Oil, la petrolera de Cristóbal López, en concurso de acreedores
marzo 31, 2016
Oil, la petrolera de Cristóbal López, se presentó en concurso de acreedores
Por Lucía Salinas.
Acorralada por la Justicia y con un interventor desde ayer, la petrolera llamó a un concurso para «reordenar la compañía», que adeuda $ 8.000 millones a la AFIP.
Con la intervención de la petrolera Oil M&S, consecuencia de la deuda de $ 8.000 millones que tiene con la AFIP, Cristóbal López y su socio Fabián De Sousa se presentaron hoy en concurso de acreedores, según confirmaron desde la empresa a Clarín. El objetivo es «reordenar la empresa» con un complejo frente judicial. La escisión empresarial quedó suspendida por una medida judicial y el Grupo Indalo -que engloba las empresas de empresario K- afronta una fuerte crisis en la que deben sostener 29.000 puestos de trabajo y pagar a la AFIP lo que no tributaron en combustible estos años.
López y De Sousa buscan mantener la calma en medio de las denuncias que los colocaron en el centro de la polémica por quedarse con el impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) que cobraban a los consumidores cuando vendían nafta durante estos años y utilizar esas sumas para financiarse. El avance de las investigaciones y la determinación de la AFIP para cobrarle a la firma los $ 8.000 millones que acumuló tras una moratoria obtenida por la gestión kirchnerista, como reveló La Nación, ejerce presión en el Grupo.
Ahora, con la presencia de un interventor veedor que «no ejecuta, solo ve e informa», como aseguraron desde la empresa, llamó a un concurso de acreedores ante el Juzgado de Comodoro Rivadavia para presentar un plan de pagos para arribar a un acuerdo financiero.
Buscando desvincularse de las denuncias, Oil M&S sostiene que todo se trata de una «persecusión política» y una «maniobra del Gobierno para tapar otros problemas graves que tienen», señalaron a Clarín. Ayer el juez federal en lo Contencioso Administrativo, Esteban Furnari dispuso la intervención judicial de la firma Oil Combustibles SA y de otras dos del Grupo Indalo.
En consecuencia, ordenó que no haya división de compañías, tal como pretendían el empresario kirchnerista y su socio. Con la figura del veedor, en el entorno de López se defendieron: «Va a ser mejor, así ven que nada de lo que se realiza es ilegal».
La petrolera fue la empresa utilizada para incrementar la deuda con la AFIP por miles de millones de pesos durante el gobierno de Cristina Kirchner, con Ricardo Echegaray frente al organismo recaudador. La nueva gestión reclama el pago de la deuda generada casi en su totalidad por no tributar el Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC, Ley N° 23966), y el juez federal dispuso que se cancele la deuda para que puedan continuar operando.
El juez dispuso que tanto Oil Combustibles SA, como sus sociedades controlantes Inversora M&S, donde se desempeña Romina Mercado presidenta de Hotesur y sobrina de Cristina Kirchner, y Oil M&S SA «se abstengan de realizar cualquier acto que implique su escisión del Grupo Indalo», considerando que «el patrimonio de aquellas sociedades vendría a garantizar el cobro de la deuda fiscal».
Al respecto, desde Indalo señalaron que «quieren despejar dudas sobre la división y que vean que no había nada extraño ahí». La marca del grupo iba a quedar en manos de Cristóbal López que buscaba crecer en el rubro inmobiliario, en la construcción y en la prestación de servicios a través de la firma de maquinaria pesada que tiene en el sur. Además se expandir Alcalis de la Patagonia, empresa en la que está contratado Osvaldo Sanfelic, socio de Máximo Kirchner.
Los medios de comunicación y las petroleras iban a quedar para Fabián De Sousa. Todo está suspendido por ahora y la mayor presión es el pago de los $ 8.000 millones a la AFIP. «Tenemos que resolver estos problemas en un mes como mucho y esperamos que la Justicia se expida rápidamente para poder continuar con la futura expansión de las compañías y volver a operar», dijo a Clarín un asesor de López.
Fuente: clarin.com, 31/03/16.
Cristóbal López escamoteó a la AFIP $ 8.000 millones durante el gobierno K
marzo 13, 2016
Cristóbal López no pagó a la AFIP $ 8000 millones durante el kirchnerismo
En los últimos cuatro años el empresario patagónico no abonó el impuesto a los combustibles; así financió la expansión de su emporio, ahora en problemas.
Durante sus últimos cuatro años en el poder, el kirchnerismo permitió que el empresario patagónico Cristóbal López acumulara una deuda por más de $ 8000 millones con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Y ese pasivo fiscal amenaza con tornarse impagable en el transcurso de los próximos meses, según surge de los balances contables de Oil Combustibles y otras empresas del Grupo Indalo, cuyas copias obtuvo y analizó LA NACION con la ayuda de expertos contables y tributarios.
El dinero que cobró López corresponde al impuesto a la transferencia de los Combustibles (ITC), pero no lo envió a la AFIP, según surge de los balances. ¿Cómo funciona? Cada vez que alguien carga nafta en sus estaciones de servicio, de cada $ 14 por litro que cobra, debe girar $ 4 a la AFIP (es decir, el 26% del precio por litro), que se suman a otros impuestos y tasas. Pero no lo hizo.
Con ese dinero que retuvo, el empresario expandió su conglomerado de empresas al que bautizó Grupo Indalo. En otras palabras, López no impulsó el crecimiento de su imperio con las ganancias del juego -divisas que mandó en parte al exterior para, por ejemplo, comprar un casino en Florida, Estados Unidos-, sino que lo hizo con fondos que debió girar al Tesoro nacional.
LA NACION consultó el miércoles a un vocero de López y a su socio, Fabián De Sousa. Les informó que quería conocer su versión sobre el material a publicar. El vocero quedó en transmitir la inquietud. Al día siguiente, pidió demorar la publicación unos días.
Y anteayer anunciaron la separación de los socios y el fin del Grupo Indalo como se lo conocía hasta ahora, pero tanto López como De Sousa se negaron a responder preguntas específicas sobre esta investigación. Ante la prensa, De Sousa sólo sostuvo que la deuda impositiva acumulada «no es tan grande» y que cuentan con «ingreso de caja suficiente» para afrontarla, aunque reconoció que no pudo pagarla durante 2013, 2014 y 2015 por diversos problemas de la macroeconomía. Afirmó además que sólo se limitó a utilizar «todos los mecanismos legales disponibles para financiarse».
Según reconstruyó LA NACION con la ayuda de contadores, tributaristas y auditores, los ejes centrales de la operatoria que montaron López y De Sousa se reducen a unos pocos pasos. Primero, fondearon Oil Combustibles con el ITC por $ 6065 millones a junio de 2015, en tanto que el resto de la deuda corresponde al ITC que tampoco pagaron desde entonces y a los intereses acumulados sobre esa deuda, hasta orillar los $ 7400 millones, más otros $ 600 millones en impuestos que también retuvieron otras empresas del grupo. Total: $ 8000 millones.
El segundo paso llegó después. Con ese dinero, López comenzó a fondear otras firmas de su grupo, entre las que descolló Inversora M&S SA, que recibió $ 3300 millones, según surge de los balances analizados. Y el tercer paso resultó inmediato. Inversora M&S SA comenzó a comprar activos o financiar sus operaciones, lo que explicó la compra de medios de comunicación, el banco Finansur y fábricas como Paraná Metal, o la supervivencia durante años de compañías que no eran redituables.
Toda esta operatoria, a su vez, ocurrió durante un período clave. Porque al mismo tiempo que López se fondeó con el ITC, el precio de las naftas comenzó a subir. Y le alquiló al menos dos departamentos, una oficina y cinco cocheras a la entonces familia presidencial Kirchner durante años a cambio de varios millones de pesos, según reveló LA NACION en marzo de 2015. No sólo eso. También le giró fondos desde su hotel El Retorno, en Bariloche, al Alto Calafate, el principal hotel de los Kirchner en Santa Cruz.
Allí no se acaban los lazos cruzados. Porque la sobrina de la ex presidenta -e hija de la gobernadora Alicia Kirchner-, Romina Mercado, trabaja desde febrero de 2012 y hasta hoy en Inversora M&S SA, al mismo tiempo que tomó las riendas como presidenta del directorio de Hotesur, la sociedad controlante del Alto Calafate, según los registros laborales y societarios.
Durante ese mismo período, además, distintas áreas del Estado nacional mostraron indicios inusuales a favor de Cristóbal López. Desde el Ministerio de Economía y la Aduana, por Álcalis de la Patagonia, hasta la unidad antilavado (UIF) y el Banco Central (BCRA), por el banco Finansur, o la Afsca para su ingreso en el sector de los medios.
Lo mismo ocurrió en la AFIP, que toleró la retención de esos $ 8000 millones de pesos en impuestos atrasados por parte de López y De Sousa. El organismo les permitió acumular esa deuda, luego convalidó que la colocaran en múltiples regímenes de asistencia financiera (RAF) -planes de pago de hasta seis cuotas que ofrecía el organismo tributario- y, por último, cuando el volumen de esa deuda se tornó sustancial, les permitió consolidarla en sucesivos planes de pago.
Una vocera de Ricardo Echegaray llamó el viernes a LA NACION. Sin que mediara una pregunta específica, aclaró que el actual titular de la Auditoría General de la Nación (AGN) ya fue investigado y sobreseído por la Justicia por la entrega de los planes de pagos a López tras una denuncia de Elisa Carrió. Lo sobreseyó el juez Sebastián Ramos, en marzo de 2014. Es decir, seis meses después de que LA NACION revelara el primer paso de la operatoria que López y De Sousa utilizaron para comprar activos de Petrobras en la Argentina.
La benevolencia de la AFIP frente a Oil Combustibles durante los últimos años contrasta, sin embargo, con la rigidez que el mismo organismo mostró frente a las otras petroleras, que no pudieron cobrar y retener el ITC sin correr el riesgo de afrontar las intimaciones y embargos del organismo tributario. De hecho, ninguna de las otras grandes compañías que operan en el país -YPF, Shell, Petrobras, Axion- mantiene deudas con la AFIP por el ITC. «La operatoria habría terminado con una denuncia penal», indicó un ex alto ejecutivo del sector petrolero que mantuvo varios cortocircuitos con el kirchnerismo.
Ahora, además, las nuevas autoridades de la AFIP comenzaron a intimar a Oil Combustibles, lo sometieron a controles más exhaustivos y le comunicaron que no le permitirán que retenga nuevos fondos por el ITC.
Riesgo inminente
Según surge de los balances de diversas empresas del Grupo Indalo, López y De Sousa concentraron esta maniobra fiscal en Oil Combustibles, que acumuló más del 90% de toda la deuda tributaria. Y que, según anunciaron el viernes, quedará a partir de ahora en manos de De Sousa.
Oil Combustibles es, a la vez, la firma con que adquirieron algunos activos en la Argentina -pero no todos- de la petrolera brasileña Petrobras, operación que quedó bajo la lupa judicial en Brasil por el presunto pago de sobornos.
Los balances de Oil Combustibles reflejaron esa paulatina acumulación del ITC que montaron López y De Sousa. Así, a mediados de 2010, la petrolera informó una deuda con la AFIP por apenas $ 78.285; pero un año después -y ya con la adquisición de activos de Petrobras en el país- subió a $ 179,9 millones, y para junio de 2012 llegó a $ 1262,9 millones.
Pero la operatoria no sólo continuó, sino que se potenció y expandió, hasta ahora correr el riesgo de resultar impagable. Así, en 2013, a $ 1591,7 millones; en junio de 2014, a $ 3145,7 millones, y para mediados de 2015, a más de $ 6065 millones (entre deuda corriente y no corriente). Desde entonces, además, continuó en ascenso hasta diciembre pasado ya que Oil siguió sin girar a la AFIP cientos de millones de pesos correspondientes al ITC, a los cuales se aplicaron los intereses.
Ahora, sin embargo, con más de $ 7400 millones de deuda fiscal acumulados en Oil Combustibles, López y De Sousa afrontan serios desafíos contables, financieros y tributarios para mantener a flote el Grupo Indalo, coincidieron los analistas consultados por LA NACION. Los motivos son múltiples:
-Según sus balances, Oil Combustibles sólo cuenta con un patrimonio neto de $ 447 millones, mientras que su crecimiento respondió al «apalancamiento» de la AFIP, y con un notable descalce de liquidez;
-Para obtener los planes de pago de la AFIP, López y De Sousa promovieron la revaluación contable (no basada en una inversión real) de los «bienes de uso» de Oil Combustibles por más de $ 1669,8 millones. Es decir que los mismos bienes de la compañía que en junio de 2013 valían $ 226,4 millones, un año después pasaron a valer 8,2 veces más: $ 1876,2 millones;
-Ese revalúo quedó a cargo de una pequeña firma sin mayores antecedentes en el mercado, y aunque el revalúo se fijó en junio de 2014, según la propia auditoría el informe se terminó seis meses después, el 15 de diciembre de ese año;
-Transcurridos 21 meses desde que se computó ese revalúo, el recálculo todavía se encuentra pendiente de la aprobación final de la Inspección General de Justicia (IGJ), que durante el último año del gobierno kirchnerista no resolvió si aprobaba o rechazaba esa operación contable;
-Como auditora externa, Deloitte también consignó la revaluación como un riesgo latente para Oil Combustibles. «De no resultar aprobada la revaluación -indicó-, el patrimonio neto disminuiría en 1.059.251.141 [pesos], el activo en 1.629.617.142 [pesos] y el pasivo no corriente (impuesto diferido) lo haría en 570.366.001 [pesos]». Es decir que pondría en serio riesgo a la compañía.
Sin embargo, la revaluación pendiente no es el único factor de riesgo para Oil. Declaró entre sus activos los préstamos por más de $ 4300 millones que le otorgó a otras empresas del grupo (los $ 3300 millones que giró a Inversora M&S SA-que ahora controlará sólo López-, más otros $ 350 millones a South Media Investments y $ 592,2 millones a «otras partes relacionadas», entre otros). Pero según Deloitte, el recupero de ese dinero es una pregunta abierta: «La realización y la cancelación a futuro de los activos y pasivos entre empresas del grupo económico se encuentran condicionadas al cumplimiento de los planes de negocios de cada unidad de negocios en el corto y mediano plazo».
Así, según surge de los propios balances de Oil Combustibles, si la IGJ no aprueba el revalúo contable de sus bienes o si las otras empresas del Grupo Indalo no pueden devolverle el dinero prestado, la petrolera mostrará un patrimonio neto negativo y quedará en condiciones de disolución. Salvo, claro, que sus accionistas le inyecten fondos frescos por montos multimillonarios. Más relevante aún, esos balances exponen las serias dificultades que afrontan López y De Sousa para devolver los $ 8000 millones en impuestos que adeudan a la AFIP. El viernes anunciaron el fin del Grupo Indalo como era hasta ahora.
Una operatoria irregular
Cristóbal López articuló un mecanismo para eludir pagos a la AFIP que fue cuestionada por una evaluadora
¿Cómo se realizó el fraude?
Fuente: La Nación, 13/02/16.
Cristóbal López se autodenunció para sacarle la causa Hotesur al juez Bonadio
mayo 17, 2015
Cristóbal López se autodenunció para sacarle la causa Hotesur al juez Bonadio
Por Nicolás Wiñazki.
La estrategia judicial del empresario K. Presentó un pedido en una fiscalía de Bariloche para que lo investiguen. Dice que ahí está radicado uno de los hoteles K involucrado en la denuncia de lavado.
El líder del Grupo Indalo, Cristóbal López, impulsó una medida judicial para beneficiar a los Kirchner en la causa que investiga si los hoteles de la familia presidencial se usaron para lavar dinero: el empresario, involucrado en ese expediente, presentó un recurso pidiendo que el caso pase a tramitarse en un juzgado federal de Bariloche. Hoy, la causa Hotesur está bajo mando del juez Claudio Bonadio, un magistrado que la Casa Rosada considera inmanejable.
Hace pocos días, Cristóbal se autodenunció en una fiscalía de Bariloche: el llamado “zar del juego” solicitó ser investigado en la trama Hotesur pero en un juzgado federal de esa ciudad patagónica que subroga Walter López Da Silva.
Entre otros argumentos, los abogados del empresario afirmaron que es en ese distrito patagónico donde está ubicado el hotel de López llamado “El Retorno”, investigado por Bonadio debido a que la compañía mantuvo vínculos financieros con uno de los hoteles de los Kirchner, el “Alto Calafate”.
Si el plan jurídico de López progresa, la pesquisa sobre las finanzas de los hoteles K se retrasaría hasta que diferentes tribunales definan cuál es el juez que debe avanzar en la investigación.
En una coincidencia que no parece ser producto del azar, Cristóbal siguió así la misma estrategia defensiva que plantearon ante la Justicia otros socios y allegados a los Kirchner involucrados en el expediente Hotesur, como Lázaro Báez, ex administrador de los hoteles de la familia presidencial.
En abril, Báez se presentó en el juzgado de Bonadio para pedirle al juez que le conteste a la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia si la causa Hotesur no debía en realidad investigarse en esos tribunales. Según el investigado, esto corresponde, entre otras cosas, porque todos los involucrados en el caso tienen domicilio en el sur patagónico.
La autodenuncia que hizo Cristóbal López es el calco de una acción que ya había realizado Báez pero en Santa Cruz. El constructor de obra pública K también se había autodenunciado en el sur buscando que sean los jueces de esa provincia los que investiguen el posible lavado de dinero en los hoteles de la familia presidencial.
Las pesquisas judiciales sobre el hotel “El Retorno”, de Cristóbal López, se iniciaron después de que Clarín publicó los lazos económicos que existían entre esa empresa y “Alto Calafate”, de los Kirchner.
Por ejemplo: como mínimo desde el 2013 hasta fines del año pasado “El Retorno” fue administrado por la misma sociedad que administra tres de los hoteles propiedad de los Kirchner.
Esa empresa se llama Idea Sociedad Anónima y su presidente es Osvaldo Sanfelice: además de ser socio de Máximo Kirchner en una inmobiliaria, es empleado de Cristóbal López en una de sus varias compañías.
El fiscal Jorge Bague Creta, de Bariloche, imputó a López después de que éste se autodenunció. En un escrito que elevó al juez federal de esa ciudad, Walter López Da Silva, el fiscal explicó, entre otras cosas, que debía analizarse si Cristóbal López “pactó fraudulentamente” con Idea SA para “derivar o recibir fondos del Alto Calafate”. Para eso, según él fiscal, debe determinarse “la competencia en base” a la comisión de los probables delitos a investigar.
El caso Hotesur empezó a investigarse después de una denuncia de la diputada Margarita Stolbizer (GEN). El programa PPT, de canal 13 difundió a fines del año pasado que la sociedad Hotesur, con la que los Kirchner controlan las acciones del “Alto Calafate”, había registrado ante el Estado domicilios truchos, y que adeudaba además la presentación de balances.
Desde entonces, la familia Kirchner desacreditó públicamente la denuncia, intentó enjuiciar a Bonadio en el Consejo de la Magistratura, y una sobrina de la Presidenta lo recusó, sin éxito. Ahora dos de los empresarios K más beneficiados por el Estado en la última década buscan que la causa se investigue en el sur. Fuentes del entorno de López aseguran que no tienen nada que esconder, y que el empresario no controla al juez y al fiscal de Bariloche que podrían investigarlo.
Fuente: Clarín, 17/05/15.
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Un socio de Máximo, enlace clave entre Cristina y Cristóbal López
marzo 22, 2015
Un socio de Máximo, enlace clave entre Cristina y Cristóbal López
Por Hugo Alconada Mon.
El dueño de todos los secretos inmobiliarios de la familia presidencial Kirchner, Osvaldo Sanfelice, fue el enlace clave para concretar los millonarios contratos de alquiler que unen a la familia Kirchner con el empresario patagónico Cristóbal López, confirmaron a LA NACION fuentes del Grupo Indalo al tanto de la operatoria.
Conocido como «Bochi», Sanfelice es un agente de bienes raíces de 65 años, de Río Gallegos, donde conoció y se convirtió en íntimo amigo del ex presidente Néstor Kirchner. Ya con él en la Casa Rosada, en 2005, se convirtió en socio de Máximo Kirchner en la firma Negocios Inmobiliarios, y en 2008 apareció como socio de López en la firma Talares de Posadas.
López siempre negó ser socio de Sanfelice, aun cuando los documentos así lo consignan. Sostiene que nunca prosperó el proyecto hotelero que evaluaron juntos. Pero el vínculo -Sanfelice también aparece como empleado suyo en la empresa Alcalis de la Patagonia SA- terminó por fructificar en los alquileres de un departamento, una oficina y cinco cocheras que los Kirchner poseen en el complejo Madero Center, de la ciudad de Buenos Aires.
Sólo entre junio de 2014 y enero de este año, López pagó $ 2,8 millones por esos alquileres en Puerto Madero a través de dos de sus empresas, Inversora M&S SA y, otra vez, Alcalis de la Patagonia SA, según reveló LA NACION el domingo pasado. Molesto, el empresario salió al ruedo con una solicitada en la que destacó que la operatoria es legal, y que la nacion y Clarín intentan una «extorsión pública».
Junto al llamado «zar del juego» indicaron a LA NACION, además, que la operatoria comenzó hace dos años «por lo menos». Y que esos contratos con valores pactados en dólares los firmó Máximo Kirchner, por lo que la familia presidencial embolsó varios millones de pesos más por esa operatoria comercial.
Colaboradores de López también confirmaron que Sanfelice -un hombre bajo, de pelo canoso y corto, férreos bigotes más oscuros y andar presuroso- se encargó de ajustar los detalles de esos contratos, así como también de concretar otro alquiler, en Zárate, para la familia del número dos de López en el Grupo Indalo, Fabián de Souza.
Al igual que los Kirchner y López, Sanfelice mostró un notable crecimiento patrimonial durante la última década. Se convirtió, incluso, en el dueño del hotel Waldorf de la calle Paraguay al 400, a sólo nueve cuadras de la Casa Rosada, según consta en registros societarios cuyas copias obtuvo LA NACION.
Antes, y durante casi seis años, figuró como miembro del directorio de Hotesur SA, la sociedad con que los Kirchner controlan el Alto Calafate, hasta su salida, en marzo del año pasado, tras la apertura de dos investigaciones penales sobre esa firma.
Los nombres de quienes lo reemplazaron en Hotesur dan cuenta de su peso junto a los Kirchner. Lo sustituyeron los dos hijos, la hermana y una sobrina de la Presidenta -Máximo y Florencia Kirchner, Gisele Fernández y Romina Mercado- y Carlos Sancho, ex gobernador de Santa Cruz.
«Bochi», sin embargo, no se alejó demasiado. Sigue como socio de Máximo Kirchner en Negocios Inmobiliarios y se le adjudica un rol ejecutivo en la gerenciadora de los hoteles de los Kirchner, Idea SA, aunque no figura en los registros disponibles.
Lo opuesto ocurre en Talares de Posadas, en la que Sanfelice aparece como socio de López, quien no disimula su fastidio cuando la prensa lo recuerda. «Con «Bochi» armamos una sociedad porque me vino con una propuesta inmobiliaria para Posadas, así que armamos la sociedad porque los números cerraban, pero al otro día estábamos escrachados en algún medio diciendo que yo era socio de Sanfelice, que a su vez era socio del hijo de Kirchner», explicó López en la entrevista que concedió a LA NACION en marzo de 2011. «Toda una fábula, una gran mentira. Así que lo llamé y le dije que no íbamos a hacer nada, que el negocio no ameritaba semejante castigo», añadió.
López también considera injusta la repercusión social por la revelación de LA NACION de que le alquila los inmuebles en Madero Center a la familia Kirchner, más un piso en la esquina de las calles Juncal y Uruguay, en Recoleta.
Mediante una solicitada que publicó en su nuevo medio de comunicación, el diario Ámbito Financiero, López expresó: «El Grupo Indalo para realizar sus actividades alquila éstas y muchas otras propiedades tanto en la ciudad de Buenos Aires como en varias provincias del interior del país. Dichos alquileres son necesarios para el desarrollo habitual de su actividad económica, son realizados en condiciones y valores de mercado, y se encuentran debidamente registrados en sus estados contables».
En la solicitada, sin embargo, López jamás identificó a la familia Kirchner o a la Presidenta como los dueños de algunas de las propiedades que alquila en la ciudad de Buenos Aires, ni precisó las fechas ni el total del dinero que hasta ahora desembolsó en rentas. Tampoco aludió a la relación comercial que su hostería El Retorno, en las afueras de Bariloche, mantiene con el Alto Calafate.
Fuente: La Nación, 22/03/15.
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Los turbios negocios entre Cristóbal López y Cristina Kirchner
marzo 20, 2015
Los negocios entre Cristóbal López y Cristina Kirchner
Editorial del diario La Nación, 20/03/15.
La Presidenta no debería alquilar propiedades propias a un concesionario del Estado por ser ello incompatible con sus deberes de funcionaria.
Las millonarias sumas que empresas de Cristóbal López vienen abonando a la familia de la presidenta de la Nación por el alquiler de dos departamentos, una oficina y cinco cocheras constituyen un nuevo capítulo de una matriz de enriquecimiento de la primera mandataria que debería ser seriamente investigado por la Justicia, en tanto estaríamos ante negocios prohibidos por el Código de Ética de la Función Pública, que podrían resultar violatorios incluso del Código Penal.
De acuerdo con lo informado por LA NACION el último fin de semana, Cristóbal López, empresario patagónico conocido como «el zar del juego» y cabeza del Grupo Indalo, que incluye un creciente conglomerado de compañías vinculadas con los casinos y tragamonedas, el negocio petrolero, la construcción de obras viales e industriales, el sector financiero y los medios de comunicación, mantiene una fluida relación comercial desde hace años con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia.
Según la documentación a la que accedió este diario, durante los últimos ocho meses, la jefa del Estado y su familia recibieron, a través de su sociedad Los Sauces SA, al menos 2,8 millones de pesos de las empresas Inversora M&S y Alcalis de la Patagonia, del Grupo Indalo, entre junio de 2014 y enero último, por el alquiler de un dúplex de 435 metros cuadrados, de una oficina de 608 metros cuadrados y de cinco cocheras, que se encuentran en el edificio Madero Center, en el barrio de Puerto Madero.
Además, un tradicional departamento que se encuentra a nombre de la sucesión de Néstor Kirchner, ubicado en el barrio de la Recoleta, también es alquilado a un alto directivo del grupo empresario liderado por López. Por la renta de esa unidad, la familia Kirchner recibió algo más de 200.000 pesos en los últimos ocho meses, a razón de 26.000 pesos de alquiler por mes.
Nada habría de malo en estos negocios si no fuera porque el Código de Ética de la Función Pública prohíbe que un funcionario preste servicios, remunerados o no, a quienes gestionen o exploten concesiones del Estado o sean sus proveedores.
Así, el artículo 23 de este código determina que el funcionario público no debe involucrarse en situaciones, actividades o intereses incompatibles con sus funciones, al tiempo que debe abstenerse de toda conducta que pueda afectar su independencia de criterio para el desempeño de sus funciones.
El artículo 26 establece que el funcionario no debe obtener ni procurar beneficios o ventajas indebidas, para sí o para otros, mediante el uso de su cargo, autoridad o influencia.
A su vez, el artículo 41 señala que, a fin de preservar la independencia de criterio y el principio de equidad, el funcionario tampoco puede mantener relaciones ni aceptar situaciones en cuyo contexto sus intereses personales, laborales, económicos o financieros pudieran estar en conflicto con el cumplimiento de los deberes y funciones a su cargo. No puede, del mismo modo, administrar, asesorar, patrocinar, representar ni prestar servicios, remunerados o no, a personas que gestionen o exploten concesiones o privilegios, o que sean proveedores del Estado.
El Código Penal prevé, en su artículo 265, una pena de hasta seis años de prisión e inhabilitación especial perpetua para aquel funcionario público que, directamente o por persona interpuesta o por acto simulado, se interesare en miras de un beneficio propio o de un tercero en cualquier contrato u operación en que intervenga en razón de su cargo. También reprime, en su artículo 266, con prisión de uno a cuatro años e inhabilitación especial de uno a cinco años al funcionario que, abusando de su cargo, solicitare, exigiere o hiciere pagar o entregar indebidamente, por sí o por interpuesta persona, una contribución, un derecho o una dádiva.
Los mencionados negocios inmobiliarios entre empresas de Cristóbal López y la familia Kirchner se emparientan con la misma matriz de enriquecimiento a través de la controvertida empresa Hotesur SA, asociada a las misteriosas y millonarias contrataciones de habitaciones de hoteles de Santa Cruz que no terminaban ocupándose, por parte de empresas de Lázaro Báez, entre 2010 y 2011. La familia presidencial está siendo investigada en una causa judicial a cargo del juez Claudio Bonadio por ese hecho.
Hay motivos para presumir en los negocios descriptos un intercambio de favores entre contratistas de obra pública y la familia presidencial bajo la pantalla de servicios de hotelería, en un caso, y de alquileres de propiedades, en el otro.
Esta modalidad tiene otros antecedentes, como cuando, hacia los años 2008 y 2009, el matrimonio Kirchner recibía pagos mensuales de 105.000 a 210.000 dólares por el alquiler de su hotel boutique Los Sauces, en El Calafate. Lo nuevamente curioso es que la sociedad de la que los Kirchner recibían ese dinero era encabezada por Juan Carlos Relats, empresario ya fallecido, que por entonces, además de propietario del Hotel Panamericano, era concesionario de numerosas obras viales y de infraestructura. Ese contrato le permitió a Néstor Kirchner justificar un incremento patrimonial del 158 por ciento en 2008.
Recientemente, Cristóbal López ha acusado desde algunos de sus medios a este diario de «mentir sistemáticamente para extorsionar y desprestigiar». Pese a eso, confirmó que empresas del Grupo Indalo alquilan propiedades a una sociedad integrada por la presidenta de la Nación. Queda claro con qué propósito busca López concentrar medios de comunicación en sus manos. Al igual que en su momento Alfredo Yabrán, cree que el poder es impunidad. Sólo que en la equivocada concepción del zar de las tragamonedas, ésta se puede lograr mediante el control de los medios.
Como poco puede esperarse frente a estas situaciones de organismos de control de la transparencia pública que han sido cooptados por el kirchnerismo, cabe aguardar que tanto la Justicia como el Poder Legislativo investiguen debidamente estas irregularidades que comprometen la ética en la función pública en lo más alto del poder político.
Fuente: La Nación, 20/03/15.
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Nevada: más sospechas sobre Lázaro Báez y Cristóbal López
marzo 17, 2015
La Ruta del Dinero K: el juez de Nevada suma sospechas sobre Lázaro Báez y Cristóbal López
Por Silvia Pisani.
«Podrían tener activos» pertenecientes a la Argentina, sostuvo el magistrado Cam Ferenbach en un documento en el que apura la difusión de más pruebas.
WASHINGTON – La pesquisa por la llamada «ruta del dinero K» cobra velocidad inusitada y amenaza en convertirse en un verdadero dolor de cabeza para el gobierno de Cristina Kirchner.
En un documento de inusitada dureza, el juez Cam Ferenbach dio ayer los primeros indicios de compartir en parte la tesis de los fondos denunciantes en el sentido de que empresas atribuidas a los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López en los Estados Unidos «podrían tener activos» pertenecientes a la Argentina.
«Un ladrón no adquiere derechos de propiedad sobre lo que roba», recuerda al juez, al señalar que, de comprobarse esa tesis, los bienes serían de la Argentina y no de esos empresarios allegados a la Presidenta.
El fondo NML, de Paul Singer, aportó «sospecha razonable para creer» que tanto López como Báez poseen bienes de la Argentina», indica el magistrado en un largo documento.
Expresada en 27 páginas, la declaración del juez no es definitiva. De hecho, en ella pide más prueba y urge a la liberación de más documentos.
Pero claramente empieza a inclinarse por la tesis de los fondos denunciantes en el sentido de que el entramado de empresas que se atribuyen a Báez y López podrían haber actuado como canalizadores de bienes obtenidos de forma ilegal.
En el mismo documento, el magistrado toma una decisión no menos importante para la pesquisa. Determina allí que las empresas MF Corporate, con sede en Nevada, y el estudio Mossack Fonseca, con sede en Panamá, son una misma cosa.
«MF Corporate es el alter ego de Mossack Fonseca», dice el juez. El dato implica que, a través de la primera, con sede en Nevada, se podría demandar información al estudio panameño, donde los buitres sospechan que está el epicentro informativo del esquema de empresas que atribuyen a Báez.
Para determinar ese vínculo el juez se apoyó en buena medida en el testimonio de la llamada «testigo clave» Patricia Amunategui, cuyo relato sirvió para corroborar el modo de accionar que los buitres sospechaban en cuanto al registro de empresas «fantasma».
En su larga declaración, el juez norteamericano hace también un reconocimiento al fiscal José María Campagnoli, de quien recuerda que fue el primero que tuvo esta pista y que se intentó apartarlo del cargo apenas se supo que trabajaba en la llamada «ruta del dinero k».
Además de mostrarse proclive a la tesis de los fondos de que podría haber dinero de corrupción escondido a través de Nevada, el juez dispone una nueva fecha tope para la difusión de documentos que ahora están protegidos por un paraguas de confidencialidad.
La fecha tope que dispuso es el próximo 20 de abril. Entre los documentos por liberarse figuran archivos bancarios del banco suizo BHS. La entidad los produjo, según su propia declaración, como «respuesta» a una demanda de los fondos buitre «sobre Lázaro Baéz y entidades afines».
Abierto hace menos de un año, en junio pasado, el expediente de Nevada es una herramienta con la que el fondo NML, de Paul Singer, intenta localizar activos ocultos de la Argentina para, una vez identificados, procurar embargarlos y, con eso, cobrarse la deuda que el Gobierno se resiste a pagar.
Al margen de eso, es también una herramienta de presión para llevar a las autoridades a negociar el pago del fallo que les reconoció la Justicia de este país.
Abogados que vienen siguiendo el caso llamaron la atención sobre la celeridad que está tomando. De hecho, esta resolución de Carenbach se produce apenas una semana después de la audiencia de partes que tuvo lugar el lunes 9. Esa celeridad fue una sorpresa para todos.
El documento del juez se conoció avanzada la noche en la Costa Este, en razón de la diferencia horaria con Las Vegas, situada sobre la costa Oeste.
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Cristóbal López paga millonarios alquileres a la Presidenta y sus hijos
marzo 15, 2015
Cristóbal López paga millonarios alquileres a la Presidenta y sus hijos
Por Hugo Alconada Mon.
Lázaro Báez no está solo a la hora de pagar millones a la familia presidencial. El «zar del juego», Cristóbal López, también mantiene una fluida relación comercial desde hace años con la presidenta Cristina Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia, según consta en documentos que obtuvo LA NACION.
Como resultado de ese vínculo comercial, hasta ahora secreto, la Presidenta y sus hijos recibieron al menos $ 2,8 millones de López durante los últimos ocho meses, aunque la operatoria y los pagos a los Kirchner comenzaron mucho antes, hace por lo menos dos años.
La operatoria abarca un departamento, una oficina y cinco cocheras en la meca del kirchnerismo, el complejo de lujo Madero Center. Allí compraron los Kirchner, vive el vicepresidente Amado Boudou y funcionó «La Rosadita«, la financiera por la que se sospecha que Báez sacó decenas de millones de dólares de la Argentina.
Para facturar esos ingresos millonarios, la familia presidencial recurrió a la sociedad Los Sauces SA, mientras que López -uno de los empresarios que más se expandieron durante la última década- dividió los pagos entre dos de sus empresas, Inversora M&S y Alcalis de la Patagonia, en las que también aparecen su socio y lugarteniente, Fabián de Sousa. Consultados por LA NACION, los voceros del Grupo Indalo confirmaron los alquileres, pero le restaron relevancia. «Sí, en efecto, esos alquileres comenzaron hace al menos dos años, cuando Máximo y De Sousa firmaron el contrato», precisaron.
El propio De Sousa resultó un factor decisivo en la operatoria. Él vivió en uno de esos departamentos de los Kirchner, según indicaron vecinos y el servicio de seguridad del complejo, como también voceros del Grupo Indalo que controlan López y De Sousa, quien ya no vive allí.
«López usa las oficinas para sus cosas personales, como sus campos, y cuestiones de sus hijos, mientras que De Sousa vivió allí, pero hace rato que ya no», agregaron los voceros consultados del Grupo Indalo.
La relación comercial que une a los Kirchner con López abre interrogantes, sin embargo, sobre un eventual conflicto de intereses para la Presidenta, que suma así al controlante del Grupo Indalo a los negocios millonarios que su familia tejió durante años con Báez.
Según reveló LA NACION a fines de 2013 y principios de 2014, el ex empleado del Banco de Santa Cruz recurrió a ocho de sus empresas para pagar por cientos de habitaciones en los hoteles Alto Calafate y Las Dunas.
Y también les alquiló a los Kirchner inmuebles en Río Gallegos y acordó supuestos préstamos millonarios a tasa cero de interés durante años.
El pago de esas habitaciones por Báez, sin embargo, ocurrió entre 2010 y 2011, es decir, hasta sólo unos meses después del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner.
Pero cuando LA NACION reveló esa operatoria, la familia presidencial desplazó a Valle Mitre SA, una firma de Báez, del gerenciamiento de los hoteles Alto Calafate y Las Dunas.
En los nuevos documentos que obtuvo LA NACION, en cambio, consta que, tras la salida de Báez, los Kirchner optaron por avanzar con López, quien acentuó su expansión en los últimos años, no sólo en sus áreas tradicionales, el juego y el petróleo, sino fundamentalmente en los medios de comunicación.
A su participación en radios y canales de televisión, durante las últimas semanas sumó a su imperio el diario Ámbito Financiero y las productoras más emblemáticas de la década kirchnerista: Pensado para Televisión (PPT), con su programa 6,7,8, y La Corte Producción Audiovisual, que transmite los actos de la Presidenta y Fútbol para Todos.
Así, mientras Báez ya no alquila habitaciones en los hoteles presidenciales, la operatoria de los Kirchner con López continúa vigente hasta hoy y consta en las facturas. Para eso la familia presidencial utiliza a Los Sauces SA, en la que, hasta su muerte, Néstor Kirchner controlaba el 45% de las acciones; la Presidenta, otro 45%, y Máximo, el 10% restante.
Contrato en dólares
Esas facturas de Los Sauces SA exponen varios datos salientes. El primero, que los alquileres se fijaron en dólares, aunque cada mes se convirtió a pesos al tipo de cambio oficial vigente en el momento del cobro. Una práctica habitual para inmuebles en el barrio de Puerto Madero.
Así, por ejemplo, la factura «A» de Los Sauces número 09 del 1° de junio de 2014 se libró a nombre de una de las empresas de López, Inversora M&S SA, por el alquiler de la oficina ubicada en el 8° «D» del Madero Center, con entrada sobre la calle Juana Manso 535, «y 5 unidades complementarias de cocheras», de la 054 a la 058.
Por esa oficina en dúplex y las 5 cocheras, López acordó pagar US$ 27.500, al tipo de cambio que en junio de ese año se fijó en 8,11 pesos. Así, aplicado el IVA, Los Sauces facturó por 269.860 pesos. Pero ese valor subió a $ 285.166,75 en enero de este año, cuando el tipo de cambio trepó a $ 8,57, según la factura 040 de Los Sauces.
Así, sólo por el alquiler del 8° «D» y las 5 cocheras, y sólo entre junio de 2014 y enero de este año, los Kirchner embolsaron unos $ 2,2 millones de López por medio de Inversora M&S, que integra el Grupo Indalo, cuyo domicilio comercial es en el piso 7 de la avenida Córdoba 657 de la ciudad de Buenos Aires.
A este primer bloque de facturación, los Sauces sumó un segundo alquiler por otro dúplex, el 4° «L», en el complejo Madero Center, pero que se optó por cobrar a otra empresa de López: Alcalis de la Patagonia.
Esta segunda operatoria también se fijó en moneda extranjera, aunque por un monto más bajo. Fue por 7500 dólares, que en junio de 2014, por ejemplo, se pesificó a $ 8,11 y que sumado el IVA arrojó un total de $ 73.598 pesos.
Con el dólar oficial en paulatino ascenso, el alquiler de ese departamento de 400 metros cuadrados y con entradas sobre el Dique IV y la calle Macacha Güemes al 330 ascendió cada mes. Así llegó a $ 77.772,75 en la factura 0041 de enero de este año, por lo que en total generó ingresos a los Kirchner por otros casi $ 600.000 en apenas 8 meses.
Teléfonos que unen
Los vínculos que unen a la Presidenta con López exceden, sin embargo, las facturas. También los registros telefónicos de ambos departamentos del Madero Center aportan más indicios en la misma línea.
Así, para la oficina del 8° «D» figuran cuatro líneas que en los registros figuran a nombre de Inversora M&S SA. Pero al llamar se activa una respuesta automática de Administración Austral SA, otra sociedad en la que López figura junto con sus hijos Cristóbal Nazareno y Emiliano.
Para el departamento del 4° «L», en tanto, sólo consta una línea y figura a nombre de una mujer, Rafaela Karina Rubin. A su vez, ella figura en los registros de la Anses como empleada en relación de dependencia de Oil M&S, una petrolera que integra el conglomerado de López.
Fuente: La Nación, 15/03/15.
Más información: Un vínculo comercial que tiene varias aristas
Una hostería de Cristóbal López deriva fondos a un hotel de …
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Cristina Kirchner es socia de Cristóbal López
enero 11, 2015
Una hostería de Cristóbal López deriva fondos a un hotel de Cristina
Por Nicolás Wiñazki.
Los negocios de la Presidenta: Cuando los huéspedes de “El Retorno” de Bariloche pagan con tarjeta, en la cuenta se detalla que el que cobra es “Alto Calafate”.
El líder del Grupo Indalo, el empresario K Cristóbal López, es dueño de un hotel en Bariloche que se llama “El Retorno”: cuando los huéspedes pagan sus gastos con tarjetas, en los resúmenes de cuenta se especifica después que esos fondos son cobrados por “Hotel Alto Calafate”, el principal emprendimiento turístico de Cristina Kirchner.
El hotel de López y el de la familia K son administrados por la misma firma: la sociedad Idea S.A, controlada por Osvaldo Sanfelice, socio de Máximo, el hijo mayor de la Presidenta de la Nación.
La compañía Idea S.A está domiciliada en Néstor Kirchner 496, Río Gallegos, Santa Cruz. Son las oficinas de la inmobiliaria de Máximo y Sanfelice, y también la dirección fiscal del “Alto Calafate”.
Clarín confirmó que las ganancias del “El Retorno” terminan en un principio en las cuentas bancarias del hotel presidencial porque así lo muestra documentación fiscal y comercial emitida por el negocio de López, y sobre todo por las tarjetas de crédito con las que se pagaron esos servicios.
Como muestra los fascímiles publicados en este artículo, las boletas de gastos de alquiler de habitaciones o del bar de “El Retorno” son facturadas por Idea S.A, pero los que pagan con crédito o débito reciben después un detalle contable desconcertante para quienes que no están informados sobre las redes comerciales del poder K: aunque se alojaron en el hotel ubicado en Villa Arelauquen, a 12 kilómetros de Bariloche, en sus bancos figura que pagarán por alojamientos en el “Alto Calafate”, ubicado a 1423 kilómetros al sur por la ruta 40. Son 16 horas 33 minutos en auto, según Google Maps.
Además de ser el dueño de “El Retorno”, Cristóbal López es titular de licencias de juego, de medios audiovisuales, de concesiones viales, y es contratista de obra pública.
Son negocios otorgados en su mayoría por la gestión gubernamental de la accionista mayoritaria del “Alto Calafate”, Cristina Kirchner. El resto de las acciones de ese hotel se reparte entre sus hijos, Máximo y Florencia; mientras que un 2 por ciento restante tiene un dueño desconocido para la opinión pública.
La empresa con la que los Kirchner manejan el “Alto Calafate” se llama Hotesur S.A. Desde mediados de noviembre pasado, el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli investigan a esa compañía para saber si fue utilizada para lavar dinero de la corrupción.
Según los registros de la Dirección de Marcas, el nombre “Alto Calafate” solo puede ser utilizado por Hotesur, y no por Idea S.A.
¿Esas dos empresas tienen cuentas bancarias conjuntas? Los investigadores judiciales podrían indagar sobre esas complejidades contables.
Clarín informó en su edición del 5 de enero que Cristóbal López había comprado “El Retorno”, y se describió también la sensación de ex empleados del lugar: “Todos supimos que es de la Presidenta”.
Los voceros de López explicaron que compró ese hotel en Bariloche a través de su inversora M&S. La operación se realizó en septiembre de 2013, y justo un año después el lugar se cerró por reformas.
Una coincidencia que no parece producto del azar. La presidenta de Hotesur-Alto Calafate es Romina Mercado, sobrina de la Presidenta: es al mismo tiempo empleada de López en la sociedad con la que compró “El Retorno”, M&S.
A esto se suma que Sanfelice, el controlante de Idea SA, la administradora de ese hotel y del “Alto Calafate”, también fue socio y es empleado de López en la empresa Alcalis de la Patagonia.
El 29 de noviembre pasado, Clarín difundió estos lazos entre López y el “Alto Calafate”. Voceros del empresario admitieron después que Cristóbal era empleador de Mercado y Sanfelice, pero dijeron que estaban vinculados “por fuera de la situación de Hotesur”.
La documentación comercial emitida por “El Retorno” muestra otra cosa.
Los anteriores dueños de ese negocio fueron los que lo bautizaron con ese nombre, que en la jerga callejera es sinónimo de “coima”.
Fuente: Clarín, 11/01/15.
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La trama de Hotesur incluye a Cristóbal López
noviembre 30, 2014
Además de Cristina y Báez, la trama de Hotesur incluye a Cristóbal López
Por Nicolás Wiñazki.
Una causa que inquieta al Gobierno. Los negocios de la empresa de la Presidenta.Romina Mercado, sobrina de la Presidenta, es directiva de Hotesur y empleada de López. Osvaldo Sanfelice, titular del hotel, se asoció con el zar del juego y figura como contratado por él. También hay coincidencias de los escribanos que usan para sus negocios.
Alto Calafate. El hotel de la familia Kirchner, que controla la sociedad Hotesur, domina la ciudad desde la ladera de un cerro./ OPI SANTA CRUZ
La empresa Hotesur, con la que los Kirchner manejan su hotel Alto Calafate, resume los vínculos de la familia con los dos empresarios a los que oposición acusa de ser “socios” de la Presidenta en negocios no declarados. Uno es el constructor Lázaro Báez. El otro es el zar del juego, Cristóbal López.
La Justicia investiga a Hotesur para determinar si funcionó de modo irregular con protección del Estado, pero también para establecer si la compañía fue utilizada para lavar dinero.
Varias de las personas investigadas por Bonadio en este expediente forman parte de la trama de Hotesur y también participan en negocios de Cristóbal López.
Hasta fines del 2013, el hotel Alto Calafate fue administrado por una empresa de Lázaro Báez, quien fue acusado de alquilar cientos de habitaciones vacías, una maniora básica de quienes buscan blanquear divisas ilegales. El constructor es investigado por lavado en Suiza, Uruguay, los Estados Unidos y Argentina.
El jueves pasado, el juez del caso Hotesur, Claudio Bonadio, le pidió a la AFIP las declaraciones juradas de impuestos de la Presidenta; sus dos hijos, Máximo y Florencia; y las de quienes figuraban como integrantes del último directorio registrado de Hotesur.
Cristóbal López hace negocios y emplea a algunos de los protagonistas de esa pesquisa.
El empresario, amigo de los Kirchner, es dueño de casinos, bingos, una petrolera, maneja concesiones de rutas y controla medios audiovisuales. Néstor Kirchner fue quien le permitió extender sus licencias de juego en Santa Cruz y en el Hipódromo de Palermo, medidas claves para su éxito. El ex mandatario lo trataba a menudo y lo llamaba “Cristóbal”, a secas.
Los negocios de sus herederos siguen hoy vinculados entre sí.
El presidente de Hotesur, por ejemplo, es Osvaldo Sanfelice, quien a su vez es socio de de Máximo Kirchner en la firma Negocios Inmobiliarios S.A; y también maneja la compañía que administra el Alto Calafate, llamada Idea S.A.
El emprendedor Sanfelice es un punto de unión entre los Kirchner, Báez y Cristóbal.
Según los registros públicos, el presidente del hotel K es empleado de López en la firma Alcalis de la Patagonia, única productora de carbonato de sodio de latinoamérica, según describe su web.
En el 2008, Cristóbal creó la empresa Talares de Posadas con un único socio, Sanfelice. La firma fue registrada para poder realizar diversas actividades, como obras de ingeniería, construcción y operaciones financieras, entre otras cosas.
Sanfelice es un personaje peculiar en el entorno presidencial: es empleado de Cristóbal López, de la Presidenta, y a la vez es socio de su hijo.
Otro vínculo entre Hotesur y los negocios de López es Romina Mercado, hija de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.
La sobrina de la Presidenta fue inscripta en noviembre del 2008 como directora titular de Hotesur.
Según los registros públicos, Mercado es hoy empleada de una de las compañías más grandes de Cristóbal: Inversora M&S. Esa firma es utilizada por el zar del juego para realizar operaciones financieras con otras de sus compañías, como Oil Combustibles e Indalo Petróleo, entre otras. Bonadio también pidió a la AFIP información de la sobrina de la Presidenta.
Los vínculos entre Hotesur y las empresas de López incluyen a personas que ocupan roles relevantes en cuestiones administrativas.
La escribana María Bulubasich, por ejemplo, certificó un acta de Hotesur cuando fue comprada por los Kirchner. Y es la misma que trabajó en la formación o fusión de varias de las empresas de Cristóbal.
Algo parecido pasó con el escribano de Báez y los Kirchner, Ricardo Albornoz. Trabajaba en la administración Hotesur pero ayudó a López a comprar un hotel con el que supuestamente competía en El Calafate: Los Notros.
Fuente: Clarín, 30/11/14.
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El problema de imagen del Capitalismo
noviembre 27, 2018
Por qué el Capitalismo tiene un problema de imagen
Por Charles Murray.
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El currículum de Mitt Romney en Bain debería ayudarlo a llegar a la Casa Blanca. Ha sido un capitalista exitoso y el capitalismo es lo mejor que jamás le haya pasado a la condición material de la raza humana. Desde los inicios de la historia hasta el siglo XVIII, todas las sociedades del mundo eran pobres, con sólo una delgadísima franja de riqueza en la parte superior. Luego vino el capitalismo y la Revolución Industrial. En todos los lugares donde el capitalismo echó raíces, la riqueza nacional comenzó a aumentar y la pobreza a disminuir. En todos los lugares donde el capitalismo no se instaló, la gente siguió siendo pobre. En todos los lugares donde el capitalismo ha sido rechazado desde entonces, la pobreza ha crecido.
El capitalismo ha sacado al mundo de la pobreza porque le da a las personas la oportunidad de hacerse ricos al crear valor y cosechar las recompensas. ¿Quién mejor para ser presidente del mayor de todos los países capitalistas que un hombre que se hizo rico por ser un capitalista brillante?
Sin embargo no ha resultado así para Romney. «Capitalista» se ha convertido en una acusación. La destrucción creativa que está en el corazón de una economía que crece ahora que considera malvada. Cada vez más parece que los estadounidenses aceptan la mentalidad que mantuvo al mundo sumido en la pobreza durante milenios: si te hiciste rico, es porque hiciste que otra persona se empobreciera.
¿Qué llevó el ánimo de EE.UU. tan lejos de nuestra celebración histórica del éxito económico?
Dos cambios importantes en condiciones objetivas han contribuido a este cambio de parecer. Uno es el ascenso del capitalismo de colusión. Parte del fenómeno involucra el capitalismo de amigotes, por el cual la gente en la cima se ocupa de sus pares a expensas de los accionistas. Si quiere un ejemplo basta mencionar el caso de los «paracaídas de oro», las gigantescas indemnizaciones que se llevan los ejecutivos de las compañías aunque hayan hecho una pésima labor.
Pero el problema del capitalismo de amigotes es trivial comparado con la colusión engendrada por el gobierno. En el mundo actual, las operaciones y resultados de todas las empresas son afectadas por reglas establecidas por legisladores y burócratas. El resultado ha sido corrupción a escala masiva. A veces, la corrupción es al por menor, cuando una empresa crea una ventaja competitiva a través de la cooperación de reguladores o políticos. A veces, la corrupción es al por mayor, lo que crea un potencial para que toda una industria obtenga ganancias que no existirían de no ser por los subsidios o regulaciones del gobierno (como el etanol que se usa para los autos y las hipotecas de intereses bajos para personas que probablemente no las paguen). El capitalismo de colusión se ha vuelto visible y define cada vez más al capitalismo en la mente del público.
Otro cambio en las condiciones objetivas ha sido el surgimiento de grandes fortunas acumuladas con rapidez en los mercados financieros. Siempre ha sido fácil para los estadounidenses aplaudir a quienes se hacían ricos al crear productos y servicios que la gente quiere comprar. Por eso Thomas Edison y Henry Ford fueron héroes estadounidenses hace un siglo, y Steve Jobs se convirtió en héroe cuando murió el año pasado.
En cambio, cuando una gran fortuna se genera al tomar decisiones inteligentes de compra y venta en los mercados, huele a información privilegiada, instrumentos financieros misteriosos, oportunidades que no son accesibles para las personas comunes y corrientes, y engaños. El bien que han hecho estas personas en el proceso de ganar una fortuna es poco claro. Los beneficios de una asignación más eficiente de capital son enormes, pero son realmente, realmente difíciles de explicar de forma simple y persuasiva. Parece ante una gran parte del público que se trata de personas increíblemente ricas que no hicieron nada para merecer su riqueza.
Los cambios objetivos en el capitalismo tal y como es practicado pueden representar gran parte de la hostilidad hacia el capitalismo. Pero no explican la falta de predisposición de los capitalistas que están haciéndose ricos a la antigua —ganando el dinero— para defenderse.
Le asigno esa timidez a otras dos causas. Primero, grandes cantidades de los capitalistas exitosos de hoy son personas de la izquierda política que podrían creer que su propio trabajo es legítimo pero no sienten lealtad al capitalismo como sistema o afinidad con capitalistas del otro lado del espectro político. Es más, estos capitalistas de la izquierda están concentrados donde más cuenta. Los emprendedores más visibles de la industria de alta tecnología son predominantemente de izquierda. Lo mismo sucede con la mayoría de las personas que manejan las industrias del entretenimiento y las noticias. Incluso los líderes de la industria financiera comparten cada vez más las posturas de George Soros. Ya sea que se mida según datos de recaudación de fondos o el código postal de las residencias de los miembros del Congreso, los centros de elite con mayor influencia en el mundo de la cultura están llenos de gente que se avergüenza de identificarse a sí mismos como capitalistas, y se nota en el efecto cultural de su trabajo.
Otro factor es la segregación del capitalismo de la virtud. Históricamente, los méritos de la libre empresa y las obligaciones del éxito estaban entrelazados en el catecismo nacional. Los Lectores de McGuffey, los libros con los cuales se criaron generaciones de estadounidenses, tienen abundantes historias que tratan a la iniciativa, el trabajo duro y la actitud emprendedora como virtudes, pero también tienen la misma cantidad de historias que elogian las virtudes del auto control, la integridad personal y la preocupación por los que dependen de uno. La libertad de actuar y una severa obligación moral de actuar de una cierta manera eran dos caras de la misma moneda estadounidense. Poco de ese espíritu ha sobrevivido.
Aceptar el concepto de virtud requiere que uno crea que ciertas formas de comportarse están bien y que otras están mal siempre y en todos lados. Esa postura abiertamente crítica ya no es aceptable en las escuelas de EE.UU. ni en muchos hogares estadounidenses. A la vez, hemos observado el deterioro del sentido de responsabilidad que en su momento estaba tan extendido entre los estadounidenses más exitosos y la virtual desaparición del sentido de decoro que llevó a los capitalistas exitosos a obedecer estándares de lo que es apropiado que nadie los obligaba a cumplir. Muchas figuras históricas del mundo financiero estaban consternadas ante lo que sucedía durante la etapa previa a la crisis financiera de 2008. ¿Por qué no dijeron nada antes y después de la catástrofe? Los capitalistas que se comportan de forma honorable y con control ya no tienen ni la plataforma ni el vocabulario para predicar sus propios estándares y para condenar a los capitalistas que se comportan de forma deshonrosa y temeraria.
Y así la reputación del capitalismo pasa por un momento difícil y se debe volver a elaborar una defensa del capitalismo basada en sus principios. Tal defensa se ha realizado de forma brillante y a menudo en el pasado, y Capitalismo y Libertad de Milton Friedman es mi versión favorita. Pero en el actual clima político, actualizar el caso en favor del capitalismo requiere volver a anunciar las viejas verdades de formas que puedan aceptar los estadounidenses de todo el espectro político. Este es mi mejor esfuerzo:
Estados Unidos fue creado para fomentar el florecimiento humano. Los medios para ese fin fueron el ejercicio de la libertad en busca de la felicidad. El capitalismo es la expresión económica de la libertad. La búsqueda de la libertad, donde la libertad se define en el sentido clásico de satisfacción justificada y duradera con la vida como un todo, depende de la libertad económica tanto como depende de otras clases de libertad.
La «satisfacción duradera y justificada con la vida como un todo», es producida por una cantidad relativamente pequeña de logros importantes que podemos justificadamente atribuir a nuestras propias acciones. Arthur Brooks, mi colega en el Instituto de la Empresa Estadounidense, ha llamado útilmente a esos logros «éxito ganado». El éxito ganado puede surgir de un matrimonio exitoso, niños bien criados, un lugar valorado como miembro de una comunidad, o devoción a una fe. El éxito ganado también surge de logros en el ámbito económico, que es donde aparece el capitalismo.
Ganarse la vida para uno mismo y su familia a través de los esfuerzos propios es la forma más elemental de éxito ganado. Lanzar una empresa exitosa, sin importar cuán pequeña sea, es un acto de crear algo de la nada que aporta satisfacción mucho más allá del dinero. Encontrar trabajo que no sólo paga las cuentas, sino que también es disfrutado es un recurso crucialmente importante para el éxito ganado.
Ganarse la vida, fundar una empresa y encontrar un trabajo que se disfrute dependen de la libertad de actuar en el campo económico. Lo que puede hacer el gobierno para ayudar es establecer un estado de derecho para que se puedan realizar transacciones informadas y voluntarias. Más formalmente, el gobierno puede hacer cumplir con vigor las leyes contra el uso de la fuerza, el fraude y la colisión criminal, y usar las demandas para responsabilizar a la gente por el daño que les causan a otros.
Todo lo demás que hace el gobierno restringe inherentemente la libertad económica para actuar en pos del éxito ganado.
Soy un libertario y creo que casi ninguna de esas restricciones se justifica. Pero no hay que ser libertario para aceptar la defensa del capitalismo. Usted es libre de postular que ciertas intervenciones económicas se justifican. Sólo debe reconocer esta verdad: cada intervención que levanta barreras para lanzar una empresa, encarece la contratación o despido de empleados, restringe el ingreso a las vocaciones, prescribe las condiciones e instalaciones laborales, o confisca ganancias, interfiere con la libertad económica y suele dificultar que tanto empleadores como empleados ganen éxito. Además no hace falta que sea un libertario para demandar que cualquier intervención nueva tenga el deber de probar esto: logrará algo que la ley y el cumplimiento de las leyes básicas contra la fuerza, el fraude y la colisión no logran.
Las personas con un amplio rango de opiniones políticas también pueden reconocer que estas intervenciones hacen el mayor daño a individuos y las pequeñas empresas. Los grandes bancos pueden, aunque pagando costos altos, hacerle frente a las cargas regulatorias absurdas de la ley Dodd-Frank; muchos bancos pequeños no pueden. Las grandes corporaciones pueden hacerle frente a las innumerables reglas emitidas por la Oficina de Seguridad y Salud Ocupacional, la Agencia de Protección Ambiental, la Comisión de Oportunidades Equitativas de Empleo y sus socios a nivel estatal en EE.UU. Las mismas reglas pueden aplastar pequeñas empresas e individuos que intentan formar una pequeña empresa.
Finalmente, la gente con un amplio rango de opiniones políticas puede reconocer que lo que ha pasado cada vez más durante los últimos 50 años ha llevado a un sistema regulatorio laberíntico, leyes de responsabilidad irracionales y un código impositivo corrupto. Simplificaciones abarcadoras y racionalizaciones de todos estos sistemas son posibles de formas que incluso los demócratas moderados podrían aceptar en un entorno menos polarizado políticamente.
Para ponerlo de otro modo, debería ser posible revivir un consenso nacional que afirme que el capitalismo aboga por los mejores y más esenciales aspectos de la vida estadounidense; que liberar el capitalismo para que haga lo que hace mejor no sólo creará riqueza nacional y reducirá la pobreza, sino que expandirá la capacidad de los estadounidenses para lograr éxito ganado, para buscar la felicidad.
Revivir ese consenso también requiere que regresemos al vocabulario de la virtud cuando hablamos de capitalismo. La integridad personal, un sentido de decoro y preocupación por quienes dependen de nosotros no son «valores» que no son ni mejores ni peores que otros valores. Históricamente, han estado profundamente arraigados en la versión estadounidense del capitalismo. Si es necesario recordarle a la clase media y la clase trabajadora que los ricos no son sus enemigos, es igualmente necesario recordarles a los más exitosos entre nosotros que sus obligaciones no se reducen a pagar sus impuestos. Un liderazgo responsable y basado en principios puede nutrir y restaurar nuestra herencia de libertad. Su indiferencia a esa herencia puede destruirla.
—Murray es autor del libro «Coming Apart: The State of White America, 1960-2010» a investigador W.H. Brady en el Instituto de la Empresa Estadounidense.
Fuente: The Wall Street Journal, 01/08/12.
Capitalismo clientelista
El capitalismo clientelista o amiguista es un término que describe una economía supuestamente capitalista en que el éxito en los negocios depende de una estrecha relación entre los empresarios y los funcionarios gubernamentales. Entre sus expresiones, se puede mencionar favoritismo en la distribución de permisos legales, subvenciones del gobierno e impositivos especiales, por ejemplo.
Se cree que el capitalismo clientelista surge cuando el clientelismo político se mezcla en el mundo empresarial; cuando las amistades interesadas y los lazos familiares entre empresarios y políticos influyen en la economía y sociedad en la medida que corrompe a los sectores públicos en los ideales económicos y políticos.
El clientelismo en la práctica
En su forma más suave, el capitalismo clientelista consiste en una colusión entre los agentes del mercado internacional. [Una colusión es un pacto que acuerdan dos personas u organizaciones con el fin de perjudicar a un tercero.] Aunque posiblemente muestren una ligera competencia entre sí, en la práctica forman una frente ante el gobierno para reclamar premios (a veces en lo que se denomina una asociación profesional o un grupo sectorial). Los recién llegados al mercado pueden tener dificultades para encontrar préstamos o adquirir espacio en los estantes para vender su producto, en los campos tecnológicos, pueden ser acusados de infringir las patentes que los competidores establecidos nunca invocarían entre ellos. Las redes de distribución se niegan a ayudar al negocio nuevo. Dicho esto, todavía habrá competidores que agrietarán el sistema cuando las barreras legales son débiles, especialmente cuando la vieja guardia se ha vuelto ineficiente y deja de satisfacer las necesidades del mercado. Por supuesto, algunos de estos advenedizos pueden entonces unirse a las redes establecidas para ayudar a disuadir a otros nuevos competidores. Entre los ejemplos de estas prácticas se pueden mencionar el keiretsu del Japón de la posguerra, la prensa escrita en la India, el chaebol de Corea del Sur, y las familias poderosas que controlan gran parte de la inversión en América Latina.
Con todo, el capitalismo amiguista generalmente se asocia con un gobierno más intervencionista. En estos sistemas son comunes las leyes y regulaciones intencionalmente ambiguas que, si se cumplieran estrictamente, supondrían un enorme lastre para prácticamente todos los negocios. En la práctica, sin embargo, sólo se aplican de forma errática. La posibilidad de que de repente el peso de la ley caiga sobre un negocio proporciona incentivos para permanecer en el favor de los funcionarios políticos. Los rivales problemáticos que han sobrepasado sus límites pueden pasar a ser de repente objetivos de la aplicación de la ley, lo que podría conllevar penas de multa o la cárcel.
Algunos ejemplos notables son la República Popular China; India, especialmente hasta la década de 1990 cuando la fabricación estaba estrictamente controlada por el gobierno (el «imperio de la ciencia»); Indonesia; Argentina, Brasil; Malasia; Rusia; y la mayoría de los otros estados del ex Bloque del Este. Los críticos afirman que las conexiones con el gobierno son casi indispensables para el éxito de los negocios en estos países. Wu Jinglian, uno de los economistas principales de China y un campeón en la transición hacia el libre mercado, dice que China se enfrenta a dos futuros de marcado contraste: un mercado económico bajo el imperio de la ley o el capitalismo clientelista.
Clientelismo en sectores de la economía
Índice de Percepción de Corrupción elaborado por Transparencia Internacional, 2007.La participación más directa del gobierno puede conducir a áreas específicas del capitalismo clientelista, incluso sí la economía como un todo puede ser saludable. Los gobiernos a menudo de buena fe, establecen organismos gubernamentales para regular una industria. Sin embargo, los miembros de una industria tienen un interés muy fuerte en las acciones de un organismo regulador, mientras que el resto de la ciudadanía es ligeramente afectada. Como resultado, no es raro que los hombres de negocios tengan el control del «perro guardián» y puedan usar dicho poder contra sus competidores. Este fenómeno es conocido como la captura del Regulador.
Un ejemplo de esto en los Estados Unidos fue la Comisión Interestatal de Comercio, que fue establecida en 1887 para regular los «ladrones barones»; en su lugar, rápidamente se controló, y estableció un sistema de permisos que se utilizó para negar el acceso a los nuevos operadores y legalizar funcionalmente el precio de fijación.
Un ejemplo más reciente, en el 2004 sería el caso de las granjas de Creekstone. Después del susto de la vaca loca, Creekstone decidió examinar todas sus vacas por la enfermedad de la vaca loca. Esto les permitiría venderle de nuevo a Japón, que había bloqueado la importación de toda la carne americana que no hubiera sido completamente examinada. Después de que las instalaciones adecuadas habían sido construidas y el personal contratado para hacer tal cambio, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos emitió una orden judicial y se negó a permitir a Creekstone comprar los equipos necesarios para examinar. Esto permitió que los productores de carne más grandes mantuvieran sus costos bajos y no dejaran de ser competitivos a causa de un rival menor. Creekstone demandó a USDA por anular la libre competencia en el mercado. El economista Paul Krugman, comentó que el incidente mostraba que «los imperativos del capitalismo clientelista profesa la fe en el libre mercado,» al menos por el Departamento de Agricultura en el momento.
El complejo industrial-militar en los Estados Unidos es a menudo descrito como un ejemplo del capitalismo clientelista en una industria. Las conexiones con El Pentágono y los grupos de presión en Washington son descritos por los críticos como más importante que la competencia, debido a la naturaleza política y secreta de los contratos de defensa. En la disputa Airbus-Boeing WTO, Airbus (que recibe subsidios directos de los gobiernos europeos) ha declarado que Boeing recibe ayudas similares, que están ocultas en los contratos ineficientes de defensa. En otro ejemplo, Bechtel, afirmando que debería haber tenido la oportunidad de presentar ofertas para contratos determinados, dijo que Halliburton había recibido contratos sin licitación debido a prácticas clientelistas de la administración de Bush.
Gerald P. O’Driscoll, ex vicepresidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas, afirmó que Fannie Mae y Freddie Mac se habían convertido en ejemplos del capitalismo clientelista. El respaldo del Gobierno dejó a Fannie y Freddie dominar la suscripción de hipotecas. «Los políticos crearon los gigantes hipotecarios, que luego se volvieron parte de los políticos – a veces directamente, como fondos de campaña; a veces como «contribuciones» para favorecer a constituyentes.»
Creación de este capitalismo en el desarrollo de las economías
En su peor forma, el capitalismo clientelista puede significar la corrupción simple, donde cualquier pretensión de un mercado libre se dispensa. Los sobornos a funcionarios son considerados de rigor y la evasión fiscal es común; esto es visto en muchas parte de África, por ejemplo. Esto a veces es denominado plutocracia (por riqueza) o cleptocracia (por robo).
Los gobiernos corruptos pueden favorecer a un grupo de dueños de negocios quienes tienen estrechos vínculos con el gobierno por sobre los demás. Esto también puede hacerse por favoritismo racial, religioso y étnico; por ejemplo, los alawitas en Siria tienen una participación desproporcionada en el gobierno y los negocios allí. (El Presidente de Assad es alauita). Esto puede explicarse considerando las relaciones personales como una red social. Mientras que el gobierno y los líderes de empresas tratan de lograr cosas diferentes, naturalmente buscan la ayuda de otras personas de gran poder para apoyarlos en sus esfuerzos. Estas personas forman centros en las conexiones de red. En un país en desarrollo, estos centros pueden ser muy pocos, por lo tanto se concentra la economía y el poder político en un grupo pequeño de acoplamiento.
Normalmente, esto es insostenible para los negocios ya que los nuevos negocios afectarán el mercado. Sin embargo, sí los negocios y los gobiernos se entrelazan, entonces el gobierno puede mantener el pequeño centro social.
Puntos de vista políticos
Los críticos del capitalismo incluyendo los socialistas y otros anti-capitalistas, a menudo afirman que el capitalismo clientelista es el resultado inevitable de muchos sistemas capitalistas. Jane Jacobs lo describió como una consecuencia natural de la colusión entre quienes tienen el poder y quienes comercian, mientras que Noam Chomsky ha dicho que la palabra «cronyism» (amiguismo) es superflua cuando se descibre el capitalismo. Dado que los negocios generan dinero y el dinero lleva al poder político, los negocios inevitablemente usaran su poder para influenciar los gobiernos. Gran parte del ímpetu detrás de la reforma de financiación en los Estados Unidos y en otros países es un intento de prevenir que el poder económico sea usado para tomar poder político.
Los capitalistas también se oponen al capitalismo clientelista, pero lo consideran una aberración provocada por favores gubernamentales incompatibles con un mercado libre. A veces es referido como un «estado corporativista». En este punto de vista, el capitalismo clientelista es el resultado de un exceso del estilo socialista en interferencia en el mercado, que requiere grupos de presión empresariales activos para reducir la burocracia. De hecho, algunos han abogado por el uso del término «socialismo clientelista» en lugar de insistir que la única forma de manejar un negocio rentable en estos sistemas es tener ayuda de funcionarios corruptos del gobierno. Estos defensores apuntan a los niveles más altos de interacción entre las empresas y los gobiernos que se consideran más socialistas, llevándolo a su máximo en la forma de nacionalización de industrias. Incluso sí la regulación inicial tenía una buena intención (para frenar los abusos reales), e incluso sí la presión inicial de las empresas fue bien intencionada (para reducir las regulaciones ilógicas), la mezcla de negocios y el gobierno es lo que eventualmente resulta nocivo. En su libro, The Myth of the Robber Barons, Burton W. Folsom, Jr. distinguió entre los que se involucran en el capitalismo clientelista —a los que denomina «empresarios políticos»— de aquellos que compiten en el mercado sin ayuda especial del gobierno, a quien llama «empresarios del mercado.»
Los economistas socialistas han criticado el término como un intento ideologicamente motivado para referirse a lo que según ellos son los problemas fundamentales del capitalismo como irregularidades evitables. El término «capitalismo clientelista» hizo su primer impacto significativo en el ámbito público como una explicación de la crisis financiera asiática. Esta explicación es frecuentemente desestimada por ser una apología de los fracasos de la política neoliberal y las debilidades fundamentales de las dinámicas del mercado. De acuerdo con el economista socialista Robin Hahnel:
«Los funcionarios del FMI, Michel Camdessus y Stanley Fischer se apresuraron a explicar que las economías afectadas habían sido las únicas culpables. El capitalismo clientelista, la falta de transparencia, procedimientos contables que no están basados en normas internacionales, y políticos pusilánimes demasiado rápidos para gastar y temerosos para poner impuestos es donde estaban los problemas según el FMI y los oficiales del Departamento de Tesoro de Estados Unidos. Simplemente no importaba el hecho que las economías afectadas habían sido presentadas como un dechado de virtud en los informes del FMI/World Bank mostrados hacía nada más que un año, el hecho de que la única historia exitosa del neoliberalismo habían sido los países industrializados recientemente que ahora se encontraban arruinados, y el hecho que elrelato que arman el FMI y el departamento del Tesoro no encaja con los hechos dado que las economías afectadas no tenían más capitalismo clientelista, falta de transparencia, y políticos de voluntad débil que docenas de otras economías que estaban al margen de la crisis financiera asiática.»
Fuente: Wikipedia, 2012.
Néstor Kirchner y Cristina Kirchner con su testaferro Cristóbal López.
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