La amenaza de la contaminación sonora

marzo 25, 2019

Contaminación sonora en Buenos Aires: un daño invisible a la salud y al ambiente

Un estudio revela que la capital de los argentinos ocupa el cuarto lugar de las ciudades más ruidosas. La contaminación sonora genera hipertensión arterial, problemas cardíacos, estrés, agresividad y sordera

Por Sergio Federovisky.

Un estudio revela que la capital de los argentinos ocupa el cuarto lugar de las ciudades más ruidosas. Entre las causas principales están el tránsito, el transporte público y los boliches bailables. La contaminación sonora genera hipertensión arterial, problemas cardíacos, estrés, agresividad y sordera

No se le otorga a la contaminación sonora la misma gravedad que suele adjudicársele a aquella que afecta al agua o al aire. Está claro que se tolera mucho más el exceso de ruido que el de la basura o de sustancias tóxicas. Incluso para muchos es ya un daño colateral que viene incorporado en el inventario de los efectos irritantes de la vida en la ciudad. Se hace impensable la sumatoria de tránsito, construcción, industria y gente moviéndose sin presencia de ruido.

Sin embargo un estudio de la compañía alemana Mimi Hearing Technologies reveló que la contaminación sonora causa mucho más daño del que las personas creen.

Utilizando los datos de más de 200 mil personas en todo el mundo, esta encuesta descubrió que los que viven en ciudades ruidosas tienen más posibilidades de sufrir pérdidas de audición.

En Buenos Aires, también se realizó un estudio sobre el tema y no arrojó una gran noticia para sus habitantes: figura en cuarto lugar entre las ciudades más ruidosas del mundo precedida solamente por Tokio, Nagasaki y Nueva York.

La principal causa de contaminación sonora en la ciudad de Buenos Aires es el tránsito, especialmente el transporte público. Sin embargo la estadística generada por el relevamiento de reclamos de los vecinos indica que, tanto en la ciudad como en el conurbano bonaerense, el 55% de las quejas provienen del alto volumen emitido por los boliches bailables.

Los otros factores que inciden en la calidad de vida de los habitantes son el ruido procedente de la actividad industrial y el que generan los caños de escape libres y las explosiones de las motos.

Más allá de las molestias evidentes que traen aparejados estos ruidos de manera permanente, la contaminación sonora es un agente que puede provocar en las personashipertensión arterial, problemas cardíacos, estrés, agresividad, falta de atención y sordera.

La mayoría de los expertos coinciden en que la protección frente al ruido intenso se hace urgente e indispensable. Por ese motivo varias organizaciones luchan contra la contaminación sonora y exigen, al menos, la efectiva aplicación de la legislación vigente.

No existe una solución sencilla para evitar ningún área de la contaminación ambiental y el aspecto acústico, claramente, no es la excepción.

Sin embargo se hace necesario que legisladores, autoridades y organizaciones entiendan que la protección frente al ruido intenso es indispensable no tan solo en términos ambientales y de bienestar sino que está amenazando la integridad psíquica de toda la población.

Fuente: infobae, 25/03/19.

Más información:

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ruido

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Ruido, un contaminante que no se ataca.

junio 1, 2018

Ruido, un contaminante que no se ataca.
Por Laura Rocha.

Los niveles de ruido en la ciudad de Buenos Aires son cada vez más altos y hay menos diferencia entre el día y la noche; el tránsito y el transporte público son las causas principales.

Vivir en Buenos Aires es ensordecedor y enfermante. Los promedios en los niveles de ruido que se soportan durante el día y la noche superan los límites establecidos como tolerables por las agencias internacionales y con ellos el peligro de padecer pérdida auditiva, alteraciones del sueño, estrés y hasta favorecer infartos. Todo indica que las políticas para combatir este problema siguen en deuda.

ruidoLas mediciones oficiales indican que en el 86% de las estaciones de medición se supera el valor diurno de 70 dB, mientras que en el 50% se supera el valor diurno de los 75 dB. Como para darse una idea de lo que significa el nivel de sonido que se soporta diariamente, una conversación puede alcanzar hasta 40 dB, mientras que estar expuesto a 70dB equivaldría a estar al lado del sonido de una aspiradora mientras uno, por ejemplo, va caminando.

Los lugares con mayor contaminación acústica son, en general, puntos cruzados por alguna avenida. Por caso, Santa Fe al 1400 o al 3200 están al tope del ranking, junto con la avenida Rivadavia, a dos cuadras del parque Rivadavia. Muy cerca de esos puntos está la esquina de Cabildo y Juramento, en Belgrano, que no baja el nivel de ruido ni siquiera de noche.

El tránsito, en especial el transporte público automotor, es el mayor generador de ruidos. Según las autoridades, es un tema pendiente de resolución al que hay que atacar desde varios frentes. Este mapa de ruido preliminar ayudará, indicaron en la Agencia de Protección Ambiental (APRA), a diseñar las políticas para que podamos tener una vida más saludable.

«El nivel de ruido en la esquina de Cabildo y Juramento supera largamente (en todos los indicadores y dscriptores calculados) los niveles medidos en el aeroparque Jorge Newbery, en una tejeduría textil y en la sala de máquinas de una industria de esta ciudad», dice en el apartado de conclusiones la investigación realizada por el Centro de Investigación en Ingeniería Sustentable (CIIS) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo.

Falta de controles

Mónica López Sardi, directora de ese grupo de investigación apuntó: «Cabe recordar que la ordenanza de 1983 establecía el límite en 45 decibeles. La nueva ley [de 2004] actualizó esos valores porque la ciudad se volvió más ruidosa. Sin embargo, la falta de controles y de renovación del parque automotor hace que el problema esté estancado». La ley 1540 establece como límite 65 dB para el día en zonas residenciales y hasta 70 en zonas comerciales.

En la APRA, en tanto, mencionan algunos cambios en la movilidad como un avance en la materia. Sin embargo, López Sardi lo relativiza: «Si movemos todo el tránsito a otras calles, lo que hacemos es correr el problema. Hay que controlar cada uno de los colectivos que circulan en la ciudad de Buenos Aires. Hacer que todos los autos cumplan también con la normativa y que los generadores de ruido que están estáticos también se ajusten a ella».

Según la OMS, los sonidos por encima de los 70 decibeles (dB) ya resultan molestos, y si superan los 90 dB, se vuelven dañinos. Como para darse una idea del problema, el promedio en la Capital está entre 70 y 75 dB. Y lo más preocupante es que casi no hay diferencias entre los ruidos durante el día y la noche.

Hace 30 años, el nivel acústico en las calles de la ciudad de Buenos Aires estaba entre los 50 y los 60 dB. El aumento en tres decibeles de un sonido representa para el oído humano el doble de volumen.

Juan Carlos Villalonga, titular de la APRA sostuvo: «Hay que reconocer que es un problema que se arrastra hace años. No sólo tenemos el problema de pensar cómo se baja el nivel de ruido, sino que se suma el problema de dónde se hacen espectáculos públicos reiterados porque no se respetan los horarios ni los niveles de sonido. Desde la Agencia primero vamos a terminar el mapa porque esto nos va a permitir decidir por dónde comenzar».

El reporte realizado por el GIIS hace algunas recomendaciones respecto de la solución de este contaminante ambiental. Además de los controles por parte del Gobierno, suma la planificación inteligente de las ciudades y la educación como una acción proactiva individual.

«Todo lo que sirva para mitigar los ruidos, como sumar áreas verdes, sirve, pero también hay que trabajar en las conductas del tránsito, de los comercios. Hay varios frentes que atacar», agregó Villalonga.

«En las autopistas, por ejemplo, hay que poner barreras acústicas que prácticamente no se usan en la Argentina. Sólo hay un tramo en Panamericana. Tenemos que evaluar eso», aseguró el funcionario.

Cabe recordar que existe un fallo judicial que AUSA debe cumplir en la autopista 25 de Mayo ante la presentación de un vecino, Pedro Barragán, que obliga a tomar medidas para mitigar el ruido que genera el paso de los autos por su casa. La última presentación ante la justicia contravencional no incluyó un plan para solucionar el problema. El amparo presentado por Barragán data de 2001.

Fuente: La Nación, 12/04/14. – A junio de 2018 la situación no ha mejorado –

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Una película sobre el tema del Ruido en la ciudad:
Sobrepasando el límite (Noise, 2010)

Al estilo de la película «Un Día de Furia» de Michael Douglas, un hombre (Tim Robbins) se está volviendo loco por el constante ruido de la ciudad de Nueva York y se convierte en «El Rectificador» ideando un ingenioso plan para eliminar los ruidos en las calles de su ciudad. Desde el que ignora la alarma de su coche hasta el alcalde de NY, poco a poco, los neoyorquinos se le unen en esta imposible misión: silenciar la ciudad más ruidosa del mundo.

Esta comedia negra es la segunda entrega de una «trilogía de la obsesión» iniciada por el director Henry Bean con «El Creyente». Con escenas extraídas de las propias vivencias del director en su antigua y joven etapa de vigilante del ruido, nos adentramos en la vida y mente de un ciudadano normal que en un determinado momento no aguanta más y comienza a luchar por lo que él considera una causa justa, poniendo en peligro su cómoda y anodina vida e incluso su estabilidad familiar. La escena de la detención y la noche en prisión, incluso el juicio y la conversación entre los policías, son calcos de lo que le sucedió realmente al director. Según él, el personaje de la película es igual que Don Quijote: un loco adorable.

El 80 por ciento de los argentinos sufre ruidos molestos

abril 27, 2016

El 80 por ciento de los argentinos sufre ruidos molestos en el trabajo o en la casa

Por Víctor Ingrassia.

Tráfico, obras en construcción y ladridos de perros son las causas más denunciadas, en el marco del Día Mundial contra el Ruido.

Los ruidos en los obradores son de los que más reciben quejas en los barrios
Los ruidos en los obradores son de los que más reciben quejas en los barrios.

El Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido es una actividad que se desarrolla anualmente a nivel mundial, desde hace más de 20 años, el último miércoles del mes de abril.

Es una problemática común a las grandes urbes. Y la ciudad de Buenos Aires, o cualquier capital provincial del país no es la excepción: los argentinos reconocen a la exposición al ruido como una problemática de contaminación medio ambiental que termina perturbándolos en su diario vivir y les genera problemas de estrés y de oído.

En el marco del Día Mundial contra el Ruido, una encuesta determinó que casi el 80% de los argentinos reconocieron su exposición a ruidos molestos que los perturban, tanto en el los barrios donde viven, como así también en el trabajo.

Los datos surgen del primer Estudio sobre el nivel de ruido y el Medio Ambiente en Argentina realizado recientemente por GAES Centros Auditivos en CABA, GBA, Córdoba y Santa Fe.

ruidoLos encuestados reconocieron que los ruidos molestos que los perturban se dan en mayor medida en sus casas o en sus barrios -61%- que en el trabajo -49%- y destacaron como el efecto más perjudicial la pérdida de capacidad auditiva, la perturbación del sueño, los zumbidos de oidos (acúfenos o tinnitus) y la interferencia en la comunicación hablada

Los jóvenes argentinos, entre 18 y 30 años, son los más sensibles al tema y manifestaron en un 45% de los casos que se mudarían a un lugar más silencioso, siendo en Córdoba en donde más se destaca esta tendencia en el 41% de los consultados.

En Capital Federal la mayoría de los porteños considera al ruido como un problema de contaminación ambiental -97%- y 7 de cada 10 reconoce la existencia de ruidos molestos en la casa o el barrio. El 67% colaboraría con medidas gubernamentales para reducir el impacto, sin embargo solo un 3% estaría dispuesto a dejar de usar su auto para evitar los ruidos del tránsito.

Tráfico, obras en construcción y ladridos

El incremento del parque automotor aumentó la polución sonora en las grandes ciudades
El incremento del parque automotor aumentó la polución sonora en las grandes ciudades.

La mayoría de los argentinos, un 93%, considera que la población no está concientizada en evitar generar ruidos molestos.

Según los resultados del último Estudio sobre la Audición, el 79% de los encuestados considera que vive en una población ruidosa, siendo el tráfico (57%), las obras en construcción (46%) y los ladridos de perro (37%) aquellos tres sonidos más odiados.

«El ruido -entendido como un factor de estrés ambiental- puede intervenir en trastornos del sueño y del aprendizaje, la memoria, la motivación, la resolución de problemas y en el incremento de la irritabilidad y la agresividad», precisó a LA NACION la doctora Mónica Matti, fonoaudióloga y gerente de formación de GAES.

«Incluso cuando la persona consigue afrontar con éxito su respuesta frente a la exposición al ruido (adaptándose, vivenciándolo de forma menos negativa o generando respuestas, como protegerse activamente, luchar contra sus causas, etc.) ésta puede conllevar unos efectos secundarios que generan consecuencias negativas en la salud, interfiriendo con el bienestar del individuo», destacó la experta.

El doctor Mario Emilio Zernotti, jefe del Servicio de Otorinolaringología del Sanatorio Allende de Córdoba explicó que es común que en las grandes ciudades generalmente se presenten altos niveles de ruido, es decir, mayores de 70 decibles (dB).

Buenos Aires es una de las ciudad es más ruidosas de la región
El Tránsito automotor es una gran fuente de ruidos.

«El trauma acústico crónico se produce cuando el individuo es sometido a niveles altos de ruido (mayores de 80 dB) durante periodos prolongados de tiempo y según datos arrojados por el último censo poblacional (realizado en 2011), se estima que el 30% del segmento etario comprendido por púberes, adolescentes y jóvenes (entre 10 a 24 años) tendrán trastornos auditivos por exposición al ruido», puntualizó el experto, referente de Med-El, la empresa global de tecnología que se dedica a la investigación en el área de la pérdida auditiva.

Según, Zernotti, en la actualidad existen todo tipo de soluciones específicas para tratar las patologías auditivas, desde los audífonos convencionales hasta tecnologías más sofisticadas como audífonos implantables e implantes cocleares.

«Estas soluciones seguirán mejorando con el correr de los años, sin embargo, es recomendable crear conciencia en los jóvenes para evitar situaciones de riesgo y prevenir el daño en los oídos. Evitar la exposición a sonidos muy fuertes, usar racionalmente los auriculares -por períodos cortos y a un volumen moderado- y emplear protectores adecuados en el campo laboral si la persona trabaja en sitios ruidosos (como aeropuertos, fábricas u obras de construcción) son claves para preservar la salud auditiva», concluyó el especialista.

Fuente: lanacion.com.ar, 27/04/16.


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Ruido, un contaminante que no se ataca.