La opinión de Jorge Asis sobre el Cacerolazo 13/09/12 – La Mirada

septiembre 24, 2012


Porqué sube el dólar – Hablemos Sin Saber

septiembre 24, 2012


Argentina: Problemas en la impresión de billetes

septiembre 19, 2012

Por problemas técnicos, aún no se pueden imprimir los billetes de Evita

Por Nicolás Wiñazki

 

La Casa de Moneda emitió el lunes un comunicado en el que asegura que el organismo está imprimiendo sin problemas los nuevos billetes de cien pesos ilustrados con la imagen de Eva Perón.

Clarín había informado en su edición del domingo que la emisión de esos billetes se había frenado porque las nuevas unidades tienen problemas en las medidas de seguridad que deben garantizarse para salgan a circulación. A pesar de lo dicho por la Casa de Moneda, lo cierto es que los billetes de Evita siguen sin entrar a imprenta porque se le deben hacer ajustes técnicos relativos a la llamada tinta OVI (siglas de optically variable ink ), ratificaron a Clarín fuentes del organismo que pidieron no ser identificados por temor a sufrir represalias de sus superiores.

En lugar de los billetes de Evita, la Casa de Moneda sigue imprimiendo el viejo modelo que tiene a Julio Argentino Roca en su anverso. Es el mismo que confecciona la ahora estatal planta de Ciccone, que también retrasó su producción por problemas en sus máquinas.

En su comunicado, la Casa de Moneda aseguró que había impreso un millón de billetes de Evita.

Clarín había informado que esas unidades estaban listas : son las mismas que se terminaron antes de que la presidenta Cristina Kirchner anuncie en la Casa Rosada que los billetes de Perón reemplazarían a los de Roca. Desde ese día hasta ayer no se imprimió un solo billete de Evita más

Ninguno de los ya hechos salió a la calle.

Para completar la impresión del nuevo modelo, la Casa de Moneda debe instalar una máquina llamada Nota Screen II que aún no se puso en marcha. Esa impresora fue comprada de modo directo, sin licitación internacional , a pesar de que costó 6.434.000 dólares. La Casa de Moneda aseguró que se adquirió cumpliendo su “reglamento de contrataciones”.

En su comunicado, el organismo usa un argumento llamativo para decir que los billetes de Evita se están haciendo: “La autoridad monetaria nacional cuenta con toda la información técnica necesaria para poner los nuevos billetes en circulación”, dice, como si esa información, en realidad, no se hubiera traducido aún en hechos concretos.
Fuente: Clarín, 19/09/12.

La China que impulsó el otro Mao

septiembre 19, 2012

La China que impulsó el otro Mao

Por Marcos Aguinis

 

BLOOMINGTON, Indiana – En esta bella y prestigiosa ciudad universitaria me entero del homenaje que se le ha realizado a un influyente pensador chino llamado Mao. Vive en Pekín y ha sufrido en carne propia, a lo largo de ocho décadas, los avatares de su país. Pero no se trata de Mao Zedong (o Tsé-tung), sino de un valiente y culto personaje que comparte sólo el nombre con aquel líder, pero opina y actúa de un modo radicalmente distinto. Ha sido oportuno este homenaje para exhibir a quienes -desde las sombras, la cárcel, la tortura y diversas otras formas de opresión- han conseguido finalmente encauzar su patria hacia un potente desarrollo. Se llama Mao Yushi. Fue distinguido con el consagratorio premio Milton Friedman del Cato Institut por sus aportes a la libertad y el progreso de China, y que sirven al resto del planeta.

Estudiaba ingeniería cuando triunfó la revolución que instaló en el gobierno al Partido Comunista. Sufrió personalmente la devastación que se puso en marcha por una maquinaria que respondía a ideales tan utópicos como alucinantes y totalitarios. Fue testigo de los genocidios perpetrados para alcanzar un bienestar que sólo llegaba a los detentadores del poder. Sufrió azotes, hambre y marginación. Vio caer a muchos familiares y casi todos sus amigos.

No obstante, mantuvo su anhelo por disipar la anestesia que encadenaba a su pueblo. Hasta se salvó del tornado avasallante que fue la Revolución Cultural dirigida por la fanática esposa de su tocayo. Perseveró en su actividad científica y política a pesar de los obstáculos. Finalmente, llegó a influir en muchas cabezas del partido. A fines de la década de los 70, tras la muerte del dictador Mao (Tsé-tung), el noble y sufrido Mao (Yushi) consiguió que se estudiaran sus propuestas.

Deng Xiaoping -curtido luchador, denigrado y reivindicado- encabezó una revolución diferente. Con la máscara de Mao Tsé-tung se pusieron en marcha las ideas de este otro Mao, tan diferente. «No importa si el gato es blanco o negro, importa si caza ratones», comenzó a decirse. Con su sabiduría milenaria, el pueblo chino optó por mantener el retrato del líder muerto mientras activaba una política que aquél jamás hubiera aceptado. Los verdaderos progresistas tuvieron que soportar la resistencia de la «la banda de los cuatro», integrada por altos dirigentes del Partido Comunista empeñados en mantener una China paralizada por el fracasado modelo. Ayudado por las movilizaciones de un pueblo que ya no quería más servidumbre, Deng se convirtió en el verdadero hombre nuevo de China, pese a su edad, y lanzó una audaz política de reformas llamadas «modernizaciones»: agrícola, industrial, científico-técnica y de defensa. Como eje se resolvió proteger la actividad privada, que había sido demonizada.

Se pusieron a la luz las tesis de un otro Mao (Yushi). En lugar del asfixiante encierro que producía un implacable stalinismo-maoísmo, se liberalizó la economía y abrieron anchos espacios para la actividad privada. Era una herejía en el campo del marxismo tradicional. Por todo el mundo, quienes se habían quedado en la ciega idolatría de un sistema decadente, no salían de su estupor. Ahora el artículo 11 de la Constitución dice: «Los sectores no públicos de la economía tales como el individuo y los sectores privados, operando dentro de los límites prescriptos por las leyes vigentes, constituyen un componente importante de la economía de mercado socialista. Por eso el Estado protege los derechos legales y los intereses de los sectores no públicos».

Para conseguir el aflujo de inversiones extranjeras, el temerario gobierno mejoró sus relaciones con los países capitalistas, avanzó en el respeto de los derechos humanos que habían sido ignorados por el maoísmo (sin conseguir aún su respeto irrestricto, lamentablemente) y estableció sólidas bases en defensa de la propiedad privada. Al principio hubo confusión, pero en el curso de pocos años se abrieron los capullos de la esperanza. Todas las áreas del país más poblado del mundo fueron atravesadas por una corriente revitalizadora. Como en cualquier crecimiento acelerado, puberal, se produjeron desajustes, desequilibrios, sorpresas e injusticias. Pero hoy China puede lucir el mérito de haber sacado definitivamente de la pobreza a 300 millones de personas, ¡más de siete Argentinas completas! Eso jamás habría sido posible con el modelo del desactualizado Mao, que quedó encerrado en un ataúd, junto a su ideología.

Cuando le fue entregado el premio Milton Friedman, Mao Yushi confesó que sus ideales son la paz, el mercado libre, un gobierno limitado y el respeto de los derechos individuales. Esos ideales son antiguos, porque nacieron junto al río Amarillo, el Tigris, el Éufrates, el Jordán, el Nilo, los valles y montañas de la Europa mediterránea y la mágica Mesoamérica. Tocan el corazón y las fibras morales de cada persona. Pero esos ideales fueron reprimidos desde el brote. Hubo esclavitud, guerras y diversas injusticias. Cada uno de esos ideales generó teorías contrarias: guerra en lugar de paz, represión económica en lugar de libertad de mercado, gobiernos abusadores en lugar de administradores democráticos, servidumbre en lugar de una consistente libertad individual que sostiene a la libertad colectiva. Hubo momentos en que se acusó con los peores epítetos a quienes luchaban por la paz. Y hasta ahora existen quienes pretenden imponer como malas palabras la libertad de mercado, los derechos individuales o los gobiernos limitados.

«Durante mis 83 años he sufrido amenazas en noches horribles, años de exilio político y persecuciones. Mi familia y mis amigos, sin embargo, me nutrieron con su amor, lealtad y dignidad. Supe que era ético perseverar, aunque soplaran ventarrones adversos. En esas circunstancias evocaba las lecciones de nuestros héroes y heroínas, así como las obligaciones morales frente a las generaciones futuras. Ellos me proveyeron de la luz y la fortaleza que necesitaba».

«Decenas de millones de chinos sacrificaron sus vidas para superar dinastías feudales, vencer crueles señoríos y defender su libertad contra las invasiones coloniales e imperialistas. Nos han legado el principio de que la libertad es más preciosa que la vida. Incontables estudiantes, obreros, campesinos, maestros, científicos y voluntarios se han unido en la común lucha contra los verdaderos enemigos de la humanidad que son la tiranía, la pobreza, la enfermedad y las guerras.»

Las palabras de este otro Mao insistieron en el faro que debe iluminar los ángulos oscuros de la humanidad, donde siguen vigentes las ideologías arcaicas. Las conoce muy bien, porque las ha sufrido. Sólo la ignorancia estimulada por retóricas hipnotizantes -de las que ya dio abundantes pruebas la pulsión autoritaria- impide que grandes masas accedan al bienestar que merecen. Se refirió a los caídos en la lucha: «Veo sus caras, escucho sus voces, siento su espíritu. Estoy hablando sin que me puedan escuchar. Sólo enderezando el camino de nuestras políticas hará que sus sacrificios no hayan sido vanos».

«China es un país viejo con buena memoria -dijo-. Su historia colorida derramó contribuciones en el arte, la medicina, las ciencias, la filosofía, el trabajo, la tolerancia, la diversidad. En China se expandieron las grandes tradiciones del taoísmo, el budismo y el confucionismo. En la profundidad de nuestro pueblo anida un balance entre las necesidades y obligaciones, así como entre lo colectivo y lo individual. Pese a haber padecido muchas tiranías (o por eso mismo), vuelve a crecer el anhelo de terminar con los gobiernos asfixiantes.»

Tuvo severas expresiones contra the rule of man over the rule of law. La dictadura maoísta segó cincuenta millones de vidas, que fueron ignoradas por la ceguera ideológica de adentro y afuera. Por fin China ha entendido los beneficios de una economía liberal con estricto cumplimiento de la ley. Ley y libertad no son contradictorias, sino complementarias. Sin ley no existe libertad, sino los abusos de la selva. La ley defiende a los débiles, porque los fuertes no la necesitan y suelen pisotearla.

Mientras recorro la ciudad de Bloomington y me cruzo con sus investigadores, académicos y estudiantes, inspiro el aire perfumado por los altos robles y liquidambars amarillos, y me pregunto por qué ideas tan lógicas como las de este otro Mao tardan en imponerse sobre una parte considerable de la humanidad.

Fuente: La Nación, 19/09/12.

 

Mao Yushi (2011)

Peligro: Universitarios con tarjetas de crédito

septiembre 19, 2012

Una combinación peligrosa: universitarios con tarjetas de crédito .

Por Ruth Mantell

 

He aquí una peligrosa combinación: estudiantes universitarios que no saben mucho acerca de finanzas personales y que tienen una tarjeta de crédito.

 Según una reciente investigación, los estudiantes menos informados tienen el doble de probabilidad que aquellos que poseen ciertos conocimientos de tener una tarjeta de crédito usada al límite. También son más propensos a retirar adelantos de efectivo y caer en mora en relación con los pagos de las tarjetas de crédito, comportamientos asociados con problemas financieros a largo plazo.

Lo que es más, los estudiantes con mediano nivel de conocimiento son más propensos a involucrarse en comportamientos arriesgados —utilizar todo su crédito disponible, tomar adelantos de efectivo y no pagar sus cuotas— que sus pares con los mayores niveles de información al respecto, según el estudio.

«Lo que estamos viendo en todos los ámbitos es que en general hay un mejor comportamiento asociado con un mayor conocimiento», dice Cliff Robb, profesor adjunto recién nombrado de planificación financiera personal de la Universidad Estatal de Kansas, que escribió el estudio publicado el año pasado en el Journal of Family and Economic Issues.

Robb llevó a cabo la investigación mientras trabajaba en la Universidad de Alabama, y sus resultados se basan en las respuestas de más de 1.300 estudiantes de grado y posgrado. Para determinar el conocimiento financiero de los encuestados, se les hicieron preguntas de nivel básico sobre temas tales como los costos asociados a hacer sólo los pagos mínimos de las tarjetas de crédito. También se les preguntó si usaban sus tarjetas de crédito de manera tal que luego recibieran cargos por pagos atrasados, mayores costos por intereses y otros resultados negativos.

Aunque la investigación mostró una fuerte asociación entre el conocimiento y el comportamiento de los entrevistados, no probó que la falta de conocimiento causara un mal uso de las tarjetas de crédito o viceversa, señala Robb. Lo que está claro, añade, es que cuando muchos estudiantes llegan a la universidad, se encuentran «de pronto en una posición en la que tienen que gestionar préstamos estudiantiles y gastos por su estilo de vida» y puede que no estén preparados para ello.

«Uno ve iniciativas saludables en los campus universitarios acerca de la buena alimentación y el abuso del alcohol», dice Robb. «Hablamos sobre el nivel de estrés social y por las calificaciones. Pero no suele haber un componente sobre la salud financiera y el estrés. ¿Qué ocurre con el estrés financiero que enfrentan los estudiantes en este momento? ¿Y con el estrés de graduarse de la universidad con una deuda de US$60.000?»

Muchos profesionales de las finanzas dicen que la mejor manera de enseñar a los estudiantes acerca de la responsabilidad financiera es darles experiencia práctica antes de ir a la universidad.

«Los jóvenes a quienes les han dado responsabilidad sobre algunos de sus propios gastos aprenden temprano sobre el valor de los ingresos, así como sobre la decisión de gastar dinero», dice Kevin Meehan, planificador financiero certificado de Itasca, Illinois. «La educación ayuda, pero más a menudo es la experiencia en el mercado o con las familias lo que determina qué tan responsables son los estudiantes en el uso del crédito a lo largo de sus vidas».
Fuente: The Wall Street Journal, 16/09/12.

Los fantasmas de la deuda argentina

septiembre 18, 2012

Los fantasmas de la deuda argentina de nuevo en escena

Por Federico Tessore

 

Aquéllos que compraron deuda argentina durante el último mes, obtuvieron ganancias muy interesantes. El Cupón PBI, que es una especie de bono  emitido por el Gobierno argentino sólo paga intereses cuando el producto bruto interno crece más del 3,26% anual. Este título trepó en torno al 15% durante los últimos 30 días.

¿Qué ven los inversores que compran esta deuda?

Quién sabe, tal vez son especuladores que buscan rentabilidades de corto plazo, algo que me parece perfecto. O tal vez son inversores que están convencidos de que la economía argentina volverá a crecer el año que viene y que estará cada vez mejor.

Nosotros somos muy pesimistas con el futuro de la deuda argentina. Por supuesto que esto no implica afirmar que no haya oportunidades especulativas de corto plazo con las emisiones de títulos argentinos, como la que hubo durante el último mes. Pero para uno inversor de largo plazo que analiza el grado de conveniencia de invertir en deuda argentina, nuestra visión sugiere alertas por todos lados.

Y aunque usted no lo crea, el ratio de la relación deuda/PBI es uno de los que más preocupan.

¿Cómo puede pasar esto?, se preguntarán varios lectores.

Es que si uno escucha a su presidente diciendo que «hace varios meses que la deuda no deja de bajar y el PBI no para de subir», la sociedad debería subirse al barco del optimismo.

Bueno, eso es cierto.

Yo también escuché a la presidente hablar sobre el «desendeudamiento» con mucha emoción y orgullo. La cuestión es que los números, nuevamente, muestran otro panorama.

Observe el siguiente cuadro donde se muestra la evolución de la deuda pública argentina durante los últimos diez años:

 

Hoy la deuda está llegando nuevamente a los US$ 190 mil millones. Esto representa un crecimiento de US$ 70 mil millones desde principios de 2002, cuando estalló la crisis luego de la salida de la convertibilidad. Es decir, en sólo diez años la deuda pública argentina creció un 58%.

Seguramente muchos se preguntarán: ¿Cómo se produjo un crecimiento de semejante magnitud?

Bueno, cuando se devaluó el peso en 2001, la deuda pública, dado que una parte de ella estaba en moneda local, cayó a US$ 113 mil millones.  Pero desde ese entonces se emitió mucha más para compensar a los bancos por la pesificación asimétrica para deudores y depositantes. Además, muchos depósitos bancarios se transformaron en deuda a diez años para evitar la quiebra de las entidades financieras. Por lo tanto, a fines de 2002 la deuda ya había alcanzado el pico de 2001.

Luego el Gobierno empezó a vender bonos a Venezuela, hasta que el país bolivariano dejó de comprar títulos porque nos quiso cobrar un 15% en dólares. De esta forma, la deuda llegó a los US$ 190 mil millones en el primer trimestre de 2005.

No obstante, con la quita que hicieron Roberto Lavagna y Néstor Kirchner durante la negociación de la deuda Argentina en septiembre de 2005, ésta se redujo en US$ 41 mil millones y pasó a US$ 149 mil millones a fines de ese año.

Desde ese entonces, el Estado argentino ha tomado deuda con el Banco Mundial, con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con otros organismos internacionales, además de la contraída localmente con el Banco Central y la ANSES. De esta forma, llegado a finales de 2011, se llegó a una deuda pública total de US$ 187 mil millones. Hoy debe estar superando cómodamente los US$ 190 mil millones nuevamente.

Luego de ver estos números le pregunto: ¿Hay realmente un desendeudamiento por parte del Estado argentino?

Si bien durante los últimos meses me acostumbré a dudar absolutamente de todo en Argentina, creo que la respuesta es no. Los que dicen que el país se está desendeudando no están mirando los números que les acabo de ilustrar…

Son cifras de acceso público, a las cuales cualquiera puede acceder, simplemente a través de una computadora. Ahora, el problema emerge como una preocupación mucho mayor si comparamos este nivel de deuda con el PBI de la Argentina.

¿Por qué es importante conocer cuál es este ratio antes de comprar deuda soberana? Sucede que cuanto más alto esté, más complicada será la situación de un país. Ya que, si la deuda es más grande en comparación con la producción total, será más difícil que ese país pueda repagar la deuda sin problemas.

Para que se dé una idea, el ratio de deuda a PBI de España está llegando al 80%. Es decir, la deuda del Estado español hoy está en 804 mil millones de euros y representa el 80% de su Producto.

Grecia está un poco más complicada, ya se sabe. Su deuda representa un 170% del PBI. Es decir, hoy el país heleno debe una cifra cercana a los 355.617 millones de euros.

¿Y por casa como andamos?

Las cifras oficiales hablan de un ratio de deuda/PBI que hoy está en el orden del 40% en Argentina. Para alcanzar este resultado hay que dividir la deuda total de US$ 190 mil millones por el PBI medido en dólares de finales de 2011, que llega a los US$ 459.471 millones. Un número que nos tendría que dejar relativamente tranquilos, ¿o no?

Ahora, como les comentaba, esta aparente seguridad esconde muchos peligros…

El primero es el más importante y está relacionado al tipo de cambio ¿Qué pasará con este ratio de deuda/PBI cuando se sincere la paridad peso-dólar en la Argentina?

Los cálculos actuales se obtienen utilizando un tipo de cambio de cuatro pesos por dólar. Es decir, el precio que exhibía la divisa estadounidense en Argentina a finales de 2011.

Ahora, la pregunta es, ¿qué pasa si comenzamos a tomar el dólar paralelo de AR$ 6,5 que tenemos en la actualidad? Bueno, por supuesto que los números se complicarían nuevamente y mucho. Vamos a hacer la proyección.

El PBI en dólares que le mencioné se obtiene de un PBI en pesos que el año pasado llego a los AR$ 1,84 billones. Supongamos que el PBI en pesos crece en 2012 la mitad del crecimiento del 28% en pesos que tuvo el año pasado, es decir, un 14%. Y cuando obtenemos ese número lo dividimos por un tipo de cambio paralelo teórico de $7 por dólar proyectando el valor a fin de año.

Haciendo estos cálculos llegamos a que el PBI real en dólares de la Argentina estaría en US$ 299.986 millones a fines de 2012. Es decir, el PBI actual de US$ 459.471 millones pasaría a estar un poco por debajo de los US$ 300 mil millones.

Por otro lado, si asumimos un crecimiento teórico de la deuda de un 10%  durante el año 2012, llegamos a una deuda total de US$ 209 mil millones a fines del corriente año.

Y finalmente, si dividimos las cifras de deuda y PBI proyectados a fines de 2012, llegamos a que el futuro ratio de deuda/ PBI de Argentina se podría ubicar en torno al 70%, si es que en algún momento se reconoce el tipo de cambio paralelo para realizar el cálculo…

¿Es muy poco probable que ocurra este escenario?

Bueno, para que se dé una idea, esto mismo pasó en el año 2001 en Argentina. A mediados de ese año, la deuda pública representaba el 48% del PBI.

Pero en enero de 2002 el peso argentino pasó del 1 a 1 a estar a 3 pesos por dólar. Estoy hablando del tipo de cambio oficial, por supuesto.

Por lo tanto, el PBI argentino expresado en dólares pasó de unos US$ 300 mil millones a unos US$ 100 mil millones. Y esto provocó que el ratio deuda PBI pasara a ser de 140% en unos pocos meses…

En pocas palabras, Argentina pasó de consolidar una situación de deuda muy segura a tambalear en muy pocos meses. Y no es que hubo una lista de hechos sonantes. El simple «sinceramiento» en el valor del dólar provocó esta situación.

Si ya lo sé, tiene esperanzas que esto no suceda. Bueno, el problema es que cuando usted invierte su dinero basándose sólo en esperanzas es un poco complicado. O mejor dicho, es un poco peligroso.

De hecho, nosotros no somos los únicos que hacemos estos cálculos con el PBI argentino medido en dólares al tipo de cambio paralelo. El Gobierno colombiano también está haciendo esas cuentas para comparar su producto bruto con el nuestro, según informó el diario económico Colombiano Portafolio:

El ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, relataba algo, con un tono tan entusiasta como si su equipo acabara de ganar 5-0. «¡Superamos a Argentina!», dijo.

El valor de la producción esperada de toda la economía colombiana para el 2012 había llegado a 362 mil millones de dólares, mientras el producto interno bruto (PIB) argentino se valoraba en 347 mil millones de dólares, aplicando la tasa de cambio paralela del miércoles.

Sin embargo, por ahora, es el dato de unos días, que responde a un cambio fuerte de la tasa de cambio, y seguramente se necesita más que eso para ganarse el sello de la ‘tercera economía de Latinoamérica’. De hecho, advierte Andrés Escobar, ya Colombia había tenido un valor del PIB en dólares superior al argentino.

Haciendo algo de arqueología financiera, el ex subdirector de Planeación encontró que en el año 2001 se presentó esa situación, cuando Argentina abandonó la equivalencia de un peso por un dólar, y abruptamente el dólar pasó a valer alrededor de cuatro pesos.

Aun así, Escobar cree que en este momento el valor del PIB colombiano por encima del argentino es un hecho cierto y no un artificio contable. En ese mismo sentido, Mauricio Reina, investigador de Fedesarrollo, reconoce que la apreciación que ha tenido el peso colombiano favorece el cálculo en favor de Colombia, pero «eso no quiere decir que el crecimiento nuestro no haya sido bueno: hemos competido con Venezuela y Argentina.

La primera ya quedó ‘eliminada’, y la segunda, que crecía bien, ahora se viene frenando».

Al utilizar, para la comparación, la tasa de cambio paralela en Argentina, que ha sufrido, en palabras de Escobar, una «impresionante» depreciación, se considera que ese hecho obedece a una menor valoración de toda la economía de ese país desde el punto de vista de quienes transan la moneda en un mercado libre.

Por lo tanto, el valor del PIB colombiano podría mantenerse sobre el argentino durante algún tiempo, cree Escobar, si esa economía se sigue manejando «a las patadas». Pero «si mañana corrigieran» el rumbo, seguramente Argentina volvería a pasar a Colombia, pues el país austral «estructuralmente vale más».

De acuerdo con Escobar, la perspectiva para que Colombia alcance estructuralmente a Argentina es de 10 o 15 años, aun si ese país modifica su rumbo hacia uno que a su juicio es mejor.

Colombia no es el único país latinoamericano que está haciendo cálculos ante el cataclismo económico argentino. Chile, con un PBI que hoy llega a los US$ 281 mil millones, ya está calculando cuando será el momento en que esta economía, de tan sólo 17 millones de habitantes, supere a una de 40 millones de individuos como es la argentina.

Si la macro local continúa en la senda de las restricciones y el aislamiento y además Chile sigue por en la senda del crecimiento y la apertura, esto también puede llegar pronto.

Ahora, no tenga duda que esta tendencia que está provocando que en poco tiempo pasemos de ser la tercera economía latinoamericana a la quinta se puede cambiar en algún momento. Pero para ello, nuestros gobernantes primero tendrían que reconocer los problemas. Y segundo, ponerse a trabajar en las soluciones.

Si se niegan los problemas en vez de reconocerlos, es imposible esperar algún cambio en la tendencia. Mientras, como inversor individual debe tomar nota de estas cifras. Hoy todos los inversores argentinos tienen todo a su alcance para no ser víctimas de esta nueva estafa de los políticos argentinos.

Fuente: Inversor Global, 18/09/12.

El Gobierno K necesita del autoritarismo para sobrevivir

septiembre 17, 2012

El Gobierno necesita del autoritarismo para sobrevivir

Por Roberto Cachanosky

 

Cuando Friedrich von Hayek escribió Camino de Servidumbre trató de mostrar que una economía centralizada lleva, inevitablemente, al control de la vida de las personas, esto es, a un sistema totalitario.

Hayek, que había emigrado de Austria a Londres, veía cómo los laboristas y economistas formulaban propuestas económicas que, por su misma dinámica, tenían que terminar en el control de la vida de la gente.

Publicado en 1944, la tesis central de “Camino de Servidumbre” sigue teniendo vigencia casi 70 años más tarde y se verifica en Argentina.

A diferencia del cacerolazo del 2001 cuando se estableció el corralito o el del 2008 cuando estuvo el enfrentamiento por la 125, el cacerolazo del jueves pasado no parece responder a un solo motivo sino a una combinación de problemas económicos con crecientes restricciones a las libertades civiles junto con otros ingredientes como la inseguridad, los intentos del Gobierno de perpetuarse en el poder, la corrupción, la forma soberbia de comportarse del Gobierno y muchos temas más. Pero sí hay un hilo conductor entre economía y libertad individual que, me parece, irá agravándose considerando que el oficialismo, ante la adversidad, suele redoblar la apuesta e ir por más para ir por todo.

Desde el punto de vista económico, siempre una regulación lleva a otra regulación y, si se insiste en ese camino, a la asfixia de la economía. Por ejemplo, el Gobierno viene emitiendo moneda a marcha forzada, esa emisión genera inflación. Al mismo tiempo ha dejado el tipo de cambio casi quieto y, por lo tanto, el tipo de cambio real se encuentra en niveles similares a los de la convertibilidad. ¿Qué hizo el Gobierno frente a este problema? Redobló la apuesta y primero estableció más burocracia para poder importar. Luego se le ocurrió que si una empresa importa un dólar tiene que exportar un dólar. Eso no le alcanzó y restringió arbitrariamente las importaciones. Tampoco le alcanzó y obligó a las compañías de seguro a traer las divisas que tenían en el exterior. Después prohibió el giro de utilidades y dividendos. Luego estableció una aprobación previa de la AFIP para poder comprar dólares y, finalmente, directamente prohibió la compra de dólares para atesoramiento. El tema cambiario fue escalando hasta llegar a limitar derechos individuales como poder viajar al exterior sin tener problemas para comprar divisas. Una regulación económica fue llevando a otra hasta terminar en una restricción a las libertades civiles.

Otro ejemplo es el de la inflación. El Gobierno niega la inflación real y a quienes hicieron sus propias estimaciones de inflación les inicio un absurdo juicio por difundir sus propios índices de inflación. Para frenar las expectativas inflacionarias y una mayor huida del peso tuvo que recurrir a intimidar a las consultoras que elaboraban sus propias estimaciones de inflación.

Los casos de empresarios que son apretados para que vendan a determinado precio sus productos, fabriquen determinados bienes y demás locuras intervencionistas no forman parte de una política económica errada, sino de un simple abuso del poder de los funcionarios públicos. Un amedrentamiento usando el monopolio de la fuerza.

Si un empresario dice que la actividad inmobiliaria está paralizada, la presidente no averigua cómo vienen las escrituras, sino que le pide a la AFIP información reservada sobre la situación fiscal del empresario y luego lo escrachan públicamente y por cadena nacional.

Mi cuarta verificación de la AFIP en 5 años me llegó el mismo día en que publiqué una nota en La Nación criticando el discurso de la presidente en la apertura del Congreso. Ese día, una empleada de la AFIP, carta en mano, vino a entregarme la nota de verificación de ganancias, cuando ya había tenido otra verificación 6 meses antes.

Los descalabros económicos que hace el Gobierno tienen que ser escondidos a la opinión pública. Nadie puede opinar diferente porque aceleraría el descontento popular sobre la marcha de la economía y, para eso, necesitan amedrentar a la gente. Como dijo CFK, hay que tenerle un poco de miedo. El problema es que a medida que vaya creciendo el descontento por la situación económica, el Gobierno tendrá que apelar a mayores grados de amedrentamiento de la población. Tendrá que generar más miedo y, para eso, necesitará avanzar cada vez más sobre los derechos individuales.

Veamos otro ejemplo sobre cómo las regulaciones económicas terminan avasallando los derechos individuales. Para que la gente pueda viajar al exterior y comprar divisas, tiene que informarle a la AFIP dónde viaja, por qué viaja, con quién viaja y otras informaciones que, al menos en un estado de derecho, la AFIP no tendría autoridad para pedirla. Es más, cuando se requería la autorización previa de la AFIP para comprar dólares, el ente recaudador no podía establecer como parámetro el ejercicio fiscal en curso porque no lo puede hacer y tampoco le sirve, por lo tanto tenía que recurrir a la información del ejercicio fiscal anterior que no necesariamente tiene que ser igual al corriente. Es decir, para comprar dólares intervenía la AFIP utilizando mecanismos arbitrarios cuando, en realidad, quien debería establecer las restricciones cambiarias tendría que haber sido el BCRA.

Los ejemplos que muestran cómo una regulación económica lleva a otra regulación económica y termina en la violación de derechos individuales son muchos.

El gran interrogante que se abre hacia el futuro es cómo reaccionará el Gobierno ante el cacerolazo del jueves pasado. Como decía antes, el kirchnerismo o cristinismo siempre redobla la apuesta, con lo cual no debe descartarse alguna medida que afecte a la clase media como venganza por la movilización y el cacerolazo. El dato que tenemos es que el Gobierno no tiene problemas en violar las más elementales normas de una democracia republicana. Si han logrado que un DNU pueda tener vigencia con la aprobación de una sola de las cámaras, lo cual es un disparate constitucional, de ahí para adelante pueden hacer cualquier cosa. Incluso desobedecer una sentencia de la Corte Suprema.

Por otro lado, el problema del oficialismo es que si pierde el poder corre el riesgo de recibir un tsunami de juicios por corrupción, al tiempo que serán muchos los jóvenes de La Cámpora que perderán sus privilegios y tendrán que buscar un trabajo en serio. Una mezcla de negocio personal y riesgo de tsunami de juicios hace pensar que intentarán retener el poder a cualquier precio.

Y cuando digo a cualquier precio significa seguir avanzando sobre la libertad de expresión, más carga impositiva, menos propiedad privada y más intimidación para infundir temor en la población. Si se acepta este posible escenario, no debería descartarse que veamos una escalada de protestas como las del jueves pasado y más aprietes del Gobierno. El enfrentamiento podría seguir escalando porque el cristinismo quiere ir por todo y la gente percibe que no solo hay problemas económicos como la inflación, sino también las libertades individuales están en juego.

Si a esto le agregamos los insoportables discursos en cadena, la soberbia con que se manejan y los intentos de adoctrinamiento de los chicos en los colegios por parte de La Cámpora, mi impresión es que esto recién empieza. Y me parece que la reacción del Gobierno frente a la movilización del jueves será algún acto de venganza.

Al poco tiempo de asumir la presidencia y durante un acto miliar, Néstor Kirchner les dijo gratuitamente a los soldados: “No les tengo miedo”. El jueves pasado la gente pareció decirle a Cristina: “No te tenemos miedo”.

Frente a un gobierno sin escrúpulos, lo peor que puede hacer la gente es tenerle miedo. Esa es la mejor defensa de su propiedad y libertad. Si tienen miedo, no solo perderán su propiedad y libertad, sino que terminarán aterrorizados, porque el cristinismo necesita del autoritarismo para poder sobrevivir.
Fuente: Economía para Todos, 17/09/12.
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Más información en: www.economiaparatodos.com.ar

El alza de los salarios en China brinda una oportunidad a México

septiembre 17, 2012

El alza de los salarios en China brinda una oportunidad a México

Por David Luhnow en Ciudad de México y Bob Davis en Beijing

 

El aumento de los costos laborales en China y su desaceleración económica presentan una oportunidad para que México recupere parte del terreno que ha perdido en los últimos diez años, cuando muchas empresas optaron por trasladar operaciones al gigante asiático, donde el salario promedio era aproximadamente un cuarto del de los mexicanos.

Es posible que México ya sea un lugar más barato que China para fabricar ciertos productos para el mercado estadounidense. La consultora Boston Consulting Group calcula que el salario promedio de manufactura en China superó el de México este año, si se tienen en cuenta las diferencias en la productividad. Los trabajadores mexicanos normalmente producen más por hora que sus contrapartes chinos y la cercanía a Estados Unidos significa que las compañías pueden hacer envíos más rápidos y baratos a ese país.

Viasystems Group Inc., fabricante de muebles industriales de St. Louis, ha trasladado en los últimos 12 meses parte de su producción desde China de vuelta a México. «A nuestros clientes les llevó unos cuantos años reaccionar al incremento de costos en China. Pero claramente ahora se están interesando más en fabricar cosas aquí», dice Homero Galindo, responsable de Viasystems en México.

China sigue conservando enormes ventajas, incluyendo sus miles de millones de consumidores. A medida que suben los sueldos, esos consumidores tendrán más dinero para gastar en productos, en vez de limitarse a fabricarlos para el resto del mundo.

Muy pocos, asimismo, predicen un regreso en masa de fabricantes a México. La guerra contra el narcotráfico ahuyenta a muchas empresas y el país tampoco cuenta con una fuerza laboral lo suficientemente preparada ni una cadena de suministro como para representar una seria amenaza al dominio manufacturero de China.

De todos modos, México parece ser el país mejor posicionado para beneficiarse del alza de los ingresos en China. México fue el lugar más barato fuera de EE.UU. para fabricar productos para el mercado estadounidense, según una encuesta realizada en diciembre de 2011 por Alix Partners.

Las fábricas mexicanas cerca de la frontera pueden abastecer al mercado estadounidense más rápido que las asiáticas, especialmente si se trata de productos que dependen de diseños especializados o las tendencias de la moda.

Los consumidores que compran una computadora Dell Inc. en una gran cadena minorista reciben un producto ensamblado por Foxconn en China. Pero quienes acuden a la página web de la compañía pueden personalizar sus pedidos, añadiendo por ejemplo más memoria o eligiendo su color predilecto. Esas computadoras son fabricadas y despachadas desde una planta de Foxconn en Ciudad Juárez, que produce hasta 35.000 computadoras al día. «Podemos tener un camión en el lado estadounidense en cuestión de horas», explica Francisco Uranga, director de desarrollo de negocios de Foxconn en México.

México también es atractivo para productos que son voluminosos o costosos de transportar. La fabricación de autos en México ha alcanzado niveles récord y varias automotrices no estadounidenses, como la japonesa Nissan Motor Co. y la alemana Volkswagen AG, planean invertir miles de millones de dólares para construir plantas en el país.

Un regreso de los fabricantes a México también favorecería a EE.UU., cuyas empresas reciben unos 37 centavos por cada dólar que México exporta porque las compañías mexicanas dependen de las partes provenientes del país vecino. La proporción es mucho menor para las empresas chinas, que utilizan componentes fabricados en su gran mayoría localmente. Además, una mayor cantidad de empleos en México reduce los incentivos para el arribo de indocumentados a EE.UU.

En los últimos 10 años, ningún país se ha visto más socavado por el auge de China que México, que fue un pionero de los mercados emergentes después de firmar un acuerdo de libre comercio con EE.UU. y Canadá que entró en vigor en 1994.

Actualmente, China exporta bienes por unos US$1,9 billones (millones de millones) a todo el mundo, en torno a cinco veces más en dólares que México. Hace una década, China exportaba casi el doble que México. Desde entonces, el salario promedio en China ha escalado a US$2,50 la hora, incluyendo prestaciones sociales, frente a 60 centavos en 2000, según Flextronics International Ltd., un fabricante de electrónicos de Singapur con 40.000 empleados en México y 100.000 en China.

El pago promedio en México, incluyendo prestaciones, es de unos US$3,50 por hora, según la compañía. En los próximos años, añadió, los sueldos en China superarán los de México.
Fuente: The Wall Strett Journal, 17/09/12.

Szewach opina sobre el Cacerolazo

septiembre 17, 2012

Marcha

Por Enrique Szewach

 

Mucho se ha dicho ya sobre la importante marcha del jueves pasado y mucho se dirá. No creo que pueda agregar demasiado.

Sólo permítanme incorporar algo de aritmética y algo de economía.

La elección presidencial del 2011 dejó dividido al electorado en casi dos mitades, ligeramente a favor del oficialismo.

La diferencia central es que, mientras una mitad, y algo más, quedó concentrada en torno de la Presidenta Cristina y sus circunstanciales socios, la otra, se presenta atomizada en varios candidatos opositores.

No debería extrañar, entonces, que, cuando surgen convocatorias que unen a los opositores, ya sea porque no las impulsa ninguno en particular, o porque los impulsan todos, dichas convocatorias sean relativamente exitosas.

Ahora bien, desde octubre de 2011 para aquí, el contexto económico social del país empeoró.

Primero, por cuestiones que el gobierno no controla, la sequía y la consecuente menor producción de soja, o Brasil.

Segundo, porque el populismo, que es una enfermedad “por acumulación”, parecida al tabaquismo, o al alcoholismo, empezó a desplegar, ya sin disimulo, sus síntomas más negativos.

Comenzaron a notarse las consecuencias sobre el ahorro y la inversión de la fuerte salida de capitales de los últimos años, impulsada por la combinación de rentabilidades en pesos decreciente o negativa, y el clima antinegocios local.

También se manifestaron plenamente, los costos de impulsar al máximo el consumo mediante la destrucción de los mercados de la energía y los agropecuarios “no soja”,  afectando también la inversión y el saldo comercial externo, por las menores exportaciones y la necesidad de importar combustibles y energía.

Se vieron más claramente (influidas por la devaluación de las monedas de la región y la crisis europea, es cierto), los problemas de rentabilidad empresaria industrial y de las economías regionales, por el intento de sostener artificialmente la variación del tipo de cambio por encima de la tasa de aumento de los costos internos.

Mientras que la presión tributaria tanto formal, vía mayores alícuotas impositivas, de Nación y Provincias, y persecución directa de la AFIP, como informal, vía impuesto inflacionario cobrado por el Banco Central, explotó, intentando financiar un gasto público récord, ineficiente y manejado en forma opaca y centralizada.

Como ya comentara la semana pasada, esta “mala praxis” populista, obligó  a más mala praxis.

Racionando importaciones, para cuidar los dólares, (lo que implicó caída de nivel de actividad y desplome de la poca inversión que quedaba);  y pesificando forzadamente las transacciones y el ahorro, para que la emisión de pesos del Banco Central, no se tradujera en mayor demanda de divisas. (Lo que dio lugar a brecha cambiaria, mercados informales, intentos por limitar consumos en moneda extranjera con tarjetas de crédito, reducción drástica de transacciones inmobiliarias, etc.).

El “agregado” de todo lo expuesto, fue una economía frenada, trabada, con caída de los ingresos reales, y del empleo informal.

Volviendo a la aritmética previa, y teniendo en cuenta que tampoco mejoraron los otros temas que preocupan: inseguridad, servicios de transporte, educación, salud, etc., no sería de extrañar que esas “cuasi mitades” en que se dividió el electorado hacia finales del 2011, hoy esté ligeramente inclinada hacia la oposición.

Con este panorama, a mi juicio, el gobierno “da por perdida” a la mitad que no lo votó en el 2011 y, en todo caso, se concentrará en conservar a los que sí la votaron.

Por lo tanto, tiene apostadas las fichas a que  los extraordinarios precios de la soja (por la sequía en el hemisferio norte), sean acompañados por una buena cosecha (si el clima local ayuda), de manera permitir más importaciones y mayor nivel de actividad. (Manteniendo y/o profundizando las restricciones actuales a la dolarización) y a que Brasil crezca más.

En ese sentido, el anuncio de la Reserva Federal de emitir dólares comprando deuda hipotecaria, con un horizonte de tasas bajas for ever, va en el sentido de hacer más probable ese escenario de “algo mejor” –siempre dependiendo del clima-.

¿Es ese “algo mejor”, suficiente para conservar los votos del 2011 o parecido?.

Por ahora, no lo sabemos.

Pero el gobierno no va a cambiar, porque considera “perdida” a la mitad que no lo vota y un cambio podría poner en riesgo los votos que ya tiene.

Mensaje para los opositores, ojo que Facebook y Twitter no pueden ser candidatos.
Fuente: Perfil, 16/09/12.
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Más información en: www.szewachnomics.com.ar

 

México y Estados Unidos integrados

septiembre 16, 2012

México se integra con EE.UU. por su industria

Por Jorge Castro

 

La industria manufacturera mexicana experimenta un extraordinario aumento de la productividad que la empuja a cerrar la brecha con la estructura de costos de su competidora china.

La consecuencia es que amplía su participación en el mercado norteamericano.

Es lo mismo que sucede con la manufactura estadounidense, en la que la diferencia de costos con la china es ya sólo 30%, y el margen desaparece en 2015, o antes.

No hay un proceso de transferencia de productividad entre ambas manufacturas, sino un fenómeno previo, cualitativamente distinto, que es su integración profunda, estructural, que convierte a la industria mexicana en una función de la economía norteamericana (EE.UU. + Canadá), como culminación del proceso histórico realizado a través del NAFTA (1994).

En términos históricos, significa que México abandona su condición de país emergente y se convierte en parte del sistema capitalista avanzado. Es una novedad que escapa a las previsiones teóricas. “Gris es toda teoría, y verde el árbol de la vida”. El núcleo del comercio bilateral entre México y EE.UU. es la producción manufacturera compartida o trasnacional. Más de 40% de las exportaciones estadounidenses a México son partes y componentes, que luego, debidamente ensambladas, son reexportadas al mercado norteamericano, en un ejemplo nítido de comercio intraindustrial.

En el vínculo bilateral China/EE.UU. el porcentaje de producción compartida es 4%, y 25% en el caso del comercio entre Canadá y EE.UU. En términos de la industria manufacturera, los dos países más simbióticamente vinculados en el mundo de hoy son EE.UU. y México, por encima de los índices de la Unión Europea/UE. La punta de lanza de esta integración intraindustrial es la industria automotriz. Las terminales norteamericanas con eje en Detroit destinan 80%/90% de sus exportaciones a México y Canadá; y sus unidades cruzan las fronteras un promedio de 8 veces en el proceso de fabricación. Esta tendencia lleva a que en los próximos 10 años más de 40% de la producción automotriz estadounidense se traslade a México, sobre todo a Monterrey y alrededores.

Por eso, a medida que México crece (3,7% este año), aumentan las importaciones de EE.UU., y se acelera el comercio intraindustrial, que a su vez profundiza el carácter irreversible de la integración entre los dos países. Denominar “exportaciones” a los productos mexicanos destinados al mercado estadounidense es un anacronismo engañoso, que oculta la novedad histórica del comercio intraindustrial trasnacional.

México es el principal destino de la inversión trasnacional en la industria aeroespacial, incluyendo equipos satelitales. Hay 238 compañías extranjeras operando en el país, que crecen 20% anual, y que este año exportan por más de U$S 3.500 millones. El vínculo intraindustrial entre México y EE.UU. hace que las inversiones directas crezcan más rápido que el comercio bilateral.

El stock de IED estadounidense en México asciende a U$S 145.000 millones (6 veces más que en 1993) y genera un valor agregado de U$S 30.800 millones por año.

El cálculo que se puede hacer es que en los próximos 10 años México se convierte en la tercera plataforma de producción mundial de la industria automotriz (después de China y EE.UU.), aprovechando sus 14 acuerdos de libre comercio, que incluyen a la UE y Japón, que lo vinculan con 44 países.

El comercio bilateral México/EE.UU. ascendió a U$S 461.000 millones en 2011 y supera al de China/EE.UU. (U$S 502.000 millones) en 4 años. EE.UU. le vende más productos a México (U$S 198.000 millones) que a Brasil, India, Japón y Gran Bretaña, sumados. La intensificación de la producción compartida entre EE.UU. y México indica una nueva fase del modo capitalista de producción, por naturaleza global.
Fuente: Clarín, 16/09/12.

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