El rol clave de las Farmacias durante la pandemia en España
marzo 22, 2021
La profesión farmacéutica, clave durante la pandemia
Un 91,3% de los españoles valora positivamente la actuación de los farmacéuticos durante la crisis, siendo el recurso sanitario más accesible y cercano.
En España hay una farmacia por cada 2.000 habitantes. Es la red de farmacias comunitarias más extensa de Europa, y confirma al sector como el recurso sanitario más cercano y accesible para los ciudadanos (9 de cada 10 tiene una farmacia a menos de diez minutos de su domicilio). Así que su labor este último año, junto a la del resto del sistema sanitario, ha sido esencial.
Cuando en marzo del año pasado se aprobó el primer estado de alarma, la situación era de auténtica incertidumbre, por lo que las farmacias “nos pusimos a disposición de las administraciones ofreciendo soluciones dirigidas a proteger a ciudadanos y profesionales y asegurar siempre el acceso a los medicamentos”, cuenta Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Se logró que en plena crisis no hubiera desabastecimiento y, afortunadamente, el 99,8% de la red farmacéutica permaneció activa en todo momento. Un año después, la gestión de la pandemia llevada a cabo por el sector ha mejorado su percepción ante los ciudadanos, ya que también ha actuado como punto de información, siendo un lugar de confianza para muchos pacientes.
Durante el primer mes de confinamiento, más de 850.000 pacientes recibieron sus medicamentos a domicilio
Una vocación de servicio público
La protección de la población ha sido el objetivo indiscutible en esta crisis y, en ese sentido, “los pacientes hemos visto que la farmacia comunitaria ha sido una de las estructuras que mejor se ha comportado. Ha habido áreas que se han visto colapsadas, pero la farmacia ha estado desde el primer día abierta y operativa”, explica Andoni Lorenzo, presidente del Foro del Paciente. Con los centros de salud desbordados, “las farmacias han absorbido parte de la presión asistencial del sistema sanitario”, afirma Aguilar.
Esta estrategia se repitió en la dispensación de medicamentos del ámbito hospitalario, facilitando en los primeros meses a 10.000 pacientes de grupos de riesgo que pudieran recoger sus tratamientos en su farmacia más cercana sin tener que acudir al hospital. Esta colaboración en la dispensación de medicamentos
hospitalarios en farmacias comunitarias, ha demostrado en un reciente estudio
llevado a cabo en Cantabria que ahorra costes al sistema sanitario y a los pacientes, al
evitarles desplazamientos. En muchas ocasiones, cuenta Lorenzo, “cuando nos asustaba ir al centro de salud o al hospital, parece que las farmacias transmitían un mensaje más tranquilizador”.
La pandemia ha tenido un alto coste personal en el sector: 24 profesionales de la farmacia fallecidos
Se constituyeron rápidamente como un espacio seguro, donde los ciudadanos acudían a informarse sobre el Covid-19. Esto se explica, según Lorenzo, porque “junto con el médico de cabecera, el farmacéutico es la persona con la que más empatizamos los pacientes. Hay una relación de cercanía, y cuando en tu centro de salud no te cogen el teléfono muchas veces el punto de conexión con la sanidad ha sido el farmacéutico”. Desde el sector, relata Aguilar, “con el fin de responder a todas las dudas que recibíamos sobre el virus, hemos generado multitud de material formativo para los farmacéuticos (cursos, webinars y documentación técnica) e informativo para los ciudadanos”.
Este aspecto tiene especial relevancia en las zonas rurales y despobladas, donde el acceso a un centro de salud es más complicado, pues la distribución geográfica de los centros hospitalarios se concentra sobre todo en las grandes urbes. En España hay 21.102 farmacias, y en el ámbito rural “existen 2000 farmacias en poblaciones de menos de 1000 habitantes”, declara Aguilar, por lo que se evidencia “especialmente esencial en aquellos núcleos en los que las farmacias son los únicos establecimientos sanitarios”. Es un organismo de cohesión, que llega a la mayoría de la población.
De los 75.000 farmacéuticos colegiados en España, más de 53.000 desarrollan su labor en las farmacias comunitarias
Más del 90% de los españoles tiene una buena opinión sobre el sector
A raíz de su actuación durante la pandemia, “el sector ha reforzado todavía más su imagen”, asegura Narciso Michavila, presidente de GAD3. Según la encuesta realizada por la consultora durante el primer mes de confinamiento, el 91,3% de los españoles reconoce como buena o muy buena la labor de las farmacias.
De este informe destaca también la confianza casi unánime de la sociedad hacia los farmacéuticos (un 98%) y la calidad de la atención recibida (un 94% de los encuestados están satisfechos). Según Michavila, la opinión ya favorable hacia las farmacias ha mejorado tras la crisis sanitaria debido a la fortaleza de la red, que ha funcionado sin problemas durante los momentos más duros, con lo que “han llegado medicamentos hasta cualquier rincón de España” y a que los farmacéuticos son un importante actor social, con “acreditado reconocimiento entre la población, especialmente los mayores”.
Las farmacias se suman a las labores de cribado
Ya en septiembre, desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos “nos ofrecimos a colaborar en la realización de pruebas rápidas así como en la estrategia de vacunación”. Hasta la fecha, las farmacias se han sumado a la realización de pruebas rápidas en Madrid, Cataluña y Galicia, “con excelentes resultados”, recalca Aguilar.
El sector mantiene su ofrecimiento para colaborar aún más en las labores de cribado, detección precoz y vacunación en el resto del país, para que a la farmacia “se le dé la posibilidad de colaborar más activamente”, concluye Aguilar. El presidente del Foro del Paciente coincide con la solicitud, ya que “se ha demostrado que la farmacia es un agente más dentro de nuestro sistema de salud y puede tener capacidad para hacer más cosas. Una infraestructura como la de las farmacias en España no debería ser desaprovechada”.
Fuente: elespanol.com, 16/03/21
Más información:
El rol de las Farmacias en la vacunación contra la Covid 19
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La clase media mundial se redujo por primera vez desde la década de 1990
marzo 18, 2021
Por Shawn Donnan.
La clase media mundial se contrajo por primera vez en décadas el año pasado debido a la pandemia de Covid-19, y casi dos tercios de los hogares en las economías en desarrollo informaron que sufrieron una pérdida de ingresos, según dos nuevas estimaciones basadas en datos del Banco Mundial.
En un estudio publicado el jueves, los investigadores del Centro de Investigación Pew, que no es partidista, encontraron que los rangos de la clase media global, los que ganan entre $ 10 y $ 50 por día, cayeron en 90 millones de personas a casi 2.500 millones el año pasado. Eso ayudó a aumentar las filas de los pobres, o aquellos que viven con menos de $ 2 al día, en 131 millones, estimó Pew.
Los datos de Pew sobre la clase media en realidad subestiman el impacto porque se estima que 62 millones de personas de altos ingresos, o aquellas que ganan $ 50 o más por día, cayeron al nivel medio como resultado de la pandemia, dijo Rakesh Kochhar, autor del estudio.
Empeoramiento de la situación
Millones de hogares sufren pérdidas de ingresos en la era Covid-
Fuente: análisis del Pew Research Center de los datos del Banco Mundial
Eso significó que el número de personas que entraron en la crisis como miembros de la clase media mundial y se separaron en realidad superó los 150 millones el año pasado, según las estimaciones de Pew, más que la población de Francia y Alemania juntas.https://www.bloomberg.com/graphics/2020-coronavirus-dash/
«En la historia moderna es difícil encontrar ejemplos en los que haya visto una caída tan pronunciada en el crecimiento económico mundial», dijo Kochhar en una entrevista.
Inversión abrupta
Si la estimación de Pew es cierta en los datos de ingresos reales del Banco Mundial que aún se están recopilando, marcaría el final de un patrón que ha visto a la clase media mundial expandirse sin falta desde la década de 1990 gracias al rápido crecimiento de economías en desarrollo como China e India.
Cuando Pew calculó por última vez el tamaño de la clase media mundial en 2011, constituía el 13% de la población mundial. Para 2019, eso había aumentado a casi el 18%, dijo Kochhar, con un promedio de 50 millones de personas al año que se unieron a las filas de ingresos medios durante la última década.
En un documento separado publicado el lunes basado en encuestas a 47.000 hogares en 34 países en desarrollo con una población colectiva de casi 1.400 millones de personas, los investigadores del Banco Mundial encontraron que el 36% de los hogares sufrieron pérdidas de empleo el año pasado y casi dos tercios vieron caer sus ingresos. .
El resultado fue el primer aumento en la pobreza global visto desde la crisis financiera asiática de 1997-98, escribieron los investigadores del banco.
Como en muchos países ricos, las encuestas de países que van desde Burkina Faso a Colombia, Indonesia y Vietnam muestran que la carga del impacto económico recayó desproporcionadamente sobre las mujeres, los jóvenes y los trabajadores autónomos en los centros urbanos.
Pero también señalan las consecuencias que se espera que tengan las recuperaciones más lentas. Si bien Estados Unidos ha desatado esfuerzos de rescate fiscal sin precedentes para su economía, muchas economías en desarrollo han tenido menos recursos a los que recurrir.
Gasto de rescate
Según el Banco Mundial, a septiembre de 2020, las economías avanzadas habían gastado en promedio el 7,4% del producto interno bruto en rescatar empresas y personas afectadas por la pandemia frente al 3,8% del PIB en los mercados emergentes y el 2,4% en los países en desarrollo de bajos ingresos.
Con países como los EE. UU. Moviéndose rápidamente para vacunar a sus poblaciones y extendiendo los esfuerzos de rescate del gobierno desde entonces, como con la aprobación por el Congreso la semana pasada del Plan de Rescate Estadounidense de $ 1,9 billones del presidente Joe Biden, la brecha solo ha crecido aún más desde entonces.
El Banco Mundial espera que las filas de los pobres del mundo continúen creciendo este año. Su estimación muestra que hasta 124 millones de personas cayeron por debajo de su línea de $ 1,90 para la pobreza extrema en 2020. Se proyecta que ese número de nuevos pobres seguirá creciendo este año hasta 163 millones de personas.
Lo que suceda junto a las filas de la clase media mundial dependerá en gran medida de las recuperaciones en países clave como India y sigue siendo enormemente incierto, dijo Kochhar. Si el crecimiento se recupera a medida que se derrota el coronavirus, este episodio puede terminar siendo simplemente «una tremenda y aterradora montaña rusa que ha terminado, en tiempo geológico, se acaba en un instante», dijo.
Pero el crecimiento también puede ser más lento en regresar en muchos países en desarrollo, dijo.
El sur de Asia representó más de un tercio de la disminución en las filas de la clase media observada el año pasado, según Pew. De cara a 2020, se esperaba que la economía de la India creciera a una tasa de casi un 6% durante el año. El Banco Mundial ahora estima que el PIB de la India se habrá contraído un 9,6% en el año fiscal hasta el 31 de marzo.
Fuente: bloomberg.com, 18/03/21
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El rol de las Farmacias en la vacunación contra la Covid 19
marzo 16, 2021
Farmacias que vacunan contra la COVID-19
Actualidad farmacéutica: Varios países de todo el mundo ya se están preparando para incluir a las oficinas de farmacia en los planes de vacunación contra la COVID-19. En otros, esta medida ya está en marcha.
Diversos países de todo el mundo han iniciado estrategias de vacunación contra la COVID-19. Aunque las campañas se despliegan a diferentes ritmos y con diferentes características, un factor en común es la priorización de las primeras dosis, que se administran a colectivos de riesgo.
Algunos países como el Reino Unido, Irlanda y Francia ya cuentan con la ayuda de las redes de farmacias como parte de la campaña contra la COVID-19. En varios casos, las oficinas de farmacia se establecen como puntos de vacunación para aliviar la congestión de otros centros de salud y agilizar la inmunización de la población. [1]
Reino Unido
En el Reino Unido, las tasas de contagio han llegado a situarse recientemente entre las más altas del mundo, alcanzando el récord de fallecimientos por COVID-19 desde que empezó la pandemia. [1]
Frente a la delicada situación que se alcanzó, el Gobierno y el National Health System (NHS) impulsaron la campaña de vacunación con el fin de inmunizar al máximo de ciudadanos posibles en un menor tiempo. Como medida para acelerar el proceso, desde el 11 de enero las farmacias se están incorporando gradualmente a la red de puntos de vacunación.
Para hacerlo posible, el NHS ha marcado el objetivo de integrar al menos un 50% de la red de farmacias en la campaña (unas 5.000 oficinas de farmacia), y ha solicitado una confirmación de participación a aquellas que deseen sumarse. Para participar, las farmacias deben cumplir algunos requisitos y disponer de espacios y recursos humanos para administrar unas mil dosis a la semana. [1]
Francia
Las farmacias de Francia ya tenían vía libre para vacunar frente a la gripe desde la temporada de 2020. En enero se confirmó que este permiso de vacunación se extendería a la campaña contra la COVID-19 después de las fases iniciales [1]. Del mismo modo que en el Reino Unido, en Francia se ha elaborado un plan de aceleración de la vacuna en el que los farmacéuticos juegan un papel importante. A mediados de febrero se confirmó la participación de las farmacias comunitarias francesas en la vacunación contra la COVID-19 [2], y a finales del mismo mes las dosis comenzaron a distribuirse en las farmacias. La inmunización está dirigida, en las primeras fases, a pacientes entre 50 y 64 años con al menos un factor de riesgo y a los profesionales de la salud de menos de 65 años.
Irlanda
Las farmacias irlandesas se encuentran en un punto muy similar a las de Francia. Hasta el momento, ya contaban con experiencia como puntos de administración de vacunas, pero hasta hace poco no se sabía cuál sería su papel en la inmunización contra la COVID-19. Finalmente, se ha anunciado que las farmacias estarán presentes en el “Programa Nacional de Vacunación frente a la COVID-19” [1], y que se irán incorporando cuando se disponga de un mayor número de dosis destinadas a la población general. Se considera que, durante las fases iniciales, las estructuras públicas son suficientes para vacunar a los colectivos prioritarios.
Estados Unidos
En Estados Unidos ya se ha iniciado la colaboración con la red de farmacias comunitarias en el plan de inmunización contra la COVID-19 [3]. El programa se está implementando de forma gradual en función de la disponibilidad de dosis de vacunas. Está previsto que, a medida que aumenta el número de vacunas, los puntos de vacunación incrementarán hasta incluir a las más de 40.000 oficinas de farmacia del país. Se calcula que las farmacias podrían llegar a administrar 100 millones de vacunas al mes. [3]
El gobierno federal explica esta decisión exponiendo que los farmacéuticos son profesionales de la salud que cuentan con una gran confianza de la población y con la formación necesaria para ser agentes clave en la salud pública. También añade que la farmacia cuenta con experiencia asesorando a los pacientes, administrando vacunas y educando sobre éstas y, además, dispone de un gran acceso a la comunidad. [4]
Australia
Australia ha publicado un documento sobre la aprobación de la participación de las farmacias comunitarias en la administración de vacunas contra la COVID-19, que se incorporarán en el programa en la fase 2-A, cuyo inicio está previsto para marzo de 2021 [5]. En el mismo documento se recogen las bases que las farmacias deben tener en cuenta para participar en el Programa de Vacunación contra la COVID-19. Las farmacias que no se incorporen de inmediato, pueden sumarse más adelante a medida que se disponga de más vacunas, siempre que cumplan los requisitos.
Descubre más:
El papel de la farmacia en Europa ante la COVID-19
Referencias
[1] ¿Qué países se apoyarán en las farmacias para vacunar frente a la COVID-19? El Global. Disponible en: https://elglobal.es/farmacia/que-paises-se-apoyaran-en-las-farmacias-para-vacunar-frente-a-la-covid-19/ [Acceso: 04/02/2021]
[2] Covid-19 : comment les pharmaciens se préparent à vacciner. Le Figaro. Disponible en: https://www.lefigaro.fr/sciences/covid-19-comment-les-pharmaciens-se-preparent-a-vacciner-20210211
[3] Las farmacias estadounidenses podrían administrar hasta 100 millones de dosis de la vacuna de covid-19 al mes. ¿Cómo? https://cnnespanol.cnn.com/2021/02/05/farmacias-estadounidenses-100-millones-dosis-vacuna-covid-19-al-mes/ [Acceso: 16/02/2021]
[4] Vaccines & Immunizations – Federal Retail Pharmacy Program. Centers for Disease Control and Prevention. Disponible en: https://www.cdc.gov/vaccines/covid-19/retail-pharmacy-program/index.html [Acceso: 04/02/2021]
[5] Community pharmacy COVID-19 vaccine rollout from Phase 2ª. Australian Government. Disponible en: https://www.health.gov.au/sites/default/files/documents/2021/02/community-pharmacy-covid-19-vaccine-rollout-from-phase-2a-community-pharmacy-covid-19-vaccine-rollout-from-phase-2a.pdf [Acceso: 04/02/2021]
Fuente: ratiopharm.es, 2021
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Jugando a ser Dioses
febrero 18, 2021
La creciente amenaza de la Agenda Globalista
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El engaño de la Agenda Globalista
La amenaza de la Censura Globalista
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Las Mascarillas y el Coronavirus
septiembre 30, 2020
Último estudio publicado en The New England Journal of Medicine sobre el Uso de mascarillas para prevenir contagios de Covid-19.
Investigación y Ciencia, 14 de Septiembre de 2020.
La bitácora del Beagle
¿Nos estamos haciendo inmunes al coronavirus gracias al uso de mascarillas?
Un nuevo estudio sugiere que el uso de mascarillas podría estar reduciendo la gravedad del virus y creando inmunidad, al igual que hacen las vacunas.
El uso de mascarillas o barbijos podría estar creando inmunidad a la COVID-19 de manera indirecta. También podrían favorecer el contagio de un menor número de personas, así como la aparición de síntomas más leves tras el contagio. Esta semana, la revista The New England Journal of Medicine publicaba estas interesantes conclusiones.
La afirmación es sorprendente, pero la explicación es totalmente lógica. El SARS-CoV-2, el virus que provoca la COVID-19, tiene la capacidad de causar innumerables manifestaciones clínicas, que van desde la ausencia total de síntomas, hasta neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda y muerte.
Los datos virológicos, epidemiológicos y ecológicos han demostrado que el uso de la mascarilla protege de la infección. Pero además, en el caso de que esta se produzca, hace que los síntomas de la enfermedad resulten más leves. Esto es así porque uno de los factores que condiciona la gravedad de la enfermedad es la carga vírica recibida. Es decir, la cantidad de partículas víricas que producen el primer contagio.
En las infecciones víricas en las que las respuestas inmunitarias del hospedador desempeñan un papel predominante en la patogénesis vírica, como es el caso del SARS-CoV-2, las dosis altas de inóculo vírico pueden colapsar y desregular las defensas inmunitarias innatas, hecho que aumenta la gravedad de la enfermedad e incluso provoca la muerte.
Así pues, como el inóculo vírico es importante para determinar la gravedad de la infección por SARS-CoV-2, las mascarillas, al actuar como un filtro que reduce la carga vírica que llega a las vías respiratorias, atenuarían el impacto clínico posterior de la enfermedad, en caso de contagio.
De confirmarse dicho supuesto, el uso universal de mascarillas podría contribuir a aumentar la proporción de infecciones asintomáticas por SARS-CoV-2 o bien que la infección cursara con una sintomatología muy leve. A mediados de julio, se estimó que la tasa de infección asintomática con SARS-CoV-2 era del 40%. Sin embargo, ahora parece que las tasas de infección asintomática son superiores al 80%, en entornos con uso de mascarilla. Ello confirmaría esta hipótesis. Asimismo, los países que han adoptado el uso de la mascarilla en toda la población han reportado menores tasas de casos graves, hospitalizaciones y fallecimientos, hecho que sugiere un cambio de infecciones sintomáticas a asintomáticas.
Otros ejemplos
En un brote ocurrido en un crucero argentino cerrado, los pasajeros recibieron mascarillas quirúrgicas y el personal mascarillas de tipo N95. La tasa de infección asintomática fue del 81% (en comparación con el 20% en brotes anteriores en cruceros sin mascarillas). Además, en dos brotes recientes en plantas procesadoras de alimentos en Estados Unidos, donde todos los trabajadores recibieron mascarillas todos los días y se les pidió que las usaran, la proporción de infecciones asintomáticas fue del 95%, con solo un 5% de contagiados con sintomatología leve o moderada. Finalmente, las tasas de letalidad en países con mascarilla obligatoria en de toda la población se han mantenido bajas, incluso con en aquellos que han sufrido la segunda ola.
Mientras esperamos los resultados de los ensayos con vacunas, las medidas de salud pública que puedan frenar las infecciones graves y hacer que la proporción de infecciones asintomáticas por SARS-CoV-2 sea mayor contribuirán a aumentar la inmunidad de toda la población, con un menor número de casos graves y muertes. Tras más de 8 meses de circulación en todo el mundo, la reinfección por SARS-CoV-2 parece ser poco común. Por consiguiente, es probable que esta inmunidad creada por asintomáticos o con síntomas leves acabe por tener el mismo efecto que la vacunación, hecho que constituye una gran noticia.
Al final parece que el uso de la mascarilla resultará mucho más importante que lo que parecía al inicio de la pandemia.
Referencias:
Facial Masking for Covid-19 — Potential for “Variolation” as We Await a Vaccine. Monica Gandhi, M.D., M.P.H. y George W. Rutherford, M.D en The New England Journal of Medicine, 8 de septiembre
https://www.nejm.org/doi/pdf/10.1056/NEJMp2026913?articleTools=true
Agradecemos la colaboración de Dr. Luis Manzanares, quien nos hizo llegar la información.
¿Dónde está la Justicia en Argentina?
junio 12, 2020
Feria judicial: retardo de Justicia y silencio cómplice
Por Julio E. Lalanne.
El derecho humano básico y fundamental de todo ciudadano de acceder a la Justicia para obtener la protección de sus derechos está suspendido en la Argentina desde el 13 de marzo de 2020. Ese día la Corte Suprema decretó una feria judicial extraordinaria que puso al enorme aparato judicial argentino en pausa. Desde entonces, más allá del empeño personal de algunos magistrados que intentan continuar con sus tareas, la Justicia sólo atiende urgencias y la gran mayoría de los juicios están frenados.
El Poder Judicial ejerce una función crucial del Estado, que es dirimir pacíficamente los conflictos entre particulares. Es un servicio por lo menos tan esencial como el periodismo, la seguridad, los bancos o los supermercados. Sin embargo, curiosamente, todos estos servicios se siguen prestando durante la cuarentena y el de Justicia no.
Se puede vender, hornear y repartir empanadas, pero no se pueden hacer valer derechos en los tribunales. Parece absurdo que estén funcionando plenamente talleres mecánicos, ferreterías y otros comercios mientras que el Poder Judicial apenas se activa en formato de emergencia. Cabe preguntarse: ¿cómo se resuelven los conflictos cuando falta el órgano independiente e imparcial especialmente destinado a impartir justicia? La respuesta es simple: en favor del más fuerte, que es quien está en mejores condiciones para hacer prevalecer su interés. Cualquier similitud con la vuelta a las cavernas no es mera coincidencia.
La otra pregunta a responder es la siguiente: ¿a quien beneficia la paralización de los cientos de miles de expedientes judiciales hoy congelados en la Argentina? La respuesta también es sencilla: a la parte demandada en esos juicios que, la mayor parte de las veces, es quien ha incumplido sus obligaciones, violado derechos, trangredido la ley.
La feria judicial extraordinaria es un premio para los incumplidores, los pícaros y los deshonestos. Y, al mismo tiempo, un castigo injusto para sus víctimas, que contemplan azoradas cómo se licúan sus créditos al compás de la descomunal emisión de dinero, quizás indispensable, pero indudablemente perjudicial para quienes esperan, a veces desde hace años -piénsese en los cientos de miles de jubilados, por ejemplo- el cobro de sus legítimas acreencias.
La Corte y el gremio de los judiciales justifican la feria por la situación sanitaria, que obviamente debe ser atendida. Sin embargo, es perfectamente posible reactivar el Poder Judicial a través de mecanismos que impiden el contagio del virus, aplicando soluciones probadas como el teletrabajo, la presentación de escritos en forma electrónica y la producción de prueba por medios informáticos, entre otras herramientas disponibles.
Después de todo, para escribir una sentencia, un auto de apertura a prueba o cualquier otra resolución judicial, no hace falta ni siquiera concurrir a los tribunales. Basta sentarse ante una computadora, tal como lo hacen a diario millones de argentinos en cumplimiento del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio dictado el 19 de marzo.
La Constitución Nacional dice que uno de sus fines es “afianzar la justicia”. Dice, además, en el art. 18, que “es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos” y reconoce el derecho a “peticionar a las autoridades”. La Corte Suprema, que debería ser garante y custodio de estos derechos fundamentales, los ha puesto en cuarentena desde hace más de dos meses. Por otra parte, ¿Qué hace el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, representante institucional de los abogados, frente a este escandaloso retardo de justicia? Se mantiene en silencio. Es hora, de que los que teníamos la ingenuidad de esperar sus palabras hagamos escuchar nuestras voces en forma clara: ¡es imperioso reabrir la justicia! .
—Julio E. Lalanne es abogado y profesor universitario (UCA).
Fuente: Clarín, 10/06/20.
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Pandemias y Ciencia-Ficción
mayo 2, 2020
Cuando la realidad supera a la ciencia-ficción
Ray Bradbury, Isaac Asimov, J. G. Ballard, Ursula K. Le Guin, Philip K. Dick y Stanislaw Lem imaginaron un futuro de pandemias, distancia social y redefinición del ser humano. Seis expertos analizan sus predicciones
¿Qué escritor de ciencia-ficción adivinó mejor el futuro? Seis especialistas explican los pronósticos realizados por seis grandes maestros. Sus respectivas obras demuestran que la literatura se adelantó a fenómenos como la pandemia mundial, la distancia social, la preocupación ecológica, el sexo no binario, la robotización, la inteligencia artificial, la civilización de la pantalla, la realidad aumentada, la aspiración a la inmortalidad, los viajes espaciales, el control del Estado o la disidencia política en el siglo XXI. Como era de esperar, casi ninguno se consideraba a sí mismo autor de género, pero de su imaginación salieron futuros que se parecen mucho a nuestro presente.
Ursula K. Le Guin
Abriéndonos la puerta del universo
Por Rosa Montero
Cuando hablamos de escritores de ciencia-ficción que adivinaron el futuro, solemos estar refiriéndonos a individuos que intuyeron adelantos técnicos e innovaciones científicas. Ursula K. Le Guin no forma parte de ese colectivo; ella nunca fue muy tecnológica en su obra, sino monumental y mítica. Es uno de esos pocos autores capaces de atrapar en sus libros tanto las más pequeñas sutilezas del individuo como los más vastos anhelos de la humanidad. Y desde esa mirada de águila sí que ha sido capaz de anticipar grandes movimientos sociales e incluso viajes que apenas estamos comenzando.
Por ejemplo, su novela El nombre del mundo es Bosque, publicada en 1972, ofrece una profunda reflexión ecologista, un tema que por entonces no le parecía importante a casi nadie, así que podemos decir que Le Guin formó parte de la avanzadilla contra la crisis climática (por cierto que la película Avatar se inspiró en este libro, eso sí, sin decirlo). Del mismo modo, La mano izquierda de la oscuridad (1969), que habla de un mundo en donde los humanos son hermafroditas, neutros durante tres semanas y en la cuarta machos o hembras dependiendo de la pareja que tengan en ese momento, predice la manera en que los géneros están siendo dinamitados actualmente. Me refiero a la sexualidad líquida y mudable de los pansexuales, demisexuales o queer; de los trans y los bi; de los andróginos y los no binarios, todo este glorioso y resbaladizo lío, en fin.
Por último, la serie narrativa más ambiciosa de Le Guin son las novelas del Ekumen, una federación de mundos habitados por humanos que salieron de la Tierra hace milenios y que han ido conformando civilizaciones muy distintas. Y justamente ahora nos encontramos en el inicio de ese salto colosal hacia otros planetas. Hay un frenesí exploratorio en búsqueda de exoplanetas habitables y existen diversos proyectos para colonizar Marte, el más llamativo el de Elon Musk, que pretende transportar hasta el planeta rojo a un millón de colonos para 2050. Es decir (qué vértigo), estamos en el comienzo del Ekumen. Le Guin nos abrió la puerta del universo.
UN LIBRO. Los desposeídos, por ser la mejor novela del Ekumen, que nos enseña que los humanos tendremos que colonizar otros planetas.
Isaac Asimov
Los marcianos éramos nosotros
Por Javier Sampedro
Isaac Asimov (1920-1992) es conocido sobre todo por dos colecciones de novelas, una sobre robots y otra, llamada Fundación, acerca de una civilización galáctica. Ahora que la robótica ha despegado con fuerza impulsada por los avances en inteligencia artificial, las predicciones de Asimov se están empezando a discutir no ya en los foros coloridos de los aficionados al género, sino incluso bajo la luz tenue de los laboratorios de investigación. Los científicos y los ingenieros discuten, por ejemplo, si sus “tres leyes de la robótica” (un robot no dañará a un humano; obedecerá a un humano siempre que esto no contradiga la primera ley, y se protegerá a sí mismo siempre que esto no contradiga las dos primeras leyes) pueden ser de aplicación como una especie de código moral para máquinas autónomas. El futuro lo dirá.
Cuando sus editores le estimularon a escribir una ópera galáctica, pensando en un conflicto entre la especie humana y los seres alienígenas más extraños que el autor pudiera imaginar, Asimov razonó que la humanidad no tenía la menor oportunidad de salir victoriosa. Nuestra civilización tecnológica es apenas una recién nacida y lo más probable es que se quede muy corta respecto a cualquier otra civilización tecnológica de la galaxia. Así que el autor renunció por completo a cualquier guerra de los mundos e imaginó más bien un futuro en el que los humanos nos hemos propagado por toda la galaxia.
En la serie Fundación, los marcianos somos nosotros. Esa serie, que empezó siendo una trilogía y acabó creciendo tanto que no es fácil decir exactamente cuántos libros comprende, es también una predicción sobre las predicciones. Prevé el desarrollo de una nueva ciencia llamada “psicohistoria” capaz de augurar las grandes corrientes históricas del futuro. Una metapredicción. En un relato sin relación con las series anteriores, la humanidad está a punto de perecer junto al propio universo que la alberga, por la simple degeneración termodinámica que pondrá fin a todo. Los científicos le preguntan al mejor supercomputador del momento: ¿cómo se puede revertir la entropía del cosmos? El ordenador trabaja durante miles de millones de años y al final, con la humanidad ya extinta y olvidada, responde: “Hágase la luz”.
UN LIBRO. Anochecer, por inventar un mundo con siete soles donde nadie ve las estrellas, lo que impide despegar a la ciencia.
Philip K. Dick
Deshumanización tecnológica
Por Laura Fernández
Philip K. Dick inventó el deshumanizado mundo de pequeñas y engañosas píldoras en el que vivimos. No, no se trata de píldoras reales, sino de píldoras de realidad. No es solo que escribiese sobre el exceso de información, descontextualizado, atomizado y ametrallador con el que convivimos, sino que lo utilizó para profundizar en su efecto sobre la psique implosiva del que la recibía. Sí, el mundo como un espejo roto en millones de pedazos en los que el individuo se refleja de una forma confusa y distinta y, por lo tanto, enloquecedora.
Tendía Dick a la paranoia —estaba convencido, desde niño, de que todo el mundo quería matarle— y eso le hizo desconfiar de todo y de todos. En especial, de cualquier ente autoritario existente, es decir, los Estados, pero también las empresas todopoderosas —hay al menos una de ellas en cada una de sus novelas— y, cómo no, de la cambiante historia. Esto es, el pasado como algo con lo que se juega en virtud de los intereses de quien puede jugar con él (por ejemplo, hacer creer al protagonista que sigue viviendo en la década de los cincuenta para utilizarlo como arma en la guerra que se libra en el futuro en el que vive sin saberlo).
Es decir, por un lado la confusión, que nunca es colectiva sino individual, y por otro, cientos de pequeñas cosas, como el aspecto cada vez más lúdico de la sociedad (pensemos en la guerra con una sociedad extraterrestre convertida en partidas de una especie de Monopoly en Los jugadores de Titán), la dependencia de las nuevas tecnologías (en Dick hasta los coches cuidan de nosotros y nos dan conversación de vuelta a casa porque no hay nadie más ahí, estamos rodeados de gente pero seguimos inquietantemente solos) y la precariedad (en The Crack in Space se ofrece dormir a aquellos que no van a poder pagarse una vida en el presente), que culminan con la dolorosa y desesperante deshumanización que explica hasta el cada vez más pujante negocio de las mascotas en nuestros días (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? anticipa la imperiosa necesidad del ser humano de volver a sentirse humano cuidando de algo vivo e inocente). No, Dick no era partidario de las catástrofes inexplicables, sino de todo aquello que hacía mal (y por maldad) el ser humano.
UN LIBRO. Ubik, por convertir la realidad en un espejismo que nos conduce hacia un pasado que no existió como lo imaginamos.
J. G. Ballard
La enfermedad del futuro (y viceversa)
Por Jordi Costa
Como si ya hubiera estado allí, J. G. Ballard escribió sobre el futuro con el desapasionamiento notarial de un forense que estuviese realizando la meticulosa autopsia de un nuevo milenio que ya había nacido cadáver. El llamado oráculo de Shepperton (1930-2009) podría haber declarado ayer mismo que “la enfermedad nos ha proporcionado una suerte de apuntalamiento a todos los procesos de alienación que han tenido lugar en nuestra cultura en los últimos 10 años”. En realidad, lo dijo en los ochenta, en el contexto de esa crisis del sida que infectaría uno de sus relatos, El amor en un clima más frío, miniatura distópica que imaginaba una sociedad donde el sexo sería práctica obligatoria legislada por los Gobiernos y gestionada por las Iglesias.
Con las herencias del surrealismo y el psicoanálisis definiendo una mirada única, capaz de detectar las lógicas perversas que subyacen bajo el tejido de lo cotidiano, la literatura de Ballard marcó un radical punto de inflexión en la ciencia-ficción de los sesenta al desplazar el foco del espacio exterior —el territorio de la space-opera— al espacio interior — esa subjetividad pulsional, bombardeada y al mismo tiempo activada por desastres apocalípticos, mutaciones del paisaje mediático o inquietantes derivaciones de la ingeniería social—. Su obra siguió un trazado riguroso desde el desbordamiento imaginativo —esas heterodoxas novelas de catástrofes (El mundo sumergido, La sequía, El mundo de cristal), cuyos personajes no se regían por el instinto de supervivencia, sino por la pulsión de muerte— hasta el aséptico hiperrealismo de sus últimos trabajos —de Furia feroz a Bienvenidos a Metrocenter—, que certificaron que ya llevábamos largo tiempo habitando un presente distópico. Entre uno y otro extremo, las obras que permitirían entender el poso autobiográfico del conjunto —El imperio del sol, La bondad de las mujeres— y, sobre todo, la ruptura abierta por las revolucionarias La exhibición de atrocidades y Crash, las piezas más violentamente transgresoras de su carrera, ambientadas en un universo, regido por la fusión de lo sadeano y lo tecnológico, que funcionaba como espejo, cromado y deformante, de una sociedad iluminada por el sol negro de la muerte del afecto.
UN LIBRO. Rascacielos, por abismarse en la barbarie potencial que yace bajo los frágiles cimientos de la sociedad del bienestar
Ray Bradbury
Nos vemos en Marte en 2026
Por Jacinto Antón
Tener que defender a Ray Bradbury (1920-2012) en una competición sobre quién adivinó mejor el futuro puede parecer una faena. Porque Bradbury no es ni se consideró él nunca un escritor de ciencia-ficción. Al menos no de ciencia-ficción al uso. Su terreno creativo fue la fantasía, una fantasía llena de metáforas, teñida de un profundo lirismo con conmovedoras notas melancólicas, feéricas y con una propensión también, en muchas de sus creaciones, a lo tenebroso y hasta lo macabro. De hecho, obras como los estremecedores relatos de El país de octubre —con esas cúspides del escalofrío que son ‘La guadaña’, ‘La multitud’, ‘El viento’ o ‘El pequeño asesino’— lo convierten en un maestro del terror, con influencia en el género reconocida por el propio Stephen King. Dos de sus grandes novelas, las bellísimas y nostálgicas El vino del estío y La feria de las tinieblas, tampoco tienen que ver con la ciencia-ficción, sino con las experiencias y sueños de su infancia en su pueblo natal de Illinois, esa Arcadia rebautizada como Green Town.
Los dos libros más de ciencia-ficción, Crónicas marcianas y sobre todo Fahrenheit 451, tampoco es que se ciñan al canon estricto del género, aunque en la una narre la conquista de Marte por los terrícolas y la otra sea una distopía en la que una unidad de bomberos especializados se dedica a quemar libros. Ciertamente en la primera hay cohetes y marcianos, y en la segunda se podría considerar que se anticipan (es de 1951) algunos artefactos como la televisión plana y los airpods (“caracolitos”, “radios de dedal” que se meten en las orejas y te sumergen en “un océano electrónico de sonido”). Pero siempre está todo subordinado a una dimensión poética y maravillosa: la aventura del bombero Montag es por encima de todo un canto de amor a la lectura (las bibliotecas eran el paraíso de Bradbury) y las crónicas otro, una elegía al planeta rojo de las revistas pulp, Edgar Rice Burroughs y H. G. Welles.
¿Quiere decir todo esto que Bradbury no puede ganar la competición? En absoluto: él nos ha animado como nadie a pensar lo impensable, ha predicho que viajar al espacio nos hará inmortales y ha anticipado que un día de 2026 en Marte nos reconoceremos como los verdaderos marcianos.
UN LIBRO. Crónicas marcianas, por vaticinar que ir a otro planeta no nos librará de nuestros miedos ni de nuestros pecados.
Stanisław Lem
Un mundo de exclusiones
Por Patricio Pron
No hay mucha ciencia en la obra de Stanisław Lem, pero sí muy buena ficción, así como la ruptura conceptual y el “extrañamiento cognitivo” que son los rasgos más salientes del género. Lem (1921-2006) reprochaba a una ciencia-ficción en cuyo marco prefería no ser leído su fijación con la tecnología y su incapacidad de anticipar el futuro: en particular, de admitir que nada cambia nunca porque la naturaleza humana condiciona las respuestas individuales y colectivas a toda situación de peligro y estas tienden a parecerse.
Es lo que sucede en Solaris (1972), quizás su obra más conocida. Cuando Kris Kelvin llega a la estación de observación en torno a ese planeta descubre que uno de sus tripulantes se ha suicidado y que los otros dos no son los únicos ocupantes del módulo: un día ve caminando por el pasillo a una mujer negra desnuda; otro se encuentra con su esposa. Pero ésta también se ha quitado la vida, años antes.
Naturalmente, el problema aquí es el de cómo saber que lo que creemos observar es real. Lem confronta a sus personajes con sus miedos y sus anhelos más profundos al tiempo que critica el proyecto de comprender el universo mediante métodos supuestamente objetivos. Para alguien que como él escribía bajo un régimen totalitario que se amparaba en un cierto “socialismo científico”, el problema no era menor, por supuesto. Pero tampoco lo es para nosotros. Según el filósofo alemán Markus Gabriel, no existe una gran diferencia entre la negación de la ciencia de los extremismos religiosos y políticos y su transformación reciente en herramienta de control por parte de Gobiernos solo en apariencia menos radicales: ambas son respuestas “moralmente reprochables” a una situación de excepción instrumentalizada para reforzar el control ya sea mediante “pasaportes de inmunidad”, geolocalización, “distancia social” o confinamiento forzoso. Vivimos en un presente “construido con exclusiones, negaciones y diversas suposiciones, cada una más opaca que la anterior”, observa Lem en Máscara (1976), y en realidad no podemos saber, excepto, tal vez, que la “luz al final del túnel” será otra opacidad, quizás incluso más oscura que la anterior.
UN LIBRO. La investigación, porque habla, con molde policiaco, sobre la inutilidad de la prueba en un mundo absurdo y falaz.
Fuente: elpais.com, 22/04/20.
40 novelas sobre pandemias
En la literatura, como en el cine, las pandemias y epidemias han sido siempre una fórmula de éxito. Sin ir más lejos, en el Antiguo Testamento (Libro de Samuel II-24), Dios le da al rey David la elección entre tres castigos: siete años de hambruna, tres meses de guerra o tres días de peste. Boccaccio (1313-1375) también utilizó el drama de la peste negra en sus Cuentos del Decamerón, donde un grupo de diez jóvenes -siete mujeres y tres hombres refugiados en una villa a las afueras de Florencia para huir de la epidemia- narran cien historias durante 10 días. Edgar Allan Poe también utilizó este recurso en su relato La máscara de la muerte roja. Veamos otras novelas cuya trama se basa en las epidemias:
Novelas sobre epidemias y enfermedades contagiosas
La peste, Albert Camus
La peste narra las consecuencias del aislamiento de toda una ciudad, lo cual pone de manifiesto lo mejor y lo peor que cada uno de sus ciudadanos lleva dentro: sus miedos, traiciones, individualismo, pero también la solidaridad, la compasión, el espíritu de colaboración con el prójimo en tareas comunes… Novela apasionante, de gran densidad de pensamiento y de profunda comprensión del ser humano, se ha convertido en uno de los clásicos más indiscutibles de la literatura francesa de todos los tiempos y en uno de los más leídos.
Epidemia, Robin Cook
Ambientada en diversas ciudades de Estados Unidos, esta electrizante novela recrea la peripecia de un grupo de médicos y biólogos que emprenden una desesperada carrera contra el tiempo para evitar la propagación de una epidemia mortal.
Todo empieza cuando Melissa Blumenthal, doctora del Centro para el Control de Enfermedades, organismo gubernamental dedicado a la prevención de epidemias, es enviada a una clínica de Los Ángeles, donde un médico y varios pacientes se hallan en estado crítico a consecuencia de un virus misterioso.
Apocalipsis, Stephen King
Esta narración cuenta cómo un virus gripal, creado artificialmente como posible arma bacteriológica, se extiende por Estados Unidos y provoca la muerte de millones de personas. Los supervivientes tienen sueños comunes, en los que aparece una anciana y un hombre joven. La mujer anciana los incita a viajar a Nebraska para combatir a Randall Flagg, un abominable personaje que encarna las fuerzas del mal y posee un arsenal nuclear.
Pandemia, Wayne Simmons
Dos agentes de policía se abren paso a través de una multitud tan enfurecida como temerosa. Su destino es un bloque de viviendas de Belfast. Han recibido un aviso sobre un nuevo brote de gripe. Cuando alcanzan su objetivo, topan con los ojos inyectados en sangre de una niña lituana de seis años. Presenta todos los síntomas de la pandemia y hay que ponerla en cuarentena. Pero el virus no deja de mutar y otro suceso sacude con violencia a los supervivientes de Belfast: los cadáveres de los infectados se están alzando. Bajo los rayos de un sol implacable, la ciudad es el escenario de una batalla sangrienta e implacable entre los muertos y los vivos. La única esperanza de Belfast reside en la capacidad de los supervivientes de comportarse como lo que se suponen que son: seres humanos.
La peste escarlata, Jack London
La Peste Escarlata (1912) es un clásico memorable sobre la fragilidad de la civilización que inauguró el género de novela catástrofe. Su acción se desarrolla en 2072, sesenta años después de que una implacable epidemia, llamada Muerte Roja, diezmara la raza humana reduciendo a los sobrevivientes a un nuevo primitivismo salvaje y violento. Un viejo maestro sobreviviente de la pandemia intentará desesperadamente recuperar e inculcar los valores perdidos a sus nietos en un largo y difícil camino hacia el conocimiento.
Pandemia, Daniel Kalla
Novela basada en el tristemente famoso virus de la gripe aviar. Perfectamente documentado -el autor es médico de profesión-, el resultado es un thriller altamente realista que nos muestra un escenario no sólo posible, sino terroríficamente probable. Ambientada en China, el doctor Noah Haldane de la Organización Mundial de la Salud y experto en este tipo de enfermedades da la voz de alarma ante la existencia de un posible virus que trasciende las barreras existentes entre humanos y animales, exigiendo mayores y mejores medidas de prevención. Sin embargo, el doctor no sólo tendrá que enfrentarse a las horribles muertes. En el hospital del distrito entran dos personas, supuestamente oficiales gubernamentales, para sacar muestras de sangre de las víctimas. No les ha enviado ningún organismo oficial. Se trata de un desalmado grupo de terroristas que amenaza con hacer uso del virus en algún concurrido lugar del planeta. Pandemia es una apasionante y contemporánea visión de la sociedad actual que engancha desde la primera página y que hace de Kalla uno de los escritores más interesantes del panorama literario actual.
El libro del día del Juicio Final, Connie Willis
A mediados del siglo XXI, la joven estudiante Kirvin Engle se prepara para hacer un viaje en el tiempo. Junto con otros científicos, pretende recabar información de primera mano sobre una de las épocas más oscuras de la historia de la Humanidad: la Edad Media. Aparentemente, todo ha salido bien. Kirvin se encuentra en una nevada campiña inglesa en pleno siglo XVI. Lo que no sabe es que, en 2045, el técnico que marcó las coordenadas de su viaje ha caído fulminado, presa de una extraña plaga que parece asolar la población de ambos tiempos. La historiadora está atrapada en plena época de la Peste Negra, y su venida es interpretada como un acto de Dios; creen que es un ángel protector llegado del Cielo para evitar el Juicio Final.
Diario del año de la peste, Daniel Defoe
Un escalofriante relato novelado en el que se describen con crudeza los horribles acontecimientos que coincidieron con la epidemia de peste que asoló Londres y sus alrededores entre 1664 y 1666. Daniel Defoe, con precisión de cirujano, se convierte en testigo de los comportamientos humanos más heroicos pero también de los más mezquinos: siervos que cuidan abnegadamente de sus amos, padres que abandonan a sus hijos infectados, casas tapiadas con los enfermos dentro, ricos huyendo a sus casas de campo y extendiendo la epidemia allende las murallas de la ciudad. El Diario del año de la peste es una narración dramática y sobrecogedora, con episodios que van de lo emotivo a lo terrorífico, un relato preciso y sin concesiones de una altura literaria que todavía hoy es capaz de conmovernos hasta las lágrimas.
La amenaza Andromeda, Michael Crichton
Cuatro científicos estadounidenses, escogidos por sus logros en microbiología, patología, epidemiología y química electrolítica han sido convocados sin saber por qué y con la máxima urgencia a un laboratorio secreto que el Proyecto Wildfire esconde bajo tierra en el desierto de Nevada. Allí, rodeados por los más sofisticados equipos informáticos y sin poder comunicarse con el exterior, excepto por una línea directa con la oficina de Seguridad Nacional, trabajan para combatir la amenaza de una epidemia mundial. Han de encontrar un antídoto contra un microorganismo desconocido que, inexplicablemente, ha matado a todos los habitantes, excepto a un anciano y un bebé, en un pequeño pueblo de Arizona donde un satélite ha sido recuperado. Pocas piezas les faltan ya para completar el puzzle cuando una rotura en el sello que aísla el laboratorio ha permitido que su adversario microbacteriano salga al exterior. Entonces, su ya desesperada búsqueda de una respuesta médica se unirá a una frenética carrera para impedir el fin del mundo. Con su fuerza narrativa, el suspense y los conocimientos científicos que atesora, La amenaza de Andrómeda coloca al lector ante una trama que une la investigación espacial a los más altos secretos de estado.
El sueño de la aldea Ding, Yan Lianke
La muerte recorre las calles de la otrora próspera aldea Ding. Sus habitantes desaparecen igual que las hojas de los árboles en otoño. Una extraña fiebre se lleva sus vidas. Es la enfermedad de quienes hace ocho años vendieron su sangre por unas pocas monedas. Narrada por el pequeño Xiao Qiang, esta novela, de una sobrecogedora belleza, nos adentra en la historia de la aldea Ding, una de tantas afectadas por el escándalo de la sangre contaminada de la provincia china de Henan. Los aldeanos, incitados a vender grandes cantidades de su propia sangre, con la que se enriquecieron unos pocos, son ahora víctimas de la mayor epidemia conocida en el país. Abandonados e ignorados por las autoridades, solo pueden esperar la llegada de la muerte.
El último hombre, Mary Shelley
El último hombre es una novela apocalíptica, publicada por primera vez en 1826. El libro narra la historia de un mundo futurista (2073) que ha sido arrasado por una extraña epidemia. La novela fue criticada duramente en su época, y permaneció prácticamente en el anonimato hasta que los historiadores la resucitaron en la década de 1960.
Némesis, Philip Roth
Bajo el calor sofocante de la “Newark ecuatorial” hace estragos una espantosa epidemia de polio amenaza con dejar a los niños de la ciudad de Nueva Jersey mutilados, paralizados o minusválidos, e incluso con matarlos. El protagonista de Némesis es el joven de veintitrés años Bucky Cantor, responsable de las actividades al aire libre de los alumnos de una escuela. Cuando la polio empieza a asolar el patio de recreo, Roth se concentra en los dilemas de Cantor y en las realidades cotidianas a las que este se enfrenta, y nos conduce a través de todas las emociones que una plaga semejante puede engendrar: el miedo, el pánico, la cólera, el desconcierto, el sufrimiento y el dolor.
El año de la peste, Geraldine Brooks
Narrada en la voz de su protagonista, una joven viuda y madre de dos hijos, esta es la sobrecogedora historia de un pequeño pueblo inglés que en 1966 se vio asolado por la peste bucónica y, liderado por un carismático vicario, decidió aislarse del mundo.
Pandemia, Lewis Perdue
La existencia de la humanidad está en juego. Los creadores de armas biológicas están desarrollando formas de vida mortales, modificadas genéticamente que se activan con los genes relacionados con la raza y etnia. Los análisis de ADN muestran que la raza humana estuvo a punto de extinguirse en el pasado. Cuando Lara Blackwood, brillante ingeniero genética, recibe una llamada pidiéndole ayuda para combatir una espantosa epidemia, está dispuesta a hacer todo lo que está en su mano. Se horroriza al descubrir que el trabajo de su vida ha sido pervertido para producir una nueva arma genética revolucionaria, que mata al hacer que los cromosomas de las personas relacionados con la etnia afectada se vuelvan contra ellos mismos. ¡El reloj de la humanidad corre mientras Lara lucha contra sorprendentes inconvenientes para dejar al descubierto la conspiración que se oculta detrás del virus mortal, antes de que un complot terrorista amenace con extinguir a toda la raza humana!
Nivel 5, Douglas Preston y Lincoln Child
En un remoto lugar del desierto de Nuevo México, un enigmático centro de investigación lleva a cabo un ambicioso proyecto científico: un tratamiento definitivo para una enfermedad común pero molesta, y grave en algunos casos. El espectacular hallazgo representará sin duda sustanciosos beneficios para la empresa, y el Premio Nobel para el equipo de investigadores. Por todo ello, cuando un joven científico recibe la oferta de colaborar en el proyecto, no se lo piensa dos veces. Sabe que se halla ante la ocasión de su vida: trabajar con las más destacadas figuras de la medicina y la ingeniería genética y participar en el descubrimiento del siglo. No sospecha, sin embargo, que tras la aséptica y rutilante apariencia de la más avanzada tecnología se oculta un siniestro secreto.
España: guerra zombie, Jaime Noguera
Alejandro Noriega, un mediocre escritor español, es requerido desde su refugio en un archipiélago noruego para redactar un informe de la ONU sobre la Guerra Zombi en España. Sus reticencias iniciales para viajar a la Penísula Ibérica, ocupada en su mayor parte por las hordas de muertos vivientes, desaparecen cuando, junto a una jugosa cantidad económica, se le ofrece conocer el paradero de su familia, desaparecida durante la fase inicial de la pandemia. Lo que comienza como una tarea de recopilación de vivencias personales sobre la hecatombe zombi se convierte en un viaje pesadillesco, del Gibraltar ampliado a la fortaleza de Toledo, del País Vasco Independiente a la Barcelona nuclearizada, en la que Noriega se ve atrapado entre dos frentes que luchan por hacerse con el misterioso Profesor Saviola y su vacuna contra el virus.
La peste negra, Luis Miguel Guerra
En el año 1347, los mongoles someten a un duro sitio la ciudad portuaria de Caffa, que se defiende con uñas y dientes. Sin embargo, acabar con la resistencia de los italianos se convierte en un problema menos cuando surge entre las filas de los atacantes una enfermedad fulminante que se extiende como la pólvora: la peste negra.
Con este estremecedor episodio arranca una sorprendente novela, que a continuación conduce al lector a un apasionante recorrido por una Europa asolada y atemorizada por la enfermedad y en la que conocerá las correrías de tres médicos empeñados en encontrar remedio a lo que parece el Apocalipsis. Pero también hay quien ve en la propagación del mal una fuente de poder, y su búsqueda se convertirá en una aventura muy arriesgada.
El misterioso caso de la peste negra, Eduardo Mira
El célebre escritor inglés Godofredo Chaucer, autor de los Cuentos de Canterbury, deberá investigar el origen de la peste negra que acabó con más de treinta millones de personas.Godofredo Chaucer, además de un escritor inmortal, fue un espía británico testigo de la Guerra de los Cien Años, de la revolución campesina de Londres, del Cisma de Occidente, del asalto a las juderías española y de la peste negra: la epidemia que asoló Europa y acabó con treinta millones de personas. Eduard Mira utiliza como narradora a Isabel de Loris, biznieta de Corbino, que narra las memorias de este desde un prostíbulo valenciano.
La leyenda del rey de la peste, Lars Andersson
El rey Magnus Eriksson reinó en Suecia en la Edad Media, hacia la mitad del siglo XII. Gobernó un reino inmenso, con súbditos godos, visigodos, suecos, fineses y noruegos. La peste despobló su reino de campesinos, el hambre lo persiguió como un fantasma. Exiliado en su propio país, huyendo de la guerra que lo había enfrentado a su propio hijo, el rey recorrió Värmland completamente solo, como un vagabundo. Lars Andersson, uno de los escritores más notables que ha dado la literatura sueca contemporánea, ha recogido su leyenda y la ha transformado en una epopeya íntima, carente de héroes. El encuentro del rey solitario con un cazador furtivo, enterrador de las víctimas de la peste, es el encuentro de dos almas, de dos voluntades. El rey se confía a Göpa, que no lo traiciona. Ambos comparten miserias y dolores, y huyen juntos de la peste y del hambre. La leyenda del rey de la peste se mueve entre la magia y el sueño, en un mundo desolado, en el que sólo la muerte y la peste son verdaderas reinas.
Epidemia, Frank Slaughter
Nueva York, 1965. La ciudad se ve asolada por una terrible epidemia originada por una plaga de ratas africanas llegadas en las bodegas de un barco mercante. El pánico cunde y los científicos libran una carrera contra el tiempo para encontrar una vacuna y evitar una catástrofe sin precedentes, al tiempo que la delincuencia s e multiplica salvajemente por las calles de la Gran Manzana…
El húsar en el tejado, Jean Giono
Europa, siglo XIX. Angelo Pardi, joven aristócrata piamontés y coronel de húsares comprometido con el movimiento carbonario, que ha tenido que exiliarse en Francia a causa de un duelo, emprende el viaje de retorno a su patria para cumplir una misteriosa misión. Para ello debe atravesar la Provenza, pero la región está siendo azotada por una epidemia de cólera y los viajeros son inmovilizados y puestos en cuarentena. El joven oficial, acusado de envenenar las fuentes, se refugia en los tejados de la ciudad, desde donde contempla la tragedia de la muerte que asola esos bellísimos parajes, hasta que, en compañía de una enigmática mujer, emprende la huida.
En el blanco, Ken Follett
Escocia, unos días antes de Navidad. Toni, jefa de seguridad de unos laboratorios de investigación farmacéutica, detecta el robo de una droga antiviral en fase de experimentación: es muy peligrosa, un virus letal. Rápidamente hace saltar las alarmas, logra encontrar al ladrón (un empleado, que ha muerto por el virus) y aislar su casa contaminada. Cuando la noticia llega a los periodistas, la situación ya está controlada, como les informan en rueda de prensa ella y Stanley, el propietario del laboratorio. Algo así no volverá a ocurrir. Pero unos días después… Toda la familia de Stanley se ha reunido en casa de él para celebrar la Navidad y les cuenta su relación con Toni. Stanley es viudo y tiene tres hijos adultos. No aceptan a Toni; es una amenaza para ellos y no tardan en comenzar a discutir. A la reunión también ha venido Kit, el hijo problemático. Todos creen que quiere hacer las paces con su padre (que se vio obligado a pagarle todas su deudas hace un tiempo). En realidad, Kit vuelve a tener problemas. Debe millones a unos gángsters y estos han decidido cobrárselos de otra manera: quieren el virus.
El factor Hades, Robert Ludlum
Un vagabundo en Boston, un mayor del ejército en California y una adolescente en Atlanta mueren en forma súbita y dolorosa, a causa de un desconocido virus fatal que sorprende por elegir sus víctimas en forma precisa.
Durante días un equipo de científicos que trabaja en un laboratorio del gobierno de los Estados Unidos se dedica desesperadamente a la tarea de develar el secreto del mortal virus. Cuando el principal investigador, el teniente coronel Jonathan Smith, regresa de Europa, sobrevive casi por milagro a una serie de ataques muy bien organizados cuyo fin era acabar con su vida.
Después de eludir a sus perseguidores y regresar a su casa, descubre que el virus se ha cobrado una cuarta víctima, la doctora Sophia Russell, con quien Smith estaba por casarse. Devastado por la pena, pero impulsado por la furia, Smith no tarda en descubrir que la muerte de su prometida no fue casualidad, que alguien tiene en su poder el virus y que la pandemia que amenaza a millones de vidas tampoco es accidente.
Sin saber en quién confiar, Smith reúne un equipo privado para alcanzar la verdad oculta tras el virus letal. Y a medida que la lista de víctimas aumenta, su búsqueda llega a los niveles más altos del poder y a los rincones más oscuros de la tierra. Su capacidad de investigador se enfrenta con un genio decidido a todo, y el destino del mundo depende de ella.
El síndrome Pinocho, David Zeman
En el mundo tras el 11 de septiembre, todavía convulsionado por terribles ataques terroristas, un senador millonario y megalómano pretende derrocar al presidente de EEUU acusándole de ser demasiado débil contra los terroristas y avivando el odio de la opinión pública. Por otro lado, el brote de una extrañísima enfermedad acaba de crear al caos. Nadie sabe cómo surge, cómo actúa ni cómo se detiene, pero resulta mortal. Karen Embry, una joven periodista especializada en temas médicos pretende desvelar el misterio del síndrome, sin saber que su investigación acabará siendo una cuestión de alta política.
Gripe mortal, Pablo Caralps
¿Quién se beneficia de una epidemia de gripe? ¿Sabemos cómo funcionan las empresas farmacéuticas? Gripe mortal es un thriller científico que aporta material real suficiente y bien documentado; es una historia verosímil de ficción a ritmo de bestseller. Una novela que, de manera extraordinaria y sorprendente, nos lleva a conocer el funcionamiento de un oscuro negocio. El dueño de una importante empresa farmacéutica se encuentra atravesando una situación complicada: las ventas están descendiendo de manera abismal. Su colaborador estrella y mejor amigo, Luis, le presenta un perfecto plan de acción: robar la cepa llamada “gripe española”, un virulento virus que causó la pandemia de gripe más mortífera de la historia: murieron entre 20 y 50 millones de personas durante 1918. Con esta cepa podrían expandir la enfermedad en varios lugares del mundo, creando antes una vacuna y dos antigripales específicos. El único problema sería la OMS (Organización Mundial de la Salud), que es la que autoriza y programa las vacunas de cada año para cada continente. Pero si apareciera una gripe desconocida que rápidamente se convirtiera en pandemia, el laboratorio podría tener disponible la vacuna. Con esta operación no sólo podrían salvar su situación financiera, sino hacerse inmensamente ricos… ¿Realidad o ficción?
¿Alerta pandémica?, José Manuel Echevarría
En Guatemala, las autoridades sanitarias alertan de un nuevo virus de gripe que ha causado algunas muertes inesperadas. Ante la propagación del virus, que pronto alcanza a otros países americanos e incluso a otros continentes, la Organización Sanitaria Internacional (OSI) declara en Lausana el estado de alerta pandémica a escala global.
Las autoridades sanitarias gubernamentales cierran filas en torno a la OSI para hacer frente a lo que ya se presenta como una seria amenaza para la humanidad: una epidemia global con previsión de millones de muertos en todo el mundo.
Sin embargo, algunos profesionales, tras analizar los datos que se van generando, poco a poco comienzan a hacerse la misma pregunta:¿existen realmente razones para una alerta pandémica?
La terrible duda que provoca esta pregunta nos llevará hasta una ignominiosa trama de manipulación de la opinión pública, de pingües intereses económicos y de ansia de poder que, en realidad, había comenzado a urdirse siete años antes de la detección del brote epidémico… en un exótico mercado de un apartado rincón del Lejano Oriente.
Siempre en capilla, Luisa Forrellad
Tres jóvenes médicos, Leonard, Jasper y Alexander, se enfrentan a una epidemia de difteria que se extiende sin control por una barriada pobre de los alrededores de Londres. Estamos a finales del siglo XIX y no hay tratamiento médico para la enfermedad, por esto Jasper, siguiendo los métodos científicos de Pasteur, está desarrollando una vacuna, aun cuando no osa probarla en humanos. Un asesinato misterioso precipitará de forma sorprendente los acontecimientos y pondrá en riesgo la vida de los protagonistas.
La plaga, Ann Benson
¿Qué ocurre cuando la peste bubónica, ausente durante tanto tiempo del mundo moderno, reaparece en la sociedad del siglo XXI? La plaga urde con brillantez dos relatos paralelos. En el siglo XIV, el médico Alejandro Canches se salva de ser ejecutado por realizar una autopsia y en su huida recorre la Europa de la Peste Negra. Finalmente es enviado, contra su voluntad, a la corte de Eduardo III de Inglaterra para combatir la epidemia. En dramático contrapunto, la arqueóloga y médica Janie Crowe llega a la Inglaterra del siglo XXI e involuntariamente, provoca la difusión de una mortífera bacteria en un mundo que no está preparado para combatirla. En un futuro en que los antibióticos han perdido toda eficacia y un pasado dominado por el terror, estos dos héroes, muy a su pesar, se ven unidos por la historia.
Cibertormenta, Matthew Mather
Mike Mitchell es un hombre corriente, con una vida corriente, que hace todo lo posible por mantener a su familia unida, cuando de pronto se encuentra luchando solo para mantenerla con vida cuando una extraña cadena de desastres empieza a destruir el mundo que los rodea. Internet se cae. La comunicación se desmorona. Una epidemia comienza a atacar a la población de manera embravecida. Hay rumores que apuntan a que todo forma parte de un plan de ataque coordinado que llevará al mundo a una guerra tecnológica. Mike y su familia se afanan por sobrevivir en medio de una metrópoli en la que millones de personas ya están condenadas.
Ensayo sobre la ceguera, José Saramago
Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego súbitamente. Es el primer caso de una “ceguera blanca” que se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendrán que enfrentarse con lo que existe de más primitivo en la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio. Ensayo sobre la ceguera es la ficción de un autor que nos alerta sobre “la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron”.
La plaga, Jeff Carlson
¿Puede una vacuna causar el fin de la humanidad? Un laboratorio diseña un producto de nanotecnología para combatir el cáncer. Durante el proceso, un fallo de seguridad permite la fuga de estos mecanismos microscópicos cuando aún están en fase de pruebas y lo que debía ser un método curativo se convierte en una plaga tecnológica. El nanorobot creado para para combatir el cáncer se convierte en una plaga tecnológica que acaba con la vida de cinco mil millones de personas, cambiando la vida en la Tierra para siempre. Pero el mecanismo nanotecnológico se autodestruye a altitudes superiores a los tres mil metros. Aquellos pocos que han conseguido escapar luchan por sobrevivir en las montañas más altas. La última esperanza de la humanidad son una científica que se encuentra a bordo de la estación espacial internacional y un pequeño grupo de supervivientes en California.
Apocalípsis Z: el principio del fin, Manuel Loureiro
Un grupo de rebeldes caucásicos asalta unas instalaciones militares liberando una enfermedad que se expande sin freno por todo el planeta. La enfermedad mata a la persona que la padece pero el afectado resucita, sigue caminando y su único objetivo es saciar su hambre mordiendo a los no infectados. Las autoridades toman medidas creando Puestos Seguros donde agrupar a la población. Pero esto es insuficiente. Los No Muertos son demasiados y poco a poco terminan con la sociedad que conocemos.
Peste & Cólera, Patrick Deville
En 1887, mientras Francia prepara los festejos del centenario de la Revolución Francesa, Louis Pasteur funda una escuela de biología y descubre la vacuna contra la rabia. Con veintidós años, el suizo Alexandre Yersin llega a París y se enrola en la aventura pasteuriana. Investiga sobre la tuberculosis y la difteria, y todo lo encamina a convertirse en uno de los sucesores privilegiados de Pasteur. Pero a Yersin lo mueve un espíritu aventurero, como el de su admirado Livingstone, héroe de su infancia y adolescencia. Entonces, el joven se enrola como médico en un barco, se hace a la mar e inicia sus travesías por Extremo Oriente, explora la jungla, y viaja a China, Adén y Madagascar. Y durante la gran epidemia de Hong Kong, en 1894, descubre el bacilo de la peste.
Éstas son sólo algunas de las hazañas de un científico y explorador al que Patrick Deville consagra esta emocionante epopeya de tintes conradianos, donde el brillante ejercicio literario se combina con un preciso trabajo de documentación que llevará al escritor a sumergirse en el fascinante universo de la correspondencia mantenida por la «banda de los pasteurianos».
El puente de los suspiros, Elena Peroni
Una impresionante novela que cuenta la historia de amor entre un leproso y una mujer sana a comienzos del siglo XX y los sucesos históricos que han rodeado a la enfermedad en Colombia y el mundo. La novela narra cómo fue la suerte de los leprosos en Colombia. Su persecución, el estigma de ser rechazados, sus amores, sus anhelos, la solidaridad de algunas personas con su martirio, y el descubrimiento de que no era una enfermedad contagiosa.
El velo pintado, William Somerset Maugham
Kitty Garstin, joven y bella londinense, cumple sus veinticinco años sin haber alcanzado el objetivo para el que fue educada por su madre: hacer una buena boda. Por temor a que su hermana menor se case antes que ella, contrae matrimonio con un bacteriólogo, un hombre inteligente, educado y moralmente intachable, que la ador a pero de quien no está enamorada. Después de la boda, se trasladan a Hong Kong, donde Kitty se enamora de Charlie Towsend, un inglés apuesto y frívolo de la colonia extranjera, con quien será infiel a su marido. Descubiertas sus relaciones adúlteras, y traicionada por Charlie, se verá obligada a seguir a su marido a una zona del interior de China afectada por el cólera. Kitty, incapaz de obtener el perdón de su marido, se entrega a labores humanitarias. El contacto con la muerte y con una realidad dura y penosa harán de ella una persona nueva.
El año del tifus, Edorta Jiménez
El año del tifus es un trepidante thriller histórico ambientado en los mares belicosos del siglo XVI. La novela se desarrolla en una de las naves que conforman la Armada rumbo a Inglaterra, donde las diferentes razones e intenciones de los tripulantes se irán desentramando a lo largo del viaje. Marineros en busca de fortuna, o tal vez de aventura, galeotes obligados a remar sin descanso, personajes oscuros, enamorados y huidizos, para quienes la supervivencia en el barco se convertirá en una batalla a muerte… Todos permanecen encerrados durante meses, compartiendo confesiones y miserias, haciendo frente a tempestades, epidemias y a la peor y más corrosiva de todas las pestes: la envidia.
Partials: La Conexión, Dan Wells
En 2076, en un mundo devastado por la guerra, los seres humanos están al borde de la extinción y la clave de la supervivencia está en manos de una chica de 16 años. La humanidad está a punto de desaparecer tras haber perdido la guerra con los Parciales (seres creados con tecnología genética, idénticos a nosotros). Los humanos sobrevivientes fueron reducidos a unos pocos miles por el RM, un virus letal utilizado como arma biológica, al cual solo parte de la población es inmune. Los habitantes se concentraron en Long Island y, aunque los Parciales se han retirado misteriosamente, su amenaza persiste. Pero lo peor de todo es que en 11 años no ha habido un solo bebé que haya sobrevivido al RM.
Trilogía de Argel, Yasmina Khadra
Trilogía integrada por las novelas policiacas Morituri, Doble blanco y El otoño de las quimeras, protagonizadas por el comisario Llob.
El incorruptible comisario Brahim Llob (también escritor de novelas policiacas) está dispuesto a todo para acabar con los depredadores integristas que asuelan su país y desvelar sus ocultas conexiones con la mafia político-financiera. Con sus peripecias entrega al lector la implacable radiografía de una tragedia vivida a escasas brazas de Europa, mientras el mundo descubre, perplejo, el advenimiento de una plaga que habrá de propagarse como un reguero de pólvora.
La Tierra permanece, George R. Stewart
Un devastador y desconocido virus asola la civilización; inexplicablemente, Isherwood Williams sobrevive a la plaga. A la deriva, ha de afrontar un mundo sin humanidad, de paisajes degradados y hordas de insectos y roedores. Finalmente, dará con una superviviente, con la que fundará una nueva sociedad semejante a la de los antiguos nativos norteamericanos. Único testigo del pasado, Ish nos recuerda que “los hombres van y vienen, pero la Tierra permanece”.
El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez
La historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, en el escenario de un pueblecito portuario del Caribe y a lo largo de más de sesenta años, podría parecer un melodrama de amantes contrariados que al final vencen por la gracia del tiempo y la fuerza de sus propios sentimientos, ya que García Márquez se complace en utilizar los más clásicos recursos de los folletines tradicionales. Pero este tiempo —por una vez sucesivo, y no circular—, este escenario y estos personajes son como una mezcla tropical de plantas y arcillas que la mano del maestro modela y fantasea a su placer, para al final ir a desembocar en los territorios del mito y la leyenda. Los zumos, olores y sabores del trópico alimentan una prosa alucinatoria que en esta ocasión llega al puerto oscilante del final feliz.
Fuente: eraseunavezqueseera.com, 2014.
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¿Qué impacto tendrá la Pandemia Covid-19 en el proceso de Globalización?
abril 19, 2020
Coronavirus: por qué la pandemia puede acelerar la desglobalización de la economía mundial (y qué peligros conlleva eso)
Una de las palabras clave para entender los últimos 25 años de la historia mundial es globalización
Aunque, como dice Jonty Bloom, periodista de la BBC, cualquier historiador económico puede hablar de cómo durante siglos -si no milenios- las personas han estado comerciando a través de grandes distancias.
Recuerda Bloom que basta con fijarse en el lucrativo comercio de especias en la Edad Media.
Pero la globalización actual es diferente realmente por la escala y la rapidez del intercambio internacional, que en las últimas décadas explotó a niveles sin precedentes.
Facilidades para viajar, internet, el fin de la Guerra Fría, acuerdos comerciales y economías desarrollándose con rapidez, se han combinado para crear un sistema que es más interdependiente que nunca antes.
Es por eso que el brote del nuevo coronavirus ha tenido tan inmediatos y abrumadores efectos económicos en todo el mundo.
La profesora Beata Javorcik, economista en jefe del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo le dijo a Jonty Bloom que el ritmo de cambio en la economía en los últimos 17 años ha sido muy profundo.
«Cuando pensamos en la epidemia de SARS de 2003, China constituía el 4% de la producción global», recuerda. «Ahora China constituye el 16%, cuatro veces más. Eso significa que lo que sea que ocurra en ese país afecta mucho más al mundo«.
El lado oculto
Por su parte, Ian Goldin, profesor de globalización y desarrollo en la Universidad de Oxford, dice que en los últimos años se ha permitido que los riesgos se propaguen. «Son el lado oculto de la globalización«.
Eso, agrega, se puede ver no solo en esta crisis, sino en la económica de 2008 y la vulnerabilidad de internet a los ciberataques. «El nuevo sistema económico mundial brinda enormes beneficios, pero también implica riesgos enormes«.
Entonces, ¿qué significa esta crisis para la globalización?
Richard Portes, profesor de economía en la London Business School, le dice al periodista de la BBC que es obvio que algunas cosas tendrán que cambiar, porque tanto las personas como las compañías se han dado cuenta de la dimensión de los riesgos que han venido tomando.
«Mire el intercambio comercial. Una vez que las cadenas de suministro fueron interrumpidas [por el coronavirus], las personas empezaron a buscar por fuentes alternativas en casa, incluso si eran más costosas«, dice.
«Si las personas encuentran proveedores domésticos, se quedarán con ellos, precisamente por esos riesgos que ahora perciben«.
La profesora Javorcik está de acuerdo y cree que existe una combinación de factores que harán que la industria manufacturera occidental empiece a traer de vuelta a casa parte de sus trabajos («re-shoring«, se le llama en inglés).
El reshoring es una tendencia cada vez más habitual, especialmente entre las empresas que habían optado por la deslocalización de parte o toda su producción hacia países emergentes. También conocido con el nombre de backshoring, el reshoring, se basa por lo tanto en el retorno al país de origen de los procesos productivos anteriormente deslocalizados.
«Creo que la guerra comercial (principalmente entre EE.UU. y China) combinada con la epidemia del coronavirus hará que muchas compañías se tomen el ‘reshoring‘ con mucha seriedad», indica.
«Muchas de esas actividades pueden ser automatizadas, porque reshoring trae certeza. No tienes que preocuparte por la política comercial nacional. Y te da la oportunidad de diversificar tu base de proveedores«.
En un artículo publicado en la revista mexicana Letras Libres, Toni Timoner, experto en riesgo macroeconómico, es más contundente:
«Se acelerará el repliegue del comercio internacional. Los exportadores ya están reconfigurando sus cadenas de suministros y acercando producción a costa de eficiencias. Los importadores subirán barreras arancelarias en respuesta. Este proceso ya había comenzado con la guerra comercial y ahora entrará en barrena. Asia y Occidente se aíslan mutuamente. Cae un telón de acero económico sobre el mundo«.
Las universidades
Pero. como indica el periodista de la BBC Jonty Bloom, gran parte de la globalización no es sólo acerca de movimiento de bienes o materias primas, sino gente, ideas e información. Algo que las economías occidentales hacen muy bien.
David Henig, director de Política de Comercio del Reino Unido para el Centro Europeo de Política Económica Internacional, señala que «el sector de los servicios debe sentir como que cayó desde un risco. Fíjense solo en el turismo y las universidades«.
«Debe existir una enorme preocupación sobre el número de nuevas postulaciones a la universidades occidentales en este otoño. Es una industria enorme. Muchas universidades, por ejemplo, dependen de los estudiantes chinos«.
La misma preocupación se la expresó a BBC Mundo el escritor y pensador canadiense Michael Ignatieff, rector de la Universidad Central Europea, con sede en Budapest.
«Creo que las fronteras se están alzando por todas partes y que la movilidad de labor se va a ver reducida, pero no la de capital.
«Con las fronteras más estrictas va a ser más difícil para universidades como las mías seguir atrayendo estudiantes de cien países diferentes. Yo tengo latinoamericanos en Budapest… ¿Voy a seguir teniendo a los mismos extraordinarios colombianos, peruanos o brasileños que tengo ahora?»
«No lo sé, los países reforzarán las fronteras, aumentarán las restricciones. Entonces es posible que tengamos una desglobalización de la enseñanza superior. Esa es una amenaza real que todos en el mundo universitario está hablando al respecto. No quisiera que la próxima generación esté atrapada dentro de las fronteras nacionales«. reflexiona.
Ya estaba en declive
Según el periodista de la BBC Jonty Bloom, ralentizar o reversar la globalización va a golpear duramente a todos las industrias mencionadas, pero agrega que el profesor Goldin piensa que la actual pandemia marca un cambio oceánico y que 2019 «fue el año que marcó el pico más alto en la fragmentación de la cadena de suministro«.
Algunos factores como las impresoras 3D, la automatización, las entregas rápidas y el proteccionismo ya los hacían sentir. Al parecer, covid-19 sólo aceleró el proceso.
La preocupación ahora -señala Bloom- no es si estos cambios van a ocurrir no, sino cuán profundos serán y cómo se van a manejar.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, cree que la gobalización «al menos como la conocíamos antes de esta pandemia, definitivamente va a ser distinta«.
En entrevista con BBC mundo indicó que «definitivamente, esta ya no va a ser una globalización de cadenas de valor. Eso es lo que va a ser más importante: el cambio en los modos de producción y en los modos de consumo«.
Por su parte, Terry Breton, el comisario de mercado interior de la Unión Europea, dijo en una teleconferencia con periodistas que es muy pronto para sacar conclusiones, «pero todos somos conscientes de que habrá un antes y un después de esta crisis. Nadie sabe cómo saldremos, pero se escribirá un nuevo mundo basado en otras reglas. Seremos más autónomos en ciertas áreas críticas. Las relaciones bilaterales se revisarán«, según reporto el diario El País de España.
El profesor Goldin tiene una manera sencilla de abordar cuáles pueden ser los cambios profundos que enfrentará la globalización, según le explicó a la BBC: ¿será más parecido a lo que ocurrió después de la Primera Guerra Mundial o a lo que sucedió tras la Segunda?
Después de 1918 tuvimos organizaciones internacionales débiles, el ascenso del nacionalismo, proteccionismo y depresión económica.
En cambio, luego de 1945 tuvimos más cooperación e internacionalismo, reflejado en el acuerdo Bretton Woods, el Plan Marshall, las Naciones Unidas y el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio.
Aunque es optimista, al profesor Goldin hay algo que le preocupa: quién va a asumir el liderazgo. «Podemos tener optimismo, pero no vemos liderazgo desde la Casa Blanca«. Y agrega: «China no puede asumirlo y Reino Unido no puede liderar en Europa«.
Entonces, ¿se reversará la globalización?, se pregunta el periodista Jonty Bloom. Y responde que probablemente no, pues es un desarrollo económico demasiado importante, Pero ciertamente puede ralentizarse.
La gran pregunta, agrega Bloom, es si aprenderemos las lecciones de esta crisis.
Y remata: «¿Aprenderemos a identificar, controlar y regular los riesgos que parecen ser inherentes a la globalización? Porque la cooperación y el liderazgo necesarios para que ocurra no parecen abundar en estos momentos«.
Fuente: bbc.com, 15/04/20.
Automatización, empleo y ‘reshoring’
Por desgracia, y aunque hay que reconocer que no sin cierta base, se asocia a la automatización y la robotización la pérdida de empleo.
Sin ignorar los riesgos, soy más bien tecno-optimista y confío en que, en conjunto y a medio plazo, la tecnología siempre va a ser beneficiosa (aunque en ciertas áreas, colectivos o sectores, evidentemente, se puedan generar efectos adversos transitorios).
Sin embargo, en este post no quiero hablar exactamente del tema del impacto en el empleo de la robotización, asunto sobre el que ya corren, como se suele decir, ríos de tinta (aunque sea tinta digital).
Pero sí quería comentar un efecto interesante de la automatización y que, visto, eso sí, desde el punto de vista del primer mundo, genera un impacto positivo en el empleo (cierto que a costa del empleo en tercer mundo o países emergentes).
Se trata del fenómeno del ‘reshoring’.
Durante las quizá dos últimas décadas, y como un mecanismo para conseguir eficiencia, las empresas han ido externalizando las tareas de menor valor, generalmente asociadas a fabricación, operación o tareas administrativas. Esa externalización ha sido en muchos casos dirigida a terceros países, dando lugar al fenómeno denominado ‘offshoring‘.
En general, lo que se busca con el ‘offshoring’ es la eficiencia o, más bien, el ahorro de costes. Porque esa eficiencia se consigue, no tanto por la mejora de procesos, como por el ahorro de costes laborales, muy inferiores en los países del tercer mundo. Esto tiene unas muy relevantes e incluso preocupantes connotaciones éticas pero, sin entrar en ellas y quedándonos en lo económico, el resultado del offshoring es un ahorro de costes de la empresa del país desarrollado y un desplazamiento del empleo desde el primer mundo hacia países emergentes aunque, eso si, quedándose el primer mundo con los, al menos en principio, empleos mas cualificados. Pero a nivel de volumen, el empleo disminuye en el primer mundo y aumenta en el segundo o tercero.
Y, en eso, aparece la automatización masiva. ¿Y qué ocurre?
Nos lo describen Antoni Garrell y Llorenç Guilera en su libro ‘La industria 4.0 en la sociedad industrial‘:
El primer argumento en favor del reshoring o relocalización es la fuerte reducción del diferencial de costos de producción entre los países desarrollados y los emergentes. El desarrollo económico de los países emergentes ha ocasionado que los costos de producción (y no sólo los laborales) hayan aumentado. Por otra parte, con la automatización inherente al modelo de la industria 4.0, el peso del factor mano de obra en el proceso productivo se ha reducido sustancialmente y para muchos productos el coste salarial representa hoy en día una parte pequeña y decreciente del costo total.
Es decir, la automatización hace que el volumen de mano de obra necesario disminuya fuertemente y la masa salarial también siendo su peso en el coste total mucho menor que hace unos pocos años. Por tanto, en el nuevo escenario con fuerte automatización es mucho menos ventajosa la externalización a un país emergente (el offshoring). A eso se une el aumento de costes laborales de los países emergentes debido precisamente a su desarrollo.
¿Consecuencia?
Que se produce el fenómeno contrario al ‘offshoring’ y los países desarrollados comienzan a traer ‘de vuelta a casa‘ el empleo que habían trasladado a los países emergentes. Esto puede paliar parcialmente la falta de empleo en los países desarrollados y, a cambio, suponer un peligro para los países emergentes.
Y es paradójico que, por ejemplo tecnologías como la automatización robótica de procesos han tomado muchísima fuerza y se han desarrollado en un país como la India, especialista en prestar servicios en modo offshoring y que han utilizado RPA para optimizar sus servicios y mejorar sus costes. Lo peligroso para ellos es que si los países occidentales imitan su modelo, dejarán de necesitar en gran medida los servicios prestados desde la India que ya no serán tan competitivos. ¿Están cavando su propia tumba?
Por supuesto, las dinámicas del empleo y de los equilibrios económicos entre países desarrollados y emergentes son mucho más complejos e influidos por muchos otros factores, pero resulta interesante ver cómo la automatización, desde el punto de vista de los países desarrollados, puede ser una forma de recuperar empleo via ‘reshoring‘.
Fuente: ignaciogavilan.com, 23/10/19.
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George W. Bush urgió en 2005 a prepararnos para futuras pandemias
abril 18, 2020
El día que George W. Bush alertó sobre el peligro de la próxima pandemia e intentó preparar a EEUU para enfrentarla
En 2005, el entonces presidente republicano pronunció un discurso en el que explicó lo que se debía hacer y cómo debía responder su país ante una crisis como la actual del coronavirus.
“Una pandemia se parece mucho a un incendio forestal. Si se detecta temprano, podría extinguirse con un daño limitado. Si se deja que arda sin ser detectado, puede convertirse en un infierno que puede extenderse rápidamente más allá de nuestra capacidad de controlarlo”, dijo en un discurso en 2005 el entonces presidente George W. Bush en la sede del Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
G. W. Bush quería que su país, y el mundo entero, estuviesen preparados ante una pandemia como la del coronavirus, que ya dejó casi 150 mil muertos y más de dos millones de contagios.
“Para responder a una pandemia, necesitamos personal médico y suministros adecuados de equipo”, dijo Bush. “En una pandemia, todo, desde jeringas hasta camas de hospital, respiradores y equipos de protección, serían escasos”, advirtió.
Bush dispuso de 7 mil millones de dólares de su Gobierno para desarrollar un plan que preparara a Estados Unidos ante una crisis de este tipo. Los secretarios de su gabinete instaron a su personal a tomarse en serio los preparativos y lanzaron el sitio web www.pandemicflu.gov, el cual todavía está en funcionamiento. Sin embargo, con el paso del tiempo, se hizo cada vez más difícil justificar la financiación.
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En su discurso en el NIH, Bush presentó toda clases propuestas y describió cómo se desarrollaría una pandemia en los Estados Unidos. Entre los presentes se encontraba el doctor Anthony Fauci, el prestigioso epidemiólogo, líder de la crisis actual en su país y quien en ese momento ya era el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
“Primero, debemos detectar los brotes que ocurran en cualquier parte del mundo; segundo, debemos proteger al pueblo estadounidense almacenando vacunas y medicamentos antivirales, y mejorar nuestra capacidad para producir rápidamente vacunas contra una cepa pandémica; y tercero, tenemos que estar preparados para responder a nivel federal, estatal y local en caso de que una pandemia llegue a nuestras costas”, dijo Bush.
Pero, ¿qué había pasado para que Bush pronunciara ese discurso?, ¿por qué el ex presidente republicano estaba preocupado ante un peligro no latente y difícil de predecir? Unos meses atrás en su rancho en Crawford, Texas, había leído el libro La gran influenza, del historiador John M. Barry. La obra cuenta la historia del brote de influenza en 1918 que mató a millones de personas en Europa y el mundo.
[Nota de EP: Este tipo de anticipación es lo que debe producir la Inteligencia Estratégica.]
“Tienes que leer esto”, recuerda Fran Townsend, en ese entonces asesora de seguridad nacional, lo que le dijo Bush cuando le recomendó el libro. “Mira, esto sucede cada 100 años. Necesitamos una estrategia nacional”, agregó el ex mandatario a su ex asesora.
A partir de ese momento se creó el plan de preparación ante una pandemia más completo en la historia de EEUU: incluía diagramas para un sistema global de alerta temprana, fondos para desarrollar nuevas tecnologías y producir de forma rápida vacunas y una sólida reserva nacional de suministros críticos como máscaras faciales y respiradores, informó ABC News.
Sin embargo, el proyecto no fue tomado en serio por el resto del aparato político y gran parte del ambicioso plan no se realizó o quedó archivado, a medida que otras prioridades surgían, como la crisis de 2008 que sacudió a EEUU y al mundo al entero.
Durante su discurso de hace 15 años, G. W. Bush fue claro en trazar un estrategia y dijo que lo primero y más importante era detectar los primeros brotes antes de que se propaguen por todo el mundo. Durante la pandemia de coronavirus una las principales críticas que le han hecho algunos líderes mundiales a China es haber ocultado información cuando se presentaron los primero casos en la ciudad de Wuhan.
“Una pandemia no es como otros desastres naturales, los brotes pueden ocurrir de forma simultánea en centenares o incluso miles de lugares al mismo tiempo”, dijo Bush.
“Los científicos y los médicos no pueden predecir cuándo ocurrirá la próxima pandemia o cuán severa será, pero la mayoría está de acuerdo en que, en algún momento, estaremos frente a una”, agregó.
Adaptado de infobae.com, 17/04/20.
Cómo enfrentó George W. Bush las amenazas del SIDA y el SARS
El president George W. Bush ha recibido elogios de republicanos y demócratas por el compromiso que asumió para combatir el SIDA mundialmente, pero particularmente en África.
En 2003, la administración del presidente George W. Bush creó el Plan de Emergencia para el Alivio del SIDA, una iniciativa para atender la epidemia mundial.
“Esa iniciativa fue posiblemente una de las mejores políticas de su presidencia”, dio Barry. “Básicamente recibió un aplauso universal”.
Desde su inicio, el plan de Bush proporcionó 80.000 millones de dólares para tratamiento el SIDA, prevención e investigación, convirtiéndolo en el más grande programa global de salud enfocado en una enfermedad. Se le da crédito con haber salvado a millones de personas, especialmente en el África sub-sahariana.
En abril de 2003, luego de un brote en Asia, G. W. Bush firmó una orden ejecutiva agregando el Síndrome Severo Agudo Respiratorio (SARS, por sus siglas en inglés) a una lista de enfermedades contagiosas que podrían resultar en el aislamiento forzado de personas. Eventualmente, unas 8.000 personas contrajeron el virus a nivel mundial, y unas 774 murieron durante el brote del 2003. En Estados Unidos, solo ocho casos de SARS fueron documentados con resultados clínicos.
En 2005, la administración Bush creó la Estrategia Nacional para la Pandemia de Influenza, que obliga al gobierno a mantener y distribuir un inventario de suministros médicos en el evento de un brote, y una infraestructura para que futuros presidentes puedan aprender y apoyarse al lidiar con sus propias pandemias.
Adaptado de: voanoticias.com
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La OMS ocultó información vital sobre el Covid-19
abril 15, 2020
Taiwán avisó tres meses antes pero nadie le hizo caso
Taiwán reveló los correos que envió a la OMS diciembre 2019 alertando sobre un brote de «neumonía atípica».
Taiwán reveló los correos que envió a la OMS diciembre 2019. Estos correos alertaban sobre creciente amenaza de una “neumonía atípica”.
La Organización Mundial de la Salud negó la existencia de esta correspondencia pero se hizo pública.
La OMS desmintió el haber recibido y desatendido una alerta precoz de Taiwán. Además, negaron que fueron alertados sobre la gran base de contagios que empezaba a crecer día a día entre el personal médico en Wuhan. Es decir, alertaron de un contagio “de humano a humano”.
El gobierno de Donald Trump denunció que la OMS había sido notificada y esta ignoró la temprana advertencia.
Taiwán envió una advertencia en diciembre de 2019 un brote de “neumonía atípica” en China. El presidente de los Estados Unidos destacóla inclinación de la Organización por China.
Semanas atrás, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, acusó a Tsai Ing-wen, la presidenta de Taiwán, de racista y ella se defendió:“Taiwán es un país que se compromete con la libertad, la democracia, la diversidad y la tolerancia”.
Y agregó: “Durante años, hemos sido excluidos de las organizaciones internacionales y sabemos mejor que nadie lo que se siente ser discriminado y aislado».
La OMS solo toma como miembros aquellos países que participan de las Naciones Unidas. La Asamblea General de la ONU no reconoce a Taiwan; por lo tanto, el país queda excluido de los debates con el resto de los países.
El Centro de Control de Enfermedades de Taiwán reveló a través de un comunicado de prensa oficial el contenido de la carta y su fecha de envío.
“En respuesta a que la OMS se niega a admitir que fue alertado de la posibilidad de contagio humano a humano de COVID-19”, comienza el comunicado del país.
“El Centro de Control de Enfermedades de Taiwán se enteró de 7 casos de neumonía atípica en Wuhan, China”. Y explica: “En China, el término “neumonía atípica” se refiere al SARS, una enfermedad que se transmite entre humanos”.
La OMS dijo que en el correo “no se menciona una transmisión de humano a humano” y el CDC taiwanés demostró lo contrario.
El comunicado sigue y escribe: “Debido a la experiencia de la pandemia de SARS en 2003, Taiwán lleva cuenta de información del nuevo brote. El 31 de diciembre de 2019, Taiwán envió un mail a la OMS informando sobre nuestro entendimiento de la enfermedad y pidiéndole información adicional a la Organización”.
“El brote ocurrió justo antes de las vacaciones del Año Nuevo Lunar, que generalmente enormes cantidades de personas para viajan”.
El gobierno de Taiwán afirma que su alerta no fue enviado a otros países, sino que la OMS decidió ocultarlo.
“En el correo electrónico nos esforzamos por referirnos a la neumonía atípica, y notamos específicamente que los pacientes habían sido aislados para recibir tratamiento”.
Taiwán acusa a la OMS con pruebas de su imposibilidad de actuar a tiempo: según el país, fueron alertados de la transmisión de persona a persona en diciembre.
Al día de hoy, Taiwán cuenta con 393 casos confirmados de COVID-19 y con seis víctimas fatales. El país en 2003 sufrió un gran golpe con la pandemia de SARS y reaccionaron inmediatamente frente a este nuevo brote.
Fueron capaces de clasificar el 15 de junio la enfermedad como: “Neumonía especial, severa y contagiosa” antes de llamarla COVID-19.
Fuente: infotechnology.com, 14/04/20.
Antecedentes de manejos turbios en la OMS:
La OMS ocultó que sus expertos en Gripe A cobraron de Farmacéuticas
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