Cómo disfrutar del trabajo y no morir en el intento

abril 1, 2025 · Imprimir este artículo

Por Gustavo Ibáñez Padilla.

«Elige un trabajo que te guste y no trabajarás ni un día de tu vida», dijo Confucio. Fácil de decir, difícil de aplicar cuando la alarma suena a las 6:30 a.m. y el café apenas logra abrirnos los ojos. Sin embargo, el trabajo no tiene por qué ser una condena diaria. De hecho, aprender a disfrutarlo puede marcar la diferencia entre una existencia gris y una llena de satisfacciones.

Pero, ¿es posible encontrar alegría en la rutina laboral? La ciencia, la economía y el management dicen que sí. Así que, si la mañana se presenta con la tentación de apagar el despertador y seguir durmiendo, aquí van algunas estrategias para reencontrarse con el placer de trabajar (sin necesidad de ganar la Lotería).

1. La tríada del disfrute laboral: pasión, talento y sentido

Tal Ben-Shahar, profesor de Harvard y experto en psicología positiva, plantea que la felicidad en el trabajo surge en la intersección de tres factores: la pasión por lo que hacemos, la competencia para hacerlo bien y un propósito que vaya más allá del dinero. Si falta uno de estos elementos, es probable que la rutina laboral se convierta en una carga.

Steve Jobs también lo tenía claro: «La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces». Pero si el amor no es inmediato, hay maneras de cultivar el interés: aprender nuevas habilidades, encontrar desafíos que despierten curiosidad o buscar conexiones entre lo que hacemos y cómo impacta en otros.

2. Trabajar con amigos

El economista y premio Nobel Daniel Kahneman descubrió que la gente no necesariamente se queja del trabajo en sí, sino de los jefes, los colegas o la cultura laboral. Un estudio de Gallup revela que las personas que tienen amigos en el trabajo son siete veces más propensas a estar comprometidas con su empleo. En otras palabras, el ambiente pesa tanto como la tarea misma.

Empresas como Google han entendido esto e invierten en crear espacios donde la interacción social sea parte de la jornada. No se trata sólo de oficinas con futbolines y snacks gratis, sino de fomentar una cultura de colaboración y apoyo mutuo.

3. Flexibilidad: el santo grial del bienestar laboral

El teletrabajo, las jornadas reducidas y los horarios flexibles han demostrado ser clave en la satisfacción laboral. Un estudio de la Universidad de Stanford reveló que los empleados que trabajan desde casa son un 13% más productivos y reportan mayor felicidad. Sin embargo, como advirtió Marissa Mayer cuando prohibió el teletrabajo en Yahoo!, la interacción cara a cara sigue siendo vital para la innovación y el sentido de comunidad.

Quizá la solución no esté en elegir entre la oficina y la casa, sino en combinar ambos mundos para aprovechar sus ventajas.

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4. Pausas, desconexión y ocio

Ferris Jabr, editora de Scientific American Mind, argumenta que trabajar sin descanso es una receta segura para el agotamiento. En cambio, las pausas activas, la meditación y el simple hecho de alejarse de la pantalla por unos minutos pueden aumentar la creatividad y el rendimiento.

Empresas en Alemania y Francia han ido más allá, imponiendo «curfews digitales» que impiden a los empleados recibir correos fuera del horario laboral. Una política que no solo protege el bienestar, sino que reduce el estrés y mejora la calidad del trabajo.

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5. Redefinir el éxito

A veces, el problema no es el trabajo, sino las expectativas. La sociedad suele asociar éxito con cargos, dinero o reconocimiento. Sin embargo, hay quienes encuentran verdadera satisfacción en hacer bien su trabajo, sin necesidad de un ascenso cada dos años.

La economista Esther Duflo, ganadora del Nobel, sostiene que «las pequeñas acciones pueden generar cambios enormes». Encontrar placer en la maestría de una tarea, en el impacto positivo en otros o en el simple hecho de resolver problemas puede ser suficiente para transformar la percepción del trabajo.

El trabajo como aliado, no enemigo

El trabajo ocupa una parte considerable de nuestra vida, por lo que aprender a disfrutarlo es más que un capricho: es una estrategia de bienestar. Ya sea cultivando interés, rodeándose de buenos compañeros, buscando flexibilidad, priorizando el descanso o redefiniendo el éxito, hay muchas maneras de hacer que la jornada laboral sea más placentera.

Al final, quizás Dilbert tenía razón en su cinismo, pero también lo tenía Albert Schweitzer cuando dijo: «El éxito no es la clave de la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si amas lo que haces, tendrás éxito».

Fuente: Ediciones EP, 01/04/25.


Más información:

El Trabajo ideal


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