AIG vende sus negocios en Argentina

octubre 20, 2016

AIG vende sus operaciones en Argentina

El gigante mundial de seguros y servicios financieros cerró un acuerdo con la canadiense Fairfax Financial en una operación por u$s 240 millones que abarca también algunas divisiones en América Latina.

fotoNota

.

American International Group informó hoy que venderá algunos de sus negocios en América Latina, entre ellos la Argentina (Meridional Seguros), y unidades en el centro y este de Europa a la canadiense Fairfax Financial Holdings Ltd por cerca de 240 millones de dólares en efectivo.

aig-logoDesde la compañía anunciaron que la operación es parte de una alianza estratégica por la cual AIG se centrará más en agilizar sus operaciones globales de seguros y crecer en áreas estrategicas.

Como parte de estos acuerdos, AIG venderá a Fairfax sus operaciones comerciales y de seguros locales en Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Venezuela y Turquía. Fairfax también adquirirá los derechos de renovación de la cartera de la empresa local en las operaciones de Europa del Este (CEE) Central y de AIG en Bulgaria, República Checa, Hungría, Polonia, Rumania y Eslovaquia, y asumirá CEE de AIG activos operativos y los correspondientes trabajos. El aporte total de efectivo es de aproximadamente $ 240 millones. Cada transacción está sujeta a las aprobaciones regulatorias pertinentes.
.
Fairfax se convertirá en el principal socio estratégico multinacional de red que va a servir a clientes multinacionales de AIG en estos países, respaldado por su experiencia en reclamos y capacidades de reaseguro.
.
La venta promueve el objetivo estratégico de AIG de centrar su presencia geográfica y de inversión en las principales economías que ofrecen el mayor potencial de crecimiento rentable y la oportunidad para las divisiones de seguros comerciales o personales de AIG para lograr y mantener más escala. Al mismo tiempo, AIG se ha comprometido a mantener y mejorar las capacidades multinacionales para particulares y empresas que operan globalmente.
.
“Esta sociedad marca un importante paso hacia adelante en la ejecución de las prioridades estratégicas tanto de AIG como de Fairfax”, expresó Peter Hancock, Presidente y CEO de AIG. “Anticipamos con impaciencia expandir nuestra relación con Fairfax como socio de una red multinacional para poder proporcionar las mismas capacidades de clase mundial y un servicio excepcional a nuestros clientes globales en estos países claves. También seguimos comprometidos con los mercados que tienen el mayor potencial de AIG para vender sus productos de seguros competitivos y donde podemos servir a nuestros clientes de manera rentable».
.
“Nos entusiasma asociarnos con AIG y que el grupo de compañías de Latinoamérica y las operaciones en los países de Europa Central y Turquía pasen a formar parte de la familia Fairfax», afirmó Prem Watsa, Presidente y CEO de Fairfax. “Las compañías de Latinoamérica están bien consolidadas en sus respectivos mercados y cuentan con experimentados equipos gerenciales y un enfoque disciplinado en materia de suscripción, y ampliarán de modo significativo la presencia de Fairfax en América Latina. La adquisición de las operaciones en Europa Central del Este se suma a nuestra reciente expansión en Europa del Este a través de nuestra transacción con la aseguradora QBE previamente anunciada, y acelerará nuestros planes para un crecimiento a largo plazo en la región”.
.

Fuente: buenafuente.com, 18/10/16.


Vincúlese a nuestras Redes Sociales:

Google+      LinkedIn      YouTube      Facebook      Twitter


Cómo lograr su Libertad Financiera

.

.

 

Las lecciones que deja el rescate de AIG

diciembre 24, 2012

Las lecciones que deja el rescate de AIG
Por Francesco Guerrera

Desde que asumió en 2009 las riendas de American International Group Inc. (AIG), Robert Benmosche ha tenido tanto victorias como fracasos. Pero la semana pasada, el presidente ejecutivo del gigante de los seguros pareció conseguir un final feliz gracias a que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos vendió el último tramo de acciones que poseía de AIG, que fue rescatada por el gobierno estadounidense.

Después de años de luchar contra aquellos que no creían que la aseguradora sobreviviría, el principal financista de la empresa (el gobierno estadounidense), su propia junta directiva e incluso un cáncer, el ejecutivo de 68 años fue capaz de declarar el fin de la empresa como una división estatal.

La venta que realizó el Tesoro permite que Washington se quede con una ganancia de más de US$22.000 millones sobre su rescate de AIG en 2008. Y Benmosche puede recibir mucho crédito por lograr lo que alguna vez se creyó imposible. En cierto momento, incluso los contadores en Washington proyectaron una pérdida de US$30.000 millones sobre la ayuda a AIG.

«Tuvimos un gran objetivo descabellado y audaz para el año», dijo Benmosche. «Lo hemos logrado», añadió.

Pero ante de que Benmosche y su ex principal accionista den la vuelta de la victoria, vale la pena repasar la experiencia traumática del rescate de AIG en el contexto actual. Cuatro años después de la crisis, grupos financieros grandes y complejos siguen siendo una amenaza para el sistema.

Que el gobierno estadounidense haya registrado una ganancia es mejor que lo contrario, pero los buenos rescates son tan poco frecuentes como los almuerzos gratis.

Empecemos desde el principio. Mi recuerdo más vivo del rescate de AIG en septiembre de 2008 es que los reguladores no tenían ni idea de qué hacer con un gigante de los seguros que había sido hundido por apuestas descuidadas sobre derivados.

La Reserva Federal (Fed) y el Departamento del Tesoro de EE.UU. sabían lo que pasaba en los bancos y las firmas de valores que se habían metido en problemas, pero ninguno le había prestado mucha atención a AIG porque la empresa era (poco) regulada por otras agencias.

Por tanto, el rescate de la empresa tuvo mucho de experimento y error. Empezó con un préstamo de US$85.000 millones de la Fed y terminó con un compromiso federal de US$182.000 millones. Originalmente se les prometió a los contribuyentes estadounidenses que se les devolvería el dinero a través de la «venta de liquidación» del siglo, pero terminaron recibiendo el pago de la deuda (con excedentes), gracias a la estrategia de Benmosche de mantener AIG a flote al deshacerse de divisiones, activos y personal.

Y en lugar de un presidente ejecutivo dócil que siguiera órdenes, el Congreso y el Tesoro estadounidenses tuvieron a Benmosche, que desafío las creencias generales y fue una contraparte firme con una idiosincrasia que combina diatribas llenas de palabrotas y sagacidad empresarial.

Este rescate apresurado, controversial y ejecutado de forma peligrosa no debería verse como un modelo. Cuando los historiadores financieros pregunten qué se aprendió de la saga de AIG, la respuesta verdadera debería ser: no lo vuelvan a hacer.

El dato más valioso de la crisis de AIG puede ser lo que nos dice sobre las necesidades de otros grupos financieros.

«Redujimos enormemente el tamaño de AIG y la hicimos una compañía más simple y fácil de manejar», dice Jim Millstein, quien fue director de reestructuración del Tesoro hasta marzo de 2011. «No redujimos ninguna de las otras firmas, ni insistimos en disminuir su complejidad».

Algunas, como Citigroup Inc. y Bank of America Corp., se han embarcado en sus propias dietas. Como un todo, sin embargo, el sistema financiero está más concentrado ahora que antes de la crisis.

Como lo reportó The Wall Street Journal la semana pasada, los cinco bancos más grandes de EE.UU. tienen 43,7% de todos los depósitos del país, un alza frente a 37,1% en 2007 y alrededor de 28% hace una década.

Si ha pasado algo, es que la complejidad de los grupos financieros ha aumentado como resultado de los cambios en el mercado y una cantidad de regulaciones nacionales e internacionales a menudo en conflicto. Y aún no hay señales de un plan factible que permita que una institución en problemas quiebre sin poner en peligro a toda la economía.

El hecho de que EE.UU. haya sacado una generosa ganancia sobre AIG a través de la combinación de una gestión de mano dura, mercados favorables y, sí, suerte, no debería hacer creer a los estrategas, banqueros e inversionistas que están en territorio seguro. La realidad es que si AIG, o cualquier otra compañía, quiebra hoy en día, nuestro sistema no estaría preparado para enfrentar un crisis así y no podría extraer muchas lecciones de la experiencia de 2008.

Fuente: The Wall Street Journal, 18/12/12.

Robert Benmosche, presidente ejecutivo de AIG.

AIG recaudará US$6.000 M a través de la venta de un 14% de AIA

marzo 6, 2012

AIG recaudará US$6.000 a través de la venta de un 14% de AIA

Por Serena Ng

 

HONG KONG (Dow Jones) — American International Group Inc. dio inicio el lunes a una venta de acciones por US$6.000 millones de la aseguradora de vida asiática AIA Group Ltd. en Hong Kong, con lo cual avanza en sus planes de pagar un nuevo tramo de su rescate estadounidense en 2008.

AIG indicó que la colocación apuntará a inversionistas institucionales y que el martes se fijaría su precio. Los 1.700 millones de acciones a la venta representan cerca de un 14% de AIA, menos de la mitad de la participación del 32,9% que posee AIG, según un prospecto.

La recaudación de la venta se destinará a pagar al gobierno de Estados Unidos, que rescató a AIG durante la crisis financiera con un récord de US$ 182.300 millones que la firma ha pagado parcialmente.

Las acciones de AIA han subido un 48% desde su oferta pública inicial en octubre de 2010 y un 20% en lo que va del año.

La participación total de AIG en AIA está avaluada en US$14.900 millones basado en el precio de cierre del viernes.
Fuente: The Wall Street Journal, 05/03/12.

La Fed concluye la venta de los bonos de hipotecas respaldadas por AIG

marzo 1, 2012

La Reserva Federal concluye la venta de los bonos de hipotecas respaldadas por AIG

 

El Banco de Reserva Federal de Nueva York vendió el martes la porción restante de valores respaldados por hipotecas adquiridas en el rescate de 2008 de American International Group (AIG).  La venta de estos títulos a Credit Suisse significa que el Gobierno de Estados Unidos ha recuperado la totalidad del préstamo de 19.500  millones de dólares que destinó a la creación del fondo Maiden Lane II, con el que compró estos bonos respaldados por hipotecas de AIG. Con esta operación, la Rererva Federal ha ganado 2.800 millones extraordinarios.

«La finalización de la venta de la cartera de Maiden Lane II se ha traducido en avances significativos para el público y marca un hito importante en las intervenciones extraordinarias exigidas por la crisis financiera», dijo el presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley.
Fuente: BDS AL, 01/03/12.