, comienza hasta dos décadas antes de que aparezcan los síntomas, generalmente en los 60 años de una persona.
Y no solo de la memoria estamos hablando. También afecta la capacidad para prestar atención, resolver problemas o tomar las decisiones acertadas.
Se trata de un conjunto de capacidades esenciales para la vida diaria y la independencia, cuyo deterioro no se puede revertir. Y con el crecimiento del promedio de edad de la población en el mundo, ese problema se hace más grande y evidente.
Los nuevos avances en la enfermedad de Alzheimer brindan esperanza a los pacientes
En el mercado actual existen muy pocas drogas que pueden ralentizar el progreso de la pérdida de memoria que acompaña al Alzheimer, pero lo que se ve generalmente es que cuando la enfermedad se diagnostica, ya es demasiado tarde: se ha producido un daño irreversible en el cerebro y el progreso del deterioro lleva a la muerte inexorablemente.
Es por eso que la mayoría de los ensayos con medicamentos para el Alzheimer han fracasado en parte, porque es muy difícil encontrar personas con las primeras etapas de la enfermedad.
Todo eso podría cambiar, según el último estudio de Alzheimer publicado esta semana en la revista Nature, en donde se destaca la investigación de un grupo de médicos japoneses y australianos que identificaron mediante un análisis de sangre, ciertos fragmentos de proteínas amiloides y nudos de tau, que son las que se acumulan en el cerebro, lo degrada y causan esta terrible enfermedad.
Ejercitar el cerebro y tener una buena alimentación, ayuda a prevenir el Alzheimer (iStock)
«Los biomarcadores de sangre son un gran avance», afirmó entusiasmado respecto al nuevo estudio, el doctor Ron Petersen, director de investigación de Alzheimer de la Clínica Mayo.
Concretamente, el biomarcador sanguíneo fue descubierto por investigadores del Centro Nacional de Geriatría y Gerontología de Japón, en un estudio que involucró a 400 participantes. Estas personas eran cognitivamente normales, tenían un deterioro cognitivo leve o tenían un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer.
Los científicos tomaron muestras de sangre y catalogaron los cientos de fragmentos de «proteínas precursoras de amiloide» que encontraron en cada muestra. Después de comparar los niveles de estos fragmentos de proteína con los niveles de amiloide en el cerebro que se encuentran con las exploraciones PET, los expertos descubrieron que ciertas parejas tenían un 90% de precisión para predecir si había acumulación de amiloide en el cerebro o no.
«Todavía hay un largo camino por recorrer antes de que este tipo de prueba se pueda utilizar en un entorno clínico. El desafío será reproducir los datos en una escala mayor», explicó Petersen, que remarcó que investigadores de la Universidad de Washington en Saint Louis están desarrollando métodos para diagnosticar la enfermedad utilizando fragmentos de proteína amiloide y biomarcadores tau.
En la sangre podría estar la clave para diagnosticar en forma temprana esta enfermedad
Desde la década del 80, el Alzheimer solo podía diagnosticarse post-mortem a través de autopsias del cerebro. En los últimos años, los científicos han descubierto cómo identificar los signos de la enfermedad de Alzheimer mediante la punción lumbar y tomas de la médula espinal o también basados en escaneos PET, pero debido a que estas pruebas son invasivas y costosas, por lo general solo se administran a pacientes que ya muestran signos claros de la enfermedad.
En otras palabras, solo se usan en pacientes para quienes el tratamiento será demasiado corto o demasiado tarde. Lo esperanzador de este hallazgo es que una simple prueba de sangre se le puede hacer a cualquier persona, a cualquier edad, y combatir el Alzheimer en sus primeras etapas.
«Incluso si estas proteínas no resultan ser lo suficientemente buenas para usarlas como una prueba definitiva para el Alzheimer, aún podrían usarse para mejorar la forma en que diagnosticamos la enfermedad. Si un análisis de sangre fue lo suficientemente bueno para indicar una mayor probabilidad de acumulaciones anormales de amiloide en el cerebro, podría ayudar a los médicos a saber qué pacientes deberían someterse a un examen de PET o una punción lumbar para confirmar el diagnóstico de Alzheimer», concluyó Petersen.
En el último congreso mundial sobre la enfermedad se anunciaron avances sobre la posibilidad de realizar un análisis de sangre para detectar a personas con riesgo de tener la Enfermedad de Alzheimer (istock)
Juan Manuel Baldovino, médico neurocirujano de Grupo Medihome, explicó a Infobae la otra noticia esperanzadora sobre Alzeimer que surgió esta semana: el marcapasos cerebral.
«No todas las demencias son alzheimer. Hablamos de demencia cuando hay pérdida de memoria operativa. Comienza con la afectación de la memoria temprana por el continuo depósito de la proteína beta amiloide la región del hipocampo del cerebro. Este depósito de material interfiere en la conexiones neuronales, por lo que cuanto mayor es el depósito, mayor es el deterioro cerebral, afectando entre otros aspectos a la memoria inmediata, mediata y la tardía. Y generando una pérdida de masa encefálica de alrededor de 140 gramos», precisó Baldovino.
«El estudio sobre el marcapasos cerebral, que es una investigación preliminar, consiste en introducir unos electrodos en el cerebro, que mediante una técnica que se llama estimulación, a través de ondas de corriente en el lóbulo frontal, generan una mejora fundamentalmente en la atención de los pacientes, y en la toma de decisiones, que se afecta en forma temprana en los pacientes con esta enfermedad», explicó.
Todavía no está aprobado en EE.UU. Pero sí ya se utiliza la estimulación con implantes cerebrales para otras enfermedades, por ejemplo para Parkinson y dolor.
La enfermedad del olvido
El Alzheimer es la causa más frecuente de demencia y se caracteriza por un deterioro gradual de las capacidades cognitivas, conductuales y funcionales de los pacientes. Su frecuencia aumenta con el envejecimiento de la población.
El nuevo marcapasos cerebral permite ralentizar la enfermedad neurodegenerativa (istock)
«La demencia es un síndrome caracterizado por un deterioro cognitivo progresivo que afecta funciones cerebrales superiores tales como la memoria, el lenguaje, la percepción, la atención, el pensamiento y la conducta, alterando la capacidad de la persona para desenvolverse en forma independiente en sus actividades habituales», explicó a Infobae el doctor Julián Bustin, jefe de la Clínica de Memoria de INECO.
En términos médicos, «demencia» no es sinónimo de «locura», sino la consecuencia de enfermedades o procesos neurodegenerativos que afectan progresivamente las funciones cognitivas como memoria, lenguaje o razonamiento, así como conducta y emoción, generando incapacidad para desarrollar en forma independiente aquellas actividades cotidianas a la que la persona estaba habituada.
Según números brindados por la Organización Mundial de la Salud, hay 48 millones de personas que padecen demencia en el mundo, y cada año se registran casi 8 millones de casos nuevos.
La Asociación Internacional de Alzheimer contabilizó en 2015 unas 503.000 personas con demencia en la Argentina con una incidencia anual de 74.061 nuevos casos (en mayores de 65 años, con una frecuencia de la demencia del 12.18%, del tipo Alzheimer de 5.85 % y demencia vascular de 3.86 %). Se proyecta que ese número se incrementará a 1.181.000 personas en 2050.
«Se calcula que cada 3 segundos una nueva persona es diagnosticada con demencia, y si bien existen muchos tipos, la enfermedad de Alzheimer es la más frecuente, con alrededor del 70% de los casos. Se trata de una enfermedad edad-dependiente, cuya frecuencia aumenta significativamente a partir de los 65 años», agregó Bustin.
El Alzheimer es la primera causa de demencia en el mundo (Shutterstock)
Según relató el experto, la comisión sobre «Prevención, intervención y cuidado en demencia», creada por la prestigiosa revista The Lancet, publicó el control de ciertos factores de riesgo que podrían tener el potencial de retrasar o proteger a un tercio de los casos de demencia.
Los 7 factores de riesgoson: sedentarismo, tabaquismo, hipertensión, obesidad en la adultez, diabetes, depresión y baja educación formal. En todos los casos, se trata de factores modificables, por lo que mediante diferentes iniciativas se podría disminuir el riesgo de Alzheimer.
«A través de la adopción de ciertos hábitos como el ejercicio físico, la estimulación cognitiva, una dieta saludable, sueño adecuado, disminución del estrés y el mantenimiento de la actividad social se puede lograr un escudo protector para el cerebro», concluyó Bustin.
El doctor Ricardo Allegri, Jefe de Neurología Cognitiva, Neuropsiquiatría y Neuropsicología de Fleni resaltó la importancia de ejercitar el cerebro para prevenir las demencias.
«Ejercitar nuestro cerebro influye en el desarrollo, mantenimiento y potenciación de la reserva cognitiva, y el arte permite un entrenamiento que atraviesa nuestra capacidad de pensamiento, memoria y lenguaje. Los individuos con mayor reserva cognitiva tienen predisposición a prevenir, mantenerse mejor y más tiempo ante enfermedades que determinan deterioro cognitivo. Antes se pensaba que esto había que fomentarlo en la tercera edad, pero ahora se sabe que hay que mantenerlo a lo largo de toda la vida», sostuvo Allegri.
La doctora María Alejandra Amengual, médica Neuróloga del Sanatorio Los Arcos explicó a Infobae que «los síntomas habitualmente referidos (pérdida de memoria, dificultades para encontrar las palabras, cambios de humor, pérdida de iniciativa) también pueden observarse en otras situaciones como depresión o envejecimiento normal, pero se diferencian ante todo en el grado de interferencia que generan para el desarrollo de actividades habituales».
Y adelantó un cuadro que ayuda a comparar los síntomas del envejecimiento normal con la enfermedad de Alzheimer.
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Cuidados para prevenir el alzheimer
Hay muchas cosas que se pueden hacer para prevenir el deterioro cognitivo (causal de la demencia), en general actividades y hábitos simples que se pueden incorporar en lo cotidiano:
1) Cuidar el corazón: El cigarrillo, la presión arterial elevada, el colesterol alto, la diabetes, la obesidad y el sedentarismo, son los principales «factores de riesgo vascular», y generan daños en las arterias aumentando el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o un infarto cardíaco, e incrementando también el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo. Estos problemas pueden prevenirse a través de hábitos saludables y tratamiento adecuado.
2) Seguir una dieta saludable:El alimento es el combustible del cerebro y el cuerpo. Numerosos estudios demostraron los beneficios de seguir una dieta de tipo mediterránea (rica en cereales, frutas, pescados, legumbres y verduras); por el contrario, la alimentación con exceso de grasas saturadas, azúcar o sal, aumenta el riesgo de enfermedad cerebrovascular y cardiovascular.
3) Participar de actividades sociales:Las actividades grupales implican interacción con otras personas, intercambio de ideas y conceptos, oportunidad de ejercitar el lenguaje, adaptación, empatía; también aumentan la reserva cerebral y ayudan a reducir el riesgo de depresión.
4) Realizar actividad física:El ejercicio físico ayuda a controlar la presión arterial y el sobrepeso, reduce el riesgo de diabetes y de algunos tipos de cáncer. Además genera bienestar y es una excelente oportunidad para compartir actividades con amigos y familiares.
5) Desafiar al cerebro:Mediante nuevas actividades que impliquen un aprendizaje (como aprender un idioma o desarrollar un nuevo hobby) el cerebro puede construir nuevas redes y conexiones, lo que ayuda a contrarrestar los síntomas producidos por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Nunca es tarde para empezar a desarrollarlas y generan otra oportunidad para realizar actividades compartidas.
Mario Blejer: «Hay más inversión productiva de lo que parece, pero menos de lo que se necesita»
El expresidente del Banco Central dice que en el exterior es muy buena la imagen de Macri y que va en la dirección correcta, pero preocupa el déficit de las cuentas externas.
Por Martín Kanenguiser.
Mario Blejer, expresidente del BCRA.
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Mario Blejer observa los problemas de la economía argentina con mucha tranquilidad: nada se compara con el infierno de 2002, cuando fue presidente del Banco Central. En una entrevista con LA NACION desarrollada en el despacho que ocupa como vicepresidente del Banco Hipotecario -donde se destaca un banderín de su querido club, Talleres de Córdoba-, Blejer dijo que «hay más inversión productiva que lo que parece, pero menos que la que se necesita», y que los inversores creen que Macri va en la dirección correcta. Doctorado en Economía de la Universidad de Chicago, Blejer, de 69 años, divide su tiempo entre la Argentina y numerosos viajes al exterior; el próximo será al Foro Económico Mundial en Davos, la semana próxima. En el último año se dedicó además a preparar tres discos con letras en hebreo y música foklórica argentina, entre otros géneros.
-¿Cuál es la visión de los inversores sobre la Argentina?
-Uno podría pensar que la imagen argentina había empeorado por los incidentes en el Congreso por los cambios en jubilaciones, pero la percepción de los inversores extranjeros es la contraria: creen que Macri ganó porque logró la aprobación de todas las leyes que quería y logró confinar a los cristinistas a una sociedad marginal con los trotskistas. Por lo tanto, creen que el país está encaminado a tener un liderazgo fuerte. La imagen de Macri está muy bien plantada. Se observa que la dirección es la correcta y que ya no es un país excepcional como lo era hasta hace dos años. Además, el Presidente tiene un punto a favor cuando se lo compara con otros de la región: tiene todo el potencial para ser la figura.
-Se observa que Macri está consiguiendo lo que los inversores esperaban para después de las elecciones legislativas…
-Sí, y que cuando hubo reacciones adversas no se «achicó». Y, a la vez, que pudo negociar aun estando en minoría en el Congreso.
-¿Y persiste alguna preocupación en particular?
-Bastante por el déficit de cuenta corriente y porque se nota una cierta preocupación porque no se sabe quién coordina la política económica.
-Por lo tanto, el anuncio sobre el cambio de la meta de inflación con el presidente del Banco Central no se vio mal.
-No, se vio bien. Porque es más consistente que antes. Hay más empatía que antes de las autoridades económicas con los inversores, pero sigue persistiendo la duda sobre quién coordina.
-¿Se esperan más reformas?
-No, lo que esperan es que se cumpla lo que ya se aprobó. Y parten de la idea de que lo que no se haga este año ya no se podrá hacer.
-¿Comparte la crítica de los señalan que solo está llegando inversión financiera? ¿O también hay capitales productivos?
-Está llegando inversión de mediano plazo y, en el caso de la financiera, va para los dos lados: los dólares entran por la tasa y salen por la salida de capitales. Hay más inversión que lo que parece, pero menos que la que se necesita.
-¿Es una cuestión de tiempo para que lleguen más?
-Un poco sí, y también que los inversores tengan más claridad, no sólo respecto de la Argentina; la inversión en todo el mundo está cayendo. Pero la Argentina se ve como una oportunidad, porque es competitiva en América Latina.
-¿Qué opina sobre la política de administración del tipo de cambio?
-El Banco Central no podría hacer otra cosa que la que hace; interviene a veces a través de los bancos públicos y acumula reservas prestadas. No tiene alternativa: no puede fijar la tasa de cambio; lo importante es empezar a corregir el déficit fiscal, para disminuir el ritmo del endeudamiento. Él sabe que necesita reducir el traslado a precios para que haya menor fluctuación.
-¿Y lo está logrando?
-Federico Sturzenegger dice que sí; a mí me falta evidencia para afirmarlo, aunque parece haber menos que antes.
-¿Qué opina sobre el nivel del tipo de cambio?
-Es difícil prever a cuánto debería estar el tipo de cambio. Este gobierno tiene la visión de que no solo debe corregir los desequilibrios previos, sino también buscar una mayor competitividad a través de otras medidas que no impliquen una devaluación. Y la medida de su éxito será si logra que haya más competitividad a través de la tecnología, la educación y por productividad. Si el Gobierno lo logra, el nivel del tipo de cambio nominal pasará a ser irrelevante.
-Un relajamiento de la política monetaria permitiría una mayor devaluación, aunque al costo de más inflación…
-De nuevo, dependerá del traslado a los precios. Si el pass through es bajo, lo logrará.
-¿Estuvo bien el Banco Central en bajar la tasa de interés de los pases?
-El Banco Central tiene un modelo con parámetros objetivos; una vez que se mueve la meta de inflación hacia arriba, la tasa baja de inmediato hasta un nivel, no por capricho. La otra clave es que hay que diferenciar entre la tasa nominal y la real; en este sentido, no podía bajarla mucho más de lo que la bajó, porque si no hubiera quedado en terreno negativo en términos reales.
-Usted fue presidente del BCRA; ¿son inevitables los choques con el ministro de Economía?
-No creo, depende de las personalidades. Lo importante, como dije antes, es la coordinación. Los economistas inventaron la figura de la independencia del Banco Central, pensando que el presidente del Banco debe ser un técnico y no un político, que se ocupe del mediano plazo y no del corto. Pero eso no tiene por qué resolverse con peleas personales. Es una cuestión de contrapesos dentro del poder. ¿O acaso alguien piensa que el presidente de la Reserva Federal y el secretario del Tesoro no se pelean nunca? ¡Se pelean todo el tiempo! Pero no por eso uno de los dos se va. Además, creo que esa idea de que alguien como el presidente del Banco Central solo debe ocuparse del largo plazo es un poco arrogante.
-¿Había margen para otra política económica si asumía otro presidente en 2015?
-No había lugar para ahondar los desequilibrios, se podrían haber corregido de una forma u otra, pero había que achicarlos. Una de las cosas fundamentales que la Argentina necesita es tener un sistema fiscal que permita financiar la infraestructura y la obra pública, sector que estuvo muy contaminado por la corrupción. Así que no sé si habría cambiado con la continuidad del gobierno anterior.
-¿Los inversores están observando si el peronismo que viene será más pragmático que el kirchnerismo?
-Los que apuestan a la Argentina juegan con la primera hipótesis, pero realmente el interés de los inversores ahora está colocado sobre lo que está haciendo este gobierno.
-¿Y usted cree que habrá un peronismo más focalizado en una política económica racional?
-Los gobernadores y legisladores con los que dialogo suenan muy preocupados para que se mantengan los equilibrios a corto plazo, pero, a la vez, de la necesidad de cambiar la estructura productiva del país sin apelar a salarios bajos, porque eso aumentaría la pobreza.
-Varios economistas, ortodoxos y kirchneristas, afirman que el país está cerca de una crisis similar a la de 2001-2002. Usted estuvo entonces en la conducción económica del país. ¿Hay alguna similitud?
-Esto es una jauja al lado de 2001-2002; en ese momento teníamos corralito, la devaluación que se necesitaba era muy alta, el país estaba quebrado, la tasa de interés era del 140%, hubo un inmenso aumento de la pobreza y el desempleo. Nada de eso es comparable con lo que pasa ahora: todas las variables están mejorando.
-¿Si tuviera un mano a mano con Macri, qué consejo le daría?
-Tiene que hacer la de Maradona: agarrar la pelota e ir para adelante sin mirar para los costados, porque si no va a decepcionar a propios y ajenos. Y tiene que clarificar la política de comunicación, porque es confusa. Fue un error no haber hablado más de la herencia, pero el tiempo para hacerlo ya pasó.
-¿Qué opina sobre el escenario internacional, que se balancea entre la fuerte liquidez actual y la gran incertidumbre por lo que puede pasar con la política económica en Estados Unidos?
-No creo que todo el programa de expansión cuantitativa vaya a terminar demasiado bien. En algún momento habrá una suba importante de la inflación y la tasa de interés va a subir. No creo que haya una gran crisis, pero sí de alta incertidumbre para los mercados. El problema es saber cuándo ocurrirá este cambio de ánimo. Mientras tanto, Trump está generando mucha incertidumbre de mediano plazo en Estados Unidos, pero a la vez les brinda muchos incentivos a los inversores para recuperar la economía en el corto plazo. El otro problema serio es si China se contagia.
-O sea que no espera una crisis como la de 2008-2009…
-No, por una razón sencilla: los bancos están mucho más supervisados.
-¿Y qué efecto tendrá este contexto sobre la Argentina?
-Cuanto más avance en términos de competitividad, menos negativo será el impacto de un episodio como éste. De todos modos, este año el mundo seguirá ayudando al país.
El oro es un activo obligatorio para cualquier inversionista que se considere serio, preocupado y ocupado en la protección de su patrimonio. La razón –explicada en Top Money Report en múltiples ocasiones– es que se trata del activo refugio por excelencia, tanto por sus propiedades físicas como por su carácter monetario, derivado de aquéllas.
El oro es su ‘póliza de seguros’ financiera porque es indestructible, nunca llegará a valer cero, posee una demanda permanentemente insatisfecha y cuando se tiene en propia mano no forma parte de la hoja de balance de nadie más como un pasivo. Dicho de otro modo, cuando usted lo tiene, nadie se lo debe.
Una deuda siempre es una promesa de pago en la que el acreedor ‘cree’, confía en que le pagarán lo debido conforme se haya acordado. Lo malo es que muchas veces las promesas se incumplen. Justo por eso es tan importante la reputación y el historial del deudor.
Ése y otros riesgos asociados a los créditos se reflejan en su precio, que es la tasa de interés, que tenderá –por supuesto– a ser más alta entre mayor sea el riesgo de incumplimiento y/o de menor calidad la garantía.
Justo por lo anterior es que, como cualquier otro, los tipos de interés, en tanto que son precios, deben ser completamente libres porque su negociación refleja las condiciones del mercado, esto es, la abundancia o escasez de ahorro. Cuando el precio es manipulado centralmente, como lo hacen hoy día los bancos centrales, las señales que se envían al público ahorrador, inversor y deudor son tergiversadas.
El peligro de eso es que un precio demasiado bajo (tasas bajas) –una de las principales y favoritas herramientas de política monetaria de los banqueros centrales– creará la ilusión de que el ahorro es tan abundante en la sociedad (mucha oferta) que los acreedores sólo logran colocarlo como crédito en el mercado a un tipo de interés bajo.
En consecuencia, el endeudamiento crece de manera exponencial y sin cesar, con la intención de estimular la demanda agregada y, con ello, la actividad económica. Las falacias keynesianas puestas en práctica.
El ‘pequeño’ detalle con las deudas es que tarde o temprano se tienen que pagar, y se pagan, por la buena o por la mala. Es por eso que cualquier crecimiento basado en el endeudamiento exponencial está condenado a fracasar y a derrumbarse por su propio peso.
Como podrá entenderse, deuda y ahorro NO son lo mismo, ni expansión crediticia es igual a acumulación continua de ahorro y capital. Lo primero es insostenible, lo segundo sí se puede y se debe mantener, porque el capital desgastado necesita ser repuesto.
¿Qué sucede cuando una bomba de excesiva deuda estalla? Hasta ahora, la receta ha sido la misma: volver a inflarla con tasas cada vez más y más bajas –llegando al punto de cero, como ocurrió tras la crisis de 2008-2009–, para volver a inyectar así nuevos créditos y seguir la fiesta. Pero tratar de solucionar una crisis causada por sobredeuda, sobreconsumo y sobrecrédito, con más de lo mismo que la provocó, es como querer curar al alcohólico dándole más alcohol… hasta que el paciente muera.
En el gráfico siguiente puede notar con claridad lo que le señalo. Las áreas sombreadas representan periodos de recesión, seguidos siempre por una depresión artificial de la tasa efectiva de Fondos Federales de Estados Unidos, desde 1980. La tendencia a la baja es evidente, hasta que el actual incipiente periodo alcista de tipos comenzó en diciembre de 2015 a cargo de la Reserva Federal (Fed).
Tasas _ federal funds rate 1980 a 2017. .
Tasas en niveles ínfimos, nunca antes vistas en la historia de la humanidad, sólo fueron posibles mediante la manipulación del mercado de bonos, comprándolos e inyectando liquidez. Esa acción de la Fed, banco central estadounidense, y de todos los demás grandes institutos centrales del orbe, ha provocado la mayor oleada de liquidez que haya existido globalmente.
Por primera vez, todos ellos se pusieron a ‘imprimir’ dinero (lo cual es un decir, porque ni siquiera tienen que imprimirse los billetes gracias al dinero electrónico en cuentas bancarias), que ante la falta de rendimientos en los mercados de bonos más ‘seguros’ ha buscado ganancias en otros mercados más riesgosos y especulativos. Mayor demanda, mayores precios de esos activos.
Tal es el origen de la llamada ‘burbuja de todo’ que nos ha tocado vivir. La liquidez más grande en la historia ha inflado (encarecido) toda clase de activos, desde bienes raíces hasta obras de arte, bonos ‘basura’, índices bursátiles, metales preciosos (en 2011), criptomonedas (un mercado aún muy pequeño) y un largo etc. Todo lo que huela a riesgo y posibilidad de ganancias especulativas.
El tema aquí es que –como le digo– usted puede inflar todas las burbujas que quiera, pero tarde o temprano las desinfla –con las dolorosas consecuencias para aquellos que antes se acostumbraron a ganar– o continúa inyectando ‘aire’ hasta que estallen. En ambos casos el resultado es el mismo: la resaca después de la borrachera de creación monetaria.
La Fed, con la ahora saliente Janet Yellen a la cabeza, optó por intentar desinflar poco a poco la madre de todas las burbujas financieras, iniciando el ciclo alcista de tasas en diciembre de 2015, que también se aprecia en el gráfico expuesto arriba.
Esto es relevante porque al ver la misma ‘fotografía’ ampliada a un mayor lapso, vemos con claridad que lo periodos alcistas de tasas también pueden ser muy prolongados. Apenas empezamos.
—Guillermo Barba es Máster en Economía de la Escuela Austríaca. Autor del blog Inteligencia Financiera Global en Forbes México. Escribe sobre política, economía, oro y finanzas. Analista de adn40 e Info7 Monterrey.
El Bitcoin en caída libre, rebota en US$7800 y sube 14% en una hora
Por Victoria Novillo Saravia.
El bitcoin cae 20% en 36 horas. .
La montaña rusa del Bitcoin tiene a inversores y analistas sin aire. Luego de estabilizarse en US$10.000 tras caer 50% de su máximo histórico a fines de diciembre pasado, ayer retrocedió más de 10% y perforó el piso de los US$9000, considerado por muchos analistas como un punto de inflexión. Hoy perforó también los US$8000, pero a las 11:45 la moneda parecía revivir con una escalada de 14% en la última hora.
Esta mañana Rodolfo Andrades, presidente de la ONG Bitcoin Argentina, permanecía inmutable. En diálogo con LA NACION, este referente latinoamericano del Bitcoin declaró que no le preocupa la caída de la criptomoneda, porque considera que nada ha cambiado desde diciembre. «En este ámbito no todos están por el precio o la especulación. Disfrutamos si sube, lamentamos si baja pero en realidad no nos importa mucho», dice.
Andrades sigue teniendo fe en el concepto detrás del Bitcoin, y explica que los últimos eventos, como la posible prohibición de las criptomonedas en India o el anuncio de Facebook de prohibir anuncios relativos a éstas puede haber afectado la burbuja de las ICO, que según él, nada tienen que ver con el Bitcoin. «Ningun bitcoiner se imagina que Bitcoin se impondrá sin pelea, así que el hecho de que algunos estados estén tratando de regularla no nos preocupa más que antes sino que creemos que Bitcoin al ser más útil, confiable y eficiente que el sistema tradicional, se impondrá porque la gente que lo entienda lo preferirá. La evolución siempre va hacia la solución mas útil, confiable y eficiente», dice.
A diferencia del presidente ejecutivo de J. P. Morgan, Jamie Dimon, quien calificó al bitcoin como un «fraude», y dijo que eventualmente «explotaría», y del mismísimo Warren Buffet, que declaró que las criptomonedas «llegarán a un mal final», Andrades explica que los bitcoiners no corren ni esperan ganar hoy o mañana, sino que saben que el cambio se va a dar, y que llevará su tiempo. «Desde la ONG tratamos que en Argentina los gobernantes entiendan qué es lo importante y que decidan promover la tecnología permitiendo que cuando sea una realidad estemos entre los países preparados. Y por si no lo hacen, estamos trabajando también con los ciudadanos, las empresas y las universidades», sostiene.
Consultado sobre las perspectivas en medio de semejante volatilidad del precio, Andrades insiste en que no lo sigue mucho, y hasta señala aspectos positivos en medio de dos jornadas negras para los inversores. El especialista explica que tras la caída, hay menos presión sobre los exchanges y podrán instrumentar mejoras como Segwit que hasta ahora no tenían posibilidad por la sobredemanda. «Cada vez que el Bitcoin sube y los medios (gracias) no dejan de hablar de él, hay nuevas oportunidades de que más personas puedan entender lo realmente importante y ser creyentes más allá del precio. Eso genera un nuevo piso cada vez más alto que el anterior.», sostiene. En este momento, dice que está más preocupado por el desarrollo de las Schnor Signatures, y vuelve a minimizar la corrida: «Entran 100 especuladores y quedan 5 que entienden», concluye.
El desempleo de Estados Unidos se mantuvo en 4,1%: se crearon 200.000 puestos de trabajo en enero
Gracias a la creciente demanda en el sector inmobiliario y el repunte de la inversión de capital, la tasa registra su nivel más bajo desde el año 2000. Según los analistas, la cifra podría caer por debajo del 4% en los próximos meses por la reforma tributaria de Donald Trump.
El índice de desempleo de los Estados Unidos se mantuvo estable en 4,1% por cuarto mes consecutivo en enero. Se crearon 200.000 nuevos empleos, informó hoy el Gobierno.
Este dato de desempleo, que es el nivel más bajo desde el año 2000, refuerza la idea de que la economía estadounidense se estabiliza en cuotas de pleno empleo, gracias a la creciente demanda en el sector inmobiliario y al repunte de la inversión de capital.
Además,los 200.000 nuevos empleos creados en el primer mes del año 2018 suponen una notable mejora en relación con diciembre, cuando se crearon 161.000 puestos de trabajo, según la cifra revisada y divulgada hoy por el Departamento de Trabajo.
El crecimiento en la creación de empleo superó las expectativas de los analistas, que habían pronosticado que la economía estadounidense generaría una cifra de alrededor de 177.000.
En los últimos tres meses, EEUU creó un promedio de 192.000 nuevos empleos, una media superior al promedio que se registró en el conjunto de 2017, que fue de 181.000.
El salario promedio por hora se incrementó también en 9 centavos (un 0,3%) con respecto a diciembre y quedó en 26,74 dólares, un incremento que situó el aumento anual en 2,9%, marcando el nivel más alto desde junio de 2009.
Habitualmente, en los años de bonanza económica los salarios crecen entre un 3% y un 4% anual.
En cuanto a la tasa de participación ciudadana en la fuerza laboral, que refleja el número de personas en edad de trabajar que buscan activamente empleo, quedó en el 62,7%, prácticamente estable respecto al mes precedente.
Por sectores, la construcción agregó 36.000 empleos, la restauración contrató a 31.000 nuevos trabajadores, la salud aumentó las nóminas en 21.000 y la industria manufacturera aumentó en 15.000 puestos.
Según los expertos, es probable que la tasa de desempleo caiga por debajo del 4% en los próximos meses por primera vez desde el 2000 gracias al estímulo que debe suponer este año la reforma fiscal del presidente estadounidense, Donald Trump.
La recaudación subió fuerte en enero de la mano de una mayor actividad económica
Trepó 28,6% si se excluye el blanqueo; el IVA, el impuesto que mejor refleja el consumo, fue el motor del resultado.
Por Florencia Donovan.
Abad: «La actividad no es un problema» .
Era uno de los grandes miedos del Gobierno, sin embargo, a juzgar por los números de recaudación que maneja la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la actividad no parece haber perdido impulso en el primer mes del año. Todo lo contrario, la recaudación fiscal trepó en enero 28,6% a $261.961 millones (sin contar los ingresos por el blanqueo), esto es, casi cuatro puntos más que la inflación acumulada en los últimos 12 meses. En gran medida, el resultado fue gracias al impulso del impuesto al valor agregado (IVA), tal vez el que mejor refleja las fluctuaciones en el nivel de actividad.
El IVA saltó en enero 45,1%, a $84.972 millones: 36,8% subió el IVA impositivo (a $60.538 millones) y 63,1% el aduanero (a $26.185 millones). «La actividad, queda claro por los resultados de la recaudación de IVA y de seguridad social, que no es un problema», subrayó el titular de la AFIP, Alberto Abad.
«El crecimiento del IVA va bien por encima de la inflación, en línea con el dinamismo del consumo apalancado en el crédito -coincidió Federico Furiase, de la consultora EcoGo-. Y con gran impulso del IVA aduanero en un contexto de fuerte aumento de las importaciones», agregó.
Algo similar sucedió en la provincia de Buenos Aires, donde la recaudación creció en enero en un 33%, a $23.870 millones, también producto de «las mejoras en niveles de cobrabilidad y una mayor actividad económica», según dijo el responsable del ente recaudador provincial, Gastón Fossati.
A nivel nacional, todos los sectores mostraron un dinamismo superior al que habían tenido a comienzos del año pasado. La industria manufacturera le aportó a la AFIP en concepto de IVA un 48% más versus igual mes de 2017 (unos $8035 millones más); la construcción, un 53% más ($1595 millones); el comercio, un 37% ($5992 millones); la explotación de minas y canteras, 100% ($1838 millones, gracias a un aporte extraordinario de YPF); la intermediación financiera, un 41% ($2325 millones); información y comunicaciones, un 48% ($1569 millones), y el sector de servicios, 31% ($2413 millones).
Al fisco le ingresaron en enero $84.915 millones en concepto de impuestos a la seguridad social, un 29,1% más que en igual mes de 2017. Según Abad, el dato refleja además que los salarios le ganaron en el período a la inflación de precios. «El nivel de empleo aumentó 1% en enero pasado con respecto a enero de 2017. Con lo cual esta variación [de la recaudación por seguridad social] fue sobre todo por efecto precio. Contra la inflación acumulada, que fue de 24,8%, los salarios reales aumentaron varios puntos por arriba», dijo Abad.
Según explicó el recaudador, los ingresos por el impuesto a los débitos y créditos subieron levemente menos que la recaudación total, en un 23,7%, no por un problema de actividad, sino porque en este caso influyó que hubo en enero dos días hábiles menos que en igual mes de 2017. Mientras que por Ganancias se recaudó solo 12,5%, en parte por el impacto de las nuevas deducciones y el prorrateo de la recaudación en el aguinaldo.
Lo más flojo volvió a ser lo recaudado por exportaciones: le reportaron al fisco ingresos por $11.856 millones, apenas 5,3% más que en enero de 2017. Fue consecuencia de que los derechos de exportación cayeran 40,3% a $ 3645 millones, dado que los derechos de importación treparon 59,4%, a $8212 millones.
En la AFIP consideran que en la exportación sobre todo está pesando la retención de stocks de soja por parte de los productores. Los volúmenes por los cuales se pagaron derechos de hecho bajaron en un 56% interanual en el caso de los pellets de soja y en un 93% en el de los porotos de soja.
«La recaudación creciendo al 28% sin blanqueo muestra que la economía crece por el mercado interno», resumió Ramiro Castiñeira, de Econométrica.
El futuro del trabajo: «Se viene un tsunami tecnológico»
Laura Ripani, economista del Banco Interamericano de Desarrollo, explicó los cambios que “ya están sucediendo” durante el seminario «Visión y estrategias para 2018”, la primera instancia de trabajo presencial del T20, la usina de ideas del G20, que este año preside la Argentina.
Por Fernanda Kobelinsky.
«El futuro del trabajo es uno de los conceptos más buscados en internet en 2017. De hecho, las búsquedas aumentaron en las fiestas, lo que supone que es también un tema emocional», explica Laura Ripani, la economista del Banco Interamericano de Desarrollo que expuso en la sesión plenaria «El futuro del trabajo y educación para la era digital», del seminario de T20 en Buenos Aires.
Es que el futuro del trabajo abre la puerta a muchos interrogantes que afectan emocionalmente a la gente: ¿cómo será la estructura? ¿cómo impactará en los países? ¿habrá trabajo para todos? ¿cuántos puestos desaparecerán?
Según detalló Ripani, el Banco Mundial predice que en 20 años dos tercios de los puestos de trabajo podrían suprimirse. «Se viene un tech-tsunami», vaticina la economista logrando que el auditorio lance una carcajada… pero de nervios.
Laura Ripani (primera a la izquierda) en el panel “El futuro del trabajo y educación para la era digital”
De acuerdo con su intervención lo que sucederá es que crecerá la automatización de los trabajos. Utiliza como ejemplo de los cambios que ya están sucediendo en este terreno a la nueva tienda de Amazon, donde cada uno elige los productos y se los lleva a su casa sin pasar por la casa, el pago es virtual. «Un tercio de los trabajos en el 60% de la ocupaciones pueden ser automatizados, ¿esto destruirá los trabajos o los transformará?», se pregunta.
Este tsunami tecnológico profundizará lo que se conoce como «Gig economy», la contratación puntual y de manera esporádica para un trabajo. Este tipo de contrataciones es y será posible gracias a plataformas como Uber o Airbnb.
Esto supone que habrá que adaptarse a un nuevo escenario que, según Ripani, demandará de «más y mejores competencias». Y, como consecuencia, habrá «polarización»: algunos se beneficiarán mucho y otros sufrirán el cambio.
«En América Latina y el Caribe tenemos el problema del trabajo informal», dice la economista con pesimismo. Pero también es optimista: «Hay que invertir en la gente, cuanto mayor sea esa inversión, el tsunami afectará menos a la gente».
Seminario ”Visión y estrategias para 2018” organizado por el T20
Ripani afirma que es imperiosa una transformación en la educación y en los sistemas de entrenamiento. «La clave es innovar», remarca.
«El futuro del trabajo está sucediendo y requiere de acciones urgentes. Lo primero es entender el impacto de estos cambios. Necesitamos más investigación y para que la gente pueda acceder a las soluciones», aseguró.
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El futuro del trabajo es uno de los temas centrales de la cumbre del G20, que este año preside la Argentina. Por lo tanto el T20, el grupo de afinidad que reúne a los Think Tanks más importantes del mundo, también asume el tópico como una prioridad. En ese marco se desarrolló la sesión plenaria en la que participó Ripani; y de la que también participaron la brasileña Claudia Costin, fundadora del Centro de Excelencia e Innovación de políticas educativas de la Fundación Getulio Vargas; Samir Saran, vicepresidente de la Fundación Observer Research; y Blair Sheppard, Global Leader for Strategy and Leadership Development.
El foro, presidido por el CARI y CIPPEP elaborará propuestas que serán publicadas como documentos de políticas públicas. Finalmente, se realizará la Cumbre del T20, que se desarrollará en Buenos Aires del 16 al 18 de septiembre, donde se elevará un comunicado con recomendaciones a la presidencia argentina del grupo multilateral.
Facebook provocó otro derrumbe del bitcoin: no permitirá avisos de criptomonedas
La criptomoneda vale menos de la mitad del pico que alcanzó a mediados de diciembre, lastrada por la prohibición en la red social y las nuevas regulaciones en la India que mantienen la tendencia negativa.
La cotización del bitcoin se asentó este jueves por debajo de los 10 mil dólares en una nueva jornada negativa para la criptomoneda, que vale menos de la mitad de lo que valía a mediados de diciembre, cuando el furor llegó a bordear los USD 20 mil por unidad.
Desde entonces, el bitcoin ha marcado un sostenido retroceso y, aunque ya había perforado la marca de los USD 10 mil en otros momentos de enero, abrió febrero por debajo de los USD 9.200, en una pérdida de casi 10% en un día.
El precio del bitcoin retornó a valores de fines de noviembre, tras el furor de diciembre
Luego de conocerse que Facebook prohibirá los anuncios de criptomonedas en la red social, el valor sufrió un nuevo traspié que afectó a los inversionistas del bitcoin y a otras divisas digitales. Según explicó la compañía, había varios emprendimientos similares que usaban publicidad en la plataforma para aumentar la expectativa por su próximo lanzamiento, sin ofrecer el respaldo necesario.
En un comunicado, Facebook informó que prohibirá toda publicidad que «promueva productos y servicios financieros que con frecuencia están asociados con prácticas promocionales engañosas, como opciones binarias, ofertas iniciales de monedas y criptomonedas», sin especificar si se refería a todas las divisas digitales, pero igual fue suficiente para aumentar la incertidumbre sobre el bitcoin.
Las pérdidas durante 2018 se acentuaron ante cada medida gubernamental que frenaba el avance de su uso, tales como las empleadas en Corea del Sur y China. Este jueves, el Gobierno de la India anunció que tomará «todas las medidas» para acabar con el uso de criptomonedas como método de pago en el país y advirtió que no las considera monedas legales.
En el camino contrario, países como Japón ya las reconoce como medio de pago, y la divisa fue legitimada el pasado diciembre al ser aceptada por vez primera en dos mercados de futuros de los EEUU, lo que aumentó su furor a fines de 2017.
Otras criptomonedas, incluidas Ripple y Bitcoin Cash, también tuvieron descensos porcentuales de dos dígitos, según Coinmarketcap.com, que sigue los mercados.
El bitcoin es una moneda virtual no regulada por ningún Estado ni banco central, ya que no valía más que unos pocos centavos cuando fue creada en febrero de 2009 por varios informáticos que se escondían bajo el pseudónimo de Satoshi Nakamoto.