Oficial: la cosecha superará las 130 millones de toneladas
Esta proyección surge a partir del estudio de imágenes satelitales del Ministerio de Agroindustria. La Bolsa de Cereales porteña indicó que la próxima campaña triguera alcanzaría un récord de 17,5 millones de toneladas.
Por Juan Gasalla.
El agro es la actividad más superavitaria de la economía argentina.
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La Dirección de Estimaciones Agrícolas del Ministerio de Agroindustria llevó a cabo un análisis que concluyó que a pesar de las últimas inundaciones ocurridas, la producción nacional de granos llegará a superar las 130 millones de toneladas.
En las últimas semanas las lluvias y anegamientos afectaron áreas de cultivo en diferentes zonas del país, y particularmente en las regiones de elevada productividad agraria, como el noroeste de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba.
La proyección del Ministerio de Agroindustria surge a partir del estudio de imágenes satelitales que permitieron observar que «el fuerte impacto de los precipitaciones que superaron los 200 milímetros alcanzó un área de cosecha, cuya pérdida de producción se verá compensada con los altos rendimientos de las zonas no afectadas«.
Fuente: Ministerio de Agroindustria, en base al Servicio Meteorológico Nacional.
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El informe oficial detalló que «desde principio de año las pérdidas por inclemencias climáticas de la campaña 2016/2017, representan un total de un millón de hectáreas, de las cuales 750.000 son de soja y 250.000 de maíz».
La cartera que conduce Ricardo Buryaile también «se encuentra realizando un pronóstico que tiene en cuenta la calidad de lo cosechado y el aumento de los costos por las dificultades de logística y cosecha», de acuerdo con las pérdidas reales sobre las últimas inclemencias climáticas sucedidas.
Entre los tres principales cultivos del agro argentino, la Bolsa de Comercio de Rosario estima que se producirán unas 109 millones de toneladas, encabezadas por la soja (56 millones), seguida por el maíz (38 millones) y el trigo (14,95 millones).
En el caso de la oleaginosa, el incremento de zafra sería de apenas 700 mil toneladas respecto de la campaña 2015/2016. Pero en el caso de los cereales el aumento de cosecha será notable. Este año habrá 4 millones de toneladas de trigo más (+37,2%) y casi 8 millones de toneladas extra de maíz (+26,2%).
ELEVADAS EXPECTATIVAS PARA EL TRIGO
Para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la próxima campaña de trigo 2017-2018 treparía hasta un récord de 17,5 millones de toneladas, hecho que tendría su impacto no solo en la inversión en tecnología sino también en el aporte fiscal que movilizará toda la cadena triguera.
Los especialistas consignaron que, pese a la eliminación de los derechos de exportación del trigo, la recaudación fiscal de toda la cadena en las últimas dos campañas experimenta un incremento del 27%, algo que también replicaría el ciclo 2017-2018.
Así desde la campaña 2015-2016, la contribución fiscal que reportó toda la cadena ronda los USD 1.600 millones en dos ciclos de producción triguera, hecho que a juicio de los especialistas prueba el «efecto multiplicador» que tuvo la decisión oficial de estimular la producción granaria.
Por ello, se estima que el producto triguero que movilizaría toda cadena de valor durante los ciclos 2016-2017 y 2017-2018 aportaría un crecimiento del orden del 120% bianual que «más que duplicaría el Producto total de la cadena y la contribución al Producto Bruto Interno sería cuatro veces por arriba de su propia participación».
Para el caso de la cebada, la Bolsa porteña estima que el volumen a producir sufriría una pequeña contracción al alcanzar, al prever una producción de 2,9 millones de toneladas, cifra que está próxima a los 3 millones registrados en la campaña 2016-2017.
¿Cómo será la relación entre los peatones y los autos del futuro?
Google patentó un desarrollo tecnológico para sus autos sin conductores. Señales de luz y de audio, manos mecánicas y ojos robóticos que servirán para identificar a los peatones y advertirles sus maniobras.
Google consiguió una patente para que sus autos autónomos puedan interactuar con los peatones en procura de generar un entendimiento vial y brindar mayor seguridad. El desarrollo tecnológico de la compañía consiste en señales visuales y sonoras que alertan sobre márgenes de maniobrabilidad y sugieren la acción más confiable.
El motor de Google es generar diálogo entre sus vehículos no tripulados y los peatones. Codificar, interpretar y razonar cuál es el movimiento más confiable para seguridad de autos y transeúntes es el objetivo de este emprendimiento que ya reservó su patente. La compañía tiene previsto fabricar coches comunicativos con señales de luz y de audio integrales, manos mecánicas y unos ojos robóticos que “persiguen a la persona” consiguiendo el nivel de interacción esperado.
En el paragolpes delantero y en los costados del vehículo podrán leerse leyendas como “seguro para cruzar” (“safe to cross”) mediante un prototipo de luces. Un altavoz en la parte exterior del coche también podrá vocalizar el texto que aparece en las señales y comunicar otras alertas audibles.
Una mano robótica pretenderá imitar señales y comportamientos humanos típicos en situaciones de tránsito. Reproducirá, entre otros gestos, el ademán de “barrido”, un sensible movimiento de la mano para habilitar el cruce del peatón.
De esta manera la compañía perfecciona sus autos autónomos, luego de haber registrado desde su lanzamiento revolucionario una serie de inconvenientes. Hace dos meses, en Estados Unidos, uno de los coches sin conductor de Google fue multado por un agente de la policía por exceso de lentitud. Los mecanismos descritos en la nueva patente de Google intentarán perfeccionar esta consigna: cómo poder ser más asertivos en la conducción sin tener que ser pasivos ni agresivos.
En 2015 se registraron 13 accidentes viales, comúnmente de poca relevancia, de estos coches autónomos. La compañía mientras ensaya una autocrítica también responsabiliza a los humanos. “El verdadero problema es que el coche es demasiado seguro. Tienen que aprender a ser agresivos en su justa medida, y esa justa medida depende de la cultura”, consideró Donald Norman, el director del Laboratorio de Diseño de la Universidad de California, que estudia a los vehículos autónomos. A modo de enseñanza, concluyó: “Los humanos conducimos peor que las máquinas”.
Avance prometedor: crean una eficaz «vacuna celular» contra el VIH
Un equipo de científicos estadounidenses desarrolló un nuevo sistema que fabrica células resistentes al virus. La técnica consigue que un conjunto de anticuerpos se adhieran a las células inmunes bloqueando el virus e impidiendo su reproducción.
El nuevo procedimiento podría derivar en un método para tratar la afección.
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La comunidad científica se aboca a la investigación y a la búsqueda de una cura definitiva para el VIH, hoy algo lejana pero con el aliciente de haber logrado avances increíbles en poco tiempo. En la incansable lucha contra la enfermedad que afecta a más de 36 millones de personas en todo el mundo se abre una nueva esperanza a partir del hallazgo del Instituto de Investigación Scripps (TSRI), en Estados Unidos.
Un equipo de científicos desarrolló una nueva estrategia para combatir el virus de la inmunodeficiencia humana, causante del Sida. Consiste en un mecanismo en el que se incorporan anticuerpos a las células inmunes creando una población resistente al virus que podrían reemplazar rápidamente a las células enfermas con un grado de eficacia mayor al de otras terapias, de acuerdo a lo que observaron en las primeras pruebas de laboratorio.
En Argentina 126 mil personas son VIH positivo, aunque el 30 por ciento lo desconoce y la tasa mortal registra un promedio de cuatro decesos por día.
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La nueva técnica ofrece una ventaja significativa sobre las terapias donde los anticuerpos flotan libremente en el torrente sanguíneo. En el nuevo estudio, los científicos lograron que los anticuerpos se aferren a la superficie de una célula, bloqueando el acceso del virus a un receptor celular crucial para diseminar la infección.
El sistema consigue fijar anticuerpos que combaten el VIH a las células inmunes. Una vez que los anticuerpos se adhieren a la superficie de la célula, el virus no puede acceder a un receptor clave en la misma, lo que evita que la infección se extienda. «Podríamos decir que se trata de una especie de vacuna celular», indicó Richard Lerner, uno de los autores del trabajo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
La técnica sigue en fase de experimental y esperan poder comenzar pronto con los ensayos clínicos.
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«Un anticuerpo situado en el punto adecuado es más eficaz que muchos flotando en la corriente sanguínea. No se precisan tantas moléculas», señaló el experto en medicina Jia Xie. Las células que no cuentan con este sistema de defensa acaban muriendo, mientras que las que sí lo tienen sobreviven y se multiplican.
El objetivo originario de la investigación es controlar el VIH en pacientes con sida sin la necesidad de ninguna otra medicación, por lo que este novedoso proceso podría representar una factible opción de curar la patología. Sin embargo, aún quedan varias etapas de ensayos por superar. Junto al centro médico City of Hope, en Duarte (California), el paso siguiente será evaluar la eficacia de esta técnica y la posibilidad de desarrollar a partir de ella un tratamiento.
Las tendencias detrás de las fusiones en la industria agroalimentaria
Por Jorge Castro.
La Comisión Europea (CE) aprobó la compra de Syngenta, la mayor empresa suiza productora de semillas y agroquímicos, realizada por ChemChina, el principal holding de la actividad agroalimentaria en la República Popular, en U$S 43.000 millones. La compra tiene el objetivo de aumentar de manera inmediata la producción de la compañía suiza para satisfacer el gigantesco mercado chino, y luego, accesoriamente, el mundial.
Las ventas de Syngenta alcanzaron a U$S 12.800 millones en 2016, y menos del 15% correspondió a la región Asia – Pacifico. La cuestión a partir de la compra realizada por Chem China es multiplicar esa proporción por tres en los próximos 5 años.
El objetivo estratégico chino es nítido. Se trata de desarrollar una cadena agroalimentaria que se ubique entre las 3 primeras del mundo en los próximos 5 años, capaz de disputar la primacía a la número 1, que es la estadounidense Cargill, y apta para abarcar la totalidad de la producción agrícola más avanzada, para asegurar la alimentación de la población china de 1.340 millones de habitantes a través de un aumento significativo e inmediato de la oferta agroalimentaria en el mundo.
La compra de Syngenta por ChemChina es parte del proceso de consolidación de la industria agroalimentaria mundial. Dow Chemical compró el año pasado a Dupont en U$S 130.000 millones, y Bayer, la gran empresa química y agroquímica alemana, adquirió Monsanto, el gigante estadounidense del sector, en U$S 61.000 millones.
La lógica atrás de este proceso de compras y fusiones es la siguiente: la tendencia de fondo del negocio agroalimentario mundial se revela a través de una doble dimensión. Por un lado, la demanda mundial de agroalimentos se duplica en los próximos 15 años, con una población global que alcanza 10.000 millones de personas en 2050, de las cuales dos tercios -los países emergentes y en desarrollo- disponen de un ingreso per cápita que crece 8% por año.
Asimismo, se ha ingresado en una etapa de bajos precios de los commodities agrícolas, que puede durar 10/15 años, debido a las 4 supercosechas de Estados Unidos (los farmers han sembrado este año 36 millones de hectáreas de soja y otras 36 millones de hectáreas de maíz).
Esta época de bajos precios de los productos agrícolas ocurre en el contexto de una demanda excepcionalmente acelerada por ellos. Esto significa que las grandes trasnacionales agroalimentarias tienen una tasa de retorno sobre sus inversiones de capital, cada vez menor, acompañada por un aumento creciente de sus costos marginales de producción, mientras enfrentan la imperiosa necesidad de ampliarla más de 70% en los próximos 15 años.
El resultado es que se exacerba la competencia en el plano mundial; y no hay forma de aumentar los precios agrícolas sin agregar valor a través de nuevos productos. Esto exige multiplicar la inversión científica y tecnológica entre 5 y 8 veces en los próximos 10 años. De ahí la tendencia a la consolidación.
Esta es una nueva época del negocio agroalimentario mundial, y la Argentina, que es uno de los tres países de punta tecnológica y científica del sistema, es parte necesaria e inescindible de esta tendencia fundamental.
La pesca busca oportunidades y presenta sus demandas
La industria pesquera tiene buena facturación, pero pierde competitividad.
Boom. La buena temporada de langostinos hizo crecer la facturación del sector. .
Por Carlos Boyadjián.
Los fríos números del comercio exterior indican que la actividad pesquera tuvo un 2016 con balance positivo, exportaciones por casi US$1.700 millones, un saldo de la balanza comercial apenas por debajo de lo exportado, buen volumen de capturas en las especies emblemáticas del mar Argentino (merluza Hubbsi, calamar Illex y langostino) y precios razonablemente buenos.
Pero luego de siete años de sobrevivir en la línea flotación entre 2009 y 2015, con un dólar atrasado, inflación, costos operativos crecientes y retenciones entre 5% y 10%, la industria pesquera aún busca recomponerse. Hoy el sector reclama por falta de competitividad y pérdida de mercados, debido a una política oficial que no logra revertir -vía acuerdos comerciales- los aranceles que debe pagar la pesquería nacional en terceros mercados.
Esto sin mencionar el crecimiento de la flota china en aguas argentinas, a la que en su país le devuelven gastos portuarios y además ingresan la carga con arancel cero, mientras que los barcos nacionales pagan entre 12% y 18% de arancel. El combo se completa con elevados impuestos (Ingresos Brutos y otros), costos de operación en puertos, infraestructura portuaria deficiente, y elevados costos laborales (no salariales), según declaran los empresarios.
El tipo de cambio vigente desde fines de 2015 no modificó de modo radical la ecuación económica del negocio, como sí lo hizo en la producción agrícola. Es que además de las cuantiosas inversiones en barcos, reparaciones, repuestos e insumos, todas ellas dolarizadas, también una parte relevante de los salarios del personal embarcado (en el langostino es más del 70% del salario) se paga sobre el valor de la pesca capturada.
“Todo el mundo dice que el sector pesquero facturó el año pasado más de US$1.600 millones pero eso fue sólo por el langostino”, señala Antonio Solimeno, empresario pesquero marplatense y vicepresidente de la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (CAIPA). Solimeno exporta el 80% de su producción, cuenta con 12 barcos y emplea a 890 personas, entre marineros y personal de tierra.
Competitividad
“Hasta mediados de 2016, con la devaluación más o menos estábamos recuperando, pero a partir de septiembre empezamos a perder de nuevo competitividad”, destaca Solimeno. En ese contexto, se pregunta si “en el 2017 los mercados responderán”. Y agrega: “Puedo tener buena facturación pero el problema es de rentabilidad, sólo en reparaciones navales invertimos el año pasado entre US$9 y 10 millones”.
Desde el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA), su titular Oscar Fortunato señala que “la economía global no está bien, con el langostino zafamos pero también hay una caída de los precios internacionales”. No obstante, admite que “el 2017 podría ser bueno para el calamar”.
El punto que más preocupa es la pérdida de competitividad frente a otros países. A principios de marzo autoridades de CEPA se reunieron con el presidente Macri y funcionarios del área para analizar la coyuntura sectorial. “Hemos hablado de la necesidad de tener acuerdos comerciales con algunos países o la Unión Europea, no digo un TLC pero sí quizás acuerdos contingentes (cuotas de exportación anuales), un instrumento aceptado por la OMC”, explica Fortunato.
Argentina tuvo vigente un acuerdo en el marco del Sistema General de Preferencias (SGP) de la Unión Europea hasta hace tres años. Con la caída del SGP los productos pesqueros nacionales pasaron de pagar 5% de arancel al 12%. En el caso de China el arancel llega al 18% y en México es del 20%. Brasil, por su parte, tiene cerrado su mercado a los productos argentinos, por el fuerte lobby de los productores de camarones, que aducen cuestiones fitosanitarias.
Incentivos
Tras la eliminación de reembolsos a los puertos patagónicos en diciembre de 2015, a través de un DNU que derogó el decreto 2.229/15, el Gobierno dispuso reintegros a la pesquería que van del 3% al 6,5%, según las especies exportadas.
En la actualidad el Congreso tiene el DNU bajo estudio, para ratificarlo o rechazarlo, y en ese caso reimplantar los reembolsos. Mientras tanto, los productos de todos los puertos tienen los mismos reintegros, aunque los costos difieren sustancialmente según la ubicación..
“El flete sale dos a tres veces más de Puerto Deseado a Madryn que en Mar del Plata, la estiba cuesta tres veces más, y además, tenemos más costos de insumos, víveres y llevar la gente hasta allá, porque no hay marineros en la Patagonia, los tenés que llevar de Mar del Plata o Corrientes”, señala Eduardo Boiero, presidente de la Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores (Capeca), que agrupa en especial a la flota langostinera de la Patagonia. Por eso, añade, “los que operaban calamar en el sur se fueron a Mar del Plata por un tema de costos”.
“La pesquería tiene varios problemas graves”, asegura Miguel Glikman, director de Exportación de Newsan Food. Entre ellos, menciona la falta de financiamiento, el costo de las ART, la carga impositiva y cierta obsolescencia de la flota pesquera. Pese a ello, Glikman destaca que “la pesca de calamar vino bien en los primeros meses del año después de un 2016 malo y esperamos una buena campaña de langostino”.
China y EE.UU acuerdan equilibrar el comercio bilateral
Por Jorge Castro.
El encuentro Donald Trump / Xi Jinping en Palm Beach concluyó el 6/7 de abril con un acuerdo completo entre las dos superpotencias que fija el rumbo de los acontecimientos mundiales en los próximos 10 ó 15 años.
La posición norteamericana fue que el superávit comercial chino (US$340.000 millones, 2/3 del intercambio bilateral de US$ 560.000 millones en 2016), es “inaceptable”. La parte china coincidió con esta apreciación y agregó que ese desequilibrio le acarrea profundos trastornos macroeconómicos, sobre todo en la oferta monetaria y el alto nivel potencial de inflación. Frente a esto, Xi Jinping propuso un “Plan de 100 días” para reequilibrar el comercio bilateral.
El programa está centrado en el aumento de las exportaciones estadounidenses al mercado chino. Iría acompañado por una multiplicación de las inversiones de las transnacionales estadounidenses en sectores hasta ahora vedados de la República Popular (telecomunicaciones, mercados bursátiles, transporte, energía, finanzas).
También crecerían en forma inmediata las importaciones chinas de productos de EE.UU, y se intensificarían las inversiones de las compañías de la República Popular en el sector manufacturero estadounidense. China fue el año pasado el principal inversor extranjero en EE.UU (US$46.000 millones).
Reducir el superávit comercial chino implica disminuir su tasa de ahorro doméstico (48% del PBI) y aumentar el consumo individual.
Trump lanzaría este año un plan de infraestructura de US$1 billón hasta 2020, para actualizar la interconexión física norteamericana, que tiene un retraso de más de 20 años. Esto sucede cuando prácticamente no existen bienes públicos globales, salvo la “Ruta de la Seda”, cinturón de infraestructura de alta tecnología que conectaría a China con Europa Occidental a través de Asia Central y Rusia.
En la “Ruta de la Seda” se invirtieron más de US$60.000 millones en los últimos 3 años y completar el proyecto requeriría US$8 billones.
China se propone participar del plan de infraestructura norteamericano, con una inversión que abarcaría hasta 20% de lo presupuestado (aproximadamente US$200.000 millones). Lo puede hacer porque se ha convertido en la principal fuente de capitales del mundo. Las inversiones norteamericanas adquirirían un carácter cualitativo distinto si acceden, como ofreció Xi Jinping, a los mercados bursátiles chinos, que son los mayores del mundo y están todavía desconectados del sistema mundial.
El stock de capital de estos mercados asciende a 41% del PBI (US$4,6 billones), y el objetivo chino es que adquieran los niveles norteamericanos, donde alcanzan –Wall Street mediante– a 243% del producto.
Wilbur Ross, secretario de Comercio y mano derecha de Trump en esta negociación, dijo que la propuesta china constituye “… un cambio oceánico” en la relación entre los dos países.
El 6/7 de abril comenzó una nueva fase de la globalización, más inclusiva e innovadora que la de los últimos 40 años. Notoriamente, la iniciativa está en manos de China. Revela que es el nuevo eje del proceso de acumulación global y lidera el desarrollo capitalista del siglo XXI.
EE.UU ha sido el gran perdedor del proceso de globalización. En este período, especialmente a partir de 2001 (ingreso de China a la OMC) experimentó una ruinosa desindustrialización, con una alta pérdida de puestos de trabajo de baja calificación, una extrema acentuación de la desigualdad social y la quiebra material del “Sueño Americano”.
“La globalización es una espada de doble filo”, dijo Xi Jinping en Davos, que intensifica la integración del sistema, pero destruye a amplios sectores sociales. Atrás quedó la unipolaridad hegemónica de EE.UU, agotada con el colapso de Lehman Bross. en septiembre de 2008. Lo que viene se sustenta en el pleno despliegue de la nueva revolución industrial. “La política es el arte de conducir lo inevitable”, dice De Gaulle.
La manía del igualitarismo y el resultante ataque a la propiedad privada empezó a volverse sistemático con Platón.
Por Alberto Benegas Lynch (h).
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En no pocas personas hay, a veces guardado en el interior, a veces exteriorizado, un sentimiento de envidia, celos y resentimiento por los que tienen éxito en muy diversos planos de la vida. Y estos sentimientos malsanos se traducen en políticas que de distintas maneras proponen la guillotina horizontal, es decir, la igualación forzosa para abajo al efecto de contemplar la situación de quienes, por una razón u otra, son menos exitosos.
Pero estas alharacas a favor del igualitarismo inexorablemente se traducen en la más absoluta disolución de la cooperación social y la consecuente división del trabajo. Si se diera en la naturaleza lo que pregonan los igualitaristas como objetivo de sus utopías, por ejemplo, a todos les gustaría la misma mujer, todos quisieran ser médicos sin que existan panaderos y lo peor es que no surgiría manera de premiar a los que de mejor modo sirven a los demás (ni tampoco sería eso tolerable puesto que el premio colocaría al premiado en una mejor posición que es, precisamente, lo que los obsesos del igualitarismo quieren evitar). En otros términos, el derrumbe de la sociedad civilizada. Incluso la misma conversación se tornaría insoportablemente tediosa ya que sería equivalente a parlar con el espejo. La ciencia se estancaría debido a que las corroboraciones provisorias no serían corregidas ni refutadas en un contexto donde todos son iguales en sus conocimientos. En resumen un infierno.
Este ha sido el desafío de la corriente de pensamiento liberal: como en la naturaleza no hay de todo para todos todo el tiempo, la asignación de derechos de propiedad hace que los que la usen bien a criterio de sus semejantes son premiados con ganancias y los que no dan en la tecla con las necesidades del prójimo incurren en quebrantos. La propiedad no es irrevocable, aumenta o disminuye según la utilidad de su uso para atender las demandas del prójimo. Este uso libre maximiza las tasas de capitalización, lo cual incrementa salarios e ingresos en términos reales. Esto diferencia a los países ricos de los pobres: marcos institucionales que respeten los derechos de todos para lo cual los gobiernos deben limitarse a castigar la lesión de esos derechos.
No se trata de buscar una “justicia cósmica” al decir de Thomas Sowell, sino una terrenal en dirección a “dar a cada uno lo suyo”, a saber, la propiedad de cada cual, comenzando por su cuerpo, la libertad de la expresión del pensamiento y el uso y disposición de lo adquirido lícitamente.
Sería muy atractivo vivir en Jauja donde no hayan terremotos ni sequías ni defectos humanos ni físicos ni mentales, pero la naturaleza es la que es no la que inventamos, de lo que se trata es de minimizar costos, especialmente para los más necesitados.
En cambio, hoy en día observamos por doquier gobiernos que se entrometen en los más mínimos detalles de la vida y las haciendas de quienes son en verdad súbditos de los aparatos estatales, en teoría encargados de proteger a los gobernados, a lo que se agrega el otorgamiento de privilegios inauditos a pseudoempresarios aliados con el poder político para explotar a la gente, endeudamientos estatales mayúsculos, presión fiscal astronómica, gastos públicos siderales y demás estropicios que lleva a cabo el aparato de la fuerza.
Se podrá decir que la guillotina horizontal no es necesaria llevarla al extremo del igualitarismo completo (por otra parte, imposible de realizar dado que cada ser humano es único e irrepetible en toda la historia de la humanidad), con que se “modere en algo” es suficiente. Pues bien, en la medida de que se tienda al igualitarismo, en esa medida surgirán los problemas señalados que, recordemos, siempre redunda en daños especialmente a los más pobres ya que son los que más sienten el impacto de la disminución en las antes referidas tasas de capitalización. El delta entre los que más tienen y los que menos tienen (al momento puesto que es un proceso cambiante) dependerá de las decisiones de la gente que cotidianamente expresan sus preferencias en los supermercados y afines.
Henos aquí que estos problemas y la manía del igualitarismo y el consecuente ataque a la propiedad privada comenzó a sistematizarse con Platón cuatrocientos años antes de Cristo. Platón en La Repúblicay en Las Leyes patrocina el comunismo, es decir, la propiedad en común y no solo de los bienes sino de las mujeres, en esta última obra dice el autor que su ideal es cuando “lo privado y lo individual han desaparecido” lo cual nos recuerda que con razón Milan Kundera concluye que cuando “lo privado desaparece, desaparece todo el ser”. Claro que Platón no vivió para enterarse de “la tragedia de los comunes”, aunque de modo más rudimentario la explicó su discípulo Aristóteles quien además destacó que los conflictos son más acentuados cuando la propiedad es en común respecto a la asignación de derechos de propiedad.
Claro que los autores que con más énfasis propusieron la liquidación del derecho de propiedad fueron Marx y Engels que en su Manifiesto Comunista escribieron que “la teoría de los comunistas se puede resumir en una sola frase: la abolición de la propiedad privada”.
Esta declaración marxista se subsume en la imposibilidad de evaluación de proyectos, de contabilidad, en definitiva, de todo cálculo económico puesto que cuando no hay propiedad no hay precios (que surgen del intercambio de propiedades), con lo cual no se sabe si es mejor una asignación de los siempre escasos recursos respecto de otro destino tal como lo explicó detalladamente Ludwig von Mises. En otros términos, no existe tal cosa como una economía socialista o comunista (Lenin escribió que el socialismo es solo la primera etapa para llegar al comunismo), de allí el descalabro que exhibió el derrumbe del Muro de la Vergüenza en Berlín.
Nuevamente reiteramos que no es necesario abolir la propiedad para que aparezcan los trastornos que señalamos en la medida en que se afecte esa institución clave. Cuando irrumpen los megalómanos concentran ignorancia en lugar de permitir la coordinación de conocimiento disperso a través del sistema de precios libres (en realidad un pleonasmo ya que los precios que no son libres resultan ser simples números que dicta la autoridad gubernamental pero sin significado respecto a la valorizaciones cruzadas que tienen lugar en toda transacción voluntaria). Con esos supuestos controles los gobernantes imponen sus caprichos personales con lo que indefectiblemente aparecen faltantes y desajustes de diverso calibre.
Además, la manía igualitarista presupone la falacia que la riqueza es estática y que se basa en la suma cero (lo que uno gana lo pierde otro). Sin duda que la utopía comunista no es patrimonio exclusivo de Marx, hubo un sinfín de textos en esa dirección como los de Tomás Moro, Tommaso Campanella, William Godwin y no pocos religiosos desviados del mensaje cristiano de la pobreza de espíritu. Tal vez en este último caso sea pertinente detenerse a considerarlo.
Dos de los mandamientos indican “no robar” y “no codiciar los bienes ajenos”. En Deuteronomio 27, 17 se lee “Maldito quien desplace el mojón de su prójimo”, también en Deuteronomio (8, 18) “acuérdate que Yahveh tu Dios, es quien te da fuerza para que te proveas de riqueza”. En 1 Timoteo (5, 8) “si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe”. En Mateo (5, 3) “bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos” fustigando al que anteponga lo material al amor a Dios (amor a la Perfección), en otras palabras al que “no es rico a los ojos de Dios” (Lucas 12, 21), lo cual se aclara la Enciclopedia de la Biblia(con la dirección técnica de R. P. Sebastián Bartina y R. P. Alejandro Díaz Macho bajo la supervisión del Arzobispo de Barcelona): “fuerzan a interpretar las bienaventuranzas de los pobres de espíritu, en sentido moral de renuncia y desprendimiento” y que “ la clara fórmula de Mateo —bienaventurados los pobres de espíritu— da a entender que ricos o pobres, lo que han de hacer es despojarse interiormente de toda riqueza” (tomo vi, págs. 240/241). En Proverbios (11,18) “quien confía en su riqueza, ese caerá”. En Salmos (62, 11) “a las riquezas, cuando aumenten, no apeguéis el corazón”. Este es también el sentido de la parábola del joven rico (Marcos 10, 17-22) ya que “nadie puede servir a dos señores” (Mateo 6, 24).
Lamentablemente hoy día las cosas han cambiado en el Vaticano, en este sentido y con independencia de otros párrafos véase con atención un pasaje donde queda evidenciado lo que escribía el papa León XIII en la primera Encíclica sobre temas sociales que a continuación reproduzco para destacar que nada ni remotamente parecido fue hasta ahora escrito o dicho por Francisco sino que viene afirmando todo lo contrario en cuanta oportunidad tiene de expresarse.
“Quede, pues, sentado que cuando se busca el modo de aliviar a los pueblos, lo que principalmente, y como fundamento de todo se ha de tener es esto: que se ha de guardar intacta la propiedad privada. Sea, pues, el primer principio y como base de todo que no hay más remedio que acomodarse a la condición humana; que en la sociedad civil no pueden todos ser iguales, los altos y los bajos. Afánense en verdad, los socialistas; pero vano es ese afán, y contra la naturaleza misma de las cosas. Porque ha puesto en los hombres la naturaleza misma grandísimas y muchísimas desigualdades. No son iguales los talentos de todos, ni igual el ingenio, ni la salud ni la fuerza; y a la necesaria desigualdad de estas cosas le sigue espontáneamente la desigualdad de la fortuna, lo cual es por cierto conveniente a la utilidad, así de los particulares como de la comunidad; porque necesitan para sus gobiernos la vida en común de facultades diversas y oficios diversos; y lo que a ejercitar otros oficios diversos principalmente mueve a los hombres, es la diversidad de la fortuna de cada uno”. Y, por su parte, el papa Pio XI, al conmemorar la Encíclica de León XIII, consignó que “nadie puede ser, al mismo tiempo, un buen católico y verdadero socialista”.
Y como, entre otros, explicaba Eudocio Ravines, “el socialismo no trata de una buena idea mal administrada, se trata de una pésima idea que arruina a todos, lo cual comienza con pequeñas intervenciones estatales que escalan ya que un desajuste lleva a otra intromisión y así sucesivamente”. En esta línea argumental subrayaba Alexis de Tocqueville: “Se olvida que en los detalles es donde es más peligroso esclavizar a los hombres. Por mi parte, me inclinaría a creer que la libertad es menos necesaria en las grandes cosas que en las pequeñas, sin pensar que se puede asegurar la una sin poseer la otra”. En resumen entonces, los yerros más gruesos y dañinos en materia social comenzaron con Platón los cuales deben refutarse para evitar males, especialmente para proteger a los más necesitados que son siempre los que más sufren los embates de políticas equivocadas.
—Alberto Benegas Lynch (h) es académico asociado del Cato Institute y Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Argentina.
En una economía digital, como es la que empieza a extenderse, una gran parte de los nuevos empleos no van a ser fijos sino temporales.
Por Amando de Miguel.
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No hay como repetir enfáticamente una tontería para que se convierta en verdadera, en un axioma. Un ejemplo exasperante es el del momento en que desgranan las estadísticas mensuales de empleo. Ante el dato de que desciende el número de parados y aumenta el de cotizantes a la Seguridad Social, surge el obligado comentario de algún funcionario sindical. Digo bien «funcionario», pues mantiene un puesto fijo para toda la vida y el sueldo se lo paga indirectamente el Estado. Solo que no se llega a ese puesto mediante una oposición y unos títulos académicos. Basta con que el sindicalista diga lo que tiene que decir y acudir puntualmente a las manifestaciones rituales de su organización.
El comentario del fiel sindicalista reza así: «Se crean nuevos empleos, pero la mayor parte son temporales, precarios. Hace falta crear empleos fijos y de calidad en una economía que se aprovecha de las nuevas tecnologías». Más necedades no se pueden decir en un discurso tan breve y que siempre se repite.
Precisamente en una economía digital, como es la que empieza a extenderse, una gran parte de los nuevos empleos no van a ser fijos sino temporales. De esa forma se asegura la necesaria movilidad espacial (entre empresas o entre territorios) y vertical (entre unas y otras tareas). Lejos de ser un descrédito, los nuevos empleos de la economía digital tienden a ser muy móviles. La tendencia alcanzará también a muchos funcionarios, con excepción de los sindicales.
Lo que ocurre es que nuestro sistema educativo y empresarial no prepara adecuadamente a los jóvenes que buscan sus primeros empleos. Habría que ver también si los nuevos demandantes de trabajo muestran una decidida ética del esfuerzo. Me temo lo peor. Circula en el ambiente la ética contraria del hedonismo, trabajar lo menos posible, esmerarse lo justo, aspirar a un buen sueldo ya desde el comienzo de la carrera laboral. Así pues, la productividad de las nuevas hornadas de trabajadores no parece muy alta. En cuyo caso los sueldos de entrada no pueden ser muy elevados.
Si yo fuera el director de una gran empresa (Dios no lo quiera), preferiría contratar a jóvenes técnicos o directivos que hubieran pasado por varios empleos, a poder ser en diferentes centros de trabajo, en distintas regiones o países.
La gran paradoja de la economía digital en la que ya nos encontramos es que muchos puestos de trabajo son bastante rutinarios, de auxiliares de los procesos informáticos. Con la extensión de las últimas técnicas (que llaman «nuevas tecnologías») se van a extinguir muchos puestos laborales. Ya desaparecieron hace tiempo los cobradores de autobuses o tranvías. Es de esperar que pronto se extinguirán también algunos conductores de autobuses o similares. Lo mismo se puede decir de los cajeros de los supermercados y tantos oficios que hoy nos parecen insustituibles.
Con seguridad se puede observar que, en el futuro que ya es presente, no va a subsistir la figura del empleo para toda la vida. El último en gozar de tal privilegio será el funcionario sindical o el político que no tuvieron otro interés que medrar en su correspondiente partido. Un verdadero empleo de calidad será el que suponga haber pasado antes por distintos trabajos en España y en otros países. Disponemos de un ministerio entero dedicado a la igualdad. Sería preciso que algún otro se ocupara de la movilidad.
Comprender la rentabilidad en los Seguros de Vida es un desafío esencial
Si bien las aseguradoras de Vida cuentan con una buena propuesta de valor para los asegurados, carecen de un modo sencillo y comprensible de explicar a otros interesados el modo en que crean valor y obtienen beneficios.
Comprender la rentabilidad en los Seguros de Vida es un desafío esencial Por ello el último estudio sigma de SWISS RE, titulado ‘La rentabilidad en el seguro de Vida’, plantea la necesidad de alcanzar un marco estándar para comunicar el valor y el rendimiento de las aseguradoras del ramo.
«Los seguros de Vida cumplen una función fundamental en la gestión de riesgos de las sociedades modernas. Actualmente numerosas generaciones han depositado su confianza en productos de Vida y Salud y ello será también así en el futuro, en vista de que los programas sociales estatales de salud y jubilación comienzan a sentir el peso de una población cada vez más envejecida. Comprender el rendimiento del negocio de Vida es importante para todas las partes interesadas. Los inversores necesitan entender la rentabilidad a fin de evaluar sus decisiones de inversión, los asegurados y las autoridades regulatorias poseen un interés claro en la viabilidad financiera de las aseguradoras de Vida y, en cuanto a la gestión, la comunicación y comprensión exacta de la rentabilidad es crucial para llevar adelante un negocio», afirma Lukas Steinmann, coautor del informe.
Por su parte, Milka Kirova, la otra autora del estudio, incide en las dificultades para comunicar correctamente sus beneficios de Vida mediante informes trimestrales basados en datos contables: “Si bien los indicadores legales y contables según los principios de contabilidad generalmente aceptados (GAAP) y las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS) brindan en efecto un muy buen panorama del rendimiento histórico de las aseguradoras de Vida, no logran capturar completamente la naturaleza a largo plazo de las operaciones del seguro de vida y salud. Por otra parte, la comparación entre países y compañías se ve dificultada por las distintas normas y prácticas vigentes”.
Steinmann remarca que «cada vez más compañías están desarrollando y promocionando sus propios parámetros de rendimiento para complementar los informes financieros tradicionales basados en normas contables. Sin embargo, existe una fina línea entre proveer información más valiosa y confundir a los grupos de interés empleando medidas de rentabilidad variables”.
Una medida sofisticada como el concepto de valor intrínseco conforme al mercado (MCEV) puede resultar también de utilidad en los informes externos, si logra obtener aceptación. “En el futuro, las normas contables para seguros y los nuevos marcos regulatorios pueden también ayudar a estandarizar los informes financieros y tornar la rentabilidad de los seguros más accesible para todos los interesados”, concluye Steinmann.
Roger Clemens: «En el futuro habrá menos diversidad de alimentos».
Por Nora Bär.
Lo acompañan una cordialidad y una disposición al diálogo que desconciertan. Y, sin embargo, en un tono perfectamente amistoso, el profesor Roger Clemens, nutricionista, toxicólogo y especialista en tecnología de alimentos de la Universidad de California del Sur avalado por más de cuarenta años de experiencia, no se priva de desafiar prejuicios muy difundidos. Invitado a Buenos Aires como orador de las jornadas Bioeconomía 2014, organizadas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva en el Tattersall de Palermo, dijo, por ejemplo, que los alimentos orgánicos no son mejores que los producidos industrialmente, que los organismos modificados genéticamente están sometidos a los mismos sistemas de control que los medicamentos y que la humanidad deberá combinar mejores métodos de selección de cultivos, biotecnología, acuacultura y enfoques alternativos (como los cultivos subterráneos, la producción de carne en el laboratorio o la prolongación de la vida útil de los productos) para satisfacer la demanda de alimentos de una población que, según las proyecciones, superará los 9000 millones de personas en las próximas décadas.
«En los próximos veinte años debemos prepararnos para esto -dice Clemens-. No es una opción, es una obligación. Debemos analizar cómo administramos nuestro ambiente, cómo manejamos el agua, la tierra y la energía. Esos elementos son críticos. Necesitamos que personas con la experiencia necesaria se reúnan para resolver el problema global de producir alimentos saludables, accesibles y sostenibles.»
-¿Será por medio de la biotecnología? ¿Es segura?
-En los Estados Unidos, ya hay más de 200 medicamentos en el mercado producidos por ADN recombinante. Seguramente la más notoria es la insulina, que necesitan los diabéticos. Lo que poca gente sabe es que la seguridad de la biotecnología en la industria de los alimentos es la misma que se exige a los medicamentos. Por otra parte, la biotecnología nos ha dado un conocimiento de los genes de las plantas y de las personas. Estamos empezando a entender las variaciones de la genética vegetal. Entonces, la pregunta es: ¿podemos usar la tradicional selección de cultivos y no sólo biotecnología para asegurarnos de que estamos haciendo las plantas correctas, para obtener las características deseadas? Analizar la hibridación podría llevar años. Y no los tenemos. Así que si entendemos la genética de las plantas, cómo interactúan con el ambiente… creo que podemos hacer una gran diferencia. De modo que lo que va a hacer la diferencia es una combinación de ambos métodos.
-Mientras crece la producción de alimentos gracias a una variedad de nuevos métodos, también lo hacen los movimientos contra la manipulación de la naturaleza. ¿Cómo se explica?
-Personalmente, pienso que en parte esto ocurre por un miedo innato hacia lo desconocido. La gente se enfrenta a tanta incertidumbre, por ejemplo, a través de las redes sociales, que está temerosa. ¿No es interesante que el consumidor actual acepte avances en todas las tecnologías que afectan nuestra vida, desde mejores telas hasta mejores comunicaciones, transportes o fármacos, pero cuando se trata de los alimentos dice: «No te metas con mi comida»? Debemos comunicar lo que sabemos y lo que no sabemos de manera honesta.
-¿Es mejor la comida orgánica?
-La respuesta es: no. Escribí una presentación sobre esto no hace mucho. Si usted se fija en los datos, la respuesta es no. Ahora, si su pregunta fuera: ¿a veces es mejor? Le contestaría: «Sí, a veces es mejor». Pero depende de muchas variables: de la tierra, de los cultivos, de las condiciones climáticas, de las semillas… De modo que incluso en el mismo campo hay variaciones naturales. Pero en muchos casos una manzana convencional y otra orgánica son prácticamente indistinguibles. Sólo esa confusión sobre los beneficios de los alimentos orgánicos hizo sostenible ese mercado.
-Muchos están contra los alimentos genéticamente modificados porque se cultivan con pesticidas y éstos afectan a los pueblos cercanos. Incluso, pruebas en pobladores detectaron rastros de varios pesticidas en su sangre. ¿Es posible evitar esa contaminación?
-Esa preocupación se vincula tanto con la salud humana como con el ambiente. Volvamos a la granja orgánica: en nuestro programa nacional [de los Estados Unidos] está permitido usar pesticidas sintéticos y naturales. Bruce Ames, de la Universidad de California en Berkeley, el padre de la evaluación de pesticidas, decía que el 99% de los pesticidas vienen de la naturaleza. Probablemente el 1% procede de las probetas de los científicos, pero nadie habla del 99% restante. En el cultivo orgánico se permite usar ambos: pesticidas y herbicidas producidos por el ser humano y naturales. Si uno hiciera el mismo análisis en busca de pesticidas naturales, también los encontraría, porque las plantas los producen. El tema es que, como sucede en la nutrición, todo depende de la dosis. Tenemos que consumir cierta cantidad de hierro y de proteína para mantenernos saludables. Si no recibimos lo suficiente, estamos malnutridos, y si comemos de más, podemos enfermar. Hay una ventana estrecha que llamamos «salud». Lo mismo es cierto de los pesticidas. Hay una dosis que, si es muy alta, es dañina para nuestra salud y otra que no tiene ningún impacto. Tenemos que poner las cosas en una apropiada perspectiva.
-¿Cómo se imagina nuestro menú del futuro? ¿Serán nuestros alimentos muy diferentes de los actuales?
-Tendrán que serlo. En este momento estamos en un curso de colisión. Muchos quieren diferentes variedades de alimentos, pero no podemos cultivarlas. No habrá diez diferentes tipos de tomates, tal vez sólo tres: los más prolíficos, nutritivos y estables para el transporte. La ciencia ya ensaya nuevas tecnologías para producir carne en el laboratorio y vegetales por acuacultura. Además, tendremos que ser más responsables: hacer mejores elecciones para comer menos.
Fuente: La Nación, 11/06/14.
Esto nos recuerda a:
Soylent Green
Cuando el destino nos alcance (título original en inglés: Soylent Green) es una película estadounidense de 1973, dirigida por Richard Fleischer, protagonizada por Charlton Heston, Edward G. Robinson y Leigh Taylor-Young en los papeles principales y basada en la novela ¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio! (1966), de Harry Harrison.
Trama
En el año 2022, en un futuro distópico, la ciudad de Nueva York está habitada por más de 40 millones de personas, físicamente separados en una pequeña élite que mantiene el control político y económico, con acceso a ciertos lujos como verduras y carne, y una mayoría hacinada en calles y edificios donde malvive con agua en garrafas, y dos variedades de un producto comestible: soylent rojo y soylent amarillo, que son la única fuente de alimentación, ya que la producción de alimentos naturales se ha extinguido por el efecto invernadero. La compañía Soylent es una empresa que fabrica y provee alimentos procesados de concentrados vegetales (cuya base principal es la Soja). Soylent verde es el nuevo producto alimenticio sacado al mercado, basado en plancton, según la publicidad de la empresa.
Robert Thorn (Charlton Heston) es un policía de la ciudad, vive con su amigo «Sol» Roth (Edward G. Robinson), un anciano ex profesor que sólo rememora el pasado, cuando el planeta era más habitable y existía suficiente alimento para todos. Sin embargo, Thorn, que ha vivido casi toda su vida en la catástrofe ecológica, no se muestra interesado en estas historias, las cuales encuentra difíciles de creer.
Thorn se ve involucrado en la investigación del asesinato de uno de los principales accionistas de la compañía Soylent, William R. Simonson (Joseph Cotten), que ha sido encontrado muerto en su departamento. Decide hacer una visita al lugar y encuentra el cadáver en un charco de sangre, con múltiples golpes en la cabeza. Recorre el lugar y se encuentra con cosas que nunca había visto antes, como un refrigerador con alimentos; licores, una ducha con agua caliente y jabón, y una biblioteca. Más tarde llegan la concubina de Simonson, Shirl (Leigh Taylor-Young), hermosa joven de 21 años, llamada eufemísticamente parte del mobiliario, y el guardaespaldas de Simonson, Tab Fielding (Chuck Connors). Al ser interrogado, Fielding dice que Simonson le había ordenado acompañar a Shirl de compras, y que por esa razón no estaba en el departamento en el momento del asesinato. Thorn los deja ir, para luego recoger algo de comida y un par de libros, antes de regresar a su propio departamento.
Sol Roth decide dar fin a su vida en un sitio llamado El Hogar, el cual recrea el mundo como era en su época de juventud, mientras agoniza, y sólo acierta a decirle a Thorn que siga su cuerpo como pista antes de desaparecer. El seguimiento de su cadáver ofrece a Thorn el destino real de todos los cuerpos humanos, que no es otro que acabar procesados como Soylent verde para ser parte de dicho preparado alimenticio. El final de la película sólo evidencia esa situación sin poder ofrecer ninguna solución a lo que ya se ha generado.
Contexto histórico
Durante la guerra fría y con el auge del comunismo en los países asiáticos, en la década de 1960 y hasta 1980 se extendió en Estados Unidos la obsesión por el peligro de un crecimiento amenazador de la población en esos países y en general la amenaza de la sobrepoblación. Tanto el libro Make Room! Make Room!, de Harry Harrison, como la película Soylent Green son creaciones de ficción construidas sobre este fenómeno.
Impacto en la cultura popular
El Soylent Green se menciona en varias series de televisión, tanto para conseguir un efecto dramático como cómico. Por ejemplo, en la serie de dibujos animados Futurama, ambientada en el año 3000, se hace referencia en varios capítulos a diversos productos alimenticios a base de «soylent», como la «soylent cola», (cuyo sabor, según Leela, «depende de la persona») y en el capítulo «Un cocinero con un 30% de hierro», en la competición entre Elzar y Bender, el Soylent Green es el alimento base para todos los platos. Según el locutor, el Soylent Green es «el alimento básico de la cocina de gourmet». También existen referencias a esta película en otra serie de Matt Groening, Los Simpson, como por ejemplo en el capítulo Bart to the Future, donde Homer ofrece a Bart un bocadillo Soylent Green y Ralph Wiggum pregunta «¿no están hechos con humanos?» o en el episodio Itchy & Scratchy: The Movie, en el cual Homer Simpson dice: «Mmmm… soylent green», además del episodio en el que el abuelo Simpson intenta suicidarse en el Die-Pod, donde se parodia la muerte del detective que descubre el secreto del Soylent. En uno de los capítulos de la serie Tropiezos estelares hay también una pequeña reseña sobre el Soylent green.
El Listo, personaje protagonista del cómic homónimo de Xavier Ágeda hace mención al soylent green en la viñeta 842 titulada «Cuando el destino nos alcance» publicada en http://listocomics.com/.
En el juego Xenogears, de PSX, se menciona el Soylent green.
La canción Soylent Green de Wumpscut (Music for a Slauthering Tribe 2) hace referencia al Soylent green como carne humana.
En la serie de tv Millennium, el personaje principal Frank Black, para acceder a su computadora, tiene que pronunciar la frase: «Las galletas verdes son de humano.»
En el videojuego Left 4 Dead 2, en la campaña «Defunción», al terminar la campaña y marcharse del lugar, en uno de los diálogos Zoey dice: «Adiós, el Soylent Verde está hecho de humanos.»
En el apocalíptico cortometraje español Fuego en los radios de Cinesín, el anunciante patrocinador es Soylent Green.
La canción ‘Chiron Beta Prime’ de Jonathan Coulton se hace referencia al Soylent verde, como ingrediente para una tarta.
La canción Soylent Green de Iced Earth.
En la película El Atlas de las Nubes, un personaje hace referencia a que el Soylent Green está hecho de humanos.
Fuente: Wikipedia, 2014.
Soylent Green, 1973 (INTRO)
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¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!
¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio! (en inglés, Make Room! Make Room!) es una novela de ciencia ficción de 1966 escrita por Harry Harrison que explora las consecuencias sociales del crecimiento irrefrenado de la población1
Contexto histórico
En Estados Unidos durante la década de 1960 y hasta 1980 se extendió la obsesión -motivada por la guerra fría y el auge del comunismo en países asiáticos como China- por el peligro de un crecimiento amenazador de la población en esos países y en general la amenaza de la sobrepoblación. Tanto el libro Make Room! Make Room! de Harry Harrison como la película Soylent Green son creaciones de ficción construidas sobre este fenómeno. El libro de 1968 de entomólogo estadounidense Paul R. Ehrlich, The Population Bomb, también hay que situarla en ese contexto pero, a diferencia de las obras de ficción, el libro de Ehrlich La bomba poblacional aspiraba a ser una obra científica2
Película sobre la novela: Soylent Green
La novela fue la base del argumento de la película de ciencia ficción Cuando el destino nos alcance (1973), aunque la película cambió bastante la trama y el tema e introdujo el canibalismo como una solución para alimentar a la población.