18 F. Marcha de silencio

febrero 7, 2015

«Marcha de silencio»: el impacto de la convocatoria

Un grupo de fiscales se puso al frente del reclamo por el esclarecimiento de la muerte de Alberto Nisman y convocó a una «marcha de silencio», duramente cuestionada por el Gobierno

La muerte del fiscal Alberto Nisman generó un fuerte impacto en la sociedad argentina, que se vio reflejado ayer, una vez más, en las manifestaciones de apoyo a la marcha convocada por los fiscales para el miércoles 18 de febrero.

La «marcha del silencio» cobró fuerza en distintos medios de comunicación, donde las personas se volcaron a expresar su adhesión a la manifestación que busca ser un «homenaje» al fiscal Nisman, el día que se cumple un mes de su muerte .

18 FEn las redes sociales, la convocatoria bajo los hashtags #18F y #marchadelsilencio fue creciendo a lo largo del día con consignas como «Justicia por Nisman», «Todos somos Nisman» y «Por la República».

En la radio también se hicieron notar las expectativas sociales por la nueva convocatoria. Los oyentes se comunicaron con distintas emisoras para expresar su adhesión. En los mensajes, muchos subrayaron la importancia de que la sociedad entera acompañe a los fiscales en la marcha y se sume al reclamo.

Además, en Twitter se difundieron imágenes de los afiches con la convocatoria y fotografías de Nisman con leyendas como «memoria, verdad y justicia» o «consenso ciudadano para compañar a los fiscales».

Fuente: La Nación, 07/02/15.

todos somos nisman

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Quino: ¡Sorprendente premonición!

febrero 6, 2015

Quino: ¡Sorprendente premonición!

quino juez suicidado

 

 

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Argentina K: Un gobierno humillado por errores propios

febrero 4, 2015

Un gobierno humillado por errores propios

Por Joaquín Morales Solá.

¿Qué hará ahora Capitanich? ¿Pegará la página de Clarín que rompió para que parezca que nunca hizo lo que sí hizo? ¿Pedirá disculpas? Desde el momento en que se conoció la extraña muerte del fiscal Alberto Nisman, la administración cristinista (y, sobre todo, la Presidenta) se parece a esas viejas películas cómicas en las que los actores se equivocan siempre y terminan humillados por su propio error. Sin embargo, sería ingenuo atribuirle semejante confusión sólo a la mala praxis. Es legítimo inferir que estamos frente a un gobierno asustado, casi desesperado por momentos, que trata de esconder algo o mucho.

calavera muerte 02Nisman garabateó, según lo confirmó ayer la fiscal Viviana Fein, un borrador de denuncia en el que pedía la detención preventiva de Cristina Kirchner, del canciller Héctor Timerman y de la diplomacia paralela de la Argentina (Luis D’Elía, Andrés Larroque y Fernando Esteche). Ésa fue la noticia que publicó Clarín el domingo y que la oficina de prensa de Alejandra Gils Carbó desmintió, en boca de Fein, al día siguiente. Ésa fue también la noticia que mereció por parte de Capitanich la destrucción en público de una página de ese diario, junto con la de una nota del columnista Eduardo van der Kooy.

¿No era suficiente un desmentido en el caso de que la información no hubiera sido cierta?

Vale la pena hacerse esta pregunta porque la reacción del jefe de Gabinete (que llevó la agresión de la palabra a los hechos) no tenía justificación ni aun en el caso de que la noticia hubiera sido falsa. El periodismo, que es un oficio que debe resolver cosas con ritmo de vértigo, puede equivocarse. ¿Cuántas veces se equivocó el Gobierno en los últimos días con el caso Nisman? ¿Debería la Presidenta, por ejemplo, romper sus páginas de Facebook o quemar las grabaciones de su primera cadena nacional?

Resulta, con todo, que esa información era cierta. Lo confirmó ayer la propia fiscal Fein en un giro dramático sobre sus primeras declaraciones, que habían desmentido la noticia. En el medio, metió la cola la oficina de Gils Carbó, que difundió el primer desmentido y que Fein lo atribuye ahora a un error de interpretación. Comprensible. Fein ya tiene demasiados problemas con el caso Nisman como para sumarle a su vida una pelea personal con la jefa de los fiscales. Otro fiscal aclaró las cosas, tal como seguramente son. El fiscal que está en la jerarquía por encima de Fein, Ricardo Sáenz, denunció que el Gobierno quiere sacar de la causa a Fein y que la oficina de Gils Carbó viene desde hace rato manipulando la información pública que le envían los fiscales por otros temas. Sáenz y Fein hablaron ayer. Se supone, por lo tanto, que Sáenz hizo declaraciones con conocimiento de causa.

A un fiscal federal se le preguntó el viernes pasado si estimaba que Gils Carbó cambiaría luego del enorme escándalo político que significaron la denuncia y la muerte de Nisman. «Desencántense. No aflojará con sus políticas. Intentará seguir haciendo lo mismo. Está para eso», respondió, seguro. Sólo el paso de las horas le dio la razón. Debe subrayarse que es justo a esa persona, Gils Carbó, a la que la Presidenta quiere darle el monopolio del manejo de las grabaciones de las conversaciones telefónicas, según una ley que ayer comenzó a tratar el Senado con la ausencia total de la oposición. La nueva ley de inteligencia podrá ser legal, pero será ilegítima. Una cuestión de esa magnitud, la tarea y el control de los servicios de inteligencia, no puede ni debe ser producto de la voluntad de una fracción gobernante.

La fiscal Fein cometió el pecado político de una hereje cuando desmintió a la Presidenta. En realidad, fue Fein la que obligó a Cristina Kirchner a pasar de la teoría del suicidio de Nisman a la del homicidio. Fue cuando Fein desmintió un regreso precipitado de Nisman al país para hacer la denuncia contra Cristina, que, según la Presidenta, se la entregaron hecha. Un día después, Fein mostró un papel de la compañía aérea Iberia en la que ésta informaba que Nisman volvió en la fecha prevista de su viaje. No adelantó ni retrasó el viaje. Ese solo dato desmoronó toda la teoría conspirativa de la Presidenta, que debió elaborar otra: a Nisman lo habían matado, dijo, para tirarle a ella el cadáver del fiscal.

Nadie sabe qué pasó el domingo de su muerte en el departamento de Nisman. Pero hay algunas preguntas simples que merecen ser hechas. Nisman se mató con una pistola que le pidió prestada a un colaborador de su confianza. Nisman, que era abogado y fiscal, ¿no pensó antes de suicidarse, si es que fue un suicidio común, que estaba comprometiendo seriamente a su ayudante? ¿No tenía, acaso, otras formas de poner fin a su vida sin comprometer a nadie? ¿Por qué no dejó nada escrito, si sólo supuestos enredos de su psiquis lo llevaron a esa decisión final?

Un tema que no debe perderse de vista es la ausencia absoluta de su custodia. Nisman vivía dentro de un círculo nutrido de custodios. ¿De qué sirvió todo eso, si al final fueron su madre y un cerrajero los que encontraron el cadáver? ¿Por qué desapareció la custodia? ¿Quién le ordenó que se fuera, si es que alguien le dio esa orden? ¿O, acaso, el Estado llegó a tal extremo de impotencia e ineficacia que los personajes importantes se matan (o los matan) mientras su custodia toma mate?

Aquel borrador de Nisman, cuya existencia confirmó ayer Fein, es otro desmentido de las afirmaciones presidenciales. Nisman no recibió una denuncia hecha, como aseguró Cristina Kirchner. Trabajó personalmente en ella, bien o mal. Hizo y deshizo bocetos hasta llegar a la versión final. Es probable que haya empezado por la versión más extrema para ir bajando luego el tenor de su asombroso documento. Es lo que hace cualquier juez o fiscal cuando debe escribir un dictamen con enormes consecuencias políticas. Que Nisman haya pensado, aunque fuera fugazmente, en pedir la detención de Cristina Kirchner y Timerman expresa también el demoledor peso de las pruebas que creía tener.

¿De quién es la culpa de tanta desventura? El cristinismo se olvidó del informático Diego Lagomarsino, el enemigo número uno hasta hace poco, luego de que se difundió un video de Lagomarsino en el que no estaba Lagomarsino. La realidad supera a la ficción de los cómics. Ahora, la enemiga parece ser la fiscal Fein, a quien el inevitable Aníbal Fernández zamarreó ayer con palabras inurbanas. El problema del oficialismo es que, por primera tal vez, no puede esconder con las palabras la dimensión de la realidad.

Esa dimensión está ahora más en manos de fiscales que de los funcionarios. Nueve de los más importantes fiscales federales acaban de pedir una investigación penal por las afirmaciones de Esteche, el líder del salvaje Quebracho, quien afirmó que trató en la Casa de Gobierno y con un espía (que el Gobierno dice que no es espía), Allan Bogado, la reducción de su pena carcelaria. Reclamaron que se investiguen delitos de «tráfico de influencias» y «abuso de autoridad». Fue el gesto de solidaridad más importante con Nisman desde los tribunales.

Otro fiscal, Guillermo Marijuan, reclamó ayer que se investigue el extraño seguimiento de Nisman por cámaras de televisión en el aeropuerto de Ezeiza. Fue un seguimiento personal, porque el fiscal aparece siempre en primer plano, no entre mucha gente, como suele haber en ese aeropuerto cuando arriban aviones desde el exterior. Nadie sabe, hasta ahora, si esas cámaras pertenecen a la seguridad del aeropuerto o a los servicios de inteligencia. A todo esto, Nisman no había hecho entonces la denuncia contra la Presidenta. La hizo dos días después. ¿Por qué lo seguían tanto?

Las palabras no dicen nada cuando cambian su significado. Sucede con el propio Timerman cuando afirma que él no podía levantar las cédulas rojas de Interpol que ordenan la captura internacional de importantes dirigentes del gobierno de Irán. Todo el planteo de Nisman se caería, si fuera así. Pero no es así. Interpol necesitaba sólo que los dos países, la Argentina e Irán, concluyeran el trámite del acuerdo para levantar automáticamente las cédulas rojas. Es lo que estipulan los reglamentos internacionales. ¿Para qué escribieron entonces un párrafo en el que anticiparon que comunicarían el acuerdo a los organismos internacionales?

No se necesitaba de Timerman ni del juez para dejar sin efecto los pedidos de capturas internacionales. Se necesitaba sólo el acuerdo. Pero las cosas salieron de otro modo. Irán hizo fracasar el acuerdo mucho antes de que la justicia argentina lo declarara inconstitucional. Tal vez fue porque no hubo una gestión inmediata de la administración argentina ante Interpol, como aseguraba Nisman, o quizás se debió al cambio de gobierno en Teherán. Esa parte de la historia sólo tiene por ahora inferencias, no pruebas.

Y nadie, salvo Cristina Kirchner, puede no tener pruebas y, al mismo tiempo, no tener dudas.

Fuente: La Nación, 04/02/15.

Más información:
La muerte de Alberto Nisman

 

 

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Nisman quería pedir el arresto de Cristina Kirchner

febrero 3, 2015

Documentos confirman que Nisman pensó en pedir el arresto de Cristina

Pruebas que refutan el intento de desmentida de Capitanich. Son copias del borrador que escribió en junio del 2014 y que están en la causa que investiga la fiscal Fein. Ratifican la primicia que dio Clarín el domingo basada en fuentes judiciales.

Por Nicolás Wiñazki y Daniel Santoro.

CFK presaEl texto es breve, dice así: “Hoy 20 de enero de 2015, la Instrucción hace constar: Que en este acto se procede a anexar las presentes actuaciones en concepto de VEINTISÉIS (26) fojas vistas fotográficas de los papeles secuestrados en el recipiente de residuos del interior del domicilio de quien en vida fuera Natalio Alberto NISMAN.- CONSTE (sic)”. El escrito lleva la firma del Jefe de la División Homicidios de la Policía Federal, Comisario Rodolfo O. Gutiérrez; y también de una subalterna suya, la principal Maria R. Palacio. Esa “diligencia” ocupa la foja 59 del expediente judicial que investiga la muerte del fiscal del caso AMIA. Le siguen al menos otras 26 páginas foliadas y avaladas por las autoridades que reproducen un material cuyo contenido ya había sido revelado por Clarín el último domingo, pero que ayer la fiscal Fein y el Gobierno intentaron hacer pasar por inexistente: se trata de un borrador de la denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner, en la que éste había incluido pedidos de detención para la Presidenta, el Canciller y uno de los jefes de La Cámpora, medidas que después quitó de la acusación oficial que presentó al juez Lijo.

Esos papeles escritos en computadora –pero corregidos de puño y letra por su autor–, fueron hallados por la policía en el tacho de basura del departamento de Nisman. Estaban abollados y entremezclados con otros deshechos. Fueron fotografiados por los investigadores y se incluyeron como prueba en la causa que intenta determinar cómo murió el fiscal del caso AMIA el domingo 18, la víspera de su exposición en el Congreso, en la que enumeraría los argumentos y pruebas que usó para denunciar y pedir la declaración indagatoria por encubrimiento de la titular del Poder Ejecutivo, un hecho único en democracia.

Ayer, el jefe de Gabinete y futuro candidato a intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, rompió en la Casa Rosada un ejemplar de Clarín que contenía dos notas que él describió como “basura”. Una era un análisis del columnista político Eduardo Van der Kooy. La otra había sido titulada “Nisman habría pensado en pedir la detención de Cristina Kirchner”.

Al mediodía, la fiscal del caso Nisman, Viviana Fein, emitió un comunicado en el que reafirmó lo dicho por Capitanich.

A ambos los desmiente el propio expediente que investiga la muerte de Nisman. El borrador de la denuncia del fiscal está incorporado como prueba en esa causa.
Ocupa al menos 26 páginas.

En el folio 65 se lee el título “Pedido de detención y prohibición de salida del país”

Y en la foja 67 el fiscal solicita “al Sr. Magistrado” que disponga “la DETENCIÓN de CRISTINA ELISABET FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, de Héctor MARCOS TIMERMAN, de ANDRÉS LARROQUE (previo procesos de desafuero, remoción o juicio político, según corresponda, en virtud de sus respectivas condiciones de Presidente de la Nación, Ministro de Relaciones Exteriores y Culto y Diputado Nacional -arts. 53, 59, 68, 69 y 70 de la Constitución Nacional)”.

Y después ordenaba “la DETENCIÓN INMEDIATA de LUIS ÁNGEL D’ELÍA, JORGE ALEJANDRO KHALIL, HÉCTOR LUIS YRIMIA, FERNANDO ESTECHE y del sujeto conocido como ‘Allan’, una vez sea debidamente identificado”.

Nisman daba más información sobre éste último imputado: “ … según los indicios obtenidos hasta el momento, podría tratarse de Ramón ‘Allan’ Héctor Bogado”, a quien vinculó a la Secretaría de Inteligencia.

El borrador de la denuncia del fiscal da varios indicios que muestran que su acusación contra la Presidenta no fue redactada a último momento, tal como intenta instalar el Gobierno: está fechado, por ejemplo, en “junio del 2014”.

En el escrito que apareció en la basura de su casa, Nisman alerta varias veces sobre la presión que podrían ejercer los imputados sobre el Poder Judicial.

El fiscal le había aconsejado al juez en esta versión de su denuncia que debía “extremar los recaudos” para evitar “maniobras o ardides” de los investigados, a los que describe como “sujetos jurídicos afectados” con una “total falta de escrúpulos”.

Facsímiles

El primero es la primera vez que Nisman escribió el pedido de detención de Cristina en su borrador de junio de 2014 y de 26 páginas. El segundo puntualiza todas las detenciones que pedía al juez que iba a tener su denuncia. Y el tercero es el acta que firmó el comisario Rodolfo Gutierrez, jefe de la división Criminalística de la Policía Federal que está en la causa por la muerte de Nisman que instruye la fiscal Viviana Fein. Está fechada 20 de enero 2015.

Fuente: Clarín, 03/02/15.

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Argentina: Estupor y vergüenza

enero 20, 2015

Estupor y vergüenza

Editorial del diario La Nación, 20/01/15.

La sorpresiva y sospechosa muerte del fiscal Nisman, al igual que su grave denuncia contra la Presidenta, debe ser investigada con transparencia y celeridad

La muerte del fiscal Alberto Nisman causa estupor y mueve las fibras más sensibles de una sociedad sumida ya desde hace mucho tiempo en una profunda incredulidad y hostigada por los incesantes y crudos enfrentamientos que se promueven fundamentalmente desde el seno del poder político.

English version of prosecutor Nisman’s death

Es un hecho de una trascendencia institucional inusitada la sorpresiva muerte de Nisman, fiscal de una de las causas de mayor gravedad: el atentado contra la sede de la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994, en el que fallecieron 85 personas y hubo centenares de heridos, sin que hasta el momento haya sentencia, no obstante las más de dos décadas transcurridas.

El deceso del fiscal no es un hecho aislado: ocurre en un turbio contexto político y judicial signado por el ocultamiento, la mentira flagrante, la incoherencia y las operaciones cruzadas donde lo que menos parece importar a los funcionarios es la necesidad de verdad y justicia.

La Argentina siguió durante años la pista iraní en la causa del atentado, pero, a partir de la presidencia de la señora de Kirchner, se procuró cambiar esa línea negociando temerariamente con los principales acusados, los iraníes, sentando las bases de un acuerdo que ni siquiera Teherán se aprestó a convalidar y que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal en nuestro país, tras haber sido ratificado por la mayoría kirchnerista en el Congreso Nacional.

La denuncia de Nisman de la semana pasada, por la que pidió que se llamara a declaración indagatoria, entre otros, a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al canciller Héctor Timerman, acusados de querer encubrir a Irán «fabricando la inocencia» de los ex funcionarios de ese país, debe ser debida y rápidamente investigada.

Para que ello ocurra es indispensable no entrar en disputas de tipo ideológico, ni en apresuramientos, ni en mezquindades políticas ni de ninguna otra especie, avanzando con celeridad y sin descartar ninguna hipótesis. Y los mismos requisitos deberán aplicarse en la investigación de las causas de la muerte del fiscal. Por desgracia, sobran los casos en la justicia argentina en los cuales se sospecha de la parcialidad de las sentencias o, peor aún, en los cuales, pese al transcurso de los años y a veces de las décadas, se carece de una sentencia de primera instancia.

Demasiado contaminada se encuentra ya la causa AMIA como para pretender ensuciarla aún más. Transparencia y certidumbre probatoria es lo que precisan estas investigaciones, y, para ello, es menester que no sólo el Gobierno no intervenga, sino que la oposición política procure actuar con la más absoluta prudencia a fin de evitar que se afirmen, eventualmente, hipótesis sin suficiente asidero.

Debe haber una apuesta absoluta de la opinión pública en favor del trabajo profesional de jueces y fiscales que merezcan la mayor consideración por sus antecedentes de independencia frente a gobiernos que han pretendido, primero, manipularlos y, luego, silenciarlos. Ya han hecho demasiado estragos a la República los jueces y fiscales obsecuentes con el poder de turno. El mundo, como hacía bastante que no ocurría, dirigió su mirada hacia la Argentina en las últimas 24 horas.

Resulta muy difícil desvincular de este oscuro contexto los tejemanejes del Gobierno en la conformación de la estructura de la Secretaría de Inteligencia (actual SI, ex SIDE), a la que descabezó recientemente, profundizando divisiones entre sus miembros, separando a viejos investigadores en los cuales Néstor Kirchner había hecho recaer las primeras etapas de la investigación sobre el atentado contra la AMIA, momento en el que también depositó su confianza en el fiscal Nisman. De hecho, fue Kirchner quien en 2004 lo puso al frente de la Unidad Especial que él mismo había creado para esclarecer el ataque.

A cargo de la causa del atentado se encuentra hoy el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, crítico de Nisman y muy cuestionado. En la Justicia son varios quienes sospechan que la falta de independencia de este magistrado se habría acentuado en el último tiempo debido a la obtención de un inmerecido puesto de juez federal para un hijo suyo.

En lo que hace a la causa del encubrimiento del atentado, su juez es Ariel Lijo, quien tras la muerte de Nisman canceló sus vacaciones y ordenó medidas urgentes para preservar las pruebas de la denuncia del fiscal. La semana pasada la jueza María Servini de Cubría se había negado a habilitar la feria por considerar que Nisman no había aportado elementos probatorios.

Todo esto ocurre en medio de un clima de crispación, de confrontación, de intemperancia permanente hacia adversarios o hacia quienes las autoridades consideran que pueden crearles una mínima incomodidad.

El oficialismo se aprestaba ayer a sentarse en la Cámara de Diputados a escuchar a Nisman, e iba a hacerlo «con los tapones de punta», como definió, sin ambages, la diputada Diana Conti. No hay que analizar demasiado qué significa esa frase en el argot futbolístico para caer en la cuenta de que es una exaltación de la violencia.

Para colmo, la muerte de Nisman se produce en medio del permanente hostigamiento del Gobierno a fiscales que se han manejado con independencia del poder político, como ha sido el caso de José María Campagnoli, y de la hostilidad que ha alcanzado a aquellos que, en algún momento, incluso tuvieron, como Nisman, buena relación con el actual gobierno.

Es ya público que desde el oficialismo se ha pretendido en las últimas horas llevar adelante una nueva ofensiva destinada a demoler a la Justicia independiente con la designación, por parte de la procuradora Alejandra Gils Carbó, de 16 fiscales subrogantes, que no dan garantía de imparcialidad y cuando todavía no ha entrado en vigor el nuevo Código Procesal Penal. La nueva arremetida ha sido frenada por diversos magistrados, como lo fue en su momento buena parte de la reforma judicial propuesta por el actual Poder Ejecutivo.

Este descarado intento de manipulación de un poder del Estado es otro motivo de alarma dentro y fuera del país. La presencia del secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, en el departamento de Nisman antes de la llegada de la fiscal que entiende en la causa resulta inaceptable desde todo punto de vista. ¿Qué hacía allí un funcionario del Gobierno cuya máxima autoridad, la Presidenta, estaba siendo denunciada por la propia víctima? No se puede admitir que se diga que su presencia está justificada por la necesidad de preservar pruebas. Ésa no es la función de un cuadro político.

La reacción del ciudadano común frente al hecho trágico de la muerte de un importante funcionario judicial en circunstancias que deberán ser debidamente investigadas y aclaradas es de perplejidad, pero también de profundo temor. Nisman, sea como fuere que termine la investigación sobre su muerte, es una nueva víctima.

La ciudadanía en su conjunto participa hoy de un duelo colectivo, siente el dolor de una pérdida más, que se suma a las víctimas de la AMIA y a las de la embajada de Israel, a las de la tragedia en la estación ferroviaria de Once y a los casi dos centenares de muertos en Cromagnon. Todas, causas vapuleadas y, por ende, sin culpables con condenas definitivas.

No hay consuelo donde no hay justicia. No hay justicia donde no hay una república que esté funcionando en plenitud.

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Sin rastros de pólvora en la mano derecha del fiscal Nisman

enero 20, 2015

Las pericias no detectaron rastros de pólvora en la mano derecha del fiscal Nisman

Resultados del barrido electrónico.

La fiscal Viviana Fein, que investiga la muerte de Alberto Nisman, confirmó que no pudieron detectar restos de pólvora ni de gases producto de la deflagración en la mano derecha del fiscal. «Eran muy pocas las partículas de residuos que se levantaron en el lugar. Igual, esto no descarta que él se haya disparado», concluyó Fein.

Efectivos de Prefectura salen del edificio de Le Parc donde vivía el fiscal Alberto Nisman. (Germán García Adrasti)

Efectivos de Prefectura salen del edificio de Le Parc donde vivía el fiscal Alberto Nisman. (Germán García Adrasti)

La pericia de búsqueda de restos de pólvora en las manos del fallecido fiscal Alberto Nisman «lamentablemente dio negativo», reveló esta mañana la fiscal del caso, Viviana Fein.

«Pero no es un resultado inesperado», sostuvo la funcionaria del ministerio público porque, dijo, «el calibre pequeño del arma, calibre 22, no permite que el barrido electrónico dé un resultado positivo, es un tema técnico».

Fein concluyó que no obstante el resultado, la pericia «no descarta que él se haya disparado» y, en ese sentido, aseguró que la autopsia «lo ha confirmado de manera categórica».

«Eran muy pocas las partículas de residuos que se levantaron en el lugar. Además al ser un calibre .22 y no un arma de guerra, usualmente esto provoca que el barrido electrónico no arroje resultados positivos», argumentó la fiscal en diálogo con Marcelo Longobardi en radio Mitre.

Sin vida. El cuerpo del fiscal es retirado del edficio de Puerto Madero. Apareció con un tiro en la sien derecha.

En síntesis, no se pudieron hallar rastros de pólvora ni de gases producto del disparo en la mano derecha, tampoco en el brazo ni el resto del cuerpo, del fiscal Alberto Nisman, quien fue hallado sin vida en su departamento de Puerto Madero durante la tarde del domingo con un tiro en la sien derecha.

El proceso para determinar esto, ya confirmado por la fiscal que entiende en la causa, se llama barrido electrónico y se realizó por peritos de la Policía Bonaerense en La Plata.

Para tener en cuenta en este sentido, en la autopsia se pudo determinar que el dedo índice de la mano derecha de Nisman estaba rígido, flexionado como si hubiese disparado.

Fuente: Clarin.com – 20/01/15

Las dudas de Lanata

enero 19, 2015

Las dudas de Lanata: «¿El tipo antes de declarar se mata? Vamos, chicos…»

CONMOCIÓN POR LA MUERTE DE NISMAN.También plantearon interrogantes Leuco y Nelson Castro. Hablaron de «muerte política».

«Una muerte política» es la definición compartida por los periodistas Jorge Lanata, Alfredo Leuco, Nelson Castro y Jorge Asís, que analizaron la muerte del fiscal Alberto Nisman, confirmada en la madrugada de este lunes.

Lanata, que investigó por muchos años la causa, planteó serias dudas sobre el hecho: primero, por radio, aseguró que le parece «muy difícil de creer que  Nisman se suicidió». Luego, contó cómo se enteró de la noticia. «Siempre recibo La Nación y a Clarín y Clarín no llegó y pregunté qué pasó, y la señora que trabaja acá dijo que como el fiscal murió están actualizando la edición, no lo podía creer. Esto le agrega al panorama algo que hasta ahora no había, que es violencia, porque me resulta muy difícil de creer que Nisman se mató, ¿el tipo antes de declarar se mata? Vamos chicos…».

Para Lanata, «es terrible, como si hubiera fuerzas superiores a las fuerzas democráticas que evidentemente lo hay. El más complicado en esto es el Gobierno, no estoy diciendo que tenga responsabilidad, pero es el primero que tiene que salir a aclarar primero, porque es Gobierno y después porque es el acusado. Nisman iba a hacer una presentación muy fuerte hoy, todos esperábamos que lo de hoy sea fuerte y nuevo. Este país no tiene destino, me enteré hoy temprano».

Leuco, en tanto, por Radio Mitre, dijo que se trata «de una muerte política, porque el fiscal hizo una de las denuncias más delicadas y que más conmocionó en el último tiempo, sea por suicidio o asesinato, esto es una muerte política». Y agregó: «Nisman murió por la denuncia que hizo».

La semana pasada, el fiscal denunció a la presidenta Cristina Kirchner y al canciller Héctor Timerman junto a otros dirigentes kirchneristas, por supuesto «encubrimiento» de los iraníes acusados de ser responsables del atentado de la sede de la AMIA.

Asís opinó que «esto es algo que o tiene que ver con alguna línea del Gobierno, o es una operación de inteligencia clara contra el Gobierno. Con este hecho, el Gobierno internacionalmente queda vacío de toda legitimidad moral». Además, el ex funcionario de Carlos Menem fue contundente al plantear que se trata de «algo mucho más que un crimen». Descartó que se trate de «un suicidio, nadie puede pensar en eso porque nadie lo veía con deseos de suicidarse, se lo veía (a Nisman) bien, sólido y muy cargado. Acá de lo que tenemos que hablar es de un asesinato».

Finalmente, Asís, refiriéndose a palabras del secretario de Seguridad, Sergio Berni, señaló: «Él habló del lugar del crimen, entonces hay que hablar de un crimen absolutamente político (…) «Yo no tengo que ser prudente», dijo Asís . «Esto es algo operado por algún sector del Gobierno que podía salir perjudicado», insistió.

Otro de los periodistas que se sumó al análisis de la muerte del fiscal fue Nelson Castro. «Nisman estaba con este temor en su vida y en las últimas horas supo que los datos sobre su hija fueron transmitidas a los servicio de inteligencia y esto lo inquietó, después hay que saber qué pasó en la última semana a tener esta actitud, estaba afuera y volvió para hacer pública la denuncia». Señaló además «no había en él indicios de querer suicidarse, se lo veía muy seguro y muy dispuesto a dar batalla».

Fuente: Clarín,com, 19/01/15.

Alberto Nisman: Un jurista valiente

enero 19, 2015

Israel destacó al fiscal Alberto Nisman como «un jurista valiente»

El Ministerio de Relaciones Exteriores se refirió a la muerte del abogado «en circunstancias trágicas» y manifestó «su esperanza de que las autoridades argentinas hagan todos los esfuerzos para exigir justicia a aquellos responsables por los ataques terroristas» en el país

JERUSALÉN – Ante la sorprendente noticia de la muerte del fiscal Alberto Nisman , a cargo de la causa del atentado en la mutual judía AMIA en 1994, el gobierno de Israel destacó la valentía del jurista e instó a las autoridades argentinas a continuar con su trabajo.

El cuerpo de Nisman fue encontrado sin vida con al menos un disparo en el baño de su departamento en la capital argentina, horas antes de presentar en el Congreso los detalles de su denuncia sobre un complot del Gobierno para encubrir a los acusados iraníes.

Horas después, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, lamentó la muerte de Nisman «en circunstancias trágicas» y subrayó que se trataba de un «jurista valiente y destacado que peleó incesantemente por la justicia, que trabajó con una gran resolución para exponer la identidad de quienes perpetraron el atentado terrorista y a aquellos que los enviaron».

«El Estado de Israel manifiesta su esperanza de que las autoridades argentinas continúen con la actividades de Nisman y que hagan todos los esfuerzos para exigir justicia a aquellos responsables por los ataques terroristas en Argentina», añadió la declaración de la Cancillería.

La semana pasada, el fiscal Alberto Nisman acusó al Gobierno de querer encubrir al grupo de iraníes sospechosos del ataque contra la mutual AMIA, en el que murieron 85 personas.

Según el fiscal, el Gobierno buscó «desincriminar» a los acusados iraníes del atentado con el objetivo de restablecer las relaciones diplomáticas y comerciales entre ambos países.

La Justicia argentina ha acusado por el atentado a varios ciudadanos iraníes, entre ellos un ex ministro de Defensa, pero Irán ha rechazado esos cargos. En 2013, el gobierno de Cristina Kirchner firmó un memorándum de entendimiento con Teherán para avanzar en la investigación por el atentado a la mutual judía.

Agencias Reuters y ANSA.

Fuente: LaNacion.com, 19/01/15.

Todos somos Nisman

enero 19, 2015

todos somos nisman
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Escena del Crimen

enero 19, 2015

escena del crimen

 

Carrió: «No crean eso del suicidio; fue un asesinato o un suicidio inducido»

La muerte del fiscal Nisman.

«Este hombre quedó sólo, esto era previsible», dijo la diputada nacional. Volvió a atacar a la presidenta y dijo que esto pasa en «los sótanos de la Argentina real».

Elisa Carrió habló sobre la muerte de Nisman (TN)

Elisa Carrió habló sobre la muerte de Nisman (TN)

La diputada nacional Elisa Carrió se había cruzado el miércoles pasado en los estudio de TN con el fiscal Alberto Nisman, fue durante los primeros estallidos de este nuevo capítulo de una vieja historia. «Sólo me dijo si me podía dar un beso», dijo Carrió a TN.

«Este hombre quedó solo, esto era previsible, estos son los sótanos de la argentina real», agregó sobre la muerte del fiscal que había pedido la indagatoria de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por posible encubrimiento en la causa AMIA.Carrió dijo no haber notado, al cruzarse con Nisman la semana pasada, a una persona debilitada o con dudas sobre lo que estaba haciendo. «No tomen eso de que se suicidó porque estaba deprimido y todo eso, no crean en esa teoría. Pudo haber sido un suicidio inducido o un asesinato», dijo.

 «Cuando uno conoce lo que no sale a la luz del poder, cómo se maneja el poder, cómo se manejan los Servicios (de Inteligencia), cómo se maneja la Policía y cómo se maneja el Gobierno desde (Néstor) Kichner a la fecha sabe que esto podía ocurrir», sentenció la líder de la Coalición Cívica.

En diálogo con radio Mitre, Carrió sostuvo que anoche se produjo «la muerte del fiscal que dijo la verdad sobre la negociación con Irán» por la causa AMIA y «eso ha sido intolerable para el régimen».

«Cuando a ellos (los Kirchner) algo los toca, hacen silencio. Ya pasó otras veces. No dicen nada, guardan silencio, relativizan y se van del tema. Si lo que escuchamos hasta ahora es la respuesta de un Gobierno… no?», cerró, con un silencio pronunciado, Elisa Carrío su diálogo con TN.

 Fuente: Clarín, 19/01/15.

 

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