Por Qué la Psiquiatría Necesita Incorporar los Escáneres Cerebrales SPECT, Especialmente en Casos Complejos
Por Joseph Mercola.
Uno de mis más recientes intereses ha sido la plasticidad cerebral – la capacidad de su cerebro para reparar y recuperar la funcionalidad que había perdido previamente. Esta idea entra en conflicto con la idea convencional de que una vez que se ha perdido la función cerebral, se pierde permanentemente.
El Dr. Daniel Amen es un médico y psiquiatra certificado. Ha escrito cinco libros bestseller para el New York Times y es director médico de la Clínica Amen en Newport Beach en San Francisco, California; Bellevue, Washington; Reston, Virginia; Atlanta, Georgia y New York City.
También es uno de los más grandes expertos en la ciencia de imagen cerebral que es el tema de discusión en esta entrevista. La plasticidad cerebral se presenta en el trabajo del Dr. Amen con SPECT.
“Hace aproximadamente 10 años, escribí un libro llamado Change Your Brain, Change Your Life (Cambie su Cerebro, Cambie su Vida) Se basa en el trabajo en el trabajo de imágenes que hemos hecho”, dice el Dr. Amen.
“En realidad podemos ver el daño en el cerebro causado por una gran variedad de cosas. Pero en lo que llamo un programa inteligente para el cerebro, literalmente podemos mejorar la función de su cerebro, lo que se logra a través de la neuroplasticidad. Su cerebro realmente puede verse y sentirse más joven, o verse y sentirse más reparado. Muy pocas personas lo saben”.
SPECT – Una Novedosa e Invaluable Herramienta para la Psiquiatría
El hecho de que el cerebro humano tiene una tremenda cantidad de “plasticidad” se demostró en uno de los estudios del Dr. Amen realizado con jugadores y exjugadores de la NFL. Los jugadores de fútbol americano pueden llegar a recibir hasta unos 10 000 a 20 000 golpes en la cabeza a lo largo de su carrera y esto resulta en una cantidad significativa de daño cerebral en muchos de ellos.
En el programa del Dr. Amen, el 80% de ellos mostraron una mejora significativa, incluyendo una mejora en la función y flujo sanguíneo de la corteza prefrontal.
“Hemos visto este aumento de suicidios en la NFL, lo que me rompe el corazón, porque lo que no saben es que hay ayuda disponible para ellos”, dice el Dr. Amen.
El escaneo cerebral SPECT es diferente a todos los demás MRI anatómicos o tomografías. El SPECT mide el flujo sanguíneo y los patrones de actividad. Sé observa cómo funciona el cerebro. Es similar a la tomografía de emisión de positrones (PET), en la que se observa el metabolismo de la glucosa. Al utilizar el SPECT, los médicos logran observar tres cosas:
1.Las áreas de su cerebro que funcionan bien
2.Las áreas de su cerebro que tienen baja actividad
3.Las áreas de su cerebro que tiene alta actividad
El trabajo está en equilibrar las diferentes áreas de su cerebro. La Clínica Amen ha realizado más de 74 000 exploraciones en personas de 90 países diferentes. El Dr. Amen estima que tienen más experiencia con esta tecnología que cualquier otra clínica en el mundo.
“Es muy emocionante”, dice el Dr. Amen. “A menudo digo que los psiquiatras son los únicos médicos que jamás llegan a ver el órgano que tratan. Y cuando nunca lo ves, tampoco ves el trauma cerebral, ni la actividad de las convulsione, ni la toxicidad…
Soy un psiquiatra formado a la antigua… me enseñaron a utilizar la psicoterapia y los medicamentos y eso es prácticamente todo.
Algunos de los medicamentos que me enseñaron a utilizar son Xanax, Ativan o Valium para los trastornos de ansiedad, cuando empecé a ordenar el SPECT las primeras veces, vi que estos medicamentos hacían que el cerebro se viera como si hubiera sido expuesto al alcohol y que era realmente tóxico para la función cerebral.
Eso me horrorizó, pero fue el trabajo con las imágenes lo que me llevó a buscar formas más naturales para reducir la ansiedad”.
… Cuando hacemos un diagnóstico, por ejemplo de depresión, es un síntoma. No debería ser un diagnóstico. Hacer un diagnóstico de depresión, le digo a las personas, es como hacer un diagnóstico de dolor de pecho.
Y los médicos no les dan a las personas el diagnóstico de dolor de pecho, porque eso no dice qué lo está causando y tampoco dice qué se puede hacer. Lo mismo sucede con la depresión.
Si no recibe los datos fisiológicos de su cerebro, ¿cómo aplicaría el tratamiento del cerebro? Se convierte – en lo que está pasando con la psiquiatría hoy en día – en suposiciones y es como intentar darle al blanco en la oscuridad. Lo que le digo a mis colegas es que eso no es algo inteligente. Podemos hacerlo mejor”.
Causas Comunes de la Depresión y Ansiedad
El trabajo del Dr. Amen muestra que la mayoría de los casos de depresión y ansiedad en realidad son síntomas de una disfunción cerebral subyacente. Por ejemplo, la depresión puede presentarse si la actividad cerebral es demasiado baja o demasiado alta en sus lóbulos frontales. Esta inactividad significa que no puede inhibir sus sentimientos negativos.
La depresión también puede ser un síntoma de una actividad excesiva o elevada en sus lóbulos frontales, ya que esto provoca una incapacidad para dejar de tener malos pensamientos en su cabeza.
Una lesión cerebral traumática o exposición tóxica también puede causar síntomas de depresión. De hecho, de acuerdo con el Dr. Amen, esto es algo bastante común.
Otros factores relacionados con el cerebro incluyen exposiciones tóxicas y/o una combinación de malos hábitos en su estilo de vida como la falta de ejercicio y una mala alimentación. Los tratamientos del Dr. Amen para optimizar la función cerebral se basan en cuatro enfoques, la alimentación, el ejercicio, los suplementos nutricionales y en la corrección de los patrones de pensamientos negativos.
Cómo la Toxicidad Cerebral Altera Su Comportamiento
Uno de los principales beneficios del SPECT es su capacidad para identificar el daño causado por las exposiciones tóxicas. El Dr. Amen explica qué tan importantes pueden llegar a ser estos hallazgos para un tratamiento apropiado:
“Recientemente tuve un paciente que diagnosticaron con ADD. Acudió con el mejor médico en ADD en el país. Le hicieron el diagnostico básicamente a los diez minutos de haber escuchado su historia.
Por supuesto, que se tienen síntomas de ADD si se sabe que existe daño en la parte frontal del cerebro. Resultó que en realidad tenía intoxicación por arsénico. Necesitaba un programa de desintoxicación, no más Adderall”.
Él también habla de un caso más personal en el que el SPECT resultó ser un verdadero salvavidas. A los cuatro años de estar trabajando con SPECT, su cuñada lo llamó porque su hijo de nueve años de edad llamado Andrew, había atacado a una niña pequeña en el campo de béisbol ese día sin una razón en particular.
“Estaba aterrado y le pregunté, ¿qué más ha pasado con Andrew?”. Ella dijo que “Está diferente. Es malo. Es rudo. Hoy entré a su cuarto y encontré dos dibujos que hizo. En uno estaba él colgado de un árbol. En el otro, aparecía disparándole a otro niño”.
“He estado trabajando con esto lo suficiente por lo que creo que tienes que traerlo para que lo cheque. Lo que encontramos fue que tenía un quiste del tamaño de una pelota de golf en su lóbulo temporal izquierdo. Esa es el área relacionada con el comportamiento violento. Cuando le extrajimos el quiste, su comportamiento volvió a la normalidad.
Todavía cuando cuento esta historia, lloro, porque pienso en todas las personas como Andrew que etiquetamos como “malas”, cuando en realidad podrían estar enfermas.
Optimizar el cerebro de las personas que tienen problemas, que sufren o incluso hacen cosas malas no es algo común. Pero es lo correcto. Si alguien tiene problemas de agresión, examinémoslo y veamos si no tuvo una lesión cerebral. En las últimas dos décadas, hemos descubierto 20 quistes cerebrales diferentes.
Tuve un caso el año pasado de un adolescente que quería cortar a su madre en pedazos. Tenía un quiste del tamaño de una pelota de tenis entre su lóbulo temporal izquierdo y su lóbulo frontal. Necesitamos ver lo que hacemos antes de comenzar a cambiar los cerebros de las personas. Es lógico… pero esta profesión está avanzando muy lentamente. Siempre digo que no se pierde nada con observar”.
Cómo la Disfunción Cerebral Puede Causar Trastornos Psiquiátricos
En su trabajo, el Dr. Amen ha identificado siete tipos de ansiedad y depresiones, seis tipos de ADD, cinco tipos de comedores en exceso y seis tipos de adictos. Como un ejemplo, él reviso algunos de los tipos comunes de comedores en exceso y les recomendó un tratamiento:
•Comedores compulsivos, personas que no pueden dejar de pensar en comida.
En estos casos la parte frontal de sus cerebros trabaja demasiado. De acuerdo con el Dr. Amen, eso generalmente está relacionado con un déficit en el neurotransmisor serotonina. Cuando los niveles de serotonina bajan (la serotonina es, en gran parte, inhibitoria para su cerebro), su cerebro comienza a sobrecalentarse.
Para tratar esto, el Dr. Amen recomienda una intervención que aumente los niveles de serotonina. Aunque esto puede lograrse utilizando uno de los SSRIs – Prozac, Paxils, Zoloft, Lexapros y Celexa – también puede aumentar sus niveles de serotonina naturalmente, utilizando 5-HTP, L-triptófano, hierba de San Juan y azafrán.
“En la actualidad hay muchos estudios sobre el azafrán, que demuestran que iguala en eficacia a los antidepresivos y prácticamente no hay efectos secundarios por tomar dosis altas de azafrán”, dice el Dr. Amen.
“Una persona compulsiva nos lleva a una intervención con serotonina. El ejercicio también es una intervención con serotonina. Aumenta los niveles de serotonina en el cerebro. Podemos comparar el ejercicio con el Zoloft, ya que se ha demostrado que son igual de efectivos a las 12 semanas, sin embargo a los 10 meses, el ejercicio venció al Zoloft en cuanto efectividad”.
•Comedores impulsivos. Aquí, el SPECT generalmente muestra una baja actividad en la corteza prefrontal, lo que indica que no pueden inhibir su comportamiento. Ellos realmente no piensan en comida todo el tiempo, pero tan pronto como la huelen, sienten la necesidad de comérsela.
La baja actividad de la corteza prefrontal generalmente está relacionada con el mal control de los impulsos. También está relacionado con el trastorno por déficit de atención (ADD).
“Por favor no tome un medicamento de serotonina o una intervención de serotonina porque reducirá aún más la actividad en la corteza prefrontal y esto lo hará más impulsivo”, advierte el Dr. Amen.
“Esa es la razón por la que existen investigaciones desde principios de los 90 sobre el Prozac que hacen que quiera matar a su madre. Bueno, de hecho, puede desinhibir a las personas, por lo que está haciendo en su cerebro. En las personas impulsivas, lo que tenemos que hacer es aumentar la dopamina”.
Puede aumentar los niveles de dopamina con medicamentos como Phentermine un supresor del apetito o Ritalin, Adderall o estimulantes similares. Pero también puede hacerlo con Té verde y con L-tirosina. “De hecho hemos visto que la Rhodiola hace algo similar en el cerebro”, dice el Dr. Amen.
Como Utilizar los Alimentos Como Medicina
Ciertos alimentos también aumentan la serotonina, como los carbohidratos simples. Esta es otra explicación de por qué usted puede desarrollar adicción al azúcar, el trigo y pasta. Según el Dr. Amen, los alimentos ricos en carbohidratos como la papa dulce, arroz integral y avena también aumentan la serotonina, pero no de la misma manera poderosa que generan adicción, así que claramente estos son mejores opciones.
«Una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos es ideal para las personas impulsivas, porque les ayuda a concentrarse,» dice el Dr. Amen. «Pero es un desastre para las personas compulsivas, porque comienzan a centrarse en las cosas que las molestan.»
Otro factor alimenticio de gran importancia son los probióticos, idealmente en forma de alimentos tradicionalmente fermentados.
Según el Dr. Amen, tanto como 95% de la serotonina en el cuerpo se produce en el intestino, por lo que las estrategias diseñadas para optimizar la producción intestinal de serotonina podrían claramente ser idóneas para optimizar su salud mental.
He desarrollado una verdadera pasión por enseñarle a la gente a aumentar masivamente la cantidad de alimentos fermentados que comen–vegetales fermentadas específicamente, ya que estos son algunos de los alimentos fermentados más apetecibles para la mayoría de las personas—con el fin reponer las bacterias beneficiosas que producen serotonina.
El Dr. Amen coincide:
«Realmente he estado pensando mucho acerca de la salud intestinal. Su intestino en realidad es su segundo cerebro. Ambos están interconectados… Si tiene un intestino permeable o un crecimiento excesivo de malas bacterias intestinales, significa que no está produciendo serotonina y otros neurotransmisores necesarios para mantenerse sano.
En los últimos siete u ocho años, mis últimos libros han sido acerca de la conexión entre la salud física y la salud emocional, y cómo la gente puede usar los alimentos como medicina.
Si nos enfocamos en las especias que tienen cualidades específicas que apoyan la salud cerebral, por ejemplo, el azafrán y su estado de ánimo; canela, que es un afrodisíaco natural que también ayuda a equilibrar el azúcar en la sangre y ayuda a que las personas concentren; y el orégano y el romero que han demostrado aumentar el flujo sanguíneo en el cerebro -en realidad lo que come, ya sea, le ayudará a su función cerebral o bien la afectará».
Cómo Ralentizar el Proceso de Envejecimiento en el Cerebro
El libro del Dr. Amen titulado Use Your Brain to Change Your Age (Utilice su cerebro para modificar su edad) se basa en sus conferencias en los últimos 15 años. En el libro, él habla de un estudio realizado en 8 000 personas. Lo que encontró fue que con el tiempo, disminuye el flujo sanguíneo en su cerebro.
«Es algo similar como si la piel de su cara se empezara a colgar a medida que envejece. El mismo proceso está ocurriendo en el cerebro. Con su comportamiento, podría acelerar o ralentizar el proceso de envejecimiento.
… En realidad podemos probar que puede mejorar su cerebro a través del trabajo de escaneo por imágenes que hacemos. Hay un capítulo entero en el libro que habla sobre cómo recuperar su cerebro.
Digamos que no ha cuidado a su cerebro. Ha tenido sobrepeso. Ha tomado mucho. No hace ejercicio. Es un jugador de la NFL, y ha sido golpeado en la cabeza muchas veces. Si emplea un programa que proteja a su cerebro… podría retrasar o incluso en muchos casos, revertir el proceso de envejecimiento en el cerebro”.
Él describe su programa que protege al cerebro en seis palabras:
•Egoísmo Cerebral:«Tiene que preocuparse por su cerebro, ya que controla todo lo que hace: cómo piensa, siente y actúa, y cómo se lleva bien con otras personas,» dice el Dr. Amén.
•Evite las Cosas Malas: «Hay que evitar todo lo que le afecte al cerebro–drogas, obviamente, lesiones cerebrales, obesidad, pero también el apnea del sueño. Cualquier cosa que daña los vasos sanguíneos también daña al cerebro.
Lo mismo aplica en la hipertensión, la enfermedad cardiovascular, pensamientos negativos, depresión sin tratar, la alimentación estándar y el alcohol. «
•Haga el Bien: Esto incluye optimizar su alimentación, hacer ejercicio físico y mental, además de tomar suplementos útiles. También incluye aprender a pensar de manera más positiva.
Hace un par de años, el Dr. Amen escribió un curso de estudio casero para la ansiedad y la depresión. Cuando lo puso a prueba en los participantes de todo el país, un porcentaje significativo de ellos informó perder de 20-30 libras sin haber tenido intención alguna.
«Eso me emocionó mucho, porque lo que note es que con un mejor cerebro, se obtiene un mejor cuerpo», dice. «Porque básicamente, su salud es guiada por todas las decisiones que ha hecho en su vida, y esas decisiones vienen directamente de su salud cerebral.»
Más Información
Usted puede aprender más sobre el trabajo que se realiza en las Clínicas Amen en www.amenclinics.com. Las clínicas realizaron escáneres cerebrales SPECT en el contexto de una evaluación clínica completa. También ofrecen una amplia variedad de opciones de tratamiento.
La comunidad en línea, The Amen Solution at Home fue desarrollada por el Dr. Amen para ser un programa de entrenamiento sofisticado con el fin de ayudar a las personas a optimizar sus cerebros y cuerpos.
Empieza con una herramienta de evaluación neuropsicológica, que, en unos 35 minutos, analizara su memoria, tiempo de reacción, enfoque, nivel de estrés y estado de ánimo. Con base en los resultados, le dará juegos personalizados para fortalecer sus áreas débiles. También cuenta con recetas saludable para el cerebro, ejercicios de relajación, y les enseña a los participantes a cómo eliminar los patrones de pensamientos negativos.
«Es una de las herramientas que nuestros jugadores de la NFL utilizan», dice. «Estamos muy contentos, ya que hemos notado que sus calificaciones aumentan, el flujo de sanguíneo en sus cerebro mejoró.
Hacer ejercicio para el cerebro de forma regular es importante… Lo importante es aprender algo que desconozca por completo. Porque si simplemente me mantengo aprendiendo acerca de la vitamina D, eso sería útil, pero esto realmente no está forzando a mi cerebro.
Así que aprendí sobre jardinería, sobre preparación de alimentos, aprendo un nuevo lenguaje, voy a un lugar nuevo, o descubro una nueva forma de mover mi cuerpo, algo que considero estupendamente importante. Pero la ortodoxia en mi profesión es bastante anticuada, y eso me entristece mucho ya que necesita un cambio. Ahora la convertí en una de mis misiones.”
Mientras que realizarse un escaneo SPECT puede ser costoso, puede ahorrar enormes cantidades de dinero a largo plazo. Según un reciente estudio realizado por el Dr. Amen y sus colegas, realizarse un escaneo SPECT cambiará lo que su médico hace el 79% de las veces.
“Le daré un diagnóstico diferente o un plan de tratamiento diferente en función a lo que el escaneo agregue a la evaluación clínica» explica el Dr. Amen.
«Estamos publicando un nuevo estudio de resultados en 500 pacientes consecutivos que acudieron a la Clínica Amen que estaban en estado crítico.
Después de seis meses, el 85% mostró mejoras significativas en su calidad de vida. Estamos muy entusiasmados con nuestro trabajo. Y se los hemos estado enseñando a nuestros colegas durante décadas. De ninguna manera intentamos patentarlo. Hay un grupo en Vancouver que lo hace basándose en mi trabajo y otros grupos en Toronto, Florida, Texas y Chicago.
Pero es horroroso lo que está sucediendo en el área de la psiquiatría. Yo tendría mucho cuidado en visitar a un psiquiatra que no se retroalimente con la información de su cerebro antes de que él o ella le recete múltiples medicamentos”.
Para aprender más, también puede obtener uno de los libros del Dr. Amen:
•Change Your Brain, Change Your Life •Change Your Brain, Change Your Body •Use Your Brain to Change Your Age •Unleash the Power of the Female Brain is his latest book, which will be released in February 2013
El deber ético de garantizar a la sociedad el cuidado de la salud
Se podría producir un decremento en la cantidad de médicos, porque la medicina comienza a no ser atractiva en términos económicos, de exigencia y calidad de vida para quienes egresan de la enseñanza media
Por Roberto Borrone.
Una serie de preguntas se repiten permanentemente en los diferentes ámbitos de la medicina argentina desde hace años: ¿hay déficit de médicos en el país?, ¿hay un exceso?, ¿todo se reduce a una mala distribución geográfica?, ¿la formación con la cual egresan de las facultades de medicina es la exigible para el ejercicio profesional?, ¿la residencia médica debería ser obligatoria y el único camino para acceder al título de especialista?, ¿hay un déficit de especialistas vinculados a la atención primaria de la salud ?, ¿debería ser obligatoria la recertificación periódica de la habilitación para seguir ejerciendo ?, ¿cómo debería ser el ingreso a las facultades de medicina públicas?, ¿cómo conjugar la cantidad de alumnos en las facultades de medicina con una adecuada calidad educativa?
Pongamos el foco en varios de estos interrogantes desde una perspectiva demográfica. La demografía (según definición de la Real Academia Española) es el “estudio estadístico de una colectividad humana, referido a un determinado momento o a su evolución”. Comencemos con algunos datos oficiales. La Argentina tiene una tasa de médicos en relación a la población de 3,8 por cada 1.000 habitantes. Esta tasa ubica a nuestro país –en el aspecto cuantitativo del tema–, en el nivel de los países más desarrollados: Suiza 4,3 / 1.000; Alemania 4,2; España 3,87; Francia 3,27 y EEUU 2,6.
Respecto de la región, la Argentina tiene la mayor tasa de médicos en relación a la población junto a Uruguay: Chile tiene 2,59 / 1.000; México 2,4; Brasil 2,3; Ecuador 2,04 ; Perú 1,67 y Paraguay 1,35. En la Argentina, considerando sus 183.475 médicos en actividad (al año 2020) el problema no parece ser, al menos por ahora, cuantitativo. Hay dos aspectos que resultan claramente alarmantes: la distribución geográfica de los médicos muestra importantes desequilibrios (cada año más concentrados en los grandes centros urbanos), la decisión de las últimas promociones de médicos jóvenes que optan, en un número creciente, no dedicarse a las especialidades englobadas dentro del concepto de atención primaria de la salud (APS).
Los datos oficiales nos indican que el 72 % de médicos de la Argentina está concentrado en 4 jurisdicciones: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Sta Fe. A mayor PBI jurisdiccional, mayor cantidad y densidad de profesionales. A ese desequilibrio geográfico se agrega otro dato preocupante desde la perspectiva de la salud pública: sólo el 27,6 % de los médicos de la Argentina ejerce alguna de las especialidades englobadas en la atención primaria de la salud (medicina general y/o medicina de familia; pediatría; clínica médica y toco-ginecología). Hay un indicador que refleja con contundencia una de las consecuencias de ese desequilibrio demográfico: a menor cantidad de médicos, principalmente de profesionales que se dedican a la atención primaria de la salud, se verifica una mayor tasa de mortalidad infantil. (Fuente: Silbermann P; Silbermann M. “¿ Cómo evolucionó la distribución de médicas y médicos especialistas en Argentina? Un análisis demográfico de la Profesión Médica al 2020″. Archivos de Medicina Familiar y General. Vol 19; N°3; 2022: 5-16.)
Entre 2014 y 2020 el porcentaje del total de médicos en la Argentina dedicados a la atención primaria de la salud muestra una disminución equivalente al 14,8 %. De los datos previamente analizados se desprenden dos conclusiones: una importante y constante “producción” de médicos no se traduce en una mejor distribución geográfica ni en un equilibrio racional entre los profesionales que se dedican a la atención primaria de la salud respecto al resto de las especialidades; por otra parte, el foco, como estrategia de Estado, debe estar puesto en generar las condiciones presupuestarias (un buen nivel de remuneraciones), aspectos estructurales (ámbitos de trabajo asistencial adecuados) y condiciones de calidad de vida para el núcleo familiar y de progreso profesional (posibilidad de perfeccionamiento continuo) que todo médico joven que se instale en el interior profundo de nuestro país merece. Es el Estado el que debe estimular la formación de los médicos recién egresados en las especialidades críticas mediante razonables incentivos económicos diferenciales tanto durante la residencia médica como luego en el ejercicio profesional.
Efectuando una proyección hacia el futuro, el problema que se puede agregar a este panorama es un decremento en la cantidad total de médicos debido a que la medicina comienza a no ser un objetivo atractivo (en términos económicos, de exigencia y de calidad de vida), para los jóvenes que egresan de la enseñanza media. El dato, por ahora sutil, es que la cantidad total de médicos en la Argentina creció entre 2014 y 2020 en un 9,25 % en tanto que la población en igual período lo hizo al 11,4 %. Una señal de alerta: la disminución de profesionales en especialidades clínicas críticas ya es claramente previsible en función de las vacantes de residencias médicas que están quedando sin cubrir en esas especialidades: clínica médica, medicina general y/o medicina de familia, pediatría, neonatología, terapia intensiva.
En un artículo publicado en estas páginas por quien suscribe, se propuso modificar el Plan de estudio de las carreras de medicina en nuestro país. El objetivo declarado (pero imperfectamente logrado) en los reglamentos de las facultades de medicina es generar el egreso de médicos generalistas. Para mejorar la formación de grado se propone incorporar en los últimos tres años de la carrera una modalidad de enseñanza y entrenamiento equivalente al de una residencia, en este caso, de médico generalista. Como un porcentaje importante de médicos que egresan de las facultades de Medicina está decidiendo, por múltiples motivos, no efectuar una residencia médica de posgrado, con esta propuesta lograríamos generar en nuestras facultades de Medicina médicos generalistas bien formados para cubrir las necesidades que reflejan los datos previamente detallados respecto a la atención primaria de la salud.
Las residencias médicas acreditadas articuladas con las carreras universitarias de médicos especialistas deberían ser el único camino para obtener el título habilitante para ejercer las diferentes especialidades médicas. La excepción sería el médico generalista que egresaría de las facultades de Medicina en caso de implementarse la modalidad propuesta de residencia de médico generalista durante los tres últimos años de los estudios de grado (u otra propuesta superadora). El título habilitante al egresar de la facultad sería sólo para ejercer como médico generalista.
Las universidades conjuntamente con las sociedades médicas científicas de las diferentes especialidades médicas –bajo la gobernanza del Ministerio de Salud de la Nación– son las instituciones idóneas para realizar las acreditaciones de las residencias médicas. Es inaceptable que existan residencias médicas sin acreditar (es decir, sin una auditoría de calidad).
Más allá de la discusión sobre el ingreso a las facultades de Medicina, sólo es admisible no poner el foco en el número de estudiantes si se aseguran los recursos docentes, presupuestarios y de estructura necesarios para garantizar la calidad de nuestros egresados. De lo contrario sólo seguiremos violando nuestro deber ético de ser garantes ante la sociedad respecto al nivel exigible en el cuidado de la salud.
-Roberto Borrone es Profesor adjunto de la cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA); doctor en Medicina (UBA).
“Persona o cosa injustamente postergada, despreciada”, es la definición del diccionario de la Real Academia Española respecto del término “cenicienta”. La consulta médica, verdadera cenicienta de la medicina, es la prestación de salud más desvalorizada tanto desde lo cultural como desde lo económico. Sin embargo, es imposible pensar en una medicina de calidad sin una consulta médica de calidad. La consulta médica es el escenario de la toma de decisiones y la instancia de mayor requerimiento intelectual para un correcto ejercicio de la medicina. Es, además, la oportunidad que tienen médico y paciente de forjar una relación, como lo expresara el maestro doctor Francisco Maglio, sustentada en el encuentro entre la confianza del paciente y la conciencia del médico. Escuchar al paciente, efectuar preguntas adecuadas (anamnesis), ejecutar un examen físico exhaustivo (semiología), inferir un diagnóstico de certeza o uno o más diagnósticos presuntivos, solicitar los estudios complementarios estrictamente necesarios para definir el diagnóstico, informar al paciente con un vocabulario comprensible, prescribir medicación si el cuadro clínico lo amerita y asentar todas estas acciones en una historia clínica minuciosa: estos son los componentes básicos de ese acto médico tan trascendente.
Es el momento del procesamiento intelectual de la información obtenida en la consulta y los eventuales estudios complementarios. Es la instancia en la que el criterio médico adquiere su máxima expresión. Sin embargo, otras prestaciones que requieren cierta aparatología médica son jerarquizadas cultural (y económicamente) claramente por encima de la consulta.
El tema que nos ocupa no es nuevo pero su agudización actual es alarmante. Karl Jaspers, médico psiquiatra y filósofo alemán, citado por el doctor José M. Ceriani Cernadas, expresó: “En la medicina moderna, todo parecería estar en el mejor de los órdenes, día a día se logran grandes resultados en muchos pacientes, pero lo asombroso es que, en los enfermos y en los médicos aumenta la insatisfacción”. Esto tiene una vigencia absoluta si observamos “el desencanto de la gente con una medicina que le ofrece una tecnología deslumbrante, pero que, al mismo tiempo se deshumaniza en proporción creciente”. (Ceriani Cernadas, J. M. “Los cambios en el ejercicio de la medicina” en ¿Por qué ser médico hoy? Libros del Zorzal, Buenos Aires 2009).
Con gran poder de síntesis, el doctor Carlos Gherardi, refiriéndose al escenario actual de la consulta médica, expresó: “En el mejor de los casos, la neutralidad afectiva cercana a la despersonalización y el automatismo suele ser lo habitual”.
Una consulta médica de calidad requiere por parte del médico cuatro condiciones básicas: conocimiento, “criterio médico”, empatía con el paciente y disponibilidad de tiempo. Ese tiempo sufre las consecuencias de la doble desvalorización previamente mencionada (cultural y económica). El reclamo más frecuente por parte de los pacientes es, precisamente, el escaso tiempo que le han dedicado, la escasa atención prestada a sus preocupaciones, el mínimo o nulo examen físico, la falta de contención y la limitada información que les han ofrecido. Definitivamente y, en general (siempre hay excepciones), es la era de los médicos sin tiempo para sus pacientes. Los consultorios se asimilan, cada vez más, a una cadena industrial de producción en serie. (Ver: https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=85881&uid=520577&fuente=inews)
En este punto del planteo, la pregunta que nos debemos formular es: ¿por qué el trabajo intelectual del médico ocupa un lugar tan postergado entre las prestaciones médicas? ¿Es un tema estrictamente económico, impuesto por los financiadores de la salud? ¿Es un tema cultural sustentado en el culto a la tecnología por encima de la tarea intelectual? La explicación economicista no se advierte muy sólida. De consultas extremadamente breves surge, en general, la solicitud de múltiples estudios complementarios (aumento de costos), muchos de los cuales se podrían evitar con una consulta de calidad. Otra consecuencia son las consultas reiteradas para una segunda o tercera opinión ante las dudas que le genera al paciente el advertir que no ha sido satisfactoriamente atendido. La desvalorización de la consulta médica generó el concepto de “medicina supermercadista”, consistente en agregar cada vez más consultas en la agenda médica como un intento de compensar con “cantidad” el menor honorario de cada consulta. El tema es que, a diferencia de lo que ocurre en el supermercado, aquí la cantidad invariablemente atenta contra la calidad. Una consulta médica deficiente puede comprometer el destino de un paciente haciéndole perder la chance de un oportuno tratamiento o sumergirlo en un peregrinar de consultas contradictorias y prestaciones médicas no adecuadas a su caso.
El recordado maestro doctor Alberto Agrest describió magistralmente esta problemática: “Las armas de los médicos frente a sus pacientes han sido, desde siempre, su tiempo y los recursos. Sus proporciones, sin embargo, han cambiado radicalmente. Hasta hace pocas décadas su tiempo era casi todo y los recursos eran escasos. El crecimiento logarítmico de los recursos técnicos y farmacológicos ha alterado la relación y el médico se ha hecho austero hasta la avaricia con el tiempo que siente propio y que se cotiza a precio vil, y se ha hecho pródigo hasta el despilfarro con el uso de recursos que considera ajenos e infinitos”.
La siguiente pregunta a formular es: ¿por qué los médicos no han logrado revertir esta situación? Su calidad de vida, su satisfacción profesional y su propia salud psicofísica requieren otro escenario. Los doctores Hurtado Hoyo, Galmés y colaboradores describieron en un artículo sobre “remuneraciones profesionales médicas” las consecuencias de la desvalorización del trabajo médico expresando que “el mantener una remuneración médica no adecuada repercute como un gran riesgo para la salud pública de la población, pues lleva irremediablemente a la ruptura de la relación médico-paciente y de la relación médico-institución; el médico no dispone del tiempo necesario para descansar ni para capacitarse; aumenta el error médico; induce al ejercicio de una medicina defensiva e innecesaria y a la insatisfacción profesional. Estos hechos influyen sin duda en el comportamiento ético dando origen a la deshumanización del ejercicio de la medicina. El peligro de las malas remuneraciones son las salidas erróneas o desvíos como respuesta defensiva de sobrevivencia equivocada” (Hurtado Hoyo, E.; Galmés, M. y col. Revista de la Asociación Médica Argentina, 2009; 122 -2-: 6-15).
Advierto un serio riesgo: que las nuevas generaciones de médicos consideren definitivamente la consulta médica como algo marginal, reemplazable con una lista de estudios diagnósticos. Son tiempos en los que insistentemente se habla de reformular el sistema de salud en la Argentina. Al respecto haría una observación básica: no hay sistema de salud bueno si no es bueno para los pacientes y para los médicos (extensivo a todo el equipo de salud). Urge jerarquizar la consulta médica. Ella es el acto médico fundamental y reconocer la importancia que tiene es esencial para lograr un sistema de salud racional.
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Roberto Borrone es Profesor adjunto de la Cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), doctor en Medicina (UBA).
Enfermedades hereditarias y Seguros de Vida
Por Martín Caicoya.
La estadística, como disciplina matemática, es relativamente reciente. Se desarrolló en el siglo XVII respondiendo a preguntas sobre probabilidades en juegos de azar y pronto se aplicó a los Seguros: en cuánto asegurar un cargamento marítimo. Para asegurar la vida, las compañías se dieron cuenta de que lo más importante era la edad del contratante. Así nacen los métodos actuariales de cálculo de expectativas de vida. Pero pronto los seguros aprendieron a afinar el riesgo mediante la inclusión en el cálculo de otros factores. Porque a lo largo del siglo XX se ha ido acumulando conocimiento cada vez más preciso sobre los efectos de ciertas exposiciones: tabaco, alcohol, peso, tensión arterial, colesterol, glucemia… entre otras.
La filosofía de un seguro es bien simple: hay un riesgo, una probabilidad de que algo ocurra, pero nadie sabe a quién le va a tocar ni cuándo. Un grupo de personas que sufren el riesgo deciden pagar por adelantado una cierta cantidad, de manera que si en uno de ellos se verifica esa probabilidad se compensan las pérdidas sufridas con el dinero de todos. A la hora de pagar la cuota, uno desea conjurarse con personas con un riesgo semejante. Por ejemplo, si se contrata un seguro por el que se recibe una cantidad por muerte prematura o invalidez, y en el grupo el 30% es fumador, el riesgo medio de grupo será más alto que si nadie fumara. La consecuencia es que habrá más víctimas, por tanto todos tienen que pagar más para afrontar esas situaciones: el 70% no fumador tiene que pagar en parte el exceso de riesgo de los fumadores. En seguros de vida, que no de salud, lo lógico es que sean sólo estos últimos los que paguen más. Y así se hace con el acuerdo de todos. Cuánto hacen pagar de más al fumador, al obeso o al hipertenso, dependerá de los cálculos que haga la compañía de seguros. El contratante rellena un cuestionario en el que declara sus riesgos y puede tener que someterse a un examen médico. Basado en ello la compañía le propone una póliza de vida que en principio no puede modificar porque se descubra otro riesgo que no se conocía.
La cuestión que se debate es si además de esos marcadores de salud como la edad, tabaco, colesterol, se deberían incluir los riesgos con los que uno nace: los genéticos. En muchos países está prohibido. Interesa preguntarse por qué. Porque el acceso a la información genética es cada vez más fácil y barata. De manera aparentemente contradictoria, ahora es correcto ajustar el riesgo por la historia familiar: si una mujer tiene la mala suerte de que su madre y su hermana hayan sufrido un cáncer de mama, la compañía puede poner una cuota más alta. Pero no le puede exigir que se haga un test para saber si alberga esas temibles mutaciones que se denominan BRCA iniciales de breast cancer. No quiere decir que vaya a sufrir el cáncer, pero casi la mitad lo tendrá frente a un 10% de la población general. Más determinante es la presencia del gen que produce la Corea de Huntington o el Insomnio Familiar Fatal, por mencionar sólo dos. Se heredan y aunque no todos los hijos tienen ese gen, el que lo tiene no se libra de la enfermedad: ¿debería pagar más por ese infortunio? Es una pregunta sobre la que debaten especialistas en ética y seguros.
Hay 14.000 tests genéticos y más de 4.000 enfermedades o trastornos en el registro de EE UU denominado National Institute of Health´s Genetic Testing Registry. La mayoría son asociaciones complejas, basadas en la coincidencia de muchos genes, más bien, formas de presentarse esos genes. Uno puede entretenerse en ver qué test puede hacerse para calcular sus riesgos en la página https://www.ncbi.nlm.nih.gov/gtr/
Imaginemos que se ha hecho sus test para algunas enfermedades que se predicen relativamente bien, son pocas, y que desgraciadamente sus genes son favorables al acontecimiento. Además de pasar un mal rato, decide callarse e ir a contratar un seguro para dejar lo mejor posible a sus deudos. Como no le pueden preguntar si tiene ese conocimiento, no está engañando pero se plantea un dilema moral.
La mayoría de las enfermedades con una dependencia genética tienen mucha más dependencia del medio. Pocos genes, como el de la Corea de Huntington, determinan inevitablemente la enfermedad e incluso en esos casos se puede retrasar su ejecución en un medio favorable. Supongamos que se identifica el gen o conjunto de ellos que confieren resistencia al cáncer de pulmón en fumadores. Pero no impide que sufra un infarto de miocardio o una bronquitis crónica o incluso otro cáncer. Más vale no fumar. Y si tuviera los genes que facilitan el cáncer por el tabaco, pues también es mejor no fumar.
Hay mucho y lógico interés en el examen genético para calcular riesgos, pero yo creo que excepto en raros casos, el conocimiento es todavía incompleto y puede no ser beneficioso.
Hipertensión: los diez mitos que atentan contra la salud del corazón
Por Fabiola Czubaj.
Que basta tomar agua para bajar la presión. Que el cuerpo nos pide «comer con sal». Que la presión alta aparece por los nervios. Que un cafecito está totalmente prohibido para los hipertensos. Que la actividad física puede provocar un ataque al corazón…
Nada de esto es así y forma parte de un arraigado decálogo de mitos de nuestra sociedad.
Este año, sin proponérselo, entidades médicas y otras organizaciones que se ocupan del cuidado del corazón relevaron estas creencias populares que se transmiten como consejos de entre casa, pero carecen de una explicación comprobada científicamente.
Cada uno en su especialidad, como la cardiología, la nefrología o la nutrición, estos grupos detectaron lo que consideran barreras que todavía perduran para prevenir o tratar efectivamente una enfermedad tan peligrosa como la hipertensión.
En la Argentina, las cifras hablan por sí solas. Uno de cada tres mayores de 18 años es hipertenso, y un estudio del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) reveló el año pasado que uno de cada cinco no tiene la presión controlada, es decir, por debajo de los 140-90 mmHg que registra el tensiómetro.
Todo eso, combinado con un consumo de sal aún muy por encima de lo que los riñones están preparados para eliminar, potencia el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular.
Por todo esto, la Sociedad Argentina de Hipertensión (SAHA), la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), el Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni), la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) y la Asociación Argentina de Nutricionistas y Dietistas (Aadynd) se lanzaron a reunir y actualizar esos falsos conceptos que la medicina ya no duda en erradicar.
Éstos son, de acuerdo con estos grupos, los diez mitos que lastiman el corazón y los especialistas los aclaran uno por uno:
1. Sé que tengo la presión alta cuando me duele la cabeza. La Sociedad Argentina de Hipertensión (SAHA) explicó que la cefalea, o dolor de cabeza, es un síntoma «inespecífico», es decir que puede aparecer por muchas causas. En la mayoría de los casos, la presión alta no da síntomas. Por eso, desde la entidad insisten en que la única manera de saber si la presión no está dentro del rango normal es tomarse la presión. «No espere a tener síntomas para tomarse la presión. Esperar lo que difícilmente se presente puede ser tarde», dijo el doctor Pablo Rodríguez, miembro de la entidad.
2. Mi presión (alta) es nerviosa. «Esto lo dice el 100% de los pacientes que llegan a la consulta. En realidad, subestiman un problema evitable, que es la principal causa de muerte», aseguró el doctor Guillermo Fábregues, presidente electo de la SAC, que se ocupó de este mito en la charla abierta para la comunidad en el último Congreso Argentino de Cardiología. En un experimento simple con dos pacientes en la sala de espera de un consultorio, explicó que después de un tiempo tendrá la presión más alta aquel con las paredes arteriales más rígidas (un efecto de la hipertensión). «No es el nerviosismo por la espera o enfrentar el guardapolvo blanco lo que le hizo subir la presión, sino el estado de su sistema circulatorio», precisó.
3. No puedo tomar café porque soy hipertenso. En dos cuestiones están de acuerdo los especialistas, ya sean cardiólogos o nefrólogos, que se dedican el manejo de la hipertensión: el consumo de café eleva de manera pasajera la presión, pero no está demostrado que su consumo moderado (menos de tres pocillos por día) provoque hipertensión. En el caso de los hipertensos, la SAHA aconseja que los que deseen seguir disfrutando de un cafecito o un cortado ingieran entre una y tres tazas diarias.
4. Si hago ejercicio me puede dar un ataque al corazón. La SAC detectó que los casos de muerte súbita en una maratón, en un gimnasio o una clase de educación física potencian la creencia de que el ejercicio es peligroso. El doctor Roberto Peidro, director del Consejo de Ergometría y Rehabilitación Cardiovascular de la entidad, insistió en los beneficios preventivos de la actividad física con una intensidad adecuada y sin olvidar el chequeo médico básico (examen y electrocardiograma). Indicó que el ejercicio reduce un 35-40% el riesgo de infarto en una década. «Los programas pueden iniciarse a cualquier edad, con las adaptaciones necesarias al estado físico actual de la persona. Tanto en hombres como en mujeres que caminan con regularidad cinco o seis días por semana, el riesgo de infarto y ACV disminuye un 35% luego de ocho o 10 años.» Recordó que una vez que el ejercicio se vuelve un hábito su efecto en la salud cardiovascular puede ser «similar o superior a muchos medicamentos. El problema es que requiere tiempo y voluntad».
5. Hay que tomar mucha agua para bajar la presión. La hidratación excesiva puede aumentar la presión sanguínea, pero «una buena hidratación favorece el desarrollo de varios procesos orgánicos. Tomar mucha agua hace bien, pero no influye en los valores de presión», comentó Rodríguez sobre este mito que identificaron los especialistas en hipertensión.
6. Cada vez que me tomo la presión es diferente. Es normal que varíe durante el día; influyen la actividad física, las emociones y hasta la temperatura. Suele ser más alta a la mañana y más baja al dormir. El hecho de tomarse la presión provoca un estado de alerta, al que el cuerpo reacciona con el aumento de la presión. Por eso, la SAHA aconseja repetir esa toma y descartar la primera. Si la presión es normal, se estabilizará en el segundo control. «La presión cambia cada vez que nuestro corazón late. Hay que consultar al médico si la mayoría de los valores (en los controles) superan 140/90 mmHg», precisaron a través de un comunicado desde la institución.
7. Para cuidar el corazón, hay que tomar agua baja en sodio. Más de mil mayores de 18 años la ubicaron entre los cinco mitos sobre el consumo de agua en una encuesta del Cesni, la SAN y la Aadynd. «La sal del agua no sube la presión», afirmó el doctor Ricardo Iglesias, ex presidente de la SAC, durante una conferencia de prensa conjunta. Paralelamente, 30 especialistas de la SAHA revisaron un centenar de investigaciones publicadas y fijaron posición sobre las aguas envasadas: «En su consumo habitual, el aporte de sodio no parece ser suficiente para provocar enfermedad cardiovascular ni hipertensión», resumió el doctor Felipe Inserra, coordinador general del documento presentado en el último Congreso Argentino de Hipertensión Arterial. Precisó que ese consumo aporta, en promedio, un 10% de los 5,5 g de sodio que la OMS recomienda ingerir por día. Aquí, un adulto consume unos 11,2 g diarios de sal; el 75-80% proviene de los alimentos procesados. Para el Código Alimentario Argentino, son aguas bajas en sodio las que en su etiqueta no indican más de 20 mg/l y son de alto contenido, si superan los 200 mg/l. Las que tienen entre 20 y 200 mg/l son de contenido intermedio.
8. Lo importante es tener la mínima controlada. Esta idea surgió hace tiempo, cuando la medicina aún desconocía la importancia de la presión sistólica o «máxima» y la presión diastólica o «mínima». La SAHA aclaró que el aumento de cualquiera de esos dos valores incrementa el riesgo cardiovascular. «Sin embargo, después de los 50 años, la presión máxima se relaciona más estrechamente con el riesgo cardiovascular», aclaró el doctor Rodríguez.
9. Mejor saltear/bajar la dosis del remedio para el colesterol porque tiene efectos secundarios. El doctor Carlos Tajer, presidente de la SAC, explicó que está muy instalado en la comunidad que el uso de esos fármacos, o estatinas, daña el hígado y los músculos. «Está demostrado que bajar el colesterol en los pacientes cardiovasculares o de alto riesgo prolonga la vida. Y hay que bajarlo mucho. Hay que llevar el colesterol malo, que en la población promedio es de 150, a 70 -indicó-. Se impuso la idea de que esos fármacos son tóxicos para introducir otro tipo de fármaco, y se hizo con mucha presión sobre los médicos con un mensaje que generó uno de los mitos en cardiología más fuertes, que mata.» Ante un dolor muscular, por ejemplo, los pacientes suspenden o saltean la toma. «En la dosis correcta, esas drogas bajan un 40% la mortalidad«, precisó. En el último Congreso Argentino de Cardiología, se mostró que los mejores estudios publicados revelan que estos medicamentos, indicados en los pacientes adecuados, dañan el hígado y los músculos tanto como un placebo. «El 90% de los pacientes abandona el tratamiento mucho antes del año, cuando se siente bien», dijo Fábregues.
10. Necesito ponerle más sal a la comida porque el cuerpo me lo pide. Además de mito, como la del ejercicio suele ser una excusa muy frecuente a la hora de agarrar el salero en la mesa y volcarlo sobre el plato sin siquiera haber probado un bocado. Por eso, siempre los especialistas recomiendan probar la comida antes de salarla. «La sal que el cuerpo necesita es la que está presente en forma natural en los alimentos que consumimos. Ni más ni menos«, aclaró Rodríguez.
El Home Office consiste en trabajar desde casa o en un sitio diferente a una oficina. Esta es una tendencia que ha crecido en los últimos años y ha traído muchas ventajas tanto a los empleados como a las empresas. Sin embargo existen algunos riesgos…
Kinesiólogos advierten que aumentan las consultas por lesiones causadas por el Teletrabajo
El cambio en las costumbres laborales se refleja en un incremento en las consultas por tendinitis, contracturas, miopías y problemas posturales
El Colegio de Kinesiólogos de la provincia de Buenos Aires (CoKiBA) aseguró que en el último tiempo aumentaron las consultas de pacientes por lesiones causadas por posturas, hábitos y uso de dispositivos electrónicos que se popularizaron con el teletrabajo.
El uso excesivo de dispositivos electrónicos genera cada vez más trastornos musculares y visuales y se refleja en un incremento en las consultas por tendinitis, contracturas, miopías y problemas posturales.
Los expertos coincidieron que las clases virtuales y las videollamadas aportaron una solución para continuar con las tareas educativas y laborales disminuyendo la circulación de personas, en los momentos más críticos de contagios del coronavirus, pero dejaron secuelas por el aumento del sedentarismo y la falta del mobiliario adecuado en las casas, lo que derivó en malos hábitos ergonómicos.
Al respecto, el Colegio de Kinesiólogos de la provincia de Buenos Aires (CoKiBA) indicó en un comunicado que en los últimos meses se incrementaron las visitas en consultorios y centros especializados de estudiantes adolescentes y adultos que trabajan muchas horas frente a una computadora ya sea en oficinas o bajo la modalidad home office.
Consecuencias del teletrabajo
«El exceso en la exposición a pantallas generó aumento de consultas por lesiones miotendinosas. Las contracturas y las tendinitis, estuvieron a la orden del día, por la excesiva exposición a dispositivos», aseguró Daniela Lilian Adamini, especialista en Osteopatía, Posturología y Entrenamiento Visual.
Las videollamadas y el uso de celulares en jóvenes y adolescentes está dejando secuelas en la salud
Un caso particular son los celulares que, según la licenciada en kinesiología, hucieron aumentar las rizartrosis del pulgar, tendinitis, cervicalgias y dorsalgias, además de las afecciones a la vista especialmente en niños, niñas y adolescentes.
«Son muy pocos los que usan el dispositivo correctamente acercándolo a la cara. Por el contrario, lo más común y claramente menos saludable, es ver como la cabeza se lleva en flexión para acercar la vista al celular, incrementando notablemente el peso que las cervicales deben soportar», explicó Adamini.
La profesional advirtió que en estos casos, «lo que comienza con una molestia por contractura y sobreuso muscular, si no es tratado a tiempo, se convierte en tendinitis, y, con el tiempo, el mal uso del cuerpo termina llevando a desgarros, por eso es importante la intervención temprana, no solo tratando el síntoma, sino la causa.»
Además, la disminución de la actividad física genera un incremento de lesiones vinculadas al sedentarismo, como el acortamientos de cadenas musculares o lumbalgias, y hasta fallas circulatorias, principalmente en miembros inferiores, cefaleas, y estreñimiento, añadió.
La falta de muebles ergonómicos para teletrabajo multiplicó las malas posturas
En el mismo sentido, la kinesióloga Claudia Páramo advirtió que el período prolongado de home-office impactó en los problemas musculares dado que la población no cuenta con muebles ergométricos en sus hogares.
«Es conveniente trabajar lo más relajadamente posible: sentarse con las rodillas, el tobillo y la cadera a 90 grados y los antebrazos apoyados», recomendó la especialista. «Los niños y jóvenes que un año y medio hicieron la escuela en una tableta o celular desde una cama, hicieron además poca actividad física. Los kinesiólogos tenemos mucho más trabajo debido a patologías cervicales o lumbares», sostuvo.
También Verónica Quintana, especialista en Posturología, dijo a Télam que «el encierro y el estar en casa tanto tiempo generó un sedentarismo en personas que antes hacía actividad física regularmente».
«La pandemia, además, generó disfunciones como el bruxismo y estrés en la sociedad, lo que también repercute en el tejido músculo esquelético. Por eso, nosotros recomendamos a nuestros pacientes pausas activas -no estar más de una hora sentados, sino que se levanten, se muevan, caminen y se estiren- y, sobre todo, que sepan que no hace falta acostumbrarse al dolor. Esas molestias tienen tratamiento», agregó.
El encontrar una justificación ante determinado comportamiento o actitud, que bien pudiese ser merecedor de algún tipo de reproche, es parte de la naturaleza humana, llenándonos muchas veces de excusas que pretendan solapar lo negativo de nuestros actos, pues bien, en algunas ocasiones, las consecuencias de esta permisividad que pretendemos ganar, puede servir erradamente de influencia para otros, dando origen así a patrones culturales que no sólo sean cuestionables por la moral, sino que difundan ideas que puedan realmente ser dañinas para el colectivo.
Este ha sido el caso que ha girado en torno a la marihuana durante los últimos años, haciendo crecer sobre el consumo de ésta, toda una serie de falsas justificaciones con la pretensión de ofrecerla como inocua y hasta beneficiosa, sin embargo, la cruda realidad está muy lejos de lo que se está manejando en la sociedad, y más aún entre los jóvenes, quienes incurren en el consumo de la marihuana fielmente convencidos de que les hará un bien.
Veamos entonces sólo un apartado de 10 crudas realidades que la mayoría desconoce, entre todos los daños reales que el consumo de la marihuana acarrea, no sólo para el consumidor, sino para quienes le rodean, e inclusive para aquellos que ni siquiera le conocen.
Realidad # 1
Hablando de inocencias, lo primero que debemos aclarar es que ninguna droga es más inocente que otra, no existe tal división entre drogas duras y blandas, eso sólo ha sido una mera especulación ya que el consumo de cualquier droga puede acarrear consecuencias y muy duras por demás. Los efectos del consumo de marihuana pueden variar entre las personas y en ocasiones con respuestas completamente inesperadas, por lo que su consumo jamás podrá garantizarse como seguro.
Realidad # 2
La falsa idea sobre que la marihuana no mata, se centra en el hecho de que no existe un riesgo real de muerte por sobredosis con su consumo, sin embargo, la alteración de la percepción y los reflejos, además de la conducta de quien está bajo los efectos de la marihuana, podrían resultar potencialmente mortales para otras personas, tal es el caso de los miles de accidentes anuales que ocurren como consecuencia de la imprudencia de manejar bajo los efectos de la marihuana, todos hacen campaña contra el alcohol y sus efectos, pero nadie habla con respecto a los mismos resultados por la marihuana.
Realidad # 3
Puedo dejarla cuando quiero. Pues crudamente no es así, muy por el contrario a lo que se justifica, la marihuana sí produce adicción y ésta no sólo tiene naturaleza psicológica, sino también química, de hecho, el Tetrahidrocannabinol (THC), su alcaloide base, tiene la capacidad de transformar la química cerebral al punto de producir su propio neurotransmisor asociado, el cual nunca dejará de estar latente por mucho que se haya dejado de consumir la marihuana, efecto que hasta ahora no se ha encontrado por parte de ningún otra droga.
Realidad # 4
Es un puente para las demás drogas. Eso es algo que debería estar más que claro. Estás justificando el consumo de una droga, da lo mismo si consumes cualquier otra, porque de todos modos te las arreglarás para justificarlo, ¿lo entiendes así o necesitas que sea más crudo? La marihuana sirve de potenciador neurológico para los efectos de otras drogas, incrementando así los niveles de adicción, y si consumes marihuana tendrás un mayor riesgo de pasar a consumir en algún momento cualquier otra droga, bien sea porque el entorno se hace más propicio para ello, o porque la propia insatisfacción te impulse hacia algo más fuerte. Por donde lo veas, no es más que una vil trampa.
Realidad # 5
Adiós al placer. El consumo frecuente de marihuana irá afectando a los niveles normales de dopamina, uno de los neurotransmisores más importantes para la regulación de la conducta y la atención y el principal responsable de las sensaciones de placer, el cual se ve progresivamente disminuido por la acción de la marihuana, reduciendo así el placer y estímulo que sientes, y eso se aplica en todas las áreas, inclusive el sexo.
Realidad # 6
¿Recuerdas que hablé sobre que afecta la atención? Pues bien, la marihuana altera de tal manera el funcionamiento del cerebro que conlleva a la pérdida de neuronas, afectando seriamente las actividades cognitivas y por ende tu capacidad para aprender y concentrarte, por lo que es enemiga número 1 de las personas que desean ser exitosas y brillantes.
Realidad # 7
Como si fuese poco lo descrito hasta ahora, otro crudo desenlace tras el consumo de la marihuana del que nadie habla es de los trastornos de personalidad que ésta genera, siendo un potencial desencadenante de episodios psicóticos y psicosis debido a la alteración no sólo de los neurotransmisores, sino también de los genes que les regulan.
Realidad # 8
Para que no puedas ni reproducirte. La marihuana es capaz de alterar la forma y la capacidad de movilidad de los espermatozoides, por lo que puede hacer que desarrolles infertilidad en muy poco tiempo, o peor aún que al procrear, el bebé desarrolle un sin número de problemas inmediatos o futuros, aún cuando la madre nunca hubiere consumido marihuana, por lo que los hombres deberán también considerar su consumo de marihuana como un factor de alto riesgo a la hora de desear concebir un hijo.
Riesgo # 9
La marihuana se ha impulsado legalmente tras un supuesto de propiedades medicinales para los pacientes con padecimientos crónicos del sistema respiratorio, hecho que hasta la actualidad no se ha podido comprobar científicamente, muy por el contrario, todos los estudios concluyentes han determinado que el consumo de la marihuana afecta negativamente al sistema respiratorio, irritando a los pulmones del mismo modo que lo hace el tabaco, sin dejar rastros de ningún tipo de beneficio, pero sí del incremento de condiciones para el desarrollo de múltiples infecciones y alteraciones en los tejidos.
Riesgo # 10
Los consumidores de marihuana suelen emplearla antes de tener relaciones sexuales. La alteración que la marihuana genera sobre el comportamiento y la percepción, puede hacer perder la noción de ciertos factores de responsabilidad, tal y como lo es la protección sexual, por lo que se convierte en un elemento de riesgo para el incremento de la transmisión de enfermedades sexuales.
Aún queda mucho por indagar en los múltiples estudios que se están realizando sobre la marihuana, sin embargo, los pocos recursos terapéuticos en los cuales se está viendo empleada han de mantenerse bajo la estricta vigilancia y prescripción de verdaderos profesionales, quienes cada día más están prescindiendo de su uso, por la consideración de los altos niveles de riesgo y efectos adversos que se están demostrando, lo cual tal vez en un tiempo no muy lejano conlleve hacia la verdadera concientización sobre el gran problema del consumo de la marihuana.
El 17 de mayo de cada año es el día mundial de la Hipertensión Arterial. Particularmente en este 2017, luego de que el año pasado conociéramos en el Congreso de la Sociedad Argentina de Cardiología los resultados del estudio poblacional RENATA-2, es bueno reflexionar sobre el rol que tenemos los cardiólogos en cuanto a la responsabilidad y el liderazgo que habitualmente nos adjudica la misma sociedad en su conjunto respecto de este tema.
hipertensión arterial
Este estudio realizado en conjunto desde la SAC, y desde la Federación Argentina Cardiología, mostró una realidad preocupante acerca de cómo avanza la epidemia de la enfermedad hipertensiva en la Argentina en los últimos años, y de los escasos logros que hemos podido conseguir en la última década. Por un lado, el conjunto de los médicos van incorporando el concepto de que la monoterapia no es efectiva en la gran mayoría de los pacientes hipertensos que consultan; aunque en el otro extremo, alrededor de 1 de cada 4 hipertensos jóvenes todavía no saben que padecen de esta enfermedad.
El RENATA-2 es un registro de prevalencia, conocimiento y control de la Hipertensión Arterial en la Argentina. Consistió en un relevamiento nacional llevado a cabo entre agosto de 2015 y marzo de 2016, en el que participaron individuos mayores de 18 años de 25 distritos de 18 provincias todo el país. Fueron encuestados 5.931 individuos que concurrieron a gestionar su DNI a las instalaciones del RENAPER (Registro Nacional de la Personas).
Respecto de 2008/2009 (de cuando data la primera edición del estudio, RENATA-1), la prevalencia de HTA aumentó un 8,5% (de 33,5% a 36,3%), el porcentaje de pacientes que desconoce que padece esta patología se incrementó un 4,3% (de 37,2% a 38,8%) y la cantidad de hipertensos que tienen controlada su enfermedad disminuyó un 8,7% (de 26,5% a 24,2%). La prevalencia actual de HTA en Argentina es del 36,3%, siendo significativamente mayor en hombres (43.67%) que en mujeres (30,39%). El 38,8% de los hipertensos (casi 4 de cada 10) desconocen su enfermedad, siendo este desconocimiento significativamente mayor en hombres (47,1%) que en mujeres (29,3%), y fundamentalmente en jóvenes. El 55,5% de los hipertensos están tratados farmacológicamente. El 24,2% del total de los pacientes hipertensos (conocidos y no conocidos) tiene la PA controlada, significativamente más las mujeres (33,0%) que los hombres (16,6%).El 50,4% de los hipertensos cumplen con el tratamiento y el buen cumplimiento se asoció a un mayor grado de control.
Desde la SAC, y a través de la actividad científica de sus Consejos, nos dedicamos a fomentar el uso de las herramientas diagnósticas disponibles, la interpretación clínica cardiovascular adecuada para cada paciente, y el manejo integral por el equipo de salud.
Desde la información adecuada y de calidad que brinda WikiCardio, hasta la confección de nuestros Consensos, la SAC se encuentra comprometida con la prevención y el manejo de la enfermedad hipertensiva, apoyando a todos los niveles de atención de la salud. Como cardiólogos, habitualmente recibimos a los pacientes complicados por la evolución de la enfermedad hipertensiva, con mayor complejidad y morbimortalidad que la que tiene el paciente hipertenso en estadios tempranos de la enfermedad. Sin embargo, cuanto mayor es el riesgo del paciente por la evolución en el tiempo, mayores son los beneficios del control adecuado de la presión arterial y de los demás factores de riesgo. En esta ecuación, la velocidad con la que el paciente logra el objetivo adecuado para controlar efectivamente la presión arterial, resulta tan relevante como las cifras de presión arterial alcanzadas.
Para poder hacer frente a la magnitud del problema epidemiológico de la hipertensión y sus complicaciones, sobre todo en términos de cardiopatía hipertensiva e insuficiencia cardiaca, accidentes cerebrovasculares y demencias vasculares, es necesario que desde nuestra posición frecuente de líderes de equipos de salud, trabajemos responsablemente utilizando la inmensa variedad disponible de herramientas diagnósticas y terapéuticas con las que contamos actualmente, para reducir esta epidemia y poder mostrar un resultado distinto, en que la mayoría de nuestros pacientes hipertensos se encuentren con un control adecuado, y poder asegurarles un pronóstico mejor que el que tienen en la actualidad.
—Alejandro Delucchi (2016) – Sebastián Obregón (2017). Directores del Consejo Argentino de Hipertensión Arterial de la Sociedad Argentina de Cardiología.
¿Cómo evitar que el cerebro envejezca demasiado rápido?
Por Inés Moreno González.
El cerebro es un órgano que, al igual que el resto de nuestro cuerpo, envejece con el paso de los años. Si todos deseamos mantenernos más jóvenes no es solo porque nos disgusten las arrugas, sino también para evitar las múltiples enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
Las previsiones indican que en el año 2050 un 25% de la población europea tendrá más de 65 años y el número de personas con más de 80 años se va a triplicar. Pero, ¿existe una fuente de la juventud para nuestro cerebro? Aunque posiblemente nada nos haga retroceder en el tiempo, podemos intentar envejecer de manera saludable y reducir el efecto que tiene el paso de los años.
¿Qué es el envejecimiento?
El envejecimiento podría definirse como el conjunto de cambios que ocurren con la edad y provocan una disminución de nuestras capacidades fisiológicas, motoras y cognitivas. El primario es gradual e inevitable y se produce a lo largo de nuestra vida. El secundario o prematuro, viene desencadenado por el padecimiento de ciertas enfermedades o el abuso de sustancias, y se puede prevenir.
La edad cronológica (la del certificado de nacimiento) indica el tiempo que ha transcurrido desde nuestro nacimiento. Sin embargo, existe también la edad fisiológica, que depende de la condición de nuestro organismo y puede ser menor a la cronológica (si nos cuidamos) o mayor (si tenemos malos hábitos).
El envejecimiento del cerebro
Con la edad, el tamaño del cerebro disminuye, perdemos neuronas y se altera la producción de hormonas y neurotransmisores. Sin embargo, el cambio más importante que se produce es la pérdida de muchas de las conexiones entre las neuronas, unas células de larga vida que no se dividen y, por lo tanto, difícilmente se regeneran.
Otra consecuencia del envejecimiento cerebral es la acumulación de proteínas en forma de agregados que tienden a depositarse tanto dentro como fuera de las neuronas. Esto puede desencadenar el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer o el párkinson.
Conviene aclarar que lo que comúnmente se denomina como demencia senil es un término obsoleto. El envejecimiento no implica necesariamente la aparición de una demencia o pérdida importante de memoria. Si existe una pérdida significativa de la capacidad de memoria y aprendizaje, estaría relacionada con una enfermedad específica y no con el envejecimiento normal del cerebro.
Medidas para frenar el envejecimiento
La dieta es esencial para envejecer de forma saludable. La más recomendada es la mediterránea, que brevemente implica un bajo consumo de carnes y aves de corral, un consumo de bajo a moderado de lácteos, una cantidad moderada de alcohol (vino) y grasas (aceite de oliva), y una alta ingesta de verduras, legumbres, frutas, cereales y pescado.
Se ha comprobado que la dieta mediterránea reduce el riesgo de padecer fallos cognitivos y enfermedades como el alzhéimer. Además, la restricción calórica o limitación de las calorías que ingerimos puede ayudar a retrasar el envejecimiento.
Además de cuidar lo que comemos, es recomendable dormir 8 horas al día. El mantenimiento de un buen ciclo vigilia-sueño es esencial para muchas funciones cerebrales, por ejemplo para la eliminación de las toxinas del cerebro que se han acumulado durante el día. Mientras dormimos, el espacio que existe entre las neuronas aumenta, facilitando su limpieza y buen funcionamiento. Por lo tanto, mantener un sueño reparador favorece un envejecimiento más saludable.
El ejercicio regular y la actividad física son claves para disminuir los efectos del envejecimiento. Estudios clínicos indican que el entrenamiento físico con intensidad moderada juega un papel neuroprotector, ralentizando la disminución del volumen del cerebro y mejorando su funcionamiento. Concretamente, el ejercicio aeróbico mejora la función cognitiva, no sólo durante el envejecimiento sino también en personas que sufren enfermedades neurodegenerativas.
Por otra parte, se ha comprobado que aquellas personas que poseen un nivel educativo más alto o que mantienen una cierta actividad intelectual –leer, estudiar o adquirir nuevas habilidades– tienen una menor predisposición a desarrollar demencia. La base de esta neuroprotección está asociada a la formación de nuevas conexiones entre las neuronas.
Otros hábitos saludables también pueden ayudarnos a evitar los efectos del envejecimiento prematuro. Sin ir más lejos, mientras que una ingesta abundante de alcohol corre el riesgo de inducir fallos cognitivos, otras bebidas alcohólicas pueden ser beneficiosas para mantener una buena salud mental . El vino, por ejemplo, tiene un alto contenido en polifenoles, que tienen acción antinflamatoria y antioxidante.
Definitivamente, el tabaco es un hábito que se debe evitar, ya que se ha relacionado con la aceleración del envejecimiento y la aparición de problemas cognitivos y demencia.
Tampoco hay que perder de vista los factores de riesgos relacionados con enfermedades crónicas altamente prevalentes en personas de avanzada edad. El mantenimiento de la actividad e integridad del cerebro dependen, en buena parte, de los vasos sanguíneos que mantienen una buena irrigación. La hipertensión, la aterosclerosis y los niveles elevados de colesterol incrementan las posibilidades de desarrollar fallos cognitivos, ictus y demencia.
A esto se suma que la diabetes y la obesidad afectan al metabolismo de la glucosa y generan resistencia a la insulina. Ambas alteraciones podrían provocar daños crónicos a las neuronas y acelerar el envejecimiento cerebral.
Los trastornos del estado de ánimo tampoco ayudan. La depresión es un desorden emocional muy común en personas mayores y es producida por un desequilibrio en los neurotransmisores, que son las moléculas que usan las neuronas para comunicarse. Este desajuste podría traducirse en un mal funcionamiento del cerebro a largo plazo, lo que aceleraría el envejecimiento cerebral.
En síntesis, la clave para mantener un cerebro sano y joven es la misma que para el resto del organismo. Es decir, hay que mantener una dieta sana, dormir las horas suficientes, evitar el consumo en exceso de alcohol, huir del tabaco y el estrés, realizar ejercicio moderado, y evitar el desarrollo de otras enfermedades o, al menos, mantenerlas bajo control.
Inés Moreno González, Profesora e Investigadora Ramón y Cajal en Enfermedades Neurodegenerativas, CIBERNED, IBIMA, Universidad de Málaga
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
#GanalealACV: conocé y compartí los síntomas de un ataque cerebral
Por Georgina Elustondo. 27/10/2016
El tiempo es clave. Y la manera de tener el tiempo a nuestro favor es conociendo los síntomas, esas señales de alerta que avisan qué rápidamente tenemos que acudir a una guardia neurológica. ¿Por qué? Porque de una rápida y certera intervención médica depende no sólo la salud de nuestro cerebro sino, también, en muchos casos, nuestra propia vida.
Podemos ganarle al ACV, podemos minimizar sus secuelas, podemos frenar sus daños. Depende en gran parte de nosotros: de la velocidad con la que nos pongamos en las manos médicas adecuadas.
Es el mensaje que busca transmitir la Fundación INECO con un video que todo el mundo debe ver. Con un mensaje sencillo y súper práctico, podemos saber detectar que nosotros o alguien cercano está teniendo un accidente cerebro vascular.
Para impulsar que la comunidad pueda aprender y reconocer los tres signos principales de alerta del ACV: habla (dificultad de poder decir una frase completa), brazos (al elevar los dos miembros superiores uno de ellos cae), y sonrisa (no se produce una simetría en la cara), convocaron a cuatro figuras públicas: Nora Cárpena, Juan Sebastián Verón, Peto Menahem y Alejandro Fantino, que invitan a la comunidad a participar de la campaña.
La propuesta de la Fundación INECO es viralizar este mensaje contando con tu compromiso. Te convocan a filmarte practicando lo que muestra el video y subiendo a las redes sociales tu propio video con estos hashtags: #HaBraSo #GanalealACV #FundaciónINECO.
“Filmate haciendo los tres signos de alarma: Habla, Brazos, Sonrisa (HaBraSo). Compartilo y desafiá a 3 amigos a que hagan lo mismo. De esa manera, pronto TODOS sabremos cómo detectar un ACV”.
Consultados por Buena Vibra, la Dra Jesica Ferrari, del Departamento de Neuropsiquiatría de INECO y el Dr. Máximo Zimerman, Jefe de la Clínica de Stroke de INECO, subrayan la importancia de prestar atención a los signos de alarma para detectar un ACV:
Presentación brusca de algunos de estos síntomas:
Debilidad brusca en un brazo, pierna o mitad de la cara. Es lo más frecuente. En general es de un solo lado.
Dificultad repentina para hablar, en la comprensión, en la expresión o en la articulación del lenguaje.
Pérdida súbita de la visión de un ojo, o limitación en el campo visual.
Dolor de cabeza intenso y no habitual (como un estallido) nunca antes percibido.
Dificultad para coordinar los movimientos, mareos, vértigo, dificultad para caminar.
Pérdida de conocimiento.
Si notamos que una persona tiene estos síntomas, hay que llamar de inmediato a una ambulancia y explicarle al que recibe el llamado que estamos con alguien que podría estar teniendo un ACV y contarle qué síntomas tiene
De este modo, si el médico de la ambulancia comprueba que el paciente clínicamente puede estar cursando un ACV, debe ser trasladado de forma inmediata a una Institución (sea pública o privada) que tenga unidad de cuidados vasculares cerebrales o que cuente con las herramientas diagnósticas y terapéuticas para atender a estos pacientes.