Por la incertidumbre económica, hay más consultas para abrir cuentas en el exterior: cuáles son los requisitos
Se debe tener en cuenta la necesidad de concurrir personalmente, la disponibilidad de ese dinero, el asesoramiento necesario en el caso de inversiones, las cargas tributarias o los pagos de comisiones
La inestabilidad económica y política de los últimos años, sumadas a las abruptas devaluaciones y las medidas de control de cambios implementadas desde el fin de semana, provocaron un aumento en las consultas de argentinos que quieren abrir cuentas en el exterior.
Así lo confirmaron a Infobae, distintos asesores financieros. Sin embargo, los que inician el trámite —siempre con dinero declarado y con justificación del origen de los fondos— tienen que tener en cuenta algunos detalles como la necesidad o no de concurrir personalmente, el tiempo que puede demandar luego la disponibilidad de ese dinero, el asesoramiento necesario en el caso de inversiones, las cargas tributarias o los pagos de comisiones, que varían según el tipo de entidad bancaria, de cuenta y, sobretodo, del país.
Una vez que se deposita el dinero en inversiones fuera del país hay que tener en cuenta que el acceso al capital puede no ser inmediato o con la rapidez que el inversor busca
En muchos casos, una vez que se deposita el dinero en inversiones fuera del país hay que tener en cuenta que el acceso al capital puede no ser inmediato o con la rapidez que el inversor busca. Algunos especialistas en inversiones, además, aconsejan que no es siempre la mejor opción para montos menores a los USD 50.000.
«La gente tiene como una fiebre de búsqueda de protección y buen asesoramiento. En los últimos días recibí más de 200 consultas y todos quieren lo mismo, protección del capital en moneda dura. No importa tanto dónde, si acá o afuera. Ya que algunos perfiles quieren tener acceso inmediato al capital y si invertís afuera puede no ser algo tan simple», indicó el analista Alejandro Bianchi, quien esta a punto de lanzar el sitio Asesor de Inversiones.
Los destinos más elegidos por los argentinos suelen ser Uruguay y los Estados Unidos. La principal diferencia entre los dos países es que en el caso de Uruguay se requiere la presencia de persona al momento de abrir la cuenta —en el caso de que se haga directamente y no a través de un agente financiero— y se cobran comisiones para depósitos y transferencias. Mientras que en los Estados Unidos, los costos son menoresy se puede realizar la apertura en forma remota.
«En Uruguay hay comisión por girar o por recibir, por ejemplo, o comisiones porcentuales. Eso en otros países ya no existe. Los mantenimiento de cuenta también son más altos», destacó Mariano Sardans, de la consultora de inversiones FDI. En la última semana el especialista recibió un mayor número de consultas, especialmente de personas que nunca habían tenido cuentas fuera del país.
Desde hace dos años, en el país existe la figura de Asesor Global de Inversiones destinado a brindar asesoramiento a clientes e inversores argentinos en el mercado externo
Desde hace dos años, en el país existe la figura de Asesor Global de Inversiones (AGI) destinado a brindar asesoramiento a clientes e inversores argentinos en el mercado externo. Estos agentes están registrados en la Comisión Nacional de Valores (CNV) que los controla. «Es un asesor local pero también alguien a quien reclamar ante una situación de mala praxis, algo que antes no existía. Un plazofijista por ejemplo que de repente se ve metido en inversiones complejas como bitcoin», aseguró Sardans.
¿A partir de qué cantidad de dinero se puede abrir una cuenta fuera del país? El piso depende del tipo de entidad. Algunos bancos pueden exigir pisos de USD 5.000 o USD 10.000. Pero algunos especialistas sugieren que tener cuentas o inversiones en el exterior se justifica en el caso de sumas mayores a los USD 50.000.
«Por menos de USD 50.000 no conviene invertir en el exterior porque hay alternativas en el mercado local que inclusive han sobrevivido al corralito del 2001 como la caución bursátil«, detalló Bianchi. La caución bursátil es un préstamo de corto plazo (de 7 a 120 días) con una garantía del Mercado de Valores y que se asemeja a un plazo fijo.
Según Bianchi, otra condición a tener en cuenta es que invertir en el exterior tampoco es una alternativa para alguien que quiere disponer inmediatamente de su dinero. Se recomienda más para una inversión de largo plazo, de tres a cinco años como mínimo.
Desde el punto de vista impositivo, las cuentas en el exterior tributan varios impuestos
Desde el punto de vista impositivo, las cuentas en el exterior tributan varios impuestos. «Las cajas de ahorro en dólares radicadas en la Argentina están exentas del impuesto a los bienes personales, mientras que las cuentas en el exterior se encuentran gravadas», explicó el especialista en temas tributarios Iván Sasovsky, titular del estudio Sasovsky y Asociados.
También recordó que para poder abrir una cuenta en el exterior o realizar una transferencia se necesita siempre que esos fondos estén declarados y se justifique cuál es su origen.
«Hoy, Estados Unidos es el único país importante del mundo que no firmó el intercambio de información financiera (CRS) que adoptaron la mayoría de los países del mundo para intercambiar información financiera entre los distintos países. Al no suscribirlo prácticamente se convirtió en un nuevo paraíso fiscal internacional«, advirtió Sasovsky.
Además, indicó que luego del «blanqueo» de 2017, gran parte de las cuentas de argentinos en el exterior fueron declaradas. «Eso hizo que el proceso de transferencia hacia cuentas propias en el exterior sea mucho más fácil«, detalló.
Según los datos del blanqueo, en 2017 los argentinos declararon y regularizaron cuentas en el exterior por USD 25.900 millones e inversiones por USD 55.000 millones también fuera del país.
En números redondos, los ingresos crecen más o menos con la inflación (en torno al 25/30% anual), mientras que los gastos se incrementan a ritmo “electoral” (en torno al 40% anual).
Proyectando estos datos, y teniendo en cuenta que hacia finales del año el gasto aumenta, el próximo gobierno “heredará” un déficit difícilmente menor al 6% del PBI, entre 300000 y 400000 millones de pesos.
Esta herencia tiene tres aspectos relevantes.
El primero, es que este enorme desequilibrio se presenta con poco espacio para aumentar impuestos, dada la presión tributaria récord actual.
Tampoco hay mucho espacio para reducir la evasión. Es cierto que sigue siendo, en algunos impuestos, relativamente elevada. Pero no es menos cierto que ese fenómeno no obedece tanto a la ineficiencia de la AFIP, si no a la incapacidad de hacer rentable ciertas actividades, soportando la presión impositiva actual.
En otras palabras, la evasión puede reducirse algo, y también pueden eliminarse exenciones impositivas, pero para muchas empresas pagar totalmente sus impuestos implicaría la desaparición.
El segundo aspecto relevante de la situación fiscal, es el tamaño récord del gasto.
Aquí también, es cierto que pueden reducirse sustancialmente los subsidios económicos, que hoy financian precios artificiales de la electricidad y el gas o el transporte aéreo. Y que se concentran mayormente en sectores medios y altos de ingresos. Y que el sobre empleo público y el derroche y la corrupción en la obra pública son elevados.
Pero la sociedad argentina está hoy demandando “aumento de gasto público” y no reducción.
Quiere más bienes públicos y más Estado, y no menos. Más obras públicas y no menos.
Bajar el gasto, o reasignarlo, exige, entonces, enfrentar un conflicto que la política argentina, en general, no ha querido superar “por la buenas”.
Se ha preferido siempre la “licuación” al debate democrático.
El tercer aspecto del déficit fiscal, se relaciona con el modo en que este bache fiscal es financiado.
Se está utilizando el impuesto inflacionario, emitiendo pesos desde el Banco Central, y, complementariamente, algo de deuda que “desplaza” a la deuda que podría contraer el sector privado.
Pero cobrar un impuesto inflacionario de la magnitud del 25/30% anual para cerrar las cuentas obliga a restringir la compra de dólares. Obliga al cepo.
Me explico. Comprar dólares es la manera que los tenedores de pesos tienen de evadir el impuesto inflacionario.
Como el gobierno considera “natural” el impuesto inflacionario, también considera “ilegal” evadirlo.
Para evitar esa evasión, se prohíbe a los ciudadanos acceder libremente al mercado de dólares. Pero al prohibir la libre compra venta de dólares se limita también el ingreso de dólares. Al limitar el ingreso de dólares, se raciona la producción de bienes y la economía se estanca. En otras palabras, el déficit fiscal financiado con el Banco Central, genera inflación.
Para evadir el impuesto inflacionario, los tenedores de pesos, compran dólares.
Para reducir dicha evasión, el gobierno limita el acceso al mercado de dólares.
Al limitar el mercado de dólares, la oferta de dólares se vuelve escasa. Ante la escasez, se restringen las importaciones. Con menos importaciones, se produce menos, y la economía no crece. Relación directa entre inflación y estancamiento. Es decir la estanflación actual.
Obviamente, se podría mantener el déficit financiándolo con endeudamiento externo, o con una “lluvia de dólares” por mejoras en los precios de nuestras exportaciones, o vendiendo activos, (Vaca Muerta).
En ese caso, se reemplaza impuesto inflacionario por ingresos de impuestos a la exportación, o dólares de la inversión. Y esos dólares permitirían liberar el cepo, las importaciones y la producción, sin tocar el gasto.
Pero con este escenario internacional, estos precios relativos locales, el conflicto con los holdouts, y la reputación argentina, no parece que esta solución esté disponible en el corto plazo, al menos en las magnitudes necesarias.
Y si lo estuviera, endeudarse o destinar dólares a financiar este gasto público, sin revisarlo, tampoco sería aconsejable, ni conveniente.
Por lo tanto, replantear el gasto público en la Argentina “por las buenas” o “por las malas” será ineludible. Esperemos que sea por las buenas.
Mario Blejer: «Hay más inversión productiva de lo que parece, pero menos de lo que se necesita»
El expresidente del Banco Central dice que en el exterior es muy buena la imagen de Macri y que va en la dirección correcta, pero preocupa el déficit de las cuentas externas.
Por Martín Kanenguiser.
Mario Blejer observa los problemas de la economía argentina con mucha tranquilidad: nada se compara con el infierno de 2002, cuando fue presidente del Banco Central. En una entrevista con LA NACION desarrollada en el despacho que ocupa como vicepresidente del Banco Hipotecario -donde se destaca un banderín de su querido club, Talleres de Córdoba-, Blejer dijo que «hay más inversión productiva que lo que parece, pero menos que la que se necesita», y que los inversores creen que Macri va en la dirección correcta. Doctorado en Economía de la Universidad de Chicago, Blejer, de 69 años, divide su tiempo entre la Argentina y numerosos viajes al exterior; el próximo será al Foro Económico Mundial en Davos, la semana próxima. En el último año se dedicó además a preparar tres discos con letras en hebreo y música foklórica argentina, entre otros géneros.
-¿Cuál es la visión de los inversores sobre la Argentina?
-Uno podría pensar que la imagen argentina había empeorado por los incidentes en el Congreso por los cambios en jubilaciones, pero la percepción de los inversores extranjeros es la contraria: creen que Macri ganó porque logró la aprobación de todas las leyes que quería y logró confinar a los cristinistas a una sociedad marginal con los trotskistas. Por lo tanto, creen que el país está encaminado a tener un liderazgo fuerte. La imagen de Macri está muy bien plantada. Se observa que la dirección es la correcta y que ya no es un país excepcional como lo era hasta hace dos años. Además, el Presidente tiene un punto a favor cuando se lo compara con otros de la región: tiene todo el potencial para ser la figura.
-Se observa que Macri está consiguiendo lo que los inversores esperaban para después de las elecciones legislativas…
-Sí, y que cuando hubo reacciones adversas no se «achicó». Y, a la vez, que pudo negociar aun estando en minoría en el Congreso.
-¿Y persiste alguna preocupación en particular?
-Bastante por el déficit de cuenta corriente y porque se nota una cierta preocupación porque no se sabe quién coordina la política económica.
-Por lo tanto, el anuncio sobre el cambio de la meta de inflación con el presidente del Banco Central no se vio mal.
-No, se vio bien. Porque es más consistente que antes. Hay más empatía que antes de las autoridades económicas con los inversores, pero sigue persistiendo la duda sobre quién coordina.
-¿Se esperan más reformas?
-No, lo que esperan es que se cumpla lo que ya se aprobó. Y parten de la idea de que lo que no se haga este año ya no se podrá hacer.
-¿Comparte la crítica de los señalan que solo está llegando inversión financiera? ¿O también hay capitales productivos?
-Está llegando inversión de mediano plazo y, en el caso de la financiera, va para los dos lados: los dólares entran por la tasa y salen por la salida de capitales. Hay más inversión que lo que parece, pero menos que la que se necesita.
-¿Es una cuestión de tiempo para que lleguen más?
-Un poco sí, y también que los inversores tengan más claridad, no sólo respecto de la Argentina; la inversión en todo el mundo está cayendo. Pero la Argentina se ve como una oportunidad, porque es competitiva en América Latina.
-¿Qué opina sobre la política de administración del tipo de cambio?
-El Banco Central no podría hacer otra cosa que la que hace; interviene a veces a través de los bancos públicos y acumula reservas prestadas. No tiene alternativa: no puede fijar la tasa de cambio; lo importante es empezar a corregir el déficit fiscal, para disminuir el ritmo del endeudamiento. Él sabe que necesita reducir el traslado a precios para que haya menor fluctuación.
-¿Y lo está logrando?
-Federico Sturzenegger dice que sí; a mí me falta evidencia para afirmarlo, aunque parece haber menos que antes.
-¿Qué opina sobre el nivel del tipo de cambio?
-Es difícil prever a cuánto debería estar el tipo de cambio. Este gobierno tiene la visión de que no solo debe corregir los desequilibrios previos, sino también buscar una mayor competitividad a través de otras medidas que no impliquen una devaluación. Y la medida de su éxito será si logra que haya más competitividad a través de la tecnología, la educación y por productividad. Si el Gobierno lo logra, el nivel del tipo de cambio nominal pasará a ser irrelevante.
-Un relajamiento de la política monetaria permitiría una mayor devaluación, aunque al costo de más inflación…
-De nuevo, dependerá del traslado a los precios. Si el pass through es bajo, lo logrará.
-¿Estuvo bien el Banco Central en bajar la tasa de interés de los pases?
-El Banco Central tiene un modelo con parámetros objetivos; una vez que se mueve la meta de inflación hacia arriba, la tasa baja de inmediato hasta un nivel, no por capricho. La otra clave es que hay que diferenciar entre la tasa nominal y la real; en este sentido, no podía bajarla mucho más de lo que la bajó, porque si no hubiera quedado en terreno negativo en términos reales.
-Usted fue presidente del BCRA; ¿son inevitables los choques con el ministro de Economía?
-No creo, depende de las personalidades. Lo importante, como dije antes, es la coordinación. Los economistas inventaron la figura de la independencia del Banco Central, pensando que el presidente del Banco debe ser un técnico y no un político, que se ocupe del mediano plazo y no del corto. Pero eso no tiene por qué resolverse con peleas personales. Es una cuestión de contrapesos dentro del poder. ¿O acaso alguien piensa que el presidente de la Reserva Federal y el secretario del Tesoro no se pelean nunca? ¡Se pelean todo el tiempo! Pero no por eso uno de los dos se va. Además, creo que esa idea de que alguien como el presidente del Banco Central solo debe ocuparse del largo plazo es un poco arrogante.
-¿Había margen para otra política económica si asumía otro presidente en 2015?
-No había lugar para ahondar los desequilibrios, se podrían haber corregido de una forma u otra, pero había que achicarlos. Una de las cosas fundamentales que la Argentina necesita es tener un sistema fiscal que permita financiar la infraestructura y la obra pública, sector que estuvo muy contaminado por la corrupción. Así que no sé si habría cambiado con la continuidad del gobierno anterior.
-¿Los inversores están observando si el peronismo que viene será más pragmático que el kirchnerismo?
-Los que apuestan a la Argentina juegan con la primera hipótesis, pero realmente el interés de los inversores ahora está colocado sobre lo que está haciendo este gobierno.
-¿Y usted cree que habrá un peronismo más focalizado en una política económica racional?
-Los gobernadores y legisladores con los que dialogo suenan muy preocupados para que se mantengan los equilibrios a corto plazo, pero, a la vez, de la necesidad de cambiar la estructura productiva del país sin apelar a salarios bajos, porque eso aumentaría la pobreza.
-Varios economistas, ortodoxos y kirchneristas, afirman que el país está cerca de una crisis similar a la de 2001-2002. Usted estuvo entonces en la conducción económica del país. ¿Hay alguna similitud?
-Esto es una jauja al lado de 2001-2002; en ese momento teníamos corralito, la devaluación que se necesitaba era muy alta, el país estaba quebrado, la tasa de interés era del 140%, hubo un inmenso aumento de la pobreza y el desempleo. Nada de eso es comparable con lo que pasa ahora: todas las variables están mejorando.
-¿Si tuviera un mano a mano con Macri, qué consejo le daría?
-Tiene que hacer la de Maradona: agarrar la pelota e ir para adelante sin mirar para los costados, porque si no va a decepcionar a propios y ajenos. Y tiene que clarificar la política de comunicación, porque es confusa. Fue un error no haber hablado más de la herencia, pero el tiempo para hacerlo ya pasó.
-¿Qué opina sobre el escenario internacional, que se balancea entre la fuerte liquidez actual y la gran incertidumbre por lo que puede pasar con la política económica en Estados Unidos?
-No creo que todo el programa de expansión cuantitativa vaya a terminar demasiado bien. En algún momento habrá una suba importante de la inflación y la tasa de interés va a subir. No creo que haya una gran crisis, pero sí de alta incertidumbre para los mercados. El problema es saber cuándo ocurrirá este cambio de ánimo. Mientras tanto, Trump está generando mucha incertidumbre de mediano plazo en Estados Unidos, pero a la vez les brinda muchos incentivos a los inversores para recuperar la economía en el corto plazo. El otro problema serio es si China se contagia.
-O sea que no espera una crisis como la de 2008-2009…
-No, por una razón sencilla: los bancos están mucho más supervisados.
-¿Y qué efecto tendrá este contexto sobre la Argentina?
-Cuanto más avance en términos de competitividad, menos negativo será el impacto de un episodio como éste. De todos modos, este año el mundo seguirá ayudando al país.
La actividad industrial acumuló en julio 3 meses de alza y la construcción cinco
El Estimador Mensual industrial del Indec aumentó 5,9% y el ISAC se elevó 20,3%. En ambos casos aún no se logró alcanzar los niveles de dos años antes.
Por Daniel Sticco.
A tono con las estimaciones privadas, el Indec registró en el séptimo mes del año un nuevo repunte de la actividad del conjunto de las manufacturas, en este caso de 5,9%, en contraste con la caída de 7,9% que había sufrido en igual mes de 2016, en ambos casos en comparación con el nivel del año previo.
De ahí que aún resta un aumento de la actividad nominal del 2,5% para recuperar el índice de julio de 2015; y dos puntos porcentuales adicionales para equiparar el indicador en términos por habitante, porque la población crece a un ritmo de 1% por año.
Cabe recordar que las mediciones privadas de FIEL y Ferreres habían anticipado un aumento de la producción manufacturera del 5,4% y 4,5%, respectivamente.
Aún resta un aumento de la actividad nominal del 2,5% para recuperar el índice de julio de 2015
Del mismo modo, el Indicador Sintético de la Construcción superó el valor de un año antes por quinta vez consecutiva, ahora en 20,3%, también insuficiente para neutralizar el efecto de la contracción del 23,1% que había experimentado en julio de 2016.
En ese caso, pese al gran impulso de la obra pública y también del mercado inmobiliario privado, el sector mantiene un atraso nominal de 7,5% respecto de dos años antes. Eso implica que para recuperarlo debiera crecer poco más de ocho puntos porcentuales adicionales.
Pese al gran impulso de la obra pública y también del mercado inmobiliario privado, el sector mantiene un atraso nominal de 7,5% respecto de dos años antes
Al cabo de los primeros siete meses del año el Estimador Mensual Industrial aumentó 0,8%, muy poco luego de una caída del 4% que había anotado en similar tramo del año previo.
Mientras que en el caso de la construcción, en siete meses subió 8,9%, también muy débil si se tiene en cuenta que venía un período similar de 2016 donde se había contraído 14,1 por ciento.
De todas formas, las expectativas de los industriales, como de los constructores se mantienen optimistas para el trimestre agosto a octubre.
Estancamiento del empleo fabril
Pese a que la ocupación en el sector manufacturero volvió a contraerse en junio, 2,2% en la franja de los ocupados registrados, las expectativas de los empresarios parecen indicar que ese proceso aún no se revertirá.
El sondeo que hizo el Indec determinó que frente a 1 de cada 8 industriales que planifica incrementar la nómina se contrapuso una proporción muy similar que programó recortes.
Los industriales proyectan aumentar las horas trabajadas y una significativa reducción de la capacidad ociosa de las instalaciones en el trimestre agosto a octubre
Por el contrario, el organismo oficial de estadística detectó mayor propensión a incrementar la intensidad laboral del personal, con recortes de las suspensiones y habilitación de horas extras, porque anticipan una nueva e importante reducción de la capacidad ociosa de las plantas.
La economía creció 0,3% en el primer trimestre y acelera su impulso rumbo a las elecciones
Liderada por la inversión, subió 1,1% en ese período frente al cuarto trimestre de 2016; avance del campo y caída de la industria.
Por Francisco Jueguen.
El crecimiento de la economía argentina es aún perezoso y no se palpa en la calle, pero toma envión de cara a las elecciones de octubre. Las líneas divisorias entre sectores ganadores y perdedores que marcaban los primeros «brotes verdes» tras la salida de la recesión son hoy más difusas. Más sectores se expanden. Poco, pero lo hacen. Sin embargo, esos retoños siguen siendo esquivos a algunas de las actividades que más empleo generan, como la industria y el comercio.
El informe sobre nivel de actividad del INDEC afirmó que el producto bruto interno creció 0,3% en el primer trimestre del año. Se trata de una expansión vegetativa. Sin embargo, fue la primera cifra interanual en verde desde comienzos de 2016.
Más allá de la foto, la tendencia es esperanzadora. La suba de 1,1% en el primer trimestre frente al cuarto trimestre de 2016 según el dato desestacionalizado fue la tercera tasa positiva consecutiva en un encadenamiento que refleja un síntoma incremental: este último aumento es además el más elevado desde que asumió Mauricio Macri. Por otro lado, esa variación del PBI duplicó lo proyectado por el Estimador Mensual de la Actividad Económica para el mismo trimestre (0,6%).
De acuerdo con lo registrado por el organismo estadístico, la gran estrella de este período fue la inversión, que mostró un aumento del 3% interanual. En el Ministerio de Hacienda afirmaron que, tomando el dato desestacionalizado, la inversión creció a un ritmo anualizado del 7 por ciento. «Éste es su mayor crecimiento en un trimestre en los últimos dos años», argumentaron. Pese a que en el interanual las exportaciones cayeron 1,8%, el número desestacionalizado -según la cartera que dirige Nicolás Dujovne – mostró en el primer trimestre un aumento anualizado de 12%.
«Es importante que sean las exportaciones y la inversión quienes lideran el crecimiento, ya que esto hace que la expansión sea sostenible», consideraron en Hacienda. Fue por esto que Dujovne festejó ayer en su cuenta de Twitter. «Los datos oficiales del Indec determinan que el crecimiento de nuestro PBI en el 1er trimestre de 2017 fue de 1,1%. Cada día un poco mejor», celebró el ministro. El consumo público subió un 1% interanual en el primer trimestre, mientras que el privado avanzó 0,9%, primer dato positivo en siete trimestres. Se trata de un ritmo anualizado de 5,7%, según el cálculo de Hacienda. Otro número destacable fue la suba interanual de las importaciones de bienes y servicios, que mostraron un alza de 4,3 por ciento.
«Hay sectores con muy buen dinamismo, como agricultura (+4,3%) y pesca (+31,1%)», indicó Gabriel Zelpo, economista jefe de Elypsis. «Otros todavía presentan una mala performance, como la industria manufacturera (-2,2%) o minas y canteras (-5,4%)», dijo, y agregó: «Se va otro trimestre de crecimiento. Algo a destacar es que la inversión mostró un buen desempeño. Para el segundo trimestre esperamos más crecimiento. El agro va a seguir en positivo por la buena campaña y el sector público va a estar dinámico por la construcción».
«Los datos de actividad vienen mejor de lo esperado», indicó Fausto Spotorno, director de Orlando Ferreres y Asociados. «El 1,1% es un muy buen número», afirmó el especialista, que espera un crecimiento de entre 3% y 3,5% para este año. Se trata de una proyección similar a la que tiene hoy el Gobierno.
«El consumo parece venir rezagado, pero los números ahí están algo mezclados. Hay caídas en ventas de shoppings y supermercados, pero aumentos en restaurantes, autos y motos. No me queda claro que esté creciendo, pero tampoco que esté cayendo. Cuando se afiancen las paritarias, después del aguinaldo de julio, va a haber seguro una tendencia más clara», concluyó.
Diego Giacomini, director de Economía & Regiones, también remarcó el impulso del campo. «Es una lección para el Gobierno. Les sacaron dos impuestos, el cepo y las retenciones, y se convierte en el sector más dinámico. ¿La moraleja? El tibio crecimiento está apuntalado por pocos sectores a los que se les bajaron los impuestos. Para hacer esto con otros sectores, antes hay que bajar el gasto público, y para eso se necesita un Estado más chico», dijo el economista, al que le llamaron la atención los avances del consumo privado y de la inversión.
Canastas en aumento
El ingreso mínimo de una familia tipo necesario para no caer bajo la línea de pobreza aumentó 1,1% en mayo con relación a abril y alcanzó a $ 14.665,88, según informó ayer el Indec. Para esa misma familia, la línea de indigencia fue de $ 5.986 en el mismo período, lo que implicó un incremento del 1,1 por ciento.
Ganancias se lleva cada año una porción mayor de los salarios
Por José Hidalgo Pallares
Cada año más asalariados pasan a ser contribuyentes del impuesto a las ganancias y éste representa porcentajes cada vez mayores de sus ingresos netos, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
El estudio, realizado por los economistas Nadin Argañaraz y Andrés Mir, determinó que en los últimos años, tomando en cuenta salarios con un poder adquisitivo constante a lo largo del tiempo, subió la tasa efectiva del impuesto a las ganancias, es decir, el porcentaje de los ingresos netos que los trabajadores destinaron al pago de ese tributo.
Por ejemplo, en 2007, un asalariado que ganaba un sueldo equivalente a 10.000 pesos de 2011 no debió pagar impuesto a las ganancias. Pero el año pasado, sin que creciera su poder de compra, tuvo que destinar el 2,65% de sus ingresos a pagar ese tributo.
Para los trabajadores autónomos, el aumento de la presión impositiva fue aún mayor debido a que, como señala el estudio, «la deducción de cuarta categoría aplicable a estos trabajadores [es] sustancialmente inferior a la correspondiente a los trabajadores dependientes». Por esto, los autónomos «quedan alcanzados por el impuesto a partir de los $ 5000 mensuales de ingreso neto y con tasas efectivas superiores». Así, en 2007, un trabajador autónomo que percibía un ingreso equivalente a 10.000 pesos de 2011 pagó una tasa efectiva de 4,77%, pero el año pasado ésta subió a 11,71 por ciento.
Según los investigadores del IARAF, esta mayor presión tributaria -que hizo que en 2011 un trabajador independiente con ingresos de $ 20.000 tuviera que destinar cerca de una cuarta parte de éstos al pago del impuesto a las ganancias- responde a tres factores. Por un lado, los salarios nominales han crecido más que los mínimos y deducciones del tributo. Según el estudio, entre 2009 y 2011 «el ajuste de los parámetros de liquidación ha sido del 44%, mientras que las remuneraciones se han incrementado casi el 100%».
Por otro lado, la tabla progresiva de alícuotas que se utiliza para calcular el impuesto para los distintos rangos de ingresos se ha mantenido inalterada desde 2001, por lo que, según explicó Andrés Mir a LA NACION, «un mismo salario real paga cada vez una alícuota más alta». Un ejemplo permite entender este punto: a principios de 2011, un empleado que el año anterior ganaba $ 10.000 recibió un incremento de 25% para compensar la suba de los precios y empezó a ganar $ 12.500. El salario real, lo que esa persona podía comprar con su ingreso, seguía siendo el mismo, pero el salario nominal se ubicó en una alícuota superior y, por tanto, debió pagar un porcentaje mayor de sus ingresos por concepto de impuesto a las ganancias.
Presión tributaria
Finalmente, el estudio señala que el incremento de los salarios reales también ha influido en el aumento de la presión tributaria.
Para 2012, el IARAF supone un aumento del salario nominal de 20%. Qué parte de este aumento deberá destinarse a un mayor pago del impuesto a las ganancias dependerá de si el Gobierno ajusta o no los mínimos y las deducciones para el cálculo del tributo. Hasta la ley de convertibilidad, primero, y la ley de emergencia, después, estos ajustes eran automáticos, pero ahora deben ser dispuestos por el Gobierno. «En la convertibilidad esto no traía mayores consecuencias, porque la inflación era menor», dijo Andrés Mir.
Si no se ajustan los mínimos y las deducciones, un asalariado que este año gane $ 12.000 mensuales deberá destinar casi el 6% de sus ingresos al pago del impuesto a las ganancias. Si el Gobierno actualiza esos parámetros (también en 20%), la tasa bordeará el 3%. En ambos casos, sin embargo, la parte de los ingresos que se destinará al pago del impuesto a las ganancias será mayor que en 2011, pese a que el poder adquisitivo del ingreso no cambió. Nuevamente, los trabajadores independientes sufrirán un impacto mayor.
«Si se persiste en la negativa de ajustar los tramos de la escala de cálculo del impuesto [las alícuotas progresivas para los distintos rangos de ingresos] los trabajadores sufrirán, a pesar del ajuste de los mínimos, un nuevo incremento en su presión tributaria de entre un 5% y un 10% respecto al año 2011», señala el estudio. Y concluye: «Para evitar esta situación, además de ajustar mínimos y deducciones, se deberían ajustar los tramos de escala».
Fuente: La Nación, 15/02/12.
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Mientras la AFIP expolia a los ciudadanos, su titular cobra sólo de sueldo mensual $90.000, a dicho importe hay que agregar viáticos, gastos reservados y sueldo en negro.
Argentina, el curioso país donde funcionarios corruptos y evasores persiguen al ciudadano común para cobrarle cada día más impuestos.
Prevén parate inmobiliario por impuesto a las Ganancias para fideicomisos al costo
Por Mariano Gorodisch
BUENOS AIRES – Alarma. Pánico. Incertidumbre. Eso fue lo que generó en el sector del real estate vernáculo la buena nueva de la AFIP: según un proyecto en estudio, los fideicomisos inmobiliarios podrían quedar alcanzados por el impuesto a las ganancias, que asciende al 35% sobre el beneficio obtenido.
El tema es que, ante la escasez en la plaza de créditos hipotecarios, los fideicomisos al costo eran la única forma de financiarse para quien quería comprar una propiedad. «El 95% de los compradores son inversores, que lo ven como una forma de ahorro obligado, de modo de no destinar todo su excedente al consumo», explica Germán Gómez Picasso, CEO de Reporte Inmobiliario.
Es que se puede pagar en 24 cuotas mensuales. Para poner un ejemplo, una unidad de u$s 120.000, se deben pagar cuotas de u$s 3.000, además de un anticipo del 30%, mientras el 15% restante se paga al momento de la entrega.
Damián Tabakman, presidente de la Asociación Argentina de Profesores y Consultores de Real Estate, informa que la gran mayoría de los proyectos que se hacen en la actualidad en la Argentina son fideicomisos al costo.
Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina y titular de Walenten Propiedades, sostiene que todo lo que genera una mayor presión impositiva va a terminar perjudicando al sector, que ya viene de capa caída debido a la retracción que se produjo el mes pasado por la dificultad de acceder al dólar oficial.
«Durante casi un mes se paralizó el mercado, ya que los inversores son muy sensibles al dólar», confirma Tabakman.
Horacio Cavia, de Toribio Achaval, indica que se salvaron quienes tenían las cuotas fijadas en pesos, ya que de esa manera no tenían la necesidad de comprar dólares.
Walenten coincide con esta óptica: «Hay una dilación en la toma de decisiones. Encima, la sequía en el campo no hace más que agravar la situación, ya que el 40% de los inversores inmobiliarios provienen de la agricultura, así que estamos todos rezando de que llueva mucho de una vez por todas», confiesa Walenten.
José Rozados, presidente de Reporte Inmobiliario, pone sobre la mesa otro factor que enciende la alarma en el sector: los valores que tomará la AFIP para el impuesto a las ganancias será sobre los precios de mercado, no los del costo de la construcción, que son con los que se mueven este tipo de fideicomisos. En consecuencia, los inversores deberán pagar por cifras que son entre un 15 y un 25% superiores.
A juicio de Rozados, la nueva normativa representará una complicación no sólo para el inversor, sino también para el administrador del fideicomiso. Por lo tanto, cree que generará un impacto negativo en la generación de mano de obra. Hasta ahora, en cambio, quien estaba obligado a liquidar ganancias era el fideicomiso, y cada uno de los inversores luego debía hacerlo en forma particular, de acuerdo a su posición ante la AFIP. Por lo tanto, esta medida perjudicará mucho más al que antes no tributaba, ya que ahora los controles serán mucho mayores. Fuente: El Cronista, 23/01/12.
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Aquí transcribo una consulta que recibí sobre el tema:
Hola Gustavo, mi nombres es Candelaria Cerutti y soy periodista de la revista Inversor Global. En este momento estoy haciendo una nota sobre el impacto que puede tener el proyecto de ley que intentará que algunos fideicomisos paguen impuestos a las ganancias. Es por ello que quería saber si estarías dispuesto a contestarme algunas preguntas para ser citado en la nota. Puntualmente lo que me gustaría que me digas es: ¿cómo crees que esto va a efecto en el negocio del ladrillo? ¿van a bajar las construcciones? ¿van a subir los precios? .
Estoy cerrando la nota en unas horas,
muchas gracias!
un saludos cordial.
Candelaria Cerutti
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Estimada Candelaria:
Gracias por consultarme sobre el tema. Con todo gusto voy a colaborar con tu nota. Aquí van mis respuestas:
¿Cómo crees que esto va afectar al negocio del ladrillo?
El proyecto en estudio que pretende gravar en forma directa a los fideicomisos inmobiliarios con el impuesto a las ganancias representa un paso más en el incremento de la presión tributaria y una nueva muestra de la voracidad fiscal del gobierno, producto de la necesidad urgente de disminuir el déficit presupuestario.
De aplicarse se convertirá en un nuevo obstáculo para los negocios inmobiliarios ya que no sólo obligará atributar más a los inversores sino que también representa una traba burocrática por los complicados trámites del proceso de liquidación de impuestos. Todo esto desalienta al potencial inversor y vale la pena destacar que más del 90% de los compradores lo hacen con fines de inversión. En Argentina los que compran inmuebles no lo hacen para asegurarse un hogar donde vivir sino para conseguir un lugar seguro donde colocar sus excedentes (en su mayoría provenientes de la actividad agrícola).
¿Van a bajar las construcciones? ¿Van a subir los precios?
Los efectos de este tipo de medidas no se ven en forma inmediata, se perciben en el largo plazo y en forma indirecta; por ello son tan peligrosas, generan un beneficio directo e inmediato para el gobierno de turno y castigan en forma difusa y prolongada a una cantidad muy grande de contribuyentes. Forman parte del nefasto “Costo Argentino” que tanto daño hace a nuestra economía nacional.
A la larga y en forma inexorable provocan un incremento de los precios y desalientan la inversión en ladrillos.
Espero haber sido claro y específico al contestar tus preguntas. Cordialmente,
Gustavo Ibáñez Padilla
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Impuestos a los Inmuebles (Panorama Global)
Los impuestos son inevitables. Los que afectan a los inmuebles, son de varios tipos:
1- Impuestos derivados de la compra del inmueble: Se cargan en la mayoria de los países; pueden recibir distinta denominación como STAMP DUTY, TRANSFER TAX, PURCHASE TAX, pero resultan ser el mismo impuesto que dispone el gobierno de cada país donde se encuentra situado el inmueble que se ha vendido. Aunque su importe puede variar de un país a otro, destacando que en algunos la tasa solo se carga en la reventa y no en la obra nueva. Habitualmente a la Obra Nueva se le aplica el IVA o VAT.
2-. Impuestos por la tenencia del inmueble : En España exisate el IBI, basado en el valor catastral del inmueble. Lo debeabonar todo propietario de un inmueble, con independencia de su status. Al ser un impuesto municipal su importe suele variar según el tamaño del inmueble y su localización. Se realiza en un pago anual que se carga en la cuenta del propietario, en UK sería similar al Council Tax.
3-. Impuestos aplicados a las ganancias obtenidas por la venta del inmueble: En muchos países este tipo de impuesto se aplica a la ganancia que se obtiene entre el precio de compra del inmueble y el precio de venta (en algunos países permiten descontar de esta ganancia, los gastos realizados para el mantenimiento, reparaciones, mejoras que se hayan hecho en la propiedad, siempre que se adjunten recibos y comprobantes ). También se le conoce como Capital Gains Tax (CGT) y se aplica en el momento en que se vende el bien. En Algunos países se aplica de forma gradual la cantidad a pagar, por ej. Turquia, el CGTno se carga en el país, una vez se hacomprado la propiedad y se mantiene ésta durante cuatro años. En otros países, como Francia, este impuesto se paga durante quince años. Fuera de USA, hay diferentes formas y escalas de aplicación de este impuesto, atendiendo si son residentes o no residentes en el país. Muchos inversores, de forma errónea, creen quesi el impuesto no se exige en el país donde se encuentra la propiedad que están vendiendo, no hay que pagar nada……. pero no es asi,solo se está exento de pagar sies tax resident en este pais en cuestión . En el caso de que seas residente, por ejemplo en UK, secargará unimpuesto sobre cualquier ganancia que haya obtenido en el mundo. En general, el vendedor de cualquier país pagará CGT o algún impuesto similar en el país donde está localizado el bien inmueble porque se aplica laretención deuna tasa al venderlo. Por ejemplo en USA el comprador retendrá un 10% del precio de compra, para entregarlo a hacienda.
Con respecto a la doble imposición : habrá que prestar atención para no pagar tasas dos veces ( en el país donde se encuentra el bien, y en el país donde se tiene la residencia fiscal). Los países suelen firmar muchos tratados de doble imposición con distintos países para evitar pagar en dos paises a la vezpor la venta de unmismo bien. En estos casos lo que se paga fuera ya no se debe volver a pagar en el pais de residencia fiscal.
4-. Impuestos a la Herencia: Esto lo puede decidir el propietario, ya sea haciendo o no el testamento, en el país donde está situado el inmueble, y disponiendo que se debe hacer con él.
Es necesario buscar asesoramiento de un especialista, contador o abogado fiscal en el país de compra del bien, que ayude a que la cantidad final de tax a pagar, dentro del marco de la ley, sea lo más ventajosa posible para cada caso.
Adaptado de: UniversoInmobiliario.com
Argentina trata, sin éxito, de detener la fuga de reservas en dólares
Por Ken Parks y Matt Moffett
BUENOS AIRES – Una avalancha de medidas gubernamentales para restringir las compras de divisas no ha logrado detener una lenta pero constante fuga de las reservas de dólares del banco central, conforme los ahorristas argentinos se ponen cada vez más nerviosos.
En el último par de años, el peso de Argentina se ha estado afirmando en medio de una bonanza de materias primas que atizó el crecimiento de exportaciones y trajo cantidades enormes de dólares al país.
Buena parte de los ingresos por exportación fue usada para estimular más la economía y financiar programas sociales populares, políticas que contribuyeron a la reelección de la presidenta Cristina Kirchner en octubre.
Pero un peso más fuerte ha reducido la competitividad de los exportadores argentinos, y la mayoría de los argentinos creía que el gobierno de Kirchner permitiría el debilitamiento de la moneda tras las elecciones. Por ello, los ahorristas comenzaron a tratar de adelantarse al gobierno con la compra de dólares.
El Banco Central ha estado perdiendo cerca de US$100 millones por día en reservas desde que el gobierno de (Cristina) Kirchner impuso nuevas restricciones a las transacciones cambiarias el 31 de octubre. El gobierno dijo que las nuevas medidas, que requieren que la agencia impositiva federal apruebe compras de moneda extranjera, son contra el lavado de dinero y la evasión impositiva.
Pero los economistas dicen que las restricciones en realidad están concebidas para contrarrestar un incremento marcado en la fuga de capitales —desencadenada por la creciente inquietud sobre las perspectivas económicas de Argentina— que ha reducido las reservas del banco central a US$46.800 millones de US$52.000 millones a comienzos de agosto.
En el último par de semanas, la pérdida de reservas no ha provenido tanto del mercado cambiario, sino de argentinos que están sacando dinero de cuentas denominadas en dólares en bancos locales, según Bret Rosen, economista de Standard Chartered Bank. Los depósitos en dólares en el sistema financiero sumaban US$15.960 millones al 28 de octubre, según datos del banco central. Representan alrededor de 15% de los depósitos totales del sistema bancario.
Los economistas dijeron que aun cuando las reservas han caído a su menor nivel desde noviembre de 2009, el banco central de Argentina aún tenía suficiente munición. «[Los niveles de reservas] son adecuados si arreglan sus políticas económicas», dijo Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs. «No son adecuados si no cambian sus políticas, especialmente en el frente cambiario».
Un portavoz del banco central dijo que el movimiento en reservas está relacionado con la participación de la autoridad monetaria en el mercado cambiario y fluctuaciones en monedas de reserva, entre otros factores.
Pero los analistas dicen que muchas de las medidas que el gobierno ha emprendido para frenar la salida de dólares son contraproducentes, y solo agudizan la sensación de ansiedad de los argentinos. La experiencia de un sin número de crisis económicas anteriores —incluso el congelamiento de depósitos bancarios hace una década— ha hecho que los argentinos estén inusualmente susceptibles al nerviosismo financiero, agregan analistas.
El gobierno causó mayor turbulencia el miércoles, paralizando temporalmente el mercado de importación, cuando funcionarios aduaneros emitieron una nueva regla que requiere que los importadores presenten documentos bancarios adicionales. Según Antonio Cairo, vicepresidente de la asociación de despachantes de aduana, funcionarios gubernamentales explicaron que la medida apuntaba a importadores que estaban sobrefacturando mercadería para sacar dólares del país de manera subrepticia. El miércoles, mientras estaban varados contenedores en los puertos, un grupo de importadores realizó una protesta espontánea en la oficina de aduanas, y el gobierno rápidamente eliminó la regla. Las transacciones de importación se llevaban a cabo de manera normal el jueves, dijo Cairo.
Curiosamente, el banco central ha aplazado hasta el 1 de diciembre, del 10 de noviembre, la publicación de su informe trimestral del mercado cambiario, que contiene una medición clave de salidas de capital.
Gustavo Cañonero, jefe de investigación económica de mercados emergentes de Deutsche Bank, dijo que el gobierno probablemente tendría más éxito en frenar la fuga de capitales si acelera la devaluación del peso y permite el alza de tasas de interés referenciales. «El banco central tiene que darse cuenta que la gente está huyendo del peso por una razón económica», dijo. «Una manera de corregirlo es hacer más atractivo conservar pesos y encarar las razones detrás de la demanda de dólares, y ocuparse de las razones detrás de la demanda de dólares, que es la expectativa de una mayor apreciación real por cuanto la inflación está aumentando mucho más rápidamente que la depreciación del peso«. Fuente: The Wall Street Journal, 11/11/11.
Por cada dólar que ganó en su cuenta comercial, el país perdió en el primer semestre del año 1,70: de este deficitario intercambio resultó que, en la primera mitad del año, dejaron el circuito económico otros 9.800 millones de dólares, según reveló ayer el Banco Central (BCRA), al divulgar el balance cambiario con información actualizada al segundo trimestre.
El dato confirma lo que se venía advirtiendo: el proceso de dolarización de ahorros y recursos, que resta potencial a la economía pero ayuda a atenuar la inercia inflacionaria, se aceleró fuerte en los últimos meses: superó los 6.100 millones en el 2° trimestre del año, con lo que aumentó un 66% respecto del trimestre anterior (cuando se habían ido US$ 3676 millones), y más que duplicó la fuga verificada en igual período de 2010. Adicionalmente: no era tan elevado para esta parte del año desde 2008, cuando reflejó el grado de preocupación con el que los agentes económicos siguieron la pelea entre el Gobierno y el campo.
Para este semestre, también se trata de cifras sólo comparables a las registradas en las primeras mitades de 2008 y 2009. En esos años, el temor por los efectos que podría tener la crisis mundial sobre la economía local no sólo inquietó a los ciudadanos, sino que hasta convenció al Gobierno de adelantar el llamado a elecciones parlamentarias.
Entre los economistas no hubo sorpresas. Desde hace tiempo vienen alertando acerca de la «formación de activos externos», el tecnicismo con que el BCRA define el paso a dólares del sector privado local no financiero, venía en franco ascenso. En el mercado se estimaba una fuga promedio de US$ 2.000 millones/mes, cifra que los datos oficiales debieron confirmar.
Razones del fenómeno
Ellos coinciden en que hay un combo de razones que dieron renovado impulso a la dolarización. «Está claro que algo habrá que hacer para que el peso recupere algún atractivo como reserva de valor; de lo contrario, esto se va a profundizar», advirtió Daniel Marx, de Quantum Finanzas.
Para Nicolás Bridger, de la consultora Prefinex, la corrida local hacia el dólar se explica así: «Viene en franco aumento la incertidumbre externa y la local asociada al devenir del proceso electoral: ante la cercanía de las elecciones tanto las familias como las empresas prefieren adoptar una actitud defensiva respecto de sus ahorros o inversiones a la espera de que se clarifiquen los ejes de política económica del próximo gobierno».
Su colega Gabriel Caamaño Gómez, del Estudio Ledesma y Asociados, coincide y recuerda que, ante esta percepción, «el dólar es el seguro por excelencia para el ahorrista local no sofisticado».
Sin embargo, arriesga otras hipótesis. «El agente económico local va comprendiendo que el esquema actual no es sostenible y que, como mínimo, habrá que introducirle ajustes. A esto se agrega que el atraso cambiario se profundiza, dada la diferencia significativa entre la tasa de inflación local y la de Estados Unidos, y la variación mensual en el precio nominal del dólar en la plaza local. En castellano simple: el dólar está cada vez más barato. Y si uno tiene la expectativa de que parte de ese atraso se revierta en algún momento, se ve tentado a comprar». Fuente: La Nación, 05/08/11.
La salida de dólares crece y calculan que ya se van 100 millones por día
Por Candelaria De La Sota
En mayo se fugaron 100 millones de dólares por día. En total, los analistas estiman que la salida de capitales el mes pasado llegó a los 2.200 millones, lo que convierte a mayo en el mes de mayor fuga de divisas en lo que va del año . Y oscurece el panorama para los próximos meses, en especial porque se acerca la fecha de las elecciones.
La salida de capitales no implica necesariamente que los dólares se vayan fuera del país , sino que salen del sistema financiero. Pueden ir al colchón o ser girados fuera del país. Incluso pueden restar liquidez estando dentro del sistema: el inversor realiza un plazo fijo en dólares que en los hechos es dinero 100% inmovilizado porque los bancos solo pueden utilizarlo para financiar operaciones de comercio exterior.
Mientras más fuga de capitales hay (o más se endurecen los controles para comprar el dólar en el mercado formal), más sube la cotización del dólar blue o paralelo, ya que este es el mercado al que recurren quienes quieren hacerse de divisas sin dar explicaciones a la AFIP.
Para la consultora Economía & Regiones , el mes pasado la fuga de capitales alcanzó los 2.169 millones . Pero abril no se quedó atrás: según esa fuente se habrían fugado unos 2.108 millones.
Para los analistas de la consultora que preside Rogelio Frigerio (n), en la primera mitad del año la fuga alcanzaría un total de 9.700 millones de dólares , lo que equivaldría casi a todo lo que se fugó en el 2010, cuando se fueron del sistema financiero 11,400 millones. “Además, en todo el 2011 la fuga llegaría a 21.700 millones de dólares, superando la fuga de 2009 – que fue de 14.123 millones de dólares – y ubicándose próxima al nivel de 2008, cuando salieron del sistema 23.098 millones de dólares”, dijeron los economistas en su último informe.
Para la consultora Econviews , que dirige Miguel Kiguel, las cifras también son contundentes: en mayo se fugaron 2.200 millones de dólares, mientras que en abril se habrían ido unos 1.700 millones de dólares. “En total, para el primer semestre, tenemos proyectada una fuga de 9.000 millones de dólares”, dijo Eric Ritondale, analista de Econviews. Y precisó que “para todo el 2011, estimamos que la fuga podría ser de unos 16.000 millones de dólares, aunque esa fue nuestra proyección de comienzos de año y no descartamos tener que revisarla”.
Rodrigo Alvarez, de la consultora Ecolatina , coincide con sus colegas a la hora de calcular cuántos dólares se fueron del sistema financiero durante el mes pasado. “Se fugaron unos 2.000 millones de dólares”, dijo. Y estimó que las perspectivas de fuga de divisas se acentúan porque se prevé una menor liquidación de divisas del comercio exterior, porque vence el grueso de la deuda de este año (como el Boden 2012 y el cupón PBI) y por el efecto que habitualmente generan las elecciones entre los ahorristas. “La fuga podría sumar este año entre U$S 16.000 millones y 18.000 millones, de los cuales hasta ahora unos 7.000 millones ya se fueron” entre enero y mayo.
El último informe del Estudio Bein estima que en el primer semestre del año se fugaron unos 10.000 millones de dólares, aunque no necesariamente prevé que este comportamiento vaya repetirse a lo largo del segundo semestre del año. En el peor de los casos, si eso ocurriera, el estudio Bein estima que la fuga de capitales podría ser de entre 18.000 y 20.000 millones, el doble de lo que se fugó en 2010.
A manera de balance, durante el mandato de Cristina el país habrá perdido nada menos que 68.000 millones de dólares . Fuente: Clarín, 12/06/11.
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Más que fuga, una hemorragia
Desde que asumió Cristina Kirchner, se fugaron US$ 53.000 millones.
Por Oscar Martínez
El fenómeno era esperable. Pero lo que llama la atención de los economistas y financistas es la velocidad que está tomando la fuga de capitales o, dicho de otra manera, la acelerada dolarización de las carteras de inversores de todo tipo y tamaño.
Los datos son contundentes: la “formación de activos externos del sector privado no financiero” (el nombre técnico de la “fuga”) habría sumado US$7.500 millones en los primeros cinco meses del año; y podría llegar a los US$ 17.000 millones en el año.
Para tener idea del monto basta con recordar que en el mismo lapso de 2007, la fuga llegó a US$133 millones, una cifra insignificante. Es más, en los diez meses previos a las elecciones presidenciales de 2007, la fuga total fue de US$7.400 millones, recuerda un trabajo de la consultora Econviews.
Esta tendencia, que se suma a un saldo comercial menor al estimado a comienzos de año, significaría, para la consultora que “las reservas internacionales caerán este año, por primera vez desde la salida de la convertibilidad, alrededor de US$2.700 millones”.
Más allá de millón más o millón menos, lo llamativo para muchos analistas es la velocidad y la anticipación que toma el proceso que, vale la pena recordarlo, sucede siempre que hay elecciones, sobre todo presidenciales. Y es uno de los pedidos que hacen las multinacionales a sus oficinas locales.
En este sentido, las explicaciones del proceso pasarían por las declaraciones del viceministro de Economía respecto de profundizar el supuesto “populismo” de la actual administración o, paradójicamente, por las medidas de ajuste previstas para después de las elecciones.
Sin embargo, en realidad, todo indicaría que el aumento en la velocidad tendría que ver con anticiparse a ciertos potenciales “desincentivos” que se impondría al mercado de cambios en las próximas semanas. Algunas de las trabas ya implementadas son la explicación “de mercado” para explicar la suba de los dólares “no oficiales”. Fuente: Clarín, 12/06/11.