La revolución robótica

diciembre 6, 2015 · Imprimir este artículo

La revolución industrial robótica

La industria alemana invierte US$280.000 millones para lograr la digitalización completa de la manufactura.

Por Jorge Castro.

La revolución industrial robótica

La Escuela de Economía de Londres (LSE) estima, sobre la base del estudio de 14 industrias manufactureras en 17 países avanzados, que el incremento del uso de robots por hora trabajada ha aumentado 150% anual entre 1993 y 2007, y ha elevado la productividad 0,37 puntos porcentuales (p.p.) en relación al alza del PBI industrial por año, lo que representa 1/3 de la expansión del producto.

Esto implica una contribución de 0,36 puntos porcentuales al auge de la productividad del trabajo, que equivale a una sexta parte del alza de la productividad de todos los factores (PTF).

También se asimila al alza de la productividad lograda por la implantación de la Máquina a vapor entre 1820 y 1890 (0,37 p.p. / año); y equivale al aumento de la eficacia productiva obtenido por la construcción de los Ferrocarriles transcontinentales de EE.UU. en el siglo XIX. Esto sucede cuando la robotización abarca 2% del stock de capital de los países avanzados y sólo cubre 10% de las tareas laborales. LSE advierte que la robotización representaría 15% del stock de capital en 2025 y que cubrirá para entonces el 25% del total de las tareas.

Estas tendencias equivalen a una nueva revolución industrial, con un alza de la productividad de 3% anual en una década. Pero la digitalización completa de la manufactura y los servicios –nueva revolución industrial– es el resultado de la convergencia de 11 innovaciones, entre las cuales la robotización, en una perspectiva de mediano/largo plazo, probablemente no sea la más importante.

robot 01En el caso de Alemania, la nueva revolución industrial acarrea ganancias de productividad de 5%/8% en 10 años, acompañada por recortes de los costos manufactureros entre US$100.000 millones y US$180.000 millones en ese período, con un incremento del PBI de 1% por año. La industria alemana necesita invertir para este cambio histórico US$ 280.000 millones en el próximo lustro.

El caso chino muestra otros rasgos. El mercado robótico crece 53% por año y representa 25% de la demanda global. Esto significa que el nivel de robotización de la República Popular es el triple de Japón y el doble de Corea del Sur (n° 1 y n°2 del ranking global). Pero el nivel de intensidad robótica de China es el más bajo entre los 5 principales países (tiene 30 robots cada 10.000 trabajadores), mientras que la proporción en Corea del Sur es 15 veces superior y en Japón, 11 veces.

La intensidad robótica depende de la correlativa disminución del nivel de precios. En 2008 se requerían 11,8 años de utilización para recuperar la inversión realizada, y se necesitan ahora 1,7 años, que disminuirían a 1,3 años en 2016, para derrumbarse luego a 6 meses o menos en 2020.

La necesidad impulsa la robotización en China. El nivel de ganancias manufactureras es hoy inferior a la tasa de interés que se debe afrontar por la deuda corporativa (US$1,8 billones de deuda vs. US$1,05 billones de ganancias).

McKinsey sostiene que la nueva revolución industrial puede provocar una caída de los costos de producción entre US$18 billones y US$33 billones en una década; y crearía la fuerza de trabajo más productiva de la historia del capitalismo, con ganancias de productividad que llegarían a ser hasta 6 veces superiores a las fijadas por la “Ley de Moore” (la información procesada se duplica cada 18 meses y los costos caen a la mitad).

La esencia del capitalismo no es el capital sino el trabajo; y la fuerza de trabajo pierde toda forma directa y material en la nueva revolución industrial, convirtiéndose en “inteligencia colectiva”, una potencia puramente abstracta y universal.

En este nuevo mundo productivo, los robots son lo de menos. Lo decisivo es la extraordinaria inteligencia humana imbuida en ellos.

Fuente: Clarín, 06/12/15.

freelance trabajo 3.0 ep click

 

.

Comentarios

Algo para decir?

Usted debe estar logueado para escribir un comentario.