Caminar: Uno de los medicamentos más efectivos

febrero 5, 2020

Uno de los medicamentos más efectivos

Por Daniel López Rosetti.

Ya no hay duda. Caminar hace bien. En realidad, caminar hace muy bien. Esto es debido a que se trata de un ejercicio físico de orden aeróbico por excelencia. Otros ejercicios aeróbicos son andar en bicicleta sea ésta fija o móvil, hacer natación, remar, y todos aquellos ejercicios en los cuales el movimiento de las masas musculares de nuestro cuerpo es continua de manera tal que el consumo de oxígeno por parte de los músculos es asimismo continuo. Esto excluye otras actividades físicas, que también son muy buenas como para nombrar tan solo una de ellas digamos por ejemplo el fútbol. Claro está que incluimos dentro de los ejercicios aeróbicos las variables de la caminata tal es así el trote o el running.

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Esta actividad física aeróbica beneficia por distintos procedimientos y mecanismos de orden biológico a todas las arterias y vasos sanguíneos de nuestro cuerpo. Sería difícil enumerar los múltiples beneficios ya que como resulta evidente el beneficio de las arterias garantiza una buena irrigación sanguínea a todos los órganos sobre todo aquellos que podemos considerar órganos nobles, tales como el cerebro, el corazón, los pulmones, etcétera. Es decir, ninguna parte del cuerpo escapa a los beneficios que presupone tener arterias en muy buen estado y con bajo nivel de aterosclerosis. La actividad física en general y la aeróbica en particular ayuda notablemente a controlar el peso corporal, mantener la flexibilidad de las articulaciones, mejora el estado anímico general, mejora claramente el humor, disminuye los efectos negativos de la depresión y podríamos seguir con una serie verdaderamente larga de beneficios. Así como hemos dicho que es particularmente beneficioso para los órganos nobles resulta evidente que esos órganos funcionarán mejor. Por tanto y si consideramos por caso nuestro cerebro es obvio que este funcionará mejor expandiendo lo más posible sus actividades de orden cognitivo tales como la capacidad de concentración, atención, memoria, facilidad en la toma de decisiones, y como ya hemos dicho tendrá repercusión en la mejoría del estado anímico. El corazón es otro órgano muy beneficiado por la actividad física aeróbica. El mantenimiento y buen funcionamiento de las arterias coronarias tendrá como repercusión directa una buena irrigación del músculo cardíaco y en tanto ello de sus funciones. Disminuirá en consecuencia la posibilidad de angina de pecho, infarto agudo de miocardio, arritmias cardíacas, muerte súbita, etcétera. La actividad física aeróbica disminuirá también la presión arterial manteniéndola en niveles adecuados. Ayudará a controlar el metabolismo y con ello el peso corporal disminuyendo la posibilidad de sobrepeso y obesidad. Es particularmente útil también para evitar y/o tratar la diabetes. Mejorará asimismo el proceso respiratorio y la salud de las vías aéreas. Lo propio sucede con nuestro sistema digestivo. Nuevamente, como verá, sería difícil y largo enumerar la infinidad de beneficios que la actividad física aeróbica ejerce sobre nuestro cuerpo.

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¿Cúanto hay que caminar para que sea beneficioso?

La pregunta que seguramente nos haremos a esta altura es sobre la dosis con la que debiéramos administrar este medicamento por excelencia. Ante todo y como siempre es conveniente realizar un control médico adecuado para saber cuál es nuestro estado general y si podemos realizar actividad física y en qué medida. Más allá de ello la inmensa mayoría de las personas pueden realizar una caminata aún dentro de sus posibilidades. Cabe señalar en este sentido que «lo perfecto es enemigo de lo bueno» y que para una persona sedentaria, con el solo hecho de que camine un poco sin duda su estado general va a mejorar. Esta recomendación la realizo tanto para aquellas personas que resultan ser sedentarias como para aquellas que ya realizan actividades físicas tales como el trote o la carrera: «lo perfecto es enemigo de lo bueno».

Aclarado estos conceptos, diría que lo importante es iniciar una caminata a paso normal y durante 30 o 45 minutos diarios, día por medio.Sugiero iniciar la actividad con una caminata de paso normal, para paulatinamente ir aumentando la velocidad. La recomendación final sería realizar una caminata a paso rápido esos 30 o 45 minutos día por medio. Tomando siempre la precaución de utilizar calzado cómodo, tomar un vaso de agua antes de iniciar la actividad, realizar un ejercicio de elongación, y luego comenzar a caminar a paso normal durante unos 50 o 100 m y aumentar posteriormente la velocidad. Esa velocidad no debe llegar al trote, en realidad no es necesario. Simplemente se trata de caminar con rapidez pero sin llegar al trote. Un secreto para saber si la velocidad a la cual caminamos es adecuada para nuestra condición física es cantar algún tema que le guste durante la caminata.

Siempre me gusta mencionar un hecho que notó el médico del correo de Londres hace cientos de años. Él observó que los carteros iban al velorio de los administrativos. Esta observación no puede ser más concluyente, quien camina en términos generales vive más tiempo. Pero la verdad, y lo más importante es que aquel que camina con regularidad simplemente se va sentir mejor mientras la vida continúe. Nunca debemos olvidar que la adecuada gestión de la vida, es la gestión de cada uno de sus momentos, diría que la adecuada gestión de la vida es la gestión del «mientras tanto».

—Daniel López Rosetti es médico clínico, cardiólogo universitario, especialista en medicina del estrés, docente, investigador y divulgador científico.

Fuente: La Nación, 29/11/17.

Más información:

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El impacto del estrés en la salud


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Inteligencia Estratégica en América Latina

febrero 3, 2020

Inteligencia Estratégica en América Latina. Calidad y eficiencia en la gestión estatal

Por José Gabriel Paz.

«El rol de la inteligencia es extraer la certeza de la incertidumbre y facilitar una coherente decisión en un medio ambiente incoherente.»
—Paul Chaves

En América Latina, el ámbito de la inteligencia estratégica1 es un campo escasamente considerado en el mundo académico y absolutamente desconocido para la sociedad en general y esto es así porque sobre ella reposa una pesada carga de prejuicios de cierta aprensión y del recelo que provoca una mala fama, algunas veces, válidamente ganada.

Se ha arraigado en el inconsciente colectivo la idea de que la inteligencia —en general— es una disciplina en la que bajo el manto del secreto, justifica la existencia de una oscura área en el corazón del Estado en la cual están permitidas actividades fuera de la ley, se entromete en la vida privada de las personas, tiene absoluta discrecionalidad en los gastos sin rendición de cuentas, colabora con tenebrosos intereses de la política del partido del gobierno y es el ámbito de todo tipo de prácticas asociadas con artes incompatibles con el Estado de Derecho. La literatura y la cinematografía han contribuido en mucho en la proyección de una imagen distorsionada de la finalidad y actividades de los servicios de inteligencia, reduciéndolas al terreno de las aventuras épicas, como en los casos de Mata Hari o de James Bond, o las novelas de Le Carré, Clancy, o Forsyth.

Sin embargo, a pesar de haber ciertas experiencias patológicas que por desviación del poder, legítimamente justifican esa percepción nacida del contexto social, es necesario evitar los enfoques estereotipados para no perder de vista su necesidad e importancia como esencial herramienta del Estado, la que debe ser respetada y valorada en la medida que se halle inserta en un marco de estricto acato a la ley, bajo el adecuado control y debidos procesos de transparencia.

Uno de los temas centrales en la inteligencia estratégica es la formación de su personal, tarea compleja en mérito a las específicas propiedades y cualidades necesarias para cumplir eficientemente con su tarea, así, es el interés del presente trabajo analizar algunos aspectos importantes de la inteligencia estratégica nacional, de la labor profesional de su personal y de la formación de sus recursos humanos, en la búsqueda de precisar criterios de calidad para una mejor gestión estatal en América Latina.

¿Es la Inteligencia estratégica una disciplina militar?

Ante las diversas perspectivas que hay en América Latina sobre este tema y a fin de delimitar, de mejor manera, el ámbito en el que se encuentra el objeto de análisis a abordar, es importante discernir si la inteligencia estratégica es de naturaleza civil o militar, lo que es importante, por cuanto hay diferencias en la forma de concebir la conformación de los organismos especializados, las perspectivas de análisis y la formación de su personal.

Son varios los países de América Latina en los que aún suele haber una confusión conceptual entre la inteligencia estratégica nacional y la inteligencia estratégica militar, aunque a simple vista surge que poseen diferente nivel y campo de interés. La confusión se puede dar en que muchas veces la diferencia no radica ni en las fuentes ni en el modo de trabajo ni en el carácter civil o militar de los miembros de los servicios de inteligencia, sino en el ámbito de actuación y uso de la inteligencia.2

Guillermo Holzmann Pérez, expresa con propiedad que “…por años se ha considerado que la noción de inteligencia comprende y compete sólo a la función militar. En la actualidad, ya no es así. Un fenómeno homólogo ha sucedido con la estrategia, que históricamente fue de raigambre castrense y, en la actualidad, define los parámetros fundamentales de la gestión económica a través del mundo…”3

La inteligencia estratégica nacional es el conocimiento procesado y especializado, elaborado en el más alto nivel, con la finalidad de satisfacer las necesidades de la conducción política-estratégica para el proceso de toma de decisiones, siendo por tanto una institución mayormente civil. Por su lado, la inteligencia estratégica militar es aquella que en particular estudia el factor de poder militar de aquellos países que se consideran enemigos u oponentes reales o potenciales, para satisfacer las necesidades de la conducción estratégica militar.4

En la inteligencia estratégica nacional hay muchas materias ajenas al campo militar y que son necesarias para cumplir con los requerimientos de la conducción política del Estado, como aquellos temas relacionados con asuntos políticos, diplomáticos, económicos, psicosociales, científico-tecnológico —entre otros tópicos— y donde lo militar participa concomitantemente como otra área de interés.

Pero no debe perderse de vista que a pesar de la variedad de los tópicos que confluyen en el ámbito de la inteligencia estratégica, hay ejes que son predominantes según las circunstancias y si la amenaza principal es de carácter militar, es razonable que todos los niveles de la inteligencia se concentren en ese punto y en este caso el peso de lo militar será el predominante en el campo de la inteligencia estratégica. De hecho, hay países en permanente conflicto donde prácticamente toda la inteligencia es militar y en ellos es difícil percibir las diferencias que existen entre los distintos niveles de la inteligencia dado que tienen el mismo campo de acción y la diferencia más importante está en el ámbito geográfico en el que se concentran, aunque estos límites muchas veces también se diluyen en pos de su objetivo.5

El enfoque militar posee caracteres que no siempre son adecuados a la inteligencia estratégica nacional, tales como el predominio de una doctrina unitaria, la falta de contradicción y la preocupación centralizada en las cuestiones militares. Desde el punto de vista organizacional su estructura es vertical y fuertemente jerárquica, los criterios de profesionalismo son suplantados por las exigencias de grado y ascenso de la carrera militar y esto tiene correlato en la forma de concebir la educación en sus ámbitos académicos.

El vínculo intimo que hay entre la inteligencia estratégica nacional con las actividades del nivel político-estratégico del Estado, hace que sea necesario un conocimiento profundo de la actividad propia de este nivel, ámbito que no todos los militares conocen en mérito a la especificidad de su educación profesional y la falta de un nexo habitual con la alta política. Lo expresado no significa que el profesional militar no tenga aptitud para cumplir con tareas de la inteligencia estratégica nacional, lo que sin duda alguna es posible en la medida que cuente con adecuada preparación para su función6, así como también corresponde aclarar, que desde el punto de vista de la formación del personal de inteligencia estratégica, hay algunas experiencias educativas surgidas del medio militar, que cumplen con criterios de calidad académica, son ajustados a las necesidades del país, satisfacen los fines institucionales y de formación, cubriendo así un importante espacio en la disciplina ante la carencia de apropiadas instituciones del Estado y de civiles expertos.

¿Cuál es la tarea de la Inteligencia estratégica nacional?

El proceso decisorio en el nivel de la conducción político-estratégico del Estado, lleva a la permanente e importante labor de elegir en un sentido y por una razón determinada en temas trascendentes y, muchas veces, el problema central del decisor7 no es “qué decidir”, sino “no poder decidir” por falta de un asesoramiento idóneo y oportuno.

La tarea del decisor se basa muchas veces en su intuición, en su información y conocimiento y, en su pensamiento lógico, por lo que al igual que todo mecanismo decisional humano, se encuentra presente un significativo componente psicológico y es por ello que la personalidad del decisor será finalmente determinante. Sin embargo, el decisor siempre debería considerar el valor y la importancia de la inteligencia estratégica, puesto que es el resultado de un proceso lógico, analítico, sistemático y profesional. Una decisión sin “inteligencia” puede resultar una decisión ingenua, condenada al fracaso por ignorar elementos contextuales —públicos y secretos— que no hacen viable la decisión, o que puede producir consecuencias no deseadas por quien decide.8

La inteligencia estratégica —teniendo en cuenta el marco de referencia nacional o mundial— pretende brindar al decisor un conjunto de herramientas indispensables para la toma de decisiones. Por la constante movilidad y variabilidad del marco de referencia, la tarea es buscar otorgarle al decisor la capacidad de adaptabilidad para adecuarse al cambio, brindarle la mayor certidumbre y previsibilidad para anticipar las acciones, así como dotarlo de la capacidad de responder en tiempo oportuno a las variables condiciones y resultados.

A fin de precisar su alcance, Jorge Jouroff, expresa que la inteligencia estratégica es la producción de conocimiento sobre áreas o problemas vitales para el interés nacional para asesorar en el más alto nivel político, a fin de anticipar, prevenir y resolver situaciones de amenaza o riesgo para el Estado, aclarando que es fundamentalmente analítica y no operativa.9

Lo que la inteligencia estratégica debe dar al nivel político-estratégico no es una opinión política ni un consejo, tampoco busca justificar obsecuentemente las razones para el obrar del decisor, lo que provee es un juicio técnico científicamente fundado que el máximo nivel del Estado podrá tener en cuenta para adoptar una decisión.

En esto, debe tenerse en consideración la observación de Sherman Kent, que permite establecer la equidistancia entre el nivel decisional y la inteligencia estratégica, al señalar: “…la inteligencia no es quien determina los objetivos; no es el arquitecto de la política; no es el hacedor de proyectos; no es el realizador de las operaciones. Su tarea es cuidar que los hacedores estén bien informados; brindarles la ayuda necesaria, llamar su atención hacia un hecho importante que puedan estar descuidando y, a pedido de los mismos, analizar cursos alternativos sin elegir uno u otro10…”

Podrá tener influencia, podrá dar previsibilidad y, a veces, reducir la incertidumbre, pero es importante notar que el éxito de la inteligencia, no consiste en el grado de influencia que logre ejercer sobre la política. Su misión es, exclusivamente, informar al decisor político con exactitud, oportunidad y objetividad acerca de la situación, los posibles cursos de acción y sus previsibles consecuencias. La adopción de la decisión constituye un resorte exclusivo del decisor político.11 El éxito de la inteligencia estratégica estará dado, cuando el nivel político-estratégico adopte el criterio técnico ofrecido y tenga éxito por la elección de ese camino.

Las organizaciones de Inteligencia estratégica

Las organizaciones nacionales de inteligencia estratégica12 son las estructuras especializadas responsables de llevar a cabo la tarea del análisis y producción de la inteligencia estratégica y, para ello, deben colectar, seleccionar y analizar información vital y estratégica del Estado, produciendo la información refinada y con valor agregado necesaria para el decisor.

Su tarea —teniendo como guía los objetivos y fines nacionales e intereses vitales de la Nación, se orienta a colaborar para lograr o fortalecer la superioridad estratégica del país (sea política, económica, militar, ideológica, tecnológica, etc.), o para disminuir los efectos de las amenazas, riesgos o preocupaciones —tanto posibles como probables— en escenarios de mediano y largo plazo. Esa tarea colaborará en forma determinante en el establecimiento de los objetivos políticos y las políticas nacionales, así como en la definición de escenarios de cooperación y de conflicto y en la localización de oportunidades. Por ello, la inteligencia estratégica se constituirá en una importante base de formación de la política y de la planificación nacional, lo que abarca todos los campos del poder.

Es importante tener en cuenta que la razón de ser de la estructura de inteligencia estratégica, es “…servir únicamente a su “cliente” o “consumidor(es)”. El cliente es el que necesita la información para tomar decisiones, usualmente es el Presidente y algunos colaboradores cercanos como los Ministros…”13 y, por esto, es imprescindible saber qué es lo que necesita el cliente para tomar decisiones.

La vía normal por la que el decisor expresa las necesidades a la estructura de inteligencia, es el “requerimiento de inteligencia” y por ello es importante que ese consumidor conozca del funcionamiento de la estructura, su utilidad y capacidades, puesto que su comprensión le permitirá ser preciso en las necesidades que serán expresadas en el requerimiento. Pero cabe señalar que la estructura de inteligencia también puede ser proactiva y anticiparse a las circunstancias, poniendo en conocimiento del decisor las cuestiones sobre las cuales probablemente deberá decidir, al revelar los riesgos y amenazas que es posible deba evitar o superar.

En orden a la compleja tarea a cumplir, es indispensable comprender que la estructura de inteligencia estratégica no debe ser un organismo de carácter coyuntural al servicio del gobierno de turno. Debe ser un servicio estable —subsistente a los cambios de gobierno— con una burocracia profesional permanente y altamente calificada. Su personal debe provenir de un sistema de reclutamiento y de selección apropiado, sustentado en rigurosos criterios, donde la condición de ingreso y permanencia se base en los máximos niveles de la educación formal.

Por ello, es una sustancial tarea de la estructura ocuparse de obtener un recurso humano de alta calidad, preparado a través de estrictos procesos de formación y capacitación que garanticen su aptitud y calidad técnica y que sea una carrera profesional que genere interés por las posibilidades de crecimiento personal, económico y laboral del recurso humano, con incentivos y ascensos basados en criterios de mérito y excelencia. Según lo señala Carlos Maldonado Prieto, “…uno de los elementos centrales del profesionalismo de cualquier actividad, sobre todo, en el caso de la inteligencia, debido a las altas responsabilidades en cuestiones relativas a la seguridad del Estado, es la formación de su personal…”14 Esta es una cuestión superlativa en la gestión de la inteligencia estratégica, en la medida que quienes tienen la tarea de participar en los delicados procesos de análisis y producción de inteligencia, requieran de un adecuado conjunto de conocimientos sustentados por parámetros de calidad académica que los hagan aptos para cumplir con su función.

Importancia del recurso humano

El enorme valor del recurso humano obliga a las organizaciones de inteligencia, a una seria consideración de las cuestiones relativas a la selección de sus miembros y a los procesos educativos, para garantizar que su calidad sea acorde con las complejas tareas de su desempeño profesional.

La saturación de información15 que hay en la actualidad, puede convertirse en un importante obstáculo en la labor si no se posee un recurso humano de alta calificación que pueda aprovechar la misma. El mejor ejemplo de esto es el caso de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, donde a pesar que Estados Unidos contaba con innumerables recursos humanos y técnicos y una sobreabundante información, no pudieron impedir oportunamente la agresión, ni comprender el avance del terrorismo y su proyección mundial. En los días posteriores al ataque, se reveló que había una enorme cantidad de datos obtenidos durante años de labor por distintas agencias de inteligencia y aparecieron cientos de extensos informes, fotografías y detalles precisos sobre la vida de los terroristas en Estados Unidos y en otras partes del mundo que daban cuenta de su peligrosidad, pero el exagerado acopio de información no sirvió de nada y su utilidad se valoró tarde. La descontrolada profusión de información, la falta de interconexión en la comunidad de inteligencia, la ineficacia de las estructuras para tamizar el maremágnum informativo y la carencia de un recurso humano apto —capaz de discernir lo importante de lo superfluo, ante el caudal de información— impidieron la posibilidad de la reunión, análisis y procesamiento de la información que condujera a una inteligencia útil.

Así, la función sustancial dentro del organismo de inteligencia la desarrollan los analistas, que es el personal especializado que lleva a cabo el estudio valorativo de la información sin refinar y, a través de su procesamiento, generan inteligencia. Contribuyen a su labor los grupos de expertos, quienes aportan conocimientos específicos desde la perspectiva de las diversas disciplinas participantes.

Los requerimientos que deberán responder son de la más variada índole e involucran cuestiones de la política interna o internacional, economía, tecnología, geoestrategia, energía, diversas amenazas contra la seguridad, medios de transporte, ecología, comunicaciones, etc., y numerosos temas más, que se corresponden con conocimientos de múltiples disciplinas. Es por ello que el personal de inteligencia requiere un amplio espectro de capacidades, en la medida que su ámbito de acción contempla múltiples aspectos del ámbito nacional e internacional.

La información a la que acceden los analistas es obtenida principalmente a través del uso de fuentes abiertas, el aporte de otros servicios de inteligencia, la contribución de unidades orgánicas de la estructura del Estado, así como de otros efectores y de ese material se deducirán los elementos validos o útiles para el consumo específico de inteligencia. Sobre esa información obtenida en bruto, se realiza la tarea deductiva, extrayendo sus productos sustanciales tales como la valoración de la fuente, la interpretación de procesos y de su contexto, el establecimiento de su significación como instrumento de inteligencia y esta información convenientemente agrupada, integrada, evaluada y analizada, genera el producto que es la información procesada, conocimiento especializado, o inteligencia útil para perfilar y construir decisiones en ámbitos naturalmente interrelacionados como economía, seguridad y defensa, relaciones entre Estados, o el bienestar de los ciudadanos.16

La calidad del profesional de inteligencia, sus aptitudes, sus cualidades intelectuales y su conocimiento, se verá directamente reflejada en la excelencia de su trabajo. Esto es tan importante, grave y trascendente que los errores en la inteligencia estratégica pueden llegar a afectar seriamente la estabilidad del país y la seguridad internacional.

En orden a lo antes expresado, puede verse como ejemplo el caso de la decisión del gobierno de Estados Unidos de ir a la guerra con Irak en el año 2003, donde el principal fundamento para la acción bélica fue el asesoramiento proporcionado por la inteligencia. Sin embargo, el reporte17 del 7 de julio del 2004 del Comité de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos, el cual analiza los informes de inteligencia sobre Irak referidos al supuesto intento de adquisición de uranio en Niger, los programas de destrucción masiva, los vínculos con al Qaeda, las violaciones de los derechos humanos, etc., llega a la conclusión que las anteriores estimaciones de inteligencia estratégica que apoyaban la invasión de Irak, se basaban en apreciaciones poco razonables y, fundamentalmente, no respaldada por la inteligencia disponible. La conclusión a la que arriba el Comité es que Estados Unidos entró en guerra a consecuencia de las erróneas apreciaciones de la inteligencia del país, por lo que el asesoramiento técnico inadecuado, en este caso, fue determinante para una desacertada decisión política que desató la acción militar.

La formación del recurso humano

Habida cuenta las importantes actividades intelectuales que lleva a cabo el analista para cumplir, eficientemente, con su labor requiere de ciertas cualidades personales, actitudes, conocimientos y competencias decisivas para desarrollar su tarea con idoneidad.

Entre las cualidades personales se destacan significativas dotes intelectuales, lucidez, competencia, capacidad de análisis y de síntesis, capacidad de estudio y de observación, habilidad creativa, dedicación, autocritica y, en orden a las especiales características de su tarea, la discreción, la prudencia y la mesura son fundamentales.

Vale la pena también tener en cuenta algunas condiciones que Sherman Kent considera necesarias en el analista, al señalar: “…no debe ser meramente un receptor pasivo de impresiones. Continuamente, debe hacerse, a sí mismo, embarazosas preguntas. Debe ser imaginativo en la búsqueda de nuevas fuentes de información confirmatoria o contradictoria, debe constituirse en crítico de cada nueva evidencia, debe ser paciente y cuidadoso en la ordenación de los hechos que son irrecusables, debe ser objetivo e imparcial en su selección de hipótesis. En resumen, aunque su trabajo no es primariamente un trabajo de investigación, debe poseer las cualidades y el comando de la técnica de un investigador adiestrado…”18

En cuanto a los conocimientos que requiere el analista, debe apreciarse que esta es una cuestión íntimamente ligada a la configuración del organismo, naturaleza principal de los requerimientos y función que deba cumplir el personal. La necesidad de interdisciplinariedad del ámbito de la inteligencia, no puede llevar a la creencia de la necesidad de un “multianalista” que pueda incursionar en todos los saberes. Lo recomendable es que haya variedad en el personal, que provengan de diversas disciplinas de estudio y que tengan cierta especialización en los temas de interés, requisito sustancial impuesto por la complejidad del mundo actual.

Si bien no hay un catálogo que permita establecer cuál es la disciplina más ajustada al perfil del analista, podrían ser aptos para la actividad los graduados universitarios de los campos del derecho, relaciones internacionales, ciencias políticas, economía, sociología, antropología, historia, ingeniería, tecnologías de la comunicación o periodismo, aunque esto no es taxativo. El dominio de idiomas también resulta un conocimiento adicional necesario.

A esas titulaciones universitarias —básicas para el ingreso a la carrera de inteligencia— es necesario adicionarle, a través de un estricto proceso de formación, las habilidades y conocimientos técnicos específicos, tales como las relativas al desarrollo del ciclo de inteligencia, el dominio de los métodos de pensamiento analítico riguroso, la gestión de fuentes y las técnicas de obtención de información, el manejo de herramientas de abordaje, las destrezas en la aplicación de los procedimientos e instrumentos propios de la gestión del conocimiento, uso de la prospectiva, desarrollo de la creatividad, pensamiento estratégico, así como la metodología en la elaboración de informes, entre otras capacidades necesarias.

Debe ser un propósito ineludible de la organización de inteligencia que el personal a su cargo se capacite permanentemente, no sólo en su conocimiento técnico, sino que también para que alcance los máximos niveles de postgrado en el sistema de educación superior. Para ello, es necesario contar con un plan de educación que contenga los criterios de desarrollo educacional del personal, conforme a objetivos y necesidades, en el que se prevean metas y procesos de capacitación continua, así como también es necesario que la educación se convierta en una exigencia de la carrera y un estimulo para el crecimiento profesional.

En América Latina muchas de las estructuras de inteligencia estratégica forman y capacitan a su personal a través de elementos educativos propios, aunque algunas lo hacen en instituciones de inteligencia militar y otras en instituciones académicas externas. Se advierte un creciente interés en dichas estructuras por adoptar cánones de calidad académica con criterio universitario y, para ello, en algunos casos, se ha buscado propiciar en el interior de la organización la creación de carreras especificas de postgrado enmarcados en el sistema oficial de educación y, en otros casos, se han vinculado a universidades para la creación de ese tipo de carreras, elevando así, considerablemente, el nivel educativo del personal de inteligencia en la búsqueda de una mayor calidad de sus resultados en la actividad laboral.

Es importante mencionar la experiencia educativa de la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI, por sus siglas en español) de Argentina, que ha desarrollado la “Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional” junto a la Universidad Nacional de La Plata, programa académico acreditado en el sistema de educación superior nacional y cuyo objetivo es brindar una formación compuesta de conocimientos generales, específicos e interdisciplinarios y habilidades metodológicas necesarias para su uso en diversas áreas del conocimiento y del quehacer público o privado.19 Su oferta está abierta al público en general y, para ser admitido, se requiere que el aspirante posea título de grado universitario. Este programa ha sido un importante paso en los estudios de la inteligencia estratégica, dado que ha brindado un enorme aporte intelectual y académico a la organización de inteligencia y a su personal, pero también debe valorarse el significativo avance y apertura que representa este vinculo entre el mundo académico y la inteligencia, lo que propicia una nueva forma de relacionamiento y colaboración institucional con universidades y centros de estudios, cada vez más común en América Latina.

Sede de la Escuela Nacional de Inteligencia, Buenos Aires.

En contraposición, todavía hay países en los que la capacitación del personal se sostiene sobre un endeble andamiaje de cursos y diplomados —muchas veces inconexos— cuyo nivel no satisface, en lo más mínimo, las exigencias de calidad de los recursos humanos, ni tampoco responde a las necesidades propias de las complejas funciones a cumplir.

A manera de conclusión

La inteligencia estratégica es una compleja actividad que aporta conocimiento especializado al máximo nivel político de un país y, por tanto, requiere de una estructura moderna, eficiente y que cuente con el personal idóneo, adecuadamente formado para su tarea. El exigente rendimiento profesional de los recursos humanos es una cuestión fundamental en toda organización de inteligencia y, por ello, debe ser un permanente objetivo institucional mantener elevados estándares en la calificación de su personal y en su formación, al garantizar que, en todo momento, cuente con el amplio espectro de conocimientos y habilidades que necesita para cumplir su tarea.

La calidad del profesional de inteligencia está sujeta no sólo a sus condiciones personales, sino también será producto del proceso educativo por el que haya transitado. Por ello, la organización deberá ser diligente en su tarea de obtener, formar y capacitar el personal altamente competente que necesita y es indispensable que esté alerta en cuanto las necesidades educativas de la organización, verifique la alta calidad de la estructura académica a cargo de la formación de sus recursos humanos, revise y actualice los contenidos de los programas de estudio y la correspondencia de éstos con los perfiles profesionales deseados.

Las capacidades profesionales de quienes trabajan en el ámbito de la inteligencia deben ser superlativas, requieren estar dotados de la suficiencia necesaria para poner en práctica sus conocimientos, experiencia y las herramientas a su alcance para la producción de inteligencia y hay que entender que su tarea no se trata de un ejercicio puramente académico, sino que es una actividad que tiene consecuencias políticas trascendentes. Por ello, es riesgoso delegar tan delicada labor a quien, por su desconocimiento, tiene que recurrir a su imaginación para comprender complejos procesos en los que no ha sido formado, pero también vale la pena tener en cuenta que el conocimiento solo no basta, puesto que el conocimiento si no se sabe poner en práctica, muchas veces, es peor que la ignorancia.

En América Latina es necesario un mayor acercamiento al campo de la inteligencia por parte de la sociedad en general y del mundo académico en particular, siendo preciso sostener una “cultura de inteligencia” que permita comprender el uso, necesidad, función y finalidad de la inteligencia como irreemplazable estructura del Estado y donde su buen funcionamiento —enmarcados en criterios de legalidad y transparencia— sirve, protege y beneficia a la sociedad en su conjunto. En esto, el ámbito universitario puede hacer un importante aporte, al incentivar los estudios sobre la materia, desmitificar su tarea y promover el acercamiento con los organismos de inteligencia, para colaborar con su aporte intelectual como es habitual en muchos países del mundo.

Varias de las páginas de la historia sobre los conflictos contemporáneos, los fracasos de los gobernantes y de los Estados, están escritas gracias a los errores de la inteligencia estratégica. Muchos de los logros de la paz, del mejoramiento de las relaciones entre Estados, del mayor bienestar de las comunidades y de los países, han sido logrados por una buena inteligencia estratégica. La búsqueda del éxito en la gestión estatal, es el fundamento que debe impulsar a formar recursos humanos de excelencia, con los conocimientos, habilidades, capacidades y aptitudes necesarias para lograr la mayor calidad del personal, lo que conducirá a un mejor servicio del Estado. La falta de calidad del personal, su ignorancia y falta de aptitud, tendrá como resultado una fatal y previsible consecuencia: el fracaso.


Referencias bibliográficas

1. Debido a los diversos términos que se emplean en América Latina como expresión del máximo nivel de la inteligencia del Estado, se usará en forma equivalente: “Inteligencia Estratégica Nacional”, “Inteligencia Estratégica Civil”, “Inteligencia Estratégica del Estado” “Inteligencia Estratégica General” o sólo “Inteligencia Estratégica”.

2. ESTEBAN NAVARRO, Miguel Ángel, “Necesidad, funcionamiento y misión de un servicio de inteligencia para la seguridad y la defensa”, en Cuadernos de Estrategia 127, “Estudios sobre inteligencia: fundamentos para la seguridad internacional” Grupo de trabajo 5/03 Instituto Español de Estudios Estratégicos, Ministerio de Defensa, España, 2003 pág. 69

3. HOLZMANN PEREZ, Guillermo, “Sistema de inteligencia en el estado chileno: Reflexiones acerca de su función”, en Documento de trabajo N°53, Universidad de Chile, Instituto de Ciencia Política, 1996

4. ESTEVEZ, Eduardo, “La reformulación de la inteligencia estratégica”, en Documento preparado para el curso “Fuerzas Armadas y Sociedad en el Mercosur. La Construcción de un Sistema de Seguridad Regional”, Departamento de Posgrado, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 1997

5. Esto se manifiesta en el caso de la inteligencia de Israel, donde a pesar de que formalmente son estructuras distintas, el Mossad realiza la inteligencia exterior, Aman la inteligencia militar y Shabak la inteligencia interior, sin distinción de niveles, confluyen prioritariamente hacia el campo de la seguridad y defensa nacional. Su diferencia principal es el ámbito geográfico en el que concentran su actuación y aunque son independientes, en base a su gran interconexión y coordinación y escasa compartimentación conforman un sistema donde las tres trabajan como una única estructura con un mismo objetivo. Muchas veces pareciera que se superponen en su labor, pero todo se conjuga tras un único interés.

6. Como bien lo señala Jorge Serrano Torres “…La disyuntiva no es la primacía entre civiles y militares, sino entre profesionales idóneos o incapaces para el trabajo especializado de inteligencia…” en “Democratización de la función de inteligencia” NDIC 2009 xlvii

7. Se usa en el presente trabajo indistintamente la expresión “decisor”, “usuario”, “cliente” o “consumidor” para referirse al tomador de decisiones que requiere de la inteligencia estratégica.

8. GODOY, Horacio, ¨Las relaciones internacionales en el proceso de globalización de la economía y la política: los nuevos actores en el nuevo escenario mundial” en Revista de la Escuela Nacional de Inteligencia, Volumen I, N° 1, Primer Trimestre 1992, pág. 138

9. JOUROFF, Jorge “Inteligencia y cultura. Una oportunidad para Uruguay” en “Democratización de la función de inteligencia” NDIC 2009 pág. 139

10. KENT, Sherman, “Inteligencia Estratégica para la política mundial norteamericana”, Editorial Pleamar, Buenos Aires, 1986; pág. 213

11. UGARTE, José Manuel, “La relación entre la inteligencia y la política, y sus consecuencias en las estructuras y las normas de los Sistemas de Inteligencia”, FAS, Brasilia, 2005, pág. 13

12. En Argentina “Secretaría de Inteligencia (SI)”, en Brasil “Agência Brasileira de Inteligência (ABIN)”, en Chile “Agencia Nacional de Inteligencia (ANI)”, en Colombia “Dirección Nacional de Inteligencia (DNI)”, en México el “Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN)”, en Estados Unidos, la principal es la “Agencia Central de Inteligencia (CIA)”.

13. CHAVES, Paul, “Los Espías no Bastan: Definiendo las Políticas Públicas en Materia de Servicios de Inteligencia en Costa Rica”, en Center for Hemispheric Defense Studies, REDES 200, Research and Education in Defense and Security Studies, Washington D.C., May 22-25, 2001

14. MALDONADO PRIETO, Carlos, “Profesionalismo del personal de inteligencia: El caso de Chile”, en “Profesionalismo de Inteligencia en las Américas”, Center for Strategic Intelligence Research, Washington DC, 2003, pág. 269

15. Las expresiones “infoxicación” y “explosión de la información” se emplean con relación al fenómeno que se da en la actualidad, producido por el exceso y sobreabundancia de información, que dificulta la identificación de información relevante para la decisión, o genera desconcierto por la falta de un método para comparar y procesar diferentes tipos de información por su magnitud.

16. “Introducción”, Cuadernos de Estrategia 127, “Estudios sobre inteligencia: fundamentos para la seguridad internacional” Grupo de trabajo 5/03 Instituto Español de Estudios Estratégicos, Ministerio de Defensa, España, 2003, pág. 8

17. “Report on the U.S. Intelligence Community’s Prewar Intelligence Assessments on Iraq”, Véase en http://web.mit.edu/simsong/www/iraqreport2-textunder.pdf Consultado el 12/03/2013

18. KENT, Sherman. “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana”. Editorial Pleamar, Argentina 1994 Pag. 86-87

9. Desde el año 2013 el programa se encuentra suspendido.


Dr. José Gabriel Paz, J.D., Ed.M., Director del Instituto de Investigaciones en Geopolítica, Defensa y Seguridad de la Universidad del Salvador (Argentina), Director del Master en Defensa y Seguridad Hemisférica (USAL-CID, Washington DC), Director del Master en Defensa y Seguridad Centroamericana (USAL-CDN, Honduras), Asesor del Center for Latin American Economy and Trade Studies del Chihlee Institute of Technology de la Republica de China. Graduado del Postgrado de Inteligencia Estratégica (ESG) Argentina, Contacto: paz.jose@yahoo.com


Fuente: Military Review, mayo-agosto 2014


Más información:

Especialización en Inteligencia Estratégica y Crimen Organizado

El engaño de la Curva de Laffer

febrero 1, 2020

Sobre la curva de Laffer

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Por José Hernández Cabrera. Instituto Juan de Mariana

En septiembre de 1974, Arthur Laffer cenaba en Washington con Dick Cheney, Donald Rumsfeld y el periodista Jude Wanniski. El joven economista de la Escuela de Chicago trataba de convencer a ambos políticos de algo insólito: era posible incrementar la recaudación fiscal bajando los impuestos. Para ayudarse en la explicación, Laffer dibujó en una servilleta una curva en forma de campana que representaba la relación entre el tipo impositivo (abscisa) y la recaudación (ordenada). Supuestamente, existía un tipo óptimo (t*) que maximizaba el ingreso (Tmax); por encima o por debajo del primero, se reducía el segundo. Los republicanos dieron por válida esta teoría y, 6 años más tarde, cuando Reagan llegó a la presidencia de EE. UU., la puso en práctica. Según el propio Laffer: «La rebaja de impuestos fue un éxito rotundo. El crecimiento se disparó, la inflación se moderó, el comercio con el resto del mundo fue a más…» (Sánchez, 2019). Recientemente, el presidente Trump ha condecorado a Laffer, de 79 años, con la Medalla Presidencial de la Libertad.

Tras este preámbulo, diremos que la curva de Laffer es analíticamente cierta, es una verdad a priori. El mérito de Laffer fue dar una apariencia «científica» a lo que Mises (2011: 874) ya había afirmado en 1940: «Cualquier impuesto concreto -de igual manera que todo el sistema fiscal de un país- se autodestruye en cuanto rebasa ciertos límites». La curva es apodíctica en sus extremos: si el tipo es 0%, la recaudación es cero; y si el tipo fuera 100%, la producción desaparecería y con ella la recaudación. Necesariamente, también debe existir una rama ascendente, un punto de inflexión y una rama descendente. Lo que no sabemos es qué ocurre «dentro» de la curva, es decir, no sabemos su forma. A medida que nos alejamos de sus extremos hacia el centro, aumenta la incertidumbre sobre si estamos a la izquierda o a la derecha del escurridizo máximo, al que sólo es posible aproximarse mediante tanteo (Mises, 2011: 872). El asunto se complica aún más si desagregamos el análisis. Hay una curva de Laffer para cada tipo de impuesto y para cada individuo, sin contar que las condiciones sociológicas varían de un país a otro: productividad, eficacia del sistema de compulsión fiscal, resistencia social a la confiscación, etc.

Desde su aparición, en el restaurante del Hotel Washington, la curva de Laffer ha sido fuente de controversia. Socialistas, keynesianos y otros adoradores del gasto público han dicho de ella que era «la mentira más grande jamás escrita en una servilleta». Supuestamente, la curva de Laffer era falsa y sólo servía a los intereses de los más ricos, deseosos de reducir la progresividad del impuesto.[1] Por su parte, liberales y conservadores la han utilizado como argumento para reducir la enorme carga fiscal que soportan las clases altas y medias. Hoy, por paradójico que parezca, pretendemos criticar esta última apelación por considerarla ineficaz y, sobre todo, contraria a los principios que sostienen una sociedad libre.

En primer lugar, la curva de Laffer es un instrumento estatista al servicio de la mayor confiscación en cifras absolutas. El que pide una bajada de impuestos apelando a la curva de Laffer le dice al político: «La avaricia rompe el saco. Baje usted los impuestos y recaudará más»; el político, por su parte, podría espetar: «Usted se equivoca, todavía es posible exprimir un poco más al contribuyente, especialmente a los más ricos». Y como la forma de la curva y su mítico punto álgido son incognoscibles, sendos argumentos pueden ser empleados ad libitum tanto por partidarios como por detractores. La curva de Laffer, por tanto, puede ser utilizada instrumentalmente para conseguir una cosa y su contraria, según quien la «dibuje». Por otro lado, quienes justifican la máxima confiscación siempre desean perfeccionar el sistema de compulsión para que todos «pasen por caja». Con frecuencia se olvidan de que evasión y elusión son formas en que el mercado reacciona ante la violencia fiscal (valga la redundancia).

Es justo aquí reconocer que la teoría de Laffer produjo, en los años 80, un cambio en las políticas fiscales a raíz de los éxitos económicos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Pero el recurso a Laffer para bajar impuestos tiene hoy escaso predicamento y los políticos prefieren, en general, dar otra vuelta de tuerca al garrote fiscal. Y, cuando hay bajadas de impuestos, estas son de menor cuantía que las subidas, hecho que Roberts Higgs (1987) acuñó efecto ratchet o «trinquete». Cuando hay una crisis el gobierno aprovecha para subir «temporalmente» el tipo impositivo y cuando cesa lo baja, pero sin recuperar el nivel de partida. A largo plazo, la confiscación siempre va en aumento. Por ejemplo, tras la crisis de 2008, el IGIC (IVA) en Canarias fue subido del 5% al 7%; en 2019, se bajó al 6,5% y el reciente gobierno socialista-comunista desea recuperar ese medio puntito para dedicarlo, como siempre, a más gasto «social».

En segundo lugar, si el objetivo liberal es bajar impuestos, existen otras estrategias menos ambiguas; por ejemplo, limitar constitucionalmente los tipos impositivos, tal y como sucede en Suiza, donde los topes fiscales son: 11,5% IRPF; 9,8% sociedades y 0,825 por mil del capital.[2] En cambio, en España la Constitución certifica que un sistema tributario «en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio»,[3] pero si no se precisa el significado de «confiscatorio», el gobierno podrá abusar fiscalmente sin límites. Por otro lado, al tratar de optimizar el ingreso fiscal, se olvida que a la eficiencia también se llega actuando por el lado del gasto.

En tercer lugar, los intereses de quienes dirigen el Estado pudieran ser distintos de lo que presuponemos. Un gobernante desea obtener la máxima confiscación, pero solo como objetivo intermedio; su finalidad última es el aumento y la retención del poder.

Mises (2011: 873) advirtió el poder destructivo del impuesto y su empleo como medio para aumentar el poder: «Se puede desarticular y destrozar la economía de mercado utilizando el poder impositivo y son numerosos los gobernantes y los partidos políticos deseosos de alcanzar semejante objetivo por esta vía». Es decir, se puede hacer daño a sabiendas y reducir la recaudación si con ello se obtiene una utilidad mayor. Por ejemplo, en Venezuela, el socialista Chávez destruyó moral y económicamente su país como medio para perpetuarse en el poder. Pero hay más ejemplos: las leyes de salario mínimo aumentan el paro y el gasto social a la vez que reducen el ingreso fiscal, pero se utilizan porque dan votos. Para el político, en general, y para el sátrapa, en particular, la curva de Laffer es un mero pasatiempo de los economistas.

Lo último y más importante, el recurso lafferiano para pagar menos impuestos es un error ético porque acepta tácitamente que el gobierno persiga un nivel confiscatorio máximo, lo que supone la rendición del individuo al Estado. Es como si un esclavo le dijera a su amo: «Si me castigas más de la cuenta vas a salir perdiendo». En el peor caso (rama ascendente), el gobierno sube impuestos y recauda más; en el mejor caso (rama descendente), el gobierno reduce impuestos y también recauda más. El resultado es que el Estado siempre aumenta su poder: «Un gobierno es tan fuerte como lo son sus ingresos» (Chodorov, 2002: vii). Reclamar una menor tributación no debe hacerse porque sea, simultáneamente, útil al individuo y útil al Estado (segundo caso). Cuando se trata de defender la libertad y la propiedad privada debemos evitar atajos, confusiones y trampas argumentales al servicio del Leviatán. En definitiva, la defensa liberal de la reducción de impuestos debe abandonar la utilitarista curva de Laffer y abrazar un nítido principio filosófico: un ser humano es un fin en sí mismo y no un esclavo fiscal.

Bibliografía

Chodorov, F. (2002). «The Income Tax: Root of all Evil». [Online edition]. Ludwig von Mises Institute.

Constitución suiza de 1999.

Constitución española de 1978.

Higgs, R. (1987). Crisis and Leviathan. Independent Institute.

Mises, L. (2011). La acción humana. Madrid: Unión Editorial.

Sánchez, D. (2019). https://www.expansion.com/actualidadeconomica/analisis

[1] Con Reagan, el tipo marginal del tramo superior del IRPF pasó de 70% a 28%.

[2] Constitución suiza de 1999, art. 128. Topes a nivel Confederación.

[3] Constitución española de 1978, art. 31.1.

Fuente: independent.typepad.com

Curva de Laffer de las comparativas entre índices de relación de recaudación fiscal y tipos impositivos de varios países. Fuente: Estadísticas de ingresos fiscales estatales de la OCDE, Kevin Hassett. American Enterprise Institute.


Laffer, el peor amigo del liberal

Por Santiago Calvo. Instituto Juan De Mariana 

Seguramente muchos de nosotros hemos debatido con algún “enemigo” de la libertad a cerca de la cantidad de impuestos que pagamos y es probable que los argumentos esgrimidos por nuestros “rivales” hayan acabado en los típicos “y si se bajan los impuestos, ¿quién haría los hospitales o los colegios?”; reducciones a lo absurdo de la que se sirve la retórica populista para desarmar a los adversarios para los cuales sale a su auxilio Laffer, “si bajas impuestos la actividad económica se acelera y eso ayuda a generar más ingresos fiscales que antes”.

Eso es básicamente lo que escribió en una servilleta Arthur Laffer, a saber, existen al menos dos tipos impositivos de un tributo capaces de lograr la misma recaudación, de tal forma que la estructura de los ingresos por dicho impuesto forman una parábola en la que en el punto más alto se encuentra el tipo óptimo que maximiza el montante de dinero que obtiene la Administración. El periodista Jude Wanniski años más tarde formalizaría dicha idea en un artículo un poco más amplio que la propia servilleta empleada por Laffer.

El problema es que en ocasiones se ha usado la curva de Laffer de manera alegre por muchos liberales para defender las bajadas de impuestos, de tal modo que ello causaría incrementos recaudatorios. En efecto, es común que las bajadas de impuestos y los aumentos de los ingresos públicos vayan ligadas en el tiempo, sin embargo, correlación no es lo mismo que causalidad, esto es, pueden existir muchas otras variables que ayuden a explicar el por qué de los incrementos de la recaudación, como por ejemplo, el efecto del ciclo sobre el tamaño de las bases imponibles; es más, la propia política fiscal de rebaja de impuestos puede tener efectos negativos sobre la recaudación y que al mismo tiempo otras variables intervengan en el sentido contrario ayudando a sostener o incrementar los ingresos del Estado. Es decir, para medir en qué parte de la curva de Laffer nos encontramos (en la izquierda, bajadas de impuestos causan una menor recaudación; en la derecha subidas de impuestos causan una menor recaudación), es necesario aislar bien las variables.

Un último apunte, el objetivo perseguido para un liberal con las bajadas de impuestos no debiera ser una mayor recaudación, esto es, un mayor poder estatal; al final, si se recurre a la curva de Laffer uno está entrando en el juego de los estatistas y, por lo tanto, cediendo en el debate del fondo ideológico y ético, y ya se sabe aquella frase que solía emplear Mises, “no cedas ante el mal, sino combátelo con mayor audacia”.

Madrid, no es Laffer todo lo que reluce

La Comunidad de Madrid es el ejemplo típico empleado por los liberales en España para defender que unos impuestos bajos pueden tener efectos positivos sobre la recaudación. Por ejemplo, Madrid se sitúa como la región que aplica una menor tributación en todos los tramos del IRPF, aplica una bonificación del 100% en el Impuesto que grava el Patrimonio, o en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se sitúa entre las Comunidades Autónomas que menor presión fiscal ejercen sobre los contribuyentes (ver aquí para un resumen de la imposición por Comunidades Autónomas). Al mismo tiempo que aplica unos impuestos tan bajos, la delegación de Madrid recaudó aproximadamente el 48% del total de los tributos ingresados por la Agencia Tributaria en el último ejercicio con datos disponibles (2016); en cuanto a los impuestos autonómicos, Madrid recauda casi tanto como Cataluña a pesar de tener un millón menos de habitantes, al mismo tiempo que su balanza fiscal con el resto del Estado presenta el saldo per cápita más deficitario (3.000 euros en 2014), muy por encima de lo que le correspondería dada su renta per cápita, por ejemplo, el País Vasco, con niveles de PIB per cápita similares presenta un superávit de 1.547 euros por habitante, debido a su aportación a la caja común (en 2015, aportó al Fondo de Garantía un 25% de su capacidad tributaria).

En efecto, tanto la estructura fiscal como el nivel impositivo aplicado afectan en gran medida al nivel de desarrollo económico y, por lo tanto, acaban afectando al tamaño de las bases imponibles. En el largo plazo, por ejemplo, impuestos que gravan a la propiedad o a las ventas tienen efectos negativos sobre el crecimiento de la renta en el largo plazo (Ojede y Yamarik, 2012) en Estados Unidos, conclusiones similares son obtenidas por Stoilova (2017) para la Unión Europea y en algunos países de Latino América, como México, Argentina y Chile la imposición sobre las empresas y sobre el consumo afectan de manera negativa al crecimiento (Canavire-Bacarreza, Martínez-Vázquez, Vulovic; 2013). Las bajadas de impuestos permiten una mejor asignación de los recursos, por eso, reducir la imposición sobre el capital en Francia se traduciría en mayores niveles de riqueza (Castelletti, Clerc, Lemoine; 2018).

El propio Ángel de la Fuente, director de Fedea, sostiene que una de las razones del éxito económico de Madrid es la facilidad para hacer negocios en la región, incluyendo la política fiscal. En un reciente estudio de Agrawal y Foremny (2018) los autores han calculado el impacto en la recaudación de una bajada de un punto porcentual en el tipo impositivo aplicado a las rentas superiores a 90.000 euros en la Comunidad Madrid y debido los efectos de, por un lado, un mayor número de ciudadanos logran mayores rentas debido al efecto de la bajada de impuestos (mayor oferta de trabajo, por ejemplo); y, por otro lado, al efecto de la movilidad de la población que decide cambiar su residencia desde otra región a la Comunidad de Madrid; los resultados muestran un incremento de la recaudación en unos 17 millones de euros, esto es, un 0,2% del total de lo recaudado por IRPF en la región madrileña.

Sin embargo, existen más razones para explicar el buen hacer de Madrid, por ejemplo, los efectos aglomeración. Los spillovers o efectos derrame positivos son aquellos que se producen cuando debido a una concentración de población o una cooperación entre empresas o Gobiernos, los beneficios generados por uno de los agentes económicos produce resultados positivos en el resto de participantes de la economía, debido a que se genera un gran volumen de conocimientos, tecnologías, economías de escala y competencia en el espacio (Hochman, 2010), que permiten reducir los costes de provisión de bienes y servicios, generando importantes fuerzas de atracción que ayudan a explicar la formación de aglomeraciones en torno a centros de producción.

Por ejemplo, en la propia Comunidad de Madrid se observan diferencias en la dinámica del mercado laboral según nos situemos en el centro o en la periferia, siendo en las conglomeraciones donde nos podemos encontrar mejores niveles de ocupación y actividad, conjuntamente con menores tasas de paro (Iglesias, Llorente y Dueñas; 2010); por otro lado, los trabajadores cualificados se concentran en las grandes urbanizaciones como Madrid, País Vasco o Cataluña (ver aquí). Es más, si observamos la aportación que hacen las regiones que contienen a la capital en los países de la Unión Europea, Madrid queda mal parada (ver aquí), puesto que su aportación es del 19% del PIB, frente al 23,4% de Londres, el 30,5% de París o 31,2% de la media de la UE; asimismo, las diferencias de renta per cápita entre la Comunidad de Madrid y la media del país (36%) se encuentran entre las más bajas de Europa, siendo del 47,5% en la UE, del 74,5% en Reino Unido, o del 68% en Francia; tan solo Alemania presenta una diferencia negativa, debido a su elevada descentralización (-4%).

Además, en el mismo trabajo de Agrawal y Foremny (2018) citado con anterioridad se calcula que el efecto neto de la bajada de un punto porcentual en el tramo del IRPF que grava a las rentas superiores a 90.000 euros es negativo, a pesar de la influencia positiva sobre la recaudación que ejercen tanto la movilidad como el cambio en la respuesta de los ingresos gravables. Esto se debe al simple efecto mecánico de que los contribuyentes que están siendo gravados por el tipo que se reduce pagarán, como consecuencia, una menor cantidad de impuestos, aproximadamente unos 61 millones de euros, por lo que al final la recaudación descendería en 44 millones de euros, esto es, la curva de Laffer se sitúa a la izquierda.

Las últimas bajadas de impuestos no se “pagaron solas”

Es sabido por todos que desde el año 2010 en España, de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, hubo un giro en la política fiscal con tal de reducir el déficit público. En el mismo año 2010 y a pesar de que las bases imponibles se redujeron en un 1,2%, la recaudación aumentó en un 10,8%, situación que se volvió a repetir en los siguientes ejercicios hasta 2013; ¿cómo pudo ser que aumentase la recaudación y al mismo tiempo las bases imponibles fuesen menores? Pues porque nos encontramos en el lado izquierdo de la Curva de Laffer, esto es, se subieron impuestos y, con ello, aumentó la recaudación. Las reformas fiscales introducidas entre 2010 y 2013 se tradujeron en una recaudación adicional de 37.000 millones de euros, según la Agencia Tributaria.

A partir del año 2014, en cambio, las bases imponibles comenzaron a crecer gracias a la recuperación que vivimos desde ese mismo año, lo que aprovechó el Gobierno para introducir tímidas rebajas fiscales con un claro interés electoral, lo que se tradujo en una reducción de unos 10.000 millones de euros entre 2015 y 2016 de la recaudación tributaria del Estado, compensada por el ciclo, puesto que la recaudación aumentó en un 4 y un 2,3% respectivamente. Es decir, las bajadas de impuestos no se pagaron solas, simplemente la actividad económica creció más que la caída de la recaudación, de hecho, si observamos el déficit estructural, este ha pasado del 2,3% de 2014 al 3% de 2017, según la Comisión Europea.

Según un trabajo de José Boscá, Rafael Doménech y Javier Ferri, la curva de Laffer de los impuestos sobre el consumo, trabajo y el capital en España se encuentran en la parte izquierda, es decir, reducir los tipos impositivos conllevaría una menor recaudación, que es exactamente lo que sucedió en 2015 y 2016 y, por el contrario, aumentar los tipos impositivos elevaría los ingresos tributarios, tal y como aconteció entre 2010 y 2013. Eso sí, subir los impuestos viene parejo con unos elevados costes en forma de menores niveles de PIB y empleo.

En definitiva, la curva de Laffer es un concepto muy básico para el cual es fácil verse tentado para defender las bajadas de impuestos, más lejos de la realidad, esta no siempre funciona, puesto que nos podemos encontrar en la parte izquierda de la curva y los aumentos de la recaudación pueden explicarse por otras variables que, si se quiere hacer un análisis riguroso, precisan de ser aisladas para evaluar los efectos de bajar los impuestos que, para un liberal, poco debiera importar si vienen acompañadas de una menor recaudación, a saber, el objetivo es reducir a la mínima expresión el Estado para tener más y no menos libertad.

Fuente: independent.typepad.com


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El crecimiento de Guyana

enero 26, 2020

El país sudamericano que va a crecer 14 veces más rápido que China en 2020

El descubrimiento de enormes reservas de petróleo en Guyana podría cambiar el futuro del país
El descubrimiento de enormes reservas de petróleo en Guyana podría cambiar el futuro del país

Guyana se ganó la lotería y está a punto de cobrar el cheque de su premio. Sus vecinos, especialmente en Venezuela, esperan intrigados por saber en qué se lo va a gastar.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía de esta olvidada nación sudamericana de casi 800.000 habitantes crecerá en 2020 a la espectacular tasa del 86% anual, o sea 14 veces más rápido que la economía china. Casi sobra decir que será la economía de mayor crecimiento en el mundo.

También podría convertirse rápidamente en una de las naciones más prósperas per cápita en el hemisferio e incluso en el mundo, por cuenta del petróleo que está empezando a brotar del subsuelo guyanés.

Pero muchos temen que, al igual que hay quien recibe el premio gordo de la lotería y se lo gasta en una fiesta épica y un año después está más pobre que al comienzo, Guyana podría tener dificultades para convertir ese enorme influjo de dinero en un bienestar económico estable para su pueblo.

Crudo y más crudo

Guyana encontró petróleo y en 2020 empieza a exportarlo al mundo. No es que sea tanto, si se compara con otros grandes productores mundiales.

«Eventualmente podría llegar a ser entre 700.000 y un millón barriles de petróleo diarios,» le dice a BBC Mundo Marcelo de Assis, experto de la consultora internacional en el sector petrolero Wood Mackenzie. Es el equivalente a lo que vende al exterior un exportador intermedio como Colombia, para mencionar un ejemplo.

Sin embargo, al dividirlo por el número de habitantes empieza a entenderse el efecto avasallador que puede tener en la economía de Guyana, un país 50 veces menos poblado que Colombia.

Un reciente informe de la cadena estadounidense CNBC estimaba que Guyana podría ser el país con el mayor número de barriles de petróleo por habitante en el mundo.

Malas experiencias

Las experiencias recientes de países similarmente pequeños con bonanzas petroleras súbitas no son alentadoras, le dice a BBC Mundo el profesor Michael Ross, de la Universidad de California en Los Ángeles, quien ha estudiado el fenómeno.

En las bonanzas petroleras, «el dinero llega directamente al Estado, que se convierte en cada vez más poderoso, y potencialmente puede aislarse de las exigencias democráticas de sus ciudadanos. Es también, evidentemente, un caldo de cultivo para la corrupción en estados pequeños que cuentan con instituciones débiles», indica Ross.

«Timor del Este y Guinea Ecuatorial son ejemplos recientes de países que recibieron aumentos masivos de ingresos per cápita. En ambos casos esa influencia de dinero creó tensiones locales significativas. En Guinea Ecuatorial, especialmente, el dinero se quedó muchas veces en manos de altos funcionarios del gobierno, y el país se ha vuelto menos democrático y más corrupto», añade el académico.

Hay pocos ejemplos de países que hayan manejado bien estas bonanzas, y tienden a ser naciones que recibieron estos ingresos a un paso más gradual, asegura Ross.

«En Guyana el dinero va a llegar como un tsunami. Si Guyana consigue manejar ese dinero bien y limitar la corrupción, manteniendo la rendición democrática de cuentas por parte del gobierno, será un caso excepcional en el mundo, que ninguna otra nación en situación similar ha podido lograr», le asegura Ross a BBC Mundo.

Planes de inversión

Thomas Singh, profesor de economía de la Universidad de Guyana, le dice a BBC Mundo que la bonanza petrolera puede llevar a su país «al paraíso, o directamente en la dirección contraria».

Advierte que «con instituciones débiles, una cultura de corrupción, baja confianza y una severa escasez de capital humano. sería inocente esperar que Guyana pueda de alguna manera sobrepasar todas las dificultades para convertirse en una de las pocas naciones petroleras en desarrollo que logre su transformación económica y social con la riqueza que ha encontrado de repente».

Por el momento, recuerda Singh, la plataforma electoral de los dos principales partidos políticos, el PNC del actual presidente David Granger, y el PPP encabezado por el dirigente Irfaan Ali, compitiendo en las elecciones programadas para marzo de 2020, ya prometen a la ciudadanía educación gratuita, expansión de la infraestructura y otras áreas de inversión pública.

Singh describe su país como caracterizado por profundas divisiones políticas y culturales.

Su población está fragmentado entre personas de ancestro africano y otras de ancestro asiático que llegaron durante la época colonial británica.

A lo largo de su corta historia desde la independencia en 1966, el país ha tenido un crecimiento económico modesto basado especialmente en la industria azucarera y minera.

Asegura que las instituciones políticas de su país no han sido conducentes al desarrollo.

«Parece un poco improbable que Guyana, solo con una bonanza petrolera, pueda superar las tremendas dificultades que parecen erguirse contra su transformación económica y social», asegura Singh.

BBC Mundo intentó comunicarse por vía escrita con la Comisión Guyanesa de Minería y Geología para conocer la posición del gobierno guyanés frente a sus planes de desarrollo petrolero, pero hasta el momento no ha obtenido respuesta.

La situación con Venezuela

Otra arista de la situación en Guyana es su ubicación, al lado de Venezuela, la nación con las mayores reservas de hidrocarburos del planeta, pero cuya industria petrolera está de capa caída.

«No es que Guyana le vaya a competir a Venezuela por recursos de inversión en la industria petrolera, porque estos de todos modos no están dirigiéndose a la industria venezolana. Prácticamente no hay inversión extranjera en el petróleo venezolano en este momento», dice Marcelo D´Assis a BBC Mundo.

Pero más que el capital, las personas podrían cruzar la extensa y poco vigilada frontera entre Venezuela y Guyana.

En particular Venezuela cuenta todavía con una mano de obra calificada experta en el sector petrolero, pero que hoy enfrenta en su país «el salario mínimo más bajo de América Latina y posiblemente del mundo», le advierte a BBC Mundo José Manuel Puente, investigador asociado al Instituto de Estudios Superiores de Administración IESA, en Caracas.

Por lo que los expertos ven probable un éxodo a Guyana de personal calificado que dejaría en peor estado a la ya gravemente afectada industria petrolera venezolana.

Si la nación guyanesa consolida la riqueza que muchos esperan florezca allá, también se crearía otro tipo de empleo, puestos en el sector de servicios que requerirían menos calificación y que serían de menor remuneración.

«Potencialmente puede ser una situación compleja. Varios países pequeños que han experimentado estas bonanzas petroleras, por ejemplo en el golfo Pérsico, se han convertido en destinos para migrantes de naciones vecinas», le recuerda a BBC Mundo Ross, profesor de la Universidad de California.

«Pero esas naciones tienen en general un sistema elaborado para administrar esa migración. Va a ser más complejo en Guyana», apunta Ross, quien advierte que en varias naciones esos flujos migratorios han generado tensiones políticas internas.

Venezuela y Guyana tienen un largo historial de diferendos limítrofes. Si a eso se le añaden potenciales tensiones por el aumento de migrantes, las relaciones entre los dos países estarían a las puertas de nuevas dificultades.

Los retos

Este año, según dice Marcelo de Assis a BBC Mundo, la producción petrolera guyanesa va a llegar a cerca de 300.000 barriles diarios, la cuota inicial de una cascada de dinero que va a hacer que el mundo se fije mucho más en esa nación sudamericana.

«Si me pidieran que pronostique cómo va a ser Guyana en 10 años, diría que las áreas urbanas van a ser irreconocibles por su masivo desarrollo económico», le dice Michael Ross a BBC Mundo.

«La pregunta clave es si el pueblo podrá mantener sus instituciones democráticas y si resistirá las tentaciones de la corrupción», concluye.

Fuente: La Nación, 14/01/20.

Guyana bandera

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Septicemia: El asesino silencioso

enero 22, 2020

Septicemia, la enfermedad que mata anualmente a más personas que el cáncer en el mundo

dedo infectado
La septicemia es causada cuando el sistema inmune entra en colapso y, en lugar de combatir una infección, también comienza a atacar otras partes del cuerpo.

Una de cada cinco muertes en el mundo es causada por septicemia, también conocida como el «envenenamiento de la sangre».

Según un estudio de la Universidad de Washington basado en registros médicos de 195 naciones, 11 millones de personas mueren al año a causa de esta enfermedad, más de las que mueren por cáncer.

Los investigadores detrás del estudio afirmaron que las cifras son «alarmantes» pues doblan las estimaciones anteriores.

La mayoría de los casos ocurren en países de ingresos medios y pobres, pero incluso las naciones más ricas lidian a diario con la fatal enfermedad.

Pero, ¿qué es la septicemia?

«Asesino silencioso»

La septicemia es también conocida como el «asesino silencioso» porque puede ser muy difícil de detectar.

sangre
En palabras simples, la septicemia es el «envenenamiento de la sangre».

Es causada cuando el sistema inmune entra en colapso porque, además de combatir una infección, también comienza a atacar otras partes del propio cuerpo.

Quienes sobreviven pueden quedar con daños a largo plazo y discapacidad pues la septicemia provoca fallos en los órganos.

Los principales desencadenantes de esta condición son las bacterias y los virus que causan infecciones diarreicas o enfermedades pulmonares.

¿Por qué aumentaron los casos?

Las estimaciones globales anteriores, que arrojaban una cifra de 19 millones de casos y 5 millones de muertes, se basaron en un puñado de países occidentales.

El análisis de la Universidad de Washington -publicado en la revista de medicina británica The Lancet- asegura que hay 49 millones de casos al año, de los que mueren unos 11 millones de personas.

pierna infectada
Quienes sobreviven a una septicemia pueden quedar con daños a largo plazo y discapacidad pues provoca fallas en los órganos.

Esto significa que una de cada cinco personas en el mundo muere a causa de esta enfermedad.

«Trabajé en las zonas rurales de Uganda, y la septicemia se ve todos los días», afirmó una de las investigadoras, Kristina Rudd.

«Mis colegas que tratan pacientes en terreno en países de ingresos medios y bajos han estado advirtiendo esto durante años, que la septicemia es un problema importante. Por eso, no estaba tan sorprendida pero no esperaba que fuera el doble de la estimación anterior», agrega.

¿A quién afecta?

La gran mayoría de los casos (85%) se encuentran en países de ingresos medios y bajos.

Pero incluso en países como Reino Unido, la septicemia es todo un desafío. La tasa de mortalidad – 48 mil al año – es más alta que en países como España, Francia o Canadá.

Los niños son quienes tienen el mayor riesgo, con cuatro de cada 10 casos en niños menores de cinco años.

Ahora, ¿cómo se puede hacer frente a esta peligrosa enfermedad? Una posible solución tiene que ver con reducir la cantidad de infecciones. Esto significa contar con un buen sistema sanitario, acceso a agua limpia y a vacunas.

hombre trabaja en un lugar rural
Quienes están en contacto con infecciones tienen más posibilidad de contraer una septicemia.

El otro desafío es mejorar el sistema de identificación de pacientes con septicemia para tratarlos antes de que sea demasiado tarde.

El tratamiento temprano con antibióticos o antivirales para eliminar una infección puede marcar una gran diferencia.

El académico de la Universidad de Washington, Mohsen Naghavi, indicó que están «alarmados» tras descubrir que las muertes por septicemia son mucho más altas de lo estimado previamente, «especialmente porque la condición es prevenible y tratable».

«Necesitamos un enfoque renovado en la prevención de la septicemia entre los recién nacidos y en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos, un factor importante de la enfermedad», agregó.

virus
Los principales desencadenantes de la septicemia son las bacterias y los virus que causan infecciones diarreicas o enfermedades pulmonares.

¿Cuáles son los síntomas de la septicemia?

En adultos, hay varios síntomas que pueden ayudar a descifrar si se sufre o no se septicemia.

Entre ellas, tras una infección severa, el paciente puede sufrir temblores extremos o dolor muscular, disnea severa, frecuencia cardíaca y temperatura corporal altas, piel manchada y no orinar en un día, así como lentitud en el habla.

En niños, en tanto, una apariencia manchada, azulada o pálida, el estar muy letárgico (o difícil de despertar), la respiración rápida y convulsiones pueden ser algunos indicios de que esté sufriendo una septicemia.

Fuente: bbc.com, 2020.


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Agobio impositivo en la Argentina

enero 17, 2020

Maraña tributaria: la lista completa de los 166 impuestos que se pagan en la Argentina

La lista incluye tributos nacionales, provinciales y municipales17 de enero de 2020

(iStock)

La cuenta es contundente: 42 impuestos nacionales, 41 impuestos provinciales, 83 “tasas” municipales. Total: 166 tributos que pesan sobre cualquier posesión o actividad en la Argentina.

La cuenta la hizo la Fundación Libertad y Progreso en base a datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que fundó el economista Nadin Argañaraz, y lista desde los impuestos más conocidos y fiscalmente rendidores para la AFIP, como el impuesto a las Ganancias, el IVA, el impuesto a los Bienes Personales, los “Derechos de Exportación” (más conocidos como “retenciones”) y el impuesto al cheque.

Una categoría aparte, siempre entre los tributos “nacionales” son los “impuestos internos”, de los que muy pocos se salvan: tabaco, bebidas alcohólicas, cervezas, bebidas analcohólicas, jarabes, extractos y concentrados, champañas, objetos suntuarios, vehículos automóviles y motores, embarcaciones y aeronaves de recreo o deportes, productos electrónicos, seguros y telefonía satelital.

La creatividad tributaria no se agota allí: también están los impuestos sobre los combustibles líquidos y al dióxico de carbono, a la energía eléctrica, el impuesto “de emergencia” a los gigarrillos, a los espectáculos cinematográficos, aquel que se destina al “Fondo Especial del Tabaco”, el recargo al Gas Natural, el impuesto al juego, y también, por supuesto, los Derechos de Importación, la tasa de estadística y el impuesto a la renta financiera.

“Argentina es un infierno tributario, es uno de los países con mayor presión fiscal del mundo”, le aseguró hoy a Infobae Martín Litwak, CEO de Untitled, una boutique de servicios legales especializados en planificación patrimonial internacional, y autor de “Cómo protegen sus activos los más ricos y por qué deberíamos imitarlos”, libro que presentó en Punta el Este. “Los paraísos fiscales existen gracias a los infiernos tributarios”, agrego el abogado argentino.

La cantidad de tributos no es proporcional a su eficacia recaudatoria. Aproximadamente el 80% de la recaudación fiscal del país es de origen nacional, las provincias aportan cerca de 16 % del total y los municipios explican el restante 4%. En cuanto al gasto, provincias y municipios se llevan el 40%; la diferencia se cubre con muy variados métodos de transferencia de fondos, desde la Coparticipación Federal hasta Adelantos del Tesoro, amén de una miríada de fondos y leyes especiales.

Nación, provincias, municipios

Si se quiere escapar no ya del impuesto, sino al menos de la territorialidad tributaria, el contribuyente argentino será alcanzado por el impuesto a los pasajes al exterior, al que ahora se vino a agregar el tributo número 42 de la lista de cargos “nacionales”, el impuesto PAIS, del 30% para quien quiera acceder a divisas extranjeras, sea con fines de turismo, ahorro o cualquier otro destino.

Las provincias suman a esa panoplia el impuesto inmobiliario y el impuesto a los Ingresos Brutos, que las agencias recaudadoras provinciales cobran sobre todas y cada una de las etapas del proceso productivo, haciendo que su impacto final sobre los precios, por “efecto cascada”, sea mucho mayor que las alícuotas de un dígito del tributo, que cada tanto retocan gobernadores y legislaturas.

Además, las provincias gravan el juego (loterías, rifas, concursos, tómbolas y otros juegos de azar), y también cobran impuesto a los automotores y a “la transmisión gratuita de bienes”. Tampoco se les olvida gravar la “generación de residuos sólidos urbanos», sean éstos “húmedos” o ”áridos”, amén de hacerlo con el uso de superficie, espacio aéreo a subsuelo de la “vía pública”, que será pública pero no gratuita.

Mercedes Marcó del Ponto, directora de la AFIP
Mercedes Marcó del Ponto, directora de la AFIP

También hay tasas o «derechos” como los que gravan el ejercicio de “profesionales liberales”, derechos de cementerio, de timbres, o penalizaciones como las tasas de depósito por mercadería en infracción.

A nivel municipal, la enumeración es un homenaje a la inventiva de ediles y jefes comunales. En principio, las “tasas” municipales deben ser la contrapartida de servicios específicos, cuestión ardua de comprobar. Las tasas más conocidas, según la localidad que se trate son “Seguridad e Higiene”, “Comercio e Industria”, “Limpieza e Higiene”, a menudo complementadas por lo que se debe oblar por las consabidas “habilitaciones”.

Derecho de patentes, derecho de oficina, derecho a los espectáculos públicos, tasa por inspección de pesas y medidas, tasa por “control de marcas y señales”, por “plusvalía urbanística”, por servicio de inspección veterinaria, por venta ambulante, registro de conductos, por uso de la Terminal de Ómnibus, por control de animales en la vía pública, tasa de deportes, tasa de salud. Y así hasta llegar a 166.

Fuente: infobae, 17/01/20.


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La importancia de enseñar Ciencias

enero 17, 2020

¿En qué consiste enseñar ciencias?

Por José Sellés-Martínez.

El Galpón de las Ciencias. Despertar vocaciones científicas, el mayor «semillero» para el desarrollo del país.

En 1883, T. H. Huxley se lamentaba de que la literatura se enseñara como si fuera una ciencia, reduciéndola a las reglas ortográficas y gramaticales, y en contrapartida, la ciencia se enseñara como si fuera un poema, recitándola de memoria. La situación no ha variado mucho desde entonces y los estudiantes secundarios, a pesar de contar con una importante carga horaria dedicada a las matemáticas, la física, la química y la biología, terminan sus estudios con muy pocos conocimientos sobre las mismas. Esto es particularmente grave en tanto se sabe que las oportunidades de mejores puestos de trabajo son cada vez más dependientes de los conocimientos y habilidades vinculadas a las ciencias.

En primer lugar debe destacarse que enseñar ciencia no es enseñar fórmulas. Reducir la enseñanza de las ciencias a la retención memorística de fórmulas que resuelven determinados problemas es uno de los errores capitales en la educación. No es frecuente que un docente se detenga a explicar cuáles fueron los razonamientos y las observaciones que permitieron desarrollar la fórmula que resuelve un problema determinado. Sin embargo, esto es primordial para que la educación científica logre sus objetivos.Newsletters Clarín Alberto y Cristina

Comprender el proceso de reflexión y experimentación que llevó a establecer de qué parámetros depende una variable y en qué grado influye cada uno de ellos en la fórmula que los relaciona es lo que contribuye al aprendizaje, no la repetición memorística de la fórmula. Esto, permitirá, además, recordarla con mayor facilidad. Dejará de ser una poesía escrita en un idioma extraño, que se recita por fonética, para comprenderse su significado.

Enseñar ciencia es enseñar por qué cada fórmula es como es y cómo se llegó a ella; la fórmula en sí es secundaria. Una vez descubierta, sólo sirve para resolver una situación que ya ha dejado de ser un problema científico y se ha reducido a un mero reemplazo matemático de términos, de los cuales algunos son datos y otros incógnitas que se resuelven con un simple pasaje de términos.

En segundo lugar puede señalarse que muchas veces se olvida que la historia de la ciencia también es parte de la ciencia. Lamentablemente la poca historia de la ciencia que suele citarse está vinculada a su relación con temas sociales y no al trabajo del investigador. Galileo es más recordado por su enfrentamiento con la iglesia que por sus métodos de trabajo.

Newton es recordado por una anécdota (además falsa) que refiere que fue la caída de una manzana sobre su cabeza lo que le llevó a explorar el concepto de la atracción gravitatoria y no por la forma en que encaró la resolución de problemas. Enseñar cómo se hace la ciencia y qué sienten y cómo reaccionan los científicos cuando llegan a resultados innovadores o cuando sus experimentos fracasan también es enseñar ciencia.

Una tercera actitud que influye negativamente en la formación científica de los ciudadanos es la tendencia a dejar de lado el uso de métodos manuales y tecnologías analógicas y su reemplazo indiscriminado por métodos digitales. Se desprecian métodos tradicionales porque los programas de computadora hacen todo más rápido y lo presentan de modo más atractivo.

Sin embargo, la función pedagógica de ciertos métodos “tecnológicamente anacrónicos” no es reemplazada con el uso indiscriminado de las tecnologías modernas que funcionan como “cajas negras”. La tecnología no tiene el mismo papel en la educación que en la vida cotidiana y esto parece ser olvidado cuando se exige a las escuelas una modernización tecnológica que no está acompañada por la capacitación para el uso sensato de la misma.

El desarrollo de un país va de la mano de su desarrollo científico y tecnológico. Formar científicos e ingenieros que generen nuevos conocimientos que, a su vez, produzcan avances tecnológicos que permitan, por ejemplo, la comercialización de nuevas patentes es un requisito ineludible para el progreso genuino. Es necesario, por lo tanto despertar vocaciones científicas que nutran a las universidades de estudiantes pertrechados con las habilidades, conocimientos e inquietudes necesarios para esa etapa. En una adecuada enseñanza de las ciencias a nivel secundario está la clave del éxito y del fracaso.

José Sellés-Martínez es profesor del Departamento de Ciencias Geológicas, FCEyN – UBA.

Fuente: Clarín, 17/01/20.

ciencias

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El Petro, la criptomoneda chavista

enero 16, 2020

Claves de la dudosa criptomoneda que el régimen de Maduro quiere hacer tendencia

Nicolás Maduro, muestra un documento mientras habla durante el evento de inicio del comercio internacional de Petro, la criptomoneda desarrollada por el gobierno venezolano, en Caracas, Venezuela, 1 de octubre de 2018.

Necesitado de un salvavidas para la economía venezolana, el presidente Nicolás Maduro ha ordenado la venta de millones de barriles de petróleo y el cobro de servicios públicos en petros, la criptomoneda que él mismo lanzó hace dos años y que no termina de encajar en la compleja y deprimida economía nacional.

La meta del mandatario pasa por hacer entender a sus conciudadanos, sin tecnicismos ni palabras rebuscadas, qué es el petro, cuánto cuesta cada unidad, o como comprar y vender con este criptoactivo sin garantías de que todo este esfuerzo redunde en una exitosa política económica.

Estas son algunas de las claves de la divisa digital

1. ¿Qué es el petro?

Para algunos expertos, como el economista Luis Oliveros, aunque el petro empezó siendo una criptomoneda en la actualidad no lo es.

“No se mina, no es independiente, la crea un Gobierno (…) Cuando se emitió su waypaper (la partida de nacimiento) decía que era una criptomoneda finita y ahora han cuatriplicado el número de petros original”, explicó a Efe.

Si el dinero físico se imprime por un Gobierno a través de su Banco Central, en el mundo de las criptomonedas el dinero no se crea, sino que está oculto en una especie de mina digital. Así que para obtenerlo hay que “minarlo” y quienes hacen uso de dispositivos informáticos para ello se denominan “mineros”.

Al igual que en una mina real, no se pueden extraer criptoactivos de manera ilimitada.

Es por todo esto que Oliveros prefiere decir que el petro es “una suerte de unidad de cuenta y moneda, incluso un título o bono que emite el Gobierno de Venezuela”.

2. ¿Cuánto vale un petro?

Cuando el petro fue lanzado, en febrero de 2018, su valor estaba anclado al precio del barril de petróleo. Ahora ese valor lo determinan más rubros: crudo, hierro, oro y diamantes.

Según la página oficial del Gobierno para estos asuntos, un petro equivale a 59,05 dólares estadounidenses, poco menos de la cotización del crudo venezolano que según el Ejecutivo cerró la semana pasada en 59,42 dólares.

3. ¿Quién usa petros en Venezuela?

A pesar de que el Gobierno dice que más de 27.000 comercios en el país lo aceptan, el petro no es una moneda de uso extendido entre los venezolanos.

“Hay un financiamiento de petros en la economía venezolana, pero la gente no quiere tener petros, sale a cambiarlos, prefiere tener bolívares”, dice Oliveros.

En diciembre, Maduro anunció el pago de un bono navideño a jubilados y empleados públicos por valor de medio petro.

Para poder usarlos, los beneficiarios debían estar registrados previamente en el sistema de biopago, un método que permite el cobro de bienes y servicios a través de la autentificación biométrica del cliente, es decir, a través de la huella dactilar.

Las máquinas captahuellas que se usan para el biopago pertenecen a la empresa Ex-Clé, la misma encargada del sistema automatizado en las elecciones venezolanas.

Tras aparecer dificultades con la captahuellas, el Gobierno anunció la creación de una tarjeta de débito para su uso exclusivo en petros.

4. ¿Dónde se usará el petro?

Maduro anunció este martes lo que serán las primeras ventas del Gobierno en petros: 4,5 millones de barriles de petróleo y 1 millón de toneladas de hierro briquetado, material que se usa con o en combinación con la chatarra.

En la presentación de su balance anual de 2019 ante la Asamblea Nacional Constituyente, conformada solo por chavistas, Maduro anunció que se cobrarán en petros “todos los servicios (…) del Estado venezolano que actualmente estén cobrando tasas, tarifas y comisiones en divisas”.

Esta nueva medida afectará al Servicio Autónomo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), el Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren), el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI) y el Instituto Nacional Espacios Acuáticos (INEA).

También el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) Bolivariana de Aeropuertos (BAER), Bolivariana de Puertos (Bolipuertos), el Instituto Aeropuerto Internacional de Maiquetía (IAIM) y el Instituto Nacional de Canalizaciones (INC).

El mandatario anunció que próximamente se venderá la gasolina a las aerolíneas en petros.

5. Sanciones internacionales.

En marzo de 2018, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió sanciones contra el petro.

En una orden ejecutiva prohibía todas las “transacciones relacionadas con cualquier moneda digital o ficha digital emitida por, para o en nombre del Gobierno de Venezuela”.

6. Consecuencias en el exterior.

La implantación del petro podría frenar, aún más, la compraventa de petróleo, gasolina o cualquier ítem en petros, al igual que sucede ya con transacciones en otras divisas con el Gobierno venezolano debido a las restricciones financieras que le han impuesto otros países que le consideran ilegítimo.

Dice el economista Oliveros que en el caso de la venta de gasolina a aerolíneas puede que haya intercambio o acuerdos “con aerolíneas de países aliados con el Gobierno” y que otras vayan a repostar a otros países y hagan escala en Venezuela “para no tener que usar petros, porque es una unidad de cuenta sancionada”.

7. ¿Qué consecuencias puede tener en Venezuela?

El Gobierno de Maduro se ha empeñado, desde su creación, en impulsar el petro como moneda fuerte en el país en vez del devaluado bolívar y frente al dólar o el euro.

“Parece que va a sustituir al bolívar”, afirma Oliveros, quien pinta al petro como “una especie de CUC”, la moneda convertible de Cuba y al fenómeno que está ocurriendo como una suerte de “reconversión monetaria”.

Aunque para Oliveros “si (el petro) tiene los mismos vicios que el bolívar, no cambiará mucho la economía”.

Fuente: lapatilla.com, 16/01/20.

Venezuela

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invertir no es un juego de azar

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Argentina, líder en inflación

enero 16, 2020

Argentina terminó 2019 tercera en el ranking de los países con mayor inflación: sólo la superaron Venezuela y Zimbabue

Con el 53,8%, el Índice de Precios al Consumidor sobresale en una región donde en la mayoría de los países no supera el dígito anual

Por Marcelo Bátiz.

En 2019, Venezuela volvió a ser el país con mayor inflación en el mundo, en una listado al que la Argentina ascendió al tercer lugar, desplazando a Sudán
En 2019, Venezuela volvió a ser el país con mayor inflación en el mundo, en una listado al que la Argentina ascendió al tercer lugar, desplazando a Sudán

La Argentina fue en 2019 el tercer país del planeta con mayor inflación, con un 53,8% que la dejó detrás de Venezuela y Zimbabwe y por arriba de Sudán, en un desempeño que desentona con el resto de América del Sur, donde el aumento de los precios minoristas fue solamente de un dígito en todo el año.

De acuerdo con el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) con las proyecciones de inflación para todo el año, en las primeras 20 posiciones la mayoría de los países son de Asia y África, afectados por conflictos bélicos, hambrunas, adversidades climáticas o escasez de recursos naturales.

No obstante, la lista es liderada por un país sudamericano, Venezuela, con una inflación del 200.000% según la proyección del FMI. Los datos del organismo multilateral de crédito son muy superiores al 7.374,40% anunciado por la opositora Asamblea Nacional, pero aun en ese caso son más que suficientes para que el país sudamericano conserve el primer puesto global, con un amplia ventaja sobre el resto.

Entre Venezuela y la Argentina se ubica en el segundo lugar Zimbabwe, con el 161,8%, en medio de una sequía que ya lleva tres años y condena a una situación de hambre extremo a la mitad de su población.

Sudán, desplazada a la cuarta posición por el ascenso argentino, registra una inflación proyectada por el FMI de 50,4%, con uno de los más bajos niveles de desarrollo humano e ingreso por habitante del planeta, además de tratar de superar las secuelas de medio siglo de enfrentamientos étnicos que derivaron en 2005 en la separación como estado independiente de Sudán del Sur, sexto en la lista de los países con mayor inflación con el 24,5 por ciento.

 Entre los países con más alta inflación en el mundo prevalecen los de África y Asia, afectados por conflictos bélicos, hambrunas, adversidades climáticas o escasez de recursos naturales

Entre esos dos países se ubicó en el quinto puesto Irán, al que la existencia de importantes recursos de hidrocarburos y un nivel de desarrollo económico relativo superior al de los otros países no le impidieron terminar 2019 con una inflación del 35,7%.

Inflación en América Latina: un fenómeno superado

De listado de países con alta inflación surge que, fuera de Venezuela, Argentina y Haití en el octavo puesto con el 17,6%, no se encuentran estados de América Latina y el Caribe, una región que en los últimos años consiguió desterrar a la inflación, con niveles que no superan el dígito.

El seguimiento de los datos de inflación de América del Sur muestra que detrás de Venezuela y Argentina se ubica Uruguay, que concluyó el año pasado con un nivel del 8,79% según el Instituto Nacional de Estadística (INE) que reportó para diciembre una deflación de 0,03%

Brasil, con el 4,48% en todo el año y 1,22% en diciembre, es el siguiente país en la lista del subcontinente, seguido por Colombia (3,8% anual y 0,26 en el último mes), Chile (3% y 0,1%), Paraguay (2,8% y 0,6%) y Perú (1,88% y 0,12%).

Los dos países sudamericanos con menor inflación en 2019 fueron Bolivia, que cerró el año con 1,47% y una deflación del 1,54% en diciembre, y Ecuador, con dos deflaciones: 0,07% en el año y 0,01% en diciembre.

La inflación en Brasil se redujo a un dígito anual, cuando en 1990 llegaba a los cuatro dígitos
La inflación en Brasil se redujo a un dígito anual, cuando en 1990 llegaba a los cuatro dígitos

Los datos dejan en evidencia que, a diferencia de lo que sucedía en las décadas de 1970 y 1980, cuando el alza de precios al consumidor era una constante en la mayoría de los países de la región, la inflación argentina en 2019 es un fenómeno aislado en América del Sur si se excluye el caso extremo de Venezuela.

En 1990, por ejemplo, la Argentina tuvo una inflación del 1.334%, la segunda consecutiva de cuatro dígitos, en el contexto de una región marcada por alzas de precios como el 27,4% de Chile, el 36,50% de Venezuela, el 129% de Uruguay, el 1.621% de Brasil o el 7.650% de Perú.

Tres décadas después, la situación es diferente y si bien la inflación argentina está lejos de los niveles previos a 1991, la brecha respecto del resto de los países se amplió.

Al respecto, en relación con sus perseguidores más inmediatos, la inflación argentina es seis veces superior a la uruguaya, 12 más que la brasileña, 14 más que la de Colombia y 18 más que la chilena.

inflación

Fuente: infobae, 15/01/20.


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Evolución histórica de la Criptografía

enero 15, 2020

Qué es la criptografía y cómo ha evolucionado a lo largo de la historia

Por TecNovedosos -28 junio, 2019

Qué es la criptografía y cómo ha evolucionado a lo largo de la historia

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Desde la antigüedad se ha utilizado el cifrado de mensajes para mantener en secreto ciertas comunicaciones. En el siglo V los mensajes se escribían en cuero o papel y se codificaban para que no pudiese entenderlos todo el mundo.  Y después se entregaban en mano por un mensajero.

En la actualidad, necesitamos cifrar nuestras comunicaciones por Internet, para que nadie tenga acceso a nuestra información mientras viaja por la red.

Con las computadoras cuánticas se dará un salto más: se está aprovechando el poder de física para producir cifrados mucho más seguros.

El criptografía a lo largo de la historia.

Criptografía viene de las palabras griegas “kriptos”, que significa oculto, y de la palabra “graphein”, que alude a lo relacionado con la grafía, la escritura. Con la criptografía, ocultamos la escritura, el significado del mensaje. En lugar de ocultar un mensaje físicamente, ocultamos su significado: evitamos que el “enemigo” pueda leer su contenido.

criptografía
El remitente de un mensaje secreto debe tener un método sistemático para manipular el contexto del mensaje, que solo el destinatario puede descifrar. El mensaje mezclado se conoce como texto cifrado.

Para poder cifrar un mensaje, tanto el remitente como el receptor se tienen que poner de acuerdo en la utilización de un método que permita tanto la escritura como la lectura por ambas partes. Esto se conoce como algoritmo.

El texto original se mezcla o se manipula para que parezca algo sin sentido. Una vez que llegue al receptor, se utiliza el método convenido para que el contenido se ordene y tenga sentido.

En la antigua Grecia, se utilizaba un curioso método de encriptado para los mensajes militares. Tenían un dispositivo llamado cuenta, que era una tira delgada de cuero donde se escribían una serie de caracteres aparentemente aleatorios.

Esta tira de cuero, al llegar a su destinatario, se enrollaba en un bastón de madera de unas determinadas dimensiones y esos caracteres aleatorios tomaban sentido a los ojos del receptor del mensaje. Las letras se alineaban formando palabras.

Esta técnica se conoce como cifrado de transposición.

En el Kama Sutra se menciona un método alternativo de cifrado, conocido como cifrado de sustitución.  Para la sustitución, el remitente y el receptor se ponen de acuerdo en asignar valores diferentes a cada una de las letras: así, por ejemplo, la A puede equivaler a la Z.  Cuando el mensaje llega, solo hay que sustituir las letras por los valores que representan.

Máquina alemana de cifrado Lorenz
Máquina alemana de cifrado Lorenz, usada en la Segunda Guerra Mundial para el cifrado de los mensajes destinados a generales de muy alto rango.

El nacimiento del criptoanálisis

Para convertir un texto cifrado a un texto inteligible, es necesario conocer el método de cifrado. Esto se conoce como la clave de cifrado. La clave se debe conservar en secreto.

Para poder descifrar una clave se necesita tener un gran conocimiento y habilidades específicas.

El cifrado de sustitución no fue resuelto durante el primer milenio, hasta que un matemático árabe, llamado al-Kindi, se dio cuenta de su debilidad, según cuenta Simon Singh en su obra “The Code Book”.

Al notar que ciertas letras se usan con más frecuencia que otras, pudo averiguar cómo se hacían las sustituciones, ya que siempre tenían unos valores fijos. Los estudiosos árabes se convirtieron así en los primeros criptoanalistas y sus métodos se extendieron por el resto del mundo.

A medida que los métodos criptográficos se hicieron más complejos, la ciencia del criptoanálisis se tuvo que poner a su altura para poder llegar a desentrañar sus códigos.

La máquina Enigma utilizada por los alemanes durante la II Guerra Mundial
La máquina Enigma utilizada por los alemanes durante la II Guerra Mundial.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes desarrollaron el método de cifrado más complejo que se había inventado hasta entonces. Concibieron la máquina Enigma, que encriptó mensajes indescifrables por parte de los aliados durante buena parte de la guerra. Esto les aportó una ventaja operativa muy importante: sus comunicaciones estaban completamente a salvo de los enemigos.

Hasta que en Gran Bretaña, Alan Turing, reconocido como el padre de la informática, desarrollo un dispositivo, “The bombe”, que fue capaz de descifrar los mensajes de la máquina Enigma.

A partir de ese momento, la ventaja de las comunicaciones secretas pasó al bando aliado, que era capaz de anticiparse a todas las operaciones claves de los alemanes sin que estos lo supieran.

La criptografía en nuestros tiempos

En nuestra era el objetivo sigue siendo el mismo: mantener nuestras comunicaciones a salvo. Pero la cantidad de información que circula por la red es mucho mayor y el que se quiere apoderar de nuestros secretos puede estar en cualquier punto del mundo, acechando tras un ordenador con conexión a Internet.

La criptografía en nuestros tiempos
Blockchain, la tecnología detrás de Bitcoin, conecta cientos de miles de computadoras a través de una red distribuida y utiliza la criptografía para proteger la identidad y los registros de cada usuario.

En la actualidad, la criptografía está experimentando un gran salto cualitativo gracias a tecnologías como el Blockchain y los ordenadores cuánticos.

Fuente: tecnovedosos.com

Más información:

Criptografía de Clave pública

Julio Verne, un gran visionario

criptografía

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