Claves para criar a un emprendedor

abril 16, 2014

Claves para criar a un emprendedor

Por Barbara Haislip

¿Cómo se puede preparar a los hijos para que se conviertan en empresarios?

La respuesta clásica, naturalmente, es animar a sus hijos a que monten un negocio pequeño, como vender dulces en el colegio, en vez de agobiarlo pidiendo dinero. Pero los emprendedores y educadores aseguran que la verdadera solución va más allá. Según ellos, hay una serie de características psicológicas que un emprendedor debe demostrar y los padres deberían ayudar a sus hijos a desarrollarlas a la mínima oportunidad.

He aquí un vistazo a esas cualidades y cómo cultivarlas.

Aventureros

Los padres deberían animar a sus hijos a explorar su entorno y no dejar que se conformen demasiado, aconseja Arthur Blank, cofundador de Home Depot Inc. Eso implica alentarlos a hacer preguntas constantemente y fomentar un intelecto inquieto. Por ejemplo, «cómpreles los juguetes adecuados, con los que los niños deben averiguar por sí mismos lo que deben hacer», recomienda. Y cuando vayan de vacaciones, «pruebe diferentes restaurantes fuera del tipo de comida al que están acostumbrados».

Pierre Omidyar, fundador de eBay Inc., está de acuerdo con que la exploración y la curiosidad son lecciones cruciales. «Nuestros hijos parecen prosperar en situaciones (…) que les permiten descubrir el mundo que les rodea en sus propios términos», señala.

Omidyar creció inmerso en una cultura francesa y persa gracias al origen de sus padres. «Exponerse a estas culturas y aprender sobre ellas me enseñó desde muy temprano que hay distintas maneras de pensar sobre cualquier situación y que no siempre hay que hacer las cosas como se han hecho siempre», dice.

Formales y estables

Pramodita Sharma, profesora visitante de Babson College y directora de un programa de la universidad centrado en los emprendimientos familiares, también alienta a los padres a ayudar a sus hijos a desarrollar la sed de conocimiento. Pero a eso añade otras cualidades que también considera importantes: a ser escrupulosos y a tener una estabilidad emocional.

Los padres deben insistir en que sus hijos completen tareas de alta calidad en los plazos prometidos, ya sean deberes, actividades extracurriculares o trabajos en la casa. Y los padres deberían dar ejemplo, demostrando control cuando las emociones se desbordan.

Observadores

Los padres deben ayudar a sus hijos a reconocer que su mundo está lleno de oportunidades de negocio y que identificarlas sólo requiere de observación atenta y creatividad.

Christine Poorman, directora ejecutiva de la oficina en Chicago de Network for Teaching Entrepreneurship, una red que ofrece cursos de emprendimiento para jóvenes, describe cómo en el programa se anima a los estudiantes a pasear por sus vecindarios y evaluar las necesidades empresariales. Una alumna concluyó que las tiendas de víveres y las ferreterías de su barrio no tenían suficiente presencia en línea, así que les creó logotipos y sitios web.

Según el magnate inmobiliario Sam Zell, un emprendedor «siempre ve problemas y luego soluciones».

A veces esos problemas no son tan obvios. «Cuando tenía 12 años, mis padres se mudaron de Chicago a un suburbio», recuerda Zell. «Cada día iba a la ciudad en tren después de la escuela para ir a mis clases de religión judía. Me di cuenta que debajo de las vías elevadas del tren vendían revistas Playboy. Las compraba a 50 centavos de dólar cada una y luego las llevaba a los suburbios donde se las vendía a mis amigos por US$3. Fue mi primera lección sobre la oferta y la demanda».

Buenos jugadores en equipo

Los deportes pueden ser una estupenda aula de clases para los valores de emprendedores. Blank, de Home Depot, dice que sus seis hijos, que han practicado una amplia variedad de deportes, tuvieron que aprender a lidiar con los obstáculos y a superar las derrotas. «Los deportes enseñan lo importante que es el trabajo en equipo. La semilla para la idea de Home Depot salió de mí y de Bernie (Marcus), pero también necesitamos que otras personas creyeran en el proyecto para entrar en juego».

Los proyectos solitarios también pueden inculcar buenos valores. Jim Koch, fundador de la cervecera Boston Beer Co., cree que su afición al montañismo se convirtió en un pilar en su carrera como empresario. «Los alpinistas se parecen mucho a los emprendedores. Están dispuestos a correr un riesgo y una vez ahí, se vuelven cuidadosos y tratan de reducir el peligro», explica Koch.

Dé el ejemplo

En última instancia, muchos empresarios aseguran que lo más valioso que se les puede enseñar a los hijos sobre emprendimiento es dando el ejemplo.

Blank asegura que sus padres fueron la mayor influencia a la hora de convertirse en un emprendedor. «Crecí con ejemplos de carne y hueso de emprendedores», recuerda. «Mi padre tenía 39 años cuando empezó un negocio de farmacia mayorista. Murió a los 44, cuando yo tenía 15 años. Mi madre, que entonces tenía 37, no tenía experiencia de negocios pero asumía riesgos a su manera. Expandió la empresa y luego la vendió a una firma más grande».
Fuente: The Wall Street Journal, junio 2011.

La Corte Suprema declaró inconstitucionales las retenciones aplicadas a una empresa

abril 15, 2014

La Corte Suprema declaró inconstitucionales las retenciones aplicadas a una empresa.
Por Silvana Boschi.

Buenos Aires – En un fallo que anuncia fuertes repercusiones, la Corte Suprema declaró inconstitucionales las retenciones aplicadas a una empresa pesquera. La decisión fue adoptada este mediodía en la causa «Camaronera Patagónica contra Ministerio de Economía y otros», y fue firmada por los jueces Ricardo Lorenzetti, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda, Eugenio Zaffaroni, Carmen Argibay y Enrique Petracchi.

El fallo permitirá a la empresa que acudió a la Corte obtener el reintegro de las retenciones aplicadas entre marzo y agosto de 2002, ya que luego hubo una ley del Congreso que ratificó esas retenciones. Si bien no significa un beneficio de manera inmediata para otras empresas en la misma situación, que están en juicio pero en instancias anteriores, constituye por parte de la Corte una reafirmación de la división de poderes, ya que el tribunal dejó claro que el Poder Ejecutivo no puede avanzar sobre una materia que la Constitución Nacional reservó en forma exclusiva al Congreso Nacional.

Todos los jueces coincidieron en que sólo el Congreso tiene facultades para fijar tributos, declarando la inconstitucionalidad de las resoluciones 11/02 y 150/02 del Ministerio de Economía, que habían aplicado esas retenciones con anterioridad la sanción de la ley. Esta decisión tiene implicancias institucionales en cuanto reafirma que «no hay tributo que no sea por ley», es decir, que no hay disposición del Poder Ejecutivo ni de la Afip que pueda imponer nuevos impuestos o retenciones.

El voto de la mayoría de los jueces (Lorenzetti, Fayt, Maqueda y Zaffaroni) declaran que la invalidez de la resolución -que estableció derechos de exportación, conocidos como «retenciones»- estaba limitada al lapso comprendido entre marzo y agosto de 2002, porque hubo una ley del Congreso que ratificó expresamente la legislación delegada. Los jueces Petracchi y Argibay, en cambio, no limitan los alcances de la inconstitucionalidad y no dan efectos a las leyes ratificatorias.

El voto de Lorenzetti, Fayt y Maqueda señaló que las retenciones son tributos y que, de acuerdo a los artículos 4°, 17 y 52 de la Constitución Nacional, sólo el Congreso de la Nación puede crearlos.

Destacaron que esa limitación es propia del régimen representativo y republicano de gobierno y que ninguna carga tributaria puede exigirse a las personas si no ha sido creada por el Poder Legislativo, único poder del Estado poseedor de esa atribución.

Fuente: La Nación, 15/04/14.

Murió el filósofo y semiólogo Eliseo Verón

abril 15, 2014

Murió el filósofo y semiólogo Eliseo Verón

El filósofo y semiólogo Eliseo Verón falleció hoy a los 78 años. Reconocido internacionalmente por sus trabajos en semiótica, comunicación y análisis del discurso, fue catedrático de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad de San Andrés.

Licenciado en filosofía, Verón obtuvo en los años 60 una beca para estudiar en el Laboratorio de Antropología Social del College de France junto con Claude Lévi-Strauss.

Al regresar a la Argentina, dirigió el Centro de Investigaciones Sociales del Instituto Di Tella y fue profesor del Departamento de Sociología de la UBA.

Referente académico

Verón es reconocido en el país y a nivel internacional como uno de los padres de la Semiótica por su teoría de la «semiosis social», que desarrolló luego de apartarse de la semiología saussuriana, hasta entonces más difundida en los estudios de la comunicación social.

En 1970, Verón obtuvo la beca Guggenheim y se radicó en Francia. Tras una carrera de más de dos décadas en el exterior, en 1995 regresó al país y se convirtió en catedrático de distintas universidades, además de trabajar como un reconocido consultor que contribuyó, por ejemplo, a redefinir el perfil del diario Clarín.

Referente obligado en las carreras de comunicación social, ha escrito muchos libros, entre los que se destacan «La semiosis social», «Construir el acontecimiento», «Conducta, estructura y comunicación», «El cuerpo de las imágenes» y «Perón o Muerte»

Fuente: La Nación, 15/04/14.

Eliseo Verón

Eliseo Verón

Cómo acomodar una empresa en su casa

abril 15, 2014

Cómo acomodar una empresa en su casa

Por Sarah E. Needleman

La casa estadounidense promedio tiene solamente cinco ambientes. ¿Dónde mete su compañía un emprendedor que trabaja desde su casa con todos sus recibos, facturas, muebles y artículos de oficina?

En general, quienes operan empresas desde su casa —y algo más de la mitad de los emprendedores estadounidenses lo hacen, de acuerdo con la Administración de Pequeñas Empresas— abren espacio adicional transformando sótanos, dormitorios de huéspedes o desvanes en oficinas, y los garajes, en depósitos.

Muchos dicen que mantienen objetos que son fundamentales o muy útiles, más que elegantes o decorativos. Y en algunos casos, invierten en tecnología compacta: laptops, impresoras y escáneres híbridos y otros aparatos que ocupan un espacio mínimo.

«Hay que pensar mucho», dice Mari Mihaly, autor de «Las 250 preguntas que cada persona auto-empleada debería hacerse». «Despejar la casa de desorden y quedarse realmente con lo necesario es fundamental».

Ciertamente, instalar una oficina en la casa que sea productiva exige algo más que solo una organización inteligente. También requiere evitar potenciales distracciones, como vecinos conversadores o mascotas curiosas, paisajistas ruidosos o escolares traviesos. Además, disciplinarse para evitar tentaciones como un programa de televisión atractivo o el aro de baloncesto del jardín.

Christine Perkett dirige PerkettPR, una empresa de relaciones públicas desde su casa en Marshfield, Massachusetts. Dice que los auriculares con un botón de «mudo» son una herramienta esencial para mantener alejados los ruidos que la distraen. «En verano, usted abre su ventana y el vecino comienza a cortar su césped y usted está en una llamada importante», dice. «Los niños de en frente tienen una piscina. Pasa un autobús o un camión de la basura. Puedo oír todo».

Incluso sus propios dos hijos pueden ser una distracción, agrega Perkett, y esa es la razón por la que emplea una niñera para que se ocupe de ellos cuando está trabajando. También insiste en que sus 20 empleados, que también trabajan desde sus casas, hagan algo parecido. «No se puede cuidar de un niño y trabajar productivamente al mismo tiempo», dice Perkett.

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1. CAMBIAR LA UTILIDAD DE ARMARIOS Y MUEBLES

Joyce Kane utiliza un ropero de un dormitorio y un armario para guardar los artículos de oficina, los ítems promocionales y el equipamiento que no usa regularmente para su negocio, una franquicia de asistencia virtual llamada Cybertary que opera en su casa de Pittsburgh. Para sacar el máximo rendimiento del ropero retiró una barra metálica que estaba destinada a colgar prendas de vestir y agregó estantes. «Habitualmente las empresas grandes tienen sus suministros de oficina en un área común», dice Kane, que emplea cuatro empleados independientes que también trabajan donde viven. «En una casa que es también oficina, uno tiene que tratar de encontrar espacio disponible. Es casi como si el mismo espacio tuviera múltiples tareas», dice.

2. DIGITALIZARSE

Alan Regala, un emprendedor que trabaja desde su casa en Seattle, solía llenar voluminosas cómodas de facturas, recibos y otros registros. Pero hace algunos años comenzó a escanearlos y guardarlos en su computadora, lo que le permite destruir las copias de papel y liberar de esa forma espacio. «Reduje ese espacio en 90%», dice Regala, dueño de una franquicia llamada ShelGenie, que vende e instala estanterías modulares. «Pasé de cuatro cómodas a una», dice. Aconseja respaldar regularmente la información, idealmente en un servidor «en la nube» para evitar pérdidas de información si su casa es dañada en un incendio, una inundación u otro evento destructivo.

3. PREPARAR UN PLAN DE CONTINUIDAD

Prepare una estrategia para trabajar remotamente para el caso de que tenga que evacuar súbitamente su casa, dice Perkett. Uno de sus empleados atravesó esa situación cuando súbitamente los exterminadores necesitaron fumigar su hogar. «No pudo trabajar desde su casa por tres o cuatro días. Mucha gente no piensa: ¿Dónde voy a trabajar y qué puedo llevarme conmigo? Uno tiene que tener una idea de adónde podría ir», dice Perkett. Recomienda arreglar todo con antelación para trabajar en la cocina de un vecino o mantener una lista de potenciales oficinas temporales, así como un espacio que pueda alquilar o incluso un café tranquilo con conexión Wi-Fi.

4. BLOQUEAR LAS DISTRACCIONES

Si Jason King no tuviera una sólida puerta que separa su oficina del resto de su casa en Odenton, Maryland, el emprendedor tendría dificultades para mantener su negocio, Accella LLC, un sitio web y firma de desarrollo de aplicaciones para teléfonos móviles con 16 empleados que también trabajan desde sus casas. «Tener una puerta en mi oficina es de enorme importancia», fundamentalmente porque tiene dos niños pequeños. «Si estuviera siempre abierta, sentirían la libertad de ir y venir como quisieran, y si fuera de vidrio estarían siempre sentados afuera mirando adentro», explica.

5. HACERLO PERSONAL

Un beneficio de manejar un negocio desde su casa es la oportunidad de diseñar su espacio de trabajo de acuerdo con su estilo personal. Terri Thornton, propietaria de Thornton Communications LLC en Decatur, Georgia, dice que los emprendedores deberían aprovechar esto porque puede hacer que un espacio atiborrado sea más cómodo para trabajar en él. Por ejemplo, se enorgullece de utilizar un escritorio de madera oscura con detalles tallados y con cerraduras de cobre. «Es un símbolo de que puedo trabajar de la forma que quiero, como contraposición a un ambiente estéril», dice Thornton, que, junto con su marido, provee servicios de relaciones públicas y comunicación a empresas medianas. «También es muy funcional. No renuncio a la practicidad», asegura.
Fuente: The Wall Street Journal, 2011.

Why it’s critical to monitor life insurance policy performance

abril 14, 2014

Why it’s critical to monitor life insurance policy performance.
By Henry Montag, E. Randolph Whitelaw.

Have you ever discovered a bank entry error in your checking account register, resulting in $100 or $1,000 less than what it should be? Imagine how much worse it would be if your client’s $1,000,000 life insurance policy’s death benefit was suddenly unavailable to a spouse or child due to a technicality. Unfortunately, as a result of sustained low interest rates over the last twenty years, as well as policy owner and trustee inattention to performance monitoring, approximately 35 percent of existing non-guaranteed life insurance contracts are expected to expire prior to an insured’s normal life expectancy.

Very few lay people and professionals are aware that their life insurance contracts can expire prior to their lifetime. Clients and trustees often incorrectly assume that either the agent or the insurance company is monitoring their contracts to make sure they will always remain in force, but that’s not true. As a matter of fact, it would be in the insurance company’s best financial interest if, after all those years of paying the premium, it became exorbitantly expensive to maintain the contract and the death benefit had to be reduced or the policy surrendered. According to Donald Walters, General Counsel for the Insurance Marketplace Standards Association, (IMSA), “While insurers have not publicized the issue, there is a growing concern in the industry about lapsing universal life policies.” Carriers and agents have no obligation to monitor policy performance relative to original performance expectations. Carriers are merely required to send a scheduled premium billing and an annual policy value statement. It is solely the responsibility of the policy owner to review the policy value statement and determine the needed premium adjustment to achieve originally illustrated policy values.

In August, 2012, the Office of the Comptroller of the Currency (OCC) issued revised guidelines which directs financial institutions serving as trustee of an insurance trust to treat life insurance as they would any other asset. This means life insurance, just like stocks, bonds and real estate, needs to be actively managed. Providing a policy performance evaluation and then monitoring it every 1-3 years, depending upon product type, is the only way to determine whether a life insurance contract issued in the 1980s is in danger of expiring prematurely. These universal life or variable universal life insurance contracts, unlike their more expensive whole life counterparts that have lifetime guarantees, are not guaranteed for a lifetime. This is because their performance was tied to an anticipated annual interest crediting rate, or an anticipated stock index performance, neither of which was guaranteed, and neither of which were achieved.

In the mid-1980s, when prevailing interest rates were as high as 18 percent and life insurance companies were crediting guaranteed policies much lower rates, thousands of astute policyholders switched the accumulated cash value in their whole life contracts into higher yielding bank deposit instruments.

In order to stop these outflows, the life insurance industry created a new product called universal life insurance.” These policies paid an interest rate based on prevailing market interest rates instead of a fixed rate, as had been the case in their traditional whole life contracts. If interest rates increased, then the scheduled premium could be decreased or remain unchanged for policy coverage to remain in force. What was not clearly understood, however, was that, if interest rates decreased, then the length of time the coverage would remain in force would consequently be reduced, or a greater annual premium deposit would be required in order to prevent an early expiration of coverage.

When universal life was first offered, agents and brokers would ask their clients how long they wished the coverage to remain in force. Clients would typically respond that they wanted the coverage to last until age 90–95. Next an interest rate assumption was made for the time period between the insured’s current age and this age 90–95 target in order to generate a computer illustration calculating the anticipated annual premium needed to keep the policy in force. However, this scheduled premium amount was not guaranteed.

While the introduction of this interest-sensitive product solved the outflow problem for the insurance industry, it has created other problems for policy owners in the last ten years due to policy owner misunderstandings and inattention. Few policy owners or “amateur” trustees understood that they carried performance risk. Moreover, they did not know which risks to monitor or have the tools to do so. As interest rates declined, they simply paid the scheduled premium, unaware that the policy would lapse much earlier than insured age 90-95 unless the scheduled premium amount was increased. This fact has created a crisis of lapsing policies that requires corrective action.

To avoid lapse risk, a policy performance evaluation of a universal life, variable universal life or indexed universal life contract should be independently conducted to determine, at a minimum, (1) the probability the current premium will sustain the policy to the insured’s life expectancy, (2) the insured’s age at policy lapse, (3) the competitiveness of the policy charge, and (4) the needed correcting premium to sustain the policy to the insured’s life expectancy. Inforce carrier illustrations disclaim predictive value. Hence, an actuarially certified evaluation should be obtained. Also, for older insureds, a life expectancy report should be considered so that the premium payment period is based upon the insured’s medical history and current medical condition.

The more advance notice an insured or trustee has about a potential premium shortfall, the less additional monies are needed to adjust the coverage back to its originally projected level. Since cost of insurance charges increase annually, annual performance monitoring and periodic premium adjustment avoids a lapse notice ‘surprise’ that requires a significantly higher premium to maintain the policy inforce.

Whether there was transparency and full disclosure in the initial marketing and ongoing annual policy statements for these products can be debated but performance risk rests with the policy owner. The combination of low interest rates and the fact that the octogenarian demographic is the fastest growing segment of the population has created a ticking time bomb for lapse. Corrective action is needed, and it can only be taken by the policy owner.

If the policy is owned in an irrevocable life insurance trust (ILIT), the trustee has the sole duty and responsibility to manage the trust asset. Inattention poses reputation and litigation risk for corporate trustees, and reputation risk for legal and tax advisors to amateur trustees, especially family members serving as an accommodation and relying solely upon these advisors for all trust administration functions. It is estimated that 90 percent of inforce Trust-Owned Life Insurance (TOLI) policies are administered by unskilled amateur trustees, meaning that credible professional assistance is needed to create a prudent and reasoned process that maximizes the probability of a favorable outcome to the trust estate.

In regard to corporate trustee duties, the OCC offers excellent prudent process guidance. For example, policy performance evaluation should examine the financial health of the issuing insurance company, and consider whether the policy is performing as illustrated. If the policy is underperforming, or if the policy can be improved upon, the fiduciary should consider replacement or remediation. If a trustee lacks the expertise to evaluate the premium adequacy risk or the contract’s appropriateness to fulfill the beneficiary’s objectives, the trustee has a duty to delegate and engage the necessary experts to make these determinations and assist in the suggested remediation steps.

In addition to regularly evaluating and monitoring a life insurance contract, individual policyholders should also consider the availability of newer products that were not available when the contracts were initially purchased. For example, a chronic care rider which first became available at the end of 2011, allows an individual to withdraw up to $116,000 tax free in 2013 (adjusted annually for inflation), from the death benefit of a life insurance contract to pay for qualifying long-term care expenses. There is no reason not to have this benefit available in any life insurance contract.

Finally, the need for inforce TOLI policy attention usually triggers uncertainties as to how to get started in implementing a prudent process. Establishment of an Investment Policy Statement (IPS) is just as important for life insurance as it is for fixed income and equity investments. An IPS should:

• Update death benefit requirements

• Summarize ILIT parties and their responsibilities

• Identify trustee risk management criteria

• Identify policy and product evaluation duties and how they will be provided

• Affirm beneficiary communication requirements

An Investment Policy Statement and credible inforce policy evaluation can help ensure the longer-term planning objectives of a policy owner as well as provide safeguards for the trustee. The tools for prudent and reasoned life insurance policy performance monitoring are readily available — they just need to be used.

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The authors raise the issue in this article that many flexible, non-guaranteed universal life insurance policies issued in the 1980s timeframe when interest rates were high are in danger of either lapsing or requiring a high premium to remain in force now that interest rates are at all-time lows.

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Source: LifeHealthPRO.com, April 11, 2014.

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Empresas de transportes blindados como vehículos de los NSMs para acceder al sistema bancario

abril 14, 2014

Empresas de transportes blindados como vehículos de los NSMs para acceder al sistema bancario.

Desde que en el año 2004 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos etiquetó a los negocios de servicios monetarios (NSM) como clientes de “Alto Riesgo”, los bancos de todo el mundo han establecido controles más rígidos sobre estos negocios y, en muchos casos, han decidido minimizar sus riesgos cancelando sus cuentas o no aceptando clientes nuevos de este sector.

Durante su participación en la 19° Conferencia Antilavado de Dinero de ACAMS/Moneylaundering.com, celebrada el pasado mes de marzo en Florida, un oficial de cumplimiento de un negocio de servicios monetario aseguró que su empresa está accediendo al sistema bancario estadounidense a través de las cuentas de una empresa de transporte blindado con la que mantienen un acuerdo.

Este no es un caso aislado, ya que desde hace años hay registros de esta alianza que le permite a las remesadoras, cambiadores de cheques, casas de cambio y otros negocios catalogados NSM, poder recibir dinero o hacer transacciones a través de las cuentas de las empresas blindadas.

Ya en el año 2003, la Red de Control de Crímenes Financieros de Estados Unidos (FinCEN, por sus iniciales en inglés), precisó que las empresas de transporte blindado que actuaran como “una forma alternativa para transferir dinero” debían ser consideradas un negocio de servicio monetario bajo la Ley de Secreto Bancario.

El riesgo asociado

“Estos acuerdos no necesariamente se traducen en problema de cumplimiento para los bancos. Cuando las empresas de automóviles blindados llevan a cabo controles de debida diligencia sobre los NSMs, los bancos pueden mantener esas cuentas sin arriesgarse ante los reguladores”, afirmó el consultor Jeff Sklar, director de la firma SHC Consulting Group.

Por su parte, Michael McDonald, otro de los expertos asistentes al evento de ACAMS, indicó que las empresas de vehículos blindados están siendo usadas “como un proveedor subterráneo de servicios monetarios”; sin embargo, “la mayoría de los bancos todavía no ven a las empresas de autos blindados como si son operadores o mantienen clientes NSM”.

Esta mecánica no deja de representar riesgos para el sector bancario. Algunas de las sanciones más importantes impuestas por el Departamento de Justicia y los reguladores estadounidenses han estado relacionadas al uso de empresas de transportes blindados para burlar los controles antilavado de las instituciones bancarias.

Este tipo de metodología fue detectada en casos como las sanciones impuestas al Wachovia Bank, al Unión Bank y al Zions Bank. Incluso la elevada sanción de US$ 1.900 millones contra el HSBC Bank USA se produjo en parte porque los carteles de drogas utilizaron cuentas de empresas de vehículos blindados para depositar dinero procedente del narcotráfico en el sistema bancario estadounidense.

Fuente: LavadoDinero.com, 14/04/14.


Los Peruanos invierten solo 5% de su presupuesto en Seguros de Vida

abril 14, 2014

Los Peruanos invierten solo 5% de su presupuesto en Seguros de Vida.

Piura – Los peruanos invierten solo el 5% de su presupuesto familiar en contratar seguros de vida, parciales o completos, frente a un 15 % que se invierte en otros países de Latinoamérica, como Chile por ejemplo, según lo aseguró la mañana de ayer el gerente de Renta Vitalicia de La Positiva Vida, Raúl Fermes. El gerente manifestó que tras el crecimiento económico del Perú, los peruanos muestran un interés cada vez mayor en los seguros de salud y vida; y en mejorar sus pensiones, pero lamentó la falta de información disponible para ellos.

“El Seguro de Vida ha pasado de una necesidad 7 a 5 dentro de la canasta familiar. Ahora se destinan mayores ingresos, sobre todo se debe generar conciencia en personas que empiezan la etapa familiar”, comentó Fermes.

Resaltó la importancia de los seguros y la cantidad de productos disponibles para cada persona, de acuerdo a sus necesidades.

Fuente: 14/04/14.

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La industria brasileña, rumbo a la reconversión

abril 13, 2014

La industria brasileña, rumbo a la reconversión.
Por Jorge Castro.

El núcleo de los acontecimientos mundiales en los últimos diez años es el traslado del eje de la acumulación global de los países avanzados a los emergentes. Esta transferencia en lo esencial se ha completado, a partir del momento en que China, tras haberse convertido en la primera potencia manufacturera y comercial, ha comenzado a crecer sobre la base del consumo doméstico y no más a través del auge extraordinario de sus exportaciones, como hizo en los 30 años previos.

Significa que el capitalismo ha concluido, a partir de la crisis global 2008-2009, el mayor giro estratégico de su historia, desde la Revolución Industrial desatada en Gran Bretaña en 1780. Pero el futuro no ha esperado, y se ha volcado súbitamente sobre el presente. Esta es la época de la instantaneidad, no la del dominio del tiempo o la del control del espacio.

Por eso ha emergido en los países avanzados (EE.UU./Alemania/Reino Unido) una nueva revolución industrial. El resultado es que el eje de la acumulación global, tras haber arribado recientemente a los países emergentes, retorna ahora al mundo avanzado y establece una nueva división internacional del trabajo, en la que las reglas de juego –productividad/competencia/innovación– las fijan los países que fueron la cuna del capitalismo industrial, no sus herederos periféricos.

En el nuevo sistema, la manufactura está completamente digitalizada y el factor crucial de acumulación no es ni el capital ni el trabajo, sino la “inteligencia colectiva”, que es la síntesis de todos los conocimientos de la humanidad multiplicada por el incesante aumento de los protagonistas.

Esta situación presenta un desafío existencial para los países emergentes dotados de una amplia estructura industrial, que poseen un rico acerbo de cultura y habilidades manufactureras, como Brasil y la Argentina.

Es imposible desarrollar la manufactura brasileña y argentina sobre la base de extrapolar lo realizado en los últimos diez años.

No es cuestión de grado, sino de naturaleza.

En la etapa de sustitución de importaciones (ISI), el desacople entre producción nacional y extranjera no era obstáculo para la expansión de la industria. La nueva revolución industrial impide hoy mantener esa disparidad estructural.

La aceptación de las nuevas reglas de competitividad se transforma en requisito de sobrevivencia.

Brasil no puede eludir el nuevo marco de lo posible e imposible.

Sus costos de producción son 2 y 3 veces los de sus competidores y la productividad manufacturera se incrementa 1% por año, o menos. Por eso, la industria brasileña pierde posiciones incluso en el mercado doméstico y disminuye cada vez más su capacidad exportadora (62% de las exportaciones fueron materias primas en 2013); y la apreciación del real ha adquirido un carácter estructural debido a la baja tasa de ahorro interno (14% del PBI), con la consiguiente dependencia de los flujos del capital extranjero.

La industria argentina se caracteriza por su condición desarticulada y heterogénea, con bolsones de productividad hondamente diferenciados y aislados entre sí. En ella ha surgido un sector exportador de capital nacional y extranjero que es responsable de 30% de las ventas externas; y en este núcleo de avanzada, tres grandes firmas de capital nacional se han convertido en protagonistas de primera línea de la economía mundial.

Lo esencial de la industria argentina es la aparición de un nuevo agro completamente desruralizado, cuyo nivel de productividad está entre los dos primeros del mundo. Brasil y la Argentina enfrentan un desafío de 5/10 años de vigencia temporal para reconvertir sus industrias en los términos de la nueva revolución industrial. Si no lo hacen, o fracasan al hacerlo, emergerán como lo que son -la principal plataforma de producción de proteínas del siglo XXI-, pero ajenos y pasivos frente al nuevo núcleo central de productividad e innovación del siglo XXI.

Fuente: Clarín, 13/04/14.

Jorge Castro

El pesimismo estructural subestima al ser humano

abril 13, 2014

El pesimismo estructural subestima al ser humano.
Por Juan Carlos de Pablo.

En el siglo XIX, Thomas Carlyle calificó a la economía como «ciencia lúgubre». Cada tanto aparecen sombríos pronósticos sobre la evolución económica a largo plazo. ¿Qué dice la historia respecto de este tema?

Para saber más sobre esto conversé con el norteamericano David Saúl Landes (1924-2013), quien en 1969 publicó Prometeo desencadenado: cambio tecnológico y desarrollo industrial en Europa Occidental a partir de 1750, un análisis muy documentado y muy bien presentado, del cual concluyó: «La Revolución Industrial constituyó un punto de inflexión en la historia de la humanidad. El nivel de vida del inglés de 1750 estaba más cerca del de los legionarios de César, que del de sus bisnietos. La clave estuvo en la sucesión interrelacionada de cambios tecnológicos: sustitución de la mano de obra por la máquina, energía a partir de fuentes no sanguíneas y notable mejora en conseguir y procesar materias primas. La disciplina de la fábrica también fue importante. Desde la Revolución Industrial el cambio tecnológico es acumulativo y autosustentable, y sus repercusiones se sienten en todas las facetas de la vida diaria. La Revolución Industrial generó dolorosos cambios en la estructura de poder, pero sobre todo movilidad social».

David Ricardo, Thomas Robert Malthus y el Club de Roma pronosticaron el final del crecimiento a largo plazo y la llegada del temible estado estacionario. En tanto que Karl Heinrich Marx y Joseph Allois Schumpeter pronosticaron la desaparición del capitalismo. ¿En qué se basaron?

-Ricardo, en la ley de los rendimientos marginales decrecientes; Malthus, en la explosión demográfica; el Club de Roma, en el agotamiento de los recursos no renovables. Marx pronosticó que el capitalismo se transformaría en socialismo por sus contradicciones internas, Schumpeter porque desaparecerían las pautas de conducta que lo hicieron prosperar.

-Todos se equivocaron.

-Así es, gracias a Dios. Tanto Ricardo como Malthus efectuaron recomendaciones para zafar del problema (el libre comercio y el aumento de la edad del matrimonio, respectivamente).

El primero subestimó el cambio tecnológico; el segundo, la influencia que la mejora en el ingreso y la incorporación de la mujer a la fuerza laboral tendrían sobre la tasa de crecimiento poblacional. De haberse cumplido la conjetura planteada por el Club de Roma a comienzos de la década de 1970, hace tiempo que se habrían agotado las existencias de aluminio, cobre, gas natural, oro y petróleo.

Quizá valga la pena prestarles atención a los escritos de Marx y Schumpeter, pero no precisamente como pronosticadores.

-¿Cómo se explica tanta equivocación?

-A propósito del Club de Roma, Wilfred Beckerman afirmó: «Es totalmente cierto que si la demanda de un recurso crece de manera exponencial, y su oferta es limitada, algún día desaparecerá su demanda excedente. Pero esto fue así desde el comienzo de la humanidad, y no impidió el crecimiento desde la época de Pericles, cuando también se podría haber planteado un enfoque de crecimiento exponencial. Claro que sería una catástrofe si algún recurso desapareciera de la noche a la mañana, pero esto sólo ocurre en la ciencia ficción. En la realidad aparecen los incentivos a explorar, reciclar y usar sustitutos», cuando la creciente escasez se manifiesta en el correspondiente aumento del precio relativo.

-Pero seguimos insistiendo.

-Efectivamente. En 2012, Robert James Gordon sugirió que el crecimiento verificado en los últimos 250 años fue un episodio único e irrepetible, y por ende reaparecerá el estancamiento secular. A la luz de los antecedentes no hay que adoptar decisiones sobre la base de esta hipótesis.

-Así de simple.

-Lo que estoy diciendo no es aritmética, como lo sugieren los modelos más simples de crecimiento a largo plazo. La historia enseña que si los precios relativos señalan la escasez, los seres humanos utilizamos nuestra inteligencia para buscar sustitutos, tanto desde el punto de vista de la oferta como del de la demanda. Los pesimistas subestiman a los seres humanos.

-Don David, muchas gracias.

Fuente: La Nación, 13/04/14.

Juan Carlos de Pablo

Juan Carlos de Pablo

Lecciones para el inversor irracional

abril 13, 2014

Lecciones para el inversionista irracional

Por Dyan Machan

Más de un cuarto de siglo después de sufrir un accidente, Dan Ariely, de 44 años, profesor de la universidad de Duke, todavía tiene problemas para escribir en una computadora. En un laboratorio de Israel, donde creció, estaba parado al lado de una llama de magnesio cuando ésta explotó, lo que le produjo quemaduras en más de 70% del cuerpo y dejó su mano derecha permanentemente desfigurada. Su larga y dolorosa recuperación le dio tiempo para observar y pensar sobre los factores que impulsan la conducta humana, por ejemplo, sobre las razones por las que las enfermeras retiran las vendas de la forma más dolorosa posible y sobre los motivos por los que la gente se equivoca cuando se trata de invertir. «Tengo una manera diferente de mirar el mundo», dice. Se interesó particularmente por las áreas en las que la gente repite errores, sin que al parecer aprenda de sus experiencias. Parecía tan… irracional.

A partir de esa experiencia surgió una carrera en la cual Ariely ha dedicado su mente lógica a analizar la conducta ilógica, asumiendo un papel de liderazgo en uno de los nichos más fascinantes del mundo de la inversión. Aunque el suyo no es un nombre conocido, ha transformado su experiencia en dos doctorados (uno en Psicología, otro en Negocios), dos libros muy vendidos (de no ficción) y una segunda carrera como conferencista, ya sea para reuniones de la elite empresarial en el Foro Económico Mundial o para emprendedores a la moda que participan en Burning Man (una reunión anual de grupos alternativos que se lleva a cabo en Nevada). Se ha transformado en el más accesible y ubicuo expositor de las finanzas conductuales, una mezcla de psicología y economía que busca explicar lo inexplicable, porque nuestra arrogancia, temores y reacciones precipitadas siguen haciendo que los mercados financieros se salgan de su curso. «Es el conjunto de trabajo más importante para influir nuestra comprensión de las finanzas desde la moderna teoría de las carteras», dice entusiasmado Allan Roth, planificador financiero y blogger cuya firma, Wealth Logic, gestiona más de US$1.000 millones.

En los últimos años, el interés en esta rama de la investigación en finanzas ha crecido en forma sostenida: es igualmente valiosa para los retirados que tienen que decidir si se aferran a sus dividendos o si arriesgan sus ahorros en el mercado de divisas, hasta para el administrador de fondos que está teniendo buenos resultados en un año malo y la empresa de corretaje que está rediseñando sus cuentas de retiro. Y recientemente, por supuesto, la bolsa ha dado a los economistas que estudian las conductas más sobre lo que pensar, a medida que los inversionistas comunes y los de Wall Street empujan las acciones para arriba y para abajo en reacción a las crisis en Japón y Medio Oriente. Para Ariely, cuando usted compra una acción «todo lo que debería contar es si usted piensa que la compañía va a crecer». Pero lo que sus audiencias de inversionistas valoran es su conocimiento de la constante pugna de emociones. «Deberíamos estar ayudando a los inversionistas a superar sus sesgos emocionales», dice Mark Jamison, ejecutivo de Capital One que ha implementado ideas de Ariely tanto en su actual trabajo como en uno anterior en la empresa de corretaje Charles Schwab. «Cuando las instituciones financieras grandes entiendan qué profundo llegan esos sesgos, todos se volcarán a esto», consideró.

El peso académico de expertos como Ariely, prolífico colaborador de publicaciones académicas, ha venido creciendo desde que Daniel Kahneman, economista conductual de Princeton, ganó el premio Nobel en 2002. (Otros dos premiados con el Nobel han elogiado mucho el primer libro de Ariely, así como muchos presidentes ejecutivos). Pero el más notable éxito de Ariely proviene de ser la persona que puede hablar de toda esa investigación en lenguaje comprensible y en videos entretenidos en los que anuncia que se va poner, digamos, un caftán púrpura o disfrazarse de abeja. La pregunta que incluso los admiradores de Ariely se plantean es: ¿este don para llegar a las audiencias equivale a una estrategia coherente para los inversionistas y los consumidores? (Ariely dice que está más interesado en hacer que la gente sea consciente de sus puntos débiles más que en escribir una guía sobre cómo hacer las cosas). Algunos críticos sostienen que es demasiado pesimista respecto a la capacidad de la gente de aprender de los errores. A esto Ariely responde que el optimismo respecto a cualquier aspecto del proceso de toma de decisiones de los seres humanos, incluyendo los vinculados a las inversiones, es –lo adivinó—, irracional. «Desde una perspectiva financiera quiero ser la persona objetiva en una sociedad de gente abiertamente optimista», explica.

En la economía tradicional, los mercados y las personas que participan en ellos son racionales y los compradores y vendedores toman decisiones bien informadas movidas por las leyes de la oferta y la demanda. En el papel, las reglas de ese sistema funcionan elegantemente. El problema es que el mundo real tiende a ignorarlas; un siglo de burbujas y pánicos ha demostrado que la emoción y la ignorancia siempre pueden vencer a la razón y al cálculo. A partir de la década de los 80, los economistas que analizan las conductas humanas se abocaron a determinar si el impacto de los impulsos humanos podía ser calculado, si la gente puede, como dice el título del libro de Ariely, ser «predeciblemente irracional». Resulta que sí puede medirse y que sí somos «predeciblemente irracionales». Las mayores conclusiones de los investigadores incluyen demostrar la persistencia de «la aversión a las pérdidas», lo que muestra que el deseo de minimizar el dolor de perder dinero lleva a la gente a olvidarse de las pérdidas y sobredimensionar sus propios éxitos. (De hecho, repetidos estudios han mostrado que la mayoría de nosotros piensa que somos inversionistas por encima del promedio). Imbuidos de una confianza excesiva, los inversionistas compran acciones cuando están muy altas, convencidos de que van a subir más aún; contactan a administradores de fondos que están en racha ganadora, convencidos de que esa racha se explica por la habilidad y no por la suerte y luego venden acciones cuando se hunden, lo más rápido que pueden para olvidarse del doloroso pasado.

Los economistas conductuales frecuentemente señalan que los humanos no están tan condicionados biológicamente como para ser inteligentes con su dinero; después de todo, la habilidad financiera no era crucial para la supervivencia del hombre de las cavernas. Por su parte, la industria de los servicios financieros ha tomado elementos de estas investigaciones para salvar a los inversionistas de sus peores impulsos cavernícolas con algo de éxito. Los fondos mutuos que permanentemente distribuyen los fondos de los inversionistas entre acciones, bonos y otros activos fueron diseñados, en parte, para evitar que los inversionistas constantemente muevan su dinero para llevarlo a los títulos que están teniendo un desempeño bueno. Han sido rápidamente adoptados por casas de corretaje e inversionistas por igual y han acumulado US$367.000 millones en activos hasta la fecha, lo que representa un incremento de 39% con respecto a un año atrás. Y más corredores y asesores están exhortando a sus clientes a redactar declaraciones en las que especifican sus objetivos de inversión y luego les piden a sus clientes que los vuelvan a leer cuando sus reacciones emocionales a los titulares de los medios los tientan a hacer una movida riesgosa.

Todo esto está muy lejos de lo que Ariely pensaba que iba a ser su vida en sus días universitarios. Pero empezó a interesarse en los procesos de toma de decisiones financieras durante su época estudiantil, dice, cuando trabajó en un estudio sobre lo que los accionistas llaman «anclaje». A los estudiantes de la escuela de negocios se les pidió que escribieran los últimos dos dígitos de sus números de Seguro Social de Estados Unidos como si fuera el precio junto a varios artículos no relacionados entre sí (libros, chocolate, teclados de computadoras). Después se les pidió a los mismos estudiantes que ofertaran por los mismos productos, al estilo de eBay, y aquellos que tenían números de seguridad social más altos habitualmente recibían ofertas más altas. Para Ariely, fue una epifanía. Los consumidores podían atar sus decisiones a precios que no tienen nada que ver con el valor subyacente de lo que compraban. «La oferta y la demanda realmente no jugaban. Es verdaderamente irracional», dice Ariely.

Más recientemente, el trabajo de Ariely lo llevó donde hay más dinero en juego, al lugar donde se cruzan la industria de los servicios financieros y sus consumidores. En un momento en que los bancos y los operadores han transformado las transacciones gratuitas en pilares de sus estrategias de marketing, la investigación de Ariely mostró que las ofertas gratis tienden a atraer a los usuarios a negocios que en conjunto son peores para ellos. Y en 2008, justo cuando prácticas cuestionables en Wall Street comenzaban a hacer caer a la economía, difundió un trabajo respecto a la infidelidad. Resulta que la mayoría de la gente se siente cómoda con una dosis moderada de infidelidad. Si existen los incentivos, pueden torcer las reglas y seguirse considerando «buenas personas». Esa es una razón por la cual Ariely está decepcionado pero no sorprendido por el hecho de que las altas bonificaciones están de vuelta en el mundo financiero. «Si le pago a la gente US$5 millones para que vea los valores respaldados por hipotecas como un buen producto, la mayoría de la gente va a creer que esos papeles son buenos», dice Ariely.

La idea de que la gente es irracional se ha transformado desde entonces en la carta de presentación de Ariely. (Firma sus correos electrónicos, «Irracionalmente suyo»). A los ojos de algunos economistas, esa tesis es una exageración. Incluso muchos expertos conductuales tienden a creer que las personas son racionales con tendencias a cometer errores comprensibles. Los inversionistas que toman medidas imprudentes son «personas inteligentes que resbalaron con una cáscara de banana», argumenta Meir Statman, autor y profesor de finanzas de la Universidad de Santa Clara que ha trabajado extensamente en el campo de la conducta, y llamarla irracional implica que no puede aprender de esos errores. Ariely dice que no ve el asunto tan en blanco y negro. Las personas no pueden ser adiestradas para dejar de ser irracionales, pero pueden encontrar formas de controlar la irracionalidad. Por eso es que es muy partidario de las listas, los recordatorios y otras herramientas para tomar decisiones vinculadas con dinero. Su trabajo como consultor lo ha llevado a trabajar con Intuit, la compañía creadora de software de gestión financiera Quicken.

Cuando nos reunimos con Ariely para tomar un café en el hotel Four Season de Silicon Valley, no estaba con su alocado ánimo no conformista, aunque más tarde se pondría unas zapatillas naranjas cuando se dirigió a un grupo de administradores de fondos de cobertura. Nos dijo que había estado recibiendo enojadas llamadas telefónicas de dentistas, luego de decir por NPR, la radio pública de EE.UU., que tenían incentivos para hacer empastes cuando no son necesarios. Pero no se caracteriza a sí mismo como un exaltado defensor de los derechos de los consumidores. «No me gusta molestar a la gente. Me veo a mí mismo como un mensajero de los datos», dice. De hecho, es el tipo de persona que puede realizar una crítica sin sonar demasiado duro. Puede fríamente analizar las técnicas y las comisiones que cobran los planificadores financieros y puede dar un afable discurso de despedida a la Asociación de Planificación Financiera. Ariely les ha dado las riendas de sus propias inversiones a figuras destacadas. Durante la crisis financiera de 2008, se encontró a sí mismo tentado a vender sus acciones y sus inversiones en fondos mutuos, presa del pánico. En cambio, deliberadamente escribió la contraseña de su cuenta en forma incorrecta varias veces para que temporalmente bloqueara su acceso. El principio que estaba intentando seguir: opere con lo que sea bueno para el futuro, más que llevado por un momento emocional. Meses más tarde contrató a un asesor financiero. «Eliminó la carga emocional», explica.

Sin embargo, no terminó con su escepticismo. Los administradores de fondos no han tenido un gran desempeño últimamente: solamente 36% de los fondos mutuos de gran capitalización de Estados Unidos tuvieron un desempeño mejor que el índice Standard & Poor’s 500 en 2010, de acuerdo con Morgingstar. Pero los inversionistas están programados para confiar en las autoridades, dice Ariely, por lo que terminan teniendo un desempeño inferior al promedio, y pagando las comisiones más altas asociadas con la administración activa de fondos. Incluso la comisión de 1% anual cobrada por muchos asesores independientes le parece fuera de proporciones a Ariely, que siente que los planificadores financieros habitualmente no lo merecen a menos que se involucren muy profundamente en todos los aspectos del proceso de toma de decisiones de sus clientes.

En esto también, dice Ariely, los consumidores tienen parte de culpa. Somos más tolerantes a las comisiones basadas en porcentajes de lo que somos a que se nos cobre una cantidad específica en dólares. Nos enojamos, por ejemplo, cuando estamos en la gasolinera y vemos subir los números. Pensemos cómo las cosas podrían ser diferentes, propone Ariely, si todas las mañanas tuviéramos que firmar un cheque por US$30 para el administrador de nuestras inversiones. «Eso haría que nos enojáramos porque se vería igual a lo que pasa en la gasolinera», considera. Eso también podría hacer que los inversionistas exigiesen más de sus planificadores, algo que Ariely dice que enfatizó en una reciente charla con un grupo de ellos. (Richard Salmen, ex presidente de la Asociación de Planificación Financiera, dice que en algunos casos, una comisión de 1% representa un descuento sobre lo que un inversionista estaría pagando para administrar su propio dinero y agrega que el valor de la relación entre un cliente y su asesor «es difícil de cuantificar»).

Si Ariely manejase el mundo: ¿cómo se comportarían los asesores? Para comenzar, los alentaría a aproximarse a la planificación de los retiros de una manera más matizada, no tratándolos tanto como si fueran una carrera hacia una cifra mágica. Dice que no le gustan las fórmulas que utilizan muchos asesores para calcular lo que alguien cobrará cuando se jubile. «Entran cinco cifras y luego le dicen a uno lo que necesita para ahorrar US$4,5 millones», dice. «¿Qué hago si solamente llego a los US$2 millones? ¿Qué sacrificios debo hacer para el futuro? ¿Cómo postergo parte de mi calidad de vida para más adelante?», dice. Le gustaría ver a la industria financiera haciendo más para ayudar a las personas a prepararse para las consecuencias reales de sus opciones económicas, en parte mediante su cuantificación. «Si se compra un auto, está dejando de lado 700 cafés con leche, tres vacaciones y algunos libros», hace notar.

Pero como admite Ariely, esos cálculos parecen simples para alguien no entendido que no está en medio de las cosas. (No es casualidad que un grupo de investigaciones que ayudó a fundar se llame Centro para una Retrospectiva Avanzada). Se lo conoce por haber gastado un chiste a visitantes desprevenidos, colocándoles un aparatito en los ojales de sus camisas. A menos que usted sepa cómo hacerlo, es sumamente difícil de quitárselo de encima. Una vez que se da cuenta como quitárselo parece trivialmente fácil. Como dice Ariely: «es la maldición del conocimiento».
Fuente: The Wall Street Journal, 26/05/11.

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