Paraguay colocó un bono a 10 años por u$s 500 millones a una tasa del 4,7%
El país debutó en los mercados externos hace cuatro años y ya lleva emitidos u$s 1.880 millones desde que el presidente Horacio Cartes llegó al poder en el 2013.
Paraguay colocó un bono a 10 años por 500 millones de dólares con un rendimiento de 4,70%, dijo ayer, que destacó que la demanda fue seis veces superior a la oferta.
Los fondos recaudados se destinarán a financiar infraestructura, gasto de capital y a refinanciar parte de su deuda en circulación.
Paraguay delimitó un monto máximo de 500 millones de dólares para la emisión pero la demanda superó los 3.000 millones, dijo un comunicado del ministerio de Hacienda sobre la operación, que fue dirigida por Citigroup.
«Luego de varios días de intensas reuniones en Londres y Nueva York cerramos una emisión exitosa. Paraguay se destaca a nivel internacional (…) hoy 150 inversores mostraron interés de invertir en Paraguay», señaló el ministro de Hacienda de Paraguay, Santiago Peña, en su cuenta de Twitter.
«El mundo se hace eco de la confianza que transmite Paraguay, bonos colocados a una de las mejores tasas de Latinoamérica, 4,7 por ciento», aseguró por su parte el presidente Horacio Cartes. La guía inicial de rendimiento se había fijado en el área de 4,80 por ciento, +/- 5 puntos básicos.
La emisión estuvo en entredicho por un conflicto con legisladores de la oposición y del oficialismo disidente, que cuestionaron la legalidad de la operación tras el veto del Poder Ejecutivo al proyecto de Presupuesto 2017. La Corte Suprema de Justicia respaldó al Gobierno.
El ministerio señaló en el comunicado que «a pesar de los desafíos políticos enfrentados, los resultados mostraron una vez más que Paraguay sigue siendo un país caracterizado por el cumplimiento de sus obligaciones».
El país debutó en los mercados internacionales hace cuatro años y ha emitido 1.880 millones de dólares en deuda desde que el presidente conservador Horacio Cartes llegó al poder en el 2013.
Cómo fue el plan de Paraguay para lograr créditos a baja tasa
Repercusiones positivas del trabajo de los Dres. Antonio Hyman, Mariano Federici y Juan Félix Marteau en Paraguay, en el marco de las asistencias técnicas del FMI y del BID para realizar la Estrategia Nacional y la Evaluación de Riesgos de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo.
El país latinoamericano ejecutó en 2013 un extenso programa que incluyó puntos centrales para seducir a inversores extranjeros. La deuda a 30 años y su tasa, envidia de Venezuela y Argentina.
Fue un trabajo de años. Y no fue fortuito, ni mágico. Paraguay dedicó mucho tiempo a intentar insertarse en el contexto financiero internacional contradiciendo la tendencia que vivía la región con la influencia del chavismo. Primero con la decisión del ex presidente Federico Franco y ahora con la política económica de Horacio Cartes, el país latinoamericano logró ser un caso atractivo para los mercados mundiales.
El proceso de Paraguay, sin embargo, no fue fácil ni automático. Requirió varios años hasta que sus finanzas estuvieran ordenadas y prolijas y el gobierno mostrara verdaderos signos de cambio hacia los estándares exigidos por los organismos multilaterales de crédito. Pero además, debía evidenciar transparencia en dos ejes que resultan fundamentales para quienes compran deuda: lavado de dinero y lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
El gobierno de Asunción tenía pésimos récords en estas materias. Desde que en 2008 ingresara en la “lista gris” del Grupo de Acción Financiera Internacional contra el Lavado de Dinero (GAFI, FATF, por sus siglas en inglés) por un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) que su situación se agravó. En ese informe, el organismo reprochaba a Paraguay las “importantes lagunas” respecto a “los riesgos en Lavado de Dinero (LD) y Financiamiento del Terrorismo (FT), tanto en el sector público como en el privado. El país está lejos de alcanzar la mayoría de las recomendaciones de GAFI”.
Pero la drástica evaluación no terminaba allí. También ponía el foco en el “cuantioso contrabando existente en las fronteras con la Argentina y Brasil (que) facilita el lavado de dinero en Paraguay”. Ese lugar, conocido como la Triple Frontera facilita el “tráfico de estupefacientes, el contrabando y la falsificación de mercaderías”. ¿Qué país podría querer invertir en Paraguay dadas la baja calificación y la situación que allí se experimentaba? Más aún cuando el gobierno no mostraba ningún avance en su lucha.
También el Fondo Monetario reprochaba a Paraguay su falta de tenacidad en la lucha contra el terrorismo. En ese sentido, el organismo de crédito hace referencia a las “cantidades de dinero que son enviadas periódicamente a Medio Oriente tanto a través de transferencias cablegráficas y otros medios informales”. En numerosas investigaciones periodísticas, Infobae explicó cómo funcionaba la ruta del dinero entre la Triple Frontera (y América Latina en general) y el grupo terrorista Hezbollah, cuyos miembros operan en la región.
Hacia 2008, incluso, Paraguay tampoco contaba con una legislación pertinente que le permitiera sancionar a aquellos que financiaran actividades terroristas. “No tiene disposiciones específicas que permitan congelar fondos de terroristas u otros activos de las personas y entidades jurídicas designadas”.
Estos puntos y la falta de esfuerzos dejaron a Paraguay al margen del mundo. Si bien era un país que nunca había experimentado una ingerencia internacional relevante, la apertura que pretendía el nuevo gobierno que continuó al depuesto sacerdote Fernando Lugo requerían un cambio financiero, pero sobre todo cultural en materia económica.
Al año de estar a cargo del gobierno, el ex presidente Federico Franco aprobó el “Plan Estratégico del Estado Paraguayo en su Lucha contra el Lavado de Dinero, el Financiamiento del Terrorismo y la Proliferación de Armas de destrucción Masiva”. Firmado el 11 de junio de 2013, el decreto del Poder Ejecutivo permitiría al país sanear su imagen en el exterior y conseguir que los mercados depositaran su atención en ese territorio desconocido para la mayoría del globo.
Para lograr el plan integral, Franco no sólo convocó a sus hombres de confianza, a todos los ministros y a los mejores técnicos que tenía disponibles la nación. También hizo partícipe del proyecto al sector privado. Fue así como la Asociación de Bancos del Paraguay, la Asociación de Casas de Cambios, la Asociación Paraguaya de Compañías de Seguros, la Asociación de Entidades Financieras, el Colegio de Contadores de Paraguay, la Cámara Paraguaya de Empresas Inmobiliarias y el Colegio de Escribanos del Paraguay fueron instituciones que contribuyeron desde su perspectivas a optimizar el plan trazado por el gobierno.
El ambicioso proyecto tenía el apoyo, además, del Banco Central de Paraguay, la Unidad de Información Financiera de Paraguay (UIF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional. Entre las misiones que se propuso el plan “interinstitucional”, Asunción buscaba “afianzar el prestigio e imagen del país ante la comunidad internacional” y “proteger la reputación del sistema financiero y de la economía”.
En el texto se enumeran además los “esfuerzos” que realizó Paraguay para salir de la “lista gris” impuesta por el GAFI que le impedía la llegada de inversiones genuinas. La reforma en el Código Penal, la llegada de comisiones internacionales de la OEA para fiscalizar los avances en la lucha contra la corrupción, también medidas tendientes a mejorar la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. El trabajo conjunto con oficinas del GAFI y el Fondo fueron clave para acelerar los procesos y dejar atrás la temida “lista gris”. En diciembre de 2012, cuatro años después de haber ingresado, el “Pleno de GAFI removió a Paraguay de ese ranking “por haber cumplido las exigencias” de ese organismo.
Uno de los objetivos que tienen este tipo de regulaciones es atacar el corazón de las bandas delictivas internacionales. Paraguay entendió a la perfección que debía “privar a las organizaciones criminales y terroristas (de su) patrimonio -muchas veces cuantioso- para desarrollar sus actividades y afianzar su poder en territorio nacional, regional o global”.
En la oferta de la colocación de deuda de mil millones de dólares a treinta años, el memo descriptivo hizo referencia a las innumerables medidas que Paraguay había ejecutado en los últimos años “contra el lavado de dinero destinado a financiar el terrorismo al aprobar una importante legislación y el fortalecimiento de sus sistemas de controles y de supervisión”.
En tal sentido el memorando enumera que la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) implementó “regulaciones relativas a las remesas que no fueran hechas a través de bancos u otras entidades financieras” y exigiendo “información en relación a lo transferido”. Por caso, ejemplifica con casos en que el gobierno sancionó a aquellas empresas que no cumplieron con los recientes requisitos impuestos por la administración. “Como resultado de ello Paraguay no es más sujeto de control por parte del GAFI”, señala el documento presentado por J.P. Morgan y el Bank of America Merrill Lynch.
Por la guerra a la obesidad, las gaseosas se pasan a la stevia
Nutrición. Varias multinacionales, como Coca-Cola y Pepsi, están empezando a utilizar este edulcorante natural en sus bebidas. La historia detrás de este nuevo «oro verde» que los guaraníes descubrieron hace 1.500 años.
Una plantación de stevia Guayaibi, 175 km al norte de Asunción, Paraguay. La stevia endulza 300 veces más que la caña de azúcar y varias empresas multinacionales ya han lanzado sus propias bebidas con stevia. (AFP)
La stevia, conocida por los guaraníes como la Ka-á Je-é, es el nuevo «oro verde» de Paraguay, productor de este edulcorante natural al que sucumben las multinacionales de refrescos, a la caza de alternativas saludables en tiempos de obesidad y diabetes.
Mucho antes de que los grandes fabricantes de gaseosas se tentaran por esta hierba capaz de endulzar entre 100 y 300 veces más que el azúcar, Japón la descubrió y la explota desde la década de 1970.
Multinacionales como Coca Cola, Pepsi y Nestlé, entre otras grandes marcas, ya empezaron a sustituir los endulzantes químicos y apuestan al Ka-á Je-é («hierba dulce» en guaraní) para atraer consumidores. La demanda se incrementó en coincidencia con la apertura de los mercados de la Unión Europea, donde aprobaron el uso de la stevia en 2011, y de Estados Unidos, cuyas autoridades sanitarias consideraron recientemente que es apta para el consumo, luego de varios obstáculos para aceptarla en la década de 1990.
Coca Cola hasta cambió su tradicional etiqueta roja por una verde para promocionar su producto endulzado con Ka-á Je-é, cuyo lanzamiento mundial se hizo en Argentina, contóFernando Chilavert, directivo de Pure Circle South America, proveedora de Coca Cola, Pepsi, Unilever, Danone y Nestlé, entre otras.
Chilavert asegura que la stevia sigue con una tendencia ascendente y que en el mundo se acostumbrarán a usarlo porque las instituciones oficiales de salud la recomendarán en reemplazo de las azúcares procesadas. «Terminará imponiéndose en las bebidas gaseosas o aguas saborizadas, jugos, productos lácteos, té, salsas y hasta panificados», aseguró.
Para los paraguayos esta hierba que promete como hace una década lo hizo la soja -oleaginosa que disparó hasta más del 13% el PIB de este país-, sigue siendo un pastizal que se cultiva de forma artesanal, cortando con machetes. En el corazón de su hábitat, en Guayaibí, una frondosa región a 175 km al noreste de Asunción, en el departamento de San Pedro, conocido por el ananá y las bananass, «se puede cosechar stevia hasta cuatro veces al año sin mucho esfuerzo», explicó José Velázquez, un ingeniero agrónomo acopiador en esta zona.
Estudios científicos aseguran que la stevia no tiene calorías ni carbohidratos y que tampoco aumenta los niveles de azúcar en la sangre. Fue esto lo que llevó a crear en Japón en 1971 la firma Morita Kagaku Kogyo Co., la primera productora comercial de stevia. Ahora en Paraguay quieren «estar preparados para atender la creciente demanda internacional», dijo a el ministro de Agricultura, Jorge Gattini. «Hoy tenemos una producción menor a las 2.000 hectáreas. Nuestra proyección es llegar a las 10.000 para ser competitivos», precisó Gattini.
El «oro verde«, como lo denominan los científicos, es seguro para las personas que padecen diabetes y obesidad, dos males que acechan a la población occidental a raíz de los cambios en la calidad de los alimentos y los hábitos de consumo. «La epidemia de obesidad se vuelve global y cuesta cada vez más caro al sistema de salud, y el azúcar tradicional es uno de sus causantes», recordó la nutricionista Lourdes del Puerto.
Los indios guaraníes lo usaban como tisana, un té de uso gástrico para asentar la comida. También lo mascaban como hacen los bolivianos con la coca. «Es un potente antiparasitario», afirma el historiador Jorge Rubbiani sobre esta planta que es considerada como «uno de los mayores legados de nuestros pueblos originarios que regala el Paraguay al mundo».
Con una economía de mercado abierta al mundo y a los inversores extranjeros, Paraguay está creciendo a un ritmo excelente, que está entre los más elevados de la región. Por esto, no causa sorpresa el vigor con que, por ejemplo, crece hoy la ciudad de Asunción, en medio de un clima de confianza y renovado optimismo.
Recientemente, Paraguay colocó bonos por mil millones de dólares en el mercado internacional, a 30 años de plazo, con un rendimiento del 6,1 por ciento. El financiamiento externo así obtenido será utilizado sustancialmente para impulsar proyectos energéticos y de infraestructura. Paraguay, cabe apuntar, tiene la misma buena calificación crediticia que países como Hungría, Croacia o Costa Rica.
De esta manera, nuestro vecino se transforma en uno de los llamados países «de frontera» que están recibiendo inversiones desde el mercado internacional de capitales, como Ecuador, que ha colocado bonos a 10 años de plazo, con un rendimiento del 7,95%; o como Kenia, que ha emitido bonos a 10 años, con un rendimiento del 6,87%; o como Costa de Marfil, que lo ha hecho a 10 años, con un rendimiento de 5,62%, o Senegal, cuyos bonos a 10 años tienen un rendimiento del 6,25 por ciento.
La Argentina, entrampada en una disputa no resuelta con algunos de sus acreedores, está, en cambio, en situación de incumplimiento, imposibilitada de obtener financiamiento en el mercado internacional de capitales, en medio de una fuerte caída del nivel de actividad económica y sin el financiamiento requerido por su desarrollo. Así, Paraguay avanza mientras nuestro país está paralizado, en un pantano del que parece empeñado en no querer salir.
Nuestra Presidenta acaba de visitar ese país. Su viaje -es necesario recordarlo- había sido precedido por años de una injustificable política de constante hostigamiento político y económico a la nación hermana que comenzó con su claramente ilegal y humillante suspensión del Mercosur y de la Unasur para permitir así el ingreso de la Venezuela totalitaria de Hugo Chávez.
Se trató de un episodio lamentable, que fue seguido de una desaprensiva y agresiva política consistente en edificar toda suerte de trabas a la navegación del río Paraguay que, pese a los reiterados reclamos, no se corrigió generando con ello daños importantes a la economía de ese país.
Como si esto fuera poco, la Argentina mantiene sin designar titular en su embajada en Paraguay, lo que puede interpretarse como otra señal de frialdad.
Por todo esto, el desagradable clima que prevaleció en la recepción paraguaya a la visita de Cristina Fernández de Kirchner debió haberse previsto. También, el fracaso de la que parece haber sido una intempestiva gestión de cobro vinculada a la represa de Yacyretá, que pretendió ejecutar la Presidenta, gestión que, naturalmente, debería hacerse también respecto de la enorme deuda que, desde hace muchos años, Cuba ha acumulado y mantiene con nuestro país, de la que, en cambio, no se habla.
La relación con Paraguay merece una sincera, total y profunda reconsideración con el fin de ser mejorada para regresar a la normalidad que desgraciadamente se extravió como natural consecuencia de la política de conflicto y agresiones económicas puesta en marcha desde nuestra administración. Inicialmente, para congraciarnos a cualquier costo con Hugo Chávez y, luego, por una injustificable expresión de resentimiento y despecho.
En momentos en los que el éxito está acompañando a Paraguay, y cuando la Argentina se encuentra profundamente empantanada en la maraña de desaciertos kirchneristas, este tema no puede quedar relegado.
Fuente: Editorial del diario La Nación, 18/08/14.
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La compañía aérea paraguaya confirmó a través de un comunicado de su página web que a partir del 1º de agosto cancela todas las operaciones regulares. La empresa explicó en el texto que la medida se debe a “cuestiones estrictamente económicas, vinculadas a la crisis financiera de la región”. “La imposibilidad de sumar nuevas rutas debido a la falta de apoyo de países vecinos, limita nuestro crecimiento y provoca daños económicos irreparables”, continúa el comunicado. La transportadora también anticipó que honrará “todos nuestros compromisos asumidos”. Sol del Paraguay se convierte así en el tercer carrier de la región que dejó de volar en los últimos meses, tras el cierre de AeroSur y Pluna. Fuente: La Agencia de Viajes Latinoamérica nº 529, 01/08/12.
Etiquetas: Aerolínea Sol del Paraguay, Sol Líneas Aéreas, compañía aérea SOL.