Nuevo software de Google podría anticipar el riesgo de un ataque cardíaco
Por Drew Harwell y Carolyn Y. Johnson.
Al observar el ojo humano, los algoritmos de Google podrían predecir si alguien tenía hipertensión arterial o si corría el riesgo de tener un ataque cardíaco o un derrame cerebral, según algunos investigadores de Google. Esa observación abrió una nueva oportunidad a la inteligencia artificial en la vasta y lucrativa industria de la salud mental.
De acuerdo a un estudio del hallazgo, publicado por la revista Nature Biomedical Engineering, los algoritmos no superaron los procedimientos médicos existentes, como los análisis de sangre.El trabajo debe ser validado y repetido en más personas antes de tener una aceptación más amplia, según indicaron varios médicos externos.
Pero el nuevo enfoque podría basarse en las capacidades actuales de los médicos al proporcionar una herramienta que las personas podrían usar algún día para detectar de forma rápida y sencilla los riesgos de salud que pueden contribuir a la enfermedad cardíaca, la principal causa de muerte en todo el mundo.
«Esta puede ser una forma rápida para que las personas evalúen el riesgo», escribió en un correo electrónico Harlan Krumholz, un cardiólogo de la Universidad de Yale que no participó en el estudio. «Una vía es capacitar a las personas con opciones rápidas para obtener información útil sobre su salud«, agrega en ese sentido.
Los investigadores de Google incluyeron imágenes escaneadas de las retinas de más de 280,000 pacientes en Estados Unidos y el Reino Unido en sus intrincados algoritmos de reconocimiento de patrones, conocidos como redes neuronales. Esos escaneos ayudaron a entrenar al sistema a observar signos reveladores que tendían a indicar peligros de salud a largo plazo.
Los profesionales médicos de hoy en día pueden buscar signos similares al de la retina extrayendo la sangre del paciente o evaluando factores de riesgo como su edad, sexo, peso y si fuman. Los propios sistemas, ahora, pueden revisar los datos que se necesitan para aprender los patrones que, a menudo, se encuentran en los ojos de las personas en situación de riesgo.
El verdadero poder de este tipo de solución tecnológica es que podría marcar el riesgo con una prueba rápida, barata y no invasiva que podría administrarse en una variedad de entornos, lo que permitiría a las personas saber si deberían someterse a un seguimiento.
La investigación fue realizada por Google y Verify Life Sciences, una subsidiaria de Alphabet (matriz de Google).
La idea de que los ojos de las personas pueden revelar signos de enfermedades cardiovasculares subyacentes no es tan extravagante como podría parecer. La diabetes y la presión arterial alta, por ejemplo, pueden causar cambios en la retina.
Krumholz advirtió que el procedimiento de escaneo de un ojo no está listo para reemplazar otros enfoques más convencionales. Maulik Majmudar, director asociado del Healthcare Transformation Lab, en el Massachusetts General Hospital, calificó el modelo de «impresionante», aunque señaló que los resultados muestran lo difícil que es hacer mejoras significativas en la predicción del riesgo cardiovascular. La edad y el género son poderosos predictores de riesgo, sin la necesidad de ninguna prueba adicional.
Cuando se presentaron imágenes de los ojos de dos personas diferentes, una que sufrió un episodio cardíaco adverso importante, como un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular dentro de los cinco años posteriores a la foto y otra que no, los algoritmos pudieron seleccionar correctamente al paciente que cayó enfermó.
Tecnologías similares de aprendizaje profundo se han disparado en los últimos cinco años y se usan ampliamente hoy en día en sistemas como la búsqueda de imágenes de Google y el reconocimiento facial de Facebook.. También se muestran prometedores en otros ámbitos de la salud, incluso buscando signos de cáncer en los escáneres de rayos X revisados por radiólogos.
Los investigadores de Google utilizaron métodos similares de aprendizaje automático en 2016 para buscar la retinopatía diabética, una enfermedad ocular que es una causa importante de ceguera. Esta vez, también usaron una técnica de aprendizaje automático conocida como «atención suave», para ayudar a identificar qué partes de la imagen fueron más instrumentales para impulsar la predicción de los algoritmos. Hoy en día no está claro cómo y por qué llegaron a esa conclusión: un problema que podría influir en la confianza de los resultados por parte de los médicos o pacientes.
La idea de que las características distintivas de la enfermedad podrían detectarse a través del análisis computacional ha sido atractiva para los ingenieros. DeepMind, la firma de desarrollo de inteligencia artificial, con sede en Londres, que Google compró en 2014 y que con frecuencia opera de manera autónoma, publicó una investigación que muestra algoritmos similares que podrían ayudar a detectar signos de glaucoma y otras enfermedades oculares.
En esa línea, a finales del año pasado, Apple lanzó un estudio de corazón relacionado con su reloj Apple Watch para ver si podía detectar y alertar a las personas sobre ritmos cardíacos irregulares que podrían ser un signo de fibrilación auricular, una de las principales causas de accidente cerebrovascular.
Fuente: Infobae, 01/03/18.
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Enfermedades cardiovasculares
El término enfermedades cardiovasculares es usado para referirse a todo tipo de enfermedades relacionadas con el corazón o los vasos sanguíneos, (arterias y venas). Este término describe cualquier enfermedad que afecte al sistema cardiovascular , es utilizado comúnmente para referirse a aquellos relacionados con la arteriosclerosis (enfermedades en las arterias). Estas condiciones tienen causas, mecanismos, y tratamientos similares. En la práctica, las enfermedades cardiovasculares son tratadas por cardiólogos, cirujanos cardiotorácicos, (cirujanos vasculares), neurólogos, y radiólogos de intervención, dependiendo del sistema y órgano tratado. Existe un considerable enlace entre estas especialidades, y es común para ciertos procesos que estén diferentes especialistas en el mismo hospital.
La mayoría de los países lidian con altas y crecientes tasas de enfermedades cardiovasculares. Cada año más estadounidenses mueren de enfermedades del corazón que de cáncer.
Esta es la causa número uno de muerte y discapacidad en Estados Unidos y de la mayoría de países europeos (datos disponibles hasta 2005). Un amplio estudio histórico (PDAY) indica que los daños vasculares se acumulan desde la adolescencia haciendo los esfuerzos primarios necesarios desde la niñez. Un estudio reciente, determino que en 2011 murieron más de 17 millones de personas en el mundo a causas de enfermedades cardiovasculares.
Para el momento que los problemas del corazón son detectados, la causa fundamental (arteroesclerosis) está usualmente avanzada, habiéndose desarrollado por décadas. Por lo tanto, hay mayor énfasis en la prevención de la arteriosclerosis mediante la modificación de los factores de riesgo, tales como la alimentación sana, el ejercicio y evitando el hábito de fumar.
Tratamiento
A diferencia de las otras condiciones médicas crónicas, las enfermedades cardiovasculares son tratables y reversibles, incluso después de llevar un largo tiempo con la enfermedad. El tratamiento está enfocado en la dieta y la reducción del estrés.Si la enfermedad es muy grave puede llegar a una cirugía, y en extremo a la muerte.
Iniciación joven
Estudios basados en la población joven muestran que los predecesores de las enfermedades de corazón empiezan en la adolescencia. El proceso de arterosclerosis se desarrolla en décadas, y comienza en la infancia. Las determinantes patobiológicas de la arteriosclerosis en estudios basados en jóvenes demostraron que las lesiones internas aparecieron en todas las aortas y más de la mitad de las arterias coronarias derecha de infantes de 7 a 9 años. Sin embargo, la mayoría de los adolescentes están más preocupados por otras enfermedades como el VIH, accidentes, y cáncer que por las enfermedades cardiovasculares. Es extremadamente importante considerar que 1 de 3 personas mueren de complicaciones atribuidas a la arterosclerosis. Con el fin de detener la marea de las enfermedades cardiovasculares, la prevención primaria es necesaria. Ésta se inicia con la concientización de que la enfermedad cardiovascular representa la mayor amenaza y la educación en las medidas para prevenir o revertir esta enfermedad.
Detección
Complejos de fibrina y de plaquetas pueden ser vistos con la técnica de microscopía de campo oscuro. Son mucho más grandes que los glóbulos rojos y fácilmente pueden bloquear los capilares. Estos complejos son claramente visibles en un campo oscuro, pero no en las muestras de campo teñido brillante porque los diferentes métodos de teñido los opacan. Este método de detección temprana permite identificar a las personas en situación de riesgo y tomar las medidas oportunas.
Diferentes enfermedades cardiovasculares:
Fuente: Wikipedia, 2014.

Más información:
ACV
Los riesgos cardiovasculares
La enfermedad vascular periférica

Cómo sobrevivir a un ataque cardíaco
Por Melinda Beck
El consejo suena demasiado sencillo. La mejor forma de sobrevivir a un ataque cardíaco es:
1. Reconocer los síntomas.
2. Llamar al número de emergencias.
3. Masticar una aspirina mientras espera que los socorristas lleguen.
Sin embargo, cada año 133.000 estadounidenses mueren de ataque cardíaco y otros 300.000 mueren de un arresto cardíaco repentino, principalmente porque no recibieron ayuda a tiempo.
Aquellos que sufren un ataque cardíaco tienen mejores posibilidades cuando ingresan a un hospital en la hora en la que los síntomas aparecieron. Pero en promedio, los pacientes tardan en llegar entre dos y cuatro horas y algunos esperan días hasta que buscan asistencia médica. Las razones van desde la confusión pasando por la negación, hasta miedo de parecer como un tonto si después de todo no están teniendo una crisis de salud.
«Tenemos esta idea de no molestar a los médicos a menos que sea realmente necesario» dice Angelo Alonzo, un científico investigador en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Yale y director del estudio sobre el corazón de dicha institución, el cual está estudiando el por qué la gente que sufre un ataque al corazón no pide ayuda más rápido. Alonzo espera que 2.300 supervivientes completen su encuesta en la web. Además, piensa que las responsabilidades sociales también juegan un papel importante. «Si le pregunta a la gente que haría si tiene un dolor de pecho intenso, le dirán «llamaría al número de emergencias». Sin embargo, para la gente es muy difícil abandonar lo que están haciendo».
Los ataques de corazón ocurren cuando un bloqueo se forma en una de las arterias coronarias, privando a una parte del musculo cardíaco de riego sanguíneo. Los médicos pueden desbloquear la arteria con medicamentos y mediante un catéter, pero mientras más tiempo se tarda, más musculo muere. «El tiempo es musculo», dicen los cardiólogos. Incluso si el ataque cardíaco inicial no es fatal, un corazón dañado puede llevar a un fallo de congestión vascular. Esta es una de las razones por las cuales, 19% de hombres y 26% de mujeres, mueren en el lapso de un año después de haber tenido su primer ataque al corazón, según la American Heart Association.
El daño severo es suficientemente nocivo ya que puede interrumpir el ritmo cardíaco y llevarlo a un paro, situación en la cual el corazón deja de bombear sangre. En este punto, la victima solo tiene unos pocos minutos de vida si los testigos o los paramédicos no le reinician el corazón con un desfibrilador o con reanimación cardiopulmonar.
El paro cardíaco normalmente ocurre sin previo aviso. Solo un 7,6% de las personas que sufren uno fuera de un hospital viven lo suficiente para ser dados de alta, una tasa que no ha variado mucho en 30 anos, según un estudio de 2010 realizado por la Universidad de Michigan.
Reconozca los síntomas
En la mayoría de los ataques al corazón, las victimas tienen algún aviso pero los síntomas pueden ser confusos. El estereotipo hollywoodiense de ataque al corazón en el cual la víctima se aprieta el pecho en medio de una fuertes dolores, es solo uno de los posibles escenarios. La sensación en el pecho puede ser una simple presión, opresión o de alta tensión. La sensación se puede tener debajo del brazo izquierdo o en la mandíbula o en la espalda entre los omoplatos, particularmente en las mujeres. Un estudio mostro que 71% de las mujeres experimentan síntomas similares a los gripales y no tienen dolor alguno de pecho.
Los hombres y las mujeres pueden padecer indigestión, nauseas, intensos sudores, falta de aliento con poco esfuerzo y una fatiga desmesurada.
«La gente a la que le está fallando el corazón normalmente se sienten muy cansados, así que se recuestan y se echan una siesta», dice Alonzo. «Eso no es una buena idea. Puede que no se despierten».
Alguna gente llama a su médico para discutir sus síntomas pero los expertos dicen que eso hace que se pierda más tiempo. Aunque solo tenga una lleve sospecha de que pueda estar padeciendo un ataque al corazón, busque ayuda tan pronto como sea posible.
Llame al número de emergencias
Cuando se deciden a ir a urgencias solo un 50% de las víctimas de un infarto de miocardio llaman al número de emergencias y llegan en ambulancia, según encuestas. En el estudio de la Universidad de Yale demuestra que hasta la fecha 41% de los encuestados dijeron que una persona los llevo en auto y 13% que condujeron ellos mismos.
Según Alonzo, algunos estaban preocupados por el costo de la ambulancia mientras que otros se sentían avergonzados de que los vecinos los vieran salir en camilla.
Sin embargo llamar al número de emergencias tiene ventajas importantes. Los paramédicos pueden usar un desfibrilador en caso de paro cardíaco. Algunos pueden empezar a administrar fluidos intravenosos y medicamentos. Pueden hacer electrocardiogramas para evaluar la extensión del daño cardíaco y notificarlo al hospital para que tengan los equipos preparados.
Tome una aspirina
Tiene sentido tomarse una aspirina, la cual previene que la sangre se coagule y puede ayudar a la arteria a abrirse parcialmente. Masticarla hará que la aspirina entre en el flujo sanguíneo más rápido que si se traga. La marca no importa siempre y cuando la píldora no esté recubierta. Tylenol, Advil y otros analgésicos cuyo componente principal no es la aspirina no tendrán el mismo efecto.
Si tiene un historial de enfermedad cardíaca o tiene un riesgo alto de padecer un ataque cardíaco tiene sentido el adquirir un desfibrilador casero, que cuesta US$1.200. «El ataque cardíaco es lo que le matara,» dice Douglas Zipes, otro antiguo presidente del American College of Cardiology. «Tenerlo en su propia casa es como tomar un seguro muy barato».
La rehabilitación adecuada
Desgraciadamente, los esfuerzos por sobrevivir a un ataque cardíaco no terminan cuando se llega al hospital rápido.
Los programas de rehabilitación cardíaca, que ofrecen planes de ejercicio y de dieta complementados con educación y grupos de apoyo, pueden ayudar a disminuir el riesgo. Muchos hospitales los ofrecen, pero están infrautilizados. En un estudio, solo 14% de los supervivientes de un paro cardíaco dados de alta optaron por el programa.
Fuente: The Wall Street Journal, 19/04/12.
Más información: https://www.economiapersonal.com.ar/2012/04/20/como-prevenir-un-ataque-cardiaco/


Cómo prevenir un ataque cardíaco
Por Ron Winslow
Hay una buena noticia: las enfermedades cardíacas y sus consecuencias pueden prevenirse. La mala noticia es que casi un millón de ciudadanos estadounidenses sufrirán un ataque al corazón este año.
Las muertes por enfermedades coronarias en Estados Unidos se han reducido 75% en los últimos 40 años. Los ingresos hospitalarios por infarto del miocardio entre las personas mayores se redujeron en casi 25% en un período de cinco años durante la última década, una hazaña notable cuando muchos expertos esperaban que el envejecimiento de la población causara un aumento del problema.
Sin embargo, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte tanto en hombres como en mujeres. A los médicos les preocupa que el progreso constante de una intensa campaña de salud pública iniciada en la década de 1960 esté ahora en peligro a raíz de la epidemia de la obesidad y la creciente prevalencia de la diabetes. Sólo un puñado de personas es totalmente obediente en relación con las recomendaciones de dieta, ejercicios y otros hábitos personales probados para ayudar a mantener sano el corazón.
Resultan en particular preocupantes los informes cada vez más comunes de ataques cardíacos entre los más jóvenes, incluso aquellos entre los 20 y 40 años, dice Donald M. Lloyd-Jones, cardiólogo y jefe de medicina preventiva de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, en Chicago.
Hay mucho que una persona puede hacer para ayudar a prevenir un ataque al corazón. Un estudio internacional encontró que 90% de los riesgos asociados a factores tales como el colesterol alto, la alta presión arterial, la actividad física, el tabaquismo y la dieta, se encuentran dentro de la capacidad de control de una persona. El estudio, llamado Interheart, comparó 15.000 personas de todos los continentes que sufrieron un ataque cardíaco con un número similar de familiares o allegados que no lo sufrieron.
Aunque la genética juega un papel hasta en la mitad de los ataques al corazón, «uno puede triunfar en gran medida sobre su genética mediante las decisiones que toma y los medicamentos en el caso de que los necesite», señala Lloyd-Jones.
Los consejos básicos
Conocer sus niveles de colesterol y presión arterial es tan fundamental para la salud del corazón como saber el alfabeto lo es para la lectura. Sin embargo, las encuestas muestran que alrededor de un tercio de las personas con problemas no conocen esos niveles. Para la mayoría de la gente, las lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés), o colesterol malo, está por debajo de 100; mientras que las lipoproteínas de alta densidad (HDL), o colesterol bueno, está por encima de 60. En tanto, la presión arterial es menor a 120/80.
Realizar exámenes que midan tales lecturas no sólo son importantes para comprender el riesgo, dicen los médicos, sino para medir el progreso hacia su reducción. La dieta saludable y los hábitos de ejercicio constituyen la primera línea de defensa hacia el mejoramiento o la gestión de esos números, al igual que hacia el control del peso y los niveles de azúcar en la sangre. Los medicamentos para reducir el colesterol y la presión arterial son armas eficaces cuando se los necesita. Dejar de fumar también produce grandes beneficios. Al término de un año, el riesgo de un ataque al corazón de un exfumador se reduce en 50%.
Una sesión de ejercicio de 10 minutos
Las directrices recomiendan tres horas semanales de ejercicio ligero y enérgico para mantener el corazón saludable, pero muchas personas que no pueden encontrar el tiempo para sudar 30 minutos la mayor parte de los días no se molestan. «Es el fenómeno de todo o nada», dice Martha Grogan, cardióloga de Mayo Clinic.
¿Pero qué tal 10 minutos al día? Aunque el objetivo de 30 minutos se asocia con una reducción de 70% del riesgo de ataques cardíacos en el período de un año, investigadores de Mayo Clinic analizaron los datos y advirtieron que una caminata ligera de 10 minutos al día puede reducir el riesgo en casi 50% frente a quienes no hacen ningún ejercicio.
El beneficio real varía de acuerdo con la edad, el género, peso y condición física en el punto de partida, y los que están en mayor riesgo son los que más tienen para ganar. «Si uno puede hacer más, entonces es mejor», dice Grogan. «Sin embargo, pequeñas cantidades de ejercicios son mejor que nada». No obstante, los cardiólogos dicen que el objetivo debería ser un entrenamiento diario de 30 minutos.
Mantenerse en movimiento
Incluso el ejercicio regular no es suficiente si uno se halla confinado a un escritorio o a un sofá por el resto del día.
Un estudio de investigadores australianos publicado hace dos años halló que pasar más de cuatro horas al día delante de una computadora o la televisión estaba asociado al doble de serios problemas cardíacos, aun entre personas que hacían ejercicio con regularidad. Los investigadores estudiaron a 4.512 hombres y mujeres, la mayoría de ellos de más de 55 años por un período de cuatro años y los comparó con otros que pasaban menos de dos horas frente a una pantalla.
Estar sentado por tiempos prolongados estaba asociado con mayores niveles de marcadores inflamatorios en la sangre, mayor peso y menores niveles de colesterol bueno, lo que indica que la conducta sedentaria tiene su propia mala biología, más allá de si uno es físicamente activo.
«Para quienes pasan sentados la mayor parte del día, el riesgo de un ataque al corazón es casi el mismo que el de fumar», dice Grogan.
Entre las posibles soluciones, se recomienda levantarse del escritorio cada 30 minutos o incluso trabajar en una computadora de pie. Tomar un paseo para hablar con un colega en lugar de enviar un correo electrónico. O bien, «cuando el decaimiento de las 2:30 de la tarde golpea», dice Lloyd-Jones, «conviene dar un paseo de 10 minutos antes que ir por una golosina. El beneficio comienza tan pronto como uno se levante».
Hay que armar una rutina diaria. Usar las escaleras en lugar del elevador; o, no buscar un lugar para acortar la caminata en el estacionamiento, por ejemplo.
No se preocupe, sonría
En su nuevo libro sobre salud cardíaca, Heart 411, los doctores Marc Gillinov y Steven Nissen, de Cleveland Clinic, describen un estudio realizado por investigadores de la Universidad del Estado de Wayne, quienes calificaron las sonrisas de 230 jugadores de béisbol antes de 1950, sobre la base de imágenes de archivo. Luego observaron la longevidad promedio de los jugadores: los que no sonreían, llegaban a los 73 años; los que lo hacían parcialmente, a los 75. En tanto, los que tenían una gran sonrisa llegaban a los 80 años.
Aunque no se trata de la ciencia más sólida, es consistente con otra investigación que vincula la salud emocional a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. En contraste, la depresión, la ira y la hostilidad tienen un efecto perjudicial. Un estudio de la Universidad de Duke de 255 médicos a lo largo de varios años encontró que 14% de los que mostraban una hostilidad por encima del promedio, sobre la base de una prueba de personalidad, habían muerto 25 años más tarde, en gran medida a raíz de una enfermedad cardíaca, frente a sólo 2% de quienes habían terminado con niveles de hostilidad por debajo del promedio.
Comer vegetales
Cumplir con las recomendaciones nutricionales es el reto más difícil para la mayoría de los estadounidenses, según los datos de la American Heart Association. Una de las posibles soluciones es centrar las compras en los pasillos perimetrales de los supermercados, que es el lugar donde se hallan los productos frescos y no procesados, en general considerados más saludables para el corazón que los más ricos en calorías y demasiado salados que suelen encontrarse en los pasillos centrales de las tiendas, dice Amparo Villablanca, cardióloga de la Universidad de California.
Villablanca aconseja a los pacientes «no poner barro en sus motores». Y agrega: «Uno tiene que conseguir que la gente piense en sus cuerpos como en una máquina bien afinada».
Asimismo, Sharonne Hayes, cardióloga de Mayo Clinic, añade: «No hay que saltarse el desayuno». Si uno no come por la mañana, pondrá en marcha procesos metabólicos «que lo llevan a comer más durante el resto del día».
Dormir bien
El papel del sueño en la protección del corazón está subestimado, dice Grogan, de Mayo Clinic. «Dormir una hora menos de lo que necesita cada noche, es como trasnochar toda la semana», dice. La privación crónica del sueño puede derivar en un aumento de la presión arterial, aumento de peso e incremento de riesgo de diabetes, puntualiza. Fuente: The Wall Street Journal, 19/04/12.