La moneda está en el aire

octubre 11, 2015

Todo se decidirá en los últimos días

Por Joaquín Morales Solá.

Daniel Scioli tiene un problema electoral con Cristina Kirchner, y Mauricio Macri tiene un conflicto, también electoral, con la pertinacia política de Sergio Massa. Cristina le edificó un techo a Scioli que ya nadie sabe si está en el 40% de los votos. La desafiante, y a veces provocadora, campaña de Massa estorba el potencial crecimiento de Macri. Cuando faltan dos semanas para las elecciones presidenciales, éstas se han convertido ya en las más imprevisibles desde las de 2003. Lo único cierto es que se está comprobando la vieja afirmación de casi todos los encuestadores: un 60% de la sociedad exhibe una definitiva fatiga del kirchnerismo.

El límite de Scioli, hasta ahora inexpugnable, es el que le impide acceder a los votantes independientes de los sectores medios de la sociedad. Scioli viene buscando sin suerte a esos votantes desde la misma noche de las primarias de agosto. Sabe que nunca tendrá asegurado el triunfo en primera vuelta sin tres o cuatro puntos porcentuales provenientes de esos segmentos sociales.

El gobernador no encontró la forma de distanciarse de Cristina (o no la quiere buscar), y ésta no hizo nada para ayudar a su candidato a liberarse de su tutela. Al contrario, es evidente que la Presidenta saborea los actos ostensibles de dependencia política por parte de Scioli. Vale la pena tener en cuenta un dato esencial: el 60 por ciento de los que dicen que nunca votarían a Scioli aseguran que gobernaría Cristina si el candidato de su partido ganara la presidencia. Scioli tiene dos semanas para demostrar que no será así o, al menos, para señalar las diferencias que existen entre él y Cristina.

La mayoría de los encuestadores (incluida la medición de Poliarquía que hoy publica LA NACION) indican que Scioli corre el riesgo de no llegar al 40 por ciento de los votos. No llegó a esa cifra en las primarias de agosto, en las que obtuvo el 38,7 por ciento de los votos nacionales. El margen de ese riesgo puede ser pequeño, pero cualquier margen es grande para semejante riesgo. Si ningún candidato sacara el 40 por ciento de los votos, los dos más votados deberían ir a segunda vuelta sin importar la diferencia que hubiera entre ellos. Desde ya, no se trataría sólo del drama político y personal de uno o dos candidatos, sino de un problema sustancial para la política por venir. Terminarían compitiendo en el ballottage dos candidatos muy debilitados.

Macri no logra tampoco superar el caudal de votos que consiguió en las primarias. El jefe porteño modificó en los últimos días una campaña que estuvo signada más que nada por la rutina y la grisura. El contraste con la campaña de Massa resultaba perdidoso para él, sobre todo porque Massa se desprendió de las inhibiciones desde que salió tercero en las primarias. Promete meter presos a los corruptos (sin aclarar que los jueces son los únicos que pueden disponer de la libertad de las personas) o que llevará a las Fuerzas Armadas a los barrios pobres para combatir el narcotráfico (sin tener en cuenta que la Armada no puede a veces mantener los barcos flotando en el agua y que la Fuerza Aérea carece de aviones hasta para entrenamiento). Sólo interpreta la melodía que vastos sectores sociales quieren escuchar. Sea como fuere, Massa logró torcer una idea histórica según la cual las sociedades no votan a quienes salieron terceros en elecciones primarias o en las encuestas.

Es cierto, de todos modos, que en las últimas 72 horas las mediciones telefónicas comenzaron a registrar un crecimiento de Macri, que las encuestas presenciales no pudieron verificar por su propia y lenta dinámica. De hecho, la encuesta de Poliarquía se cerró el martes pasado y las novedades telefónicas comenzaron a producirse en la tarde del miércoles. Es habitual que un porcentaje de la sociedad decida su voto (o lo cambie) durante la última semana previa a las elecciones. Dramático proceso en situaciones como la actual, cuando uno o dos puntos pueden decidir muchas cosas. Es demasiado pronto para establecer si comenzó a funcionar el voto útil. ¿Qué es (o qué significa) el voto útil del que tanto se habla? Significa que un sector del electorado, que vacila entre Macri y Massa, se volcaría por el candidato con más posibilidades de acorralar al oficialismo, aunque no sea el que más le guste. Macri es, por razones obvias, el profeta más interesado en propagar la necesidad del voto útil.

Macri no ha perdido la seguridad de que será presidente; Scioli tampoco. Cualquiera de los dos se encontrará con el país de Cristina. Un país con una economía que sobrevive con respirador artificial, pero, al mismo tiempo, habitado por una sociedad que no percibe una crisis económica. La fórmula (una sociedad inconsciente de la crisis) es la peor para administrar la política, porque las necesarias decisiones que deberán tomar serán siempre incomprendidas. Aun los críticos del cristinismo se han acostumbrado a las ventajas efímeras del populismo.

Un debate que rodea ese futuro próximo sucedió en los últimos días cuando políticos y economistas discutieron sobre qué harán con los holdouts (o fondos buitre). Todos los economistas razonables saben ya que no habrá posibilidad de diseñar un futuro sin un acuerdo con esos fondos. Dos voces inconfundiblemente sciolistas (el gobernador Juan Manuel Urtubey y el economista Mario Blejer) señalaron que sin ese acuerdo será imposible acceder a los mercados financieros internacionales. Es decir, al crédito externo que, según Blejer, amortiguaría los efectos del impostergable ajuste de la economía.

Aníbal Fernández narcotraficanteEl infaltable Aníbal Fernández comparó en el acto a Urtubey con Macri, lo que, según la teología del cristinismo, significa un flagrante acto de apostasía. Aníbal es un político que cuenta con buena información; sabe, por lo tanto, que Urtubey representa las ideas de Scioli y que el gobernador salteño estaba hablando en nombre del candidato presidencial de su partido. Tampoco es Aníbal un político con ganas de pelearse con Scioli; de hecho, Aníbal fue un sciolista furtivo, casi clandestino, cuando todavía la candidatura presidencial del oficialismo no se había resuelto. No demos más vueltas: Aníbal salió a descalificar los anuncios de acuerdos con los holdouts por orden de Cristina y no por vocación propia.

Scioli escapó de esa ratonera por un camino lleno de incomprensibles imprecisiones. «Mi prioridad no son los fondos buitre, sino el empleo de los argentinos», dijo. Nada. Ni desmintió a sus portavoces ni los respaldó. A su lado, se pavonearon luego asegurando que acordarán con los fondos buitre después de desplumarlos con una quita de entre el 30 y el 40 por ciento de la deuda. Pero ¿será posible hacer semejante poda? Esos fondos recibieron el viejo apelativo de buitre por lo que son y por lo que hacen, pero tienen en sus manos una sentencia firme de la justicia norteamericana. Se podrán negociar con ellos los plazos y las tasas de interés, pero no el capital de la deuda, resuelto ya por los tribunales norteamericanos. El discurso que no contempla esa realidad, tan antipática como inmodificable, expresa sólo el teatro y la distracción.

Tanto Blejer como el macrista Federico Sturzenegger tienen razón cuando anuncian que podría llegar mucho dinero del exterior en créditos. La razón se torna relativa cuando no cuentan toda la historia. No habrá lluvia de dólares sin un acuerdo con los holdouts, sin una política de reducción del monumental déficit fiscal, sin una modificación del tipo de cambio, sin una política seria para combatir la inflación y sin la reconstrucción de las destruidas estadísticas nacionales.

Cristina Kirchner y Daniel Scioli

Cristina Kirchner y Daniel Scioli

La deducción es muy sencilla. ¿Quién le prestaría dólares a un gastador compulsivo? Cristina Kirchner heredó un Estado con un superávit del 4% sobre el PBI y entregará uno con un déficit que podría llegar al 8%, según los últimos cálculos. Con palabras más directas: Cristina aumentó el gasto fiscal en un 12% del PBI. Además, la Argentina registra un crecimiento cero desde 2012. Lord Keynes escribió la teoría de que el Estado debe intervenir en los momentos de crisis para ayudar a la economía a levantarse de sus parálisis, pero nunca dijo que debía tirar el dinero por la ventana, sin ton ni son.

La película sobre la política argentina no concluirá el 25 de octubre ni el 22 de noviembre, el domingo de una posible segunda vuelta. La parte más crucial y conflictiva (y, por eso, más fascinante) comenzará el día después.

Fuente: La Nación, 11/10/15.


 

Scioli mantiene una amplia ventaja pero no lograría evitar el ballottage

Obtendría el 37,1%, aunque con la proyección de indecisos orilla el 40% que necesita para ganar en primera vuelta; Macri queda a más de 10 puntos y Massa mejora levemente.

Un escenario con escasas modificaciones respecto de los resultados de las PASO del 9 de agosto es lo que permite concluir una encuesta de Poliarquía Consultores realizada para LA NACION, cuando faltan dos semanas para las elecciones generales del 25 de octubre. El triunfo de Daniel Scioli se repetiría, así como el segundo puesto de Cambiemos, y el tercero de UNA. Sin embargo, la victoria no le alcanzaría al gobernador bonaerense para ganar en primera vuelta. Los tres principales espacios políticos registran variaciones leves en sus números, que quedan relativizadas si se analizan los rangos de proyección del voto de los indecisos.

Según el sondeo, realizado entre el 2 y el 7 de octubre entre 1838 casos, la fórmula Scioli-Carlos Zannini (FPV) alcanza un 37,1% de intención de voto; Mauricio Macri-Gabriela Michetti (Cambiemos), un 26,2%, y Sergio Massa-Gustavo Sáenz (UNA), un 20,1%. El escenario no es muy distinto a lo que ocurrió en las primarias del 9 de agosto, en las que el FPV se alzó con el 38,6%, Cambiemos (que tenía tres precandidatos presidenciales), con el 30,1%, y UNA (que contaba con dos precandidatos), con el 20,5 por ciento. El rango de proyección de los votantes indecisos que incluye el trabajo de la consultora permite observar tendencias en los principales candidatos presidenciales. Para Scioli, este intervalo abarca del 38,5 al 41%; para Macri, del 27,5 al 30%, y para Massa, del 21 al 23,5 por ciento.

«Scioli está cerca del objetivo de 40 puntos, pero no se puede afirmar que vaya a lograrlo. La encuesta muestra variaciones menores respecto de las PASO, con una leve tendencia al crecimiento de Massay una leve declinación de Macri, pero en un marco de estabilidad en la tendencia del voto», evaluó Eduardo Fidanza, director de Poliarquía.

Alejandro Catterberg, otro de los directores de Poliarquía, especificó: «Mauricio Macri debe recuperar dos o tres puntos del voto de Sergio Massa y uno de Stolbizer de forma de poder forzar un ballottage sin tener que depender de si Scioli supera el 40%. Aunque hay un leve crecimiento de Massa, no pareciera ser suficiente para poner en riesgo el segundo lugar de Mauricio Macri».

La comparación con el resultado de las PASO muestra la escasa variación en el escenario electoral. Según el escrutinio definitivo, Scioli logró el 38,6% en las primarias, es decir, un 1,5% menos que lo que le otorga la encuesta, pero dentro del rango de proyección que prevé.

Macri tiene el descenso más pronunciado con respecto a los comicios de agosto, en los que Cambiemos, incluyendo los votos obtenidos por Ernesto Sanz y Elisa Carrió (3,3 y 2,2%, respectivamente), llegó al 30,1%. La encuesta establece que el jefe de gobierno porteño se ubica un 3,9% por debajo de ese porcentaje, aunque su máximo valor de proyección le permitiría repetir lo logrado en las PASO.

El caso de Massa muestra un 0,4% menos de intención de voto que lo obtenido por UNA en las PASO, en las que compitió también José Manuel de la Sota, quien obtuvo un 6,2%. En el primer turno electoral nacional, UNA llegó al 20,5%. La proyección que demarca la encuesta de Poliarquía para la candidatura del tigrense se ubica en un piso del 21% y un techo del 23,5%, un leve ascenso con respecto a las primarias.

Fidanza explicó cómo se está moviendo el voto no kirchnerista, según la encuesta. Señaló que «hay evidencias para pensar que el voto opositor está oscilando entre Macri y Massa, con una tendencia a perderlo por parte del candidato de Cambiemos, y a ganarlo por parte del postulante de UNA». El sondeo de Poliarquía Consultores tampoco trae diferencias significativas para Margarita Stolbizer (Progresistas), a la que ubica con 3,8%, ni para Nicolás del Caño (Frente de Izquierda y de los Trabajadores), a quien le adjudica un 3,3%, ni para Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal), quien llegaría al 1,9%. Un 2% de los encuestados respondió que votará en blanco, y un 5,6% se mostró indeciso, o no contestó.

Para Fidanza, el rol de los indecisos no aparece, en principio, como determinante a la hora de definir el resultado electoral.«No hay pruebas para plantear que los indecisos vayan a votar muy diferente de los que ya decidieron», dijo Fidanza a LA NACION.

El desempeño de los candidatos en el Gran Buenos Aires trae un dato importante. La encuesta marca que Massa, con un 23%, le arrebata el segundo lugar a Macri en esa región, en la que el líder de Pro llega al 19%. Scioli gana en el conurbano con el 38%. «Se observa un crecimiento de Massa en la provincia de Buenos Aires. En el GBA donde UNA salió tercero en las PASO, hoy aparece por encima de Pro», analizó Catterberg.

«La polarización que se esperaba todavía no ocurrió, pero no puede descartarse que se dé en estas dos semanas», advirtió Fidanza. El trabajo de la consultora permite analizar este punto, ya que evalúa la intensidad de la decisión de cada votante.

El 65% de los que eligen a Scioli afirma estar «muy decidido», y sólo un 9% cambiaría su voto. En el caso de Macri, el 55% asegura tener «muy decidido» su voto por el candidato de Cambiemos, y un 12% admite que podría cambiar. El votante de Massa aparece como el menos seguro entre los tres principales postulantes. Un 45% de los que eligen al candidato de UNA afirma estar «muy decidido», mientras que el 19% podría modificar el voto.

Del editor: qué significa. Las últimas dos semanas serán decisivas para saber si Scioli supera el 40% y si Macri revierte la caída para ponerse a menos de 10 puntos.

Fuente: La Nación, 11/10/15.


 

La opinión sobre el Gobierno incide directamente en el perfil del votante

Scioli suma adherentes en el núcleo kirchnerista, Massa en el medio y Macri con los opositores.

Una de las determinantes más importantes para definir el voto es la evaluación de la gestión del Gobierno y el nivel de identificación con el kirchnerismo. Esa variable es la que en general incide en la vocación de continuidad o cambio del electorado.

En la encuesta realizada por Poliarquía para LA NACION, sólo el 13 por ciento aseguró sentirse identificado con el kirchnerismo y a favor de que sus políticas sean mantenidas.

argentina-elecciones-urnaEs más alta la cifra de los consultados que avaló la idea de que «el kirchnerismo hizo en general una buena gestión, aunque cometió algunos errores», ya que sumó el 32 por ciento. Esto quiere decir que hay un 45 por ciento que tiene una valoración total o parcialmente positiva de la gestión kirchnerista.

Sobre ese núcleo duro se sustenta la mayor parte del electorado de Daniel Scioli, que justifica su mensaje habitualmente apegado al del Gobierno.

El otro segmento es más importante. Hay un 34 por ciento de consultados en el sondeo que dice no sentirse identificado con el kirchnerismo y que se deberían cambiar la mayoría de sus políticas. Es un votante que se mantiene fuertemente anti-K.

A ellos se suma un 19 por ciento que evalúa que el oficialismo «hizo en general una mala gestión, aunque consiguió algunos logros». En total integran un 53 por ciento con un visión negativa del Gobierno, la mayor parte de los cuales son decididamente reactivos al kirchnerismo (hay un 2 por ciento en el rubro «no sabe/no contesta).

El perfil del votante

Cuando se hace el cruzamiento del perfil de los consultados con la intención de voto, surge claramente el sesgo de cada grupo.

Entre los que se sienten muy identificados con el kirchnerismo el 94 por ciento dijo que votaría a Daniel Scioli, mientras que sólo el 2 por ciento lo haría por Macri y el 3 por ciento por Massa.

En el casillero de los que evalúan como buena la tarea del Gobierno, aunque marcan errores, los votos se dispersan más. El 64 por ciento va a Scioli, pero Massa araña el 19 por ciento de ese sector. Macri sólo toma el 8 por ciento.

Cuando se pasa al cuadrante siguiente, donde están los que piensan que Cristina Kirchner hizo una mala gestión, aunque con algunos logros, Macri se impone con el 38 por ciento de adhesiones, contra Massa, que tiene el 28 por ciento, y Scioli, con sólo el 16 por ciento.

Finalmente, entre los «nada identificados» con el kirchnerismo, Macri domina ampliamente, con el 46 por ciento, secundado de lejos por Massa, con el 24 por ciento. Scioli sólo recoge en ese segmento el 3 por ciento de sus votos.

La escala permite comprobar no sólo la fortaleza de Scioli entre los adherentes al kirchnerismo, sino cómo Macri sigue teniendo su núcleo más fiel entre quienes tienen una opinión más negativa del Gobierno.

Pese a ello, el líder de Pro ha dado gestos en las últimas semanas en el sentido de mantener algunas políticas oficiales para ampliar su terreno electoral.

Massa, por su parte, tiene un electorado acorde con lo que en su discurso -ahora algo dejado de lado- era resumido como la «ancha avenida del medio». Parece ser un votante entre parcial y totalmente crítico del Gobierno.

Algo similar, aunque con matices, pasa con los votantes de Margarita Stolbizer, Nicolás del Caño y Adolfo Rodríguez Saá.

Fuente: La Nación, 11/10/15.


 

 

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Precursores químicos y Narcotráfico

septiembre 28, 2015

Otra polémica importación de drogas salpica a Aníbal Fernández

El candidato a gobernador K, complicado. Es de dos sustancias consumidas por jóvenes. El jefe de Gabinete había prometido control. Otros funcionarios en la mira.

Por Nicolás Wiñazki.

Anibal Fernández

Aníbal Fernández, jefe de Gabinete.

En octubre del 2008, el hoy jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, prometió en público que el Gobierno prohibiría por decreto a varias drogas peligrosas que hasta ese momento eran legales debido a vacíos de la burocracia que impedían su control. Una de las sustancias que se supervisaría, dijo, es hoy una de las drogas de moda: el “éxtasis líquido”, conocido en la química como GHB, GBL o Gamma Butirolatoa. El decreto prometido en el 2008 salió recién el 2010, y no incluyó al GHB.

El decreto que sí prohibió su uso masivo se difundió recién este año, siete años después de aquellas palabras de Fernández sobre el tema. Es el número 772/15. También incluye otras prohibiciones para sustancias que ya se conocían que eran usadas por los narcos, como el Cloruro de Etilo, o “lanzaperfumes”.

Entre el decreto del 2010 que iba a salir en el 2008, según Fernández, y hasta el que se publicó en mayo de este año, entraron al país cientos y cientos de toneladas de GHB y Cloruro de Etilo.

El programa PPT, de Jorge Lanata, informó anoche sobre estas situaciones, dando casos concretos de importaciones, y de denuncias judiciales al respecto.

La emisión de canal 13 mostró así cómo Aníbal Fernández está salpicado en esta nueva trama de drogas; antes habían acusado al funcionario de estar vinculado al caso efedrina.

Según los cálculos de PPT, realizados en base a informes de fuentes aduaneras, policiales y judiciales, sólo en el 2014 desembarcaron en los puertos nacionales 750 toneladas de GBL.

narcolavado 01En el 2015, en los meses anteriores a la salida del decreto 772 del 6 de mayo, o sea, al filo de que esa sustancia fuera ilegal, llegaron al país 240 toneladas más de GBL.

El dato más grave es que después de publicado el decreto que determinó que el GBL era un Estupefaciente, PPT demostró que ingresaron al menos 86 toneladas más al territorio nacional. A ese número se llega sólo si se tienen en cuenta a uno de los códigos aduaneros que se usan para importar esa sustancia. Clarín comprobó que bajo otro código la gamma butirolactona también fue importada de a cientos de kilos en el último tiempo.

Aníbal Fernández fue involucrado en el tráfico ilegal de la efedrina no sólo por denunciantes judiciales en el juicio del llamado Triple Crimen. También lo acusan dirigentes de la oposición en público y hasta sus rivales peronistas en privado. Ahora, el “caso GBL” vuelve a salpicarlo.

En el Gobierno es un secreto a voces que él entró en una lucha por manejar ese negocio con José Granero, el entonces titular de la Secretaría para la Programación y Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR).

Granero hoy está procesado por ese caso. Y entre aquella causa y ésta hay varias coincidencias que unen las dos tramas con Fernández.

Tras la salida de decreto de Estupefacientes 772/15 de mayo de este año, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), emitió una circular en la que argumenta razones para que esas dos drogas puedan ser importadas por industrias que acrediten su uso con fines lícitos.

El texto admite que el GBL no tiene “utilidad terapéutica”, pero afirma que podría ser usada como aromatizante, saborizante o elemento para la cosmética.

Sobre el Cloruro de Etilo, en cambio, dice que “podría emplearse como anestésico de uso tópico”, aunque de modo paradójico agrega que no se conoce caso en que se haya usado para eso.

La importación legal de GBL quedó bajo supervisión de Gladys Raquel Méndez, jefa del Instituto Nacional de Alimentos.

Méndez fue jefa de Psicotrópicos y Estupefacientes del ANMAT en los años en los que ese organismo debió controlar el uso legal de la efedrina. Declaró en la causa en contra de Granero. Pero su testimonio dejó dudas en la jueza del caso, María Servini de Cubría.

¿Por qué ahora permitiría que se importen de modo legal dos sustancias tan peligrosas? El Gobierno promete controlar los medicamentos a través de un sistema de “trazabilidad”, pero no hay pruebas de que eso haya pasado alguna vez.

Méndez es esposa del ministro de Salud, Daniel Gollán, quien está alineado en la campaña con Aníbal Fernández.

Durante los años de tráfico ilegal de efedrina, Gollán fue jefe de su esposa: trabajaba como subinterventor del ANMAT. Después ocupó un puesto en la SEDRONAR.

La sigla del organismo ya se explicó en esta nota: Secretaría para la Programación y Prevención de la Drogradicción y la Lucha contra el Narcotráfico.

Candidatura y campaña
Casi inmediatamente a la confirmación de que se bajaba de la carrera presidencial para subirse a la bonaerense, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, fue atacado por sus rivales, que lo vincularon con el narcotráfico. Arrancó el ahora massista Felipe Solá y también se sumó con ganas la macrista María E. Vidal. Incluso el rival interno K, Julián Domínguez, fogoneó el fantasma para ganar algunos votos.

Revelaciones e impacto
El testimonio en TV de uno de los acusados por el Triple Crimen de General Rodríguez de 2008, quien identificó a Aníbal Fernández como “La Morsa” y lo señaló como el posible autor intelectual de los asesinatos, reavivó el escándalo de la efedrina y lo dejó al funcionario en una posición incómoda. Ahora, un nuevo caso podría complicarlo.

Fuente: Clarín, 28/09/15.

Aníbal "La Morsa" Fernández, el Rey del Narcotráfico.

Aníbal «La Morsa» Fernández, el Rey del Narcotráfico.

 

 

 

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La droga causa estragos en Argentina

septiembre 11, 2015

El uso de drogas ya es uno de los 10 mayores riesgos de enfermedad en Argentina

Es el único país de América Latina donde el consumo aparece entre los principales factores que quitan años de vida saludable. Lo dice un estudio científico mundial hecho en EE.UU.

Por Valeria Román.

Consecuencias. El consumo de drogas de abuso está asociado al aumento de la impulsividad en la persona que puede llevar a adoptar conductas de riesgo. MARCELO CARROLL

Consecuencias. El consumo de drogas de abuso está asociado al aumento de la impulsividad en la persona que puede llevar a adoptar conductas de riesgo.

Por primera vez, el consumo de drogas de abuso –como la cocaína, la marihuana, la pasta base, el éxtasis, y otras sustancias ilícitas– pasó estar entre los 10 factores principales de riesgo de enfermedad y discapacidad en la Argentina. El cambio se dio entre los años 1990 y 2013. Así lo detectó un equipo del Instituto para la Medición y la Evaluación de la Salud y la Universidad de Washington, en los Estados Unidos, que publica hoy los resultados en la revista de medicina The Lancet. El trabajo, al que Clarín tuvo acceso, examinó los factores de riesgo de enfermedad en 188 países, y determinó que la Argentina es el único país de América Latina donde el consumo de drogas se incluye ahora en la lista de los diez primeros factores de riesgo que le quitan años de buena salud a los afectados.

En el ranking de los diez factores de riesgo para la Argentina, figuran el consumo del alcohol, el nivel de glucemia alterado, un índice que revela el funcionamiento de los riñones, el colesterol alto, y la dieta baja en frutas y en vegetales en los primeros lugares. En el séptimo lugar, aparece el consumo de drogas, que es seguido por baja actividad física, bajo consumo de nueces y semillas, y bajo consumo de granos enteros. Hace 25 años, el consumo de drogas de abuso no figuraba en el mismo ranking de los 10 factores para el país.

“Nuestro estudio analizó la posible contribución de 79 factores de riesgo a la carga de la enfermedad en cada país –explicó a Clarín desde Seattle uno de los investigadores que participaron en el trabajo, Bernardo Hernández Prado–. La metodología se basa en la contribución específica de cada factor de riesgo para cada enfermedad, y en qué tan prevalente es cada factor de riesgo. Se utiliza exactamente la misma metodología para analizar la información de 1990 y 2013. De esta forma, para el caso de Argentina, el consumo de drogas de abuso quedó clasificado como en el séptimo, y esto significa que aumentó su importancia”.

En los Estados Unidos, el consumo de drogas se ubicó en octavo lugar. A nivel global, ese factor de riesgo estuvo en la posición número 22. “Cada ranking se refiere al interior de cada país –aclaró Hernández Prado–. No implica necesariamente que un país esté mejor o peor que otro, ya que puede haber otros riesgos que compitan”.

El consumo de drogas de abuso (si se las considera en general), está asociado al aumento de la impulsividad en la persona, un cambio que puede llevar a la desinhibición del comportamiento y hacer que se adopten conductas de riesgo, como tener relaciones sexuales sin protección o se corra a gran velocidad y se sufran accidentes automovilísticos, según detalló a Clarín la psiquiatra Lucía Lizaso, de la clínica de conductas adictivas del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO).

“Además, el consumo de sustancias ilícitas puede aumentar el riesgo de infartos y ataques cerebrovasculares, y de padecer problemas en el hígado y los riñones”.

Para la psiquiatra, “el estudio publicado en The Lancet aporta datos interesantes. “El consumo de sustancias ilícitas subió a nivel mundial, y también en Argentina.

Durante los últimos años se producen drogas de síntesis que también son incorporadas al consumo. A nivel nacional, los datos del nuevo estudio podrían servir para diseñar mejorar políticas sanitarias sobre la problemática”, opinó Lizaso. Ayer, Clarín se comunicó con la Sedronar, el organismo público responsable de coordinar las políticas nacionales de lucha contra las adicciones, pero no quisieron hacer declaraciones. Pero contestaron que esperaban la publicación oficial del estudio para poder dar opiniones sobre la novedad.

La pregunta de fondo es qué hizo que el consumo de drogas de abuso pasara a tener tanto impacto negativo en la salud de muchos argentinos entre 1990 y 2013.

“Hubo una instalación generalizada del consumo de sustancias psicoactivas en general. En estos 25 años aumentó claramente el consumo de alcohol, de psicofármacos y de sustancias de comercialización ilícita, así como el policonsumo de 2 o más sustancias al mismo tiempo. Los riesgos y consecuencias se multiplican y se potencian al usar más de una sustancia por vez”, contestó Carlos Damin, jefe del servicio de toxicología del Hospital Fernández de Capital. En tanto, el doctor en psicología Hugo Míguez, que realizó un trabajo reciente en el tema para el Observatorio de la deuda social de la Universidad Católica Argentina (UCA) opinó, al ser consultado por Clarín, que hubo un fracaso de las campañas de prevención del consumo. “No había que “hacer campañas”, como si los caminos a recorrer desde la prevención en salud fueran los mismos que los de la mercadotecnia. Es mucho más complejo: el objetivo debería haber sido devolver el sentido de las cosas, y eso era territorio de la educación y no del “marketing preventivo”. Míguez advirtió que hay una brecha entre el 14% de los padres que supone el consumo de drogas en sus hijos y el 27% de los jóvenes que reconoce que consume. “La diferencia se debe a que los padres están buscando el problema con el estereotipo de “la adicción” (que es lo que “las campañas” le han inculcado). Los valores de consumo menos escandalosos quedan ocultos dentro de la tolerancia social, y no se registran hasta que es tarde. A los padres no les han dado los elementos críticos para percibir el problema”.

Fuente: Clarín, 11/09/15.

Aníbal Fernández narcotraficante

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Algo huele mal en el FPV

agosto 23, 2015

Entre Cristina y Scioli, algo no anda bien

A la Presidenta la cuesta aceptar su salida del poder. Está disconforme con el candidato. Quiere condicionarlo más. Scioli busca recostarse en el PJ. El camino hacia octubre es incierto.

Por Eduardo van der Kooy.

«Es un inservible». La sentencia de Cristina Fernández retumbó varias veces en la residencia de Olivos después de las primarias del 9 de agosto. Pudo ser escuchada por su círculo íntimo. También, por algún ministro confiable de paso ocasional. Todos supusieron que la calificación apuntaba a su desencanto con cierto funcionario de importancia relativa. Quedaron pasmados cuando descubrieron que refería a Daniel Scioli.

cfk va a la guerraCristina estaría atravesando días difíciles. Aquellos que marcarían de modo inexorable su salida del poder. Además del paulatino extravío de su protagonismo. Con las PASO arrancó el tramo decisivo de un proceso que recién podrá clausurarse a fines de octubre o de noviembre. Depende del balotaje. Ese recorrido será propiedad del mismo Scioli, de Mauricio Macri y de Sergio Massa. La Presidenta pasaría a ocupar un papel político de segundo orden. Inaceptable para ella, habituada a otra cosa distinta desde que en octubre del 2010 murió Néstor Kirchner.

La crisis de la mandataria resultaría engorrosa de explicar si se considera que fue ella quien resolvió ungir a Scioli y evitar una interna presidencial en el Frente para la Victoria. Incluso se ocupó personalmente de la ingeniería para que el gobernador de Buenos Aires no se sintiera como un heredero. Apenas como un comisionado. Estampó a su lado a Carlos Zannini. Habilitó a Aníbal Fernández para pelearle a Julián Domínguez la candidatura provincial. Se ocupó de esterilizar buena parte del sistema de los barones del Conurbano que apostaban por el jefe de la Cámara de Diputados. Empinó para el futuro Congreso a Máximo, su hijo, a Axel Kicillof, el ministro de Economía, y a Eduardo De Pedro, el secretario General de la Presidencia.

Leé también: Cristina se ocupa de que Scioli no tenga el rol principal

La jugada más brava consistió en hacer desistir de la competencia a Florencio Randazzo. No pudo convencerlo ni rendirlo para que aceptara la disputa bonaerense. Le hubiera ahorrado a la mandataria, tal vez, muchos dolores de cabeza. Recién empieza a develerase ahora la profundidad de la ofensa que sufrió el ministro del Interior y Transporte. Estaba entusiasmado con la carrera. Sintió frustración por aquel impedimento. Pero se indignó por el modo. Randazzo le había propuesto a la Presidenta llevar a Zannini como ladero para enfrentar a Scioli en la interna. Tres días después, el secretario Legal y Técnico se convirtió en el candidato a vice del gobernador.

Hubo otros asuntos que no se le podrían achacar a Cristina. Domínguez reparó mucho la semana pasada en la denuncia que Felipe Solá, el postulante del Frente Renovador, hizo ante la Justicia. Adujo que le robaron miles de votos. Al titular de Diputados le extrañaron también algunos aspectos del escrutinio que dictaminó su derrota en las primarias, por un estrecho margen. Ejemplos abundan en el Conurbano. Pero uno de ellos podría tildarse de emblemático. En Quilmes, su tierra natal y política, Aníbal Fernández venció a Domínguez por tres puntos. Sin embargo, el actual intendente, Francisco Gutiérrez, que respaldó al titular de Diputados, doblegó por trece puntos a Daniel Gurzi, el discípulo del jefe de Gabinete. Semejante ecuación habría demandado de un masivo corte de boleta de parte de los quilmeños. Un fenómeno que, en esa proporción, fue imposible de verificar en otro rincón de Buenos Aires.

Domínguez convivirá con el entripado porque no está dispuesto a enrarecer más el clima de intoxicación imperante en el oficialismo kirchnerista-peronista. Y porque tampoco desearía sumarle otro problema a Scioli. El gobernador tendría suficiente con el malestar de Cristina y el trabajo que le aguarda para no tener que exponerse a los peligros de un posible balotaje.

Scioli espera que aquel malestar presidencial con él pase lo más rápido posible. Ruega que responda a un berrinche de los que la Presidenta confesó en público que suelen aquejarla. Ese humor es inconveniente para el candidato por dos razones: lo perturbaría desde un ángulo emocional; lo expondría a la hipotética pérdida de los votos ultra K. También necesita que la Presidenta deje de insistir con que “no tengo candidato”, cuando se despacha en la discreción de su Palacio.

Scioli entiende el error que cometió con su inopinado viaje a Italia en medio de las inundaciones bonaerenses. Aunque no entiende mucho más. Apuesta a que Cristina recapacite sobre algo muy sensible: nadie le ofrece más garantías que él para que la Justicia no altere su tranquilidad fuera del poder. En los últimos días volvieron a escena dos causas que podrían convertirse en amenaza eterna de la Presidenta. La intervención de Scioli ante la Sala I de la Cámara Federal las logró bloquear, desviar o demorar: la muerte del fiscal Alberto Nisman, que había denunciado a Cristina por supuesto encubrimiento terrorista; Hotesur, una empresa sospechada de lavado de dinero que administra una cadena hotelera propiedad de la familia Kirchner, en El Calafate. En el primer caso, la denuncia resultó lapidada. En el segundo, se resolvió la separación de Claudio Bonadio. Fue sustituído por Daniel Rafecas. Un alivio. Aunque ese juez simule voluntad de investigar.

El enojo de Cristina le habría hecho perder al candidato K algunos casilleros en su plan de competencia. En estos meses hasta octubre, con el kirchnerismo asegurado, urdía una peronización de su campaña. Pero ahora estaría obligado de nuevo a ensayar otra aproximación con la Presidenta. Ella se exhibiría indiferente ante tal necesidad. Después de quince días de un silencio que se trufó con cierta clandestinidad –apareció sólo en una fotografía junto Aníbal Fernández y Martín Sabbatella, tras el triunfo de la pareja en la interna– reapareció casi en estado puro durante una cadena nacional. Con una combinación perfecta de distorsiones y dislates. También, de señales inevitables para una interpretación política: sentó a su lado únicamente al jefe de Gabinete y al ministro Kicillof. El candidato estuvo con el lote de mandatarios pejotistas. Como uno más.

Cristina habló por primera vez de las inundaciones, defendió las obras de su Gobierno y cuestionó el presunto oportunismo opositor. Pero no gastó un sólo minuto para defender a Scioli. La mandataria posee una convicción que heredó de su ex marido: el gobernador es siempre un candidato cotizado pero un flojito administrador.

Scioli se siente ahora atenazado entre la ira presidencial y las demandas de los gobernadores peronistas. Estos hombres quieren garantías de futuro. Las escuchó en el mitin del cual participó en Tucumán para apoyar en las elecciones de hoy la candidatura de Juan Manzur y el régimen de José Alperovich. ¿Cómo satisfacerlos con la tirría que Zannini le dispensa al movimiento de Perón (Juan)? ¿Cómo hacerlo, por otra parte, con un aspirante a la gobernación bonaerense aferrado por Cristina y refractario para el votante independiente?

Esos interrogantes no tienen por ahora respuesta. Menos, después del relevamiento que el sciolismo ordenó en Buenos Aires para detectar la manera de superar la votación en las PASO. Las conclusiones no habrían sido auspiciosas. Por un lado, la comprobación de que Massa tendría su clientela consolidada. También, el rastreo de que parte de los sufragios que juntó José de la Sota serían, al menos en Córdoba, más proclives a migrar hacia el macrismo que al kirchnerismo. Por otra parte, que el millón y medio de votos que cosechó Domínguez en la interna tenderían a diseminarse. Un 54% de ellos no estaría dispuesto a acompañar a Aníbal Fernández en su aventura por la gobernación. Sería imposible determinar todavía si optarían por María Eugenia Vidal o por Solá. En cualquier caso, un potencial serio trastorno para Scioli.

En el afán de captar a quienes no los han votado, Scioli, Macri y Massa estarían impedidos de divisar acabadamente los rasgos profundos del país del cual posiblemente se hagan cargo en diciembre. La vacilante economía no sería la única gran dificultad. Aunque las propias confesiones kirchneristas derraman miedo. Alejandro Vanoli, el titular del Banco Central, admitió que las reservas escasean. Silvia Batakis, la ministra de Scioli, sostuvo que en las presentes condiciones resulta imposible levantar el cepo. Los fondos tangibles no superarían los US$ 10 mil millones. Cristina asumió en el 2007 con US$ 46 mil millones en las arcas del Estado.

Esa situación económica se entronca con deficiencias estructurales básicas para la democracia, como la transparencia de su sistema electoral. La Cámara Nacional Electoral, en medio de la campaña, emitió una acordada en la cual expresó su preocupación y la necesidad de modificar el sistema de boletas de votación. También apuntó al extendido calendario electoral que este año en nuestro país, si hubiera balotaje, insumiría nueve meses. Detrás del desbarajuste no existiría sólo una normativa errada o una especulación política. También, la ventaja de que el desdoblamiento permite la fiscalización del comicio sólo a cada autoridad local y no a las federales. Riesgo de balcanización. Abundaron estos meses las denuncias sobre anomalías y fraudes. La violencia irrumpió con un joven militante radical muerto en Jujuy.

Cristina no reconocería nada de todo eso. Describe a la Argentina como un vergel en un mundo árido. Apenas manchado por opositores que apelarían a demagogias y mentiras. Aunque sinceró que peor que recurrir a esas artimañas sería ser, simplemente, personas malas. Casi un inconsciente autorretrato.

Fuente: Clarín, 23/08/15.
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Aníbal, el verdadero candidato de Cristina

Por Julio Blanck.

scioli zanini cfkCristina nunca quiso a Daniel Scioli, pero lo terminó haciendo candidato a presidente porque la única opción que tenía era enfrentarlo con paladín propio en la interna, y perder. Cristina nunca quiso a Aníbal Fernández, pero lo ayudó a ser candidato a gobernador porque toda la desconfianza que le despierta Aníbal daba menos que la suma de las desconfianzas que le provocaban los otros postulantes. O sea: Cristina tiene dos candidatos, los principales del país, a los que nunca quiso pero debió aceptar en un intento por disimular –y muy bien lo hace– cierta debilidad política estructural. Pero hubo cambios sutiles en esas relaciones matrizadas en el recelo y el desprecio a casi todos los demás que tan notoriamente ejerce la Presidenta. Hoy, el verdadero candidato de Cristina es Aníbal.

En las mesas de análisis del peronismo se especula con que la jugada profunda de Cristina es apoyarse en Aníbal para alfombrar su camino de regreso. Si fuese cierto lo que esas mentes conspirativas suponen, con Aníbal apuntalándola como gobernador Cristina se postularía a senadora por la Provincia en 2017. De allí al retorno a la Casa Rosada en 2019 habría sólo un paso. Todo se monta sobre la suposición de que candidatearse y ganar es una sola cosa. Visto así, Scioli sería apenas un estorbo transitorio. Gente ilusa hay en todas partes y algunos hacen negocio con eso. Pero ya sea puro delirio o información calificada, ese fantasma circula en las asesorías cercanas a Scioli.

Conviene recordar que los hechos y las palabras han sido inequívocos para demostrar a quién prefiere Cristina.

Primero los hechos. La Presidenta recibió en triunfo a Aníbal el día después de haber logrado la candidatura derrotando a Julián Domínguez. En cambio sobre Scioli, ganador de la PASO presidencial, sólo se escuchó su silencio. Recién se dejó ver diez días más tarde, el jueves último, en un acto para la celebración de su reaparición pública en el que hizo actuar a los gobernadores peronistas –Scioli incluido– como comparsa segundona.

Ahora las palabras. En esa gala de reencuentro con su público, transmitida por cadena nacional, la Presidenta fue muy clara. Dijo que la movida opositora destinada a desgastar a Scioli, facturándole su viaje a Italia durante las inundaciones, no había sido una campaña contra Scioli sino contra el Frente para la Victoria. Y enseguida explicó que a quien de verdad le hicieron campaña sucia fue a Aníbal, con aquella acusación que lo involucra con el tráfico de efedrina y el triple crimen de General Rodríguez.

Curiosa simbiosis por necesidad. Cristina siempre sintió aversión por el estilo personal y el modo de acción política de Aníbal, un peronista bonaerense de probada pureza genética. El que lo apadrinaba era Néstor, que, entre otras menudencias, siempre dejó en sus manos el manejo de las fuerzas de seguridad. Pero Néstor murió en octubre de 2010, en diciembre de ese año se produjo la violenta ocupación y posterior desalojo del Parque Indoamericano y Cristina, presidenta en soledad, le sacó a Aníbal –por entonces jefe de Gabinete– su juguete preferido.

Creó el Ministerio de Seguridad, nombró a Nilda Garré y puso en su jurisdicción a policías, gendarmes, prefectos y demás. El kirchnerismo duro coronaba así su propósito, ideológico y material, de tener bajo control político a las fuerzas de seguridad, sustrayéndolas del modo negociador del peronismo clásico de Aníbal.

Un año después, al definir los casilleros para su segunda presidencia, Cristina lo mandó a Aníbal a pastorear al Senado. Feo destino para un carnívoro. Allí estuvo casi tres años, hasta que en noviembre pasado ella lo volvió a llamar, cuando reorganizó su gabinete tras descabezar la SIDE. Aníbal volvió como secretario de la Presidencia y a fines de febrero, cuando Jorge Capitanich regresó a la gobernación del Chaco, coronó otra vez en la Jefatura de Gabinete.

Para entonces, ya hacía un mes que venía ganándose a paso vivo la consideración de Cristina. Se había transformado en la cara del Gobierno tras la muerte del fiscal Alberto Nisman ocurrida el 18 de enero, cuatro días después de haber denunciado a la Presidenta por encubrir a los iraníes acusados por la AMIA. “¿Te imaginás lo que hubiese sido el caso Nisman sin Aníbal?”, se pregunta hoy un kirchnerista con actuación destacada en Casa Rosada y el Congreso.

En el Gobierno cuentan que en plena conmoción inicial por la muerte del fiscal, Aníbal le prometió a Cristina sacarle de encima esa mochila colosal si le daban recursos suficientes y libertad operativa.

La maniobra política, judicial y mediática diseñada para enchastrar a Nisman por su vida privada, como una manera de ignorar y descalificar su denuncia, funcionó a la perfección. En menos de 45 días empezó a borronearse en la opinión pública la gravísima acusación a la Presidenta, quedaron en cambio sobrenadando los escandaletes privados reales o fraguados, y Cristina empezó a repuntar en las encuestas.

Hace dos meses, al entrarse en el tramo decisivo de la interna bonaerense, la preferencia evidente de Scioli por Julián Domínguez arrimó simpatías del kirchnerismo duro para Aníbal. Todo indica que el favor de Cristina se terminó de decidir cuando a Aníbal le cayó encima la denuncia por la efedrina, hecha en el programa de Jorge Lanata, y enseguida Julián apareció bailando chacarera en la misma pantalla, la de El Trece/Grupo Clarín, con Marcelo Tinelli. La Presidenta, por espanto si se quiere, consagró entonces a su preferido.

Se ha dicho mucho que Aníbal en campaña es un problema para Scioli. Lo dicen cerca de Scioli, en realidad. ¿Por qué? Porque Aníbal no admite medios tonos, tiene una imagen negativa fuerte y podría obstruir la llegada del candidato a los sectores independientes, de voto volátil, a los que necesita sumar para llegar a la Presidencia. Porque está claro que con lo que hoy tiene, a Scioli no le alcanza.

Parece mentira, pero a pesar de haber logrado el 38,4% en las PASO y aventajar por más de 8 puntos a Mauricio Macri, es habitual en estos días escuchar de gobernadores, intendentes y legisladores peronistas la misma idea: “Daniel la tiene difícil”. Por contraposición, cualquiera de ellos dice: “El que la lleva mejor es Aníbal, porque ganando por un voto es gobernador”.

Los peronistas que dicen esto están en la orilla de Scioli y se ilusionan con desplazar al kirchnerismo del centro de las decisiones. Es más: dicen que si Scioli no lo hace antes de octubre la elección está en riesgo.

Sobre el mismo escenario que dejaron las PASO, el kirchnerismo hace una evaluación muy diferente. Admite que Scioli puede estar en apremios electorales, pero asegura que son fruto de su incapacidad para captar votos más allá de lo que le asegura el kirchnerismo.

Un trabajo del consultor Artemio López afirma que la elección kirchnerista en las PASO estuvo “en el piso de lo previsto”. Igual, sostiene que “el escenario de triunfo en primera vuelta está disponible” para octubre. Pero de allí en más desgrana una mirada muy crítica hacia Scioli. Asegura que el Frente para la Victoria “no obtuvo ningún voto por fuera” de su espacio tradicional y que así “se desmoronó la hipótesis que suponía a Scioli poseedor de un plus de votos no kirchneristas”.

Se señala también que la clave para que el kirchnerismo no pudiera llegar al 40% en las PASO fue la provincia de Buenos Aires en general y la Tercera Sección (sur y suroeste del GBA) en particular, “poblada de segmentos vulnerables, tradicional electorado oficialista”.

Lo que dice Artemio es que donde hay mayor concentración de pobres, necesitados como nadie de la ayuda del Estado, la elección de Scioli estuvo por debajo de las expectativas. Notable sinceramiento sobre el peso electoral que se espera del clientelismo. Aunque, al fin, concede que eso puede responder no sólo a la supuesta falla del candidato sino también a factores como las inundaciones, los problemas de infraestructura en barrios populares y a las carencias económicas y sociales en general.

Para ponerse en posición de ganar la elección Scioli necesita mejorar su desempeño en la Provincia. Allí el peronismo hizo en las PASO su peor elección presidencial de la historia, con 39,5% de votos. La pregunta es si para alcanzar ese objetivo Aníbal es una locomotora que empuja o un freno que inmoviliza.

Desde municipios kirchneristas del GBA hay noticias de organizaciones sociales y vinculadas a la Iglesia que les están pidiendo a los intendentes que les armen la boleta sin Aníbal para repartirlas en su comunidad. No es un hecho generalizado. Pero está pasando.

Por ahora, más allá de los mutuos recelos, Scioli y Aníbal acordaron caminar juntos. Lo que importa es ganar. Como sea. Después se verá qué hacer con la herencia explosiva que uno y otro puedan recibir, en la Nación y la Provincia.

Podrá decirse que a Scioli presidente le convendría que Aníbal no sea gobernador, porque tendría a su espalda una poderosa base kirchnerista activa desde el primer día. Puede suponerse que Aníbal gobernador no querría tener a Scioli presidente, porque ganar en solitario podría convertirlo automáticamente en el nuevo jefe del peronismo. Son especulaciones.

¿Y Cristina? Tiene un favorito, quizás tenga un plan de retorno. Pero está obligada a jugar con cartas ajenas. Su suerte ya no es enteramente suya.

Fuente: Clarín, 23/08/15.
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Nuevas revelaciones sobre el espionaje a Nisman

agosto 22, 2015

Nuevas revelaciones sobre el espionaje digital a Nisman

Por Ariel Torres.

El experto en seguridad informática Morgan Marquis-Boire, que descubrió que el teléfono del fiscal Alberto Nisman tenía un potente virus espía, publicó ayer un extenso y meduloso artículo en The Intercept con los detalles técnicos de sus hallazgos. The Intercept es un sitio de First Look Media, la compañía fundada, entre otros, por Pierre Omidyar, que creó eBay.com en 1995, y Glenn Greenwald, el primero en publicar las revelaciones de Edward Snowden en el diario inglés The Guardian, en 2013.

Marquis-Boire, que fue entrevistado por LA NACION hace 10 días, había presentado pruebas de la campaña de espionaje contra el fiscal en la convención de hackers Black Hat, el 5 del actual. La noticia tuvo un enorme impacto en la Argentina y el domingo 16, en su programa de TV «Periodismo Para Todos», Jorge Lanata dijo que habían descubierto que en su computadora estaba el mismo virus que en el teléfono de Nisman. El archivo fue puesto a disposición del público vía Twitter y Marquis-Boire confirmó ayer, en su artículo, que el virus que estaba en el teléfono de Nisman es el mismo que el de la computadora de Lanata.

asesinato politicoLa extensa nota en The Intercept muestra, entre otras cosas, que el ataque informático contra Nisman no fue un caso aislado y que «la persona o personas detrás del intento de monitoreo parecen haber ejecutado otras operaciones de vigilancia en las que estaban involucradas varias ubicaciones de América latina». El experto también observa que en el proceso se crearon al menos cuatro versiones de los programas espía, que se comunicaban con el mismo servidor, y que dejaron rastros de que sus operaciones estaban activas por lo menos hasta marzo, lo que sugiere la posibilidad de que este espionaje online continúe todavía en la actualidad.

Esta clase de programa espía envía la información tomada de los dispositivos de las víctimas a centros de comando y control, desde donde reciben también las órdenes sobre lo que deben hacer. «En el caso de Nisman y Lanata, él programa espía era el mismo y se comunicaba con el mismo dominio remoto, «deyrep24.ddns.net», por lo que puede presumirse que eran controlados por las mismas personas», escribe Marquis-Boire. El virus (técnicamente, un troyano) encontrado en el teléfono de Nisman estaba preparado para ejecutarse en Windows, no en el teléfono, donde seguramente llegó cuando el fiscal leyó sus mails con el dispositivo móvil.

Unos párrafos más adelante, Marquis-Boire responde también a los dichos de Aníbal Fernández, que había minimizado la importancia del virus hallado en el teléfono de Nisman, calificándolo de algo común e intrascendente. «Su opinión amateur es incorrecta en ambos aspectos -afirma Marquis-Boire-. Este tipo de código malicioso no es similar al ransomware y las estafas bancarias que los usuarios comunes reciben habitualmente. Es algo usado para ver de forma remota las actividades de un individuo marcado como blanco y es altamente invasivo».

La investigación de The Intercept descubrió otros 3 programas espía que se comunicaban con el mismo centro de comando y control. El más antiguo (un archivo con el nombre «3 MAR PROYECTO GRIPEN.docx.jar») fue creado el 20 de noviembre del año último y subido a la base de datos Virus Total (una empresa de Google) dos días después desde una dirección IP en Ecuador.

Una segunda muestra («Documentos.pdf.jar») fue creada el 23 de diciembre de 2014 y subida desde la Argentina a Virus Total el 4 de junio del actual; en este caso, continúa el artículo, se usó otro programa espía, llamado «Adzok – Invisible Remote Administrator», que se vende online por 990 dólares, aunque los atacantes emplearon la versión gratis.

La tercera muestra («Reporte Confidencial.pdf.jar») fue creada el 9 de enero de 2015 y subida a Virus Total al día siguiente, también desde una dirección IP en Ecuador.

«Además -escribe Marquis-Boire-, descubrimos que los espías crearon un nuevo dominio de comando y control, «daynews.sytes.net», que pudimos vincular al servidor de comando y control usado en el ataque a Nisman y Lanata y relacionado con las otras muestras de programas espía. Los dos servidores estaban hospedados en la misma dirección IP simultáneamente e incluso fueron movidas a una nueva dirección y un nuevo servicio de hosting a la vez».

En diálogo con LA NACION, Marquis-Boire dijo que «mudar la infraestructura (por ejemplo, los dominios de comando y control) es una táctica común para frustrar el rastreo de la fuente de una campaña de espionaje digital».

El experto ha investigado muchas campañas de espionaje estatal. Entre otras:

Consultado sobre qué tan sofisticada es la campaña conducida contra Nisman en comparación con las otras que le ha tocado estudiar, el experto respondió: «Es mejor que la que investigué en Siria y peor que la del GCHQ inglés. Eso deja mucho espacio en medio».

Según dijo a LA NACION, Marquis-Boire decidió publicar el artículo en The Intercept porque «después de presentar esto en Black Hat quería mostrar los detalles completos de la investigación, debido a que es un caso de mucha notoriedad, y quería no sólo que la gente pudiera revisarlos, sino también que los expertos pudieran reproducir la investigación. De allí el apéndice con los detalles técnicos al final».

Fuente: La Nación, 22/08/15.

espionaje digital

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Cristina Kirchner condiciona a Scioli

agosto 22, 2015

Inquietan al sciolismo los límites que le fija el Gobierno

Por Mariano Obarrio.  

Cristina Kirchner y Daniel Scioli

Cristina Kirchner y Daniel Scioli

Pese a que la presidenta Cristina Kirchner aseguró que había decidido no enojarse nunca más, su discurso de anteayer por cadena nacional, sonriente y con un tono conciliador, demostró fastidio y desconfianza hacia el candidato a presidente del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, al punto de que en el sciolismo hicieron la lectura de que la mandataria buscó «marcarle la cancha».

Según pudo saber LA NACION, Scioli está resignado a que la Presidenta buscará condicionarlo durante toda la campaña hasta las elecciones presidenciales del 25 de octubre próximo y aún hasta el final de su mandato, el 10 de diciembre próximo. Por eso ayer había preocupación en el entorno sciolista por la difícil incursión a la Casa Rosada.

«El perfil propio se irá construyendo gradualmente si ganamos las elecciones, después de asumir», dijo un funcionario de la provincia. «El temor es el ruido enorme que puede producir en la campaña si no se modera, como quieren los gobernadores del PJ», confió otra fuente del sciolismo.

Según confiaron a LA NACION fuentes de la Casa Rosada, Cristina comentó en su intimidad que se involucrará más en lo que queda de la campaña. Considera que en la etapa anterior ella se apartó y Scioli obtuvo en las primarias un 38,4% de los votos, menos de los 50 puntos que ella sacó en las PASO de 2011. Ese contraste lo manifestó dos veces en su último discurso por cadena nacional. «Esta campaña no es contra Scioli, sino contra el Frente para la Victoria, no empezó ahora, sino en 2011 cuando triunfamos en las PASO, con el 50% de los votos», destacó Cristina.

El deseo de «marcarle la cancha» a Scioli, a juicio de kirchneristas y sciolistas, quedó al desnudo en varios pasajes. Ella le recordó a Scioli que era «amigo» del candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, a quien le atribuyó complicidad en la caída del gobierno de Raúl Alfonsín en 1989. «Leía declaraciones de Daniel [Scioli], que le habías visto la peor cara al jefe [por Macri]; yo sé que vos eras amigo de él, y la verdad que muchas veces uno sufre desilusiones», dijo la mandataria.

«La cara, Daniel, es la misma que tuvo siempre, del grupo que contribuyó a que cayera Alfonsín, que fue absuelta por la Corte menemista en el contrabando de Sevel, que causó la división en tres partidos de Morón cuando cayó Rousselot por la estafa de las cloacas. Es la misma cara de siempre», lo adoctrinó, sonriente.

Luego en uno de los balcones de la Casa Rosada, la Presidenta les subrayó a sus militantes que Scioli y su candidato a vicepresidente, Carlos Zannini, mano derecha de Cristina, «seguirán y continuarán estas políticas» como una seria advertencia contra una «traición al pueblo» al candidato presidencial que estaba a su lado. Cristina desconfía de que Scioli haya dicho antes de las PASO que «cambiará lo que haya que cambiar». «¿Saben por qué [seguirán esas políticas]? Porque han participado de ellas, pero porque hay un pueblo que no está dispuesto a dar ni un solo paso marcha atrás», dijo.

Además, la Presidenta anunció un proyecto de ley que supone un serio condicionamiento para cualquier futuro presidente, incluido Scioli. Prohibiría la venta de las acciones que la Anses tiene en varias empresas privadas sin antes acordarla con los dos tercios del Congreso. Scioli y Macri tienen ese plan entre sus proyectos. La Presidenta, además, enumeró decenas de obras hídricas nacionales y excluyó las de la provincia gobernada por Scioli. Cristina no mencionó ninguna que sirviera para evitar las inundaciones en los municipios afectados hace dos semanas.

El sciolismo también interpretó con suspicacia la bandera que colgó la militancia de un balcón del Patio de las Palmeras. Decía: «Zannini para la Victoria». Habían borrado el nombre de Scioli. La ministra de Economía bonaerense, Silvina Batakis, también generó tensiones cuando dijo que había reservas escasas en el Banco Central, en medio de la suba del dólar paralelo a 15,55 pesos.

En todos los ministerios del Gobierno está avanzado el presupuesto de 2016 y sólo falta que el ministro de Economía, Axel Kicillof, lo envíe al Congreso a mediados de septiembre. Pero no hubo ninguna consulta con Scioli, a quien Cristina apoya para que sea su sucesor.

Fuente: La Nación, 22/08/15.

scioli zanini cfk

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Nepotismo K: Nombran a la hija de Agustín Rossi en el Banco Nación

agosto 12, 2015

Tiene 26 años y la designaron directora del Banco Nación: es la hija del ministro Agustín Rossi

María Delfina Rossi, hija del ministro de Defensa, se recibió de licenciada en Economía en Barcelona, donde vive desde el 2002 cuando se mudó con su madre.

María Delfina Rossi en su perfil de Twitter, junto a su padre.

María Delfina Rossi en su perfil de Twitter, junto a su padre.

María Delfina Rossi, hija del ministro de Defensa, Agustín Rossi fue designada como directora del Banco Nación, según un decreto publicado hoy en el Boletín Oficial.

La joven, de 26 años, se recibió de licenciada en Economía en Barcelona, donde vive desde el 2002 cuando se mudó con su madre.

Además, realizó un master en Economía en Florencia, Italia, y tiene en España una activa participación política en movimientos de izquierda.

De hecho, la hija del ministro de Defensa tomó trascendencia pública el año pasado cuando integró la lista de la Izquierda Popular de España en las elecciones para el Parlamento Europeo, aunque no logró los votos necesarios para alcanzar una banca.

El decreto publicado hoy lleva la firma de la presidenta, Cristina Fernández, del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y del ministro de Economía, Axel Kicillof.

«Feminista, ecologista y de izquierda. Nacida en Argentina, politizada en Barcelona», se definía Rossi en su cuenta en la red social Twitter, según publicó el año pasado el diario El Ciudadano, de Rosario.

Ahora, su perfil señala: «Economist. Nacida en Rosario, Argentina. Politizada en Barcelona. Learning at UT Austin, TX. Working in D.C. at @thegfcc».

nepotismo

—Agencia DyN.

Fuente: clarin.com, 12/08/15.

Otros casos famosos de Nepotismo K:

Nepotismo: Zannini acomodó a sus cuatro hijos en el Estado

Argentina K: Nepotismo y Militancia rentada

Argentina: Nepotismo en la UIF

 

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El triunfo de María Eugenia Vidal

agosto 10, 2015

Vidal: dio la sorpresa y fue la más votada en la provincia

Por Hernán Cappiello.

 
Vidal dio la sorpresa en la provincia de Buenos Aires. Foto: LA NACION
 

María Eugenia Vidal, la candidata a gobernadora de Cambiemos, la alianza de Pro, el radicalismo y la Coalición Cívica, se convertía anoche en la postulante más votada de la provincia de Buenos Aires.

urna 01Con las primeras mesas escrutadas, le faltaba para doblar en votos a los obtenidos por separado por Aníbal Fernández y Julián Domínguez, los dos rivales que disputaban la interna del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires.

Así, entendidas las PASO como una suerte de anticipo de la primera vuelta electoral, Vidal quedaba en un robusto segundo lugar, con un 32% de los votos, superada por algunos puntos por los sufragios sumados de sus adversarios Fernández y Domínguez. Superó así el umbral del 30% que se había impuesto Pro y alcanzó el piso histórico del peronismo en la provincia de Buenos Aires.

«No nos daremos por vencidos» prometió Vidal a las 22.30, cuando salió al escenario del búnker de Costa Salguero, rodeada de Toty Flores, de su candidato a vice Daniel Salvador y de Fernando Niembro. «Dimos un gran primer paso de cara a las elecciones de octubre», prometió, e inauguró el escenario. Desapareció el amarillo Pro, en homenaje a la alianza con los radicales y lilitos.

Había pocos militantes, apenas unos cientos, porque la mayor parte seguían, cerca de las 23, en el conurbano fiscalizando una elección que se disputaba voto por voto.

Vidal fue la heroína de la noche, según la presentó Mauricio Macri. «Felicitaciones -les dijo- por devolverles a los bonaerenses la posibilidad de tener una alternativa seria» al peronismo, le dijo el líder de Pro, que reemplazó el look informal por un blazer azul más presidencial para festejar.

Cambiemos centró su discurso en la previa a la aparición de los primeros datos oficiales en las denuncias de irregularidades en la provincia de Buenos Aires. Sus militantes distribuyeron fotos por Twitter de bolsas de boletas tiradas en una zanja o rotas en un contenedor de basura. Marcos Preña anunció que iban a formalizar estas irregularidades en la justicia electoral y Horacio Rodríguez Larreta dijo que se habían recibido 10.000 denuncias de problemas con boletas a través de su sitio web.

Las protestas por irregularidades y las denuncias de un sistema electoral obsoleto, basado en boletas de papel y no en el voto electrónico, como la usada en la ciudad de Buenos Aires, fue el eje de las denuncias que hicieron los referentes bonaerenses de Pro Jorge Macri y Federico Salva cuando dieron una conferencia de prensa, a las 21.

El kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires no alcanzaba los valores históricos que había conseguido ni en las PASO de 2011, cuando Daniel Scioli sacó el 50% de los votos contra Francisco de Narváez, ni en las últimas presidenciales, cuando Cristina Kirchner llegó al 50% de los votos.

Interior vs. conurbano

Los votos de Fernández y Domínguez sumaban, al cierre de esta edición, casi un 39%, contra un 32% de Vidal, quien ganaba en el interior y el sur de la provincia, pero perdió en el conurbano, donde el kirchnerismo arrasó. En la tercera sección electoral la candidata de Cambiemos sumaba sólo 27%, contra el 42% de sus adversarios y el 18% de Felipe Solá.

«Estamos cerca», señaló Vidal, que se apegó al discurso que mantuvo en su campaña al definirse como la candidata distinta de los del FPV. «Somos los raros», dijo, emotiva, apelando a los tipos de la campaña, llamando a los vecinos de cada localidad que visitó por su nombre y evocándolos desde el escenario.

«Cambiemos, Mauricio y yo no nos vamos a dar por vencidos. Te pido que vos tampoco te des por vencido. Mañana, cuando te toque el timbre, abrime la puerta. Y en octubre, cambiemos», completó como si recitara el texto de un spot.

A pesar del buen resultado electoral, la fiesta fue acotada. Duró apenas lo que los discursos de Vidal, de Lilita Carrió, Ernesto Sanz y Macri. Todos abandonaron el búnker sin conferencias de prensa ni evaluación de los resultados.

Fuente: La Nación, 10/08/15.

 

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El Gobierno apaña a los sospechosos del fútbol

mayo 29, 2015

La AFIP denunció a los empresarios argentinos y podrían zafar de la extradición

CORRUPCIÓN EN LA FIFA. El organismo estatal hizo una presentación contra «hombres del fútbol». Así, podrían evitar las detenciones y ser llevados a un Triibunal de los EE.UU.

Acusador. Ricardo Echegaray, titular de la AFIP.

Acusador/Cómplice. Ricardo Echegaray, titular de la AFIP.

La AFIP denunció a sociedades argentinas involucradas en el caso FIFA. Desde el organismo recaudador informaron que es contra «hombres de negocios del fútbol y sociedades» argentinas, involucrados en el ilícito que envuelve a directivos de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) presentó una denuncia penal contra «hombres de negocios del fútbol y sociedades» argentinas, involucrados en el ilícito mundial que envuelve a directivos de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).

Fuentes de los tribunales federales analizaban como una estrategia funcional a los empresarios denunciados esta denuncia, pues de avanzar una investigación local podrían evitar su extradición y posterior declaración ante la justicia norteamericana.

La denuncia de AFIP se hizo efectiva en la justicia penal tributaria. Además, dio a conocer una misiva del titular del organismo, Ricardo Echegaray, que habría sido enviada hace más de 20 días a Joseph Blatter, donde le reclamaba la falta de una respuesta de la FIFA a la denuncia de la AFIP realizada hace un año, sobre paraísos futbolísticos utilizados para triangular las transferencias de jugadores.

Esta mañana, Aníbal Fernández deslindó al Gobierno del escándalo: “El Estado no tiene nada que ver, es la FIFA”. El jefe de Gabinete dijo que el Gobierno podría pedir la intervención judicial de la empresa “Torneos”. Y que si hubo pagos irregulares, la AFIP tiene derecho a reclamar el 35% por Ganancias.

Al mismo tiempo, los abogados de los tres empresarios pidieron su exención de prisión, un recurso legal para evitar que sus defendidos sean encarcelados mientras transcurra el proceso judicial.

“El único análisis que hace la Justicia argentina en función del pedido de los EE.UU. es que el delito por el que se solicita la extradición sea un delito tipificado tanto en la Justicia estadounidense como en la Argentina, que cumpla un año de pena, que no esté prescripto el hecho y que no se vaya imponer una pena de muerte; esas son las condiciones básicas para la extradición», advirtió el juez en diálogo con una emisora de radio.

La Cancillería argentina informó que Estados Unidos pidió el miércoles, a las 17.30, “el arresto provisional para fines de extradición” de los tres argentinos “haciendo referencia al Tratado de Extradición vigente” entre ambos países. La solicitud fue entregada por el Gobierno argentino al juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, a las 20.30.

En la madrugada de ayer, las autoridades se presentaron vestidos de civil a un hotel de Zurich para detener, sin previo aviso, a varios dirigentes de la FIFA que estaban reunidos en esa ciudad, donde mañana se debe elegir al presidente del organismo que rige el fútbol mundial y donde Joseph Blatter, que inicialmente no está entre los acusados, busca un quinto mandato con el jordano Ali bin al Hussein como rival.

Fuente: Clarín, 29/05/15.

Julio Grondona y Cristina Kirchner acuerdo

Socios Sospechosos

CFK: La Argentina soy YO

mayo 26, 2015

El núcleo de la despedida: todo es Kirchner

Por Carlos Pagni.

CFK 04No debería sorprender que quien confía en eternizarse a través de un Centro Cultural Kirchner, que contiene una sala Néstor Kirchner, en la que se ofrece una exposición sobre Néstor Kirchner, olvide que el 25 de Mayo los argentinos recuerdan algo más que la asunción de Néstor Kirchner. O que se sirva del marco de una fiesta nacional para pedir el voto para la propia facción. Es lo que le ocurrió ayer a la Presidenta.

Esa clausura endogámica es algo más que egocentrismo. Expresa una estrategia de poder. Cristina Kirchner intenta consolidar una base social propia para seguir interviniendo en el proceso político una vez que haya dejado la Casa Rosada.

Su objetivo principal no es consagrar al sucesor. Es condicionarlo.

Pocas veces la Presidenta innovó tan poco como en su presentación de anoche. Como nunca, se repitió a sí misma. Dijo cómo quiere que sean recordadas las administraciones de ella y de su esposo: reivindicación de los derechos humanos, reestructuración de la deuda, rechazo al ALCA, construcción de escuelas, reparto de libros y computadoras. El molde de ese mensaje es conocido: «Menem lo hizo». Como todo caudillo que debe dejar el poder, no destinó sus palabras a conquistar a alguien, sino a retener a los que tiene.

CFK joyas 02Habló, como viene haciendo desde que perdió las elecciones, para «nosotros». Es decir, para los consumidores de impuestos, los que no están preocupados por la creación de la riqueza, los que dependen del Estado para seguir viviendo. Desde que se frustró la posibilidad de una nueva reelección, los demás, «ellos», ya no tienen lugar en su planteo.

Envuelta en una oratoria melodramática, volvió a fijar una posición conservadora. Denunció que la opción entre cambio y continuidad es una falacia. Todo aquel que quiere una modificación busca, según ella, una regresión. A 2001, a los 90, a la dictadura. Hay infiernos para todos los gustos.

Es un argumento conocido. El PT, en Brasil, se sirvió de él hasta el hartazgo. Los que proponen cambios pretenden, en realidad, despojar a los ciudadanos de los beneficios recibidos durante una era de bonanza. La Presidenta se limitó a esbozar esa extorsión. Decir que «cambio es el nombre del pasado», invirtiendo la fórmula de Kirchner, hubiera sido demasiado.

cfk silencio 02El enfoque que Cristina Kirchner volvió a exponer ayer plantea más dificultades a los candidatos del propio grupo que a los rivales. Para ganar las elecciones, el peronismo necesita prometer algunas mutaciones. Reducir la inflación, luchar contra la corrupción, combatir la inseguridad. Cosas por el estilo. Pero esas propuestas suponen una relativa toma de distancia de una gestión que ayer, de nuevo, quedó sacralizada. La Presidenta no puede tolerar esa herejía. Y es lógico: diferenciarse es hacer un ejercicio de la crítica. Y para ella, crítica es complot.

Perjudicado

El principal perjudicado con este enfoque proselitista es Daniel Scioli. Si el universo kirchnerista se repliega sobre los que sueñan con canonizar la experiencia de los últimos años, el gobernador de Buenos Aires corre el riesgo de que sus simpatizantes migren a otro club. Es la apuesta de Florencio Randazzo. Y no debe extrañar: es la apuesta de la Presidenta y su círculo inmediato. Las opciones que ella ha tomado en las últimas semanas corroboran ese sesgo. Los candidatos preferidos de Cristina Kirchner no fueron Daniel Filmus o Diego Bossio. Son Mariano Recalde y Aníbal Fernández. Es natural que sea así. Más que alguien que represente a la sociedad, está buscando alguien que la exprese a ella misma. Esa autorreferencialidad caudillesca se salva con una fórmula infalible: «Mi único heredero es el pueblo». Ayer la Presidenta rozó esa declaración. Muerto Kirchner y retirada ella, el destino de las políticas que hay que defender ya no depende de un líder. «Depende de ustedes». Es lo que sucede con el plan de salvación en ausencia del Mesías.

Scioli registra cada vez más esta dificultad. Y lo tiene malhumorado. La semana que pasó, por primera vez en mucho tiempo, tuvo un arranque de ira. Alguien de su máxima confianza, que solía calmar a Menem en trances similares, lo contuvo. La irritación de Scioli tiene sus motivos. No pudo viajar a Salta ni a Chaco por temor a que en los festejos por el triunfo del PJ lo abuchearan. En el caso de Salta, el que le advirtió el peligro fue el propio Juan Manuel Urtubey: «Mejor no vengas, Daniel. Te pueden hacer cualquier cosa».

Para que el paisaje se vuelva más desolador, llegaron las insinuaciones de Axel Kicillof. El martes de la semana pasada el ministro dialogó durante una hora y media con el empresario Rubén Cherñajovsky. Este gran importador de Tierra del Fuego lo había ido a visitar para exponerle las dificultades del sector por la falta de dólares. Pero, sabiendo que se trata de uno de los mejores amigos de Scioli, Kicillof dedicó casi toda la reunión a enviar un mensaje a La Plata. Fue muy explícito: «Tu amigo cree que yo ignoro los problemas. La inflación, el cepo, los buitres. Pero yo conozco todo. Tenés que explicarle que él necesita aquí, en el ministerio, alguien que entienda. Hay muchas dificultades que hay que conocer. Y tiene que ir de a poco, con gradualismo». Curiosa plasticidad la del ministro de Economía. Unos días antes se había declarado parte de un proyecto colectivo y prometió esperar que le indiquen qué se espera de él más allá de 2015.

Cherñajovsky transmitió el recado de inmediato. Y el miércoles, Scioli contestó: «Kicillof es alguien que por su experiencia puede tener lugar en cualquier gobierno». La respuesta no lo libera del dilema. ¿Cómo desairar al ministro del que depende para llegar hasta las elecciones con la provincia controlada? ¿Cómo atraer el voto independiente hablando de la continuidad de Kicillof?

Cristina Kirchner está a años luz de ese problema. En el último segmento de su discurso de ayer pidió el voto para las políticas de su gobierno. No para los candidatos de su partido. Es el núcleo de su despedida. Y hace juego con su hora inaugural. La de una presidenta que recibió el bastón de mando, primero, de su esposo, y después, de su hija. Como en el nuevo centro cultural, también en su política todo es Kirchner.

Fuente: La Nación, 26/05/15.

CFK joyas 01

 

 

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