¿Qué pasa con la Productividad global?

diciembre 12, 2016

La innovación no se traduce en una mayor productividad en la economía

El mayor problema de la economía es la falta de grandes ideas.

Por Greg Ip.
Adriana Cabrera sostiene una órtesis de un brazo que se conecta al sistema nervioso del usuario.
Adriana Cabrera sostiene una órtesis de un brazo que se conecta al sistema nervioso del usuario. 

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Todo parece indicar que estamos en una era dorada de la innovación. Todos los meses vemos adelantos en ámbitos como inteligencia artificial, terapia genética, robótica y aplicaciones de software. La investigación y desarrollo como porcentaje del Producto Interno Bruto está en el nivel más alto de la historia y en Estados Unidos, al menos, nunca habían existido tantos científicos e ingenieros como en la actualidad.

El problema es que nada de esto ha producido avances significativos en el estándar de vida de los estadounidenses.

Las economías se expanden al proveer más capital a una creciente fuerza laboral, como maquinaria, software y edificios, que luego combinan ese capital y esa mano de obra de manera más creativa. Este último elemento, que los economistas denominan “productividad total de los factores” captura el aporte de la innovación. Su crecimiento en EE.UU. alcanzó su punto máximo de 3,4% en los años 50, cuando adelantos previos como la electricidad, la aviación y los antibióticos tuvieron su mayor impacto. A partir de ahí ha caído paulatinamente y el promedio de la década actual es un patético 0,5%.

Al margen de la tecnología personal, las mejoras en la vida cotidiana han sido incrementales, no revolucionarias. Las casas, los electrodomésticos y los autos son muy semejantes a los de hace una generación. Los aviones no vuelan más rápido que en los años 60 y de los 20 medicamentos más recetados en EE.UU. ninguno llegó al mercado en los últimos 10 años.

El bajón de la innovación es una de las principales razones por la que los estándares de vida estadounidenses se han estancado desde 2000. En realidad, de no haber un vuelco, lo más probable es que el estancamiento continúe y ahonde la indignación que se ha apoderado de la clase media.

Las razones de este estancamiento son sujeto de un acalorado debate entre los economistas, pero hay varios factores en juego. Los obstáculos para transformar ideas en productos comerciables han aumentado. Los avances más fáciles de lograr en ciencia, medicina y tecnología ya se hicieron y los nuevos adelantos son más caros, complejos y susceptibles a error. La innovación es fruto de un proceso de ensayo y error, pero la sociedad se ha vuelto más reacia al riesgo.

productividad

No es un problema insoluble. Abunda el capital y empresas tradicionales se han aliado con emprendedores jóvenes para hacer apuestas de alto riesgo en rubros como los automóviles, los viajes espaciales y los drones. Además, algunas autoridades tratan de tolerar un mayor riesgo de modo que esta clase de apuestas rinda frutos.

Los economistas más optimistas recalcan que los adelantos revolucionarios pueden demorar años en transformar una economía. Tuvieron que pasar 40 años después de la introducción del bombillo eléctrico en 1879 antes de que la electricidad tuviera un impacto medible en el crecimiento de la economía estadounidense. Tuvieron que pasar unos 20 años después de la introducción de la computadora personal en los años 70 para que la tecnología de la información impulsara la productividad.

“Recientemente se ha observado un brote de innovaciones, especialmente en inteligencia artificial, que pueden dar resultados dentro de los próximos cinco a 15 años”, predice Erik Brynjolfsson, economista del Instituto de Tecnología de Massachusetts. “Es fácil imaginar que conforme estos avances maduran e invaden la economía, los efectos serán asombrosos”.

Sanofi, farmacéutica francesa, ha formado una alianza llamada Warp Drive Bio, con la ayuda de un profesor de Harvard para desarrollar medicinas.
Sanofi, farmacéutica francesa, ha formado una alianza llamada Warp Drive Bio, con la ayuda de un profesor de Harvard para desarrollar medicinas. 
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No hay que olvidar, sin embargo, que al margen de la informática, los obstáculos a la innovación están aumentando y en ninguna parte eso se puede apreciar con mayor claridad que en la medicina.

En los últimos cien años, las vacunas, los antibióticos y el agua limpia derrotaron a los mayores asesinos de la humanidad. Pero la mayoría de las enfermedades comunes ya tienen sus tratamientos. “Ya no existe una razón comercial o científica para buscar más remedios contra la úlcera”, dice Jack Scannell, del Centro para el Avance de la Innovación Médica Sustentable de la Universidad de Oxford.

Lo que queda, advierte, son males como el Alzheimer, donde no hay una teoría útil del tratamiento. Scannell junto a otros autores estiman que la cantidad de nuevos fármacos aprobados en EE.UU. por dólar de investigación y desarrollo ha caído en la mitad cada nueve años entre 1950 y 2010. Las aprobaciones de medicamentos han aumentado, pero 40% corresponde a medicinas que atacan enfermedades que afligen a menos de 200.000 personas.

La innovación es resultado de un proceso de ensayo y error que, en ocasiones, mata personas. Los accidentes de avión, los derrames tóxicos y las crisis financieras condujeron a nuevas regulaciones que han hecho del mundo un lugar más seguro, pero incrementan los obstáculos para las innovaciones futuras.

Joel Mokyr, un historiador de tecnología de la Universidad Northwestern, define la innovación como un proceso desordenado que inevitablemente genera algunas reacciones negativas. “Pero siento que nos hemos vueltos más reticentes al riesgo; estamos menos dispuestos a aceptar la realidad de que las cosas pueden salir mal”.

Los aficionados y las fuerzas armadas estadounidenses operaron drones durante años, aunque no ofrecían muchas ventajas comerciales sobre las naves tripuladas. En la última década, sin embargo, el costo de un componente fundamental, el giroscopio que mantiene la estabilidad del vehículo, se desplomó puesto que empezaron a ser usados en los smartphones. Pero el uso de drones comerciales estaba prohibido, con algunas salvedades.

A petición del Congreso, la Administración Federal de Aviación de EE.UU. introdujo nuevas normas que todavía restringen la operación de drones, que tienen que permanecer en el campo visual del operador y por debajo de cierta altitud. Las limitaciones no sólo restringen su uso para fines comerciales por parte de empresas como el gigante del comercio electrónico Amazon.com, sino para fines que podrían salvar vidas. Los ferrocarriles, por ejemplo, tienen que inspeccionar regularmente sus rieles, túneles, puentes y señalizaciones, a menudo en territorios remotos. Es una labor peligrosa y que requiere mucha mano de obra. Los drones podrían ser una solución ideal.

Pese a los contratiempos, la innovación sigue adelante y, en algunos ámbitos a una velocidad extraordinaria, como queda de manifiesto en internet y los teléfonos inteligentes.

Exhibición de un fabricante japonés en el que niños interactúan con robots pequeños e instalan piernas alternativas hechas de alas.
Exhibición de un fabricante japonés en el que niños interactúan con robots pequeños e instalan piernas alternativas hechas de alas. 

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Amazon.com Inc. impulsa la productividad de las cadenas minoristas casi por su cuenta. El banco de inversión J.P. Morgan calcula que el minorista electrónico promedio genera US$1,3 millones en ventas por empleado, comparado con US$279 en el caso de las tiendas físicas. Conforme la participación de mercado de Amazon se expande, la productividad de todo el sector repunta. La producción minorista por hora subió 3% en los últimos 12 meses, comparado con 0,8% para la industria en general.

El auge, sin embargo, tiene un lado menos halagador. Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos halló que el crecimiento de la productividad se ha acelerado en las empresas que denomina “de frontera”, las que usan los procesos y las tecnologías más eficientes, y ha disminuido en el resto. En otras palabras, la incapacidad de los rivales de cerrar la brecha con compañías como Amazon, Facebook y Google desacelera la productividad.

Frente a esta clase de obstáculos, ¿cuál es la solución?

Una alternativa es explotar el conocimiento en el extranjero. Históricamente, los países se han desarrollado al copiar las ideas de los ricos, como lo demuestra China. Ahora, el flujo de ideas puede ir en la dirección opuesta a medida que el volumen de investigación aumenta en China e India. Los reguladores, por su parte, tendrán que ser más tolerantes al riesgo, algo que ya ha empezado a ocurrir con los vehículos de conducción autónoma.

En mayo pasado, Joshua Brown, un residente del estado de Ohio de 40 años, falleció cuando el Tesla que operaba en modo de “piloto automático” chocó contra un camión. El incidente pudo haber desatado una ofensiva regulatoria que habría frenado el desarrollo de la tecnología. En su lugar, la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico en las Carreteras emitió en septiembre normas no vinculantes para que las automotrices se cercioren de la seguridad de sus sistemas.

“Es muy distinto de nuestro modelo habitual”, señaló Anthony Foxx, secretario de Transporte de EE.UU. En esta ocasión, “estamos dejando espacio para que el sector establezca estrategias de seguridad que tal vez a nosotros no se nos hubieran ocurrido”.

Fuente: The Wall Street Journal, 12/12/16.

Más información:

Es baja la creación de empleos en EE.UU.


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Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva

agosto 7, 2016

Releyendo ‘Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva’ de Stephen R. Covey

productividadDesde que uno se encuentra con este libro, sabe que no es un libro más. No es un libro convencional con principio y fin. Hay un orden preestablecido para leerlo y aplicarlo, pero uno puede (y debe) volver permanentemente a sus páginas. Una obra para tener a mano siempre.
Como todo best seller, existen infinidad de referencias, críticas, resúmenes, interpretaciones y experiencias sobre él. Trataremos de dar un enfoque distinto. Muchos se preguntarán, si llegaron aquí a través de nuestro espacio, qué tiene que ver esta obra con la temática de la calidad. Podemos decir que mucho. A lo largo de sus páginas conviven infinidad de conceptos basados en principios, en donde la mejora continua es el leitmotiv. En uno de sus hábitos (ya ahondaremos en cada uno de ellos) se establece la necesidad de plantear una meta para todos los ámbitos de nuestra vida: qué deseamos ser como personas, como esposos, como padres, como hijos, como integrantes de algún grupo o sociedad. El establecimiento de una meta permite que todo lo que hagamos, de ahí en adelante, se encuentre alineado con ella. Cómo administramos nuestro tiempo, nuestra energía, nuestras prioridades. Al ver el método completo uno puede darse cuenta que cada concepto del autor, cada paso, cada hábito, se encuentra en un orden asombrosamente natural y que no podía haber sido de otra manera.
Pasaron casi 30 años de su primera edición, y prácticamente la obra está intacta, poco intervino el autor para modificarla con algunos ejemplos. Realmente no era tan necesario. Covey realizó otras publicaciones, pero todas giraron siempre en torno a la esencia de este libro. Los hispanohablantes contamos con la ventaja de disponer de una versión en español bien lograda y consistente, que transmite con fidelidad las ideas de la edición en su idioma original.

Antes de comenzar con nuestra interpretación libre de la obra, aclararemos que no se trata de un libro de autoayuda, como muchos creen, ya que los conceptos en él vertidos pueden ser aplicados a personas, a grupos de personas o a organizaciones completas. Tampoco es un libro de ‘soluciones rápidas’, tal como aclara el autor. Los siete hábitos están cuidadosamente seleccionados y analizados, y se basan en principios sólidos, indiscutibles y universales. No deben confundirse principios con valores. Pueden estar alineados, pero nuestros valores no necesariamente estar basados en principios: Hitler tenía valores. Si nuestros valores están acordes con los principios fundamentales, el uso de ambos términos es indistinto.

Al comenzar esta publicación aclaramos que no se trata de un libro convencional. Uno puede leerlo por completo a la primera, pero no podrá aplicar paralelamente sus conceptos a la vida real. El desarrollo personal e interpersonal al que apunta el autor es un proceso gradual y que lleva tiempo. Quizás años. Implica ruptura de paradigmas firmemente arraigados, exige un replanteo de nuestra visión y nuestras prioridades. A través de lo que Covey define como el ‘continuum  de madurez’, una persona que se desarrolle y crezca de manera sistemática y sostenida pasa por tres estados. El estado básico es la dependencia, en donde todo lo que hacemos en nuestra vida precisa de la ayuda o la aceptación del otro. Por ejemplo, cuando somos niños y precisamos de nuestros padres para satisfacer nuestras necesidades básicas, como alimentarnos o higienizarnos. Pero también existen otros tipos de dependencia que pueden durar más tiempo, incluso años o toda la vida: la dependencia emocional (nuestro estado de ánimo depende del estado de ánimo o de las condiciones del entorno), la dependencia económica (no somos capaces de autosustentarnos económicamente y vivimos a expensas de otro) o la dependencia mental. Aparece aquí lo que el autor denomina el ‘espejo social’. Vivimos en función de lo que el entorno nos muestra que somos y no de lo que realmente somos o queremos ser. El siguiente paso es la independencia. Es una etapa más evolucionada, pero no por eso la óptima. Podemos independizarnos emocionalmente o económicamente. Nuestros actos dependen de nuestras decisiones y no están condicionadas al entorno. La mayor parte de las personas alcanza este estado durante su adultez, y convive con él por el resto de sus días. Pero existe un grado aún más avanzado de madurez, la interdependencia. La interdependencia consiste en entender que además ser capaz de tomar mis propias decisiones, puedo unir mi capacidad con la tuya. El resultado obtenido será mayor que la suma de las partes que aportaríamos cada uno por separado. Es importante destacar que no hay atajos, no podemos pasar de ser dependientes a interdependientes sin antes conseguir ser independientes de manera plena. Covey hace mención a la ‘ley de la cosecha’, una ley natural que impide que podamos ‘engañar a la naturaleza’ haciendo trampa y evitando cumplir con los pasos adecuados. Tarde o temprano terminamos pagando el precio. El paso de la dependencia a la independencia es lo que Covey denomina la victoria privada; es el logro personal de convertirnos en seres que actúan libres de influencias ajenas. Los tres primeros hábitos buscan la victoria privada, la efectividad con nosotros mismos. Esto es un paso previo y necesario para pasar a la siguiente etapa, la victoria pública, la capacidad de ser interdependientes. Los tres hábitos siguientes se encargan de desarrollar estos requisitos. El último hábito consiste en el mantenimiento constante y sistemático de los seis hábitos anteriores. La verdadera efectividad se encuentra aquí. Generalmente se piensa que si somos realmente independientes somos efectivos, pero vivimos en un mundo interdependiente. Sería imposible abstraernos del contexto y, además, estaríamos desperdiciando la posibilidad de combinar nuestro potencial con el de otras personas y así lograr resultados extraordinarios e imposibles de obtener manera individual.

Pero… ¿qué es un hábito?. Un hábito es la intersección entre el conocimiento (el ‘por qué’), la capacidad (el ‘cómo’) y el deseo (el ‘quiero’).

Hábitos efectivos.
FUENTE: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey (1989) – Paidós

Victoria privada

Brevemente describiremos los pasos fundamentales para conseguir la independencia plena, la victoria privada, la efectividad personal. El primer hábito (‘Sea proactivo’) nos muestra que entre un estímulo y nuestra respuesta existe algo que es tan obvio como difícil de poner en práctica, la libertad interior de elegir. Si elijo responder mal a un estímulo cargado de negatividad, puedo elegir lo contrario. En resumen, el problema no está en lo que nos sucede, sino en cómo reaccionamos a lo que nos sucede. La proactividad es precisamente eso, tener la capacidad de elegir nuestra respuesta a lo que nos pasa y que podamos aprender siempre de ello. Ejemplificado a través de un caso extremo como el de Viktor Frankl, el autor nos invita a ver como triviales infinidad de situaciones del día a día en las que reaccionamos habitualmente de manera preestablecida, empeorando el problema o dejándonos en una situación de parálisis. Hay que romper el paradigma, ver lo que nos sucede desde otra perspectiva.

“El modo en que vemos el problema, es el problema.” STEPHEN R. COVEY 

Lo contrario a la proactividad, es la reactividad, el gran obstáculo del crecimiento y la mejora continua. Ser reactivo es actuar frente a los estímulos sólo por reflejo, o de manera defensiva. Sumado a nuestra manera poco inteligente de reaccionar a lo que nos sucede, muchas veces gastamos energía en solucionar problemas o preocuparnos por cosas que están fuera de nuestro alcance. Lo único que logramos de esta manera es frustrarnos. Las personas efectivas trabajan únicamente sobre lo que tienen influencia, sobre su círculo de influencia. Todo lo que nos preocupa, lo que ocupa nuestra mente, se ubica dentro de nuestro círculo de preocupación.

Cambio de enfoque reactivo a proactivo
FUENTE: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey (1989) – Paidós
Si actuamos positiva y proactivamente, nuestro círculo de influencia se hará cada vez mayor y tratará de ser superior al de preocupación. En esa instancia, nos preocuparemos únicamente sobre lo que tenemos influencia, sobre lo que podemos actuar y modificar.
El siguiente hábito (‘Empiece con un fin en mente‘) se basa en el principio natural de que todo se crea dos veces. Para crear algo concreto, palpable, previamente debemos crearlo mentalmente, planificarlo, imaginarlo. En esta etapa debemos definir nuestra meta y visualizar claramente dónde queremos estar en cada rol de nuestra vida. Si nos viéramos en nuestro propio funeral, ¿cómo nos gustaría que nos recuerde la gente?. Qué tipo de padre queremos que recuerden nuestros hijos, qué tipo de amigo nuestros amigos. Este hábito nos propone escribir el guión de nuestras vidas, la misión personal. Esta misión debe ser única y debe contemplar todos los aspectos y todos los roles que desempeñamos en este mundo. Debemos ser incondicionales, y realizar nuestros actos alineados con esta misión, con los principios que subyacen. Una misión personal que se precie de tal debe estar accesible en todo momento para revisarla, reforzarla y mejorarla. Es nuestra constitución. Permite enmiendas, pero la esencia debe ser siempre la misma, la que rija nuestros actos y nos permita detectar desvíos y errores, para poder trabajar sobre ellos. El primer paso para la redacción de una misión personal es determinar en dónde se centra nuestro círculo de influencia actual. Nuestros actos pueden estar centrados en nosotros mismos (egocentrismo), en nuestro cónyuge (dependencia emocional), en nuestro trabajo, en el dinero, en los amigos, en los enemigos, en la religión. Nuestra realidad puede tener una combinación de ellos, o tener bien definido un centro. En todos los casos, esto seguramente está afectando a nuestra efectividad y debemos desplazarnos inteligentemente a un estado de armonía y equilibrio, siempre orientados hacia el cumplimiento de nuestra misión personal.

“Lo que importa más nunca debe estar a merced de lo que importa menos.” GOETHE

En el tercer hábito (‘Poner primero lo primero’) Covey nos enseña a administrar nuestro tiempo y nuestras prioridades. Nos muestra la importancia de que todo lo que hagamos sea en función de nuestra misión personal. ‘Poner primero lo primero’ significa que debemos darle prioridad a lo realmente importante, en un mundo regido por las urgencias. Aparece aquí uno de los aportes más enriquecedores de Covey, la Matriz de la Administración del Tiempo. Todas las tareas que aceptamos realizar deben pasar por este filtro, que vincula importancia y urgencia. En el cuadrante I se encuentran las cosas importantes y urgentes, las denominadas crisis. Son importantes, debemos realizarlas porque está en juego algo relacionado a nuestra misión, pero debe ser ya. Por ejemplo, atender a un cliente importante que tuvo un problema y que puede poner en juego la continuidad de la relación comercial. Pero no deben ser una constante, no podemos vivir ‘apagando incendios’. En el cuadrante II aparecen las cosas que son importantes pero no son urgentes. Son las que están marcadamente relacionadas con nuestra misión, pero no hay fechas. Aquí están las cosas realmente importantes: la planificación, el desarrollo de nuevas relaciones, la reconstrucción de relaciones dañadas, el tiempo dedicado al ejercicio físico, al espíritu, al aprendizaje. El cuadrante III abarca todas las cosas que son urgentes, pero no importantes: reuniones improductivas, llamadas o interrupciones que no esperábamos. El cuadrante IV, por último, es el peor de todos. Todo lo que se encuentra en este cuadrante es una pérdida total de tiempo: mirar TV más tiempo de lo habitual, sólo por aburrimiento, dormir de más, actividades triviales, etc.
Matriz de Administración del Tiempo de Cuarta Generación
FUENTE: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen R. Covey (1989) – Paidós
El secreto: aumentar el tiempo que le dedicamos al cuadrante II. Esto hará que las crisis y urgencias (de cuadrantes I y III) ocurran con menor frecuencia. Para esto debemos utilizar el tiempo mal aprovechado en el cuadrante IV, el cual debe desaparecer por completo. Muchos piensan que el ocio y esparcimiento pertenecen al cuadrante IV, pero no es correcto. El ocio y esparcimiento sanos, que renueva energía, que enriquece, que fomenta relaciones, pertenece a lo importante y no urgente. Es decir, al cuadrante II. Un manejo correcto de la delegación personal es de vital importancia para el desarrollo de nuestra vida en el cuadrante II. Debemos liderar gente y administrar cosas, y no al revés.

Victoria pública

Al lograr la victoria privada, estamos en condiciones de trabajar sobre nuestras relaciones con los demás, en procura de la interdependencia. El cuarto hábito (‘Piense en ganar-ganar’) viene a romper el paradigma de que cuando uno gana otro tiene que perder, inevitablemente. En cualquier acuerdo, en cualquier negociación de la vida, existe la posibilidad de elegir la mejor respuesta posible: que ambos ganemos. Generalmente tendemos a querer ganar de manera tal que el otro tiene que perder, o somos sumisos y para dejar que otro gane (porque, por ejemplo, tenemos una deuda moral con él) debemos perder. Existen dos opciones posibles, tal como plantea el autor. O buscamos una mejor solución, de modo que ambos ganemos de la manera más óptima posible (‘ganar-ganar‘), o directamente acordamos que no podemos lograr esa solución: ‘no hay trato’ es esta segunda opción. Y cada uno por su lado.
Luego tenemos el quinto hábito, el más difícil de implementar, según pudo determinar Covey durante la infinidad de conferencias que brindó alrededor del mundo difundiendo sus conceptos. Este hábito (denominado ‘Procure primero comprender y después ser comprendido’) pone en evidencia uno de los grandes defectos de la humanidad. La mayoría de nosotros no escucha al otro para comprender, escucha para ir armando su respuesta. Eso nos impide lograr la empatía suficiente para entender la perspectiva de la otra persona y sacar el máximo provecho a las diferencias que puedan existir.
El sexto hábito (‘Sinergice’) nos habla de que la suma de los aportes de dos personas dan siempre un resultado superior al que daría si sumáramos los aportes de cada uno por separado. Es decir, uno más uno da siempre más que dos, y no tiene límite superior. La sinergia es el pilar de todo equipo de trabajo.

El séptimo hábito: Afile la sierra

El séptimo hábito es, en sí, el hábito de la mejora continua. No podemos limitarnos a haber logrado una interdependencia sólida. Debemos nutrirnos de manera permanente para que se sostenga en el tiempo y nos permita mejorar día a día. ¿Cuántos de nosotros no se detiene a cargar combustible por estar ocupado manejando?.
Esta renovación permanente abarca cuatro dimensiones:
  • La dimensión física: a través de una nutrición saludable, ejercitación física sistemática y control del estrés.
  • La dimensión espiritual: a través de la meditación y el cumplimiento de compromisos alineados con nuestra misión.
  • La dimensión emocional y social: a través de la empatía, la comunicación positiva y la sinergia.
  • La dimensión mental: a través de la planificación y la formación permanente.

Está claro que todas las actividades mencionadas de renovación en cualquier dimensión, pertenecen al cuadrante II.

Resumiendo, este libro es una fuente inagotable de conceptos que realmente pueden cambiar nuestra vida. Abre nuestra mente a un mundo distinto, con ideas a veces parecen tan triviales y fáciles de entender como complejas de llevar a la práctica. Ideas que buscan el equilibrio y la armonía en todos los aspectos de nuestra vida, de manera efectiva y basada en principios. Si aún no tuvieron la oportunidad de leerlo, este es un buen momento para comenzar. Si ya lo hicieron, es momento de redescubrirlo, de verlo siempre de distintas perspectivas y de actuar. Por eso debe estar disponible para consulta permanente. Dar el primer paso es difícil, porque tiene que ver con reconocer errores que hemos cometido toda una vida, pero es el paso más importante.

Fuente: ctcalidad.blogspot.com.ar, 01/08/16.


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Cómo ser más productivo

noviembre 9, 2015

Secretos de ocho de las personas más productivas, de Oprah a Aziz Ansari

productividadLes preguntamos a ejecutivos de Google y Microsoft, el alcalde de Los Ángeles, un chef famoso y otros profesionales ultraocupados cómo logran hacer tanto en sus vidas; sus respuestas son inspiradoras.

Oprah Winfrey

CEO de Oprah Winfrey Network

Es una presentadora de televisión, productora, actriz, empresaria, filántropa y crítica de libros estadounidense. Fue varias veces ganadora del premio Emmy por The Oprah Winfrey Show, el programa de entrevistas más visto en la historia de la televisión. Además es una influyente crítica de libros, actriz nominada a un premio Oscar, y editora de su propia revista.

Estrategia para evitar la dilación

«Yo dilato las confrontaciones y las conversaciones incómodas. Me doy un plazo. Y luego cambio el plazo cuando vence [ríe]. «Bueno, para las 3 voy a hacer esa llamada». Llegan las cuatro.

«Ok, ok, para las cinco. ¡Ay, todos se fueron de Nueva York! ¡No puedo hacer la llamada!» Entonces me siento y me pregunto: «¿Qué es lo peor que puede pasar aquí y por qué le temo a esta confrontación?»»

Eric Garcetti

Alcalde de Los Ángeles

Desde que asumió, en 2013, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ha enfrentado problemas difíciles, tales como la conservación del agua, elevar el salario mínimo y la gente sin hogar. ¿Su próxima tarea? «Ser un constructor», dice quien fue profesor de temas internacionales y defensor de derechos humanos. «Construir una gran ciudad, construir una economía, construir una infraestructura y, en última instancia, construir la confianza de la gente en el gobierno.» También sabe delegar, viajar y es un maestro de la siesta.

La mayor cuestión de productividad

«Reaccionar. Eso es parte del trabajo. Siempre va a haber un incendio, un asesinato, una crisis, pero no se puede permitir que lo urgente supere lo importante»

Belinda Johnson

Jefa de Negocios y Asuntos Legales, Airbnb

En los últimos cuatro años Belinda Johnson, jefa de Negocios y Asuntos Legales de Airbnb, ha estado al frente de los esfuerzos de Aribnb respecto de la normativa, un cargo duro y a veces controvertido, al crecer la compañía. Ahora ha sido promovida a un rol aún mayor, ayudando a orientar la estrategia general de Aribnb y sumando un conjunto de nuevas responsabilidades, incluyendo política pública, comunicaciones, iniciativas sociales y filantropía. Dicho de otro modo, su lista épica de cosas por hacer acaba de hacerse mucho más larga.

Herramienta clave

«Notas de Apple. Lo uso todo el día. Mientras leo mi correo, resuelvo cosas en el momento o hago [una entrada] en Notas de Apple a la que tengo que atender luego. Al final del día reviso mis notas y me aseguro de que respondí a todo»

Lorraine Twohill

VP para Marketing Global, Google

«Google es un lugar muy acelerado», dice Lorraine Twohill, la VP de Marketing Global de la compañía. «Nunca se volvió aburrido, pero también hay que ser súper organizada». Veterana de 12 años en Google, Twohill está íntimamente familiarizada con las herramientas de productividad de la compañía. Pero también le agrada un tipo más natural de recurso de Google.

Su manera de priorizar

«Cada mañana leo mis correos electrónicos y les pongo una estrella a los que quiero eliminar para el fin del día. Ya hice las paces conmigo misma respecto de que quizá no pueda ver el resto. Una se vuelve mayor y más sabia y advierte que no puede hacer todo. No se puede ni empezar a hacer todo. Hay que ser realista»

Marcus Samuelsson

Chef

Los días del célebre chef Marcus Samuelsson han estado inusualmente ocupados en el último año, incluso de acuerdo con sus estándares de viajero por el mundo. En abril inauguró la Rotisería Streetbird cerca de su nave insignia en Harlem, Red Rooster, y encabezó el festival EatUp! (¡A comer!) en Harlem, en mayo. También hubo nuevos restaurantes en Bermudas y Suecia, junto con un libro de cocina y un libro de memorias que apunta al público infantil, llamado Make It Messy (Hagamos lío), lo que es una buena descripción de su itinerario frenético.

Odio los correos largos

«Odio [escribir] correos electrónicos largos. Uno se pregunta: «¿Será adecuado mi tono? Porque puede haber 50 maneras de malinterpretar ese correo». Los mensajes de texto son mejores: «Hablemos». Y luego sigue una conversación»

Aziz Ansari

Comediante

Nadie va a acusar a Aziz Ansari de perder el tiempo. Es coautor del guión y la estrella de una nueva tira semiautobiográfica de Netflix, Master of None (Amo de nadie), que se estrenó el 6 de noviembre, y también es coautor del estudio sociológico y best sellerModern Romance (Romance moderno). Ha estado de gira con la comediante de stand up Amy Schumer en el Festival Oddball Comedy & Curiosity (Comedia extraña y curiosidades). Pero su vida no es sólo trabajo. «Tengo esta imagen de mí mismo como un trabajador incansable, pero creo que hay que tener un día bien equilibrado», dice Ansari. «Me gusta comer, beber buen vino y fumar marihuana asombrosa.»

Mito de productividad

«Mientras escribíamos [Masterof None] trabajábamos hastalas 6 o 7 de la tarde, y entonces dejábamos. Hay otras salas de escritores donde la gente pasala noche en la oficina. No puedo imaginar que uno haga su mejor trabajo así. Hay que ser una persona y hacer otras cosas;si no, no va a inspirarse para escribir»

Julie Larson-Green

Jefa de Experiencias, Microsoft

¿La dilación como herramienta de productividad? Como jefa de Experiencias de Microsoft, el trabajo de Julie Larson-Green es ayudar a la gente a trabajar de modo más inteligente. Pero en lo que atañe a su propio día, tiene un enfoque que va en cierta medida contra lo que dice la intuición. Veterana de 22 años en Microsoft, Larson-Green es responsable de la experiencia general de lograr hacer cosas con Office y otras herramientas en PC, teléfonos, vestibles y tabletas. «Queremos ayudarlo a manejar ese recurso escaso que es su tiempo», dice.

La estrategia para superar la dilación

«Yo vivo dilatando las cosas y soy perezosa. Eso me hace más eficiente, porque trato de encontrar modos de hacer lo mejor en la menor cantidad de tiempo. Sé que necesito presión para actuar y la dilación es una palanca para crear esa presión»

Alex Blumberg

Confundador y CEO de Gimlet Media

Como jefe de una destacada compañía de difusión por la Red con un pequeño staff y tres shows de alto perfil, el CEO de Gimlet Media, Alex Blumberg, está ocupado a un nivel absurdo y es esencial para él encontrar maneras de ser productivo. Pero no demasiado productivo. «El proceso de tratar de lanzar algo está cargado de ineficiencia» dice. «Queremos poder liquidar historias que no funcionan. Queremos poder producir un piloto que no saldrá al aire porque no es tan bueno como pensamos. Estamos tratando de ser amigos cautos de la ineficiencia.»

Grandes consejos

«Aprendí mucho trabajando en This American Life (Esta vida americana). Mi tendencia era «Bueno, dejame pensarlo». [El anfitrión de This American Life Ira Glass] eliminaba cosas de su lista en un momento. Si podía suceder en el momento lo hacía»

—Traducción Gabriel Zadunaisky

Fuente: Fast Company – La Nación, 09/11/15.

prioridades plazos productividad

 

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Rutinas y rituales productivos

septiembre 17, 2015

Engranajes

 

“Rutinas” es para muchos sinónimo de aburrimiento y de algo muy poco atractivo. Especialmente para estilos personales más movidos por lo nuevo y por lo creativo… Por eso añado lo de “rituales”, por ver si contagia cierta emoción ancestral y anima a leer las líneas que siguen.

Por seguir animando, las rutinas tienen desde mi punto de vista 3 beneficios:

  1. Son una especie de “mente extendida” que nos recuerda cosas que tenemos que hacer con cierta frecuencia y que encierran cierta complejidad. En este sentido son una buena “medicina” para prevenir el olvido y para evitar la dejadez de pequeñas grandes cosas.
  2. Ayudan a consolidar algunos hábitos que, como aquí explico se sustentan en la creación de “autopistas neuronales”.
  3. Fundamentan la perseverancia, un elemento clave en la consecución de muchos logros. Si han sido bien elegidas son una buena base para llegar más lejos que quienes no las tienen.

productividadAsí, de la misma manera que un ejercicio periódico o una dieta sostenida son rutinas que nos ayudan a “construir” salud, otras rutinas facilitan que no dejemos de hacer ciertas cosas importantes y trabajemos eficazmente nuevos hábitos en un plano más mental o profesional. Aquí voy a compartir contigo algunos ejemplos que yo utilizo por si te animas a crear tus propias rutinas.

Una forma de construir rutinas y algunos ejemplos

Vaya por delante un prefacio quizás innecesario por evidente: la elección previa de buenas rutinas es esencial. Hay algunas que pueden ser una pérdida de tiempo y otras que, sin embargo, te ayudarán a conseguir tus objetivos porque están muy alineadas con ellos y con tu estrategia. Un buen trabajo con los niveles de perspectiva de GTD te ayudará a identificar buenas rutinas.

Lo siguiente es elegir una buena base sobre las que construirlas, y esto puede ser, por ejemplo, en un archivo de seguimiento paralelo a la agenda, usando las rutinas (Outlook/ Google/ el calendario que uses) o como quieras (yo particularmente utilizo las rutinas del Google Calendar), pero entendiendo que nunca deberías dejarte llevar por trabajar sobre ellas antes de hacerlo sobre tus compromisos ya agendados ni incluso, dependiendo de las circunstancias, antes de otras acciones más prioritarias.

Y sin más, vamos a por las que hoy por hoy son mis tres rutinas principales. Mi idea no es que te sirvan estas, pero sí que te puedan dar alguna pista para las tuyas. Además, nada te libra de hacer tu propia investigación y determinarlas en función de tus circunstancias y prioridades.

  • Mi rutina “Cuanto antes”, es una rutina a la que intento ir lo antes posible pero a la que voy en un momento diferente dependiendo del día, de otras prioridades y de que tenga algún compromiso a primera hora o no:
    • 5 minutos de meditación y respiración para centrarme
    • Procesar y organizar todo lo nuevo de mis bandejas de entrada principales (Email, Evernote, WhatsApp, carpeta, bandeja, pen drive)
    • Revisar mi lista “A la espera” (formada por todos los temas delegados en personas que están pendientes de su acción)
    • Revisar la agenda del día para visualizar compromisos
    • Revisar mi lista de “Próximas acciones” para visualizar las que me gustaría realizar hoy si es posible
  • Mi rutina “Leer y compartir” es mi rutina básica para mantenerme informado, para actualizar conocimiento y para conversar virtualmente:
    • Leer una a una las páginas/ pestañas seleccionadas al abrir el navegador / Firefox
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Fuente: www.albarbero.com, 17/09/15.

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Una noche sin dormir puede marcar la diferencia en su carrera

febrero 4, 2015

Una noche sin dormir puede marcar la diferencia en su carrera
Por Eric Epstein

George Washington y sus victorias en la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Robert Frost y la composición de su poema «Una parada en el bosque en una tarde nevada«. Bill Gates y la fundación de Microsoft. Steve Wozniak y la invención de los monitores a color para computadoras. Son todas grandes historias de éxito. Pero este tipo de historias, ¿tienen un ingrediente en común, uno que se pueda incorporar a su estrategia de carrera para maximizar su éxito profesional?

Lo tienen, pero es probable que no sea lo que usted prevé. En todos los casos, quedarse despierto toda la noche —una sesión de trabajo de 24 horas o más— fue lo que hizo la diferencia.

Por ejemplo, Washington. Antes de convertirse en presidente, su profesión era la guerra y quedarse despierto toda la noche era la forma de superar en astucia al enemigo. Los británicos, a pesar de su superioridad tecnológica y organizativa, adoptaron un enfoque ortodoxo ante la batalla, asumiendo que los principales combates se desarrollarían en campos abiertos a horarios fijos. Washington, en cambio, usó las horas de la noche para idear, planear y maniobrar.

De estar forma, en 1776, Washington y sus tropas fueron arrinconados por la armada y el ejército británicos en el norte de Brooklyn, en Nueva York. La destrucción del ejército colonial parecía inevitable. Sin embargo, en una noche, bajo el manto de la oscuridad, Washington evacuó a sus hombres al otro lado del río, a Manhattan, sin ser detectado y sin una sola baja.

Washington usó una táctica similar ese invierno en su exitosa emboscada del campamento Hessian cerca de Trenton, Nueva Jersey, inmortalizada en la famosa pintura «Washington cruzando el Delaware». También allí, el general y sus tropas se privaron del sueño durante toda una noche para sorprender al enemigo y cambiar el curso de la guerra.

En lo que se refiere a su carrera, quedarse despierto toda la noche no se trata sólo de trabajar cuando otros duermen. También puede mejorar la calidad del producto de su labor creativa. Piense en «Una parada en el bosque«, de Frost. Una mañana, luego de trabajar toda la noche, Frost tuvo un momento de inspiración y escribió el poema en cuestión de minutos. O piense en la visión de Wozniak de monitores que pudieran mostrar color. Como ha explicado el cofundador de Apple, para cumplir con la fecha límite de otro proyecto, debió quedarse sin dormir durante varios días seguidos. Su cansancio delirante se convirtió en un catalizador de creatividad sin inhibiciones, donde las ideas pudieran fluir sin un control consciente rígido, llevando a una innovación que cambió la industria de la computación.

Desde una perspectiva científica, ¿por qué funciona quedarse despierto toda la noche? ¿Por qué es una herramienta efectiva para avanzar en la carrera? Después de todo, la sabiduría convencional afirma que dormir es bueno, y que la falta de sueño puede llevar a errores por descuido.

De hecho, aunque el sueño es un elemento vital en una vida profesional, quedarse despierto toda la noche, cuando se emplea de forma sensata, también puede desempeñar un rol único. Por ejemplo, en un estudio de 2011 realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Michigan y Albion College, también de Michigan, dos grupos de adultos recibieron acertijos que requerían el uso de ideas creativas. El primer grupo intentó solucionar estos problemas en el «punto alto» de sus ritmos circadianos. El otro grupo debió hacerlo cuando se sentía menos despierto y alerta. Los sujetos cansados fueron considerablemente mejores para resolver estos problemas, en tanto que resultaron igual de efectivos para resolver otras tareas menos creativas.

¿Cuál es la explicación de este fenómeno? Cuando descansamos bien, tendemos a conducir nuestros recursos cognitivos de nivel ejecutivo para concentrarnos de forma eficiente en tareas definidas de forma estricta. La creatividad, sin embargo, suele requerir que hagamos lo contrario, es decir, darles expresión a ideas que están «fuera de lo establecido», ideas que normalmente podríamos desestimar como tontas o irracionales. Durante una noche de trabajo sin dormir, los límites de lo «establecido» pueden desaparecer, para nuestro beneficio.

¿Qué sucede con los proyectos que no son creativos por naturaleza y que simplemente requieren constante atención, paciencia y pensamiento lineal? Si encara una noche de trabajo estando bien descansado, este tipo de potencia cognitiva también puede sostenerse durante un tiempo sorprendentemente largo. Por ejemplo, un estudio de 2009 de la Escuela de Medicina de Harvard descubrió que, a pesar de estar sin dormir durante más de 30 horas, los adultos jóvenes eran igual de efectivos que sus pares bien descansados en una variedad de pruebas cognitivas relacionadas con lenguaje, lógica y comprensión.

Entonces, ¿cuál es la conclusión? Si quiere dar un paso adelante en su carrera mejorando la calidad o cantidad de su trabajo, quedarse despierto de vez en cuando, si lo planea y lo hace debidamente, podría ser la receta perfecta.

— Eric Epstein es autor de «The 24-Hour Genius: Unlocking Your Brain’s Potential with Strategic All-Nighters«

Fuente: The Wall Street Journal, 10/07/13.