Las exportaciones industriales crecieron 10,5% en el primer semestre
Mientras el total de las ventas al exterior repuntó 0,5%, las manufacturas subieron empujadas por los autos.
Por Annabella Quiroga.
Dinamismo. Las exportaciones industriales crecen más que las agropecuarias. .
Las exportaciones industriales se perfilan para convertirse en la vedette del comercio exterior. Mientras las exportaciones totales apenas suben 0,5% en el primer semestre contra el mismo período de 2016, las industriales, con el empuje de autos, metales y plásticos crecieron ya 10,5% y se preparan para revertir tres años de caída. La última vez que las manufacturas de origen industrial registraron un dato positivo había sido en 2013, cuando aumentaron 3%.
Según datos de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI), en los primeros seis meses del año 7.580 empresas vendieron productos al exterior por US$ 27.990 millones a 173 destinos.
«Las exportaciones industriales sumaron US$ 8.354 millones en el semestre, impulsadas por un fuerte incremento en el segmento de autos, metales comunes y plásticos«, detalla la agencia.
De los casi 11 puntos porcentuales de crecimiento, 10 puntos corresponden a mayores volúmenes despachados, según datos de la consultora Management & Fit.
Nuevos destinos
Según la AAICI, el dinamismo de las exportaciones industriales también se explica por las mayores ventas a la región, destacándose el fuerte incremento hacia Chile, Paraguay, Perú, Ecuador y Centro América. Un dato significativo es que el intercambio comercial con Costa Rica creció un 222% interanual, liderado por las ventas de vehículos, arroz, vino y neumáticos.
Datos de Economía y Regiones indican que las exportaciones de autos aumentaron en el año 11,2%, gracias a envíos a Centro América, México, Perú, Chile, Australia y Nueva Zelanda, Colombia, Ecuador, Paraguay, Uruguay y resto de América.
Mientras que los envíos a Brasil se incrementaron apenas 2,5% en los primeros seis meses, las exportaciones de autos al resto de los destinos subieron 51%.
Otro rubro que apuntó el crecimiento de las manufacturas de origen industrial fue el del combustible y energía, con cifras que alcanzaron los US$1.005 millones y tuvieron a China como principal destino.
Sin embargo, el peso de las exportaciones industriales puras dentro de la comercio exterior es bajo: el 62% por ciento de las exportaciones argentinas tiene origen agroindustrial.
Datos de Abeceb indican que en el semestre, las exportaciones de productos primarios bajaron 5%, mientras que las de manufacturas de origen agropecuario cayeron 8,8%. Según la consultora, este desempeño negativo «responde en parte a la elevada base de comparación del primer trimestre de 2016. Sin embargo, la profundización de la caída en el segundo trimestre responde a factores coyunturales, que llevan a los productores a demorar la liquidación de su producción a la espera de mejores rendimientos. En particular, al aumento esperado de los precios, se sumaron las expectativas de depreciación del peso que finalmente se concretó en las últimas semanas».
Abeceb también consigna que «las mejores condiciones económicas de los productores durante esta campaña y el acceso a crédito en dólares otorgan margen para una mayor especulación». La consultora detalla que «la liquidación viene recuperándose con fuerza en julio en línea con el aumento de precios y a partir de la depreciación del tipo de cambio».
Pronósticos en alza
Ayer, Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores anticipó que las exportaciones crecerán 5% este año. Al disertar en el acto del Día de la Exportación, Mantilla señaló que «las exportaciones serán de US$60.100 millones, pero tendremos importaciones por US$65.700 millones de dólares, lo que arrojará un déficit de US$5.600 millones«. «Debemos ser capaces de revertir esta dinámica y los déficits comercial y fiscal», afirmó Mantilla y destacó que «hay que tener en cuenta el impacto sobre las exportaciones del diseño y de la ejecución de las políticas fiscales, financiera y cambiaria y esto implica reformas para lograr competitividad sistémica».
El titular de la Cámara de Exportadores pidió que se impulse una «ley de emergencia inversora por tres años, el fortalecimiento del mercado de capitales y una ley de promoción de exportaciones».
En tanto, en el mismo evento, el ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile, aseguró que en el gobierno «son conscientes de que la presión impositiva quita competitividad» a las exportaciones. «Espero que después de las elecciones podamos sentarnos a hablar de presión impositiva municipal, provincial y nacional; en muchos casos las distorsiones están relacionadas con lo que pasa en cada una de las provincias», afirmó el ministro.
Las 4 principales plataformas norteamericanas de hipercomputación —Amazon, Microsoft, Google y Facebook— sumadas a las 2 mayores chinas (Alibaba y Tencent) constituyen la punta de lanza del sistema integrado transnacional de producción.
Por Jorge Castro.
Amazon encabeza la revolución tecnológica de la “nube” o cloud computing. .
Las 4 principales plataformas norteamericanas de hipercomputación —Amazon, Microsoft, Google y Facebook— sumadas a las 2 mayores chinas (Alibaba y Tencent) disponen en conjunto de más de 5.000 millones de usuarios en el mundo (70% de la población mundial). Y constituyen la punta de lanza del sistema integrado transnacional de producción, integrado por 88.000 empresas transnacionales y sus 600.000 asociadas o afiliadas, ante todo en materia de productividad e innovación. Este sistema de seis gigantescas plataformas digitalizadas es liderado por Amazon, porque encabeza la revolución tecnológica de la “nube” o cloud computing, que es el fundamento y la máxima expresión del carácter superintensivo que posee en esta etapa de su historia el capitalismo de avanzada.
La “nube” es la infraestructura que permite a las empresas del mundo que acceden a ella —más de 2 millones se incorporan por año a partir de 2009— construir sus propias redes, reestructurar a sus integrantes y reorganizar sus mercados; y allí, en su entramado, es que se realiza la nueva revolución industrial. Las plataformas estadounidenses disponen de la primacía. El valor de mercado de Amazon aumentó 29% en 2015 y más de 40%, en 2016, y cubre 29% del mercado global de la “nube”, 3 veces más que sus principales competidores sumados:Microsoft y Google.
La tasa de retorno de las cuatro grandes de EE.UU. es 25% anual, y sus ganancias combinadas superaron US$93.000 millones en 2016, cuando representaron más de 1/3 de las ganancias totales de las compañías estadounidenses. Esto significa que su tasa de retorno es 8 veces superior al resto de las firmas norteamericanas, y la distancia se ha multiplicado por 3 en los últimos 10 años.
Amazon exacerba todas estas tendencias. Su capacidad de computación es 15 veces superior a la de sus 14 principales competidores combinados, Microsoft y Google incluidos, y el valor de su stock accionario ha crecido más de 800% desde que se transformó en empresa pública, en 1997 (50% por año). Las inversiones de capital de Amazon en la “nube” aumentaron más de 70% en 2017. Y creció 42% el gasto en el incremento de la fuerza de trabajo, con un plantel altamente calificado que alcanzó a 382.000 trabajadores.
Alibaba y Tencent no se quedan atrás. Invirtieron US$6.900 millones en EE.UU. en equipos para la “nube” este año. Alibaba posee una red de 15 servers en China y 17 en el resto del mundo, y aspira a duplicarlos en los próximos 10 años. Sus ingresos en la “nube” aumentaron 121% en 2017, y son solo 4% de sus ventas totales.
La banca digital de Alibaba —Alipay/Ant Financial— recibió inversiones por US$4.500 millones en 2016, y esto hizo que elevara su valor de mercado a US$60.000 millones, convirtiéndose en la empresa privada de mayor cotización en Internet. La digitalización de las finanzas agregaría US$1,05 billones al PBI de la República Popular, que ascendió en 2016 a US$11,4 billones.
Las ventas de las tres principales plataformas chinas (Alibaba, Tencent y Baidu) aumentaron 28,6% entre enero y junio de 2017, y alcanzaron a US$350.000 millones. Las acciones de Tencent se han valorizado 28.000% desde su debut en la Bolsa de Hong Kong, en el año 2004. Se puede resumir la situación en China señalando que todo lo que la sociedad produce, trabaja y vive está digitalizado o se apresta a serlo en los próximos 2 o 3 años.
El rasgo económico fundamental de la nueva revolución industrial es que los costos marginales de producción caen a cero, mientras que las plataformas globales de hipercomputación, al concentrar y agregar la actividad de múltiples sectores y protagonistas, aumentan exponencialmente las economías de escala. Esto multiplica la tasa de retorno de las empresas que despliegan su potencial en la “nube”, en un proceso que tiene lugar en tiempo real y escala global, guiado por el principio de la instantaneidad.
Las plataformas hiperdigitalizadas se han convertido en el instrumento que permite capturar el inmenso valor agregado creado por la revolución tecnológica del cloud computing. Es un fenómeno similar, aunque de una intensidad cualitativamente superior, al que posibilitó a las empresas transnacionales capturar el valor surgido de la revolución del procesamiento de la información e Internet.
La aparición de nuevas fuentes de valor es sinónimo en el capitalismo de impulsos novedosos de productividad; y las plataformas digitalizadas poseen un nivel de incremento de la productividad de 5% a 7% anual, o más, en línea ascendente.
Lo real es lo actual y lo posible. Amazon y sus cinco grandes rivales son el mundo posible que desde el futuro se vuelca al presente y lo transforma. Ya han surgido y están a la vista en Estados Unidos y China los trazos fundamentales del capitalismo de la segunda fase del siglo XXI.
Es hija de un conde húngaro, empezó a trabajar a los 16 años y hoy lidera una empresa con más de 1600 empleados
Alexia Keglevich contó cómo fue su historia en la empresa familiar Assist Card y habló de su rol actual como CEO, después de que la comprara el grupo norteamericano Starr International.
Por María Julieta Rumi.
Alexia Keglevich, es argentina, hija de un conde húngaro y lidera una multinacional.
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En un contexto en que menos del 10% de las mujeres accede a puestos decisivos en las empresas, Alexia Keglevich, rompe el molde. Hoy es CEO de Assist Card Internacional pero su camino hasta obtener ese puesto no fue fácil ya que tuvo que superar muchos prejuicios. «Mi padre como buen húngaro y noble es extremadamente machista. Eso fue un desafío permanentemente que me ayudó a ser lo que soy», contó en el encuentro Family Business, organizado por el diario LA NACION.
«Le agradezco a mi padre que me la hizo difícil. Transformé el hecho de ser mujer en una fortaleza. Cuando sos la única mujer, llamas la atención y eso es bueno. No pasas desapercibida», afirmó Keglevich que entró a la compañía familiar con 16 años, después de trabajar cuatro meses en una agencia de viaje.
Nicolás Keglevich era un hombre exigente. De familia aristócrata húngara, escapó a los 5 años de su país tras la invasión de Rusia en 1944 y deambuló durante dos años con su hermana de 6 por Bélgica y Francia. De esa experiencia forjó el concepto de asistencia viajera y un carácter fuerte. «Cuando empecé a trabajar mi padre me dijo ´ahora empieza el infierno: tenés que ser la primera en entrar a trabajar y la última en irte´. Entré como cadeta y me puso una presión enorme».
Diez años después, con una hija de 2 años y una hipoteca a cuestas, Alexia dijo que tenía que hacer «su camino» y se fue a trabajar al Banco Río. Sin embargo, en el año 2000, su padre le pidió que regresara.
«Cuando volví con esa nueva experiencia a la compañía familiar traje mucho cambio muy de golpe. La compañía resistió ese cambio, que era muy abrupto, pero también había que hacerlo. Tocamos fondo y a partir de eso la reinventamos», explicó.
En una nueva etapa, en 2011, su padre decide vender la empresa y manda a Alexia a buscar comprador a Europa, Estados Unidos, Chile y Asia. «Tuvimos un montón de oferentes y pudimos elegir con quién dar el paso para convertirnos en una empresa internacional. El 14 de diciembre de 2011 mi padre vende todas las acciones y el 15 se van él y mi hermano de mi compañía. El nuevo accionista toma las decisiones y quedo yo como CEO».
Consultada por la situación familiar en ese entonces, Alexia dijo que «se terminaron los asados por un par de meses» pero que el tiempo «curó todo». «Hay procesos extremadamente dolorosos cuando una empresa familiar pasa a ser una corporación pero después de un tiempo ves los connected dots, que todo tiene sentido».
Cómo se prepara a un niño para un trabajo que aún no existe
El 65% de los jóvenes ocupará puestos que todavía no se crearon. Cuáles son las habilidades clave para afrontar la incertidumbre. «Lo único predecible es que todo va a ser impredecible», remarcaron los especialistas a Infobae.
Por Maximiliano Fernandez.
El 65% de los niños trabajarán en puestos que no existen.
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Medicina, derecho, contaduría. Hace no tanto tiempo, cuando un niño cursaba sus primeros años escolares ya tenía una idea aproximada de lo que seguiría en la universidad. Las opciones eran más bien acotadas. El mercado laboral era predecible. Hoy el panorama no puede ser más distinto: incierto e inestable.
Por caso, un informe de la consultora argentina Scoop Consulting determinó que el 65% de los menores que empezaron la escuela primaria en las últimas semanas dedicarán su carrera profesional a puestos de trabajo que no existen en la actualidad. El desafío es concreto: ¿cómo preparar a un niño para un futuro incierto?
«Lo único predecible es que todo va a ser impredecible», dijo a Infobae Alejandro Melamed, director general de Humanize Consulting y autor de El futuro del trabajo y el trabajo del futuro. «El cambio cada vez es más veloz y tiene ciclos de innovación cada vez más cortos, lo cual implica estar permanentemente en estado de alerta. Se debe incorporar el músculo de la agilidad», agregó.
El cambio cada vez es más veloz.
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En la misma línea, el año pasado el portal norteamericano de búsquedas laborales Glassdoor elaboró una lista con los 25 empleos más prometedores para 2016. Los primeros cinco fueron: 1) Analista de datos 2) Gestor de impuestos 3) Arquitecto en soluciones 4) Director de proyectos 5) Desarrollador móvil. La conclusión es obvia: tecnología e innovación. Las dos ramas que más crecen. Sin embargo, de acá a diez años, el mercado laboral puede ser otro.
Menos de una década antes era inimaginable pensar en ciertas profesiones que hoy son indispensables. Los community managers, por ejemplo: los imprescindibles gestores de marcas para empresas y celebrities en las redes sociales. Los expertos en Big Data y Data Scientist, dos de los puestos más solicitados del momento, eran solo dos palabras raras hace un puñado de años. La evolución laboral, se espera, será aún más profunda en el futuro inmediato.
De acuerdo a Melamed, es difícil prever cuáles serán los trabajos más solicitados, pero «es sencillo imaginar la caída de aquellos repetitivos y de menor valor agregado». En ellos, el robot -la inteligencia artificial- reemplazará al ser humano.
En los trabajos mecánicos el robot desplazará al ser humano.
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¿Es posible saber qué habilidades se requerirán? «Por un lado, está la habilidad dura. Ciencia, tecnología, ingeniería e informática. Por otro lado, las habilidades blandas: la inteligencia emocional, la creatividad, la innovación, la influencia, el liderazgo, la comunicación. Ambas se complementan y potencian. Una sola sin la otra pierde potencia y energía. Lo que más se va a necesitar es la capacidad de aprender a aprender«, detalló Melamed.
La tecnología en la educación y la educación en la tecnología, dice el experto. Se deben cruzar para entender hasta qué punto la tecnología afecta a la educación y hasta qué punto la educación aporta a la tecnología. «Son una pieza indisoluble», remarcó.
Para María Cortelezzi, directora ejecutiva de Educar 2050, la tecnología ya está en las escuelas argentinas, pero se requiere aclarar su incorporación. «Uno de los grandes desafíos es capacitar a los docentes que trabajan desde antes de la irrupción de la tecnología. Enseñarles cómo encarar una clase con las nuevas posibilidades que hay hoy», señaló a Infobae.
La tecnología acoplada a la educación.
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Por ello, desde Educar 2050, llevan adelante «Directores líderes» en conjunto con la Universidad de San Andrés. El programa busca proporcionar herramientas de innovación en el aula. «Se debe problematizar la educación que tenemos hoy y así prepararse para un futuro incierto. Además de las habilidades cognitivas -las tradicionales- tenemos que educar a nuestros alumnos en habilidades blandas: competencias socio-emocionales, intrapersonales e interpersonales», puntualizó.
Según Cortelezzi, «muchos piensan que ya se enseña todo esto». Los valores, el respeto, la perseverancia, el compañerismo se intentan inculcar desde el comienzo mismo de la escolaridad. Lo que falta ahora, dice, es profundizar y sistematizar.
Es imprescindible tener un ordenador o un teléfono móvil, pero la promesa es que con ellos se puede conseguir prácticamente de todo. Sin colas, sin largas esperas. ¿Es esto cierto? ¿Hemos salido ganando cuando todo queda a un golpe de clic?
Por José Antonio Millán.
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Bienvenido al futuro, a una era en la que podrá, sin moverse de su casa, comprar cosas, acceder a servicios y, en una palabra, conseguir prácticamente de todo, pero sin molestos desplazamientos y colas. ¿Está dispuesto? Bien: lo primero que deberá hacer es comprar un ordenador o un teléfono móvil. Sí: es un desembolso, pero ya verá, ya… Luego, claro, deberá contratar un servicio de datos, con un coste mensual, si es que no quiere errar por cafeterías buscando un wifi gratis. ¿La electricidad? Claro: también deberá enchufar su ordenador y cargar su móvil: ¡no van a funcionar solos!
¿Tiene todo ello? Perfecto. Ahora viene la parte más divertida: para lograr estas cosas deberá participar cada vez en una yincana. Por ejemplo: entradas de teatro. En su sitio web nos informan de que debemos “registrarnos”. Piden el nombre, la dirección de correo… ¡Un momento! ¿No querrán luego enviar publicidad? Por fortuna, hay un enlace a “política de protección de datos”, donde unos párrafos farragosos no nos dirán gran cosa. Piden también una contraseña, y damos la de siempre: ¡bastantes líos tenemos para recordar una diferente en cada sitio!…
Yincana es el nombre genérico adaptado gráficamente al español que se da actualmente a los juegos en los que se realizan numerosas pruebas de competición
Entonces nos informan de que mandarán un correo. Con un poco de suerte (a veces no llega), ahí está: hacemos clic en su enlace y, aparentemente, ya estamos “registrados”. Ahora seleccionamos obra, fecha, función y por fin se nos presenta el esquema de un patio de butacas, para seleccionar las nuestras, pero ¡pronto!: si en pocos minutos no lo hacemos, deberemos empezar de nuevo. Hacemos clic sobre las localidades deseadas… ¿qué ocurre? ¡No se marcan! Miramos la página por todas partes: ¡ah! La aplicación está “optimizada” para un navegador que no es el que estamos usando. ¡Perdón, perdón! Abrimos otro navegador, rellenamos nuestros datos, y al llegar a las localidades, las que pretendíamos ya están cogidas. Bueeeeno… Tendremos que seleccionar otras.
A continuación entramos en el “sistema” del banco: ahora el responsable es el gestor de nuestro dinero, no el teatro; bueno: en realidad tampoco era el teatro, sino un intermediario que vende sus entradas. El banco nos pide contraseña: hay que meterla con todo cuidado porque, para “proteger nuestra confidencialidad”, al introducir sus caracteres lo que vemos en pantalla son asteriscos. Luego deberemos usar una clave que nos enviarán ¡por móvil! El ciudadano del futuro no solo tiene que tener ordenador o móvil, sino ambas cosas… Es un incordio, pero así estamos protegidos contra los ciberdelitos que —se nos repite constantemente— acechan por doquier. Claro, esto no impide que de vez en cuando los malos roben millones de datos.
Llega al móvil un mensaje de texto con cifras. Volvemos al ordenador: hay un cuadro de claves, pero como está mal diseñado tardamos un rato en saber si la clave pedida es la de la derecha o la de la izquierda de los números recibidos. Pulsamos el teclado, pero no ocurre nada. Ah, claro: ¡hay que introducirla con el ratón mediante un teclado en pantalla! Para descorazonar a posibles espías (y para prolongar el juego un poco más), los dígitos aparecen desordenados, por ejemplo así: 9 4 6 0 8 / 2 5 1 3 7.
¡La transacción ha funcionado! Nos preguntan si queremos imprimir las entradas o bien enviarlas al móvil. Como a estas alturas nos fiamos muy poco, decidimos imprimirlas. Claro: la impresora también la hemos tenido que comprar nosotros. Y el papel. Y ¿sabían ustedes que la tinta de impresora es más cara que la sangre? Pero hemos triunfado. El proceso entero solo nos ha llevado media hora, pero la próxima vez lo haremos mejor… si es que no han cambiado el sistema; para mejorarlo, claro.
Muchas páginas web, además, están mal diseñadas: en el aspecto gráfico y tipográfico
Procesos similares nos esperan al comprar billetes de avión o un libro, al suscribirnos a una publicación, al reservar un hotel o alquilar un coche; al pagar un impuesto o la electricidad. Como no hay un sistema unificado de interacción en pantalla, cada una de estas páginas web tendrá las cosas en lugares diferentes, y funcionará de modo ligeramente distinto. Muchas, además, están sencillamente mal diseñadas, tanto en el aspecto gráfico y tipográfico como en su interactividad.
Cuando nos pidan nuestros datos nunca sabremos muy bien qué quieren: la contraseña deberá tener al menos ocho cifras. O seis. O mezclar letras y números; o además signos de puntuación. El número de nuestra tarjeta de crédito deberá incluir los espacios, o tal vez no. Del DNI pedirán los números, o también la letra, pero en minúscula, o en mayúscula. Todo ello lo descubriremos cuando nos rechacen el formulario, a veces con indicaciones incomprensibles, tipo “Error 479”. Cuando regresemos para rehacerlo, no es infrecuente que tengamos que volver a introducir de nuevo todos los datos.
En las aplicaciones móviles la cuestión puede ser aún más pintoresca, porque cada una puede ser completamente distinta, y la manipulación y la escritura en la pequeña pantalla del teléfono aumentará las posibilidades de error… En cualquiera de estas plataformas, la posibilidad de consultar dudas, o de comprobar si una transacción se ha cerrado efectivamente o queda en el limbo, es remota: en algunas páginas figura una dirección de correo (de resultados ignotos); en otras, la posibilidad de llamar a un teléfono de ayuda, lo que nos costará dinero, claro: ¡no lo van a pagar ellos! Y además nos meterá en el infierno de un call center. Pienso en la población española, cada vez más envejecida, con carencias visuales o cognitivas, debatiéndose en este universo siempre cambiante y que parece que ya no podemos eludir…
Dado que los costes de manipulación de datos se nos han trasladado a nosotros, que además pagamos dispositivos, energía y consumibles; dado que ahorran en taquilleras, agentes de viajes y vendedores, uno podría esperar que los precios de lo que compramos en línea hayan ido bajando. Pues no. Se nos ha intentado convencer de que consultar la factura en la web, en vez de recibirla en papel en casa, es más “ecológico”. Se nos ha dicho que las operaciones bancarias digitales son para nuestra comodidad, pero ya están anunciando que nos las van a cobrar aparte.
Yo, como todos aquellos que vislumbramos una realidad en la que las interacciones digitales eran un elemento de progreso, me siento completamente estafado.
—José Antonio Millán escribe sobre cultura digital y sobre lengua. Su último libro es Tengo, tengo, tengo. Los ritmos de la lengua.
A un mes de cumplir 114 años, murió el hombre mas viejo del mundo
El polaco Yisrael Kristal falleció ayer; fue testigo de dos de los eventos más importantes del siglo XX.
Yisrael Kristal..
Fue testigo de dos de los eventos más importantes del siglo XX. El hombre más viejo del mundo, el único miembro de su familia inmediata que sobrevivió al Holocausto, murió a la edad de 113 años. El polaco Yisrael Kristal falleció ayer, un mes antes de cumplir los 114 años, informó la prensa israelí.
Kristal, que vivió en Haifa, Israel, fue noticia en 2016 al decidir celebrar con un siglo de retraso su bar mitzvah, la ceremonia judía con la que se conmemora la entrada a la adultez de los varones de 13 años.
El anciano no había podido celebrarlo en su momento, en 1916, porque se desarrollaba la Primera Guerra Mundial. Pero este no fue el único hecho histórico que marcó su vida.
Kristal nació en 1903 en el pueblo de Zarnow, a unos 146 kilómetros al suroeste de Varsovia. Perdió a su madre cuando era niño y a su padre, un académico religioso, durante la Primera Guerra Mundial, según la revista digital Table Mag.
Posteriormente se trasladó a Lodz, a unos 140 kilómetros al oeste de Varsovia, para trabajar en un negocio familiar de confitería. Después de la invasión de Polonia por la Alemania nazi en 1939, Kristal y su familia fueron trasladados al gueto de Lodz.
Kristal sobrevivió al campo de concentración nazi de Auschwitz, en Polonia..
Los dos hijos que tenía murieron allí, y en 1944, después de que el gueto fuera destruido, él y su esposa Chaja Feige Frucht fueron enviados al campo de concentración de Auschwitz.
La esposa de Kristal fue asesinada en Auschwitz, pero él sobrevivió realizando trabajos forzados en ese y otros campos. Cuando fue encontrado por los aliados en mayo de 1945, pesaba sólo 37 kilos.
Según la revista digital Tablet Mag, agradeció a los soldados soviéticos que lo rescataron preparándoles dulces.
Récord Guinness
El único sobreviviente de su familia, Kristal emigró a Israel en 1950, ya con su segunda esposa y su hijo. En Israel continuó administrando un negocio de confitería, hasta que se retiró.
Kristal fue reconocido oficialmente como el hombre más viejo del mundo por la organización de los Récords Guinness en marzo de 2016.
En ese momento, admitió que no sabía el secreto para llevar una larga vida: «Ha habido hombres más inteligentes, más fuertes y más guapos que yo, que ya no están vivos», dijo.
Kristal se volvió a casar después del Holocausto y tuvo dos hijos (foto de 2016). .
Su hija Shula Koperstoch detalló que había muerto el viernes por la tarde después de enfermarse el jueves. Le dijo al sitio de noticias israelí Ynet [en hebreo] que había tenido un «gran padre».
«A pesar de todo lo que pasó y de que perdió a su familia en el Holocausto, tenía mucho optimismo y siempre vio sólo luz y bien en todo», señaló.
Alfredo Bullard comenta la incredulidad de los alemanes orientales cuando se toparon con estanterías abarrotadas de frutas frescas día tras día.
En los 90 visité Berlín. Hacía pocos años (1989) había caído el muro que separaba a las dos Alemanias. Para mi sorpresa, no quedaban muchas evidencias de que allí había existido un muro que había dividido el mundo en dos.
Por razones de trabajo me reuní con varios funcionarios públicos alemanes. No pude resistir preguntarles cómo habían sido los días previos y siguientes al derrumbe del muro. Escuché muchas historias interesantes. Pero un relato es mi favorito.
En los días siguientes a la caída del muro, el Gobierno de Alemania Occidental decidió, como una señal de fe y confianza en la reunificación, entregar una pequeña cantidad de dinero a los alemanes orientales que cruzaban la que había sido una de la fronteras más inexpugnables del mundo. La idea era que los alemanes orientales experimentaran qué significaba vivir en un sistema económico diferente.
Estos alemanes se dirigían entonces desesperados a las tiendas a comprar los más diversos productos. Pero mostraron una clara preferencia por la fruta; en especial, por las naranjas y los plátanos. Aparentemente, en el lado soviético del muro esas frutas eran virtualmente inexistentes.
Los visitantes se lanzaban desesperados sobre las naranjas y plátanos, llenaban bolsas y cajas o trataban de sujetar torpemente entre sus brazos la mayor cantidad de unidades para llevarlas a sus casas.
Al día siguiente, regresaban al lado occidental de Berlín y no podían creer lo que veían sus ojos. Las góndolas, virtualmente saqueadas por los compradores el día anterior hasta no dejar ni un plátano y ni una naranja, estaban nuevamente llenas de plátanos y naranjas.
Los alemanes orientales repitieron entonces el ritual del día anterior y volvieron a llevarse todas las unidades que sus brazos les permitían cargar. Y así lo hicieron varios días seguidos hasta que descubrieron que siempre los anaqueles volvían a aparecer llenos de plátanos y naranjas.
El funcionario que me relataba esta historia me dijo que se hizo amigo de uno de los visitantes orientales. Este, intrigado por la aparición mágica de plátanos y naranjas, le preguntó quién era el genio que organizaba todo para que reapareciera la fruta todos los días. Cuando le explicó que nadie, que así funcionaba el mercado, su amigo no le creyó. De hecho, dice que lo interrogó por varios minutos tratando de descubrir cuál era la mentira y si le ocultaba el nombre de la persona o personas capaces de conseguir, como en el sermón de la montaña con panes y peces, la multiplicación milagrosa de la fruta. Recordaba que lo trataba como quien estuviera ocultando un secreto militar. Dice que algunos meses después su amigo le confesó que llegó a creer que todo era una trampa para engañar y esclavizar a los alemanes orientales.
¿Pero cuál era el secreto? En realidad ninguno. La historia de las naranjas y los plátanos alemanes es una simple muestra de cómo el mercado es una solución sencilla para un problema complejo. El problema complejo es cómo coordinar millones de decisiones para obtener millones de bienes y servicios que satisfacen millones de necesidades. El mercado es una respuesta asombrosamente sencilla: usa decisiones individuales agregadas a través de un mecanismo llamado sistema de precios. Este sistema envía señales (los precios) que coordinan la producción y suministro de bienes con las demandas de las personas en función a sus escaseces. Todos lo controlan y a la vez nadie lo controla.
Surge así como un orden espontáneo, no planificado por nadie. El problema es cuando se quiere reemplazar ese orden espontáneo por un orden centralizado. Los genios que pueden organizar todo no existen. Es una labor que supera toda capacidad de razonamiento (en especial la de los congresistas que continuamente tienen ideas para reemplazar al mercado). El intento está condenado al fracaso. Es una pena, sin embargo, que repitamos tozudamente el mismo error una y otra vez.
El sistema soviético se derrumbó porque el sistema capitalista encontró una solución menos costosa y efectiva para resolver un problema complejo. Los ex alemanes orientales lo descubrieron de golpe. Por esa misma razón se derrumbará el régimen de Nicolás Maduro que, en su afán de controlar, termina perdiendo todo el control. Y es que, como sentenció Richard Epstein, vivimos en un mundo muy complejo. Y un mundo complejo requiere de soluciones simples.
—Este artículo fue publicado originalmente en El Comercio (Perú) el 5 de agosto de 2017.
Macri ordenó que se investiguen cuentas de dirigentes chavistas
Instruyó a la UIF para que bancos y entidades financieras corroboren si hay operaciones ligadas a Maduro y otros 13 funcionarios en la Argentina.
Por Damián Nabot.
El gobierno argentino ordenó a unos 50.000 bancos, entidades financieras, concesionarias, inmobiliarias, casinos y otras empresas radicadas en la Argentina que informen si tienen registrados bienes o activos de Nicolás Maduro y otros 13 miembros del régimen chavista.
Se trata de un fuerte gesto de alineamiento del presidente Mauricio Macri con la decisión tomada por la administración de Donald Trump en los Estados Unidos, que dispuso congelar en territorio norteamericano los bienes del presidente de Venezuela y de sus principales colaboradores, con el objetivo de sancionar a su gobierno por convocar a una Asamblea Constituyente.
La medida es una nueva señal de Macri hacia el gobierno norteamericano y también hacia Maduro, tras el protagonismo que el presidente argentino tuvo en las negociaciones para suspender a Venezuela del Mercosur, en el marco de los movimientos para aislarlo en la región.
En un nuevo giro de la artillería diplomática contra el chavismo, Estados Unidos había dispuesto la semana pasada congelar los activos de Maduro bajo jurisdicción estadounidense y prohibió a los norteamericanos hacer negocios con el mandatario venezolano.
Washington también impuso sanciones económicas a otros 13 altos representantes del régimen chavista, como Franklin García Duque, jefe de la policía nacional bolivariana y ex comandante militar de las fuerzas armadas; Jesús Rafael Suárez Chourio, comandante general del ejército; Rocco Albisinni Serrano, titular del Centro Nacional de Comercio Exterior de Venezuela, y Néstor Reverol Torres, ministro del Interior del gobierno de Maduro, entre otros.
La nómina incluye, también, a Terek William Saab Halabi, a quien Maduro nombró anteayer fiscal general de Venezuela horas después de que la Asamblea Constituyente destituyó a la hasta entonces titular del cargo, Luisa Ortega Díaz, por sus críticas al gobierno.
Circulares de la UIF
El último viernes, las circulares de la Unidad de Información Financiera (UIF) comenzaron a llegar a los bancos, financieras y otras firmas de la Argentina, para que «corroboren la existencia de cualquier tipo de operatoria en la que puedan haber intervenido de forma directa o indirecta las personas individualizadas», en referencia a la lista de 14 venezolanos encabezados por Maduro que conformó Estados Unidos.
Así lo confirmaron a LA NACION ejecutivos de las entidades que recibieron las circulares de la UIF y que deben elaborar la lista de operaciones en la Argentina que involucren a las figuras del chavismo perseguidas económicamente por los Estados Unidos.
La UIF, organismo que preside Mariano Federici, había recibido una notificación de la Office of Foreign Assets Control (OFAC), un organismo que depende del Departamento del Tesoro norteamericano, que comunicaba la decisión de sancionar y congelar las cuentas y bienes de los 14 venezolanos.
Existe un acuerdo de cooperación entre la UIF y la Fincen, que es el organismo análogo en los Estados Unidos, para «facilitar el intercambio de información con fines de inteligencia en asuntos relacionados con el lavado de activos, delitos conexos, incluidos aquellos vinculados con el crimen organizado o el financiamiento del terrorismo».
En ese marco, la UIF resolvió emitir una alerta a los «sujetos obligados» a remitirle información sobre Maduro y el resto de los miembros de la lista. Por supuesto, la medida supera una decisión puramente técnica y enfatiza la decisión política de Macri de profundizar la presión sobre el gobierno venezolano.
Atribuciones
La UIF, a partir del decreto 918 de 2012, sólo tiene facultades para congelar fondos y activos en casos de sospechas de financiamiento del terrorismo. Por lo tanto, la medida apunta en principio a remitir la información detectada en Argentina a Estados Unidos.
De todas formas, si tras recibir y analizar los datos que remitan las 50 entidades existieran indicios de un delito financiero, la unidad podría presentar una denuncia penal. Los bancos y el resto de las firmas tienen tiempo hasta pasado mañana para responder.
El presidente Macri encontró en la disputa contra el chavismo una bandera que le permite asumir protagonismo en la región y, a la vez, sintonizar con Estados Unidos con una intensidad que hasta ahora la cooperación económica le había negado.
Banco suizo prohíbe negocios con gobierno de Maduro
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El banco suizo Credit Suisse ha prohibido transacciones con ciertos bonos venezolanos y requiere que los negocios con el gobierno de Venezuela y agencias relacionadas estén sujetos a una revisión del riesgo de reputación, según un memo visto tanto por Bloomberg como por la agencia Reuters.
De acuerdo con Bloomber, el Credit Suisse Group AG ha bloqueado sus transacciones de los bonos PDVSA 2022, Soberano 2036 y todos aquellos emitidos después del 1 de junio de este año.
El banco también ha prohibido cualquier negocio con el gobierno de Venezuela, o entidades controladas por el, individuos o compañías privadas o cualquier negocio que involucre a activos en Venezuela a menos que sean aprobadas por la oficina de riesgo del banco.
El memo visto por Reuters y Bloomber también dice “que en vista del clima político por los recientes eventos en Venezuela y por acciones tomadas por el actual gobierno, queremos asegurarnos que Credit Suisse no provee medios para que se violen los derechos humanos del pueblo venezolano”.
Concluye que “el banco no desea verse envuelto en ninguna transacción o acción que pueda ser percibida como facilitadora para que el actual régimen de Venezuela continúe violando los derechos humanos del pueblo venezolano”.
Nunca estuvo tan presente como ahora entre los argentinos el debate sobre el Mercado de Capitales (vulgarmente conocido como la Renta Financiera). A la poca cultura y educación en materia de Mercado que nos caracteriza, se van sumando las declaraciones de algunos candidatos políticos que, haciendo gala de un oportunismo de campaña, reviven mitos y leyendas que sólo son sostenidas en suelo argento.
Lo penoso de esas frases cliché es que penetran fácilmente en la población convirtiéndolas casi en tautologías. Sin ir más lejos, según una encuesta que realicé a 256 alumnos de las Facultades Ciencias Económicas y de Derecho de la UBA, el 60% tiene una visión negativa o no sabe cómo funciona el Mercado de Capitales, ya que consideran que fomenta la especulación y sirve para que la gente apueste.
¿En qué se basan para sostener dicha posición? ¿Saben el significado de lo que están diciendo? Para descubrir «la verdad de la milanesa», empecemos por analizar el término “timba” para demostrar que no corresponde a la actividad en cuestión. El Diccionario de la Real Academia Española define la palabra timba como “partida de juego al azar”. A su vez, considera a “juego de azar” como “juego cuyo resultado no depende de la habilidad o destreza de los jugadores, sino exclusivamente de la suerte. Por ejemplo: la lotería”.
De lo que no hay dudas es que las variaciones de precios no son azarosas. Nadie puede saber o predecir con exactitud y durante un tiempo ilimitado los valores que tomarán los distintos activos, pero eso no quiere decir que estos se establezcan por azar, entendiéndolo como “casualidad o fortuito”. Dichos valores se establecen por la causalidad de todos los ahorristas que compran y venden. Cada persona que ejecute una orden estableciendo una cantidad y un precio determinado está dejando su “huella” en dicho activo, provocando en ese momento que el mismo aumente de valor, disminuya o se mantenga invariable.
Para ejemplificar esto, pondré como ejemplo la ruleta, la cual sí puede ser considerada juego de azar. El número que saldrá es independiente de las apuestas que realicen los participantes. Por más de que todos escojan el Negro, o todos el Rojo, o que se distribuyan en un 50% y 50% no tendrán influencia sobre el número que saldrá, ahora sí, por azar. Lo mismo que sucede con la ruleta, ocurre con la lotería, ya mencionado por la Real Academia Española.
Finalmente, es penoso que candidatos a puestos legislativos no conozcan las leyes del país. ¿Por qué digo esto? Por que se puede justificar la falacia de la «timba» a través de las leyes del territorio argentino. En la Ley 21.341 “Poder Judicial – Incompatibilidades y prohibiciones para magistrados judiciales y funcionarios y empleados del Ministerio Público” establece en su artículo 1º: “Es incompatible la magistratura judicial con toda actividad política, con el ejercicio del comercio, con la realización de cualquier actividad profesional […]. A los jueces de la Nación les está prohibido practicar juegos de azar, concurrir habitualmente a lugares destinados a ellos o ejecutar actos que comprometan la dignidad del cargo.”
Es necesario entonces preguntarse si un juez de la Nación puede comprar acciones en la Bolsa para saber si la Ley argentina lo considera o no juego de azar. La respuesta es que sí, el hecho de que un juez opere en la Bolsa no dispara la incompatibilidad por practicar juegos de azar, dejando en claro que, tampoco, la ley argentina considera la operatoria en Bolsa como timba.
Pasemos ahora a ver cómo, lejos de verse perjudicadas las empresas mediante la participación del Mercado de Capitales, las mismas son favorecidas y qué incidencia tiene esto en la pobreza y crecimiento de una sociedad.
El Mercado de Capitales juega un rol trascendental en la economía de cualquier país. Mediante la emisión de acciones (capital) y bonos (deuda) en el Mercado de Capitales, el Estado y las empresas pueden obtener los fondos necesarios para realizar inversiones y financiarse a tasas más baratas. Se observa entonces la relación de complementariedad y no de competencia que existe entre el Mercado de Capitales y la Economía Real.
Un mercado de capitales ineficiente genera ineficiencias en el resto de la economía. Por ende, al no existir la posibilidad de que las empresas accedan al mismo, ya sea por su escaso tamaño, poca participación de agentes o falta de políticas que lo fomenten, se encarece el costo de capital de ellas, trasladándose el problema hacia toda la cadena de valor. Esto le hace perder competitividad al país por el encarecimiento de sus productos y la falta de grandes inversiones.
Como vemos, aquellos países que tienen desarrollado un gran Mercado de Capitales (valor de las empresas en la Bolsa sobre el PBI) son los que más créditos otorgan al sector privado, es decir, a las empresas. El tamaño del Mercado argentino es tan sólo del 11,65% de su PBI, valor que lo coloca entre los Mercados más chicos del mundo. El aumento del mismo se traduciría en más créditos otorgados a las PyMEs, más inversiones y por ende más puestos de trabajo.
Toda potencia mundial tiene un gran Mercado de Capitales financiando el desarrollo de la economía real (Estados Unidos, Singapore, Suiza, Canadá, Australia, Francia, China y Japón, entre otros). Para lograr una tasa de crecimiento de la economía que sea sostenible en el tiempo, es necesario llevar adelante proyectos de inversión de mediano y largo plazo que requieren enormes montos de financiamiento.
Ahora bien, ¿qué relación hay entre el tamaño del Mercado de un país y su pobreza? ¿Ayuda éste a la disminución de la precariedad de un país?
Los datos son contundentes. Existe una clara correlación negativa entre ambas variables. Esto quiere decir que cuanto más chico es el Mercado de un país, hay más pobreza.
Para medir la desigualdad se tomó el Coeficiente de Gini que funciona como una medida de la desigualdad de ingresos de una economía, siendo 1 la mayor desigualdad y 0 la ausencia de la misma. En este caso la correlación es nula, observando que existe un elevado índice en la mayoría de los países. La desigualdad es sin lugar a dudas un problema a nivel mundial y no por casualidad la obra de Thomas Piketty que trata el problema en el siglo XXI ha sido un best seller.
Si bien es cierto que el tamaño del Mercado de una economía no es el único factor que influye sobre las variables previamente analizadas, es un sector clave con gran incidencia. Un buen ejemplo de las bondades del Mercado de Capitales es el caso de China. El país asiático logró disminuir la pobreza desde un 80% en 1980 hasta el 6,1% de la actualidad mediante el desarrollo de un gran Mercado de Capitales y la adopción de políticas capitalistas. De hecho, el presidente del Banco Central hace poco dijo que espera que «los ciudadanos inviertan más en acciones para que las empresas se financien sin endeudamiento». Algo que hubiera sido imposible y antagónico con las antiguas políticas socialistas del gigante asiático.
¿Por qué entonces se estigmatiza al Mercado como una timba? Si realmente fuera perjudicial para una economía, ¿por qué los países más ricos y con menos pobreza fomentan un gran Mercado de Capitales? ¿No será tan solo una chicana política que se arraigó en la sociedad y tomó una desmerecida imagen? Ojalá podamos madurar en materia financiera y entender que la necesidad de un gran Mercado financiando a la economía real trasciende a la ideología política.