La relación entre la Casa Rosada y el Banco Central

diciembre 15, 2017 · Imprimir este artículo

Tensión entre la Casa Rosada y el BCRA por los efectos de las tasas altas en la economía

Al cumplirse dos años de su gestión, el presidente de la entidad, Federico Sturzenegger, reconoció tácitamente la situación e hizo una férrea defensa de su estrategia.

Por Javier Blanco.
"La desinflación apalanca el crecimiento", insistió Sturzenegger
«La desinflación apalanca el crecimiento», insistió Sturzenegger.
. 

El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger , realizó ayer una encendida defensa del torniquete monetario que aplica a la economía en un intento de evitar que los últimos aumentos tarifarios dispuestos por el Gobierno disparen una nueva y generalizada escalada de precios. El mensaje no pareció destinado a ganar el consenso público, sino a refutar las críticas que esta política comenzó a recibir desde la propia Casa Rosada.

BCRAEl funcionario, que se mostró particularmente locuaz, apeló a un decálogo para instalar la idea de que la política de desinflación que ensaya sigue aportando resultados -aunque en la calle se sientan poco- y repetir que sus beneficios son los que pueden asegurar «un proceso de crecimiento sustentable a largo plazo», aunque haya que pagar costos en el camino.

De esta manera, concedió por primera vez que la política de altas tasas de interés que propicia puede tener un costo en el nivel de actividad, como ya prevé el mercado al proyectar (según el último REM) una desaceleración del 1 al 0,7% mensual en la tasa de crecimiento para los primeros meses de 2018.

Sin embargo, rechazó la idea de que pueda poner en riesgo la etapa de expansión. «Por el contrario, si logramos la baja de inflación ganaremos el primer reaseguro para garantizar el crecimiento», insistió.

Sturzenegger aprovechó una convocatoria a la prensa, al cumplir dos años de gestión, para responder las reiteradas críticas que lo tienen por destinatario con origen en la Jefatura de Gabinete. Así le concedió entidad a un conflicto político hasta aquí acotado y que comienza a crispar los nervios de los agentes económicos tanto o más que la puja que el Gobierno libra para tratar de imponer sus reformas. No es para menos: enfrenta a dos de los funcionarios que más poder de convencimiento tienen sobre el presidente Macri desde que asumió. Y uno de ellos (Marcos Peña) viene fortalecido por el respaldo que recibió tras el triunfo de Cambiemos en la últimas legislativas.

-¿Cómo se siente ahora al recibir «fuego amigo»?, quiso saber LA NACIONapenas Sturzenegger llegó al Museo Histórico y Numismático del BCRA, a espaldas del tradicional edificio del ente monetario. Sonrió e hizo una pausa antes de responder.

Foto: LA NACION

«Hace tiempo, hablando con mi par del Banco Central de Turquía, me contó que días después de que subió las tasas en ese país el presidente [Recep Tayyip] Erdogan, en un acto público, criticó esa decisión aludiendo a los h. de p. del Banco Central…¡En Turquía!. Son cosas que pasan…», describió.

Erdogan es un dirigente visto hasta hace años como fiable, democrático y moderado, pero hoy es evaluado como un tirano populista por la prensa occidental. La alusión revela que se siente acechado.

Voces quejosas

Las críticas a la política de altas tasas y astringencia monetaria están referidas al impacto que pueden tener sobre la tasa de actividad.

Lectura recomendada:  Argentina: se redujo un 30% el déficit fiscal primario

Se vienen repitiendo en los últimos dos años, aunque la diferencia es que antes provenían de opositores o miembros del elenco gubernamental que resultarían luego eyectados (como el ex ministro Alfonso Prat-Gay) y ahora las repiten y hacen propias figuras de peso del oficialismo, aunque instalándolas de manera oficiosa.

La ofensiva apunta a que el BCRA revea sus metas de inflación por otras algo más laxas que -a su vez-le permitan ser menos restrictivo desde lo monetario y financiero.

Pero Sturzenegger mostró ayer que planea resistir y aferrarse a su receta, de la que se muestra además convencido. Siente que la recuperación que ensayó la economía sostenidamente en los últimos trimestres (con tasas altas desde marzo) lo avala, aunque hay economistas que creen que el efecto bien puede no ser el mismo cuando lo que se intenta ahora es entrar en una etapa de expansión.

El decálogo que leyó ante los periodistas lo demuestra. Dijo que:

El proceso de desinflación de la economía está muy consolidado y «sin apelar a los falsos atajos del pasado: sin recurrir al atraso de tarifas [en todo caso, lo contrario], con tipo de cambio y precios libres».

Las expectativas de inflación para 2018 son las más bajas desde 2009 y las del año siguiente orillan un dígito. Están sólidamente ancladas.

3Eso ayudó a una formidable expansión del crédito: hipotecarios, prendarios, personales y corporativos crecieron al 91, 70, 59 y 51% interanual, respectivamente, a noviembre.

La desinflación apalanca el crecimiento. La economía lleva ya seis trimestres en alza y a un ritmo del 4% anualizado porque la desinflación se lleva muy bien con la reactivación.

5 Fue la política monetaria la que logró la desinflación por haber aumentado este año su sesgo restrictivo.

Esa desinflación se logró sin atrasar el tipo de cambio, que se ha movido con total flexibilidad.

El tipo de cambio flotante fue un poderoso antídoto contra los flujos de capitales de corto plazo. Tomando 2016 y 2017 hasta noviembre, a través de la cuenta corriente y la cuenta capital ingresaron US$ 310.000 millones de dólares brutos y sólo US$ 11.000 millones fueron inversiones de portafolio.

La política monetaria está coordinada con la fiscal porque las metas de inflación fueron establecidas en forma consistente con las transferencias previstas al Tesoro.

El aumento en el stock de Lebac se explica por la compra esterilizada de reservas, que ya supera los US$ 30.000 millones, por lo que vemos un BCRA batiendo sucesivamente récords de reservas».

10 El decálogo cerró con una aclaración. «Hace una semanas dije que la Argentina en unos cuatro o cinco años tendría una inflación «normal», que hoy en el mundo es del 2% anual, pero lo interpretaron como una claudicación en la lucha contra la inflación, pensando que esto demoraba nuestro objetivo de llegar a un dígito. Esa interpretación muestra qué tan desconectados hemos quedado del mundo», se quejó.

Fuente: La Nación, 15/12/17.


Vincúlese a nuestras Redes Sociales:

Google+      LinkedIn      YouTube      Facebook      Twitter


.

.

Comentarios

Algo para decir?

Usted debe estar logueado para escribir un comentario.