Ex ministro de Economía y ex candidato a la presidencia de Argentina, Ricardo López Murphy: “Se puede criticar a Macri pero nadie sospecha de una banda recogiendo dinero para llevárselo al Presidente”
Por Francisca Guerrero.
El economista y político argentino asegura que la corrupción que ahora salió a la luz tuvo una importancia decisiva en el deterioro que vivió el país. Aunque afirma que Macri no lidia con este tipo de problemas, cuestiona su manejo del déficit y prevé una contracción económica hasta el segundo trimestre de 2019.
Las sospechas sobre corrupción en la era del kirchnerismo siempre estuvieron en el aire, según el ex ministro de Economía y ex candidato presidencial de Argentina, Ricardo López Murphy, para quien la situación que enfrentó su país no tiene nada que envidiarle a la trama de Petrobras y Odebrecht en Brasil. Desde su punto de vista, el circuito de corrupción que alcanzaba a Néstor y Cristina Kirchner afectó el clima de negocios, haciendo a Argentina un destino menos atractivo para la inversión foránea.
Sin embargo, todo eso forma parte del pasado, según López Murphy, quien participará la próxima semana de la séptima versión del seminario internacional organizado por la Fundación para el Progreso. De todas maneras, crítica a la Casa Rosada por la forma en la que enfrentaron el problema del déficit, aunque le parece más acertada la manera en que se enfrenta el desafío en el programa acordado con el FMI.
¿La corrupción jugó un rol en el deterioro económico argentino?
-Tuvo una importancia decisiva, porque en ese clima y con esas prácticas corruptas era muy difícil recibir inversión del extranjero. La corrupción, según narran todos estos episodios, estaban organizados de arriba hacia abajo, las recorridas finalizaban llevándole las valijas al presidente de la república o a la presidenta. Es un gran escándalo, como nunca lo he visto en nuestra historia en experiencias comparadas.
¿Argentina padecía del mismo mal de Brasil con la corrupción política arrastrando a la economía?
-No le envidiamos nada a Brasil. Es una cosa muy grave.
¿Es otro el escenario que tiene Argentina bajo la administración Macri?
-No hay ninguna sospecha de que los problemas tengan que ver con esas cuestiones del pasado, donde había rumores todo el tiempo de estas cosas y había conductas muy raras, pero no había una denuncia con la precisión que vemos hoy, con cuadernos narrando los circuitos. La justicia no los detuvo, porque alguien les hizo el cuento. Hay elementos muy serios y concordantes.
¿Argentina se administra con mayor probidad en la actualidad?
-De eso no tengo duda. Se puede criticar al gobierno de Macri, pero nadie sospecha de una banda recogiendo dinero para llevárselo al presidente como ocurría antes. Eso no se nos pasa por la cabeza.
Macri reconoció que la inflación podría llegar a 30% en lugar del 15% previsto a inicios de año. ¿Fracasó el gobierno en el control de precios considerando?
-Lo que está detrás de esa inflación es una sucesión de déficit fiscales enormes que no encuentra espacio de financiamiento y que se termina resolviendo con emisión monetaria. Respecto a las metas fijadas hay una deuda muy grande, pero en relación a lo que uno podría esperar no es raro, con déficit enormes se termina con alta inflación.
¿El error fue plantear una meta tan ambiciosa?
-Seguramente sí, porque no había los esfuerzos fiscales para que esa meta fuera alcanzada. Hemos tenido déficit muy grandes que fueron financiados poniendo deuda externa hasta que no fue más posible hacerlo y eso es lo que ahora se tradujo en una gran devaluación y las consecuencias inflacionarias que eso tiene. Pero el meollo de la cuestión es la crisis fiscal, el gran problema de descalabro fiscal, en parte heredado, en parte inducido.
¿Inducido en qué forma?
-El mecanismo de financiamiento de gran desequilibrio fue colocar deuda de corto plazo a muy alto costo, eso alimenta los déficit. Se enfrenta a intereses muy elevados y eso se agrega a a cuenta fiscal.
¿El discurso del gobierno de que los problemas fueron heredados está llegando a un límite?, ¿falta asumir responsabilidades?
-El diagnóstico original fue muy equivocado, sobre la necesidad de enfrentar el problema fiscal, eso lo postergaron con un plan de muy bajo ritmo. La idea de gradualismo y endeudamiento no era viable, llevó a la corrección grande que vimos y a la necesidad de recurrir al apoyo de organismos multilaterales para poder transitar con cierta tranquilidad esta etapa.
¿Estuvo de acuerdo con que se llamara al FMI?
-No teníamos más remedio. No había otra la alternativa.
¿Están ocupando bien los recursos del FMI con las subastas diarias del banco central?
-Yo hubiera preferido colocarlo un poquito más alto, por menos tasa de interés y que se metería a reservas. Pero estamos ante un programa que es mucho más consistente que el que había comenzado a desarrollar el Presidente en 2015. Es un programa más serio y más equilibrado.
¿Cuánto cree que durará la recesión?
Va a durar probablemente hasta el segundo trimestre del año que viene. Vamos a tener un tercer y cuarto trimestre de 2018 muy adversos, al igual que el primero de 2019, los números van a comenzar a mostrar una recuperación importante después, sobre todo si el clima nos ayuda con la cosecha, que es muy importante para Argentina.
Pensar en una recuperación antes de eso me parece ingenuo.
¿Se ha descuidado el crecimiento al poner el foco en el equilibrio fiscal?
-Es parte de lo mismo. Si no se logra controlar el problema del déficit el problema que se genera en el mercado financiero es devastador para la economía. Es un circo descontrolado, con primas de riesgo extravagante. Si queremos crecer hay que organizar el mercado de ahorro, de capitales y mejorar la inversión.
¿La devaluación llegó a su fin?
-Nosotros tenemos una alta inflación, por lo que vamos a tener que devaluar. Si usted tienen inflación de 30% usted devalúa inexorablemente. Nosotros tenemos un régimen de alta inflación y abatir eso requiere reformas más profundas de las que están implícitas en el programa. Este es un programa para controlar un gran déficit, nada más, no es para resolver la inflación.
¿Cuánto más podría caer la moneda?
-Vamos a tener una devaluación que va ir al paso de la inflación y eso lo necesitamos, porque nuestra economía tiene que corregir su sector externo de una manera muy significativa y eso requiere que el país no pierda competitividad.
Los padres de Jeff Bezos hicieron una fortuna al apostar por Amazon
Por Tom Metcalf.
Jeff Bezos posa junto a sus padres Jackie y Mike Bezos, que se calcula tienen una fortuna de miles de millones de dólares.
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(Bloomberg)
Puede ser la inversión de capital riesgo más exitosa de todos los tiempos.
En 1995, Jackie y Mike Bezos invirtieron USD 245.473 en el incipiente sitio web de comercio electrónico de su hijo. Fue una gran apuesta, recordó Mike Bezos, el padrastro del fundador de Amazon.com, Jeff Bezos, en el escenario de un evento que se celebró en 2015 en el National Constitution Center de Filadelfia.
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«Quiero que sepan cuán arriesgado es esto«, manifestó el hijo a los padres, «porque quiero volver a casa para la cena de Acción de Gracias y no quiero que estén enojados conmigo».
Probablemente sea bienvenido a raciones extra de pavo y salsa. La participación de sus padres podría valer casi USD 30 mil millones en la actualidad. Eso los haría incluso más ricos que el cofundador de Microsoft, Paul Allen, la persona que se sitúa en el puesto número 30 de los más ricos según el índice de Billonarios de Bloomberg.
Las acciones de sus padres no han sido divulgadas públicamente desde finales de 1999. Si bien no está claro cuánto aún poseen, el hecho de continuar con las donaciones de acciones de Amazon a sus fundaciones benéficas sugiere que todavía controlan una porción saludable de la segunda compañía más valiosa del mundo.
Han donado USD 595.027 en acciones a Bezos Family Foundation de 2001 a 2016, según documentos disponibles en GuideStar, que recopilan datos sobre organizaciones sin fines de lucro. Las 25.000 acciones con las que obsequiaron en 2016 valieron, aproximadamente, USD 20 millones en ese momento. La fundación se enfoca en la educación para jóvenes.
El fundador de Amazon, Jeff Bezos, durante una conferencia.
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Si no hubieran vendido o donado nada más, el matrimonio sería propietario de unos 16.6 millones de acciones, o el 3.4 por ciento de la empresa, convirtiéndose en el segundo propietario individual después de su hijo.
Su rendimiento total en ese caso sería de aproximadamente de 12.000.000 por ciento, un rendimiento que haría sonrojar incluso a los expertos en capital riesgo más famosos. La apuesta de SoftBank de USD 20 millones en Alibaba ha devuelto alrededor del 720.000 por ciento desde 2000, según los cálculos de Bloomberg. La inversión de Whatsapp de Sequoia Capital retornó aproximadamente el 36.000 por ciento cuando Facebook compró el servicio de mensajería por USD 22 mil millones en 2014.
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«Fuimos lo suficientemente afortunados de haber vivido en el extranjero y hemos ahorrado algunos centavos para poder ser unos inversionistas ángel», comentó Mike Bezos, un inmigrante cubano al que también llaman Miguel en Filadelfia. «El resto es historia«.
Compró 582.528 acciones en febrero de 1995, según el informe de 1997. Cinco meses después, Jackie Bezos compraría 847.716 acciones. La familia de Bezos celebró estas acciones a través de cuatro fideicomisos a finales de 1999, según otra presentación. Jacklyn Gise Bezos, en 1996, tenía 8.9 millones de acciones, seguido por Miguel A. Bezos con 4.8 millones de acciones, mientras que la Bezos Family Trust y Bezos Generation Skipping Trust tenían 2.9 millones y 675.000 respectivamente.
Cualquier asesor de riqueza que se precie podría haber presionado a la familia para diversificar sus tenencias, según contó Eduardo Gruener, cofundador de la oficina multifamiliar con sede en Miami GFG Capital.
Después de aplicar patrones históricos de ventas y dar cuenta de las donaciones efectuadas, Jackie y Mike Bezos todavía controlarían USD 10.000 millones de acciones, según un análisis del Índice de Billonarios de Bloomberg. Eso está encima de la fortuna de USD 147 mil millones de su hijo, que fácilmente lo hace la persona más rica del mundo. Agregó USD 48 mil millones a su fortuna. Hasta el 30 de julio de 2018, las acciones de Amazon han aumentado un 52 por ciento.
Incluso si se hubieran deshecho de todas sus posesiones en Amazon al precio más bajo posible, aún habrían cosechado alrededor de USD 100 millones.
El informe empresarial también sugiere una ganancia inesperada para los hermanos de Jeff Bezos, Mark y Christina. Cada uno de ellos compró 30.000 acciones de Amazon por USD 10.000 en 1996. Si no han vendido ninguna de esas acciones, sus participaciones valdrían aproximadamente USD 640 millones cada una.
La Bezos Family Foundation no respondió al correo electrónico ni a los mensajes telefónicos solicitando comentarios. Amazon no quiso hacer ninguna declaración.
Amazon, Alphabet y Apple están acariciando el preciado puesto del billón de dólares de valor de mercado. Es por esta razón que el mundo podría tener innumerables multimillonarios tecnológicos desconocidos. Solo las personas con información privilegiada o los accionistas con participaciones superiores al 5 por ciento deben reportar sus intereses. En el caso de Apple, eso significa que las personas con acciones de hasta USD 46.7 mil millones no estarían obligados a revelar sus tenencias.
El cofundador de Apple, Steve Wozniak, tenía una participación del 7.9 por ciento en 1980, que se redujo con el tiempo ya que vendió participaciones a precios bajos a empleados de nivel medio y acciones dotadas a quienes consideraba que habían sido desfavorecidos. Se cree que su participación restante es de millones en lugar de miles de millones.
O toma el caso de Alphabet de Google. Se informó que un inversor inicial no era otro que Jeff Bezos, que puso USD 250.000 de su propio dinero para el proyecto del motor de búsqueda de internet, en 1998, según revela The New Yorker. Esas acciones, valoradas en unos USD 280 millones, valdrían más de USD 8 mil millones en la actualidad.
Eso palidece en comparación con las ganancias potencialmente cosechadas por sus padres, que alcanzaron el premio mayor respaldando a su hijo.
«Los retornos extraordinarios no aparecen a menudo», comentó Gruener, el asesor de riqueza. «Reemplace a Amazon con casi cualquier otro nombre en el mercado y el final puede haber resultado una pesadilla».
En la República Argentina, el término “inteligencia”, cuando se lo relaciona con una actividad del Estado, es altamente resistido por la mayoría de los argentinos.
El origen de este problema consiste en que los gobiernos de todos los signos políticos, sin tapujos, abusaron de y restringieron la intimidad de los ciudadanos, valiéndose para ello de los distintos organismos de inteligencia del propio Estado.
No obstante, este concepto está cambiando. Los nuevos peligros que amenazan las comunidades en todo el mundo se multiplican y sólo es posible enfrentarlos con procedimientos modernos debido a que la delincuencia utiliza sofisticados métodos para lograr sus fines. El problema mayor que se presenta, particularmente en Latinoamérica, es que las organizaciones criminales, para burlar a los investigadores policiales y lograr su impunidad, se amparan en las deficiencias que tiene el Estado en sus procedimientos para prevenir, investigar y reprimir la criminalidad.
Frente a esta realidad aparece -entre otras herramientas para contrarrestar el accionar de la delincuencia- la inteligencia criminal. Algunos estudiosos consideran al recio policía norteamericano Joseph Petrosino (1860-1909) como el iniciador de esta disciplina, pues combatió la mafia de su época utilizando un archivo propio con la identidad de 2.000 mafiosos que interactuaban criminalmente entre Europa y Estados Unidos.
Petrosino terminó sus días bajo las balas de un mafioso en Palermo (Italia). Si bien la existencia de la inteligencia criminal se remonta a los años 50 durante la Guerra Fría, en pleno auge de la actividad de los servicios de inteligencia, la abrupta irrupción del narcotráfico y el crimen organizado, que afectan el orden económico mundial, ha causado un aumento geométrico del uso de la inteligencia criminal.
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Definición
Ahora bien ¿qué es la inteligencia criminal? En términos básicos y en sintonía con lo que enseña el profesor Carlos Repalli, es la disciplina auxiliar del derecho procesal penal, del derecho penal y de la planificación de las Políticas de Seguridad Pública que se desarrollan en el marco de las normas éticas básicas para los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Aporta los elementos necesarios para la toma de decisiones antes o durante el hecho criminal, mientras que la investigación criminal es, según el analista Esteban Fabiano, “una actividad tendiente a establecer, siempre bajo la dirección de las autoridades judiciales correspondientes, la existencia de algún hecho delictivo cometido, identificar a sus responsables, determinar el grado de responsabilidad penal de los mismos”.
En otras palabras, la inteligencia criminal pretende anticiparse a los hechos delictivos por venir, utilizando para ello herramientas como el mapa del delito, las estadísticas, los patrones de crímenes, las auditorías a los registros telefónicos, flujos de mercaderías, información sobre el lavado de activos -entre otras técnicas-, para confeccionar el pronóstico del delito en las jurisdicciones que les comprenden.
En la República Argentina, todo indica que mediante el proyecto de ley enviado al Congreso Nacional, la actividad principal de la inteligencia criminal estará concentrada en el Ministerio de Seguridad de la Nación. De esta manera, la lucha contra el crimen en cualquiera de sus modalidades se verá altamente potenciada, logrando obtener contra los criminales evidencias sólidas para lograr sus arrestos y posteriores condenas.
—El Dr. Horacio French es docente de la materia Inteligencia y Criminalística de la Lic. en Gestión de la Seguridad de la Universidad Blas Pascal y autor del libro Servicios Secretos en Crisis.
Si recaudan más no bajarán impuestos, subirán el gasto
Por Antonio I. Margariti.
Nuestro país está viviendo un sórdido pero fundamental enfrentamiento. Es un combate por todo o nada, a triunfar o sucumbir que, sin embargo, no es percibido en toda su magnitud por gran parte de la dirigencia y mucho menos por la población de a pie.
UNA CLARA DISYUNTIVA
Se trata de consolidar la decadencia secular que nos tiene atrapados hace 70 años o de poner fin a su dominio, aventando sus causas para recuperar la dignidad, el progreso y la cordura que nos permitan crecer y expandirnos en una vida mejor.
En términos económicos esta batalla vital se expresa de una manera simple.
O la clase política hace un serio ajuste de sus apetencias por el gasto y el despilfarro del Estado o la sociedad integrada por personas y familias tendrán que soportar una servidumbre fiscal por un tiempo que sobrepasará varias generaciones.
El módulo que sirve como testigo de la recuperación del país o de su derrota con el estancamiento y la decadencia es muy claro. Son las normas y reglas recetadas por el Fondo Monetario Internacional como salvavidas para mantenernos a flote mientras repensamos nuestro propio futuro con detenimiento y seriedad.
Sin embargo, nuestros políticos y sus asesores electorales, sustituyen este claro esquema por la dialéctica de la grieta entre el distribucionismo de la derecha versus la repartija de la izquierda.
A pesar de esa mentada grieta, ambos están unidos en una misma falacia keynesiana: gastar más de lo que se tiene, expoliar a quien produce, repartir a los que no trabajan y sofocar con impuestos y regulaciones el más mínimo intento de producir honestamente en un sistema de leal competencia.
Por ello, los gobernantes y legisladores se muestran seguros y decididos cuando sancionan malas medidas, pero dudan y son indecisos cuando deben tomar buenas decisiones.
Basta con reparar en el contenido y alcance de los eslogan y discursos que pronuncian. Advertiremos una asombrosa superficialidad. Palabras sonoras que nada contienen y nada significan. Es alarmante comprobar la suma ignorancia en cuestiones económicas básicas y el predominio de ideas incoherentes y disparatadas. Parecieran haber perdido la capacidad de pensar y de comprender lo que está pasando, lo cual implica un cierto desvarío mental.
Pero esa pasajera pérdida de razón, no sólo se percibe en las autoridades políticas sino, también y con cierta amplitud, entre los dirigentes gremiales, empresarios y hasta líderes de la jerarquía eclesiástica.
Predomina en muchos la presunción de que con verbalismo dialéctico y voluntarismo político, es posible forzar o neutralizar las consecuencias de la violación de principios económicos elementales, basados en la sensatez de las leyes naturales.
La mayoría de ellos creen que los gobiernos pueden gastar indefinidamente más de lo que recaudan. Que pueden hacerse obras públicas con endeudamiento ilimitado. Que las deudas públicas no cuestan nada y no son de obligada amortización. Que es posible repartir, indefinidamente, subsidios universales con impuestos esquilmados a los que trabajan.
También confían en que la crisis del desfinanciamiento del Estado pueda ser pagada por el agro con mayores retenciones. Que es posible estimular exportaciones aplicando impuestos. Que las empresas comerciales deben vender barato pese a que el gobierno les provoca una inflación galopante.
Están convencidos que -con controles y duras sanciones- lograrán estabilizar los precios mientras emiten dinero falso para financiar el gasto público. Que el déficit del presupuesto puede diluirse esperando cómodamente un crecimiento automático que les permita bajar su incidencia porcentual. Que es factible regular autoritariamente las decisiones privadas sin pagar las consecuencias de la desinversión.
Mantienen la ilusión de que la sola presencia de personajes infatuados, abúlicos y sin ideas claras, provocará un diluvio de inversiones extranjeras y que con apelaciones al optimismo y las buenas ondas es posible abatir el desánimo de los emprendedores más animosos y diligentes.
Este es el coctel de ilusiones, utopías, falacias y embustes con que se entretiene nuestra clase dirigente, mientras la vida de la gente va transcurriendo inexorablemente sin mejorar.
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EL PODER FISCAL ES PODER PARA ARRUINAR Y DESTRUIR
Los funcionarios del Estado disponen de una prerrogativa que no tienen los demás grupos sociales. Pueden vivir opíparamente de rentas arrebatadas a las empresas y personas físicas por la fuerza legal de los impuestos, el endeudamiento y la emisión de dinero, obligándolas a ajustarse el cinturón y desprenderse del fruto de su trabajo.
Nunca estará de más recordar aquella advertencia de San Agustín de Hipona, en su imperdible libro De civitate Dei contra paganos, annus 412 d.C. señalando que: «Un gobierno sin justicia se convierte en un vasto latrocinio, es decir en una banda de ladrones en gran escala, que se comprometen, en pacto mutuo, a repartirse el botín según las reglas fijadas por ellos mismos.»
Al mismo tiempo que éste es el comportamiento de la dirigencia local, circulan muchas ideas, pensamientos y creencias entre los propios ciudadanos que contribuyen a consolidar ese poder injusto y omnímodo del Estado sobre la vida y el patrimonio de las personas. Muchas de estas actitudes pueden descubrirse en los innumerables mensajes de las redes sociales de Twitter, Facebook, Instagram y Periscope, como podemos ver a continuación.
Actitud del resentido, esquilmado por excesivos impuestos: no pide que se lo rebajen, sino que reclama que se los suban a los demás y así satisface su envidia haciendo que paguen mayores tasas quienes ganen más que él.
Actitud del ingenuo, confiado en la de la bondad de los políticos: apuesta a que denunciando al Fisco los presuntos evasores, conseguirá bajar las alícuotas para beneficiar a los buenos contribuyentes.
Actitud del tacaño, que evade impuesto cuando puede: se pone celoso si otros adoptan su misma conducta y los acusa de evasores contumaces mientras él se oculta.
Actitud del cándido, que cree que evadir impuestos es pecado: no advierte que lo están expoliando sin misericordia mediante múltiples impuestos directos e indirectos.
Actitud del político canalla, que pretende recaudar más para embolsar más: es tan ladino que decidirá crear nuevos impuestos pretextando su opción preferencial por los pobres.
Actitud del justiciero, que apuesta a la justicia social: requiere aumentar los impuestos para redistribuir la renta ajena sin percibir que el aumento de recaudación irá al bolsillo de políticos miserables y empobrecerá a los ciudadanos honestos.
Actitud del cínico y caradura, que se apropia desaprensivamentede los impuestos:
se justifica señalando que de este modo puede crear nuevas fuentes de trabajo.
Actitud del empresario o sindicalista cortesano: utilizan el tráfico de influencias y el soborno para que los funcionarios cubran sus espaldas con privilegios fiscales específicos.
Actitud del inteligente, que advierte que no sólo paga impuesto a las ganancias: comprende la iniquidad de la ilusión fiscal escondida en multitud de impuestos indirectos.
Actitud del justo, que cumple sus obligaciones fiscales: acepta pagar todos los impuestos pero exige que el Estado tenga un límite cuantitativo a la presión fiscal.
Actitud del hombre libre, que pide frenar el poder destructivo del Fisco: reclama el amparo de la justicia para que la sumatoria de todos los impuestos no exceda el 25% de sus ingresos líquidos.
Pese a toda la retórica y dialéctica verbal de nuestros gobernantes, legisladores, jueces y funcionarios recaudadores, debemos escuchar y recoger la secular experiencia señalada por uno de los más grandes hacendistas de los últimos tiempos: Luigi Einaudi, eximio presidente de Italia después de la IIª Guerra Mundial: «Cuando los gobernantes recauden más, nunca rebajarán los impuestos, sino que aumentarán el gasto». (Mitos y paradojas de la justicia tributaria, editorial Ariel, Madrid, España).
Por Javier Fernández-Lasquetty. Vicerrector de la Universidad Francisco Marroquín.
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Mario Vargas Llosa ha publicado un elogio razonado de la libertad bajo el paradójico título La llamada de la tribu. Como él mismo explica, ha tomado de Karl Popper la idea del espíritu tribal que está eternamente presente y que ofrece el falso orden igualitario del grupo identitario, con su jefe, su planificación y su coactividad. A cambio, eso sí, de que no haya individualidad, ni libertad, ni responsabilidad. Vargas Llosa apunta directamente al comunismo y al nacionalismo —valga la redundancia— como modernos imanes que atraen hacia esa antiquísima “tribu” contra la que se erige el individuo soberano.
Este libro merece una expresión de gratitud hacia su autor, cubierto ya de todos los laureles literarios que existen y que él merece, empezando por los Premios Nobel y Cervantes. Este libro es el legado que Mario Vargas Llosa deja en el terreno de las ideas políticas. Uno tiene la impresión de que es una obligación autoimpuesta, como si no quisiera cerrar su bibliografía sin entregar un libro que sirva de guía de las ideas liberales, las que a él le parece que valen la pena. Para ello se sumerge en la obra de siete autores de primera fila. Entra a fondo en sus principales libros, ordena las ideas, selecciona citas, incluso traduce él mismo determinados textos. Lo que ha hecho Mario Vargas Llosa ha debido llevarle tanto trabajo que a los lectores nos lo ha puesto sencillísimo: el libro se lee con facilidad, y con la prosa extraordinaria del maestro se enuncian ideas muy complejas, que no pierden nada de su contenido original.
No son novedades el interés de Vargas Llosa por la política, ni su visión liberal. Mauricio Rojas lo ha sintetizado en Pasión por la libertad. El liberalismo integral de Mario Vargas Llosa (Gota a Gota – FAES, 2011). Ahí están sus artículos, sus comparecencias públicas, e incluso bastantes de sus novelas (Conversación en la Catedral, La fiesta del chivo, entre otras). Muchos tenemos El pez en el agua en la lista de nuestros libros favoritos, con ese relato de la campaña electoral que hizo en 1990 que es una novela trepidante, al mismo tiempo que un manual de política liberal.
Mario Vargas Llosa elogia continuamente la honradez intelectual de los autores a los que trata en La llamada de la tribu, por ejemplo al hablar de Jean-François Revel o de Raymond Aron. La primera honradez intelectual que debe ser aplaudida es la del propio autor. Él mismo explica en la introducción su peripecia intelectual, que se inicia en el marxismo —cuyas obras lee, a diferencia de tantos neomarxistas— pero que se aparta de él a medida que ve en la revolución cubana o en su viaje a la URSS lo que significa el socialismo real. También habla repetidamente de su decepción con Jean-Paul Sartre, de quien era devoto seguidor y de quien, sin negar su inteligencia, deja en el libro citas suficientes para comprender recordar que el padre del existencialismo defendió los campos de concentración soviéticos y negó cínicamente la evidente represión ideológica comunista.
Del rechazo a las dictaduras de cualquier signo al liberalismo pasa —él mismo lo explica— de manera lenta, avanzando como el escalador, agarrando puntos firmes para atreverse a llegar cada vez más lejos. Señala a Popper, Hayek y Berlin como “los tres pensadores modernos a los que debo más, políticamente hablando”. Pero Vargas Llosa escribe dos nombres como definitivos en su llegada al liberalismo, los de Margaret Thatcher y Ronald Reagan. No oculta —¡ni tiene por qué hacerlo!— su admiración por los dos grandes políticos liberales de finales del siglo XX, decisivos en la demostración de que la libertad y la responsabilidad superan moral y materialmente al socialismo.
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La delimitación del liberalismo y sus autores que Vargas Llosa hace no se adscribe ni limita a ninguna de sus escuelas. Nos presenta una big tent, un espacio amplio de pensadores que tienen como rasgo común la creencia de que el individuo está por encima del colectivo, que la responsabilidad va unida a la libertad, y que la libertad está por encima de todo. El autor peruano y español no enuncia su propia visión del liberalismo. No se identifica con el anarcocapitalismo, sino que cree que debe existir un Estado pequeño, pero fuerte y eficaz, que asegure “la libertad, el orden público, el respeto a la ley, la igualdad de oportunidades”. Es partidario de que el Estado asegure e incluso provea un sistema educativo de alto nivel a todos, pero cree que la competencia y la iniciativa privada deben ser protagonistas también en el terreno educativo. Cuando habla de igualdad de oportunidades deja claro que no la identifica con igualdad en los ingresos y en la renta, consciente de que “esto último sólo se puede obtener en una sociedad mediante (…) un sistema opresivo”.
Rechaza la identificación del liberalismo con lo que llama una “receta económica de mercados libres”, pero cree que la libertad económica es “una pieza maestra” de la doctrina liberal. Por eso reprocha repetidamente a Ortega y Gasset —a quien sin embargo incluye entre los siete pensadores a los que dedica el libro— el que tuviera un pensamiento económico tan raquítico y tan desconfiado hacia el capitalismo.
En el concepto de liberalismo de Vargas Llosa está muy presente la noción de humildad, que se traduce en el empeño en limitar el poder en lugar de aprovecharlo, y se traduce también en la humildad intelectual de no pretender tener verdades dogmáticas e inmutables.
Para el autor es esencial la idea de discusión, de debate; la posibilidad abierta siempre de la refutación, que toma de Popper, o las verdades contradictorias que lee en Isaiah Berlin. Es ese espíritu crítico el que “resquebraja los muros de la sociedad cerrada y expone al hombre a una experiencia desconocida: la responsabilidad individual”. Por eso Vargas Llosa gira siempre en torno a la idea de pluralismo, al que considera una necesidad práctica para la supervivencia de los hombres, y que en nada debe ser confundido con el relativismo, porque siguiendo a Popper “la verdad tiene un pie asentado en la realidad objetiva”.
Vargas Llosa nos habla también de los enemigos del liberalismo. El principal de ellos, el constructivismo. Es en el capítulo dedicado a Hayek en el que más rotundamente denuncia “la fatídica pretensión de querer organizar, desde un centro cualquiera de poder, la vida de la comunidad”. Con no menor severidad rechaza ese otro enemigo del liberalismo, mucho más sinuoso, que es el mercantilismo. También con Hayek y con Adam Smith coloca como opuestos al capitalismo los arreglos de ciertos empresarios y ciertos políticos para proteger a los primeros de la competencia mediante barreras, regulaciones o incentivos proteccionistas.
El libro de Mario Vargas Llosa destila alegría y optimismo. La libertad no conduce al caos, sino que genera ese orden espontáneo hayekiano, basado en las decisiones libres y en la responsabilidad individual. Es el individualismo lo que hace a Vargas ser optimista, a diferencia del pesimismo que le produce el hombre-masa de Ortega, igualado en un ser colectivo en el que abdica de su individualidad. La libertad es la diferencia, y es una libertad que, para el autor, no existe si no es completa: no puede haber libertad si falta la libertad política, o la económica, o la de creación y pensamiento. Por eso el libro es también un respaldo a la democracia liberal y un rechazo a cualquier forma de dictadura.
Para explicar su propio recorrido vital se apoya en siete autores, de los cuales hace un fascinante retrato personal e intelectual. Presta mucha atención a las circunstancias de sus vidas, y también a las personas de su entorno. Adam Smith en sus tertulias, en su vida universitaria, y en su amistad con David Hume. Ortega en la Europa del auge totalitario, en la guerra civil y en la posguerra. Hayek con Mises, pero sin ser igual a Mises. Popper en Nueva Zelanda, en la London School of Economics… y apartándose del atizador que agita Wittgenstein. Aron frente a todos, especialmente en esos días confusos de mayo de 1968. Isaiah Berlin en Washington durante la Segunda Guerra Mundial, o en Leningrado en su noche casta y transformadora con la poetisa represaliada Anna Ajmátova. Revel, en fin, vital, jovial, sagaz y demoledor en la denuncia de los liberticidas.
Hay en el libro una crítica recurrente a los intelectuales, lo que dice mucho de la honradez de pensamiento de Mario Vargas Llosa. Rechaza el elitismo de Ortega y, con Hayek y Popper, coincide en denunciar al intelectual constructivista, o simplemente oscurecedor y tenebrista. Adictos a ese opio de los intelectuales que valientemente denunció Raymond Aron, el escritor peruano concluye —siguiendo a Revel— que “por lo general los pueblos son mejores que la mayoría de sus intelectuales: más sensatos, más pragmáticos, más libres”.
Nos quejamos muchas veces los liberales de que nos faltan claridad, estilo y atractivo para presentar las ideas de la libertad. Al leer La llamada de la tribu tenemos por fin entre las manos lo que deseábamos. Sin ser perfecto, sin dejar de ser opinable —refutable, diría su admirado Popper—, lo que ha escrito Vargas Llosa merece ser leído por muchas personas de muchas generaciones. Es imposible encontrar mejor cicerone para hacer un recorrido y disfrutar de un paseo exquisito por ese jardín frondoso, variado y abierto que son las ideas de la Libertad.
—Este artículo fue publicado originalmente en Cuadernos de FAES (España), edición de julio de 2018 y en Cato Institute.
Un cliente de E-Trade acumuló una deuda de US$106.000 después de vender al descubierto acciones de farmacéuticas, un ejemplo de lo que no debe hacer el inversionista promedio y que muestra lo rápido que las apuestas riesgosas pueden transformarse en pesadillas financieras.
Fuente: The Wall Street Journal, 24/11/15.
Un inversor particular se arruina con sus cortos en KaloBios
MarketWatch lleva a sus páginas un interesante artículo en el que se relata la experiencia de un trader de mercado llamado Joe Campbell. (20/11/15)
Campbell se fue a la cama el pasado miércoles con 37.000 dólares en su cuenta E-Trade. Se despertó al día siguiente con un saldo negativo de 106.445 dólares. El motivo fue sus posiciones cortas en la farmaceútica KaloBios (KBIO)
«Yo mantenía cortos de KBIO a la espera de una caída hacia los 2 dólares. Al cierre de la sesión vi que se borraba la cotización de la compañía y pensé que no había habido ninguna contratación en after hours. Así que fui a mi oficina para una larga reunión. Al salir vi el mensaje de un amigo que me preguntaba si todavía mantenía los cortos en KBio», escribe Campbell en su Twitter.
KaloBios subió un 800% ese día después de que su conejero delegado se hiciera con el control de la compañía. KaloBios había anunciado la semana pasda que estaba terminando las operaciones porque se estaba quedando sin dinero en efectivo, mientras estaba desarrollando dos fármacos potenciales contra el cáncer.
Campbell pidió a la comunidad de internet que le ayudaran y consiguió algunos aportes.
Conceptos sobre Especulación
El especulador lo podemos definir como pronosticador, que actúa bajos sus pronósticos para obtener alguna ganancia. Un especulador nunca se ve a si mismo como teniendo control sobre los precios.
El arbitraje se define como un esfuerzo para obtener un beneficio económico sin riesgo y sin inversión, por actividades simultáneas en diferentes mercados. A esto se le llama arbitraje puro.
Arbitraje en el Espacio: que es el arbitraje temporal o geográfico, implica vender un activo en un lugar donde hay dinero para comprarlo.
Arbitraje a través del Tiempo: que primero se compra el activo, y después existe un compromiso de venta del activo en el futuro La especulación la podemos definir como una operación comercial o financiera que se lleva a cabo con mercancías o valores con el objetivo de obtener lucro a partir de las variaciones de los precios o de cambios en otras variables.
Según el ex jefe del DHS [ Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (en inglés, United States Department of Homeland Security; abreviado como DHS) ], es demasiado tarde para proteger la privacidad digital. La Nueva lucha digital será sobre la autonomía en línea.
Los gigantes de la tecnología han recopilado gran parte de nuestros datos durante tanto tiempo que ya es demasiado tarde para tomar medidas preventivas para proteger la privacidad digital, según el ex secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff.
«En realidad nos estamos vigilando. Estamos haciendo una gran cantidad de la colección que solíamos imaginar que sería el gobierno, como individuos», dijo Chertoff en «CBS esta mañana».
«Damos vueltas, tomamos selfies, nos fotografiamos, subimos cosas a Internet … Y es por eso que nos hemos convertido en Little Brother en el lugar de Big Brother».
«Siempre nos ha preocupado que Gran Hermano forzara su camino a nuestra casa, pero Gran Hermano no necesita golpear la puerta. Actualmente estamos extendiendo la alfombra roja para darle la bienvenida», agregó.
Debido a que el tema de la privacidad digital está esencialmente muerto gracias a Facebook y Google, los estadounidenses deberían centrarse ahora en mantener la autonomía y la libertad en línea, afirma.
«La idea de que vamos a mantener las cosas a puerta cerrada realmente se ha vuelto casi pintoresca. Así que ahora la pregunta es, ¿qué sucede cuando se generan los datos? ¿Tenemos algún control sobre eso? Y ese es el lugar donde el campo de batalla es en términos de nuestra libertad, porque si las personas tienen una visión del cien por ciento de todo lo que hacemos todo el tiempo, entonces la capacidad de manipularnos y coaccionarnos se convierte en un problema real«, dijo.
El precio de usar Internet no debería ser entregar sus datos, y los usuarios deberían asumir una mayor responsabilidad sobre cómo se crean sus datos.
«Creo que necesitamos que los Tribunales y el gobierno evalúen el equilibrio en términos de control de datos. Ahora tenemos plataformas que son tan vastas que en realidad son casi monopolios … Las personas tienen derecho a decir que no sin sacrificar su capacidad para acceder a la plataforma «, dijo.
El problema de la privacidad en línea resurgió después de que Facebook fue descubierto vendiendo información de 87 millones de usuarios a un tercero analista de datos, Cambridge Analytica, a principios de este año.
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El presidente Trump también sugirió que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) violó la privacidad de los estadounidenses a principios de este mes luego de que la secreta agencia de espionaje anunciara que había borrado cientos de millones de sus llamadas telefónicas y mensajes de texto debido a «irregularidades técnicas».
«¡Guau! La NSA ha eliminado 685 millones de llamadas telefónicas y mensajes de texto. ¿Violaciones de privacidad?» el presidente
escribió en Twitter. «Ellos culpan a las irregularidades técnicas. Tal desgracia. ¡La Cacería de Brujas continúa!»
En Suecia, el 59% de las operaciones se realizan vía comercio electrónico
En Argentina, estas operaciones representan sólo el 13% de los pagos.
Por Caetano Mohorade.
La tecnología continúa avanzando alrededor del mundo y el mercado de dinero no parece ser la excepción. Los medios de pago electrónicos están tomando cada vez más lugar en las economías más desarrolladas, al punto de que está desapareciendo el efectivo.
Según un reporte del World Economic Forum (WEF), entre 2007 y 2015, el dinero en circulación se redujo casi un 15% en Suecia, mientras que entre 2010 y 2015, la cantidad de pagos en efectivo prácticamente se redujeron a la mitad (del 39% al 20%). El consumo a través de medios electrónicos ascendió al 59% debido a que el 95% de la población tiene acceso a una tarjeta de crédito o débito. En 2015, se hicieron en promedio 290 pagos con tarjeta en el año por persona, cifra que se ubica por encima de los montos registrados en Europa (104, en promedio).
Existen distintas razones por las cuales Suecia se está convirtiendo en una sociedad sin efectivo. La mayoría de la población tiene acceso a celulares smartphones o tablets, lo que les permite realizar transacciones financieras y ganar tiempo. Pero, además, el efectivo es costoso para los bancos, por lo cual las entidades prefieren optar por los pagos electrónicos. También hay una gran confianza dentro de la población por estos medios de pago.
A nivel internacional, las operaciones sin efectivo alcanzaron los u$s433.100 millones en 2015. Y se espera que la cifra ascienda a u$s2,2 billones en 2020. Junto con Suecia, Singapur (61%), Holanda (60%) y Francia (60%) son algunos de los principales países que dependen en mayor medida de las transacciones electrónicas.
Los niveles que manejan estos países se mantienen muy por encima de las cifras registradas en la Argentina. En el país, el nivel de bancarización se encuentra en torno al 50% de la población, lo que significa que nos encontramos en niveles similares a los de Argelia (50%), o Botsuana (52%). En 2015, los pagos con tarjeta de crédito representaban un 13% del consumo en general. Esta cuestión, sumada a los elevados niveles de informalidad (alrededor del 40%) y de la evasión, hace complicado que la Argentina pueda desarrollarse, al menos en el corto plazo, en la utilización de los medios de pago electrónicos.
Además, hay cierta reticencia por parte de los consumidores en el país a desarrollar el e-commerce debido a que sienten que con efectivo pueden controlar sus gastos, mientras que las tarjetas de crédito generan una «ilusión de riqueza» que los termina llevando a aumentar los niveles de consumo. También existe cierto temor al robo de datos en internet a partir de los pagos vía tarjeta de crédito o de aplicaciones móviles de pagos.
Ana Laura Jaruf, economista de la Cámara Argentina de Comercio, destacó que «el Gobierno junto con el BCRA están implementando medidas para aumentar el nivel de bancarización». Explicó que «lo que se busca es generar una mayor competencia y transparentar el mercado para obtener una reducción de costos y así lograr este objetivo». «Para esto, es necesario generar un mayor conocimiento dentro de la población y ofrecer mayores medios de financiación», agregó Jaruf.
La economista destacó también que todavía hay ciertas complicaciones que evitan el crecimiento del segmento, como los elevados niveles de informalidad. Consideró que «hay que generar incentivos para que tanto en el mercado laboral como en el de comercio haya mayor formalización de la economía». «El hecho de seguir manteniendo altos niveles de informalidad genera que la gente opere por fuera de la ley y esto termina repercutiendo sobre los fondos públicos». «Promover los medios de pago electrónicos evita el desarrollo de la evasión y del crimen organizado, que se mueven a través de billetes y monedas, lo que permite que se evadan impuestos».
La Argentina se encuentra en un punto de inflexión. El Gobierno busca aumentar la bancarización y el sistema financiero en un mediano/largo plazo, lo que terminaría repercutiendo positivamente sobre este proceso. Para eso, debe continuar desarrollando las medidas necesarias para llevar a cabo este proceso y debe concientizar sobre los beneficios que generan los medios de pago electrónicos.
Facebook en crisis: se desplomaron sus acciones y por primera vez pierde usuarios en todo el mundo
Las acciones de la red social en Wall Street se desplomaron después de que Mark Zuckerberg anunciara la pérdida de usuarios activos.
Por Darío Silva D’Andrea.
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Facebook reportó el miércoles sólidos ingresos y ganancias en el segundo trimestre: su ganancia trimestral subió 31% a 5.100 millones de dólares y que sus ingresos aumentaron 42% a 13.000 millones de dólares. Sin embargo, no fueron todas buenas noticias. La compañía reconoció que los problemas que atravesó en los últimos meses empezó a afectar su multimillonario negocio y que la cantidad de usuarios creció menos de lo esperado, lo que hizo tambalear sus acciones.
La red social anunció que la cantidad de usuarios mensuales activos subió en los últimos tres meses un 11% hasta alcanzar los 2.230 millones, una cifra inferior a los 2.250 millones que se esperaban. Mientras tanto, los usuarios diarios también aumentaron menos de lo estimado un 11% a 1.470 millones, en comparación con el 13% del trimestre anterior. En Europa, los números cayeron estrepitosamente: se esperaban 279, millones de usuarios activos pero solo se alcanzaron los 276 millones, un retroceso de tres millones de usuarios.
Facebook reportó además ingresos por 13.200 millones de dólares y casi todo (13.000 millones) provino de la publicidad online; un sector que domina junto a su rival Google. Aunque había caído tras el estallido del escándalo de Cambridge Analytica meses atrás, la acción de Facebook se recuperó luego y alcanzó niveles récord este mes. Según la firma de investigación de mercado eMarketer, Facebook tendrá el 18% de los 273.290 millones de dólares del mercado mundial de la publicidad en línea y se mantendrá detrás de Google que tendrá el 31%.
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El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció los datos este miércoles, durante una videoconferencia. El dato del aumento de ganancias, sin embargo, no fue suficiente para distraer a los inversores de las malas noticias que la compañía también tuvo que anunciar, ya que Facebook espera que disminuyan significativamente sus tasas de crecimiento de ingresos y sus márgenes operativos en los próximos años.
Así lo demostraba la cotización de Facebook en Wall Street, que durante la presentación de resultados bajó hasta un 24%. De hecho, el encuentro con Zuckerberg y el resto de altos cargos de Facebook sólo empeoró la caída de sus acciones. Después de que se conociera el desplome de las acciones de su compañía en la Bolsa de Nueva York ante un mal balance del último semestre, el patrimonio del joven empresario llegó a caer unos 16.800 millones de dólares, según informó Bloomberg.
«Nuestra comunidad y negocios siguen creciendo rápidamente. Estamos comprometidos en invertir para mantener a la gente segura y salva y a seguir construyendo formas significativamente nuevas de ayudar a conectarse», dijo Mark Zuckerberg. El empresario agregó no espera que un significativo impacto por el escándalo de robo de datos de usuarios realizado por la firma Cambridge Analytica y descubierto meses atrás, pero los datos del último trimestre muestran un enfriamiento, según The Wall Street Journal.
La red social Instagram, propiedad de Facebook, está en crecimiento y aportará este año 8.000 millones de dólares en publicidad al grupo.
«Los líderes de la compañía, incluido su director ejecutivo, Mark Zuckerberg, añadieron que no es probable que la trayectoria mejore en el corto plazo, especialmente a medida que Facebook gasta para mejorar la privacidad y la seguridad de los usuarios», explicó el New York Times, que afirma que el escándalo protagonizado junto a la consultora polítuca Cambridge Analytica «tendrá un efecto duradero en su máquina generadora de ganancias». «Esta es una situación complicada para Facebook», dijo Daniel Ives, director de estrategia y jefe de investigación tecnológica de GBH Insights, una firma de investigación de marketing, citado por el mismo diario.
«De cara al futuro, continuaremos invirtiendo fuertemente en seguridad y privacidad porque tenemos la responsabilidad de mantener a las personas a salvo», dijo Zuckerberg, refiriéndose a las nuevas opciones que la red social piensa ofrecer a sus usuarios. También se anunció que la compañía quiere contratar a 20.000 personas para fines de 2018 para ayudar a revisar el contenido publicado y trabajar en pos de la seguridad de los datos de sus usuarios.
Las acciones de Facebook descendieron hasta 24% tras el cierre de Wall Street este miércoles después del reporte de baja de usuarios mensuales activos.
Tres factores clave están impulsando el descenso de los ingresos de Facebook, según el director financiero de Facebook, David Wehner. «En primer lugar, la batalla de divisas», explicó el Business Insider. «El año pasado, los ingresos de la compañía en el extranjero aumentaron porque el dólar se apreció frente a otras monedas, pero la caída del dólar de este año reducirá el valor en dólares de los ingresos en el extranjero de la empresa».
En segundo lugar, Facebook está poniendo más énfasis en las «historias» o stories, los mensajes, fotos y vídeos que desaparecen en 24 horas, pero todavía no gana lo esperado.
Por último, la empresa se está centrando en la privacidad y la seguridad, y Zuckerberg había advertido que podría perjudicar a la rentabilidad de la red social. Las nuevas opciones que Facebook ofrece a los usuarios para que eviten, si lo desean, que sus datos se almacenen -a raíz, en parte, de la nueva ley de privacidad en la Unión Europea, conocida como el «Reglamento General de Protección de Datos»-, podrían llevar a generar menos ingresos publicitarios, dicen los especialistas.
Cuáles son las 3 familias más ricas del mundo (y quién podría destronarlas)
Los Walton son la familia más rica del mundo. .
Los imperios familiares con fortunas heredadas dominaron por décadas el mundo de los multimillonarios en el mundo. Hasta que empezaron a ganar terreno los llamados «self made», aquellos emprendedores que han hecho su fortuna por sí mismos y que surgieron en varios continentes en los últimos años.
En el último ranking elaborado por Bloomberg sobre las dinastías familiares más adineradas del mundo, las primeras son de origen estadounidense. Se trata de los Walton, que controlan la mitad de Walmart; los Koch, con intereses en distintas industrias; y los Mars, dueños de las mayores marcas de chocolates del planeta.
La fortuna de estos tres clanes suma US$340.000 millones, una cifra superior al producto interno bruto (PIB) de países como Colombia, Chile o Perú.
Sin embargo, las listas de riqueza que elaboran tanto Bloomberg como Forbes solo contemplan fortunas conocidas públicamente y no incluyen los recursos de dinastías árabes o de otros fondos que no cotizan en bolsa y de los cuales no se tiene información. Familias como los Rothschild o los Rockefeller tienen recursos que se han vuelto demasiado difusos con el paso de los años como para darles una valoración precisa, dicen los expertos.
1. Familia Walton: US$151.500 millones
El clan Walton es la familia más rica del mundo. Rob, Jim, Alice, Lukas, Christy y Nancy controlan la mitad de la mayor empresa de retail o comercio minorista del mundo: Walmart, fundada en 1962 por Sam Walton.
Las 12.000 tiendas del gigante vendieron US$500.000 millones en 2017, generando cuantiosas ganancias para los miembros de la familia.
Alice Walton es la mujer más rica del mundo por las millonarias ganancias de Walmart. .
Su riqueza combinada es superior a la que tienen emprendedores como Jeff Bezos o Bill Gates, y al PIB de países como Costa Rica, Panamá, Guatemala o Ecuador. Alice Walton, la única hija del fundador del imperio, es actualmente la mujer más rica del mundo con US$41.300 millones.
2. Familia Koch: US$98.700 millones
Los hermanos Frederick, Charles, David y William heredaron la refinería depetróleo de su padre. Una intensa lucha por el control del negocio en la década de los 80, hizo que Frederick y William abandonaran el negocio.
Koch Industries, actualmente manejada por Charles y Davis -conocidos como «los hermanos Koch»-, es un gigantesco conglomerado con intereses en el sector industrial, financiero y comercial.
Los hermanos Koch (David y Charles) controlan un gigantesco conglomerado con intereses económicos y políticos. .
Los hermanos son conocidos en Estados Unidos por destinar una parte importante de su fortuna a financiar candidatos conservadores y causas como, por ejemplo, recortar impuestos, reducir el gasto fiscal y frenar acciones contra el cambio climático.
Analistas los consideran como una «empresa políticamente activa» que suele estar presente de una u otra manera en los pasillos de la Casa Blanca y el Capitolio. A pesar de ser aliados del presidente Donald Trump en muchos frentes, recientemente financiaron una campaña contra los aranceles impuestos por el mandatario a varios países.
3. Familia Mars: US$89.700 millones
Esta dinastía empresarial comenzó cuando Frank Mars vendía dulces en Washington en 1911. La firma, cuyos únicos dueños son la propia familia, vende productos como M&Ms, Milky Way, Mars, chicles y artículos para mascotas bajo las marcas Pedigree y Whiskas, además de comida envasada.
Una de las herederas es la nieta del fundador, Jacqueline Mars, dueña de un tercio del negocio y la segunda mujer más rica del mundo. Graduada en antropología y divorciada con tres hijos, trabajó durante 20 años en la empresa y participó en el directorio hasta 2016.
El posible destronador
Aunque las fortunas familiares han sido históricamente mayores que la riqueza de un solo individuo, esto podría cambiar en cualquier momento. A comienzos de este año Jeff Bezos, el CEO de Amazon, se convirtió en la persona más rica del mundo, con una fortuna estimada en US$105.100 millones.
Jeff Bezos está a punto de destronar a la dinastía familiar de los Walton. .
Sin embargo, durante los últimos meses sus recursos han crecido a un ritmo vertiginoso, principalmente por las ganancias que le reporta el servicio Amazon Prime.
Según Bloomberg, Bezos ya cuenta en mes de julio con US$150.000 millones, mientras que Forbes calcula su riqueza en US$148.000 millones. En cualquiera de los dos casos, Bezos está a un paso de superar a la familia Walton, algo que podría convertirlo en la persona que arrebate el trono al histórico clan estadounidense.