Vanoli renunció al BCRA

diciembre 9, 2015

Alejandro Vanoli renunció a la presidencia del Banco Central

Sturzenegger y Llach conducirán la entidad. El presidente del Central dimitió dejando el lugar libre para los designados por Mauricio Macri.

El presidente del Banco Central Alejandro Vanoli en el acto de balance de gestión. (Diego Díaz)

El presidente del Banco Central Alejandro Vanoli en el acto de balance de gestión.

Alejandro Vanoli presentó su renuncia como presidente dek Banco Central. La noticia se conoció esta tarde, aunque ya se rumoreaba desde la semana pasadam cuando dio una conferencia de prensa en la que anunció que pronto tomaría una decisión personal.

BCRAVanoli fue presidente de la autoridad monetaria entre octubre de 2014 y hoy. Había un debate sobre la finalización legal de su mandato. Vanoli decía que era en 2019 pero expertos en finanzas sostenían que era octubre del año próximo.

El macrismo, dejando de lado estas cuestiones, soliticó que Vanoli dejara el cargo ahora y propone que allí vaya Federico Sturzenegger.

«Tengo el honor de dirigirme a usted a fin de poner a su disposición mi renuncia indeclinable al carto de Presidente del Banco Central con que el que usted me ha distinguido», escribió Vanoli. «Mi decisión es clara e irrevocable».

La salida de Vanoli es una de las condiciones que el equipo económico de Macri sotiene que debe darse para eliminar el cepo. Además, renunció el vicepresidente de la entidad, Miguel Pesce, quien se había hecho cargo del Banco Central cuando Redrado fue echado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Fuente: clarin.com, 09/12/15.

 

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La difícil situación del BCRA

marzo 19, 2015

Auditado por sus normas, el Banco Central estaría quebrado

Por Agustín Monteverde.

bcra-isologoDistorsiones de precios, crisis energética, atraso cambiario y deuda dolarizada son algunas perlas del collar explosivo que el kirchnerismo legará a la próxima administración. Por su rol clave y potencial de daño, el Banco Central ocupa un lugar de privilegio en ese entramado de bombas de relojería.

Por un lado, está la pérdida de reservas internacionales, no reflejada por la fraguada contabilidad oficial. Así como desde 2008 denunciamos el fraude en los índices oficiales de crecimiento, cuando nadie se atrevía a contradecirlos, ese mismo año alertamos que las reservas efectivas eran inferiores a las divulgadas por el BCRA.

Ese saldo bruto incorpora una serie de partidas que, por ser deuda de corto plazo, no están a libre disposición del Central.

Nuestra alerta fue recogida por bancos internacionales y por LA NACION. El BCRA -durante la gestión de Martín Redrado- nos intimó a callarnos. Con el tiempo, el maquillaje devino en flagrante simulación y el universo profesional adoptó nuestra posición. Hoy las reservas efectivas son, en el mejor de los casos, un tercio de las informadas.

Otra cuestión es el hundimiento patrimonial que sufrió el Banco Central. Si se tratase de una institución controlada por su propia Superintendencia de Entidades, se habría dispuesto hace rato su liquidación.

Su pasivo excede largamente el valor de los activos realizables. Está quebrado y no ha sido de súbito. En una columna en LA NACION («El riesgo del vaciamiento«), el 14 de enero de 2010, advertimos expresamente sobre el proceso que se había iniciado.

Ahora, dos tercios de los activos son deuda del Tesoro: la mayor parte son pagarés a diez años, no negociables; el resto son «adelantos» a un año. El deudor es un manifiesto insolvente -su gasto anual es 26% más alto que sus ingresos- y sus proyecciones de caja no contemplan la devolución de esos fondos. Descontar ese incobrable arroja un rojo patrimonial de $ 609.000 millones.

Un tercer detonante reside en el pasivo contraído por el BCRA para esterilizar parte de la emisión monetaria que impone el crecimiento feroz del déficit fiscal. Suma $ 285.000 millones y sus intereses anuales superan los $ 85.000 millones, 20% más que los que erogó el Tesoro por la deuda soberana en 2014.

Consecuencias directas

El insuficiente nivel de reservas y una base monetaria que no para de crecer (para financiar, a su vez, un gasto desbocado) indican que el Banco Central carece de poder de fuego para controlar una corrida en valores siquiera similares a los del mercado marginal, con el consiguiente riesgo para el sistema bancario. En lo inmediato, la falta de reservas acarrea recesión y desabastecimiento. Por otro lado, la creciente masa de pasivos financieros nos está empujando nuevamente al abismo del déficit cuasi fiscal. En la medida en que esta deuda crezca con relación a la base monetaria, los acreedores reclamarán mayor tasa de interés para mantener sus colocaciones.

Los intereses hacen crecer la deuda aunque no se esterilice un solo peso. Y atender toda necesidad de liquidez del sistema bancario -principal acreedor- obligaría a monetizarla. La base monetaria comenzaría entonces a expandirse en forma autónoma, más allá de lo que ocurra con el déficit fiscal.

Una vez ingresados en esa fase, nos encontraríamos a las puertas de un nuevo round hiperinflacionario. En una etapa avanzada, la normalización del sistema bancario podría requerir una reestructuración de los depósitos -estilo plan Bonex-, ante la imposibilidad de devolver a las entidades lo que le prestaron al BCRA.

Párrafo aparte merece la defraudación -así la consideramos- que viene efectuándose con las pretendidas «ganancias» del BCRA, argucia enderezada a eludir los márgenes legales de asistencia al Gobierno.

El Banco Central es la única entidad en el mundo que distribuye ganancias por incumplir su misión. El grueso de ellas surge de revaluar activos en moneda extranjera por la pérdida de valor del peso, que es misión del BCRA evitar.

CFK vaciamiento del BCRAPero el desquicio no acaba ahí. Como tal «ganancia» es sólo de capital, para realizarla habría que vender el banco. Para sortear ese obstáculo, el Banco Central recurre a un truco adicional: emite los pesos correspondientes, violando el espíritu del régimen monetario consagrado por la ley. Esa emisión provocará una nueva desvalorización del peso que, a su vez, proveerá la posibilidad de una nueva distribución de «ganancias». Así, ad infinitum.

La creatividad no se agota aquí. También contabiliza «ganancias» por la revaluación de las letras a 10 años del Tesoro, contrapartida de las reservas que éste tomó y gastó.

Esto quiere decir que el Banco Central gira al Tesoro «utilidades» que nunca percibió y que es el Tesoro quien adeuda abonarlas. En la contabilidad K, las pérdidas del Tesoro (intereses y ajustes devengados por deuda) se transforman por arte de magia en «ganancias» percibidas. Sí, leyó bien.

Son los lujos de gastar sin medida, tomar préstamos y disfrutar de la máquina de hacer dinero. Aunque confundir billetes y deuda con riqueza nos deje pobres, sin crédito ni moneda.

-El autor es economista.

Fuente: La Nación, 19/03/15.

Más información: Vaciamiento legalizado

 

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Argentina: El Citi entre la espada y la pared

marzo 13, 2015

El Gobierno advirtió al Citibank y dijo que será «inflexible»

La pelea por la deuda. El Ministerio de Economía dijo que «las entidades que operan en la República Argentina están obligadas a cumplir la legislación nacional». Griesa dictó ayer que el Citi debe acatar la justicia de EE.UU.

argentina-bandera-botonEl Ministerio de Economía acusó de «extorsión» a Thomas Griesa y advirtió al Citibank que será «inflexible» a la hora de cumplir con su obligación de pagar los títulos argentinos afectados por el fallo del juez estadounidense. «La República reitera que continuará efectuando los pagos de toda su deuda normalmente, en cumplimiento de sus obligaciones legales. Y recuerda que aquellas entidades que operan en la República Argentina están obligadas a cumplir la legislación nacional, y que las autoridades locales serán inflexibles en asegurar su cumplimiento».

Ayer Griesa dictó un fallo donde prohíbe a Citibank pagar títulos argentinos denominados en dólares y emitidos bajo legislación local. Según el juez, si Argentina paga los intereses de un bono par que vence el 31 próximo estaría violando el fallo del pari passu.

«El Juez Griesa se ha convertido una vez más en cómplice del intento de extorsión de los fondos buitre», cargó duro Economía. «Y además, en esta ocasión, pretende con otra orden insólita que el Citibank de Argentina y sus directivos actúen en contra de las leyes argentinas».

Citibank dijo que apelará la decisión del juez.

Fuente: Clarin.com, 13/03/15.

 

 

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El asalto al Banco Central argentino

marzo 5, 2012

Discurso

Por Enrique Szewach

 

La Presidenta de la Nación inauguró el jueves pasado  las sesiones ordinarias del Congreso.

Su interminable relato puede ser analizado tanto desde las formas como en su contenido, para saber hacia dónde vamos.

Desde las formas, porque volvió a ratificar el desprecio que el cristinismo tiene por las instituciones en general y por el Congreso en particular.

En efecto, el discurso de inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso, no es un discurso cualquiera. Se trata de la presencia de la máxima autoridad del Poder Ejecutivo ante los representantes del pueblo y de las provincias, para plantear, básicamente, la agenda legislativa que dicho ejecutivo  propondrá  para el año, junto a un balance de lo acontecido en el año previo.

Resulta una tarea ciclópea reconstruir la agenda que la Presidenta le propone al Congreso para el año, analizando los 130 minutos de desordenada, desprolija y hasta, sin exagerar, irrespetuosa exposición de la Presidenta (nadie que usa 130 minutos del tiempo de los demás para decir algo que, ordenadamente, y en un discurso bien construido,  pudo haberse dicho en menos de una hora, respeta a su audiencia),

Insisto, no es una novedad el desprecio que el cristinismo manifiesta sobre las formas institucionales, en especial, cuando le impiden hacer lo que se le da la gana, pero, en todo caso, lo del jueves fue una ratificación de esta actitud.

El diálogo es entre quién manda y el pueblo, sin intermediarios, y sin marcos institucionales molestos. Lo que vimos es escenografía, globos de colores, con un número importante de extras en escena, al estilo de las viejas superproducciones de Hollywood, previas a la tecnología computacional, y con un actualizado manejo de cámaras y coreografías predeterminadas. (Ahora, se enfoca a tal ministro que asiente con cara de admiración los dichos de su líder. Ahora, a los jóvenes, -si es posible una joven embarazada, que recibirá la asignación universal por hijo-,  embelezados por la gesta de su solitaria y sacrificada Jefa. Ahora nos ponemos de pie, ahora, aplaudimos).

Respecto del contenido, obviamente, no hubo autocríticas de ningún tipo, todo se ha hecho bien, muy bien, o por lo menos, mejor que antes, y si no se pudo hacer más fue por la “herencia recibida” de hace 8 años atrás, o por el complot de los que, todavía, no han entendido nada o siguen poniendo palos en la rueda.

Elegir invertir en aviones para ricos en lugar de trenes para pobres es una consecuencia del “corralito” (en todo caso de las compensaciones por la pesificación), no de las prioridades del gobierno.

Subsidiar más a los ricos que a los pobres (el decil de más ingresos de la población recibía, hasta ahora, el doble de subsidios en electricidad y gas, que el decil de menores ingresos), tampoco es consecuencia de algo mal hecho, si no, el “gran impulsor del consumo y del crecimiento de muchas actividades” y que ahora  habrá que “redireccionar” (lo que implica un desaliento al consumo y al crecimiento de muchas actividades).

La falta de inversión en energía, no es el resultado de las políticas públicas, si no de la perversidad empresaria. 

El Fondo de Sustentabilidad de las Jubilaciones, no es una ficción contable, con la mitad de sus activos constituido por títulos públicos  del propio gobierno, que no se pueden hacer líquidos, si fuera necesario, porque no hay fondos para pagarlos, y que se incrementó por el aumento de las cotizaciones de esos mismos títulos, si no que es el respaldo de “16 meses” (no años, textual), de pagos jubilatorios.

Entre muchos ejemplos.

Por último, el anuncio macroeconómico más importante, escondido en esa maraña discursiva, fue la eliminación del concepto de “reservas de libre disponibilidad” (es cierto, como ya conté en otra columna, que no hace falta para el actual régimen cambiario, pero era una barrera de prudencia en el uso de las reservas),  y la ratificación de que el Banco Central es otra caja más del Tesoro Nacional y que, además, entramos en una fase más profunda de “crédito dirigido y controlado”.

Y es el anuncio macroeconómico más importante, porque no sólo se trata de “cosmética legal” para que el directorio del Banco Central deje de violar la ley como hasta ahora, y pueda ceder libremente las reservas al Gobierno,  si no porque indica que no habrá política monetaria antiinflacionaria y que el control de cambios  está para quedarse permanentemente.

Sin querer sonar apocalíptico, el asalto final al Banco Central, por parte del gobierno,  es muy mala noticia para la estabilidad macro de la Argentina.
Fuente: Perfil, 04/03/12.
Más información: www.szewachnomics.com.ar

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