El Trabajo ideal

febrero 8, 2022

En busca del Trabajo ideal

¿La Búsqueda del trabajo ideal es una utopía? ¿El Trabajo ideal existe o uno debe crearlo? ¿Odio o Amo mi Trabajo?

Las respuestas que demos a estas preguntas forjarán el futuro de nuestras vidas. Conviene entonces tomar un tiempo de reflexión antes de responderlas y luego meditar a fondo sobre las conclusiones que obtengamos.

Para colaborar en este análisis aquí van diversos artículos que hemos publicado en esta web sobre estos trascendentes temas:

Nuevas formas de trabajar en la empresa del futuro

trabajo ideal 01¿Debería renunciar a mi trabajo?

The New Dream Jobs

Generación Ego: Trabajar sin jefes

Nómades digitales: Trabajar con independencia

¿Qué es un Networker?

¿Cambios en la jornada laboral?

trabajando en la playa 04Cómo acomodar una empresa en su casa

El Futuro del Trabajo Hoy

El impacto del estrés en la salud

Las ventajas del Network Marketing

Nuevas formas de trabajar en la empresa del futuro

trabajo de oficina rutinario 01Trabajo en el siglo XXI

Cómo obtener lo mejor del Tele-Trabajo

El Futuro ya está aquí

Los peligros de apoltronarse en el trabajo

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Conviene preguntarse…

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Teletrabajo: Cómo agregar valor

junio 27, 2018

Teletrabajo como propuesta que agrega valor a la empresa

Por Fabio Boggino.

Todo proceso revolucionario lleva en sus raíces una gran fuerza transformadora. Mientras que la Revolución Francesa gestó el fin de la monarquía absoluta en 1789, el boom industrial de entre fines del siglo XVIII y principios del XIX alteró por completo los sistemas de producción.

teletrabajo 20En la última parte del siglo XX, otro cimbronazo puso en jaque el orden existente. Con el auge de Internet florecieron una infinidad de nuevos hábitos de comunicación entre las personas. El crecimiento exponencial de la tecnología permitió el desarrollo de una aldea virtual omnipresente. Redes sociales, celulares inteligentes, mensajes instantáneos y conexiones Wi-Fi surgieron por doquier. Todo cambió, una vez más. La relación hombre trabajo no fue la excepción.

Internet comenzó como una herramienta de corto alcance y con el paso de los años borró cualquier límite imaginado. En este contexto, el trabajo fuera del ámbito de la oficina pasó de ser un sueño de ciencia ficción a una práctica instalada en organizaciones de todo el mundo. La tendencia fue consolidándose como una alternativa interesante de numerosas ventajas para sus beneficiarios e impulsores.

teletrabajo 19El teletrabajo, una forma distinta de organizar el trabajo de manera remota, se convirtió en una práctica habitual. ¿Por qué? La respuesta es tan simple como profunda: porque hace felices a las personas. El psicólogo estadounidense Abraham Maslow decía que las necesidades de seguridad (empleo, recursos, moral, familiar, salud, etcétera) se ubican en la base de nuestra pirámide motivacional. Es de esperar, entonces, que las personas busquemos hacer aquello que nos gusta, del modo que nos apetezca. El teletrabajo es un camino que va en esa dirección. Así de sencillo.

Sin embargo, la escalada del home office no puede atribuirse exclusivamente a las posibilidades que garantiza la tecnología. Existen causas socioculturales que explican su verdadera dimensión.

El teletrabajo acompaña los movimientos orientados a una mayor flexibilización de las condiciones de empleo para mejorar la calidad de vida. En esencia es una herramienta que se adapta a grandes, medianas o pequeñas empresas, organizaciones públicas y privadas, con o sin fines de lucro. El alcance no distingue tamaños ni rubros.

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En el ámbito de las empresas, una nueva generación de jóvenes profesionales, denominada Y, propuso un viraje en el modo de concebir el trabajo. Gradualmente, el paradigma basado en el cumplimiento de horarios, disposición de los profesionales en la oficina y liderazgos predominantemente verticales empezó a ser cuestionado.

El gen Y no deja de ser una etiqueta reduccionista, pero resulta muy útil para bosquejar algunos gustos e intereses de una fuerza laboral que contrasta con los Baby boomers y los X, y que ya representa el 45% de los recursos humanos activos en la Argentina.

Los cambios impulsados por los Y despertaron una tensión intergeneracional que aún sigue vigente. Mientras que los jóvenes abogan por un modelo que exprese sus intereses, quienes están acostumbrados a los formatos tradicionales luchan para que prevalezca la vieja escuela.

El teletrabajo aparece aquí como una salida para descomprimir la tensión. Las empresas que mejor lo comprendan tendrán más posibilidades de ganar la batalla por los mejores talentos.

Fuente: La Nación, 29/03/15.

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Nómades digitales: Trabajar con independencia

febrero 14, 2017

Nómades digitales, un nuevo modelo para trabajar con independencia

Por Marilina Esquivel.

Como freelancers y autónomos, los jóvenes se resisten a emplearse dentro de una empresa de 9 a 18?y ofrecen su expertise mientras viajan por el mundo.

teletrabajo 17«Un trabajo fijo es lo peor de la vida La opinión de David Maillard, un experto en sistemas belga de 36 años que hace tres dejó su país natal para brindar servicios de desarrollo de sitios y de cloud computing a clientes de todo el mundo mientras vive y viaja por Brasil, resume simplificadamente el pensamiento de muchos nómadas digitales.

Se trata de jóvenes, generalmente de las generaciones Y y Z (es decir de hasta 32 años, aunque el caso de Maillard demuestra que los hay más grandes), que recorren el mundo de manera económica y aprovechan los recursos de la tecnología para estar siempre conectados y seguir trabajando a distancia. Son personas que pueden cerrar un trato en Buenos Aires desde una playa tailandesa o hacer una videoconferencia con un cliente texano sentados en un café cercano al Museo de Orsay mientras conocen gente interesante y se nutren de nuevas experiencias y formas de pensamiento.

«Me había quedado sin trabajo y pensé que era joven y no quería una vida aburrida en un solo lugar. De joven siempre he viajado. Cuando llegué a Brasil busqué un trabajo normal, pero fue muy difícil y empecé como freelancer. Los primeros meses fueron horribles. Estuve obligado a aceptar muy malas pagas por hasta 18 horas de trabajo por día. Pero esa es la manera de construir tu reputación y después podés elegir«, dice Maillard por videoconferencia. Hoy afirma que no cambiaría su forma de vida por nada. «Tal vez no recibo un gran cheque a fin de mes, pero compro mi libertad. No tengo jefes y estoy donde quiero cuando quiero. Sólo necesito contestar mis emails y tomar las llamadas de Skype. Es cierto que algunos clientes nuevos preguntan dónde estoy y tienen ciertos reparos, pero cuando ven que estoy disponible siempre se les van las dudas«, comenta.

Trabajar de esta manera parece un lujo para pocos, ya que la mayoría de los profesionales -y mucho más empleados y operarios- siguen atados a un lugar fijo de trabajo, pero en la Web hay varios ejemplos de jóvenes que indican lo contrario. De hecho, Dan Andrews y Alex McQuade, fundador y editor, respectivamente, de Tropical MBA, un sitio de servicios y networking para emprendedores, escribieron La guía del nómada digital: lanzá tu negocio desde cualquier lado en 30 días. Con experiencia de alrededor de siete años en el camino brindan claves para hacer posible la transición del trabajo de 9 a 18 a la ruta.

El modelo funciona con personas autónomas que se vinculan con algún eslabón de una cadena de valor. «Son jóvenes que nacieron con la computadora bajo el brazo, hacen un uso intensivo de las redes sociales y logran un equilibro entre sus deseos de viajar y relacionarse con gente y trabajar. Antes uno se tomaba un año sabático para viajar y no trabajar, ahora se combinan las dos cosas«, explica Sebastián Siseles, director regional para América latina de la plataforma Freelancer.com

La de Maillard es una de las profesiones que pueden ser ejercidas desde cualquier lugar. Además de programadores y consultores en servicios digitales y tecnológicos, entre los nómadas digitales hay profesionales relacionados con la educación, comunicación, traducción, el diseño, la fotografía y el marketing digital, entre otros. Son trabajadores del conocimiento en un mundo global.

La vinculación innata con lo digital se denota en que estos jóvenes usan todo tipo de tecnología, no sólo las que les permiten trabajar como las de conexión y plataformas de intercambio de servicios. Las utilizan para encontrar dónde vivir, por ejemplo en los sitios Airbnb y Couchsurfing, mediante los que pueden rentar desde habitaciones hasta sofás en casas de extraños. «También para moverse, por ejemplo, mediante el sitio de Uber y para educarse online. Habrá una explosión de los cursos a distancia. Khan Academy y UdaCity son dos plataformas de educación digital que están creciendo tremendamente«, asegura Siseles sobre el sitio creado por Salman Khan, egresado del Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Harvard que ofrece videos educativos gratuitos para escolares y sobre la empresa online que brinda cursos de tecnología brindados por empresas reconocidas del sector, respectivamente.

Carlos Biscay, director de la empresa de educación online e-ABC, apunta que la tasa de crecimiento de demanda del e-learning en América latina es del 14% anual, y que parte de su revolución se basa en que hay una nueva valoración de esta modalidad de aprendizaje. «Hace unos años, las opciones virtuales eran miradas como de menor nivel, pero hoy sabemos que pueden ser igual o más exigentes que los presenciales. Hoy, los títulos no hacen referencia a si son virtuales, presenciales o un mix«, asegura.

Las herramientas mencionadas marcan otra característica de la forma de vida de los nómadas digitales: la colaboración, que también se ve en que muchos recurren al coworking, es decir comparten la oficina, recursos tecnológicos y salas de reuniones con personas que pertenecen a otras empresas.

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Para Paula Molinari, directora de la consultora Whalecom, que este año lanzará su nuevo libro Tu trabajo ideal, más que dominio de la tecnología, estos jóvenes deben conquistar su autonomía. «Se plantean su propio ritmo de trabajo y se organizan en torno de ellos. Tienen la capacidad de no tener un jefe cerca«, define.

No es para todos

Quien guste de ir a una oficina de 9 a 18 no va a encontrar satisfacción en el neonomadismo. La economía suele ser ajustada y, por eso, es esencial ser un excelente planificador. «Todo cuesta dinero, más cuando viajás. Necesitás recibir ingresos de diferentes fuentes. Además depende de vos construir tu red de contactos. Y siempre tenés que tratar muy bien a tu equipo tecnológico«, recomienda Maillard, que publicita sus servicios en Freelancer.com, entre otros canales.

«Otra limitante de este estilo de vida es que es difícil mantener algunas relaciones personales«, apunta Siseles. También hay que tener en cuenta que en el camino no siempre es posible ser tan productivo como desde una oficina.

En ocasiones son necesarios nervios de acero. Los esposos Jeremy y Sondra Orozco contaron sus peripecias como nómadas digitales (él está escribiendo un libro y ella es productora) durante seis meses en Vietnam en un blog del sitio de la plataforma de contratación de independientes oDesk. «Tuvimos nuestros momentos de pánico cuando nuestro lugar de trabajo fallaba. Cuando teníamos una mala conexión a Internet, nos faltaba intimidad para hacer una videollamada o nos sentábamos en sillas desvencijadas más bien aptas para una fiesta infantil pensábamos si tendríamos que irnos a una oficina tradicional«, relatan aunque aseguran que su experiencia fue positiva.

El concepto de nómada digital no es nuevo, pero su viabilidad es cada vez mayor y se da en un marco de una revolución más amplia delrepite trabajo y un mercado de trabajo que acepta el cambio. «Es difícil tener un trabajo regular en esta economía. Las empresas, presionadas por los impuestos, no quieren contratar gente y prefieren profesionales externos. En el futuro habrá más freelancers y nómadas digitales«, pronostica Maillard.

Aunque suelen echar raíces en algún lugar, estas personas siguen trabajando de manera independiente. «El nómada digital es un espíritu muy libre y es difícil emplearlo -asegura Siseles-. Los trabajos tradicionales no los atrapan, pero son buenos para las empresas porque ir por el mundo les da cierta macrovisión y creatividad que otros no tienen

Fuente: La Nación, 29/03/15.


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China apuesta a los robots

agosto 23, 2016

China recurre a los robots para mantener su ventaja manufacturera

Por Robbie Whelan en Estocolmo y Esther Fung en Suzhou, China.
Una fábrica de Kuka en Augsburgo, Alemania.
Una fábrica de Kuka en Augsburgo, Alemania. 

Una fábrica cerca de Shanghai confía en que una nueva clase de trabajadores le ayude a mantener su ventaja competitiva en el ensamblaje de dispositivos electrónicos: unos pequeños robots diseñados en Alemania.

robot industrialYugen Gao, presidente de la junta de Suzhou Victory Precision Manufacture Co., dice que los días en los que la empresa extraía su fortaleza de empleados baratos y dedicados han quedado atrás.

“Hemos estado perdiendo esa ventaja en los últimos tres años”, dice Gao en su oficina con vista a hileras de edificios donde un batallón de robots arma teclados de computadoras. “Es uno de los efectos de la política de hijo único”.

El apetito de China por los robots industriales hechos en Europa aumenta rápidamente a medida que un alza de los salarios, una fuerza laboral que se encoge y cambios culturales llevan a más empresas chinas hacia la automatización. Los tipos de robots favorecidos por los fabricantes chinos también están cambiando, conforme la automatización se expande de industrias pesadas como la fabricación de autos hacia sectores que requieren robots más precisos y flexibles capaces de manejar y ensamblar productos más pequeños, incluyendo electrónicos de consumo y ropa.

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Lo que está en juego es el predominio de China en el sector manufacturero.

“China está diciendo: ‘Tenemos que robotizar nuestra industria para mantenerla’”, señala Stefan Lampa, presidente de la junta de la división de robótica de Kuka AG , empresa de automatización alemana y proveedora de Suzhou Victory.

La carrera por comprar robots se produce en parte porque la población de trabajadores de entre 15 y 59 años de China empieza a reducirse, lo que obliga a las empresas manufactureras a recurrir a la automatización. Naciones Unidas estima que el número de trabajadores en China llegó a su nivel máximo en 2010, de más de 900 millones, y caerá a menos de 800 millones para 2050.

Sumado a ello, el costo laboral promedio por hora —definido como salario más prestaciones— de US$14,60 en el bastión manufacturero en la costa se ha más que duplicado como porcentaje de los salarios manufactureros en Estados Unidos, de casi 30% en 2000 a 64% en 2015, según Boston Consulting Group. Esta evolución torna al país menos competitivo como destino para los fabricantes.

En 2013, China se convirtió en el mayor mercado para robots industriales, sobrepasando a toda Europa Occidental, según la Federación Internacional de Robótica. En 2015, las fábricas chinas compraron cerca de 67.000 robots, casi un cuarto de las ventas globales, y se proyecta que la demanda se más que duplique para 2018, a 150.000 unidades al año.

Las compañías chinas también invierten en tecnología industrial, con la mira puesta en la fabricación de sus propios robots. En mayo, Midea Group Co., fabricante de electrodomésticos chino, hizo una oferta de compra por Kuka de más de US$5.000 millones y ahora posee casi 86% del constructor de robots. Algunos políticos alemanes criticaron el acuerdo, diciendo que Kuka es un activo estratégico que debió permanecer en manos alemanas o europeas.

En una conferencia de investigación de robótica llevada a cabo en mayo en Estocolmo, compañías como Kuka y la suiza ABB Ltd. mostraron robots ligeros con brazos ágiles capaces de manipular objetos tan pequeños como tapas de botellas.

El año pasado, ABB presentó una versión de dos brazos de su robot YuMi, un modelo liviano diseñado específicamente para el mercado chino. El robot puede ensamblar los componentes electrónicos del tablero de un auto, relojes de pulsera y gafas.

Robots en una fábrica de Kuka en Shanghai
Robots en una fábrica de Kuka en Shanghai. 

YuMi, que se fabrica tanto en una planta de Suecia como en una instalación hermana que abrió hace una década en Shanghai, fue diseñado como un robot de “colaboración”, es decir que es pequeño y lo suficientemente seguro como para compartir la línea de ensamblaje con humanos, sin requerir una caja protectora como muchos grandes robots industriales.

En los últimos cinco años, China se ha convertido en el mayor mercado de clientes de robótica para ABB, de acuerdo con Steven Wyatt, director de marketing y ventas de la empresa de Zúrich.

Wyatt señala que China comenzó a adoptar la automatización en masa en respuesta a las preocupaciones sobre la calidad de los productos manufacturados en el país. Ahora, sin embargo, las fábricas chinas, incluidas aquellas que hacen productos de consumo, compran robots para llenar las vacantes que de otra manera seguirían vacantes debido a las altas tasas de rotación de empleados.

“Por difícil que sea de creer, a pesar de tener 1.300 millones de habitantes, China no encuentra suficiente gente para cubrir el trabajo que generan sus fábricas”, dice Wyatt.

Otro factor son los costos. Las tecnologías de robótica que alguna vez fueron increíblemente costosas son ahora lo suficientemente económicas como para ser viables en las fábricas chinas.

OptoForce Ltd., de Budapest, fabrica sensores de 2.500 euros (US$2.796) que pueden ser incorporados a los brazos de los robots y ser usados para pulir partes metálicas que van dentro de las cajas de cambio de los autos y otros productos. Su director de ventas, Szabi Fekete, cuenta que en los últimos años esos sensores se han vuelto considerablemente más baratos de producir.

“Hace 10 años, cuando un sensor de fuerza costaba 20.000 euros, nadie quería automatizar el pulido, porque era más barato contratar a 100 trabajadores”, explica Fekete.

Suzhou Victory, que ensambla computadoras portátiles para Dell Inc. y Lenovo Group Ltd. y relojes inteligentes para Fitbit Inc., comenzó a aumentar su inversión en robots hace dos años, impulsado por la reducción de los ciclos de productos, el aumento de los salarios y la alta rotación de los trabajadores, sobre todo después de las vacaciones anuales alrededor del Año Nuevo Lunar. Este año, el fabricante firmó un acuerdo para comprar 160 robots de brazo articulado hechos por Kuka.

“Tenemos que considerar la inversión en robots para que la empresa pueda sobrevivir por más tiempo”, sostiene Gao.

Fuente: The Wall Street Journal, 16/08/16.

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Cómo el auge de China hizo surgir a Trump

agosto 12, 2016

Cómo el auge de China ‘creó’ a Donald Trump

Su surgimiento como potencia comercial sacudió a la economía estadounidense con más violencia que la que los economistas y las autoridades fueron capaces de prever.

Por Bob Davis y Jon Hilsenrath.
Frances Wade, una empleada de la fábrica de muebles Century Furniture en Hickory, Carolina del Norte.
Frances Wade, una empleada de la fábrica de muebles Century Furniture en Hickory, Carolina del Norte.

usa y chinaHICKORY, Carolina del Norte —A finales de la década de los 90, este centro de fabricación de muebles parecía estar protegido de las fuerzas destructivas de la globalización. Trabajadores siderúrgicos despedidos de Virginia Occidental, Tennessee y otros estados llegaban aquí para conseguir nuevos trabajos construyendo camas, mesas y sillas para los hogares estadounidenses. La tasa de desempleo era de menos del 2%.

Hickory es una ciudad ubicada en el condado de Catawba en el estado estadounidense de Carolina del Norte. La localidad en el año 2000, tenía una población de 37.222 habitantes. En el 20002 la renta per cápita promedia del hogar era de $37.236, y el ingreso promedio para una familia era de $47.522. El ingreso per cápita para la localidad era de $23.263. En 2000 los hombres tenían un ingreso per cápita de $31.486 contra $23.666 para las mujeres.

Hoy, Hickory aún sufre las consecuencias de una serie de crisis económicas que la afectaron desde entonces, ninguna de ellas más poderosa que el ascenso de China como potencia exportadora. La invasión de muebles importados hizo quebrar fábricas, eliminó miles de puestos de trabajo y contribuyó a que el desempleo superara el 15% en 2010.

Stuart Shoun, un obrero de 59 años, se quedó sin empleo tres veces desde 1999. Después de uno de esos despidos, Hickory se puso a estudiar arquitectura en una universidad local, pero no pudo encontrar trabajo y regresó a la industria de los muebles. Ahora gana US$45,000 al año, lo mismo que hace casi 20 años y US$14.000 menos después de ajustar ese valor por inflación.

Su hijo Steven es un tapicero que maneja un depósito de chatarra y que desalienta a su propio hijo, actualmente en la universidad, de trabajar en la industria que dio a Carolina del Norte el mote de “Capital Mundial de los Muebles”. Steven dice que su padre culpa a “la gente que dirige nuestro país y que dirige nuestras empresas” por los padecimientos económicos de Hickory.

Ambos apoyan la candidatura de Donald Trump a la presidencia, a pesar de que no tienen intención de votar. “No creo que un voto haga diferencia”, dice Stuart Shoun.

Cuando el auge de importaciones de Japón, México y los “Tigres” asiáticos como Taiwán llegó a EE.UU., muchas ciudades y pueblos fueron capaces de adaptarse.

Pero con China fue un caso diferente. Su surgimiento como potencia comercial sacudió a la economía estadounidense con más violencia que la que los economistas y las autoridades fueron capaces de prever y aun de entender hasta muchos años más tarde. La mano de obra de EE.UU. se adaptó a los cambios más lentamente de lo que se esperaba.

Ver Video: El Futuro del Trabajo en el Siglo XXI

Lo que ocurrió con las importaciones chinas es un ejemplo de cómo gran parte de la sabiduría económica convencional que imperaba a finales de 1990 —incluyendo el papel del comercio internacional, la tecnología y los bancos centrales— se ha ido desmantelando lentamente desde entonces.

Las consecuencias de esta transformación están sembrando un profundo descontento político en EE.UU. en este año electoral. La desilusión con la globalización ha alimentado una de las temporadas políticas menos convencionales de la historia moderna de este país, con Bernie Sanders, y sobre todo Donald Trump, sacando provecho del potente sentimiento adverso al libre comercio.

Ambos candidatos presidenciales dirigieron gran parte de sus críticas al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC o Nafta), de 1994, que impulsó las importaciones desde México. Pero el verdadero culpable, aun en aquel entonces, fue China, dicen hoy los economistas.

Muchas fábricas que se trasladaron de EE.UU. a México lo hicieron para igualar los precios de China, y algunas de las nuevas fábricas mexicanas ayudaron a mantener empleos al norte de la frontera. Por ejemplo: telas hechas en EE.UU. se convierten en prendas de vestir en México que luego son vendidas alrededor del mundo por empresas estadounidenses.

David Autor, un economista del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), que estudia las relaciones entre el comercio internacional, los mercados laborales y el cambio tecnológico, llama a la economía de China una “roca de 500 toneladas parada sobre una cornisa”. En algún momento se va a caer y aplastará todo lo que está por debajo de ella. “Simplemente no sabemos cuándo” ocurrirá, dice.

Los economistas han sostenido durante mucho tiempo que si bien el libre comercio crea ganadores y perdedores, los resultados netos son beneficiosos para la mayoría. Los consumidores estadounidenses ganaron con las importaciones de bajo costo, que les permitieron comprar a bajos precios bicicletas, joyas y utensilios de cocina, entre muchos otros productos. Las empresas estadounidenses ganaron el acceso a los mercados extranjeros.

Se esperaba que los trabajadores de las industrias expuestas a las importaciones mejoraran su capacitación laboral o se mudaran a alguna parte del país que ofreciera nuevas oportunidades.

En la década de 1970, la invasión japonesa golpeó en gran medida industrias ubicadas en ciudades con grandes bases manufactureras que podían ofrecer otras alternativas a quienes perdían su trabajo. En Akron, Ohio, tradicional centro de la industria del neumático de EE.UU., químicos de la universidad local ayudaron a crear una industria de polímeros que hoy emplea a decenas de miles de trabajadores, dijo David Lieberth, ex vicealcalde de Akron que se ha convertido en una suerte de historiador de la ciudad.

China puso de cabeza muchos de esos supuestos. Ningún otro país se ha acercado a su combinación de vasta población en edad laboral, salarios súper bajos, apoyo del gobierno, moneda barata y aumento de la productividad.

Las importaciones procedentes de China como porcentaje de la producción económica de EE.UU. se duplicaron en los cuatro años siguientes a la incorporación del país a la Organización Mundial del Comercio en 2001. México tardó 12 años en lograr lo mismo después del Nafta. Japón tardó el mismo tiempo después de haberse convertido en un gran proveedor de EE.UU. en 1974.

William Hicks, operador de la banda de lijado de Century Furniture.
William Hicks, operador de la banda de lijado de Century Furniture.
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Al año pasado, las importaciones procedentes de China representaban el equivalente de 2,7% del Producto Interno Bruto de EE.UU. Esto es un punto porcentual más del máximo logrado por Japón o México.

Por otro lado, la ola de importaciones de Japón afectó a un grupo limitado de industrias avanzadas, en su mayoría automóviles, acero y electrónica de consumo. Las importaciones de bajo costo de China, en cambio, barrieron todo EE.UU. y afectaron a todo tipo de sectores, desde los productores de electrónicos en San José, California, los de artículos deportivos en el condado de Orange, California, los de joyería en Providence, Rhode Island, los de zapatos en West Plains, Missouri, los de juguetes en Murray, Kentucky, y los de sillas en Tupelo, Mississippi, entre muchas otras industrias y comunidades.

“Al alentar a China a comerciar [con nosotros], necesitábamos políticas internas que minimizaran el impacto de lo que iba a suceder”, dice Gordon Hanson, profesor de economía de la Universidad de California, San Diego. La falta de estas políticas, dice, fue “un error catastrófico”.

Un grupo de economistas que incluye a Hanson y Autor estima que la competencia de China fue responsable de la pérdida de 2,4 millones de puestos de trabajo en EE.UU. entre 1999 y 2011. En el mismo período, el empleo total en el país creció 2,1 millones, a 132,9 millones.

Esta región de Carolina del Norte solía ser un motor de crecimiento, pero las importaciones chinas hundieron la economía local.
Esta región de Carolina del Norte solía ser un motor de crecimiento, pero las importaciones chinas hundieron la economía local. 
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En la década de 2000, en los distritos del Congreso donde la competencia de las importaciones chinas aumentó rápidamente, también aumentó la polarización política, dicen ambos investigadores tras examinar el historial de votación. Los candidatos “ideológicamente estridentes” reemplazaron a los moderados, escribieron en un estudio.

En las primarias republicanas presidenciales de este año, según un análisis realizado por The Wall Street Journal, Donald Trump ganó en 89 de los 100 condados más afectados por la competencia de China, entre ellos Catawba, donde se encuentra Hickory. En las primarias de marzo, Trump obtuvo aquí el 44% del voto republicano, imponiéndose a otros 11 candidatos.

Sanders ganó las primarias demócratas en 64 de los 100 condados más expuestos en los estados del norte y en el centro del país. Ese patrón no se mantuvo en el sur, donde Hillary Clinton era fuerte entre los votantes negros.

Hickory, una ciudad tranquila de cerca de 40.000 habitantes, solía tener un fragante olor a laca de madera. A finales de los 90 era una ciudad en auge. La competencia extranjera desplazó a la industria local de la confección, pero la de los muebles prosperó.

Los fabricantes de muebles pensaron que estaban relativamente a salvo de las importaciones porque sus productos eran voluminosos, costosos para el envío de larga distancia y a menudo involucraban trabajo artesanal. Pero luego cayeron los costos del transporte, y muchos estadounidenses optaron por los bajos precios por encima de todo lo demás.

El empleo manufacturero en el condado de Catawba y sus alrededores cayó de 79.000 en 2000 a 38.000 en 2014. Casi la mitad de la caída fue causada por la pérdida de trabajos en la industria del mueble.

El año pasado, las importaciones totales de muebles y accesorios procedentes de China por parte de EE.UU. alcanzaron los US$20.400 millones, frente a US$4.400 millones de 2000, según cálculos de la Oficina del Censo. Entre los estados especialmente afectados se encuentran Carolina del Norte, Virginia, Tennessee, Iowa y Wisconsin.

EE.UU. importa hoy el 73,5% de todos los muebles que consume, dice Jerry Epperson, un analista del banco de inversiones Mann, Armistead & Epperson Ltd. en Richmond, Virginia. Más de la mitad de ese porcentaje procede de China.

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“Estábamos todos bastante sorprendidos por la velocidad” del cambio, dice Alex Bernhardt Jr., presidente ejecutivo de Bernhardt Furniture Co., un fabricante de propiedad familiar con sede en Lenoir, Carolina del Norte, a unos 30 kilómetros de Hickory.

Bernhardt y otros fabricantes de muebles dicen que sin darse cuenta ayudaron a China cuando enviaron técnicos para ofrecer orientación. Otros fabricantes de muebles enviaron también herramientas, piezas e instrucciones para la fabricación, completamente en máquinas, de muebles con intrincados diseños.

Alex Shuford, de 42 años, es el presidente ejecutivo de la empresa familiar RHF Inc., propietaria de Century Furniture, en Hickory. La ayuda estadounidense a los fabricantes chinos, dice, “fue como si Ford hubiera ayudado a Toyota”.

Century y Bernhardt sobrevivieron gracias a que se concentraron en hacer muebles a pedido, en especial tapizados, para consumidores de EE.UU. Bernhardt ahora cuenta con 1.600 empleados en Carolina del Norte, frente a 2.800 que tenía en 2000, mientras que Century redujo los 1.323 trabajadores que empleaba en el estado en 2003 a 845 hoy.

Las políticas del gobierno para hacer frente a las importaciones chinas fallaron, incluyendo esfuerzos para cobrar derechos de importación. En 2004, una coalición de fabricantes de muebles ganó un caso comercial contra China y recaudó US$309 millones en aranceles.

Stanley Furniture Co. , de High Point, Carolina del Norte, recibió la mayor tajada, que ascendió a US$83,5 millones. Pero al año pasado sólo tenía 71 trabajadores, en comparación con 2.600 en la década anterior. Stanley invirtió fuertemente en una línea de muebles para niños hecha en EE.UU., pero fracasó.

Alex Shuford III, presidente de Century Furniture.
Alex Shuford III, presidente de Century Furniture. 

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“Invertimos millones en el esfuerzo por salvar puestos de trabajo”, dice el presidente de la empresa, Glenn Prillaman.

Stuart Shoun, el maquinista de Hickory, dice que en 1977, cuando se mudó de Mountain City, Tennessee, a Hickory, era un “hillbilly” (algo así como pueblerino) de 20 años en busca de un trabajo estable. Las rutas que conducían a los trabajos en Hickory eran llamadas Hillbilly Highway, algo así como la Autopista de los Pueblerinos.

Cuando llegaron los despidos, a Shoun le sorprendió ver que algunos de sus compañeros despedidos le pedían ayuda con las instrucciones para los formularios de ayuda porque no sabían ni leer ni escribir. “¿Cómo podían siquiera llenar las solicitudes [de trabajo]?”, recuerda haber pensado.

Más tarde fue contratado para dirigir una fábrica de muebles en China, con un salario de cerca de US$100.000, casi el doble de lo que ganaba antes. “La oferta decía: ‘Usted tal vez quiera irse de Carolina del Norte a China, porque allí es adónde va la industria’”, dice. Pero no quiso dejar a su familia y rechazó el puesto.

Durante las oleadas de importaciones anteriores, ciudades y trabajadores de EE.UU. se reinventaron. En la década de los 80, Detroit se recuperó de la competencia japonesa cuando el fabricante de automóviles Chrysler, bajo el liderazgo de Lee Iacocca, emergió como símbolo del renacimiento americano. Chrysler es ahora parte de Fiat Chrysler Automobiles NV.

Hoy los trabajadores despedidos se ajustan más lentamente al impacto de China. En Hickory y en todo EE.UU. hay menos gente dispuesta a desarraigarse para seguir oportunidades de trabajo en otras partes del país, según datos migratorios. Entre los motivos para no mudarse de ciudad, los economistas citan el aumento de familias con dos ingresos, el envejecimiento de la población, la crisis habitacional y el aumento del costo de la vivienda en lugares como San Francisco y Austin, Texas.

Los esfuerzos del gobierno para ayudar a los trabajadores despedidos no han ayudado mucho. El programa formal de Washington para reentrenar a los trabajadores golpeados por la competencia de las importaciones paga por dos años de matrícula universitaria y extiende los pagos de seguro de desempleo.

Una evaluación que el Departamento de Trabajo encargó en 2012 halló que los participantes en ese programa, especialmente los mayores de 50 años, por lo general ganan menos cuatro años después de haber comenzado el programa que los que no lo comenzaron nunca. Estos últimos volvieron a trabajar con mayor rapidez.

Shuford, el presidente ejecutivo de Century, llama a este programa “una curita para una economía que tiene cortada una arteria”.

En Hickory, los trabajadores despedidos fueron a las universidades locales [que también dan títulos vocacionales después de dos años de estudio, y que son consideradas de menos jerarquía que un programa universitario de cuatro años], pero a menudo no pudieron conseguir empleo luego de graduarse. Tras perder su puesto en 2006, Shoun pensó que aprender diseño arquitectónico le ayudaría a conseguir un mejor trabajo. Pero cuando egresó en 2008, el mercado de vivienda se estaba derrumbando, así que volvió al negocio de los muebles.

Un gabinete de aserradoras en la fábrica de Century Furniture en Hickory.
Un gabinete de aserradoras en la fábrica de Century Furniture en Hickory. 

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Su ex esposa, Michelle Surratt, que apenas terminó la escuela primaria, perdió su trabajo en 2006 y recurrió a la Asistencia de Ajuste del Comercio Internacional para obtener un diploma de educación secundaria, pero nunca tomó el examen de matemáticas requerido porque le tiene “miedo de los números”, dice. Surratt, de 58 años, gana US$9.69 por hora reparando tapizados. Hace unos 15 años ganaba cerca de US$1 más por hora como operadora de maquinaria en una fábrica.

Muchos trabajadores suponen que no están hechos para la universidad y recurren a un subsidio por discapacidad de la Seguridad Social después de haber trabajado años en una fábrica. Entre 2000 y 2013, el número de residentes del condado de Catawba con esos subsidios aumentó 86%, en comparación con un aumento del 61% en Carolina del Norte y 65% en todo EE.UU.

Anthony “Tony” Crawford, un tapicero, se lesionó una rodilla y la espalda cuando tropezó con marcos de madera apilados en el piso de una fábrica de muebles en 2009. Durante el auge de la industria, ganaba US$29 por hora y trabajaba horas extras. Hoy de 45 años, ahora vive con una fracción de sus antiguos ingresos. “Gané mi dinero con mis manos”, dice. “Volver a la escuela no era una opción”.

En años recientes, Hickory ha mostrado algunos signos de recuperación. La tasa de desempleo fue en junio de 5%, ligeramente superior al promedio nacional. Gran parte de la mejoría en la tasa de desempleo de Hickory se debe a la reducción de la fuerza laboral en alrededor de 25.000 puestos de trabajo, o 13%, desde 2001. Esto significa que hay menos gente para contar como desempleados.

Apple Inc., Google, de Alphabet Inc., y Facebook Inc. han establecido centros de datos en un tramo de la autopista nacional 321, antiguamente conocida como Furniture Row (algo así como El camino de los muebles). Pero estas plantas no emplean a mucha gente. Bed, Bath & Beyond Inc. tiene un centro de datos de 4.500 metros cuadrados con 10 trabajadores.

Frente a la escasez de mano de obra especializada, Bernhardt hace publicidad en los cines pidiendo tapiceros y ofrece bonos de US$1.000 para hacer más atractivo el empleo.

Autor, el economista del MIT, dice que ahora que los salarios en China están en alza y que la producción ha empezado a trasladarse a países de costos más bajos, como Vietnam, lo peor probablemente ya ha pasado. Pero esto es poco consuelo para las víctimas de la industria de los muebles de Hickory. Pocos de ellos podrán recuperar el terreno económico que perdieron.

“Todo lo que oíamos era China, China, China”, dice Lonnie Joiner, ex jefe de Shoun. “Yo culpaba a las grandes corporaciones y a su codicia”.

Joiner dice que apoya a Trump, quien ganó su simpatía con “honestidad cruda y descaro” y con sus duras palabras sobre el comercio internacional.

Fuente: The Wall Street Journal, 11/08/16.

Más información:

¿El fin del sueño americano?

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Pocos empleos con buenos salarios en Estados Unidos

agosto 2, 2016

La corta lista de los trabajos que pagan bien en EE.UU.

Por Jeffrey Sparshott.
Apenas 15% de la fuerza laboral estadounidense tiene empleos con salarios estables y en alza,
Apenas 15% de la fuerza laboral estadounidense tiene empleos con salarios estables y en alza.

Durante la última década, sólo una pequeña fracción de los estadounidenses en edad productiva ha conseguido empleos que ofrecen buenos salarios y aumentos salariales significativos.

USAEsta es la conclusión de un nuevo estudio realizado por el sitio de búsqueda de empleo Indeed, que revela un amplio descontento económico entre muchos estadounidenses. La investigación encontró que sólo 15% de la población en edad de trabajar tiene un empleo que ofrece un alza salarial que haya al menos igualado el récord promedio de los ingresos familiares y que no haya retrocedido respecto de la inflación durante la última década.

“Hay un pequeño grupo de personas [que] tiene buenos salarios y aumentos salariales, mientras que la gran mayoría de nuestro mercado laboral está luchando por lo menos en uno de esos dos frentes”, dijo Tara Sinclair, economista jefe de Indeed.

(La compañía utilizó datos de la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de EE.UU. y los listados de trabajo de su sitio. El estudio se centró en las ocupaciones con un salario medio anual de al menos US$57.700, el ingreso familiar promedio ajustado por inflación del año 2000, muy cercano al máximo de 1999. Si bien el informe concluye formalmente con los datos de 2014, Indeed indicó que las tendencias se mantuvieron en 2015.)

No hay que perder de vista que el mercado laboral ha estado agregando constantemente puestos de trabajo durante años y los salarios empiezan a mostrar signos de aceleración. Algunos economistas prevén que el crecimiento salarial repunte en los próximos meses.

No obstante, en todo el mercado laboral también hay evidencia de una brecha cada vez mayor entre los trabajadores con al menos un título universitario de cuatro años y los que tienen menos estudios. La desaparición de muchos puestos poco calificados pero de buenos sueldos parece estar agravando la situación de muchos estadounidenses, especialmente hombres de edad intermedia, y llevándolos a abandonar la fuerza laboral.

“Observamos un crecimiento de las ofertas de empleo en general y de los salarios en general”, manifestó Sinclair. “Pero estamos viendo el mayor crecimiento en términos de salarios y remuneración, en general, en un selecto grupo muy pequeño de personas”.

Indeed analizó 800 ocupaciones y halló que apenas 170 cumplen con los criterios de la investigación: ser un “empleo de oportunidad” con un salario anual de al menos US$57.700 y ofrecer aumentos de salarios que coincidan con la inflación por más de una década. Sólo 15% de la fuerza laboral tenía este tipo de posiciones.

Fuente: The Wall Street Journal, 02/08/16.

sea su propio jefe

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Un local comercial atendido por robots

marzo 25, 2016

Abrió el primer local atendido exclusivamente por el robot Pepper

En Japón. Es una tienda provisoria, que estará abierta hasta el 30 de marzo. Es una prueba piloto de cara hacia el futuro, afirmaron desde la compañía creadora del robot.

La tienda cuenta con 10 robots para atender al público /Bloomberg

La tienda cuenta con 10 robots para atender al público.

La primera tienda atendida exclusivamente por el robot japonés Pepper, el primero fabricado en serie que es capaz de comunicarse e interpretar emociones humanas, abrió hoy sus puertas en Tokio para poner a prueba las aptitudes comerciales del androide.

A customer visits the Pepper-Packed Mobile Shop operated by SoftBank Group Corp. in Tokyo, Japan, on Thursday, March 24, 2016. Customers at the store, which will be open from today until March 30, are served entirely by SoftBank's Pepper robots. SoftBank's robotics unit and Microsoft will use Pepper to build a next-generation in-store solution for the retail industry, according to the company. Photographer: Akio Kon/Bloomberg

El establecimiento, de carácter temporal, permanecerá en la capital japonesa hasta el próximo 30 de marzo bajo el nombre «Pepper darake no keitai shop» («La tienda de móviles llena de Peppers»), donde diez unidades del robot se encargarán de atender a los clientes, recomendarles los mejores dispositivos y resolver dudas.

Customers visit the Pepper-Packed Mobile Shop operated by SoftBank Group Corp. in Tokyo, Japan, on Thursday, March 24, 2016. Customers at the store, which will be open from today until March 30, are served entirely by SoftBank's Pepper robots. SoftBank's robotics unit and Microsoft will use Pepper to build a next-generation in-store solution for the retail industry, according to the company. Photographer: Akio Kon/Bloomberg

Pepper, que salió a la venta para uso doméstico el pasado junio a un precio base de 198.000 yenes (1.571 euros/1.755 dólares), ya es mundialmente conocido en su faceta de dependiente.

robot 01El robot trabaja desde hace dos años en establecimientos de Nescafé y Softbank, la compañía responsable de su comercialización, además de en concesionarios Nissan, sucursales del banco Mizuho, y comercios y cadenas locales.

Sin embargo, se trata de la primera vez que Pepper se pone al frente de una tienda de forma exclusiva como «un primer paso hacia el futuro», dijo Tomizawa Fumihide, presidente de la compañía Softbank Robotics, durante la ceremonia de inauguración del local.

A customer visits the Pepper-Packed Mobile Shop operated by SoftBank Group Corp. in Tokyo, Japan, on Thursday, March 24, 2016. Customers at the store, which will be open from today until March 30, are served entirely by SoftBank's Pepper robots. SoftBank's robotics unit and Microsoft will use Pepper to build a next-generation in-store solution for the retail industry, according to the company. Photographer: Akio Kon/Bloomberg

La «pop-up shop» (tiendas que se abren por pocos días en una localización concreta) forma parte de las iniciativas de la compañía para probar y poner en marcha nuevas aplicaciones para el robot con el objetivo de emplearlo en servicios de atención al público y otros sectores como el de la salud y la educación.

Hasta la tienda se han desplazado en su primer día una multitud de curiosos y clientes como Tomomi Ota, de 21 años, quien compró una funda para el móvil.

Ota acudió al establecimiento acompañada de su propio Pepper doméstico, que viajaba oportunamente vestido con un chubasquero para prevenir daños por la lluvia, y montado en un carro que su madre la regaló por su cumpleaños.

Su producto se lo facilitó un brazo mecánico instalado en el interior de la tienda, que se encarga de tomar las bolsas con los artículos de una pared habilitada para el uso.

Además de atender al cliente, la tienda cuenta con una sala en la que tres Pepper agasajan a los visitantes con un baile.

Fuente: Clarín, 24/03/16.


Más información:

¿Su Trabajo corre peligro?

 

The New Dream Jobs

febrero 29, 2016

The New Dream Jobs

What a survey of millennials might tell us about the workplaces of the future.

When the National Society of High School Scholars asked 18,000 Americans, ages 15 to 29, to rank their ideal future employers, the results were curious. To nobody’s surprise, Google, Apple and Facebook appeared high on the list, but so did the Central Intelligence Agency (CIA), the Federal Bureau of Investigation (FBI) and the National Security Agency (NSA). The Build-A-Bear Workshop was No. 50, just a few spots behind Lockheed Martin and JPMorgan Chase. (The New York Times came in at No. 16.)

dream jobsHowever scattershot, the survey offers a glimpse into the ambitions of the millennial generation, which already makes up more than a third of the work force. By 2020, it will make up half. Survey after survey shows that millennials want to work for companies that place a premium on employee welfare, offer flexible scheduling and, above all, bestow a sense of purpose. These priorities are well known and frequently mocked, providing grist for the oft-repeated claim that millennials are lazy, entitled job-hoppers.

But it’s important to remember that this generation was shaped by a recession, an unprecedented crush of student debt and a broad decline in the credibility of all kinds of institutions. Stability is an abstract concept to these young workers, so they instead tend to focus on creating a rich, textured life now, rather than planning for a future obscured by uncertainty. How these desires map onto companies like Google and Facebook is clear, given their strong roots in philanthropy and innovation. But the high ranking of national-security employers also speaks, just as clearly, to millennials’ hope to make a difference in the world.

Companies that want to attract the best young workers are already finding that they need to accommodate these wishes. The question is whether, when millennials are running things, they will abandon these priorities as youthful indiscretions — or establish them as the norm. Maybe one day, even the N.S.A. will have nap pods.

Source: The New York Times Magazine, Feb 25, 2016.


 

Se impone el home-office en las empresas

febrero 16, 2016

Las prácticas de home-office se expanden en las empresas

El trabajo remoto avanza a medida que el abaratamiento de la tecnología lo permite. Mejora el clima laboral y el perfil empleador.

Por Mariana Pernas.
Desde casa. La posibilidad de cumplir un porcentaje de las tareas laborales desde una locación remota brinda flexibilidad.

Desde casa. La posibilidad de cumplir un porcentaje de las tareas laborales desde una locación remota brinda flexibilidad.

Las prácticas de home-office , que permiten trabajar desde el hogar algunas horas a la semana, están creciendo en las empresas gracias a una fuerte incorporación y abaratamiento de la tecnología que permite ponerlas en práctica. Mejora del clima interno, optimización del tiempo, trabajo por resultados y una cultura corporativa más atractiva de cara al mercado laboral son algunos de los objetivos que se persiguen.

Este tipo de políticas están en la agenda de numerosas compañías. Tal es el caso de Unilever, que a finales de 2014 lanzó su programa Agile Working destinado a los 800 empleados de su casa central.

teletrabajo 20La meta fue “lograr más flexibilidad en las tareas cotidianas, con foco en los objetivos y en los resultados del negocio, y no, por el contrario, en el lugar en que se realice el trabajo”, señala Laura Massolo, gerente de Recursos Humanos para Marketing y áreas de Soporte de la firma de consumo masivo.

Para llevar adelante la iniciativa se enfatizó en “el compromiso de las personas”, agrega. Y destaca los beneficios: “Permite el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, que la gente tenga menos horas de viaje a la oficina y que, como consecuencia, se cuide el medio ambiente al utilizar menos vehículos”. Además, “para realizar ciertas tareas algunas personas logran mayor concentración en su casa”.

Quienes optan por trabajar bajo esta modalidad una vez por semana, lo hacen desde su casa –o el sitio que les resulte más cómodo–. El único requisito es “que la persona esté conectada, a través de su smartphone o por Skype , en Internet, para que esté disponible si es necesario contactarla”, detalla Massolo.

La política fue desarrollada por un equipo interdisciplinario de las áreas de RR.HH. y Sistemas de Unilever. Como paso previo a la puesta en marcha, se dotó a la población de estaciones de notebooks y smartphones con plan de telefonía móvil y datos, así como de nuevas salas de videoconferencia en la empresa. También se amplió la conectividad WiFi dentro de la compañía y se reforzaron las tecnologías de acceso seguro a las aplicaciones corporativas.

Como balance, la ejecutiva evalúa un impacto positivo en cuanto a clima interno y flexibilidad. “A medida que vayamos monitoreando los resultados, la idea es explorar la posibilidad de agregar un día más de home-office ”, revela.

Otro caso es el de Massalin, que a mediados de 2013, luego de haber efectuado una encuesta de opinión a su dotación, puso en marcha un plan piloto. “ Nuestros empleados nos estaban pidiendo un mayor equilibrio entre la vida personal y el trabajo, y decidimos aceptar el desafío”, fundamenta Emilio Bonifacio, director de Recursos Humanos de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay de la filial de Philip Morris International.

“El primer piloto de esta práctica fue en las áreas administrativas y comprendía horarios de entrada y salida flexibles, viernes flexibles y días adicionales de vacaciones”, detalla. “Al cabo de un tiempo, medimos la efectividad de cada herramienta y extendimos la práctica al resto de las áreas incluyendo nuevas opciones, como la posibilidad de trabajar desde casa ( work from home ) o desde otra localización de la empresa ( flex site ) una vez por semana”, completa Bonifacio.

“Si bien al ser una afiliada de una empresa global la implementación puede resultar más fácil, ya que contamos con las herramientas para que funcione, pasado un tiempo la adopción por parte de los empleados continuaba representando un desafío. Al principio nos encontramos con cierta resistencia que impedía el uso de este nuevo beneficio y también algunos preconceptos como: ‘Si este empleado no pasa tantas horas en la oficina, no debe estar comprometido con su trabajo´”, señala el directivo.

“Desde RR.HH. nos enfocamos en romper estos preconceptos y educar sobre esta nueva modalidad de trabajo. Comenzamos a desafiar estos prejuicios en las reuniones con los supervisores y abrimos un espacio de charlas para generar un entendimiento común del uso responsable de las herramientas”, completa. “El impacto fue positivo; nos ayudó a posicionarnos en el mercado laboral para continuar atrayendo talento y retener a los que ya tenemos en la compañía”, afirma Bonifacio.

Mayor antigüedad tiene el programa de oficina flexible de 3M, lanzado en 2010. En este caso también se apuntó a convertirse en una empresa “culturalmente atractiva en el mercado mediante beneficios flexibles, para reclutar a los más jóvenes”, expresa Hernán Vatano, director de RR.HH. Y cuenta que la práctica contribuyó a mejorar el clima interno y la productividad.

La compañía ofrece dos opciones: flex-office – escritorios disponibles (con puntos de conexión a Internet, a la red corporativa y teléfono) donde se puede trabajar en diferentes momentos– y home-office , cuyo requisito es usar notebook, ser personal fuera de convenio, no desempeñarse en el sector de Manufactura “y que el tipo de tareas que se realizan permitan un esquema laboral remoto”, puntualiza Vatano.

El ejecutivo destaca la libertad para administrar el tiempo laboral y personal. Si bien se comenzó con pruebas piloto y mediciones, una vez afianzada la práctica relajaron el control: “No es necesario. Está librado a la responsabilidad de cada empleado y supervisor. Damos libertad, confiamos y delegamos en la gente la administración. Nosotros brindamos las herramientas y todo el soporte”.

Fuente: Clarín, 14/02/16.

En 2040, la mayoría de los trabajadores será cuentapropista

diciembre 7, 2015

En 2040, la mayoría de los trabajadores será cuentapropista

Según un estudio reciente, la relación de dependencia será cada vez menos usual, pero los ingresos pueden ser mayores.

Por Vivian Giang.

Desde la terraza, un grupo de amigos trabaja de forma independiente

Desde la terraza, un grupo de amigos trabaja de forma independiente.Foto:Fast Company

Para 2040, la economía estadounidense será «apenas reconocible», según un nuevo informe publicado por el Instituto Roosevelt y la Fundación Kauffman.

Ya tuvimos atisbos de los cambios inminentes: los trabajadores por cuenta propia ahora representan el 34% -53 millones de personas- de la fuerza laboral en EE.UU., según una encuesta de 2014 de Edelman Berland. En los próximos 25 años este cambio se acelerará fuertemente hacia iniciativas empresarias, contratistas independientes y trabajo entre pares (o «peer to peer» como se lo conoce en inglés) en plataformas como TaskRabbit. Además, habrá una mayor diversificación de las empresas a medida que plataformas de financiación por multitudes (en inglés crowdfunding).

Al reducirse el empleo tradicional habrá algunos problemas crecientes. «Esto va a crear tensiones importantes para el sistema fiscal público» dice Dane Stangler, vicepresidente para investigación y política de la Fundación Kauffamn.

El informe, que incluye aportes de 30 economistas, tecnólogos, funcionarios y empresarios, se concentra en cuatro temas principales: el futuro del trabajo, el futuro de la tecnología, el futuro de las empresas y el futuro de la desigualdad. A continuación, cinco cambios que podemos esperar de la futura economía de Estados Unidos.

1. El trabajo consistirá de muchos encargos

Para 2040, el mercado laboral consistirá de encargos de tiempo parcial y espíritu empresario. En vez de trabajo constante con las mismas responsabilidades, una «carrera estará compuesta de miles de encargos [de corto plazo] a lo largo de una vida» dice el informe.

Dicho de otro modo, los trabajadores tendrán encargos de corto plazo que irán de varios días a múltiples años y se convertirán en empleados de sus propias firmas. Al convertirse en la norma, la vasta mayoría del crecimiento del empleo en 2040 provendrá de pequeñas empresas.

2. Habrá más plataformas que apunten a mitigar el riesgo económico

Al desaparecer los empleos tradicionales -con su seguro de salud, planes de jubilación y retención de impuestos- veremos desarrollarse más plataformas e instituciones para ayudar a los trabajadores y sus familias a manejar exigencias y mitigar riesgos. Estas plataformas responderán a las necesidades en tres categorías distintas, según el informe:

1. Ofrecerán nuevos medios de marketing y venta de bienes y servicios, tal como sucede con Etsy para las artesanías.

2. Aportarán maneras de que los trabajadores se enteren de nuevos encargos, califiquen y programen encargos, cobren y cubran necesidades tales como salud, seguro, pensión, cuidado de niños y de ancianos, como Task Rabbit.

3. Ofrecerán programas de capacitación y educación para que los trabajadores se conecten con el mercado en general.

3. Más agencias de búsqueda de talentos para los trabajadores comunes

En el pasado las agencias de talento estaban reservadas a los artistas del entretenimiento y los atletas, pero en la próxima economía las agencias de talento y las firmas dedicadas a la búsqueda de trabajadores comenzarán a tener un rol más importante en la vida de los profesionales que busquen avanzar en sus carreras. El informe dice que no hay un modelo único o un camino lineal claro por el que evolucionarán las plataformas de la nueva economía, pero es evidente que la naturaleza profundamente diferente de los empleos y el trabajo en la nueva economía emergente requerirá plataformas profundamente diferentes para organizar el trabajo y las carreras.

4. El crecimiento de las pequeñas empresas llevará a un impulso para los salarios

El auge del empleo por cuenta propia inevitablemente aumentará los salarios (piense: ya no sufrirá bajo un empleador que pague poco). Además, al jubilarse la población mayor y con una tasa de nacimientos por debajo de la demanda laboral, la provisión de mano de obra decrecerá, lo que también tendrá un rol en la elevación de los salarios. Si bien la inmigración puede ayudar a responder a la nueva demanda laboral, es improbable que trabe el alza de los salarios, según el informe.

5. Todos son responsables de su propio éxito

Seguro, se librará de empleadores que paguen poco, pero esto también significa que el éxito de su carrera depende sólo de usted. En particular, los trabajadores se verán forzados a pensar constantemente en su próximo encargo, las capacidades requeridas para realizarlo y la formación y las credenciales requeridas para tener esas capacidades.

Para tener éxito los individuos tendrán que tener más actitud empresaria en cuanto a imaginar y planificar sus vidas, lo que significa venderse constantemente, definir el propio trabajo y formarse para futuros encargos.

Fuente: lanacion.com.ar, 06/12/15 – Fast Company

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