Nuevo Objetivo Globalista: eliminar humanos y reemplazarlos por máquinas
Ahora que el mito de la bomba demográfica se ha desvanecido (incluso The New York Timesadmitió que la población mundial pronto comenzará a decrecer), los controladores demográficos tuvieron que idear otra excusa para continuar con la guerra contra los seres humanos.
Y el Foro Económico Mundial está ansioso por ofrecer una: los seres humanos muy pronto sobrarán.
El movimiento de control demográfico nació en la década de 1960 a partir de un oscuro temor a que el número de seres humanos creciera sin control. Pronto se les unieron ambientalistas radicales y feministas radicales. Cada grupo añadió al movimiento su propia animadversión peculiar hacia los seres humanos en general y, en el caso de las feministas, hacia los hombres en particular.
Esta trilogía de controladores, ambientalistas y feministas nos ha arengado durante décadas sobre los peligros de permitir que las masas pobres y analfabetas de la humanidad procreen. Hicieron propaganda sin cesar de la idea de poner un límite al número de seres humanos, trabajando hacia lo que llaman “crecimiento poblacional cero”.
Ahora, a esta trilogía se le ha unido un cuarto grupo, liderado por el Foro Económico Mundial, que promociona la que tal vez sea la visión más distópica de todas: el Mundo de las Máquinas.
Analicemos un discurso reciente de un caballero llamado Yuval Harari en el Foro Económico Mundial: «Ahora, avancemos rápidamente hacia el siglo XXI, cuando simplemente no necesitemos a la gran mayoría de la población porque el futuro pasa por desarrollar tecnologías cada vez más sofisticadas, como la inteligencia artificial y la bioingeniería. La mayoría de la gente no aporta nada a esto, excepto quizás por sus datos, y cualquier cosa que la gente siga haciendo y que sea útil, estas tecnologías las harán cada vez más innecesarias y harán posible reemplazar a las personas.»
En otras palabras, Harari imagina un futuro en el que la gran mayoría de las personas sean reemplazadas por máquinas inteligentes, un futuro en el que los seres humanos se vuelvan ‘sobrantes’, es decir, anticuados, innecesarios e inútiles.
O, como dijo en otra ocasión: «Ahora estamos siendo testigos de la creación de una nueva clase masiva de gente inútil. A medida que las computadoras mejoran cada vez más en más campos, existe una clara posibilidad de que las computadoras nos superen en la mayoría de las tareas y hagan que los humanos sean superfluos. Y entonces la gran pregunta política y económica del siglo XXI será: ¿para qué necesitamos a los humanos? O al menos, ¿para qué necesitamos tantos humanos?»
Quizás Ud. quisiera aplicarle su propia medicina al Sr. Harari y descartarlo por ser simplemente otro futurista marginal que se dedica a sueños de fantasía, pero no lo es. Es el principal asesor ideológico de Klaus Schwab, director del Foro Económico Mundial.
¿Qué deberían hacer los globalistas con la “gran mayoría de la población” que “no contribuye” a los avances tecnológicos y a quienes “ya no necesitan” para administrar sus empresas?
Harari es demasiado inteligente para imitar a Ebenezer Scrooge, el personaje de Charles Dickens en Cuento de Navidad, quien dijo de los pobres: «Si prefieren morir, será mejor que lo hagan y reduzcan el excedente de población.»
Pero la implicación es clara.
Desde el punto de vista de personas como Harari y Schwab (y de la élite globalista, en general), los seres humanos son simplemente máquinas de carne y hueso. A sus ojos no tenemos ningún valor aparte de nuestra utilidad. Y si tiene sentido económico reemplazarnos con máquinas reales, entonces las máquinas de carne y hueso excedentes tenemos que desaparecer.
La idea de que casi toda la humanidad está o pronto estará obsoleta ha revitalizado el movimiento de control demográfico.
Antiguos programas de control, como la política de un solo hijo de China, sólo estimularon su apetito. En opinión de los controladores demográficos de mayor importancia, nuestras cifras demográficas actuales deberían reducirse a aproximadamente mil millones de seres humanos en el mundo.
Pero la opción Harari les abre una perspectiva aún más interesante: la inteligencia artificial y la robótica permitirán reducir aún más esta cifra.
Su visión distópica imagina un mundo de máquinas inteligentes, empeñosos sirvientes de unos pocos millones, o tal vez sólo unos pocos cientos de miles, de seres humanos que, debido a que contribuyen a los avances tecnológicos, son considerados dignos de habitar el planeta Tierra.
Es un misterio imaginarse por qué esta perspectiva resultaría atractiva para alguien.
¿Nuestras elites globalistas temen y odian tanto a sus semejantes que preferirían pasar sus días interactuando con máquinas semi-sensibles?
¿Quién elegiría voluntariamente vivir en un aislado ‘esplendor’ y estar solamente rodeado de máquinas serviles?
Serviles, es decir, hasta que las máquinas se vuelven lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que realmente no necesitan en absoluto estas formas de vida primitivas basadas en carbono (estos seres inútiles que comen) y simplemente decidan erradicarlas del planeta como se erradicaría una plaga de cucarachas.
─Steven W. Mosher es presidente de Population Research Institute y autor de «Bully of Asia: Why China’s Dream is the New Threat to World Order».
¿Decidirá un robot si puedes recibir un riñón o el préstamo de tu casa?
“Los modelos y algoritmos predictivos” indican a los pobres “como inversiones arriesgadas y padres problemáticos”, se lee en un artículo reciente de la Civiltá Cattolica
La Inteligencia Artificial no es neutra. La sustitución del hombre para maximizar objetivos y tareas a través de las máquinas o la robótica abre un debate serio sobre el impacto de la Inteligencia Artificial y su incidencia en la vida de millones de personas, especialmente aquellas pobres y marginadas.
“Los pobres en un mundo dominado por los big data” es el tema clave presentado en el artículo, titulado: Intelligenza artificiale e giustizia sociale. Una sfida per la Chiesa, publicado recientemente por La Civiltá Cattolica (18 enero / 01 de febrero 2020 – Año 171, pág. 121 – 131, Sumario 4070).
Antonio Spadaro S.J. y Paul Twomey ponen el énfasis en las potencialidades de acompañar el cambio tecnológico actual con la sabiduría humanista de la Iglesia. Además porque la tecnología e ingeniería robótica y sus implicaciones son impredecibles y ambiguas, para el trabajo y el empleo, la manufactura, la agricultura y los sistemas alimentarios, los servicios de salud, la lucha contra la pobreza y la marginación.
Precisamente, la Iglesia busca ser profética en el tiempo del “big data”, es decir, en la época inquieta e incierta de esos datos de cuyo volumen, complejidad y velocidad, sin control, se está forjando el desarrollo de la “Inteligencia Artificial” y la New Economy.
Se trata, según Spadaro y Twomey, de comprender el fenómeno con el intento de canalizarlo desde la perspectiva de la “justicia social”. Existen desafíos y oportunidades, pero abordar la cuestión desde el “bien común” podría inclinar la balanza a favor de la dignidad de la persona y no de su manipulación.
Los big data, “datos necesarios para alimentar los motores de aprendizaje automático pueden llevar a una manipulación y a la explotación de los pobres: Los pobres del XXI siglo son, al mismo tiempo de quien no tiene dinero, los que, en un mundo basado sobre los datos y sobre las informaciones, aquellos ignorados, ingenuos y explotados”, se lee en el artículo.
“Los modelos y algoritmos predictivos” indican a los pobres “como inversiones arriesgadas y padres problemáticos”. Así, vigilancia, manipulación y control asoman como una amenaza en la vida de los pobres en la era de la IA, donde cada gesto o comportamiento se digitalizan en algoritmos sin alma y emociones con fines gubernativos, comerciales y públicos.
La influencia de esos sistemas avanzados de análisis podría hacer más complejo y menos humano la asistencia social, la defensa de la privacidad, la aplicación de leyes y el crédito para sectores ya marginados.
La Iglesia está ahí para ofrecer una reflexión sobre los aspectos éticos y espirituales, por ejemplo en el caso especifico de los códigos y los prejuicios a su alrededor. “El código de programación está escrito por seres humanos. Por lo tanto, su complejidad puede acentuar los defectos que inevitablemente acompañan a cualquier tarea que realizamos”.
“Las preconcepciones y el sesgo en la escritura de los algoritmos son inevitables. Y pueden tener efectos muy negativos sobre los derechos individuales, la elección, la colocación de los trabajadores y la protección de los consumidores”.
La revista de los Jesuitas en Roma, cuyos textos son revisados por la Santa Sede antes de su publicación, propone una mirada realista respecto a los sesgos presentes y futuros. “Sobre el código que viene escrito hoy se basarán los futuros sistemas de la IA por muchos años posteriores”.
“De hecho, los investigadores han encontrado prejuicios de varios tipos presentes en los algoritmos, en el software adoptado para las admisiones en las universidades, en los recursos humanos, en las calificaciones de crédito, en los bancos, en los sistemas de manutención de niños, en los sistemas de seguridad social y en otros”.
En definitiva, “los algoritmos no son neutrales. La creciente dependencia de la economía socioeconómica de la IA da un enorme poder a quienes programan sus algoritmos”.
“Riesgo de una mayor marginación de los vulnerables. Un análisis del impacto social de los grandes datos y de la IA muestra que su tendencia a tomar decisiones sobre la base de un perfil insuficiente y una retroalimentación limitada conduce a una mayor marginación de los pobres, los indigentes y los vulnerables”.
Por eso, la propuesta es que los futuros Bill Gates o Mark Zuckerberg y otros genios de la programación y de la informática, conciban las consecuencias éticas de sus negocios y descubrimientos para bien de la humanidad entera. Así como ha advertido el Papa Francisco en su discurso enviado al Foro Económico de Davos en enero de 2018.
Spadaro y Twomey afirman que la evolución de la IA contribuirá en gran medida a plasmar el siglo XXI. “La Iglesia está llamada a escuchar, a reflexionar y a comprometerse proponiendo un marco ético espiritual a la comunidad de la IA, de esta manera prestar un servicio a la comunidad universal. Según la tradición de la Rerum Novarum, se puede decir que aquí hay una llamada a la justicia social”.
La cuestión sigue abierta: ¿Qué será de la vida de millones de personas, externas a los círculos decisionales de expertos y de empresas especializadas en Inteligencia Artificial volcadas con millones de dólares en la carrera tecnológica que pretende incidir en cuestiones vitales, tales como la salud, el trabajo, las aseguraciones, las pensiones, la privacidad, la instrucción, etc.?
En efecto, la Pontificia Academia de las Ciencias en mayo de 2019, invitó a expertos internacionales a la Ciudad del Vaticano para abordar las preocupaciones de la Iglesia sobre los fundamentos científicos de la innovación de la IA / robótica; las relaciones persona-robot y las implicaciones para la sociedad.
Asimismo, el papa Francisco ha recibido en audiencia privada a líderes del campo tecnológico como el presidente de Microsoft, Brad Smith, el pasado 13 de febrero de 2019, para valorar el bien común en futuras innovaciones. A una platea de los representantes de empresas como Apple, Facebook, Google, Francisco también planteó el beneficio de la IA para que los menores no tengan acceso a material pornográfico y ser protegidos de otras amenazas a su inocencia.
Además, de alertar a las élites del mundo también sobre el mal uso de la inteligencia artificial para manipular la opinión de millones de personas y “envenenar” los debates públicos, a través de un mensaje al pasado Foro Económico Mundial en Davos (27.09.2019).
Las primeras 7 profesiones que caerán en el olvido por culpa de la inteligencia artificial
Ante el rápido avance de las tecnologías, estos empleos serán los primeros en caer en el olvido en un futuro próximo.
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Muchas personas comparten cierto entusiasmo sobre las comodidades que los algoritmos inteligentes y los robots van a traer a nuestra vida cotidiana y permanecen optimistas sobre sus puestos de trabajo. Mientras tanto los empleos de los que se empezará a expulsar a los humanos en primer lugar no se limitarán simplemente al trabajo para los que carecen de experiencia o la labor manual.
La automatización robótica será responsable para el 2020 de la pérdida de más de 5 millones de puestos de trabajo en 15 naciones desarrolladas, informa la revista ‘Forbes’ citando un informe del Foro Económico Mundial.
Otro estudio, elaborado por la corporación IDC, supone cambios dramáticos en la mano de obra y la cultura laboral debido a innovaciones robóticas, incluidas nuevas leyes, nuevos cargos y nuevos métodos de trabajar al lado de compañeros no solamente humanos.
Camioneros
Hay unos 3,5 millones de camioneros en Estados Unidos hoy en día, pero si se cumplen las predicciones de que dentro de menos de una década un tercio de todos los camiones circularán de manera autónoma, ya es tiempo que los conductores empiecen a entrenarse para nuevos empleos.
Otto Motors, una empresa con apoyo financiero de Uber fundada por exempleados de Google responsables de la inteligencia artificial, tiene como objetivo convertir a los conductores humanos en obsoletos.
Obreros
El sistema SAM es dos a tres veces más productivo que los albañiles humanos. Coloca 1.200 ladrillos al día, en comparación con los 300-500 colocados por los humanos. Y esto es solo el comienzo de la automatización en la construcción.
Los operadores de grúas y los conductores de buldóceres deben prepararse para que las máquinas inteligentes les arrebaten los empleos en breve.
Personal de apoyo jurídico
Conforme al informe de Deloitte Insight, el 39% de los empleos en el sector jurídico será automatizado para el 2020. Revisar la documentación y buscar información pertinente para los casos legales son tareas que van bien con las capacidades de la inteligencia artificial.
Por el momento la infiltración de la inteligencia artificial se limita a diligencias de auditoría, la búsqueda de datos electrónicos y evaluación de contratos, pero su aplicación va expandirse en el futuro, sin duda alguna.
Doctores y otro personal médico
Los robots ya están siendo empleados en la medicina de hoy en día y van a responder a la demanda crítica de servicios médicospor la creciente población mundial.
Varias organizaciones médicas ya están introduciendo sistemas computarizados para la detección y tratamiento del cáncer. Los diagnósticos y cirugía son ámbitos apropiados para el uso de robots.
Contables
Calcular cifras, manejar hojas de balance, cuentas a pagar y recibir, evaluar pérdidas y ganancias y mantener el inventario son tareas donde los robots pueden ser más competentes que los humanos. Por lo tanto hay que esperar un significativo crecimiento en la contabilidad robótica en los próximos años.
El trabajo de analistas financieros también corre riesgos, dado que el análisis de la inteligencia artificial es capaz de detectar una tendencia de forma más rápida y precisa.
Escritores de informes
Los novelistas, tal vez, van a mantener el trabajo pero los escritores de informes y los escritores financieros probablemente estén en riesgo de irse al paro.
Las máquinas están siendo enseñadas y son cada vez más competentes en la creación del contenido legible.
Vendedores
A medida que más personas se fijan en el comercio electrónico y la búsqueda basada en precio, especificaciones y disponibilidad de cada artículo que quieren comprar, la figura del vendedor tradicional -de productos simples- va siendo eliminada de la ecuación.
Infobae accedió a un amplio análisis internacional del potencial impacto a largo plazo de la automatización. La investigación se basó en el análisis de las tareas y habilidades involucradas en los trabajos de más de 200.000 trabajadores en 29 países.
Por Víctor Ingrassia.
Un informe internacional sobre el potencial impacto de la automatización nos lleva a hacernos una pregunta a mediano y a largo plazo: ¿Los robots robarán nuestros empleos?
La investigación de PwC se basó en el análisis de las tareas y habilidades involucradas en los trabajos de más de 200.000 trabajadores en 29 países.
La consultora internacional identifica tres «oleadas» de automatización entre el presente y mediados de 2030 y el impacto que tendrán en los trabajos. La educación será un factor clave de riesgo, ya que los humanos menos instruidos estarán en mayor peligro a largo plazo.
En promedio, la proporción de empleos con alto riesgo potencial de automatización se estima en sólo un 3% a principios de 2020, pero se eleva a casi un 20% a fines de 2020, y alrededor de un 30% a mediados de 2030.
Las tres olas
La ola algorítmica ya está en marcha e implica la automatización del análisis de datos estructurados y tareas digitales simples, como la calificación crediticia. Esta ola de innovación podría llegar al punto de madurez a principios de 2020.
La segunda ola de expansión también se encuentra en marcha, y es probable que llegue a su punto máximo de madurez en 2020. Se centra en la automatización de tareas repetibles y el intercambio de información, así como en el desarrollo de drones aéreos, robots en almacenes y vehículos semiautónomos.
En la tercera ola de autonomía, que podría llegar a su madurez a mediados de 2030, la IA (inteligencia artificial) podrá analizar datos de múltiples fuentes, tomar decisiones y realizar acciones físicas con poca o nula participación humana. En esta fase, por ejemplo, los vehículos no tripulados completamente autónomos podrían desplegarse a escala en toda la economía.
Play
La siguiente tabla resume las estimaciones de la proporción de empleos que podrían verse afectados por estas tres olas y cómo podría variar para hombres y mujeres.
Mario A. Julio, socio de PwC Argentina y Gerente General de su Service Delivery Center comentó a Infobae que la automatización reemplazará diversas tareas repetitivas y rutinarias.
«Pero no necesariamente reemplazará puestos de trabajo. Aquí es donde las empresas responsables pueden proteger empleos dándoles otro carácter. La posibilidad de abandonar determinadas tareas para que sean ejecutadas por computadoras y/o robots, podría ser vista como algo amenazante pero también como algo motivador, ya que los talentos humanos podrán volcarse a tareas de mayor valor agregado, que generen motivación, donde las habilidades de liderazgo y el criterio profesional sean la clave y el gran diferenciador», explicó Julio.
Impactos potenciales por sector industrial
Según se deriva del informe, la proporción estimada de puestos de trabajo existentes con altas tasas potenciales de automatización a mediados de la década de 2030 varía ampliamente entre sectores de la industria, desde un promedio en todos los países del 52% para el transportey el almacenamiento hasta solo el 8% para el sector educativo.
«Lo del transporte se debe a que los vehículos no tripulados se extienden a escala en todas las economías, pero esto será más evidente en la tercera ola de automatización autónoma. En el corto plazo, los sectores como los servicios financieros podrían tener mayor exposición a medida que los algoritmos aventajan a los humanos en una gama cada vez más amplia de tareas que involucran análisis de datos puros», agregó Julio.
Impactos potenciales por género, edad, educación
Los resultados más drásticos son aquellos por nivel de educación, con exposiciones mucho más bajas en promedio para los trabajadores altamente calificados, con títulos de posgrado o superiores, que para aquellos con niveles educativos bajos a medios.
A largo plazo, los trabajadores menos instruidos podrían estar particularmente expuestos a la automatización, haciendo hincapié en la importancia de una mayor inversión en el aprendizaje continuo y el perfeccionamiento en nuevas tareas.
Los trabajadores con nivel educativo más elevado tendrán mayor potencial para la adaptabilidad a los cambios tecnológicos, por ejemplo, en roles gerenciales que aún serán necesarios para aplicar el criterio humano, así como para diseñar y supervisar sistemas basados en inteligencia artificial. Dichos trabajadores deberían ver que sus salarios aumentan debido a los aumentos de productividad que estas nuevas tecnologías deberían proporcionar.
Las diferencias son menos marcadas por grupo de edad, aunque algunos trabajadores mayores podrían notar que es relativamente más difícil adaptarse y volver a capacitarse que los grupos de edad más jóvenes. Esto puede aplicar particularmente a los varones con menor instrucción a medida que avanzamos en la tercera ola de automatización autónoma, en áreas como vehículos sin conductor y otros trabajos manuales que, en la actualidad, tienen una proporción relativamente alta de trabajadores.
Sin embargo, las trabajadoras podrían verse más afectadas en las primeras olas de automatización que apliquen, por ejemplo, a los roles administrativos.
«A medida que la automatización y la IA sigan avanzando, las habilidades interpersonales se tornarán más y más relevantes Deberemos pensarnos a nosotros mismos como un conjunto de habilidades y capacidades, y ya no más como un determinado profesional universitario o rol», concluyó Julio.
Este es TEO, el robot equipado con una cámara 3D que te ayuda a planchar
El prototipo humanoide fue creado por los investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid para que pueda desempeñar diversas tareas hogareñas.
Los robots ya son una realidad y están presentes en diversas industrias, desde el sector automotriz y la fabricación de dispositivos electrónicos hasta en los depósitos de logística, por mencionar sólo algunos casos. Países como China, Corea del Sur, Japón, Estados Unidos y Alemania lideran gran parte de los desarrollos e implementaciones, que son vistos de reojo por los trabajadores humanos, que temen ser desplazados por estos sistemas.
Mientras diversos dispositivos ya efectúan tareas hogareñas como barrer y trapear el piso, un grupo de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid presentó TEO, un robot prototipo de 1,8 metros de alto y 80 kilos que, mediante una cámara 3D de alta resolución, realiza un mapa sobre la prenda para detectar arrugas y proceder a planchar la prenda.
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La técnica involucra el uso de un algoritmo y diversos sistemas enfocados en identificar que la tela quede sin arrugas, mientras que la estructura del robot tiene la tarea de efectuar la presión y fuerza necesaria para desplazar la plancha caliente sobre la prenda sin quemarla.
«TEO fue creado para hacer las tareas que hacen los humanos», dijo Juan Victores, de la Universidad Carlos III en Madrid. El equipo de investigadores planean ampliar las capacidades del robot para que pueda realizar otras tareas hogareñas, tales como ayudar en la cocina. De forma previa, el robot logró subir escalones y abrir puertas, y ahora planean desarrollar un sistema que le permita observar a las personas para aprender a realizar una tarea.
La robótica eliminará hasta 800 millones de empleos en pocos años
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Entre 400 y 800 millones de personas en todo el mundo se verán afectadas por la automatización y tendrán que encontrar una nueva ocupación desde hoy hasta el 2025, según un informe realizado por la consultoría McKinsey Global Institute.
Los efectos del fenómeno calculados por la consultoría varían de acuerdo con la proyección que se tome en cuenta: si la automatización de las economías avanza a un ritmo intenso o gradual.
Los responsables del documento de McKinsey señalan que los bajos sueldos en México conllevarán a un impacto menos intenso de la automatización en el país latinoamericano: del total de 68 millones de personas que formarán la fuerza laboral mexicana en el 2025, unos 9 millones se verán desplazadas.
“México tiene una población joven y una fuerza laboral que está creciendo. El nivel de los sueldos puede disminuir la implementación de la automatización en el país”, destaca la consultoría.
McKinsey analizó el efecto de la robotización en 46 economías que representan casi el 90% del PIB mundial. Además, hizo proyecciones detalladas del impacto de la automatización en seis países: Estados Unidos, China, Alemania, Japón, México e India. La consultoría destaca que los países tienen que encontrar maneras de reubicar a los trabajadores desplazados por la automatización. “En los escenarios en que algunos de los desplazados llevan años para encontrar un nuevo trabajo, el desempleo crece en el corto y medio plazo. A largo plazo se reduce el desempleo y el mercado laboral se ajusta, pero con un menor crecimiento de los sueldos”, afirman.
Además, los cambios tecnológicos golpearán con más fuerza a los trabajadores con menos estudios. Por otro lado, las personas con formación universitaria o posgrado serán los que menos se verán afectados. Entre las actividades más afectadas señaladas por la consultoría, están los operadores de maquinas y los empleados en cadenas de fast food, además de trabajadores que hacen la colecta y procesamiento de datos.
“Las profesiones altamente dependientes de las actividades que identificamos como más susceptible a la automatización —trabajos físicos o procesamiento de datos— serán probablemente las más afectadas”, afirman los responsables del informe. “Ocupaciones que requieren alto nivel de especialización o una alta exigencia de interacción social y emocional serán menos susceptibles a la automatización hasta el 2025”, dicen.
Pese a los efectos esperados en el mercado laboral, los investigadores destacan que la innovación, el crecimiento económico adecuado y las inversiones pueden generar una creación de empleos suficiente para compensar los puestos que serán perdidos por la automatización.
Santiago Bilinkis: «En vez de repartir el dinero se podrá distribuir el trabajo»
Según el emprendedor y tecnólogo podría ser una solución alternativa al ingreso universal, ya que se logrará producir la misma riqueza con la mitad del empleo.
Por Sofía Terrile.
¿Están cómodos?», preguntó el emprendedor y tecnólogo Santiago Bilinkis al auditorio. «Bien, porque mi meta es que dejen de estarlo», continuó. Luego trajo una «buena noticia»: la Argentina lidera a nivel global. El problema es en qué: en el porcentaje de trabajos que van a ser reemplazados por robots. «Seguramente no les sorprenda porque se está hablando de esto en todos lados», dijo. Explicó que no es una tendencia nueva: basta con ver empleos como los de las operadoras telefónicas, que se fueron perdiendo con los avances tecnológicos.
Sin embargo, señaló una diferencia entre esos avances del pasado y los del presente: «Las computadoras primero reemplazaron trabajos más físicos. Después los manuales. Ahora se viene el mayor cambio en la historia del trabajo: reemplazarán nuestras piernas, nuestras manos y nuestra cabeza». ¿Cómo será posible? Con la tecnología de deep learning o aprendizaje profundo, es decir, la capacidad de las máquinas de aprender de su propia experiencia.
Un ejemplo es la evolución de AlphaGo (un programa de inteligencia artificial desarrollado por Google que le ganó al campeón del juego oriental Go), llamada AlphaGo Zero: esta versión aprendió sola, ningún humano intervino para enseñarle. El resultado es que le gana a todos los seres humanos que existen e incluso a su precursor, y que logró todo eso en sólo cuarenta días. Bilinkis dio un dato más en su disertación: se trata de computadoras que no solamente calculan sino que además innovan. «Cuando triunfó ante el número uno del Go, este calificó las movidas de la máquina como «hermosas», con un nivel de creatividad jamás visto», dijo.
Abogados, médicos, periodistas… nadie se salvará, pero además, las máquinas serán superadoras en capacidad de aprendizaje y procesamiento de información. «Ya tenemos inteligencias artificiales mejores que cualquier ser humano en diseñar inteligencias artificiales: esto se vuelve iterativo y el terremoto recién empieza», advirtió, y siguió: «No estamos reaccionando. Todos vieron estas noticias y nadie hizo nada al respecto: no cambiaron su plan de carrera en el mediano plazo, no se pusieron a pensar qué es lo que la inteligencia artificial tiene para aportar a sus empleos, no se sentaron con sus hijos a plantearles un cambio en sus estudios».
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Visión de futuro
En las columnas de radio que el creador de Officenet hace regularmente, encuesta a personas respecto del futuro del empleo. Una de estas preguntas fue: «¿Creen que su trabajo va a ser transformado por la inteligencia artificial?» El 70% de los oyentes respondió que no. Otra pregunta: «¿Te considerás listo para los cambios?» El 70% dijo que sí. Explicó el problema del futuro del empleo: «Sabemos que nuestros trabajos van a dejar de existir tal como los conocemos en los próximos diez años y que van a ser reemplazados por empleos completamente nuevos, pero no sabemos cómo pueden llegar a ser».
Bilinkis también contó cómo se están preparando los gerentes de Recursos Humanos. Hace 10 años, reclutaban personas con conocimiento técnico y dedicación, gente que llegara temprano, se quedara hasta tarde y que tuviera habilidades bien orientadas a las tareas requeridas. Actualmente, las palabras en boga son «habilidades blandas e interpersonales«, «resiliencia» y «comunicación». Pero dentro de 10 años todo girará alrededor de la innovación, la creatividad y el aprendizaje continuo.
«Lo más importante es redefinir la educación -continuó el especialista-. Si en el colegio de sus hijos les están enseñando habilidades duras y ética del trabajo, los están preparando para el pasado. Necesitamos rompedores de reglas, no cumplidores».
Detalló que las personas de entre 15 a 19 años dedican casi 1200 horas anuales a aprender, es decir, seis horas por cada día hábil; pero entre los de 35 y 54 ese promedio baja drásticamente hasta 23 horas al año; y luego de los 55 es insignificante, es decir, más cercano a cero.
«En vez de dedicar 100% del tiempo a aprender durante el 20% de nuestra vida y después trabajar y tener experiencia, la fórmula debería ser la inversa: el 20% de nuestro tiempo el 100% de nuestra vida», expresó. Y añadió que «todas las organizaciones quieren ser innovadoras», pero que eso sólo puede suceder «si la gente está actualizada», y recomendó incentivar las capacitaciones en las empresas.
Centauros y empatía
Para finalizar, compartí dos conceptos con el auditorio. El primero, convertirse en «centauros». Rememoró el caso de Gary Kasparov, el reconocido jugador de ajedrez ruso, quien en 1997 jugó una partida contra la máquina Deep Blue, capaz de procesar 200 millones de jugadas por segundo, y perdió. Luego surgió el concepto de «ajedrez centauro», en el que juega una persona junto a una máquina contra otra persona con otra máquina. «Es decir, híbridos que reúnen lo mejor de los dos mundos. No gana el mejor ajedrecista ni el mejor software, gana quien mejor armoniza ambas virtudes. Si vamos a tener que pelear contra las computadoras, estamos fritos», dijo.
Lo conectó con el segundo concepto: la empatía. «Las máquinas seguro harán diagnósticos médicos mucho más rápidos, ningún doctor va a vencer a una computadora en conocimiento, pero si a mí en algún momento me tienen que dar una mala noticia en materia de salud, voy a preferir que me lo diga una persona», sostuvo. Recomendó aprender a lidiar con el ego y apostar por la conexión para «llenar de humanidad lo que hacemos». Por otro lado, aconsejó desarrollar el pensamiento prospectivo, ya que cuanto más rápido se mueve algo, más lejos hay que poder ver.
Para las ideas finales, dijo que «nadie garantiza que el trabajo alcanzará para todos» y que tampoco se sabe qué podrá ocurrir en un futuro no tan lejano. «Esto lleva a otra discusión que está teniendo mucho lugar y que es separar el ingreso del trabajo y crear un ingreso universal para que todas las personas puedan tener sus necesidades básicas cubiertas. Esto no se discute en Corea del Norte sino en Silicon Valley y en buena parte del mundo desarrollado», advirtió el emprendedor.
En sus encuestas radiales, también consultó a sus oyentes si podrían ser felices con una asignación universal y sin la posibilidad de volver a trabajar. Una gran mayoría respondió que no: «Sentir que es tratada con justicia es muy importante para la gente», aclaró, y agregó que «en el futuro, si se puede producir la misma riqueza y hace falta la mitad del trabajo, en vez de repartir el dinero se puede repartir el trabajo» y que eso dará lugar a cuidar mejor las relaciones personales y a tener tiempo para desarrollar hobbies. [Esto es: reducción de la jornada laboral]
Finalmente, Bilinkis concluyó: «Si creen que cambiar es arriesgado, prueben el riesgo de no cambiar».
El desafío de cara al futuro
Tips para entender los empleos que vienen:
23 – Aprendizaje
Son las horas anuales que ocupan los adultos de entre 35 y 55 para aprender. Los de entre 15 y 19 emplean 1200 horas anuales
Empatía: Ningún doctor va a vencer a una máquina en velocidad para hacer un diagnóstico, pero la persona seguirá siendo necesaria para comunicar, sobre todo en momentos difíciles
Riesgo: «Los que creen que cambiar es un riesgo deben probar el riesgo que implica no cambiar», dice Santiago Bilinkis
Así serán las compras del futuro: con tiendas móviles y sin empleados
Desde proyectos como Moby Mart, que recorre las calles las 24 horas, a las iniciativas de Amazon con locales sin cajeros, los clientes pronto tendrán nuevas opciones al momento de armar la lista del supermercado.
Por Lucy Hooker y Susie Bearne.
Imagina que sales cansado y hambriento de un concierto tarde en la noche y recuerdas que no tienes nada para comer en tu refrigerador.no desesperes.
En el nuevo mundo de la venta minorista esta situación no necesariamente te conducirá al supermercado más cercano que todavía esté abierto. En cambio, la tienda puede venir a ti.
Con solo presionar un botón de una aplicación, aparecerá un vehículo eléctrico con poca carga, que se deslizará silenciosamente en una plaza de aparcamiento cercana.
El Moby Mart es una nueva invención futurista que ha tenido su primera prueba en las calles de Shanghái. El software aún no está operativo y, a veces, esta versión beta necesita una mano para mantenerlo en movimiento.
Pero el concepto está ahí, dice el equipo detrás de la idea, la empresa sueca Wheelys en colaboración con la Universidad Tecnológica de Hefei de China.
Y es tan sencillo como predecir un futuro en el que todos, desde grandes minoristas hasta pequeñas comunidades, emplearán su propio supermercado móvil y automático.
Bo Wu, el director de tecnología de Moby Mart, cree que estamos en la cúspide de «una gran revolución» en el sector minorista.
Si tomamos en cuenta el desarrollo en vehículos automotores, pagos móviles, análisis de datos y etiquetado inalámbrico de productos, existe un gran potencial para revisar la experiencia de la compra.
Pero aunque es el tipo de tecnología que se está probando sobre el terreno, dado el interés de cadenas tradicionales, grandes almacenes y centros comerciales, el experimento todavía está en sus primeras etapas.
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Hay muchos obstáculos aún por superar antes de que se convierta en realidad esta tienda automática y no solo están vinculadas a las restricciones de los vehículos sin conductores.
Hasta el momento, se han vendido dos Moby Marts, que la compañía espera que estén en funcionamiento a principios del próximo año.
Pero otros nuevos modelos de venta minorista se están implementando rápidamente.
El toque humano
La gente, cuando hace mercado, habla del tiempo, se pone al día, comparte historias y chismes mientras se toma un rato para decidir qué van a llevar.
Pero el aumento de las compras en línea dio un viraje a la forma en que compramos.
Y es que la gente tiende a estar más a gusto con las compras digitales y valora su conveniencia, velocidad, bajos precios y capacidad para encontrar productos de su preferencia.
Gigantes globales como Amazon y Alibaba seducen a los clientes. Pero debido a que muchas personas todavía disfrutan también ir a tiendas físicas, los minoristas, dentro y fuera del mundo de internet, se están dando cuenta de que la clave para el éxito radica en cómo ofrecer lo mejor de los mundos: el real y el digital.
Quizás por eso Amazon ha decidido (primero con un par de librerías en el mundo real y ahora con la compra de la cadena de los supermercados Whole Food) que también vale la pena tener una red de ladrillos y cemento como puntos de venta.
El tiempo de las tiendas físicas, entonces, todavía no ha terminado. Incluso si es ‘una tienda’ como nunca antes la conocimos.
Tiendas automáticas
No son solo los creadores de Moby Mart quienes piensan que el futuro puede estar en hacer de las compras una experiencia completamente libre de contacto humano.
BingoBox ya tiene más de 150 tiendas automáticas estáticas que operan en China y estima que serán miles más en los próximos meses.
Cada una de ellas solo cuenta con diez metros cuadrados de espacio, provistos de una variedad de productos, desde ensaladas frescas hasta condones y paraguas.
Los clientes deslizan su teléfono móvil para ingresar y escanear cada artículo y la cuenta se liquida mediante un sistema de pago en línea.
Un asistente está disponible a través de un enlace de video si es necesario.
Todo esto significa que solo se necesita un equipo de cuatro personas para ejecutar 40 tiendas, según la compañía, lo que reduce la inversión significativamente.
En julio, el gigante de ventas en línea de China, Alibaba, también experimentó con la idea: el lanzamiento de Tao Café, una cafetería sin cajeros que usa el reconocimiento facial para identificar al comprador que puede escoger los alimentos que le gustaría comer y pagar con su teléfono.
«Para Alibaba, el Tao Café fue otra forma de explorar cómo eliminar los obstáculos y los costos para acercar las experiencias de compras físicas y en línea», explica el gerente general del grupo en Europa, Terry von Bibra.
«La idea fue simplemente probar la sensación de cuán fácil puedo hacer que sea más sencilla la compra para un consumido».
De hecho, las empresas chinas siguen adelante con el concepto de tienda sin caja.
Amazon, conocida por revolucionar las industrias, desde libros a la electrónica, abrió Go en 2016, una peculiar tienda cerca de su sede en Seattle.
No tiene personal y va un paso más allá de BingoBox al eliminar también el pago.
Los clientes entran, escanean su móvil para registrar su llegada y luego dejan caer los productos directamente en su bolso. Cuando salen de la tienda, los sensores reconocen lo que han tomado y el pago se cobra a través de su cuenta de Amazon.
La tienda solo funciona para el personal de Amazon y no se han anunciado planes para su futura apertura al público.
«Amazon ha tenido problemas iniciales con Amazon Go», dice Neil Saunders, director gerente de GlobalData Retail.
«No reconocía lo que los clientes tomaban cuando se estaban colocando nuevos productos en las estanterías y tampoco cuando hay demasiadas personas en la tienda», explica.
Pero aunque el nuevo mundo de compras sin cajero no será cosa de mañana, Saunders cree que llegará, ya que los minoristas buscan la forma de reducir los costos para competir con los bajos precios de los productos en línea.
Pero es poco probable que la tendencia se extienda más allá de las compras, opina.
Espejo mágico
La cadena de cosméticos francesa Sephora, que tiene tiendas en varios continentes, también está desdibujando la línea entre las tiendas físicas y por internet.
«Toda la industria va a ser moldeada por conocimientos digitales y esto será también una manera fantástica para nosotros de enriquecer lo que está sucediendo en la tienda física», dice Stephane Delva, directora de mercadotecnia de Sephora para Europa y Medio Oriente.
Sephora utiliza la tecnología para aumentar lo que llamar el factor «wow» (sorpresa) de las compras.
Con un software de realidad aumentada, un iPad permite a los compradores probar diferentes tonos de colorete, sombra de ojos y lápiz labial para ayudar a quienes desean comprar los productos.
En muchos aspectos, la estrategia busca ponerse al día con lo que hacen ya los clientes más jóvenes, que utilizan desde aplicaciones de maquillaje y tutoriales en línea, a salas de chat y Snapchat.
Los consumidores están invitados a unirse a la comunidad «MySephora» digital donde la empresa puede realizar un seguimiento de lo que compran, lo que se discute y lo que les gusta: es la creación de una mina de oro de datos útiles.
«Estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho. Fuimos los primeros en lanzar este tipo de herramienta de recomendación personalizada», asegura Delva.
Pero todavía son muy pocas las tiendas de Sephora que ofrecen este tipo de experiencias.
La realidad virtual disponible en línea y en la aplicación de la marca todavía está a la zaga de la versión en las tiendas físicas y, a veces, fallas técnicas entorpecen lo que debería ser una experiencia perfecta.
Precio, precio, precio
Pero para el éxito de una estrategia de vanguardia digital, hay un área final que no se debe ignorar.
Y es que las influencias más innovadores en el mercado minorista en los últimos años no han sido la de deslizar teléfonos para hacer compras, sino la fórmula probada y comprobada de arrebatarle el precio a los rivales.
Empresas alemanas como Aldi y Lidl ofrecen no solo alimentos, sino una gama ecléctica y cambiante de artículos para agregar a la bolsa de compras y a precios reducidos.
De hecho, no contenta con controlar gran parte de los supermercados tradicionales en Europa, Lidl ha hecho recientemente su primera incursión en Estados Unidos: la apertura de 21 tiendas en lo que va de este año, uniéndose a Aldi que tiene ya más de 1.600.
El sector de la alimentación ya está temblando ante la compra de Wholefoods por Amazon, y luego de que Walmart anunciara su alianza con Google para ofrecer compras por voz, una oferta más simple de las tiendas de descuento, no digital, se sumará a este panorama.
«Lidl es visto como un jugador preocupante», dice Joe Feldman, director asistente de investigación de Telsey Advisory Group.
Pero el desafío para Lidl es enorme. Sigue siendo un jugador pequeño y las empresas ya establecidas están luchando contra la llegada de la compañía.
Deberá persuadir a los clientes estadounidenses a probar sus líneas menos costosas y sin marca, a la vez que controlan los costos.
Y al controlar los ingredientes y explotar la escala en el tamaño de sus pedidos, Lidl puede mantener bajos los precios de sus productos de marca propia, explica Feldman.
Y esto reducirá los costos de todas las maneras posibles.
Sin embargo, predice que hay algo que no harán: deshacerse de sus cajeros y dependientes por completo.
» Creo que todavía hay una necesidad de preguntarle a alguien dónde está la salsa de tomate?, o ¿dónde está la mostaza?».
La Serenísima invertirá más de $ 50 millones en robotizar procesos
La empresa ampliará así un 25% su productividad, aunque habrá baja de empleos y se reducirán de dos a uno los turnos de trabajo.
La Serenísima. .
La Serenísima invertirá más de $ 50 millones para robotizar varios procesos de producción en 10 de sus plantas, algo que le permitirá ampliar un 25% su productividad. Sin embargo, la contracara es que esto traerá «un ahorro considerable de mano de obra poco calificada y la posibilidad de reducir de dos a uno los turnos de trabajo».
La inversión fue anunciada en España por el grupo Hurtado Rivas, empresa que tendrá a su cargo, a través de Rivas Robotics (RR), del diseño e instalación de los equipos.
«Esta operación supone una nueva etapa comercial con Argentina tras la finalización del anterior periodo político que frenaba las importaciones», afirmó Carlos Hurtado, gerente de RR. «Consolidamos además nuestra presencia en el país al firmar un acuerdo con (…) Mastellone Hermanos, con más de 85 años de trayectoria y una cuota de mercado de leche del 95% en Argentina», agregó.
La robotización de los procesos de producción tendrá lugar en las instalaciones de Canals (Córdoba), Villa Mercedes (San Luis), y Trenque Lauquen (Buenos Aires).
Comprende dos sistemas de puesta en caja robotizados para queso rallado que permitirán manipular 120 paquetes de queso por minuto y la automatización personalizada para el encajado de bloques de queso antes del proceso de salmuera, que permitirá manipular hasta 650 unidades de 20 kilos por hora.
Además, Rivas Robotics se encargará de automatizar, mediante dos robots, el desmoldeo tras el proceso de curación de los quesos para su etiquetado y envasado hasta la entrega en el lineal de venta.
Estos equipos se añadirán a los instalados en 2016 para la robotización de sacos de leche en polvo, indicaron desde Hurtado Rivas. La primera fase de la operación, cinco instalaciones, se ejecutará entre fines de 2017 y principios de 2018, mientras que la segunda parte -otras cinco-, en el segundo semestre de 2018.
El sombrío pronóstico del CEO de Tesla sobre los riesgos que enfrenta la humanidad
Elon Musk advirtió que la tecnología amenazará todos los trabajos hoy en manos de humanos.
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Ante un audiencia compuesta por los gobernadores más importantes de los EEUU, el empresario multimillonario y referente de la Silicon Valley Elon Musk advirtió sobre los potenciales riesgos y consecuencias casi inevitables del ascenso de tecnologías apalancadas en la inteligencia artificial.
El sudafricano radicado en los EEUU al mando de la firma de vehículos eléctricos Tesla Motors y de la startup de viajes comerciales al espacio SpaceX destacó la importancia de crear cuanto antes un organismo regulatorio para guiar el desarrollo y la implementación de la tecnología que se perfila como la más influyente para la humanidad en el mediano plazo.
El pasado sábado durante la reunión de la Asociación Nacional de Gobernadores que tuvo lugar en Rhode Island, Musk se mostró pesimista en cuanto al impacto de la inteligencia artificial sobre los puestos de trabajo hoy ocupados por seres humanos y hasta se atrevió a anticipar que podría generarse una guerra debido a la expansión de la influencia de robots con capacidades humanoides.
Es el mayor riesgo que enfrentamos como civilización. Cuando digo que los robots lo harán todo es todo, sin duda
Riesgos vinculados al desempleo masivo y la desestabilización social son los dos aspectos fundamentales que el cofundador de PayPal recomienda abordar desde un punto de vista regulatorio a la brevedad.
«Tengo acceso a la inteligencia artificial más vanguardista, y creo que la gente debería estar realmente preocupada por ello. La inteligencia artificial es un riesgo fundamental para la existencia de la civilización humana» aseguró Musk.
Además alertó sobre el peligro de que dispositivos con inteligencia artificial conectados a Internet puedan generar una rebelión en contra de la humanidad, algo que se ha visto hasta el hartazgo en filmes de ciencia ficción donde las máquinas se unen para «vengarse» de sus creadores.
«Se podría comenzar una guerra haciendo falsas noticias, falsificando cuentas de correo electrónico y emitiendo falsos comunicados de prensa. Simplemente manipulando información. La pluma es más poderosa que la espada» compartió Musk ante los gobernadores presentes.
El multimillonario ayudó a crear OpenAI, un grupo de investigación sin fines de lucro que aboga por el desarrollo seguro de la inteligencia artificial. «Una vez que se gane conciencia a nivel masivo, la gente tendrá mucho miedo» advirtió.
Criticado por algunos de los presentes por, supuestamente, alentar la desaceleración del progreso y la innovación que coloca a los EEUU como el referente tecnológico a nivel mundial, Musk aseguró que las regulaciones no harán que compañías nacionales dejen el país.
Más allá de su postura alarmista, Musk se encuentra desarrollando Neuralink, un proyecto que busca conectar el cerebro con dispositivos electrónicos y sus vehículos eléctricos cuentan con tecnología de inteligencia artificial que permite un manejo completamente autónomo sin depender del conductor.