Pandemias y Ciencia-Ficción
mayo 2, 2020 · Imprimir este artículo
Cuando la realidad supera a la ciencia-ficción
Ray Bradbury, Isaac Asimov, J. G. Ballard, Ursula K. Le Guin, Philip K. Dick y Stanislaw Lem imaginaron un futuro de pandemias, distancia social y redefinición del ser humano. Seis expertos analizan sus predicciones
¿Qué escritor de ciencia-ficción adivinó mejor el futuro? Seis especialistas explican los pronósticos realizados por seis grandes maestros. Sus respectivas obras demuestran que la literatura se adelantó a fenómenos como la pandemia mundial, la distancia social, la preocupación ecológica, el sexo no binario, la robotización, la inteligencia artificial, la civilización de la pantalla, la realidad aumentada, la aspiración a la inmortalidad, los viajes espaciales, el control del Estado o la disidencia política en el siglo XXI. Como era de esperar, casi ninguno se consideraba a sí mismo autor de género, pero de su imaginación salieron futuros que se parecen mucho a nuestro presente.
Ursula K. Le Guin
Abriéndonos la puerta del universo
Por Rosa Montero
Cuando hablamos de escritores de ciencia-ficción que adivinaron el futuro, solemos estar refiriéndonos a individuos que intuyeron adelantos técnicos e innovaciones científicas. Ursula K. Le Guin no forma parte de ese colectivo; ella nunca fue muy tecnológica en su obra, sino monumental y mítica. Es uno de esos pocos autores capaces de atrapar en sus libros tanto las más pequeñas sutilezas del individuo como los más vastos anhelos de la humanidad. Y desde esa mirada de águila sí que ha sido capaz de anticipar grandes movimientos sociales e incluso viajes que apenas estamos comenzando.
Por ejemplo, su novela El nombre del mundo es Bosque, publicada en 1972, ofrece una profunda reflexión ecologista, un tema que por entonces no le parecía importante a casi nadie, así que podemos decir que Le Guin formó parte de la avanzadilla contra la crisis climática (por cierto que la película Avatar se inspiró en este libro, eso sí, sin decirlo). Del mismo modo, La mano izquierda de la oscuridad (1969), que habla de un mundo en donde los humanos son hermafroditas, neutros durante tres semanas y en la cuarta machos o hembras dependiendo de la pareja que tengan en ese momento, predice la manera en que los géneros están siendo dinamitados actualmente. Me refiero a la sexualidad líquida y mudable de los pansexuales, demisexuales o queer; de los trans y los bi; de los andróginos y los no binarios, todo este glorioso y resbaladizo lío, en fin.
Por último, la serie narrativa más ambiciosa de Le Guin son las novelas del Ekumen, una federación de mundos habitados por humanos que salieron de la Tierra hace milenios y que han ido conformando civilizaciones muy distintas. Y justamente ahora nos encontramos en el inicio de ese salto colosal hacia otros planetas. Hay un frenesí exploratorio en búsqueda de exoplanetas habitables y existen diversos proyectos para colonizar Marte, el más llamativo el de Elon Musk, que pretende transportar hasta el planeta rojo a un millón de colonos para 2050. Es decir (qué vértigo), estamos en el comienzo del Ekumen. Le Guin nos abrió la puerta del universo.
UN LIBRO. Los desposeídos, por ser la mejor novela del Ekumen, que nos enseña que los humanos tendremos que colonizar otros planetas.
Isaac Asimov
Los marcianos éramos nosotros
Por Javier Sampedro
Isaac Asimov (1920-1992) es conocido sobre todo por dos colecciones de novelas, una sobre robots y otra, llamada Fundación, acerca de una civilización galáctica. Ahora que la robótica ha despegado con fuerza impulsada por los avances en inteligencia artificial, las predicciones de Asimov se están empezando a discutir no ya en los foros coloridos de los aficionados al género, sino incluso bajo la luz tenue de los laboratorios de investigación. Los científicos y los ingenieros discuten, por ejemplo, si sus “tres leyes de la robótica” (un robot no dañará a un humano; obedecerá a un humano siempre que esto no contradiga la primera ley, y se protegerá a sí mismo siempre que esto no contradiga las dos primeras leyes) pueden ser de aplicación como una especie de código moral para máquinas autónomas. El futuro lo dirá.
Cuando sus editores le estimularon a escribir una ópera galáctica, pensando en un conflicto entre la especie humana y los seres alienígenas más extraños que el autor pudiera imaginar, Asimov razonó que la humanidad no tenía la menor oportunidad de salir victoriosa. Nuestra civilización tecnológica es apenas una recién nacida y lo más probable es que se quede muy corta respecto a cualquier otra civilización tecnológica de la galaxia. Así que el autor renunció por completo a cualquier guerra de los mundos e imaginó más bien un futuro en el que los humanos nos hemos propagado por toda la galaxia.
En la serie Fundación, los marcianos somos nosotros. Esa serie, que empezó siendo una trilogía y acabó creciendo tanto que no es fácil decir exactamente cuántos libros comprende, es también una predicción sobre las predicciones. Prevé el desarrollo de una nueva ciencia llamada “psicohistoria” capaz de augurar las grandes corrientes históricas del futuro. Una metapredicción. En un relato sin relación con las series anteriores, la humanidad está a punto de perecer junto al propio universo que la alberga, por la simple degeneración termodinámica que pondrá fin a todo. Los científicos le preguntan al mejor supercomputador del momento: ¿cómo se puede revertir la entropía del cosmos? El ordenador trabaja durante miles de millones de años y al final, con la humanidad ya extinta y olvidada, responde: “Hágase la luz”.
UN LIBRO. Anochecer, por inventar un mundo con siete soles donde nadie ve las estrellas, lo que impide despegar a la ciencia.
Philip K. Dick
Deshumanización tecnológica
Por Laura Fernández
Philip K. Dick inventó el deshumanizado mundo de pequeñas y engañosas píldoras en el que vivimos. No, no se trata de píldoras reales, sino de píldoras de realidad. No es solo que escribiese sobre el exceso de información, descontextualizado, atomizado y ametrallador con el que convivimos, sino que lo utilizó para profundizar en su efecto sobre la psique implosiva del que la recibía. Sí, el mundo como un espejo roto en millones de pedazos en los que el individuo se refleja de una forma confusa y distinta y, por lo tanto, enloquecedora.
Tendía Dick a la paranoia —estaba convencido, desde niño, de que todo el mundo quería matarle— y eso le hizo desconfiar de todo y de todos. En especial, de cualquier ente autoritario existente, es decir, los Estados, pero también las empresas todopoderosas —hay al menos una de ellas en cada una de sus novelas— y, cómo no, de la cambiante historia. Esto es, el pasado como algo con lo que se juega en virtud de los intereses de quien puede jugar con él (por ejemplo, hacer creer al protagonista que sigue viviendo en la década de los cincuenta para utilizarlo como arma en la guerra que se libra en el futuro en el que vive sin saberlo).
Es decir, por un lado la confusión, que nunca es colectiva sino individual, y por otro, cientos de pequeñas cosas, como el aspecto cada vez más lúdico de la sociedad (pensemos en la guerra con una sociedad extraterrestre convertida en partidas de una especie de Monopoly en Los jugadores de Titán), la dependencia de las nuevas tecnologías (en Dick hasta los coches cuidan de nosotros y nos dan conversación de vuelta a casa porque no hay nadie más ahí, estamos rodeados de gente pero seguimos inquietantemente solos) y la precariedad (en The Crack in Space se ofrece dormir a aquellos que no van a poder pagarse una vida en el presente), que culminan con la dolorosa y desesperante deshumanización que explica hasta el cada vez más pujante negocio de las mascotas en nuestros días (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? anticipa la imperiosa necesidad del ser humano de volver a sentirse humano cuidando de algo vivo e inocente). No, Dick no era partidario de las catástrofes inexplicables, sino de todo aquello que hacía mal (y por maldad) el ser humano.
UN LIBRO. Ubik, por convertir la realidad en un espejismo que nos conduce hacia un pasado que no existió como lo imaginamos.
J. G. Ballard
La enfermedad del futuro (y viceversa)
Por Jordi Costa
Como si ya hubiera estado allí, J. G. Ballard escribió sobre el futuro con el desapasionamiento notarial de un forense que estuviese realizando la meticulosa autopsia de un nuevo milenio que ya había nacido cadáver. El llamado oráculo de Shepperton (1930-2009) podría haber declarado ayer mismo que “la enfermedad nos ha proporcionado una suerte de apuntalamiento a todos los procesos de alienación que han tenido lugar en nuestra cultura en los últimos 10 años”. En realidad, lo dijo en los ochenta, en el contexto de esa crisis del sida que infectaría uno de sus relatos, El amor en un clima más frío, miniatura distópica que imaginaba una sociedad donde el sexo sería práctica obligatoria legislada por los Gobiernos y gestionada por las Iglesias.
Con las herencias del surrealismo y el psicoanálisis definiendo una mirada única, capaz de detectar las lógicas perversas que subyacen bajo el tejido de lo cotidiano, la literatura de Ballard marcó un radical punto de inflexión en la ciencia-ficción de los sesenta al desplazar el foco del espacio exterior —el territorio de la space-opera— al espacio interior — esa subjetividad pulsional, bombardeada y al mismo tiempo activada por desastres apocalípticos, mutaciones del paisaje mediático o inquietantes derivaciones de la ingeniería social—. Su obra siguió un trazado riguroso desde el desbordamiento imaginativo —esas heterodoxas novelas de catástrofes (El mundo sumergido, La sequía, El mundo de cristal), cuyos personajes no se regían por el instinto de supervivencia, sino por la pulsión de muerte— hasta el aséptico hiperrealismo de sus últimos trabajos —de Furia feroz a Bienvenidos a Metrocenter—, que certificaron que ya llevábamos largo tiempo habitando un presente distópico. Entre uno y otro extremo, las obras que permitirían entender el poso autobiográfico del conjunto —El imperio del sol, La bondad de las mujeres— y, sobre todo, la ruptura abierta por las revolucionarias La exhibición de atrocidades y Crash, las piezas más violentamente transgresoras de su carrera, ambientadas en un universo, regido por la fusión de lo sadeano y lo tecnológico, que funcionaba como espejo, cromado y deformante, de una sociedad iluminada por el sol negro de la muerte del afecto.
UN LIBRO. Rascacielos, por abismarse en la barbarie potencial que yace bajo los frágiles cimientos de la sociedad del bienestar
Ray Bradbury
Nos vemos en Marte en 2026
Por Jacinto Antón
Tener que defender a Ray Bradbury (1920-2012) en una competición sobre quién adivinó mejor el futuro puede parecer una faena. Porque Bradbury no es ni se consideró él nunca un escritor de ciencia-ficción. Al menos no de ciencia-ficción al uso. Su terreno creativo fue la fantasía, una fantasía llena de metáforas, teñida de un profundo lirismo con conmovedoras notas melancólicas, feéricas y con una propensión también, en muchas de sus creaciones, a lo tenebroso y hasta lo macabro. De hecho, obras como los estremecedores relatos de El país de octubre —con esas cúspides del escalofrío que son ‘La guadaña’, ‘La multitud’, ‘El viento’ o ‘El pequeño asesino’— lo convierten en un maestro del terror, con influencia en el género reconocida por el propio Stephen King. Dos de sus grandes novelas, las bellísimas y nostálgicas El vino del estío y La feria de las tinieblas, tampoco tienen que ver con la ciencia-ficción, sino con las experiencias y sueños de su infancia en su pueblo natal de Illinois, esa Arcadia rebautizada como Green Town.
Los dos libros más de ciencia-ficción, Crónicas marcianas y sobre todo Fahrenheit 451, tampoco es que se ciñan al canon estricto del género, aunque en la una narre la conquista de Marte por los terrícolas y la otra sea una distopía en la que una unidad de bomberos especializados se dedica a quemar libros. Ciertamente en la primera hay cohetes y marcianos, y en la segunda se podría considerar que se anticipan (es de 1951) algunos artefactos como la televisión plana y los airpods (“caracolitos”, “radios de dedal” que se meten en las orejas y te sumergen en “un océano electrónico de sonido”). Pero siempre está todo subordinado a una dimensión poética y maravillosa: la aventura del bombero Montag es por encima de todo un canto de amor a la lectura (las bibliotecas eran el paraíso de Bradbury) y las crónicas otro, una elegía al planeta rojo de las revistas pulp, Edgar Rice Burroughs y H. G. Welles.
¿Quiere decir todo esto que Bradbury no puede ganar la competición? En absoluto: él nos ha animado como nadie a pensar lo impensable, ha predicho que viajar al espacio nos hará inmortales y ha anticipado que un día de 2026 en Marte nos reconoceremos como los verdaderos marcianos.
UN LIBRO. Crónicas marcianas, por vaticinar que ir a otro planeta no nos librará de nuestros miedos ni de nuestros pecados.
Stanisław Lem
Un mundo de exclusiones
Por Patricio Pron
No hay mucha ciencia en la obra de Stanisław Lem, pero sí muy buena ficción, así como la ruptura conceptual y el “extrañamiento cognitivo” que son los rasgos más salientes del género. Lem (1921-2006) reprochaba a una ciencia-ficción en cuyo marco prefería no ser leído su fijación con la tecnología y su incapacidad de anticipar el futuro: en particular, de admitir que nada cambia nunca porque la naturaleza humana condiciona las respuestas individuales y colectivas a toda situación de peligro y estas tienden a parecerse.
Es lo que sucede en Solaris (1972), quizás su obra más conocida. Cuando Kris Kelvin llega a la estación de observación en torno a ese planeta descubre que uno de sus tripulantes se ha suicidado y que los otros dos no son los únicos ocupantes del módulo: un día ve caminando por el pasillo a una mujer negra desnuda; otro se encuentra con su esposa. Pero ésta también se ha quitado la vida, años antes.
Naturalmente, el problema aquí es el de cómo saber que lo que creemos observar es real. Lem confronta a sus personajes con sus miedos y sus anhelos más profundos al tiempo que critica el proyecto de comprender el universo mediante métodos supuestamente objetivos. Para alguien que como él escribía bajo un régimen totalitario que se amparaba en un cierto “socialismo científico”, el problema no era menor, por supuesto. Pero tampoco lo es para nosotros. Según el filósofo alemán Markus Gabriel, no existe una gran diferencia entre la negación de la ciencia de los extremismos religiosos y políticos y su transformación reciente en herramienta de control por parte de Gobiernos solo en apariencia menos radicales: ambas son respuestas “moralmente reprochables” a una situación de excepción instrumentalizada para reforzar el control ya sea mediante “pasaportes de inmunidad”, geolocalización, “distancia social” o confinamiento forzoso. Vivimos en un presente “construido con exclusiones, negaciones y diversas suposiciones, cada una más opaca que la anterior”, observa Lem en Máscara (1976), y en realidad no podemos saber, excepto, tal vez, que la “luz al final del túnel” será otra opacidad, quizás incluso más oscura que la anterior.
UN LIBRO. La investigación, porque habla, con molde policiaco, sobre la inutilidad de la prueba en un mundo absurdo y falaz.
Fuente: elpais.com, 22/04/20.
40 novelas sobre pandemias
En la literatura, como en el cine, las pandemias y epidemias han sido siempre una fórmula de éxito. Sin ir más lejos, en el Antiguo Testamento (Libro de Samuel II-24), Dios le da al rey David la elección entre tres castigos: siete años de hambruna, tres meses de guerra o tres días de peste. Boccaccio (1313-1375) también utilizó el drama de la peste negra en sus Cuentos del Decamerón, donde un grupo de diez jóvenes -siete mujeres y tres hombres refugiados en una villa a las afueras de Florencia para huir de la epidemia- narran cien historias durante 10 días. Edgar Allan Poe también utilizó este recurso en su relato La máscara de la muerte roja. Veamos otras novelas cuya trama se basa en las epidemias:
Novelas sobre epidemias y enfermedades contagiosas
La peste, Albert Camus
La peste narra las consecuencias del aislamiento de toda una ciudad, lo cual pone de manifiesto lo mejor y lo peor que cada uno de sus ciudadanos lleva dentro: sus miedos, traiciones, individualismo, pero también la solidaridad, la compasión, el espíritu de colaboración con el prójimo en tareas comunes… Novela apasionante, de gran densidad de pensamiento y de profunda comprensión del ser humano, se ha convertido en uno de los clásicos más indiscutibles de la literatura francesa de todos los tiempos y en uno de los más leídos.
Epidemia, Robin Cook
Ambientada en diversas ciudades de Estados Unidos, esta electrizante novela recrea la peripecia de un grupo de médicos y biólogos que emprenden una desesperada carrera contra el tiempo para evitar la propagación de una epidemia mortal.
Todo empieza cuando Melissa Blumenthal, doctora del Centro para el Control de Enfermedades, organismo gubernamental dedicado a la prevención de epidemias, es enviada a una clínica de Los Ángeles, donde un médico y varios pacientes se hallan en estado crítico a consecuencia de un virus misterioso.
Apocalipsis, Stephen King
Esta narración cuenta cómo un virus gripal, creado artificialmente como posible arma bacteriológica, se extiende por Estados Unidos y provoca la muerte de millones de personas. Los supervivientes tienen sueños comunes, en los que aparece una anciana y un hombre joven. La mujer anciana los incita a viajar a Nebraska para combatir a Randall Flagg, un abominable personaje que encarna las fuerzas del mal y posee un arsenal nuclear.
Pandemia, Wayne Simmons
Dos agentes de policía se abren paso a través de una multitud tan enfurecida como temerosa. Su destino es un bloque de viviendas de Belfast. Han recibido un aviso sobre un nuevo brote de gripe. Cuando alcanzan su objetivo, topan con los ojos inyectados en sangre de una niña lituana de seis años. Presenta todos los síntomas de la pandemia y hay que ponerla en cuarentena. Pero el virus no deja de mutar y otro suceso sacude con violencia a los supervivientes de Belfast: los cadáveres de los infectados se están alzando. Bajo los rayos de un sol implacable, la ciudad es el escenario de una batalla sangrienta e implacable entre los muertos y los vivos. La única esperanza de Belfast reside en la capacidad de los supervivientes de comportarse como lo que se suponen que son: seres humanos.
La peste escarlata, Jack London
La Peste Escarlata (1912) es un clásico memorable sobre la fragilidad de la civilización que inauguró el género de novela catástrofe. Su acción se desarrolla en 2072, sesenta años después de que una implacable epidemia, llamada Muerte Roja, diezmara la raza humana reduciendo a los sobrevivientes a un nuevo primitivismo salvaje y violento. Un viejo maestro sobreviviente de la pandemia intentará desesperadamente recuperar e inculcar los valores perdidos a sus nietos en un largo y difícil camino hacia el conocimiento.
Pandemia, Daniel Kalla
Novela basada en el tristemente famoso virus de la gripe aviar. Perfectamente documentado -el autor es médico de profesión-, el resultado es un thriller altamente realista que nos muestra un escenario no sólo posible, sino terroríficamente probable. Ambientada en China, el doctor Noah Haldane de la Organización Mundial de la Salud y experto en este tipo de enfermedades da la voz de alarma ante la existencia de un posible virus que trasciende las barreras existentes entre humanos y animales, exigiendo mayores y mejores medidas de prevención. Sin embargo, el doctor no sólo tendrá que enfrentarse a las horribles muertes. En el hospital del distrito entran dos personas, supuestamente oficiales gubernamentales, para sacar muestras de sangre de las víctimas. No les ha enviado ningún organismo oficial. Se trata de un desalmado grupo de terroristas que amenaza con hacer uso del virus en algún concurrido lugar del planeta. Pandemia es una apasionante y contemporánea visión de la sociedad actual que engancha desde la primera página y que hace de Kalla uno de los escritores más interesantes del panorama literario actual.
El libro del día del Juicio Final, Connie Willis
A mediados del siglo XXI, la joven estudiante Kirvin Engle se prepara para hacer un viaje en el tiempo. Junto con otros científicos, pretende recabar información de primera mano sobre una de las épocas más oscuras de la historia de la Humanidad: la Edad Media. Aparentemente, todo ha salido bien. Kirvin se encuentra en una nevada campiña inglesa en pleno siglo XVI. Lo que no sabe es que, en 2045, el técnico que marcó las coordenadas de su viaje ha caído fulminado, presa de una extraña plaga que parece asolar la población de ambos tiempos. La historiadora está atrapada en plena época de la Peste Negra, y su venida es interpretada como un acto de Dios; creen que es un ángel protector llegado del Cielo para evitar el Juicio Final.
Diario del año de la peste, Daniel Defoe
Un escalofriante relato novelado en el que se describen con crudeza los horribles acontecimientos que coincidieron con la epidemia de peste que asoló Londres y sus alrededores entre 1664 y 1666. Daniel Defoe, con precisión de cirujano, se convierte en testigo de los comportamientos humanos más heroicos pero también de los más mezquinos: siervos que cuidan abnegadamente de sus amos, padres que abandonan a sus hijos infectados, casas tapiadas con los enfermos dentro, ricos huyendo a sus casas de campo y extendiendo la epidemia allende las murallas de la ciudad. El Diario del año de la peste es una narración dramática y sobrecogedora, con episodios que van de lo emotivo a lo terrorífico, un relato preciso y sin concesiones de una altura literaria que todavía hoy es capaz de conmovernos hasta las lágrimas.
La amenaza Andromeda, Michael Crichton
Cuatro científicos estadounidenses, escogidos por sus logros en microbiología, patología, epidemiología y química electrolítica han sido convocados sin saber por qué y con la máxima urgencia a un laboratorio secreto que el Proyecto Wildfire esconde bajo tierra en el desierto de Nevada. Allí, rodeados por los más sofisticados equipos informáticos y sin poder comunicarse con el exterior, excepto por una línea directa con la oficina de Seguridad Nacional, trabajan para combatir la amenaza de una epidemia mundial. Han de encontrar un antídoto contra un microorganismo desconocido que, inexplicablemente, ha matado a todos los habitantes, excepto a un anciano y un bebé, en un pequeño pueblo de Arizona donde un satélite ha sido recuperado. Pocas piezas les faltan ya para completar el puzzle cuando una rotura en el sello que aísla el laboratorio ha permitido que su adversario microbacteriano salga al exterior. Entonces, su ya desesperada búsqueda de una respuesta médica se unirá a una frenética carrera para impedir el fin del mundo. Con su fuerza narrativa, el suspense y los conocimientos científicos que atesora, La amenaza de Andrómeda coloca al lector ante una trama que une la investigación espacial a los más altos secretos de estado.
El sueño de la aldea Ding, Yan Lianke
La muerte recorre las calles de la otrora próspera aldea Ding. Sus habitantes desaparecen igual que las hojas de los árboles en otoño. Una extraña fiebre se lleva sus vidas. Es la enfermedad de quienes hace ocho años vendieron su sangre por unas pocas monedas. Narrada por el pequeño Xiao Qiang, esta novela, de una sobrecogedora belleza, nos adentra en la historia de la aldea Ding, una de tantas afectadas por el escándalo de la sangre contaminada de la provincia china de Henan. Los aldeanos, incitados a vender grandes cantidades de su propia sangre, con la que se enriquecieron unos pocos, son ahora víctimas de la mayor epidemia conocida en el país. Abandonados e ignorados por las autoridades, solo pueden esperar la llegada de la muerte.
El último hombre, Mary Shelley
El último hombre es una novela apocalíptica, publicada por primera vez en 1826. El libro narra la historia de un mundo futurista (2073) que ha sido arrasado por una extraña epidemia. La novela fue criticada duramente en su época, y permaneció prácticamente en el anonimato hasta que los historiadores la resucitaron en la década de 1960.
Némesis, Philip Roth
Bajo el calor sofocante de la “Newark ecuatorial” hace estragos una espantosa epidemia de polio amenaza con dejar a los niños de la ciudad de Nueva Jersey mutilados, paralizados o minusválidos, e incluso con matarlos. El protagonista de Némesis es el joven de veintitrés años Bucky Cantor, responsable de las actividades al aire libre de los alumnos de una escuela. Cuando la polio empieza a asolar el patio de recreo, Roth se concentra en los dilemas de Cantor y en las realidades cotidianas a las que este se enfrenta, y nos conduce a través de todas las emociones que una plaga semejante puede engendrar: el miedo, el pánico, la cólera, el desconcierto, el sufrimiento y el dolor.
El año de la peste, Geraldine Brooks
Narrada en la voz de su protagonista, una joven viuda y madre de dos hijos, esta es la sobrecogedora historia de un pequeño pueblo inglés que en 1966 se vio asolado por la peste bucónica y, liderado por un carismático vicario, decidió aislarse del mundo.
Pandemia, Lewis Perdue
La existencia de la humanidad está en juego. Los creadores de armas biológicas están desarrollando formas de vida mortales, modificadas genéticamente que se activan con los genes relacionados con la raza y etnia. Los análisis de ADN muestran que la raza humana estuvo a punto de extinguirse en el pasado. Cuando Lara Blackwood, brillante ingeniero genética, recibe una llamada pidiéndole ayuda para combatir una espantosa epidemia, está dispuesta a hacer todo lo que está en su mano. Se horroriza al descubrir que el trabajo de su vida ha sido pervertido para producir una nueva arma genética revolucionaria, que mata al hacer que los cromosomas de las personas relacionados con la etnia afectada se vuelvan contra ellos mismos. ¡El reloj de la humanidad corre mientras Lara lucha contra sorprendentes inconvenientes para dejar al descubierto la conspiración que se oculta detrás del virus mortal, antes de que un complot terrorista amenace con extinguir a toda la raza humana!
Nivel 5, Douglas Preston y Lincoln Child
En un remoto lugar del desierto de Nuevo México, un enigmático centro de investigación lleva a cabo un ambicioso proyecto científico: un tratamiento definitivo para una enfermedad común pero molesta, y grave en algunos casos. El espectacular hallazgo representará sin duda sustanciosos beneficios para la empresa, y el Premio Nobel para el equipo de investigadores. Por todo ello, cuando un joven científico recibe la oferta de colaborar en el proyecto, no se lo piensa dos veces. Sabe que se halla ante la ocasión de su vida: trabajar con las más destacadas figuras de la medicina y la ingeniería genética y participar en el descubrimiento del siglo. No sospecha, sin embargo, que tras la aséptica y rutilante apariencia de la más avanzada tecnología se oculta un siniestro secreto.
España: guerra zombie, Jaime Noguera
Alejandro Noriega, un mediocre escritor español, es requerido desde su refugio en un archipiélago noruego para redactar un informe de la ONU sobre la Guerra Zombi en España. Sus reticencias iniciales para viajar a la Penísula Ibérica, ocupada en su mayor parte por las hordas de muertos vivientes, desaparecen cuando, junto a una jugosa cantidad económica, se le ofrece conocer el paradero de su familia, desaparecida durante la fase inicial de la pandemia. Lo que comienza como una tarea de recopilación de vivencias personales sobre la hecatombe zombi se convierte en un viaje pesadillesco, del Gibraltar ampliado a la fortaleza de Toledo, del País Vasco Independiente a la Barcelona nuclearizada, en la que Noriega se ve atrapado entre dos frentes que luchan por hacerse con el misterioso Profesor Saviola y su vacuna contra el virus.
La peste negra, Luis Miguel Guerra
En el año 1347, los mongoles someten a un duro sitio la ciudad portuaria de Caffa, que se defiende con uñas y dientes. Sin embargo, acabar con la resistencia de los italianos se convierte en un problema menos cuando surge entre las filas de los atacantes una enfermedad fulminante que se extiende como la pólvora: la peste negra.
Con este estremecedor episodio arranca una sorprendente novela, que a continuación conduce al lector a un apasionante recorrido por una Europa asolada y atemorizada por la enfermedad y en la que conocerá las correrías de tres médicos empeñados en encontrar remedio a lo que parece el Apocalipsis. Pero también hay quien ve en la propagación del mal una fuente de poder, y su búsqueda se convertirá en una aventura muy arriesgada.
El misterioso caso de la peste negra, Eduardo Mira
El célebre escritor inglés Godofredo Chaucer, autor de los Cuentos de Canterbury, deberá investigar el origen de la peste negra que acabó con más de treinta millones de personas.Godofredo Chaucer, además de un escritor inmortal, fue un espía británico testigo de la Guerra de los Cien Años, de la revolución campesina de Londres, del Cisma de Occidente, del asalto a las juderías española y de la peste negra: la epidemia que asoló Europa y acabó con treinta millones de personas. Eduard Mira utiliza como narradora a Isabel de Loris, biznieta de Corbino, que narra las memorias de este desde un prostíbulo valenciano.
La leyenda del rey de la peste, Lars Andersson
El rey Magnus Eriksson reinó en Suecia en la Edad Media, hacia la mitad del siglo XII. Gobernó un reino inmenso, con súbditos godos, visigodos, suecos, fineses y noruegos. La peste despobló su reino de campesinos, el hambre lo persiguió como un fantasma. Exiliado en su propio país, huyendo de la guerra que lo había enfrentado a su propio hijo, el rey recorrió Värmland completamente solo, como un vagabundo. Lars Andersson, uno de los escritores más notables que ha dado la literatura sueca contemporánea, ha recogido su leyenda y la ha transformado en una epopeya íntima, carente de héroes. El encuentro del rey solitario con un cazador furtivo, enterrador de las víctimas de la peste, es el encuentro de dos almas, de dos voluntades. El rey se confía a Göpa, que no lo traiciona. Ambos comparten miserias y dolores, y huyen juntos de la peste y del hambre. La leyenda del rey de la peste se mueve entre la magia y el sueño, en un mundo desolado, en el que sólo la muerte y la peste son verdaderas reinas.
Epidemia, Frank Slaughter
Nueva York, 1965. La ciudad se ve asolada por una terrible epidemia originada por una plaga de ratas africanas llegadas en las bodegas de un barco mercante. El pánico cunde y los científicos libran una carrera contra el tiempo para encontrar una vacuna y evitar una catástrofe sin precedentes, al tiempo que la delincuencia s e multiplica salvajemente por las calles de la Gran Manzana…
El húsar en el tejado, Jean Giono
Europa, siglo XIX. Angelo Pardi, joven aristócrata piamontés y coronel de húsares comprometido con el movimiento carbonario, que ha tenido que exiliarse en Francia a causa de un duelo, emprende el viaje de retorno a su patria para cumplir una misteriosa misión. Para ello debe atravesar la Provenza, pero la región está siendo azotada por una epidemia de cólera y los viajeros son inmovilizados y puestos en cuarentena. El joven oficial, acusado de envenenar las fuentes, se refugia en los tejados de la ciudad, desde donde contempla la tragedia de la muerte que asola esos bellísimos parajes, hasta que, en compañía de una enigmática mujer, emprende la huida.
En el blanco, Ken Follett
Escocia, unos días antes de Navidad. Toni, jefa de seguridad de unos laboratorios de investigación farmacéutica, detecta el robo de una droga antiviral en fase de experimentación: es muy peligrosa, un virus letal. Rápidamente hace saltar las alarmas, logra encontrar al ladrón (un empleado, que ha muerto por el virus) y aislar su casa contaminada. Cuando la noticia llega a los periodistas, la situación ya está controlada, como les informan en rueda de prensa ella y Stanley, el propietario del laboratorio. Algo así no volverá a ocurrir. Pero unos días después… Toda la familia de Stanley se ha reunido en casa de él para celebrar la Navidad y les cuenta su relación con Toni. Stanley es viudo y tiene tres hijos adultos. No aceptan a Toni; es una amenaza para ellos y no tardan en comenzar a discutir. A la reunión también ha venido Kit, el hijo problemático. Todos creen que quiere hacer las paces con su padre (que se vio obligado a pagarle todas su deudas hace un tiempo). En realidad, Kit vuelve a tener problemas. Debe millones a unos gángsters y estos han decidido cobrárselos de otra manera: quieren el virus.
El factor Hades, Robert Ludlum
Un vagabundo en Boston, un mayor del ejército en California y una adolescente en Atlanta mueren en forma súbita y dolorosa, a causa de un desconocido virus fatal que sorprende por elegir sus víctimas en forma precisa.
Durante días un equipo de científicos que trabaja en un laboratorio del gobierno de los Estados Unidos se dedica desesperadamente a la tarea de develar el secreto del mortal virus. Cuando el principal investigador, el teniente coronel Jonathan Smith, regresa de Europa, sobrevive casi por milagro a una serie de ataques muy bien organizados cuyo fin era acabar con su vida.
Después de eludir a sus perseguidores y regresar a su casa, descubre que el virus se ha cobrado una cuarta víctima, la doctora Sophia Russell, con quien Smith estaba por casarse. Devastado por la pena, pero impulsado por la furia, Smith no tarda en descubrir que la muerte de su prometida no fue casualidad, que alguien tiene en su poder el virus y que la pandemia que amenaza a millones de vidas tampoco es accidente.
Sin saber en quién confiar, Smith reúne un equipo privado para alcanzar la verdad oculta tras el virus letal. Y a medida que la lista de víctimas aumenta, su búsqueda llega a los niveles más altos del poder y a los rincones más oscuros de la tierra. Su capacidad de investigador se enfrenta con un genio decidido a todo, y el destino del mundo depende de ella.
El síndrome Pinocho, David Zeman
En el mundo tras el 11 de septiembre, todavía convulsionado por terribles ataques terroristas, un senador millonario y megalómano pretende derrocar al presidente de EEUU acusándole de ser demasiado débil contra los terroristas y avivando el odio de la opinión pública. Por otro lado, el brote de una extrañísima enfermedad acaba de crear al caos. Nadie sabe cómo surge, cómo actúa ni cómo se detiene, pero resulta mortal. Karen Embry, una joven periodista especializada en temas médicos pretende desvelar el misterio del síndrome, sin saber que su investigación acabará siendo una cuestión de alta política.
Gripe mortal, Pablo Caralps
¿Quién se beneficia de una epidemia de gripe? ¿Sabemos cómo funcionan las empresas farmacéuticas? Gripe mortal es un thriller científico que aporta material real suficiente y bien documentado; es una historia verosímil de ficción a ritmo de bestseller. Una novela que, de manera extraordinaria y sorprendente, nos lleva a conocer el funcionamiento de un oscuro negocio. El dueño de una importante empresa farmacéutica se encuentra atravesando una situación complicada: las ventas están descendiendo de manera abismal. Su colaborador estrella y mejor amigo, Luis, le presenta un perfecto plan de acción: robar la cepa llamada “gripe española”, un virulento virus que causó la pandemia de gripe más mortífera de la historia: murieron entre 20 y 50 millones de personas durante 1918. Con esta cepa podrían expandir la enfermedad en varios lugares del mundo, creando antes una vacuna y dos antigripales específicos. El único problema sería la OMS (Organización Mundial de la Salud), que es la que autoriza y programa las vacunas de cada año para cada continente. Pero si apareciera una gripe desconocida que rápidamente se convirtiera en pandemia, el laboratorio podría tener disponible la vacuna. Con esta operación no sólo podrían salvar su situación financiera, sino hacerse inmensamente ricos… ¿Realidad o ficción?
¿Alerta pandémica?, José Manuel Echevarría
En Guatemala, las autoridades sanitarias alertan de un nuevo virus de gripe que ha causado algunas muertes inesperadas. Ante la propagación del virus, que pronto alcanza a otros países americanos e incluso a otros continentes, la Organización Sanitaria Internacional (OSI) declara en Lausana el estado de alerta pandémica a escala global.
Las autoridades sanitarias gubernamentales cierran filas en torno a la OSI para hacer frente a lo que ya se presenta como una seria amenaza para la humanidad: una epidemia global con previsión de millones de muertos en todo el mundo.
Sin embargo, algunos profesionales, tras analizar los datos que se van generando, poco a poco comienzan a hacerse la misma pregunta:¿existen realmente razones para una alerta pandémica?
La terrible duda que provoca esta pregunta nos llevará hasta una ignominiosa trama de manipulación de la opinión pública, de pingües intereses económicos y de ansia de poder que, en realidad, había comenzado a urdirse siete años antes de la detección del brote epidémico… en un exótico mercado de un apartado rincón del Lejano Oriente.
Siempre en capilla, Luisa Forrellad
Tres jóvenes médicos, Leonard, Jasper y Alexander, se enfrentan a una epidemia de difteria que se extiende sin control por una barriada pobre de los alrededores de Londres. Estamos a finales del siglo XIX y no hay tratamiento médico para la enfermedad, por esto Jasper, siguiendo los métodos científicos de Pasteur, está desarrollando una vacuna, aun cuando no osa probarla en humanos. Un asesinato misterioso precipitará de forma sorprendente los acontecimientos y pondrá en riesgo la vida de los protagonistas.
La plaga, Ann Benson
¿Qué ocurre cuando la peste bubónica, ausente durante tanto tiempo del mundo moderno, reaparece en la sociedad del siglo XXI? La plaga urde con brillantez dos relatos paralelos. En el siglo XIV, el médico Alejandro Canches se salva de ser ejecutado por realizar una autopsia y en su huida recorre la Europa de la Peste Negra. Finalmente es enviado, contra su voluntad, a la corte de Eduardo III de Inglaterra para combatir la epidemia. En dramático contrapunto, la arqueóloga y médica Janie Crowe llega a la Inglaterra del siglo XXI e involuntariamente, provoca la difusión de una mortífera bacteria en un mundo que no está preparado para combatirla. En un futuro en que los antibióticos han perdido toda eficacia y un pasado dominado por el terror, estos dos héroes, muy a su pesar, se ven unidos por la historia.
Cibertormenta, Matthew Mather
Mike Mitchell es un hombre corriente, con una vida corriente, que hace todo lo posible por mantener a su familia unida, cuando de pronto se encuentra luchando solo para mantenerla con vida cuando una extraña cadena de desastres empieza a destruir el mundo que los rodea. Internet se cae. La comunicación se desmorona. Una epidemia comienza a atacar a la población de manera embravecida. Hay rumores que apuntan a que todo forma parte de un plan de ataque coordinado que llevará al mundo a una guerra tecnológica. Mike y su familia se afanan por sobrevivir en medio de una metrópoli en la que millones de personas ya están condenadas.
Ensayo sobre la ceguera, José Saramago
Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego súbitamente. Es el primer caso de una “ceguera blanca” que se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendrán que enfrentarse con lo que existe de más primitivo en la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio. Ensayo sobre la ceguera es la ficción de un autor que nos alerta sobre “la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron”.
La plaga, Jeff Carlson
¿Puede una vacuna causar el fin de la humanidad? Un laboratorio diseña un producto de nanotecnología para combatir el cáncer. Durante el proceso, un fallo de seguridad permite la fuga de estos mecanismos microscópicos cuando aún están en fase de pruebas y lo que debía ser un método curativo se convierte en una plaga tecnológica. El nanorobot creado para para combatir el cáncer se convierte en una plaga tecnológica que acaba con la vida de cinco mil millones de personas, cambiando la vida en la Tierra para siempre. Pero el mecanismo nanotecnológico se autodestruye a altitudes superiores a los tres mil metros. Aquellos pocos que han conseguido escapar luchan por sobrevivir en las montañas más altas. La última esperanza de la humanidad son una científica que se encuentra a bordo de la estación espacial internacional y un pequeño grupo de supervivientes en California.
Apocalípsis Z: el principio del fin, Manuel Loureiro
Un grupo de rebeldes caucásicos asalta unas instalaciones militares liberando una enfermedad que se expande sin freno por todo el planeta. La enfermedad mata a la persona que la padece pero el afectado resucita, sigue caminando y su único objetivo es saciar su hambre mordiendo a los no infectados. Las autoridades toman medidas creando Puestos Seguros donde agrupar a la población. Pero esto es insuficiente. Los No Muertos son demasiados y poco a poco terminan con la sociedad que conocemos.
Peste & Cólera, Patrick Deville
En 1887, mientras Francia prepara los festejos del centenario de la Revolución Francesa, Louis Pasteur funda una escuela de biología y descubre la vacuna contra la rabia. Con veintidós años, el suizo Alexandre Yersin llega a París y se enrola en la aventura pasteuriana. Investiga sobre la tuberculosis y la difteria, y todo lo encamina a convertirse en uno de los sucesores privilegiados de Pasteur. Pero a Yersin lo mueve un espíritu aventurero, como el de su admirado Livingstone, héroe de su infancia y adolescencia. Entonces, el joven se enrola como médico en un barco, se hace a la mar e inicia sus travesías por Extremo Oriente, explora la jungla, y viaja a China, Adén y Madagascar. Y durante la gran epidemia de Hong Kong, en 1894, descubre el bacilo de la peste.
Éstas son sólo algunas de las hazañas de un científico y explorador al que Patrick Deville consagra esta emocionante epopeya de tintes conradianos, donde el brillante ejercicio literario se combina con un preciso trabajo de documentación que llevará al escritor a sumergirse en el fascinante universo de la correspondencia mantenida por la «banda de los pasteurianos».
El puente de los suspiros, Elena Peroni
Una impresionante novela que cuenta la historia de amor entre un leproso y una mujer sana a comienzos del siglo XX y los sucesos históricos que han rodeado a la enfermedad en Colombia y el mundo. La novela narra cómo fue la suerte de los leprosos en Colombia. Su persecución, el estigma de ser rechazados, sus amores, sus anhelos, la solidaridad de algunas personas con su martirio, y el descubrimiento de que no era una enfermedad contagiosa.
El velo pintado, William Somerset Maugham
Kitty Garstin, joven y bella londinense, cumple sus veinticinco años sin haber alcanzado el objetivo para el que fue educada por su madre: hacer una buena boda. Por temor a que su hermana menor se case antes que ella, contrae matrimonio con un bacteriólogo, un hombre inteligente, educado y moralmente intachable, que la ador a pero de quien no está enamorada. Después de la boda, se trasladan a Hong Kong, donde Kitty se enamora de Charlie Towsend, un inglés apuesto y frívolo de la colonia extranjera, con quien será infiel a su marido. Descubiertas sus relaciones adúlteras, y traicionada por Charlie, se verá obligada a seguir a su marido a una zona del interior de China afectada por el cólera. Kitty, incapaz de obtener el perdón de su marido, se entrega a labores humanitarias. El contacto con la muerte y con una realidad dura y penosa harán de ella una persona nueva.
El año del tifus, Edorta Jiménez
El año del tifus es un trepidante thriller histórico ambientado en los mares belicosos del siglo XVI. La novela se desarrolla en una de las naves que conforman la Armada rumbo a Inglaterra, donde las diferentes razones e intenciones de los tripulantes se irán desentramando a lo largo del viaje. Marineros en busca de fortuna, o tal vez de aventura, galeotes obligados a remar sin descanso, personajes oscuros, enamorados y huidizos, para quienes la supervivencia en el barco se convertirá en una batalla a muerte… Todos permanecen encerrados durante meses, compartiendo confesiones y miserias, haciendo frente a tempestades, epidemias y a la peor y más corrosiva de todas las pestes: la envidia.
Partials: La Conexión, Dan Wells
En 2076, en un mundo devastado por la guerra, los seres humanos están al borde de la extinción y la clave de la supervivencia está en manos de una chica de 16 años. La humanidad está a punto de desaparecer tras haber perdido la guerra con los Parciales (seres creados con tecnología genética, idénticos a nosotros). Los humanos sobrevivientes fueron reducidos a unos pocos miles por el RM, un virus letal utilizado como arma biológica, al cual solo parte de la población es inmune. Los habitantes se concentraron en Long Island y, aunque los Parciales se han retirado misteriosamente, su amenaza persiste. Pero lo peor de todo es que en 11 años no ha habido un solo bebé que haya sobrevivido al RM.
Trilogía de Argel, Yasmina Khadra
Trilogía integrada por las novelas policiacas Morituri, Doble blanco y El otoño de las quimeras, protagonizadas por el comisario Llob.
El incorruptible comisario Brahim Llob (también escritor de novelas policiacas) está dispuesto a todo para acabar con los depredadores integristas que asuelan su país y desvelar sus ocultas conexiones con la mafia político-financiera. Con sus peripecias entrega al lector la implacable radiografía de una tragedia vivida a escasas brazas de Europa, mientras el mundo descubre, perplejo, el advenimiento de una plaga que habrá de propagarse como un reguero de pólvora.
La Tierra permanece, George R. Stewart
Un devastador y desconocido virus asola la civilización; inexplicablemente, Isherwood Williams sobrevive a la plaga. A la deriva, ha de afrontar un mundo sin humanidad, de paisajes degradados y hordas de insectos y roedores. Finalmente, dará con una superviviente, con la que fundará una nueva sociedad semejante a la de los antiguos nativos norteamericanos. Único testigo del pasado, Ish nos recuerda que “los hombres van y vienen, pero la Tierra permanece”.
El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez
La historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, en el escenario de un pueblecito portuario del Caribe y a lo largo de más de sesenta años, podría parecer un melodrama de amantes contrariados que al final vencen por la gracia del tiempo y la fuerza de sus propios sentimientos, ya que García Márquez se complace en utilizar los más clásicos recursos de los folletines tradicionales. Pero este tiempo —por una vez sucesivo, y no circular—, este escenario y estos personajes son como una mezcla tropical de plantas y arcillas que la mano del maestro modela y fantasea a su placer, para al final ir a desembocar en los territorios del mito y la leyenda. Los zumos, olores y sabores del trópico alimentan una prosa alucinatoria que en esta ocasión llega al puerto oscilante del final feliz.
Fuente: eraseunavezqueseera.com, 2014.
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