36 Million Americans Lack Basic Work Skills
marzo 3, 2015
36 Million Americans Lack Basic Work Skills
By James Marshall Crotty.
A report conducted by the OECD and commissioned by the U.S. Department of Education entitled Time for the U.S. to Reskill? has found that a staggering 36 million adults in the U.S. are “low-skilled.” That is, they lack the most basic skills in literacy, numeracy and problem-solving deemed minimally necessary for meaningful employment in a high-tech global economy.
According to the OECD, black and Hispanics are “three to four times more likely to have low skills than whites.” In addition, 43% of adult Hispanics and 35% of adult African-Americans possess low literacy skills compared with “only 10% of whites.” Moreover, one-third of these low-skill workers are immigrants.
While the U.S. prides itself as “a nation of immigrants,” it does not seem to be doing a good job – compared to other developed nations – in integrating immigrants into the workforce. Notes the OECD, “Non-English-speaking immigrants in the United States with low-educated parents are 10 times more likely to have low literacy skills (on a test in English) than native-born adults whose parents have at least a high school education. These odds are higher than the average for other industrialized countries, which … may indicate that the United States is not integrating immigrants as effectively as other countries through language classes or other services.”
What the OECD does not discuss, however, is that many of these immigrants may have entered the U.S. illegally. Thus, they may not be eligible, or may not believe they are eligible, for government-sponsored educational benefits. Moreover, because of their status, illegal immigrants might be afraid to get training in crucial language skills. In addition, English may not be spoken in the home, at work, or in their community, further hindering English language development.
Historically, the low-skill status of immigrants has not been so troubling. In fact, it has been a hallmark of the American immigrant experience for centuries. Whether Irish, German, Polish, Italian, Mexican, Chinese or what have you, new immigrants (legal or not) have historically taken the low-rung, low-skill jobs that more skilled or longstanding Americans no longer felt compelled to take.
Moreover, the children of these immigrants have historically gained access to new skills through America’s free and extensive primary and secondary schools, near-free community colleges and low-cost state universities. Consequently, they accrued far greater skills than their parents did, enabling they and their offspring to move quickly up the American economic ladder.
Unfortunately, this comforting narrative has been interrupted. And the anti-corporate nostrums of liberal economists like Paul Krugman – addressed in my previous column, “Education Is The Answer To Income Inequality” – are not making the resolution of this interruption any easier.
You see, over the last decade a near-permanent underclass of low-skilled workers has become a pernicious part of the American economic experience. The evidence is inescapable. According to the Programme for International Student Assessment (PISA), young adults in the U.S. have only slightly better skill sets than their parents or caregivers. Moreover, according to the OECD, “U.S. adults with low levels of education who have parents with low levels of education are 10 times more likely to have low skills than are those who have higher-educated parents.”
In other words, as our stagnant PISA results over the last decade confirm, the skills of young adults are not likely to improve anytime soon. Moreover, America’s low-skill legacy is being passed on from generation to generation. Notes the OECD, this “inter-generational link is much stronger in the United States than in other countries.”
Source: Forbes, 28/02/15.
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Los pro y las contras de ser freelancer
marzo 2, 2015
Los pro y las contras de ser freelancer
Por Cony Soaje y Sofía Carmona.
Trabajar sin jefes ni horarios fijos parece ser el sueño de todos, sin embargo, esta modalidad laboral no siempre es tan idílica. Para sacar la máxima ventaja sin estresarse y no agotarse de más, es vital aprender a organizarse y armarse una rutina adecuada. Aquí, algunos consejos.
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Los freelance están de moda
febrero 16, 2015
Los freelance están de moda
Se está dando un auge del trabajo independiente, y cada vez más organizaciones confían en quienes se acogen a estos modelos, y se eleva la cifra de profesionales que eligen esta opción.
Un número creciente de plataformas de empleo al estilo Uber –la start up de economía colaborativa que ya es uno de los mayores empleadores de personas a tiempo parcial– contribuye al auge del trabajo independiente, a las fórmulas del freelance, multitarea o la aparición de modelos de empleo temporal, entre los que se cuentan los conocidos como supertemps (supertemporales).
La cuestión es que cada vez más profesionales tienden a no pisar la sede de la compañía en la que trabajan, porque “ir al trabajo” ya no implica estar en una oficina. Es una relación entre empleado y empleador distinta que implica nuevas oportunidades, que plantea nuevos conflictos legales y profesionales, otras fórmulas de retribución, de valoración y compensación de la efectividad, alejadas del presentismo.
Todo esto supone una nueva relación laboral orientada sobre todo a la prestación de servicios y no tanto al contrato tradicional por horas. La ubicación física en la empresa, el cargo, o incluso la presencia, necesidad y supervisión de un jefe tienden a desaparecer o a transformarse.
Muy competitivas
Estos nuevos modelos tienen mucho que ver con el hecho de que cada vez más profesionales tienden a concebir su actividad como si fueran unipersonales que detectan oportunidades en lugar de esperar a que los clientes empleadores les digan que necesitan algo. Son capaces de crear la oferta, igual que hacen las startup, y sustituyen el plan de carrera por un plan de negocio profesional. Se trata de especializarse eligiendo un área poco tratada o completamente nueva, de generar confianza y plantearse aquello que hacemos mejor que nuestra competencia.
Crecen las ocupaciones por proyectos, y se incrementan las iniciativas unipersonales que aprovechan la experiencia concreta para una iniciativa determinada. Incluso se da el caso de empresas de trabajo temporal para profesionales muy calificados.
Según un estudio de Elance-oDesk, uno de los marketplaces de trabajo independiente más activos de EEUU, cerca de 53 millones de estadounidenses trabajan hoy de forma independiente, formando parte de la economía freelance como profesionales a tiempo parcial, temporales o multitarea. Cada vez más organizaciones confían en este modelo de trabajo y en los profesionales que se acogen a él. Lo que parece evidente es que estos nuevos modelos de trabajo suponen un cambio definitivo y exigen otro tipo de organizaciones, abiertas a una nueva flexibilidad.
Por un lado, está la tendencia que representan los que se conocen como slasher: una persona y varias carreras a la vez. Supone usar el tiempo de trabajo en varios empleos compatibles e independientes. El empleado nunca depende de un solo jefe, y su salario proviene de varias firmas y realiza actividades variadas sin tener que renunciar a ninguna de sus áreas de especialidad o de desarrollo.
El nuevo trabajo independiente lleva a que, en vez de hablar de puestos, se hable de creadores de ideas y de valor que funcionarán en una organización o por su cuenta. No se contrata a las personas, sino a sus capacidades, y por horas.
Un nuevo escenario
Parece claro que la tecnología ofrece cada vez mayor flexibilidad al mercado laboral, y esto permite localizar el trabajo donde sea necesario y encontrar el talento allí donde esté.Según el reciente estudio Trabajar en 2033, de PwC, la deslocalización y virtualización del trabajo hacen que ya no sea necesario que las relaciones laborales sean cara a cara.
Dicho de otra forma, el trabajo se puede hacer desde cualquier lugar de una forma más eficiente.
Para responder a las nuevas demandas se extenderá el teletrabajo, los contratos a tiempo parcial que permitan la conciliación o las jornadas adaptadas al ciclo productivo de cada empleado, con un predominio del cumplimiento de hitos y objetivos.
Asimismo, predominarán las modalidades de trabajo de mayor flexibilidad, como el trabajo mixto, tanto en la oficina como a distancia con horario flexible; el trabajo en la oficina en horario flexible o la actividad a distancia con horario flexible.
Se espera que los profesionales cambien más a menudo de carrera y de empleador. Incluso algunos trabajarán para varias compañías desarrollando proyectos específicos.
El trabajo pasará de ser una actividad que se desarrolla de una forma constante y uniforme a una labor centrada en proyectos con vocación claramente temporal. Nos encontraremos con un perfil de trabajador más proclive a controlar de forma activa su carrera laboral y a asumir la responsabilidad de su desarrollo profesional. (Expansión – Red Iberoamericana de Periódicos Económicos).
Fuente: El Observador – 15/02/15
Otras plataformas:
Más información:
Autónomo, freelance o supertemp ¿emprendedor o trabajador?
De freelancers a teletrabajadores: Fórmula de éxito para el nuevo mundo del trabajo en solitario
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El Futuro del Trabajo Hoy
enero 11, 2015
Virtualidad, colaboración y proyectos, en el trabajo del futuro
Por Marilina Esquivel.
Las estructuras de las compañías tenderán a ser más flexibles y a exigir más multitaskers en sus filas
El sueño de Sheldon Cooper, el nerd más popular de la serie The Big Bang Theory, se está haciendo realidad. En un capítulo de la cuarta temporada, Sheldon utiliza un robot con una pantalla que muestra su cara para interactuar con el mundo. Algo parecido hizo Sebastián Siseles, director para América latina de Freelancer.com, cuando semanas atrás sin moverse de Buenos Aires entró a una sala de la casa matriz de la compañía en Sydney. Siseles usó a Wally -así lo llaman en la firma-, un robot que se mueve comandado a distancia y tiene una iPad a la altura del rostro para mostrar la cara de quien lo conduce.
«La telepresencia ya se está usando en las empresas, pero ésta es una formas más innovadora y dinámica porque permite movimiento», explica Siseles. Freelancer es un mercado de trabajo independiente y crowdsourcing con más de 13,7 millones de usuarios registrados, entre proveedores y empresas. En la Argentina tiene cerca de 131.000 usuarios.
Aunque no son los únicos cambios que depara el mercado laboral del futuro, la telepresencia y el trabajo online y, en relación con ellos, el trabajo en colaboración y el surgimiento de los empleados supertaskers son formas de trabajo que aparecen hoy en las compañías.
En cuanto al impacto y la evolución del trabajo online, Siseles explica que si bien hoy dos tercios de los habitantes del mundo no tiene Internet, los ratios de crecimiento de la conectividad son astronómicos. «Entre 2010 y 2012 en China ingresó a Internet más del total de la población norteamericana. Los nuevos usuarios utilizarán las redes sociales, pero también buscarán trabajo para cambiar su realidad. El mundo de las relaciones laborales no necesariamente se dará en el sentido de empleado-empleador, sino de forma independiente», pronostica.
«Las nuevas formas de trabajo serán colaborativas, por proyectos y basadas en el conocimiento. Se acabaran las estructuras formales como las conocemos y las carreras corporativas, salvo para el núcleo político que lidera», dice Fernando Zerboni, profesor de la materia Imaginando el Futuro del EMBA del IAE.
Zerboni señala que el concepto de colaboración tiene que ver con un sistema en el que los aportes de los participantes es más parejo que en modelos tradicionales. «El valor se genera por el aporte de las partes -dice- y no tanto por la organización de los líderes. La inteligencia, el talento y los conocimientos que antes estaban concentrados en pocas manos estarán en muchas. Para generar valor para los clientes de la red se necesita que muchas voluntades se unan a partir de un sistema que permite intercambiar en confianza.»
Guillermo González Abad, ingeniero mecánico y presidente de Proyecto Mapear -una iniciativa para la creación de mapas para dispositivos de GPS en la que colaboran alrededor de 100 personas- también destaca la importancia de la credibilidad de los organizadores en un proyecto colaborativo. «No contratamos a nadie. Es gente que lo hace por hobby y ninguno de nosotros cobra un peso», señala González Abad y agrega que todos los participantes tienen, además, un empleo remunerado. «Por ello, se tiene que dar un clima de confianza. Si hace años cuando empezamos dijimos que íbamos a hacer tal cosa, hay que hacerlo», explica.
En el modelo de Mapear, los usuarios finales pueden descargar las cartas gratuitamente desde el sitio del proyecto, mientras que a los importadores de GPS se les cobra una licencia. La ganancia es suficiente para reinvertir en tecnología, capacitar dibujantes y costear un encuentro anual de los colaboradores.
Los no empleados
Estos cambios demandan repensar sobre la diferencia entre trabajar para una empresa y estar empleado por ella. Lorenzo Prevé, director del Centro de Investigación de Gestión del Riesgo del IAE, señala que muchas personas que trabajan para una organización no están necesariamente listadas en su payroll. «Hoy alguien hace un comentario en Facebook y puede tener mejor repercusión que la gente de Marketing a la que se le paga todos los meses», ejemplifica. Y dirigiéndose a un virtual empresario desafía: «Hay más gente inteligente fuera de tu empresa que adentro».
Fuera del payroll tradicional también quedan los emprendedores, freelancers, consultores y talentos no tradicionales que brindan sus servicios a diferentes empresas. Accenture los denomina «mano de obra extendida», y señala que es cada vez más móvil, global y sin fronteras.
Los beneficios que menciona para las empresas son manejarse con agilidad en entornos de negocios turbulentos y acceder a personal calificado. Además, probablemente ahorren costos en salarios y aportes.
«El foco de los empleadores en roles de trabajo estables y previsibles está dando lugar al trabajo por proyectos, lo que da la posibilidad de contratar más trabajadores, según los mismos. Cada vez más, los empleos pueden ser reemplazados por proyectos. Esto podría generar una fuerza de trabajo extremadamente móvil, cuyos miembros se ensamblen y desensamblen rápidamente en torno a los proyectos», anticipa un informe de Accenture realizado en Estados Unidos este año. El reclutamiento de estos perfiles -muchos de ellos basados en actividades de conocimiento- se da bajo la forma de cloud talent sourcing o búsqueda de talentos en la nube, del que plataformas como Freelancer, Nubelo y oDesk, entre otras, son canalizadoras.
Ante el nuevo panorama, los líderes enfrentan cambios en su rol. «Antes sabían quién era su equipo, pero ahora van a tener que ser capaces de liderar a gente que no saben siquiera que está en su equipo. En ese sentido impacta la reputación, la identidad digital y ser consciente de que todo lo que se hace está siendo visto por alguien. El liderazgo trascenderá a la empresa, pero lo que se haga tendrá impacto», dice Prevé.
Las muchas alabanzas que se leen y escuchan sobre la colaboración tienen un lado B. Hay actores que en este esquema pierden poder. Otro conflicto a anticipar es la pérdida de claridad sobre quiénes hacen aportes relevantes y quiénes reclaman méritos que no son propios.
El futuro está en otro lado
Muchos empleados creen que el futuro de una empresa no es una oficina. El 25% de las personas trabaja actualmente de manera flexible y el 45% del total prefiere que así sea, según la investigación Cisco Connected World Technology Report, que sondeó a principios de este año a 1800 estudiantes y jóvenes profesionales de entre 18 y 30 años en 15 países.
Las soluciones de videoconferencia y robótica no sólo implican un cambio en cuanto a la ubicuidad, sino que invitan a pensar sobre la demanda de intemporalidad para los empleados. De hecho, la mitad de los jóvenes consultados por la empresa de soluciones de redes tecnológicas se considera accesible todo el tiempo y dos tercios del total dice que estar disponible mediante un dispositivo móvil 24/7 le da una ventaja.
Para el 75% de los consultados, ser supertasker será lo más codiciado por las organizaciones. En la definición de Cisco se trata de quienes manejan cuatro dispositivos electrónicos, lo que les permite mejorar su productividad, y que pueden realizar más de dos tareas a la vez.
La mitad de los jóvenes X e Y cree que el supertasking hace a una persona más productiva y los profesionales de RR.HH. dicen que estos perfiles son los más adecuados para funciones directivas y ejecutivas.
Sin embargo, para David Strayer, el académico de la Universidad de Utah cuyas investigaciones dieron origen al concepto, sólo el 2% de la población tiene estas características. A partir de estudios de los multitaskers, personas que hacen más de una cosa a la vez, Strayer señaló que en la mayoría de los casos el desempeño sufre. Pero también descubrió una pequeña parte de la población cuya performance en esos casos hasta puede mejorar. Según señala una nota de la revista The New Yorker, en 2012 entre 700 personas analizadas se encontraron 19 supertaskers. Son individuos que cuando realizan varias tareas a la vez exhiben patrones de activación neuronal diferentes al del resto de las personas.
El artículo señala que un estudio de la Stanford University descubrió que los multitaskers pesados -que frecuentemente se involucran con varias tareas- tienen peores resultados al cambiar entre tareas que los multitaskers livianos. Estos hallazgos marcan que el mercado laboral del futuro aún es un trabajo en proceso.
Fuente: La Nación, 11/01/15.
Más información:
El Futuro del trabajo 2015…
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